- Introducción
- Felicidad
- Corrientes conceptuales
- Conocer genera felicidad
- Lo humano muy humano, derivación científica y alegórica del amor en felicidad
- Altruismo y filantropía
- Conclusión
- Bibliografía
Introducción
Dentro de un patrón axiológico podríamos catalogar lo que llamamos "felicidad" como el más preciado de los estados de ánimo, cuyo valor en sí, es determinado por la capacidad que tiene el individuo o el colectivo de lograr un axioma constituyente de elementos que le produzcan. No solo bastan los deseos y anhelos llevados a la realidad que es mucho, también es necesario que esos valores de hecho y potenciales estén a la orden del individuo y que sean, allende o a futuro objeto de placer constante. Ni frugales, ni fugases deberían ser tales virtudes para consolidar ese estado de ánimo en lo que se llama "tiempo" relativamente largo. No deberían tampoco ubicarse tales virtudes entre los sujetos espontáneos, ni de cualidades superfluas, por cuanto, los deseos, mejor se cumplen sólidamente o se quedan en la esperanza que para el psiquis sería más sano.
La felicidad es relativa, está sujeta a muchos factores y cambios que influyen a quienes afectan de forma sublime o material, su encanto se produce aunque quien la logra no espere una sorpresiva llegada (serndipiti). No obstante la libertad de acción del ente afectado es el sujeto de su aparición, que: ¡no siendo espontanea, sin embargo, lleva tácito un estado de ánimo sólido y emprendedor! Lo cual daría pie a que se produzca, es pues: el andar el mundo vivir, todo fluye diría Heráclito.
La vida fluye, por ello, todos tienen oportunidad de ser felices, los cambios son, en partes muy elevados pero no intrínseca voluntad del individuo. Veamos a continuación como patrón de análisis, los siguientes postulados.
Definición general: Estado de ánimo de la persona que se siente plenamente satisfecha por gozar de lo que desea o por disfrutar de algo bueno.
"la felicidad debería ser el objetivo último del ser humano, y la riqueza (es decir, la propiedad libre, individual y absoluta), su principal motor o baluarte"
Etimología: del griego griego (e?da?µ???a) eudemonia, del latín (felicitas). Traducible como "fértil".RAE: Estado de ánimo que se complace con la adquisición de un bien.
LARROUSE: Estado de ánimo de la persona que se siente satisfecha por la situación en que vive.
En términos filosóficos:
Aristóteles: La felicidad se identifica con muy diversos bienes: con la virtud, con la sabiduría práctica, o con la sabiduría filosófica, y/o con todas ellas acompañadas o no de placer, y la prosperidad, como consecuencia de las mejores actividades benefactoras que la producen.
Boecio : Es «el estado en el cual todos los bienes se hallan juntos». La felicidad no tiene, pues, sentido sin los bienes que hacen felices.
Santo Tomás: Es «un bien perfecto, de naturaleza intelectual». La felicidad no es simplemente un estado del alma, sino algo que el alma recibe desde fuera, pues de lo contrario la felicidad no estaría ligada a un bien verdadero.
Kant: destaca este punto en "la Crítica de la razón práctica" como el nombre de las razones subjetivas de la determinación, y, por tanto, no es reducible a ninguna razón particular. Para el, la felicidad es un concepto que pertenece al entendimiento; no es el fin de ningún impulso, sinno lo que acompaña toda satisfacción.
Ferrater Mora: la felicidad no es presentada nunca como un bien en sí mismo, ya que para saber lo que es la felicidad hay que conocer el bien o bienes que la producen. De esta forma los conceptos antiguos, medievales y modernos se correlacionan al coincidir en que, para que haya felicidad debe ha ber la obtención de bienes, sean materiales o espirituales. La felicidad no esta sujeta a la voluntad del individuo sino a la oportunidad de lograr aspiraciones en algunos casos y la obtención de prosperidad inesperada en el devenir cotidiano.
Según los sofistas
El más conocido de los sofistas fue Protágoras (s. V a.C.). Su lema más conocido dice así;
"El hombre es la medida de todas las cosas".
Este lema conduce a un relativismo absoluto, es decir, para los sofistas cada persona es el único juez de lo que es correcto para ella, pero puesto que la ley es necesaria para la supervivencia de la comunidad, es conveniente y prudente respetarla.
Los sofistas defienden el relativismo y el escepticismo. Dicen que todo es al mismo tiempo verdadero y falso (relativismo) y que no es posible conocer la verdad (escepticismo). Una consecuencia de este pensamiento es que tanto las instituciones políticas como las normas e ideas morales vigentes no son ni verdaderas ni falsas; son convencionales. Aquí encontramos la dicotomía entre lo que es por naturaleza y lo que es por convención. Por ejemplo, morir es algo natural, pero los ritos funerarios son convencionales.
Pues bien, decir que una institución política o una norma moral es por naturaleza implica que no puede ser de otra manera, que no se puede cambiar, mientras que si decimos que son convencionales se pueden cambiar. Es decir, no hay una verdad permanente, duradera, ni una ley promulgada por la divinidad, ni un código de valores eterno. La medida de las cosas son los seres humanos, sus necesidades y su búsqueda de la felicidad.
Según los conceptos anteriores, la felicidad, en un estado de ánimo independiente de los posibles «bienes» o «males» supuestamente -externos-, por tanto no debe definirse objetivamente si no se define un cierto bien (por «subjetivo» que éste sea).
Dado que la felicidad no es un valor intrínseco de la voluntad del individuo o colectivo, sino el producto de deseos logrados, y/o consecuencias de lo fortuito, preliminarmente se puede definir que: "la felicidad es lograr el mínimo de frustraciones posibles respecto a los deseos del individuo y/o del colectivo y la obtención de cosas para bien particular y común". A esto se debe agregar el mínimo de decepciones respecto a lo inesperado. En general la felicidad es haber alcanzado un máximo de satisfacción.
Debido a que la felicidad es producto de un proceso, no será eterna, "por lo menos por ahora" Su perecimiento –valga el termino- depende del esfuerzo efectivo del individuo o colectivo por alcanzarla y mantenerla.
En religión:
San Agustín: Habló de la felicidad como fin de la sabiduría; la felicidad es la posesión de lo verdadero absoluto y, en último término, la posesión (fruitio) de Dios; todas las demás «felicidades» se hallan subordinadas a aquélla.
JPII en la encíclica "Fides et Ratio" concreta una simbiosis que seria la que impulsaría estos bienes que necesita el individuo humano para alcanzar la felicidad, esta simbiosis está constituida por una coyuntura o necesaria relación entre lo que piensa el hombre en el sentido de la omnipresencia de Dios y el uso de la inteligencia; o sea, fe y razón. Para ello necesariamente el individuo debe conocer sus alcances y limitaciones como ser en si y, entender o comprender, que ellos – alcances y limitaciones- son el producto de la creación y lo trascendente de sí mismo como ser en el mundo.
Osho: más o menos parecido a lo planteado por su santidad JPII, dice: La emoción y el intelecto son como dos alas: cuando utilizamos solamente un ala el resultado será frustración. Entonces la dicha que llega al usar ambas alas simultáneamente, en equilibrio y armonía, nunca es alcanzada. Para el la dicha es felicidad, la fe, emoción, el intelecto la razón. Son dos alas que deberían batir fuerte y simultáneamente para dar impulso al espíritu y con ello obtener el más deseado estado de ánimo "la dicha o felicidad".
En política
Lao Tse: determina que un pueblo feliz es aquel que recibirá beneficios manejados por la administración pública, no obstante quien ostentare el poder (líder, gobernador) debía manejar como característica principal no hacerse imprescindible, ni auto alabarse por las obras hechas en función de su pueblo. Para el sabio, un "buen líder" es aquel al que su pueblo orgulloso le aclama como hecho por el mismo.
Platón[1]y Maquiavelo[2]aunque para el segundo lo importante es el poder (principalmente monárquico) y, para el primero el ejercicio de la democracia como la perfección política; ambos conciben que: la felicidad del pueblo es una herramienta indispensable para mantenerse en el poder, para ello debe conceder Justicia (estabilidad jurídica, económica y social) para ellos la felicidad estriba en mantener al pueblo conforme, no con miserias al estilo J. Stalin (control de la alimentación) sino sufragándoles sus necesidades tanto materiales como espirituales de forma equitativa y general, sin soslayar el mérito que corresponde a quienes en función del pueblo generan beneficio, tanto peculiar como colectivo y, sin alterar el orden constitucional y el desenvolvimiento sano del gobierno.
Simón Bolívar afirmaba "un buen gobierno es el que provee la mayor suma de felicidad a su pueblo"
De modo que, derivado de manejos impropios de la cosa pública, donde: el recaudo fiscal sea oneroso, los servicios públicos sean deficientes, la delincuencia no se controle, haya escases y desabastecimiento de alimentos, mala calidad de educación, restricciones para movilizarse tanto interna como internacionalmente, restricciones cambiarias, opresión política, terrorismo de Estado, violación a los artículos de la constitución; no puede esperarse un pueblo feliz. Por muchas razones habría infelices, devenidos de las gestiones erradas del gobierno.
En psicología:
Alberto E. Fresina en "las leyes del psiquismo" Afirma que La felicidad en sentido objetivo o absoluto se refiere al resultado positivo del balance de placer-displacer vivenciales, como promedio de un determinado período de tiempo (días, semanas, meses o años). ( ) Más allá de las distintas estrategias o tipos de valores virtuales, si las cosas no terminan en aquella relación anímica concreta, significa haber fracasado.
Para Fresina, El producto anímico más favorable consiste en el trabajo frecuente e intermitente de las neuronas del placer en la máxima intensidad y mínima duración, y en el continuo trabajo de las neuronas del displacer en la máxima duración y la más leve intensidad. Toda alteración de esa relación implicaría alejarse de la felicidad y aproximarse a la infelicidad objetiva. Esta condición generaría el entusiasmo como estado anímico y se traduciría en actividades continuas e intensidad mínima de las neuronas del displacer (deseo, expectativa, incertidumbre, suspenso, tensión de concentración) y la paralela presentación de reiteradas irrupciones de actividad intensa de las neuronas del placer (reacciones de alegría, júbilo y "emoción").
Por tal motivo, la ventaja de vivir con entusiasmo se constituye en organizarse la vida para funcionar en sociedad. No se decide "espontáneamente" comenzar a vivir con entusiasmo. es absurdo suponer tal cosa. Ese estado depende de las condiciones objetivas de vida y de las posibilidades que ellas ofrezcan al respecto. De lo contrario, desde hace mucho tiempo todo el mundo viviría lleno de entusiasmo y felicidad.
Aristóteles señala que el fin del ser humano es la felicidad, sin embargo, esto lleva implícito que el fin orientador del actuar humano, es subjetivo o relativo ya que depende de cada individuo. Lo que hace feliz a uno, no necesaria mente va a ser replicable para los demás.
El actuar orientado a un fin hace que sea necesario actuar de tal modo que pueda solucionar los problemas y adversidades que se presenten en el camino, eso es lo que tradicionalmente se entiende como el actuar inteligente.
La inteligencia es la capacidad con la que cuentan las personas para resolver problemas. Este actuar inteligente o racional, nuevamente nos evidencia estar en presencia de un acto moral, porque desde el momento que el individuo tiene la posibilidad de cambiar o modificar el entorno para el logro de sus objetivos y su realización, existe el riesgo que su actuar traiga consecuencias para la comunidad en la cual está inserto. Es así como la educación no puede estar al margen de los valores y la moral.
Ignorancia (inteligencia bruta)
La ignorancia no se desarrolla, se mantiene latente en vastos territorios e incluso puede afectar a naciones enteras. La ignorancia, puede ser ancestral o inducida, la diferencia depende, en el caso ancestral: se mantiene donde no hay grados de desarrollo y uso de la inteligencia en función del progreso y la investigación que practica la demografía o volumen de habitantes que comprende un colectivo o comunidad, tal desarrollo deviene de la inquietud que genera solucionar situaciones adversas al bienestar, la alimentación y la seguridad que se presentan cotidianamente y, que, al descubrir la forma de corregirles se ha producido uno o muchos conocimientos (cultura), por ende, se minimiza la ignorancia. Después de tal advenimiento cognoscitivo, se documenta (codifica o escribe) y/o conserva en la memoria –dependiendo del grado de importancia y atención– de gran parte del colectivo y, en función de utilizarles a futuro pragmática e instrumentalmente y como parte de la educación que debe privar en la etapa de desarrollo de una nación o pueblo (colectivo). Entonces, lo contrario al desarrollo o cultivo de la inteligencia es ignorancia, o sea desconocer, adolecer de uno o muchos conocimientos que perturban la integración del individuo o colectivo a una supuesta o relativa verdad Universal.
Respecto a su inducción, la ignorancia deriva de las restricciones que por diferentes motivos el individuo o el colectivo padece en función de adquirir conocimientos en el marco de integrarse a una supuesta verdad universal y, donde toda información depende de un factor regularizado y controlado con patrones doctrinantes y o enajenantes donde la verdad vivida es una realidad subjetiva devenida de un sector que controla y enajena o transforma la mente del colectivo afectado. Esta situación, puede acontecer en ámbitos territoriales manejados por un despotismo o absolutismo de poder, donde el liderazgo define quien o quienes deben adquirir conocimientos o no.
Alejandro Magno hijo de Filipo II, ignoraba el grado de cultura y conocimientos que poseían los pueblos asiáticos y persas, Con la conquista del Imperio Persa, Alejandro descubrió el grado de civilización de los orientales, a los que antes había tenido por bárbaros a causa de la educación radical e información errada al respecto que le había dictado su mentor y maestro Aristóteles. Concibió entonces la idea de unificar a los griegos con los persas en un único imperio en el que convivieran bajo una cultura de síntesis (año 324).
Lo irónico de esta característica de ignorancia es que, quienes tratan de imponerle, les convierte en miserables o sea ellos mismos ignoran sus precariedades y limitaciones, por lo que tratando de mantener sus caprichos hegemónicos, el tiempo de ser felices se les desvanece, y con ellos arrastran a su pueblo a la infelicidad. Como consecuencia, todo lo que consideran les hace feliz es frugal, superfluo y de corta duración.
Lo humano muy humano, derivación científica y alegórica del amor en felicidad
Detestar y tratar de destruir a otros por concebir ideas y pensamientos –omnipotencia de Dios- inexplicables de forma y no de fondo. Es, y está en contra de la "naturaleza" social y humanitaria del individuo humano potencialmente; Misantropía. Antagónico al amor, a la felicidad, peculiar y colectiva.
La diferencia entre el postulado de los coacervados de Oparín, donde se juzga la idea de las combinaciones de sustancias contentivas del Universo entre sí (considerar ADN) para luego desarrollarse la vida a consecuencia de condiciones precisas en un ambiente que el científico llamó Caldo Primigenio y, la concepción de la creación en Génesis, donde la combinación del agua y arcillas para formar una masa en forma de figuras humanas y recibir el halo divino, estriba; única y exclusivamente en: quien explica y quienes necesitan de la explicación.
Tal explicación debe ser concienzuda, una explicación apodíctica –hermenéutica–, o sea necesaria y universal respeto de tales ideas y, en función de educar para bien, en tal sentido es amor, genera de modo relativo felicidad
S. Freud formula una teoría donde se plantea el sexo como el motor de las diferentes conductas del individuo –en todas las especies- en su desarrollo hasta que llega hasta la "madures" tanto espiritual como fisiológica en el caso humano, de modo que, con su sicoanálisis, hace moción de características intrínsecas a la sexualidad natural del individuo.
Platón en el Banquete, se regodea explicando porque la atracción sexual entre los humanos, invocando al Oráculo de Mantinea, donde se plantea la disgregación (partido en dos) de un único espécimen de individuo Humano –andrógino – que intentando parecerse a Dios, es castigado, expulsado de los predios celestiales y, mandado a sufrir los avatares terrenales trata de conseguir consuelo tratándose de juntar de nuevo sin conseguirlo pero creando nuevos seres de la misma especie, Hombre o Mujer. En otras palabras la concupiscencia.
Ahora bien, consideremos el tubo o túnel de Higing y su (Particula de Dios) ¿Cuantos kilómetros de materiales sofisticados debe utilizar el hombre para crear lo que se estima sea el principio de la creación de la vida? Sin embargo mediante centímetros de vaginas y penes, con amor se crea vida, se hacen padres "felices", la fecundación del óvulo podría llamarse el Big Bang de la vida humana. La pregunta es: ¿hay combinación de elementos?
Platón concibe el amor como el producto de saber que es lo bello en función de lo bueno y lo justo. Sin distinción ni exclusión de ninguna especie. Para Eros (amor) no existe discriminación ni de raza, ni color, ni sexo, menos de estatus sociales. Platón corona el triunfo de su moción planteando que la mejor virtud de los amantes es "ser amado" considerando que, antes que amor propio, es lo que se merece por efecto y a consecuencia de sus virtudes y conducta. Cultivar el saber es belleza se bello es ser feliz.
Aristóteles discípulo de Platón dice: que el ser humano es un ser social.
En nuestro "maracucho" –gentilicio del nacido en Maracaibo Venezuela– tiempo; Barboza De la Torre, define: Sociedad, es el producto de juntarse para vivir mejor. Yo le agrego, con amor la gente crea vida y condiciones para vivir en armonía. Ser felices
Aun cuando el fin es el mismo ambos conceptos difieren en la actitud y la aptitud de uno con respecto al otro, el altruista desarrolla una actitud en beneficio de un sector determinado; el desposeído, el marginado, aquel sector que por diferentes circunstancias carece de recursos suficientes para subsistir o mantenerse en el mismo estado o situación en que permanece la colectividad en un ambiente de características y condiciones sociales económicas y políticas consideradas como normales o estables, y o como coadyuvante en el desarrollo normal de las condiciones ecológicas a nivel general; aun cuando su aptitud no sea lo suficientemente adecuada para su propósito, sin embargo la imagen de quien se desenvuelve en este menester es reconocida mediante el carisma. Este reconocimiento hace feliz al altruista derivado de la satsfaccion que le produce a su ego.
En cambio el filántropo posee actitud y aptitud para desenvolverse en el mismo patrón sin esperar recompensa ni reconocimiento, se complace, solamente, con logra su propósito; solventar la precariedad que padece el sector afectado. Esto es virtud, amor al prójimo senda virtud genera a quien prodiga tanta bondad, felicidad.
Haciendo un análisis breve de lo expuesto anteriormente, podemos concluir:
Determinar y concebir positiva y trascendentalmente las características, condiciones y necesidades primordiales que afectan el mundo y manejarles con propiedad para el bien común, por ende, usufructuarles; abren el camino a un placer universal. De esta manera se goza de felicidad
La felicidad es gozar del placer que generan la tenencia de elementos materiales y los estados espirituales, positivamente. Lo negativo es antagónico a la felicidad, alcanzar estos objetivos y no haberles disfrutado en vida es: la muerte física y ontológica.
Sin embargo, se debe considera que: el individuo humano igual que otras especies, está limitado a la comunión en sociedad, concebir la otredad como patrón de supervivencia, no puede pretender mantenerse en la autarquía absoluta, requiere de los demás para la satisfacción de todas y cada una de sus necesidades, por lo tanto, es imperioso que sepa desenvolverse armónicamente con otros individuos. Como el hombre requiere de una formación permanente es preciso que logre comprender el rol que cumple en la sociedad. De este modo, asume que no sólo es sujeto de derechos, sino que también asume que tiene deberes y responsabilidades con su entorno social.
Es en este ámbito donde la educación asume un papel protagónico, ya que es ella, junto a la familia, quienes recogen la tarea de socializar o de inculcar valores que son social y políticamente dominantes. La educación debe dar una formación integral, no sólo contenidos que sean evaluados numéricamente, sino que debe formar seres capaces de desenvolverse en la sociedad y que puedan retribuir lo que han recibido de ella.
Conocer crea felicidad, no solo por el beneficio peculiar que genera, sino, por el beneficio que se comparte con la otredad, con la comunidad, el colectivo. Finalmente, aun cuando los deseos que motivan al individuo a realizarse como ente que conoce de si mimo no hayan sido logrados en plenitud; el hecho de que los demás hayan logrado alcanzar tales aspiraciones o similares, por filantropía, hacen a este feliz. Lo contrario es egoísmo.
Bolívar, 1983, Escritos Fundamentales, Monte Ávila Editores, Venezuela
Fresina, A., 1999, Leyes del Psiquismo, Fundar, Argentina
Kant, I., 2005 De una dialéctica de la razón pura en la determinación del concepto bien supremo en Critica de la Razón práctica, Fondo De Cultura Económica. México
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Oparin, 1968, El origen de la vida, Grijalbo, México
Wojtyla, K., 1998- JPII Encíclica Fides et Ratio,
Autor:
Lcdo. Joise Morillo
[1] Plat?n en La republica o el estado, libro La republica o el estado (libro VII) define la democracia como el sistema pol?tico aunque m?s d?bil el m?s perfecto por sus libertades.
[2] Maquiavelo en ?el Pr?ncipe? cap?tulos XVII-XVIII-XIX, comportamiento del pr?ncipe acerca de la avaricia y como no hacerse odioso ante el pueblo