Evaluación económico-financiera de proyectos de inversión en condiciones de certeza (página 2)
Enviado por Sergio D�az Arredondo
En síntesis podemos resumir que en toda inversión intervienen los siguientes elementos:
1. El inversionista.
2. El objeto en el que se invierte.
3. El costo que supone renunciar a una satisfacción en el presente (costo de oportunidad).
4. El valor o beneficio de una recompensa en el futuro.
En la Resolución 91/ 2006 del MEP artículos 5, 6 y 7; las inversiones en Cuba se clasifican de acuerdo a:
el papel que juegan en el desarrollo económico y social.
los efectos de su evaluación, aprobación y tratamiento en el plan y a su límite en valor total y en divisas.
Su papel en la reproducción.
Atendiendo al papel que juegan en el desarrollo económico y social, las inversiones se clasifican en:
1. Inversiones principales: son aquellas motivadas por necesidades generales del desarrollo económico y social.
2. Inversiones inducidas: son las que formando parte o no de una inversión principal, le son necesarias para su adecuada ejecución y pruebas y puesta en explotación, clasificándose en directas e indirectas.
a) Las inversiones inducidas directas, son las destinadas a dar respuesta a las afectaciones en el área de la inversión y las imprescindibles para vincular la inversión principal con la infraestructura técnica y urbana exterior de la zona, que aseguran la correcta ejecución y operación de la inversión. Estas inversiones forman parte de la inversión principal y de su presupuesto.
b) Las inversiones inducidas indirectas son las destinadas a crear la infraestructura social, técnica y productiva en la zona de influencia de la inversión principal.
Las inversiones se clasifican en nominales y no nominales; a los efectos de su evaluación, aprobación, y tratamiento en el plan de la economía; incluido su límite en valor total y en divisas sí como a sus características. Estos límites se establecen y actualizan periódicamente por el MEP mediante regulación complementaria.
Teniendo en cuenta el papel que juega en la reproducción, las inversiones pueden ser de reposición, de ampliación, de modernización, de restauración, remodelación, reparación capital, rehabilitación o nueva.
1.2 Proyectos de inversión. Etapas durante su desarrollo.
La realización de proyectos de inversión surge de una necesidad humana que implica el fomento de recursos a inmovilizar por largos periodos de tiempo, por lo cual requiere de un análisis de la información necesaria y referente a la inversión así como los pros y los contras que permitirán la toma de decisión.
En general se entiende por proyecto, una tarea innovadora, que tiene un objetivo definido, debe ser efectuada en un cierto período, en una zona geográfica delimitada y para un grupo de beneficiarios; solucionando de esta manera problemas específicos o mejorando una situación existente. La tarea principal es dejar cierta capacidad instalada en las personas e instituciones participantes del proyecto para que ellas puedan continuar las labores en forma independiente. Sánchez, Herrera y Lauchy, (2008)
En la guía metodológica general para la Preparación y Evaluación de Proyectos del Instituto Latinoamericano y del Caribe de Planificación Económica y Social, ILPES, se refleja que "un proyecto de inversión es una propuesta de acción que implica utilización de un conjunto determinado de recursos para el logro de resultados esperados".
Un proyecto de Inversión se puede entender como: "un paquete discreto de inversiones, insumos y actividades, diseñados con el fin de eliminar o reducir varias restricciones al desarrollo, para lograr uno o más productos o beneficios, en términos del aumento de la productividad y del mejoramiento de la calidad de vida de un grupo de beneficiarios dentro de un determinado período de tiempo." (Colin F.Bruce, 1982).
Teniendo en cuenta estos conceptos, se puede definir un Proyecto de Inversión, como la propuesta por el aporte de capital para la producción de un bien o la prestación de un servicio, mediante la cual un sujeto decide vincular recursos financieros líquidos a cambio de la expectativa de obtener beneficios, también líquidos, a lo largo de un plazo de tiempo que se denomina vida útil.
La formulación de Proyectos de Inversión, constituye un objeto de estudio amplio y sumamente complejo, que demanda la participación de diversos especialistas, es decir, requiere de un enfoque multidisciplinario.
Dentro de este proceso de formulación se debe considerar en primer lugar las etapas que conforman un proyecto de inversión, ya que estas constituyen un orden cronológico de desarrollo del proyecto en las cuales se avanza sobre la formulación, ejecución y evaluación del mismo. Y en segundo lugar, los documentos proyectados que brindarán la información primaria básica que se necesita para que el proyecto pueda ser evaluado, proveniente de la estimación de los principales estados financieros.
De esta forma un proyecto surge de la identificación de unas necesidades. Consta de un conjunto de antecedentes técnicos, legales, económicos (incluyendo mercado) y financieros que permiten juzgar cualitativa y cuantitativamente las ventajas y desventajas de asignar recursos a esa iniciativa. Su bondad depende, por tanto, de su eficiencia y efectividad en la satisfacción de estas necesidades, teniendo en cuenta el contexto social, económico, cultural y político. Un proyecto de inversión comienza con la identificación del proyecto y culmina cuando se liquida la inversión. (Santos, 2008)
El proceso por el que éste atraviesa un proyecto desde que nace como idea, hasta que entra en ejecución y se mantiene por su tiempo de vida útil es lo que se denomina el ciclo de proyectos. Sánchez, Herrera y Lauchy, (2008)
Cada una de las etapas de esta transformación requiere de recursos humanos, financieros, y de información, que van agregando valor a las ideas. En la figura 1 se muestra esquemáticamente este ciclo.
Figura 1: Ciclo de vida de un proyecto de inversión
Fuente: Adaptado de Sánchez (1999)
La preinversión es el primer estado del ciclo de los proyectos, a ella le corresponde todo el proceso que se realiza para identificar un problema o necesidad, formular el proyecto y evaluar la iniciativa; con el objetivo de determinar si es conveniente ejecutarla o no; antes de iniciar las obras o acciones que lo harán realidad. Es la fase donde se obtienen los datos del mercado; se desarrollan y determinan la estrategia, objetivos de la inversión; así como la documentación técnica de ideas conceptuales y anteproyecto, los cuales fundamentan los estudios de prefactibilidad y factibilidad técnico-económica. La valoración de estos permitirá decidir sobre la continuidad de la inversión, y además se selecciona el equipo que acometerá la inversión. Específicamente se culmina con la realización del estudio de factibilidad, el cual brinda toda la información detallada sobre la inversión.
Durante la etapa de inversión, también llamada por otros autores de maduración se adquieren los equipos necesarios y se pone en marcha el proyecto. Esta fase cubre hasta el momento en que el proyecto entra en operación plena. Es en esta fase donde se ponen a prueba los preparativos, diseños, planes y análisis anteriores. Todo el trabajo de las etapas anteriores se dirige a asegurar que el proyecto sea un éxito. El propósito de la presente sección es la de presentar algunas consideraciones que pueden conducir a que el proyecto realmente sea exitoso, los posibles problemas que se presentarán y algunos de los enfoques que se han desarrollado para resolverlos.
Esta fase de maduración se puede dividir en las siguientes grandes fases:
Proyecto definitivo: comprende la elaboración de calendarios, la prospección y evaluación de emplazamientos, la preparación de planes maestros y diseños técnicos para la planta, la organización técnica detallada de la misma y la selección final de tecnología y equipo.
Negociación y construcción: en esta se definen las obligaciones jurídicas respecto a la financiación del proyecto, la adquisición de tecnología, la construcción de edificios e instalaciones de servicios, y el suministro de maquinaria y equipo para la fase operacional. Comprende la firma de contratos entre el inversionista, por una parte, e instituciones de financiación, consultores, arquitectos, contratistas, colaboradores y abastecedores de equipos, de insumos materiales y servicios por otro lado.
La puesta en marcha: es normalmente una etapa breve pero técnicamente crítica del desarrollo del proyecto. Vincula la fase precedente con la fase operacional que le sigue. El éxito que se obtenga en este momento demostrará la eficacia de la planificación y ejecución del proyecto, y constituirá una muestra de lo que cabra esperar de las futuras actividades del programa.
En la fase de maduración se contraen obligaciones financieras considerables y toda modificación importante al proyecto entraña graves consecuencias financieras. La mala programación, las demoras en la construcción y la entrega o en la iniciación de actividades, etc.; llevan inevitablemente a mayores costos de inversión y afectan la viabilidad del proyecto. En la fase de preinversión, la calidad y confiabilidad del proyecto son mas importantes que el factor tiempo, pero en la fase de Maduración este último es decisivo.
En el estado de operación o post-inversión, ya se ha finalizado la inversión y el proyecto debe empezar a proveer los bienes y servicios para los cuales fue diseñado, aunque puede ocurrir que la inversión y operación sucedan simultáneamente durante algún período de tiempo. Es importante en esta etapa proveer los fondos necesarios para la adecuada operación del proyecto ya que sin ellos el proyecto no dará los beneficios esperados.
Los problemas de la fase operacional deben ser considerados desde dos puntos de vista: a corto plazo y largo plazo. El corto plazo se refiere al período inicial después de comenzada la producción, cuando pueden plantearse diversos problemas relativos a cuestiones tales como la aplicación de técnicas de producción, el funcionamiento del equipo o la inadecuada productividad de la mano de obra, así como la falta de personal administrativo y técnico y de operarios calificados. Sin embargo la mayoría de estos problemas deben ser considerados en relación con la fase de ejecución y las medidas de corrección necesarias deben referirse principalmente a la ejecución del proyecto. El largo plazo se relaciona con los costos de producción, por una parte, y los ingresos provenientes de las ventas por la otra y ambos están directamente relacionados con las proyecciones hechas en la fase de preinversión. Si tales proyecciones resultan erróneas, la viabilidad técnica económica de una actividad industrial se vera inevitablemente perjudicada, y si tales deficiencias se identifican solo en la fase operacional, las medidas de corrección, no solo serán difíciles sino también extremadamente costosas. (UCLV, FCE, 2009)
Por la importancia que tiene para esta investigación la etapa de preinversión se profundiza en los niveles que componen la misma. Estos son:
perfil u oportunidad.
prefactibilidad.
factibilidad
El nivel perfil, se elabora a partir de la información existente, del juicio común y de la experiencia. En este nivel frecuentemente se seleccionan aquellas opciones de ideas que se muestran más atractivas para la solución de un problema o en aprovechamiento de una oportunidad. Además, se van a definir las características específicas del producto o servicio. Las diferentes formas de resolver un problema o de aprovechar una oportunidad de negocio constituirán la idea del proyecto, sin embargo, este paso no se limita a describir en términos generales la idea del proyecto; esta idea hay que afinarla y presentarla de manera apropiada para poder tomar la decisión de continuar con sus estudios; por lo que debe realizarse un esfuerzo para determinar las posibles soluciones al problema a resolver y descartar las claramente no viables. Esta etapa tiene como objetivo generar soluciones e información para decidir acerca de la conveniencia de emprender estudios adicionales. De aquí que se pueda afirmar que la idea de un proyecto, mas que una ocurrencia afortunada de un inversionista, generalmente representa la realización de un diagnóstico que identifica distintas vías de solución.
En el nivel prefactibilidad se profundiza la investigación y se basa principalmente en informaciones de fuentes secundarias para definir, con cierta aproximación, las variables principales referidas al mercado, a las técnicas de producción y al requerimiento financiero. En términos generales, se estiman las inversiones probables, los costos de operación y los ingresos que demandará y generará el proyecto.
El estudio de factibilidad es un proceso de aproximaciones sucesivas, donde se define el problema a resolver; se lleva a cabo a partir de un nivel de conocimiento sobre la inversión y de la proyección de sus beneficios, constituye la última oportunidad de disminuir la incertidumbre de la inversión en cuestión; a un estado mínimo, y como resultado de su evaluación se toma la decisión de invertir. (Santos, 2008)
Para ello se parte de supuestos, pronósticos y estimaciones, por lo que el grado de preparación de la información y su confiabilidad depende de la profundidad con que se realicen tanto los estudios de mercado, estudios técnicos, así como los económicos financieros, y otros que se requieran. En cada etapa o nivel deben precisarse todos aquellos aspectos y variables que puedan mejorar el proyecto; o sea, optimizarlo. Puede suceder que del resultado del trabajo pudiera aconsejarse una revisión del proyecto original, que se postergue su iniciación considerando el momento óptimo de inicio e incluso lo anterior no debe servir de excusa para no evaluar proyectos. Por el contrario, con la preparación y evaluación será posible la reducción de la incertidumbre que provocarían las variaciones de los factores, por lo tanto es el estudio de factibilidad la base de la decisión sobre la ejecución de la inversión.
Todo el sistema dinámico que integra las actividades y/ o servicios que realizan los diferentes sujetos que participan en el proyecto de inversión, desde su concepción inicial hasta la puesta en explotación, se denomina proceso inversionista. (CEEP, 2009)
1.3 Metodología para la evaluación de proyectos de inversión.
El análisis y evaluación de un proyecto de inversión es un proceso que se sustenta en una metodología. En la literatura consultada se refleja la necesidad de realizar principalmente, tres tipos de estudios: de mercado, técnico y económico-financiero. Los resultados independientes obtenidos de cada estudio dan lugar al comienzo del otro y así sucesivamente.
En la figura 2 se muestra el esquema metodológico para la evaluación de proyectos de inversión.
Figura 2: Esquema metodológico para la evaluación de proyectos de inversión
Fuente: Elaboración propia.
1.3.1 El estudio de mercado.
El mercado es el área en la cual convergen las fuerzas de la oferta y la demanda para establecer un precio único y por lo tanto, la cantidad de las transacciones que se vayan a realizar. Según Adam Smith, el mercado:
"Supone cinco elementos fundamentales:
Por lo menos un comprador, un vendedor, una oferta, una retribución lógica a cambio de la oferta y un ambiente adecuado que brinde tranquilidad, comodidad y que permita la interacción positiva entre los elementos"
El estudio de mercado es mucho más que el análisis de la oferta y demanda o de los precios competidores y sustitutos, su objetivo general consiste en verificar la posibilidad real de penetración del producto en un mercado determinado, con vistas a determinar los niveles posibles de ventas y los precios a que se puede comercializar para lograr una proyección confiable de los ingresos. Entre otras cuestiones este estudio abarca no solo las especificaciones técnicas de un producto sino todos los atributos del mismo, entre estos atributos están su tamaño, la forma del empaque, su marca, su logotipo, el eslogan, el tipo de envase, los requerimientos o normas sanitarias y de calidad que deben cumplir, los colores del producto, la textura, entre otros. Sánchez, Herrera y Lauchy, (2008)
Uno de los factores más crítico de todo proyecto, es la estimación de la demanda, y conjuntamente con ella los ingresos de operación, como los costos e inversiones implícitos. Específicamente los costos de operación pueden pronosticarse simulando la situación futura y especificando las políticas y procedimientos que se utilizarán como estrategia comercial, por lo que las decisiones (en cuanto a precio, promoción, publicidad, distribución, calidad, entre otras) adoptadas aquí tendrán repercusión directa en la rentabilidad del proyecto por las consecuencias económicas que se manifiestan en sus ingresos y egresos. (Sapag Chain, 1994)
El análisis de la comercialización del proyecto depende en modo importante de los resultados que se obtienen de los estudios del consumidor, la demanda, la competencia y la oferta.
Los proveedores de insumos necesarios para el proyecto pueden ser determinantes en el éxito o fracaso de éste. De ahí la necesidad de estudiar si existe disponibilidad de los insumos requeridos y cuál es el precio que deberá pagarse para garantizar su abastecimiento. Por lo que la información que se obtenga de los proveedores puede influir en la selección de la localización del proyecto.
Disponibilidad de insumos.
En el análisis de evaluación de un proyecto se tiene que destacar el aseguramiento de insumos, ya sean materias primas de importación o de producción nacional y/o materiales auxiliares, teniendo presente, los destinos, las cantidades, la disponibilidad, y la comparación de precios con otros orígenes. Los proveedores de insumos necesarios para el proyecto pueden ser determinantes en el éxito o fracaso de éste. De ahí la necesidad de estudiar si existe disponibilidad de los insumos requeridos y cuál es el precio que deberá pagarse para garantizar su abastecimiento.
Demanda actual y futura.
En la cuantificación y proyección de la demanda futura de un producto es necesario determinar los datos referidos al volumen y la composición por producto de la demanda pasada y actual, siendo necesario indicar el origen de la información utilizada y los procedimientos empleados en las proyecciones. El grado de confiabilidad de los resultados que se obtengan reviste vital importancia ya que estos estudios son básicos para identificar posteriormente la escala de producción más aconsejable y pronosticar los ingresos que generará el proyecto en los diferentes períodos de su vida útil.
Al desarrollar este tema se tienen que definir los principales sustitutos y complementos del producto que se piensa elaborar y los subproductos posibles de obtener. Si el proyecto consiste en la elaboración de un nuevo producto, será útil conocer cuál fue la demanda en el pasado de un sustituto muy cercano al mismo. Para la determinación de la demanda de un producto es necesario precisar los principales factores que han incidido en la misma, así como el posible surgimiento de algún que otro nuevo factor. En el análisis de proyectos que su objetivo es generar bienes de consumo es preciso tener en cuenta lo siguiente:
1. Consumo en los últimos cinco años y comportamiento de la demanda.
2. Crecimiento vegetativo de la población y características de la misma.
3. Índices actuales y proyectados en otros países.
4. Posibilidades de aceptación según hábitos de consumo y preferencias de los consumidores.
5. Características, calidad y aceptación si se trata de un producto sustitutivo de los actuales.
6. Comportamiento de los precios del producto y el de bienes sustitutivos y complementarios.
7. Directivas de consumo que puedan existir y cualquier disposición legal vigente que afecte a la distribución del producto.
En caso de que el producto que se analiza conlleve la sustitución de importaciones será necesario hacer un análisis que contenga como mínimo:
1. Ventajas y desventajas de la industria cubana en comparación con las actuales y posibles fuentes de suministro. Dificultades para su adquisición y perspectivas del mercado.
2. Estadísticas de importación. Cantidad y valor.
3. Volúmenes a sustituir y valor (actual y proyectado).
4. Precios. Tendencias y factores coyunturales.
5. Análisis comparativo del precio de importación (incluyendo gastos por fletes, aranceles, etc) con la ficha de costo de la producción nacional, determinando el ahorro en divisas que implica la sustitución.
Tanto para el caso de sustitución de importaciones, como el desarrollo de las exportaciones, es necesario considerar las políticas estatales que sobre ambas existan en el país.
En el caso de que el producto propuesto pretenda competir internacionalmente por primera vez, la penetración en el mercado global se debe hacer gradualmente siempre que el producto sea competitivo en cuanto a tecnología, calidad y precio, debiéndose considerar también los requerimientos de envase, embalaje, almacenaje y transportación que exige el producto.
En tales casos no es necesario realizar estudios detallados de todos los países, sino un estudio de ciertos mercados principales lo que pudiera ampliarse en la medida que se incrementa el aprovechamiento de la capacidad de la planta. (MEP, 2001)
Pronóstico de comercialización y ventas.
Partiendo de que la importancia del proyecto no es sólo producir, sino también procurar satisfacer las necesidades detectadas a través de un adecuado servicio de venta y suministro a los consumidores, es necesario que como parte del estudio de mercado y a partir de la configuración de la oferta del producto y el nivel de necesidad que satisface de acuerdo con las estimaciones de demanda calculadas, se elabore la estrategia de mercado a seguir y el sistema de comercialización a utilizar que permita lograr los pronósticos de ventas previstos.
Como parte de este análisis, además de una estrategia de penetración del mercado se considerará la política comercial más factible a desarrollar para promover las ventas, así como los posibles canales de distribución a utilizar y su estructura, los requerimientos para el diseño comercial del producto, el sistema de ventas y promoción publicitaria, así como la posible asistencia técnica a los clientes. Será necesario también estudiar los medios de transporte, sistemas de almacenamiento, de refrigeración y de conservación requeridos.
Un factor importante que influye sobre el volumen de ventas y sobre los ingresos provenientes de tales ventas es el precio del producto, el que debe estar bien fundamentado para no hacer proyecciones optimistas que conlleven a tergiversar los resultados. Las bases para la fijación de precios deben considerar los costos de producción y la estructura del mercado.
Los precios de mercado efectivo constituyen una base adecuada para proyectar ingresos provenientes de las ventas. Se entiende por precios de mercado efectivo los precios corrientes, y los futuros previstos, en los mercados internos y mundiales donde los productos puedan realmente colocarse.
La estimación de los ingresos por las ventas es un proceso iterativo que debe considerar también la tecnología, la capacidad de la planta, el programa de producción, la calidad del producto y las estrategias de la comercialización (fijación de precios, promoción y publicidad, sistema de distribución, etc).
Al calcular los ingresos por ventas si se trata de la sustitución de importaciones se considerarán los precios CIF partiendo de considerar el precio del mercado mundial más los gastos por fletes, aranceles, seguros y márgenes comerciales. Si se tratara de una exportación se partirá de precios FOB, que no incluye los gastos adicionales antes señalados. De no pertenecer a los casos antes expuestos entonces se utilizarían los precios internos.
También como parte de la estrategia de comercialización es conveniente conocer las características de los competidores y consumidores y analizar la posible reacción de los competidores que fabrican el mismo producto o alguno similar o sucedáneo.
Todos los trabajos de apoyo que sean necesarios para estimular un sector de la demanda y garantizar los pronósticos de ventas, deben ser considerados en su contenido y alcance, incluyendo en el análisis los gastos que ello implicaría. (MEP,2001)
1.3.2 El estudio técnico.
El estudio técnico facilita analizar y proponer diferentes alternativas de proyecto para producir el bien que se desea, verificando la factibilidad técnica de cada una de las propuestas. Los principales aspectos a tener en cuenta en el mismo son:
Tamaño del proyecto.
La capacidad o tamaño de un proyecto está dirigida a la capacidad de diseño, a su capacidad de producción normal o a su capacidad máxima.
La primera se refiere al volumen de producción que bajo condiciones técnicas óptimas se alcanza a un costo unitario mínimo.
La capacidad de producción normal es la que bajo las condiciones de producción que se estimen regirán durante el mayor tiempo a lo largo del período considerado al costo unitario mínimo y por último la capacidad máxima se refiere a la mayor producción que se puede obtener sometiendo los equipos al máximo esfuerzo, sin tener en cuenta los costos de producción. Castro, (1988)
En ocasiones aunque por los elementos citados se establezca un tamaño determinado, de acuerdo con el tipo de proceso de que se trate se puede ampliar paulatinamente la capacidad del proyecto en dependencia del comportamiento del mercado y de la disponibilidad de insumos. Cuando el proceso no permita estas adiciones sucesivas se convenía la instalación de una capacidad superior a la necesaria, partiendo de la utilización rentable de esa mayor capacidad. La solución óptima en cuanto a tamaño es aquella que dé lugar al resultado económico más favorable para el proyecto en conjunto, es por eso que si se tienen distintas alternativas de tamaño para el proyecto, cada tamaño obliga a una formulación y evaluación completa del mismo, que permita conocer los indicadores que habrán de contribuir en la decisión final, la cual depende del punto de vista con que se mire el problema. Sánchez, Herrera y Lauchy, (2008)
Programa de producción.
El programa de producción debe contemplar por surtido los volúmenes de producción tanto en unidades físicas como en valor que deberán alcanzarse en cada año de funcionamiento de la instalación, vinculando dichos niveles a los pronósticos de ventas correspondientes y a la capacidad productiva calculada.
Para su formulación deben considerarse las ventas previstas definiendo su destino, es decir, partiendo del análisis de la demanda del mercado interno y externo, los parámetros de capacidad, reservas necesarias por motivos operacionales, desperdicios estimados, necesidades mínimas de almacenamiento, los servicios de posventas, entre otros.
En el programa de producción se establece para los productos principales e intermedios y para los subproductos principales; sus características, cantidades (producción anual), valor (especificando los precios y su fuente), especificaciones acerca de la calidad, tipo de envase y embalaje, manipulación y transportación.
Una vez formulado el programa de producción deberá determinarse los índices de consumo y cantidades de los insumos de materia prima, materiales y de servicios públicos (energía, agua), necesarios para garantizar la producción proyectada. Sapag Chain, (1994)
Localización.
Con el estudio de microlocalización se selecciona la ubicación más conveniente para el proyecto, buscando la minimización de los costos y el mayor nivel de beneficios. en esta decisión se deben considerar los aspectos siguientes:
1. Facilidades de infraestructura portuaria, aeroportuaria y terrestre, y de suministros de energía, combustible, agua, así como de servicios de alcantarillado, teléfono, etc.
2. Ubicación con una proximidad razonable de las materias primas, insumos y mercado, buscando economía en la transportación.
3. Disponibilidad de fuerza de trabajo apropiada atendiendo a la estructura de especialidades técnicas que demanda la inversión y considerando las características de la que está asentada en el territorio.
4. Correcta preservación del medio ambiente y del tratamiento, traslado y disposición de los residuales sólidos, líquidos y gaseosos. Incluye el reciclaje cuando proceda.
5. Compatibilidad con los intereses de la defensa del país y correcta protección de la instalación contra desastres, así como de daños que pudiera provocar a terceros.
6. Políticas estatales.
7. Otros factores socio-económicos (servicios médicos, educacionales, vivienda, etc.) Sapag Chain, (1994)
Ingeniería del proyecto.
El estudio de factibilidad debe sustentarse en la documentación técnica del proyecto elaborado a nivel de ingeniería básica, equivalente al proyecto técnico. El establecimiento de relaciones contractuales para los trabajos de proyectos, construcciones y suministros es un factor determinante para el logro de la eficiencia del proceso inversionista que se analiza.
A partir de ello se podrá establecer una adecuada estrategia de contratación, precisando los posibles suministradores nacionales y extranjeros, así como la entidad constructora.
Con la determinación del alcance del proyecto se requiere exponer las características operacionales y técnicas fundamentales de su base productiva, determinándose los procesos tecnológicos requeridos, el tipo y la cantidad de equipos y maquinarias, así como los tipos de cimentaciones, estructuras y obras de ingeniería civil previstas.
A su vez se determinará el costo de la tecnología y del equipamiento necesario sobre la base de la capacidad de la planta y de las obras a realizar.
Esta etapa comprende:
a) Tecnología.
La solución tecnológica de un proyecto influye considerablemente sobre el costo de inversión, y en el empleo racional de las materias primas y materiales, consumos energéticos y la fuerza de trabajo. El estudio de factibilidad debe contar con un estimado del costo de la inversión.
b) Equipos.
Las necesidades de maquinarias y equipos se deben determinar sobre la base de la capacidad de la planta y la tecnología seleccionada. La propuesta se detallará a partir de:
Listado del equipamiento principal, clasificándolo en equipos de producción (mecánicos, tecnológicos, eléctricos); equipos auxiliares (de taller, transporte, instrumentación y control, plantas generadoras) y equipos de servicio (oficina, comedor). Señalar procedencia, año de diseño y marca.
Especificar nivel de automatización y grado de eficiencia y de flexibilidad en cuanto a la posibilidad de asumir variaciones en el surtido de producción y de ampliaciones de capacidad.
Especificación de las piezas de repuesto y herramentales.
Fuentes de adquisición. Posible producción nacional de equipos.
Capacidad.
Valor del equipo.
Depreciación anual.
Vida útil estimada.
Base de cálculo utilizada.
c) Obras de Ingeniería civil.
Los factores que influyen sobre la dimensión y el costo de las obras físicas son el tamaño del proyecto, el proceso productivo y la localización. Se requiere una descripción resumida de las obras manteniendo un orden funcional, especificando las principales características de cada una y el correspondiente análisis de costo, así como el: valor de las obras de Ingeniería civil (complejidad de la ejecución), depreciación y años de vida útil.
d) Análisis de insumos.
En este acápite se deben describir las principales materias primas, materiales y otros insumos nacionales e importados necesarios para la fabricación de los productos, así como el cálculo de los consumos para cada año y la determinación de los costos anuales por este concepto, los que constituyen una parte principal de los costos de producción.
Los precios a los que se pueden obtener tales materiales son un factor determinante en los análisis de rentabilidad de los proyectos.
También se incluyen aquellos materiales auxiliares (aditivos, envases, pinturas, entre otros) y otros suministros de fábrica (materiales para el mantenimiento y la limpieza).
La evaluación pormenorizada de los servicios necesarios como electricidad, agua, vapor y aire comprimido, constituyen una parte importante en el estudio de los insumos.
Es necesario detallar el cálculo de los consumos para cada año y la determinación de los costos anuales por este concepto.
f) Mano de obra.
Una vez determinada la capacidad de producción de la planta y los procesos tecnológicos que se emplean, es necesario definir la plantilla de personal requerido para el proyecto y evaluar la oferta y demanda de mano de obra, especialmente de obreros básicos de la región, a partir de la experiencia disponible y atendiendo a las necesidades tecnológicas del proyecto. Mediante estos estudios se podrá determinar las necesidades de capacitación y adiestramiento a los diferentes niveles y etapas.
Al tener definidas las necesidades de mano de obra por funciones y categorías, se determina en cada una de ellas el número total de trabajadores, los turnos y horas de trabajo por día, días de trabajo por año, salarios por hora, y salarios por año. Para la elaboración de este capítulo se deberán tener en cuenta las principales disposiciones de las leyes laborales y procedimientos de contratación establecidos, así como los requerimientos de seguridad por peligrosidad y nocividad del proceso.
1.3.3 El estudio Económico-Financiero.
La evaluación económico-financiera, pretende determinar cual es el monto de los recursos económicos necesarios para la realización del proyecto, cuál será el costo total de la operación de la planta (que abarque la función de producción, administración y ventas), así como otra serie de criterios que comparan flujos de beneficios y costos; esta evaluación permite determinar si conviene llevar a efecto un proyecto, o sea, si es o no rentable, y sí siendo conveniente es oportuno ejecutarlo en ese momento o puede postergarse su inicio. UCLV, FCE, (2009)
En presencia de varias alternativas de inversión, la evaluación es un medio útil para fijar un orden de prioridad entre ellas, seleccionando los proyectos más rentables y descartando los que no lo sean.
Flujo de fondos del proyecto.
La evaluación del proyecto se realiza sobre la base de la estimación del flujo de caja de los costos e ingresos generados por el proyecto durante su vida útil. Al proyectarlo, será necesario incorporar información adicional relacionada, principalmente, con los efectos tributarios de la depreciación del activo nominal, valor residual, utilidades y pérdidas.
El flujo de caja típico de cualquier proyecto se compone de cinco elementos básicos: egresos e ingresos iniciales de fondos, ingresos y egresos de operación, horizonte de vida útil del proyecto, tasa de descuento e ingresos y egresos terminales del proyecto.
Egresos e ingresos iniciales de fondos: son los que se realizan antes de la puesta en marcha del proyecto. Los egresos son los que están constituidos por el presupuesto de inversión, y los ingresos constituyen el monto de la deuda o préstamo. Estos egresos e ingresos, dentro del horizonte de la vida útil del proyecto, se representan en el año cero (0): costos del proyecto, inversión en capital de trabajo, ingresos por la venta de activos fijos, efecto fiscal por la venta de activos fijos, crédito o efecto fiscal a la inversión y monto del préstamo.
El presupuesto de inversión, costo de inversión, o presupuesto de capital, cualquiera de las diferentes terminologías, no es mas que la inversión necesaria para poner en condiciones de operar una entidad de servicios o productiva. Este presupuesto está formado por el capital fijo y por el capital de trabajo.
El capital fijo está compuesto por las inversiones fijas y los gastos de preinversión.
La inversión en capital de trabajo constituye el conjunto de recursos necesarios, en la forma de activos corrientes, para la operación normal del proyecto durante un ciclo operativo, para una capacidad y tamaño determinados, calculados para el período de vida útil del proyecto.
Ingresos de operación: se deducen de la información de precios y demanda proyectada, es decir, las ventas esperadas dado el estudio de mercado.
Costos de operación: se calculan prácticamente de todos los estudios y experiencias anteriores. Sin embargo, existe una partida de costo que debe calcularse en esta etapa: el impuesto sobre las ganancias, que conjuntamente con la depreciación y los gastos por intereses, forma los costos totales. Mac Ketta, John and Cunningham, William, (1980)
Costos Totales de Producción y Servicios: Los costos a los efectos de la evaluación de inversiones son costos proyectados, es decir, no son costos reales o históricos, estos incluyen todos los costos o gastos que se incurren hasta la venta y cobro de los productos. En la figura 3 se resumen los principales costos en que se incurren en un proyecto. Comprende, los costos de producción, dirección, costos de distribución y venta y costos financieros.
Figura 3 Esquema de los costos totales de producción y servicios.
Fuente: Elaboración propia.
En síntesis, los costos de operación estarán conformados por todos los costos y gastos relacionados con las ventas o el servicio a prestar (en operaciones), los gastos indirectos (administración, mantenimiento y servicios públicos), la depreciación(es un costo que no implica desembolsos y por tanto, salidas de efectivo), los gastos por intereses, e impuesto sobre las ganancias.
En el desarrollo de estos cálculos se manejan conceptos básicos como:
Horizonte de vida útil del proyecto: es el período en el que se van a enmarcar los flujos netos de caja.
Horizonte de evaluación: el cual depende de las características de cada proyecto; si el mismo tiene una vida útil posible de prever, si no es de larga duración; lo más conveniente resulta construir flujos de caja para ese número de años. En el caso que la empresa que se crearía con el proyecto tiene objetivos de permanencia en el tiempo; se aplica la convención generalmente usada; los flujos a diez años de proyección.
Tasa de descuento: es la encargada de actualizar los flujos de caja, dándole así valor al dinero en el tiempo. Además, ha de corresponder con la rentabilidad que el inversionista le exige a la inversión por renunciar a un uso alternativo de recursos en proyectos con niveles de riesgos similares, aunque en este caso se denominaría costo marginal del capital.
Ingresos y egresos terminales del proyecto: ocurren en el último año de vida útil considerado para el proyecto. Puede incluir recuperación del valor del Capital de Trabajo Neto, el valor de desecho o de salvamento del proyecto.
Al evaluar una inversión, normalmente la proyección se hace para el período de tiempo de su vida útil, por lo es necesario estimar el valor que podría tener el activo en ese momento por algunos de los tres métodos reconocidos para este fin; con vistas a determinar, los beneficios futuros que podría generar desde el término del período de evaluación, en lo adelante. El primer método es el contable, que calcula el valor de desecho como la suma de los valores contables (o valores en libro) de los activos. El valor contable corresponde al valor que a esa fecha no se ha depreciado un activo.
El segundo método parte de la base de que los valores contables no reflejan el verdadero valor que podrán tener los activos al término de su vida útil. Por tal motivo, plantea que el valor de desecho de la empresa corresponderá a la suma de los valores comerciales que serían posibles de esperar, corrigiéndolos por su efecto tributario Sapag Chain, (1994)
El tercer método es el denominado económico, donde se supone que el proyecto valdrá lo que es capaz de generar desde el momento en que se evalúa hacia adelante. Dicho de otra forma, puede estimarse el valor que un comprador cualquiera estaría dispuesto a pagar por el negocio en el momento de su valoración.
La determinación del flujo de caja puede basarse en una estructura general que se aplica a cualquier finalidad del estudio de proyectos.
Para un proyecto que busca medir la rentabilidad de la inversión y la financiación, el ordenamiento propuesto es el que se muestra en la tabla 1.
Tabla 1 Perfil de Flujo de Caja de un Proyecto.
Fuente: [Adaptado de la literatura]
+ Ingresos afectados por impuestos – Egresos afectados por impuestos – Gastos no desembolsables |
= Utilidad antes de intereses e impuestos – Intereses |
= Utilidad antes de impuestos – Impuestos |
= Utilidad después de impuestos + Ajustes por gastos no desembolsables – Egresos no afectados por impuestos + Beneficios no afectados por impuestos |
= Flujo de Caja |
El resultado de la evaluación se mide a través de distintos criterios que, más que optativos, son complementarios entre sí. Los criterios que se aplican con mayor frecuencia son: el Valor Actual Neto (VAN), la Tasa Interna de Retorno (TIR), el Período de recuperación de la inversión (PR) y la razón Beneficio / Costo (BC).
El Valor Actual Neto.
Según Mascareñas, (2001) el Valor Actual Neto (VAN) de una inversión se define como el valor actualizado de la corriente de los flujos de caja que la misma promete generar a lo largo de su vida, véase el segmento esquema temporal.
El Valor Actual (VA) consiste en actualizar todos los flujos de caja (Qi) para lo que se utiliza un tipo de descuento del k por uno, que es el costo de oportunidad del capital empleado en el proyecto de inversión.
Una vez actualizados los flujos de caja se deduce el valor del desembolso inicial (A) de ahí el nombre de Valor Actual Neto (VAN). Según este criterio una inversión es efectuable o factible cuando el VAN>0, es decir, cuando la suma de todos los flujos de caja valorados en el año 0 supera la cuantía del desembolso inicial (si éste último se extendiera a lo largo de varios períodos habrá que calcular también su valor actual).
Si aplicamos este criterio en el análisis de diferentes inversiones alternativas; entonces son preferibles aquellas cuyo VAN sea más elevado, porque serán los proyectos que mayor riqueza proporcionen a los inversionistas de capital y, por tanto, que mayor valor aportan a la empresa.
En el supuesto que un proyecto tiene un VAN igual a cero, ello querrá decir que el proyecto genera los suficientes flujos de caja como para pagar: los intereses de la financiación ajena empleada, los rendimientos esperados (dividendos y ganancias de capital) de la financiación propia, y devolver el desembolso inicial de la inversión.
Por tanto, un VAN positivo implica que el proyecto de inversión produce un rendimiento superior al mínimo requerido y ese exceso irá a parar a los apostadores de la empresa, quiénes verán el crecimiento del capital exactamente en dicha cantidad. Es esta relación directa entre la riqueza de los accionistas y la definición del VAN quien hace que este criterio sea tan importante a la hora de valorar un proyecto de inversión.
En la literatura de Brealey, Richard A. & Myers, Stewart se plantea que una inversión es deseable si crea valor para quién la realiza. El valor actual neto es la expresión monetaria del valor que se crea hoy por la realización de una inversión, es la rentabilidad de la inversión, la variación de la riqueza o valor del proyecto respecto a otras alternativas posibles representadas por el Costo Marginal del Capital. Dicho de otro modo, puede considerarse como el ahorro sobre la inversión, el valor actual del excedente que la empresa obtiene por encima del que lograría mediante la inversión alternativa representada por i.
Al utilizar esta herramienta es necesario actualizar hasta su valor presente los flujos netos de caja esperados durante cada uno de los períodos de la vida útil del proyecto, descontándolos al costo marginal de capital y, posteriormente, sustraerle el costo de la inversión inicial.
El resultado será el valor presente neto o valor actual neto. Si el mismo es positivo el proyecto será aceptado; si es negativo será rechazado si se tratara de dos proyectos mutuamente excluyentes se implementará el de valor actual neto mayor. En el caso de que, por la aplicación de este criterio, el resultado sea cero, resultará igual la decisión de aceptar o no el proyecto. Su formulación matemática es la siguiente:
Donde: I0 = Inversión inicial en el momento cero de la evaluación.
t = Período
FNC t = Flujo de caja neto en el período t.
i = Tasa de descuento o costo de oportunidad del capital o costo marginal del capital.
n = Horizonte de vida útil del proyecto.
La determinación del VAN posee sus ventajas muy bien marcadas:
1. Sencillez de cálculo (su operatoria se reduce a operaciones matemáticas elementales).
2. Tiene en cuenta toda la vida del proyecto y las corrientes de liquidez.
3. Toma en consideración el carácter temporal de los flujos. Es decir, homogeniza los flujos netos de caja refiriéndolos a un mismo momento del tiempo, reduce a una unidad de medida común cantidades de dinero recibidas en momentos del tiempo diferentes.
El VAN a pesar de ser un indicador idóneo de cara a la valoración de los proyectos de inversión adolece de algunas limitaciones que es conveniente tener presente y conocer.
a. Dificultad para determinar la tasa de descuento adecuada.
b. No indica la tasa de rentabilidad total del proyecto
c. No siempre es comprendido por los hombres de negocios.
La Tasa interna de rendimiento (TIR).
Mascareñas, (2001) plantea que la tasa interna de rendimiento (TIR) es la tasa de descuento para la que un proyecto de inversión tendría un VAN igual a cero. La TIR es, pues, una medida de la rentabilidad relativa de una inversión.
Esta es la alternativa más utilizada después del VAN. Como se verá la tasa interna de rendimiento (TIR) tiene una relación íntima con el VAN. Esta técnica trata de expresar una sola tasa de rendimiento que resuma las bondades de la inversión. La palabra "interna" significa que dicha tasa será inherente a un solo proyecto, debido a que depende únicamente, al igual que el VAN, de los parámetros propios del proyecto de que se trate, entiéndase FCN, I0, i, y no de tasas ofrecidas externamente, lo cual no quiere decir que no puedan haber dos proyectos con parámetros distintos y una misma TIR.
Al calcularla se encuentra la rentabilidad que se obtiene sobre el capital invertido mientras este se permanezca invertido, permitiendo desembolsos parciales de la inversión.
Es una medida porcentual, relativa y por tanto muy importante para comparar proyectos. Parte del supuesto de que, la reinversión de los flujos del proyecto se sucede a la propia TIR. (Brealey, Richard A. & Myers, Stewart)
La i, en este caso la r, que haga al VAN igual a cero será, precisamente el rendimiento de la inversión, o sea, la TIR. Esto resulta de suma importancia porque proporciona un método de cálculo de rendimientos internos de inversiones con mayor vida útil. La fórmula general para su cálculo será:
Donde: r = TIR
En el método del VAN la tasa de descuento i se especifica y el VAN es calculado, mientras que en el método de la TIR se parte de que el VAN debe ser igual a cero y se debe encontrar el valor r que satisfaga esta condición.
De acuerdo a los resultados de su cálculo, cuando la r > i (se acepta el proyecto). Si r = i, será indiferente y nunca se aceptarían proyectos cuya r < i. Si los proyectos son mutuamente excluyentes, además del resultado anterior se elige el que mayor r proporcionará a la empresa.
Los métodos mayormente utilizados para calcular la TIR son: el de prueba y error, el de solución por calculadora, Microsoft Excel utilizando la computadora y, existe uno en específico cuando los flujos de caja son constantes.
Desventajas de la TIR.
La TIR, sin dejar de reconocer su efectividad en la mayoría de los casos, presenta a menudo graves problemas que, si no se reconocen a tiempo, podrían inducir a una decisión errada, sobre todo para la decisión que se deriva de proyectos mutuamente excluyentes.
Un primer problema se presenta cuando en la determinación de los flujos aparecen cambios de signo. En tales casos puede que existan tantas tasas de retorno como cambios de signo haya, aunque otras veces varios cambios de signo solo exhiben una TIR o ninguna, en dependencia de los valores que se obtienen.
El máximo número de tasas diferentes será igual al número de cambios de signos que tenga el flujo del proyecto, aunque el número de cambios de signos no es condicionante del número de tasas internas de retorno calculables.
Las decisiones también pueden complicarse cuando no se pueden obviar en la evaluación de la inversión, por su importancia, la variabilidad de las tasas de descuento, dado cambios en la diferencia del interés o la rentabilidad a corto y a largo plazo. La solución en estos casos la da el criterio VAN, más constante y consistente, o una combinación de criterios de decisión para las ocasiones en que esto sea factible.
Determinación de la tasa de descuento
La tasa de descuento es otro aspecto sobre el que es necesario profundizar en el objetivo de comprender el contenido económico del VAN. Esta requiere de análisis tanto en su aspecto cuantitativo como cualitativo.
En su aspecto cuantitativo la importancia de una determinada magnitud en el valor de la tasa de descuento k, se deriva de la influencia que esta tiene sobre el valor actual neto, pues el VAN es mayor en la medida que k es menor y viceversa. Al analizar la función entre ambas variables se pone de manifiesto que el VAN en función de k varía entre los siguientes valores:
VAN = ( FC para k = 0
VAN = 0 para k = r
Mientras que, en su aspecto cualitativo, una de las principales dificultades para el cálculo del VAN es, precisamente, la de definir la tasa de descuento a utilizar. El proyecto supuesto teórico parte de la hipótesis de la existencia de un mercado financiero, y postula que esta tasa viene determinada por la tasa de interés que rige el mercado financiero, tasa ésta a la que se podría lo mismo pedir que prestar dinero, y que no variaría para cualquiera que fuera el monto solicitado. Pero, como se sabe, esta no es una hipótesis realista, pues son diversas las tasas de interés existentes en el mercado, tampoco es la misma tasa de interés a la que se presta que a la que se puede pedir prestado y, además; esta tasa está asociada al nivel de riesgo que tenga cada inversión en particular.
Otro criterio generalmente aceptado para determinar la tasa de descuento es el del costo de oportunidad del capital. Al respecto, si se parte del principio de la escasez de los recursos, resulta mucho más comprensible y factible, establecer como tasa de descuento el costo de oportunidad del capital, entendiéndose por éste, el de la mejor alternativa de utilización de los recursos, es decir, la rentabilidad a la que se renuncia en una inversión de riesgo similar por colocar los recursos en el proyecto.
En este sentido, es frecuente encontrar que la tasa de interés activa (a la que presta dinero la banca nacional) es sumamente alta, es costoso y difícil obtener créditos externos, debido al llamado riesgo país, lo que repercute en el incremento de la tasa de interés a que se obtienen estos recursos. Ello, se suma a que las economías del tercer mundo, caracterizadas, básicamente, por la alta participación del sector agropecuario y de la pequeña y mediana industria, sectores donde -en general- es baja la tasa de rentabilidad, por tanto, situaciones en que la tasa de interés es mayor que la tasa de rentabilidad. En este contexto, podrían también existir ramas de la economía cubana, en que el costo del dinero sea mayor que el costo de oportunidad del capital (dadas las restricciones que se enfrentan en los mercados de capitales), por tanto, en que habría que calcular la tasa de descuento a partir de la tasa de interés.
Estas y otras razones explican que, en el cálculo de k, estén presentes componentes objetivos y subjetivos, por lo que se coincide con aquellos autores que afirman que esta debe representar la rentabilidad mínima que se le exige al proyecto, para cuyo cálculo se considera que se deberán tener en cuenta factores objetivos, tales como: las tasas de interés a que la empresa y el país reciben recursos financieros, los niveles de rentabilidad de la rama económica a que pertenece el proyecto, riesgo financiero, etcétera, pero también criterios subjetivos dictados por la experiencia y la intuición del sujeto decisor.
En resumen, el VAN no se puede concebir sólo como un resultado numérico para seleccionar proyectos de inversión, sino que su empleo se sustenta en el hecho de que esté en correspondencia con los objetivos de los inversionistas, con los objetivos financieros de la empresa.
Períodos de recuperación simple y descontado.
El período de recuperación consiste en determinar el número de períodos necesarios para recuperar la inversión inicial a partir de los flujos netos de caja generados, resultado que se compara con el número de períodos aceptables por la empresa o con el horizonte temporal de vida útil del proyecto, en dependencia de la posibilidad o no de definir la empresa sus normas para recuperar las inversiones.
El período de recuperación puede calcularse considerando o no el valor del dinero en el tiempo.
Si los flujos fuesen idénticos y constantes en cada período, el cálculo se simplifica a la siguiente expresión:
PRs = FCN / I0
Donde: PRs, período de recuperación simple, expresa el número de períodos necesarios para recuperar la inversión inicial I0 cuando los beneficios netos generados por el proyecto en cada período son FCN promedio.
Si el flujo neto difiere entre períodos, el cálculo exacto se realiza determinando mediante suma acumulada del número de períodos que se requiere para recuperar la inversión a través de la siguiente formulación matemática:
Donde: Prec. = Períodos recuperados.
Inr = Costo de la inversión no recuperado al inicio del período.
FCN esp. = Flujos de caja esperados para el período donde se recupera la inversión.
La ventaja de la simplicidad de cálculo no logra contrarrestar los peligros de sus desventajas. Entre estas cabe mencionar que ignora las ganancias posteriores al período de recuperación, subordinando la aceptación a un factor de liquidez y riesgo más que de rentabilidad. Tampoco considera el valor del dinero en el tiempo, al asignar igual importancia a los fondos generados el primer año con los del año n. (Brealey, Richard A. & Myers, Stewart. C)
Lo anterior se puede solucionar si se descuentan los flujos a la tasa de descuento y se calcula la suma acumulada de los beneficios netos actualizados al momento cero.
Este criterio de decisión puede llevar a tomar decisiones erróneas al igual que la TIR, por lo que se recomienda su utilización como complemento de las anteriores.
Umbral de rentabilidad. (U.R.)
Mediante el análisis del Umbral de Rentabilidad se determina el nivel o régimen mínimo de explotación en el que los ingresos provenientes de las ventas coinciden con los costos de producción, es decir el punto en que un proyecto no deja ni pérdida ni utilidad. Por encima de este punto el proyecto produce utilidades y por debajo produce pérdidas.
Mientras más bajo sea el UR, tanto mayores son las probabilidades de que el proyecto obtenga utilidades y tanto menor el riesgo de que incurra en pérdidas.
El Umbral de Rentabilidad puede expresarse en términos de unidades físicas producidas (volumen de producción), ingresos por ventas (valor de la producción) o por ciento de utilización de la capacidad instalada y de acuerdo a los términos en que se requiera calcular, tendrá para su determinación su formulación específica:
Utilización de la capacidad de producción: UR ( F / r – V en %
Volumen de producción: UR ( F / p – V en unidades físicas.
Ingresos por ventas: UR ( p * F / p – v en pesos
donde;
F costos fijos anuales en pesos (incluyendo gastos financieros)
p precio de venta unitario en pesos
v costos variables unitarios en pesos (al 100% de aprovechamiento de la capacidad normal viable).
r ingresos por ventas en pesos
V costos variables en pesos (a plena capacidad).
Los resultados obtenidos muestran a qué nivel de producción y de ingresos por ventas, así como con qué utilización de la capacidad instalada el proyecto no reporta ni utilidad, ni pérdida, siendo este análisis especialmente útil en un proyecto en que la decisión es muy sensible a determinada variable, siendo necesario entonces establecer el nivel de riesgo a que estará sometida la operación del mismo.
Para el análisis del umbral de rentabilidad es necesario basarse en los siguientes supuestos:
Los costos de producción están en función del volumen de producción.
El volumen de producción es igual al volumen de ventas.
Los costos operacionales fijos son iguales para todos los volúmenes de producción.
Los costos unitarios variables se modifican en proporción al volumen de producción y por consiguiente también los costos totales de producción.
Los precios de venta unitarios de un producto o una gama de productos son iguales para todos los niveles de producción (ventas) a lo largo del tiempo. Es por ello que el valor de las ventas es una función lineal de los precios de venta unitarios y de las cantidades vendidas.
Se deben utilizar datos de un año normal de operaciones.
El nivel de los precios de venta unitarios y de los costos de operaciones variables y fijos permanecen constantes.
El cálculo en términos físicos se puede aplicar sólo cuando se produce un sólo producto o cuando se producen varios productos similares, susceptibles de convertirse fácilmente en un producto fundamental.
La gama de productos debe permanecer constante a lo largo del tiempo. (MEP,2001)
Bibliografía citada
(Heredia, R. (1995) "Dirección Integrada de Proyectos". Segunda Edición. Universidad Politécnica de Madrid).
(Latiner, Wendel M and Hildebrand, Joel H. Reference book of Inorganic).
(Levenspiel, O. Chemical Reaction Engineering, 1972).
(Lewis, G. Industrial Chemistry. 1956).
(Ministerio de Economía y Planificación. Bases Metodológícas para la evaluación de Estudios de Factibilidad de las Inversiones en Industrias. La Habana, 2001).
(Rodríguez Sandías, Alfonso. Análisis y Valoración de Proyectos. Universidad de Santiago. Departamento de Economía Financiera).
(Sánchez, I. R. (2002) "Tópico especiales sobre evaluación de proyectos de inversión". Monografía. ED. CDICT- Facultad de Tecnología de la industria. Universidad Nacional de Ingeniería Managua, Nicaragua).
(Sánchez, I. R. (2005) "Evaluación financiera de proyectos de inversión". Monografía. Universidad de Guayaquil de Ecuador).
Estilo Harvard para las Referencias Bibliográficas, CDICT-Universidad Central "Marta Abreu" de las Villas.
Sánchez, I. R (2003) Enfoque económico social de evaluación de proyectos de inversión. Tesis doctoral en Ciencias Económica, CDICT, Universidad de la Habana).
Weston, T., (2006) Fundamentos de Administración Financiera. Vol I, II y III, La Habana, Editorial Félix Varela.
Sánchez, Herrera y Lauchy, (2008). Formulación y evaluación de proyectos de inversión.
Mac Ketta, John and Cunningham y William (1980). Encyclopedi of Chemical Processing and Desing.
Sapag Chain, Nassir (1994). Evaluación de Proyectos: no sólo una cuestión de números. Universidad de Chile.
ELABORADO POR:
Sergio Díaz Arredondo, Ingeniero Químico, aspirante al titulo Académico de Master en Administración de Negocios. Email: . Director Técnico de la Empresa Electroquímica de Sagua, con el título de diplomado en administración de negocios otorgado por la Escuela Superior de la Industria Básica (ESIB), con la aprobación de cursos académicos de evaluación y certificación de inversiones impartido por la Escuela Superior de la Industria Básica y el Centro de Estudios de Economía y Planificación.
Autor:
Sergio Díaz Arredondo
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