- Resumen
- Introducción
- Desarrollo
- Natación para Bebes
- Aspectos generales
- Edades más adecuadas para iniciar el aprendizaje y el entrenamiento
- Ventajas que proporciona la práctica de la natación
- Bibliografía
Resumen
El presente artículo aborda la importancia de la natación como deporte, intenta analizar cuáles son las funciones sociales de este deporte en la sociedad. Este es el resultado de la experiencia práctica de los autores que durante años han sido entrenadores y jurados internacionales en este tipo de deporte.
Introducción
La importancia de tener tiempo libre y ocuparlo en actividades que nos ayuden a formarnos como personas, tiene un carácter preventivo de algunos de los males que aquejan a la sociedad. Esto hace que el tiempo libre hoy en día sea una reivindicación de todas las clases sociales y de todos los grupos de edad. Liberar el tiempo y generar el espacio para que la recreación contribuya al perfeccionamiento del hombre, es un reto para éste, pero significa también un reclamo de la sociedad al estado y al gobierno para que las estructuras encargadas de dirigir el proceso, garanticen tiempo y recursos adicionales para el recreo del cuerpo, la mente y el espíritu.
La práctica deportiva juega un papel importante en este complejo reclamo y necesidad social. Ocupar el tiempo libre en la práctica deportiva es beneficioso para todas las personas, sobre todo los niños. En nuestro caso realizamos una reflexión acerca de la importancia de la práctica de la natación y su enseñanza para niños y bebes.
La natación puede practicarse en cualquier tipo de recinto de agua lo bastante grande como para permitir el libre movimiento y que no esté demasiado fría, caliente o turbulenta. Las corrientes y mareas pueden resultar peligrosas, pero también representan un desafío para demostrar la fuerza y el valor de los nadadores, como se puede comprobar con los muchos intentos con éxito de cruzar el Canal de la Mancha y otros estrechos, canales lagos, etc.
Palabras claves: Natación, Práctica, Enseñanza, Niños, Deportivas.
Desarrollo
El principal papel del deporte moderno es contribuir a la educación total del individuo, razón esencial de sus principales beneficios, de su sistemática práctica. Por ello es importante proteger a los practicantes, en el sentido que se les debe concientizar desde la más temprana edad que los rendimientos deportivos trascendentales solamente son asequibles a pequeños grupos humanos, dotados de cualidades excepcionales, realzando el noble y saludable papel de la práctica deportiva cotidiana.
Cuando se trabaja sobre la base de Programas con fundamentos científicos, universalmente concebidos y aceptados, se dispone entonces de una excelente plataforma a partir de la cual se puede aspirar a elevar los resultados competitivos de sus atletas, a preservar la autoestima de quienes no pueden lograrlo dadas sus escasas posibilidades, y detectar decenas de atletas suficientemente talentosos para alcanzar impresionantes resultados competitivos en el momento adecuado y preciso.
Natación para Bebes
El agua es un instrumento de enriquecimiento básico del niño desde los primeros meses de vida extrauterina. La natación para bebés o matronatación se define como una actividad juego-placer-estímulo-experiencia-afectiva
Lo que llamamos natación para bebés poco tiene que ver con el nadar, al menos con lo que la mayoría de personas entienden por aprender a nadar, ya que este planteamiento no se podrá lograr hasta los 4 ó 5 años. Antes de esta edad los niños son demasiado pequeños para desarrollar autonomía en el agua y adquirir los movimientos de la natación. Por lo tanto hay que aclarar que una cosa es el disfrute y el dominio y otra muy distinta aprender a nadar. Esto es algo que los padres han de tener muy claro.
Los recién nacidos están perfectamente dotados de una variedad de reflejos que hacen posible el progresivo desarrollo de una conducta adaptada al medio en que se desenvuelvan, en este caso el agua. Limitar las experiencias del primer año a la estancia en la cuna o en el cochecito de paseo significa reducir el desarrollo tanto físico como intelectual de nuestro bebé, en un período crítico de su vida. Todos los psicólogos y pedagogos reconocen la importancia de los primeros años en la vida del individuo y, a pesar de ello, seguimos sin prestar la atención necesaria hasta la entrada en la escuela.
El objetivo más importante de esta actividad se centra en reforzar el vínculo de amor y confianza entre la madre y el bebé, haciendo que ambos compartan una experiencia original, única e irrepetible, fortaleciendo la relación afectiva y cognitiva entre bebé-mamá-papá. Además, por si esto fuera poco, se van a crear situaciones de juego, dentro de un ámbito lúdico y recreativo.
Pero existen otros muchos beneficios que aportará la natación para bebés, algunos casi tan importantes como los ya señalados:
Beneficios que aporta la natación en los bebes
– Desarrollo psicomotor: El bebé que aún no camina encuentra en el agua la posibilidad de moverse tridimensionalmente, siendo mucho mayor la libertad y continuidad de movimientos. A muy temprana edad comienzan a tener nociones de desplazamiento y distancia de una gran riqueza y sensibilidad, lo que redundará en una mayor coordinación motriz.
– Fortalecimiento del sistema cardiorrespiratorio: La natación fortalece el corazón y los pulmones. Debido al trabajo respiratorio que se realiza en el agua se aumenta la eficiencia en la oxigenación y traslado de la sangre.
– Ayuda al sistema inmunológico.
–Aumenta el coeficiente intelectual: Está demostrado que los bebés que han hecho natación en los 2 primeros años de vida desarrollan una percepción mayor del mundo que los rodea con lo que ya están aprendiendo a ser más creativos y observadores. El agua estimula la capacidad de juego del niño y este hecho repercutirá muy positivamente en aprendizajes futuros.
– Mejora y fortalece la relación afectiva y cognitiva entre bebé-mamá-papá: La realización de un programa acuático para un bebé le llevará, junto con sus papás a compartir situaciones ricas y profundas que no sucederán de otra forma pues se van a juntar las reacciones innatas e instintivas del bebé con las propias vivencias que genera la práctica de la natación, que sin duda ayudaran al conocimiento mutuo, alimentando el amor y orgullo de mamá y papá.
– Inicia la socialización sin traumas en un ambiente lúdico y recreativo, desarrollándose como personas y su entorno de una forma natural. La convivencia en la piscina con otros niños le ayudará a relacionarse mejor, además de que aprenderá a compartir y realizar actividades junto a otras personas. El niño adquiere más confianza para comunicarse y desarrollarse en grupo, ya que estará en constante contacto con instructores y niños.
–Desarrolla las habilidades vitales de supervivencia.
–Ayuda al bebé a relajarse.
– Ayuda al bebé a sentirse más seguro.
Función social y deportiva de la natación infantil.
Ventajas que proporciona su práctica sistemática. Aportes que ofrece al niño en lo funcional, morfológico, higiénico y social. Límites que no deberían excederse. Felicidad y bienestar, objetivos principales.
Aspectos generales
A todos los niños les resulta placentero introducirse en el agua. Si ésta tiene una temperatura agradable, el placer que reciben resulta mayor y entonces los juegos acuáticos ofrecen enorme felicidad a los pequeños.
Pero si usted observa con atención, podrá apreciar que los niños tienen una tendencia natural a introducirse en el agua, ya sea en la bañera o en la ducha o en un charco que dejó la lluvia, o a mojarse bajo la lluvia misma.
Y efectivamente, esta tendencia de los niños pequeños es innata y constituye por sí misma un reencuentro con su origen. Y su origen, a veces olvidado por nosotros los adultos, es procedente precisamente de un medio líquido, en el cual vivió primero como embrión, después como feto, hasta que se desarrolló lo suficiente, a lo largo de nueve meses, para nacer y asomarse por vez primera a la tierra.
Y desde luego, estar nuevamente en contacto con el agua resulta muy natural, casi una necesidad. Por tanto, bañarse en una piscina, moverse libremente dentro de ella, jugar con otros niños en ese medio, es motivo de felicidad, placer físico y psíquico para los más pequeños de la familia.
Aunque se trata de una utopía, vale la pena decir que si todos los niños tuvieran desde temprana edad acceso a las piscinas, nuestras sociedades de hoy tendrían menos problemas y tragedias.
La natación oferta al niño no solo placer y felicidad, también le ofrece seguridad en el medio acuático, trátese del mar, los ríos, lagos o en las propias piscinas. Y le reporta salud, haciendo crecer sus capacidades físicas e intelectuales armónicamente.
Le proporciona nuevas amistades y hasta la posibilidad de destacarse en el ámbito de las competiciones deportivas.
Por todo lo anterior suele decirse que la natación es el deporte más completo de todos los practicados por el hombre.
Edades más adecuadas para iniciar el aprendizaje y el entrenamiento
Después del nacimiento del niño, una vez que su ombligo sanó completamente, es el momento ideal para iniciarse en la natación. Hay experiencias en varios países que demuestran que los niños son capaces de aprender a nadar antes que a caminar e indican con datos precisos que esta práctica temprana fortalece de modo muy especial la salud de los lactantes. Pero ello requiere de piscinas muy especiales, climatizadas, con un adulto instruido en el tema dedicado a cada niño, lo que hace poco factible extender su práctica dadas las condiciones tan exquisitas que se necesitan, lo que no impide que en nuestro medio iniciemos programas de desarrollo que nos permitan acumular experiencias y prestar ese valioso servicio.
Ahora bien, lo más frecuente es que los niños se inicien en la natación entre los 3 y los 7 años de edad, e incluso más tarde. Y ciertamente, entre los 7 y los 8 años de edad ya los niños deben saber nadar, deben haber adquirido suficientes habilidades en el agua como para dominar bien la mecánica de la respiración, los movimientos de piernas y brazos y la coordinación de estos en las técnicas de libre y espalda, con un grado de maestría que les permita desplazarse en aguas profundas sobre distancias desde 50 hasta 200 metros con absoluta seguridad y sin utilización de medios auxiliares. Para los 8 años deben tener algunas nociones de la técnica de pecho y la patada de delfín.
La natación infantil concluye a los 11 años, o dicho con más precisión, entre los 11 y los 12 años de edad, justamente cuando los niños concluyen la escuela primaria y se aprestan a pasar al nivel escolar inmediato superior, lo cual constituye para ellos una alta distinción social.
Ventajas que proporciona la práctica de la natación
La práctica sistemática de la natación ofrece muchas ventajas, no solo a los niños, sino también a su familia. Hagamos un recorrido por los más importantes:
Seguridad:
Cuando los niños saben nadar los riesgos se disminuyen y la posibilidad de una tragedia en la playa, en ríos o en las propias piscinas se reduce casi totalmente. Es muy reconfortante para la familia la tranquilidad de que goza cuando sus hijos aprendieron a nadar y son capaces por si mismos de desplazarse sobre el agua, flotar, jugar en el medio acuático sin peligro para su vida.
Salud:
La práctica frecuente de la natación, sus características como actividad que se realiza en un medio líquido, ejerce una influencia muy favorable en el fortalecimiento general de la salud. Actúa de manera especial sobre el sistema cardiovascular, constituido por el corazón, las arterias, venas y capilares, que alcanzarán dimensiones mayores y con ello una fluida y más amplia irrigación sanguínea a todos los tejidos del organismo humano, incluido el cerebro, todos los músculos, articulaciones, etc.
Fortalece el aparato respiratorio, logrando un crecimiento significativo de la capacidad pulmonar, que tendrá una función mucho más eficiente, a partir de la acción de expulsar el aire bajo el agua, hecho que propiciará un trabajo más intenso de los pulmones, órganos vitales del cuerpo humano.
El crecimiento longitudinal de los niños transcurrirá con mayor rapidez, por el hecho de que su cuerpo pierde dentro del agua aproximadamente las dos terceras partes de su peso y esto favorece los mecanismos de crecimiento. Por esta misma causa, referida a la disminución significativa del peso del cuerpo sumergido en el agua, la natación no es un deporte traumático. Aquí no encontrará fracturas, ni lesiones, ni violencia física, como sucede en otros deportes terrestres, que en muchas ocasiones dejan secuelas para toda la vida.
Y todos los músculos del cuerpo recibirán una cuota de trabajo, perfectamente equilibrada, desarrollándose armónicamente, dando lugar a una excelente figura, fuerte pero elegante, sin exageraciones ni desproporciones desagradables.
Empleo del tiempo libre:
La utilización del tiempo libre en una actividad de tantos valores como la natación proporciona la tranquilidad que los niños y jóvenes lo empleen justamente de manera provechosa, en función de su salud, de su desarrollo físico integral, del aumento considerable de sus capacidades de trabajo, de su sana recreación, algo sumamente importante para la familia, cuando es preciso conocer y controlar las actividades de los menores.
Convivencia social:
La convivencia social con niños y adolescentes de su misma edad, la comunidad de intereses y necesidades, lo ayudará en su desenvolvimiento y relaciones humanas, que también deben ser aprendidas en la más temprana edad, a fin de moldear aquellos rasgos positivos de su personalidad con independencia, con iniciativas propias, pero de la mano de sus padres y de los pedagogos que lo orientan.
Las competencias:
Las competencias educan al ser humano a luchar lealmente en la vida, siendo lo más importante superar sus propios rendimientos deportivos en una y otra prueba, alcanzar nuevas y más altas metas, medidas en tiempo, en la calidad exhibida de la técnica deportiva de los estilos de natación. Lo que se hace hoy debe ser mejor que lo realizado la vez anterior. Mañana deben superarse los límites logrados hoy. No importa si supero a otro o si otro me supera. Lo fundamental es que yo mismo me supero un día tras otro y alcanzo cada vez mejores resultados. Y eso es prepararse para la vida, para luchar en la vida, para triunfar en la vida, lo que tiene obviamente un valor educativo intrínseco de extraordinario contenido.
Es lamentable que en muchos lugares las competencias infantiles resulten excesivamente largas, mezcladas con otras categorías de edades superiores, tan largas que a veces un niño, para competir en una o dos pruebas, necesita de todo un día, con la consiguiente pérdida de tiempo para él y su familia, que lo espera necesariamente para conducirlo de regreso al hogar. Este solo detalle hace que a muchos niños les resulte aburrida la natación, y prefieren cambiar a deportes más entretenidos, en los que aprovechan mejor su tiempo libre. Por otra parte, la mezcla de edades impide un tratamiento exclusivo, adecuado a las edades infantiles de sus integrantes, lo que crea una gran diversidad de problemas. Y la natación infantil debe recibir y necesita de un tratamiento específico, en nada parecido al de las edades de 12 años en lo adelante, que han entrado ya en la adolescencia, otra etapa biológicamente cualitativamente diferente de la vida.
Se impone cambiar este esquema, muy cómodo para los organizadores, pero desagradable e inadecuado para los nadadores infantiles y sus familiares, tanto más cuando la vida moderna no deja espacio libre para derrochar innecesariamente el tiempo de que dispone la familia y cuando se precisa dar una atención con arreglo a sus necesidades a los nadadores infantiles, que son el futuro de esta disciplina deportiva en cualquier institución.
Límites que no deberían excederse.
Cuando un niño que por varios años practicó la natación se destaca como un buen nadador, como un buen competidor, muchas veces se crean a su alrededor expectativas exageradas, desproporcionadas, que lejos de ayudarlo suelen dañarlo significativamente. Ese es el mayor peligro que tiene lugar en el ámbito de la natación infantil, cuando comienzan a excederse límites para los cuales los niños no están preparados. Algunos excesos que dañan a los pequeños son:
Se someten a entrenamientos exageradamente voluminosos e intensos, para los cuales su fisiología, aún inmadura y en plena evolución, no está bien preparada.
Se presiona al niño para que gane la próxima competencia, como si ello fuera un problema de honor, en lugar de inculcarle que lo importante es competir y luchar por superar sus propios resultados anteriores, o cuando menos igualarlos.
Se crean rivalidades entre mayores, propiciando que los niños se vean en medio de conflictos para los cuales no están preparados, provocándoles inestabilidad psíquica, pudiendo llegar al punto de rechazar la natación, ya que no pueden rechazar a los adultos por sentirse impedidos de hacerlo. Muchos niños escapan de estos conflictos por la puerta del abandono del deporte con múltiples pretextos, aparentemente ajenos.
Las exigencias que se imponen a los niños están muchas veces por encima de sus intereses, creándose un conflicto entre sus aspiraciones y las aspiraciones de los adultos.
El exceso de tensiones, derivadas de las exigencias, produce amargas experiencias, llegándose a extremos tales como niños muy nerviosos en las competencias, con vómitos, diarreas, y otras manifestaciones que son la expresión de una respuesta a las presiones que recibe, mecanismo que se desata entonces para equilibrar su estado de ánimo y salir del ambiente tenso que lo envuelve.
Estos pocos ejemplos son suficientes para asegurar con toda seriedad que se exceden los límites en el trabajo de la natación en las edades infantiles y, sobre todo, en las exigencias con los menores, y usted mismo pudiera incorporar experiencias vividas en competencias infantiles, quizás con mayor impacto que las señaladas en estos pocos párrafos. Ello provoca frustraciones en los menores que determinarán su salida prematura de la natación, e incluso pueden afectar seriamente su autoestima para toda la vida, lo que puede dañar otras esferas de su personalidad.
Felicidad y bienestar: Objetivos supremos.
La natación infantil solo debe producir felicidad y bienestar físico y psíquico en los menores, objetivo supremo a lograr por los padres, las instituciones deportivas, las Federaciones Nacionales, los entrenadores, y otros factores que toman parte en este proceso. Y ello se puede lograr sin interferir o comprometer el futuro competitivo de aquellos, quienes más tarde serán nadadores de alta competencia.
Solo es necesario crear un diseño nuevo de la natación competitiva infantil que erradique las realidades que hemos señalado antes, que modifique sustancial y definitivamente todos los errores que se cometen, que se parta de criterios pedagógicos, didácticos, psicofisiológicos y, por favor, trabajar con mayor profesionalidad por el bienestar y la felicidad de todos los niños insertados en la natación infantil.
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Autor:
Lic. Boris Martínez Márquez1
Lic. Julio Yoandy Pérez Martínez 2
1- Comisionado provincial de natación Matanzas, Dirección Provincial de Deportes Matanzas, Estadio Victoria de Girón, ave: Martin Digo, Matanzas.
2- Jefe de cátedra EIDE provincial Matanzas, carretera central kilometro 184, matanzas.