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Economía política y derecho social El Salvador – 2004


Partes: 1, 2, 3

    1. Comentarios acerca de las elecciones del año 2004
    2. Comentarios acerca de la gobernabilidad
    3. Comentarios acerca del Estado de Derecho
    4. Comentarios de la justicia legalmente hablando
    5. Comentarios acerca del pueblo
    6. La Mercancía
    7. Palabras finales

    INTRODUCCIÓN

    Las elecciones presidenciales del 21 de marzo del año dos mil cuatro marcaron, indudablemente, una nueva era en la forma de hacer política en El Salvador. Existía ya en la memoria de los salvadoreños los grandes fraudes electorales que caracterizaron la historia política prácticamente del siglo pasado. El robo de urnas y la inserción de papeletas oficialistas que no provenían de manos del pueblo, fueron simplemente algunas de las formas de defraudar la voluntad popular y hacer de las elecciones una burda farsa.

    Llegamos al nuevo milenio y con él nuevas tecnologías, por ejemplo, el uso carnés de identificación, a prueba de falsificación, en teoría y los padrones computarizados, extraíbles por medio de redes informáticas, que hacían "difícil" su alteración con propósitos fraudulentos.

    Sin embargo, el oficialismo, anfitrión según ellos, del sistema electoral y de todo el sistema de gobierno, por cierto, dueños del sistema público y privado de hacer economía, tomaron las medidas necesarias para no perder las elecciones más importantes de la historia, pues de ellas dependía y depende el seguimiento de las políticas de privatización, quedando pendientes las instituciones más significativas en cuanto a lucro y que en manos públicas representan "lucro cesante"/ para la imaginación mercantilista de nuestros capitalistas gobernantes. Muchos empresarios que se encuentran en el Gobierno sienten que un paciente en un Hospital Público es una pérdida porque es una ganancia que no perciben, lo mismo un alumno en una escuela del gobierno, pues ven todo desde la óptica del mercantilismo, que en economía o es ganancia o es pérdida, sin existir el bienestar social en esa filosofía. Olvidan que el Estado maneja la cosa pública, es decir, los bienes del pueblo y que el pueblo necesita utilizar sus propios recursos para mantener la seguridad y el bien común de los que habla la Constitución de la República.

    Con todo, el oficialismo, haciendo un valúo de sus armas, logró ver con claridad la forma de obtener un triunfo enorme en las elecciones y se trataba de una nueva forma de hacer fraude ¡Utilizar la libertad misma del individuo! Y que cada votante fuera quien diera el triunfo electoral a sus intereses aún y cuando esos votantes estuvieron convencidos que necesitaban un cambio.

    Se dice que la economía salvadoreña es sostenida por las remesas (dólares) provenientes de Estados Unidos. El oficialismo levantó una campaña millonaria donde "amenazaron" a los votantes que recibían dinero en esa calidad, que de votar por la izquierda, en virtud de los lazos de amistad existentes entre la derecha salvadoreña y "la casa blanca" cortarían esas remesas, no sólo eso, sino que harían que sus amigos "norteamericanos" hicieran una deportación masiva de salvadoreños, lo que traería un caos total. Que habría un caos, una debacle y en total desastre, pues ellos al poseer los más grandes capitales productivos, los emplearían en contra de El Salvador, de resultar vencidos, además de utilizar sus vínculos de amistad con el Presidente de Estados Unidos de Norteamérica.

    Resultado lógico: Los ciudadanos que tienen parientes de Estados Unidos y que viven de las remesas (dólares de EE UU) no tenían elección; se les hizo creer que no la tenían, pues se trataba de seguir igual, con las remesas y con un sistema de vida que cada vez es más caro y por otro lado, quedarse sin nada (sin remesas y sin trabajo)

    Quedaba pendiente otro sector de votantes, los que no reciben remesas y que trabajan en la empresa privada salvadoreña (en bancos, en centros comerciales, etc.) ellos viven de su trabajo, hasta cierto punto no les afecta en nada que terminen las remesas, pero la cosa era mucho más fácil con ellos para el oficialismo, pues trabajan directamente para el grupo que conforma el gran bloque derechista. De hecho, con ellos hubo trato directo ¡Si vota por la izquierda, pierde su trabajo en esta empresa! ¡Si gana el FMLN, nuestra empresa se va de éste país y usted se queda sin trabajo! La cosa no podía solucionarse con la secreticidad del voto y con decir al empresario "arenero" <<si vote por arena>> y en realidad no haberlo hecho, pues quedaba la incertidumbre para el trabajador que con su voto podría ganar efectivamente la izquierda y quedar de todas maneras sin trabajo.

    La otra fase del engaño, la delincuencia; para cualquiera es fácil entender que hay ladrones y pandilleros que ponen en peligro la vida de los ciudadanos y que es necesario dar solución a dicho problema ¿Cuál es la solución? Es mucho más sencilla ¡La cárcel! ¡Cualquier analfabeta podría ser Ministro de Justicia o hasta Presidente de la República! Siendo tan fácil resolver problemas tan hondos de la sociedad. Eso es la mano dura y la mano súper dura.

    ¿Dónde quedó la voluntad de los salvadoreños? ¡Claro! Supeditada al valor de los grandes capitales.

    Este estudio pretende hacer una valoración de la situación salvadoreña a partir de las elecciones presidenciales del 21 de marzo del año dos mil cuatro. El porqué marcó el principio de la imposibilidad de ganar las elecciones para partidos que se oponen a los que tienen lo que se necesita para ser el GRAN REY en cualquier país del tercer mundo "EL GRAN CAPITAL"

    Utilizaron, como ya dije, la libertad misma de los votantes, pero la libertad de salir de su casa y dirigirse a las urnas, no así la libertad de decidir, pues esa se vio obstaculizada por las amenazas que se vertieron a lo largo de proceso electoral. La persona fue libre al pararse frente a la papeleta de votación, pero no lo fue cuando marcó la bandera que en definitiva marcó el seguimiento del neoliberalismo. Solamente fue un breve momento en que el individuo vio su libertad secuestrada, aquél en el cual con su mano trazo las líneas diagonales contrapuestas en la bandera de la institución política que tenía como a sus aliados a quienes lo habían amedrentado, a partir de ese momento todo fue igual, el futuro de El Salvador ya no dependía del ciudadano, sino de los neoliberales en el poder.

    1 Comentarios acerca de las elecciones del año 2004

    El 21 de marzo de ese año se celebraron las elecciones que más entusiasmo han despertado en un proceso eleccionario, tanto en los salvadoreños, como en la comunidad internacional. Esto debido a que se había abierto la posibilidad de un cambio radical en la forma de gobierno.

    Ante una actitud abierta y cínicamente corrupta de parte del gobierno, la izquierda propuso acabar con la corrupción; la derecha por su parte, atenida a la tolerancia civil hacia la corrupción, por considerarse algo natural en países del tercer mundo, dio un tratamiento de aceptación a algunos casos de malversación de fondos públicos, tal como el caso de ANDA, entre otros y en la coyuntura electoral iniciaron acciones legales tendientes a perseguir penalmente a los responsables. Ante ese panorama, quedo a tras luz la responsabilidad de otros funcionarios como el Presidente de la República.

    En el clima de la campaña partidaria ese tema no podía quedar oculto y salio a relucir. Por un lado la derecha se mostró orgullosa de su estructura de corrupción intentando redimirla con un despliegue publicitario que incluía "lavarse las manos" individualmente de los actos de los demás, dando a entender a la población que la derecha no es una sola estructura sino un grupo de individuos que actúan separadamente, sin que los demás conozcan sus acciones, sean lícitas o ilícitas. La izquierda, por su lado, desconociendo la experiencia de gobernar, desde la perspectiva del órgano ejecutivo, mostró su situación de hallarse sin ninguna incriminación de robo a la cosa pública.

    1.1 Equilibrio de fuerzas

    Inicialmente las dos fuerzas principales partían de su cúmulo de votantes, llamado "voto duro"; sin embargo el voto duro de uno y otro, aún juntos no constituyen un porcentaje tan significativo para definir la situación electoral. Existían grupos que sí constituyen mayoría para significar una victoria para alguno, en la famosa "primera vuelta", tal es el caso de las diferentes denominaciones protestantes cristianas, que en su mayoría fueron atemorizadas ante la falacia difundida por los sectores de derecha, que la izquierda, siendo ortodoxa, eliminaría las diferentes iglesias e incluso que destruiría la Biblia y que no permitiría la practica de cultos religiosos de ninguna naturaleza. Cosa que es totalmente falsa.

    Ciertamente los sectores de derecha elaboraron un programa de gobierno para la izquierda, en el cual según los diferentes grupos del bloque derechista/ se describía como sería un gobierno izquierdista.

    Con todo, la izquierda tenía la ventaja política de señalar las deficiencias del gobierno en el manejo de la cosa pública y su incapacidad de desarrollar una política efectiva de seguridad social. Todos se quejaban de la pésima situación económica, de los excesivos aumentos de los impuestos, del bajo nivel de empleo y los precarios salarios que perciben la mayoría de los salvadoreños que trabajan y de la gran necesidad de fuertes grupos de emigrar a Estados Unidos de Norteamérica para poder tener una vida digna para sí y para sus respectivos grupos familiares.

    La izquierda ofreció desarrollar políticas de seguridad social; la derecha las calificó de "comunismo" y antepuso políticas de seguridad policial, con el proyecto "mano dura" y "mano súper dura", de Francisco Flores y Tony Saca, respectivamente. La izquierda propuso generación de empleos y salarios dignos; la derecha dijo que tal cosa no era posible y que era populismo; que lo efectivo era que los salvadoreños siguieran emigrando en forma ilegal a Estados Unidos para aumentar las "remesas redentoras" de las políticas areneras, de hecho el partido ARENA, por medio de su candidato a la presidencia para el periodo 2004-2009 aseguró que incrementaría el flujo de remesas, lógicamente aumentando el caudal de salvadoreños en el extranjero, que no puede ser de otra forma que vía México, vía Río Bravo, vía desierto, en una palabra, vía la ruta ilegal que coloca en riesgo de muerte a quienes la toman.

    Y entra en juego una doble moralidad de la derecha, por un lado levanta una fuerte campaña antiemigrante que llamaba a evitar la travesía por los riesgos que implicaba y de prohibir el tráfico ilegal de personas; satanizando de la noche a la mañana el negocio del "coyote o poyero/" y por otro, en campaña política propone incrementar y favorecer el viaje al país de las maravillas terrenales para efecto de conseguir más remesas y sostener la economía nacional; claro, la dolarización así lo exige.

    Y no solamente eso, difunden una programa "fariseo" en el cual, suponiendo que la izquierda ganara las elecciones, se terminarían las remesas familiares de Estados Unidos.

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