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Charlas diarias de seguridad (página 4)

Enviado por pedro quijano


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Naturalmente, Ia clase de primeros auxilios de que hemos hablado hasta ahora se ha referido exclusivamente a las lesiones muy pequeñas. Pero hay una clase diferente de primeros auxilios que se aplica a problemas serios. Esta clase de primeros auxilios es la emergencia o tratamiento temporal que se da en caso de sufrir una lesión o enfermedad repentina, antes de que llegue la atención medica profesional.

Las emergencias médicas graves pueden ocurrir en cualquier lugar y a cualquier hora. Ustedes deben aprender a responder a tales emergencias rápida y correctamente. ¿Saben dónde se encuentra el botiquín de primeros auxilios? ¿Saben que hacer si un compañero sufriera, por ejemplo, una electrocución?…

Los requisitos básicos para salvar una vida no cambian, pero cambia el tratamiento. El suministro de primeros auxilios puede ser afectado tanto por las condiciones físicas que rodean a una persona lesionada como por las mismas Iesiones.

Si ustedes tienen que enfrentarse a una emergencia médica que requiere ayuda médica profesional, deben recordar los siguientes puntos:

1. No se dejen llevar del pánico. Mantengan la calma.

2. Si necesitan poner en práctica una acción inmediata para salvar una vida (respiración artificial, control de una hemorragia, etc.) de el tratamiento adecuado sin tardanza.

3. Nunca muevan a una persona lesionada a no ser que sea necesario trasladarla al aire fresco o protegerla de un daño o peligro adicional.

4. Examinen con cuidado a la víctima.

5. Busquen atención médica profesional inmediatamente.

Teniendo en cuenta estas pocas ideas y si se ha recibido un entrenamiento adecuado en el tratamiento o suministro de primeros auxilios, es posible disminuir la gravedad potencial de las lesiones que se sufren.

CHARLA N° 048

RESPIRACIÓN ARTIFICIAL

Respiración artificial, también conocida como respiración de rescate, una técnica que se utiliza para ayudar a alguien que no respira o que respira de una forma irregular o débil.

En tal caso, se debe empezar la respiración artificial rápidamente, debido a que en unos pocos minutos se pueden producir daños al cerebro cuando se le prive a éste de oxígeno.

Si la víctima se encuentra en una atmósfera con insuficiencia de oxígeno (como la existente en espacios confinados tales como silos, alcantarillados, tanques, bodegas y en algunas excavaciones), se debe trasladar rápidamente a la víctima a una atmósfera segura. Se debe tratar el rescate, sólo si la seguridad del rescatador no está en peligro.

El primer paso para la respiración artificial es determinar si la víctima está inconsciente. De unos golpecitos en el hombro de la persona y pregúntele en voz alta: ¿Está usted bien?. Si la víctima no responde, ayuda e instruya a quien responda al llamado que se ponga en contacto con el personal médico de emergencia que corresponda.

El segundo paso para la respiración artificial es abrir el paso de aire de la víctima. Haga esto colocando una mano debajo del cuello de la víctima cerca de la base del cráneo mientras lo levanta levemente. Al mismo tiempo empuje con la otra mano la frente de la víctima. Esta posición moverá la lengua de la parte de atrás de la garganta, abriendo el paso de aire.

Inmediatamente después de colocar la cabeza en una posición inclinada hacia atrás, usted debe observar, oír y sentir el aire. Mientras mantiene la cabeza de la persona en la misma posición, acerque su mejilla y oído cerca de la cara y nariz de la víctima y escuche y sienta si exhale aire. También observe si su tórax sube y baja. Continúe esta comprobación durante unos cinco segundos.

Si usted comprueba que no respira por sí sola, dele dos respiraciones completas consecutivas. Asegúrese de que su cabeza permanece inclinada hacia atrás. Para prevenir una salida de aire, atenace la nariz de la víctima con la mano que usted tiene colocada en su frente. Si usted no recibe un intercambio de aire después de las dos respiraciones profundas, vuelva a posicionar levemente la cabeza de la víctima y trate otra vez. Recuerde también que es posible que una obstrucción mecánica esté impidiendo el intercambio de aire. En ese caso, la víctima necesitará primeros auxilios para atoramiento. Después de abrir el paso de aire y dar dos respiraciones profundas, compruebe el pulso y respiración de la víctima durante por lo menos cinco segundos, pero no más de diez. Para hacer esto: mantenga la cabeza inclinada con su mano en la frente; coloque las yemas de los dedos de su otra mano en la nuez, resbalando los dedos dentro del surco a lo largo del lado del cuello más cerca a usted. Si no hay pulso, la víctima necesita compresión torácica, el próximo paso para la resucitación cardiopulmonar (RCP). (En esta charla no tenemos tiempo para hablar más extensamente sobre la RCP, por esa razón dejaremos este tema para una charla posterior). Si después de esta comprobación usted se da cuenta de que la víctima tiene pulso pero que todavía no respira, continúe con la respiración de rescate. Si la víctima es un adulto, dele una respiración cada cinco segundos. Si se trata de un niño, dele una respiración cada cuatro segundos. Y tratándose de un infante, suminístrele un soplo suave de aire cada tres segundos. Tratándose de infantes, el resto del procedimiento también se diferencia levemente. Al abrir el paso de aire no levante la cabeza hacia atrás tanto como lo tendría que hacer con la de un adulto; respire a través de la nariz y boca del infante en lugar de hacerlo sólo a través de la boca.

Y tratándose de víctimas adultas, una alternativa al método de boca a boca es de boca a nariz. Se debe elegir este método si la boca de la víctima está lesionada de alguna forma o ha estado en contacto con materiales corrosivos o tóxicos. Para utilizar este procedimiento, mantenga la posición reclinada hacia atrás de la cabeza con una mano en la frente de la víctima. Remueva la otra mano de debajo del cuello y ciérrele la boca suavemente. A continuación sople dentro de la nariz de la víctima. Ábrale la boca para mirar, escuchar y sentir si respira. Una cosa más hay que recordar acerca de la respiración artificial: si existe una posibilidad de que la víctima ha sufrido una lesión en el cuello, se debe tener una precaución extraordinaria al reclinar la cabeza para abrir el paso de aire. En resumen, los pasos para la respiración artificial son estos:

  • 1. Determine si la víctima está inconsciente.

  • 2.  Abra el paso de aire. Entonces mire, escuche y sienta si respira.

  • 3.  Dele dos respiraciones profundas consecutivas. Otra vez, observe, escuche y sienta si respira.

  • 4. Continúe dándole respiraciones menos profundas hasta que la víctima respire por sí sola o a usted lo reemplace el personal médico de emergencia.

CHARLA N° 049

LESIONES EN LOS VESTUARIOS

A TODOS se nos escapa una pequeña sonrisa cuando nos cuentan o leemos casos de los corredores profesionales de automóviles que se rompen una pierna al caerse de una bicicleta o de acróbatas de circo que se rompen un brazo al caerse en la bañera de su casa.

Casos así suceden en la realidad. Hay gente que trabaja toda su vida en tareas peligrosas sin sufrir jamás una lesión, y el día menos pensado, sufren un accidente fatal realizando una acción de lo más sencilla.

Al empezar he mencionado dos profesiones, la de corredor profesional de automóviles y acróbata de circo, aunque podría muy bien haber mencionado tareas u ocupaciones más peligrosas que se realizan en nuestra planta todos los días. Ocupaciones tales como….( El supervisor puede mencionar aquí algunas ocupaciones y operaciones que se realizan en su departamento en particular que requieren que las realicen trabajadores muy bien entrenados. He aquí unos ejemplos: trabajar en cables de alta tensión; manejo de productos químicos muy inflamables, etc.)

Hay muchos trabajadores que realizan las mismas operaciones peligrosas año tras año sin sufrir ningún accidente y, cuando menos lo esperan, quizás cambiándose un día en el vestuario para salir de la planta, se caen de un banco y se rompen una pierna.

Yo creo que la razón principal de que ocurran estos accidentes es que cuando estamos realizando un trabajo peligroso lo hacemos con el máximo cuidado porque sabemos el peligro que corremos. Un liniero que se pasa prácticamente el día subido a postes de electricidad sabe que su vida depende de la condición de su cinturón de seguridad, por eso antes de subirse a un poste lo inspecciona con cuidado –no quiere correr el menor riesgo.

Aquí en nuestra planta no nos gusta jugar con los resguardos de las máquinas, no salpicamos ácido ni cáusticos a propósito, a nadie se le ocurre ponerse a esmerilar una pieza sin su máscara facial. Sabemos que pueden ocurrir accidentes en nuestros trabajos, ya que hemos visto a gente que los han sufrido.

Pero una vez que termina el turno de trabajo es otra cosa. Muchos trabajadores piensan que la prevención de accidentes termina con el turno de trabajo. Robando una frase ilustrativa de la práctica de boxeo "bajan la guardia". Con una actitud desprevenida, se meten en los vestuarios para cambiarse de ropa e ir a sus hogares. Se quitan la ropa de trabajo sin mirar la ducha dónde pisan. No se dan cuenta que en el suelo hay una pastilla de jabón, y se rompen una pierna.

No es razón suficiente para dejar de poner cuidado el que empleamos pocos minutos durante el día en el vestuario. Un accidente se puede sufrir en tan solo un segundo. Nos podemos romper el cuello o la columna vertebral tan fácilmente al resbalarnos en los vestuarios en un charco de agua como si nos cayéramos en el taller al resbalar en aceite derramado.

Con esta charla quiero recalcarles que los accidentes pueden ocurrir en cualquier sitio y que los accidentes pueden ser tan graves en los vestuarios como en el taller de reparaciones.

Cuando se vayan a cambiar la ropa para empezar su turno de trabajo o para marcharse a sus casas al finalizar el día, observen las mismas normas de prevención de accidentes que practican en la planta durante las horas de trabajo.

Quiero recordarles ahora tres condiciones típicas que suelen causar accidentes en los vestuarios y las duchas. Yo sé que son cosas simples, pero aún así vamos a recordarlas:

Basuras y desperdicios en los suelos, como hojas de periódicos, bolsas para el almuerzo, toallas de papel y colillas. Los desperdicios se deben depositar en los recipientes para la basura que existen en los vestuarios.

Vidrios. Las botellas ruedan y se rompen. No se deben dejar botellas o vasos de vidrio encima de los roperos, detrás de las puertas ni mucho menos tiradas por el suelo.

Jabón. Los pedacitos de jabón que apenas se pueden ver ocasionan muchas caídas. Cuando una pastilla de jabón ya está muy desgastada, se la debe depositar en un recipiente de basura, no la echen al suelo.

Tratemos de ahora en adelante de convertir esos pocos minutos que pasamos en los vestuarios al empezar el turno de trabajo y al finalizarlo, en unos momentos agradables y seguros.

CHARLA N° 050

CADENA DE HÁBITOS

NO PRETENDO hacerles creer que tengo los mismo conocimientos que un sicólogo profesional, pero sé tan bien como un sicólogo lo importante que son los hábitos en nuestras vidas. Lo sé tan bien como ellos porque lo he leído muchas veces en diferente artículos y porque he observado con mucha frecuencia que yo mismo hago muchas cosas, bien o mal, sin pensar en ellas.

Cada vez que hacemos algo sin pensar y lo hacemos siempre de la misma forma, es porque hemos adquirido un hábito. Es como si tuviéramos dentro de nosotros mismos un botón que al apretarlo, como en una máquina de cigarrillos, saliera siempre la marca que queremos.

Por ejemplo, imaginémonos por un momento que salimos de casa por la mañana en dirección al trabajo. No necesitamos pensar que debemos ir por tal y tal calle, doblar a la derecha en tal esquina, cruzar la próxima calle, etc. No necesitamos pensar en todo esto porque lo hemos hecho tantas veces que el recorrido lo tenemos grabado en nuestro cerebro. Incluso aunque vayamos pensando en algo que nos absorbe toda nuestra atención, nunca nos equivocamos.

En el trabajo los hábitos nos ayudan también en casi todo lo que hacemos. Para aquellos de nosotros que nunca hemos operado una grúa, nos parece que el operador de grúas tiene uno de los trabajos mas complicados en este mundo; sin embargo, para él no es nada complicado, si es un buen operador de grúas. Mueve el aguilón al lugar preciso donde debe cargarse la carga, sube y baja la carga con toda precisión, sin rozar paredes, bultos, etc., y obedece las señales casi sin verlas. Puede hacer su trabajo bien porque aprendió a hacerlo hace tiempo de la forma correcta y lo ha hecho infinidad de veces.

Todos ustedes se pueden acostumbrar a hacer gran parte de sus trabajos automáticamente, una vez que han aprendido a hacerlos bien, una vez que están seguros que la manera en que los hacen es la correcta y las más segura. La forma segura puede convertirse con el tiempo en algo que se hace automáticamente, sin pensarlo dos veces.

Pero no quiero que nadie interprete mal lo que estoy diciendo, por eso voy a dar algunos ejemplos. Supongamos que es responsabilidad de uno de ustedes engrasar una máquina todos los días antes de terminar el turno de trabajo. Si durante un par de semanas se acostumbra a parar la máquina antes de engrasarla, llegará un día en que parará la máquina sin detenerse a pensar que tiene que pararla. Lo hará automáticamente.

Si un trabajador nuevo se acostumbra desde el primer día a levantar cargas doblando las rodillas, poco a poco se acostumbrará a doblar las rodillas siempre que tenga que levantar algo, no necesitará repasar mentalmente todos los pasos necesarios para levantar una carga correctamente.

Ahora quiero que piensen ustedes en algunos casos en que nosotros hacemos algo mal o bien por hábito. (El supervisor debe llevar preparados algunos ejemplos más en caso de que ningún ejemplo sea presentado, o para darles algunos ideas y ayudarles a que piensen con más facilidad).

Yo quiero darles un ejemplo más de un mal hábito que he observado con bastante frecuencia en nuestro departamento. Hay algunos de ustedes que en algunas ocasiones usan la herramienta incorrecta para realizar un trabajo, por ejemplo, intentan clavar un clavo con una llave. Lo peor del caso es que algunos ya lo hacen por hábito, porque les parece que una llave da tan buen resultado como un martillo. Un hábito así puede producirles una lesión, por lo tanto es necesario que corrijan este hábito y lo transformen en uno seguro. Los que tengan un hábito así deben hacerse el propósito de nunca usar una llave para clavar un clavo. Si lo hacen así al cabo de un tiempo se darán cuenta que jamás volverán a clavar un clavo con otra herramienta que no sea un martillo. Habrán adquirido un hábito seguro.

Para terminar quiero recordarles que todas las personas, lo reconozcamos o no, actuamos dejándonos guiar por hábitos.

Como esto es algo que no podemos evitar, aunque quisiéramos, debemos tratar de adquirir hábitos correctos, ya que es tan fácil adquirir hábitos correctos como incorrectos. Cuanto mas hábitos correctos tengamos, menos lesiones sufriremos.

CHARLA N° 051

TODO ES CUESTIÓN DE ACTITUD

LOS SENTIMIENTOS pueden ser fuertes y aveces hasta abrumadores. Pero en nuestro trabajo diario son las actitudes que tenemos las que nos hacen comportarnos y trabajar de la forma en que lo hacemos. Las actitudes pueden ser buenas o malas, seguras o inseguras.

El hecho desafortunado acerca de las actitudes inseguras en el trabajo es que aquellas que las tienes tratan de justificarlas con razones de por qué están confundidos. Es un rasgo humano común que la mayoría de nosotros creemos solamente lo que queremos creer – y lo queremos creer es siempre lo correcto.

Por otra parte, cuando desarrollamos una actitud segura en el trabajo significa que estamos preparados para responder de una forma segura y efectiva.

Como funcionan las actitudes

La actitudes no se desarrollan de una forma misteriosa. Su actitud hacia la prevención de accidentes en el trabajo es en realidad una mezcla de tres factores: las respuestas que ha aprendido a situaciones de trabajo, sus hábitos y su "disposición emocional".

Las respuestas aprendidas pueden ser el resultado del entrenamiento en el trabajo o de una instrucción formal en una clase. Los hábitos se forman al hacer la misma cosa repetidamente mientras que se evita un comportamiento contradictorio. La "disposición emocional" describe la forma en que se siente acerca de o que uno hace.

Incluso si nuestra actitud hacia la prevención de accidentes es muy positiva, puede ser bloqueada en situaciones tensas. En general, podemos ser vulnerables a tres niveles de tensión en el trabajo:

1.Problemas diarios y ordinarios que generalmente crean un mínimo de estrés, sin una amenaza inmediata a nuestro estado de seguridad- si seguimos los procedimientos de prevención de accidentes que hemos aprendido ya.

2. Trastornos o perturbaciones emocionales temporales, causados por conflictos personales o cualquiera otra frustración, que crean un clima emocional en el que es difícil que sobreviva una actitud de seguridad a no ser que esa actitud esté bien arraigada.

3. Los estados de pánico que hacen que una persona se olvide completamente de sus actitudes, cuando normalmente debería regirse por ellas.

Naturalmente, si ustedes saben por adelantado la forma segura de responder a cualquier contingencia en el trabajo, tendrán menos posibilidades de actuar de una forma que amenaza su estado de seguridad y la seguridad de otros. No se olviden que la incertidumbre conduce al miedo, el miedo conduce a la ansiedad, y la ansiedad reduce el estado de atención total que hay que prestar a un trabajo. Esto, por su parte, produce accidentes.

Un cambio de actitud

Por lo tanto, es vital que observen consistentemente todas las normas de desempeño y prevención de accidentes que han sido creadas para su propia protección en el trabajo. Ustedes no pueden cambiar emociones, aunque pueden aprender a reconocerlas y mantenerlas bajo control. Las actitudes por otra parte, sí pueden ser cambiadas. A veces no es fácil, pero es posible si uno se esfuerza.

Un cambio en actitud tiene que comenzar con un autoanálisis honesto. Ustedes tienen que convencerse que es posible que no tenga razón en todas las circunstancias. Acto seguido tiene que recoger y examinar diferentes puntos de vista y compararlos con los suyos propios. Debe obtener los hechos reales, porque una actitud insegura está basada con frecuencia en una información incorrecta. Tomemos por ejemplo la oposición de algunos trabajadores al llevar el casco de protección cuando es necesario. Si todos entendieran con claridad la forma en que un casco les puede salvar la vida en algunas circunstancias imprevisibles, todos se los podrían en todas las circunstancias.

Si, por el contrario, algunos trabajadores no quisieran oír todos los hechos, tendrían que tomar una decisión basada en una información incompleta. Para poder trabajar bajo la mayor protección, es necesario aprender lo más posible sobre como se producen los accidentes y como se pueden prevenir.

Una vez formadas las actitudes son difíciles de cambiar, incluso con argumentos lógicos. Pero pueden ser cambiadas. Lo primero que hay que hacer es preguntarse si una actitud dada puede ser peligrosa para uno mismo o para otras personas.

CHARLA N° 052

NUNCA SE ES DEMASIADO SABIO O DEMASIADO VIEJO PARA APRENDER

A VECES NOS CREEMOS que estamos bien informados y tenemos un entrenamiento tan completo, que no necesitamos que nadie nos brinde instrucciones o consejos sobre el tema de la seguridad. Sin embargo, un estudio de los accidentes demuestra que hasta los hombres más responsables necesitan que se les recuerde constantemente lo esencial que es la seguridad para él y su trabajo. Desdichadamente olvidamos muy fácilmente.

Hay una historia que ilustra muy bien lo que queremos señalar. En una planta bastante grande la gerencia seleccionó a uno de los trabajadores para ser supervisor. Para ellos se tuvo en cuenta su comportamiento en el desempeño de sus labores. El obrero escogido era un hombre con sentido común, en el cual se podía confiar y tanto sus compañeros como sus superiores lo miraban con respeto. Todos estaban seguros que este individuo nunca violaba las reglas de seguridad.

Sin embargo, fue precisamente este hombre de gran experiencia y entrenamiento completo, a quien se seleccionó como supervisor, el que cometió uno de esos errores terribles que caen dentro de la clasificación de mala decisión.

En su departamento había una máquina que de vez en cuando se trababa. Cada máquina tenía una etiqueta roja con el siguiente aviso: "Detenga la máquina antes de engrasarla, limpiarla o repararla". Se entendía que si la máquina se trababa se debía parar. El supervisor, no obstante su conocimiento y experiencia corrió un riesgo. Trató de halar la pieza trabada sin antes desconectar la máquina. Se le trabaron los dedos entre los rodillos y en pocos segundos la mano estaba terriblemente destrozada. No quedó mas remedio que amputarla. Este supervisor desobedeció las instrucciones de seguridad que él mismo les había dado a sus trabajadores, prescindió de todos los conocimientos que había adquirido a través de sus años de servicio en la industria. Abandonó por un momento su sentido común y el resultado fue que sufrió una lesión de gran magnitud.

Porqué lo hizo? No podemos saber la razón que tuvo para hacer semejante cosa. Probablemente pensó que tenía suficiente destreza como para evitar que los rodillos le atraparan la mano. Nadie sabe cuántas veces arregló la máquina de la misma manera; pero lo que sí sabemos es que esta vez, por culpa de su descuido, perdió la mano derecha para siempre.

Es un caso digno de lástima, sin embargo, no podemos acusar al destino, etc., como a veces hacemos, cuando en realidad él mismo es el responsable de la acción que cometió y que le costó tan cara.

No podemos evitar que nos entre la duda sobre el nivel de seguridad en esa planta. Si ese supervisor hubiera estado acostumbrado a pensar en la seguridad, hablar sobre la seguridad con sus compañeros y si precisamente durante esa época hubiera estado envuelto en una campaña de seguridad.

Hubiera cometido un error tan tonto?Después de leer esta historia y pensar en las implicaciones que tiene perder un miembro. Alguno de nosotros va a cometer una tontería que exponga nuestras vidas?La experiencia demuestra que las reuniones de seguridad tienen gran influencia en la disminución del número de lesiones incapacitadoras y por supuesto de los accidentes mortales. Necesitamos estos recordatorios con regularidad. Para eliminar las lesiones tenemos que estar física y mentalmente en las mejores condiciones posibles.Dicen que nunca se es demasiado viejo para aprender, sería bueno ampliarla y decir "Nunca se es demasiado sabio o demasiado viejo para aprender". Recordemos que cada día se aprende algo nuevo.

La experiencia demuestra que las reuniones de seguridad tienen gran influencia en la disminución del número de lesiones incapacitadoras.

CHARLA N° 053

LOS TRABAJADORES QUE PIENSAN, EVITAN LOS ACCIDENTES

LAS CAUSAS que producen los accidentes son innumerables. Necesitaríamos varias sesiones para poder mencionarlas todas. Como esto no es posible, ni tampoco práctico, en esta charla quiero limitarme a hablar de algunas causas principales. Estas causas de las que vamos a hablar suelen aparecer –directa o indirectamente- en la mayor parte de los accidentes que se producen en nuestra planta.

Tres de las causas principales que se mencionan frecuentemente en la investigación de los accidentes son:

  • 1. No lo vi.

  • 2. No lo pensé, y

  • 3. No lo sabía.

Hablemos un poco de cada una de estas tres cosas y midamos su relación hacia los accidentes.

Vista. La vista es una facultad extraordinaria con la que todos los seres humanos nacemos. Debido a que la utilizamos prácticamente para realizar cualquier cosa, a veces nos olvidamos de las precauciones que debemos siempre tener para conservarla en el mejor estado posible y exponemos a nuestros ojos a diversos peligros. Consideremos por un momento todas las veces en que hemos corrido el riesgo de perder la vista al dejar de ponernos la protección ocular en situaciones en que era esencial llevarla.

La vista es en realidad uno de los sentidos más importantes que tiene el hombre. Las personas que han perdido la vista en un accidente son as que mejor suelen explicar el valor incalculable de la visión. Algunas de estas personas suelen decir que preferirían haber perdido todos sus otros sentidos antes que la vista.

Ustedes tienen dos ojos para ver los peligros que existen alrededor de ustedes en el trabajo y en sus casas. Así que miren a su alrededor y estén de sobre aviso para los peligros que puedan ocurrir.

Pensamiento. Mucha gente todavía piensa que los accidentes suceden porque sí. Que se deben a la "mala suerte". Esta misma gente se reiría si ustedes le dijeran que son supersticiosos. Su actitud de que los accidentes "simplemente suceden", o no pueden ser evitados, es tan ridícula como la superstición acerca de un gato negro que se cruce en su camino.

El pensar con lógica nos llevaría a la conclusión que casi todos los accidentes, esto es 98 de cada cien se pueden prevenir. En los últimos 30 años ha habido una mejora sostenida y creciente en los récords debido a que los coordinadores de prevención de accidentes/control de pérdidas, la gerencia y los trabajadores, han estado pensando en formas de hacer sus trabajos más seguros mientras se mantenía alta la producción.

Ahora bien, si los accidentes "suceden porque sí", no podríamos explicar de forma alguna esa reducción en la frecuencia de accidentes, no es verdad? Eso prueba simplemente y con mucha autoridad que los hombres que piensan evitan accidentes.

Qué significa eso para nosotros aquí en nuestro trabajo? Significa que ustedes deben pensar en la manera de hacer su trabajo sin peligros. Me gustaría que cada uno de ustedes pensara también de esa forma acerca de su trabajo.

Conocimiento. Aunque el saber hacer un trabajo correctamente es muy importante, no se reduce todo a saber. Ustedes tienen que poner ese conocimiento en la práctica.

Parte de mi trabajo es asegurarme que cada uno de ustedes conoce la forma correcta de hacer su trabajo. Si ustedes piensan que no conocen la forma correcta, por favor pregúntenmela. Yo trataré de explicársela lo mejor posible. De esta forma podremos estar seguros, sin ninguna duda, que conocemos la forma correcta.

Finalmente, si ustedes están seguros que ven todos los peligros, que conocen la forma correcta de hacer su trabajo y que piensan cuando están trabajando todos ustedes pueden evitar accidentes. Los trabajadores que piensan evitan accidentes.

CHARLA N° 054

ENTRENAMIENTO DEL TRABAJADOR NUEVO

ESPERO que después de esta charla cada uno de ustedes esté mas dispuesto a entrenar al nuevo trabajador cuando él o ella venga a trabajar a nuestro departamento.

Antes de nada quiero recordarle que cada uno de nosotros podemos ayudar a guiar al nuevo trabajador hacia prácticas de trabajo seguras.

Presiento que es casi innecesario decirles que nuestra gerencia esta tan interesada en la integridad física de ustedes como en el éxito del programa de entrenamiento que se refiere a los nuevos trabajadores. Los nuevos trabajadores deben ser entrenados tanto en los métodos de producción como en las prácticas de trabajo seguras. Los dos son muy importantes e inseparables.

Cuándo se debe empezar el entrenamiento del nuevo trabajador? Naturalmente, en el primer día de trabajo. Para ese día, los empleados del departamento de personal de nuestra empresa ya le han hablado de las facetas mas relevantes de nuestra planta y le han hecho saber de los récords de prevención de accidentes y de exactamente, cuántos días ha operado sin una lesión incapacitante, Todas estas cosas, naturalmente, son muy importantes, aunque preliminares al entrenamiento del nuevo trabajador en la planta.

Recuerdan su primer día de trabajo?…Yo recuerdo muy bien el mío! Todos fuimos nuevos trabajadores un día. Estoy seguro que ustedes apreciaron la ayuda que otros les dieron tanto como yo la aprecié. Créanme, y me sentí un poco incómodo en ese ambiente extraño, aunque había trabajado en un puesto similar antes de venir aquí. Supongo que echaba de menos mis amigos en la otra planta. Pero no me llevó mucho tiempo hasta que me encontré "en casa".

A los nuevos trabajadores que empiezan a trabajar en nuestro departamento les va a llevar algo de tiempo el acostumbrarse al nuevo trabajo y ambiente.

Ustedes pueden ser una verdadera ayuda y un ejemplo vivo para los nuevos trabajadores si siguen las normas de prevención de accidentes que ustedes saben. Es un hecho comprobado que los trabajadores sin experiencia que no han tenido entrenamiento en prevención de accidentes tienen muchos mas accidentes.

Mi procedimiento al entrenar a un nuevo trabajador es darle una idea perfecta de nuestro trabajo para que ya desde el principio se sienta una parte importante de las operaciones. A continuación les explico la parte de su trabajo – les explico la operación en detalle y les señalo los peligros que existen y en las precauciones que la gerencia ha tomado para evitar el que se lesionen.

Más tarde les enseño como hacer el trabajo paso a paso. Hago esto varias veces, de manera que el principiante pueda observarlo con comodidad. A continuación les permito hacer el trabajo mientras que yo les observo en detalle. Finalmente observo la operación varias veces – hasta que él o ella lo ha asimilado.

Vuelvo a observarles de vez en cuando, para ver como progresan y decirles la manera en que lo están haciendo. A esta altura siento que mi trabajo ha comenzado tan solo, ya que debo observarles continuamente hasta que hayan adquirido completa experiencia.

Ahora es cuando verdaderamente necesito la ayuda de ustedes – especialmente de aquellos que tendrán que trabajar con el nuevo trabajador.

Recuerden que nuestra gerencia trata de remediar las condiciones inseguras que existen, así que es nuestra responsabilidad observar por si se están cometiendo actos inseguros, los cuales están siendo ignorados. Ustedes pueden ser una verdadera ayuda observando si el nuevo trabajador comete actos inseguros sin que él lo sepa. Si el nuevo trabajador continuara cometiendo estos actos, se podrían convertir en hábitos y conducirlo a un accidente.

Una de las cosas más importantes que pueden hacer es dar un buen ejemplo. Este es el medio mas fácil y el mejor de enseñar a los nuevos trabajadores que en nuestra compañía se da preferencia a la integridad física. Si él observa que ustedes trabajan con seguridad, indudablemente, el también lo hará.

Yo sé que puedo contar con que ustedes me ayudaran a entrenar a los nuevos trabajadores. Pero aún así, no está de mas que de vez en cuando observen su propio trabajo para asegurarse de que en caso de que viniera un nuevo trabajador y les estuviera observando, le estarían dando buen ejemplo, esto es, estarían siendo unos buenos maestros.

CHARLA N° 055

UN ALFILER PARA DESINFLAR EL GLOBO DEL PÁNICO

LA VISTA de un accidente de tránsito tiene un efecto moderador sobre el conductor que contempla la escena.

El mismo conductor que diez minutos antes iba conduciendo el vehículo a máxima velocidad, lo más probable es que diez minutos después de pasar por el lugar del accidente haya reducido la velocidad y con ambas manos sobre el timón prosiga su curso con gran conciencia de la seguridad.

Hay una reacción sicológica en masa a casi todos los accidentes. Cuenta con características buenas y malas.

Las reacciones sicológicas a los accidentes o a los incidentes violentos son muy variadas. Algunas de estas reacciones son: choque emocional, incredulidad, histeria, pánico. De todas las mencionadas el pánico es la peor ya que se trata de una reacción violenta y sin razón.

El pánico puede tener consecuencias desastrosas. Una ilustración de lo que decimos la tenemos en la tragedia que ocurrió en nuestro pais, durante un juego de futbol en el que perecieron más de 200 personas. Para escapar al gas lacrimógeno, el cual solo causa una incomodidad temporal, la muchedumbre aterrorizada se abalanzó hacia las puertas de salida y en una estampida horrible por escapar se atropellaban los unos a los otros, muriendo terriblemente destrozados bajo el peso de miles de personas o sofocados por falta de oxígeno.

Donde quiera que haya personas congregadas para trabajar, jugar, hacer compras, estudiar, etc., el pánico está en acecho. Está siempre presente en las fábricas, los talleres, esperando por un momento crítico para incitar el desastre. El pánico adopta varias formas, no siempre, necesariamente, la gente sale corriendo aterrorizada.

Veamos lo que puede suceder en una planta industrial. Supongamos que la planta utiliza productos químicos en su proceso de fabricación. Es temprano por la mañana y el primer turno del día se encuentra trabajando.

De repente se produce una explosión en una sección remota del departamento de fundición. La onda del impacto afecta el área principal de producción. La planta parece retumbar violentamente y a todo lo largo de un lado del edificio los cristales de las ventanas caen en pedazos a la calle. Una especie de neblina atmosférica, inofensiva, se extiende dentro del lugar impidiendo parcialmente la visión.

Inmediatamente después de la explosión desciende sobre el lugar un silencio sepulcral que dura casi diez segundos. A continuación empieza el murmullo de los cientos de trabajadores y cada vez las voces son mas altas.

En medio de esto alguien empieza con un ataque de tos y es como la chispa que incita a los otros. De algún lado sale una voz que grita "Gas!"

En menos de diez segundos empiezan los gritos y acto seguido..el pánico.

En realidad nadie ha sufrido ni tan siquiera un arañazo como consecuencia de la explosión. No ha habido daño alguno con excepción de los cristales de las ventanas, pero el temor a lo desconocido ha tomado posesión de los trabajadores.

Dos supervisores que se encuentran en las áreas de producción en cuanto oyen la explosión saben inmediatamente el origen de la misma y lo que significa. Se trata simplemente del reventón del colector de vapores de la caldera, sin embargo, estos dos supervisores no hacen nada para calmar los temores de los trabajadores que se encuentran a sus alrededores y uno de ellos empieza a reírse a carcajadas.

Dos horas más tarde el encargado de la planta está hablando con los periodistas. Mueve la cabeza y con una expresión triste en su cara mira hacia la puerta de entrada de mercancías en donde se encuentran seis cadáveres.

-No me explico como ha pasado esto! No había razón para el pánico y que todos trataran de salir del local precipitadamente. Ya habíamos tenido reventones como este anteriormente, no hacen daño, solo ruido.

-Y los supervisores habían trazado un plan en caso de que sucediera de nuevo?- preguntó uno de los reporteros.

-Tal vez. En otras ocasiones la gente se ha asustado pero nunca corrieron hacia las puertas. A lo mejor fue el ruido de los cristales de las ventanas.

-De quién ustedes creen que fue la culpa? – pregunta otro reportero.

La pregunta sorprende al interrogado.

-De quién es la culpa?…..mire cuando yo salí de mi oficina, escasamente tres o cuatro minutos después de la explosión, ya era muy tarde para hacer nada. Fue terrible verlos gritando, unos sobre otros tratando de alcanzar la salida. Creían que había gas en el lugar. La culpa no es de nadie.

CHARLA N° 056

ES USTED UN CORRE-RIESGOS?

SI ALGUNO DE USTEDES es un corre-riesgos, esta demás en mi departamento. Yo soy un supervisor que se enorgullece de tener un récord de producción y de seguridad buenos.

No quiero que un corre-riesgos arruine el trabajo y eche por tierra el récord de seguridad .Pero más importante todavía, no quiero que el corre riesgos se lesione ni que su compañero de trabajo inocente sea lesionado por esta clase de persona.

Definitivamente es tan importante para mí que nuestro departamento tenga un buen récord de seguridad cuando el jefe venga a comprobar nuestros logros, como que tengamos un buen récord de producción. Yo sé que cada uno de ustedes se da cuenta que los récords de seguridad buenos no los produce la suerte. Se logran intencionalmente y solo con la completa cooperación de cada uno de ustedes. Los récords de seguridad excepcionales los hacen los trabajadores que tienen un interés continuo en la prevención de accidentes. No hay lugar en nuestro departamento para aquel que pone en juego su vida sin pensarlo dos veces.

Un trabajador que corre riesgos a veces lo hace en la creencia que esta ahorrando tiempo o trabajo. Al hacerlo, se somete a un peligro que les puede lesionar a él o a otros.

Generalmente conoce el peligro que le acecha y sabe que esta corriendo el riesgo de lesionarse. Lo que no sabe es que la suerte esta echada contra él.

Ustedes pueden salirse con la suya una vez, quizás muchas veces, porque las condiciones no eran propicias para que ocurriera la lesión, pero estén alerta, porque la próxima vez que corran un riesgo probablemente sufrirán un accidente. Hasta ahora han tenido suerte.

Los dobles de las películas corren riesgos continuamente cuando reemplazan a los actores. Las casas cinematográficas no pueden correr el riesgo de que los actores se lesionen, pero nosotros no podemos emplear a dobles para que corran riesgos, así que ustedes son los que tienen que evitar el correr riesgos.

La mayoría de nosotros podemos señalar en las películas de vaqueros de la televisión al doble, pero, reconocemos los actos que indican que una persona en el trabajo esta corriendo riesgos? Por ejemplo, han visto ustedes alguna vez a alguien que hace una de estas cosas: trabajar sin gafas de protección mientras afila una herramienta; estirarse demasiado desde una escalera en lugar de mover ésta; trabajar sin guantes mientras maneja un material afilado; sacar tetracloruro de carbono de un extintor para limpiar algo; viajar como un pasajero en una carretilla elevadora; pasar debajo de cargas suspendidas; o, arrojar materiales en lugar de transportarlos?

El jugar con la suerte en el trabajo no es mejor ni más inteligente que el hacerlo en las apuestas, la probabilidad es que terminarán perdiendo de una forma o de otra. El jugar con la suerte en el trabajo o fuera de ese es el juego mas serio y peligroso; están arriesgando su vida, su futuro, y su felicidad – no solamente su dinero.

A veces hay quienes cambian de opinión cuando hacen un trabajo repetidamente en forma gratuita o insegura y salen airosos, sin lesiones. Pero ustedes deben recordar que podrán salir airosos corriendo un riesgo o haciendo un trabajo de una forma insegura de mil veces 999, pero una vez de esas mil veces se lesionaran. Lo peor del caso es que esa vez puede ser fatal para ustedes.

La mayoría de nosotros como trabajadores cuidadosos que tratamos de evitar lesiones a nosotros mismos y a otros. Estudiemos nuestros trabajos y hagámoslo con seguridad. Recordemos que cada uno de nosotros debe reducir la probabilidad de sufrir un accidente trabajando siempre con seguridad.

CHARLA N° 057

SENTIDO COMÚN

QUIEREN USTEDES saber otra forma de decir prevención de accidentes? Es así de sencillo, simplemente, sentido común. Si usan las precauciones dictadas por el sentido común, sabrán en esencia lo que quieren decir los términos prevención de accidentes, prevención de pérdidas o cualquier cosa que ustedes quieran llamar a nuestros esfuerzos por conseguir un ambiente de trabajo sin accidentes.

Una manera lógica de inspeccionar el problema de los accidentes desde el ángulo en que nos afecta a cada uno de nosotros es considerarlos de esta manera:

"Si yo soy quien sufre un accidente, yo seré quien tenga que sufrir el dolor que va unido a una lesión seria en el momento en que ocurre. Quizás me tendrán que llevar a un hospital a operarme o a componerme los huesos rotos".

Si ustedes pensaran de esa forma con respecto al programa de prevención de accidentes, tendrían en mas estima que nunca antes las precauciones dictadas por el sentido común.

Un momento de distracción o un acto inseguro, puede ser la causa de que ustedes se lesionen y tenga que permanecer en cama durante días, semanas o incluso meses. La lesión podría durar mucho tiempo – incluso producir una incapacidad permanente.

Ustedes podrían resultar desfigurados o lisiados de tal forma que nunca volverían a ser los mismos. Podrán resultar lisiados y nunca poder volver a hacer su trabajo normal. Ya fuera que resultaran lisiados, desfigurados o con dolores permanentes, serían un vivo ejemplo de lo que sucede a un trabajador que no usa sentido común, ni toma las precauciones que se enseñan en la prevención de accidentes.

Naturalmente, puede que ustedes vean un accidente que no lo haya causado su fallo en seguir las precauciones dictadas por el sentido común. Pero no hay mucho consuelo en saber que un trabajador, compañero, no usó el sentido común en su trabajo.

Los accidentes pueden costar, monetariamente hablando, mucho. Sufrirán sus familias la consecuencia de ingresos mas bajos debido a una lesión? Preguntas así les podrán ayudar a tomar las precauciones dictadas por el sentido común.

  • 1. Pasar debajo de pesos suspendidos;

  • 2. Picar o esmerilar sin anteojos de seguridad;

  • 3. Limpiar partes de máquinas con disolventes inflamables, especialmente en lugares cerrados.

  • 4. Bloquear resguardos;

  • 5. Usar una herramienta de mano portátil y eléctrica sin conectar a tierra;

  • 6. Comprobar si hay una pérdida de gas con una cerilla encendida o, una lampara:

  • 7. Tomar un atajo pasando por encima de un transportador en movimiento;

  • 8. Aceitar o ajustar partes de máquinas en movimiento sin resguardar;

  • 9. Limpiar el aceite de rodillos en marcha;

  • 10. Levantar pesos demasiado pesados

  • 11. Sobrecargar un andamio o una pila de materiales; y

  • 12. Pasar por alto dispositivos de seguridad.

Acabo de nombrar doce cosas que confío que ninguno de ustedes las hará, ya que es obvio que son muy peligrosas. Pero hay muchas docenas mas que ustedes las podrían nombrar. Cuantas violaciones al sentido común han visto ustedes aquí mismo, en su trabajo?

Desdichadamente, la mayor parte de las cosas que acabo de mencionar han sido la causa de lesiones accidentales. Un poco de preocupación por la prevención de accidentes y el uso del sentido común, pudieron haber prevenido todas esas lesiones.

Supongo que todos nosotros somos culpables de haber violado en alguna ocasión estas precauciones. Los récords de accidentes prueban que estas violaciones ocurren en realidad.

Para terminar, creo que todos nos vamos a beneficiar mucho de esta exposición. Confío en que de ahora en adelante ustedes tendrán una perspectiva diferente para enfocar las prácticas de prevención de accidentes. Todo lo que cada uno de ustedes tienen que hacer es usar el sentido común para su conservación personal.

CHARLA N° 058

CUANDO OCURRE UN ACCIDENTE

EN ESTA CHARLA no vamos a referirnos a lesiones leves". Ustedes saben que todos los casos de lesiones leves deben reportarse. La persona lesionada debe ir a la enfermería para que le administren primeros auxilios inmediatamente, no importa lo grave o insignificante que parezca la lesión. Debe advertirse que en tales casos nadie debe asumir el papel de médico ya que la lesión pudiera agravarse a causa de una infección o tratamiento equivocado.

En la mayoría de los casos se aplica la misma regla –abstenerse de tratar a la víctima y dar parte a las personas responsables para que una persona con experiencia en primeros auxilios se haga cargo de la situación. Hay que contenerse y evitar mover a la víctima sin tratar de auxiliarla ya que cualquier movimiento probablemente agravaría su condición.

Por supuesto, se presentan casos en que lo importante es actuar rápidamente . Si el trabajador resultó atrapado por una máquina inmediatamente . Si usted no puede hacerlo y la persona corre un gran riesgo, trate de sacarlo de la trampa, pero con mucho cuidado para que la máquina no vaya a atraparlo también.

Si la víctima esta en contacto con un alambre eléctrico cargado y no puede despegarse, quítele la corriente al circuito, si puede. Si no es posible, no trate de convertirse en héroe, tirando de la víctima, pues lo mas probable es que usted resulte electrocutado también. Si tiene a mano una vara de madera, quizás pueda despegarlo teniendo cuidado de no tocar nada con sus manos o el cuerpo. O, si usted sabe como hacerlo, podría extender por el piso algo seco como periódicos y envolver sus manos con papel para despegarlo. Lo importante es recordar que no se debe tocar a la persona que esté en contacto con electricidad a menos que quien trate de auxiliar este seguro de que no correrá un riesgo. Una electrocución es lamentable pero dos, mucho peor.

Hay dos clases de lesiones que requieren un tratamiento inmediato aún antes de pedir ayuda. Si ustedes saben como tratarlas , empiecen a hacerlo enseguida, enviando a alguien a que traiga ayuda.

En el primer caso, la víctima ha dejado de respirar. Su vida dependerá de que alguien le administre inmediatamente la respiración artificial. Si usted sabe como hacerlo, empiece a administrársela inmediatamente y siga haciéndolo hasta que el médico le diga que la persona ha muerto o usted note que empieza a ponerse rígida.

El otro caso es una hemorragia. En este caso también, si usted sabe como contener la hemorragia, proceda a hacerlo enseguida.

Si se incendia la ropa de un trabajador, haga que se eche al suelo (empújelo o dele un traspié, si es necesario) y hágalo rodar. Si tiene a mano una manta o lona pesada trate de envolverlo con la misma para sofocar las llamas. Pero si no tiene nada a mano, hágalo rodar por el piso y así logrará sofocar las llamas.

Si un trabajador sufre salpicaduras de un ácido o sustancia cáustica debe enjuagarse la parte afectada con agua abundante, con una manguera o en una ducha, si no esta lejos.

Si se demora en llegar el personal facultativo, trate de calmar` a la persona manteniéndola abrigada y poniéndole la cabeza mas baja que el resto del cuerpo. Pero, recuerde que si hay que escoger entre mover al paciente y arriesgarse a que se agraven sus lesiones, es mejor dejarlo sin hacer nada hasta que llegue el médico o enfermero.

Por ultimo, conviene saber que es lo que debe hacerse en otra clase de accidente. Me refiero a los fuegos en la planta. Muchos fuegos incipientes se han convertido en una conflagración porque los presentes no supieron como atajarlos a tiempo. Por eso, si usted descubre un fuego, en la planta o en la casa, recuerde lo siguiente:

Primero: Avise a las personas que estuvieran en peligro a cerciorarse de que están a salvo.

Segundo: De la señal de alarma de fuego (Supervisor: indique el procedimiento a seguir en su planta).

Tercero: Y, después de haber cumplido los otros dos, trate de extinguir el fuego con los extintores u otros equipos si puede hacerlo con seguridad y sabe como usar tales equipos.

CHARLA N° 059

LOS EXCESOS NO SON BUENOS

HAY UN TIPO DE ACCIDENTE QUE, aunque es la causa mas corriente de lesiones, por su naturaleza escapa a los registros. La siguiente historia es una buena ilustración de lo que nos referimos.

En cierta fábrica había un pequeño puente sobre una zanja. Un camionero, nuevo en el trabajo y que aún estaba un poco inexperto, no calculo bien el espacio y la rueda trasera izquierda se salió del puente. Daba la casualidad de que cerca de allí habían unos trabajadores arreglando unas tuberías; bajo la dirección del capataz dejaron el trabajo por unos minutos y acudieron a ayudar al conductor a poner el camión de nuevo sobre el puente. Entre ellos había un joven que se sentía muy orgulloso de su fuerza física. Con frecuencia daba demostraciones de su habilidad para levantar pesos y siempre estaba a la búsqueda de una oportunidad de demostrar su fuerza.

Buscaron una palanca de manera de levantar la parte posterior del camión y poder colocar el gato. El joven al que nos referimos, mientras otros aplicaban la palanca, el alzaba el camión con la fuerza de sus brazos. El peso era mucho mayor de lo que habían imaginado y los hombres no podían alzar el camión. En el segundo intento, nuestro joven Sansón se excedió en sus esfuerzos y sus músculos fueron puestos a una prueba muy severa. De pronto, en medio de la operación de alzamiento, sintió que su pulso se aceleraba y una punzada terrible como un cuchillo le atravesaba el costado izquierdo. No le quedó más remedio que dejar lo que hacía, aunque su orgullo no le permitía admitir lo que le pasaba. El dolor le duró un rato pero él, en forma mecánica, siguió haciendo lo más que pudo para finalizar la tarea.

Cuando todos regresaron al trabajo, después de haber logrado poner el camión de nuevo sobre el puente, el capataz notó algo raro en él y le pregunto si se sentía bien, la respuesta no se hizo esperar "nada, estoy perfectamente". Admitir lo que le había sucedido era, en su opinión, una confesión de debilidad. Aparentemente esta bien y al día siguiente acudió a su trabajo como si nada hubiera pasado. Se sentía bien, excepto por una punzada ocasional.

Sin embargo, al cabo de varias semanas sus compañeros empezaron a notar un cambio radical en él. Se encontraba pálido, decaído y estaba perdiendo peso. Aunque hacia buenas digestiones, tenia buen apetito y no había síntomas de fiebre, no cabía duda que algo esta consumiéndolo. Finalmente su capataz tomo la iniciativa y le sugirio que fuera a ver al medico. Cuando el doctor pidió que le explicara los antecedentes del caso nada se dijo sobre le levantamiento del camión. Tanto el capataz como el propio trabajador habían olvidado el incidente.

El doctor comenzó a auscultarlo, por un momento se quedó atento escuchando los latidos del corazón y con una expresión preocupada le dijo:

-Joven, me temo que tendrá que suspender el trabajo por un tiempo. El mejor lugar para usted es el hospital.

-Pero Que es lo que me pasa doctor?- preguntó el trabajador.

El médico explicó que tenía una lesión en el corazón que era la causante de su estado general. Sabia bien que al pedirle que ingresara en el hospital, en realidad estaba pronunciando una sentencia, ya que muy pocos casos tan severos logran recuperarse. A los seis meses ocurrió el desenlace fatal.

Esta historia revela el hecho de que el caso nunca apareció como lesión incapacitadora; nadie supo que había sufrido una lesión y el mismo no lo comprendió plenamente.

Lo mas trágico es que todo fue consecuencia de su vanidad, lo orgulloso que se sentía de su fuerza muscular y sus ansias de demostrar que podía hacer cosas que para otros hombres eran muy difíciles o imposibles de realizar. Sin lugar a dudas, una actitud muy infantil que desgraciadamente le costó la vida.

Hay una frase que condensa la moraleja de esta historia. Es conocida desde hace miles de años, los antiguos griegos habían adoptado como una regla en sus vidas. Si todos tratamos de tenerla siempre presente puede evitarnos problemas muy serios. "Nada en exceso". Significa evitar los excesos de alimentos, bebidas, etc. y en el trabajo evitar las cargas pesadas. Nunca se debe exceder la carga de un camión, una máquina y, mucho menos, el propio cuerpo. Recordemos la advertencia que nos indica que no debemos hacer nada en exceso.

CHARLA N° 060

SALUD Y DOLARES

LA SALUD ES QUIZAS el don mas preciado para cualquiera porque sin ella no podemos disfrutar de nada. El hombre más rico del mundo con un contingente de personas a su alrededor dispuestas a satisfacer su menor capricho, se sentirá desdichado si no tiene buena salud.

Y pensar que muchos de nosotros no nos damos cuenta del valor de lo que tenemos. Nunca hemos tenido una enfermedad grave en la vida. Jamás tenemos que ir al médico por un trastorno grave. Por eso, no le damos importancia, es algo a que estamos acostumbrados.

Quizás sería conveniente que de cuando en cuando fuéramos a un hospital y viéramos lo mucho que sufren otras personas por no disfrutar de buena salud, los postrados en cama, los que se mueven lentamente con la ayuda de muletas o en un sillón de ruedas.

Una visita al hospital no nos producirá alegria, pero servirá para que apreciáramos en todo su valor las consecuencias que resultan de tener un cuerpo que no funciona bien o esta incapacitado a causa de enfermedades o lesiones.

Una buena salud es el resultado de muchas cosas: suficiente descanso, comidas nutritivas, moderación en las cantidades que se ingieren, ejercicio y protección contra las enfermedades que padecen otros. Cuando se presta atención a esos factores se disfruta de buena salud.

Pero de que vale mantener una buena salud si nos exponemos a un accidente que en unos segundos puede destruir este esfuerzo de muchos años sin que podamos remediar el mal que súbitamente cambia el curso de nuestras vidas.

Y, no importa que usted haya tomado regularmente año tras año tales y cuales vitaminas y al aceitar la máquina estando en movimiento pierde varios dedos o la mano. De nada servirá una buena musculatura si se para delante de un camión que avanza a gran velocidad. Hasta los campeones de boxeo saben que si tratan de levantar pesos con la espalda en vez de con los músculos de las piernas, dejarían de ser boxeadores para unirse a la legión de los tullidos.

Aunque se tenga buena salud, no es garantía de que la persona no se vaya a envenenar a causa de una infección si cuando sufre una cortadura insignificante no va a la enfermería para que se la curen.

Si usted quiere mantener su buena salud, no basta con tomar vitaminas, dormir bastante, comer alimentos nutritivos y con moderación. Necesita precaverse contra todo lo que pudiera alertar ese estado ideal que le permite disfrutar de todas las cosas buenas que ofrece la vida.

Por eso, cuando en el trabajo el supervisor le diga que debe poner ciertos equipos de protección, piense que lo hace por su propio bien. El supervisor le esta protegiendo su salud, su mayor tesoro, contra complicaciones que quizás lo incapaciten para siempre.

Disfrute de buena salud, cuídese protéjase contra accidentes que acabarían con su salud más rápidamente que cualquier enfermedad.

edu.red

Ideas y refranes

  • La popularidad de las máquinas lavadoras de platos se debe a que los maridos prefieran comprar una en vez de convertirse en una.

  • Adquirir experiencia es muy fácil. Lo que importa son los conocimientos adquiridos.

  • Cuando usted ayuda a una persona a ascender……usted se acerca a la cima también.

  • La diferencia entre la joven moderna y su mamá es que la primera hace lo que la segunda hubiera querido hacer

CHARLA N° 061

LA SEGURIDAD ES COSA PERSONAL

Con tanto hablar de seguridad a veces olvidamos que cuando nos concierne, la seguridad es cosa muy personal.

El vehículo que usamos tiene cinturón de seguridad, pero si no lo usamos no nos beneficiamos mucho.

Se nos pueden dar lentes de seguridad pero si no los usamos no nos protegerán.

Yo puedo llamarlos aquí todas las semanas y recordarles la manera segura de usar llaves o de verificar su trabajo, pero si ustedes piensan que estoy hablando solamente por el gusto de oírme a mí mismo, mejor sería que no vinieran.

Ustedes y yo somos quienes nos lesionamos si utilizamos mal las herramientas en esta operación. Y somos nosotros quienes pagamos el pato cuando recibimos alguna lesión. Aún con el sueldo y las indemnizaciones de nada nos sirve estar en el hospital.

Puede haber programas de seguridad por años. Podemos cubrir todas las paredes con carteles de seguridad; poner guardas en las máquinas peligrosas; se nos puede indicar continuamente cómo efectuar nuestro oficio con seguridad. Pero ninguna de estas cosas pueden librarnos de los accidentes si nosotros no queremos accidentarnos. Eso nos toca a nosotros. Debemos aceptar la responsabilidad de nuestra propia seguridad y no depender de guardas mecánicas o de otras personas.

Cuando se conduce un carro, se acepta tal responsabilidad. Se sabe que el carro tiene frenos, pero no debemos confiar en ellos totalmente. Se maneja más despacio si el tráfico es denso o si la carretera es mala.

No se debe depender de otra persona. Uno puede tener el derecho a la vía en un cruce, pero se sabe que la otra persona puede no concedérselo y, entonces se maneja con esa posibilidad en la mente.

Lo mismo es en el trabajo. Sus máquinas tienen guardas, pero aún así uno tiene que ser cuidadoso, pese a que usted tiene que usar las guardas, lo mismo que usa los frenos en el carro.

Si usted ve una gotera en el tanque de un vehículo que va a abastecer, ustedd indica al chofer del problema y lo informa a su supervisor para que que ni usted ni otro pueda sufrir una lesión debido al incendio o explosión que pueda ocurrir por esta condición insegura.

Lo que cuenta a la larga es la firme creencia de parte de cada uno de nosotros de que tenemos que hacer todo lo posible por trabajar en seguridad.

Tenemos que usar las guardas, usar los cascos, los anteojos, etc., cumplir los reglamentos de seguridad y poner atención a los carteles. Nadie más puede hacer la labor de seguridad para nosotros.

La seguridad es una cosa personal. Los accidentes nos ocurren a nosotros individualmente.

Usted se accidenta o usted o usted o yo me lesiono porque no hemos hecho de la seguridad una cosa personal. O usted y usted o yo no sufrimos lesiones porque usamos los EPP, cumplimos las reglas de seguridad y ponemos atención a los avisos de seguridad.

CHARLA N° 062

CONSERVEMOS LO QUE TENEMOS

Me siento como un hombre rico.

Tengo dos brazos

Dos piernas

Dos pies

Dos manos

Diez dedos en los pies

Diez dedos en las manos

Tengo dos ojos

Lo que es más: todas estas cosas están en buenas condiciones y deseo mantenerlas así.

Cuando a una persona le falta una parte del cuerpo o no puede usarla apropiadamente, le llamamos lisiado, inhábil. Un hombre con desventaja frente a la vida.

En las carreras de caballos a veces uno lleva un peso muerto extra, la desventaja (handicap), dándole con esto oportunidades mejores a sus competidores para ganarle. En el billar un jugador da un número de carambolas extras para que otros puedan ganarle. Juega con desventaja.

En la vida, tener la desventaja de unos dedos menos o una pierna lisiada, ser ciego o sordo, es algo que hace todo el negocio de vivir y de tratar más difícil y más rudo. Es colocarnos un peso muerto extra (un handicap), es dar un gran número de carambolas en un partido de billar. Algunas personas con ciertas desventajas hacen grandes cosas, pero esta gente tiene que trabajar más fuerte que el resto de nosotros para cumplir su cometido.

No hay nada en nuestras operaciones de trabajo que necesite causar accidente que nos dejan inhábiles. Pero no hay ninguna clase de trabajo en el cual no puedan ocurrir accidentes que nos dejan lisiados.

Cualquier maquinaria puede invalidar si no se la maneja correctamente. Si usted trata de aceitar, limpiar, ajustar o reparar máquinas en movimiento se estáarriesgando a hacerse pedazos una mano que no podrá nunca volver a realizar un buen trabajo.

Cuando se maneja algo pesado, se arriesga una lesión en las espaldas, a menos que levanten con sus piernas en lugar de utilizar los músculos de la espalda o que soliciten ayuda para una carga demasiado pesada. Las cargas muy pesadas pueden también destrozarles un pie, a menos que las manejen correctamente y se protejan con zapatos de seguridad.

La más leve cortada puede infectarse a menos que se le cure inmediatamente, y una infección fuerza al médico a cortar el dedo o la mano o el pie infectado.

Un ojo se daña fácilmente, aún el pedacito más pequeño de metal o chispa de esmeril o de polvo puede perjudicarlos. Lo mismo pasa con los ácidos y otros químicos. Por eso es que algunas de nuestras operaciones requieren protección de los ojos: para evitarle a usted la grave desventaja de la ceguera.

(Sr. Supervisor: aquí puede hacer usted una lista de las operaciones de su departamento que necesitan protección de la vista. Si hay otro riesgo más importante cambie el párrafo para ajustarlo a esa necesidad).

Los accidentes que producen inhabilidades permanentes: caídas, quemaduras, etc., pueden ocurrir en el trabajo o en la casa. Ninguno de ellos es particularmente de aquí, ni tampoco de su casa. Pero pueden suceder y suceden. De tal manera que si se quiere evitar incapacidades, debemos aprender a caminar con seguridad, respetar las cosas que puedan quemar o explotar, mantener nuestros ojos abiertos al tráfico, ya sea en las calles o en los corredores de la planta.

(Sr. Supervisor: use el párrafo siguiente, solamente si hay mujeres en su departamento).

Las mujeres están más afectadas que los hombres por otra cosa: su buena apariencia. Por su propio bien, por el de su esposo o su novio, quieren y deben mantener su buena presentación. Por eso cuando les exigimos ponerse su gorra lo hacemos en beneficio de su cabello. Y no olviden que una lesión puede causar una cicatriz en esa linda cara o provocar un impedimento en su habilidad para bailar.

Nadie quiere ser un lisiado, un inhábil para el resto de su vida. Yo menos que nadie. De tal manera que conservémonos libres de accidentes, trabajando juntos en forma sana y segura.

CHARLA N° 063

TRABAJAR EN EQUIPO EVITA ACCIDENTES

Trabajo en equipo es lo que mantiene en alto la productividad en nuestra Operación. En realidad, es el trabajo en equipo entre los trabajadores y la Gerencia lo que ha impulsado la producción en este país. Y algo más, el trabajo en equipo previene los accidentes también. El trabajo en equipo hace la seguridad de los otros compañeros, lo mismo que en la propia. Es puramente materia de buena voluntad, de compañerismo, de espíritu deportivo.

Tomemos el caso de un conductor seguro y defensivo. El verdadero conductor seguro no solamente mira por su propia seguridad, sino que trata de no poner en peligro la vida de los demás. Muchas veces cede el derecho a la vía para ayudar a otro conductor que se ha metido en una congestión. Rebaja su velocidad para permitir que aquel a quien había tratado de pasar se sitúe bien cuando descubre algo que viene en dirección contraria. No es solamente tener el derecho a la vía o estar en la razón y lo correcto, es el hecho de trabajar en equipo para evitar accidentes. El conductor seguro y defensivo está convencido de que alguna vez cometerá también una tontería en la carretera, en la calle y necesitará el trabajo en equipo de otra persona para ayudarlo.

Lo que se aplica en la carretera, en la calle, también es aplicable en la estación. No es solamente el caso de que usted trabajó con seguridad y ciñéndose a todos los reglamentos. Usted tiene que pensar un poquito en la seguridad de los otros compañeros, también. Tiene que darles una mano ocasionalmente para prevenir o evitar un accidente en el cual pueden verse comprometidos.

Supongamos que usted está haciendo todo lo posible por mantener el piso limpio de objetos extraños. Su propio sitio de trabajo conserva limpio y sus desperdicios van al basurero. Supongamos ahora que usted ve a otro compañero que deja caer accidentalmente un par de tornillos. ¿Qué hace usted? ¿Gritarle para que regrese y recoja los tornillos? O, ¿agacharse y recogerlos antes de que alguien se tropiece y pueda lesionarse? Puede usted decirle a su compañero que algo se le cayó accidentalmente, pero, ¿no es lo más sensato recoger esas cosas antes de que alguien tropiece con ellas y pueda lesionarse? Este es justamente un ejemplo de cómo puede usted cooperar con los demás para evitar accidentes.

He aquí otro ejemplo. Supongamos que usted tiene que quitar una guarda para hacer un trabajo de reparación en una máquina. Mientras usted está haciendo su trabajo, ha cerrado la máquina de manera que no haya peligro de lesionarse. El trabajo en equipo entra en este cuadro, cuando usted termina la reparación, asegurándose que la guarda ha sido puesta y protege el oficio que deberá proteger. En otras palabras, se asegura que su compañero no se vaya a lesionar por falta de cuidado de su parte.

¿No ha visto usted alguna vez a un par de compañeros transportar largas piezas de tubería? Este es un buen ejemplo de trabajo en equipo. Toman el trabajo entre ambos, tratan como piensan y cómo hacerlo mejor. Antes de empezar cada uno conoce exactamente y caminan conservando el compás en el paso, cada uno observando al otro para que no haya sacudidas o resbalones que puedan producir la caída de la carga en los pies del otro.

Es un trabajo simple este de transportar un tubo, pero requiere entendimiento de equipo para hacerlo con seguridad. Imagínense ustedes lo que ocurriría si estos dos compañeros no supieran para donde van o que camino coger! Casi todo el trabajo en esta operación requiere la misma especie de trabajo en equipo. Ustedes tienen que cubrirse uno a otro y cooperar justamente como una escuadra de infantería en la cual cada soldado avanza mientras sus compañeros lo cubren, o como en equipo de fútbol, donde lo esencial es cooperar para la defensa y para la victoria.

Nunca puede decir uno que clase de situación se le va a presentar en la cual se necesite el trabajo en equipo para prevenir un accidente. Estas situaciones hay que resolverlas conforme surgen, trabajando en conjunto y ayudando a los compañeros. En resumen:

1°. Piense un poco en el otro compañero, su seguridad puede depender de usted.

2°. Si usted ve algo equivocado, no lo pase por alto. Si no puede corregirlo fácilmente, infórmelo y asegúrese que otra persona se hace cargo de ella.

3°. Si un trabajo es demasiado grande para usted solo, consiga ayuda, y ayude a los otros compañeros que lo necesiten.

4°. Sobre todo, si tiene algo que sugerir para hacer más seguro el trabajo, no se lo guarde, hágalo saber.

CHARLA N° 064

PIENSE PRIMERO Y EVITE ACCIDENTES

El índice de accidentalidad en la industria ha venido declinando consistentemente. Esto significa que ha habido menos accidentes. Hay varias razones para ello.

Primero que todo, en estos últimos años hemos venido usando un número mayor de máquinas y energía mecánica para hacer el trabajo manual. Sabemos que esto significa un aumento en la producción y un mejoramiento del nivel de la vida en el país. Pero así como las máquinas y la energía mecánica han ayudado a producir más y mejor, también han ayudado a reducir el número de víctimas de los accidentes.

Claro que las máquinas en sí mismas pueden causar una gran cantidad de accidentes. Esto trae una segunda razón para la rebaja del índice de accidentes y es que tanto los fabricantes como los industriales han empezado a usar guardas y otros aparatos de seguridad. Muchas máquinas hoy en día están diseñadas y equipadas con aparatos de seguridad bien construidos que protegen al operario de ser cogido por los engranajes, cuchillas o rodillos, o protegerlos de partículas volantes, etc. La mayoría de los accidentes serios que producen pago de indemnizaciones son causados por la maquinaria, pero hace unos años, antes de que la protección de las máquinas fuera una ciencia y una necesidad, este porcentaje era mucho mayor.

Ahora la tercera y más importante de las razones por las cuales han disminuido los accidentes, que podemos resumirla en una sola palabra: PENSAR. Pensar, así con mayúsculas.

Para realizar un progreso real en prevención de accidentes, mucha gente tiene que gastar mucho tiempo PENSANDO seriamente. Pero cómo obtener equipo más seguro y procedimientos de operación más seguros. Y no solamente eso, si no que a los trabajadores hay que venderles la seguridad, convencerlos de que les conviene trabajar con seguridad y esto también toma parte de su pensamiento.

Como ustedes ven, hasta hace poco tiempo el trabajador aceptaba llanamente que lesionarse o matarse en el trabajo era un riesgo que tenía que correr. Adoptaba una actitud fatalista, de que todo era cuestión del destino o de la suerte, o que arriesgarse era un signo de valor y una demostración de su capacidad de trabajo. Ahora esto ha venido cambiando. Cada día un mayor número de gentes entienden el por qué de un programa de seguridad. Saben que pueden hacer algo contra los accidentes, que estos no ocurren simplemente ni son una decisión de la suerte. Saben que la seguridad paga y que deben contribuir con la buena voluntad y entusiasmo a disminuir la accidentalidad.

Pero esto no es obra tampoco del azar, ha habido necesidad de que muchas gentes piensen cómo disminuir la frecuencia de los accidentes para que hayamos llegado al punto en que estamos hoy. Pero habrá que pensar mucho todavía, mucha gente tendrá que estudiar y pensar y pensar para mantenernos en un índice bajo e ir reduciéndolo más. Esto nos toca a nosotros también. Cada uno de nosotros tiene que PENSAR acerca de su oficio si queremos mantenernos libres de accidentes y ayudar a los compañeros a lo mismo. Cada uno de nosotros es un eslabón importante en la cadena del pensamiento que ocupa a la prevención de accidentes en esta empresa.

Por eso, antes de que regresemos al trabajo, deseo señalarles estos puntos importantes sobre prevención de accidentes, para que piensen en ellos. PENSAR con mayúsculas.

1°. Mire cada operación de su oficio desde el punto de vista de cómo puede hacerse sin lesionarse usted ni lesionar a otros.

2°. Esté alerta. Ningún oficio exige tanta rutina que no pueda sobrevenir algo que cause un accidente.

3°. Aprovéchese de lo mejor que han pensado los hombres que han estudiado su oficio. Siga los procedimientos de la planta. Use la guarda, los aparatos de protección y el equipo protector especificado para su oficio. Úselo siempre y úselo adecuadamente.

4°. Desarrolle el hábito de la seguridad, la mira segura sobre las cosas. Si ustedes piensan en la seguridad y la practican, esta se convertirá en un hábito, casi como respirar.

5°. Finalmente, como ustedes conocen su oficio mejor, están en mejor posición para saber si están trabajando en forma segura o si puede hacerse aún con mayor seguridad y eficiencia. Si ustedes pueden pensar en una manera más segura de hacerlo, me agradaría oír sus sugerencias y hablar sobre ello.

Si ustedes tienen en cuenta estas palabras, si aplican el sentido común –una cosa que todos tenemos- a sus oficios, se convertirán en el mejor mecanismo de seguridad que hay en nuestra industria: UN TRABAJADOR SEGURO Y EFICIENTE.

CHARLA N° 065

CONOZCA SU OFICIO

Ya habrán oído hablar bastante sobre seguridad desde que están aquí. Hay avisos para recordarles que no se debe fumar en ciertas zonas debido al peligro de fuego, hay otros avisos que les advierten de alto voltaje. Tenemos carteles que les recuerdan usar sus gafas y sus zapatos de seguridad cuando los necesiten. Realizamos estas charlas para recalcar las mismas ideas. Y el resultado, así lo espero, es que todos –ustedes y yo- tengamos una mayor conciencia de la necesidad de ser cuidadoso en nuestro trabajo de manera que ni nosotros ni otros puedan lesionarse.

Pero últimamente han estado pensando que tal vez no hemos hablado lo suficiente acerca de algo que puede hacer mucho para evitarnos accidentes más que cualquier otra cosa. Conocer nuestro trabajo. Si ustedes saben lo que están haciendo hay muchas probabilidades de que no sufran lesiones.

Conocer nuestro oficio incluye muchas cosas. Primero, tenemos la habilidad que es necesario adquirir cuando se empieza a trabajar. No todo el mundo puede operar una máquina con seguridad. Hay necesidad de aprender la forma correcta de usar el equipo. Si usted no lo sabe todavía es una de las primeras cosas que debe aprender aquí: como usar la máquina con la cual se va a trabajar.

Y tiene que aprender también lo que no se debe hacer con su máquina. Esto es igualmente importante. Es importante saber que una grúa por ejemplo, no puede alzar más de un determinado peso en kilos. Es importante saber que una llave no ha sido hecha para clavar puntillas.

A menudo suceden accidentes porque la gente no se da cuenta cuán peligroso es usar una herramienta para cosas para las cuales no ha sido hecha. Es posible que nunca hayan visto un accidente ocasionado porque una herramienta o máquina se han usado inadecuadamente.

Por ejemplo, pueden no darse cuenta como es de peligroso esmerilar en el costado de una rueda esmeriladora. Pueden no darse cuenta que es peligroso ajustar un tubo al mango de una llave para darle mayor apalancamiento. O bien no se dan cuenta de estas cosas o creen que pueden salir bien esta vez.

Además de saber lo que usted puede hacer o no hacer con el equipo y los materiales con lo cuales trabaja, además de tener la habilidad que necesita para desempeñar su oficio, se necesita conocer también cuales son los peligros de su trabajo.

Si está usando una rueda de esmerilar, sabrá que hay peligro de partículas volantes y mantendrá en su sitio la guarda respectiva y usará sus gafas de seguridad.

Cuando usted sabe su oficio, sabe que hay buenas razones para los elementos especiales de protección que se requieren usar y no encuentra excusas para dejar de hacerlo. Algunas veces podrá hacer su oficio sin elementos especiales. Pero hay muchos oficios que pueden ejecutarse sin la ropa de protección y que sin embargo, no deben hacerse.

Se puede manejar objetos pesados sin zapatos de seguridad, pero si usted realmente conoce su oficio no lo hará. Cuando usted sabe su oficio, sabe también que siempre hay peligro de que una de esas cajas o piezas pesadas puedan caerle sobre los pies. Por lo tanto, use sus zapatos de seguridad. En esta forma está protegido si algo se desliza de sus manos y cae sobre sus pies.

Conforme yo lo veo, el trabajador que REALMENTE conoce su oficio, es un trabajador seguro. Tiene la habilidad para usar las herramientas y las máquinas que necesita en su oficio como deben ser usadas. Sabe cuales son los peligros de su trabajo. Usa las guardas y los elementos de protección que necesita y evita así esos peligros lo más que puede, protegiéndose a sí mismo contra lesione si acaso ocurre algún accidente.

La primera regla de seguridad es, entonces, "CONOZCA SU OFICIO" Y si ustedes realmente conocen su oficio, nunca llegarán al extremo de pensar que son tan buenos que no necesitan protección contra los peligros que son parte de él. Sabrán que nunca serán tan hábiles que no necesitan seguir los reglamentos de seguridad.

Si hay alguna parte de su trabajo que no entiendan, si hay parte de su oficio que no conozcan, pregunten. Para eso estamos aquí.

CHARLA N° 066

LOS BUENOS HABITOS AYUDAN

No voy a presentarme como un psicólogo, pero sí se como son de importantes los hábitos en nuestras vidas. Por ejemplo, si usted maneja un automóvil y hay un aviso de "Pare", siempre en la misma parte, usted lo obedece sin pensarlo.

Mete el freno, saca la mano, se asegura que el camino esté libre y entonces voltea. Y usted hace estas cosas automáticamente, lo hace decenas, cientos de veces al día.

No hay necesidad de que usted se detenga y se diga a sí mismo: "meta el carro en el parqueadero, busque un espacio libre, dele una mirada al carro y cierre la puerta". Usted hace todas estas cosas sin pensarlo, porque es un hábito.

En el trabajo también los hábitos lo ayudan a uno todo el tiempo. Para quienes no hemos manejado una grúa, nos parece que el trabajo de quien la maneja es uno de los más complicados que existen. Pero para el hombre que está en la cabina, si es un hombre capaz, no tiene nada de confuso. Su trabajo parece fácil. Mueve la grúa, ve las señales, alza la carga, la baja, la coloca en su sitio. Ha adiestrado sus manos para hacer las cosas de rutina automáticamente.

Nosotros podemos adquirir el hábito de estar seguros en cualquier clase de trabajo. La seguridad se convierte en algo que se puede hacer sin pararse a pensar acerca de ella.

Por ejemplo, si se adquiere el hábito de parar una máquina antes de ajustarla, el hábito lo apartará de hacer una cosa insegura: intentar ajustar la máquina en movimiento. Si se adquiere el hábito de alzar pesos con los fuertes músculos de las piernas, el hábito no permitirá que se haga esto con los débiles músculos de la espalda.

El hábito nos recordará de la guarda que debe estar siempre en su sitio. El hábito no permitirá que dejemos de curarnos una lesión, no importa lo pequeña que sea.

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