Ideologías profesionales, géneros de opinión y rutinas productivas (página 2)
Enviado por Alexis Perez
Entendida esta observación nos interesa destacar algunas ideas relacionadas con el potencial efecto moral de los medios, a partir de la misión que cumple la prensa en la sociedad, junto con otros factores (familia, escuela, ideologías, colectivo, entorno comunitario), como agencia formadora de valores morales.
Ese papel es directamente proporcional al grado en que la prensa se atenga en su funcionamiento a valores morales, políticos, profesionales y de otro carácter, tales como veracidad, solidaridad, humanismo, patriotismo y otros que son determinantes en la labor de información, construcción de sentidos, en su modo de articularse con la producción y reproducción de los valores, principios y normas de la sociedad.
Esta investigación pretende contextualizar la relación existente entre las ideologías profesionales, las rutinas productivas como espacio en el que se manifiestan las primeras, y el ejercicio de los géneros de opinión en el Semanario 26, partiendo del vínculo existente entre el sistema social y la comunicación, específicamente, el periodismo.
Su contribución en este campo está íntimamente asociada a la evolución de las teorías sobre la producción, la circulación y el consumo de la prensa, dado que los medios, como mediadores mediados por factores internos y externos, construyen cotidianamente la realidad a partir de valores culturales establecidos, en virtud de los cuales solo determinados acontecimientos son convertidos en noticias.
Es importante que la prensa contribuya a crear una cultura del ejercicio del criterio en los medios, con los métodos de la crítica, el debate, la investigación, la proyección de paradigmas y la participación democrática, de modo que pueda potenciar, no solo las reservas morales del individuo, sino también la poderosa fuerza educativa y moral de los colectivos y comunidades humanas.
La actualidad en el tratamiento de los temas y la profundidad y el rigor con que se aborden, determinan la credibilidad del medio, y por consiguiente, del mensaje que se transmite.
Seleccionar la información y los asuntos de interés que centran la atención de los públicos, es una prerrogativa de los medios de comunicación, pero ese proceso de autorregulación nada tiene que ver con la autocensura de que dan muestras algunos periodistas, cuyas ideologías profesionales no siempre contribuyen al pleno ejercicio del periodismo de opinión, como sucede en el Semanario 26.
La desmotivación que generan factores internos y externos, tales como una insuficiente estimulación salarial, el tratamiento ético inadecuado que reciben por parte de los actores que ejercen el poder y trazan políticas ante el ejercicio de la crítica, y la realización de trabajos por encargo, suelen asumirse como elementos negativos para ejercer la opinión.
Otros problemas objetivos con el transporte, las cámaras fotográficas, la deficiente atención a los periodistas, la repercusión negativa que pueda tener su trabajo cuando ejercen el criterio, el temor a perder relaciones con la fuente y el acceso a ciertas informaciones, limitan la búsqueda y profundización de los temas por investigar, lo cual incide en que los reporteros circunscriban su labor profesional al hecho de hacer un periodismo menos crítico y mucho más "complaciente".
Esta situación problémica determina que el ejercicio del periodismo de opinión no se corresponda, en toda su dimensión, con los retos y complejidades de la sociedad actual, motivo por el cual se realiza esta investigación.
Materiales y métodos
El diseño de la investigación se clasifica entre los no experimentales (ex post facto), eminentemente cualitativo, epistemológico, sustentado en puntos de vista que comulgan con la convergencia metodológica, desde el "constructivismo dialéctico", aunque sin desestimar una filiación paradigmática con lo hermenéutico.
La investigación utiliza, consecuentemente con esa postura, múltiples instrumentos de recogida de datos de terreno (observación participante, entrevistas, criterios de expertos, encuesta, examen de documentos, grupos de discusión espontáneos y revisión bibliográfica) todos adecuadamente aplicados y debidamente triangulados en concordancia con el carácter microlocalizado del objeto (la redacción de un periódico). Todo lo anterior cualifica la búsqueda de terreno como confiable desde el ángulo metodológico.
El problema ubicado en una nivel descriptivo- correlacional, apunta hacia un objetivo diagnóstico, que resulta – dado el nivel de desarrollo del campo y los recursos intelectuales movilizables en su entorno – como el más adecuado en tanto resulta alcanzable, demostrable y resolutivo, constituyéndose en punto de partida imprescindible para otros empeños.
Los resultados obtenidos poseen valor heurístico, diagnosticativo y de pronóstico, a partir de los cuales pueden servir como instrumento útil para el perfeccionamiento de la gestión del órgano de prensa.
La teoría general de referencia que sustenta la investigación es el Modelo Dialéctico de la Comunicación, de Manuel Martín Serrano.
Para el análisis de los resultados se desglosó la investigación en tres categorías analíticas.
Ideologías profesionales: Son las representaciones, creencias formales y conscientes; los presupuestos, actitudes, hábitos, comportamientos, compromisos y sentimientos menos conscientes, la visión del mundo o perspectiva general; sistema más o menos coherente de imágenes, ideas, principios éticos, códigos y símbolos que las organizaciones periodísticas ponen en juego con el fin de regular, en su seno, las relaciones que los periodistas mantienen entre ellos y comparten.
Rutinas productivas: Son todos los esquemas de percepción, apreciación y de acción inculcados por el medio social en un momento y lugar determinados; es decir, todas las disposiciones socialmente adquiridas a través del aprendizaje, que median entre las condiciones objetivas y las conductas de los individuos y las advertimos como viejas costumbres, repeticiones o hábitos.
Las mismas son percibidas como procesos de decisión, realizados con rapidez; criterios fáciles y rápidos, flexibles, relacionantes y comparables (Tuchman, 1978). Patrones operativos estándar, repetitivos que se convierten en pautas de comportamiento establecidas y asimiladas por costumbre, ejecutadas mecánicamente. (Tuchman, en Túnez, 1978). Constituyen procesos comunicativos y empresariales que configuran estructuras operativas con criterios industriales de eficiencia, organización y disciplina (Araújo, 1980); por su parte (Fontcuberta, 1994) las considera atribuciones directas, reservadas obligatoriamente para el periodismo.
Géneros de opinión: Los géneros de opinión constituyen formas expresivas del periodismo en los que, de manera más explícita, se evidencian las tendencias ideológicas de los medios, sin dejar de tener en cuenta el proceso y sus fases, como parte del control que ejerce la institución informativa sobre la producción de mensajes y los actores, para garantizar que lleguen a los públicos, productos que trasladen posturas y enfoques que se convierten en sostén de la opinión pública.
Para realizar la investigación partimos de las siguientes premisas:
La visión de los públicos mediáticos sobre aspectos relevantes del acontecer se constituye en la interacción cotidiana entre los individuos y su experiencia con el mundo, pero està influida grandemente por la versión mediática (periodística) de esa realidad, que a su vez está determinada por las ideologías profesionales de los periodistas, formada en su relación con el entorno profesional donde desarrollan sus rutinas productivas.
La eficacia del tratamiento de la realidad en el ejercicio del periodismo de opinión, será mayor en la medida en que ese tratamiento refleje más fielmente sus motivaciones, expectativas e intereses, mediante un trabajo de búsqueda permanente y de retroalimentación por parte de los periodistas que lo ejecutan.
Resultados
La investigación realizada aporta un estudio para determinar, entre las características de las ideologías profesionales que identifican el periodismo en el Semanario 26, aquellas que median decisivamente en los procesos de producción relacionados con el ejercicio del periodismo de opinión.
En sentido general, los trabajos periodísticos donde los reporteros ejercen la crítica, no solo revelan la magnitud del problema en cuestión, sino que plantean soluciones plausibles que el lector agradece.
Sucede, sin embargo, que no todos los reporteros asumen una actitud consecuente y se dejan llevar por el facilismo, una tendencia que poco aporta al ejercicio de la crítica.
Las ideologías profesionales que caracterizan a los periodistas del Semanario 26 que practican los géneros de opinión, se inscriben en el hecho de que han sido formados a partir de su concepción político-ideológica, con una sólida orientación marxista-leninista, por lo que la labor que desempeñan se fundamenta en la aplicación de la política informativa trazada por la dirección del Partido en la nación.
Esta realidad determina que la intención de los análisis, valoraciones, críticas, reflexiones y decisiones, estén dirigidas a perfeccionar la obra de la Revolución, en correspondencia con los principios que rigen la sociedad que construimos.
Aunque los periodistas están conscientes de estas concepciones, algunos no asumen el ejercicio del periodismo de opinión con toda la profundidad que ameritan, para no buscarse problemas cuando los señalamientos críticos pudieran aludir, de manera directa, a determinados funcionarios u organizaciones e instituciones estatales.
El periodista no es un ente pasivo, por el contrario, en las condiciones de nuestro sistema social, deviene líder de opinión, comprometido con sus lectores e involucrado en los acontecimientos en los que se desenvuelve.
Los periodistas que ejercen la opinión asumen esta práctica con un sentido positivista, en ocasiones, lo que conlleva a que los análisis se realicen muchas veces desde un enfoque cuantitativo, por lo que no se profundiza en las insatisfacciones o las ineficiencias que pueden esconderse detrás de estas cifras.
Generalmente se asume como paradigma de fuente informativa para la producción de mensajes a los directivos y funcionarios de las diferentes entidades, obviándose una de las principales vías para lograr la mayor objetividad y veracidad en la información, que es el ciudadano común.
La dependencia que tienen los periodistas de algunas fuentes que les proporcionan facilidades para realizar su trabajo, originan ciertos compromisos que les impiden ser todo lo objetivo y críticos que amerita la problemática objeto de análisis.
El espacio de opinión reservado para publicar las inquietudes e insatisfacciones de los lectores, se ve cercenado en ocasiones por el temor a sacar a la luz pública asuntos muy espinosos que puedan afectar la imagen de ciertas instituciones y directivos, lo cual evidencia desconocimiento del profesional en torno a la problemática de que se trate, dañada en realidad por mal actuar y no por la publicación del hecho. Una manera de contribuir a restaurarla es su publicación.
Al aceptar los principios del Código de Ética, el periodista reconoce que asume un trabajo de alta responsabilidad social que exige su cumplimiento y lo obliga a demostrar que cuenta con las aptitudes, habilidades y conocimientos necesarios para ejercer el periodismo y al propio tiempo, a elevar constantemente su capacidad profesional.
Conclusiones
En la presente investigación, realizada en el Semanario 26, de Las Tunas, nos trazamos el objetivo de: Discriminar, entre las características de las ideologías profesionales que identifican al ejercicio periodístico en ese Órgano provincial, aquellas que median en los procesos de producción relacionados con el ejercicio del periodismo de opinión.
Para el logro de este objetivo realizamos un recorrido histórico desde la fundación de este Órgano de Prensa hasta la actualidad, lo que nos permitió valorar las distintas etapas por las que ha atravesado el mismo y cómo fueron conformando una manera de hacer y comunicar la información.
En el Semanario 26 las ideologías profesionales de los reporteros presentan matices diferenciadores que han ido conformándose a través de largos procesos de socialización: ideología política, cultural, deontológica y académica, aunque con predominio de la que caracteriza a los decisores del medio.
Los principios que fundamentan las ideologías profesionales se plasman en valores deontológicos, criterios de noticiabilidad, actualidad, novedad, prominencia, interés humano, editabilidad, enfoques a los problemas en cada campo y sobre todo, en una profunda identificación de principios y normas de adhesión a la verdad, característicos del modo de actuación del Órgano y de cada uno de sus componentes.
Las creencias y los códigos de valores son compartidos en la mayoría de los aspectos fundamentales que conducen a una actitud, y a una conducta, que define las maneras de hacer de los reporteros. Esto evidencia que el periodismo en el Semanario 26 ha alcanzado un nivel de profesionalización suficiente, lo que permite afirmar que sus miembros comparten una cultura organizacional y que el periodismo se ha convertido en un campo de acción soberano con sus propias reglas.
La revisión bibliográfica y los testimonios obtenidos a través de las técnicas aplicadas confirman que en 1987 una nueva Resolución del Partido determinó que los directores de los Órganos de Prensa son los que deciden qué se publica o no y si es preciso consultar la publicación de algún material, a partir del criterio de que, como regla, se debe publicar, y como excepción, consultar. A pesar de que estas indicaciones conservan total vigencia, a juicio de esta investigación, en la actualidad predominan los métodos de regulación externa al medio, especialmente en la forma de dominio administrativo sobre la información.
El grado de profesionalización de los reporteros, alcanzado a través de los estudios de pregrado, postgrados, diplomados y maestrías, entre otras acciones de superación ha favorecido el desarrollo de una cultura periodística y los ha pertrechado de las herramientas propias del oficio.
Esta prerrogativa ha conllevado a que algunos reporteros hayan alcanzado un mayor grado de especialización a la hora de abordar determinados géneros, y en especial, los de opinión. Otros, más aferrados a ciertas rutinas productivas, han optado por el ejercicio de un periodismo menos comprometido y exigente, o se han dedicado a realizar trabajos más en correspondencia con los intereses de "las fuentes" y "no de los lectores", lo cual evidencia falta de rigor profesional en su formación.
Las ideologías profesionales existentes en el Semanario 26 responden cabalmente a la misión del Órgano de Prensa, con una tendencia al cambio hacia un estadio superior.
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Autor:
Lic. Segundo Alexis Pérez Sánchez
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