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Plan de actividades para mejorar participación de los niños y niñas en juegos tradicionales


Partes: 1, 2, 3

  1. Introducción
  2. Fundamentos teóricos metodológicos que sustentan la investigación sobre los juegos tradicionales
  3. Plan de actividades para mejorar la participación de las niñas y niños de 10-11 años en los juegos tradicionales
  4. Conclusiones
  5. Recomendaciones
  6. Bibliografía

Introducción

Los juegos tradicionales están incluidos dentro la lista de los diferentes exponentes que forman la identidad cultural de cada pueblo, los cuales no pueden ser excluidos ya que son de elementos que conforman parte de nuestro medio ambiente y como tal no están exentos de sufrir cambios producto a la acción nefasta del desarrollo humano en el mundo capitalista. Por ello se hace necesario rescatar la práctica de los juegos tradicionales y mejorar la participación de las niñas y niños en los mismos, como auténticas tradiciones lúdicas, por lo que es necesario tener una actitud consecuente ante los verdaderos exponentes de la cultura lúdica.

Por todo lo antes mencionado queda claro lo necesario que resulta para la sociedad actual el activo proceso de mejorar la participación de las niñas y niños en dichos juegos tradicionales, considerados en la actualidad como una muestra palpable de los valores culturales autóctonos de las diferentes sociedades, ya que ellos son máximos los representantes de las más longevas expresiones lúdicas de la comunidad, practicados por diferentes generaciones pasadas en lo que se refiere a juegos.

Los juegos tradicionales son típicos de una región o país, los cuales son muy importantes y valiosos en la formación de la cultura popular lúdica, constituyendo así un tesoro nacional practicado de generación en generación.

Actualmente en los diferentes festivales realizados en la comunidad El Rodeo, existe muy poca participación por parte de las niñas y niños de 10-11 años en la práctica de estos juegos tradicionales. Lo que influye desfavorablemente en estas expresiones lúdicas, ocasionado por un déficit de ofertas recreativas de estas actividades lúdicas en dicha comunidad, además la aparición de nuevas tecnologías de juegos cibernéticos, la urbanización de sectores, la desatención ocasional de los familiares y en algunos casos la poca planificación de dichos juegos tradicionales por parte de la comunidad, así como la falta de conocimiento de los practicantes, son factores que provocan e influyen de forma directa en la poca participación de las niñas y niños. A medida que esto ocurre, con el paso de los años, al alargarse el ciclo o frecuencia de ejecución de estos, trae consigo la desaparición de los mismos en los juegos seleccionados como de gusto y preferencia por parte de las niñas y niños. Tales consideraciones son válidas para muchos sectores de la comunidad, donde no existen ofertas de dichas actividades lúdicas, que propicien la práctica de dichos juegos tradicionales, las cuales van encaminadas a la enseñanza y aprendizaje de estos juegos, por parte de las niñas y niños, luego del horario docente, en su tiempo libre en la comunidad.

Como antecedentes históricos acerca del presente tema de investigación, las cuales se utilizaron para la implementación del trabajo investigativo, podemos encontrar varias referencias bibliográficas de diferentes estudios realizados, que se han realizado en diferentes países. En la actualidad son muchos los pedagogos y especialistas interesados en fomentar y conservar la práctica de dichos juegos entre las comunidades infantiles, pero no existe una estrategia, acciones o algún plan de actividades que permitan la ejecución de tales expresiones lúdicas en dicha comunidad. Gracias al análisis profundo de los estudios realizados por, Rolando Alfaro Torres, Caridad Santos, Sonia Correa y Aldo Pérez Sánchez (2003), fue posible la caracterización de los juegos tradicionales practicado por las niñas y niños. Además dieron creación a un manual de juegos el cual será utilizado en esta investigación. Por otra parte los estudios realizados por los autores Dayron Orozco Rolo (2007) autor cubano y Yorman Hernández Verénzuela (2011) venezolano, donde sus aportes fueron de gran utilidad para llevar a cabo la presente investigación, por lo que el autor coincide con sus opiniones y a las cuales tiene que agregar, que dichos juegos tradicionales son un gran baluarte de la cultura lúdica de cada país, no se pueden dejar en el olvido porque forman parte de las tradiciones autóctonas, las cuales son muy importantes porque ente otras cosas, ayudan a la formación de diferentes valores en el ser humano y fomentan la idiosincrasia folklórica de cada país.

La comunidad El Rodeo, ubicada en la parroquia de Guatire, municipio Zamora, no está ajena a tal hecho, también sufre las consecuencias de la poca ejecución y participación en dichos juegos tradicionales. Además de estar influenciados por otros factores negativos particulares propios de la zona. La problemática descrita es: existe muy poca participación por parte de las niñas y niños de 10-11 años de dicha comunidad, al no existir una correcta planificación de estos juegos tradicionales y a su vez no existe un plan de actividades para satisfacer dicho déficit, capaz de ofrecer un conocimiento íntegro sobre las formas lúdicas. Lo que repercute muy desfavorablemente sobre el desarrollo de los infantes, esto se nota en gran medida en la poca participación de las niñas y niños de 10-11 años, en las actividades recreativas que se organizan por parte de los profesores integrales de barrio adentro deportivo los fines de semana en la comunidad. Como es ya un reto a implementar, la misión cubana deportiva se trazó como meta para el 2012 incrementar la cifra de los beneficiarios directos frente a cada profesor integral de barrio adentro, por lo que es necesario para cumplir con la cifra convenida, mejorar la participación de beneficiarios.

Por lo que se define como situación problémica: En la comunidad El Rodeo, existe muy poca participación por parte de las niñas y niños de 10-11 años en los juegos tradicionales, al no existir una correcta planificación de estos y la oferta de festivales son escasas, las que a su vez no satisfacen la demanda de la necesidad existente lo que conlleva a dicho déficit en la participación de estos juegos tradicionales en la comunidad.

Se refiere al problema científico: ¿Cómo mejorar la participación de las niñas y niños de 10-11 años en los juegos tradicionales en la comunidad El Rodeo?

Como objeto de estudio: El proceso de la cultura lúdica tradicional.

Como campo de acción: La participación de las niñas y niños de 10-11 años.

Como objetivo: Elaborar un plan de actividades para mejorar la participación de las niñas y niños de 10-11 años en los juegos tradicionales en la comunidad El Rodeo.

Considerando la pertinencia de elaborar un plan de actividades capaz de mejorar la participación de las niñas y niños de 10-11 años en los juegos tradicionales, se disponen las siguientes preguntas científicas:

  • 1- ¿Cuáles son los fundamentos teóricos metodológicos actuales acerca de la influencia y situación preliminar de los juegos tradicionales en la cultura lúdica?

  • 2- ¿Diagnosticar el estado actual de los juegos tradicionales y de las acciones actuales en torno a su ejecución?

  • 3- ¿Cómo elaborar un plan de actividades para mejorar la participación de las niñas y niños de 10-11 años en los juegos tradicionales?

  • 4- ¿Cómo evaluar la efectividad del plan de actividades?

Para dar respuesta a las anteriores preguntas científicas planteadas, se trazaron las siguientes tareas científicas:

Tareas Científicas:

  • 1- Valoración de los fundamentos teóricos metodológicos actuales que sustentan la influencia y situación preliminar de los juegos tradicionales en la cultura lúdica.

  • 2- Aplicación de un diagnóstico para conocer el estado actual los juegos tradicionales y de las acciones actuales en torno a su ejecución.

  • 3- Elaboración de un plan de actividades para mejorar la participación de las niñas y niños de 10-11 años en los juegos tradicionales, de la comunidad El Rodeo.

  • 4- Evaluación de la efectividad del plan de actividades.

El presente trabajo investigativo está estructurado de la siguiente manera:

Consta con un capítulo 1, el cual está dividido en epígrafes, el 1.1: aborda el tema de los juegos tradicionales y así como su generalización, el 1.2: es acerca de la caracterización y concepto de juegos y por último el 1.3: trata acerca la expresión lúdica de los pueblos. En cada uno ellos se trabaja con los diferentes fundamentos teóricos metodológicos los cuales sustentan la investigación sobre los juegos tradicionales, basados en un amplío estudio realizado con la bibliografía consultada. En el epígrafe 1.4: se puede encontrar la caracterización de la comunidad El Rodeo donde se efectuó dicha investigación y en el 1.5: la caracterización de las niñas y niños de 10-11 años, así también como los cambios que ocurren en ellos durante el ejercicio físico.

Posteriormente, pasamos al capítulo 2, donde se encuentra la planificación del plan de actividades para mejorar la participación de las niñas y niños de 10-11 años en los juegos tradicionales. Además se hace referencia a la metodología, a la población y muestra empleada en dicho trabajo, así también como los métodos, procedimientos y técnica estadística utilizada.

El capítulo 3, refiere al análisis de los resultados obtenidos así como la interpretación de los mismos incluyendo la validación del experimento mediante el método de criterio de expertos, los cuales arrojaron conclusiones las cuales están implícitas en el mismo, además las recomendaciones y la bibliografía consultada.

Capítulo I.

Fundamentos teóricos metodológicos que sustentan la investigación sobre los juegos tradicionales

En el desarrollo del trabajo se hacen referencia a varias citas bibliográficas las cuales son de gran ayuda para la investigación, y son un gran aporte al tema por lo que coincidimos en sus opiniones, a las cuales el autor de la presente investigación se suma y a las cuales tiene que agregar que dichos juegos son un gran baluarte de la cultura lúdica regional de cada país, formando parte de las tradiciones autóctonas, las cuales son importantes porque ayudan a la formación de valores en el ser humano y al fomento de la idiosincrasia folklórica de cada país.

Los juegos tradicionales, forman parte de la cultura general de cada país, y en el caso particular de Venezuela se han practicado en diferentes localidades de la geografía nacional, con la finalidad de impartir una cultura lúdica enmarcada en la identidad autóctona según las características particulares de cada región, localidad, o sector. Pero en la actualidad se han dejado de practicar muchos de ellos y otros han sido suplantados por los diferentes tipos de juegos cibernéticos, tales como muchos de ellos desarrollan una dependencia casi nociva de estos juegos basados en el Internet. Se puede decir que el estudio y desarrollo de este capítulo es estudiar, puntualizar, analizar la importancia de estos juegos tradicionales, tal como se presenta a continuación en el siguiente epígrafe.

  • Los juegos tradicionales. Generalización.

Los estudios realizados acerca del origen cultural de los juegos tradicionales en Venezuela, han dejado claro que su desarrollo ha sido gracias al trabajo y a las distintas necesidades que fueron apareciendo en su contexto económico, social y espiritual. Su régimen de vida, sus costumbres y necesidades, les ocupaban la mayor parte del tiempo en la realización de las diferentes tareas llevadas a cabo en las comunidades, tanto a los mayores como a los infantes y se hacía carecer del tiempo libre para la práctica de otras actividades.

Aunque la forma de vida de sus antepasados no dejaban excesivo tiempo para el ocio, es importante saber que las formas de entretenimiento en aquella época eran escasas, ya que por aquellos tiempos se carecían de muchos de los pasatiempos que hoy en día tenemos como son por ejemplo la televisión, la radio, las computadoras y con ellas toda la tecnología de punta que van saliendo al mercado de esta sociedad consumista, las revistas, periódicos por lo que buena parte de su tiempo libre lo empleaban para jugar o practicar juegos tradicionales.

Está demostrado que una de las actividades principales del hombre es el jugar, a la cual hay que dedicarle un tiempo para que pueda ejercer sobre cada participante de forma satisfactoria. También podemos decir que el ser humano en su cotidianidad, ya sea en la mañana cuando realiza las actividades matutinas, en su centro laboral desempeñándose en las tareas cotidianas de su hogar o en el núcleo que lo rodea, literalmente se mantiene jugando. Los distintos juegos contienen mensajes diferentes y son llevados a cabo ya sea para lograr un reto, alcanzar una meta o demostrar condiciones físicas y mentales en cada uno de los participantes.

A diferencia de los demás juegos, los tradicionales tienen mucho en común: el nivel de información cultural que se transmite de padres a hijos, de generación en generación y el hecho de que fueran practicados por los antecesores durante su niñez, formando parte de las riquezas espirituales de las sociedades.

Las posibilidades que brindan los juegos tradicionales son múltiples. En primer lugar, el juego por el juego mismo, refiriendo que en la medida que le demos mayor cabida dentro del ámbito educativo e institucional estaremos fortaleciendo un aspecto importante para la educación y desarrollo del niño.

El autor Lantigua, J (17,5) refiere también que: "La inclusión de nuevos juegos en relación con los tradicionales, ocurren muchas veces como parte del proceso de desarrollo que alcanzan los pueblos".

Santos C. y Correa S (1,4) caracterizan los juegos tradicionales de la siguiente manera: "…manifestaciones que se tramiten mediante la palabra, por lo general de padres a hijos, de generación en generación, ejecutadas en cualquier entorno y organizadas espontáneamente por los infantes, en numerosas ocasiones sin requerimientos especiales de espacio, lugar o de tiempo para su desarrollo. Muchas de las formas usadas se han conservado sin grandes variaciones durante siglos."

A través de estos juegos podemos conocer historias propias y ajenas y a su vez acercar diferentes generaciones. Cuando los niños pequeños perciben que los juegos que ellos están practicando son los mismos que practicaron una vez sus padres y abuelos, se podrán crear nuevos ligamentos que acerquen posturas y favorezcan el entendimiento y la comprensión generacional en numerosos aspectos.

Es de suma importancia no olvidar, que no todos estos juegos serán novedades para las niñas y niños, ya que conocen muchos de ellos y lo juegan en más de una ocasión, quién sabe sí quizás se los contaron, los han visto, o alguien se los mostró. Lo cierto es que muchos de estos son jugados con variaciones o modificaciones, pero siguen mantenido viva su esencia, de todos modos bien vale la pena profundizar en estos juegos y refrescar así la memoria lúdica de los pueblos, comunidades o generaciones, aún cuando surja la pregunta si realmente tiene sentido resurgir estos juegos en una sociedad industrializada, frente a un avance apabullante de la electrónica. En este sentido no podrían existir dudas, se requiere de un proceso capaz de permitir tales acciones que permitan su protección.

Mejorar el nivel de participación de las niñas y niños de 10-11 años en los juegos tradicionales en la comunidad El Rodeo, se refiere a lograr una mayor cantidad de participantes en estos juegos tradicionales y lograr a su vez, una mayor frecuencia de realización dichas denominadas expresiones lúdicas tradicionales, en el tiempo libre a través de un plan de actividades bien planificado y organizado. Dichas expresiones son consideradas como manifestaciones que se transmiten mediante la palabra, por lo general de padres a hijos, de generación en generación, ejecutadas en cualquier entorno y organizadas espontáneamente por los infantes, en numerosas ocasiones sin requerimientos especiales de espacio, lugar, implementos deportivos, inversiones o de un tiempo prolongado para su desarrollo. Es importante resaltar que muchas de las formas lúdicas usadas se han conservado sin grandes variaciones durante años.

La obra de Rolando Alfaro Torres, constituye un excelente aporte a la conservación de estos tipos de juegos, no sólo por el mérito indiscutible de colectar en un texto una cantidad considerable de formas lúdicas practicadas por las niñas y niños, debidamente clasificadas atendiendo a sus características, sino también por haber tenido como iniciativa la conformación de las bien nombradas ludotecas.

José Martí, citado por Lantigua, J (5) expresó: "Todos los juegos no son tan viejos como las bolas, ni como las muñecas, ni como el cricket, ni como la pelota, ni como el columpio, ni como los saltos", haciendo clara alusión a nuevas formas lúdicas incorporadas al deleite infantil.

De todo lo antes expuesto se considera que es de suma importancia revivir, activar, la práctica de dichos juegos tradicionales ya que es una forma de beneficiar y apoyar el juego activo, participativo, comunicativo y relacional entre las niñas y niños, frente a una sociedad de consumo que estimula cada vez más la obtención de medios sofisticados capaces de desarrollar las capacidades mentales del pequeño a expensas de una influencia en ocasiones muy negativa, capaz de variar su comportamiento y actuación en la sociedad.

El hecho de revivir, activar la práctica de los juegos tradicionales, no es motivo para pensar que todo un pasado se encuentra desmoronado en el olvido, sino que hay cuestiones que se deterioran en su número y frecuencia, por las que es preciso velar y analizar, de manera que se logre comprender así mejor nuestro presente.

Lantigua (6) explica: "Aunque es imposible ser categóricos en una supuesta clasificación sexual de tales prácticas, pues generalmente se funden niñas y niños en una misma actividad, resultó apreciable distinguir una mayoritaria presencia de niños en torno a juegos como las bolas y los trompos, en tanto las niñas se dedicaban, la gallina ciega, el escondite, el palito mantequillero, la rueda rueda, entre otras manifestaciones lúdicas."

En esos estudios fue posible distinguir la ejecutoria de diversas formas lúdicas tradicionales con la presencia o no de implementos. Entre los primeros se encuentran además de los antes mencionados, el papagayo, la perinola y en segundo lugar una buena parte de los juegos de correr, rondas y cantos y juegos variados.

Por otra parte, Dayron Orozco (2006) los denomina:…"los juegos tradicionales, que pertenecen a la cultura popular lúdica, constituyen un elemento esencial para preservación de nuestras tradiciones, la identidad nacional y la integración del niño al medio que se desenvuelve, por tanto, la principal característica de los juegos tradicionales, es resaltar las tradiciones del pueblo desde generaciones".

  • Caracterización general. Concepto de los juegos.

Gracias al análisis profundo de los estudios realizados por, Rolando Alfaro Torres, Caridad Santos, Sonia Correa y Aldo Pérez Sánchez (2003), fue posible la caracterización de los Juegos Tradicionales practicado por las niñas y niños. Además la obra de Rolando Alfaro Torres, constituye un excelente aporte a la conservación de estos tipos de juegos, sino también por el mérito indiscutible de colectar en un texto una cantidad considerable de formas lúdicas practicadas por las niñas y niños, debidamente clasificadas atendiendo a sus diferentes características. Lantigua (6) explica: "Aunque es imposible ser categóricos en una supuesta clasificación sexual de tales prácticas, pues generalmente se funden niñas y niños en una misma actividad, resultó apreciable distinguir una mayor presencia de niños en torno a juegos como las bolas y los trompos, en tanto las niñas se dedicaban, la gallina ciega, el escondite, el palito mantequillero, la rueda rueda, entre otras manifestaciones lúdicas." En esos estudios fue posible distinguir la ejecutoria de diversas formas lúdicas tradicionales con la presencia o no de implementos. Entre los primeros se encuentran además de los antes mencionados, el papagayo, la perinola y en segundo lugar una buena parte de los juegos de correr, rondas y cantos y juegos variados.

Los juegos tradicionales se caracterizan por ser un medio importante en la salud física y mental del pequeño, ya que les permite desarrollarse en un ambiente sano y lleno de alegría y esto a la vez permite que el niño se desarrolle en un entorno socializador, y que pueda aprender a compartir con los demás sin violencia y en un ambiente de armonía. Los juegos tradicionales son típicos de una región o país, formando parte importante de la cultura popular, constituyendo un tesoro nacional practicado de generación en generación.

Existen definiciones de juegos tratados por las diferentes ramas del saber que tienen contacto con él. Etimológicamente el juego viene de: Jocus: Que significa ligereza, frivolidad, pasatiempo y Ludus: Que es el acto de jugar. Fisiológicamente se definen como: La actividad que realizan los seres superiores sin un fin aparentemente utilitario, como medio para eliminar su exceso de energía. Sin embargo cuando un niño se encuentra enfermo, no pierde el interés por el juego y él mismo sigue jugando.

Concepto psicológico: Es la actividad espontánea y desinteresada que exige una regla libremente escogida que cumplir o un obstáculo deliberadamente puesto que vencer. El juego tiene como función esencial procurar al niño el placer moral del triunfo que al aumentar su personalidad, la sitúa ante sus propios ojos y ante los demás.

El juego es visto dentro de lo psicológico como: una actividad generadora de placer que no se realiza con una finalidad exterior a ella; sino por sí mismas.

Concepto sociológico: Se puede definir el juego como actividad u ocupación voluntaria que se realiza dentro de cierto límite establecido de espacio y tiempo, atendiendo a reglas libremente aceptados.

La recreación, se define como el conjunto de relación-acción, actividades espontáneas y desinteresadas que se establecen en el juego y que generan placer a través de reglas libremente escogidas, las cuales cumplir dentro de ciertos espacios y tiempo con una finalidad socializada.

Pérez A. (19,43) afirma: "El niño no es un niño porque juega, sino que precisamente juega por ser niño. No puede pretenderse, por tanto, que deje de jugar para que se vuelva adulto, sino por el contrario es preciso que juegue para que sea un mejor hombre en el mañana".

Esto quiere decir que el niño debe necesariamente jugar para así poder ir creando una forma de vida enmarcada dentro de la convivencia social, esto le aporta una sensación de seguridad que le va a servir para su desarrollo personal, y a futuro poder integrarse a la sociedad.

De la misma manera Muñoz, S (18) expresa: "A través de múltiples estudios y observaciones sabemos que el juego y los juguetes están relacionados directamente con el desarrollo y el crecimiento del niño y con muchas de sus expresiones emocionales".

Los aportes del juego a la formación de valores en los individuos son ampliamente reconocidos por diversos autores.

Rudik, citado por Lantigua, J (10, 6) considera que: "El juego es un tipo de actividad que tiene un gran significado formador y educativo en la vida del hombre" y más adelante valorando sus posibilidades de realización y sus expectativas, precisa: "Es el único tipo de actividad que está al alcance del niño y que responde a su necesidad de ser activo, es el camino de los niños hacia el conocimiento del mundo en que ellos viven y al que están llamados a cambiar".

Makarenko citado por Lantigua, J (10, 5) hace referencia a esos atributos, cuando en un abordaje de la actividad lúdica enfatiza: "…debe educar las cualidades del futuro hombre".

Petrovski, según Lantigua, J (10,7) evalúa acertadamente los aportes del juego en la formación de los pequeños, al respecto considera: "…ofrecen un rico alimento a la imaginación infantil, le permiten al niño profundizar y consolidar cualidades valiosas de la personalidad (valentía, decisión, organización, ingenio, etc.)".

Lantigua, J (10,8) considera que: "Es evidente que el juego es la actividad característica de la edad infantil, donde las imágenes de los niños adoptan formas o maneras vivientes, estimulando de esa manera su propio desarrollo.

El juego permite un acercamiento en edades tempranas, a las conductas del adulto y sus relaciones interpersonales. Constituye un nexo entre las fantasías propias de los pequeños y su mundo futuro, donde alguna vez asumirán un papel protagónico. Por ello resultan tan significativos, en esos años, los paradigmas que sirvan de referencia al establecimiento de tales aproximaciones."

Más adelante el propio autor refiere: "En sentido general, el jugar, aporta a esas pretensiones toda una amplia gama de posibilidades lúdicas, representadas por expresiones diversas entre las que figuran de manera generalizada las recreativas."

Pérez A (19,42) al referirse a éstas, expresa: "De forma específica los juegos son utilizados voluntariamente en un tiempo libre y no hay gran rigurosidad en la forma de aplicación de las reglamentaciones y necesidades de instalaciones para su ejecución".

Entre los objetivos de los juegos expuestos por ese mismo autor, encontramos aquellos que tienen que ver con la formación de ciertos valores morales en las niñas y niños:

  • Exaltar la autoestima y la solidaridad entre los participantes.

  • Fomentar hábitos de salud, disciplina, compañerismo, cooperación, responsabilidad, entre otros.

  • Desarrollar habilidades de liderazgo.

  • Favorecer la integración social.

  • Beneficiar la comprensión y conocimiento.

  • Intercambiar ideas y experiencias durante su desarrollo.

Entre las características más significativas de los juegos, que aparecen contenidas en las Orientaciones Técnicas Metodológicas de la Dirección Nacional de Recreación en Cuba (2,14), se describen las siguientes:

  • Placentero: el juego está concebido para producir placer entre sus practicantes y por ningún motivo debe ser causa de frustración.

  • Natural y motivador: debe ser siempre alentado por la motivación, de manera que las personas accedan al mismo de forma natural.

  • Voluntario: como actividad recreativa no admite ser compulsado y las personas que lo practiquen deben hacerlo de manera totalmente voluntaria.

  • Mundo aparte: con la práctica del juego se logra trasladar al individuo a un mundo de fantasías o de ficción, logrando satisfacciones no atribuibles a la vida real.

  • Creador: permiten a través de su propio desarrollo el alcance de una mayor creatividad en las personas, favoreciendo un adecuado equilibrio en su formación.

  • Expresivo: a través de tan importante actividad se ve favorecida la exteriorización de aquellos sentimientos humanos, normalmente reprimidos.

  • Socializador: se encuentra entre sus principales características, pues a través de su realización es posible el alcance de hábitos de cooperación, convivencia, solidaridad y labor en equipo.

A modo de reflexión acerca del papel de los denominados juegos tradicionales, a partir de sus claros influjos formativos aún fuera del ámbito escolar, se considera que en esencia, por todos sus valores educativos, los juegos tradicionales tienen que ser considerados como uno de los medios de trabajo fundamentales en el tiempo extraescolar, ya que especialmente en lo que concierne al trabajo con niñas y niños, su correcta utilización conlleva a una gran incidencia en la formación y desarrollo de los hábitos motores, todo lo cual se reflejará como base fundamental en la permanente incorporación de nuevos hábitos, que es la ley inmutable del desarrollo.

Por otra parte la escuela y la familia son de suma importancia y su influencia en las niñas y niños acerca de estos juegos tradicionales, deben favorecer de manera reiterada la ocurrencia de manifestaciones lúdicas diversas entre los pequeños, pues a través de éstas se estimula increíblemente la adquisición de patrones educativos en las niñas y niños, válidos para asumir nuevos empeños sociales, en tanto se van consolidando sus futuras potencialidades humanas.

Una de las vías de que dispone la comunidad para desarrollar en sus pobladores y sobre todo en las niñas y niños, los valores morales y las cualidades de la personalidad es mediante el juego, el cual constituye la primera forma de aprendizaje de la vida en colectividad. El respeto a las normas y otros elementos del juego, van creando en la niña y el niño las condiciones necesarias para su pleno desenvolvimiento social, porque en las comunidades transcurre una buena parte de la vida de los pequeños y es en ella que las formas lúdicas adquieren una más elevada organización, a la par que reciben influencias muy ventajosas producto de una amplia interacción social, debido a la gran cantidad de juegos que se genera en las comunidades, las expresiones lúdicas, llegan a ser considerados como un real tesoro infantil.

Por otra parte Lantigua, J (15,6) explica que: "En las diferentes edades la contribución educativa de los juegos tradicionales resulta incuestionable, por lo que se requiere en todo momento, de una atención docente y familiar priorizada, ya que estas asumen una gran dosis de responsabilidad en dicha relación. Ello ha tenido, en los tiempos actuales, ciertas limitaciones."

El juego es un arte, una fuente de placer y una forma de manejar ciertas emociones, lamentablemente mucha gente ha perdido ésta capacidad lúdica, inmersa en problemas económicos, sociales, en conflictos emocionales de parejas, la violencia y el hábito de sustancias nocivas, que conllevan en un buen número de casos a violencia familiar, a pérdida de límites y estructura y consecuentemente a una dificultad para poder supervisar las actividades y los juegos de sus hijos.

Es también una oportunidad para disfrutar de una relación de camaradería, más allá de los roles establecidos padres e hijos, un aspecto de la relación familiar que de forma habitual suele descuidarse, pero que puede llegar a convertirse en una inestimable ayuda, por ejemplo, para sobre llevar la difícil y turbulenta etapa adolescente.

Los juegos en las niñas y los niños requieren de un grupo importante de medidas higiénicas, sin cuya instrumentación se pondría en riesgo la salud y la integridad física de los pequeños.

Ferreiro, Sicilia. P y Orozco, citados por Lantigua, J (11,6), manifiestan que: "el nivel de desarrollo de los pequeños o de un grupo de ellos, es sinónimo de la resistencia alcanzada por su organismo y de su adaptabilidad, además de ser un criterio objetivo de las medidas higiénicas puestas en práctica".

La realización de ejercicios físicos al aire libre robustece a los pequeños y eleva su capacidad de adaptación a los cambios bruscos de los factores ambientales, entre ellos la temperatura."

Es en la edad infantil cuando mayores son las posibilidades para la asimilación de nuevos hábitos motores. Según Laptev y Minj, citados por Lantigua, J (11,9) explica: "ello ocurre como consecuencia de la plasticidad del Sistema Nervioso Central y la facilidad para la formación de los reflejos condicionados en los niños, de aquí que sea recomendable la ejecución regular de ejercicios físicos desde la edad temprana, creando la costumbre de su uso diario. Dichas acciones muy bien pudieran expresarse a través de diversas expresiones lúdicas, que propicien un goce y satisfacción indiscutible".

Lantigua, J (11,5) explica: "El mundo lúdico de las niñas y niños puede convertirse en un elemento muy negativo para la preservación de su salud, de no existir normas higiénicas que garanticen ese proceso y proporcionen conductas responsables, alejadas de peligros potenciales diversos".

En ese contexto es imprescindible la preservación de los espacios donde los pequeños interactúan, imponiendo condiciones que tributen a la formación efectiva de hábitos, de manera que ellos mismos sean capaces de imponerse con posterioridad las consideraciones necesarias. Debe tenerse en cuenta que limitar las posibilidades lúdicas de los menores, nunca sería una solución aceptable, teniendo en cuenta la necesidad que poseen los niñas(os) de jugar.

La posibilidad de educar esas actitudes contribuiría al proceso de formación de sus personalidades, además de garantizar una necesaria integridad física.

El mismo autor define que en la práctica de los juegos, en caso de que se den en lugares cerrados, es muy importante tener en cuenta el aspecto de que tienen que contar con una adecuada ventilación en dichos locales, donde se jueguen estos y en caso de ser al aire libre se debe evitar la sobre exposición a los rayos solares y la contaminación por residuos de fábricas e industrias cercanas, estado de las áreas verdes, estado técnico de equipos y aparatos diversos, manutención de posturas correctas al realizar diferentes actividades, lavado y cepillado del cuerpo y la ropa luego de jugar, así como las reglas y medidas de seguridad en ocasión de algunos juegos con implementos.

Rudik, P. A, citado por Lantigua, J (10,5) señala: "Todos los juegos sí están organizados de manera correcta, constituyen un excelente medio para el desarrollo integral de los niños, contribuyen tanto al desarrollo físico como intelectual…" Ese propio autor insiste en esos detalles: "El buen juego debe enseñar al niño a realizar los esfuerzos psíquicos y físicos que son necesarios para el trabajo."

Especial importancia le concede el propio Rudik a las potencialidades del juego infantil, cuando manifiesta: "Al estar relacionados con diferentes movimientos en su forma natural, estos juegos ejercen una influencia más favorable sobre el desarrollo físico e intelectual de los niños."

El autor al referirse al aporte que ofrecen los juegos tradicionales, como parte de las denominadas expresiones recreativas, sentencian que la mayoría de estos juegos traen consigo una amplia gama de elementos muy valiosos para la formación y el desarrollo integral del niño.

El juego es una actividad fundamental que se apoya en la necesidad de movimiento del individuo, en sus intereses y estados anímicos y que se manifiesta de una manera espontánea o consciente en la búsqueda de satisfacciones conscientes, además de ser recreativos, ayudan a la formación de hábitos, habilidades y cualidades, así como destrezas. De forma específica, los juegos tradicionales son utilizados voluntariamente en el tiempo libre y no hay sobre todo en ellos rigurosidad en la aplicación de reglamentaciones y necesidad de instalaciones muy específicas. Estos juegos pretenden ocupar el tiempo libre de las niñas y niños, sino también a personas a cualquier edad a través del desarrollo del juego y la actividad física. La metodología a seguir se basa en la libertad de participación, y sobre todo en la diversión.

La ciencia ha demostrado fehacientemente que el niño no posee capacidades innatas, sino capacidades que pueden desarrollarse, sobre todo, a través de la práctica de diferentes formas lúdicas. El empleo frecuente de juegos tradicionales en las niñas y niños posibilita una ganancia en su constitución física, además de los consabidos aportes que esa ejecutoria brinda a la formación de la personalidad de los pequeños.

El juego favorece decididamente el desarrollo físico de las niñas y niños, entre otros aspectos y las personas encargadas de atenderles velarán porque ese derecho reconocido transcurra de manera feliz. Es por ello que los profesores de Educación Física y los promotores comunitarios de recreación, requieran de una alta preparación encaminada a promover el uso sistemático de tales expresiones lúdicas, en función del progreso corporal de sus discípulos.

Se sabe que la actividad física beneficia considerablemente la salud humana en las diferentes edades, por lo que a la experiencia de jugar le son atribuibles también todas esas virtudes. En el caso de las niñas y niños, el quehacer lúdico prepara fundamentalmente su organismo para las funciones de la vida adulta, el juego puede ser también interpretado como una actividad necesaria para el organismo humano en crecimiento.

El desarrollo corporal en las niñas y niños se alcanza fundamentalmente a expensas de la ejecución lúdica, sobre todo por la tendencia entre ellos a perder el interés en la realización del trabajo físico, que es consecuencia de la rigurosidad que deviene de esa labor. De aquí que hay que abogar por el logro de una mejor motivación en el desarrollo de la fuerza, a través de los juegos que poseen ese componente.

Acerca de la necesidad de realizar juegos recreativos físicos, el destacado pedagogo ruso Makarenko, afirmaba: "El juego sin esfuerzo, sin actividad dinámica es siempre un mal juego." Resulta por tanto inobjetable que el niño dedicado a jugar pasivamente, donde toda su participación se reduce a la contemplación estática, resultará en el futuro un hombre carente de toda iniciativa, incapaz de superar las dificultades y afectado en su movilidad o en sus posibilidades motoras.

Según Rudik, P. A citado por Lantigua, J (10,6): "El juego crea todas las condiciones para que se manifieste la necesidad natural de actividades que tiene el pequeño y le proporcionan las vivencias más reales y vitalmente importantes."

Lantigua se refiere a los beneficios probables que la práctica lúdica tiene sobre la salud de los pequeños y al respecto destaca el aumento de la frecuencia y amplitud de los movimientos respiratorios en ellos, el mejoramiento de las funciones digestiva y renal, el aumento de la capacidad de trabajo de los escolares, como consecuencia del incremento de la actividad motriz, desarrollo corporal en los pequeños y más efectiva coordinación motora, así como el aumento de las capacidades motrices en las niñas y niños (fuerza, velocidad, resistencia, agilidad y flexibilidad).

La realización de diversas actividades lúdicas, constituye una magnífica posibilidad durante las clases de Educación Física para contribuir a la formación de las mencionadas capacidades y en el caso particular de los juegos tradicionales, no solo tributan a ese mérito incuestionable, sino que propician de forma directa en la transmisión de tales elementos como componentes de la cultura lúdica y los valores autóctonos.

De igual manera se considera que a través de los juegos las niñas y niños pueden desarrollar sentimientos mucho más elevados, que de hecho, para los pequeños, jugar es una necesidad capaz de prepararles para su vida como adultos, de aquí que se requiera de velar por tales expresiones lúdicas, como elementos a tener en cuenta en los derechos del niño(a).

La humanidad debiera sujetarse más a las emociones y sentimientos devenidos del juego infantil que a las ambiciones políticas o económicas de algunos adultos, las que por sus pretensiones mezquinas constituyen un peligro potencial para la propia humanidad.

Jugar es por tanto una expresión de pureza, pues ello suele estar más asociado a modelos positivos de sentimientos que a experiencias cuestionables. Cierto es que los patrones educativos impuestos por la familia y la escuela van consolidando actitudes en los niños(as), pero es también real que a través del juego colectivo y con independencia de lo inculcado, se promuevan conductas socializadoras. La realización de juegos cada vez más colectivos pudiera ser un excelente recurso para la educación de las niñas(os), teniendo en cuenta los sentimientos positivos que tales expresiones lúdicas son capaces de fomentar a tan temprana edad. Para ello es necesario que se instruya de forma adecuada a los adultos encargados de esa labor, de manera que dichas actividades puedan ser orientadas correctamente.

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