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Guía Plan de Trabajo

Enviado por Abraham Omonte


Partes: 1, 2, 3

    1. Primera parte: criterios básicos
    2. Qué es investigar en ciencias sociales
    3. Teoría, método y metodología en las ciencias sociales: nociones y características
    4. Etapas de la investigación
    5. Segunda parte: la recopilación de información
    6. Recopilación de información documental
    7. Trabajo de campo
    8. Tercera parte: el perfil, la investigación preliminar
    9. El perfil de la investigación
    10. Elementos que contiene el perfil de la investigación
    11. Fuentes documentales consultadas

    PRIMERA PARTE: CRITERIOS BÁSICOS

    Resumen:

    En esta sección se definen las características básicas de la ciencia, la importancia de la investigación, la teoría y los conceptos. También se presenta una breve explicación de los diferentes tipos de trabajos escritos y una descripción básica de las etapas que debe seguir una investigación.

    CAPÍTULO I. QUÉ ES INVESTIGAR EN CIENCIAS SOCIALES

    Sólo quien cae puede levantarse

    Uno de los principales problemas con que se tropieza en el ambiente académico es reconocer la importancia de la investigación. Muchas son las cosas buenas que se puede decir de la investigación, pero la utilidad práctica queda reducida muchas veces a un decálogo de buenas intenciones. Así, uno de los puntos que debe considerarse antes de abordar la temática de la investigación, amplia de por sí, es la importancia de ésta. El propósito del presente capítulo es esclarecer éste y otros puntos.

    1.1 Ciencia y sentido común

    A lo largo de su evolución, la humanidad se enfrentó con innumerables interrogantes. Los fenómenos naturales, los cambios en el clima, las diferencias entre animales y plantas: todo era un misterio y pocas las respuestas (que en muchos casos eran solo intentos de respuesta). Los conocimientos existentes a lo largo de los primeros pasos de la humanidad eran tan escasos y a menudo errados, que se tuvo que apelar a la magia y la creación de una multiplicidad de dioses como medio de explicación del mundo.

    Sin embargo, con el transcurrir de los años y los siglos, el conocimiento se fue incrementando, y una de las herramientas más valiosas fue sin duda la escritura. Desde que ésta existe, la condición privilegiada del hombre respecto al reino animal fue acentuándose. La escritura permitió almacenar un cúmulo de información que de otro modo se habría perdido. Aunque con datos errados, muchos de los escritos preservados durante siglos tuvieron la virtud de conservar una cantidad importante de experiencias, reflexiones y creencias. De ese legado se sirve aún hoy en día todo aquel que se interese por la historia de la humanidad.

    Lo antes señalado no es sino un intento por explicar la importancia del conocimiento para la humanidad. Si bien no todos los problemas fueron resueltos, y tanto el racionalismo como el cientificismo aún no hallan las respuestas para todos los males que padece la humanidad, los saltos dados durante los últimos siglos no habrían sido posibles sin la existencia de la ciencia y su inseparable compañera, la investigación. La investigación no puede ser comprendida al margen de la ciencia, así como la ciencia no existiría sin la investigación y los métodos que el hombre fue construyendo a lo largo de la historia. La ciencia, sin embargo, parece estar reservada al cientista. Se niega al hombre corriente que se sirve casi exclusivamente del sentido común, no obstante partir del mismo. Raúl Tafur (1994: 27) comenta lo siguiente respecto a la ciencia y el sentido común:

    "El buen sentido o sentido común da origen a un tipo de conocimiento que es el ‘conocimiento común’ o conocimiento ordinario, el cual no debe ser despreciado del todo, pues si la ciencia pretende superar el conocimiento ordinario debe precisarlo, apreciar sus semejanzas y diferencias. Además, la ciencia parte del sentido común, precisamente marcando un deslinde con él y superándolo."

    El sentido común es el resultado de la vida del hombre en sociedad, y el conocimiento común se constituye en una facultad válida para que el individuo se oriente en la vida social. Sin embargo, y complementando lo afirmado por Tafur, es insuficiente para hacer ciencia. Jaime Burgos (2000) advertía concretamente al respecto que "quien piensa que el sentido común es suficiente para hacer ciencia social, está degradando a ésta, ya que según esta forma de ver la ciencia es una disciplina obvia que no exige investigar la realidad".

    En el campo de las ciencias sociales se puede reconocer como actividad científica todo acto efectuado por una persona que acude a cualquier institución de formación profesional con el propósito de descubrir las leyes que rigen cualesquier fenómenos sociales y/o proponer soluciones para un problema detectado y analizado. La actividad científica puede ser efectuada durante el proceso de formación o en un momento posterior al mismo. Esto, sin embargo, no es algo excluyente. Existen personas que, sin haber asistido a un centro de educación superior formal, se hallan en condiciones de efectuar un trabajo de investigación semejante (y eventualmente mejor) al elaborado por un estudiante o egresado de cualquier facultad del sistema universitario. Sin embargo, tal tema pertenece a otra discusión.

    De lo que se trata, en última instancia, es de poner en claro el carácter discriminador que tiene la actividad científica. Ésta, por sus características de disciplina y organización, hace un uso elaborado de las palabras. Si bien los términos empleados en las ciencias sociales no se diferencian grandemente de los utilizados en forma cotidiana, revisten una mayor precisión y un uso más técnico.

    El uso de determinadas palabras tales como familia, sociedad, poder, mensaje, adquisición, economía, etc., implica en las ciencias sociales un dominio singular de conceptos y categorías, lo que es producto de un análisis minucioso y la observación detallada del objeto de estudio y el contexto en que se da. Esto solo es posible si media una superación constante que se traduce en la reflexión crítica, una lectura comprensiva, la elaboración de trabajos de campo serios y una sobredosis de voluntad y compromiso.

    1.2 Ciencia: noción y características

    Como se había señalado en líneas anteriores, la ciencia está indisolublemente ligada a la investigación, que da como resultado el conocimiento científico. En esta exposición se descarta la elaboración de sesudas explicaciones de lo que es ciencia. Tan solo se desea proporcionar elementos básicos que permitan al lector enmarcarse en el ámbito pertinente de acción, por lo cual este subtítulo contiene nociones básicas de lo que es ciencia y sus características principales.

    Ezequiel Ander-Egg (1977: 15) define la ciencia como "un conjunto de conocimientos racionales, ciertos o probables, obtenidos metódicamente, sistematizados y verificables, que hacen referencia a objetos de una misma naturaleza". En líneas posteriores, Ander-Egg detalla cada uno de estos elementos. De éstos, se toma en cuenta aquellos que se consideran más importantes para el desarrollo de esta exposición:

    • conocimiento racional: que tiene exigencias de método y está constituido por una serie de elementos básicos, tales como sistema conceptual, hipótesis, definiciones;
    • cierto o probable: la ciencia es susceptible a revisión y desestimación de ciertos postulados o leyes formuladas producto de diversos estudios. Se debe tomar en cuenta, ante todo, que la ciencia no posee toda la verdad, pero la actividad científica se caracteriza por la permanente renovación y revisión de los preceptos que la componen;
    • sistematizados: no se trata de conocimientos aislados e inconexos, sino de un saber ordenado lógicamente, constituyendo un sistema de ideas (teoría); y,
    • relativos a objetos de una misma naturaleza: o sea, objetos pertenecientes a una determinada realidad que guardan entre sí ciertos caracteres de homogeneidad.

    Por tanto, los requisitos básicos de la ciencia son el objeto de estudio (referente empírico), el método (el procedimiento a seguir para obtener resultados del objeto de estudio) y la teoría (conjunto de conocimientos sistematizados conceptualmente). Mario Bunge (1994: 8) añade a lo señalado: "La ciencia como actividad –como investigación– pertenece a la vida social; en cuanto se la aplica al mejoramiento de nuestro medio natural y artificial, a la invención y manufactura de bienes materiales y culturales, la ciencia se convierte en tecnología". Además de lo afirmado por Ander-Egg y Bunge, puede señalarse que ciencia es toda actividad humana dirigida a modificar una situación negativa, actividad que sea resultado de un proceso racional, sistemático y cuyo alcance sea significativo.

    1.3 Qué son las ciencias sociales

    Siguiendo las anteriores consideraciones y los criterios de Erick Torrico (1997: 15-21), Ramiro Villarroel (1985: 66), Carlos Sabino (1995: 10) y Jaime Burgos (2000) puede definirse las ciencias sociales con las siguientes características:

    1. su objeto de estudio está constituido por los hechos sociales;
    2. no existe una teoría única; la diversidad de criterios corresponde al interés de los autores de los diversos análisis adscritos a las diferentes corrientes o escuelas de pensamiento; y,
    3. emplea diversidad de métodos en el proceso investigativo, pero tiene un lugar privilegiado la observación.

    Es Émile Durkheim (1998: 25 y ss) quien advierte que, a fin de no confundir el ámbito de acción de las ciencias sociales con el de las otras ciencias, conviene distinguir aquellos fenómenos que se suscitan eminentemente como resultado de la vida del individuo en sociedad de aquellos que son el resultado de la práctica individual y no afectan de manera significativa al conjunto de las personas. Sustenta esto analizando la importancia de la coerción social sobre el individuo, mecanismo por el cual este último es compelido a actuar de determinada forma: cumplir el deber de hermano, esposo o ciudadano. Adicionalmente, se puede señalar como hecho social todo aquello que implica conflicto o condena por romper con los socialmente aceptado o esperado: el robo, el aborto, el asesinato, etc.

    Antes de desarrollar otras consideraciones pertinentes a la investigación como proceso, se señalará brevemente lo que es un fenómeno o hecho social. Hecho social es todo aquello que se repite como producto de la vida e interacción de los hombres en sociedad. Durkheim plantea (1998: 33-43) que debe considerarse los hechos sociales como cosas, y por lo tanto susceptibles a la cognición, identificando su carácter objetivo. Sin detenernos en viejas (y sin embargo interminables) discusiones en torno a la preeminencia de la realidad externa o la razón, puede señalarse en torno a los hechos sociales los siguientes puntos:

    1. existen fuera de la voluntad del hombre;
    2. son anteriores a las ideas que de ellos se tienen;
    3. son el resultado de la interacción de los hombres en sociedad;
    4. son pautas de conducta;
    5. son cognoscibles; y,

      Por tanto, ciencias sociales son todas aquellas que de un modo u otro están involucradas con la actividad del hombre en sociedad, con las relaciones al interior de los grupos y entre estos últimos. También puede afirmarse que las diferentes carreras universitarias apuntan, de un modo u otro, a la capacitación de sus profesionales en el campo social. Vender un producto, orientar a un anciano sobre sus derechos, instruir a los niños en el uso de pasos peatonales, etc., son actos que implican un destino relacionado con la vida en sociedad.

      La finalidad de las ciencias sociales consiste, finalmente, en la descripción de los hechos sociales, la identificación de las causas que son origen de los diversos problemas y la formulación de acciones encaminadas a resolver situaciones de conflicto, sea en una actitud revolucionaria o conciliadora.

      Pero existen otros elementos que deben considerarse a la hora de identificar como ciencia una actividad humana. Por ejemplo, está el lugar que tiene la ciencia en la vida cotidiana, en su papel transformador de la realidad concreta o como instrumento de sometimiento y agudización de las relaciones de dependencia que puede tener un país pobre como lo es Bolivia.

      Al margen de lo apuntado, conviene responder la siguiente pregunta: ¿existe en Bolivia una ciencia social, o más bien debe hablarse de disciplinas sociológicas agrupadas académicamente con fines formativos? Los criterios para responder tal pregunta pasan por considerar el hecho de que muchos elementos teóricos de que dispone la mal llamada "clase intelectual" no son producidos dentro de las fronteras, y que el nivel interpretativo es, en líneas generales, bajo. Entre otros puntos que deben tomarse en cuenta, está el hecho de engolosinar al público oyente o lector (cuando se produce algo escrito) con el anglicismo globalización sin poner en claro, muchas veces, que éste es un fenómeno inventado para justificar las desigualdades y la agudización de las relaciones de dependencia Norte-Sur, y uno de cuyos principales servidores son los centros de formación superior.

      Además, está el hecho irrebatible de que a las clases dominantes simple y llanamente parece no interesarles la conformación de una ciencia de y para Bolivia. Si bien éste es un tema para otra discusión, conviene detenerse a reflexionar en ello antes de emprender un trabajo que bajo el rótulo de "científico" no haga más que hacer uso de instrumentos científicos (por el procedimiento) pero cuyo resultado o producto final no pueda ni en el mejor de los casos ser calificado como tal, sino apenas como un requisito académico más que se cumple para obtener el título profesional.

      1.4 Qué es y para qué sirve la investigación en las ciencias sociales

      Una vez definidos, aunque brevemente, los conceptos básicos de ciencia y ciencia social, se hace necesario prestar atención a la investigación, sus características y fines. Carlos Sabino (1995: 23) define la investigación como "el proceso mediante el cual un sujeto (el investigador) se encamina hacia los hechos para obtener respecto a ellos un conocimiento científico, es decir, de cierta naturaleza y características". Investigación, por tanto, es todo proceso ordenado y coherente encaminado a obtener información sobre determinado segmento de la realidad social.

      De esta manera, queda definido el carácter de la investigación en las ciencias sociales. Adicionalmente, y con fines expositivos, puede rescatarse los puntos de vista de Ezequiel Ander Egg (1977: 29) quien apunta, entre otras cosas, las siguientes características de la investigación:

      • es un procedimiento mediante el cual se recogen nuevos conocimientos de fuentes primarias, que permiten el avance científico. La investigación exige comprobación y verificación; no consiste solo en la elaboración de ideas;
      • es una exploración experta, sistemática y exacta;
      • es lógica y objetiva;
      • se registra y se expresa en un informe, documento o estudio; y, por último,
      • en líneas generales, se puede afirmar que la investigación es un proceso reflexivo, sistemático y crítico, que permite descubrir nuevos hechos o datos, relaciones o leyes, elaborar teorías o plantear nuevas hipótesis, en cualquier campo del conocimiento humano.

      Con estos elementos, puede definirse la investigación en las ciencias sociales como el proceso por el cual se obtiene de un hecho o fenómeno social la información necesaria para identificar problemas sociales y proponer soluciones. También, en una óptica epistemológica, puede identificarse la investigación como el factor intermediario ineludible para elaborar las teorías necesarias partiendo de una realidad concreta.

      1.5 Tipos de investigación

      Diversos son los tipos de investigación que pueden identificarse. En este subtítulo se toman en cuenta los puntos de vista de Carlos Sabino (1996: 106-113), quien los identifica tomando en cuenta: a) el propósito dirigido a la resolución de un problema, o, b) los objetivos internos de la investigación. Siguiendo fundamentalmente estos criterios, se presenta la siguiente clasificación:

      1.5.1 Por su nivel de aplicación

      Con esta clasificación, se identifican los siguientes niveles: investigaciones puras o básicas e investigaciones aplicadas.

      1.5.1.1 Investigaciones puras o básicas

      Las investigaciones puras son aquellas dirigidas a conocer las leyes generales de los fenómenos estudiados, elaborando teorías de alcance significativo. La finalidad de este tipo de investigaciones se puede enmarcar en la detección, descripción y explicación de las características y/o problemas de determinados hechos o fenómenos que se dan al interior de una sociedad. Uno de los fines visibles de este tipo de investigaciones es la formulación de teorías explicativas, para lo cual se hace un uso técnico de los conceptos emergentes del estudio. También se puede elaborar o reorientar conceptos a partir de la observación de las características manifiestas del objeto de estudio. De esta manera, la identificación de variables no advertidas en anteriores estudios, puede significar un aporte sustancial de la investigación.

      Estas investigaciones, cuando se hallan bien elaboradas, pueden servir como base para futuras acciones destinadas a solucionar el problema detectado. Investigaciones de este tipo pueden ser: Factores que impulsan al joven inmigrante provincial a prostituirse, Relaciones obrero patronales en la fábrica de dulces La Estrella, Condiciones higiénicas en la venta de productos alimenticios: caso Mercado Lanza de la ciudad de La Paz, etc. Los temas aquí mencionados dan una idea del carácter y las aspiraciones de la investigación: identificar las características esenciales en que se desarrolla tal o cual fenómeno social.

      1.5.1.2 Investigaciones aplicadas

      Las investigaciones aplicadas son la respuesta efectiva y fundamentada a un problema detectado, descrito y analizado. La investigación aplicada concentra su atención en las posibilidades fácticas de llevar a la práctica las teorías generales, y destina sus esfuerzos a resolver los problemas y necesidades que se plantean los hombres en sociedad en un corto, mediano o largo plazo. Es decir, se interesa fundamentalmente por la propuesta de solución en un contexto físico-social específico.

      Los proyectos son un ejemplo típico de este tipo de investigaciones, ya que encierran un marco de acción concreta. Ejemplos de este tipo de investigaciones son: Centro de rehabilitación de niños con discapacidad parcial, Oficina de orientación a la madre soltera adolescente, etc. Como podrá observarse, estas investigaciones presentan en su nombre mismo una idea de respuesta a una problemática detectada. El proyecto no debe ser motivo de pánico, ya que un proyecto puede tener dimensiones modestas y un presupuesto más bien bajo, pero contribuir efectivamente a la resolución del problema. En el subtítulo 3.2.6 de esta Primera Parte se incluye una descripción más detallada del Proyecto, aclarando que su denominación corresponde fundamentalmente producto del trabajo previo de investigación.

      Aclaración necesaria

      Lo señalado en los anteriores puntos debe ser entendido más como un esquema propositivo y didáctico antes que como una regla inflexible. En los hechos, rara vez se encuentra una investigación exclusivamente básica o aplicada. Es más común encontrar investigaciones básicas con algún nivel de proposición, o aplicadas con una fuerte inclinación al área básica de investigación. Por ejemplo, en la carrera de Arquitectura pueden hallarse memorias descriptivas de proyectos de grado que contienen diseños arquitectónicos para la edificación de hospitales, defensorías de la niñez y adolescencia, centros de investigación, etc., con una orientación de investigación marcadamente aplicada, pero cuya propuesta parte de un diagnóstico enmarcado en lo que aquí se denomina investigación básica. En la otra orilla, en la facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) pueden hallarse tesis elaboradas con una orientación de investigación básica, pero que al final del cuerpo principal incluyen recomendaciones o sugerencias que dan vía a la formulación de investigaciones aplicadas.

      Las investigaciones no pueden ser clasificadas de modo rígido. Incluso luego de prever un estudio básico, podría darse el caso de que el tiempo y los recursos permitan efectuar una investigación aplicada. En el Diseño Metodológico (véase Capítulo iv de esta Primera parte y capítulos i y ii de la Segunda Parte) convendrá omitir la definición de investigación bajo las condiciones aquí señaladas, ya que su clasificación será posible una vez finalizada la investigación y aun durante la elaboración del informe de investigación.

      Por otra parte, y adelantando algo del contenido de los siguientes capítulos, puede afirmarse que mientras el fin de las investigaciones básicas es robustecer la teoría existente, el de las aplicadas está ligado con la acción para el cambio.

      Para concluir, se retoman los criterios de Carlos Sabino (1995: 37) quien advierte: "…ambos tipos de investigación son modelos ideales, pero que muchas veces se realizan estudios que tienen aspectos combinados, por lo que dicha clasificación debe entenderse preferentemente como un recurso analítico para estimular al investigador a clarificar sus objetivos, más que como una disyuntiva ante la cual hay que optar por una u otra alternativa".

      1.5.2 Por el tratamiento que se da al objeto de estudio

      Carlos Sabino (1996: 106-112) clasifica las investigaciones, bajo este criterio general, en exploratorias, descriptivas y explicativas. Dos elementos fundamentales que distinguen a unas y otras son la perspectiva o enfoque del problema y la utilización de la hipótesis. Ander – Egg (1977: 35) complementa al respecto: "La distinción de diferentes niveles o esquemas de investigación tiene particular interés al analizar el problema desde la perspectiva en que nos hemos situado en este trabajo. En efecto, el técnico ocupado en la acción social, necesita realizar determinado tipo de investigación, pero la índole de su trabajo no le exige –de ordinario– realizar estudios para la comprobación de hipótesis".

      En líneas generales, puede advertirse que la aplicación de uno u otro tipo de investigación dependerá fundamentalmente del material existente referido al tema y el enfoque que quiera dársele. El material existente consiste en publicaciones efectuadas a la fecha de iniciarse el proceso de investigación (e incluso durante el transcurso de la misma), ya sean libros, artículos científicos en revistas especializadas, artículos o comentarios periodísticos, publicaciones en Internet o datos contenidos en enciclopedias multimedia, etc.

      Por enfoque, en cambio, debe entenderse la visión o perspectiva desde la cual se tratará el problema. Pongamos por caso tema del menor abandonado. El investigador desea llevar adelante su estudio desde la perspectiva jurídica, y luego de revisar el material existente, comprueba que los estudios efectuados disponibles fueron llevados a cabo en el extranjero. Aunque se aborde la misma problemática desde una perspectiva legal, el contexto sin duda determinará diferentes posiciones dada la postura distinta de tal estudio. Lo propio sucederá en el caso de que el investigador encuentre material elaborado en el país, pero desde la óptica del profesional psicólogo o médico. Por ello, el propósito de las siguientes líneas es proporcionar una guía elemental al respecto, con la finalidad de que las preguntas más frecuentes queden respondidas.

      1.5.2.1 Investigaciones exploratorias

      Este tipo de investigaciones presenta una visión general del tema de estudio, sin llegar a desarrollar más que conceptos básicos o caracterizar una situación o problemática determinada. Dos son las características generales de este tipo de investigaciones:

      1. el poco estudio del tema elegido, lo cual limita la formulación de hipótesis precisas o elaborar una descripción detallada; y,
      2. la escasa contribución de la teoría existente a la comprensión del fenómeno o conjunto de fenómenos estudiados.

      Ander – Egg (1977: 35) apunta, citando a Selltiz y otros, que las finalidades de este tipo de estudios son, entre otras:

      • formular problemas;
      • desarrollar hipótesis;
      • familiarizar al investigador con el fenómeno que desea estudiar;
      • aclarar conceptos;
      • establecer preferencias para posteriores clasificaciones; y,
      • reunir información acerca de posibilidades prácticas para llevar a cabo investigaciones en marcos de vida actual.

      Estas investigaciones, si bien interesantes, exigen del investigador una extraordinaria creatividad y capacidad de improvisación, ya que implica la ausencia de guías teóricas que faciliten la comprensión del tema de estudio, aparte de la incertidumbre respecto a los resultados que seguramente provocará. De todos modos, no es el deseo del investigador lo que determina el tipo de estudio que se vaya a efectuar, sino la existencia previa del material referido al tema y el enfoque que quiera dársele. Para los tesistas en particular, considerando el tema desde el ángulo operativo, este tipo de estudios es el menos recomendable, ya que, como apunta Sabino (1996: 108) "son previsibles reacciones negativas tanto de los organismos que evalúan los proyectos de investigación como de los jurados examinadores, y el estudiante se expone a riesgos que en realidad no tiene por qué correr".

      Hernández S. y otros (Ob. Cit.: 59) ilustran los alcances y limitaciones de este tipo de investigaciones poniendo el ejemplo de un ficticio viaje en automóvil hacia una ciudad que no se conoce. Con los planos y alguna guía elemental de los sitios y atractivos de tal ciudad no se llegaría lejos, y todo podría derivar en más de un contratiempo. Sin embargo, no debe interpretarse esto como un desaliento. Existen estudios exploratorios que tienen la virtud de concitar la atención e iniciar temas de investigación importantes pero ocultos por que a nadie se le ocurrió que pudieran valer algo.

      1.5.2.2 Investigaciones descriptivas

      Describir en términos metodológicos consiste en indicar todas las características del fenómeno que se estudia. Hernández S. y otros (Ob. Cit.: 60) precisan aún más esto señalando que "…Desde el punto de vista científico, describir es medir". Esta última definición es importante, por cuanto implica por parte del investigador la capacidad y disposición de evaluar y exponer, en forma detallada, las características del objeto de estudio. Además, estos estudios permiten poner de manifiesto los conocimientos teóricos y metodológicos del autor del estudio, ya que evidencia el nivel cognitivo y operativo de conceptos y categorías relacionados con el tema.

      Una serie de estudios descriptivos permite ir acumulando una considerable cantidad de conocimientos sobre el mismo tema. Pongamos por caso la problemática del niño y la niña de la calle. Una investigación sobre el particular efectuada por una estudiante del área de psicología podría complementarse con otros estudios anteriores elaborados por estudiantes o profesionales del área sociológica, lo cual serviría, a su vez, como base teórica y con un enfoque empírico sólido en propuestas de acción dirigidas a mitigar los males que padece esta población.

      Ander – Egg (1977: 40) advierte, además, que "Los estudios formulativos o exploratorios y los estudios descriptivos son los dos niveles en los que habitualmente han de trabajar quienes están preocupados por la acción, puesto que permiten elaborar un marco de estudio a partir del cual se deduce una problemática ulterior, o bien formular un diagnóstico con el fin de conocer carencias esenciales y sugerir una acción posterior".

      Adicionalmente, cabe destacar que tanto Sabino (1996: 110), como Hernández y otros (Ob. Cit.: 104, 203) apuntan que los estudios exploratorios y los descriptivos (estos últimos señalan "sólo algunos estudios descriptivos") no requieren hipótesis. Esto será desarrollado en el inciso correspondiente (2.8 – Hipótesis, de la Segunda Parte).

      1.5.2.3 Investigaciones explicativas

      Carlos Sabino (1995: 39 y 1996: 110) identifica estos estudios como aquellos cuyo propósito es encontrar relaciones entre las variables. En palabras de Hernández S. y otros (Ob. Cit.: 66), "los estudios explicativos van más allá de la descripción de conceptos o de fenómenos o del establecimiento de relaciones entre conceptos; están dirigidos a responder a las causas de los eventos físicos o sociales". El medio de que se valen para tal labor es la verificación de una hipótesis que en estos casos sí es imprescindible, a diferencia de los dos anteriores tipos de investigación. Las características de este tipo de estudios son, de manera general, las siguientes:

      • parten de un abundante cuerpo teórico;
      • identifican las relaciones de causalidad; y,
      • proponen nuevas hipótesis para futuros estudios.

      Este tipo de investigaciones exige mayor concentración y capacidad de análisis y síntesis por parte del investigador, ya que las variables que se manifiestan ante los sentidos deben ser meticulosamente estudiadas. La conveniencia de emprender investigaciones explicativas varía de acuerdo al campo de conocimientos que se considere. El estudiante de Ciencias Sociales hallará muy difícil aislar las variables en estudio; verá, por otra parte, que aunque alcance a verificar su hipótesis, ésta solo adquirirá significación en el marco de un entorno mucho más amplio, al que deberá referirse necesariamente para que su estudio no quede escindido del contexto en que se presenta.

      Criterios de selección e identificación

      Hernández S. y otros apuntan que ninguno de los tipos de estudio aquí señalados es mejor que los otros: todos son igualmente buenos a la hora de ser aplicados, ya que permiten adquirir e incrementar el conocimiento existente, replantear determinados postulados y modificar las creencias erradas. "…El que la investigación sea de un tipo u otro –o incluya elementos de uno o más de éstos– depende de cómo se plantee el problema de investigación (preguntas y objetivos). La investigación debe hacerse a la medida del problema que se formule…" concluyen estos autores (:71). Es decir, antes de definir el tipo de investigación a desarrollar, convendrá una revisión exhaustiva de la literatura existente y consultas preliminares con especialistas en la materia. También deberá considerarse el hecho de que un estudio puede iniciarse como un tipo determinado de investigación y adoptar las características de otro al finalizar. Algo que debe recalcarse es el hecho de que los diversos tipos de estudio hasta aquí señalados (subtítulos 1.5.1 y 1.5.2), así como los que se verán en los siguientes puntos, no son mutuamente excluyentes. Puede trabajarse en más de un nivel de investigación. Todo lo hasta aquí apuntado no hace sino brindar una clasificación esquemática (necesaria para los fines explicativos que se persiguen) de los diferentes tipos de investigación.

      1.5.3 Por los instrumentos empleados

      Siguiendo este criterio, la investigación puede clasificarse en documental o de campo. Ambos tipos de investigación no son mutuamente excluyentes, sino que se complementan en cualquier estudio. Debe tomarse en cuenta que en las ciencias sociales, de modo particular, la investigación documental tiene una importancia en ocasiones vital, ya que solo con la orientación teórica necesaria se procederá correctamente en el análisis respectivo del hecho o fenómeno social.

      1.5.3.1 Investigación documental

      Por documento puede entenderse todo elemento tangible o perceptible que sirve para demostrar algo. Bajo este criterio, un libro es un documento lo mismo que una película, una pieza arqueológica o un aviso publicitario, siempre y cuando sirva para desarrollar un estudio. La suma de documentos tomados en cuenta para un estudio cualquiera constituye la fuente documental de la investigación. Puede emplearse esta definición por oposición a las fuentes no documentales de información, mismas que se describen en el inciso b) de este subtítulo.

      1.5.3.2 Investigación de campo

      El trabajo de campo implica la relación directa del investigador con las fuentes de información no documentales. Ezequiel Ander – Egg (1977: 37-40) identifica dos tipos de contacto que caracterizan la investigación de campo: 1) global, que implica una aproximación integral al fenómeno a estudiar, identificando las características naturales, económicas, residenciales y humanas del objeto de estudio; y, 2) individual, que implica la aproximación y relacionamiento con las personalidades más importantes del grupo (identifica los líderes de los distintos niveles como los más importantes proveedores de información).

      Los puntos considerados en este subtítulo serán expuestos en subtítulos posteriores que tengan relación con el tema. Se hablará de fuentes no documentales y fuentes humanas como expresiones sinónimas.

      1.5.4 Otros tipos de investigación

      Al margen de lo apuntado hasta aquí, pueden distinguirse otros tipos de investigación. Erick Torrico (1997: 56-57), por ejemplo, identifica cuatro tipos de investigación: teórica, metodológica, empírica y práctica, aclarando que estos tipos no se excluyen el uno al otro, sino que "suelen ser complementarios en una misma investigación" (: 56). Los tipos de estudio identificados por Torrico, así como los propuestos por otros autores, en poco se diferencian de los aquí señalados. Si existe una diferencia muy marcada, ésta será sobre todo nominal. Sin embargo, valga redundar en el hecho de que la propuesta aquí contenida es inicial, y que quienes deseen profundizar en éste u otros temas pueden consultar la bibliografía aquí contenida o cualquier otro material que llegue a sus manos.

      1.6 La objetividad en la investigación

      ¿Para qué sirve la objetividad en una investigación? Bastante se dice y puede decirse aún más al respecto. En las ciencias sociales, muchos reclaman la objetividad como elemento crucial para comprender la realidad social. Otros, sin embargo, apuntan que ésta no es posible. Veamos brevemente los argumentos que se exponen a favor de una y otra posición.

      Inicialmente, tomaremos los puntos de vista de Aura Bavaresco (1979: 6) quien identifica la objetividad como un requisito o característica propia del investigador, y señala que "…induce a enfocar las cosas tal y como se ven, o sea, significa respeto y obediencia a los hechos."

      Este criterio indica que el investigador debe mantener en todo momento una sujeción estricta a los hechos, tal y como se presentan ante sus sentidos. Por lo tanto, el proceso de estudiar las condiciones en que se desarrolla un grupo concreto, supongamos la familia, debe estar acompañado por la transcripción fiel de todo lo observado. Es decir, si se percibe la existencia de un niño agresivo, esto debe ser anotado sin que medie valoración alguna del observador. En tal circunstancia surge una interrogante: ¿cómo podría identificarse la agresividad del niño si se carece de una subjetividad que la note? La afirmación de Bavaresco, si bien traduce algo deseable, peca de inconclusa y no toma en cuenta que el conocimiento es sobre todo, y a pesar de todo, una construcción humana.

      Luis Tapia Mealla (2000: 167 y ss.) señala al respecto: "…la objetividad sobre el mundo sólo puede ser aproximada y elaborada intersubjetivamente, para lo cual se contempla y/o experimenta el proceso de elaboración de teorías, explicaciones específicas, el proceso de diálogo y contrastación interteórica, además de ciertas predisposiciones culturales e intelectuales a ejercer y desarrollar la razón con otros. Esto significa que la objetividad no depende solo de uno o del que propone una teoría, una explicación, sino también de los otros, de su predisposición a discutirlas y aceptarlas, es decir, probarlas o criticarlas y desecharlas."

      Tapia introduce de este modo un cuestionamiento bastante esencial en lo que a la objetividad se refiere: ¿quién construye la interpretación: el hecho social o el hombre que lo analiza? La respuesta ineludible implica la aceptación de que la interpretación, desde la comprensión misma del hecho, no está libre de la subjetividad del hombre pensante. Está además el hecho de que los destinatarios de la construcción racional llamada interpretación de la realidad no permanecerán sumisos a ésta, sino que se verán obligados a discutir los puntos con los que no hallen concordancia.

      De ahí, la frase de que toda ciencia social debe ser objetiva no pasa de una buena intención. La obligación del investigador es, ante todo, la veracidad en el tratamiento del dato, conocer todos los elementos posibles de una realidad concreta para valorarla, pero partiendo de esta realidad concreta y no de supuestos sin fundamento. El que sea objetiva o subjetiva la contribución viene a ser una discusión de segundo plano.

      CAPÍTULO II. TEORÍA, MÉTODO Y METODOLOGÍA EN LAS CIENCIAS SOCIALES: NOCIONES Y CARACTERÍSTICAS

      En anteriores páginas se había hablado de la teoría y los conceptos. En este capítulo se desarrolla de manera más detallada las características de éstos y la importancia que tienen en las ciencias sociales.

      2.1 Teoría, conceptos y categorías en las ciencias sociales

      La teoría, según Ezequiel Ander-Egg, guarda estrecha relación con la investigación empírica, ya que éstos "…no son elementos contrapuestos, puesto que la teoría que no se basa en la realidad degenera fatalmente en utopías, y la investigación sin los ‘iluminantes contactos’ de la teoría acumula hechos sin darle significado alguno" (ANDER-EGG 1977: 30). La investigación es un proceso reflexivo y de acción, y la teoría es la estructura que brinda las herramientas conceptuales y la línea de acción al investigador. Efectuar una investigación en ciencias sociales sin el auxilio de la teoría equivale a edificar una casa sin cimientos.

      Al comprender la realidad social como un complejo entramado de hechos interrelacionados, sea directa o indirectamente, el cientista requiere de un amplio bagaje de conceptos, definiciones, explicaciones e interpretaciones que solo pueden ser hallados en un cuerpo teórico sólido y coherente. Y valga aclarar que en las ciencias sociales no hay una teoría única, sino que existe una variedad de ellas, cada una inscrita o adscrita a una corriente ideológica, entendida esta última como una interpretación crítica o acrítica de la realidad, conforme a los intereses que represente.

      La teoría puede ser definida como un conjunto de conocimientos sistematizados conceptualmente, es decir, una serie de conocimientos relativos a determinado campo que se organizan y pretenden explicar e interpretar la realidad sobre la cual trabajan. También es una construcción intelectual, producto del trabajo racional a partir de una realidad concreta, y surge (o debería hacerlo) de un sistema de hipótesis sometidas a verificación. Por tanto, se identifica un vínculo indisoluble entre ambas, pues, como elemento constitutivo del quehacer científico, la teoría surge de la realidad, y vuelve a ella para transformarla, en un proceso continuo y dinámico.

      En nuestro medio es frecuente una falacia con referencia a los transmisores de teoría: suele llamárselos teóricos, sin tomar en cuenta que teórico es quien construye los sistemas propositivos a partir de la reflexión que surge de la cotidianidad, constituyendo la fase superior de todo proceso investigativo y reflexivo. Lo que vemos en nuestro medio son difusores de construcciones ajenas, o, a lo sumo, retóricos de la teoría que transmiten lo elaborado por otros. Esto, sin embargo, no debe ser tomado como algo negativo, ya que para toda ciencia son necesarios los diseminadores del conocimiento, ya sea en forma oral o escrita, y en esta instancia los aquí denominados retóricos de la teoría tienen una importancia capital.

      En este punto también cabe hacer una distinción importante: la teoría para las ciencias en general debe estar escrita para ser tal. Sin embargo, no todo lo escrito es teoría. Tenemos por caso una novela, que siendo un relato rico en descripciones, no tiene por propósito explicar la multiplicidad de relaciones que pueden presentarse en su desarrollo. Por el contrario, existen varias investigaciones que, efectuando comentarios valorativos respecto a tales o cuales fenómenos no aportan nada nuevo en lo concerniente a la explicación de tales fenómenos o comportamientos, con lo cual se alejan, muy a pesar suyo, de efectuar un aporte teórico.

      La teoría, entonces, puede definirse además como el producto racional que contiene una explicación para determinado fenómeno o problemática en el campo social, y de la cual pueden originarse soluciones con sentido práctico. Empero, la teoría, al constituir un nivel superior de tratamiento racional de cualquier fenómeno, requiere para su buen desarrollo de elementos descriptivos, que tienen directa relación con lo observado empíricamente. Sobre el punto, las secciones correspondientes a la recopilación de datos (Capítulos i y ii de la Tercera Parte de este trabajo) permitirán comprender esto, y el siguiente esquema ilustra la relación entre la teoría y la realidad concreta.

    6. ayudan a predecir resultados.
    Partes: 1, 2, 3
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