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Crisis global y perfeccionamiento de la disciplina Marxismo Mart

Enviado por ysan


    1. Causas, naturaleza e indicadores fundamentales de la crisis global
    2. Las posibles salidas a la crisis global. El papel de la cultura y la política

    INTRODUCCION

    La temática ¨ Crisis Global ¨ es sin dudas una de las de mayor trascendencia y actualidad en el pensamiento social contemporáneo, dadas las implicaciones de esta problemática no sólo para la vida económica, social, política y cultural de la comunidad mundial, sino porque, como sabemos, la crisis evidencia que está en juego la propia supervivencia humana.

    En relación con la crisis global, el compañero Fidel Castro, definiendo su naturaleza y alcances ha insistido en que los problemas que plantea son los más universales y graves que la humanidad ha conocido, y los que más angustia y preocupación en cuanto a la supervivencia como especie, han generado. También ha insistido él y muchos estadistas y pensadores en la importancia de una conciencia clara acerca de las causas, naturaleza y consecuencias de la crisis, para poder evitar que los indicadores más importantes de la crisis se profundicen y se produzca la tragedia de desaparición de la especie humana.

    La investigación y en especial, la divulgación científica acerca de esta problemática, desempeña hoy por tanto, un papel fundamental. En este sentido, este trabajo tiene el objetivo de sistematizar los aspectos fundamentales que caracterizan el fenómeno crisis global y fundamentar la significación de su estudio y difusión para su conjuración. Para ello el contenido del mismo se ha dividido en dos partes: la primera, que aborda sintéticamente el fenómeno de la crisis, su naturaleza y causas, y la segunda, donde son analizadas las posibles salidas a la crisis, partiendo de sus determinantes políticos y culturales.

    I. CAUSAS, NATURALEZA E INDICADORES FUNDAMENTALES DE LA CRISIS GLOBAL.

    Al comenzar a caracterizar la crisis global, conviene señalar que la conceptualización de este fenómeno es abundante e ideológicamente contradictorio, como corresponde a un proceso que afecta de manera diferente a disímiles grupos humanos y a sus posibilidades y necesidades futuras.

    Coincidimos en lo esencial con todos los autores que consideran como causa de la crisis global, el modelo de desarrollo económico engendrado por la modernidad y aplicado en primer lugar, por los capitalistas en su proceso de colonización y dominio del mundo. Este modelo ha reproducido una evolución espontánea, desordenada de la sociedad, que se pone de manifiesto tanto en las estructuras económicas, políticas, sociales como en la esfera valorativa de nuestro quehacer.

    La naturaleza de la crisis global se expresa en que constituye un momento histórico en el desarrollo de la sociedad humana, en que está amenazada la propia existencia de la sociedad como sistema. Los tres más grandes indicadores de ese carácter límite de la crisis son: la llamada quiebra ecológica, el aceleramiento demográfico y la amenaza de exterminio armado. Estos tres indicadores de carácter global y de rango civilizatorio, se acompañan con otras manifestaciones de la crisis del sistema capitalista a nivel económico, social y político, que evidencian las causas más profundas de la crisis global y la forma histórico – concreta conque el capitalismo en su fase actual de globalización neoliberal intenta buscarle solución, logrando sólo en realidad la ulterior agudización de esta crisis global.

    Constituyen pues manifestaciones sociales de esta crisis la creciente desigualdad e inequidad económica y social, la exclusión social de un creciente número de personas, grupos e individuos de diferentes regiones geográficas, así como la política de hegemonismo imperialista dirigida a garantizar su superioridad política y militar a toda costa, garantizando su acceso indiscutible a las fuentes más importantes de materia prima, las superganancias de sus asociaciones transnacionales y el aplastamiento de cualquier intento de resistencia o subversión de esa hegemonía.

    La urgencia de detener los efectos de la crisis global está determinada porque en la actualidad, a pesar de la evidente conciencia que en determinados medios intelectuales y políticos existe sobre ella, las políticas económicas neoliberales por el contrario, agudizan la tendencia a la competitividad en el mercado, y por tanto estimulan el consumo y el afán de riqueza hasta límites insospechados, reproduciendo así a una escala cada vez mayor los indicadores fundamentales de la crisis y sus consecuencias sociales.

    A partir de esta situación social límite, y tomando en consideración sus causas fundamentales, la humanidad no tiene otra salida que lograr instaurar un nuevo modelo de desarrollo que haga sostenible el presente y el futuro. En relación con este modelo coincidimos con el investigador José A Blanco al plantear que " no debemos restringirnos a paliar las tensiones del mundo actual, sino a orientar a conceptualizar, promover y experimentar modelos de organización humana que sean sociables y ecológicamente sustentables, y contribuyan gradualmente a la consolidación de un nuevo paradigma civilizatorio y cultural. Este nuevo paradigma está llamado a ser participativo en lo político, inclusivo en lo económico, pluralista en lo cultural, responsable en lo ecológico, solidarios en lo ético y equitativo en lo social.

    Sin embargo, es necesario hacer notar que aun cuando esta necesidad de un nuevo modelo de desarrollo se hace cada vez más evidente, existen poderosas fuerzas de carácter objetivo y subjetivo que atentan contra su advenimiento: en primer lugar, la propia lógica del mercado capitalista y su exacerbación por los mecanismos de la globalización neoliberal que estimulan cada día más el comercio, el consumismo y la expoliación de los países más pobres por los más poderosos, y en consecuencia la agudización las expresiones sociales de la crisis global.

    En segundo lugar, es necesario tomar en cuenta el aumento creciente de la desigualdad y el hegemonismo en la esfera de la cultura (como sistema de producción espiritual) entre los países pobres y ricos, lo que se manifiesta fundamentalmente en los siguientes aspectos:

    • Mantenimiento de importantes capas de población infantil y adulta de los países pobres en la ignorancia.
    • La no posibilidad de crear condiciones en esos países para desarrollar en forma ordenada, sistemática y universal la educación de las amplias masas.
    • El no acceso de los países pobres, y especial de las capas más amplias de la población a los logros más significativos de la cultura contemporánea, en especial en el área de la ciencia y la técnica, en que la producción de conocimientos de los países más ricos está dirigida a la solución de sus problemas y no a los del mundo subdesarrollado.
    • En la concentración y privatización de los medios de comunicación.
    • En la expansión y homogeneización de las redes de la información, lo que conduce a que se cree y divulgue en primer lugar, la racionalidad cultural de los poderosos.
    • Se logra, a través de todo el mecanismo monopolizado de creación y divulgación cultural, que la jerarquía de valores en el individuo se organice de miras al mercado, de forma que los actos consumistas se convierten en el principal criterio de valoración, por lo cual se subvierten al mismo tiempo valores como la responsabilidad social, los compromisos históricos y de solidaridad humana.

    II. Las posibles salidas a la crisis global. El papel de la cultura y la política.

    Es nuestro interés, en este capítulo, llamar la atención acerca de la importancia y creciente papel de lo político y lo cultural, en la explicación del origen de la crisis y de los factores que pudieran coadyuvar a detenerla. Al tratar de establecer la relación entre los

    factores políticos y culturales con los modelos de desarrollo económico que originaron la Crisis Global, partimos de una serie de definiciones y presupuestos acerca de éstos como fenómenos sociales.

    Lo político: "Es una dimensión inherente y propia del sujeto social, cuya característica más elemental es su capacidad de crear, modificar, determinar la forma que ha de tener su propia existencia, es decir, la capacidad de autorealizarse en una forma social que ha sido elegida y construida por él mismo; esta cualidad media toda relación que el hombre entabla frente a la naturaleza. El hombre para reproducirse no sólo actúa sobre la naturaleza, sino que lo hace bajo determinados propósitos y a partir de ciertas relaciones sociales. La dimensión de lo político y en su sentido propio, se despliega en la capacidad de dar forma a este proceso de reproducción, es decir en el acto de producción y consumo que realiza el sujeto social" (Vega, Juan 2004) quitar

    La política actúa como práctica social y como conocimiento. Como práctica "desentraña y articula significados (…) en función de la organización de los hombres para el gobierno y el autogobierno, a la vez relaciona, organiza agrega o desagrega fuerzas sociales".

    Como conocimiento es importante destacar que todo estado tiene su racionalidad, "entendida, en principio como la capacidad de disposición y selección de medios idóneos y como la capacidad de cálculo de los efectos y las consecuencias resultantes del uso selectivo de los medios respecto a los fines proyectados: racionalidad como calculabilidad de fines-valores (…). El Estado es racional por contar con un derecho formal abstracto, una burocracia profesional especializada y por su monopolio legitimado de la violencia".

    La política desempeña un papel fundamental en la formación de los sujetos sociales, pues articula su existencia con su discurso y con su acción, permitiéndoles emerger como interlocutor o emisor de mensajes significativos dentro de la sociedad. El Estado Capitalista es la forma política que adopta el sistema de poder del bloque hegemónico burgués dominante para la dirección y ordenamiento del resto del organismo social.

    Resumiendo estos presupuestos, podemos decir que las clases dominantes, apoyadas en su sistema de dominación política, aseguran la tendencia dominante del desarrollo económico y social, sus estilos o modelos de desarrollo, lo que equivale a decir, que garantizan al mismo tiempo, la reproducción de las relaciones sociales en determinada dirección, logrando la reproducción de un modo de vida dado y de la cultura o sistema cultural en que los individuos se insertan como sujetos sociales. En consecuencia, en el análisis de las causas de fenómenos sociales tan trascendentes para el devenir de la civilización humana como la crisis global, es imprescindible justipreciar el papel de los factores políticos y culturales en su origen y desarrollo.

    Concretamente, la relación entre la política y los llamados modelos o estilos de desarrollo se expresa en que éstos representan una estrategia concreta del crecimiento económico y del desarrollo social, estrategia que viene definida y condicionada por los objetivos políticos y los medios culturales que tiene la clase dominante para asegurar su dominación. Si partimos de esta premisa metodológica, consideraremos la importancia de sumar al análisis económico de los modelos de desarrollo, la dimensión política y cultural, y en consecuencia, se hará evidente la necesidad de demostrar que en el origen de la crisis global actuarán de manera importante, los determinantes políticos y culturales.

    Esta consideración o deducción lógica permite plantear la posibilidad y necesidad de estudiar, históricamente, cómo influyen estos factores en el desencadenamiento de la crisis global, de manera concreta, tanto a nivel global como por grupos de países. El objetivo de ese estudio sería demostrar que en cada etapa histórica del desarrollo del capitalismo, donde se puso de manifiesto un momento dado de su dominación política y cultural, se aplicó de una manera determinada ese modelo económico depredador e irracional y que ello, como tendencia condujo a la situación límite conocida como crisis global en la segunda mitad del siglo XX.

    A nuestro juicio, el enfoque político de las causas de la crisis global permite hacer la siguiente valoración: que en la misma medida en que se desarrolla el proceso que condujo a la crisis global, se fueron dando los procesos políticos que transformaron a la burguesía de la clase dirigente en clase dominante, (exponente de su carácter reaccionario), los que la condujeron como clase a elaborar contemporáneamente el proyecto político más inhumano y antidemocrático de toda su historia: el neoliberalismo, el cual representa el sumum de la agudización de los problemas ambientales, sociales y culturales, a los cuales se enfrentas la sociedad hoy día.

    El enfoque culturológico de las causas de la crisis global, pone de manifiesto cómo los modelos de desarrollo propiciados por la política de la burguesía dominante, habían perdido la orientación humanista como eje de su realización. La existencia de factores políticos y culturales como causas de la crisis global se hace evidente, se expresa claramente, al analizar los rasgos típicos de las políticas que condujeron a esa crisis. Entre estos se encuentran:

    • La no responsabilidad histórica por los intereses colectivos de la humanidad.
    • El presentismo: carácter no predictivo de la política.
    • La confrontación como base de la cultura de solución de los problemas.

    En relación con lo anterior los analistas de la crisis global consideran que existe un modelo axiológico (cultural) que ha conducido a la crisis, el cual se caracteriza por los siguientes rasgos:

    • Consideración del hombre como centro del planeta.
    • Una comprensión atomizada del mundo y de la vida.
    • La estimación de la naturaleza como bien inagotable.
    • La valoración de las necesidades por encima de los recursos.
    • La identificación del progreso con el mero crecimiento económico y la máxima posesión de bienes.
    • El olvido de "la presencia de otros" en nuestras vidas.
    • La sobrevaloración del espacio y el modo de vida urbanos.
    • La formación absoluta del presente sobre los planteamientos a medio y largo plazo.
    • La falacia del "no impacto" de nuestros actos.

    Todo lo anterior explica con claridad, la importancia de lo cultural y lo político en la conformación y consolidación de modelos de desarrollo depredadores, no sostenibles, causantes en última instancia de la Crisis Global actual. A estas causas de carácter gnoselógico deben añadirse, como un factor sociocultural importante en la época actual, el papel de los medios de difusión masiva en el estímulo a la reproducción del modelo consumista de desarrollo.

    En relación con la incidencia de la política y la cultura en la posibilidad de solución de la crisis global, es necesario decir que la comprensión de su importancia se fue abriendo paso paulatinamente, primero en la búsqueda de las interrelaciones entre medio ambiente y desarrollo y algo después, en las del desarrollo con la cultura. La segunda mitad del siglo XX fue decisiva para el logro de esa comprensión. En ese período, en especial a partir de la década del 70, se celebran una serie de encuentros en torno a la necesidad de la Educación Ambiental, como respuesta a los graves peligros de desaparición del planeta y de marcada agudización de las inequidades sociales.

    Vale la pena destacar en ese período, lo aportado por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo en 1992. En ella por primera vez se planteó alcanzar una política ambiental dirigida al desarrollo, orientada al presente y al futuro. Se profundizó en las causas políticas de las desigualdades entre el Norte y el Sur y se pidió la cooperación internacional entre los Estados. Al mismo tiempo, se logró aplicar instrumentos de validez política y jurídica para hacer cumplir los análisis de la Conferencia. (Ejemplo: El Convenio sobre Diversidad Biológica, el Convenio Marco sobre Cambio Climático, la Convención sobre la Desertificación).

    De modo especial, se puso de manifiesto la creciente importancia de los factores políticos y culturales en el Programa o Agenda 21, que constituye la Estrategia Global de Acción, con medidas para la cooperación internacional en este campo. En este Programa aunque no hay una sección de carácter directamente político, sía está contenida esta dimensión al solicitarse la cooperación de los Estados para la solución de los problemas; se orienta la necesidad del fortalecimiento por los Estados de grupos vulnerables, como las mujeres, los jóvenes, los niños y las minorías nacionales. En el Capítulo 36, se evidencia la preocupación por la incidencia de los factores culturales: en él se concreta el fomento de la cultura ciudadana como medio para frenar la crisis.

    Hay que destacar que en la Cumbre de Río sesionó el Foro Global, con 15 000 representantes de la sociedad civil, lo que evidenció la importancia del factor político y sus enfoques. En ese Foro se aprobó el tratado de Educación Ambiental para las Sociedades Sustentables y de Responsabilidad Global. En él se destacan factores o indicadores de carácter claramente político, tales como la necesidad del compromiso de las sociedades civiles en el cambio de las concepciones del desarrollo y se exige a los gobiernos cambiar sus políticas de desarrollo y atender el medioambiente. Se llama por primera vez a transformar los sistemas sociales (no a corregirlos), para lograr igualdad, equidad y justicia social y favorecer así el equilibrio ecológico. Se planteó que la Educación Ambiental es un acto político, basado en valores para la transformación social.

    Al mismo tiempo, en el tratado de Educación Ambiental para Sociedades Sustentables, se vinculan las soluciones políticas a las culturales, partiendo del reconocimiento de "que es inherente a la Crisis la no participación de la casi totalidad de los individuos en la construcción de su futuro". Se insiste en la necesidad de favorecer, además de la diversidad biológica, la diversidad cultural; se propone estimular la interacción entre las culturas, en oposición al paradigma neoliberal de la homogenización cultural.

    Al examinar este crecimiento de la valoración de los factores políticos y culturales en la solución de los problemas del mundo actual y de la Crisis Global en particular, es necesario destacar el aporte de las Conferencias de Políticas Culturales, en especial la Conferencia Mundial celebrada en México en 1982, así como el Informe "Nuestra Diversidad Creativa", donde se explicita la importancia de lo cultural y de lo político en la solución de los problemas actuales de la humanidad. En el documento se señala que "todo intento de formular una ética global debe de inspirarse en los recursos culturales, en la inteligencia de los pueblos, en sus experiencias emocionales, sus memorias históricas y sus orientaciones espirituales". Al analizar cuáles deberían ser los valores compartidos para el logro de una ética global que facilitaran el desarrollo verdaderamente humano, se centra la atención en factores de carácter político tales como:

    • Derechos humanos y responsabilidades.
    • Democracia y los elementos de la sociedad civil.
    • Protección de las minorías.
    • Voluntad para resolver pacíficamente los conflictos y negociar con equidad.
    • Equidad intra e intergeneracional.

    A partir de esas definiciones se solicitó a los gobiernos y representantes de la vida económica y la sociedad civil, hacer efectivos estos principios.

    Otro elemento que sustenta la creciente importancia de lo cultural y lo político en relación con los problemas actuales de la Sociedad Globalizada, es su incorporación como dimensiones esenciales en los Informes sobre Desarrollo Humano. Su papel creciente se pone de manifiesto en que en el año 2004, el Informe estuvo dedicado completamente al análisis de lo cultural.

    A nuestro juicio, este crecimiento de la importancia de los factores políticos y culturales en la posibilidad de conjurar la Crisis y lograr un nuevo tipo de desarrollo (sostenible), ha garantizado un mayor nivel de realismo en las posiciones de la comunidad mundial con respecto a la solución de esta problemática. Argumentando sobre el particular, el investigador Carlos Delgado plantea: "La propuesta científica de los ochenta pasó rápidamente al contexto político en los noventa, porque sólo en este puede transitar del terreno de la utopía a la realidad, y también porque en él se encuentran los mayores obstáculos materiales y espirituales para su materialización en la vida".

    En relación con los temas de orden cultural, añade: "La barrera cultural se eleva por encima de las demás porque sirve de fundamento al pasado y constituye un argumento de imposibilidad en el presente, ella puede hacer fracasar todo intento, aún cuando se traten de superar los obstáculos materiales y exista voluntad política para hacerlo a nivel de una sociedad en su totalidad.

    Esta misma intención de destacar como factores para conjurar la Crisis Global las tareas de carácter político y cultural, está presente en múltiples intervenciones del Compañero Fidel Castro. Sobre el particular él ha precisado: "Hasta ahora la sociedad sólo ha hecho nada más que cultivar el instinto. El mundo mejor del que todos hablan debe ser fruto de la batalla por la educación, la cultura, la inteligencia y los valores que ha creado contra los instintos que heredamos de la naturaleza.

    Insistiendo en el papel de la cultura, de la educación, en la batalla por conjurar la crisis, Fidel ha dicho "Sembremos ideas, y todas las armas que esta civilización bárbara ha creado sobrarán; sembremos ideas, y la destrucción irremediable de nuestro medio natural de vida podrá impedirse".

    La educación es entendida aquí, a nuestro juicio, en el sentido más amplio, como instrucción y también como promoción de ideas, como difusión de éstas en vastas capas de la población para que puedan comprender las causas más profundas de la crisis, sus consecuencias y los medios de lucha para enfrentar conscientemente los mecanismos de regulación ideológicas existentes en el mundo actual, así como la inercia de pensamiento que aun en el sistema socialista puede conducir a la reproducción del paradigma de la modernidad que históricamente engendró la crisis. Son las ideas, la conciencia sobre este peligro las que pueden hacer que las masas adopten una actitud práctica que les permita emprender acciones dirigidas a detener los efectos de la crisis y crear nuevos modelos de relaciones sociales a nivel local, nacional y /o regional y paulatinamente a nivel mundial.

    Hay que decir, contrariamente a lo que un análisis superficial del Marxismo pueda presuponer, que esta posición con respecto al papel de las ideas no contradice la posición filosófica materialista que considera la lucha de clases como arma fundamental para la transformación del mundo. En el actual contexto epocal, la divulgación y difusión de ideas constituyen parte esencial de la lucha política , dada la hegemonía lograda por los sectores dominantes sobre amplias capas de la población, las que han sido apartadas exprofeso de la cultura política, para facilitar así el cumplimiento de sus objetivos a nivel local y mundial. No obstante, hay que decir que las fuerzas de izquierda consideran que al lado de la difusión de ideas, en la lucha por conjurar la crisis global, ocupan un lugar decisivo los métodos directamente políticos, tales como:

    • El enfrentamiento de los pueblos a las políticas neoliberales que agudizan la crisis global
    • Las acciones de solidaridad entre clases, grupos sociales y naciones que ayuden a paliar los efectos de la crisis
    • Las denuncias ante la opinión pública de la responsabilidad de las clases explotadoras y sus Estados en la agudización de los indicadores de la crisis, tanto los relacionados con la quiebra ecológica, la problemática demográfica, como en especial los referidos a la carrera armamentista y su expresión más actualizada, el terrorismo mundial
    • La exigencia a los gobiernos para que adopten políticas acordes con los principios del desarrollo sostenible, tanto a nivel nacional como en el ámbito mundial.

    Consideramos asimismo que la investigación y la instrucción acerca de la problemática crisis global forman también parte de la batalla de ideas y de la lucha política por conjurarla, y propiciar así el advenimiento de un mundo mejor. En ese sentido, creemos útil que al realizar estas tareas se tomen en cuenta como aspectos importantes los siguientes:

    • Fundamentar las múltiples causas(económicas, políticas, sociales, culturales) y los sujetos históricos que han engendrado la crisis global ( a nivel mundial, en el mundo subdesarrollado y en Cuba en particular )
    • Profundizar en la naturaleza, los peligros y consecuencias fundamentales que implica la crisis global, para la supervivencia humana, y para la convivencia de los hombres en la actualidad, insistiendo en sus efectos en el tercer mundo y en Cuba en particular.
    • Fundamentar la multiplicidad de vías y formas que el pensamiento social ha evaluado y aún hoy analiza, como medios para evitar la profundización de la crisis global.
    • Demostrar, a partir del papel de la actuación consciente, subjetiva del hombre en la conformación y transformación de las relaciones sociales, que solo la conciencia de los hombres acerca de este fenómeno, su organización, la unidad de todos los sectores interesados y la actividad política crearán las condiciones y la posibilidad de conjurar la crisis global
    • Esclarecer las diferencias y particularidades del surgimiento, evolución y tendencias de los fenómenos asociados a la crisis en los diferentes grupos de países e incluso sus especificidades para las diferentes regiones. Ello permitirá fundamentar en el aspecto de las posibles vías de solución, la multiplicidad de vías y los problemas concretos que le plantea su solución en cada país.
    • Analizar el problema de la crisis global en su historicidad tanto como fenómeno de

    la realidad, como de la evolución del pensamiento social respecto a su análisis. Ello

    implica la impartición de esta temática con un enfoque problémico, como algo aún no resuelto por la práctica social y que pone de manifiesto la contradictoriedad de intereses en torno a las soluciones que plantean las diferentes fuerzas políticas.

    Consideramos que la aplicación de estos principios contribuirá no sólo al logro de objetivos meramente instructivos, sino también a los de mayor trascendencia, es decir, los formativos, haciendo posible en las personas una posición activa, transformadora, consciente y éticamente responsable como ciudadanos de este mundo en crisis, y de este país en transformación.

    Asimismo, en el contexto de la difusión de ideas acerca de la crisis global y su solución tiene importancia señalar el papel que desempeña Cuba. En ese sentido en la fundamentación pudieran ser tomados en cuenta tres ideas fundamentales:

    • La responsabilidad de Cuba en llevar a cabo su proyecto socialista de forma que no se reproduzcan las relaciones sociales que condujeron a la crisis. Ello implica la posibilidad de que Cuba sirva de ejemplo todos lo que en ele mundo luchan por subvertir la crisis y lograr un mundo mejor.
    • El papel de Cuba en el ejercicio de la solidaridad internacional, brindando ayuda a los países menos desarrollados para paliar los efectos sociales de la crisis en el Tercer Mundo.
    • El protagonismo del Estado y el pueblo cubano en cuanto a la denuncia sistemática ante la opinión pública mundial de los verdaderos causantes de la crisis y sus efectos, y en la difusión de ideas para encontrar soluciones a esta problemática mundial.

    Todo lo expuesto hasta aquí, evidencia a nuestro juicio, la destacada significación, en nuestro contexto ideológico, del análisis de los problemas relacionados con la crisis global, y al mismo tiempo la necesidad de potenciar y sistematizar su investigación, enseñanza y difusión.

    Yorkys Santana

    Cuba