- Introducción
- La Compañía de Jesús y Paraguarí. Vínculos Históricos
- Jesuitas
- Jesuitas en el Paraguay
- Jesuitas en Paraguarí
- El Retorno (1927)
- Conclusión
- Anexo
- Bibliografía
Introducción
La compañía de Jesús y el Paraguay han estado íntimamente asociados a lo largo de una historia de cuatro siglos. En efecto, el eco de las reducciones Jesuíticas del Paraguay se ha escuchado en todas los rincones del mundo.
Una de las muestras más importantes en el ámbito económico que ha tenido lugar ha sido la de Paraguarí. Esta tuvo lugar por la necesidad de sostener económicamente una institución a cargo de ellos.
Esta institución es la del "Colegio Seminario de Asunción".
La muestra que mencionamos se refiere a una estancia la cual ha tenido gracias al Gobernador del Paraguay de aquel entonces, Don Gregorio de Hinestrosa, amigo de los Jesuitas, quien les ha cedido territorio en una merced real en le año 1642.
Durante el gobierno de José de Antequera y Castro el Cabildo ha reunido algunas acusaciones en contra de los Jesuitas para justificar la expulsión de los mismos de la ciudad de Asunción en el año 1724.
Posteriormente en situaciones similares y en el año 1766 fueron expulsados del país y de América por orden del Rey.
Después de un largo periodo de ausencia forzosa, volvieron los Jesuitas a nuestro país en 1927 y retomaron el hilo de la historia. Los Jesuitas del Paraguay contemporáneo se sienten llamados no a repetir las hazañas del pasado, sino a discernir que espera Dios de ellos para colaborar con la Iglesia local en la construcción del "Nuevo Paraguay"
Con respecto a nuestra ciudad podemos mencionar la loable tarea que han desempeñado a su regreso, creando esta oportunidad algo tan importante como lo es la "Escuela Católica" la cual en un principio desempeñaba la noble tarea de ser local de enseñanza de la "lengua Guaraní".
Antes de proseguir no olvidaremos decir que este trabajo no pretende ser "El libro de historia" en el sentido técnico de la palabra pero se espera que aún siendo un simple trabajo de recopilación de datos, el mismo sirva para ilustrar un poco la historia de la compañía vinculada a la historia del Paraguay y a su vez en particular a la historia de Paraguarí.
La Compañía de Jesús y Paraguarí. Vínculos históricos
OBJETIVO GENERAL
Reconozco la importancia de las actividades realizadas por la congregación "Compañía de Jesús" en nuestra ciudad.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Analizo las obras de los Jesuitas en la ciudad de Paraguarí.
Observo el trayecto histórico de esta congregación dentro de nuestra ciudad.
Aprecio el aporte de la misma para la comunidad paraguariense.
METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN
Investigación bibliográfica escrita.
Entrevista a personas de la comunidad con conocimientos sobre el tema.
Capítulo I
Jesuitas
1.1. Promotor de la Compañía (San Ignacio de Loyola 1491-1556)
1.1.1. Su persona
Carácter equilibrado, bajo un perfecto dominio de sí mismo, manifestaba a todo un caballero en el fondo de su alma vasca; honor, fidelidad, heroísmo, anchura de corazón, universalismo, puesto por completo al servicio de Dios y en sus hermanos los hombres.
Era de corta estatura. En su andar cojeaba ligera y graciosamente. Su cara era redonda y llena de pómulos salientes y mentón breve, semblante alegre y espiritualmente encendido, de alegre bondad y le gustaba reír.
Aunque dejaba a cada uno la más grande iniciativa, juzgaba a la obediencia virtud esencial; ya que sin ella no se podía dar dirección espiritual de positiva eficacia.
Era tenaz en las empresas, siendo para la gloria de Dios y bien para los hombres. Continuamente aplicaba su famosa técnica de "Discernimiento de Espíritus" para conocer y cumplir enteramente la voluntad de Dios.
En todo lo bueno aspiraba a la propia superación al siempre más. Cifraba todo su ideal en seguir, imitar y servir a Cristo y a su "Vera Sposa" la Iglesia.
1.1.2. Orígenes
Nació Iñigo, como le dicen los españoles a quienes se llaman Ignacio, el onceavo hijo de una familia de once hermanos. Vio la luz primero en el castillo de sus mayores, situado en Azpeita, en el corazón del país Vasco español. De familia de hidalgos, Iñigo López de Recalde, así se llamaba, vino al mundo antes de que Colón descubriera América cambiando la faz del mundo. Iñigo estaba elegido por Dios a influir en la historia del hombre.
De sus años mozos solo se sabe que fueron similares a los de los jóvenes de su tiempo y rango social. Las armas, la vida militar y las mujeres constituían su principal atracción, y fue creciendo entre amoríos y duelos, cacerías y torneos. Nunca mostró afición a las cosas de la Iglesia sino a la vida osada, galante, y vanidosa de los nobles de su época, como Don Quijote, su contemporáneo ficticio, llenaba sus pocas horas libres leyendo, ensimismado, la vida de los héroes y los libros de Caballería, la vida de El Cid Campeador, las aventuras de Amadis de Gaula, los juegos de los hombres y las historias de mujeres llenaban sus inquietudes.
La expulsión de los moros, la aparición de América y sus riquezas y el ascenso al trono del Gran Emperador Carlos V, llevan a España a la prosperidad y a la cumbre del dominio de Europa.
Por esta época nuestro personaje fue aceptado como gentilhombre en la poderosa corte de Don Antonio Manrique de Lara, duque de Nájera y Virrey de Navarra, quien residía en Pamplona. Y pocos años después, en 1521, cuando Iñigo cumplía 30 años de edad, se produce un cambio fundamental en su vida Navarra que había sido un reino independiente es anexado a Castilla y gobernada por un Virrey; Francisco I de Francia encabezaba la ambición de volverle a dar su independencia. Con este fin envió un ejército de 30000 hombres. Atacaron la ciudad de Pamplona, e Iñigo, atrincherado en el Castillo, al mando de un puñado de valientes, defendían su posición dispuestos a entregar la vida. Pero no era solo esto lo que le iba a deparar el destino, sino algo peor que lo martirizaría por el resto de su vida. Una bala de cañón le pasa entre las piernas, destrozándole la pierna derecha e hiriéndole la izquierda. La plaza cayó en manos de los franceses y se inició el martirio de Iñigo, con una de sus piernas rotas y desangrándose es llevado en camilla por 80 km hasta ponerlo en manos de los médicos.
1.1.3. La Conversión
Durante la larga y penosa recuperación, buscando la distracción quiso leer más libros de caballería, pero solo encontró "La imitación de Cristo" y la "Vida de Santos". Resignado a que peor es nada, se dispuso a leer esos libros, su lectura le hizo reflexionar y llegar a comprender y anhelar el vivir una vida de privaciones y sacrificios. Rumiando estos pensamientos, creció en él el deseo de emular la vida de Jesús y de los Santos. Estas reflexiones fueron conformándose en escritos que más tarde serían la base de su "Ejercicios Espirituales", que contenía el germen de su gran obra "La Compañía de Jesús".
Cuando tenía 31 años, Iñigo partió de Loyola, con un gran deseo de vivir a "Dios Nuestro Señor". En 1522 peregrina a Aranzazu y a la capilla de la abadía de Monserrat (Barcelona – Cataluña). Aquí, la víspera de la anunciación, el 24 de marzo, da sus vestidos a un pobre y manda a colgar las armas ante el altar. Pasa toda aquella noche en vela ante la imagen de Nuestra Señora. Es la "Vela de Armas", de acá en adelante Iñigo fue ejemplo de una persona dedicada a Dios.
En 1523 peregrina a Roma – Jerusalén, en la extrema pobreza, viviendo de la caridad, visita los Santos lugares para identificarse más con Cristo, siguiendo sus pasos "Como si, presente se hallaré".
1.1.4. Ignacio universitario rodeado de amigos
En 1529, adoptándose al ambiente latinista comienza a llamarse "Ignacio". A su regreso de Barcelona inicia sus estudios sobre Latín, Humanidades, Arte y Filosofía, necesarios para cumplir con su gran deseo de ordenarse sacerdote. Luego en Salamanca y en la Sorbona, en parís, continua su formación espiritual e intelectual, y es en ésta época cuando empieza a rodearse de "amigos en el Señor", ajustando sus vidas a las normas de sus ejercicios espirituales.- en 1534, tras varios intentos frustrados, consigue agrupar a unos cuantos estudiantes universitarios que desean seguir a Cristo en total pobreza.
Pierre Favre o Pedro Fabro, notable por su obra en Europa y Francisco Javier, el gran misionero de las indias orientales, eran sus compañeros de habitación en la Villa estudiantil de parís y sus primeros compañeros en el grupo de amigos.
1.1.5. Ignacio Sacerdote y Religioso
El 24 de junio de 1537 sucede el hecho más trascendente en la vida de Ignacio es ordenado sacerdote, a los 46 años.
Viven la vida de pobreza y apostolado que habían prometido en Montmartre, sirven en los hospitales y enseñan en la Universidad. En noviembre se dirigen a Roma en "la storta" a pocos kilómetros de la "Ciudad eterna", Ignacio recibe una alta misión mística, a pesar de la s dificultades que vayan a encontrar en Roma, allí irán descubriendo el camino que habrán de seguir, les acompañará Cristo cargado con su cruz. Preparan la formula del Instituto, aprobada por la Bula Papal, el 27 de Setiembre. El Papa Pablo III aprueba la Compañía de Jesús. "El Espíritu de Dios esta aquí", dice. Se establece que el Superiores llamará General y será vitalicio, así nace la Orden Religiosa.
En 1541, el 19 de abril Ignacio es elegido tras larga resistencia por su parte, primer Superior General de la Compañía y durante los siguientes 15 años escribe la constitución de la Orden y dirige a sus compañeros, que se han esparcido por el mundo, cartas sabias llenas de consejos y de guías para lograr a "Mayor Gloria de Dios".
Entregó su alma al Señor el 31 de julio de 1556, en la ciudad de Roma, su tumba se halla en la Iglesia del Ges, en la ciudad eterna.
En 1622, el 12 de marzo, el Papa Gregorio XV canoniza a San Ignacio de Loyola, San Francisco Javier, Santa Teresa de Jesús, entre otros.
En 1814, el 7 de agosto el Papa Pío VII restaura la Compañía de Jesús en todo el mundo.
Jesuitas en el Paraguay
2.1. La primera venida
Consta que en 1556, pocos meses antes de su muerte, San Ignacio se interesó en el envío de Jesuitas al Paraguay. No fue sino el 11 de agosto de 1588 cuando, a pedido del Obispo Guerra, llegaron a Asunción desde el Brasil los padres Juan Saloni, español, Thomas Fields, irlandes, y Manuel Ortega, portugués.
Solo permaneció en Asunción el P. Field con la salud quebrantada. Quedó, en consecuencia, abandono el Paraguay por varios años.
2.2. Fundación de la Provincia Jesuita del Paraguay
Apoyo por el Obispo Martín Ignacio de Loyola, insistentemente solicitó el Gobernador Hernandarias que fueran enviados nuevamente los Jesuitas. Finalmente, el 9 de febrero de 1604, el Provincial General de la Compañía, Claudio Aquaviva, después que del Tucumán y del Paraguay se hicieron una Provincia independiente distinto de la del Perú Quedó así fundada la Provincia Jesuítica del Paraguay en el que fue destinado Primer Provincial el P. Diego de Torres.
Jesuitas en Paraguarí
(Orígenes de una Capital Departamental)
3.1. Antecedentes de la Estancia Jesuítica de Paraguarí
Al inicio de la conquista – 1537 – Paraguarí y sus alrededores se hallaban habitados por los Carios de Cariaba y Acahay, parcialidades guaraníes muy rebeldes a la dominación española.
La provincia de Cariaba estaba situada al sudeste de Asunción a distancia de 50 a 100 kilómetros de dicha ciudad. Sus habitantes se destacan por su belicosidad y su capacidad de resistencia ante la invasión española.
En 1585, Fray Luis de Bolaños y Alonso de San Buenaventura, lograron pacificar a los Cariabas y trasladarlos a Itá donde fundaron con ellos una reducción franciscana.
Con la fundación de dichas reducciones, las revueltas indígenas en dicha región llegaron a su fin.
La demografía indígena de la región decayó considerablemente, mientras los pobladores españoles se fueron centrando en Asunción y más tarde en Villa Rica.
Fue precisamente en aquellas tierras que los Jesuitas establecieron su estancia de Paraguarí, situada a unos 70 Km de Asunción, la estancia de Paraguarí ocupaba un lugar privilegiado.
El sitio de la estancia y sus alrededores era conocido con el nombre de "Yarigua"a" o "Paraje de Mbatovi". No obstante, documentos de principios del siglo XVII, ya hablaban de "Paraguarí", sin olvidar su antigua denominación.
3.2. Orígenes de la Estancia de Paraguarí
La estancia jesuítica tuvo sus orígenes en la merced real que el Gobernador del Paraguay Don Gregorio de Hinestrosa, amigo de los Jesuitas, había concedido a la Compañía de Jesús en 1642.
Con respecto a la merced real otorgada a los Jesuitas por el Gobernador Hinestrosa, el procurador de la Compañía de Jesús, Cosme Gutiérrez, así lo atestigua en 1766 con motivo de una demanda que entabló la viuda del Capitán Juan Villanueva, por supuesto cambio de mojones entre sus tierras y las de la estancia del "paraje Mbatovi" o Paraguarí.
"Cosme Gutiérrez de la Compañía de Jesús, Procurador de este colegio de Asunción, como mejor sea de Derecho y a dicho mi Colegio convenga, parezco en termino y digo, como dicho mi Colegio ha ciento y veinte y cuatro años que por merced Real del Señor Gobernador Don Gregorio de Hinestrosa posee sobre la cordillera una suerte de tierras de algunas leguas que están amparadas por Real Justicia y por todo este tiempo ha estado en quieta y pacífica posesión de ellos hasta que algunos años a esta parte, Doña Juana Martínez viuda del Capitán Juan Villanueva se quiso introducir y en efecto se introdujo en ella, como lo comprueba la población y ranchos que allí tiene habitados".
Doña Juana se defendió de la justicia señalando que los Padres no poseían títulos legales y que sus derechos y reclamos no eran legítimos.
También el rector de la Compañía de Jesús, Antonio Miranda, reconoció la magnitud de las tierras de Paraguarí y que las mismas no contaban con límites precisos.
Todos los colegios jesuitas del Río de la Plata poseían estancias; el de Asunción contaba con la de Paraguarí y otras aledañas, cuyas ganancias, según Mörner (historiador) estaban destinados al abastecimiento del noviciado y al fondo común de la Provincia Jesuítica.
Como en todas las estancias jesuíticas, en la de Paraguarí trabajaban los esclavos negros, propiedad de la Compañía de Jesús. A pesar de estar prohibido por las leyes de dicha Orden Religiosa. Los jesuitas se convirtieron en compradores de esclavos.
El número de esclavos negros determinaba en gran medida el bienestar económico de los Colegios Jesuitas, pero éstos se multiplicaron mucho más de los que los Padres necesitaban para sus estancias pero los tuvieron que mantener, "pues sin gravísimo motivo no podían venderlos".
Cuando la expulsión de los jesuitas en 1767, en Paraguarí se inventariaron 596 esclavos.
La mejor descripción que se tiene de la estancia de Paraguarí la dejó escrita en su libro de viajes el Provincial de la Orden Franciscana Fray Pedro José de Parras, a mitad del siglo XVIII: "Paraguarí es una estancia opulentísima de los Padres de la Compañía. Había en ella a la sazón cincuenta mil cabezas de ganado vacuno, con muchos caballos, yeguas y mulas; y lo que más admiración me causó, fue saber que en ella tenían lo Padres cuatrocientos esclavos, entre grandes y chicos, divididos en diversos ranchos de las cinco leguas de tierra que la estancia tiene, a la cual rodean espesísimos bosques por la parte de l oeste, sur y este, y por la del norte hay una gran cordillera cortada de medio a medio de este a oeste, y en aquel collado que forma la división de los dos montes, está la casa en que habitan los padres que administran la estancia".
Después de 125 años de permanencia de los jesuitas al frente de esta estancia de Paraguarí, tiempo en el cual se echaron las bases históricas de la actual Capital del departamento del mismo nombre, éstos se vieron obligados a abandonar la debido a la orden de expulsión contra la Compañía de Jesús, dictada por el Rey Carlos III, en 1767. Fue entonces cuando dicha estancia, al igual que sus demás posesiones y reducciones de indios, pasaron a manos de las autoridades coloniales.
3.3. El edificio Jesuítico de Paraguarí
En el centro mismo de la ciudad de Paraguarí se halla ubicado un antiguo edificio jesuítico, el cual, es todo un símbolo, los habitantes de esta ciudad se identifican plenamente con él, a pesar del gran vacío histórico que envuelve dicha casona.
Se sabe que Paraguarí fue una estancia jesuítica y que el edificio que hoy ocupa la Gobernación Departamental perteneció a los Padres de la Compañía de Jesús que administraba aquella hacienda.
Capítulo II
El Retorno (1927)
1.1. El regreso de los Jesuitas al Paraguay (Intervenciones del Moseñor Bogarín)
Antecedentes:
El notable trabajo desarrollado por los jesuitas en la época de la conquista con los indios guaraníes ha sellado para siempre la historia paraguaya.
El regreso de los Jesuitas al Paraguay
Hasta 1844, la llamada "Misión del Paraguay" tuvo que esperar para su establecimiento, incluyendo Argentina, Uruguay y parte del Brasil y todo lo que actualmente es Paraguay, ¡aunque sin tener un solo domicilio en tierra paraguaya!. Ciertamente, el distinguido Obispo del Paraguay, Mons. Juan Sinforiano Bogarín, ya desde 1896, se esforzó para que los jesuitas volvieran a su diócesis. Pero no fue sino en junio de 1925 cuando pudo escribir al provincial de los jesuitas en Buenos Aires: "no he de ocultar a V. R. mi gran satisfacción, mi intensa alegría, al vislumbrar la esperanza, una casi seguridad, de alguna vez se llenaran los deseos que he alimentado desde que fui sacerdote, y los que, a pesar de mis humildes suplicas y reiteradas gestiones iniciadas el año 1896, no han llegado a la eficacia, mas ahora, que por vez primera y a mi edad avanzada, se me abre la puerta de una esperanza de ver realizados mis anhelos".
El provincial de Buenos Aires, P. ramón Lloberola, hizo todo cuanto pudo para satisfacer el deseo del Obispo, e inmediatamente pidió al entonces padre General, Wlodimir Ledóchowski que enviae jesuitas desde España para trabajar en el Paraguay. Con todo, Ledóchowski se vio en el deber de responder que no era posible entonces: "Juzgo que por ahora no es fácil; en el entretanto hasta que algunos padres recorran aquellas regiones misionando y así, como hemos visto hacerse en otras partes, preparen el camino a fin de poder, andando los años, fijar allí residencia".
El provincial escribió inmediatamente al obispo Bogarín mostrando su deseo de ayudar: "que entra en el propósito de la Compañía volver a esa regada con el sudor y sangre de jesuitas en tiempos remotos; que si hasta ahora no se ha realizado el pensamiento, fue por falta de personal, pero algún día se intentará hacer algo en ese sentido".
Primeras presencias
El Obispo Bogarín quedo encantado con la idea, llamándola "laudable" y surgiendo que los padres ofreciesen una serie de conferencias en la capital, peculiarmente aptas para jóvenes y hombres, y luego saliesen al interior a varias poblaciones. Las sugerencias fueron Encarnación, Villarrica, Paraguarí, Concepción, Villa San Pedro y otras.
Afortunadamente, el P. Lérida fue encargado de dirigir el Trabajo misionero, que debía llevarse a cabo durante el verano, dadas las obligaciones que ataban a cada uno de los sacerdotes señalados. Pérez Acosta y Lérida trabajaron en junio en Asunción, mientras los otros tres lo hacían en las otras ciudades del interior. Unos cinco mil, de los seis mil habitantes de Concepción, tomaron parte en la Misión, de los cuales. Cientos recibieron la primera comunión y más de dos mil fueron confirmados. El cercano pueblo de Horqueta ofreció mejor resultado aun, a pesar de la dificultad de la lengua, ya que la mayor parte de la gente hablaba solo guaraní. Belén casi fue pasado de largo por los misioneros dado que rumoreaba que era un pueblo protestante. Con todo, la población entera tomo parte, y más de mil quedaron confirmados. Encarnación ofreció un éxito semejante, y, aunque Paraguarí parecía que no respondía del mismo modo, acudieron tantos a las predicaciones que tuvieron que hacerlo fuera del amplio templo, por ser éste insuficiente. Todos, jesuitas y fieles, parecían tan complacidos con este trabajo que se persuadieron era llegado el tiempo para una permanente presencia de los jesuitas en el Paraguay.
La primera nueva comunidad
El 2 de enero de 1927, cinco jesuitas hicieron el viaje en tren desde Buenos Aires y Llegaron a Asunción el 4 de enero a las 21:00 hs. Ellos eran, el Superior P. Felipe Lérida con dos sacerdotes, Eustaquio Zurbitú y Antonio Crespí, y dos hermanos, Leonardo Jun y Justo Farías. Fueron calurosamente recibidos por el párroco de la Catedral, el futuro Obispo Aníbal MENA porta, el rector del Colegio San José, P. Pucheau, el salesiano P. Ernesto Pérez Acosta y algunos laicos distinguidos. Pasaron la noche en el Colegio San José y, al día siguiente, se hospedaron en lo que hoy es Mcal. López N° 1201, propiedad de un antiguo alumno de Buenos Aires. Visitaron al Obispo, Juan Sinforiano Bogarín, que les hizo un caluroso recibimiento y les facilitó el traslado de sus equipajes.
Seguidamente visitaron al Dr. José Patricio Guggiari, futuro presidente de la República, quien les facilitó una entrevista periodística, aparecida después en los siguientes términos: "Un verdadero acontecimiento histórico es la vuelta de los jesuitas al Paraguay, después de 158 años de exilio. Como se sabe, esa orden fundó en nuestro país una verdadera República, que por su organización, por la valía de sus dirigentes y por sus obras llamo la atención de las más altas cabezas pensantes del mundo, hasta que en 1768 fueron expulsados definitivamente por mandato de los reyes de España".
Después de algunos días de sus ministerios apostólicos, empezaron a buscar una morada más en la línea de la pobreza apostólica. Y después de un tiempo, encontraron sitio entre Colón e Ygatimí, lugar que quedaría identificado para siempre con los Jesuitas del Paraguay contemporáneo.
Extensión al interior del país
El 17 de agosto de 1932, el Obispo Agustín Rodríguez, de Villarrica, escribió al Provincial de Buenos Aires, pidiendo jesuitas españoles para la población de San Ignacio (primera misión de la Compañía en el Paraguay). Sus esperanzas estribaban en las tribulaciones que sufrían los jesuitas en España y la esperanza de que ellos podrían renovar aquel famoso centro de misión. El P. Parola envió su petición al P. Ledochówski, superior general, quien dio una respuesta positiva. En consecuencia, el Obispo confió a la Compañía la parroquias de San Ignacio, Santa María, Santa Rosa y Santiago (todas originalmente Reducciones), y, además, Laureles, Ayolas y Yabebyry. El p. Joaquin Vericat fue nombrado párroco de San Ignacio y de todo aquel vasto territorio misional.
El 1° de marzo de 1929, Paraguay fue dividido en tres diócesis: Asunción, Concepción y Villarrica, y en todo el departamento de Misiones no había sino dos sacerdotes para los trece pueblos, ocho de los cuales estaban a cargo de la Compañía. Por razones apostólicas a los hombres destinados a las misiones les urgía hacer un profundo y práctico estudio del guaraní, pues era la lengua normal en aquellos contornos.
2- El retorno a Paraguarí
2.1.- Primeros momentos
Los Jesuitas llegaron a Paraguarí el 16 de diciembre del año 1952, varios padres pasaron por Paraguarí en repetidas ocasiones, y después de varias ideas y vueltas se establecieron en la casa de la familia Marecos Ferreira. La misma poseía buenas comodidades para albergar a varias personas, según el testimonio de personas que han vivido en esa época.
Llegaron en tal ocasión los padres Félix Gomes Rocafort, Antonio Guasch, Crespi, entre otros, acompañados de los seminaristas Ramallo, Palmes, Marti, Fisa, entre otros. Formaron una capilla en el mismo lugar. Al poco tiempo de la llegada formaron una escuela de guaraní que quedó a total cargo del P. Guasch. Esta tenía la función de brindar la enseñanza del idioma a los seminaristas. No pasó mucho tiempo para la apertura de la Escuela Católica, la cual empezó a funcionar desde el 2 de marzo de 1953, ésta siendo iniciativa del P. Félix Gómez la cual en sus inicios funcionaba en los salones del Paraguarí Club.
Paralelamente, el P. Guasch se dedicaba a enseñar la doctrina de la Iglesia Católica formando primero catequistas cuyo efecto fue rápido e hizo surgir efecto por considerarlo oportuno, se diseminó así la palabra de Dios por medio de los catequistas de la ciudad a las compañías.
2.2. Principales actividades
2.2.1. Obras Sociales
En Paraguarí hace años funcionaba un taller de costura con 15 máquinas donde muchas mujeres se ganaban honradamente. También se tiene durante el año como queda dicho anteriormente clases de oficios para muchachas y clases de costura y confección, de servicios domésticos, etc., para niños, todo ello fruto de la iniciativa y esfuerzo del P. Félix Gómez. El mismo Padre organizó una cooperativa de consumo que funcionó varios años para bien de los marginados, pero por una u otra causa hubo fraudes por lo cual el Padre juzgó mejor liquidarla.
2.2.2. La Escuela Católica
La "Escuelas Graduadas Católicas Beato Roque González de Santa Cruz" nació por el anhelo de prodigar formación humana y por sobre todo cristiana a la niñez paraguariense. Esa loable tarea fue iniciada por la Compañía de Jesús, a través del Rvdo. Padre Félix Gómez Rocafort S. J. (Pa"í Gómez) ya fallecido. Las clases se iniciaron el día 2 de marzo de 1953, y se obtuvo el reconocimiento oficial del Ministerio de Educación y Culto. Cabe señalar que esta escuela no hubiese podido sobrevivir sin el tesón la dedicación y la entrega del ilustre Padre Gómez quien hasta sus últimas fuerzas seniles (considerando que ya sobrepasaba los 80 años) dirigió con acierto a la institución entregando a la ciudad y al país, generaciones de niños/as, hoy hombres útiles a la sociedad, con una sólida formación espiritual, moral y académica, pero como la salud del mismo estaba muy deteriorada, hubo que reemplazarlo.
En el año 1986 tomó la Dirección de la Escuela el Rvdo. Padre Ramón Satre, S. J. (fundador del Colegio Técnico Javier de Asunción).
En el año 1996 asumió la Dirección el Rvdo. Padres José Valpuesta Güeto, quien trabajó en la institución hasta el año 2001.
El Rvdo. Padre Felipe Velilla, S. J. brindó su riqueza espiritual y su calidez humana a la institución por un periodo de seis meses, supliendo al P. Valpuesta durante el tiempo que éste estuvo en el Brasil.
En el año 2001, la Compañía de Jesús, trasladó al P. José Valpuesta y en su reemplazo asumió el Rvdo. Padre Manuel Casares Vílchez, S. J. quien ha potenciado mucho la pastoral y la vida comunitaria cristiana en la institución.
En el año 2003, año del Cincuentenario de la Escuela, asume la Dirección el Rvdo. Padre Alberto Cristóbal Luna Pastore, S.J. Durante ese año se trabajó en la implementación de Proyectos como WEB ESCUELA que brindará servicios de Informática Educativa e Internet a la Comunidad Educativa de la Escuela y el Proyecto Construcción de aulas y baños para Profesores/as y alumnos/as y el Proyecto de Reparación de Techos.
2.2.3. Actualidad de la Compañía de Jesús en Paraguarí
En la actualidad Paraguarí cuenta con un noviciado jesuita que se encuentra junto a la Escuela Católica "San Roque González de Santa Cruz" en el Barrio Pa"i Gómez. En el mismo se encuentra como encargado el Padre Alberto Luna quien es maestro de los 7 novicios.
Las funciones de la Compañía de Jesús desempeña en la actualidad dentro de la sociedad paraguariense son las siguientes:
Está encargada de la Escuela Católica interviniendo en el manejo de la misma.
En el Colegio Pa"í Gómez que ha surgido en el año 2002, interviene dando formación religiosa.
El Instituto Profesional San Roque González de Santa Cruz, también reciben apoyo de parte de la Compañía.
También brinda apoyo constante a la Parroquia de Paraguarí.
Conclusión
Los Jesuitas y Paraguarí han estado fuertemente vinculados a través de los tiempos, primero, desde la época de la colonización, por un periodo de 125 años. Este periodo, con el establecimiento ganadero que los padres jesuitas tenían en el centro de este valle, desde el año 1642, ha dejado una base histórica muy fuerte. El mismo en aquel entonces, servía para sustentar el Colegio de los Jesuitas en Asunción. Se hallaba situado en la zona conocida como "Paraje de Mbatovi" o valle de "Yarigua"a" a unos 60 km de Asunción; estos nombre pertenecientes a lo que hoy es Paraguarí, se pueden ver en mapas jesuíticos del año 1728.
En los mismos mapas de 1744 ya podemos reconocer el nombre de Paraguarí en la zona de la estancia. Según los datos hallados los límites del Establecimiento en el norte empiezan en el Cerro Mbatoví y prosiguen hasta la estancia de los Yaguarones más allá de Ybembire y así son más de cuatro leguas de frente, las que adquirió en la cordillera, el fondo de ellas es muy cerca de dos leguas hacia el oriente, que no se midió sino al tanteo…"
Esto fue hasta el año 1767, año en el que fue dada la orden de expulsión de los Jesuitas por Carlos lll, Rey de España.
Luego, después de una larga ausencia forzosa, retornan los Jesuitas al lugar que un día fue un hogar, esta vez en otras circunstancias, ya que todas sus pertenencias fueron expropiadas, esto se da en el año 1952.
Apartir de este momento los Jesuitas retoman el camino de la historia que los une a Paraguarí. Lo hacen teniendo como encargados a los padres Guasch y Gómez entre otros. Emprendieron varias actividades y entre las más destacadas podemos nombrar la apertura de la Escuela Católica y la Escuela de Guaraní, la primera dirigido por el Padre Gómez y la segunda que quedo a cargo del Padre Guasch.
La evangelización de los jóvenes de la zona no ha sido una actividad menos importante ya que según testigos vivientes, han sido muy bien recibidos por los pobladores.
Hoy en día, podemos ver la importancia que tienen todo lo emprendido por los jesuitas tanto en la primera como en la segunda venida, y esta ultima que continua el curso de la historia y que va sembrando y cosechando a su paso la fe comprometida con dios y con las necesidades de la gente…y prosiguen este andar con el lema de: "La defensa de la fe y la promoción de la justicia".
Anexo
La ciudad de Paraguarí tiene una rica historia. Tratamos de revivirla a través de este trabajo, por lo menos en una minúscula parte, para lo cual hemos recurrido a la ayuda de valerosas personas que habitan esta ciudad y han podido ser nexo entre un pasado que vive en sus memorias y el presente en el cual nos dignamos a plasmar en papeles hechos que con su trascendencia han marcado un hito importante en el transcurso del tiempo.
Entrevistas
El señor Agustín Ayala nos respondió nuestras preguntas de la siguiente manera:
1. Según su conocimiento, cuál fue el motivo de expulsión de los jesuitas?
Fue a causa de un problema, una desinteligencia entre los jesuitas y el Rey de España. Ocupaban demasiada tierra, y no rendían cuenta por ello.
2. Al regreso: a) Cómo empezaron a establecerse y dónde?
Fue en 1953 en la casa de Doña Francisca de Marecos, formaron un noviciado, con estudiantes españoles. Los encargados eran el padre Gómez, Padre Antonio Guasch y el Padre Crespi, y los novicios Ramallo, Plames, Martí, FISA. Formaron una capilla en el mismo lugar.
b) Qué actividades desempeñaron?
Formaron una escuela de Guaraní en la misma casa, siendo profesor el padre A Guasch. Formaron la Escuela Católica. Tambien la formación católica de la juventud paraguariense.
3. Qué fue a su criterio lo más importante que emprendieron?
La formación de la Escuela Católica en el año 1954, que funcionó en el actual Club social Paraguarí con profesoras Ad Honores, debiendo los alumnos llevar sus comodidades, como sillas y mesas. Funcionó allí por aproximadamente 2 años.
4. Otras cosas que puede comentar
Han realizado un trabajo importante en cuanto a la formación de los jóvenes, también han pulido la cultura, en general puedo decir que fueron muy bien recibidos por la sociedad paraguariense.
…Por su parte el señor Honorino Ayala nos aporto los siguientes datos, respondiendo las mismas preguntas:
1. Según su conocimiento, cuál fue el motivo de expulsión de los jesuitas?
Fue por orden de Carlos III. Hubo un conflicto de poderes políticos en el Vaticano por la hegemonía de los Jesuitas tenían en su manejo en los países en que trabajaban, surgiendo así roces de mando entre la cúpula de los mandos europeos de la iglesia católica.
2. Al regreso: a) Cómo empezaron a establecerse y dónde?
Fue en el año 1953 cuando llegaron a Paraguarí encabezados por el Padre Félix Gómez Rocafort, acompañándolo los padres Pérez y Antonio Guasch y varios seminaristas, Ramallo, Palmes, Martí, Blanc, Molinas, Fisa, Fuster y Sastre.
Paraguarí fue el centro de las actividades jesuíticas, en primer termino se ubicaron en la casa que fue cedida por doña Francisca de Marecos, con buenas comodidades para albergar a varios seminaristas, quienes seguían cursos de Teología, Filosofía con el Padre Gómez; Guasch paralelamente se dedicaba a enseñar la doctrina de la iglesia católica formando primero catequistas cuyo efecto fue rápido por considerarlo oportuno, se disemino así la palabra de Dios por medio de los catequistas de la ciudad a las compañías, también la formación de la escuela católica apoyada por el club el cual gentilmente ha cedido sus salones para la enseñanza escolar del 1°, 2° y 3° grados. Como profesores estaban el Prof. Ortiz, la Prof. Gladys Mongelos, y luego se tuvo la valiosa colaboración de dos grandes empresarios; "Villa Longa Hnos.", quien adquirió lo que actualmente es el local de la Escuela.
Otra de las actividades realizadas fue la formación de la Escuela de Guaraní, con el Etnólogo P. Antonio Guasch, profundo investigador de la lengua guaraní quien además escribió un diccionario en tal idioma.
Este diccionario se ha formado con la ayuda de los catequistas y niños colaboradores haciéndoles preguntas sobre las pronunciaciones y así también sobre la interpretación para dar más énfasis e importancia a su libro. Entre esos niños colaboradores podemos nombrar a los siguientes: Beby Escobar, Miguel Gómez, Tito Martínez, Honorino Ayala, Clara Barchello, Cynthia Benegas, Silvia Palacios, Agustín Ayala, entre otros.
3. Otras cosas que puede comentar
En cuanto a la expulsión puedo seguirles comentando que fue a raíz del litigio del monarca español con la cúpula de la Iglesia Vaticana y a consecuencia del mismo decidió expulsar a todos los Jesuitas de la Monarquía Española encabezado por Carlos III en fecha 27 de febrero de 1767.
Diez años de la fundación de la ciudad de Paraguarí, quedaban todos los intereses de los Jesuitas, tanto ganadero como edilicio a cargo del Gobernador quien luego ha cedido su custodia ala Iglesia Franciscana.
Entrevista a los Jesuitas
1- En que fecha llegaron los Jesuitas a Paraguarí (2da. Vez)?
Durante el año 1952, varios Padres pasaron por Paraguarí, viendo la posibilidad de abrir una casa de jesuitas. Después de muchas idas y vueltas, se inaugura la casa el 16/12/1952.
2- Dónde se establecieron?
En principio se establecieron en una casa alquilada por una familia, la Familia Mareco; el señor Miguel Mareco y su esposa, Francisca Ferreira.
3- Cuáles fueron los principales actividades que realizaron?
El objetivo de la casa de Paraguarí fue tener un lugar donde los jóvenes seminaristas jesuitas españoles que venían al Paraguay pudieran aprender el Guaraní. De ahí que era una casa de estudios. Además, los padres ya mayores atendían pastoralmente algunas ciudades del país.
4- En qué lugar se formó la Escuela de Guaraní y desde cuando comenzó a funcionar?
En esta misma casa alquilada funcionó la "Escuela de Guaraní", siendo profesor el Padre Antonio Guasch y Superior el Padre Félix Gómez.
Después, el 2 de marzo de 1953 el P. Gómez empieza, lo que en la época se llamaba Escuela Católica Beato Roque González de Santa Cruz, iniciando las clases en el Paraguarí Club. Para el año 1954 – 1955 se establecieron en el actual sitio, sobre la ahora calle Avda. Pa"í Gómez.
5- Y en la actualidad ¿Qué nos puede comentar?
– Principales actividades
Es la Escuela Católica, ahora "San Roque González", la principal obra de los jesuitas. También desde el año 1976 se establece el noviciado, casa de formación de seminaristas.
– Cuantos novicios hay aquí?
Este año han ingresado al noviciado 4 y egresaron 5, con lo que el número de novicios es de 7.
– Quién es el encargado o el que dirige aquí en Paraguarí?
El P. Alberto Luna Pastore es el actual superior de la Casa y maestro de Novicios. Es también el responsable de la Escuela Católica
Bibliografía
Luis Parola, S.J. Historia contemporánea de la Compañía de Jesús en el Paraguay. Ediciones Loyola: Asunción 1973.- 607 p.- p N° 497.
Margarita Duran Estragó. La estancia Jesuítica de Paraguarí. Fundación Paracuaria. Missionsprokur S.J.- Nürnberg – Biblioteca de Estudios paraguayos. Vol. 54 – Universidad Católica Asunción 1996.- 110 p.- p N° 12/28.
Apuntes del Pre-noviciado Jesuita de Paraguarí.
Entre amigos. Revista de la Compañía de Jesús, y la Familia Ignaciana del Paraguay N° 16.- Año 7 – Abril 2003.- 19 p – p N° 8/9
Autor:
Diosnel Cardozo