Evolución histórica de la formación laboral agrícola
Enviado por Ms.C. María Teresa Cardoso Barreras.
En el presente trabajo se aborda la temática referida al proceso evolutivo de formación laboral en la enseñanza agropecuaria como aspecto de extraordinaria importancia en el desarrollo de ésta. Este artículo retoma aspectos históricos de la misma y su vínculo con elementos de la formación del hombre como fenómeno social. En el caso específico de la formación laboral en la especialidad agropecuaria el trabajo aborda las tres etapas más significativas en la que la preparación de los estudiantes para el trabajo ha sido el centro de su formación integral constituyendo la base para el conocimiento de la producción moderna; cuestión en la que la educación responsabilizada con la formación de los profesionales técnicos para la agricultura tiene mucho que aportar a partir de una nueva concepción pedagógica de esta educación que hoy se transforma.
Las formas de enseñanza de hoy requieren de una preparación multilateral e integradora de hombres y mujeres con el propósito de garantizar el desarrollo armónico del país.
Cuba, como parte del mundo actual, reclama de una educación que vincule teoría y práctica como base del necesario desarrollo, aspecto desde el cual la formación laboral de los estudiantes de la Educación Técnica y Profesional, en un país como el nuestro, ha de constituir piedra angular de la formación para la vida y para el trabajo, de manera que ella le permita resolver las distintas situaciones que se les presentan en la práctica social dentro y fuera de la escuela.
A tenor de lo anterior, la realidad educativa de los últimos años ha promovido el desarrollo humano en el campo de la educación y plantea la necesidad de que el hecho educativo se convierta desde la formación laboral en un proceso más humanizado, que vaya más allá de la mera transmisión de información y que sea significativo para el estudiante.
Es por ello, que la Educación Técnica y Profesional contempla entre sus metas lograr una adecuada formación laboral dirigida a potenciar a un individuo capaz de vivir en democracia, crítico y reflexivo para así ser útil a la sociedad.
La formación laboral agropecuaria tiene nuestro país profundas raíces históricas; sin embargo, éstas no están desvinculadas de los antecedentes que ha tenido la misma a escala internacional en países ubicados en diferentes áreas geográficas del mundo y en las que sus precursores jugaron un papel de gran valor educativo en correspondencia con el contexto histórico y social que vivieron.
En el presente trabajo se hace una periodización del proceso de formación laboral en la enseñanza agropecuaria en Cuba, destacándose los aspectos más significativos en cada una de las etapas que se declaran en el desarrollo de éste artículo.
Para hacer el análisis histórico de la formación laboral se parte de que la complejidad histórica de esta categoría imposibilitó llegar a un consenso al respecto, los términos de uso más frecuentes han sido: Enseñanza Manual, Sloyd, Educación para el Trabajo, Educación para la vida, Trabajo Manual, Tecnología para el trabajo, Artes Manuales, Artes Industriales y Educación Laboral y partir de la década de los noventa se comenzó a tratar un nuevo término denominado Formación Laboral.
El desarrollo de la actividad laboral en las escuelas de enseñanza general en Cuba, careció por mucho tiempo de un estudio que revelara su evolución histórica y relación con el desarrollo internacional. Con el surgimiento del trabajo manual se instauró la aplicación de los talleres manuales escolares, lo que permitió combinar la teoría con la práctica, se introdujeron en la enseñanza primaria nociones de diferentes oficios, se comenzó el trabajo con metales y madera; en el trabajo de cocina popular se incluyó la enseñanza doméstica para la mujer, por lo que se trató de preparar al hombre para la vida.
Por otro lado el Sloyd se instauró en diferentes países como: Finlandia, Alemania, Noriega, Suecia, Dinamarca, Rusia, Bélgica, Holanda, Austria, Estados Unidos, Canadá y Cuba; por solo citar algunos ejemplos. El mismo se ha practicado en los países escandinavos por más de cuatrocientos años, aunque su connotación pedagógica no la adquirió hasta la segunda mitad del siglo XIX, con los trabajos de Otto Salomón, por lo que existía en ellos un antecedente valioso de este tipo de enseñanza.
En 1895 Otto Salomón (1849-1907), creador del Sloyd funda la escuela de Naas con el objetivo de difundir la enseñanza manual en el pueblo sueco. Sus experiencias permitieron organizar un sistema de enseñanza manual que fue considerado el mejor en su época. Existen diferentes versiones de la palabra escandinava procedente del idioma irlandés y significa: habilidad en Inglés, es sinónimo de ejercicios manuales.
La introducción del trabajo manual en Cuba con todos los requerimientos que ella implica, fue materializado bajo la supervisión del comisionado de las escuelas públicas Hanna, por el profesor norteamericano L.Summer, graduado de enseñanza manual en Nueva York.
Se incluyeron en los primeros trabajos de Sloyd, a partir del curso escolar (1900- 1901), las tareas del trabajo manual en las diferentes escuelas de Cuba. El 20 de mayo de 1901 fue aprobado el primer Plan de estudios para las escuelas públicas, incluyendo el trabajo manual como una de las asignaturas a impartir. Cinco años más tarde fue publicado por Heindengren el manual Sloyd cubano, primer libro dedicado a la enseñanza manual escrito en Cuba.
El trabajo manual y el Sloyd tuvieron diferentes precursores en el mundo, a saber, el profesor sueco Aron Heindengren, organiza la enseñanza del Sloyd y funda varios talleres. Martín Lutero (1483-1546) célebre reformador de la iglesia en Alemania, abogaba por la formación de hombres y mujeres vigorosos e inteligentes, para lo que era necesario combinar el trabajo manual con otras enseñanzas. El gran pedagogo cubano Juan Amos Comenio (1592-1670) considerado el padre de la Didáctica, insistía en que el trabajo manual debía ser parte del programa escolar; Jhon Locke(1632-1704) calificado por Engels como "Hijo del compromiso de clase"abogaba porque el estudiante aprendiera algún oficio necesario.
Juan Jacobo Rousseau(1712-1778), destacado pensador suizo trabajó con la carpintería. El pedagogo suizo Juan Enrique Pestalozzi(1746-1827) acarició la idea de unir la instrucción de la escuela con trabajo manual El francés Luís Miguel Lepetellier (1760- 1793), planteó la necesidad de organizar el trabajo en talleres de forma planificada. Federico Froebel(1782-1852), planteó la necesidad de dejar establecidos los principios en que debía apoyarse la enseñanza del trabajo manual en las escuelas primarias.
Augusto German Frangue , ejercitaba a sus alumnos en diferentes clases de trabajo manual tales como: Cartonería, Trabajos de torno, utilizando este método con un fin educativo. Lord Enrique Braugham(1788-1822) hombre de letras fue organizador de la enseñanza industrial . El francés M. Great logró que se iniciara en la práctica el aprendizaje manual escolar en las escuelas francesas. En Italia Juan Bosco, fue el el creador de los talleres para el trabajo manual. El ingeniero ruso Víctor Della Vos fue el creador de una escuela técnica relacionada con la madera y los metales. M. Clausson Kaas en Dinamarca, introdujo el trabajo manual. Otto Salomón fue un eminente pedagogo suizo creador del Sloyd pedagógico de la Escuela Normal de Sloyd para niños y niñas, Aron Heindengren en (1906) edita su primer libro metodológico para la enseñanza del trabajo manual en las escuelas cubanas. Alexis Ever Frye, superintendente general de escuelas en Cuba edita un manual para maestros de las escuelas primarias y superiores sobre el trabajo manual.
Eminentes pedagogos y patriotas de los siglos XIX Y XX, como Félix Varela, José de la Luz y Caballero, Rafael María de Mendive, Enrique José Varona y José Antonio Saco abogaron en sus formulaciones generales por una docencia más racional y de carácter científica experimental. También dirigieron su atención a que se les diera a los alumnos una adecuada educación científica en la que se le confiera importancia a las asignaturas prácticas y experimentales. La obra de Félix Varela (1788-1853) tuvo relevante importancia y significación actual por la enseñanza del Trabajo Manual.
José Martí Pérez (1853-1895), el más destacado exponente del pensamiento pedagógico cubano destacó en sus trabajos las ventajas físicas, mentales y morales que proporciona el desarrollo del trabajo manual, en tal sentido se considera que la totalidad de su obra pedagógica muestra una concepción educativa sobre esta materia, cuya significación y valor trasciende hasta nuestros días; el principio de vinculación del estudio con el trabajo es de las más importantes contribuciones que supera el marco de la educación cubana y posee un alcance internacional.
Con el triunfo revolucionario del primero de enero de 1959 se provocó una masificación de la enseñanza en Cuba, que incidió de manera particular en el Trabajo Manual, creándose talleres convenientemente dotados de herramientas y materiales en los centros educacionales; de esta forma, por vez primera, en la historia pedagógica cubana, la asignatura estuvo en condiciones de cumplir su fin por lo que se comienza a materializar las contribuciones e ideales de Martí.
A pesar de los distintos contextos socioeconómicos en que se estableció la enseñanza manual, Sloyd( ejercicio manual), Educación para la vida, Educación para el trabajo, Tecnología para el trabajo, Artes Manuales, Artes Industriales, Educación Laboral y Formación Laboral siempre se abogó por parte de sus precursores que todas ellas en su esencia tuvieran un carácter práctico productivo, que permitieran preparar a los estudiantes de modo que fueran útiles a la sociedad.
La actividad laboral en la enseñanza agropecuaria data de la Edad Media con la idea de asociar el estudio con el trabajo basado fundamentalmente en el aprendizaje de los alumnos directamente desde el puesto de trabajo y no en instituciones escolares, se paradas del proceso de producción. La formación era entonces una tarea de iniciación y descubrimiento de los secretos de esa actividad y se realizaban en pequeñas corporaciones en el contexto del desarrollo urbano de la época a través de maestros de oficios reconocidos por la sociedad.
En el siglo XV las condiciones de la enseñanza comienzan a evolucionar y surge una primera división entre la formación de los productores y los empresarios, lo que marca el inicio de una diferenciación entre el trabajo manual y el intelectual, con predominio de la enseñanza eclesiástica; este fenómeno fue progresando y se acentúa en los sistemas educativos que fueron desarrollando. No es hasta el siglo XIX, cuando la estructuración del sistema de enseñanza va confirmando de manera creciente la educación institucional, desde estos momentos surgen las escuelas en las que se hace énfasis en una enseñanza general básica de carácter abstracto y que cada vez se aleja más de la producción y de la vida, no obstante el trabajo como base de la actividad laboral en la educación estuvo presente en el pensamiento filosófico, político y cultural de varios educadores y personalidades célebres de la época. En Cuba la formación laboral en la enseñanza agrícola se enmarca en tres etapas:
- Primera etapa: Antes del triunfo de la revolución.
- Segunda etapa: Desde el inicio del período revolucionario hasta el año1991.
- Tercera etapa: Desde 1991 hasta la actualidad.
En la primera etapa comprendida a partir de 1805 en que se inician los estudios de especialidades agropecuarias en La Habana y en Santiago de Cuba en las llamadas escuelas preparatorias y se establecen cursos de Agrimensura, Agricultura y Veterinaria, entre otros. En la segunda enseñanza se realizaban estudios generales y especializados, donde se impartían asignaturas de aplicación a la agricultura, Nociones teórica y práctica de Agricultura, e idiomas. El título obtenido era de Agrimensor.
Se proyectó una intención de formar profesores para la enseñanza técnica, pero no se materializó, no siendo hasta 1928 en que la escuela de Artes y Oficios se proyecta extender el título del conservatorio (formación de profesores). Aunque se tuvieron en cuenta aspectos teóricos y prácticos en la concepción de los programas estos no alcanzaban el equilibrio necesario entre lo académico y lo laboral. Hasta este momento en nuestra provincia no existieron instituciones escolares que tuvieran en sus programas la educación agropecuaria.
Con el advenimiento de la república mediatizada comienza en 1909 de forma oficial la enseñanza agrícola en Cuba a un nivel primario superior, equivalente al nivel actual de Secundaria Básica, estas escuelas establecían la creación de granjas dedicadas a los cultivos y a la atención de animales de raza. Se crearon en las capitales de las antiguas provincias y luego en la década de los cincuenta proliferaron en la región oriental hasta un número de doce, de ellas en la actual provincia de Holguín se fundaron, una en Banes, otra en Mayarí, en Sagua de Tánamo y otra en la ciudad de Holguín. El plan de estudio era de dos años y se formaban los estudiantes con un nivel teórico elemental que les permitía poseer los conocimientos fundamentales de las diversas formas organizativas de la producción agropecuaria.
La concepción de la combinación de lo académico con lo laboral alcanza niveles más elevados con la inserción de asignaturas relacionadas con la actividad práctica productiva y el trabajo en las áreas de producción que también cumplían fines docentes. Luego con la creación de las escuelas agrícolas se introducen cambios en los planes de estudios con una concepción netamente práctica, aunque con una nueva estructura el estudiante no alcanzaba un nivel que le permitiera la continuidad de estudios en los centros de educación superior. Durante este período se funda en Holguín el centro politécnico Calixto García, pero no fue hasta después del triunfo de la revolución que se dedica a la formación de mecanizadores agrícolas.
La organización del proceso pedagógico distinguía una notable diferenciación entre las clases de taller y las de aula propiamente dichas; pero con un elevado nivel de las formas y métodos para vincular la enseñanza con la producción, destacándose como base para el autoconsumo de los estudiantes y un desarrollo de las producciones mediante la industria rural. La actividad intelectual se equilibró con la actividad práctica, aunque se emplearon métodos de aprendizaje memorísticos.
La segunda etapa se caracterizó por una la búsqueda y experimentación constante de nuevas formas de organización de la actividad laboral en la enseñanza agropecuaria y una gran variación dentro de la concepción del balance entre las horas destinadas a las prácticas y para la teoría en las asignaturas técnicas fundamentalmente, no obstante a ello, los planes de estudio llegan a tener hasta un 67,2% de horas prácticas incluidas en su diseño. Dentro de esta etapa se emplearon los programas de estudio con docencia concentrada en los períodos de zafra de los cultivos de interés económico (Caña de Azúcar, Tabaco y Café) donde se utilizaban todos los recursos humanos de esta actividad. A partir del curso escolar (1971-1972) los centros tecnológicos dejaron de tener una estructura de mando militar.
En esta etapa las formas de organización del proceso pedagógico que predominaron fueron: el adiestramiento práctico, la enseñanza práctica y la cátedra de enseñanza práctica integrada por profesores de experiencia profesional técnica que se encargaron de impartir esta asignatura. En este período aún es predominante la actividad intelectual sobre la manual, aunque se incrementan como se ha visto el número de horas de carácter práctico. Se diseñaron programas de asignaturas netamente prácticas, en los planes de estudio de la especialidad.
La necesidad de profesores para enfrentar la docencia en esta etapa, condujo a que se emplearan profesionales técnicos provenientes de la producción y recién graduados del nivel técnico medio en los politécnicos de todo el país, hasta la creación del ISPETP, y las unidades pedagógicas en algunos politécnicos del territorio nacional, que formaban a los instructores de Enseñanza Práctica. En Holguín existió la unidad docente en el centro politécnico Calixto García. En este período hay un despertar de la enseñanza práctica con su correspondiente documentación (R/M 327/85). Su reglamento.
Existían en Cuba un total de 55 centros dedicados a la formación de técnicos medios en diversos perfiles ocupacionales: Agronomía, Sanidad Vegetal, Riego y Drenaje, Cultivo de la Caña, Cultivo del Arroz, Suelos y fertilizantes, Cultivo de las Viandas y Fruticultura con una especialización muy estrecha.
La tercera etapa contempla un incremento del número de horas para las prácticas, hasta un 80%, este además concibe un equilibrio entre lo académico y lo laboral y entre la actividad manual y la intelectual, todo ello avalado por la( R/M119/94).
Como forma especial de organización se destaca la asignatura Trabajo, que se introduce con un total de 20 horas semanales y por la (R/M 152/2000) se rebajan a 16 horas. Esta concepción favorece a que se empleen nuevas formas y métodos de vinculación de la enseñanza con la producción en las condiciones creadas en los centros de estudio y permite que se disponga de docentes con una mejor preparación técnico-metodológica en las asignaturas.
En esta etapa se amplía la red de centros agropecuarios en el país, alcanzando la elevada cifra de 174, se produce un redimensionamiento de las especializaciones agropecuaria, para pasar a la formación de un técnico medio en Agronomía, con una concepción más integral. También se definen capacidades y habilidades rectoras del profesional de la E.T.P para ésta especialidad.
A partir de los elementos que caracterizan las diferentes etapas de la evolución histórica de la formación laboral en la enseñanza agropecuaria, es posible identificar que como tendencia central ha estado la de vincular cada vez más la enseñanza de los estudiantes con el trabajo, a partir de las siguientes concepciones:
1) Priorizar el trabajo de los estudiantes como base de la enseñanza y los planes de producción comprometidos.
2) Subordinar el trabajo de los estudiantes a los objetivos de la enseñanza y por tanto, las actividades laborales deben estar en dependencia de los contenidos de los programas.
Se considera que en la última etapa de la enseñanza agropecuaria en Cuba existe un perfeccionamiento de la formación laboral de los estudiantes a partir de vincular cada vez más a los mismos con las entidades productivas. Se plantea además que en ella se ha avanzado en la combinación de los procesos de producción y educación en uno solo; el proceso pedagógico profesional cuya premisa es la preparación del hombre para la vida en una sociedad que depende de la ciencia y la técnica. En tal sentido el trabajo presenta como conclusiones las ideas siguientes
- La formación laboral a sido tratada en el decursar histórico con distintos términos.
- En todas las etapas de la formación laboral agropecuaria existe un equilibrio entre la actividad intelectual y la actividad práctica.
- La segunda etapa marcó el comienzo de la formación de profesores en las especialidades agropecuarias, debido al gran volumen de centros politécnicos existentes en el país.
- La tercera etapa se pronunció por la formación de un técnico medio más integral y la elevación del número de horas prácticas con la introducción de la asignatura Trabajo.
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Autor:
Lic. Daniel Thompson Zulueta.
Licenciado en Educación. 1999. Aspirante a doctor.
Categoría: Artículo
Enviado por:
María Teresa Cardoso Barrera
2006