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La comuna como alternativa de desarrollo socio económico local en Venezuela

Enviado por Alfredo Díaz


Partes: 1, 2

    Introducción

    Lo que se presencia hoy día no surgió de golpe, es el resultado de más de cien años de desarrollo sostenido del capital en su proceso natural de globalización, de centralización y concentración del capital.

    El curso de la historia ha sido muy diferente para los pueblos de las distintas regiones del planeta, unas partes del mundo han desarrollado sociedades industriales alfabetizadas, otras sólo han desarrollado sociedades agrícolas no alfabetizadas, esta desigualdades históricas han proyectados sombras sobre el mundo moderno actual, donde existen países con un desarrollo económico enorme basado en la acumulación del capital y otros donde éste no se alcanza.

    Muchas corrientes del pensamiento económico no escatimaron esfuerzos de anclar el término de países del primer mundo a aquellos que son potencias económicas y, tercer mundo aquellos que de alguna manera o por condiciones históricas no lograron un desarrollo económico como tal.

    Latinoamérica no escapa de esta realidad, durante el siglo XX esta región la denominaban el patio trasero de los Estados Unidos de Norte América (tercer mundo), y en la mayoría de los países latinoamericanos sus gobierno fueron dictatoriales al servicios del imperio norteamericano, dejando al olvido al pueblo sumido en pobreza extrema y desigualdades económicas, repercutiendo en el desarrollo de estos países, sin embargo, ya finalizando el siglo XX, algunos países como Cuba y Chile han experimentado un avance en su desarrollo, fundamentalmente en el desarrollo local en diversas regiones de estos dos países.

    Venezuela es parte de esta realidad siendo una potencia petrolera, el modelo de desarrollo implementado a finales del siglo pasado, se caracterizó por establecer patrones de concentración de renta y de poder que se convirtieron en los principales generadores de pobreza y exclusión, contribuyendo a la depredación ambiental y acelerando los procesos migratorios y de urbanización, trayendo como consecuencia una pobreza extrema en algunas regiones del país. El país ha experimentado un desarrollo anárquico que ha afectado el desarrollo endógeno y la calidad de vida de los venezolanos, al no existir una economía diversificada y sostenible.

    En Venezuela se vienen realizando cambios muy profundos en el campo político, que abarca todos los ámbitos estructurales para la transformación del país entre esta tenemos la creación de las organizaciones comunitarias como los Consejos Comunales y Comunas como palanca para el desarrollo socio económico y local de estos territorios específicos.

    1.1.- Conceptualización del término desarrollo

    1.1.1.- Evolución del concepto de desarrollo.

    Los orígenes del desarrollo datan de la antigua Grecia donde filósofos como Platón y Aristóteles reflexionaron sobre este concepto, sin embargo, ni durante la edad media, ni durante el período de transición entre la época medieval y la mercantil se aprecia en la literatura consultada elementos básicos de la teoría del desarrollo. Ello era debido a que el clima de opinión y el sistema de valores predominantes no favorecían la idea del desarrollo.

    Hasta que no se produjo un cambio en dicho sistema de valores no surgirían los primeros antecedentes del concepto del desarrollo, lo que se puede localizar en los escritos de algunos mercantilistas italianos, españoles, franceses e ingleses, y de los fisiócratas franceses hasta las corrientes clásicas, neoclásicas, keynesianas y las marxistas.

    El término desarrollo fue tratado por primera vez en un documento público en la primera Declaración Inter-Aliada de 1941 y en la Carta del Atlántico del mismo año, (Sunkel y Paz, 1986; Sunkel, 1996; Prats, 1999). Luego volvió a reafirmarse en la Conferencia de San Francisco en 1945, que dio origen a la Organización de Naciones Unidas (ONU). (Dr. Francisco Ángel Becerra Lois. & Dr. Jesús René Pino Alonso., s. f.)

    A lo largo de la historia, definir el concepto de desarrollo ha sido complejo sin que todavía se alcance un consenso en su definición. Como resultado de ello, heredamos hoy diversos términos asociados: crecimiento económico, igualdad, desarrollo humano, calidad de vida, bienestar y capacidad, y, en los últimos tiempos, desarrollo sustentable o sostenido.

    Durante la década de los años 50 y los 60 del pasado siglo, el objetivo fundamental del desarrollo económico era el crecimiento, por lo que se le concede una importancia casi exclusiva a la acumulación de capital. Crecimiento y Desarrollo Económico se identifican, siendo la eficiencia económica el objetivo a cubrir en la producción.

    Existen elementos suficientes para demostrar que el crecimiento económico no significa siempre, ni en todos los casos, desarrollo real para un país ni para la mayoría de su población.

    El desarrollo era medido en aquel entonces, por el indicador del Producto Interno Bruto (PIB) el cual incluye la producción realizada dentro de los límites geopolíticos de un país dado, y aún se considera como parámetro, otro índice económico de desarrollo ha sido la tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto per cápita, estas ideas eran erróneas, pues no necesariamente todo crecimiento del Producto Nacional Bruto per cápita puede ser sinónimo de desarrollo, puesto que muchos países tanto desarrollados como en vías de desarrollo han logrado un aumento considerable del mismo, sin embargo no han podido eliminar, ni tan siquiera disminuir, los índices de pobreza de su población.

    Por lo general, estos incrementos del Producto Interno Bruto, no siempre traen consigo las mejoras esperadas, no son perceptibles en las regiones más pequeñas y apartadas; algo así sucede en el país y con nuestras parroquias y consejos comunales y comunas, lo que nos ha llevado a dedicarle un espacio investigativo a nuestras poblaciones más desfavorecidas.

    Este enfoque cuantitativo fue superado posteriormente cuando comenzó a considerarse que para medir el desarrollo, deben existir condiciones necesarias que garanticen la realización del potencial humano; luego a ello se incorporó la equidad, tratada como acceso a la ventaja.

    En la década de los setenta el desarrollo económico se define en términos de reducción o eliminación de la pobreza, la desigualdad y el desempleo, dentro de un contexto de crecimiento económico. Pero es sabido, que el crecimiento económico no quiere decir que realmente haya un desarrollo económico, pues para que haya desarrollo económico tiene además que cumplir con tres objetivos:

    • Aumentar la disponibilidad de bienes que sirven de sustento vital tales como alimento, vivienda, sanidad y protección, así como ampliar su distribución.

    • Elevar el nivel de vida que abarca además de rentas más altas, la creación de más puestos de trabajo

    Aumentar el margen de posibilidades de elección económica y social, librándoles de la servidumbre y la dependencia no solo de otra gente y otros países, sino también de la ignorancia y la miseria humana. " (El Cuba. Centro de Investigaciones de la Economía Mundial. Investigaciones sobre el desarrollo humano en Cuba 1996. La Habana: Editora Caguayo SA, 1997. —p135.)

    Nace entonces el término Ecodesarrollo, definido como el desarrollo socialmente deseable, económicamente viable y ecológicamente prudente, introduciéndose así la preocupación por el medio ambiente. (Lic. Olga María Villar Korneluk, 2007)

    En la década de los noventa, como resultado de los esfuerzos del Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo (PNUD), surge un nuevo concepto de desarrollo centrado en las aplicaciones de las capacidades humanas, surgiendo una nueva forma de medición del desarrollo conocida por el Índice de Desarrollo Humano (IDH). (Lic. Olga María Villar Korneluk, 2007)

    El desarrollo humano se concibe no sólo como el ingreso y el crecimiento económico, sino que engloba también el florecimiento pleno y cabal de la capacidad humana y destaca la importancia de poner al ser humano (sus necesidades aspiraciones y opciones) en el centro de las actividades de desarrollo. "El desarrollo humano es un proceso mediante el cual se amplían las oportunidades del ser humano. Esa es su acepción más simple, y al mismo tiempo, más abarcadora."

    El desarrollo se define como un proceso de mejoramiento de cinco dimensiones indispensables:

    1. Crecimiento económico.

    2. Mejoramiento de la calidad de vida.

    3. Afirmación de valores y de la identidad, incluyendo la equidad étnica, de clase, género y generación.

    4. Ciudadanía y democracia, como valores individuales y colectivos.

    5. Equilibrio ecológico.

    "En las Naciones Unidas se comenzaron a proponer ideas de desarrollo con un concepto formado con estas cinco dimensiones pero tratado con distintos términos, estos son: la economía como motor de crecimiento; la paz como fundamento del desarrollo; la justicia como pilar de la sociedad; el medio ambiente como una base para la sustentabilidad; y la democracia como base para una buena gobernabilidad".

    En La Habana, el profesor Stiglitz7 reafirmaba: "Necesitamos tener objetivos claramente definidos. No se trata sencillamente de alcanzar un aumento en los ingresos, sino de crear un crecimiento económico equitativo, estable y democrático. Es importante que aumente el bienestar material, pero ello es solo parte del objetivo. Necesitamos preocuparnos por la solidaridad social, la justicia, la calidad de vida y la educación….pues la educación no puede verse como un medio para aumentar los ingresos, sino también como un elemento que enriquece la calidad de vida". (Lic. Olga María Villar Korneluk, 2007)

    El desarrollo no es un proceso sólo económico, aunque la economía esté en primer plano, es un proceso social real, político en primer lugar, en que a partir de la relación de poder se persigue un reordenamiento de la sociedad en interés y beneficio de las clases sociales mayoritarias del pueblo.

    El desarrollo hay que definirlo en primer término por su capacidad para fomentar en todas las sociedades humanas el ejercicio de las cualidades que se distinguen como especie. De este modo, cumplido el ciclo de la vieja teoría que en su momento pareció expresar de manera a la vez admirable y viable las mejores aspiraciones del mundo existente a mediados del siglo XX, debemos encarar el hecho de que el desarrollo solo será sostenible por lo humano que sea, y que "humano", solo puede significar si de desarrollo se trata, equitativo, culto, solidario, y capaz de ofrecer a sus relaciones con el mundo natural, la armonía que caracterice a las relaciones de su mundo social" .

    "Para hacer el concepto de desarrollo concreto, perceptible, medible y visible se plantean cuatro premisas importantes, según plantean (Dr. Francisco Ángel Becerra Lois. & Dr. Jesús René Pino Alonso., s. f.)

    Premisa Uno: Crecimiento no es igual a desarrollo; puede haber, excepcionalmente, crecimiento en ausencia de desarrollo; pero no puede haber desarrollo con ausencia de crecimiento. Más aún: la acumulación meramente cuantitativa de sucesivos crecimientos, produce la transición cualitativa al desarrollo y lleva en sí a desarrollo.

    Premisa dos: Desarrollo, no es un término mesurable en términos absolutos (no hay "desarrollo cero", no hay "menos desarrollo"; siempre su análisis estará atrapado en dimensiones espacio-temporales que le otorgan relatividad a su expresión. Esto provoca que se exprese en término de niveles de desarrollo que encierran una relatividad, bien en el tiempo, bien en la dimensión geoespacial.

    Premisa tres: Desarrollo es un fenómeno social e histórico, tanto porque su contenido es exclusivamente social, en tanto fenómeno, como que por sus formas, expresiones y percepciones, se manifiesta en una dimensión espacio-temporal determinada, que es reflejada por la conciencia social.

    Premisa cuatro: Por tanto, desarrollo se refiere a niveles en el avance ascendente del individuo social, genéricamente considerado como ente humano, es decir, en sus relaciones sociales.

    Obviamente, el concepto de desarrollo pierde su carácter estrictamente cuantitativo para transformarse en un concepto más cualitativo y, por consiguiente, más complejo, multidimensional e intangible. La integralidad buscada aparece como una necesidad de compatibilizar lo económico, lo social y lo ambiental, sin comprometer las posibilidades del desarrollo de las nuevas generaciones y de la vida futura del planeta.

    1.1.2.- Desarrollo Local y Desarrollo Socioeconómico Local

    El desarrollo local ha recibido especial atención en los últimos años. Diversos autores de varios continentes como, Arocena (1977), Di Prieto (1999), Vázquez B, (1999), Boisier (2001), en Becerra (2003) y otros, han propuesto sus propias definiciones, algunas conceptualizaciones las que se exponen y que pueden ayudar a comprender el significado de este término, se tiene entonces:

    "… proceso de crecimiento económico y de cambio estructural que conduce a una mejora en el nivel de vida de la población local, en el que se pueden identificar tres

    dimensiones: una económica, en la que los empresarios locales usan su capacidad para organizar los factores productivos locales con niveles de productividad suficientes para ser competitivos en los mercados; otra, sociocultural, en que los valores y las instituciones sirven de base al proceso de desarrollo; y, finalmente, una dimensión político-administrativa en que las políticas territoriales permiten crear un entorno económico local favorable, protegerlo de interferencias externas e impulsar el desarrollo local." (Vázquez-Barquero, 1999)

    El autor Enrique Gallicchio (2007) lo define como "…proceso orientado, de cooperación entre actores públicos de diferentes niveles institucionales (locales, regionales, nacionales, internacionales), así como la cooperación entre el sector público y el privado que son aspectos centrales del proceso. Para que éste sea viable, los actores locales deben desarrollar estrategias de cooperación y nuevas alianzas con actores extra locales".

    El desarrollo local, para cumplir con sus objetivos, debe resolver, desde el territorio, algunos aspectos entre los que encontramos:

    • La potenciación de lo existente (personas, recursos, empresas, gobiernos).

    • La obtención de recursos externos al territorio (personas, recursos, empresas).

    • La gestión del excedente económico que se produce en el territorio (cómo usamos los recursos generados en el territorio).

    Desde nuestra óptica, se entiende el desarrollo local como un proceso en el cual el objetivo primordial es crecer desde un punto de vista endógeno, mejorando las condiciones de vida de los habitantes, a mediano y largo plazo, y donde se establezcan acciones en el corto plazo que permitan avanzar de manera gradual.

    Es necesaria una concertación de los agentes locales con agentes regionales, nacionales e internacionales en función de una mejora económica, social y de sostenibilidad medio ambiental a partir de la distribución y el acceso a los recursos disponibles, con equidad y autonomía de los gobiernos locales para generar política estratégicas que conlleven al desarrollo sostenible.

    Los últimos años han sido fructíferos en la formulación de conceptos acerca del desarrollo local, producto de los incrementos en los estudios sobre el tema, de ahí que puede entenderse como un "…proceso transformador que se origina desde adentro hacia fuera… promoviendo la participación de actores colectivos, utilizando estrategias metodológicas que han sido creadas a partir de la concepción del desarrollo dinámico, equitativo, pluricultural y participativo.

    La historia del desarrollo local no ha estado ajena a la imposición de modelos de una concepción vertical y paternalista, es común que se propongan esquemas desde la intelectualidad para las localidades, por lo que, después de delimitado un espacio físico a investigar (localidad), se hace imprescindible determinar quienes auspician ese desarrollo que se desea. Es precisamente en este espacio donde se da un papel protagónico a los actores (agentes de cambio) encargados de gestionar su propio desarrollo facilitando la solución a los problemas populares. Pero bien, los procesos de desarrollo local transcurren en un territorio específico, por lo tanto cuando se habla de desarrollo local se refiere al desarrollo de un territorio; enfocado desde la perspectiva objetiva y subjetiva nos remite a la idea del desarrollo local integral.

    Partiendo del criterio de que el desarrollo local es concebido como un proceso de crecimiento económico y de cambio estructural que a largo plazo conduce a mejorar el nivel de vida de los habitantes, es preciso entender que el mismo requiere generar un entorno económico y social favorable, permitiendo aprovechar los recursos endógenos. Esto puede lograrse con un impulso económico, potenciando la labor de los empresarios locales considerados como los principales agentes estratégicos y fomentando los valores culturales, así como el papel que desempeñan las instituciones locales, garantizando la elaboración de instrumentos y políticas adecuadas para promover el desarrollo.

    El problema del desarrollo en la sociedad humana constituye un fenómeno multilateral, complejo, que reviste las características de la integralidad que distingue a la sociedad misma, el estudio del mismo tiene que basarse en el enfoque de la totalidad, lo que va más allá de la visión global. Es necesario enfatizar en las interconexiones internas del objeto de investigación las que constituyen el núcleo cohesionador del sistema. (Pino, 2010)

    Los procesos de desarrollo local transcurren en un territorio específico, por lo tanto cuando se habla de desarrollo local se refiere al desarrollo de un territorio. El territorio no es un mero espacio físico; es por esto que no debe ser visto como un lugar donde suceden las cosas sino como una variable, como una construcción social. El territorio es a la vez condicionador y condicionado por y desde las acciones de los actores y las comunidades. (Pino, 2010)

    Lo local es un concepto relativo, construido siempre en relación a un global, que va cambiando según el territorio que se defina. Así, lo local puede ser un barrio, una zona, una ciudad, una micro región o una región, nacional o transfronteriza. (Pino, 2010)

    El autor antes mencionado define "el desarrollo socio económico local como un concepto o categoría social, histórica, en constante formación y precisión, es una práctica sobre la cual puede y debe conceptualizarse, es una acción, un proceso humano de cambio multidimensional de los individuos, los colectivos, las localidades, regiones y naciones, basado en la actuación consciente y coordinada de actores, en el que pueden cometerse errores pero con el compromiso de alcanzar resultados progresivos en la sociedad.

    Es reivindicación por un futuro mejor, aliciente político movilizador que se distingue del crecimiento, aunque lo requiere como sustento: las infraestructuras son necesarias como medios pero no como finalidad en sí mismas. Requiere de la animación y movilización de los actores pero no se puede reducir a proyectos y no depende de estadísticas, informes o valoraciones de expertos. Se apoya en una metodología de movilización, por tanto pedagógica, donde el principal instrumento movilizador es la capacitación, la formación, la persuasión. Debe orientarse a los actores, a los decisores y a los beneficiarios de modo que se conviertan en agentes conscientes y conciencia colectiva del desarrollo.

    Se sustenta en la gestión del liderazgo en todos los eslabones en que se articula el proceso y se alienta, conduce, controla, evalúa y ajusta con una política democráticamente compartida, de acción participativa, que propenda conscientemente el equilibrio dinámico entre eficiencia, equidad y ecología, como aspectos fundamentales de los ámbitos económico, social y ambiental, en tanto garante de los cambios estructurales que potencien solidaridad, justicia social, calidad de vida y uso racional de los recursos endógenos, de modo que se garantice el desempeño ascendente del bienestar social presente y futuro". (Pino, 2008).

    Por su parte, Vázquez Barquero (1988), citado en Alburquerque (1997) señala "El desarrollo económico local puede definirse como un proceso de crecimiento económico y cambio estructural que conduce a una mejora del nivel de vida de la población local y en el cual pueden distinguirse varias dimensiones" (p.24)

    Estas dimensiones del Desarrollo Económico Local (DEL), son enunciadas por el Instituto Latinoamericano y del Caribe de planificación económica y Social (ILPES, 2003) de la manera siguiente:

    Lo territorial: El DEL, se produce en un espacio geográfico delimitado por características físicas, socioculturales y económicas particulares. Su impulso obliga a identificar diferentes territorios para que las iniciativas respondan a las características específicas y a la vocación económica.

    Lo económico: Analiza las relaciones económicas que se dan en el territorio valorando las oportunidades, limitantes y fortalezas bajo una orientación de competitividad y eficacia

    Lo sociocultural: Pone énfasis en las personas que actúan en una zona determinada, sus formas de relacionarse, los patrones culturales y los valores que constituyen la base para impulsar las iniciativas del Desarrollo Económico Local

    Lo ambiental: La sostenibilidad ambiental debe estar en armonía con las actividades económicas para no poner en riesgo los potenciales y oportunidades de largo plazo. Por eso se necesita la intervención institucional que permita disponer de normas apropiadas para proteger el medio ambiente.

    Lo institucional: Se integra por las organizaciones privadas y públicas, las organizaciones sociales y comunales existentes en el territorio, sus relaciones, procedimientos y reglas de actuaciones, así como la normatividad que tiene como función el gobierno nacional y municipal. Además, lo institucional también se relaciona con la existencia de reglas del mercado y su función reguladora del sistema económico nacional.

    (https://www.saber.ula.ve/bitstream/123456789/25126/2/articulo9.pdf)

    Desde esta perspectiva, se deduce que el desarrollo económico local es un proceso organizado, planificado y concertado en el cual actores e instituciones buscan estimular actividades económicas y generar empleo utilizando los medios y recursos disponibles para el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes de un municipio o una región.

    Ninguno de los conceptos hasta aquí analizados puede interpretarse de una manera aislada, hay una evidente intersección entre los conceptos de desarrollo territorial y desarrollo regional con los de desarrollo local, todos deben conjugarse para propiciar opciones de desarrollo en diferentes dimensiones espaciales.

    1.1.3.- Desarrollo Socioeconómico Local en Venezuela

    Venezuela para ubicarse eficientemente a nivel económico y social en los grandes mercados se ha planteado como responder competitivamente al proceso de globalización que le viene impuesto desde su entorno, lo cual implica aprovechar las oportunidades que ofrece el mercado global y evitar las amenazas que toda economía abierta supone para las localidades que no han encontrado los mecanismos para adaptarse a las nuevas condiciones.

    En este sentido, Venezuela, se caracteriza por "Poseer una sociedad más distributiva que productiva" (Camargo 2005), cuya base económica principal es la actividad petrolera. Posee estructuras estadales fuertemente centralizadas en casi todas sus funciones y su configuración territorial destaca por una excesiva concentración de población y de actividades económicas en el eje centro-norte-costero, mientras que en las regiones de Guayana y Los Llanos (centro y sur del territorio), donde se localiza la mayor parte de los recursos naturales.

    En Venezuela se han diseñado políticas y estrategias de desarrollo regional y local que, mediante un conjunto de instrumentos socios territoriales adaptados a la realidad del país, han pretendido hacer más competitivos los espacios locales.

    En referencia al Plan Nacional de Desarrollo Regional 2001 – 2007, donde se considera el territorio como elemento fundamental para articular el modelo de desarrollo sustentable, a través de la estrategia de descentralización desconcentrada. Esta estrategia procura la construcción de una sociedad, cuyas orientaciones fundamentales sean la democracia participativa, la transformación productiva y la equidad en la búsqueda de un desarrollo más armónico y sostenido.

    La visión del desarrollo territorial que se presenta está dirigida a promover un Desarrollo Humano Sostenible; es decir, un mejoramiento de la distribución territorial del ingreso, sobre la base del aprovechamiento de las potencialidades de cada región, que se exprese, espacialmente, en una ocupación racional, armónica y eficiente del territorio para lograr una distribución equilibrada de las actividades productivas, las inversiones para las generaciones actual y futura y un verdadero desarrollo institucional, a fin de avanzar hacia una sociedad democrática. Esta estrategia se sustenta en la búsqueda de cinco equilibrios. (Plan de Desarrollo Regional 2001 – 2007)

    – Equilibrio Económico: Se orienta a desarrollar un modelo económico que permita la producción global de riqueza y la justicia en su disfrute; es decir, la construcción de una sociedad equitativa, justa y próspera, para lo cual es necesario establecer una economía humanista, autogestionaria y competitiva.

    – Equilibrio Social: Se orienta, no sólo a corregir las enormes diferencias que afectan a nuestra sociedad con su gran carga de exclusión e injusticia social sino también, al desarrollo pleno del ciudadano en los aspectos relativos al ejercicio de la democracia.

    – Equilibrio Político Institucional: Se orienta a promover la transformación del marco institucional dentro del cual los actores políticos, sociales y económicos hacen sus planes y toman sus decisiones.

    – Equilibrio Territorial: Se orienta a desarrollar un modelo de ocupación del territorio mediante la estrategia de descentralización desconcentrada, a partir del potencial y las restricciones ambientales y culturales del mismo.

    – Equilibrio Internacional: Se orienta a lograr la adecuada inserción de Venezuela en el ámbito internacional y el impulso a la integración de las naciones latinoamericanas y caribeñas, en lo económico, lo territorial y lo energético.

    En relación a este aspecto durante los últimos 14 años nace la necesidad de crear proyectos y programas de desarrollo local establecidos en las Líneas del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2001 – 2007, del Proyecto Simón Bolívar 2007-2013 y ahora el Plan de la Patria 2013-2019, orientado sobre la base de una nueva Ética Socialista, La Suprema Felicidad Social, Democracia Protagónica Revolucionaria y el Modelo Productivo Socialista, con el propósito de tener un modelo productivo sustentable para satisfacer a la población y erradicar la pobreza.

    Para ello es determinante el desarrollo de la propiedad social sobre los factores y medios de producción básicos y estratégicos que permita que todas las familias y los ciudadanos y ciudadanas venezolanos y venezolanas ejerzan el pleno goce de su derechos económicos, sociales, políticos y culturales, logrando el vivir bien.

    La construcción del Poderío Económico de Venezuela como potencia energética, agroalimentaria e industrial a futuro, obliga a consolidar los avances en cuanto al desarrollo del marco normativo y de la política de inversiones soberanas para que la riqueza nacional esté al servicio de la vida de nuestro pueblo y de la construcción de un mundo de justicia y paz.

    Desarrollar el poderío económico de la Nación en base al aprovechamiento óptimo de las potencialidades que ofrecen nuestros recursos para la generación de la máxima felicidad de nuestro pueblo, así como de las bases materiales para la construcción de nuestro socialismo bolivariano. (Plan de la Patria 2012)

    A este respecto, se ha venido moldeando un sistema de relaciones sociales de producción sustentado en los valores del saber y el trabajo; al servicio de la satisfacción plena de las necesidades humanas de nuestro pueblo: alimentación, agua, electricidad, vestido, vivienda y hábitat, transporte, salud, educación, cultura, ciencia y tecnología que se establecen como objetivos. (Plan de la Patria 2012)

    Según lo planteado los programas que se desarrollan deben abarcar al colectivo con base al desarrollo local con valores de saberes y trabajo por lo que se han diseñado estrategias y organizaciones tales como consejos comunales y comunas.

    1.2.- La estrategia hacia el desarrollo local

    Para alcanzar mayores niveles de productividad y competitividad así como disminuir las desigualdades territoriales algunos países han requerido la utilización de estrategias de desarrollo local o endógeno para aprovechar las oportunidades territoriales.

    Al respecto, los recursos para potenciar el desarrollo local comprende: los recursos físicos, que corresponde a la infraestructura en el desarrollo local; los recursos humanos, los cuales potencian el desarrollo; los recursos económicos-financieros, como instrumentos de iniciativas económicas para la creación de empresas y empleos; los recursos socio-culturales, constituyen los valores, creencia, idiosincrasia del ámbito local y; los recursos tecnológicos, que corresponde al progreso tecnológico y el desarrollo local. Lázaro (1997), por lo que debe adoptar de muchos aspectos y elementos para alcanzar el desarrollo económico social en las localidades.

    Sobre la base de este argumento, Alburquerque (2004) sostiene que Las estrategias de desarrollo local constituyen formas de ajuste productivo flexibles en el territorio, pues no se sustentan en el desarrollo concentrador y jerarquizado, basado en la gran empresa industrial y la localización en grandes ciudades, sino que fomentan el uso de los recursos potenciales endógenos, para construir un contexto institucional, político y cultural de fomento de las actividades productivas y de generación de empleo en los diferentes ámbitos territoriales. (Ligia García Lobo, 2004)

    Asimismo Zapata (2007), considera que dentro de los programas de desarrollo local el territorio tiene una nueva dimensión al momento de formular estrategias para promover el proceso, pues los aspectos físicos, ambientales, socioculturales, organizativos, territoriales, contextuales y el grado de desarrollo de sus estructuras, determinan las posibilidades de progreso de las comunidades. En consecuencia, los agentes comprometidos con el desarrollo local deben tener conocimiento relacionado con las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas del territorio para emprender el proceso.

    Es decir se trata de un producto en el que intervienen numerosos factores, que pueden condicionar o facilitar los procesos de desarrollo. Por ello el territorio debe tener su propio proyecto de desarrollo diseñado e impulsado por los diferentes actores locales. Por otra parte la gestión tecnológica para Paredes (1996), es el conjunto de actividades estratégicas de carácter técnico-gerencial que se implementan en una organización productiva, para orientar el manejo y control de la variable tecnológica, a través de procesos y metodologías que sirven para manejar la productividad de la organización a los fines de maximizar sus resultados.

    Por su parte Iván Silva Lira (2003), enumeran una serie de aspectos que son característicos de los procesos de estrategias de desarrollo local, que son las siguientes:

    Emergen desde dentro en la medida en que existen, estén desarrolladas o se puedan desarrollar las capacidades que permiten su surgimiento como respuesta a la situación actual. Por tanto, revalorizan el conjunto de recursos locales y buscan una utilización óptima de su potencial.

    Vale decir que se trata de procesos que se impulsan conscientemente, en los cuales la presencia de algún actor local ha sido relevante para su impulso y la activación del potencial de recursos internos se entiende como una posibilidad cierta de ser alcanzada.

    • b) Basan su estrategia en una solidaridad con el territorio.

    Esto, mediante la afirmación de la identidad cultural como medio de lograr una imagen de marca diferenciada y atractiva que signifique la reactivación de un proceso de desarrollo.

    Es, por tanto, esencial entender la importancia del territorio y de su gente como protagonistas de este proceso, ya que de lo que se trata es de descubrir si sobre estas bases se puede producir una reactivación que le dé imagen de marca diferenciada al proceso.

    La primera especificidad del desarrollo local respecto a otros modelos de desarrollo se refiere a su ámbito de aplicación espacial. En este sentido, partiendo de que la ambigüedad del término local recubre en la práctica diferentes realidades, ella se puede entender como un espacio de dimensión institucional (o sociocultural) subregional, sin perjuicio de que en algunas circunstancias pueda abarcar la propia órbita regional completa. Desde esta perspectiva, lo local no debe verse como una mera demarcación administrativa, sino como un espacio geográfico con unas características similares que se traducen en una problemática socioeconómica común. Sus problemas y necesidades, sus tradiciones y cultura, valorables desde el punto de vista de potencialidades de desarrollo, deben ser recogidas en el análisis prospectivo que se haga.

    Como ha sido señalado por varios autores lo local hace referencia al espacio más abarcador en el que se inserta (municipio, departamento, provincia, región, nación). Lo local hace sentido si se lo mira desde afuera y desde arriba y en tal sentido las regiones constituyen espacios locales mirados desde el país, así como la provincia es local desde la región y la comuna es local desde la provincia.

    Lo esencial es comprender que el desarrollo local es una modalidad de desarrollo que puede tomar forma en territorios de variados tamaños pero no en todos, dada la complejidad intrínseca del proceso de desarrollo (Arocena, 1997; Boisier, 2000; Buarque, 1999; Del Castillo et al., 1998, y Vásquez-Barquero, 2000).

    c) Responden a una voluntad de gestión partenarial o asociativa entre representantes públicos y privados.

    Esto es posible por una identificación previa de necesidades delimitadas territorialmente que hace que surja la identidad. El partenariado asocia autoridades públicas locales y supralocales, empresas, centros de formación, y demás asociaciones diversas. Ésta es una particularidad de la mayor relevancia, ya que lo que aquí está expresado se refiere a comprender que no es posible desarrollarse aisladamente. No es posible que lo haga el sector público solo, o el privado por su cuenta. De lo que se trata es de ver como consensuar una imagen objetivo común de lo que debiera ser nuestro proyecto de desarrollo de corto, mediano y largo plazo, y detrás del cual se sumen todos los esfuerzos.

    Dado que los procesos de desarrollo endógeno afectan a todos los niveles de la vida (económico, social, cultural, ambiental, educacional e institucional), parece acertado involucrar en el proceso a toda la sociedad civil, de manera que el proyecto tenga una mayor legitimidad al aparecer respaldado por gran parte de los agentes locales. Aunque este método de trabajo es necesario en cualquier proyecto, es aún más evidente en un proceso de desarrollo local, donde la existencia de una actitud positiva por parte de la población local contribuye a facilitar la adaptación a las pautas marcadas en la estrategia.

    • d) Liderazgo y animación del proceso.

    Dinamizar y dirigir a los actores socioeconómicos es fundamental para el surgimiento de iniciativas y su integración dentro de unos objetivos estratégicos, así como para motivar a la población para que participe en el proceso. Esta labor de liderazgo requiere un soporte de algún tipo político o institucional. Las instituciones gubernamentales son quienes normalmente van a contar con esos atributos, y en esa medida pueden ser adecuadas para dirigir el proceso de animación y dirección del desarrollo. No obstante, no sólo las instituciones gubernamentales se muestran adecuadas para realizarlo. Existe una amplia lista de agentes de desarrollo local (empresarios, líderes sindicales, universidades, agencias públicas o privadas) que pueden tomar la iniciativa de dinamización y liderazgo de los procesos locales, o al menos colaborar para que sean un éxito. No está de más decir, sin embargo, que donde estos procesos han sido exitosos, detrás de ellos ha existido un fuerte liderazgo de la autoridad pública local respectiva, llámese alcalde, intendente, prefecto o gobernador.

    • e) La originalidad de las experiencias locales consiste en que permiten recoger y estimular todos los elementos endógenos dinámicos desde una perspectiva integral.

    Esto incluye los recursos humanos, físicos y financieros locales, pero también los exteriores, en vista de suscitar nuevos proyectos. Este carácter integrador se muestra con estructuras que valorizan las estrategias de los actores y la solidaridad entre éstos. Se trata en definitiva de mantener una permanente actitud de diagnóstico, control y seguimiento de lo que se está haciendo y de lo que se puede hacer para incorporar al proceso todas las potencialidades internas disponibles y estimular la capacidad de atracción de las externas que sean consecuentes con este enfoque.

    • f) Difícilmente encajables en modelos o estructuras de gestión muy rígida o cerrada.

    La propia naturaleza endógena y espontánea de las iniciativas económicas supone que sean, lo que demanda una postura de flexibilidad y de gran creatividad para enfrentar con posibilidades de éxito estos desafíos.

    g) Acciones que se pueden emprender y que se transforman en características específicas de estos procesos.

    Entre las acciones que se pueden emprender para la consecución del desarrollo local, está en primer lugar la función de las pequeñas y medianas empresas (pyme). Las nuevas empresas deben beneficiarse de una situación geográfica y de un entorno económico favorable a su implantación.

    Por ello, se debe informar a los posibles empresarios para que elijan correctamente los lugares de implantación en función del tipo de tejido empresarial y servicios existentes, de los ejes geográficos, de la evolución industrial y tecnológica y de la adecuación de la producción en función de los mercados.

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