Individuos del tercer milenio: seres que colaboran para el usufructo del "trabajo coagulado", en el desarrollo del pensamiento y que progresivamente se auto comprehenden en el concepto:ideas sobre el siglo 21[1]
Los rasgos principales de la "comunidad ´cibernética´"
En el proceso de producción de la conciencia, merced al cual: el pensamiento conceptivo se proyecta sobre la forma social que deviene, "…el objeto a considerar es, en primer término la producción material…" robótica, cibernética, mecatrónicamente mediada[2]Seres que consumen en "sociedad" establecidos en la entera espacialidad del planeta -y más allá de él-, o sea, la vigencia de relaciones de cooperación para el disfrute -usufructo- de "valores de uso" –outputs– (procedentes de la operación de cibersistemas en autocomplejización permanente), entre individuos desprovistos de todo carácter determinado de clase (de propiedad -del régimen de "división social del trabajo", del trabajo en general), en la que la reproducción de la vida se halla condicionada de forma robotizada. En las preasociaciones humanas, la existencia material del género depende directa y exclusivamente de la prodigalidad de la naturaleza; en las "sociedades" esclavistas, en las serviles y en las formas burguesas, ésta se sustenta en el trabajo particular de una clase; en las sociedades modernas y en las futuras comunidades -en cambio-, la sobrevivencia humana se apoya cada vez más en la operación de la "segunda naturaleza": en la técnica[3]
Cuanto más la humanidad se adentra en su futuro, de manera incremental se advierte una "sociedad" técnicamente más desarrollada, desprendida de los lazos secundarios (y primarios), de tráfico y sensoriales, en la que la persona misma se presenta vertebrada -más bien- por un sinfín de dispositivos automatizados: como ser puramente consumidor, "espontáneamente" organizado a través del ejercicio de nexos directos, primarios, de consanguinidad, filiales -en principio- (el ser humano vuelve a unirse en la "supramoderna ´manada´" a través del cordón umbilical de la técnica); índole superior renovada del "ser", que se afinca, a medida que la especie se acerca hacia la conformación de una característica antropomórfico-lógica, de orden universal. En la "formación social" hemisférica, el vínculo (formal, espiritual) entre las personas encuentra su génesis en el presupuesto comprehendido en el objetivo trascendente de la conciencia colectiva: acceder a la cumbre del saber. Esta tarea de realización y justificación de la existencia, se insinúa y se ratifica en el curso del movimiento evolutivo de la percepción; cronológicamente, en la fase en la que la vida no es razón y función de la producción humana ni depende más de ella o del "cambio" (intercambio) permanente, mientras que el "´valor de cambio´ deja de ser su mediador generalizado". El interés individual como el colectivo -por su parte- alcanza su realización en la determinación formalizada inherente a la "producción mecánica", hecho -en realidad- condensado en el supuesto histórico[4]
En este primer momento de concretización efectiva (K. Kosik), la humanidad y su entorno se ponen en conexión directa, y arriban hacia la conformación de un propio "sistema–coordinación-mundo", o sea, la formación de totalidad humana gestada conscientemente, emplazada -de modo provisional- en la entera superficie del planeta; empieza -por tanto- por tomar su puesto el imperio de la tercera (naturaleza) y definitiva forma de regulación "social" sobre el género en su integridad: la de índole "espiritual" (la "idea", en la comprensión hegeliana, adquiere existencia única y real). Este complejo económico-político-nocional da paso a la reformulación de la ideología: como la expresión concentrada de la economía y la política, en atención a que la humanidad en su estadio social o burgués maduro, hace primar su sentido, la percepción de sí, por cuanto ha llegado al máximo grado de su desarrollo material, por tanto: de totalización; y, en este momento superior de maduración etárea de la especie, todos sus componentes se han desplegado en la dimensión de su potencia y entre los cuales se ejerce influencia recíproca, en el interior de la red humana global, ricamente determinada y condominante. En el escenario supuesto, la conducta asociada con la noción de "libre albedrío", se advierte por doquier, en virtud de que en las formas de "producción" homogéneamente integradas se "suprimen" las instituciones jurídico-políticas ("la historia se hace dentro y fuera del Derecho"), las formas de gobierno, etc. Propiamente, el desarrollo de las fuerzas productivas: la robotización, conduce a la nueva "sociedad" -en su momento- a la "extinción" del Estado y, naturalmente, a la desactivación de la "sociedad civil", en general (en el seno de ésta -"sociedad civil"- se encuentra el Estado y, como efecto estructural: las clases). La "democracia" -en la circunstancia histórica, en perspectiva de descripción ex ante– (esa noción de cariz sagrado indistintamente tanto para "los vivos, como para los muertos"), desaparece, puesto que cae en desgracia toda noción de poder, sea que el origen, depositario, ejercicio y objeto consonantes con el término (autoridad), deban ser imputados al pueblo[5]
En verdad, allá por esas fechas: la formación humana no difiere mucho en su conformación interior, por más que esos modos particulares de vida que constituyen los diferentes colectivos de pueblos, reclamen su derecho de existencia; el sujeto único y total deviene la humanidad, en la mezcla de la determinación sincrética; en ese plasma humano de elevada catadura intelectual, se evapora el poder y en su reemplazo emerge un tipo específico de relaciones de simple coexistencia pacífica: la humanocovivencia. Respecto de esta categoría de coordinación hipotética -dicho sea de modo incidental-, se piensa que en la fase humana en la que el "régimen ´político´" sea la humanovivencia, al tratarse de individuos iguales y al no haber autoridades, imperaría en ella el caos; pero, no es así. Téngase presente el hecho de que los procesos administrativos (que arrancan de muy atrás de la organización del trabajo comunitario de los pueblos precolombinos; de la planeación de las guerras de conquista romanas; del proceso de programación en el uso de recursos y "tiempo": GANTT, PERT, CPM, ROY, PROJECT, dispuestos en las guerras imperiales yanquis y en las modernas actividades empresariales) cada vez se han ido automatizando. En la actualidad (año 2009) el género cuenta con sistemas administrativos parcialmente automatizados, virtuales e impersonales, en los que burócratas reciben disposiciones de programas, interactúan con las máquinas -instructivos- cuando deben ser tutorados e ingresan informes a un sistema. Y si no basta tal sustento material del comportamiento colectivo, se abrirá paso el principio habermasiano de la "formación de una comunidad de comunicación sujeta a la necesidad de cooperar". De modo que todo está sinérgicamente presupuesto.
En el cuadro histórico que perfila su esbozo en el horizonte: propiedad privada (de medios e instrumentos de producción) y trabajo: su división interna grupal (la producción material y, aún: la espiritual) -consustanciales en las formas de conexión humana clasistas-, se sitúan frente al proceso de anulación recíproca. En este futuro, la corporación productiva, la comercial, la financiera, la creativo-asesora, la nuclear originaria del poder de orden supranacional, tanto como el emprendedor y el tomador de decisiones -nacional e individual- solos, carecen de sentido y pertenecen a las sensaciones y representaciones correspondientes con formas de existencia material de antaño; formas que -por su parte- todavía impregnan conceptivamente la cabeza de los modernos reproductores subjetivos de la civilización. En las escenas de los Films de ciencia ficción -pese a que estos comediantes aún se mantienen atrapados en la ideología del trabajo no productivo jerarquizado, como de la tolerancia hacia el domino supranacional institucionalizado de las multilaterales y, por consiguiente: de la diferenciación social burguesa-, se ha podido superar este punto de vista de la historia. Sobre la conducta colectiva humana de ese momento, siempre, se puede decir, que el objetivo mayor para la especie (elevarse de la "condición humana" a la "condición divina") cohesionará y ordenará de modo espontáneo al género (en los regímenes clasistas, integración y orden constituyen el producto de sistemas de coerción político-ideológica, de la división del trabajo y de la esfera mercantil), pues, llegado a este momento la supresión del trabajo y la proveeduría de los satisfactores para las necesidades a cargo del sistema mecanizado, robotizado, inteligente de producción, permitirá que todo ser humano ostente niveles muy elevados de conciencia, que le conduzcan a considerar, que el móvil de su vida sea la cooperación en el desarrollo del conocimiento (naturalmente, esa sensación aparecerá, luego de haberse pasado por una etapa de depravación generalizada); a falta de la "abeja reina" y del trabajo como responsabilidad, el grupo quedará sometido al designio programador de las máquinas, el cual no es más, que la prefijación del orden y de la ruta dados por el propio ser humano, como instrucción presupuesta en las máquinas, a la manera de los 10 Mandamientos para los creyentes: objetivo y normas, que signan el camino futuro.
En esa "sociedad", que es producto, por una parte: de la acción política principalmente del proletariado y, por otra: del desarrollo y difusión (espontáneo y socialmente condicionado) de la ciencia y de la técnica, sus primeros indicios se destacan con entera nitidez: 1) "producción" y reproducción "social" al amparo de substratos cibernéticos, en ausencia de todo carácter individual de propiedad (en verdad: concluye la era del trabajo, del trabajo en general, según este punto de vista); 2) retracción de las antinomias sociales constitutivas; 3) coordinación humana por "ajuste mutuo" (democovivencia); 4) "colectivización" de las relaciones sexuales[6]y, 5) imágenes conceptuales de la realidad conforme es ella, en su objetividad y totalidad[7]Esta conjunción hemisférica de voluntades (integración esencial definitiva: comunidad de forma -idiosincrásica- y comunidad de conciencia –Marx, Agustín Cueva), idílica, paradisíaca, se proyecta en la mente de la mayoría de los miembros de la actual "comunidad ilusoria" (exceptuándose aquel grupo selecto de seres privilegiados dotados de conciencia histórica superior, que a lo mucho se incluyen en el "rango de error" de su magnitud estadística cuantitativa), tan sólo como una forma de "utopía" en la entera significación del término: el ser humano, es un ser egoísta, competitivo, por naturaleza; necesita -por ejemplo, se dice: como todo animal- linderar y defender un territorio para realizar su vida ("para prolongar sus genes"; pero el ser humano no registra tendencias territorialistas intrínsecas, por lo menos en sus etapas de formación inferiores, como si lo demuestran de modo acusado ciertos animales, los cuales lo demarcan; la persona aprende, en sociedad, a identificarse con un lugar y a defenderlo -hecho que en la sociedad, es el preludio que se dice de esa formalidad en materia de supremacía, consistente en el "desplazamiento territorial de las hegemonías": desconcentrar el poder, llevar la democracia al territorio- sic); por tanto, la territorialidad no es un fenómeno derivación psicológica de una razón genética: no es que se defiende un territorio sin más, más bien: se precautelan los recursos existentes en el área, luego: cuando éstos se agotan, se cambia de lugar de residencia, se renuncia al territorio -los seres humanos antiguos eran nómadas, las aves migran, las ballenas hacen lo propio), de modo que -es usual argüirse- constituye una aspiración desprovista de sentido el pensar en la emergencia de comportamientos hermanables en la especie, ni hoy ni nunca.
No obstante, con el ingreso de la humanidad en la fase de la "producción" "biomecaquántica" (momento preparado estructural e histórico-políticamente), la fuente de todos los males: el pecado original, o sea, el derecho individualmente reservado sobre los medios de producción que instaura la potestad de explotación y dominación de unos individuos por otros, se desploma y la vida retorna a su pureza primigenia; la ambición, el egoísmo y el psicólogo, los límites geográficos en el proceso de reproducción, en definitiva: los siete pecados capitales y sus jueces -tanto los viejos como los nuevos instituidos artificiosamente y sin la mediación de profetas por Ratzinger-, en la "comunidad de objetivo", se convierten en puras y simples remembranzas[8]En una palabra, se inhibe toda forma parasitaria de existencia, paradójicamente: por la conquista cruenta de éstas por la especie toda y su puesta en escena en su condición de patrimonio general; se suprime el consumo dispendioso, suntuario, derivado del "consumismo", de su inducción psicológica (inclinación perversa ésta, pues, el aparato concurrencial, sobre todo en los países del mundo en "desarrollo", crea la dependencia y, al mismo tiempo, niega los medios para su satisfacción a la gran masa de la población, en virtud de que el sistema económico instituido contiene el fundamento estructural del desempleo, de la reproducción programada de las escasez (en verdad: con la productividad (nivel de) actual, en el mundo, se dice que: "con que trabaje un 10% de la PEA, las necesidades estarían satisfechas"), de la sistemática reducción del poder adquisitivo de los ingresos -de los mecanismos de determinación de la reproducción de la estructura de clases ad infinitum-, de la quiebra de empresas; hecho que ocurre, se remarca -como es de dominio general-, de modo particular en la sociedad neocolonial, esto es, en el segmento poblacional receptor de la crisis gestada en la fluctuación cíclica de la economía burguesa de los niveles centrales[9]
Este prurito exasperante (uno de los varios reflejos condicionados, que históricamente tipifica la conducta del ser humano in abstracto): la práctica masiva y permanente de la compra (el ""valor" agregado" en la gestión: la persuasión, inherente al efecto proveniente del "mejoramiento continuo" en la esfera de aplicación de las políticas de marketing), asume el carácter de sustantivada palanca que sostiene la realización del interés de atesoramiento de quienes imperan en la moderna forma concurrencial de agregación humana. En respuesta, nuevas corrientes de bienes y servicios deben trasladarse al mercado; su producción demanda stocks crecientes de materias primas y del uso excesivo de "energía"; como efecto, esta forma de producción incide en el sobreuso mercantil de la naturaleza, por encima del impacto de ahorro de bienes intermedios, que traen aparejados los procesos de "micronización" (nanotecnología) en boga. La susodicha modalidad de producción es también cicatera en empleo de trabajo físico: menos componente material y destrezas manuales; creciente dotación de tecnología (capital) y mano de obra diseñadora de prototipos en las computadoras cuánticas: "nanoinformática" (el software, la inteligencia es lo que realmente vale; la nanointeligencia). La noción "maximización" evade la esfera de la producción (la dimensión del ejercicio de la pura determinación de la utilidad privada) y se instala en la del consumo; en realidad: el ser humano dotado de la modalidad distinta de razón, se desembaraza de la determinación de las formas suntuarias e inútiles de "demanda", modifica su conducta según dictámenes del concepto de optimización sobre el metabolismo individual y genérico, y se inclina hacia la consecución de la mejor utilidad efectiva con el menor nivel de consumo; sencillamente, la vida se encuadra en cánones de excelencia en la satisfacción: menos vehículos, menos casas, menos artículos de madera, de hierro, de petróleo ; la conducta paradójicamente cambia: frugalidad en medio de la abundancia, a la manera de Diógenes: rechazo a los bienes materiales.
Esta circunspección y magnificencia frente a los propósitos de la existencia y a la utilización racional de los medios para sí, alcanzan también a la producción de ideas, pues, la percepción mítica queda atrás, de modo incremental y sostenido[10]de manera que la representación objetiva, lógica, frugal, de la cotidianidad, del devenir del Universo, pasa a ocupar su lugar[11]La determinación abstracta de Hegel, se torna concreta: "lo que existe es la idea" (pero como proyección mental de la realidad); el ser humano reifica sus circunstancias, humaniza la naturaleza. En estricto sentido, para el movimiento del pensamiento vienen puestas determinaciones, que conducen a un orden de resultados, en los que se concentra la máxima eficiencia, la calidad, pues, la conciencia simplemente "filosófica" se reformula en la negación científica de su matriz ideológica (Braustein, Néstor). A decir verdad: con la "producción" maquinizada, las regularidades estructurales y procesales que hacen el sistema, ponen término a su determinación[12]La sociedad se libera del "trabajo" (del trabajo instituido en el encuadre de relaciones clasistas: trabajo productivo, por tanto: en su naturaleza concreta de labor mecánica, repetitiva, mezquina frente a la inteligencia); y, se eleva a ocupar un escaño crucial en el propósito espiritual de su devenir, en su sino coyuntural; pero, para hacerlo, esa forma humana se halla exigida de desarrollar la ciencia y la técnica (en realidad: se encuentra perurgida de concretizar este proceso -la totalidad multideterminada de "convergencia tecnológica"; la real "cadena de valor" en materia de emulación cognitiva -productividad sistémica[13]precisamente aviniéndose a ejercer esa actividad en el marco clasista burgués de producción; en adelante, se ocupa de realizar actividades, que ya no sustentan orgánicamente su ser, sino, tan sólo: su conciencia (la "sociedad de la espiritualidad", a la manera de la aseveración europea)[14].
En el proceso de interconexión del ser humano con su substractum ontológico, centrada la mente en la concepción objetiva del discurrir histórico, inmediatamente se advierte cómo no toda la humanidad ha sido cronológicamente antrópica ("´falacia de composición´, ´falla lógica´" intencional en la percepción del poder), sino, tan sólo, una fase de organización y vida de ella: la capitalista, la que ha estado sujeta a la operación de la regularidad atada al movimiento social de la plusvalía (transformación del excedente sobre el trabajo socialmente necesario en capital; y, en el presente: del excedente de trabajo y de la "naturaleza", en capital); pero, en el interior de la forma mercantil moderna, no todos los intereses de los integrantes de la sociedad han sido matricidas, sino únicamente los asociados con una clase: la burguesa (los monopolios, las trans y multinacionales muy especialmente)[15]. Tanto el habitante neocolonial como el trabajador, no son responsables de la destrucción de las condiciones materiales de la existencia; son, más bien: los afectados (pese a que por allí se blanda la argucia de que como consumidor de productos industriales, el trabajador también ha ingresado en la cadena antrópica, pues, no ha podido renunciar al consumismo). Con el cese del dominio burgués en la historia, llega también a su fin el impacto unidireccional negativo de la antinomia cotidiana entre "sociedad" y naturaleza. En una palabra: la conspiración clasista matricida y fratricida (contra la naturaleza y contra otros seres humanos, en su orden), cesa en su perfidia[16]
El sistema burgués de existencia se ha convertido en un supuesto, por cuanto: en el proceso completamente robotizado de producción, no se advierte más la presencia de trabajo vivo. La técnica -el trabajo pasado en concreto– ha derivado a la "fuente de valor", luego de haber elevado a cifras máximas su productividad (nivel de). Paralelamente, degeneran en sentido los programas de política económica (estilos de acumulación), los patrones interventores, modeladores de la sociedad: neoclásicos (la ausencia de guías de conducción del orden concebida en su función de modelo de política: " las olas nos llevan, las olas nos traen "), de corte fiscalistas, ecologistas, a escala humana (la conciencia conceptiva y la voluntad programática, se topan con su frontera: al sistema senil, el recetario homeostático, le es inocuo)[17]. En realidad, las teorías que propugnan la equidad -estado a conseguirlo a través de intervenciones parciales en el interior del régimen burgués de existencia-, se encuentran completamente muertas (es obvio, que el liberalismo económico lo está mucho más, puesto que se halla exánime y enterrado)[18]. Strictu sensu: la equidad no se va a conseguir como efecto de la disposición del resultado previo del trabajo humano y de su redistribución; por el contrario, es la "energía" del "robot" (del "esclavo mecánico") la que libera al ser humano del trabajo y genera las "calorías", que requieren todos los miembros de la especie para su reproducción, esta vez, en colectivo. Colectivo profundamente ideológico, postideológico: la existencia de "unidades de inteligencia" articuladas en un solo tejido de conciencia humana, en ausencia de condicionamiento individual y productivo, ubica una nueva forma de sentido para ella, frente a la fuerza opuesta de la concepción placentera de la vida.
Postideología, en la medida en que la población mundial, en este caso, dispone de un solo Norte, de univocidad de sentido precomprehendido para la existencia (sencillamente, las condiciones socio-históricas de reproducción material de modo no muy notorio, han cambiado); expuesta de otro modo esta reflexión: las concepciones e intereses hoy a la mano, se tornan en minucias y en motivo de rubor para la nueva conciencia, pues, todas las mentes más o menos vertebradas mediante participación de mecanismos de la técnica o de la bioingeniería, comparten todo, pero de modo particular: la esfera espiritual; en una palabra: los deseos se homogenizan en uno: grande, único, antropocéntrico, neoprometeico, híper racional ligado al trabajo de la inteligencia colectiva, en cuanto constituye el reto para ella: la mente frente a la incógnita de la realidad universal. La Ley de Moore, las apreciaciones de Castells (Castells, Manuel. Fin de milenio) sobre el desbordamiento espontáneo de varios substratos de la técnica en la "era de la información", la necesidad de la transnacionalización económica de formar un mercado hemisférico de demanda efectiva para las empresas globales (lo que induce a reducir la brecha económica como mecanismo de realización de la mercancía y del comercio mundial), ponen a la socialización del conocimiento y de la técnica, en primera línea de los instrumentos de redistribución de la riqueza (los "ciberadictos"). No obstante, el presente todavía es como es: en el mundo, la mayor parte de la capacidad de inteligencia está subutilizada (se halla simplemente sobreviviendo como reserva o para reponer dicha reserva, realizando actividades de baja productividad sobre todo en el sector agrícola, en el artesanal, en el artístico); mal utilizada (delincuencia, drogas, vagancia); y, desperdiciada (en reuniones sociales, en paseos, en bailes, en la ingesta de licor, en las exposiciones pictóricas, en las salas de cine).
La reproducción de la vida en estado gregario superior, en el interior de las escenas que preludian el ingreso en la esfera terrestre de la etapa histórica según la determinación de relaciones de colaboración para que se aproveche la herencia material y espiritual del trabajo de generaciones pasadas (el sistema "mecatrónico" de "producción" en curso; en efecto, debe admitirse, que el mundo experimenta una transformación formidable, que tuvo su inició en 1956 -fecha letal, en un sentido, para la historia humana, pues, fue el año de comienzo de la defección real de sistema socialista: transformaciones regresivas, de las cuales es beneficiario Occidente-: la formación de una sola economía global, proceso que se evidenció en su entera magnitud a partir de los sucesos del 89 del siglo pasado), la sobrevivencia de amplias capas de indigencia, no se relaciona más -como hasta el presente- con la distribución asimétrica de los medios de producción (propiedad privada y concentrada del capital[19]La sustentabilidad material y espiritual humanas se subsumen -más bien- en la directa determinación del acceso diferenciado a la riqueza (tomada esta expresión en sentido cuasi neoestructuralista) producida por la técnica histórica y progresivamente potencializada, o sea, sin mediación de la operación física del trabajo vivo[20]
Dicha "forma de ser" que se viene de la especie (humana), cuyo carácter contraviene toda presunción actualmente admisible, figurativamente se modela en el sentido comprehendido en la noción "humanovivencia" (existencia hominizada, hominizante: el "ser", cada vez más se vuelve "concepto", para eso existe y se vertebra en la coerción conscientemente admitida, buscada, deseada, proveniente de ese objetivo): las simples "unidades de inteligencia", por ese entonces, solemnemente existen en cuanto posiciones, soporte de funciones de cooperación en la red de nexos necesarios en la admisión de la idea (procedente de la operación de la Inteligencia Artificial -IA), en la tarea de ampliación de su dimensión y en la de conferimiento de su coherencia: otorgarle sentido de objetividad y cada vez más volcarse como conciencia plena (autoconciencia: del sistema-proceso que lo produce, y del medio en el que ésta se mueve). ¿Cuál es el orden que pertenece al pasado, el trámite en curso y las tendencias hacia esa armonía: las bases dadas, la dinamia actuante y las tribulaciones de la "masa crítica" popular, al momento subyugada? (la componente "de dominante" se propone borrar todo rastro de las fuerzas históricas, acaso fundamentales, de las que proviene y sobre las que una vez su grandeza se apoyó).
En una palabra: ¿cuál debería ser el escenario prospectivo de la humanidad inmediatamente trascendidas las circunstancias de vida presente (a término de la larga onda clasista, con la abstracción definitiva de la forma burguesa), de conformidad con el modelo de proyección de las tendencias evolutivas de las variables estructurales de la humanidad: "condiciones de desarrollo material", "estructura socio-económica", "superestructura jurídico-política" y "formas de conciencia social"? En cuanto al principio metodológico de la extrapolación y vertebración de factores, se asume que la determinante principal de configuración se ubica en la variable intermedia entre conocimiento y economía: la tecnología, mientras que aquella que le reemplaza en el largo plazo, es el conocimiento. El colectivo mundial, ha conseguido recuperar el funcionamiento estable de la naturaleza; la esperanza de vida ha aumentado y se han derrotado a las enfermedades; el trabajo ha dejado la escena histórica, la humanidad es abastecida por el sistema automatizado de elaboración de inputs; la familia no está presente más, tanto como la infidelidad y la prostitución (pues, el sexo se ha vuelto libre y solamente gustativo[21]la personalidad del individuo y la de las inteligencias agregadas, cada vez se torna más madura, seria, reflexiva (el proceso común de reproducción no sexual de la vida humana, es el responsable); el capital ha desaparecido, también el Estado, los Bancos, los abogados (el Derecho), los psicólogos (en oposición al punto de vista de J. Baudrillard, quién sostiene que el futuro está en el pasado, que la mirada ya no está en la anticipación sino en la historia; en estas impresiones -en cambio- se sigue viendo al futuro como vía y estado superior al presente; en realidad, el "cuarto mundo informáticamente subdesarrollado", no es posible -la Ley de Moore, la fracción autónoma tendiente a su socialización inherente a la técnica, las redes sociales, etc., constituyen su contratendencia[22]
Las relaciones entre los miembros de la humanidad supramoderna, son de tipo covivenciales: simple colaboración para sostener la especie, requisito, a su vez, necesario para incrementar el saber: no más mercado, trueque, deudas, más bien acceso directo a productos de procedencia del trabajo automatizado; la población se ha reducido en número, ésta mora fuera de la tierra, se dedica a los viajes espaciales, a la investigación científica seria. Para ese entonces, la conciencia es objetiva y de alto grado de desarrollo como efecto de que todas las condiciones materiales supermodernas (tecnológicas), estarán dirigidas a promover el desarrollo de la misma (empezarán a presentarse como tontas las diversiones, el consumo de alcohol, la literatura[23]el arte, el baile, ; a fin de cuentas, el ser humano ya ha demostrado hasta la saciedad, que para todo eso es capaz, no necesita -por tanto- insistir en ello, reiterar en el arte, en los deportes, en las fiestas), las personas se tornarán -se insiste- más serias, serenas, menos afectas al placer, denotarán mayor madurez y precocidad; una sola forma antropofísica, antropocultural (unidimensionalidad material, étnica, espiritual del género), es la característica; la competencia pasa a ser un simple recuerdo de la inmadurez humana, sólo emulación y cooperación tienen valor; la formación de la conciencia (educación) se vuelve virtual (Secon Life), personal, en red social. Para una persona depositaria de dinámica y alta racionalidad, la preocupación básica de su vida pasa inmediatamente a ser cómo desarrollar más dicha conciencia, cómo entender mejor la realidad "antes de dejar este mundo" (de pasar a la forma inerte de materia), con una idea más amplia y objetiva; pues, ya está escrito, que fuera del ser humano no es concebible la existencia: la conciencia es inmanente, mas no la sensibilidad (el deseo sí lo es, puesto que es la sensibilidad -necesidad, interés- que pasa por la conciencia).
Autor:
Justo Catillo Freire.
[1] Tomado de Justo Castillo F.: la ?Nueva concepci?n de la historia?; libro segundo, Quito, 2010, Pp.: 334-343 (Obra completa: www.nuevaconcepcionelahistoria.com).
[2] El ?ser social? universal, de acuerdo con las nuevas determinaciones que pasan a conducir su vida, se coloca frente a la circunstancia en la que se transforma en objetivamente consistente aquella afirmaci?n ?apresurada para la ?poca en la que fue planteada-, acerca de que la tecnolog?a se convierte en la soluci?n para los problemas humanos, incluidos los de orden social (la acci?n pol?tica proletaria, el socialismo, el ?socialismo real? de la ex URSS de los ?ltimos a?os, las luchas de liberaci?n nacional y las de car?cter antisistema, han puesto la condici?n para que la t?cnica inicie a operar de ese modo).
[3] Si bien los t?rminos: rob?tica, cibern?tica, bi?nica, rob?tica de humanoides, mecatr?nica y otros que se utilizan en la moderna ?teor?a de control? (pese a que la mecatr?nica actualmente abarca a todos), tienen connotaci?n especial, aqu? se los utiliza en el sentido de que los mismos integran una tendencia en el proceso de desarrollo de la tecnolog?a de lanza, que trata de reproducir la naturaleza con el ?aporte? dado por las destrezas creativas del ser humano.
[4] De an?loga manera, para el momento que se viene, se convierte en f?ctica la suposici?n, en torno de que m?quinas planear?n la ?producci?n? de cadenas de otras m?quinas, en funci?n de las necesidades determinadas, que la humanidad de entonces requiera (la ?calidad total? -el ?mbito de la simple ?gesti?n?: el ?modelo de operaci?n?, la ?estrategia socio-productiva?- pasa a ser patrimonio de la ?conciencia? de las m?quinas; esta aseveraci?n ?dicho sea incidentalmente- no es portadora de sentido audaz alguno, pues, el proceso de la inteligencia artificial, en el g?nero, para el a?o 2001, constituye ya una verdad, tanto, que incluso se empieza a hablar de ?inteligencia? ?emocional?, o sea, de la operaci?n de programas electr?nicos gracias a los que la ?entidad? robotizada detente la capacidad de la aceptaci?n y del rechazo; por ejemplo, en los ordenadores comunes actuales ?2008- un simple software ?toma? decisiones, verbi gracia: no vuelve a corregir la gram?tica de un texto ya corregido, es obvio, que esto ocurre seg?n instrucci?n dada por el ser humano, capacidad que en la persona viene puesta por su ser natural: cumplir las simples funciones de b?squeda de su permanencia y bienestar, de la necesidad de conocer ?la cual aparece como simple curiosidad- asociada a esas mismas funciones, a fin de mejorarlas); en el encadenamiento y la programaci?n quedar? resuelto el problema de la "depreciaci?n" (el proceso de reposici?n de los "medios de producci?n" gastados ?en efecto, este hecho se produce seg?n la norma: ?la materia ni se crea ni se destruye, s?lo se transforma? ?y esta capacidad de transformaci?n, no es m?s que la producci?n de nuevas propiedades (propiedades siempre superiores) por parte de la materia misma, mediante combinaci?n, permutaci?n, conmutaci?n, entre ?stas-; pero en el cambio ser humano-naturaleza, la suma es siempre cero). En la ?sociedad? en constituci?n, los managers, los l?deres empresariales y, a?n: los conductores sociales, se reducen de rango, vuelven a ser lo que una vez fueron: sencillamente el "sachen y los caudillos" (Engels, Federico); en efecto, la econom?a ?mecatr?nica? se perfila como un ?fen?meno fundamental, porque es la determinaci?n de todas las formas de organizaci?n ?pol?ticas? que vendr?n a futuro y tambi?n de las nuevas formas ?ideol?gicas?, que tendr?n que producirse?, que est?n emergiendo.
[5] En efecto, la significaci?n de la noci?n "democracia" (la dictadura perpetua de la clase dominante: esclava, se?orial y de la burguesa en especial; el r?gimen democracia, s?lo es posible en el interior de estructuras humanas clasistas) -por ejemplo- a la que tanta importancia y exagerado inter?s se otorga y se pone en la actualidad por parte de tirios y troyanos, de modo que su trama de clase y su funci?n pol?tico-ideol?gica se substrae e inclina su cerviz, para desempe?ar el papel de fetiche a los amos consuetudinarios; precisamente esa entelequia histri?nica y tramposa, esa ficci?n: ?salta en a?icos! No se requiere ser poseedor de una perspicacia especial para advertir, que el t?rmino aparece directamente en la astucia (en la creatividad, en la inteligencia, en la excelencia) del reci?n constituido poder de clase (en las formas sociales esclavistas greco-romanas: en estas "sociedades", cuna de la ?democracia?, la mujer est? sometida y los esclavos no menos), para desempe?ar el doble papel ideol?gico y pol?tico de cohesi?n y estabilidad de dichas comunidades en el manejo administrativo de la colectividad en ejercicio, en funci?n de la reproducci?n de un solo inter?s; noci?n de ?ndole prospectiva burguesa, inscrita en su naturaleza enajenante, de concreci?n imposible y, por lo mismo, inductora del sometimiento a la Fe: la eterna aspiraci?n, que constituye su eficacia aparejada. Al desaparecer la "econom?a": la producci?n por manos humanas sobre la abstracci?n del proceso burgu?s de la vida, se volatilizan los efectos de clase y los efectos de estos efectos: la pol?tica, la ideolog?a, el Estado y -por consiguiente- la democracia (esta palabreja, en la concepci?n marxista de la historia, es un t?rmino huero; en un pueblo ?demos-, que simplemente se ?coordina? ?socialista, comunista-, desaparece el ?poder? ?cracia-, sea que ?ste se derive de la fuerza, de la delegaci?n o del consenso). En la coyuntura empero, la ?democracia?, como las sociedades por acciones en la econom?a preparan su autotransformaci?n, en pol?tica constituye la antesala de la metamorfosis del r?gimen (contiene los supuestos ontol?gicos para que la acci?n del proletariado y su ?bloque pol?tico? transformen? el status ?Lenin-; o sea, de la acci?n del sujeto post proletario enfrentado a la cadena de Estados transnacionalizados, que es el modo como hoy superestructuralmente opera la dominaci?n global: ?El Estado en general, es decir, la m?s completa democracia, ?solo? puede extinguirse? ?Lenin: El Estado y la revoluci?n).
[6] Esta libre y espont?nea disposici?n al sexo, hoy se presenta todav?a a la mentalidad en boga, como una maldita aberraci?n; pero, ma?ana m?s tarde habr? de ser (volver? a ser) un comportamiento natural de la especie: el nudismo, el estrictismo, el sexo libre, etc. (la conducta trasciende: de las relaciones sexuales en grupo hacia la comunidad sexual -bonoboicas); de esta manera se supera la monogamia: r?gimen de exclusiva observancia para la mujer y que "… entr? en escena bajo la forma de esclavizamiento de un sexo por el otro, como la proclamaci?n de un conflicto entre sexos…". Con la superaci?n de la instituci?n hist?rico social de la monogamia (de esa instituci?n econ?mica de clase ego?sta por excelencia: la familia monog?mica ?sus miembros s?lo se conduelen de s? mismos), se suprimen al un?sono el eterismo (la infidelidad masculina) y el comercio sexual (la prostituci?n); mas, para que esta condici?n se diluya, debe abolirse la funci?n de aprovisionamiento econ?mico, que en las sociedades clasistas tiene el cuerpo de la mujer; gracias al desarrollo de las fuerzas productivas, a la lucha mundial proletaria y a la huella del socialismo, esa determinaci?n ha devenido en realidad, de modo que el paso al comunismo cibern?tico se halla en curso (las fuerzas productivas y los nuevos movimientos pol?ticos, son sus art?fices); en esta forma humana superior: del ?Fondo General de Productos? (seg?n la nueva contabilidad formal), cada quien retirar? la parte correspondiente a su sobrevivencia. Por tanto, en el pr?ximo futuro cuando las nuevas "generaciones aparezcan, enviar?n al cuerno todo… [lo que actualmente se piensa]… que deber?an hacer. Se dictar?n a s? mismas su propia conducta, y, en consecuencia, crear?n una opini?n p?blica para juzgar la conducta de cada uno" (Engels, Federico: Origen de la familia, la propiedad privada y el Estado).
[7] Este movimiento social, que se produce ante los ojos de las generaciones presentes "Encierra, in miniature,… [la superaci?n]… de todos los antagonismos… [que habr?n de dejar la escena hist?rica]… m?s adelante en…? la nueva comunidad humana. En la ?sociedad? pr?xima, la competencia en todo terreno ?aun en el del desarrollo de las fuerzas productivas- cede el lugar a la colaboraci?n (la necesidad evolutiva de que el mejor material gen?tico se perpet?e concluye, pues, tambi?n esta preservaci?n se vuelve, a su vez, funci?n de la t?cnica). En coherencia, la nueva sociedad debe ser te?ricamente caracterizada a tenor de la formulaci?n del modelo de su forma pura, es decir, sin la molesta presencia de las contingencias y perturbaciones hist?ricas concretas, esto es, no en atenci?n del atributo amplio, fenomenol?gico de la ?complejidad? real, sino de su resumen l?gico esencial, como derivaci?n justamente del trabajo de esa modalidad procedimental de la mente, denominada ?pensamiento complejo?.
[8] Qu? persona actualmente no se halla persuadida de que los s?ntomas asociados con la locura tienen correlaci?n directa con el cierre de opciones en la vida, lo cual es la norma en el sistema concurrencial (all? radica su fuente), que los modos de producci?n clasistas imponen; se conoce tambi?n, que la dotaci?n de empleo y/o de ingresos calma progresivamente los efectos de la demencia (una persona pobre, sin empleo, con responsabilidades ?presiones- econ?micas, subalimentada y en preocupaci?n permanente, detenta la base material de la locura); por tanto, las crisis de orden psicol?gicas propiamente tales, tienen naturaleza ?nicamente org?nica (lesiones o defectos en la estructura y funci?n cerebral). Con la abundante producci?n cibern?tica no hay cabida para la locura de raigambre socio-estructural.
[9] En efecto, lo descubri? Marx: la econom?a capitalista es c?clica (es la ley eterna de funcionamiento de la materia, que el ser humano debe pasar alg?n rato a regular: ondas largas, ondas intermedias a su interior y ondas cortas en el seno de estas ?ltimas): reanimaci?n, auge, crisis y depresi?n.
[10] Prevalece la visi?n est?tica, objetiva de la vida: el realismo en el arte, una vez separadas las veleidades e ingenuidades en la comprensi?n del mundo; la base de la percepci?n ilusoria, abstracta, surrealista, desaparece al ocupar ?mbitos de mayor relevancia la posici?n antiescatol?gica de la ciencia; no obstante, el hecho tiene lugar, no sin antes haberse producido el necesario coletazo y la reacci?n del irracionalismo posmodernista en parad?jica conjunci?n con la racionalidad l?gica (eclecticismo monstruoso); eso ocurre, por ejemplo, en el ?rea de la Arquitectura con el ?deconstructivismo? en boga (el ?caos ordenado? por oposici?n al racionalismo de la eficiencia, de la optimizaci?n, de la maximizaci?n ?menos esfuerzo y mayor retorno-, de la frugalidad)..
[11] Cambio de conducta en 180 grados incluso en la esfera espiritual de la existencia: la historia ya no constituir? un simple relato apolog?tico, la perennizaci?n del narcisismo del triunfo: ?propaganda de los vencedores? (como suele ser el noticiario televisivo, radial, period?stico: publicidad narcisista de los dominadores), sino la dilucidaci?n objetiva de las determinaciones del devenir humano sustantivado; tambi?n los obstinados llamados a renunciar del sacrificio de animales para bienestar alimenticio humano (aunque este hecho persista en la naturaleza en el plano de la cadena alimentaria animal) van a tener o?dos, con la producci?n de toda la riqueza de la prote?na animal en laboratorios, en factor?as automatizadas. Esta modificaci?n de locus, no obstante, ocurre en el escenario complejo cada vez regido preponderantemente por el proceso de ?lucha de ideas? en el interior de las disciplinas del pensar: idealismo-materialismo, cosmogon?a-cosmolog?a, capitalismo-comunismo, emocionalidad-racionalidad, democracia-democovivencia, agnosticismo-saber absoluto, indeterminaci?n-determinaci?n, posmodernidad-transici?n,…_
[12] El ser humano, al inaugurarse la historia, al transformarse en productor, pasa a producir su propia existencia material; en la ?sociedad? que se presiente, se suspende este proceso de autoproducci?n de la vida a cargo del propio g?nero; de esta funci?n deben ocuparse las m?quinas ?inteligentes?, o sea, el trabajo pasado, el ?capital?, obviamente despojado de su naturaleza de tal, pues, se desactiva el influjo de la relaci?n a ?l asociado, en el per?odo burgu?s seg?n la periodizaci?n humana impl?cita.
[13] Si el vicio del pensamiento burgu?s sobre la tecnolog?a consiste en practicar proyecciones sobre desarrollo tecnol?gico manteniendo inm?vil el marco de las relaciones sociales, quienes cuestiona la ?convergencia tecnol?gica? a partir del ?ngulo del altermundismo, en cambio, operan de modo inverso: oponerse al desarrollo t?cnico, porque aducen que el mismo bloquea la emergencia de las nuevas relaciones sociales. ?? a la mayor?a de personas nos resulta dif?cil percibir la relevancia que tienen algunas poderosas nuevas tecnolog?as para consolidar este proceso de dominaci?n, cambiando dram?ticamente aspectos fundamentales de la vida cotidiana?; nanotecnolog?a, inform?tica y neurociencias, todas en un avanzado proceso de desarrollo controlado por y para favorecer los intereses de los poderosos, principalmente de las empresas transnacionales?; se est?n desarrollando nuevas herramientas tecnol?gicas que permitir?n a quienes las detentan, aumentar el control social y el disenso? (Ribeiro, Silvia. ?Qu? nos deparan las nuevas tecnolog?as?; revista Am?rica latina en movimiento, Quito julio del 2004); es exacto lo dicho, no obstante, de otro modo no habr?a tecnolog?a ni una raz?n por la cual luchar (se recusar? manifestando, que el ser humano no necesita tecnolog?a capitalista para vivir, frente a lo que no queda m?s que respetar este pensamiento pigmeo y hedonista).
[14] La teor?a del ?reflejo din?mico? de Lenin, el ?aprendizaje significativo? de Ausubel (la pedagog?a conceptual), el aprendizaje por ?modelo social? de Bandurra, el proceso de interiorizaci?n de la estructura y sentido del mundo de naturaleza virtual, en el interior del sistema progresivo cognitivo/operativo ordenados en el marco de completamiento del movimiento de ?hominizaci?n? de Leontiev, constituye el fen?meno cognitivo en marcha. A futuro, mientras m?s se virtualiza la actividad de captaci?n (y acci?n) sobre el mundo por parte del g?nero, poco a poco emerge y se impone un modo de formaci?n de la conciencia y de sentido, de integraci?n a trav?s de mecanismos repentinos inherentes a procesos de manipulaci?n neuronal.
[15] El modo burgu?s de vida, responsable de los problemas que experimenta la ?morada del ser humano?, con el acelerado desarrollo de las fuerzas productivas, ha forjado tambi?n la base t?cnica (el c?digo gen?tico), para crear una nueva variedad de ser humano, que no solamente sea inmune a los problemas ambientales, sino que debe ser un viajero sideral, conquistador intelectual del Universo (esta conducta futura es advertida muy bien ya por la ciencia y, desgraciadamente lo es, seg?n un car?cter abstracto y clasista, e intencionalmente inocuo).
[16] Es muy propio sostener, que los pa?ses llamados ?desarrollados? deben su status a la explotaci?n de pueblos y a la destrucci?n de la naturaleza (lastimaduras a la corteza terrestre, a la hidrosfera y a la atm?sfera; sobreextracci?n de recursos; y, sobreproducci?n de deshechos en estado no degradable por los procesos de ?reciclaje? natural); su capacidad t?cnica en navegaci?n por ejemplo, ha derivado en la explotaci?n unilateral de recursos del mar que como el pisc?cola es de ?propiedad? de toda la humanidad; prote?na gratuita, que ha ido a parar en el paladar y a formar la masa gris y muscular de estadounidenses, europeos y amarillos japoneses. El habitante Shuar ecuatoriano, que ni siquiera conoce el mar, ha sido afectado por este abuso. Pero los gringos estadounidenses ?y el resto de avezados saqueadores- no est?n dispuestos siquiera a cumplir con los acuerdos de Kioto.
[17] Tanto las pol?ticas como los modelos de desarrollo ya no dan para m?s, ?se han agotado?, en una sociedad ?real?, en la que no se admite la planificaci?n; momento en el que ?parad?jicamente- se hallan en gestaci?n acelerada, mas bien, las condiciones para ejercer la pr?ctica ordenada de la programaci?n del desarrollo de las fuerzas productivas, exenta de la participaci?n de la fuerza de trabajo humana.
[18] Frente a la ?teor?a de las ventajas comparativas? ??al universalismo de la teor?a modernista del desarrollo?- (en estricto sentido: del sustento racionalizador de la divisi?n internacional sectorial del trabajo, en el modelo metr?poli-sat?lite), la especializaci?n y la asimetr?a que de ella se derivan, se ha erigido la noci?n program?tica del desarrollo de car?cter ?autosuficiente? ??desarrollo autocentrado disociativo?- (o sea, un orden sist?mico de la econom?a, con alta especializaci?n interna y complementaci?n, de intercambios internacionales selectivos, como garant?a de seguridad y resistencia frente a intentonas hegemonistas, a la dependencia, al bloqueo al desarrollo capitalista en los sat?lites y a la exacci?n de excedente). Las dos tesis oficiales conservadoras (convencionales, homeost?ticas), no obstante, han sido superadas por la historia.
[19] En la conciencia burguesa en torno del proceso econ?mico se ha instalado la creencia acerca de que el capital (el capital constante) crea valor (empero, en la objeci?n objetiva: mientras m?s se automatiza el proceso de producci?n el capital cada vez m?s reduce la producci?n de valor ?el rendimiento del producto del trabajo obrero vivo-; y, concomitantemente, decae la tasa de ganancia); cree tambi?n, que el criterio de pol?tica econ?mica m?s expedito para subsanar el problema de la pobreza radica en que ?sta debe estimular la producci?n de riqueza ex ante, para luego proceder a su distribuci?n (topes salariales en relaci?n directa con la productividad del trabajo) y/o a su redistribuci?n a trav?s de la generaci?n de empleo o mediante el ejercicio de medidas de pol?tica social.
[20] En verdad, si se admite un mundo capitalista tal cual est? hoy como el escenario futuro en correlaci?n con una condici?n anquilosada de la vida, aquellas proclamas burguesas catastrofistas sobre el estado de retroceso "cultural" y t?cnico de los pueblos neocoloniales, resultan parcialmente ciertas, o sea, la "brecha digital", el mono lenguaje (desconocimiento del Ingl?s), la brecha tecnol?gica: los neofetiches a los que se asocia la responsabilidad de la pobreza, del "subdesarrollo", de los l?mites puestos para la reproducci?n futura de la vida y del desconcierto sobre la existencia de amplias regiones de la esfera, es obvio: en el marco epistemol?gico del paradigma occidental del progreso concebido como acumulaci?n de riqueza.
[21] En la satisfacci?n carnal humana, la pareja se convierte en simple objeto de disfrute; finalmente, en el sexo el ser humano recupera su naturaleza animal y se cosifica; es precisamente esa condici?n, la que se piensa superar con el concurso de la t?cnica al volver racional el placer (que es s?lo propio del macho animal), mientras que la reposici?n humana pasa a manos de la automatizaci?n.
[22] ?Fracci?n aut?noma?, en el sentido en que los instrumentos efecto de la ontologizaci?n del pensamiento, inducen el aparecimiento de nuevas necesidades asociadas, a trav?s de las cuales se hacen efectivas en toda su magnitud en la coyuntura, las bondades de una nueva tecnolog?a; pero siempre las nuevas tecnolog?as tienen instrumentalizaci?n en el designio del dominio: tras las Redes Sociales se halla la CIA, all? se recaba informaci?n y se ejerce el control, por ahora.
[23] Shakespeare, Cervantes, Tolstoi (seres sobre elogiados ?stos, por la dominante sensualista en el parecer frente a la vida): habr?an ubicado sus talentos en algo m?s serio y ?til para el ser humano, si hubiesen actuado como Galileo, Darwin o Planck; empero, las individualidades son expresi?n del car?cter masivo determinante de su tiempo.