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Propuesta de ejercicios físicos para pacientes que presentan tendencia a pie diabético

Enviado por ILIANA PAZ ROMERO


Partes: 1, 2, 3

  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Problema científico
  4. Marco teórico conceptual
  5. Métodos y procedimientos
  6. Resultados
  7. Conclusiones y recomendaciones
  8. Bibliografía
  9. Anexos

Resumen

La diabetes es una enfermedad crónica y se asocia con alteración del metabolismo de los carbohidratos, lo que conlleva a otros trastornos en el organismo, su incidencia ha aumentado en los últimos años. Existen diversos tratamientos que contribuyen a reducir los trastornos y asociación de otros factores de riesgo que produce la diabetes, uno de ellos y de bajo costo, es el ejercicio físico.

En el presente trabajo se aborda el resultado de la aplicación de un grupo de ejercicios físicos en personas con tendencia a pie diabético. Para llevar a cabo el trabajo se aplicó una serie de ejercicios físicos en medio natural y en el agua, a 15 pacientes diabéticos de la Casa de los Abuelos, radicados en Barcelona, Comunidad "Brisas del Nevery", durante tres meses, con frecuencia de tres días a la semana.

Para comprobar el efecto de los ejercicios en los pacientes se midieron algunas variables importantes en el control del diabético como son: presión arterial, glucosa, así como otras entre las que se encuentran, peso, cintura, cadera, índice cintura cadera, y el índice peso talla, entre otras. Los hallazgos más importantes fueron: el descenso de los niveles glucémicos, pérdida de peso. Se comprobó una mejoría en las variables medidas que permite al paciente poseer una mayor calidad de vida.

Introducción

La primera referencia por escrito acerca de la diabetes corresponde al papiro encontrado por el egiptólogo alemán George Ebers en 1873, descubierto en Egipto, cerca de las ruinas de Luxor, fechado hacia el siglo XV antes de Cristo; donde ya se describen síntomas que parecen corresponder a la diabetes. Fue Areteo de Capadocia quien, en el siglo II de la era cristiana, le dio a esta afección el nombre de diabetes, que significa en griego sifón, correr a través, término para referirse a la enfermedad caracterizada por la eliminación de grandes cantidades de orina también llamado poliuria. En el siglo II, Galeno también se refirió a la diabetes.

En los siglos posteriores, Tomás Willis, en 1679, hizo una descripción magistral de la diabetes, quedando desde entonces reconocida por su sintomatología como entidad clínica. Fue él, quien refiriéndose al sabor dulce de la orina, le dio el nombre de diabetes mellitus. En 1775 Dopson identificó la presencia de glucosa en la orina. Casi en la misma época el inglés Rollo consiguió mejorías notables con un régimen rico en proteínas y grasas, limitado en hidratos de carbono. En la segunda mitad del siglo XIX el gran clínico francés Bouchardat señaló la importancia de la obesidad y de la vida sedentaria en el origen de la diabetes y marcó las normas para el tratamiento dietético. Lo basó en la restricción de los glúcidos y en el bajo valor calórico de la dieta. La búsqueda de la presunta hormona producida por las células descritas en el páncreas, en 1869, por Langerhans, se inició de inmediato.

En 1921, los jóvenes canadienses Sir Frederick Grant Banting y Charles Best, consiguieron aislar la insulina y demostrar su efecto hipoglucemiante. Este descubrimiento significó una de las más grandes conquistas médicas del siglo XX, porque transformó el porvenir y la vida de los diabéticos, además abrió amplios horizontes en el campo experimental y biológico para el tratamiento de esta enfermedad.

Actualmente se reconoce a la diabetes como una enfermedad crónica que afecta a 194 millones de personas en todo el planeta. Y la Federación Internacional de Diabetes, estima que podría incrementarse a 333 millones para el 2025 (Ayala, 2006). Esta enfermedad ocupa en Venezuela la séptima causa de muerte y la quinta causa en el grupo etáreo mayor de quince años.

En Venezuela, según datos aportados por el CDI 茡 Matanza, en el 2008 existe una prevalencia en el sexo masculino de 12 907 y en el femenino 17 260 para un total de 30 167 que representa un índice de 7.32 y 9.31% de incidencia, respectivamente, de casos de pacientes registrados en sus estadísticas con esta enfermedad. A eso hay que agregarle aquellos que la padecen y no son registrados, o los que la padecen, pero no saben que la tienen lo cual aumentaría esta cifra.

A nivel municipal existe una prevalencia en el sexo masculino de 3 622 y en el femenino 5 390, para un total de 9 012.

En el CDI 茡 Matanza" de Barcelona, se registran en el sexo masculino 674 que representa un 2.4% y en el femenino 848 para un 3.5% el cual nos arroja un total de 1 522 que representa una incidencia general del 2.7% de la población atendida por esa instancia.

En respuesta a la elevada masa de pobladores que padecen esta enfermedad, el gobierno ha venido tomando una serie de medidas preventivas con vista a reducir los incrementos; otras, dirigidas al tratamiento de la misma entre las que se encuentra la práctica de ejercicios, la alimentación adecuada y medicamentos acordes con cada caso. Se dedican cuantiosos recursos al respecto.

Relacionado con el ejercicio físico existe a nivel nacional un programa de Cultura Física Terapéutica diseñado para el tratamiento y prevención de diversas enfermedades, entre las que se encuentra la diabetes. Este es desarrollado en los sectores y comunidades a todo lo largo y ancho del país.a través de la Misión Barrio Adentro 1

El programa dirigido a la diabetes, está muy bien concebido. En él se incluyen diferentes ejercicios en medio natural, pero no prevé una situación muy frecuente en el diabético que es la tendencia al pie diabético. Esta es una complicación de la enfermedad la cual se manifiesta por afecciones en la piel, fundamentalmente en las extremidades inferiores. En ocasiones es una de las principales causas de amputación de estos miembros. Al respecto se plantea que más de un millón de personas con diabetes pierden, en el mundo, una pierna o parte de un pie cada año, como consecuencia de este mal.

Las personas con tendencia al pie diabético a menudo se ven imposibilitados de realizar algunas actividades físicas como es el caminar, correr, estar mucho rato de pie e incluso tienen que ponerse calzado con determinadas características pues estos provocan rozaduras desencadenantes de lesiones por lo que se le dificultaría la realización de ejercicios físicos que tengan que ejecutarse con estas características, considerando esta situación como una brecha no resuelta, de ahí que este trabajo se encamine a este tipo de pacientes.

El programa existente para los pacientes diabéticos que actualmente se desarrolla no contempla específicamente el pie diabético por lo que nos encontramos ante la situación problémica siguiente:

La necesidad de complementar el programa para diabéticos con ejercicios para las personas con tendencia a pie diabético.

Por lo antes expuesto, se propone el siguiente problema científico:

Problema científico

¿Cómo solucionar las limitaciones del programa de ejercicios físicos existente para pacientes que presentan una tendencia al pie diabético?

Por tal razón la investigación tiene como objeto de estudio ejercicios físicos para diabéticos, siendo el campo de acción ejercicios físicos para pacientes con tendencias al pie diabético.

Objetivo General.

Proponer un grupo de ejercicios físicos para pacientes con tendencia a pie diabético que les propicie un mejoramiento de los órganos y sistemas, así como de su estado de salud general.

Objetivos Específicos.

  • 1. Analizar el programa de ejercicios físicos existente para los diabéticos y constatarlo con otras fuentes bibliográficas.

  • 2. Diagnosticar la situación actual que presentan los pacientes investigados.

  • 3. Seleccionar los ejercicios que pueden ser realizados por pacientes con tendencia a pie diabético, atendiendo a las características de la enfermedad.

  • 4. Aplicar ejercicios físicos a un grupo de pacientes con tendencia a pie diabético "Alegría de Vivir".

  • 5. Valorar los resultados de la aplicación de los ejercicios físicos en las variables medidas en los sujetos investigados

Preguntas científicas

¿Qué situación presenta el programa de ejercicios físicos para diabéticos?

¿Cuál es el estado actual que presentan los pacientes investigados?

¿Cuáles ejercicios pueden ser realizados por los pacientes con tendencia a pie diabético atendiendo a sus características?

¿Qué efectos tendrán los ejercicios propuestos en los pacientes con tendencia a pie diabético?

Aporte.

El sedentarismo es un factor que está íntimamente relacionado con la mortalidad acelerada de la enfermedad, debido a que contribuye a las complicaciones de la enfermedad y constituye un riesgo a largo plazo para el organismo en general. Así lo declaró la Organización Mundial de la Salud (2004). Sin embargo, aún cuando los esfuerzos se encaminan a que los pacientes con diabetes puedan tener a su alcance atención medica de calidad que les permita controlar o retardar las complicaciones de la enfermedad, y cuenten con un programa de ejercicios físicos, los tendentes a pie diabético se ven limitados a la realización en su totalidad, por las complicaciones que estos les pueden traer debido a sus características específicas y a las condiciones en que se desarrolla la actividad.

Pagazaurtundua (2003) expreso que cualquier actividad física debe efectuarse de forma regular y controlada, así se puede mantener un buen estado físico y psíquico. Al mismo tiempo, se consigue un mejor control de la glucemia y una mejor calidad de vida. Por lo tanto, el ejercicio será un acto agradable y una práctica segura para la persona con diabetes, si se adoptan medidas correspondientes. Se plantea el ejercicio físico como una prioridad en la calidad de vida en el proceso de esta enfermedad. Es por ello que debe llegar a todos, considerando oportuno diseñar un grupo de ejercicios físicos para estos tipos de pacientes que influya de forma positiva lejos de crearles complicaciones, siendo esto un aporte práctico al programa existente.

El papel positivo del ejercicio se conoce desde hace muchos años y es parte fundamental del tratamiento de la diabetes, pues aumenta la sensibilidad a la insulina, por lo tanto, mejora los niveles de glucosa y previene consecuencias, costos y limitaciones que produce esta enfermedad, tanto al enfermo como para la familia y el estado.

Actualmente se reconoce que el ejercicio físico es uno de los procedimientos preventivos y terapéuticos más importantes en la atención de la diabetes. A pesar de su bajo costo y riesgo, se reconoce que la población con tendencia a pie diabético limita su participación en ellos, por las consecuencias adversas que estos les ocasionan, por lo que si se diseña un grupo de ejercicios físicos teniendo en cuenta las características de este tipo de paciente, sería beneficioso y se lograría su incorporación a esta actividad. Pudiendo así gozar de los beneficios que estos les proporcionarían.

Por lo anterior, se considera pertinente el trabajo, pues el mismo les brindará a estas personas la posibilidad de una actividad física con el mínimo de riesgo y evitará las repercusiones que conlleva el proceso de la enfermedad.

La tesis está estructurada de la siguiente forma:

CAPÍTULO I. MARCO TEÓRICO CONCEPTUAL

En el mismo se realiza un análisis de diferentes fuentes bibliográficas que abordan el tema tratándose aspectos como:

  • La diabetes. Concepto, evolución, frecuencia y tratamiento.

  • Diabetes y ejercicio físico. Efectos del ejercicio físico, beneficios y estrategias para evitar la hipoglucemia o hiperglucemia durante el ejercicio físico.

  • El pie diabético. Definición, causas, características, clasificación y prevención.

CAPÍTULO II. MÉTODOS Y PROCEDIMIENTOS

En este capítulo se relaciona la metodología adoptada para el desarrollo de la investigación

CAPÍTULO III. RESULTADOS

En el se expresa los resultados y su análisis así como la valoración de los mismos.

CAPITULO I.

Marco teórico conceptual

2.1. Diabetes.

Esta enfermedad se caracteriza por la incapacidad del páncreas para fabricar insulina en las cantidades requeridas por el organismo. Cuando las células del páncreas se encuentran alteradas, debido a una baja producción de insulina y a una mala calidad de la misma (Periodismo de Ciencia y Tecnología, 2001). Como resultado de ello se produce una baja absorción de glucosa, tanto por las células como por el hígado. Y, por consiguiente, se eleva el nivel de glucosa en la sangre.

La Guía Médica Familiar (1998) señala que la insulina es una hormona, o mensajero químico orgánico, que regula el nivel de azúcar en la sangre. Sus dos funciones fundamentales consisten en facilitar que la glucosa sea almacenada en el hígado, que la liberará cuando las células necesiten más energía, y en permitir que sea asimilada por las células, ya que no pueden emplearla directamente.

La Enciclopedia digital Encarta (2004) indica que es una enfermedad producida por una alteración del metabolismo de los carbohidratos en la que aparece una cantidad excesiva de azúcar en sangre y a veces en la orina. Es una enfermedad multiorgánica, que puede lesionar casi todos los órganos y en especial los ojos, los riñones, el corazón y las extremidades. También puede producir alteraciones en el embarazo. El tratamiento adecuado permite disminuir el número de complicaciones.

Señala además que la diabetes es un problema de salud que afecta a la humanidad sin que importe sus condiciones de desarrollo. Esta es producida por una alteración del metabolismo de los carbohidratos y conducen a una merma de la secreción de insulina. Como consecuencia se produce una hiperglucemia y glucosuria; se caracteriza por eliminación excesiva de orina, adelgazamiento, sed intensa y otros trastornos generales.

En una persona normal el mecanismo regulador absorbe la glucosa, desde el intestino y pasa a la sangre. La insulina actúa como una llave que abre las puertas de las células del músculo, tejido graso e hígado, disminuye el nivel de glucosa en sangre. Una vez que la glucosa está en los tejidos, produce energía y mantiene las funciones de los órganos y estructura. En una persona con diabetes, mientras las elevaciones de glucosa en sangre no pueden penetrar en las células, la producción de insulina esta limitada y altera todo el mecanismo regulador. No se produce energía suficiente y altera las funciones (Enfoque de nuestro tiempo, 2006).

Esta enfermedad se caracteriza por la incapacidad del páncreas para fabricar insulina en las cantidades requeridas por el organismo. Cuando las células del páncreas se encuentran alteradas, no fabrican la insulina necesaria. Como resultado de ello se produce una baja absorción de glucosa, tanto por las células como por el hígado, y por consiguiente se eleva el nivel de glucosa en la sangre.

2.1.1. Frecuencia de la diabetes

La diabetes no respeta edad, raza, sexo o condición social. Por consiguiente la Guía Médica Familiar (1998) hace una caracterización general de la frecuencia con la que afecta la diabetes:

  • Afecta a una persona de cada 70.࠼/font>

  • Uno de cada cuatro diabéticos no acusa los síntomas de la enfermedad.

  • La sufren un 0,5% de los niños, frente a un 3% de ancianos.

  • El tipo insulino dependiente es más común entre los niños y los adolescentes.࠼

  • La mayoría de los insulinos independientes son mayores de 40 años.࠼

  • La diabetes tiene relación con factores hereditarios. Sin embargo, aunque ambos progenitores sean diabéticos, existe sólo un 5% de probabilidad de que sus hijos padezcan la enfermedad.༯

2.1.2. Evolución de la diabetes

La insulina segregada por el páncreas controla la concentración en sangre del azúcar glucosa, necesaria como combustible en numerosas reacciones químicas.

En una persona sana, la digestión del alimento induce el aumento de la glucosa en sangre. El páncreas libera insulina, que estimula la absorción de glucosa por parte de las células. También contribuye a transformar la glucosa en glucógeno, que se almacena en el hígado y los músculos como reserva energética. Las hormonas regulan la liberación de insulina estimulando la disminución de la concentración de azúcar en sangre, lo que a su vez frena la secreción pancreática. En una persona con diabetes mellitus, el páncreas no produce insulina suficiente o el organismo no es capaz de utilizarla. Después de la digestión, si el páncreas no segrega suficiente insulina, el organismo se ve obligado a descomponer las grasas, pues no puede utilizar la glucosa para obtener energía. Como consecuencia, se eliminan con la orina unos compuestos tóxicos llamados cetonas, que también se acumulan en la sangre y provocan acidosis cetónica, un cuadro grave que puede degenerar en coma o muerte. Si el organismo no es capaz de utilizar la insulina, la glucosa se acumula fuera de las células y circula sin ser absorbida. Las concentraciones elevadas de este azúcar en sangre y orina deterioran la capacidad del organismo para combatir las infecciones y pueden provocar también acidosis cetónica.

2.1.3. Clasificación de la diabetes

La revista Enfoque de nuestro tiempo, (2006) plantea diferentes clasificaciones de la diabetes, según sus características en:

  • Tipo 1 o juvenil: Antes llamada insulino dependiente. Con este tipo de diabetes el cuerpo deja de producir insulina, por lo que se requiere insulina exógena de por vida. Las personas que la presentan son generalmente delgadas, afecta a niños y adolescentes, y se cree producida por un mecanismo auto inmune. Constituye de un 10 a un 15% de los casos, y es de evolución rápida.

  • Tipo 2 o Diabetes Mellitus tipo 2. Se conocía como insulinoindependiente. Generalmente son obesos quienes la padecen. Se presenta después de los 30 años. Tienen suficiente insulina tempranamente en la sangre pero su cuerpo no puede utilizarla correctamente. No dependen de la insulina exógena para sobrevivir, pero sí necesitan un control adecuado para controlar su glucemia y es de evolución lenta. Muchas veces no produce síntomas y el diagnóstico se realiza por la elevación de los niveles de glucosa en un análisis de sangre u orina.

  • Secundaria. Puede ser originada por causas o enfermedades secundarias.

  • Gestacional. Se presenta en mujeres ya sea antes o durante el embarazo. Desaparece después del parto. Su nivel de glucosa es mayor de lo normal.

La diabetes tipo 2 se ha incrementado rápidamente. Frecuentemente se atribuye a un aumento de la obesidad, aunque existen pruebas contundentes que demuestran que la inactividad es también un factor de riesgo. Según los estudios, en las personas que son más activas el riesgo de desarrollar diabetes, es un 30-50% menor que en las que son sedentarias. Se ha comprobado que el ejercicio retrasa o posiblemente previene que la intolerancia a la glucosa se convierta en diabetes y es también beneficioso para las personas a las que ya se les ha diagnosticado diabetes. Interesantes estudios han demostrado que realizar ejercicios, como andar o montar en bicicleta, tres veces a la semana durante 30-40 minutos, puede suponer pequeñas; pero significativas mejoras en el control glucémico (azúcar en sangre) de los diabéticos. De acuerdo con la experiencia de trabajo acumulada en la Cultura Física corroboramos estos planteamientos.

Pagazaurtundua (2003) indica que el aparato digestivo sigue un proceso complejo para metabolizar los nutrientes que abastecen las necesidades del organismo. En todo el proceso trabaja una hormona llamada insulina, la cual es segregada por el páncreas y controla la concentración en sangre del azúcar, glucosa necesaria como combustible en numerosas reacciones químicas.

2.1.4. Tratamiento de la diabetes

Con el tratamiento adecuado la mayoría de los diabéticos alcanzan niveles de glucosa en un rango próximo a la normalidad. Esto les permite llevar una vida normal y previene las consecuencias, a largo plazo de la enfermedad.

(García, 2003): Señala Los siguientes factores que determinan el progreso del control de la diabetes.

  • Farmacológico. El que el medico indique. Si persiste un nivel elevado de glucosa en la sangre, se puede añadir al tratamiento insulina. Los pacientes que no requieren insulina, o los que tienen problemas con las inyecciones de insulina, pueden utilizar medicamentos por vía oral para controlar su diabetes. En la actualidad, hay bombas de infusión de insulina que se introducen en el organismo y liberan la hormona a un ritmo predeterminado. Esto permite realizar un control más exhaustivo de los niveles de glucosa en la sangre.

  • Propuesta alimentaría. El paciente debe ingerir alimentos en pequeñas dosis a lo largo de todo el día para no sobrepasar la capacidad de metabolización de la insulina. Son preferibles los polisacáridos a los azúcares sencillos, debido a que los primeros deben ser divididos a más sencillos en el estómago, y por tanto el ascenso en el nivel de azúcar en la sangre se produce de manera más progresiva.

  • Ejercicio Físico. Ayuda a mantener el peso, y aporta un gran beneficio al aparato circulatorio, a su vez disminuye la resistencia de los tejidos a la acción de la insulina.

Estos tres aspectos son considerados y recomendados por los diferentes autores en el tratamiento de los diabéticos.

  • Diabetes y ejercicio físico

El papel positivo del ejercicio físico sobre la diabetes se conoce desde hace muchos años. Las principales investigaciones del efecto positivo del ejercicio físico en la diabetes se obtuvieron a partir de las primeras observaciones a finales de la década de los cuarenta por los científicos Gabriele y Marble en niños que asistían a campamentos para diabéticos. Para 1955, otro estudio del mismo carácter, refirió un descenso del 40 por ciento en las dosis de insulina en niños diabéticos que iban a los campamentos, lo que él atribuyó al ejercicio físico. Diez años más tarde, en 1965, se observó un descenso en el nivel de glucosa en sangre, secreción de glucosa urinaria, y dosis de insulina; en cinco diabéticos, luego de seis semanas de entrenamiento por intervalo. A partir de las investigaciones anteriores, los estudios de Wallberg – Henriksson y Cols. en 1982 declararon una mayor sensibilidad a la insulina luego del entrenamiento físico, tanto en individuos diabéticos como no diabéticos (Citado por Rowland, 2006).

Actualmente se recomienda la práctica deportiva regular a las personas diabéticas porque junto con la propuesta alimentaría y el tratamiento farmacológico, es uno de los puntos importantes de su tratamiento.

El estado de actividad física esta directamente relacionado con el funcionamiento cardíaco y los niveles metabólicos que regulan los procesos glucémicos en la sangre. Cualquier práctica deportiva debe efectuarse de forma regular y controlada, entonces se puede mantener un buen estado físico y psíquico. Al mismo tiempo se consigue un mejor control de la glucemia y una mejor calidad de vida, ya que ayuda a mejorar el control de la diabetes, si está correctamente pautado porque produce un descenso del nivel de glucosa en sangre debido al aumento de la utilización del músculo en movimiento, lo que provoca una reducción de la dosis de insulina. Si la práctica deportiva es regular; favorece la pérdida de peso, debido al consumo de grasas por parte del músculo en actividad lo cual reduce la incidencia de enfermedades cardiovasculares y mejora la elasticidad muscular (Pagazaurtundua, 2003).

Pagazaurtundua (2003) declara que durante la actividad física se produce un aumento del consumo de energía del músculo. En los primeros 30 minutos este consume la glucosa de los depósitos de glucógeno, que es la glucosa almacenada. Una vez agotados dichos depósitos, pasa a consumir glucosa de la sangre. A continuación se establece un suministro continuo desde el hígado, que también produce glucosa, hasta la sangre y de la sangre al músculo. Si el ejercicio se prolonga, se obtiene combustible de las grasas Frente a un ejercicio prolongado el organismo disminuye la secreción de insulina. Las personas con diabetes tienden a movilizar la glucosa en sangre y disminuir los niveles glucémicos y, si en casos en que la persona diabética tiende a administrarse insulina, el organismo se adapta de tal manera que se reduce la dosis de insulina. Según el portal de la fundación diabetes (2006), las personas con diabetes también tienen que adaptarse al reducir la dosis de insulina para conseguir el mismo efecto; se establece que dicha reducción previa al ejercicio de larga duración como el montañismo, maratón, entre otros, evita la hipoglucemia.

2.2.1. Efectos del ejercicio físico

I. Efectos antropométricos y neuromusculares: control del peso corporal, disminución de la grasa corporal, aumento de la masa muscular, aumento de la masa magra, aumento de la fuerza muscular, aumento de la densidad ósea, fortalecimiento del tejido conectivo, aumento de la flexibilidad.

II. Efectos metabólicos: aumento del volumen sistólico, disminución de la frecuencia cardiaca en reposo y en el trabajo submáximo, aumento de la potencia aeróbica (VO2MÁX: 10-30%), aumento de la ventilación pulmonar, disminución de la presión arterial, mejora del perfil lipídico, mejora de la sensibilidad a la insulina, aumento de la taza metabólica de reposo.

III. Efectos psicológicos: mejora del auto-concepto, mejora de la auto-estima, mejora de la imagen corporal, disminución del stress, ansiedad, tensión muscular e insomnio, disminución del consumo de medicamentos y mejora de las funciones cognitivas y socialización.

2.2.2. Beneficio del ejercicio físico en la diabetes

  • Puede ayudar a mejorar el control de la diabetes (si está correctamente pautado) porque produce un descenso del nivel de glucosa en sangre (debido al aumento de la utilización del músculo en movimiento).

  • Provoca una reducción de la dosis de insulina, si la práctica deportiva es regular.

  • Favorece la pérdida de peso, debido al consumo de grasas por parte del músculo en actividad.

  • Reduce la incidencia de enfermedades cardiovasculares.

  • Mejora la elasticidad muscular.

Los principales beneficios del entrenamiento de la fuerza muscular son:

  • Mejora de la velocidad para andar.

  • Mejora del equilibrio

  • Aumento del nivel de actividad física espontánea

  • Mejora de la auto-eficacia

  • Contribución en la manutención y/o aumento de la densidad ósea

  • Ayuda en el control de Diabetes, Artritis, Enfermedades cardiovasculares

  • Mejora de la ingestión dietética

  • Disminución de la depresión

2.2.3. Estrategias implementadas para evitar la hipoglucemia o la hiperglucemia durante el ejercicio físico.

Las siguientes estrategias fueron propuestas por el portal de Internet de la fundación de diabetes (2006) y, son necesarias para evitar una hipoglucemia o hiperglucemia en la práctica de actividad física:

  • Se debe verificar la glucemia antes de la práctica deportiva. Si es menor de 100 mg/dl: tomar un suplemento antes del ejercicio, por ejemplo: frutas, galletas, bebidas energéticas; si está entre 100 mg/dl – 150 mg/dl: puede realizar el ejercicio sin riesgo, se tiene que controlar siempre la glucemia; si es mayor de 250 mg/dl, posponer el ejercicio y valorar la acetona en la orina.

  • Si la diabetes es descontrolada, es decir mayor de 300 mg/dl o existe acetona en la sangre, se procede administrar insulina rápida, esperar dos horas y comprobar la glucemia y la acetona.

  • Disminuir la dosis de insulina antes de la actividad, si lo requiere.

  • No inyectarse la insulina en una región muscular que será expuesta a una importante actividad.

  • Evitar el ejercicio físico en el momento del pico máximo de acción de la insulina.

  • Controlar la glucemia durante y después del ejercicio.

  • Tomar un suplemento de hidratos de carbono durante el ejercicio si este es prolongado, cada 30 a 45 minutos.

  • No olvidar que es esencial una buena hidratación, lo ideal es beber agua sobre todo.

  • Aprender a reconocer las reacciones de la glucosa según los diferentes tipos de ejercicio.

  • Aumentar la ingesta de alimentos hasta las 24 horas después de la actividad, en dependencia de la duración e intensidad, para evitar la hipoglucemia tardía inducida por el ejercicio.

2.3 Enfoque de la Cultura Física Terapéutica

El ejercicio físico es benéfico en la diabetes porque disminuye la influencia desfavorable de la actividad motora obligatoriamente disminuida; previene las complicaciones; intensifica las reacciones de defensa del organismo durante la enfermedad; contribuye al desarrollo de los mecanismos compensadores.

El individuo está realizando en el mundo la mayor parte del tiempo distintas actividades a través del trabajo, la vida en el hogar, sus relaciones, el tiempo libre, entre otros, y el vehículo de actuación es el movimiento. Consideramos trascendente la objetivación de éstas actividades enmarcadas dentro de la actividad física espontánea, porque representa el volumen de actividad física mas elevado a lo largo de la vida, y que es necesario objetivar profundamente.

Como consecuencia de esa actividad física espontánea, se producen, patrones de conducta relacionados, con la vida del individuo que surgen de la estrecha relación con el mundo en que él se mueve: trabajo, familia, amistades, que pasan inadvertidas, por su cotidianeidad en que las repeticiones constantes de gestos, actitudes, posturas forzadas, posiciones de descanso, van "desestructurado" primero las estructuras naturales, y luego "reordenando" nuevos patrones de movimiento y actuación en función del predominio de esas nuevas solicitaciones de movimiento, generalmente nocivos para la salud. Es decir, de manera no planificada ni organizada concientemente, pero sí consecutiva y progresivamente, se realiza un proceso de adaptación que, inevitablemente, instala respuestas adecuadas al mismo y establece, por lo tanto, nuevos patrones de movimiento y comportamiento.

Ante la situación descrita, se deben crear una actividad física organizada, específica, ordenada científicamente, así como alternativas complementarias que representen una opción coherente, en función de las necesidades, situaciones, deseos, capacidades, edad y medios de cada individuo en función del más alto objetivo, su salud.

Toda actividad comunitaria debe responder a la conservación de una salud adecuada y las capacidades funcionales de las personas. La estrategia principal para servir a este fin consiste en la promoción de salud, así como el aumento del conocimiento sobre los orígenes, las causas y los factores que elevan el riesgo de padecer enfermedades, de la misma forma que acciones tendientes a prevenir primero, y rehabilitar si es necesario los niveles básicos de salud.

Es por ello que los programas de la Cultura física que actualmente se desarrollan en el país responden a esos fines, siendo ejemplos los éxitos alcanzados, en la disminución de incidencia de las enfermedades cardiovasculares, los índices de tabaquismo de la población adulta, el control de la diabetes y otros. También el auge de las condiciones preventivas y aumento de la calidad de vida comunitaria.

Se ha acumulado la información suficiente sobre la eficacia, la seguridad y los medios de aplicación práctica que justifica una promoción generalizada de la actividad física como medida efectiva, segura, práctica y económica para la mejora de la salud, la prevención de enfermedades, la elevación del bienestar individual y la calidad de vida comunitaria.

El ejercicio es un esfuerzo planificado e intencionado, para mejorar la forma física y la salud. Puede incluir actividades como andar a paso ligero, la bicicleta, el aeróbic. La forma física es principalmente el resultado que obtenemos, según nuestros niveles de actividad física, aunque también son importantes los factores genéticos, gracias a los cuales algunas personas tienen una capacidad natural y un físico adecuado para destacar en algunas actividades.

El aumento de las actividades físicas tiene numerosas compensaciones, entre ellas la reducción del riesgo de padecer ciertas enfermedades y afecciones, y la mejora de la salud mental.

El cuerpo humano está diseñado para moverse, y por ello una vida sedentaria puede tener como consecuencia enfermedades e incluso la muerte prematura. En una revisión de 44 estudios, se comprobó que los adultos que realizan una actividad física moderada, especialmente durante la mediana edad y posteriormente, tienen el doble de posibilidades que las personas sedentarias, de evitar una muerte temprana y el desarrollo de enfermedades graves. Hoy día se reconoce que la inactividad es uno de los factores de riesgo en las enfermedades cardiacas y metabólicas. ¿Pero quién cura el sedentarismo?. Definitivamente la actividad física y por ende los profesionales relacionados con la misma. Esta Actividad Física que además de mantener, mejorar y controlar la salud, controla y cura las enfermedades. Quizá tengamos en nuestras manos la solución en presente milenio, la solución del ser humano para los múltiples problemas que está aquejado y que tiene en la actividad física una solución accesible, barata y fácil de ejecutarse.

¿Qué riesgos se asocian a la actividad física?

Con lo anterior no queremos decir que la actividad física sea la panacea para el tratamiento y prevención de las enfermedades, pues no existe ninguna acción que no conlleve riesgos, y el ejercicio no es una excepción. Por ejemplo, la posibilidad de sufrir una muerte cardiaca súbita durante el ejercicio físico intenso, también se incrementa el riesgo de lesiones, particularmente en los pies, los tobillos y las rodillas, cuando se realizan ejercicios o deportes intensos, por lo que la clave del éxito está en la realización de una actividad física planificada, sistemática, adecuada a las características de la enfermedad, de los pacientes, del entorno y condiciones.

La Actividad Física hace referencia al movimiento, la interacción, el cuerpo y la práctica humana. Tiene tres dimensiones: biológica, personal y sociocultural.

Desde una dimensión biológica (la más extendida) se define como cualquier movimiento corporal realizado con los músculos esqueléticos que lleva asociado un gasto de energía. Pero una buena definición debería integrar las tres dimensiones citadas: "La actividad física es cualquier movimiento corporal intencional, realizado con los músculos esqueléticos, que resulta en un gasto de energía y en una experiencia personal, y nos permite interactuar con los seres y el ambiente que nos rodea". Este último concepto es el que asumimos en nuestro trabajo

El objetivo de cualquier intervención debe ser integrar la actividad física en la vida diaria y promoverla entre todos los grupos de edades y de condiciones sociales, tanto en hombres como en mujeres, incluidas las personas incapacitadas.

Todos los ámbitos de la vida (hogar, escuela, servicios de salud, sitios de trabajo y la comunidad) pueden proporcionar puntos de acceso para dichos programas. El desarrollo de entornos propicios (estimular a la población para que sea responsable de su propia salud; ambientes seguros y accesibles; desarrollo de políticas sociales) permiten romper algunas de las barreras que impiden a la gente ser físicamente activa. De ahí que en el trabajo se dedique para el grupo poblacional con tendencias a pie diabético pues en el programa nacional no se contempla ejercicios para estos sujetos.

La promoción de la actividad física es una política ganadora para todos. Complementa otras políticas nacionales dirigidas a temas importantes como la nutrición, el control del consumo de tabaco, la seguridad urbana, el medio ambiente y el transporte.

Durante siglos, la evolución del ejercicio físico y del deporte ha sido lenta, al igual que los progresos tecnológicos. Sin embargo, en el siglo XX, este avance fue de tal magnitud que los hábitos y costumbres sociales variaron en muy poco tiempo. Podemos decir que la práctica de la actividad física y deportiva se ha popularizado mucho, sobre todo en las sociedades desarrolladas, y más en concreto en el siglo actual. Si echamos un vistazo a periódicos, revistas o programas de televisión, veremos que el ejercicio físico y la salud son temas de moda. La relación que se atribuye entre actividad física y salud en Venezuela suele ser amplia no se centra aspectos concretos y se relaciona con una noción completa de bienestar, tanto a nivel físico, como psicológico y social.

Algunas características que debe respetar una actividad física orientada a la salud son:

  • Ser moderada (permitir llevar una práctica constante durante largo tiempo) y vigorosa (intensidad que produzca sudoración y jadeo en la respiración).

  • Habitual y frecuente, de manera que forme parte del estilo de vida.

  • Orientada al proceso de práctica, más que a un resultado o alto rendimiento.

  • Satisfactoria.

  • Social; que permita relaciones entre las demás personas.

  • Si se compite, debe ser entre individuos de un mismo nivel y con el deporte adaptado a las características del que lo/a practica.

  • Existirán algunos aspectos lúdicos.

  • Ser acorde con la edad y características psicofísicas de los practicantes.

  • Habrá una amplia variedad de actividades y deportes.

  • Se adaptará a las características personales.

2.4. El pie diabético

2.4.1. Definición

La Diabetes Mellitus es una enfermedad crónica que afecta a un alto porcentaje de la población, es una enfermedad metabólica que determina cambios biomecánicos que lesionan el pie, trae aparejada complicaciones siendo una de ellas el pie diabético que conduce en muchos casos a las amputaciones. Las mayores ocurren en los miembros inferiores. Es directa o indirectamente la tercera causa de muerte.

El concepto de pie diabético es difícil de delimitar con precisión. La definición implica una frecuencia elevada de lesiones en los tejidos del pie.

El Dr. Carlos Zavala Urzúa denota que el pie diabético es una de las complicaciones más temidas de la diabetes mellitus de larga evolución, por constituir una causa frecuente de amputación e invalidez, y representar un elevado costo económico y social. La úlcera neuropática o mal perforante plantar, secundaria a la poli neuropatía, que altera la sensibilidad protectora y la biomecánica del pie, precede frecuentemente a la amputación. Al respecto Aragón Sánchez comparte esta misma opinión pues señala que "La diabetes es la principal causa de amputaciones no traumáticas de extremidades inferiores en los Estados Unidos, y aproximadamente entre un 14 y un 24 por ciento de los pacientes con diabetes que tienen una úlcera en el pie sufren una amputación". Según el Instituto Nacional de la Diabetes y de las Enfermedades Digestivas y del Riñón (Nacional Instituto of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases, su sigla en inglés es NIDDK), en Estados Unidos, más del 60 por ciento de las amputaciones no traumáticas de las extremidades inferiores ocurren entre las personas que sufren diabetes.

Dentro de los factores epidemiológicos la doctora Gabriela Della Bianca señala algunos datos que consideramos importantes referir, entre los que se encuentran:

  • Aproximadamente un 20% de los pacientes diabéticos desarrollarán úlceras del pie en algún momento de su vida.༯

  • Según diferentes estudios, entre el 50 y el 95% de los casos de amputaciones de extremidades inferiores de causa no traumática, corresponden a pacientes diabéticos.

  • En hombres menores de 80 años, casi los dos tercios de los casos de gangrena arteriosclerótica son resultado de la diabetes.

  • En las mujeres con gangrena arteriosclerótica casi el 80 % son debidas a la diabetes.

  • En un 40 % de los pacientes amputados, se produce una segunda amputación en los cinco años siguientes, con una mortalidad del 50 % dentro de los tres primeros.

Pese al aparente reconocimiento de la gravedad de las lesiones del pie, por parte del paciente, del médico y del equipo de salud, la incidencia y las amputaciones prosiguen. No obstante, las investigaciones han demostrado que es posible evitar la aparición de una úlcera en el pie.

2.4.2. Causas

Partes: 1, 2, 3
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