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Charlas diarias de seguridad (página 3)

Enviado por pedro quijano


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Tercero, LA SEGURIDAD GARANTIZA EL TRABAJO. Estamos hablando ahora acerca de su habilidad para ganarse el sueldo, para llevar a casa cada semana dinero que pagan el alquiler, alimentan los niños, engordan la cuenta de ahorros. ¿Se han detenido ustedes a pensar acerca de lo mucho que su familia depende de su seguridad? Sin quien se gane el pan de cada día se arruinan. ¡Claro que hay una compensación y una indemnización! Pero no se puede estar pendiente toda una vida de un salario de compensación o de una indemnización.

Cuarto, LA COMUNIDAD ENTERA SE BENEFICIA DE LA SEGURIDAD. Vivimos en una sociedad compleja. Esta empresa, como las otras, es apenas un diente en el engranaje de toda maquinaria. Pero es un diente importante. Nuestra comunidad, otras empresas, otros negocios de distintas clases, dependen de nuestra producción ininterrumpida. Cuando se paran una gran cantidad de otras operaciones en esta comunidad –y en todo el país- todo marcha despacio. Y nadie puede poner obstáculos a la producción tales como perder un hombre clave o dañar el equipo vital a causa de un accidente.

Claro que la seguridad cuesta tiempo, dinero y una gran cantidad de sano sudor … pero vale la pena! Porque la seguridad paga, tan realmente como pagamos impuestos. Le paga a nuestra compañía en una operación lucrativa. Le paga a la comunidad en más y mejores mercancías. Le paga a ustedes y a mí garantizándonos un trabajo permanente en un ambiente seguro y saludable. Le paga a nuestras familias en necesidades de la vida, en felicidad, en seguridad, porque cuando trabajamos con seguridad llega el dinero y la felicidad

CHARLA N° 029

POR QUE TENEMOS UN PROGRAMA DE SEGURIDAD

Hablemos de nuestro programa de seguridad y por qué lo tomamos.

No ponemos carteles de seguridad para tener puntos pintorescos en la planta o para divertirlos a ustedes. No instalamos guardas en las máquinas solamente para satisfacer el capricho de algún ingeniero de seguridad. No hacemos estas reuniones de seguridad para darles la oportunidad de descansar en horas de trabajo o para fastidiarlos un rato. Hacemos estas cosas porque son provechosas para todos. Con esto quiero decir lo siguiente:

En las primeras fábricas, las operaciones eran simples. Ordinariamente un molino de agua o una máquina de vapor ponía en movimiento una línea de ejes con correas por toda la planta y las máquinas andaban despacio. El uso de materiales altamente explosivos o inflamables y venenosos era limitado.

Aún así mucha gente se lesionaba o se mataba trabajando en esas fábricas. Si Juan Rodríguez se mataba en un accidente, nadie culpaba a nadie. Era la mala suerte de Juan. Su viuda y sus chicos tenían que resolver su propio problema.

Pero hace unos años la gente empezó a darse cuenta que los accidentes y los incendios podían prevenirse. Luego vinieron las leyes que colocaron la responsabilidad directamente sobre los patronos. Y aún aquellos propietarios que combatieron dichas leyes han tenido que conceder que la seguridad es un buen negocio. Que los accidentes les estaban restando buenos trabajadores y que la producción se afecta y cuesta dinero adiestrar nuevos obreros. Los accidentes estaban dañando también el equipo y el material y que esas pérdidas no pueden asegurarse.

Después de todo, los empleadores son seres humanos y no quieren que la gente se lesione. De tal manera que por todas estas consideraciones han estimado que es necesario hacer seguridad.

El trabajo de seguridad consta hoy de tres partes principales: educación, ingeniería y entusiasmo.

Antes de que una planta se convierta en un lugar seguro para trabajar, cada persona, desde el Gerente para abajo debe ser educado para creer que las lesiones y los incendios pueden ser prevenidos. Y cada cual debe ser adiestrado para hacer su trabajo en forma segura.

La ingeniería es la segunda parte. Todas las máquinas, operaciones y procesos se estudian desde el punto de vista de la ingeniería, para determinar la manera más segura de realizar cada oficio. La ingeniería incluye las guardas de todo el equipo, el diseño de los edificios, la forma como deban hacerse las cosas.

La tercera parte del programa de seguridad es la que impulsa al entusiasmo. Cada quien en la organización debe interesarse en evitar lesiones y los fuegos, exactamente igual como todos debemos interesarnos en producir la calidad a bajo costo por unidad.

Hay cosas raras en las lesiones. Algunas veces el trabajador se lesiona en un oficio que ha estado desempeñando por años y luego la investigación demuestra que siempre ha realizado ese oficio en forma insegura. Solamente que las circunstancias que concurren a un accidente no se habían combinado al mismo tiempo mucho antes.

Por esto tenemos que estar hablando de seguridad, por esto tenemos que estar haciendo advertencias. Cada uno de nosotros cree que un accidente no puede sucedernos a nosotros. Pero todos sabemos que si alguien comete un acto inseguro constantemente, habrá de ocurrir una lesión tarde o temprano.

Por eso una de las metas de nuestro programa de seguridad, – de los carteles, los concursos, los comités de seguridad, las inspecciones, las reuniones, los premios y todo lo demás -, es construir el entusiasmo y convencernos a cada uno de nosotros de la necesidad de evitar accidentes y fuegos.

Hasta ahora hemos hablado del lado que corresponde a la empresa. Hablamos también, del lado que le corresponde al empleado. Después de todo, al no practicar la seguridad, el trabajador es el mayor perdedor. Casi todas las cosas importantes de la vida están ligadas a la habilidad para ganarse la manera de vivir.

Trabajar con seguridad es una de las mejores maneras que el hombre tiene de asegurarse a sí mismo, y han notado ustedes que el hombre inseguro es el que tiene menos probabilidades de promoción?

Todos podemos desarrollar hábitos arriesgados. Si una persona comete un acto inseguro sin que le pase nada, otros harán lo mismo. La parte más laboriosa de la seguridad es hacer que todos deseemos cumplir las reglas de seguridad y habituarnos a trabajar con seguridad. Ahí es donde reside el entusiasmo.

Nuestro programa de seguridad está para recordarnos que debemos hacer todo esfuerzo posible para prevenirnos de las lesiones a nosotros mismos y a nuestros compañeros. Por eso tenemos un programa de seguridad.

CHARLA N° 030

LOS ACCIDENTES NO SON CASUALES

Cuando hay un accidente –ya sea la muerte de un hombre o que la señora rompe un plato- siempre alguien pregunta: "¿Cómo sucedió?"

La respuesta será invariablemente la misma: no fue casual. Alguien o varias personas causaron el accidente.

Los accidentes no son casuales. Siempre son causados, y la causa es casi siempre que alguna persona o personas fallaron en su tarea en alguna parte. Supongamos que usted se cae en las escaleras de su propia casa y se rompe una pierna. Esto no es una casualidad. No había ningún diablillo esperando allí para hacerle una mala jugada. Algolo hizo caer y ese algo fue el resultado de la acción de alguna persona o la falla de alguna persona en actuar cuando debía haberlo hecho.

Lo probable es que la caída se deba a su propia falta. Tal vez usted estaba apurado y bajó las escaleras más rápido de lo que debía. Tal vez se había tomado algunas cervezas. Tal vez trató de llevar un bulto voluminoso que le hizo perder el equilibrio. Tal vez su vista es defectuosa y no se preocupó por ponerse los anteojos.

Pero tal vez alguien hizo algo para causar el accidente. Es posible que uno de los niños olvidara sus patines o la señora dejara un balde. Tal vez hubiera una carpeta enrollada o el pasamanos estuviera roto y nadie se hubiera preocupado por arreglarlo. Tal vez estuvo oscuro y usted no se molestó en instalar su alumbrado.

O probablemente usted hubiera empezado a subir cuando alguien bajaba a toda velocidad y el choque le hubiera hecho perder el equilibrio. Puede ser también que la escalera se hubiera desplomado por estar mal construida. Y tantas otras cosas.

Pero en realidad, si usted se cayó y se quebró una pierna, lo más probable es que esto sea una combinación de varias de estas cosas. Es posible que usted hubiera estado apurado, no viera el patín olvidado por el niño y al agarrarse a la baranda rota esta cedió y le hubiera permitido caerse.

Esto es igualmente cierto en los accidentes de trabajo. Todo accidente se causa por alguien y muchos de los accidentes son causados por combinación de fallas humanas.

Este es un ejemplo, de lo que ocurre con un fuego, aunque pudiera aducir igualmente buenos ejemplos en la operación de máquinas, manejo de materiales, uso de escaleras o cualquiera otra situación de trabajo. Si se enciende un fósforo:

Se enciende una cerilla y luego se tira en el piso limpio.

¿Ven lo que ocurre? Se apaga por sí misma. Pero supongamos que se hace esto:

Romper y revolver algunos pedazos de papel, ponerlos en una lata, encender un fósforo y ponerlo entre los papeles, asegurándose que los queme)

El primer fósforo se apagó por sí solo porque fue tirado a un lugar limpio, el segundo empezó un fuego por que cayó en medio de material combustible.

De manera que, si un fuego empieza, ¿Qué lo ha causado? ¿La persona que descuidadamente tiró el fósforo encendido? ¿O fueron las personas que dejaron el material combustible tirado por ahí, en lugar de limpiarlo? La respuesta; por supuesto, es que ambas partes causaron el fuego. Fue una combinación de causas.

De esta manera ocurren la mayoría de los accidentes. Sabemos que se pueden violar las reglas de seguridad muchas veces sin que se causen accidentes. Pero cuando se viola una situación en la cual concurren las otras partes de la combinación, todo está listo, esperando convertir ese acto suyo en un desastre.

La cosa es simple. No todo acto peligroso produce un accidente, pero ningún accidente se produce a menos que se hayan cometido uno o varios actos peligrosos.

Algunas veces nos engañamos pensando: "Bueno, todo esta bien, de tal manera que debo dejar la precaución a un lado sin que se produzca un accidente".

Este modo de pensar es justamente lo que produce todas las fatalidades de que oímos hablar sobre los llamados "Revólveres descargados". Una persona cree que el revólver no tiene bala y piensa que puede violar las reglas de seguridad. Puede apuntar el revólver a un amigo y apretar el gatillo, por que, naturalmente, ningún revólver descargado ha matado a nadie. Pero en algún mal momento que se equivoca en cuanto a la carga y es entonces cuando hay que recordar la vieja máxima de que "Nunca apuntes un revólver a cualquier cosa que no quieras matar".

En su trabajo diario, usted sabe la forma correcta de desempeñar su oficio. Recuerden, pues, que si ustedes lo hacen siempre así, nunca serán las personas que causen un accidente.

CHARLA N° 031

LOS "CASI-ACCIDENTES" SON ADVERTENCIAS

Compañeros: Mucho me han oído hablar sobre accidentes ocurridos, pero creo que es la primera vez que hablo de los accidentes que no ocurrieron, que casi sucedieron. Creo que me entienden. Quiero decir aquellos casi-accidentes, aquellos casos que lo hacen pensar a uno que está de buenas, que es hombre de suerte.

Los casi-accidentes no causan lesiones; pueden aún no dañar el equipo, pero, sirven de advertencia, un llamado de atención, para tomar una acción rápida. De otra manera la misma situación puede causar un accidente real la próxima vez.

¿Saben ustedes lo que evita que un casi-accidente sea un accidente real serio? Ordinariamente es un décimo de segundo o la fracción de una pulgada de espacio. Menos de un segundo o menos de una fracción de pulgada hubiera sido fatal. ¿Esta diferencia se debe a la suerte? No muy a menudo. Supongamos que un automovilista al ir a su casa, se precipita sobre un niño que corre a través de la calle detrás de su pelota. Fue buena suerte que no arrollara al niño en el último segundo? ¡No! Otro conductor podría haberlo golpeado. Pero los reflejos de este fueron más rápidos; estaba más alerta; es más precavido; el carro puede tener mejores frenos, mejores luces, mejores llantas. De cualquier manera, no es solamente la buena suerte lo que separa a un casi-accidente de ser un accidente real.

Cuando ha habido un caso de esos, lo más probable es que la próxima vez el automovilista pase más despacio por ese barrio. Sabe que hay niños jugando y que pueden lanzarse a través de las calles. Los casi-accidentes aquí en la planta deben servir, igualmente, como una advertencia. La condición que causa un casi-accidente, puede fácilmente causar un accidente real la próxima vez cuando ustedes no estén alerta o estén descuidados o sus reflejos no respondan bien.

Tomemos una mancha de aceite derramado en el piso. Un compañero la ve y pasa bordeándola, sin pisarla, no sucede nada. El compañero siguiente no la ve, la pisa y se resbala, casi se cae. Otro tercero resbala, o no puede conservar el equilibrio y cae golpeándose malamente, tal vez en la cabeza o quebrándose la columna vertebral.

Otro ejemplo, un arrume de material no ha sido bien apilado, cae rozando escasamente al compañero que pasa. Todo el mundo se encoge de hombros y exclama: "Caramba, que cerca la anduvo!". Pero si el arrume cae y un compañero no alcanza a evadirse y se lesiona, entonces todo el mundo se conmociona hay un torbellino y una investigación. La conclusión es, pues, obvia, debemos darnos por advertidos con los casi accidentes. En esta forma no caeremos en los accidentes reales.

Recordemos que los casi-accidentes son signos indiscutibles de que algo anda mal. Por ejemplo, nuestro apilamiento es malo, nuestro aseo descuidado, nuestras herramientas están en malas condiciones, nuestras guardas no operan correctamente. Hay un sin número de indicaciones de ineficacia y trabajo inseguro. Ignorar las causas de los casi accidentes es una indeclinable invitación a un accidente real.

Por lo tanto compañeros, mantengamos nuestros ojos bien abiertos para ver las pequeñas cosas que andan mal. No nos alcemos de hombros y hagamos algo acerca de ellas: Corrijámosla o informemos. Tratemos los casi accidente como si fueran accidentes graves: Desarraiguemos las causas mientras es tiempo. No menospreciemos las advertencias.

CHARLA N° 032

NADIE TRATA DE ECHARLE LA CULPA A NADIE

Tratamos de hacer un trabajo completo de investigar las causas de todos los accidentes. Tratamos de hacer una buena labor al inspeccionar las condiciones peligrosas y seguimos las recomendaciones que resultan de esas inspecciones.

No hacemos estas cosas para poner a nadie en evidencia o cargarle el muerto a nadie. Lo hacemos por una sola razón PREVENIR LOS ACCIDENTES.

Supongo que alguno de ustedes pueden pensar: "Ninguna investigación detuvo el accidente que se está investigando" Y si alguno de ustedes piensan así, están tremendamente equivocados.

Las buenas investigaciones ayudan mucho en detener el próximo accidente. He dicho antes y vuelvo a decirlo otra vez, que todos los accidentes son causados, ningún accidente es casual. Si conocemos las causas de los accidentes podemos hacer algo para quitar esta causa y prevenir otro accidente, como ese. Pero si simplemente nos encogemos de hombros; si decimos: "Malo, pero son de esas cosas que no podemos prever!", entonces podemos estar seguros de que habrán más accidentes de la misma índole.

La mayoría de los accidentes se ocasionan por varios motivos. No hemos aprendido mucho si detenemos una investigación cuando sabemos que un hombre perdió el equilibrio y se cayó de una escalera. O si escribimos en el informe: "El trabajador estaba descuidado", o "La guarda de la máquina no estaba en su puesto".

Tomemos el caso simple del hombre que perdió el equilibrio y se cayó de la escalera. Primero que todo queremos saber qué le hizo perder el equilibrio. ¿Está defectuosa la escalera?, o si lo estaba ¿Por qué estaba en uso? ¿Se dañó repentinamente o estaba en mala forma durante algún tiempo? ¿Estaba mal hecha o simplemente desgastada por el uso? ¿Sabía el trabajador que la escalera estaba mala y si lo había informado? ¿Si no sabía que estaba mala, se le había instruido apropiadamente para conocer los defectos de la escalera? ¿O estaba la escalera en buen estado, y se usó inapropiadamente? ¿Estaba colocada en un pasillo donde podía fácilmente ser tropezada por algún transeúnte? ¿Tenía las patas apropiadas para la situación en que se encontraba? ¿Estaba colocada según el ángulo correcto? ¿O hizo el trabajador algo inseguro? ¿Llevaba alguna cosa pesada en sus manos, que debía ser izada después? ¿Trató de bajar la escalera con la cara hacia adelante? ¿Trató de agarrar algo que se le cayó y perdió el equilibrio? ¿Quitó ambas manos para hacer algo?.

Estas son, aunque ustedes no lo crean, algunas de las preguntas que podemos hacer acerca de un simple accidente. Si todo lo que sabemos es que el hombre se cayó, entonces no sabemos nada. Pero si podemos llegar a la causa (o a las muchas causas) entonces podemos aprender algo para prevenir otros accidentes iguales.

Si yo trato de salir con un informe que diga "Trabajador descuidado", seguro que el encargado de seguridad me llamará para preguntarme: "¿Descuidado en qué forma?" y es este el primer ejemplo de descuido de este tipo, y si no, ¿qué ha hecho usted para corregirlo? Y sobre todo qué deseará saber si realmente fue por completo una cuestión de simple descuido o hubo otras condiciones que ayudaron a la causa del accidente.

La investigación de los accidentes, real, sólida, profunda, investiga todas las circunstancias que contribuyeron al accidente y es una de las mejores maneras de que ustedes, yo, el depto. de seguridad, el superintendente y toda la empresa conozcan el porqué necesitamos trabajar con seguridad. Todo el mundo en la planta se beneficia con la investigación de los accidentes que se hagan en todas las areas de la compañía.

Lo mismo pasa con las inspecciones y el cumplimiento de sus recomendaciones. Las inspecciones y recomendaciones se han hecho para localizar y deshacernos de cada una de las condiciones peligrosas, todo mal hábito de trabajo, toda pieza defectuosa del equipo antes de que alguien se lesione.

Recuerden esto muy bien: No andamos detrás de la cabeza de nadie, no tratamos de poner a nadie en evidencia. Solo queremos parar los accidentes antes de que alguien se lesione.

CHARLA N° 033

INSPECCIONES DE SEGURIDAD

Mi tema para hoy es el de las inspecciones. El propósito de una inspección de seguridad es, claro está, encontrar las cosas que causan o ayudan a causar accidentes. Yo no sé si ustedes saben cuánta inspección se hace en esta planta. Yo no lo sabía hasta que lo pregunté.

(Señor Supervisor: Usted puede presentar una lista, inspecciones oficiales, inspecciones de calderas y ascensores, inspecciones de seguros e incendios, etc.)

Esto parece que es mucho inspeccionar. Y lo es además que cuesta dinero. Pero es necesario, pues de otra manera no lo harían. Los aseguradores no son tontos, no gastan su dinero en cosas que no son necesarias. Tampoco lo hace la empresa. Por lo tanto, podemos estar seguros que las inspecciones pagan.

Pero yo quiero llegar a convencerlos de que también pagarían por nosotros si cada uno hiciéramos un poco de inspección. Yo hago ya bastante de ella en una forma u otra, pero no tengo el tiempo suficiente de inspeccionar las cosas tan a menudo como lo requieren. Por lo tanto, solo les pido ayuda en éste aspecto.

Tal vez ustedes no se dan cuenta, pero muchas de las cosas equivocadas que tenemos aquí pueden prevenirse por medio de una inspección apropiada. Y esto es cierto para toda la planta y particularmente para los accidentes. No solamente aquellos causados por una guarda defectuosa, una escalera en mal estado o la cabeza suelta de un martillo. Una avería de cualquier clase aumenta la probabilidad de accidentes por que causa confusión y ordinariamente crea riesgos.

Como lo saben, aquí se investigan los accidentes cuidadosamente. Sobresale un hecho. En la mayoría de los casos, si la persona que sufrió el accidente hubiera hecho un buen trabajo de inspección hubiera podido evitar la lesión, esto es, que si hubiera detectado el defecto y si no lo pudiera haber solucionado él mismo, o; hubiera avisado a su capataz no habría ocurrido el accidente. Esto es lo que deseo que ustedes hagan siempre.

Vamos al fondo. Cuando ustedes lleguen al trabajo en cada turno, deben mirar las cosas. Mirar bien a su alrededor. ¿Hay algo que estorbe? Ustedes quieren suficiente campo para lo que tienen que hacer. Quieren dónde pararse bien. Esto quiere decir, un piso limpio, parejo, no deslizante, sin grasa ni manchas de aceite. Quiere decir, también, que no haya bajo sus pies nada que pueda hacerlos caer, como tubos, tornillos o bloques de madera.

Las caídas causan o contribuyen a muchos accidentes. Uno puede torcerse un tobillo o una rodilla. Puede romperse un dedo o dos, o lastimarse una muñeca. En recintos cerrados puede golpearse la cara contra algo.

Controle su banco de trabajo para que esté ordenado y aseado. No debe tener allí o en los cajones nada que no vaya a usarse. Las cosas tales como herramientas deben estar en su sitio. La persona que pudo usarlo anteriormente tal vez lo dejó limpio y ordenado, si no usted debe arreglarlo antes de empezar a trabajar.

Inspeccione cada herramienta o pieza de equipo que vaya a utilizar y esto se aplica aun cuando la saque del almacén. Su doble control añade seguridad y si encuentra algún defecto no le eche la culpa a los demás, pues, siempre se puede cometer un error. Lo razonable y lo cortés nunca sobran.

Si va a usar un equipo que pueda dañarse fácilmente inspecciónelo completamente antes.

(Señor Supervisor: Se puede mejorar esto haciendo que sus hombres sugieran cosas que se deben inspeccionar a menudo. También puede hacer que algunos le digan cuáles son las cosas que ellos piensan que debe inspeccionarse y que mirarían en esas inspecciones)

CHARLA N° 034

LOS AVISOS TIENEN UN SIGNIFICADO

(Señor Supervisor: Puede suceder que en su departamento no haya los mismos avisos que se mencionan en esta charla. Por lo tanto, haga sus observaciones refiriéndose a los avisos que están allí)

Estos avisos de seguridad me han puesto a pensar. Ustedes saben a cuales me refiero.

Estos avisos dicen: "PELIGRO –use gafas al operar esta máquina", "Alto voltaje", "No fume", "Salida –no la bloqueé", etc.

Hay dos reacciones de la gente frente a los avisos. Algunos se disgustan con las prohibiciones y quieren hacer lo contrario. Son gente que no les gusta que se les diga que es lo que deben o no deben hacer. Otros se dan cuenta que estos avisos tienen un significado y que están allí por que hay una razón. Los toman como una advertencia amigable y los recuerdan con gratitud.

Es claro que la segunda reacción es la correcta. Cuando se prohibe montar en los "patos", no se trata solamente de hacerlos caminar cuando ustedes podrían "echar su paseíto" y mortificarlos. No, se hace esa prohibición para recordarles que viajar en uno de esos "patos" es peligroso y una manera de buscar lesiones.

Un aviso de "No fume", no se pone solamente por impedirles que echen su fumada. Se ponen allí para prevenir que puedan iniciar un incendio. Nadie cree que un gran incendio pueda empezar con un cigarrillo o una cerilla, pero según los informes, muchos, muchísimos incendios empiezan con una colilla o con un fósforo, causando incalculables pérdidas en dinero, en heridos y en muertos.

La intención de los avisos es ayudarlos, no ponerlos furiosos, lo que sucede a menudo es que nos familiarizamos con ellos que ya ni los vemos, o si los vemos no les prestamos ningún sentido y esto es lo que me ha puesto a pensar.

Veamos un ejemplo: ¿Cuántos de ustedes recuerdan ahora los motivos de los cuadros que hay en la sala de la casa de ustedes?

(Señor Supervisor: Pregunte a una o dos personas para que le describan los cuadros que tienen en la sala de su casa)

Es difícil, ¿no es cierto? Están tan acostumbrados a esos cuadros que ya no los miran ni les ponen atención. Y lo mismo pasa con los avisos que hay aquí en la planta. Los avisos de "Peligro", los avisos de precaución. Se acostumbra uno a ellos que ya no los miramos más, y no mirar los avisos es peligroso.

Si hay un aviso que diga "No operar sin guardas", el aviso dice lo que quiere decir. La máquina sobre la cual está no es peligrosa, a menos, que las guardas estén en su lugar. Si no le ponen atención al aviso porque piensan que no está diciendo claramente lo que quiere decir, ustedes mismos se están exponiendo a un accidente.

No prestarle atención al aviso por cualquier motivo, operar la máquina sin guardas, significa exponerse a la oportunidad de un accidente grave.

Si ustedes son gente que les gusta vivir peligrosamente, no lo hagan. Hay otros que pueden sufrir por culpa suya.

Hay una buena razón para la colocación de cada aviso. Eso lo saben ustedes también como lo sé yo. Tiene que haberla, de otra manera la gerencia no tiraría la plata en avisos.

Los avisos se han puesto donde están para evitarles un accidente, una lesión. Este es su verdadero sentido.

CHARLA N° 035

LOS INCIDENTES SON ADVERTENCIAS

UNA Y OTRA VEZ, se nos ha repetido que los accidentes son provocados por nuestros propios errores, nuestra negligencias o por no cumplir con las normas de prevención de accidentes. También provocamos otros accidentes que denominamos incidentes (o casi-accidentes) ya que generalmente nadie resulta lesionado ni se produce ninguna pérdida considerable. Sin embargo los incidentes son una advertencia de que algo anda mal y de que existe algún peligro o condición que necesita ser corregida.

Probablemente, si tuviéramos los datos a nuestro alcance, encontraríamos que la mayoría de los accidentes que no causan lesiones ( los accidentes) son los que se producen con mayor frecuencia. Por ejemplo, si se cae un objeto pesado a nuestro lado, puede que nos lesione un pie, pero puede que no suceda a así. En caso de que no nos lesione lo llamamos incidente, si llega a lesionarnos lo consideramos un accidente. Algunas veces encontramos que en el almacén de la planta se han apilado ciertos materiales en forma desordenada y que durante la noche éstos se han caído debido al almacenamiento inadecuado. Si hubiera habido alguien allí en ese momento, seguramente hubiera resultado lesionado.

Aunque los incidentes no provocan lesiones, son una advertencia que debemos tomar en cuenta porque indica que hay una condición o un error que debe ser corregido para evitar que se repita y se llegue a convertir en un accidente que provoque lesiones o que cause daños a la propiedad.

Han pensado ustedes en cuál es el factor que realmente puede convertir un incidente en un accidente? (Aquí el supervisor puede dar tiempo a que los trabajadores expresen sus opiniones). Generalmente el factor que determina que se convierta en un accidente es el tiempo, simplemente una fracción de segundos puede ser responsable de la situación. Piense que en menos de un segundo pueden producirse una serie de hechos que cambien el curso de nuestras vidas, incluso llevarnos a la muerte.

Supongamos que tú, Roberto (el supervisor debe sustituir este nombre por el de uno de sus trabajadores) vas de regreso a su casa conduciendo tu automóvil y de pronto sale a la calle un niño corriendo detrás de una pelota. Hiciste una maniobra y lograste evitar una tragedia. Que fue lo que hizo que te desviaras en ese ultimo segundo? Otro conductor en ese caso pudo haber golpeado al niño. Lo que sucedió fue que tus reflejos trabajaron con rapidez, que estabas alerta, que conduces con precaución, o también pudo haber sido que los frenos de tu auto funcionan adecuadamente y que tus neumáticos están en buen estado. Podríamos dar una serie de justificaciones, pero lo importante es reconocer que no fue simplemente un factor de suerte lo que previno el accidente, es decir, lo que evitó que el niño fuera atropellado por el auto.

Casi podríamos asegurar además, que esta experiencia influirá en la actitud de Roberto. Lo mas probable es que cuando él pase de nuevo por esa misma calle tenga más precaución y disminuya la velocidad. Ya Roberto sabe que en esa área hay niños jugando y que en cualquier momento puede salir a la calle otro niño.

Tomemos otro ejemplo. Supongamos que hay un derrame de aceite en el suelo y que uno de nosotros lo ve, lo esquiva y no pasa nada. La próxima persona que pasa por el lugar no ve el derrame, lo pisa, resbala y casi se cae, pero logra restablecer su equilibrio. Sin embargo, un poco más tarde pasa por el mismo lugar un tercera persona que tampoco ve el derrame en el suelo, lo pisa, resbala y se cae porque no pudo controlar el equilibrio y el resultado es un fractura de brazo. La conclusión es bastante obvia, el peligro que advirtió la primera persona ocasionó un incidente para la segunda, pero no se corrigió y, por consiguiente, la condición quedó igual provocando finalmente un accidente con lesión en la tercera. Puede ser que el peligro que nos advierten los incidentes lo determine nuestra propia actitud nuestro orden y limpieza, nuestras herramientas o que no cumplimos con las normas establecidas. Los incidentes nos indican claramente que algunos hábitos de trabajo son inadecuados o ineficientes. Ignorar las condiciones que representan peligros potenciales, es proporcionar la posibilidad de que se produzcan accidentes.

Por eso para finalizar quiero recalcar que para el bienestar de todos, debemos estar siempre alertas y corregir toda situación peligrosa que observemos, si no podemos hacerlo por nuestros propios medios, debemos informarlo para que la corrija la persona indicada. Es necesario que mantengamos los ojos muy abiertos y las mentes muy despiertas para descubrir los peligros y no permitir que los incidentes se conviertan luego en lesiones serias y daños. Recordemos siempre que los incidentes son advertencias de los peligros que nos rodean.

CHARLA N° 036

HOY NO ES LO MISMO QUE AYER

LA CHARLA DE HOY, quiero comenzarla con una pregunta sencilla: podemos hoy realizar las cosas tal como lo hacíamos ayer?……Desde luego que no, día a día, tanto nosotros como los métodos de trabajo cambiamos. Estos cambios son necesarios para progresar y desarrollar el trabajo con menos accidentes, en forma más cómoda, y con mayor provecho para todos. No podemos aferrarnos a las formas de pensar y a los métodos que practicábamos antes ayer y aplicarlos a nuestra vida de hoy Porqué? Sencillamente porque la vida de ayer era mucho mas simple que la vivimos hoy. Los trabajos industriales son mucho mas complejos cada día por lo que el concepto de prevención de accidentes se ha desarrollado a tal punto que necesitamos conocerlo completamente para poder evitar accidentes.

Siempre es bueno recordar los tiempo pasados porque muchas de las normas y métodos que se practicaban ayer pueden servir de experiencia e inclusive pueden aplicarse en la industria actual. Pero hay que tener cuidado porque en la actualidad se han incorporado al trabajo gran cantidad de factores y responsabilidades que se desconocían en el pasado. Por ejemplo, hace muchos años los accidentes se consideraban y se aceptaban como algo inevitable del trabajo. Esto nos resulta totalmente absurdo hoy ya que sabemos que los accidentes no suceden espontáneamente sino que son provocados por alguna causa. La actitud que tenían los trabajadores hace muchos años no es la misma que la que tenemos hoy porque en nuestros días todos nos preocupamos por evitar errores que puedan provocar accidentes y por hacer todo lo posible para reducir al máximo los peligros.

Tal vez algunos de nosotros hayamos trabajado el tiempo suficiente en la industria para darnos cuenta de los cambios que se han experimentado. Es fácil entonces darse cuenta que hoy tomamos en consideración muchos aspectos que antes se pasaban por alto. Por ejemplo, ciertos procedimientos de trabajo y exposiciones peligrosas de algunos trabajadores que se consideraban como tonterías, hoy las calificamos como actitudes inseguras. Pero desdichadamente, todavía hay muchos trabajadores que se resisten a cambiar de actitud. Piensan que son mejores y mas listos que las normas de prevención de accidentes, las ignoran y no siguen sus recomendaciones. Conocemos a alguien que actúe y que piense de esta forma? Casi seguro que sí.

La forma en que actuamos, en que reaccionamos ante determinadas situaciones y problemas refleja en gran parte la forma en que pensamos y la forma en que concebimos la vida. Quiero decir, que si en nuestro trabajo ponemos cuidado, interés, preocupación y atención, estamos reflejando una actitud segura que es la que se debe adoptar, mantener y desarrollar, no solamente en el trabajo sino en todas las actividades que realizamos. Eso es muy importante porque la actitud de una persona influye sobre otras que las rodean y si esa actitud es errónea, entonces la influencia será negativa.

Muchas veces no nos damos cuenta o no sabemos que otra persona nos está mirando, nos esta observando y que está juzgando nuestro proceder. Si se trata del trabajo que realizamos, evalúan nuestro desempeño – si lo hacemos correcta o incorrectamente. Esa persona que nos observa puede ser otro trabajador, el supervisor, quizás sea el vecino pero de todas formas es alguien que se da cuenta de los errores que cometemos o de lo bien que desempeñamos la tarea. La actitud positiva ante la prevención de accidentes puede empezar por una persona, pero piensen ustedes cuánto más efectiva puede ser si el grupo entero se vuelca totalmente hacia la formación de actitudes seguras y positivas.

Todos debemos estar pendientes de los peligros que nos rodean, así como de todo lo que podemos hacer para corregir las condiciones inseguras. Debemos siempre seguir y obedecer las normas de prevención de accidentes, esté o no esté presente el supervisor u otra persona encargada del grupo, ya que al fin y al cabo si sucede algo indeseable el perjudicado será el que cometa el error.

Hay una actitud que es muy personal y a la misma vez totalmente colectiva: la preocupación por la prevención de accidentes. Si todos adoptamos esta actitud y constantemente trabajamos para mejorarla, podremos estar seguros de que en años venideros se verá claramente el fruto de la misma. Tal vez nuestros hijos, el día de mañana, puedan mirar hacia atrás y decir que nos preocupamos e interesamos por mejorar las cosas.

Si alguno de nosotros todavía no ha empezado a interesarse en la causa de la prevención de accidentes, es hora de que mire al pasado, lo compare con los esfuerzos que se realizan en nuestros días, y se convenza de que ya es tiempo de empezar.

CHARLA N° 037

PLANEANDO LO INESPERADO

Las autoridades de tránsito nos dicen que manejemos a la defensiva. Manifiestan que no es suficiente observar solamente las reglas de tráfico, que debemos fijarnos en los otros conductores. Debemos conducir en tal forma que si el otro hace algo que no debe, lo atropellaremos o nos atropellará. Por supuesto que tienen razón; los informes de accidentes de tráfico lo prueban. También demuestran que uno debe mantener esta actitud defensiva hacia cualquier condición inesperada en las carreteras y autopistas.

La misma idea tiene aplicación en el trabajo diario y en cualquier situación fuera del trabajo, como en el hogar. Tenemos que estar preparados para cuando el niño deja los patines en el último escalón o deja caer el jabón en el baño y se olvida de levantarlo; o para cuando alguien en la casa cuelga una percha de madera en una soga que colocó provisionalmente de una pared a otra del dormitorio para secar la ropa. ¿Que pasaría si ustedes tuvieran que entrar en la habitación a oscuras para cambiar, por ejemplo, la bombilla fundida? Podrían sufrir una lesión en el ojo si se golpean con la percha, ¿no es verdad?

No es suficiente conocer y observar las reglas de seguridad, hay que estar preparado para los peligros inesperados. Puede haber condiciones peligrosas que se presentan sin previo aviso o pueden ser acciones inesperadas y peligrosas realizadas por alguna otra persona. Pueden ser también acciones impulsivas o que están fuera de control de uno mismo. He aquí un ejemplo:

Un mecánico se dirigía al taller de reparaciones que estaba en el otro edificio y se paró a conversar con el operario de una cortadora. El conductor de un montacargas que llevaba un barril sobre las horquillas, tuvo que detenerse súbitamente a fin de no golpear a un trabajador que se le apareció inesperadamente. El barril se le resbaló de las horquillas y rodó, yendo a golpear al mecánico, quien perdió el equilibrio y se golpeó Ia cabeza contra la cortadora. El resultado fue una herida facial, una costilla quebrada y una pierna lastimada.

Aquí hubo tres cosas incorrectas. El barril debió haberse asegurado contra las horquillas, a fin de que no pudiera caerse en una parada de emergencia. El hombre que se interpuso admitió que su mente estaba en las próximas vacaciones. El mecánico no se paró al costado del pasillo, en un lugar seguro. Cada uno de los participantes dejó de tomar una medida defensiva contra lo inesperado.

Siempre se nos pueden presentar situaciones en cualquier clase de trabajo en el que uno tiene que estarse defendiendo de lo inesperado. Una de las cosas más comunes, es la presencia de los cables de extensión con los que se puede tropezar y caer. En todos los casos puede significar dos lesiones. De vez en cuando, alguien se olvida de las reglas de seguridad y pone un cable en un pasillo o en algún lugar donde alguien puede tropezar y caerse. El segundo individuo se irá de nariz a menos que tenga bastante suerte. Las posibilidades son que la herramienta o la luz conectada a este cable, se vuelva contra quien la está usando y lo lesione seriamente. Si es una sierra portátil, un taladro o algo semejante, todos sabemos cuáles pueden ser las consecuencias. Por supuesto que pudo haber atado el cordón a algo a fin de que no le fuese sacado de las manos. En este caso la trampa ha sido un cuchillo de doble filo.

Un ejemplo de que lo inesperado nos puede ocurrir en cualquier momento en el lugar de trabajo es cuando abastecemos un equipo pesado en la zona de operaciones mineras, estamos atentos al despacho (camion cisterna bien estacionada, estado de manqueras y bombas, cantidad de producto, etc.) pero puede ocurrir que el operador del equipo pesado suba a su unidad y pensando que el abastecimiento a terminado encienda y arranque su unidad: si lo hace en direccion del oeprador, podriamos estar lamentando una fatalidad, si lo hace en la direccion contraria, la pistola wiggins puede lesionar a nuestro operador de campo. En este caso tambien tenemos que estar a ladefensiva y asegurarnos que el operador del equipo pesado este a nuestra vista e indicarle que nosostros le avisaremos cuando se acabe el despacho.

Nota para el supervisor: De ser posible logre que los asistentes a esta reunión den un ejemplo o dos de Iesiones que pudieron haberse evitado mediante una acción defensiva. Esto ayudará a fortalecer el concepto sobre la necesidad de protegerse contra los peligros inesperados).

CHARLA N° 038

NO MALTRATE SUS MANOS

Al principio los dedos de su mano izquierda le cosquilleaban, como la sensación de agujas imaginarias que sentía con frecuencia cuando se le dormía la mano. Esta vez, sin embargo, Julia, una mecanógrafa en una oficina de una compañía de manufactura no pudo 'despertar' a su mano. En unas pocas semanas 'se le endureció' y le empezó a doler mucho y la sensación de agujas imaginarias las empezó a experimentar en su mano derecha. Su médico diagnosticó 'síndrome del túnel carpeano' (STC), una enfermedad del nervio de las manos que se ha hecho tan común en los lugares de trabajo que los expertos la consideran una epidemia industrial.

Las lesiones en las manos pueden ser traumáticas, como la pérdida de una mano o de uno o más dedos. La verdad es que en la mayoría de los casos de lesiones relacionadas con el trabajo, tales como el STC, Ias causas pueden ser difíciles de descubrir o aparentemente inocuas.

Nombrado así en alusión al túnel en forma de C de los huesos de la muñeca en la base del dedo pulgar, el túnel carpeano es parte de un sistema de polea de tendones que permite que los dedos se doblen. El STC ocurre cuando los músculos hinchados o inflamados oprimen los nervios en la muñeca y la mano. Esto puede ocurrir cuando una persona flexiona o extiende repetidamente la muñeca durante movimientos de trabajo rápidos y frecuentes.

Según el doctor Dan Mass, director del centro de rehabilitación de manos de la Universidad de Chicago, Ios síntomas del STC no siempre ocurren en el trabajo. Los síntomas pueden ocurrir por la noche cuando las manos están en reposo. "Dado que tendemos a dormir con nuestras muñecas dobladas, el nervio duerme también, y podemos despertarnos con una sensación de cosquilleo", dice el doctor Mass.

Otras señales son adormecimiento, debilidad general, falta de coordinación y un aumento en la tendencia a dejar caer cosas y, finalmente, dolor persistente.

Dado que el STC es con frecuencia reversible si se lo trata en las primeras etapas, ustedes deben saber lo que deberían hacer en caso de que sintieran que tienen este problema. Desdichadamente, dice el doctor Mass, no hay ejercicios diseñados para disminuir los efectos del STC, una vez que se desarrolla. "El mejor tratamiento es el reposo, continúa el doctor Mass.

Pero aquí, en nuestro trabajo, podemos hacer algunas modificaciones que disminuyan los problemas relacionados con este síndrome:

  • Reducir la rapidez con la que realizamos algunas funciones en particular con nuestras manos: claro está que esto no es siempre posible, pero es probablemente la mejor prevención.

Si alguno de ustedes cree que tiene un STC, háganmelo saber pare que tratemos de alterar su trabajo o ponerle en otro tipo de ocupación donde no tenga que realizar tantos movimientos repetitivos con sus manos.

  • Asegúrense de que la clase y estrés de movimientos que las manos realizan cambia en realidad durante la rotación del trabajo.

  • Durante los periodos de descanso, hagan ejercicios de estiramiento de sus brazos y manos para eliminar la tensión acumulada de los músculos y mejorar la circulación sanguínea.

  • Si tienen alguna sugerencia para mejorar las condiciones de trabajo, háganmelo saber. En algunas ocasiones hemos sólido alterar la altura de una máquina o equipo en particular pare reducir la cantidad de flexiones de la muñeca o extensión que requería un trabajo. Es posible que en algunas ocasiones se resuelva el problema simplemente con elevar la plataforma sobre la que trabajan para que las manos encuentren un mejor nivel; y los trabajadores más altos pueden necesitar, por el contrario, trabajar desde un lugar menos elevado.

  • Es muy perjudicial ocultar una condición de STC. Si alguien desarrolla esta enfermedad, es señal de que algo no está funcionando bien. En todo caso, el médico dará el diagnóstico final.

Una diagnosis a tiempo y los medicamentos anti-inflamatorios pueden con frecuencia desacelerar los efectos del STC. Si se lo deja sin tratar durante un tiempo suficiente, puede ocurrir un daño permanente a los nervios. En este caso el único tratamiento efectivo suele ser la cirugía. La cirugía de por si puede dejar algunos efectos laterales, tales como una sensibilidad aguda a cualquier sensación en la palma de la mano y una disminución en la capacidad de agarrar o en la fuerza de los dedos.

Si alguno de ustedes alguna vez tiene que someterse a cirugía para curar esta enfermedad, es posible que cuando regresen al trabajo tengan que realizar otro tipo de ocupación. En muchos casos, sin embargo, se podrá seguir realizando el mismo tipo de trabajo tras haberse hecho las modificaciones necesarias.

Aunque este mal está hoy muy extendido en muchas industrias de casi todos los países, es muy posible que podamos prevenir que ocurra aquí en nuestra empresa.

CHARLA N° 039

TODO EL MUNDO ESTÁ EN CONTRA MÍA

Hay muchas cosas que pueden "amargarnos" la vida y considerarnos desdichados. Puede ser un simple dolor de muelas o que la mujer no es tan atenta como antes o que la novia prefiere a otro. Nuestro descontento puede provenir de ver perder a nuestro equipo favorito de balompié o por haber perdido dinero en una apuesta.

Pero, la peor amargura es la que proviene de un remordimiento de conciencia, de saber que hemos hecho algo mal y que otro tuvo que pagar las consecuencias.

En la mayoría de estas charlas, he tratado de apartarme de la clase de accidentes en que la persona comete un acto inseguro y se lesiona. Esta clase de accidentes caen dentro de una categoría especial, yo hice mal, sufrí una lesión y ahora no tengo porqué quejarme. En la culpa llevé la penitencia.

Sin embargo, existe otro grupo de accidentes en que la acción de una persona resulta en una lesión o en la muerte de otra. Este grupo de accidentes causa más pena todavía, no solamente lo que sufre la persona lesionada, sino la amargura y remordimiento del culpable.

Por eso, en su interés y conciencia de seguridad, piense en los que están a su alrededor también y protéjalos para no tener que pasar por esta triste experiencia de que le remuerda la conciencia. Esté al tanto de los compañeros que trabajan a su alrededor. No tire las cosas y materiales en forma violenta para que salten y lesionen a cualquiera. Los que manejan montacargas, deben prestar atención por donde van y tener mucho cuidado al doblar por las esquinas, sonando una bocina si la visibilidad es deficiente en ese punto.

A todos les recomiendo mantener limpio y ordenado el lugar donde trabajan, con la pilas bien arregladas para que no sean un peligro.

A ustedes, los expertos, que saben cómo protegerse – conocen los riesgos y usan la protección adecuada – quiero pedirles un favor. No pierdan de vista a sus compañeros de menos experiencia. Ustedes saben que cierto trabajo tiene ciertos riesgos y tal vez piensen que los demás trabajadores lo saben también. Tal vez ustedes no se dan cuenta de que no se aprende en un día. Recuerden cuando ustedes empezaron. Tengo la seguridad que se dieron su susto de cuando en cuando. Y si se protegían contra un riesgo lo hacían por instinto más bien que por saber. Por eso, cuando trabajen con un trabajador nuevo, o estén cerca de él, aconséjelo, adviértanle cuáles son los riesgos y cerciórese de que usan la protección adecuada. Si lo ven haciendo algo incorrectamente, en forma amistosa, llámenle la atención por su propio bien. Si ven que se está habituando a hacer cosas incorrectamente, con paciencia y buena voluntad pueden hacerle ver el peligro de no hacer las cosas como debe ser. En el trabajo, la cooperación y ayuda mutua determinan el éxito de todos. Las interrupciones, los paros, los accidentes, se evitan cuando todos ponen de su parte y contribuyen al conjunto lo que saben, el fruto de su experiencia. El error de uno puede redundar en contra de todos. Por eso, ahórrense sufrimientos y amarguras no siendo la causa indirecta de que otros sufran un accidente. Su espíritu de cooperación hará que se sientan mejor sin tener nada que lamentar posteriormente: tendrán la conciencia tranquila sin reproches de nada.

CHARLA N° 040

OBJETOS QUE CAEN

Creo que a pocos de ustedes les sorprenderá el oír que los objetos que caen de escaleras, andamios, ventanas, etc., causan algunas de las lesiones más graves y muchas veces incluso la muerte.

Si les preguntara qué artículo de protección personal puede evitar los peligros debido a objetos que caen, posiblemente la mayoría de ustedes contestaría, el casco de seguridad. Esa respuesta es correcta, pero solo en parte. Otro artículo que evita las lesiones de objetos que caen, son los zapatos de protección.

He observado que uno de ustedes se ha sonreído, como diciendo: "¿Es que espera nuestro supervisor que nos pongamos los zapatos en la cabeza?" . .. No, yo no espero ese, solo espero que se pongan los zapatos de protección en los pies, porque está demostrado que la mayoría de los objetos que caen y producen lesiones, no caen de grandes alturas, sino de alturas pequeñas.

Cuando se habla de objetos que caen la gente piensa automáticamente en un ladrillo que cae de un tejado, una lata de pintura que cae de lo alto de un andamio, una tubería que se desploma de un tercer piso, pero la realidad es que la mayoría de los objetos que caen y producen lesiones, caen de alturas pequeñas, como cuando un trabajador intenta levantar un objeto pesado, se le resbala de las manos y el objeto le cae sobre los pies. O como cuando alguien coloca una barra de metal o un caño pesado contra la pared y alguien tropieza con ella, y le cae sobre los pies.

Con esto no quiero decir que debemos dar más importancia a los zapatos de protección que al casco de seguridad, ya que tanto yo como todos ustedes sabemos muy bien que en general, las lesiones que se producen debido a objetos que caen de grandes alturas son mucho más graves que las que se producen de objetos que caen de poca altura. Lo que les quiero decir es que no desdeñemos la importancia que tienen los zapatos de seguridad para evitar lesiones debido a objetos que caen.

Pero la protección personal, ya sea el casco de seguridad o los zapatos de protección, son solo parte del problema. La protección personal nunca evita el peligro, lo primero que se debe hacer en cualquier situación es tratar el peligro y la situación que puede provocar un accidente.

Hay muchas cosas que ustedes pueden hacer pare evitar accidentes debido a objetos que caen. Siempre que vayan a subirse a una altura, ya sea usando una escalera, un andamio, etc., pongan en los alrededores un aviso diciendo que están trabajando en lo alto y que no se debe pasar por esa zona. Muchos accidentes se producen cuando a alguien que trabaja en lo alto de una escalera se le cae una lata de pintura, unas tenazas, etc. Si el trabajo que van a realizar encierra ciertos peligros especiales, deben comunicármelo a mí. Yo trataré de proveer protección especial, como barreras que aislen el área donde van a trabajar, o alguna otra protección especial.

Cuando trabajen en plataformas suspendidas o en andamios, nunca coloquen objetos cerca del borde, ya que por descuido pueden empujarlos y éstos pueden caer sobre alguien que pase por abajo, o ustedes mismos pueden perder el equilibrio v caerse. Muchos de los trabajadores que caen de andamios y mueren, se debe a esta falta de precaución.

En alguna otra ocasión recuerdo que les he dicho que cuando trabajen en alturas o suban escaleras, nunca deben llevar herramientas en los bolsillos, ya que al agacharse éstas pueden caerse y lesionar a alguien que pase por abajo.

Otra manera de sufrir una lesión en los pies es cuando se levanta un objeto sin seguir el procedimiento correcto de levantamiento. No sería la primera vez que un trabajador debido al dolor intenso inmediato que sufre en la espalda al tratar de levantar un objeto incorrectamente, deja caer el objeto y éste le aplasta los pies.

Las lesiones por caídas de objetos no son las más frecuentes ni generalmente las más graves que se producen en nuestra planta, pero la verdad es que se producen más de las necesarias y que con un poco de cuidado y siguiendo unas pocas normas de prevención de accidentes podemos evitarlas todas.

CHARLA N° 041

PELIGROS ELEVADOS

¿A alguno de ustedes le ha caído alguna vez un objeto en la cabeza? … Por las expresiones de algunas caras veo que algunos piensan que no. Déjenme hacerles esa misma pregunta con otras palabras: ¿A quién no le ha caído alguna vez una gota de agua en la cabeza?…

Sí, a todos nos han caído muchas veces objetos de lugares elevados; pero, por fortuna, esos objetos han sido cosas que no nos produjeron ni dolor, ni lesiones físicas. Aunque no todo el mundo podría decir lo mismo. Hay a quienes les han caído objetos que les han producido lesiones series y mucho dolor, como herramientas, tablas, tejas, paquetes, sacos de cemento, etc.

Todos los que trabajamos, dondequiera que nos encontremos, tenemos la posibilidad de ser golpeados por algún objeto que cae de un lugar elevado. Pero quienes trabajan especialmente bajo este peligro constante deben de tener en cuenta que los peligros no solo pueden presentarse a un nivel bajo por encima de la superficie del piso, sino por encima de nuestras cabezas.

Quienes deben trabajar en áreas donde existe el peligro constante de que sean alcanzados por un objeto que cae, se lo deben comunicar a su supervisor, pues pudiera haber una forma práctica de eliminar o contener ese peligro.

Si no hubiera forma de separarse físicamente de un área donde existe siempre este peligro, como en un lugar de construcción, se debe llevar la protección adecuada, como el casco, protección ocular, calzado de protección y la ropa que haya sido designada pare realizar esa ocupación especifica. Además, se debe tener siempre presente que las condiciones de los lugares elevados pueden cambiar de un momento a otro y crear un peligro que no existía hacía muy poco tiempo.

Un peligro muy común relacionado con lugares elevados proviene de las cargas de las grúas. Las cargas hay que atarlas con la mayor seguridad posible, tratando de que balancee bien en la argolla que la subirá. Antes de dar la señal para elevar la carga, hay que asegurarse de que la cadena o cable de la argolla no aplastará ningún dedo ni ninguna mano. Además de estas precauciones generales, es una buena idea elevar primero la carga tan solo unos 20 ó 30 centímetros del piso. De esta forma se puede comprobar si la carga está bien sujeta y balanceada. Hay que tener en cuenta, no obstante, que es bastante difícil poner el gancho de la argolla directamente sobre el centro de la carga, razón por la que las cargas suelen moverse un poco cuando se las levanta.

Pero no debemos olvidarnos de las personas que trabajan en lugares elevados, porque tienen también unas responsabilidades muy definidas, de las que pudiéramos destacar dos. Primero, estas personas son responsables de operar sus herramientas, equipos y objetos de trabajo con el mayor cuidado posible. Segundo, son también responsables de avisar a cualquiera que se tenga debajo del lugar donde están trabajando.

Incluso las operaciones rutinarias conllevan también peligros de lesiones. Supónganse que alguien fuera a cambiar una bombilla. ¿No creen que sería necesario comunicar a todos los que le rodean que va a trabajar temporalmente en un lugar elevado y que esa situación pudiera suponer un peligro no solo para él sino para otros?… Creo que estarán de acuerdo en que sería necesario hacerlo, aunque todos sabemos muy bien que no siempre se ponen en práctica estas medidas que parecen de sentido común. Lo mejor en una situación así seria encerrar el área de trabajo con una barrera portátil para evitar que nadie se pusiera en contacto con la situación peligrosa.

Tanto si deben trabajar en lo alto de una escalera o plataforma, como en un andamio o en la caja de un ascensor, se deben asegurar que todas las herramientas, equipos o materiales de trabajo están colocados en un lugar desde donde no pudieran caer y lesionar a alguien.

Deben tener un cuidado especial de no colocar ningún objeto en superficies en desnivel. No se olviden del efecto de las vibraciones. Una vibración o un movimiento en la superficie pudiera hacer que el objeto cayera y se estrellara contra el piso, o quizás contra la cabeza de alguien. Como comprenderán, el resultado de esa caída tendría consecuencias muy diferentes que las que producen las goteras.

Cuando trabajen en lugares elevados deben mantener siempre sus herramientas en la caja de herramientas. Además de que las herramientas que se dejan desparramadas por el piso crean peligros de caídas en la superficie del piso en que se encuentran, también crean el peligro de que alguien se pudiera tropezar con alguna herramienta y pudiera caer a la superficie… pero de un piso, dos o tres más abajo.

Para finalizar, recuerden que los lugares elevados tienen el potencial de crear peligros muy graves a los que están debajo.

CHARLA N° 042

AYUDA ECONÓMICA

Hay muchos trabajos que pueden ser hechos por un hombre solo. Pero también hay muchos para los cuales se necesitarán dos o tres. El trabajador responsable sabrá cual es la diferencia entre los que necesitan uno y los que necesitan dos o más.

A nadie le gusta el "avivado" que espera que los demás hagan el trabajo por él. Pero tampoco creo que demuestra ser muy inteligente aquél que trata de hacer solo un trabajo que está más allá de sus posibilidades físicas, cuando puede conseguir que alguien le ayude.

Alguien me estaba contando los otros días que en su compañía tienen algunos generadores muy grandes que pesan, quien sabe cuantas toneladas cada uno. En la sala donde están los generadores hay dos grúas elevadas muy grandes.

Para hacer la mayoría de los trabajos una sola grúa es suficiente. Pero muy de vez en cuando hay que hacer reparaciones mayores y es entonces cuando uno de los generadores tiene que ser levantado. Este es el momento en que la segunda grúa es de utilidad. Para hacer el trabajo se coloca una viga muy grande entre las dos grúas y los cables se atan a ellas. En esta forma el peso del generador se encuentra dividido entre las dos grúas y se logra un manejo de seguridad bastante grande al mover esta unidad tan pesada.

Saquemos lagunas enseñanzas de este método. En muchas oportunidades ustedes deberán levantar algo que es bastante pesado – una plancha de acero, una viga, una máquina, etc. Es posible que al ver el objeto que tienen que mover se den cuenta que les va a resultar bastante difícil el poder hacerlo solos y sobretodo hacerlo con seguridad. Este es el momento en que si con toda honestidad pueden responderse a sí mismos que no es seguro que lo hagan sólo deberán pedir ayuda. Será mejor usar esta pequeña ayuda adicional que romperse los músculos de la espalda o dejar caer el peso sobre los tiernos dedos de los pies.

En otras oportunidades necesitamos ayuda para transportar un objeto, no porque este sea pesado, sino porque su forma o tamaño lo hacen difícil de manejar y el espacio en que debemos moverlo tampoco facilita su traslado.

Este es uno de los objetivos por los cuales existen remolcadores en todos los puertos que acercan a los grandes transatlánticos a su destino. El señor del mar tiene mucho poder pero su gran volumen lo pone fuera de lugar en un espacio pequeño. Es por eso que el remolcador, que a simple vista tiene menos fuerza y es pequeño puede llevarlo a donde corresponde.

Los objetos largos se encuentran también en esta categoría. Es probable que puedan manejarse si consideramos solamente su peso – pero si lo queremos hacer por nosotros mismos, podemos golpear lámparas de luz, o los ojos o cabeza de algún compañero que se encuentra por las inmediaciones. Es posible que aún para mover una caja, o cartón muy grande se necesiten dos hombres, no porque sea pesada para uno, sino porque su volumen puede hacerle perder el equilibrio. Y lo que es aun más peligroso, una carga llevada por un solo hombre puede impedirle ver hacia adelante y hacerle correr peligros muy grandes.

En consecuencia, ya sea la carga pesada, o simplemente voluminosa, no trate de hacerse fuerte y moverla por sí mismo. Pida ayuda y verá que no costará conseguirla. Muchos trabajadores se resisten a pedir ayuda en estas circunstancias porque consideran que su "hombría" puede verse disminuida. Pero es aconsejable dejar de lado estos perjuicios que no tienen razón de ser antes de que la capacidad física sea disminuida temporaria o permanentemente.

Si dejamos de lado nuestro orgullo y hacemos algo tan simple como pedir ayuda, cuando realmente la necesitamos, eliminaremos las posibilidades de accidentes.

CHARLA N° 043

CUIDADO DE LA PIEL

En un artículo que leí el mes pasado sobre la piel, se decía que las enfermedades de la piel, las cuales se conocen por el nombre de dermatitis, se han multiplicado en la segunda mitad de este siglo, debido al aumento tan grande de productos químicos en la industria.

El problema, decía el artículo, es en la actualidad bastante fácil de controlar, si las gerencias de las empresas ponen a disposición de los trabajadores equipos de protección personal y les ayudan a comprender y a apreciar por medio de folletos, charlas, o cualquier otro medio, el valor inestimable de su piel.

Como recordarán algunos de ustedes, no es la primera vez que les voy a hablar sobre este tema. Creo que la piel es una parte muy importante de nuestro cuerpo y quiero que todos valoremos nuestro cuerpo como se merece.

A alguien le puede haber parecido un poco exagerado el que yo haya sugerido que algunas personas no valoran su cuerpo. La realidad es que hay trabajadores que piensan que la piel por ser una cosa tan superficial, no es una parte importante del cuerpo. Sé muy bien, como todos ustedes saben, que mucho más importante son órganos como el cerebro, el corazón y los pulmones, pero esto no es razón para que no valoremos la piel.

La piel es un tejido muy sensitivo que cubre todo nuestro cuerpo. Vivimos, sin ninguna exageración, dentro de una cápsula, nuestra piel. La piel de las personas adultas, como nosotros, tiene una extensión de más de 3 m2. A pesar de lo fina que es la piel, es muy resistente. Contiene entre dos y tres millones de glándulas de sudor, las cuales desechan al exterior alrededor de un litro de sudor en los meses fríos y más de cuatro litros al día durante los meses calientes.

Si no tuviéramos la piel, no podríamos sentir nada al tocar objetos o personas. La piel es una cadena misteriosa entrelazada de delicados circuitos eléctricos, antenas, cables, interruptores, tejidos y muchos otros mecanismos. Recibe una tercera parte de la sangre del cuerpo. La piel es un órgano vivo que, como un árbol, desecha las células (hojas) muertas y desarrolla otras nuevas que las reemplazan.

Cuando tengan tiempo, en sus casas, o en cualquier otro lugar, piensen un poco en todo esto que les he dicho, y se convencerán que la piel protege el funcionamiento interno de los órganos más importantes de nuestro cuerpo. Si la dañamos, abrimos una brecha por la que pueden entrar toda clase de gérmenes y virus que pueden atacar nuestros órganos internos.

Es importante que protejamos nuestra piel para que la piel pueda proteger nuestro cuerpo. Debemos tratar de no exponerla a vapores irritantes y líquidos y a roces de materiales y sustancias que pueden dañarla. La mejor forma de lograr esto es usando la protección personal de que disponemos en nuestra planta: guantes, caretas, delantales, . . . Esto es, la protección que se ajuste mejor al trabajo específico que realicemos.

Y no sólo debemos protegerla aquí, dentro de la planta, sino también fuera. Hay personas que no se preocupan si queman su piel por exponerse demasiado al sol. Sólo cuando el médico les dice que han contraído cáncer por haber expuesto su piel excesivamente a los rayos ultravioletas del sol, es cuando empiezan a valorar su piel, pero ya es demasiado tarde.

Otras personas no dan ninguna importancia a los arañazos, cortaduras y pinchazos que sufren en su piel. No se preocupan de ir al botiquín de primeros auxilios a desinfectar esas pequeñas lesiones. Cualquier lesión, por pequeña que sea, puede producir inflamaciones importantes en nuestro cuerpo.

En el artículo que les he mencionado al principio de la charla, se decía que si todos los trabajadores del mundo se lavaran con agua y jabón después de haberse puesto en contacto con algún producto químico, polvos o alguna otra sustancia, se eliminarían automáticamente más del setenta y cinco por ciento de las enfermedades de la piel que se contraen en la industria.

Espero que estos cinco minutos que hemos dedicado al tema de la piel, les ayude a apreciarla más en el futuro, protegiéndola de los peligros que la puedan dañar. Y tengan siempre presente, que si nosotros no protegemos la piel, la piel no protegerá el interior de nuestro cuerpo.

CHARLA N° 044

LAS MANOS

En los tiempos modernos la industria ha desarrollado técnicas y avances de incalculable valor. Casi podría asegurarse que existe una máquina perfecta para cualquier tarea que se realice en la industria. Sin embargo, ¿se han puesto ustedes a pensar en una máquina que pueda apretar, exprimir, torcer, halar, empujar, levantar y aún más, capaz de hablar y sentir? Sí, sí, estoy hablando en serio, ¿saben a qué me refiero? Me refiero a la mano humana.

Constantemente usamos nuestras manos, prácticamente cada segundo de cada día. Pero la mayoría de las veces no prestamos atención a como las usamos. Las manos son una de las prendas más valiosas que poseemos, pero sin embargo son muy vulnerables. Con demasiada frecuencia ponemos en peligro nuestras manos.

Podría contarles infinidad de accidentes que han ocurrido a través de años y años, pero a manera de recuento sólo mencionaré cuatro de las lesiones en las manos más comunes:

La primera se refiere a los cortes. La mayoría de las veces ocurren con objetos cortantes como cuchillos, tijeras, hachas, etc.;

En segundo lugar están Ias lesiones causadas por objetos rotativos, corno por ejemplo, por máquinas o aparatos que tienen aletas giratorias y hornos rotativos;

En tercer lugar tenemos los objetos punzantes. Efectivamente hay infinidad de éstos que pueden provocar lesiones, por ejemplo: destornilladores, punzones, sacacorchos puntillas, etc.

Y, en cuarto lugar quiero mencionar los golpes aplastantes. ¿Quién aquí nunca ha pasado por la experiencia de martillarse un dedo?. Hasta una pequeña cortada en un dedo suele resultar molesta y sumamente incómoda para la realización de nuestras tareas diarias.

Nuestras manos están constantemente expuestas a peligros. Cada año miles de manos y dedos se lesionan, y muchos se pierden, por accidentes sufridos en el trabajo o fuera del trabajo. Las lesiones en las manos ocupan el segundo lugar en la escala de accidentes ocupacionales.

En nuestras operaciones, como ustedes saben, han ocurrido algunos de estos accidentes. Para que no se repitan, hoy quiero recordarles que deben emplear procedimientos seguros cada vez que utilicen las manos, manténganlas fuera de los lugares donde puedan ser atrapadas al manejar materiales, enganchar cables, mover cilindros y trabajar con sierras u otras máquinas semejantes. Nunca metan las manos dentro de una maquinaria en movimiento para repararla, aceitarla o ajustarla. Cada vez que tengan que manejar materiales ásperos, usen los guantes adecuados. Recuerden que un mismo tipo de guante no es adecuado para todas las tareas. Nunca usen anillos o pulseras cerca de máquinas en movimiento o donde puedan quedar éstos enganchados.

En caso que alguien se lesione no importa qué tipo de lesión sea, incluso si se trata sólo de un rasguño, obtengan los primeros auxilios necesarios. Un simple medicamento y un pedazo de gasa puede ser todo lo que se requiera para una cortada pequeña, sin embargo han ocurrido casos de "simples rasguños" que por no ser atendidos y limpiados a tiempo, han quedado expuestos a los microbios y se ha producido una infección que con el paso del tiempo se ha convertido en gangrena y ha sido necesario amputar una mano o un brazo por "un simple rasguño".

Para terminar, sólo quiero recordarles una vez más que las manos son, verdaderamente, piezas maravillosas que deben admirarse ya que permiten que nos podamos desempeñar eficientemente, con poco esfuerzo y, muy frecuentemente, en forma automática por lo que tenemos que cuidarlas y tratarlas con especial cuidado y consideración.

CHARLA N° 045

IMPORTANCIA DE LOS PRIMEROS AUXILIOS

En la charla de hoy vamos a tratar un tema del que les he querido hablar desde hace mucho tiempo – la importancia de recibir primeros auxilios Yo sé que todos ustedes, como yo, quieren tener un buen récord de accidentes, pero un buen récord de accidentes no es suficiente, tenemos que aspirar a tener un récord mejor que bueno … excelente. En otras palabras, nuestra aspiración debe ser siempre mejorar nuestro récord.

Con esta charla quiero demostrarles de qué forma la despreocupación al no informar las lesiones más leves, impide mejorar el récord de accidentes. Estoy seguro que al concluir esta charla tendremos a nuestra disposición medios eficaces para reducir el índice de lesiones.

Cuando ustedes sufren una cortadura o quemadura profunda, ¿qué hacen?… Muy bien, muy bien, como ha dicho X …., van a Primeros Auxilios (o a la enfermería) a que les curen. Ustedes saben que necesitan ayuda y que la sala de Primeros Auxilios es el lugar adecuado para obtenerla.

Pero, ¿qué hacen cuando se rasguñan, les entra una astilla en el dedo o se les introduce una mota de aserrín al ojo? Díganme, ¿suelen ir generalmente a Primeros Auxilios para que les atiendan? … No, ustedes mismos se curan a voces con la ayuda de un compañero.

Creo que conozco algunas de las razones de por qué no acuden a la Sala de Primeros Auxilios en casos así. Quizás ustedes creen que me opongo a que abandonen el departamento por algo "insignificante". O quizás piensen que el informar lesiones leves empañará su buen récord de accidentes. O también es posible que si se enteran los compañeros de trabajo se reirán de ustedes y los tratarán de niñas.

En nuestra planta se exige que se informen todas las lesiones, por muy leves que sean. Muchos de ustedes quizás no se den cuenta que las lesiones que se clasifican como leves, a veces terminan por causar más problemas que las graves y pueden incluso ser fatales.

No presten atención a los consejos caseros que suelen circular por la planta, como ponerse jugo de tabaco encima de una herida para desinfectarla o chupar una cortadura para extraer el veneno. Estos remedios, la mayoría de las veces, suelen agravar el problema.

Los gérmenes que causan más problemas están presentes en todos los lugares—en la piel, en el aire, en el piso, en las manos de sus compañeros "samaritanos", y se introducen en el organismo con toda facilidad. Estos invasores generalmente no causan mayor problema si permanecen en el exterior de la piel, pero tan pronto como encuentran un medio fácil para introducirse, aunque sea una cortadura pequeña en la piel, se introducen rápidamente y empiezan a causar problemas serios. En poco tiempo se empieza a sentir dolor, quizás alguna parte del cuerpo se inflama, y se puede tener fiebre. En muchos casos, cuando se sienten estos síntomas, ya suele ser demasiado tarde para tomar medidas eficaces.

¿Sabían ustedes que en tan sólo seis horas un germen puede multiplicarse hasta producir 4000?.., ¿Habían oído alguna vez que un germen puede trasladarse de un dedo a un hombro en menos de 10 minutos . . . Esa es la razón de por qué es tan importante informar las lesiones leves lo antes posible.

Hoy día hay muchos remedios farmacéuticos para matar estos gérmenes o por lo menos frenar su expansión y crecimiento, pero los medicamentos a veces tampoco son del todo eficaces. Si no producen los efectos que se esperan, ustedes serán quienes deberán experimentar los dolores y sufrimientos, por no haber acudido rápidamente a Primeros Auxilios.

Algunas veces he oído decir a algunos de ustedes que no hay nadie que haga el trabajo que hacen ustedes mejor que ustedes mismos. ¿Por qué?. . . Simplemente porque ustedes recibieron un buen entrenamiento y han acumulado una experiencia de muchos años. Lo mismo piensan nuestros médicos y enfermeros, que ellos han recibido muchos años de entrenamiento en su profesión y saben mucho mejor que ustedes lo que necesitan cuando se lesionan.

Ustedes ni yo sabemos las consecuencias que puede tener una lesión leve, por esa razón, siempre que nos lesionemos, aunque sea levemente, vayamos a Primeros Auxilios y dejémosles a nuestros médicos y enfermeras que decidan qué es lo que necesitamos.

CHARLA N° 046

LA LUCHA CONTRA EL CATARRO

¿Cómo ganarla?

Muchas personas consideran que el catarro común es la peor de todas las enfermedades. No es la peor debido a que le causa la muerte a un mayor número de individuos, ya que no mata a nadie. Es la peor porque es la más corriente de todas las enfermedades; hace que muchas personas se sientan un poco enfermas. También, debido a que debilita al individuo, facilita que éste contraiga otras enfermedades más graves.

La mejor defensa contra los catarros es algo que hay que hacer antes de que el microbio ataque. Esto es: mantener todo el sistema en buenas condiciones. Para lograrlo hay que comer correctamente, tomar agua en abundancia, dormir las horas necesarias, respirar aire puro y hacer suficientes ejercicios para mantener el cuerpo en buenas condiciones, pero nunca de manera tan excesiva que produzcan cansancio.

Le sigue en importancia el evitar los resfriados, los pies húmedos y cualquier otro tipo de exposición, especialmente cuando se está cansado.

El catarro es contagioso. Cada vez que una persona que tiene catarro tose o estornuda disemina bacteria en la atmósfera que le rodea. Si usted se encuentra cerca y aquéllas se le alojan en la nariz o la garganta, empezarán una batalla contra las defensas de su organismo; cuando el cuerpo está débil y las defensas bajas la peleíta puede decidirse a favor de los microbios.

De acuerdo con lo expuesto anteriormente, sacamos en conclusión que para evitar contraer catarro es importante no tener un contacto estrecho con personas que lo estén padeciendo. Cuando éstos tosan o estornuden lo más indicado es virar la cabeza hacia el lado opuesto. Esto también se aplica a usted. Cuando tenga catarro, ponga de su parte para que otros no se contagien; siempre que vaya a toser o estornudar cúbrase con un pañuelo o servilleta de papel.

Con frecuencia se puede detener un catarro cuando empieza si se toman las medidas correctas para ello. Cuando sientan los primeros síntomas de malestar y estornudos lo indicado es tratar de descansar y dormir lo más posible, beber bastante agua y jugos de frutas e ingerir aspirinas de acuerdo con las instrucciones que vienen en la envoltura. Las aspirinas, aunque no curan el catarro, hacen que el individuo se sienta mejor.

Si se le tupe la nariz, si empieza a toser o si tiene fiebre de 38° centígrados lo mejor es llamar al médico. Estos síntomas pueden indicar que el catarro ha progresado hasta un punto peligroso.

Recuerde lo que dijimos anteriormente. Los catarros no son temibles por sí mismos, pero facilitan que otras enfermedades e infecciones mucho más serias puedan iniciarse en el organismo.

Cuando tenga catarro, para ayudar al organismo a Iuchar contra la infección ingiera mucho líquido, tales como jugos de frutas, sopas ligeras y agua.

Una práctica muy común y decididamente incorrecta es aquélla de enviar a un familiar o amigo a la farmacia a comprar distintos medicamentos. Algunos no ofrecen ayuda alguna y otros resultan perjudiciales. Si considera que necesita medicina, limítese a aquéllas prescritas por el médico; olvide lo que dice el vecino o el amigo de que tal o cual medicamento ayudó a su prima, etc. Con respecto a las gotas nasales éstas se deben aplicar con moderación.

Hay que tener cuidado al sonarse la nariz, no sólo para no diseminar el virus sino también para proteger los oídos y evitar que se contagien con la infección. Entre los oídos y la nariz hay pequeños pasajes que conectan uno con el otro; cuando se suenan la nariz con mucha fuerza se puede obstruir tales conductos.

Todo lo expuesto anteriormente presenta solamente un análisis a grandes rasgos. Los catarros varían, por lo tanto es posible que el suyo requiera un tratamiento especial. No obstante para mantenerse saludable, eluda los resfriados y el cansancio excesivo, detenga el catarro al principio descansando y tomando líquidos calientes y llame al médico en caso de que la fiebre suba, verá que en la pelea entre las defensas del organismo y los microbios, usted va a llevar la mejor parte. Hay que vencer al catarro antes de que empiece o al menos antes de que tome fuerza a fin de que, en la peleíta aquella de que hablábamos antes, el catarro no logre dejarlo inconsciente sobre la lona.

CHARLA N° 047

URGENCIAS EN LAS EMERGENCIAS MÉDICAS

Un simple arañazo puede convertirse en un dolor grande si no se le da la atención requerida. Cuanto más se demore uno en tratar incluso una lesión pequeña, tanto más probable será que se convierta en un problema médico grave. El dejar de recibir los primeros auxilios rápidamente puede ser causa también de que sea necesario recibir un tratamiento más caro, más tarde. Y también existe el problema de la pérdida de tiempo en el trabajo.

Por ejemplo, el director de prevención de accidentes de una compañía examinó cien informes de lesiones incapacitantes en base a esta pregunta: ¿''Siguió la persona lesionada las instrucciones"? En 45 de los casos examinados la respuesta fue "No''.

La mayor parte de las lesiones que estudió eran pequeñas. Incluso así, 45 trabajadores lesionados no siguieron las instrucciones, lo cual produjo una pérdida de trabajo de 225 días, o casi nueve meses de pérdida de tiempo de trabajo de un empleado, debido a esos accidentes.

Es triste que algunas personas crean que es un motivo de humillación parar de trabajar el tiempo suficiente para que una enfermera o alguien entrenado en primeros auxilios limpie una cortadura o desinfecte un arañazo. Y es más triste cuando incluso el propio Iesionado sabe que realmente necesita los primeros auxilios.

Otros pueden creer que ellos — por ser las víctimas — saben mejor que nadie si una herida pequeña, necesita o no cuidado especial. Hay también quienes piensan que es una indicación de falta de libertad el tener que obedecer al pie de la letra las reglas acerca de los primeros auxilios.

El tiempo ideal para detener una infección, por ejemplo, es cuando la herida esta fresca. Si se descuida una cortadura, una quemadura, una magulladura o contusión, un arañazo o un chinchón, ese descuido puede ser causa de complicaciones serias. Así que no dejen de dar la atención necesaria a una lesión pequeña. Reserve el tiempo necesario para que se le administre los primeros auxilios adecuados.

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