Descargar

El ritual fúnebre en el Municipio de Turbo (página 2)


Partes: 1, 2

Fecha de fundación: 28 de agosto de 1840. Nombre del/los fundador (es): Baltasar de Casanova; Extensión territorial: 3.055 Km2; Extensión área urbana: 11.9 Km2; Extensión área rural: 3043,1 Km2; Altitud de la cabecera municipal (metros sobre el nivel del mar): 2; Temperatura media: 28º C; Distancia de referencia: 373 Km de Medellín

Las costumbres y creencias del turbeño tienen una fuerte influencia afro indígena, y cuenta con la riqueza de las culturas chocuanas, costa Caribe y región antioqueña. Los principales eventos culturales son el festival de acordeones y canción inédita Simón simanca y el carnaval novembrino. Festividades del cumpleaños de turbo.

Turbo ofrece a sus pobladores y visitantes atractivos turísticos como el parque el pescador, el parque pisisi, el parque nacional los katios,los saltos tilupo ,tendal, y la triga, la ciénaga de tumarado, el puente peatonal sobre la bahía pisisi, playas urbanas, la Martina y Camerún.

Se puede llegar a turbo por vía terrestre por la carretera que conecta a medellin, o montería, con uraba.via aérea, por los aeropuertos de turbo o el de carepa, marítima, por el muelle de cabotaje el waffe a toda la costa norte de Colombia, panamá y fluvial por el rio Atrato con el departamento del choco.

EL RITUAL FUNEBRE EN EL MUNICIPIO DE TURBO.

El hecho

En el municipio de turbo, cuando una persona se muere por enfermedad u otra causa, lo primero es entregarlo a la funeraria para que haga los arreglos o preparativos correspondientes al cuerpo, mientras la casa se riega con baños de anamú y se avisa a los familiares y amigos sobre el deceso. Igualmente, se organiza la tumba o altar que consiste en ubicar una mesa de tamaño mediano que se recuesta contra la pared y se toma una o dos sabanas blancas que cubren la pared formando un conjunto armónico. Sobre la sabana de la pared se coloca un moño negro y en la mesa se ubican un Cristo, unas imágenes de la virgen del Carmen, el sagrado corazón de Jesús que usualmente van acompañado con otros santos de la preferencia o devoción del difunto o sus familiares, va también un vaso de agua y dentro de este una matica de albahaca del santísimo.

Unas mujeres, entre familiares y allegados, organizan el espacio para la llegada del difunto, esto incluye tanto el altar como el aseo de los cuartos para quienes lleguen con niños lo puedan acostar. Entre tanto llega el ataúd, la gente se aglomera ante la noticia y pasada 5 a 6 horas aproximadamente, llega el carro de la funeraria con el difunto ya preparado en el cajón y ubica este en el centro de la sala, se le prenden veladoras en cada una de las cuatro esquinas. Unos lloran, otros dan el pésame o condolencias, llevan flores, y se sigue avisando sobre el infortunio, al mismo tiempo, en la calle de enfrente se acondiciona con una o mas carpas, sillas, mesas; en el patio, generalmente, se prepara el café, aromáticas de toronjil, hierva de limón entre otras, agua panela, chocolate para repartir en la noche con pan y galleta.

El difunto dura hasta 48 horas en casa para que lleguen todos los familiares cercanos y se acuerda con la iglesia la hora de la misa. En la noche en que se encuentra el difunto en casa se realiza el velorio en que se reza el rosario y oraciones dirigidas por el rezandero o rezandera y se canta alabaos. Ya concretada la hora del entierro se avisa a todos a través de la llamada o el megafoneo, y llegada la hora se dirigen de la casa a la iglesia donde el sacerdote oficializa la misa dando mensajes de esperanza a los dolientes y con una oración para que el alma alcance la luz perpetua y hay quienes en la misa se expresan sobre el dolor de esta partida y hablan de lo importante que fue esa persona en sus vidas. Terminada la misa todos se dirigen hacia el cementerio, llevando el ataúd sobre los hombros de cuatro hombres o en el carro de la funeraria. En el recorrido unos lloran y se lamentan por la perdida del ser querido; todos los acompañantes van vestidos de negro, blanco, café entre otros colores de luto.

Al llegar al cementerio, el sepulturero los guía hasta la bóveda y con ayuda de algunos hombres inserta el ataúd en esta acompañado de algunos ramos de flores pero antes se abre el ataúd para ver por última vez el cuerpo frio e inmóvil del muerto. Estando el ataúd en la bóveda algunos se van y quedan unas cuantas personas hasta que el sepulturero coloque los ladrillos, repelle con cemento y en este se inscriba el nombre del difunto, la fecha de nacimiento y de muerte.

Al regresar a casa, todo se prepara para el comienzo de la novena; a las ocho de la noche el rezandero comienza el rosario y quienes lo acompañan le contestan en los padrenuestros y ave María; durante la noche se canta alabaos dos o tres veces y el rezandero hace sus oraciones. Se reparte a los acompañantes café, cigarrillos, aromáticas, agua panela, pan y galleta, a los dolientes que se lamentan incesantemente se les da aromáticas para relajar su estado emocional. A los rezanderos se les da aguardientes. Todo esto transcurre durante nueve noches en que dentro de la casa se hacen los rezos y alabaos mientras que en la calle de enfrente la noche se ilumina en un ambiente festivo pues se refieren cuentos, chistes, se juegan domino y otros juegos de azar, toman aguardiente y fuman, se cuentan anécdotas y algunas acciones del difunto. Se oyen las risas en simultánea al llanto. En las largas noches unos entran a los cuartos a descansar un poco y otros amanecen hasta 5 o 6 de la mañana para buscar cada uno su casa y volver al bajar el sol.

En la ultimo día de la novena se realiza una misa a las 6 o 7 de la noche y se realiza la ultima noche de alabaos y rosarios. Y antes del amanecer se recoge el altar o tumba; al siguiente día, se despiden algunos familiares que vinieron de lejos, se recogen las sillas se quitan las carpas y se agradece a todos su compañía, ayuda y apoyo. Los familiares, el hogar del difunto, vuelven a su rutina diaria aunque el dolor siga persistente, guarda luto quien lo desea.

edu.red

Foto Cortesía de María Luisa Torres .Ritual fúnebre en Andagoya – Choco

Los actores

Los participantes o actores de este ritual se pueden visualizar de la siguiente manera:

Los rezanderos o rezanderas quienes guían los rosarios, letanías y otras oraciones que según la tradición ayudara al difunto a descansar en paz.

*El rezandero mayor no solo es la persona encargada de entonar los rosarios, oraciones, novenas a los santos y letanías para el alivio y descanso del alma del difunto, sino también, para dirigir la partida del espíritu finado que permanece sobre el altar funerario durante todo el novenario y el cual parte al infinito al levantar la tumba.

Las cantadoras de alabaos quienes son generalmente mujeres que cantan con acento salmodiano e interpretan como ofrenda a los santos para que acompañen al difunto.

Los deudos o acompañantes son todas aquellas personas, allegados o amigos, quienes acompañan en el velorio y en las novenas a los familiares del difunto con el fin de darle su apoyo y solidaridad.

Los familiares cercanos del difunto que han convivido con este y por su interrelación es más fuerte ese vínculo y expresa su duelo por la ausencia de este.

La iglesia, representada en el sacerdote quien realiza la misa antes de dirigir al muerto a su ultima morada, en el noveno día y en la misa de los lunes y otros días especiales, además es la encargada de administrar el cementerio por lo que a esta se le paga el alquiler de la bóveda por los cuatro años en los que se encontrara el difunto, y posteriormente el nicho donde se guardaran sus restos.

La funeraria es el ente encargado del cortejo fúnebre y todo lo que remite a los servicios exequiales, servicio que prestan a sus afiliados quienes pagan $12.000 mensuales a esta. También le brindan sus servicios a los no afiliados siempre y cuando cancelen por lo menos el 70% del servicio de una vez.

Lo simbólico cultural y sus transformaciones

En cuanto al valor simbólico que guarda el ritual fúnebre, se puede decir que los elementos presentes en este tiene un significado que le da sentido a su uso y por tanto, fuerza a las creencias que se tejen alrededor de este hecho social.

Estos elementos son:

  • El vaso con agua, su función es dar de beber al alma que se fue sedienta. Debajo del ataúd se coloca un vaso con agua que permanece nueve noches sin cambiarla, para indicar que si al momento de fallecer la persona murió con sed viene a tomar agua de allí. El agua va disminuyendo a medida que pasan los días. La que queda en el vaso, después de las nueve noches tiene una connotación medicinal y se ofrece a las personas que sufren de asma, del corazón y de los nervios.

  • El vestido del difunto: Las personas en vida piden cómo quieren ser vestidas en el momento de su muerte, algunos solicitan vestir el hábito de la Virgen del Carmen o de algún santo de su devoción, o simplemente una túnica blanca. Otros prefieren un traje elegante, el vestido de su matrimonio, se les colocan medias pero sin zapatos refiriéndose al pasaje del éxodo «Quítate las sandalias, porque el lugar que pisas es santo» (Ex 3,5), significa que el difunto va a un lugar sagrado. Llevar la ropa nueva significa que el difunto no debe llevar el olor de esta vida, porque el encuentro con Dios debe ser muy digno.

  • El cordón: Al difunto se le coloca un cordón en la cintura con siete nudos. Estos son para sostenerse y no se deslice para llegar al cielo. Así como los sacramentos que son siete y significa el camino que se va dando progresivamente es hacia la salvación, el difunto con el cordón va escalando el camino salvífico al encuentro con Dios.

  • La mata de albahaca del santísimo se encarga de alejar al diablo si intenta rondar por la tumba en busca del espíritu de la persona.

  • La moña negra o mariposa significa oscuridad, luto, sentimiento para el familiar del difunto.

  • La mesa vestida de blanco y la sabana de blanco que forman el altar es el espacio donde queda el alma durante las nueve noches mientras se despiden.

  • El rezo en si se encarga de sacarlo de penas y llevarlo a la presencia de Dios.

**Lorenzo córdoba, rezandero tradicional, dice: "el rezo, según la tradición se debe hacer para que el alma halle descanso, y si no se le reza al muerto, este, durante nueve consecutivas viene a la sala de la casa donde fue velado y se arrodilla a pedir clemencia.

El rosario que se utilizo se encarga de rebajar las culpas y Dios tiene misericordia de él y se hace a través del padre nuestro y el ave maría.

El rosario natural tiene cinco casillas de 10 padres nuestros y cinco aves María cada unos.

En el rosario hay letanías una de ella es:

"Oh virgen y madre mía querida sin gracia igual fuiste reina concebida sin pecado original.

Defiéndenos del demonio del mundo y la carne para pasar esta noche así como tú la echaste digamos ave María sin pecado concebido, ave María purísima quien como Dios que está en el cielo." "

  • Los acompañantes y rezanderos son los encargados de velar durante las nueve noches por el descanso del alma.

  • Los ramos de flores significan aquel paraíso o jardín que el alma va a descansar.

  • Los recordatorios permiten hacer memoria de la bondad o maldad de la persona.

  • El pésame alivia un poco el sufrimiento y tristeza ya que fortalece el ánimo de los familiares.

  • Las colectas económicas son para solidarizarse y para que a los familiares se les faciliten los gastos.

  • Las joyas: Inmediatamente muere, el difunto es despojado de todas sus joyas y de las prótesis dentales, porque para llegar a Dios no se necesita de todas estas vanidades.

  • No barrer la casa Cuando el difunto se encuentra todavía en la casa, ésta no se puede barrer, se debe hacer antes de traerlo a la casa. El difunto es un invitado especial y la persona más importante, todo gira alrededor suyo. Esto significa que cuando se invita a una persona a casa, no se barre en presencia de ella porque sería una falta de respeto. El alma del difunto se encuentra en la casa hasta el último día del novenario. Existe otra creencia sobre esta acción de barrer, si se hace, los familiares van muriendo en cadena.

  • Cabo de año: Práctica muy difundida en todo el Pacífico Colombiano, en la ceremonia se representaba al difunto con un ataúd el cual se le cubría con una sabana negra en señal de duelo o luto; y se le coloca los cuatros cirios encendidos. El Celebrante repite la ceremonia en cuerpo presente y al final se prodigan los responsos acostumbrados. Si bien esta tradición se ha ido perdiendo, su ritual se conserva cuando se dicen los responsos al final de la Eucaristía.

Hoy con frecuencia ha incursionado en nuestro medio la Celebración de la Palabra al pie de la tumba en el Campo Santo o en la casa del difunto con la intención de pedir la intercesión de ellos, conmemorar aniversarios, (cumpleaños, de la madre, fin de año, etc.) También es una actitud que manifiesta el deseo de estar cerca con el difunto y compartir al pie de la tumba aquellas canciones, rezos que ellos normalmente cantaban en Vida. Con lo anterior se quieren fortalecer aquellos recuerdos vividos.

Se han dado algunas transformaciones en el ritual como la incursión en este de música de cualquier género que durante el entierro amigos o familares piden que la pongan en la última lagrima para expresar con estas el ultimo adiós al ser amado; se busca poner la canción favorita del difunto como símbolo de recordación. También se observa un cambio de mayor transcendencia en que se evidencia que se esta perdiendo la tradición de hacer las nueve noches pues cuando la persona muere se hace el velorio y de ahí se espera el noveno día con una misa. Actualmente, solo en los barrios el obrero, el bosque y las flores son los únicos lugares en que se realizan las novenas completamente sin saltarse los días de rezos para el alma del difunto. Igualmente, han surgido cambios por la proliferación de iglesias evangélicas en los últimos cincos años en que se cambian algunas creencias sobre la vida y la muerte, por lo que si un evangélico muere, por lo regular, lo que se oye son algunos cantos evangélicos y uno que otro salmo pero, por ahí no se escucha para nada alabaos y los rezanderos desaparecen del escenario. Otras de las razones en que se han presentado estas transformaciones es la perdida o fallecimiento de los rezanderos que en muy pocos casos logran dejar su legado, entonces al fallecer estos no hay quien siga transmitiendo y preservando esta práctica.

Irene córdoba***, acompañante asidua a los velorios y novenas dice: "yo voy a todos los velorios por que traigo mi costumbre del choco y no puedo pasar un muerto. Aquí la gente acompañaba mucho antes, cuando no moría tanta gente, pero, ahora hay tantos; la gente está cansada porque cuando quiere estar en uno, le avisan de otro velorio; es por eso, que ya no rezan las nueve noches porque entonces la gente se trasnocha y no puede asistir a otro. Yo digo amiga que lo que pasa es que antes, la gente se moría de enfermedad en su cama, ahora es asesinado. También la gente, hay veces, no va por miedo a que vayan a buscar más familiares del muerto porque aquí se han formado unas balaceras en algunos velorios, ejemplo de ello, sucedió en el barrio obrero una vez que estábamos en pleno rosarios le dieron plomo a unos muchachos. Y otra cosa le digo, ya los velorios no son los mismos porque ahora los pelaos van a referir unos cuentos sucios, hacen desorden y se burlan de la gente hasta de quien está en su dolor. A mí, muchos muchachos me molestan diciéndome "caza muerto" porque en todos estaba, por eso, ya he dejado de ir a algunos barrios; a los barrios que mas acompaño son el obrero y el bosque. Uno va a estos, y le da tristeza porque no hay casi gente. También, no hay respeto ya que mientras unos lloran a su muerto, en la casa vecina prenden su equipo a todo volumen. Ya eso de velar a la gente y rezarle se está acabando".

Los alabaos

Los alabaos son cantos funerarios para velorios y alumbramientos, actualmente, solo murindo, turbo y en general del rio Atrato en la costa del pacifico colombiano conserva la tradición ancestral en velorios y novenas de difuntos. Para dichas comunidades, los rosarios y los alabaos son parte fundamental para el desplazamiento del espíritu del difunto en su viaje al más allá.

El alabao es un canto funerario para adultos, en los menores hasta de 5 años, guali, Toluca o canto del angelito.

Hay tres tipos de alabaos:

Los alabaos satíricos son cantos de insultos, burlas o reproches al muerto. Ej:

"alma yo te lo decía que dejaras tu maldad porque lo que hacías en este mundo lo ibas a pagar…"

Los Alabaos de petición consisten en hacer una rogativa por el alma a la virgen o a Dios. Ej.: "santo Dios y santo fuerte, santo Dios fuerte inmortal y María concebida sin pecado original…"

Los cementerios

Son conocidos como esos lugares en donde reposan los restos mortales de una persona La palabra cementerio viene del griego koimetérion, que significa dormitorio, porque según la creencia cristiana; al cementerio se va a dormir hasta el momento de la resurrección.

Esto en cierta manera es la postura que se ha mantenido desde que se empiezan a enterrar los muertos en lugares tradicionales como cementerios, las tradiciones fúnebres permiten hacer una lectura de todas las evoluciones históricas y sociales del entorno en que nos encontramos.

Uno de los mayores cambios que ha sufrido los cementerios y los ritos fúnebres han sido la forma de enterrar los muertos ha sido durante la época del narcotráfico en los que se introduce tumbas en las que se dejaba ver la vida del difuntos, sus pasiones entre ellas el equipo de futbol. Tradicionalmente nacional y Medellín.

De igual manera la simbología que se inscribe en el cementerio desde le entrada que por lo general son dos Ángeles y un Jesucristo que para muchos simboliza la llegada al cielo el paso de una vida llena de privaciones y sufrimientos a una vida mejor.

La mayoría de los cementerios están pintados de blanco con esculturas de Ángeles y de santos y los pabellones que están divididos tienen nombres de santos como divino niño, la virgen del perpetuo socorro, don Juan Bosco, la virgen del Carmen entre otros.

De igual manera en cada una de las tumbas se deja ver las tradiciones y formas de vida del difunto como se decía anteriormente en casos como el futbol y también se deja ver como en ocasiones especiales como los cumpleaños días del padre y la madre respectivamente acompañen a sus familiares con tarjetas y flores para la ocasión.

edu.red

edu.red

edu.red

Aparte del cementerio en el velorio y el entierro entra a formar parte muchas cosas tradicionales que amenazan con perderse por el mercado y por las migraciones de los miembros de una comunidad hacia las ciudades.

Todo en el ritual fúnebre cumple una función desde la preparación del cadáver hasta el momento de su sepultura

Diferencias culturales

Dado que turbo es un territorio donde hay presencia de diferentes culturas, por tanto las creencias como los rituales suelen destacar diferencias visibles. En el caso del ritual fúnebre, se puede ver en la cultura caribeña difiere en poco con la afro chocoana debido que la costa norte colombiana guarda también una gran influencia afro que viene de una construcción desde la colonia cuando los españoles trajeron a los esclavos procedentes de África. Por otra parte, en la cultura paisa no se canta alabaos pues esta mucho mas permeada por los católicos y la iglesia suele rechazar la presencia de licor y juegos de azar en las novenas del santo rosario.

Lo económico y lo social

En cuanto al carácter económico de este ritual en turbo apunta a cómo funciona las funerarias al proporcionar su servicio al afiliado o no afiliado. La iglesia también participa en lo económico ya que esta administra el cementerio y hace las misas. Podemos observar que las funerarias para ofrecer sus servicios afilian a las personas interesadas en que el titular ampara de 8 a 12 personas más que tengan hasta 65 años de edad, y ser puntual con los $12.000 mensuales que ha de pagar. En la misma medida, reciben servicios adicionales como descuento de medicamentos en la farmacia que tiene convenio con la casa de funerales, servicio de optometría, la realización de cursos como tejer, modistería, artesanía entre otras, y si se enferma una de las personas afiliadas la funeraria le aporta los pasajes a Medellín de ida y regreso del enfermo y su acompañante. Si uno de los afiliados muere, la familia deberá avisar para que este se encargue de los preparativos que incluye el ataúd, Equipo de velación, arreglos florales Preparación del cuerpo, Sala de velación ,Tarjeta de agradecimiento , Edición de tres carteles, Kit de cafetería , Asistencia cafetería, Carroza fúnebre ,Cortejo, lo representa uso $3.000.000 a $3.500.000. En caso que el difunto no esté afiliado, se le pagara de contado a la funeraria por lo menos el 70% del valor del servicio funerario. Y llegado el caso que el titular sea quien fallezca se dispondrá a un

Cambio de titular en el contrato del servicio, renovándolo.

En tanto la iglesia como administradora del cementerio que pertenece a la diócesis, el cual está representado principalmente por la por la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, se le ha de pagar el alquiler de la bóveda donde reposaran por cuatro años el cuerpo sin vida del difunto. Pasado este tiempo y 30 días se le comprara un nicho a $800.000 para guardar en este los huesos o restos de la persona fallecida. Si la persona fallecida no tiene doliente, la administración municipal se encargara de pagar todo lo concerniente para enterrarlo. Cada misa realizada al difunto en conmemoración a su nacimiento, primer mes de muerto, o primer año de fallecido cuesta $30.000, al igual que otras conmemoraciones relacionadas con el día de las madres, fin de año nuevo, entre otros.

edu.red

En relación a lo social, dentro del ritual fúnebre se observa una organización que cubre toda su realización ya que supone una reunión de gran transcendencia tanto para los familiares y amigos del difunto, como para la comunidad en general que participa en este. Esta reunión como tal se divide en nueve grupos que son:

  • 1. Los de la cocina encargados de preparar las bebidas como café, chocolate, aromática, agua de panela.

  • 2. Otros reparten las bebidas, los panes y las galletas, ósea el refrigerio.

  • 3. Otros lavan los utensilios.

  • 4. Otros se quedan en los cuartos acompañando a los familiares, consolándolas y les dan bebidas de hierba buena, toronjil para que puedan soportar el dolor, ya que están son relajantes.

  • 5. En la sala se encuentran por lo general dos rezanderos y cantadoras.

  • 6. Otro grupo contesta y toman aguardiente.

  • 7. En la calle se encuentra un grupo que echa cuentos (jóvenes).

  • 8. Otros juegan domino (adultos).

  • 9. Otros conversan, se encuentran, se cuentan anécdotas y se refieren a los hechos de difunto.

El papel de la memoria en el ritual fúnebre en Turbo

Cuando hablamos de la memoria hacemos semblanza a nuestros recuerdos más significativos, a los objetos y acontecimientos en que logramos identificarnos tanto individual como colectivamente. En la cultura esto se ve reflejado en las costumbres, cosmovisiones y manera de ser que da sentido a la historia de un pueblo y a los diferentes actos que lo representan. En este sentido, nos situamos en el ritual fúnebre que en todas las culturas o pueblos está presente y es una forma de objetivarlos pero, si agregamos que esta práctica ritual, como muchas otras, suele tener modificaciones según el territorio en que se inscriben y su territorialidad podemos decir entonces que para hablar de la memoria y en cómo esta interactúa, es necesario situarnos en una escala local para comprender mejor dicha interacción. Así, nos situamos en el municipio de turbo y en sentido estricto en su casco urbano.

Como primero, expresaríamos que el papel que juega el ritual fúnebre en este territorio da cuenta de los caracteres étnicos culturales que posee ya que estamos haciendo referencia a un territorio de frontera en que confluyen varias culturas y por tanto distintas formas de ver y hacer uso de este por lo que al desear saber sobre la memoria en el ritual fúnebre en turbo tendríamos que remitirnos a cada una de estas las cuales son: la afrochocuana, la cordobés, la caribeña, paisa e indígena.

Basados en lo anterior, se afirmaría que la memoria en el ritual fúnebre en turbo actúa como fuente simbólica de identidad territorial mixta. Precisamente actúa como una fuente simbólica de identidad ya que son los elementos que en el ritual se presentan y que están sujetos a las creencias siguen estando allí con un grado de significación importante que hace posible su transcendencia a pesar de los cambios que ha sufrido esta y de la misma manera representa una identidad territorial mixta porque turbo ha sido producto de una mezcla de culturas lo que permite que al hablar del ritual fúnebre haiga que aclarar las diferencias en que este se ha dado y añadir que sus marcos de referencia son una reproducción de otros territorios, de una cultura de referencia a que están sujetos los diferentes lugares de procedencia de los grupos humanos que colonizaron este territorio.

Como segundo, se podría afirmar que en turbo esta práctica ritual esta mayormente ligada a la cultura afrochocuana ya que muchos de sus elementos y las razones por las que se usan tienen gran semejanza con lo que se hace en el choco y hasta en palenque de san Basilio. A partir de ello, y observando la ubicación geográfica de este territorio, se diría en primera instancia que la costa Caribe colombiana se da de manera parecida en los grupos o sectores de la población caribeña que se mantienen en su tradicionalidad en el momento de la muerte de un ser querido; en la misma medida se logra observar que aquí la memoria es la raíz que se entreteje cuando hay que referirse a la influencia afrochocuana que tiene turbo en sus costumbres y representa mucho muy a pesar de los cambios que ha sufrido ya que en pocos lugares se está realizando el novenario o nueve noches que se solía hacer hace cinco años atrás. Sin embargo, afirmamos que la memoria esta aun presente como mecanismo de conservación de este ritual debido que elementos como el vaso de agua, el cabo de año, la misa de los lunes, el altar o tumba, no barrer la casa, guardar luto, entre otras cosas, guardan un simbolismo que mas que permanecer han adquirido un valor particular.

En tercer lugar, el rito fúnebre en turbo, que va desde que la persona muere, en muchos de los barrios conformados por descendientes afrochocuanos, y por estos mismos, todavía es visible que exista la intención de hacer las nueves noches en el que los juegos de azar, los cigarrillos y las bebidas, así como los refranes, los alabaos y la expresión de dolor y solidaridad hacen recordar como en la colonia traían a los esclavos africanos a América y ellos utilizaban estos espacios de ritualidad como forma de resistencia, libertad y celebración por la vida.

Con todo lo anterior, es evidente mostrar la trascendencia de la memoria en las prácticas rituales, muy particularmente si decimos que en los ritos fúnebres esta la muestra de una cultura que tiene gran valor simbólico para la cultura turbeña por que este rito es importante para quien en la espiritualidad de su ser espera que su ser querido llegue a la gracia de Dios ya que esto está ligado a la religión y tal vez por ello tiene un gran sentido para las distintas comunidades que se expresan en este.

No hay que dejar de lado que la memoria no se limita a la tradición de unas costumbres pues en esta también se encuentra un sentimiento que experimentan los miembros de una colectividad que se reconoce en su cultura y que es ante todo, vivencia y sentimiento profundo del ser humano, que se va forjando en contacto vital con un conjunto de objetos, personas, valores, comportamientos y costumbres: la identidad cultural.

No podemos dejar de hablar de la memoria sin relacionar la con la identidad cultural por que la memoria es como el oxigeno para el agua, necesaria para existir, parte fundamental para objetivar a esta, de allí que hagamos referencia en el papel que desempeña en el ritual fúnebre en turbo, un territorio diverso y rico a la vez por su interculturalidad.

En ese sentido, la memoria juega un papel importante porque es a través de esta es que se busca conservar la cultura de una comunidad y su identidad y ya que las fiestas como los rituales permiten la socialización con que se enriquecen los valores propios de la identidad dando lógica a los actos de nuestra vida cotidiana trazando consigo una huella étnica imparable y que traspasa los límites para tachar su existencia en un territorio determinado. Y es el territorio y la forma como se apropian de este lo que hace posible señalarlo con un espacio de inscripción y reinscripciones donde los acontecimientos y los imaginarios van de la mano.

Es esto lo que podemos decir de turbo y de otros lugares que han dado cuenta por los años de cómo se reproducen las practicas que dan valor a una colectividad en forma de cadenas se van alargando y pasan de generación en generación con transformaciones que nunca falta y que a la vez fortalecen ese sentimiento que es colectivo e individual; de ahí que la memoria se ha una forma de revivir los valores y las formas en que estos se representan como lo es rito funerario no solo para los afro chocoanos sino también para las otras territorialidades en la localidad.

Pueda que el sentido mnemónico del rito fúnebre se aprecie más en los afrodescendiestes, pero para los caribeños y cordobeses en este territorio es también relevante esa reproducción de sus prácticas en lugar en que han permanecidos por meses y años aunque no sea tan idéntico en su desarrollo, lo grato sigue siendo hacerlo y llenarse de ese sentimiento en cada oportunidad y aun mas si está amarrado a otros sentimientos como lo es el amor al ser querido que se va, hay una separación para siempre o como muchos prefieren decir un adiós que duele pero a la vez da esperanza.

En resumen, la memoria en el ritual fúnebre tiene un poder simbólico que da la posibilidad de leer y en esa lectura reconocer como está íntimamente relacionada con la identidad y por lo mismo es una fuente de conocimiento cultural de cualquier territorio, muchos más que en otros y mas allá de las dinámicas que lo mueven, lo transforman, hay algo que sigue resinificándose en cada acto y el ritual fúnebre no está lejos de ello pero tiene aun más valor porque un territorio como turbo puede cambiar y sus pervivencias siempre estarán hay con uno o con menos o más elementos que lo empoderen y enriquezca. Es con la memoria que la huella étnica y los marcos de referencia nos recuerdan que tenemos un pasado de que resulto nuestro presente y la línea puede ser muy larga y no tener fin pero la memoria la nutrirá y los ritos pueden ser su fuente de inspiración.

Es interesante que en una lectura del territorio se plantee el papel de la memoria y la fuerza que toma de acuerdo a cada proceso que se ha presentado en la localidad, esto lo podemos evidenciar en turbo que para a mediados de los 90 con el fenómeno del desplazamiento se reavivo a través de los rituales fúnebres que se hacían con mayor intensidad por todo lo que representaba para las grandes poblaciones que en medio de la angustia y la pérdida de sus familiares huyeron a refugiarse a otro territorios distintos al suyo y de esta forma solo les quedaba hacer uso de sus prácticas rituales para no olvidar de donde venían y enseñar a sus hijos sus costumbres que le proporcionaban más fuerza y valor a su identidad.

Así, observamos como en los barrios el obrero, las flores y el Gaitán esto se preserva a pesar de las distancias y las diferencias. De la misma manera para remitirse a esa memoria que está presente en los momentos más emotivos de nuestra existencia se ha dado el uso de la música, la canción que más le gustaba al ya difunto que se volverá polvo, aunque de una forma más moderna no ha de extrañarse de esta presencia pues la música ha sido una de las principales características de los ritos que llevaron a los seres humanos a descubrir su ser religioso.

En generalmente, la memoria guarda un carácter de mayor trascendencia en los ritos fúnebre y en turbo esto es representativo cuando de una lectura mnemónica del territorio se trata y por todo lo que se ha dicho anteriormente sobre su papel se puede demostrar con un poco de observación y conocimiento de la configuración del mismo y sustentara lo que se ha dicho de una y otra manera que la memoria como fuente simbólica es posible leer aunque esta se deba ampliar a los parámetros que se hallen en cada territorio estudiado y más si en este hay resaltar su diversidad, y mixturas identitarias.

Conclusiones

Después de desarrollar este trabajo monográfico, llegamos a las siguientes conclusiones:

  • 1. La muerte es un hecho social que es inevitable y hace parte de las elaboraciones cotidiana de una comunidad.

  • 2. Los rituales fúnebres son una forma de expresión cultural que da cuenta de la construcción colectiva que una comunidad ha hecho para marcar esa line de unión imborrable con quienes se van con la dicha de llegar a un mundo mejor.

  • 3. En los rituales fúnebres se destacan el duelo como parte de la aceptación de la perdida, y la existencia de un ambiente festivo como reafirmación de la vida.

  • 4. Los elementos simbólicos que le dan mayor sentido a este ritual nos remite a volver a tejer los lazos de la memoria colectiva que va sujeta con las creencias mítico – religiosas que estos representan y que nos llaman a cumplir un deber con nuestro prójimo.

  • 5. Las transformaciones de la sociedad en general ha permeado en los cambios dados en este ritual funerario y nos llama a consolidad lazos más fuerte para preservar nuestras tradiciones.

  • 6. La cultura y sus múltiples manifestaciones son objeto de reflexión y aprendizaje para el gestor cultural, quien busca en sus lecturas sobre el contexto, sacar a la luz lo significativo a cada hecho. Por esto, el ritual fúnebre es más que una despedida y un duelo por la muerte de una persona, es también la oportunidad de leer distintos rasgos generales y específicos que nos llevan al análisis y a plantear estrategias que no solo conserve esta tradición, si no que rescate y valore el significado que subyace en este.

  • 7. Cada aspecto que se presenta en un hecho como el ritual fúnebre nos permite leer de mejor manera las múltiples elaboraciones y reelaboraciones que el ser humano hace de cada acontecimiento y de su relación con el entorno y los demás seres humanos con que se hace posible el proceso de socialización.

  • 8. En nuestro trabajo como gestores culturales tenemos el gran desafío de saber aprender y desaprender para ser del conocimiento la ruta a seguir para que nuestras estrategias se adecuen a cada contexto y le aporten los elementos necesarios para fortalecer cada una de las manifestaciones o expresiones culturales que representan o diferencia a cada territorio.

Bibliografía

Entrevistas a:

Mireya Murillo Becerra- acompañante

Evelio Antonio Cortes Martínez-sepulturero

Héctor orejuela- ex rezandero

Lorenzo Córdoba – rezandero.

Irene Córdoba- acompañante asidua.

Sistema de radio educativa, emisora universidad de Antioquia. 102.3FM en el Urabá antioqueño. Programa de la tertulia literaria pisisi lee. Los alabaos. Octubre 1 y 2 de 2007. Coordinadora: Olivia morales Jaramillo.

En internet:

Encontrado en

  • 1.  Serrano Amaya, José Fernando, "hemo de morir cantando, porque llorando naci". Ritos fúnebres como forma de cimarronaje. Biblioteca Luis Ángel Arango. Geografía humana de Colombia, los afro-colombianos. Publicación del Instituto Colombiano de Antropología e Historia ICANH.

  • 2. Colon llamas, Luis Carlos, Espacios para los muertos, ritos para la memoria.

  • 3. Cándelo Perea, John William. La muerte y sus manifestaciones en la costa del pacifico. La voz católica, diócesis de buenaventura. Santiago de Cali-noviembre del 2003.

  • 4. Valencia salgado, Guillermo "el Goyo". Córdoba su gente su folklor, funebria. En montería web-personajes. www.monteria.gov.co

  • 5. Velorios y santos vivos. Comunidades negras, afro colombianas, raizales y palanquera. Ministerio de cultura y ces. www.mincultura.gov.co

  • 6. El alabao.

En libros:

Encontrado en biblioteca U de A- Urabá, turbo.

Triana, gloria. Aluna: imagen y memoria de las jornadas regionales de cultura popular. Mompox. Los ritos fúnebres en palenque, por julia simarra torres. Pág. 77-81; Quibdó. La separación para siempre, por grupo de afiliados a la organización de barrios populares del choco. Pág. 196-199. Colcultura 1991

NOTAS:

*Programa de la tertulia literaria pisisi lee. Los alabaos. Octubre 1 de 2007. Presentador: historiador Luis Vélez Arias.

** Información dada por Lorenzo Córdoba, el 18 de abril del 2010.

***información dada por Irene Córdoba en marzo 23 de 2010.

 

 

Autor:

Aciria Robledo Renteria

Lidys Cuesta Chaverra

Josefina Mena Pino

Pregrado en Gestión Cultural -VI semestre.

CURSO: FIESTAS Y RITUALES.

Universidad de Antioquia

Seccional Uraba

Turbo – Antioquia

2010

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente