- Sobre la antropología
- La cultura y su relación con la identidad
- Breve mirada a los antecedentes del estudio de la identidad
- La identidad: un concepto útil en antropología y ciencias afines
- La identidad e identidades
- La identidad en el tiempo y el espacio
- A manera de conclusión
- Referencias bibliográficas
Palabras claves: Antropología, identidad y cultura.
Sobre la antropología
Para las ciencias sociales, en especial para la antropología, el hombre ha sido y es una preocupación constante, comprender sus comportamientos, actitudes, ideologías, expresiones sociales, culturales y biológicas. Desde su aparición ha tenido la inquietud de entender la sociedad y la cultura dentro de sus interrelaciones y manifestaciones.
La antropología es una ciencia que estudia el desarrollo de la movilidad humana y los sistema sociales existentes a través del tiempo y el espacio, por lo tanto, es una ciencia holística y comparativa; "estudia al hombre desde un punto de vista científico, analítico y comparativo" (Diccionario de Antropología, 1981:19); dentro de su análisis comparativo, trata de buscar diferencias y semejanzas, entre las estructuras complejas en el marco de la cultura (percepciones, acciones y reacciones), fisiológicas y psicológicas (procesos y cambios); bajo su objetividad en su método científico; es una ciencia integradora, preocupada en entender el origen y desarrollo de toda la gama de la variedad humana y los modos de comportamiento social, es decir, del proceso biosocial de la existencia humana; por ello el antropólogo Marvin Harris (1999), menciona que la antropología, estudia la humanidad, los pueblos antiguos, modernos y de sus estilos de vida.
Para Kluckhohn (1957), la antropología pone al desnudo la lógica interna de cada cultura. En efecto, se preocupa de estudiar la esencia de la personalidad, en sus diferentes exposiciones sociales, culturales y psíquicas, considerando al individuo como lugar donde se ubica la cultura con diferentes grados de racionalidad, donde se manifiesta, se construye y reconstruye sus identidades.
Sobre éste fenómeno, diferentes disciplinas han aportado teorías relacionados con ella; como la psicología que explica a partir de las actitudes y comportamientos que son expresados frecuentemente, la sociología, por su parte, analiza el comportamiento y relaciones de los actores sociales y, en cuanto a la antropología, buscar la esencia y la raíz cultural, las semejanzas y diferencias fundamentales analógicas y culturales; es decir, da una mirada hacia el pasado, presente y futuro de cada pueblo y sus particularidades, en el que cada sociedad tiene su identidad e identidades, por éstas razones desde la antropología hablamos de la diversidad cultural. De modo que, nos interesa explorar, reflexionar y dar una mirada antropológica a las identidades en sus diferentes formas, construcciones, reproducciones, reinterpretaciones, reajustes y su importancia del concepto de la identidad para la antropología; analizar como se configura las identidades y cuáles son los argumentos que permiten reconocer aspectos culturales y las diversas concepciones y enfoques.
La cultura y su relación con la identidad
Cuando hablamos de la identidad es imposible dejar de lado la cultura y viceversa, pues son categorías inseparables, guardan una estrecha interrelación, puesto que la identidad esta sostenida por los repertorios o elementos culturas que los conforma y construye. En primero lugar, hay necesidad de hacer una conceptualización de la cultura para reflexionar acerca de ella; Tylor (1871), es unos de los primeros en definir la cultura como "todo complejo que incluye conocimientos, creencias, artes, morales, leyes, costumbres", a partir de esta definición hay aproximadamente doscientos definiciones; personalmente considero que hay necesidad de fusionar a este concepto, la teoría de la cultura de Clifford Geertz (1992), es todo esquema históricamente transmitido de significaciones representadas en símbolos, un sistema de concepciones heredadas y expresados en formas simbólicas por medio de las cuales los hombres comunican, perpetúan, y desarrollan su conocimiento y actitudes frente a la vida.
En esta medida es importante tener en cuenta la cultura por su conexión directa, al entendimiento, como menciona Giménez (2005: 03), "es la organización social del sentido, interiorizado de modo relativamente estable por los sujetos en forma de esquema o de representaciones compartidas, y objetivas en "forma simbólica", todo ello en un contexto histórico especifico y socialmente estructurados, porque para nosotros, sociólogos y antropólogos, todos los hechos sociales se hallan inscritos en un determinado contexto espacio- tiempo".
La cultura incluye todo tipo de conocimientos, creencias, arte, costumbres, etc. ésta gama de conocimientos tienen "pautas de significados", como menciona Max Weber, la cultura se presenta como una "telaraña de significados" que son construidos y tejidos por los actores sociales. En efecto, hay una relación entre la cultura y la identidad, pues la identidad esta construida en una red de símbolos y modelos culturas, cada espacio y tiempo esta repleto de imágenes, símbolos y significados; en palabras de Giménez, la "interiorización de la cultura" es la identidad. En síntesis, "las personas y los grupos, para definir sus identidades y sus rasgos culturales, se valen de un conjunto de elementos como ser parte de una historia, de un lugar, de una comunidad y de una familia". Mújica (2007:16).
Breve mirada a los antecedentes del estudio de la identidad
Las consideraciones antropológicas y sociológicas de la identidad han iniciado en el interaccionismo simbólico, que muestra como son los procesos sociales de construcción de la identidad a partir de la distinción entre "yo", "él", "nosotros" y "vosotros"; estas dos disciplinas han permitido identificar las relaciones de los sujetos o actores sociales y las pautas que se establecen en la conformación de grupos o sociedades.
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Esta categoría no es nueva, la antropología ha estudiado en "cultura y personalidad" por ejemplo Ruth Benedict (1932) "Teoría de la configuración de las culturas", Margaret Mead (1977) "Adolescencia y cultura en Somoa", Geza Roheim (1973) "Teoría ontológica de la cultura", Ralph Linton (1936), en "Relación entre la cultura y personalidad" y Abran Kardiner (1939) en "Teoría de la personalidad de base", han abordado desde diferentes ángulos el problema de la identidad. En cuanto a las teorías sociológicas, Durkheim (1963), en "Teoría de la conciencia", Max Weber (1974) "En acción dotado de sentido" y Marx en la "Teoría de conciencia de clase" y desde la psicología, Erik Erikson, (1989) cuando habla de la teoría de la identidad, postula que es importante tener una teoría del desarrollo humano que intente aproximarse a los fenómenos descubriendo desde donde y hacia donde se desarrollan; el desarrollo de la identidad personal; los estadios del desarrollo y del desarrollo de la identidad en etapas (llamado ciclo epigenético), constituyen un aporte importante. Ha sido el creador de nuevos aportes y visiones tal es como el ciclo de la vida, la identidad y sus crisis, etc. Por lo tanto, hay línea de base para poder estudiar y entender esta categoría social y las teorías metodológicas.
En efecto, los años setenta se constituye y define en Europa principalmente el análisis antropológico de la etnicidad como forma de organización de la integración de los análisis psicosociales de las relaciones intergrupales y en América latina desde los años 1920 hasta 1970 hay un discusión de la etnicidad (andinos – indios e hispanos) en ésta discusión se presenta un "etnocentrismo" y "superioridad" de los hispanos hacia los grupos mayoritarios "andinos e indios". En el caso peruano trabajos como los de Solórzano Pereyra (1648) (política indiana) agradece a los hispanos por traer la civilización, por otro lado, de Fray R. de Lizárraga considera lo hispano como el centro de la identidad del Perú, este último es más radical que Solórzano puesto que, niega e "inferioriza" al pueblo indígena, por sus vicios excedidos y pide al Estado medidas duras para los indígenas.
En este periodo, también aparecen trabajos de índole "indígena" como el de Dora Mayer (1921) e Hildebrando Castro Pozo (1936); señalan que las organizaciones de las comunidades indígenas se organizan en cooperativas de gobierno y sobre todo denuncian los abusos contra los indios. En la otra vertiente Valcárcel (1927) "Tempestad en los andes", considera que los indios son la verdadera nacionalidad y sostiene que existen dos nacionalidades en el Perú, la blanca en Lima y la india centrada en el Cuzco. Hay una lucha entre estas dos vertientes que son irreconciliables, este autor termina afirmando que la nacionalidad peruana estaba formada por indios de la sierra y no por "blancos" de la costa.
Partir de la década se los setenta cambió el discurso y debate, reconocido que los andinos tienen trascendentales componentes hispánicos en algunos elementos, pero siguen siendo un elemento diferente, por lo tanto, las identidades en algunos casos comienzan a fusionarse y toma una nueva reinterpretación cultural en todos los niveles sociales, religiosos, económicos, culturales, políticos, organizacionales, tecnológicos, etc. pues bien, la identidad como categoría para diferenciar y ver las semejanzas, la "autenticidad" y la variedad, patrones, valores, ideológicas, etc. esta constantemente siendo presionado por los actores sociales y los "otros".
La identidad: un concepto útil en antropología y ciencias afines
La categoría de identidad, estos últimos años está tomando fuerza en el ámbito académico de la ciencias sociales, por su amplio significado y conceptualización, lo cual para los "cintistas" sociales sirve para poder entender la importancia de estudios de los fenómenos socioculturales, pues engloba una serie de categorías y nociones de la cultura (material y cognitivas), precisamente en este ámbito toma mayor énfasis, para la antropología cómo entender la cultura en sus diferentes niveles y las identidades, en efecto, identidad o identidades, tiene estrecha relación con la cultura, por lo tanto alcanza dimensiones mayores como: reglas, normas, valores, estructuras sociales, niveles de socialización, ideología (concepciones del mundo), política, status, económica, matrimonio, etnicidad, religión, sistemas de creencia, educación, roles de género, familia, subcultura, clase, comunidad, barrio, etc. conceptos
La categoría de identidad, para las ciencias sociales como la antropología, es importante, ayuda a entender y aclarar toda la gama de categorías que se involucran dentro del concepto de identidad, por ésta razón, hay necesidad de reincorporar a las investigaciones y utilizarlas como herramienta de investigación para buscar las manifestaciones concretas de los hechos sociales, es decir, la identidad tiene utilidad en dos dimensiones: 1) como teórico – metodológico desde la conceptualización y noción intersciplinaria (antropología, sociología, psicología social, etc.,) y b) como categoría social para estudiar los actores o agentes sociales, como productores y constructores de la cultura y sociedad.
En este gráfico de redes conceptuales de la identidad hay una encrucijada de diferentes concepto y una serie de categorías sociales, para el estudio de las distintas disciplinas, por ejemplo desde la teoría sociológica de la socialización hay dos aspectos que resaltar: 1) los agencias formales, tiene que ver con los primeros pasos de la formación de la identidad en el seno de la familia (padres, hermanos, hermanas tíos, tías, abuelos, parientes en diferentes grados, etc., maestros de la escuela, autoridades, etc.) y 2) agencias difusas, donde intervienen las celebraciones, conmemoraciones, transmisión de las memorias de los pueblo, usos y costumbres.
La identidad e identidades
Estos términos tiene varios vertientes y direcciones, pues aglomera una serie de categorías, por lo tanto, estas nociones ponen en discusión y cuestionan toda definición, estos términos se ponen mucho más interesantes dentro de las discusiones teóricos y metodológicos de la ciencias sociales, en los niveles o factores de la misma van cambiando, reinterpretando, transformando y reajustando de acuerdo al tiempo y espacio.
Cuando hablamos de la identidad individual e identidad colectiva cabe hacer las siguientes preguntas: ¿Quién soy? ¿Quiénes somos? ¿Quién soy yo ante los otros? ¿Quiénes somos ante los otros? ¿Cuál es la relación de nosotros en los demás? ¿Por qué las semejanzas y diferencias? ¿Por qué no compartimos ideologías?, etc. la identidad esta construida y estructura bajo estos parámetros de la diferenciación y similitud entre los actores y grupos sociales. Pero eso sí, vivimos en un espacio común compartimos modelos culturales (constitutivos o constituciones) patrones comunes y objetivos colectivos como son las costumbres, lengua, territorio, nacionalidad, idioma. etc. que nos articulan, "unifican" a pesar de nuestras diferencias.
Pues bien, ¿qué es identidad?, es el sentido de pertenencia e "igualdad" de un grupo social donde se comparte rasgos culturales, como costumbres, valores y creencias; se alimentan continuamente de la influencia endógena y exógena; en este sentido hace referencia a la mismisidad y a la continuidad de "algo", en contraposición a la "variedad". Escriba (2007[a]: 09). La identidad es el resultado que surge como respuesta a las necesidades singulares de cada sociedad, de cada grupo social, estas repuestas van tejiendo los actores sociales, que en cada caso estructurará un modo de vida individual y colectivo; entonces la identidad es un conjunto de rasgos que caracterizan a un grupo social, frente al "otro", formando una unidad entre la cultura e identidad.
Desde el estudio antropológico, lo importante es buscar las raíces, la "autenticidad" y la dinámica de la identidad que a parece como "esencia" en su inicio, como una condición inmanente del individuo; por lo tanto, formará la conciencia y a la vez construirá sobre diferente bases, actúa simultáneamente en las estructuras, patrones sociales y culturales de las sociedades; "la identidad es pues el fenómeno que está presente en la forma en que los miembros de un grupo se definen y son definidos por los otros. Estas definiciones y circunstancias concretas, se constituyen en función de necesidades e intereses estratégicos de sobrevivencia, (alianza, afinidades, relaciones de parentesco…) propios de cada cultura, se inventan y se recrean mediante recursos múltiples; y están, sobre todo, determinados por la relación entre "nosotros" (inclusivo/el "otro" exclusivo) con los "otros". (Ferrúa, 2003: 11).
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El ser humano es producto de múltiples relaciones sociales, por ende, la identidad es aprendida y transmitida en diferentes temporalidades y espacios, determinados por una unidad y la interacción de normas y símbolos (de acuerdo a su realidad objetiva y subjetiva). Es decir, requieren de un mantenimiento constante porque los factores exógenos y endógenos intervienen; la identidad es la unidad entre el hombre y la cultura; según Torres (1991), es un concepto o categoría que refleja la unidad entre el hombre y su cultura, entre hombre y la naturaleza, entonces tiene componentes esenciales que caracterizan como integridad. En la interacción de sus componentes existen espacios, autenticidad, movimiento, niveles y componentes neutrales que no determinan la cualidad de la unidad identidad.
Dentro de éstas consideraciones, la identidad de un individuo está modulada por la cultura y la sociedad en sus múltiples facetas y de la cual los símbolos que los identifican son extraídos del propio medio natural, social y cósmico que los rodean; donde las raíces culturales son marcadores sociales, porque los orígenes y elementos vivénciales juegan roles determinantes; la identidad manifiesta una relación común y concreta; independientemente de aspectos raciales (o biológicos) es una conciencia de aspecto auténtico; los mensajes de esa unidad están moduladas por la subjetividad, con una profundidad imperecedera que supera cualquier escritura convencional ya que ello es esencial en la colectividad, dan forma y alimenta a esa alma o espíritu que es la identidad subjetiva.
"La identidad es un proceso de construcción en la que los individuos se van diferenciando así mismo en estrecha relación simbólica con otras personas" Larraín (2003:7). Esta formación obedece a una construcción ideológica y cultural, permitiendo direccionar el horizonte en sus distintas aspiraciones e intereses frente al "otro" dentro de su legitimación y reconocimiento.
La identidad es ser reconocido y reconocerse por sus cualidades propias, estar bien con los de más, tiene que ver mucho entre "yo" y "nosotros", ésta relación asume una dinámica de unidad; si hablamos de identidad colectiva o sea de (nosotros) no podríamos dejar aislado la identidad individual (yo) estos hechos poseen una raíz en el proceso de socialización; puesto que obedece a la construcción social, cultural e ideológico, en ésta construcción interviene del pasado histórico y relaciones intersubjetivas, en la configuración participan la lengua como medio de socialización, bajo algunos elementos integradores como las organizaciones sociales, comunidad, la religión, entonces la identidad tiene una estructura subjetiva y por lo tanto, es producto de la red de relaciones sociales e ideológicas.
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"Las identidades son producto del proceso ideológico, es posible entonces que existan diferentes tipos o niveles de identidad en los que participan los sujetos sociales, habría entonces individuales, familiares, barriales, étnicas, religiosas, de clase, nacionales, etc." Ferrúa (2003:132). La identidad e ideología están estrechamente ligados entre si y elevados a diferentes formas identitarias: comunales, clase social, étnica, ideológico, etc. estas formas de identidades son producto de la interacción social y lo cósmico, obedece a una interpretación del mundo a partir de sus relaciones socioeconómicos e ideológicos.
Al respecto Luckmann (1971) plantea que "la identidad no es algo sustancial, interno al individuo, sino que se construye en interacción con el medio. Ésta se construye a través de procesos sucesivos de socialización, primero en interacción con grupos primarios y posteriormente con secundarios. A través de estos procesos la persona interioriza maneras de sentir, de pensar y de actuar características de la sociedad en la cual vive, y más especialmente de medio sociocultural más cercana a ella" (citado por Claudio Bolzman, 1996:160).
Por lo tanto, se construye mediante el proceso de socialización, en primer lugar intervienen los grupos primarios o agencias formales (núcleo familiar) y posteriormente las agencias difusas (la sociedad en su conjunto, donde se manifiesta todos los aspectos del patrón universal), en estos procesos se interioriza toda la actitud, formas de vida, valores, reglas, costumbres, formas de pensar, actuar, etc., dentro de un contexto, es construida en una unidad entre la cultura (material e inmaterial) y la sociedad; ambos en estrecha interrelación van asignando y moldeando, a la vez esta entretejido por sus patrones culturales, símbolos, ritos, costumbres, regulados dentro de una identidad compartida e interactua, bajo modelos socioculturales.
En esta misma línea también plantea Giménez (1996:20-25), "la identidad se construye la dimensión subjetiva de los actores sociales, como su atributo subjetivo de actores sociales relativamente autónomos, comprometidos en proceso de interacción o de convivencia". Entonces, podemos hablar que la identidad es una construcción social y cultural con objetivos comunes buscando un determinado horizonte para la cual tejen las relaciones sociales, políticos, económicos y culturales, también para que se regulen los valores hay una asignación de reglas y normas jurídicas, y/o derecho consuetudinario, esto hace que tome legitimidad, pertenencia y búsqueda del medio "lubricador" de la identidad.
Para Ruiz Dávila (1997:86), "la identidad cultural propicia que los sujetos involucrados, actores comunitarios de una historia común, de un estilo colectivo de vida y de expectativas y proyectos de vida compartidos, crean y vean una clase de aparecidos y nosotros, hombres y mujeres acordes con las costumbres del pueblo, en cuanto lengua, vestimenta, preocupaciones… hombres y mujeres que tienen su sello de pertenencia a su entorno cultural" (citado por Ferrúa, 2003:133). Es la particularidad o distintivo de las personas para buscar "nosotros" frente a los "otros", en este camino cada individuo construye su manera de vida, bajo sus parámetros o módulos culturales y su entorno social, particularizándose en la mirada del "otro".
Por otro lado, ¿cómo entender la identidad dentro de lo pluriétnico, multilingüe y multicultural?, la identidad no excluye la diversidad cultural, al contrario, necesita la diversidad para la diferenciación. Al igual que un organismo biológico construye su organización y autonomía a partir de su relación con el entorno, nosotros como seres no solo biológicos sino también sociales y culturales construimos nuestra autonomía e identidad por medio de la dependencia con nuestro entorno cercano. Pero esa construcción es una construcción individual (que no es aislada de la colectividad), esa construcción individualizadora necesita de lo diverso y crea al mismo tiempo diversidad.
La diversidad, entonces funciona como freno a la homogeneidad introduciendo un "desorden" en las estructuras mentales y culturales de las personas, las sociedades y las culturas, que por el contrario, de no ser así, se impiden en una identidad invariable. La diversidad es posibilidad de enriquecimiento y cambio evolutivo si estamos dispuestos a abrirnos relativamente a lo otro. La diversidad es posibilidad de construcción de una identidad más compleja y múltiple, reforzados en su particularidad.
Los actores producto de diferentes experiencias acumuladas, de relaciones sociales, tecnológicas, ideológicos, etc., donde se concentran y forman esa unidad de la diversidad; el problema está en no saber tener autoestima y reconocerse en todo; y no reducir una identidad compleja a una sola dimensión, excluyendo las otras. Una construcción compleja de la identidad en la diversidad nos hace únicos y a la vez nos posibilita el reconocimiento de partes que tenemos en común con los otros. En otro sentido, la identidad esencialista le corresponde una idea de hombre unidimensional. En cambio, la posibilidad de comprensión del "otro", diverso a nosotros, necesita de una concepción multidimensional del hombre, por lo tanto, necesita de una identidad entendida como proceso de construcción siempre abierto; por ello dice Ortega (1992), que "la identidad de ninguna manera anula la diversidad, la oposición e incluso la contradicción. Es la unidad dentro de la diversidad, de la heterogeneidad…" (Citado por Cavero 1993:34).
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La identidad en el tiempo y el espacio
Se habla de identidad y su contexto dimensional, esto no es más que el espacio y tiempo, cada sociedad entiende su mundo y su entorno de acuerdo a su forma de percepción, registran, acumulan y crean símbolos, ponen nombres, señas, formas, crean espacios sagrados y profanos para resguardar sus intereses comunes como su historia tradicional, mitos, creencias, costumbres, etc. estas dos nociones están relacionados con la memoria colectiva e identidad. Josee Hiraoka (1996: 38 – 42), define de la siguiente manera: Espacio, si consideramos al espacio como aquel territorio que contiene la historia, los ritos, música, los mitos, el lenguaje y cualquier otra cosa que puede ser designada como esencial para el pasado compartido y las costumbres de un grupo. Bajo esta idea, entonces encontraremos que esta dimensión predomina en la formación y establecimiento de la identidad, entonces para los seres humanos el espacio adquiere un significado simbólico y a la vez se afirma. Por ejemplo en la sociedad ayacuchana encontramos las iglesias coloniales, monumentos históricos, parques, imágenes, etc. en esencia tiene una formación identitaria para la generación en camino.
Tiempo, el tiempo es una dimensión cuantificable en siglos, periodos, eras y épocas. El sentido histórico del tiempo parece espacial, además permite la creación de un espacio legal y arbitrario. El tiempo adquiere mayor significado mediante invocaciones a los orígenes históricos, por ello se dice que el espacio es proyectado hacia el pasado, presente y futuro, lo cual lo separa se su contexto natural y lo define por eventos. Logros, guerras y otros aspectos clasificables en periodos; por ejemplo en la sociedad ayacuchana: la independencia del Perú (9 de diciembre de 1824), fundación de ayacucho, los hechos históricos, héroes departamentales (María Parado de Bellido, el Tayta Cáceres, Basilio Auqui Huaytalla…). En resumen, la identidad dimensional es como menciona Jameson (1998), pasa por entender y reconocer las dimensiones temporales y espaciales de cada subjetividad y sujeto. Sea cual fuese la razón, la identidad dimensional, ésta marcado simbólicamente y juega un papel importante en la afirmación, construcción y reconstrucción de las identidades.
A manera de conclusión
1. La antropología como ciencia holística utiliza sus métodos y técnicas para hacer una interpretación y análisis sistemático y estructural. Es decir busca elementos constitutivos y constituciones de la identidad e identidades y, sobre todo ponen en atención en las manifestaciones sociales, políticos y culturales (materiales e inmateriales), por lo tanto, toma como elementos esenciales las creencias, tecnologías, formas de percepción, tradiciones orales (mitos, leyendas, cuentos, etc.), costumbres, religiones, etc. estos elementos coadyuvan al esclarecimientos del estudio.
2. La identidad se forma de manera compleja, heterogénea y dinámica, más aún cuando hablamos de nuestra sociedad que es tan diversa y pluricultural. Pasa por entender como menciona Bolzman (1996), la identidad como un proceso dinámico, que expresa a la vez continuidad y cambio en la experiencia de los actores sociales; la identidad como relación dinámica entre asignaciones exterior de atributos y auto elaboración de atributos. Esto es a la vez reajustado, reconstruido, reinterpretado y reelaborado a partir de elementos constitutivos y constituciones de los actores sociales, sobre todo de acuerdo a la identidad dimensional.
3. El concepto de identidad es importante para la ciencias sociales en especial para la antropología puesto engloba una serie de categorías sociales y culturales, por lo tanto es necesario reincorporar a las investigaciones como herramienta estratégica; en efecto ayudará entender mejor las manifestaciones políticas, ideológicas y socioculturales de los pueblos.
4. La identidad sirve para poder buscar nuestro "origen", reconocernos y sentirnos orgullosos por nuestras tradiciones, por la herencia cultural, por nuestras formas de vida y examina elementos constitutivos – constituciones primordiales que se encargan de mantener la continuación y alianza entre los miembros de la sociedad y buscar sentido de vida colectivo para un desarrollo con horizonte común, que permite articular y sumar esfuerzos para el beneficio expandido y colectivo.
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Autor:
Antrop. Percy E. Escriba