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Asistencia temprana de los niños sordos y Orientación familiar (página 2)

Enviado por Micaela E. Gil


Partes: 1, 2

DESARROLLO

¿Cómo oímos?

El oído esta divido en tres partes: Oído externo, oído medio y oído interno.

Oído externo: Oreja y canal auditivo. Oído medio: Tímpano y Cadena de huesecillos (martillo, yunque y estribo).

Oído interno: Cóclea y nervio auditivo. Dentro de la cóclea, hay un líquido y miles de células ciliadas.

Para que tengamos sensación de audición, las ondas sonoras pasan por el canal auditivo hasta el tímpano. Esta membrana vibra y se transmite a la cadena de huesecillos. El movimiento de estos huesos, provocan un movimiento del líquido de adentro de la cóclea. Al moverse este fluido, las miles de células ciliadas, producen impulsos eléctricos que son transmitidos por el nervio auditivo al cerebro.

La mayoría de los déficit auditivos neurosensoriales, se deben a daños en las células ciliadas de la cóclea. Según el alcance de los daños en esas células (leves o medias), las personas pueden beneficiarse de audífonos o de otros medios de amplificación de sonido. Si los daños son muy grandes (severas), el oído interno es incapaz de transferir los impulsos eléctricos de forma adecuada y el nervio auditivo no puede transmitir prácticamente ninguna información del sonido al cerebro. Para estos casos puede recurrirse al implante coclear.

Es bien sabido que sin ayuda extra, niños sordos pueden retrasarse más y más y tener problemas para:

  • Entender lo que dicen otras personas
  • Aprender
  • Hablar
  • Jugar con otros niños
  • Hacer amistades

ÍTEMS A TENER EN CUENTA:

* Dentro de los 0 y los 5 años de edad, los primeros tres años son críticos en la formación de la inteligencia, personalidad y comportamiento social y los efectos del descuido se acumulan. * El desarrollo cerebral durante el primer año de edad es más rápido y extenso de lo que antes se creía ya que el cerebro casi se triplica en tamaño dentro de ese primer año de vida. * El desarrollo del cerebro es mucho más vulnerable a las influencias del medio ambiente de lo que antes se sospechaba. Entre las influencias que pesan sobre la vulnerabilidad están la alimentación, la calidad de la interacción, la atención y el estímulo. * Existe evidencia del impacto negativo que tiene la tensión emocional durante los primeros años de función cerebral. Los niños que sufren tensiones extremas durante los primeros años caen en mayor riesgo de desarrollar una variedad de dificultades cognitivas, de comportamiento y emocionales. * Se ha comprobado la existencia de "ventanas de oportunidad" a la enseñanza dentro de los primeros años de vida infantil. Si no se les abre dentro del período crítico, será difícil o imposible que algún tipo especial de conocimiento ocurra en fechas posteriores. * Por lo general, los hijos de familias que participan dando cariño y atención aprenden mejor y tienen menos problemas sociales y de comportamiento en la vida posterior.

La UNICEF, en su trabajo con colaboradores a lo largo de la próxima década de 2000 al 2010, ha decidido que una de sus prioridades claves será la Atención y desarrollo de la primera infancia. Su directora Ejecutiva, Carol Bellamy la identifica como la extensión lógica "de todo lo que hemos hecho antes porque nos impulsa más allá de la sobrevivencia. Implica que un ambiente saludable y de cariño en los primeros años conlleva beneficios físicos, psicológicos y cognitivos que el niño mantiene de por vida. Reconoce que el bienestar físico por separado no es suficiente y que debe haber apoyo emocional afectuoso que infunde significado a la niñez". (Carol Bellamy, CF/EXD/IC/1999-02). Con este fin, la UNICEF ha establecido un grupo de trabajo multi-disciplinario en desarrollo de la infancia primaria que se reunió en septiembre de 1998 más una reunión sobre Atención de Infancia Primaria en diciembre de 1999 en la ciudad de Nueva York. La reunión estuvo dedicada a los programas iniciados por varias oficinas de UNICEF en diferentes países y especialmente los dedicados a las 1) razones que hacen que la familia exista; 2) a las funciones de apoyo de las comunidades; 3) posibilitar un medio ambiente nacional y 4) la comunicación y la promoción. También se deliberó sobre Lineamentos Programáticos de la atención y desarrollo de la primera infancia y sobre Herramientas para la evaluación. En 1995 UNICEF desarrolló una serie de cuatro vídeos animados y guías escritas bajo la dirección de Cassie Landers y de Nigel Fisher. En las series se cubre información básica sobre el desarrollo normal de un niño y formas sencillas para que la persona que lo cuida pueda enseñarle a expresarse idiomática, social y emocional y desarrolle su aparato físico-motor. La UNICEF los tiene a disposición del público en varios idiomas.

Bebés y niños con discapacidades

Los bebés nacen con calidades físicas, sociales y psicológicas que les permiten comunicarse, aprender y desarrollarse. Es un hecho en todos los niños, incluso en los que tienen discapacidades. La diferencia está en que en estos bebés hay un uso limitado o nulo de un sentido o que el bebé tiene una incapacidad física de algún tipo como parálisis cerebral o pie deforme congénito. El bebé, por otra parte, puede tener discapacidades de aprendizaje. Pero aún los niños con las discapacidades más agudas pueden aprender. Si no se reconoce ni apoya las capacidades en el bebé, estas capacidades tenderán a desaparecer en vez de crecer y mejorar. ¿Cuál es la relación que hay entre las nuevas investigaciones y los bebés y niños con discapacidades? ¿Qué tienen de especial los niños con discapacidades y cómo afecta a la intervención temprana? A continuación se presenta un resumen de alguna información específica sobre las discapacidades que todo quien tenga contacto con personas con discapacidades alrededor del mundo debe conocer:

  • Cuanto más le falte la capacidad sensorial al bebé, ya sea visual, auditiva o motora, y mientras más le dure, la discapacidad será más permanente.
  • Aún en casos de fallas sensoriales, no es sólo un sentido especial el que se ve afectado sino la capacidad de aprender y el desarrollo social y emocional.
  • En muchas de las discapacidades, la época para hacer la intervención es crítica. Aunque se trate de una simple cirugía, tratamiento o ejercicios, éstos por lo general tienen más éxito si se hacen en los primeros años de la vida del niño.
  • Comúnmente, algunas de las discapacidades pasan desapercibidas si los padres no saben a qué deben poner atención. Por ejemplo, a muchos niños no se les considera sordos o con deficiencias de auditivas hasta que cumplen dos años o más. La mayoría de los bebés sordos también balbucean y hacen ruidos y, si no se revisa su audición en forma regular o si los padres no se dan cuenta que el bebé no reacciona ante ruidos fuertes, no se identifica el problema hasta que llega la hora en que el bebé "típico" comienza a hablar. Como la audición está conectada a todos los demás aspectos del desarrollo, lo mejor es identificar el problema desde un comienzo. A los niños que aprenden lenguaje de signo a temprana edad les va mejor en términos académicos, sociales y en lo complicado del uso del lenguaje de signos que a los niños que no lo aprenden hasta que entran a la escuela primaria. Además, muchos niños pueden hacer uso de los aparatos de audición.
  • Los cerebros del bebé sienten la tensión. Hay niños que viven en situaciones de guerra, violencia y abuso y, si esto ocurre en sus primeros tres años de vida, el cerebro puede desarrollarse en forma visiblemente menor y se pueden sufrir problemas emocionales.
  • Como ya sabemos que la práctica de hacer actividades afecta el tamaño y la estructura del cerebro, se hace necesario que a los niños con diagnósticos de discapacidades se les ofrezcan ambientes lo más fecundo y estimulante posibles.

En varios países occidentales, desde hace ya unos 25 años los programas de intervención temprana para bebés y niños con discapacidades han sido un hecho común. La identificación de discapacidades en un bebé en sus primeros meses de vida permite que a los bebés se los incluya en programas donde se les da atención y cariño desde la edad más temprana además de satisfacer sus necesidades médicas y las emocionales de su familia.

Existen programas admirables para enseñar a los padres lo que pueden hacer en casa, sobre técnicas de interacción entre tutelar y niño basadas en rehabilitaciones especiales para cada discapacidad y en juegos donde los niños con discapacidades pueden aprender destrezas que ayudarán a desarrollo y aptitudes sociales. La opinión general es que estos programas han sido y son eficientes. Lo importante es aclarar que, por años, estos programas han estados haciendo exactamente lo que los medios de comunicación presentan como información reciente sobre bebés sin discapacidades. Los cierto es que los especialistas en discapacidades tienen mucho que enseñarnos a todos los que trabajamos en el campo del desarrollo y atención a la primera infancia.

¿Qué es lo que pasa, sin embargo, a la mayoría de los bebés y niños con discapacidades en el mundo sabiendo que cerca del 80% de ellos vive en los países en desarrollo? No hay duda que muchos reciben la atención y el cariño de sus familias tanto como cualquier niño en el mundo. Hay cantidades de familias que instintivamente saben lo que deben hacer, cómo adaptarse y la importancia de integrar al niño a la familia, escuela y a la vida comunitaria. También ha habido pioneros que han llevado proyectos de intervención temprana a países como Jamaica, Guyana, Malasia, Filipinas e India. Estos proyectos excepcionales a veces han dado nacimiento a "satélites" en áreas rurales que quedan más aisladas. Por otra parte, una mayor cantidad de programas de rehabilitación basada en la comunidad (RBC) originalmente diseñados para adultos ahora dan servicios a niños.

Uno de los mayores desafíos que hay para ubicar bebés con discapacidades en los primeros días de sus vidas son las muy arraigadas actitudes sociales que hacen que a estos niños los escondan y aíslen. Aunque las actitudes han cambiado en muchas partes del mundo, aún hay millones de personas que, en un libro, programa de televisión o película, nunca han visto una imagen positiva de un niño a adulto con discapacidades. Muchos de ellos tampoco conocen a una persona con discapacidades que lleva una vida independiente. Si una familia cree que su niño no puede aprender, será incapaz de estudiar, de casarse o de trabajar, lo razonable sería nada más que darle amor y ayudarle a resolver sus necesidades básicas. Como se espera lo mínimo de los bebés y niños con discapacidades, se les habla menos, se juega y se les sale a pasear menos con ellos y se les estimula y educa menos.

Información básica

Se debe hacer hincapié que el programa de intervención temprana "apropiado" no necesita ser caro para que haga peso en la vida de un joven con discapacidades. Toda familia de bebé o de niño con discapacidades puede usar las siguientes indicaciones:

  • Cada bebé, con discapacidades o sin ellas, puede beneficiarse de un ambiente de cariño y estímulo a sus sentidos. Mientras más se le habla, canta, lee, se juega con él, se le enseña a bailar y a hacer ejercicios y se le estimula a explorar bajo condiciones sanas, más se le desarrollará su cerebro y cuerpo.
  • Mientras más luego se detecte la discapacidad en un niño, más se beneficiará de la rehabilitación y de las intervenciones simples más pueden aprovechar sus capacidades y potenciales.
  • Hay cosas simples que los padres pueden hacer para detectar las discapacidades en un niño. Por ejemplo, poner una tela o juguete de colores brillantes al lado de su cara y ver si lo sigue con la vista, pararse en silencio detrás del bebé y aplaudir fuerte o dar un portazo para ver si hace gestos de asombro, ver si un bebé de más de tres meses puede levantar su cabeza cuando está acostada sobre su estómago, sonreírle y ver si responde a la sonrisa o gestos o si mira hacia atrás. Como la mayoría de los padres y abuelos saben lo que otros niños hacen a distintas edades, ya tienen la capacidad para detectar los problemas en sus primeras etapas.
  • Hay actividades simples que se pueden hacer en cualquier casa para enriquecer el ambiente de un bebé. Por ejemplo, juguetes seguros que se pueden usar con las manos, móviles de colores fuertes o blanco y negro, nombrar las cosas y acciones en voz alta, hablarle al bebé, nombrarle las partes del cuerpo y responder cuando contesta y hacer que el bebé se comunique de la forma que pueda o guiándolos en el tacto y movimiento.
  • Cada niño, con discapacidades o sin ellas, necesita del contacto continuo con los adultos que le dan cariño y con niños de su propia edad. Mientras más pueda la comunidad ver a adultos y niños con discapacidades, más personas con discapacidades verán cómo se les da la bienvenida y se sentirán más inclinados a incorporarse en la comunidad.

Diagnóstico Precoz de la Sordera

Del diagnóstico al tratamiento de la deficiencia auditiva.

No hay que esperar un diagnóstico médico exacto porque la precocidad en el diagnostico de posibles anomalías en la audición del niño es de capital importancia para su tratamiento, incluso, cuando se trate de perdidas auditivas leves. Consultada con el pediatra la sospecha de una pérdida auditiva en el niño y, confirmado el diagnóstico por el médico otorrinolaringólogo, comienza una decisiva etapa para él y para su familia, que, si no se aprovecha convenientemente, será un tiempo irrecuperable que afectará negativamente a su desarrollo personal, al lenguaje y a sus aprendizajes futuros.

La intervención educativa ha de comenzar tan pronto como se confirme el diagnóstico. Es en las edades mas tempranas cuando se sientan las bases de la comunicación y del lenguaje, del desarrollo personal y de los futuros aprendizajes de todo sujeto.

Existen diferentes métodos de rehabilitación, basados en los distintos sistemas de comunicación. Debemos informarnos al respecto para poder orientar a los padres y éstos puedan optar por el mas adecuado para su hijo. El método ideal lo será en tanto responda a las necesidades individuales de cada niño, dependiendo de sus propias variables personales y del entorno que le rodea

LA EDUCACIÓN DE LA PERSONA SORDA

En gran parte de la historia de la educación de los sordos en el mundo, ha predominado el modelo clínico y la visión de deficiencia sobre el sujeto sordo; al interior de las escuelas para sordos se han desarrollado multiplicidad de métodos para la rehabilitación de la función auditiva y la enseñanza formal de la lengua oral utilizada en la comunidad circundante, en nuestro caso, el castellano. Se ha negado – hasta evitado- la participación de la comunidad sorda en la educación de los sordos y no se ha reconocido la importancia de la Lengua de Señas en la construcción del sujeto sordo y en su educación.

El deseo de que los sordos hablaran la lengua oral hablada por la mayoría, invadió el espacio educativo y también definió los objetivos a seguir con los niños sordos menores de cinco años, es decir, su atención temprana. La visión clínica de la atención temprana de los niños que son sordos de nacimiento o que adquieren la sordera en la primera infancia, ha traído como consecuencia, que al ingresar al primer grado de su educación formal, los niños sordos no posean dominio de lengua alguna, sea ésta de señas u oral; minimizando así las posibilidades de desempeño escolar exitoso de estos niños y favoreciendo el circulo de bajas expectativas de padres y maestros.

En algunos países de América del Sur se ha realizado una propuesta innovadora para la atención de los menores sordos de cinco años, en la que se parte de la convicción de que los niños que nacen sordos o que adquieren una sordera en la primera infancia, si pueden desarrollar oportunamente y en forma natural el atributo humano del lenguaje, a través de la adquisición temprana de una lengua de fácil acceso sensorial, como lo es la Lengua de Señas, lengua natural, que por sus características de ejecución viso – gestuales, resulta accesible para los niños que no pueden oír.

En todas las experiencias internacionales se encuentra el propósito común de facilitar a los niños el contacto con adultos sordos usuarios de la lengua de señas, para asegurar un entorno lingüístico apropiado, garantizando el ingreso de la señal lingüística al cerebro de los niños durante el llamado "período crítico".

Hay algunos programas de intervención temprana orientados hacia la lengua oral (castellana) y otros orientados hacia la lengua de señas.

El programa de en un niño sordo orientado hacia la lengua de señas, en general, se fundamenta en las siguientes premisas:

  • La atención temprana en el caso de la sordera debe ser lingüística.
  • Los niños sordos deben tener acceso a la construcción lingüística de la misma manera que un niño oyente: inmersos en el llamado "baño de lenguaje". Para ello se hace necesario un entorno en el que la lengua de señas este presente de manera permanente mediante la participación de usuarios competentes en esta lengua, es decir personas sordas.
  • Los niños sordos son vistos solamente como lo que son: niños.
  • Los niños sordos son niños, que no pueden escuchar. Son cognoscitiva y psicológicamente normales. Por esta razón, deben permanecer en ambientes lúdicos en donde tengan las mismas oportunidades que sus pares oyentes para conocer, ser, compartir y hacer y así convertirse en adultos con buena imagen de sí mismos.
  • La lengua primera de los niños sordos es la lengua de señas.
  • Las lenguas de señas permiten a los niños sordos desempeñarse comunicativa y socialmente de una manera eficiente.
  • Los mejores modelos lingüísticos para los niños sordos, son los adultos sordos.
  • Los adultos sordos, hablantes competentes de la lengua de señas e identificados como tales, son considerados los mejores modelos del niño para la adquisición de la lengua, el desarrollo de una identidad social y el fortalecimiento de la autoestima.
  • Los padres de los niños sordos deben ser vistos como padres y como tales deben recibir el apoyo que necesiten.

El impacto de tener un niño sordo es sobre la familia. Es la familia de este niño la que debe pasar por un proceso para ajustarse a la nueva situación, por lo que deben recibir apoyo oportuno, información pertinente y atención a sus inquietudes.

El programa se desarrolla entorno a tres ejes: La atención integral; el desarrollo lingüístico y comunicativo y la formación de padres y adultos sordos.

Los objetivos de este tipo de programas son:

  • Ofrecer al niño sordo menor de cinco años un entorno lingüístico que favorezca la adquisición temprana la lengua de señas colombiana; brindarles cuidados básicos y promover el desarrollo de las diferentes dimensiones humanas: cognoscitiva, comunicativa, estética, corporal, emocional y social.
  • Brindar atención y apoyo temprano a las necesidades del grupo familiar primario y establecer vínculos de tipo socio – comunicativo entre los padres y sus niños sordos con la comunidad sorda.
  • Desarrollar estrategias de formación permanentes dirigidas a los involucrados: sordos y oyentes que les faciliten ejercer eficientemente sus funciones y los conduzca a una transformación en su concepción de niño sordo.

Dentro del programa se debe dar especial atención a la formación de los padres de familia con el propósito de: acercarlos a la comunidad sorda y al aprendizaje de la lengua de señas; dar respuesta oportuna a las inquietudes e interrogantes que les surjan sobre diferentes temas concernientes al desarrollo de su hijo y brindar apoyo psicológico cuando ellos así lo soliciten.

EL NIÑO SORDO Y SU FAMILIA

Estilos de respuestas disfuncionales.

Es bien conocida la relación madre-hijo en los primeros tiempos de vida de los niños.

Basándonos en este binomio, en el caso de un niño sordo, éste tiene una serie de limitaciones determinadas por su sordera. Consecuentemente presenta la necesidad de tener constantemente a su lado una persona que le brinde una decodificación permanente de los sucesos de la realidad que lo rodea.

El niño deficiente auditivo tiene una autoestima muy baja, falta de valía, lo que lo hace depender del afuera, en una búsqueda continua de signos de amor, reconocimiento, aprobación, elogios, valoración. La madre es quien, en mayor medida, soporta estas demandas, tal vez porque el niño siente que es ella quien tiene una deuda mayor con él por "haberlo hecho" distinto. También porque es la madre quien está más presente en la vida del niño. (Blanca Núñez, 1991).

La familia del niño sordo suele tener distintos estilos de respuestas disfuncionales frente a la discapacidad del pequeño. A saber:

  1. Reorganización del grupo alrededor del niño con el problema, quien ocupa el lugar central en el interjuego de los vínculos familiares.
  2. Reorganización de la familia desconociendo el déficit, manteniéndose, en lo posible, y tomando una actitud de segregación del miembro discapacitado.
  3. Reorganización grupal mediante la delegación del niño discapacitado a un solo miembro del grupo familiar, usualmente la madre.

    Los hermanos aparecen:

    a). Cargando con gran peso de la situación creada por la discapacidad del hermano.

    b). Ocupando un lugar periférico con cierto abandono y descuido de ellos.

    c). Sobreprotegidos, mantenidos al margen de la situación.

  4. Disfuncionalidad en el subsistema fraterno:
  5. Disfuncionalidad en el vínculo de la familia como grupo con el" medio externo".

Información para padres

Si su hijo ha pasado por alguna de estas situaciones, el riesgo de que tenga algún problema auditivo es mayor:

  1. DURANTE EL EMBARAZO: Factores hereditarios, medicamentos que dañan al oído, ciertas infecciones como toxoplasma, sífilis, rubéola….
  2. EN EL PARTO: RH incompatible, partos difíciles, peso inferior a 1.500 gramos, UVI neonatal…
  3. DESPUÉS: Otitis, paperas, sarampión, meningitis, medicamentos dañinos para el oído…

Observaciones recomendadas por edades

De 0 a 1 año

  • Si es un niño demasiado tranquilo al que no sorprenden los ruidos fuertes.
  • Si no gira la cabeza hacia sonidos familiares.
  • Si no comprende palabras familiares.
  • Si no juega con sus vocalizaciones imitando a las del adulto.

De 1 a 2 años

  • Si no comprende órdenes sencillas.
  • Si no conoce su nombre.
  • Si no identifica las partes del cuerpo.
  • Si no hace frases de dos palabras.
  • Si no presta atención a los cuentos.

De 2 a 3 años

  • Si no se le entienden las palabras que dice.
  • Si no repite frases.
  • Si no contesta a preguntas sencillas.

En la primera escolarización (de 3 a 5 años)

  • Si no sabe contar lo que pasa.
  • Si no es capaz de mantener una conversación sencilla.
  • Si no conversa con otros niños.
  • Si no manifiesta un lenguaje maduro y sólo le entiende su familia.

En general

  • Si el niño no tiene lenguaje, éste cesa, o evoluciona lentamente para su edad.
  • Si es excesivamente distraído o retrasado en sus aprendizajes escolares.
  • Si padece fuertes catarros, otitis o alergias.

Importancia de la prótesis auditiva

La correcta adaptación de la prótesis y su uso continuado posibilitara el aprovechamiento de los restos auditivos que, con mucha probabilidad, conserva el niño deficiente auditivo.

Una vez confirmado el diagnóstico de la pérdida auditiva, con la prescripción del médico otorrinolaringólogo, se debe realizar cuanto antes la adaptación de prótesis.

Actualmente, existen dos tipos de prótesis auditivas: audífonos e implantes cocleares.

Consejos para padres:

  • Acudir a audioprotesistas con titulación acreditada, que adapten audífonos homologados, y con amplia experiencia en población infantil, y a centros hospitalarios con Programas de Implantes que cuenten con el equipo interdisciplinar necesario para llevarlos a cabo.
  • Tener en cuenta que el niño tendrá que aprender a oír a través de sus prótesis.
  • Otorgarle cierto tiempo al niño hasta que él encuentre ventajoso el uso cotidiano de la prótesis.
  • Adoptar toda la familia y el entorno una actitud positiva para que el niño acepte sus prótesis auditivas.
  • La condición de PADRES les confiere el DERECHO a ser informados, orientados y apoyados con lo medios externos que en cada momento sean necesarios, así como la responsabilidad de velar por la educación y la salud de su hijo, y de tomar las decisiones que favorezcan su formación y su crecimiento en un positivo clima familiar.
  • Desde el momento en que sospeche que el niño puede tener problemas auditivos, debe contactarse con los distintos profesionales y, en estrecha colaboración con ellos, emprender una tarea común.
  • No olvidar que su papel como padre, irremplazable en toda tarea educativa con los hijos, adquiere ahora una importancia singular.

CONCLUSIÓN

La Convención de Derechos del Niño declara el derecho que tienen los niños con discapacidades a tener igualdad de oportunidades y a que se detecte y atienda su discapacidad lo más tempranamente posible. La Declaración de Intenciones de la UNICEF incluye el compromiso de asegurar protección especial para los niños más desaventajados, los que tienen discapacidades entre ellos. La nueva forma de enfrentarse y dar atención al desarrollo y atención de la primera infancia deberá incluir bebés y niños con discapacidades. También se debe incluir a sus familias y no se debe entender esto como un componente adicional o especializado de la atención y desarrollo sino parte de ella. No es absolutamente crítico, pero lo posible es que cada programa, cada producto y cada país tome en cuenta a los bebés y niños con discapacidades. Es un imperativo moral y ético que, tal como demuestran los estudios, afecte en forma positiva o negativa las vidas de millones de niños alrededor del mundo.

La Intervención Temprana es el primer paso de un proceso de cambios porque beneficia a familias, comunidades y sociedades como un todo. El derecho inherente de toda persona es pertenecer a una comunidad, ir a la escuela, jugar, trabajar y vivir en una comunidad. La historia de la desinstitucionalización nos ha demostrado el dolor que impone la segregación a los individuos, las familias y la comunidad, y que luego continúa con los debates sobre la inviolabilidad de la vida. Los programas de intervención temprana comienzan con la experiencia de la inclusión.

El sordo se encuentra fácilmente aislado entre los oyentes. Con frecuencia tiene la sensación de estar marginado. Piense en esto cuando se le encuentre. Dedíquele un poco de su atención. Hágale tomar parte en la vida informándole de lo que sucede o se dice alrededor suyo.

Es responsabilidad de todos aquellos que estamos cerca del niño sordo el tratar de ofrecerle un medio que favorezca un desarrollo auténtico de sí mismo, el despliegue de su self verdadero. Para ello necesita que podamos verlo como él es realmente. (Blanca Niñez, 1991).

Queremos que nuestros niños, sin excluir a ninguno, vivan como cualquiera de ellos y se les reciba en comunidades cálidas y benignas y crezcan junto con sus iguales. Por tal motivo hemos expuesto, entre otras cosas, algunas características observables para distinguir alguna alteración auditiva en los niños, un modelo de plan de intervención basado en la lengua de señas y consejos para padres.

En el futuro, quienes darán atención, educarán, trabajarán, darán liderazgo y pilares de nuestra comunidad son nuestros niños. Quizás para aquella época se rompa el círculo de la discriminación. Quizás para ese entonces podrán crecer teniéndose confianza y pasión y sabiendo su propio valer y pudiendo reconocerse como grandes seres humanos.

BIBLIOGRAFÍA

  • BRAIN, L. "Alteraciones del lenguaje". Editorial Médica Panamericana,1976.

ALUMNAS:

Micaela E. Gil

Iturbe, Nora V.

Riquelme, C. M. Gabriela

PROVINCIA DE BUENOS AIRES

INSTITUTO PABLO VI

AÑO 2007

3er. Año – DISCAPACIDAD AUDITIVA

MODELOS DE INTERVENCIÓN TEMPRANA

PROFESORA: Claudia Del Pretti

FECHA DE ENTREGA: Miércoles 07 de noviembre de 2007

Partes: 1, 2
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