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El impacto del cambio climático en la salud de los seres humanos


Partes: 1, 2

  1. Objetivos terminales del curso
  2. Resumen y abstract
  3. Introducción
  4. Descripción
  5. Análisis general
  6. Recomendaciones
  7. Conclusiones
  8. Bibliografía

IMPACTS OF THE CLIMATE CHANGE ON THE HEALTH OF THE HUMAN BEINGS

Objetivos terminales del curso

Conocer los impactos que el cambio climático está provocando o puede provocar en la salud de los seres humanos; comprendida ésta como el estado de bienestar físico, mental y social de aquellos.

Conocer las estrategias, políticas y conductas que éstos ponen y/o deben poner en práctica para defenderse o adaptarse al cambio climático, con el objetivo de preservar el estado de bienestar.

BREVE DESCRIPCIÓN:

En la medida en que el ser humano es un componente del sistema universal denominado medio ambiente, y sus características y propiedades actuales son el fruto de una milenaria evolución determinada por la del mismo sistema universal, los cambios que se produzcan en éste obviamente alterarán su naturaleza, características y propiedades, al igual que ocurrirá con todos los componentes del sistema mayor; incluso, en un caso extremo, puede ocurrir la desaparición de alguno de ellos o su transformación.

En el caso de los seres humanos, en el inicio del proceso de cambio climático las variaciones impactarán en su salud y, estando dotado de inteligencia, reaccionará para defenderse. El propósito de la presente asignatura es conocer ese proceso de cambio y reacción y emitir recomendaciones al respecto.

SÍNTESIS DE CONTENIDOS:

  • El sistema universo y la relación sistémica entre el cambio climático y la salud de los seres humanos.

  • Impactos directos del cambio climático en la salud de los seres humanos: alteraciones al estado de bienestar de la población en general y de grupos específicos de riesgo.

  • Impactos indirectos del cambio climático en la salud de los seres humanos: cambios en vectores de enfermedad; cambios en componentes ambientales que, como consecuencia de aquellos, afectan a la salud; y eventos meteorológicos extremos y súbitos que afectan la salud y vida de los seres humanos.

  • Nivel de conocimiento científico sobre los impactos del cambio climático en la salud de los seres humanos.

  • Estrategias, políticas y acciones que se están desplegando para mitigar el impacto del cambio climático en la salud.

  • Conclusiones y recomendaciones del autor sobre el tema.

Resumen y abstract

RESUMEN

El trabajo analiza la relación entre el cambio climático y la salud de los seres humanos, partiendo del criterio de que puesto que los dos fenómenos son parte de un único sistema, cualquier variación en uno necesariamente provocará efectos en el otro. Se han encontrado varios tipos de relaciones: directas inmediatas como los cambios violentos de temperatura, que han provocado una enorme cantidad de muertes en distintas regiones del mundo. Efectos directos mediatos que, por las variaciones en los múltiples factores del fenómeno climático, han ocasionado eventos meteorólogicos extremos, los cuales han sido causa de inundaciones, aluviones y deslaves o sequías prolongadas. Y efectos indirectos, como cambios en la evolución celular, o en las zonas de vida y reproducción de vectores de enfermedades; lo que ha aumentado significativamente la incidencia de las enfermedades respectivas, provocando muertes, incapacidad temporal o permanente o han reducido la duración de la vida de importantes cantidades de población.

Se ha encontrado un obstáculo importante para el enfrentamiento y la difusión masiva de la incidencia del cambio climático en la salud humana, y es el reciente desarrollo de la investigación científica al respecto; la cual es obstaculizada porque en la mayoría de los países se carece de la rigurosidad y permanencia debida en los registros epidemiológicos y de morbilidad y mortalidad; que impiden la elaboración de series temporales y modelos de largo alcance.

Las fortalezas que se han identificado son la adaptación y adaptabilidad del organismo humano, dentro de ciertos límites; y la existencia de infraestructura y servicios de salud, que permiten la implementación de medidas de adaptación y resistencia ante la emergencia presente.

El trabajo concluye con recomendaciones para transformar la situación actual de destrucción del medio ambiente, mitigar las causas del cambio climático, mitigar los efectos del mismo en la salud humana, y medidas de adaptación para limitar el impacto negativo del cambio climático en la salud.

ABSTRACT

The paper analyzes the relationship between climate change and human health, based on the view that since the two phenomena are part of a single system, any change in one necessarily cause effects on the other. We found several types of relationships: direct immediate like violent changes in temperature, which resulted in a huge number of deaths in different regions of the world. Direct mediate effects, by variations in multiple components of the climate phenomenon, with consequences of extreme weather events, which have caused flooding, landslides and mudslides or prolonged drought. And indirect effects such as changes in cellular evolution, or in the living and breeding areas of disease vectors, which has significantly increased the incidence of the respective diseases, causing death, temporary or permanent disability or reduced the duration of life of significant amounts of population.

We found a significant obstacle to the confrontation and massive spread of information of the impact of climate change on human health, and is the recent development of scientific research in this regard, which is hampered because most countries lack thoroughness and permanence due in epidemiological records of morbidity and mortality, which prevent the development of series and long-range models.

The strengths that have been identified are the adaptation and adaptability of the human organism, within certain limits; and the existence of infrastructure and health services, allowing the implementation of actions of adaptation and resistance to the present emergency.

The paper concludes with recommendations for transforming the current situation of environmental destruction; mitigating the causes of climate change, mitigate its effects on human health and adaptation measures to limit the negative impact of climate change on health.

Introducción

En la actualidad el tema del cambio climático tiene una muy heterogénea validez y presencia en la mente de las personas. En efecto, para la mayoría de la población mundial es un tema que no existe, ya que la angustia y desesperación por la supervivencia diaria propia y, fundamentalmente, de sus hijos, copa toda su mente en la medida en que no tienen solución.[1] Otro inmenso grupo de la población mundial, conoce el tema ya que leen de él en todos los periódicos y noticieros de televisión casi cada día, pero no forma parte de sus preocupaciones diarias, ya que la búsqueda de empleo ocupa toda su realidad, y es por ella por lo que leen los periódicos. Un tercer grupo, que goza del privilegio de la minoría, de tener empleo, educación y otras comodidades, está enterado del tema, pero se divide en tres subgrupos, los que se desentienden, debido a que sus miras son de corto plazo (su filosofía de vida es: "comamos y gocemos que, de todos modos mañana moriremos"), y que constituyen la mayoría de este tercer segmento; los que están preocupados pero o lo consideran de efecto futuro o de causas naturales, y la minoría que está tan preocupada que se ha comprometido y lucha de distintas maneras contra el.

Y está la minoría absoluta, cuya única preocupación es acumular cada día más riqueza, y para la cual el cambio climático tiene dos connotaciones: de ser verdad que es provocado por el ser humano, sería un efecto de las actividades mediante las cuales acumula riqueza, de manera que más bien hay que apresurarse en aumentar la explotación antes de que se acaben los recursos; y es motivo de la amenaza que significan los activistas defensores del planeta (los "verdes"), a los cuales hay que acabar con la represión o pagando "investigadores" que nieguen dicho cambio.

Aparte de esas concepciones del problema, está la realidad, que es inmune a cómo los seres humanos la piensen o conciban: el calentamiento global acabará con la especie humana en un futuro más próximo que lejano.

El propósito del presente trabajo es intentar conciliar la realidad objetiva con las apreciaciones subjetivas que de ella tienen los seres humanos. Y para cumplir aquel, un recurso que parece el más adecuado es presentar evidencias de que la salud de todos los seres humanos esta siendo afectada ahora mismo por el cambio climático. Podría ser que la advertencia y demostración de que la inminencia de la eliminación del estado de bienestar llegará al dolor físico y la muerte inminente, sea un buen argumento para convencer a todos.

Descripción

Se analiza la relación entre el cambio climático y la salud de los seres humanos, como fruto de lo cual se encuentra varios tipos de relaciones:

  • DIRECTAS INMEDIATAS: Que, por el aumento o variación violenta de la temperatura ambiental han provocado una enorme cantidad de muertes en distintas regiones del mundo,

  • DIRECTAS MEDIATAS. Que, por las variaciones en los múltiples factores del fenómeno climático, han provocado eventos meteorólogicos extremos, tales como aumento en la intensidad y frecuencia o en las zonas de ocurrencia de huracanes; aumento en la frecuencia, intensidad o duración de tempestades, que han provocado inundaciones, aluviones y deslaves; o sequías prolongadas.

3. INDIRECTAS: Cambios en la evolución celular, o en las zonas de vida y reproducción de vectores de enfermedades; lo que ha aumentado significativamente la incidencia de las enfermedades respectivas, provocando muertes, incapacidad temporal o permanente o han reducido la duración de la vida de importantes cantidades de población.

En la investigación realizada se ha encontrado un obstáculo importante para la difusión masiva de la incidencia del cambio climático en la salud humana, y es el reciente desarrollo de la investigación científica al respecto; lo cual permite la existencia de incertidumbres y dudas, tanto en la población en general como en los funcionarios encargados de tomar decisiones de protección, lo cual, infortunadamente, ha provocado que algunos de ellos se abstengan de tomarlas.

Si bien la incidencia que se presenta en este trabajo está totalmente demostrada, no puede negarse que –según afirman los especialistas- se carece de la rigurosidad y permanencia debida en los registros epidemiológicos y de morbilidad y mortalidad, en la mayoría de los países; lo que impide la elaboración de series temporales y modelos de largo alcance.

Esa debilidad está siendo paulatinamente superada por el interés de las organizaciones mundiales de la salud y de investigadores institucionales y personales, que, ante la evidencia ya existente, que provoca mucha preocupación y alarma, están intensificando su trabajo y la búsqueda de financiamiento para sus labores.

Las fortalezas que se han identificado son la adaptación y adaptabilidad del organismo humano, dentro de ciertos límites; y la existencia de infraestructura y servicios de salud, que permiten la implementación de medidas de adaptación y resistencia ante la emergencia presente.

Análisis general

  • El sistema universo y la relación sistémica entre el cambio climático y la salud de los seres humanos.

Un sistema es un conjunto de elementos interrelacionados entre sí de tal manera que la alteración o cambio de uno solo determina la de todo el conjunto.

El medio ambiente del planeta Tierra es un componente del sistema Universo y, a su vez, contiene múltiples elementos, entre ellos la atmósfera y su dinámica, o sea el clima; y otro componente del subsistema es la especie humana

En la medida en que el ser humano es un componente del sistema universal denominado medio ambiente, y sus características y propiedades actuales son el fruto de una milenaria evolución determinada por la del mismo sistema universal, los cambios que se produzcan en éste obviamente alterarán su naturaleza, características y propiedades, al igual que ocurrirá con todos los componentes del sistema mayor; incluso, en un caso extremo, puede ocurrir la desaparición de alguno de ellos o su transformación.

En el caso de los seres humanos, en el inicio del proceso de cambio climático las variaciones impactarán en su salud y, estando dotado de inteligencia, reaccionará para defenderse. El propósito de la presente asignatura es conocer ese proceso de cambio y reacción y emitir recomendaciones al respecto.

El ser humano, para vivir, necesita de oxígeno, el cual lo extrae del aire. Las características y condiciones de ese gas, para que sea benéfico para el ser humano y le permita vivir, son específicas y de un equilibrio muy sensible en las relaciones entre temperatura, humedad relativa y pureza o presencia y densidad de partículas (aerosoles) u organismos (microorganismos).

Uno de los componentes del cambio climático[2]es la variación de las características y composición de las capas de aire inferiores de la atmósfera, justamente aquellas en que respira el ser humano. Parece obvio suponer que esas variaciones comporten riesgos para el funcionamiento de los pulmones del ser humano y, desde ellos, de todo su organismo.

Esa relación, que parece obvia, debe ser verificada, dimensionada y diagnosticada por la ciencia.

Pero además, el ser humano a su vez constituye un subsistema ecológico que depende, disfruta y/o sufre de la relación con otros organismos, microorganismos y minerales –que son otros tantos componentes del sistema medio ambiente- tales como las plantas, animales y minerales que constituyen su alimento, así como los virus y bacterias que forman parte de su equilibrio o desequilibrio biológico. Cada uno de estos elementos u organismos también recibirán el influjo del cambio del medio ambiente del cual dependen, en el cual viven y de la evolución del cual son un producto.

También parece lógico suponer que, al modificarse las características de esos elementos y organismos, en el corto o mediano plazo afectarán a las condiciones de vida de los seres humanos que se alimentan o relacionan con ellos.

Nuevamente, esa relación, que parece obvia, debe ser verificada, dimensionada y diagnosticada por la ciencia.

El sistema universal con todos sus componentes –a saber- ha sido graficado en el siguiente esquema:

Transmisión de materia:

Transmisión de energía:

Gráfico 1

SUELO

PH

Humedad

Textura

PLANTAS

HERBÍVOROS

CARNÍVOROS

CADÁVERES

Bacterias, Hongos

TEMPERATURA

AGUA

Atmósfera

SOL

SOL

VIENTO

4.2. EL CAMBIO CLIMÁTICO Y LA SALUD PÚBLICA[3]

El cambio climático altera sistemas físicos y biológicos importantes a los cuales los seres humanos están generalmente ajustados en términos biológicos y culturales.

Los diversos cambios medio ambientales vinculados a variaciones naturales y antropogénicas, cambios en el clima, y pérdida de biodiversidad debidas a cambios en el uso del suelo, tendrán sus propios impactos en la salud pública.

Adicionalmente, parece claro que el cambio climático, entre otros efectos sobre la sociedad, genera procesos de cambio en la dinámica social y económica en los ámbitos regional e incluso internacional, con el potencial de producir desigualdades adicionales en todo el mundo. Esto, debido a que por la reducción del acceso a los recursos primarios podría generar migraciones. En épocas anteriores el cambio climático ha sido significativo para la desaparición de culturas históricas.

Un fenómeno que ejemplifica los efectos mencionados es que se espera que la demanda primaria de energía se incremente en alrededor del 60% durante el primer cuarto del siglo XXI. La mayoría de esta energía provendrá de fuentes fósiles y desafortunadamente sólo el 1 o 2% se espera que provenga de fuentes renovables. De manera que existirá un mayor desequilibrio entre oferta y demanda de energía y una mayor emisión de gases de efecto invernadero, lo que es probable que provoque un caos socioeconómico, vulnerabilidad local y regional en términos de precios y suministros, y que tenga impactos considerables en el medio ambiente y en la salud pública. Esto último debido a que la mayor emisión de gases nocivos incrementará la contaminación y con ella las enfermedades respiratorias, circulatorias e infecciosas; así como las enfermedades relacionadas con alergias y afectaciones al sistema inmunológico. También se agravará la situación de la salud pública debido a la baja calidad del agua y la malnutrición, lo que desembocará en altísimos costos e incrementará la pobreza en el mundo.

Los factores demográficos pueden tener impactos directos en el incremento del riesgo de enfermedades infecciosas transmitidas de persona a persona. De manera que existe una relación entre los cambios climáticos y medioambientales, los cambios socioeconómicos, las enfermedades infecciosas y la salud pública.

4.3. IMPACTOS DIRECTOS E INDIRECTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN LA SALUD DE LOS SERES HUMANOS Y LIMITACIONES EN EL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO

Los impactos directos se refieren a los desarreglos inmediatos que el cambio climático provoca en la salud, tales como las olas de calor, los violentos cambios de temperatura y humedad, los golpes de viento y similares. Los efectos indirectos se refieren a aquellos provocados por variaciones en el tiempo de maduración celular, o ámbito de vida de vectores de enfermedades; por la contaminación del agua, del suelo y –como consecuencia- de los alimentos; y por eventos meteorológicos extremos. Esos tres fenómenos son provocados por el cambio climático y, una vez efectivizados, atacan a la salud y vida de las personas. Y, finalmente, debemos lamentar que la investigación científica sobre la relación entre los dos fenómenos materia del presente trabajo, tiene todavía un desarrollo limitado debido, tanto a la polémica sobre la realidad o causa del cambio climático, como a la falta de rigurosidad en el registro de los datos de salud en los países en general.

Al parecer, de las 4 posturas sobre el calentamiento global[4]va quedando una sola: que el calentamiento es provocado por los seres humanos y que es irreversible; pero en el interior de esa postura se formula 2 escenarios: el plazo que le queda a la humanidad es 30 años, o es posterior al año 2100.[5]

Zanjada esa cuestión, es importante dejar establecidas las condiciones óptimas del medio ambiente para la salud humana, para, a partir de allí, conocer los efectos que los cambios de las mismas provocarán en ella, ya que, en suma, se trata de definir de manera objetiva las afectaciones a las condiciones de equilibrio que requiere la salud humana para sobrevivir.

Hemos aceptado la definición de salud como el estado de bienestar físico, mental y social de una persona. La influencia del clima sobre la salud de los seres humanos ha sido evaluada de dos maneras:

La una "describe los efectos negativos del clima en el hombre, expresados en términos de tensión, dolor, enfermedad y muerte. El segundo método define las condiciones en las cuales la productividad, la salud y la energía mental y física alcanzan su máxima eficiencia"[6]

Al combinar los dos métodos se puede definir las condiciones térmicas y atmosféricas óptimas; las cuales se han agrupado en lo que se ha denominado "la zona de confort".

En el Departamento Británico de Investigaciones Científicas e Industriales se han encontrado los siguientes rangos de temperatura, humedad y viento como óptimos:

Vernon afirma que las temperaturas ideales, con poco movimiento del aire, menos de 0,25 m/s, son: 19ºC en verano y 17ºC en invierno… Bedford… define una zona de confort entre los 13ºC y 23ºC….el estándar alemán se sitúa en 20,8ºC, con un 50% de humedad relativa… La zona de confort británica oscila entre los 14 y los 21,1ºC… En Estados unidos dicha zona de confort se sitúa entre los 20,56 y los 26,7ºC; en los trópicos entre los 23,3 y los 26,7ºC; con una humedad relativa entre el 30% y el 70%.[7]

El estudio del autor citado indica que "para una temperatura seca de 23,8ºC, humedad relativa de 50%", no se necesita ninguna medida artificial correctiva, "el punto se encuentra en la zona confortable". De manera que, estableciendo un promedio global, las condiciones básicas y generales para el bienestar del ser humano son (con pequeñas variaciones) una atmósfera con un 50% de humedad y una temperatura de alrededor de 21ºC, siempre dependiendo de la velocidad del aire.

Pero, lamentablemente:

De acuerdo con las proyecciones del Tercer informe de evaluación del IPCC, si seguimos alterando la composición de la atmósfera, la temperatura media de la superficie terrestre aumentará entre 1,4°C y 5,8°C durante este siglo, acompañada de cambios en la precipitación y otras variables climáticas.[8]

Si, como se ha anotado, todos los seres humanos, independientemente de su ubicación geográfica, raza, edad y condición social, solamente pueden sobrevivir en una temperatura ajustada alrededor de los 21ºC, basta ese dato citado de variación de temperatura para conocer que la salud humana se verá afectada e, incluso, junto con los otros efectos del calentamiento global, puede darse la desaparición misma de la especie. Entre 1961 y 1990, el cambio climático fue responsable de 150.000 víctimas mortales y 5,5 millones de años de vida, como lo demuestran los investigadores citados a continuación:

En el marco del proyecto Carga Mundial de Morbilidad 2000, se analizaron únicamente los resultados sanitarios mejor estudiados y se estimó que el cambio climático ocurrido desde el periodo de referencia de 1961-1990 se había cobrado 150.000 víctimas mortales y 5,5 millones de AVAD (Años de vida ajustados en función de la discapacidad) en el año 2000.[9]

Por lo tanto, en primer lugar es preciso conocer los factores que afectarían a esas dos condiciones básicas; en segundo lugar los componentes físicos y químicos de la atmósfera y de los alimentos (vegetales, animales y minerales que consume el ser humano) que afectarían a la salud y, en tercer lugar (que será analizado en el siguiente punto) los eventos de gran magnitud que –siendo directa o indirectamente causados por el cambio climático y el calentamiento global- podrían causar devastaciones colectivas, tales como sismos, terremotos, maremotos y tsunamis, elevación del nivel del mar, inundaciones, deslizamientos de tierra, huracanes, tifones, sequías, etc.

En consecuencia, los indicadores que debemos examinar son, a saber, temperatura (y sus fenómenos causantes o relacionados), humedad (y sus fenómenos causantes o relacionados), composición del aire, del suelo y del agua (dulce y salada), y procesos desencadenantes de amenazas de devastación colectiva. En todo caso no se puede pasar por alto que cada indicador debe ser analizado en una perspectiva multidireccional y compleja. Por ejemplo, la humedad del aire es un fenómeno que depende de varios otros, como el movimiento de las masas de aire (el cual, a su vez y para mayor complejidad del análisis, depende de la dirección y velocidad de la rotación de la Tierra), su composición y velocidad; así como del otro indicador fundamental, la temperatura, la cual a su vez también está relacionada con los anteriores, además de con la concentración de gases de efecto invernadero; estos a su vez dependen de la capacidad de sumidero que desempeñen los océanos y los bosques, etc., etc. [10]

Una vez diagnosticado el problema, se deberá identificar y proponer políticas y acciones orientadas hacia dos campos, la eliminación o, al menos, mitigación de las causas que provocaron el rompimiento del equilibrio medio ambiental y, a la adaptación[11]de los seres humanos y sus colectividades a las nuevas condiciones.

Respecto de los efectos del cambio climático sobre la salud, podemos empezar por hacer hablar a los expertos mundiales en el tema:

La Organización Mundial de la Salud, en su Informe sobre la salud en el mundo 2002, estimó que el cambio climático fue responsable en el año 2000 de aproximadamente el 2,4% de los casos de diarrea en todo el mundo y del 6% de los casos de paludismo en algunos países de ingresos medios.[12]

Otras datos recurrentes apuntan a que las afectaciones detectables a la salud humana se producen por cambios en la latitud y longitud geográficas y en la estacionalidad de enfermedades infecciosas como la malaria y el dengue, que son transmitidas por vectores, y en aquellas transmitidas por contaminación del agua y de los alimentos (especialmente cárnicos), como la salmonelosis; ya que su frecuencia aumenta en los meses cálidos. En estos casos, los organismos especializados mencionan como causas la elevación de las temperatura medias y la variabilidad climática.

Si bien los organismos responsables del cuidado de la salud mundial reconocen 3 aspectos ambientales al analizar su impacto en la salud: el tiempo, la variabilidad del clima y el cambio climático, en el caso del Tema del presente trabajo y del Programa al que corresponde, en general, el factor de análisis central es el cambio climático y de él, exclusivamente el causado por los seres humanos.

La limitación científica que reconocen los distintos investigadores y especialistas es el "desconocimiento general de la forma en que la alteración de los sistemas biofísicos y ecológicos puede afectar a largo plazo el bienestar y la salud de las poblaciones".[13]

La limitación específica se refiere al "largo plazo", y es que, obviamente, no se dispone de evidencias en ese período de tiempo, pero sí de los efectos concretos ya observados; y que son los indicados anteriormente. En efecto, en su Tercer Informe de Evaluación, el IPCC se encuentra la conclusión siguiente:

"El cambio climático puede afectar a la salud de manera directa (consecuencias de temperaturas demasiado altas o bajas, pérdida de vidas y lesiones en inundaciones y tormentas) e indirecta, alterando el alcance de los vectores de enfermedades, como los mosquitos, y de los patógenos transmitidos por el agua, así como la calidad del agua, la calidad del aire, y la calidad y disponibilidad de los alimentos.[14]

Es importante tener en cuenta la advertencia de los investigadores del Panel citado, en cuanto a la diversidad de los impactos:

El impacto real en la salud dependerá mucho de las condiciones ambientales locales y las circunstancias socioeconómicas, así como de las diversas adaptaciones sociales, institucionales, tecnológicas y comportamentales orientadas a reducir todo el conjunto de amenazas para la salud".[15]

Ahora bien, el tercer conjunto de fenómenos que, como consecuencia del cambio climático, ocasionarían alteraciones graves a la salud de las personas, aquel de los eventos de gran impacto colectivo (que nosotros ubicamos como efectos indirectos), multiplicarían las alteraciones al nivel de catástrofe de relevancia mundial. Por ejemplo, una sequía prolongada desencadenará múltiples tragedias a partir de la migración masiva y definitiva de un gran volumen de población empobrecida, cuyos miembros sufrirán traumatismos físicos y sicológicos, además de que, en algunos casos su llegada y ubicación en campos de refugiados carentes de facilidades sanitarias puede provocar otras epidemias y hambrunas o, a lo peor, xenofobia, que en algunos casos ha ocasionado tumultos, levantamientos insurreccionales y hasta guerras.

La masa de refugiados significa una presión adicional sobre el suelo, el agua y el aire; así como sobre la capacidad de las infraestructuras de abastecimiento de agua, desalojo y disposición de desechos, de atención a la salud, etc. Sin lugar a dudas estos fenómenos provocarán un sin número de alteraciones de la salud, ya no únicamente de los refugiados, sino incluso de las poblaciones receptoras. De manera que el espectro de efectos directos e indirectos se amplía y, simultáneamente, complica el análisis.

Adicionalmente, los procesos son circulares y recurrentes, por ejemplo, el deterioro de la fertilidad del suelo provocado por la contaminación del aire y del agua, la deforestación y el calentamiento, a menudo ha sido combatido con la introducción de la agricultura intensiva, la cual utiliza productos químicos para controlar las malezas y plagas, las cuales a su vez han eliminado los predadores naturales de los mosquitos del lugar, los cuales han afectado a la población y al ganado. Este panorama se grafica en el siguiente esquema.

edu.red

En el esquema de la OMS se establecen dos causas directas, las variaciones de la temperatura y de las precipitaciones, obviamente están implicados los vientos. Ellas crean vías de contaminación y provocan cambios en los sistemas naturales que son el sustento de la economía humana, y en la organización social; y son finalmente estas variaciones las que provocan las enfermedades, tanto de manera directa como por las nuevas características de los vectores.

El IPCC llegó a la conclusión, con un alto grado de confianza, de que el cambio climático incrementaría la mortalidad y la morbilidad asociadas al calor y reduciría la mortalidad asociada al frío en los países templados, aumentaría la frecuencia de epidemias después de inundaciones y tormentas, y tendría efectos considerables sobre la salud tras los desplazamientos de poblaciones por la subida del nivel del mar y la mayor actividad tormentosa.[16]

Allí se ve una doble relación, paradójicamente opuesta entre sí, mientras el calor excesivo provoca muertes en unas regiones o países, reduce el frío extremo en otros con lo cual disminuye el número de muertes que suele ocurrir "normalmente". En algunos estudios se cae en la tentación morbosa de reducir este problema a una ecuación matemática: "tantos muertos más tantos muertos menos, resultado final tanto". Espeluznante. Sólo falta que, si el resultado aritmético da una reducción de muertos, se froten las manos de satisfacción afirmando que el calentamiento global es beneficioso.

El otro elemento indicado en la cita es el aumento de incidencia de enfermedades provocado por las inundaciones, las cuales además de colapsar los sistemas de evacuación de aguas servidas, contaminan las fuentes de agua potable y destruyen sus sistemas de distribución; y las aguas empozadas son criaderos de mosquitos transmisores de dengue y malaria.

Ahora bien, puesto que el tema central del análisis es la salud de los seres humanos, obviamente hay que no perder de vista que éstos son muy heterogéneos, y en una misma región existen personas más resistentes a la enfermedad, con mayores recursos de asistencia, con sistemas de infraestructura sanitaria más eficientes y modernos, con mayores disponibilidades económicas, que viven en condiciones de mayor salubridad, con menores densidades por unidad de espacio, etc. Todo lo cual hace que la afectación sea diferencial. De manera que hay grupos poblacionales más o menos vulnerables, pero al final, como se ha descrito, la consecuencias serán para todos.

Es conocido que cada objeto de la naturaleza, tanto los organismos como las sustancias minerales, solamente existen en medios que reúnen las condiciones para su vida y/o formación. Para dar un ejemplo extremo, los diamantes solamente se pueden formar en condiciones específicas de existencia de su mineral precursor, el carbón, y en rangos también específicos de presión y temperatura. De manera similar, los virus de la influenza se activan ante cambios bruscos de temperatura y en rangos específicos de la misma. Por ello, no puede sorprender que al cambiar uno o varios indicadores e índices climáticos de manera que se reproduzca o simule aquel nicho ecológico propio de la formación y reproducción de determinados vectores de enfermedades, estas aparezcan o aumente su incidencia y la morbilidad correspondiente. Es por ello que al cambiar la temperatura y la humedad se amplían o modifican los ámbitos geográficos específicos de los microorganismos y vectores de enfermedades propias de esas temperaturas más altas. Esto explica que "los principales microorganismos causantes de gastroenteritis aguda se multiplican más rápidamente en condiciones mas cálidas". Es por demás conocido que en zonas cálidas y húmedas existe mayor número de mosquitos, zancudos (anopheles), chinches (hemiptera), pulgas, arañas, etc., que en zonas altas, frías y secas.

Unas temperaturas más elevadas favorecen la reproducción de los vectores y reducen el periodo de maduración de los microorganismos patógenos en su interior. Sin embargo, en condiciones de mucho calor y sequedad, la supervivencia del mosquito puede reducirse… un aumento de las temperaturas o las precipitaciones asociado a El Niño puede incrementar la transmisión de la enfermedad (la malaria)… Entre 1970 y 1995, el número anual de epidemias de dengue en el Pacífico Sur se correlacionó positivamente con las condiciones del ciclo de La Niña (es decir, mayor calor y humedad)

De las citas anteriores (de la OMS) se desprenden dos indicadores: temperatura y humedad, la concurrencia de las dos –en rangos específicos- aumenta la posibilidad de enfermedades, la ausencia de una de ellas la disminuye.

El dengue es una enfermedad que se incrementa de manera indirecta por causa del clima. En efecto, las inundaciones provocadas por el fenómeno del Niño, al afectar o destruir las infraestructuras de distribución de agua potable, obligan a adoptar prácticas de almacenamiento doméstico del agua además de acumular aguas superficiales, ambos reproductores del mosquito aedes aegypti. Algo similar ocurre con los roedores, transmisores de enfermedades como la leptospirosis, tularemia (la bacteria causante resiste al frío e incluso a la congelación), virosis hemorrágicas, etc., cuya proliferación ocurre por la inundación de las redes de alcantarillado; es decir, aumenta la morbilidad como consecuencia indirecta del cambio climático.

La mayor frecuencia de menciones de enfermedades cuya incidencia (o "cambios de la morbilidad infecciosa") ha aumentado por efectos del cambio climático son el dengue, la malaria, la fiebre amarilla, las enfermedades gastrointestinales, la encefalitis y el cólera.

También es importante y una evidencia de dicho efecto el verificar un aumento de las medidas de adaptación (medidas para reducir los posibles efectos del cambio ambiental) de los seres humanos y de las comunidades a las nuevas circunstancias de salud.

"Los factores climáticos son determinantes destacados de diversas enfermedades transmitidas por vectores, de muchos trastornos gastrointestinales y de ciertas afecciones atribuibles al agua". Muchas enfermedades diarreicas varían con las estaciones, lo que indica que son sensibles al clima. En los trópicos, alcanzan su máximo durante la estación lluviosa. Tanto las inundaciones como las sequías aumentan el riesgo de enfermedades diarreicas.[17]

Parece quedar demostrada la relación del cambio climático y las afecciones a la salud, habida cuenta que el mismo provoca una mayor ocurrencia de inundaciones y sequías.

Se hizo un primer intento de relacionar las tendencias climáticas con alteraciones sanitarias en el marco del proyecto Carga Mundial de Morbilidad 2000. Se analizaron únicamente los resultados sanitarios mejor estudiados y se estimó que el cambio climático ocurrido desde el periodo de referencia de 1961-1990 se había cobrado 150.000 víctimas mortales y 5,5 millones de AVAD (Años de vida ajustados en función de la discapacidad) en el año 2000.[18]

Es pertinente matizar la afirmación anterior, en la medida en que la OMS indica que la mayor parte del exceso de mortalidad durante los períodos de temperaturas extremas corresponde a personas que ya padecían enfermedades, o sea que las variaciones del clima apresuraron las muertes o acortaron la vida, no necesariamente provocaron la muerte. Lo cual tampoco desvirtúa la afirmación de la relación entre cambio climático y afecciones a la salud.

Otra consideración que debe ser muy tenida en cuenta al respecto es que se trata de enfermedades cuyos agentes infecciosos, epidemiología, transmisión, patología, sintomatología, diagnóstico y tratamiento ya son conocidos y, hasta cierto punto, dominados por la ciencia. Lo que ocurre es que al aumentar la morbilidad, se pone a prueba la capacidad de reacción de la infraestructura de atención sanitaria en cada uno de los países, así como la capacidad de cobertura de los organismos mundiales. Aquello significa que los países con una infraestructura más eficiente y moderna están más preparados para enfrentar la emergencia y, dentro de ellos, su población con mayores recursos. En cambio los países que apenas sobreviven con la satisfacción de sus necesidades básicas en períodos de normalidad, sufrirán las consecuencias del cambio climático y las afecciones a la salud de manera más trágica. O sea que el cambio climático agudiza las desigualdades y la injusticia mundial. Pero, por otro lado, también hay que poner mucha atención en que el cambio climático va incrementándose y acelerándose de manera que hasta la mejor infraestructura de atención sanitaria del mundo estará incapacitada para hacerle frente.

La relación entre la variación climática y la salud es ya muy evidente, pero no perfectamente dimensionada, lo que está incentivando los estudios científicos para elaborar modelos estadísticos que permitan formular modelos matemáticos que incorporen todos los indicadores del sistema de relación; que incluya aquellos indicadores de la distribución geográfica de cada enfermedad y de las condiciones climáticas respectivas, así como de las infraestructuras sanitarias, las características socio económicas y de comportamiento de la población, etc. Con esos modelos se podrá conocer cómo se comportará el sistema ante la variación de sus indicadores.

En esos modelos deberá incluirse las característica de los paisajes, en la medida en que la variación del clima produce cambios en algunos componentes de aquellos, como la vegetación, las aves e insectos polinizadores, etc.

En resumen, una de las consecuencias importantes del cambio climático sobre la salud humana parece que será la modificación de los patrones de transmisión de las enfermedades infecciosas. Pero es necesario producir conocimientos que permitan comprender todo el complejo de relaciones causales y estar en capacidad de prever y medir las magnitudes de las repercusiones específicas de los cambios sobre la salud. Con estos conocimientos se podrá diseñar de manera objetiva las políticas de enfrentamiento de la nueva situación en el largo plazo.

En el siguiente esquema se asocian dos aspectos de la realidad actual: el cambio climático y las nuevas características de la organización social, productiva y espacial de la humanidad, para relacionar esos dos fenómenos con las enfermedades y sus causas inmediatas.

De los 7 factores que aparecen en la primer columna, los 5 primeros se refieren a las nuevas características de las sociedades y la explosión demográfica, que obligan a elevar la productividad de las tierras (para lo cual se requiere la construcción de diques, canales, sistemas de regadío, la intensificación de la agricultura con el consecuente cambio del uso del suelo y la deforestación), a una mayor concentración en ciudades y a medidas para maquillar la realidad paisajística con la reforestación. Y los 2 últimos factores se refieren al cambio climático. En la segunda columna se han colocado las enfermedades y en la tercera sus agentes causantes.

edu.red[19]

Partes: 1, 2
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