El siguiente trabajo, Cultura, participación social y desarrollo local. Una propuesta democrática, realizado desde la temática del desarrollo, en este caso el desarrollo local sostenible, se basa en dos elementos fundamentales que desde la perspectiva sociocultural inciden en los procesos de desarrollo. Hablamos de la cultura, como organismo capaz de auto desarrollarse y ser propiamente creador y de la participación como parte fundamental dentro de los diferentes procesos que suelen darse dentro de lo local y como empuje en las diferentes actividades con sentido democrático.
Se tienen en cuenta los procesos alfabetizadores que pueden realizarse dentro de la población, incluso dando las herramientas suficientes para ello, es decir de concientización de los autóctonos con su medio, conocido este como la relación entre el medio natural, el antrópico y el medio social.
Dejando atrás nuestras formas de apreciar, a veces indigentes, las características de muchos fenómenos que suelen escapar de la cotidianidad social, podemos adentrarnos en temas diversos pero que a su vez indican la relación no ambivalente entre variados conceptos o fenómenos sociales, mucho más luego de los impactos actuales de la globalización y los retos históricos que ha tenido el desarrollo, originando dentro del lenguaje científico la necesidad de platicar sobre elementos físicos dentro de las perspectivas de dicha preocupación universal.
En este caso se sitúa el pensamiento sobre el espacio, orden delimitatorio dentro de diferentes regiones y localidades, que han permitido la definición desde lo social, lo cultural, y lo económico por mencionar algunos.
Fig.1 limitaciones del espacio local o regional
De esta simbiosis de elementos que conforman el todo, sin ser la escueta suma de sus partes, surgen nuevas aristas y círculos científicos, que para algunos, han complejizado los modelos de desarrollo, para otros lo han simplificado, y por último están los que creen en una nueva fórmula para lograrlo. Vale mencionar algunos; el desarrollo humano, el desarrollo local y el desarrollo endógeno, compuestos cada uno por varias dimensiones entre las que se repiten las referidas a la participación y las de orden cultural, por supuesto, sin obviar lo económico y lo social , pero nos centraremos en las dos primeras como principios para un desarrollo democrático.
Primeramente se define el desarrollo local como reconstrucción de los diferentes actores sociales en distintos escenarios y esto implica un proceso de aprendizaje y socialización y de internalizacion de errores en nuestros patrones de conducta, procesos culturales y demás.
El Desarrollo Local puede definirse también como un proceso de organización de un territorio, resultado del esfuerzo de concertación y planificación realizado por la fusión de los actores locales, con el fin de desarrollar los recursos humanos y materiales de un territorio específico, manteniendo una negociación o diálogo con los centros de decisión económicos, sociales y políticos en donde se integran y de los que dependen.
Este enfoque pretende contribuir al progreso continuo de la comunidad teniendo en cuenta equidad social y territorial, acortando las distancias entre las áreas económicamente fuertes y las áreas desfavorecidas, reduciendo las disparidades regionales y territoriales. Para lograr estos objetivos debe tenerse en cuenta el estudio de los siguientes ejes locales:
Ejes del desarrollo local
- eje cultural
- eje ambiental
- eje social
- eje político
- eje género
- eje económico
En el caso del Desarrollo endógeno, muchas veces este concepto aparece relacionado con la teoría del crecimiento endógeno, pero el primero además del crecimiento de la producción considera las dimensiones medioambientales y sociales del desarrollo, adoptando una visión territorial y entendiendo que las formas en que nos organicemos, los sistemas de relaciones que existan y la dinámica de aprendizaje que se tenga serán factores que pueden impulsar la dinámica de la economía, teniendo una visión compleja sobre los procesos de acumulación del capital, permitiendo la participación social para la definición y el control de las acciones.
Existe una pequeña historia sobre un maestro y su discípulo los cuales en su travesía descubrieron la existencia de una familia muy pobre en un lugar deprimido social, ecológico, cultural y económicamente. Este era un lugar, donde no existían posibilidades de trabajo, ni puntos de comercio.
Esta familia vivía solo con una vaca de la cual vendían parte de la leche y de la otra parte, producían algunos alimentos lácteos. ¿Cuál fue entonces la decisión del maestro? Muy fácil, lanzar la vaca por un barranco, su discípulo quedó asombrado pero al final ejecutó dicha acción.
Años después en una nueva visita encontraron un territorio ecológica, económica y socialmente desarrollado. ¿Qué sucedió entonces?
Pues las circunstancias , sus estados carenciales, obligaron a las personas a salir de la dependencia de la vaca y descubrir en colectivo las habilidades que reunía cada uno para alcanzar el éxito, es decir tuvieron que salir del cerrado mundo de la vaquita y se fijaron en el mundo local que les rodeaba, acción que se debe aplicar también en el sentido del desarrollo local
Por tanto, influye en este sentido el estado carencial. Necesidad de conocer primeramente la relación sujeto-entorno y su proceso actual dentro del marco social-cultural que infringe las fronteras de las ciencias para desdibujarlas en un solo ente, lo sociocultural.
Para ello debe partirse del conocimiento de sí mismo y del otro o lo otro, es decir, como estuviera escrito en Delfos, templo de Apolo, "conocete a ti mismo", luego conoceremos tus relaciones con el mundo, así, se permite llegar (participando hacia nosotros mismos y con los otros) a lo que significa el desarrollo.
La simbología de ambas palabras o conceptos conforman una idea: lo abstracto, llevada a lo físico; lo material, para conocer las características que puede cumplir un objeto o acción, se infiere de por sí un incremento activo de nuestro saber intelectual, que permita analizar holísticamante la relación inequívoca de las dos dimensiones desde la nueva perspectiva compléjica que deviene de las cambiantes y emergentes formas de relación, sean sociales o económicas, exigiendo por más la sabia intelectual necesaria que permita disertar sobre los conceptos, no como meros hechos abstractos, sino como unión eficiente e irremediable entre la teoría y la práctica, donde las políticas culturales constituyen variables de desarrollo en cualquier sociedad.
Desde cualquier lectura rápida y muchas veces intencionada a los diferentes fracasos de los planteamientos desarrollistas de los años sesenta, es posible comprobar que el discurso político y el discurso económico se vieron hegemonizados por los discursos cortoplacistas, desde la perspectiva ultraliberal, que pretendía el desarrollo como variable indiscutible que no debía enrolarse con los planes de mediano y largo plazo; por lo que es importante que no solo en economía sino también en cultura y en política se vuelva a hablar de desarrollo y mucho más que se incluyan la cultura y las políticas culturales como variables imprescindibles para el mismo.
Retomando el significado de cultura, resulta indiscutible, en primer termino, que la misma es expresión de la memoria y del imaginario colectivo de los pueblos, es la creación política, ideológica, y material en un espacio-tiempo determinado, que como organismo (adaptando el termino biológico) crece, se desarrolla, y aunque envejece no lo hace en el sentido del deterioro (en su sentido ideal y fuera de influencias neoliberales homogeneisantes), sino en el sentido del enriquecimiento, del mismo modo que lo logra la biodiversidad, es decir, la gran variedad de formas orgánicas surgidas a través de millones de años , indispensable para la supervivencia de los ecosistemas naturales.
Los ecosistemas culturales, compuestos en su vejez por un complejo mosaico de culturas, necesita y debe mantener la diversidad para preservar su identidad en beneficio de las próximas generaciones, aún mas en estos difíciles tiempos de escapes, desapariciones identitarias y crisis económicas, pues la sangre y el suelo, memoria y habitad de los grupos sociales, comunidades o naciones deben de mantenerse en pos de ser utilizados, no reciclados, para permitir un desarrollo económico y social.
Por tanto podemos resumirá la cultura como conjunto de valores materiales y espirituales creados y que se crean por la humanidad en el proceso de la práctica sociohistórica y caracterizan la etapa históricamente alcanzada en el desarrollo de la sociedad… la cultura es un fenómeno histórico que se desarrolla en dependencia de la sustitución de las formaciones socioeconómicas lo cual no se contradice con el actual concepto promulgado por la UNESCO:
Conjuntos de los rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan una sociedad o grupo social. Ella engloba, además de las artes y las letras, los modos de vida, los derechos fundamentales del ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias.
Por su parte la palabra desarrollo ha implicado en su proceso histórico una serie de erróneas teorías y desavenencias entre diferentes investigadores para imponer, a su criterio, cual es la mejor y más necesaria vía para el desarrollo en los países subdesarrollados.
Diferentes planteamientos desarrollistas surgieron sin dar solución a los diferentes problemas sociales, persiguiendo un fin netamente económico, entre ellos:
El modelo neoclásico estructural y la teoría de Lewis.
La teoría del crecimiento por etapas con los consiguientes modelos de W.W. Rostog, Harold y Domany.
Las teorías neoliberales junto a su contraparte el modelo neoestructural y otras que debieran mencionarse también dentro de la historia económica universal.
Se puede concebir el termino de desarrollo como:
- Fase de la evolución de un país, caracterizado por el aumento de la renta nacional por habitante
- Mejora cualitativa y durable de una economía y de su funcionamiento… proceso en el que el tamaño y crecimiento de población y los modos de vida están acorde con la posibilidad de producción.
En el caso de Cuba, el término cultura, que en su sentido literal significa cultivo, procedimiento y resultados de la actividad humana y los valores creados por ella, divididos en materiales y espirituales, donde la presencia de diversas culturas en la conformación del ser nacional ha ayudado muchísimo, porque nos hemos anticipado a una de las cuestiones principales de nuestro tiempo, que es el drama de la interculturalidad, que es el drama de la coexistencia armoniosa de los aportes, y eso, a veces, se logra sólo con la consanguinidad. Defendiendo que nuestro mestizaje no viene sólo de la sangre, sino también de la cultura, porque la sangre llama, pero la cultura determina.
Se vincula la adquisición por el individuo de conocimientos y experiencias en uno u otro campo de actividad, la asimilación y aceptación de un sistema de valores y la elaboración de ciertas normas de conductas tridas con el proceso revolucionario en la búsqueda de un hombre nuevo, más culto y preparado para la vida y sus retos.
Pues la educación y la instrucción del individuo consisten en darle a conocer la cultura existente ( aunque no a todos llega con la misma fuerza) e inculcarle los conocimientos, aptitudes y hábitos acumulados por la sociedad, las herramientas para elaborar su propio futuro, etc, pues la educación y la instrucción pública, y también su desarrollo, son un índice importante del nivel cultural de la sociedad de que se trate.
Según V. kelle y M Kovalzon ..la cultura no es un fenómeno social especial que se pueda desglosar de entre los que constituyen el sistema social. No cabe pensar que, además de las esferas, técnica, material, social, económica y espiritual de la vida de la sociedad, existe otra, la de la cultura, distinta de aquellas, o que es posible la existencia de alguna esfera de la vida social sin la existencia de la cultura…la cultura es la característica sintética de la socialización del individuo, la definición del nivel del desarrollo individual del hombre, que se refleja en su modo de pensar y actuar,… es por ello que la diversidad espacial de la sociedad-, debido a la existencia simultanea de comunidades humanas; su desarrollo; la diferenciación interna, ligada a la división del trabajo cada vez más compleja, la existencia de distintas esferas de actividad y de intereses de grupos opuestos, etc-se expresa dentro de la cultura, por lo que se evoca a otro elemento necesario, ser tolerantes:
no se trata del discurso de la tolerancia, porque es limitado, el discurso debe ser el de la plena aceptación de las diferencias; no debemos aspirar a ser tolerados, nuestro anhelo será ser amados, que es la dimensión más humana.
La cultura socialista y en este caso la cubana, se basa en la lucha de resistencia por la asimilación y reelaboración de las conquistas más importantes del pensamiento humano y de la cultura de las épocas pasadas, para evitar el peligro posmodernista que en ese cuestionamiento de todo, en esa renuncia del pasado, se pierde entonces lo que da sentido a la vida pasada, presente, y en los proyectos futuros que sobre ella se erigen pues como afirma Leopoldo Zea: "Cultura viene de cultivo, de cultivar, esto es, dar sentido al pasado y en el presente preparar el futuro de los hombres y los pueblos a través de la educación y la cultivan sus anhelos, esperanzas y proyectos".. ya que es la cultura en última instancia la que permite al desarrollo la verdadera finalidad que el mismo pueda tener.
Participación , la palabra correcta.
Hasta hace pocos años la participación comunitaria en el desarrollo económico y social era un tema altamente polémico, objeto de fuertes controversias, fácilmente susceptible de rápidos etiquetamientos ideológicos. Una de sus descalificaciones más frecuentes era considerarla integrante del reino de las «utopías» sin sentido de realidad.
Actualmente se está transformando en un nuevo consenso. Gran parte de los organismos internacionales de mayor peso están adoptando la participación como estrategia de acción en sus declaraciones, proyectos, e incluso en diversos casos están institucionalizándola como política oficial.
Entre ellos, el Banco Mundial publicó en 1996 un libro «maestro» sobre participación. Señala que presenta «la nueva dirección que el Banco está tomando en apoyo de la participación», y resalta que «la gente afectada por intervenciones para el desarrollo debe ser incluida en los procesos de decisión».
Ya desde años anteriores el sistema de las Naciones Unidas había integrado la promoción de la participación como un eje de sus programas de cooperación técnica en el campo económico y social. Los informes sobre Desarrollo Humano que viene publicando desde 1990 y que examinan problemas sociales fundamentales del planeta, indican en todos los casos a la participación como una estrategia imprescindible en el abordaje de los mismos.
Una participación social amplia implica los siguientes aspectos:
- la incorporación de la población en la discusión, decisión, sostenimiento, realización y control de los proyectos para el desarrollo local, especialmente en aquellos en los que, como segmento específico, se encuentren más directamente implicados.
- la incorporación de los pobladores locales en la definición de sus gobiernos locales y en su fiscalización; y (c) la realización de estos procesos de manera organizada, o crecientemente organizada, sin implicar desgastes organizacionales ni disipación de capital social.
Pero asimismo, esta participación debe sujetarse a principios democráticos que incluyan a las minorías, es decir, a procedimientos de participación que garanticen que las opiniones mayoritarias no "sometan" a las minorías ni se impongan sobre ellas.
La tolerancia es un concepto que quedaría corto en esta perspectiva, en la medida en que no se trataría de ser tolerante con las opiniones minoritarias sino de incluirlas en un procedimiento que las integre de manera sistemática en los proyectos, como mecanismos sinérgicos de mejoramiento semejante a la retroalimentación.
Participar es un concepto complejo y dinámico que remite más a un proceso que a un estado o a una meta. Por lo que podría hablarse de niveles de participación. Pero también la participación puede ser un medio para una meta, lo cual incluye la formación de lideres en un proceso participativo más complejo que la propia decisión de participar, es decir, se habla en este caso de la autogestión del gobierno, pues la participación puede o es un medio para mejorar y agilizar la eficacia de un proyecto, y es un fin en si mismo en cuanto fortalece la autoestima de la población , al proporcionarles un control sobre los eventos del contexto donde se desenvuelve.
Este tema ligado a la formación de lideres y la autogestión del gobierno ocupa un lugar relevante en las ciencias sociales actualmente, buscando una relación estado – sociedad diferente, donde el individuo deje de ser objeto para trocarse en sujeto, imprimiendo nuevos horizontes sobre como construir sociedades democráticas.
En momentos de crisis, cuando se decreta la muerte de las ideologías, el fin de la historia y solo las leyes del mercado se ofrecen como la única opción para alcanzar el desarrollo, el tema que nos toca ha venido ha convertirse en una propuesta que posibilita el desarrollo endógeno, en tanto `proceso de transformación y apropiación autónoma del entorno y la sociedad que se deriva como resultado de enfrentar y resolver sus contradicciones y conflictos, a través de la intervención consciente de los lideres y el resto de la población en el proceso de autogestión del gobierno.
Según Rayza Portal Moreno y Milena Recio Silva, la génesis de estos procesos son por lo general problemas sociales que afectan directamente a un grupo de personas quienes deciden resolverlos bajo su cuenta y riesgo. son la expresión de grupos y movimientos surgidos por la inminencia de la necesidad sin el lastre y la inercia de la burocracia.
Por tanto podemos decir que la participación es:
un proceso activo encaminado a transformar las relaciones de poder y tiene como intención estratégica incrementar y redistribuir las oportunidades de los actores sociales de tomar parte en los procesos de toma de decisiones.
La participación es un ejercicio que brinde a los medios de intervenir en el desarrollo y permite ir creando espacios, para influir en las decisiones que afectan la vida. La base orgánica para lograrla son las agrupaciones humanas que incluyen formas con diferentes niveles de estructuración , ellas suponen una necesidad y una voluntad comunes formalizadas para alcanzar un propósito, conducirse ase mismas, y sobre todo, relacionarse con los de afuera y lograr los beneficios. Allí se despliegan de manera orgánica, tácticas y estrategias que conducen a la solución. Se toman decisiones y se generan actividades. Se establecen normas y se conjugan intereses y las personas se ubican frente a frente relacionándose mutuamente.
En nuestro país los procesos participativos, mas que en lo local, han tenido siempre una preocupación de masa, es decir, una preocupación a la participación masiva, básicamente dirigidas hacia experiencias y acciones políticas, hablamos de marchas, organizaciones políticas y de masas como los Comité de Defensa, Federación de Mujeres Cubanas , la UJC, OPJM, entre otras.
Sin embargo al filo del nuevo milenio, Cuba se enfrenta a múltiples retos, después de remontar los momentos más críticos del periodo especial , nuevos eventos en lo nacional e internacional, y en lo económico y político, anticipan las dificultades y posibilidades para nuevos derroteros de desarrollo sostenible y de progreso social , como cursos alternativos del proyecto revolucionario del 59. Todo esto en el contexto de esquemas conceptuales neoliberales, de relaciones de fuerza y políticas hegemónicas por parte de poderosos países e instituciones internacionales.
Múltiples son las consecuencias traumáticas en todos los planos de la vida social, de la crisis de los 90. Continuidad y ruptura han estado en el centro de las vivencias, la experiencia y la acción de supervivencia en estos años. Nuevas representaciones colectivas de diferente signo han surgido en el seno de la sociedad cubana; nuevas relaciones- unas positivas y otras, a veces distorsionadoras y limitantes del desarrollo económico y social- como consecuencia de las situaciones cotidianas creadas o de la parcialidad de algunas políticas. De igual manera de una concepción socioeconómica oficial se ha impuesto por la necesidad, una subjetividad social emergente, con rasgos propios del momento, caracterizando la situación cubana, pues el deterioro de las condiciones materiales y espirituales de vida que el período especial, implicó, ha provocado la formación de direcciones espontáneas de comportamientos sociales de supervivencia que expresan importantes replanteamientos de proyectos de vida personales, familiares y grupales.
Esta situación de los noventa permitió una apertura dentro del modelo centralizado, transformándose el escenario base local de manera significativa, renovándose estructuras, apareciendo nuevos actores sociales, y la transformación de varias estructuras de las que emergieron los consejos populares, promoviendo otras expectativas como modos de acercarse el gobierno y el ciudadano común , espacio para el debate entre trabajo local – planificación –economía- desarrollo local comunitario y su necesidad de concepción como espacio de transformación y proyección participativa de actores locales desde lo social , lo económico, y lo cultural, integrando la mayor cantidad y diversidad de actores para la creación de procesos integrales de cambio que se dirijan hacia la elevación de la calidad de vida local.
Sin embargo, la propia complejidad económica y sociocultural que vive el país ha procedido como elemento químico inhibidor o no catalizador del proceso en muchos casos donde las prioridades de los consejos han sido dirigidas hacia otras direcciones que no tienen en cuenta "participar" desde el sentido del desarrollo, desde la propia concientizacion de la población para lleva a cabo procesos locales.
Cuando se plantea que el desarrollo local es un proceso participativo, se plantea que los gobiernos locales están dispuestos a emprenderlo y para ello deben ser capaces de diagnosticar de manera participativa las necesidades relevantes que existan en su territorio, diseñando junto a los actores sociales una planificación estratégica que contenga planes táctico-operativos, y proponga políticas de desarrollo, identificando los recursos humanos existentes y aprovechando de manera racional el resto de los recursos fundamentando la educación, los valores éticos y culturales autóctonos.
La sociedad se presenta ante la visión mental del hombre como una red de fenómenos, acontecimientos y procesos concatenados. Es una parte del mundo, que obedece la acción de sus propias leyes internas, pero inseparable de la naturaleza, hallándose en constante interacción con ella y donde el proceso amerita la existencia de un núcleo de relaciones sociales, materiales e ideológicas, en que las últimas constituyen la superestructura de las primeras formadas al margen de la voluntad y de la conciencia del hombre, creando actividades dirigidas a asegurar su propia existencia y donde sobre su espacio, vida material, a partir de la diversidad de las relaciones sociales y de la actividad de los hombres , nace la conciencia concebida en ideas, concepciones, teorías, representaciones , sentidos sociales, etc, y mediante esta, el hombre , los grupos sociales y la sociedad asimilan espiritualmente el mundo circundante, adquieren conciencia de su propio ser, individual y colectivo, y resuelven los problemas que se plantean.
Para este tipo de situación se piensa en la concientización (entendiendo por concientización al trabajo de divulgación y extensión de los conocimientos científicos como una forma de contrarrestar el efecto negativo que implica el ejercicio de la ignorancia sobre las potencialidades de desarrollo científico y económico que encierra la localidad.
En este sentido se necesitan dos tipos de acciones complementarias: por un lado el trabajo de difusión y extensión del conocimiento adquirido ya mencionado. También es necesario dar sustento físico a la tarea de concientización, mediante una reconversión local de elementos pasivos (económica y socialmente hablando), a elementos activos en si mismos, como dinamizadores microeconómicos. La idea es buscar la forma de poder generar recursos económicos lícitos y sustentables en el tiempo, mediante el manejo de los recursos locales.
Las estrategias y políticas que alientan el mantenimiento y acrecentamiento de los recursos culturales deben incluir un fuerte comportamiento educacional, participación de la comunidad, directrices de conservación y códigos de ética. En la comunidad estas políticas deben arraigarse entre los principios básicos, ideas y características de una cultura local en particular y no verse como un producto rentable:
- Ejecución de programas educacionales en la localidad para concentrar la atención en el medio ambiente, con énfasis particular en el entorno cultural.
- Formulación de una estrategia de comunicación para promover una conciencia del entorno antropológico y cultural.
- Promoción de una mayor comprensión del fenómeno local. Incluir la comprensión de la importancia de respetar la integridad y autenticidades culturales, la conservación de los recursos culturales, y otros, así como la interrelación entre naturaleza y cultura.
Por lo que se puede decir que una comunidad, sus individuos y todos sus complejos relacionales a nivel local, regional, nacional, e internacional, como unidad dialéctica que vive, renueva y se desarrolla, lo cual conduce a la orientación de la misma y sus habitantes hacia objetivos determinados de acuerdo con las mismas circunstancias que la rodean, es decir, una relación causa-efecto inalterable pero que puede ser conducida conscientemente si se aplica de una manera efectiva la concientización y participación de los pobladores en el proceso de conocimiento e intervención de la investigación y esto se debe a que la unidad de lo histórico y lo lógico se expresa en que la correlación y la interdependencia de los aspectos de un todo desarrollado reflejan de modo peculiar la historia del devenir de ese todo, la historia de la formación de su estructura específica, debido principalmente, por que el resultado contiene dentro de si mismo lo que lo ha provocado, la situación que lo ha engendrado, pues el proceso lógico del desarrollo puede corregirse desde lo histórico, pero esta concepción se realiza en consonancia con las leyes que dicta el proceso histórico real.
En un espacio que comprenda la existencia de un sistema interactivo en el que surjan nuevas comprensiones dentro de un ambiente de aprendizaje y autoconcientización, una interacción mediada por la cultura y lo social, ya que el factor fundamental es el cambio como motor de interiorización cultural del sujeto.
El proceso de socialización e individuación humana exige la incorporación de la cultura en la que vive, y la cultura es algo que no está preformado en el individuo, sino que le es ajena. Su interiorización exige una ruptura con la evolución biológica, para dar paso a una nueva forma de evolución, la histórica. Las formas de trabajo, los estilos de vida, y sobre todo, el lenguaje de la comunidad tienen que ser incorporados al organismo, para que este sea además un individuo, es decir, un ser humano y por lo tanto, incorporado a la sociedad y a la historia.y para que dicha situación cognitiva se exprese, se parte de que el marxismo se configura desde una especial visión antropológica del trabajo humano.
El hombre ha creado el instrumento, pero su asimilación transforma su propia naturaleza, ya que transforma la percepción del sujeto, su memoria y permite la planificación y regulación de la acción, haciendo posible la actividad voluntaria que invita a otro tipo de relación con el entorno, uno de los elementos buscados con la investigación que se realiza, debido a que el desarrollo psicológico no termina al final de la adolescencia, sino que dura toda la vida, y en cualquier etapa el individuo se puede encontrar con experiencias que modifiquen o diversifiquen sus adquisiciones anteriores.
Ya que la unidad de este individuo o grupo social en el que se encuentre se basa en la propia diversidad de experiencias y relaciones que son asimiladas, adaptadas o desechadas por el mismo, o la localidad, para crear su propia personalidad individual y grupal, donde la unidad se basa o se manifiesta en la concatenación universal de los fenómenos y los objetos, en la existencia de regularidades, en su desarrollo histórico y su transición . Pero ello no significa que dicha unidad sea homogeneidad, o simple repetición de los fenómenos, como tampoco la multiplicidad constituye un obstáculo insuperable para el conocimiento verdadero de la unidad, en este caso, el poblado local y su entorno, lo que puede explicarse de la siguiente manera:
Heráclito de Efeso dijo:
El mundo, unidad del todo, no fue creado por ninguno de los dioses o los hombres, sino que fue, es y será fuego eternamente vivo, que se encenderá y se apagará con regularidad.
El fuego unidad consumidora de oxígeno y leña o algún otro elemento combustionador, que a la vez se conforma por diversas lenguas de colores contrarios, pero en una relación recíproca que permite la clave para el automovimiento del mismo y la expansión de las características esenciales de su unidad, calor y luz. Por tanto toda divisibilidad real o no existente a los ojos del ser humano, tiene necesariamente una determinación unificante o unificadora en un fenómeno u objeto dado o existente, pues es la trama infinita de concatenaciones y mutuas influencias, en la que nada permanece en lo que era, cambia, pero donde siempre existe la imagen del conjunto, su materialidad, por que la diversidad es un elemento necesario del desarrollo, del desdoblamiento dialéctico de la unidad y esta no existe sin identidad, núcleo específico y vital del componente grupal y social, jugando un papel fundamental la participación en el proceso de conducción del desarrollo social, aglutinando a todos los diversos factores para la aplicación gradual de la base popular en estos procesos, condición necesaria para el avance de un movimiento estable y progresivo de avance hacia el autogobierno local.
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Alian Cárdenas González
Lic. En estudios socioculturales.
Universidad de Cienfuegos Carlos Rafael Rodríguez
Prof. De la facultad de ciencias sociales y humanísticas
Maestrante en desarrollo local