La necesidad de un período transitorio de tres años reside en la imposibilidad técnica de fabricar en menos tiempo la gran cantidad de billetes y monedas necesarias para el tráfico mercantil en los países que accedan a la tercera fase. Además, este período permitirá a las entidades financieras, Administraciones Públicas y empresas no financieras la realización de los cambios necesarios en sus sistemas de información, gestión y organización, así como que el público en general adquiera un mayor conocimiento de la moneda única y de sus manifestaciones en billetes y monedas.
Por tanto, este sistema de transición lenta y gradual significa un intervalo de tres años (1999-2002) en él coexistirán las antiguas monedas nacionales (mn) y el nuevo EURO; hasta que a partir del día 30 de junio de 2002, el EURO quede en solitario con su pleno carácter de papel moneda. En consecuencia, los Bancos Centrales comenzarán a retirar las mn el 1 de enero del 2002 y transcurrido el tiempo de canje, 1 de enero al 30 de junio del 2002, esas mn dejarán de tener fuerza liberadora en los pagos. Así, con este sistema lento, la transición resultará más ordenada en el sistema informático y en todo el negocio financiero; permitiéndose que una operación realizada en cualquiera de las dos monedas (en mn y Euros) sea procesada por los intermediarios financieros mediante los Sistemas Interbancarios de transferencia de Fondos, con ajustes que permitirán incorporar el tipo de conversión irrevocable al sistema informático.
Consecuentemente, desde el 1 de enero de 1999, con la infraestructura del sistema de pagos deberá garantizarse el correcto funcionamiento del Euro en el mercado único. Para ello, el IME y el SEBC, habrá de supervisar el proceso de transición e inculcar suficiente confianza en los usuarios en cuanto al efectivo mantenimiento del poder de compra de la nueva moneda; incluso entre quienes residan fuera del área del Euro.
Por tanto, a fin de facilitar el estudio y comprensión se plantea seguidamente, de forma esquemática y desglosada por años, la cronología de la transición a la moneda única. Así:
AÑO 1995:
Consejo Europeo de Madrid. Adopción del escenario de introducción de la moneda única y anuncio de la fecha de conclusión del proceso de transición y del nombre de la nueva moneda.
AÑO 1996:
El Consejo Europeo de Ministros de Economía y Finanzas adopta formalmente las decisiones de la Cumbre de Madrid.
Todos los Estados miembros comienzan campañas de información a continuación de la Mesa Redonda celebrada en enero y de la consiguiente puesta en marcha, en el ámbito nacional de los acuerdos alcanzados en la misma.
El Instituto Monetario Europeo tendrá que especificar antes de que acabe el año la regulación y estructura logística y organizativa necesarias para que el Banco Central Europeo y el Sistema de Bancos Centrales Europeos lleve a cabo su cometido en la tercera fase de la Unión Monetaria.
La Comisión Europea propondrá la legislación necesaria para el cambio de las monedas nacionales al Euro.
Los Estados miembros tratarán de hacer convergente su desarrollo económico el objeto de alcanzar los criterios durante el crucial año 1997.
AÑO 1997:
Fecha económica decisiva para que los Estados miembros alcancen los cinco criterios de convergencia.
AÑO 1998:
El Consejo Europeo decidirá sobre los Estados miembros participantes en la tercera fase de la Unión Económica Europea.
Nombramiento del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo (mínimo cuatro miembros, máximo seis) por ocho años no renovables.
Asimismo, fijarán el día para la introducción de los billetes y monedas en Euros, a más tardar el 1 de enero del 2002.
Comienzo de la acuñación de monedas en euros por el Consejo Europeo y los Estados participantes.
Preparativos finales para la fase operativa del SEBC y BCE que tendrá que definir su política monetaria.
Adopción de la legislación europea y nacional para la introducción del Euro (pautas para la suscripción de capital propio del Banco Central Europeo, recogida de información estadística, reservas mínimas, consultas del BCE).
El 31 de diciembre concluirá la segunda fase de la Unión Económica y Monetaria.
AÑO 1999-2001:
El 1 de enero de 1999 comenzará la tercera fase de la Unión Monetaria Europea.
Fijación irrevocable de los tipos de convergencia entre las monedas participantes y el Euro. El ECU deja de existir como cesta de monedas y se convierte, bajo el nombre de Euro, en una moneda de pleno derecho.
Entrada en vigor del Reglamento que define la "Ley monetaria" del Euro y de las monedas nacionales de los países participantes en la Unión Monetaria Europea durante el período de transición, tres años y medio como máximo.
El SEBC formula y ejecuta la política monetaria única en el área Euro.
El BCE realiza sus operaciones en los mercados de cambio en Euros.
Comienzo del funcionamiento del sistema de pagos TARGET.
Comienzo del funcionamiento del nuevo mecanismo de tipos de cambio.
Emisión de nueva deuda pública a medio y largo plazo exclusivamente en Euros. Cambio al Euro de los mercados al por mayor (interbancario, monetario, de cambios y de capitales); asimismo, bajo el impulso del BCE y de las autoridades nacionales, el cambio al Euro de los sistemas de pagos al por menor (transferencias, cheques, tarjetas bancarias, etc.).
Anuncio del calendario para la utilización del Euro por las Administraciones Públicas, si no se ha hecho antes.
Cambio entre divisas nacionales con tipos de cambio irrevocablemente fijos.
Control del proceso de cambio en el sector bancario y financiero. Asimismo, asistencia a todos los sectores no financieros para una transición ordenada.
AÑO 2002:
Los billetes y monedas en Euros comenzarán a circular a principios de año como muy tarde.
Comenzará la retirada de los billetes y monedas nacionales participantes.
El conjunto de cuentas bancaria será transformado en Euros.
Finalizará la consideración como monedas de curso legal de las monedas nacionales participantes, no más tarde del 1 de julio.
No más tarde del 1 de julio se procederá al cambio completo de la administración pública.
Los impactos de la unión monetaria en el sector financiero y en las empresas
En el Sector Financiero las entidades financieras tendrán un importante papel durante el período de transición al Euro; es decir, entre el 1 de enero de 1999 al 1 de julio del 2002, como máximo, momento en que las monedas nacionales pierden su poder liberatorio, dejando de ser monedas de curso legal. Todo este proceso se iniciará desde que el Consejo de la Unión Europea, en su formación de jefes de Estado y de Gobierno, confirme los Estados miembros que vayan a participar en la tercera fase de la Unión Económica Monetaria.
A partir del 1 de enero de 1999, el Euro se introduce como moneda oficial de los Estados miembros participantes, y la política monetaria será ejecutada por el SEBC en Euros, que podrá ser utilizado como unidad monetaria, pero no en metálico o efectivo, las cuentas que las entidades financieras mantengan en el Banco de España y en el SEBC se denominarán en euros, y el sistema de pagos TARGET también operará en Euros. Durante este período, los agentes económicos podrán utilizar indistintamente el Euro y las monedas nacionales en los negocios jurídicos, el tráfico mercantil o en cualquier transacción que no requiera la utilización de efectivo.
El ritmo al que se vaya produciendo la sustitución de pesetas por Euros dependerá de la decisión de cada agente económico, probablemente las entidades crediticias comenzarán a introducir activamente el Euro en toda su operativa, en la medida en que sus clientes así lo soliciten.
El papel de las entidades financieras en la fase de conversión será crucial y muy activo, como agentes del Banco de España en el cambio físico de la moneda. Estos deberán adaptar sus sistemas contables, informáticos, etc. Y se enfrentarán a multitud de problemas prácticos, ya que tanto el Euro como la peseta podrán ser utilizados como medio de pago en efectivo, y en toda la información que revista una expresión monetaria habrán que recurrir a la doble indicación (en euros y en pesetas).
Las empresas y particulares requerirán información acerca del modo en que se efectúe el canje, y las implicaciones que dicho cambio pueden tener sobre cartillas de ahorro, cuentas de crédito, hipotecas, seguros, valores de renta fija o variable, facturación de recibos, y todo tipo de productos financieros. Es necesario que la operativa y el capital humano se hallen preparados para atender las necesidades de información y asesoramiento que la sociedad va a demandar del sistema financiero.
En general, el Euro provocará un aumento de la competencia, al aportar una mayor transparencia en la formación de precios, ya que las comparaciones en el seno de la Unión Monetaria Europea no se verán distorsionadas por el efecto del tipo de cambio o importantes diferenciales de inflación.
Para las empresas financieras, el nuevo entorno traerá consigo, además, la disminución de parte de su negocio tradicional(transacciones en divisas y cambio de moneda) y una mayor presencia extranjera.
La capilaridad de la red comercial española y el propio conocimiento del mercado pueden actuar como freno del impacto que va a desencadenar la puesta en marcha de la moneda única en cuanto a una mayor implantación de entidades extranjeras. Sin embargo, es muy probable que la mayor competencia se establezca entre las entidades nacionales para mantener o incrementar su actual cuota de mercado, y dará lugar, en un entorno económico caracterizado por inflación y tipos de interés bajos y estables, a márgenes y comisiones menores y más estrechos, y a una mayor preocupación por ofrecer servicios a la clientela que sean competitivos no sólo a nivel de precios, sino también a nivel de calidad.
Para las empresas no financieras, la situación no diferirá demasiado a lo expuesto. Además de facilitar las comparaciones de precios, el Euro traerá consigo una disminución de los costes transaccionales de operar con los países integrados en la Unión Monetaria Europea y la eliminación de la incertidumbre de los tipos de cambio, y, por tanto, de los costes de cobertura derivados de la existencia previa de diversas monedas que serán sustituidas por el Euro, favoreciendo la afluencia de productos del exterior, y poniendo de relieve las deficiencias en las estructuras productivas menos competitivas.
La introducción del Euro no cambiará ni el tipo de interés ni el valor original de los saldos de los depósitos, cuentas de ahorro o imposiciones. El importe de los depósitos a tipo de interés fijo se convertirá a la tasa de cambio que se fije para el Euro, y el tipo de interés se mantendrá en el nivel acordado. En los depósitos y otros activos con un tipo de interés variable referenciado a un índice del mercado (Mibor, etc.), en el caso en que este índice de referencia desapareciera, pasarán a estar basados en un tipo equivalente en Euros, adaptándose a la evolución de los mercados.
En el Sector Empresarial la puesta en marcha de la moneda única supondrá, desde el inicio de la tercera fase de la Unión Económica Europea, un nuevo marco para la fijación de los tipos de interés y de los tipos de cambio en los países participantes de la misma, lo cual debe influir muy directamente sobre las decisiones financieras que adopten las empresas. Así, unos tipos de interés más bajos y más estables deben hacer más deseable que las empresas se financien con endeudamiento a largo plazo, ya que se reduce el riesgo de tipos de interés y, por tanto, la necesidad de cubrirlo. Por otro lado, el previsible mayor desarrollo de un mercado de renta fija privada suficientemente líquido puede hacer que las empresas de cierta dimensión se financien mejor emitiendo deuda en los mercados de valores.
La misma reducción de los tipos de interés y su mayor estabilidad harán más atractiva la renta variable frente a la fija, lo que significa que las empresas, especialmente las que coticen en bolsa, pueden tener más facilidades para incrementar su capital social en forma de nuevas ampliaciones de capital y, por tanto, de robustecer su estructura financiera.
La desaparición del riesgo de cambio entre los países que accedan a la Unión Monetaria Europea no sólo suprime la necesidad de cubrirlo, y, por tanto, la posibilidad de que emerjan diferencias de valoración de moneda extranjera que pueden elevar el coste financiero efectivo de una empresa que se ha endeudado en divisas, sino que puede dar a las empresas un mayor acceso a los mercados de capitales de otros países participantes.
La moneda única también debe influir sobre el área comercial de las empresas, no sólo en lo que se refiere a la forma de reflejar los precios de sus productos o servicios o a la manera de efectuar los correspondientes cobros. En general, el área comercial de las empresas se ve sometida, con la introducción de la moneda única, a nuevas posibilidades, pero también a mayores retos.
La ampliación de los mercados, junto con la evolución socio-económica, deben generar nuevas oportunidades de productos o servicios, que, con un mercado más reducido, podrían tener mayores dificultades. El propio proceso de transición a la moneda única generará una mayor demanda de nuevos productos o servicios, como cajas registradoras o expendedoras, cajeros automáticos, paquetes informáticos, servicios de asesoramiento y consultoría, etc.
Sin embargo, no debe olvidarse que la moneda única por sí misma so supone la desaparición de otro tipo de barreras, que, en la práctica, contribuirán a la segmentación de los mercados en mayor o menor medida, como el idioma, las diferencias culturales, la existencia de distintos canales de distribución, la posible influencia de normativas que no estén totalmente armonizadas a nivel comunitario, como pueden ser algunos aspectos de las leyes fiscales, etc.
En el tema de los servicios jurídicos, el 1 de enero de 1999 entrará en vigor un reglamento comunitario confirmando la continuidad de los contratos; y, en lo relativo a la fiscalidad decir que no se pagará más o menos, sino lo mismo. En cuanto a los porcentajes de las tarifas, se aplicarán a los montos convertidos a Euros; y los forfaits se expresarán ex novo en Euros.
De todo lo antedicho se deduce que la inmensa mayoría de los cambios que pueda ocasionar la conversión al Euro a las empresas son perfectamente previsibles siendo importante la adaptación rápida de los managers a través de la llamada estrategia de anticipación.
¿Qué significa el término dolarización?
Dolarización es una palabra cuyo significado ha variado a lo largo del tiempo. Hace algunos años, nos referíamos a la dolarización como el proceso gradual mediante el que se va haciendo común el uso de moneda extranjera (por lo general el dólar) para cumplir en el país las funciones del dinero, en lugar de la moneda local.
Lo que hoy en día estamos llamando Dolarización, es una medida mucho más radical y fuerte, que consiste en tomar la decisión de política económica de eliminar la moneda local completamente de la circulación, sustituyéndola por moneda extranjera para todo propósito. Si acaso, queda la moneda local sólo nominalmente, como ocurre con el balboa de Panamá. Las ventajas se asocian principalmente con la baja inflación.
Este tema aunque específico, está enmarcado para nosotros dentro de dos tendencias importantes, relacionadas entre sí muy directamente y que afectan nuestra economía de manera fundamental. Una es el proceso creciente de globalización mediante el cual Costa Rica se ha integrado cada vez más a 105 mercados internacionales. Es así como las importaciones y las exportaciones tienden a aumentar como porcentaje de la producción nacional y pareciera que esta tendencia va a seguir. La otra tendencia se refiere al sistema financiero. También en este caso ocurre un proceso de apertura y globalización en los mercados financieros internacionales en los cuales Costa Rica participa en forma creciente.
Estos dos procesos -apertura, internacionalización o globalización-propician la participación activa de Costa Rica en la economía internacional, tanto en las relaciones comerciales como en las financieras. Y esto plantea al país nuevos retos y grandes oportunidades.
Nuevos retos porque la evolución de la economía internacional, tanto en el campo de la producción real como en los movimientos financieros, nos afectan de manera mucho más rápida y directa. Como consecuencia, la posición competitiva del país se modifica no solo por el desarrollo tecnológico y por los cambios en las necesidades de los consumidores y de las empresas, si no también y en forma determinante, por las fluctuaciones en el entorno económico externo.
Esto nos obliga a crear un sistema de producción y en general un sistema económico, altamente flexible, capaz de dejar de producir hoy lo que se producía ayer y dejar de producir mañana lo que se produce hoy. Tal flexibilidad es clave y define, en última instancia, la eficiencia de la economía moderna.
Asimismo, el proceso nos ofrece grandes oportunidades. En el campo financiero permite la diversificación de los activos y pasivos de los agentes económicos nacionales al facilitarles la obtención de créditos en divisas y la inversión de ahorro nacional en el extranjero. En el campo comercial abre la posibilidad de lograr acceso a mercados más amplios y obliga a las empresas del país a mejorar su productividad para así poder competir con los bienes importados. Así, la globalización nos permite de una parte, prepararnos para afrontar mejor la próxima crisis la cual siempre está a la vuelta de la esquina y, de otra, aprovechar las nuevas oportunidades, siempre inesperadas, de la economía internacional. La preparación es difícil y compleja, ha de abarcar diversos campos: el político, el económico, el institucional y el técnico.
Este es el panorama real dentro del cual debemos actuar para alcanzar las metas y resolver los problemas. Es decir para acelerar el desarrollo económico del país.
¿Cuáles son las razones del comercio internacional?
Hay diversos grados de apertura de un país al comercio internacional. El más cerrado, la autarquía absoluta, supondría negarse a cualquier importación; un pequeño grado de apertura implicaría permitir la importación de productos que no pudieran ser fabricados en el interior del país; si finalmente se diera libertad total de comercio, sería lógico esperar que sólo se importasen los productos que pudieran ser fabricados en el país a un coste excesivamente alto. Pero lo que observamos en el mundo real es algo más avanzado: con mucha frecuencia se comercia con productos que podrían ser fabricados fácilmente por el país importador (galletas, camisas) pero que resulta más ventajoso adquirirlos en el exterior.
Una de las ventajas del comercio internacional es consecuencia de las economías de escala: al aumentar la cantidad producida para satisfacer un mercado más amplio, los costes medios disminuirán. Además están las ventajas de la especialización: cuando un individuo se especializa en la realización de un trabajo concreto, adquirirá más habilidad y maestría en él que los que lo realizan de forma eventual; esa argumentación, válida para un trabajador individual, también es válida para una empresa y para un país.
Los argumentos de carácter económico a favor de un sistema de comercio abierto son muy sencillos y se fundan en gran medida en el sentido común comercial, pero también en la realidad, o sea en la experiencia adquirida en materia de comercio mundial y crecimiento económico desde la segunda guerra mundial. Los aranceles aplicables a los productos industriales han bajado vertiginosamente. El 1º de enero de 1999 su media era inferior al 4% en los países desarrollados. Durante los primeros decenios posteriores a la guerra, el crecimiento económico mundial tuvo una media de aproximadamente el 5% anual, y esta elevada tasa se debió en parte a la reducción de los obstáculos comerciales. El comercio mundial creció a un ritmo aún más rápido, con una media de alrededor del 8% en el mismo período.
Los datos demuestran que existe una relación estadística indudable entre un comercio más libre y el crecimiento económico. La teoría económica señala convincentes razones para esa relación. Todos los países, incluidos los más pobres, tienen activos -humanos, industriales, naturales y financieros- que pueden emplear para producir bienes y servicios para sus mercados internos o para competir en el exterior. La economía nos enseña que podemos beneficiarnos cuando esas mercancías y servicios se comercializan. Dicho simplemente, el principio de la "ventaja comparativa" significa que los países prosperan, en primer lugar, aprovechando sus activos para concentrarse en lo que pueden producir mejor, y después intercambiando estos productos por los productos que otros países producen mejor.
¿A qué se le denomina "posición de inversión internacional"
El quinto manual del Fondo Monetario Internacional sobre Balanza de Pagos recomienda un sistema de elaboración y presentación de las estadísticas de activos y pasivos financieros externos a la que denomina "la posición de inversión internacional". Ese tipo de estadísticas se realizaban desde hace muchos años, pero el nuevo sistema propuesto por el FMI está muy adaptado al moderno funcionamiento de los mercados de capitales internacionales, a las necesidades de los analistas y a las exigencias de los organismos económicos internacionales. El Banco Central Europeo define al PII como el balance anual del saldo de los activos y de los pasivos financieros transfronterizos en una fecha de referencia.
Las inversiones que se recogen incluyen tanto las directas y de cartera como los préstamos y depósitos y cualesquiera otros activos y pasivos. Se trata, por tanto, de un concepto amplio que abarca la totalidad de los activos financieros (inversiones de nuestro país en el exterior) y de los pasivos (inversiones del exterior en nuestro país).
¿Cuáles son Las barreras al comercio internacional?
Para corregir los desequilibrios de la balanza de pagos, los gobiernos tratarán, lógicamente, de fomentar las exportaciones. Pero para ello, en algunos casos, se sentirán tentados a utilizar medidas perjudiciales para el resto de los países, por lo que pueden provocar reacciones indeseables. Además, siempre está la tentación de establecer barreras a las importaciones.
Hay varios tipos de barreras a las importaciones.
Los contingentes son barreras cuantitativas: el gobierno establece un límite a la cantidad de producto otorgando licencias de importación de forma restringida.
Los aranceles son barreras impositivas: el gobierno establece una tasa aduanera provocando una subida en el precio de venta interior del producto importado con lo que su demanda disminuirá.
Las barreras administrativas son muy diversas, desde trámites aduaneros complejos que retrasan y encarecen los movimientos de mercancías, hasta sofisticadas normas sanitarias y de calidad que, al ser diferentes de las del resto del mundo, impidan la venta en el interior a los productos que no hayan sido fabricados expresamente para el país.
Los acuerdos internacionales para derribar estas barreras no servirán de nada si no hay una voluntad liberalizadora clara y firme. La imaginación de los dirigentes políticos podrá siempre descubrir nuevos métodos "no prohibidos" de dificultar las importaciones. La barrera más reciente y sofisticada de las ideadas hasta ahora son las autorestricciones concertadas como las acordadas entre los Estados Unidos y el Japón en virtud de las cuales éste último país limita voluntariamente la cantidad de productos que envía a los americanos.
Los instrumentos de fomento a la exportación son de varios tipos: comerciales, financieros y fiscales.
Los gobiernos prestan apoyo comercial a sus exportadores ofreciéndoles facilidades administrativas, servicios de información y asesoramiento e incluso promocionando directamente los productos originados en el país mediante publicidad, exposiciones y ferias internacionales.
Las ayudas financieras a la exportación son principalmente los préstamos y créditos a la exportación, frecuentemente con tipos de interés muy bajo, y los seguros gubernamentales que cubren los riesgos empresariales incluso el riesgo derivado de perturbaciones políticas o bélicas. Entre las ayudas financieras hay que incluir las medidas de tipo monetario que actúan sobre el tipo de cambio haciendo que los productos nacionales resultan más baratos en el extranjero.
Los instrumentos fiscales consisten en las desgravaciones fiscales, la devolución de impuestos y las subvenciones directas. Estos instrumentos son los menos aceptados internacionalmente ya que pueden conducir a situaciones de dumping, a que el producto se venda en el extranjero a un precio inferior al nacional e incluso a precios inferiores a su coste.
En los últimos años se han multiplicado las denuncias contra el dumping ecológico y social. Se denomina dumping ecológico a las exportaciones a precios artificialmente bajos que se consiguen con métodos productivos muy contaminantes y perjudiciales para el medio ambiente. Se denomina dumping social a las exportaciones a precios artificialmente bajos que se consiguen mediante trabajadores mal pagado o esclavizado, trabajo infantil, trabajo de presos, etc.
Si no existieran barreras a las importaciones ni ayudas artificiales a las exportaciones, los movimientos internacionales de bienes y servicios se producirían exclusivamente por razones de precio y calidad. Esa es, en el fondo, la única forma sostenible de mejorar la posición internacional y la relación real de intercambio de un país: conseguir producir con mayor eficacia, más calidad, a menor coste. Y para ello lo que hay que hacer es mejorar la organización productiva, la formación de los trabajadores y la tecnología.
¿Que diferencia existe entre los conceptos fusiones, consolidaciones, y conglomerados?
En una fusión, dos o más compañías se funden en una, donde la empresa adquisidora retiene su identidad. Generalmente la empresa mayor de las dos, es la adquiriente.En el caso de una consolidación, dos o más compañías se combinan para crear una nueva empresa. Por ejemplo, las empresas A y B dan sus activos, pasivos, y acciones a una nueva empresa "C" a cambio de las acciones, bonos, o efectivo de la empresa C.Existen varios tipos de fusiones, la fusión vertical donde una empresa se combina con un proveedor o cliente como en el caso de una empresa de ventas al por mayor que se combina con una empresa de ventas al por menor; la fusión horizontal donde dos compañías en una industria similar se combinan como es en el caso de dos aerolíneas o dos restaurantes; y la fusión de conglomerados donde dos compañías en industrias no-relacionadas entre si, se combinan como es en el caso de una empresa de productos electrónicos y una compañía de seguros.
En el conglomerado de empresas, una es propietaria de suficientes acciones que le dan la mayoría del voto (control) en una o más empresas. La compañía o empresa holding (controladora) esta compuesta por un grupo de empresas que operan como entidades separadas e independientes. Al tener mas del 50 por ciento de los derechos del voto, gracias a la mayoría de las acciones, la compañía holding tiene el control efectivo de otra empresa con un porcentaje menor de las acciones. A la empresa holding se le refiere como a la empresa Controladora o Casa Matriz, y a cada compañía subsidiaria tambien se le denomina Controlada.
http://www.eumed.net/cursecon/15/pii.htm
http://www.eumed.net/cursecon/15/15-4.htm
http://www.eumed.net/cursecon/15/15-a.htm
Caso Panameño 1
Referencia histórica, sistema monetario y bancario
En 1904 el dólar se declaró moneda de curso legal en Panamá. En 1970, una nueva ley bancaria permitió integrar el sistema a los mercados financieros internacionales, por medio de la participación de gran numero de bancos internacionales. Estos mediante un ajuste del portafolio resuelven los excesos de demanda u oferta de dinero, invirtiendo tanto interna como externamente los recursos, según sea el caso.
El sistema monetario de Panamá cuenta con las siguientes características: Se usa el dólar como circulante. El Balboa, la moneda nacional, es una unidad de cuenta y sólo existe en monedas fraccionarias. Los mercados de capital son libres, no hay intervención del gobierno, o restricciones a transacciones bancarias, o a los flujos financieros, o a las tasas de interés. Hay una gran cantidad de bancos internacionales, además no hay un Banco Central.
En la economía panameña el proceso de equilibrio monetario y macroeconómico puede no verse afectado por las distorsiones del sector financiero, la intervención gubernamental o políticas del Banco Central y sí juegan un papel importante la integración financiera y las decisiones del sector privado. En este país el incremento del gasto público es inefectivo para aumentar el nivel de actividad económica a corto plazo. Esto es claro si el gasto es financiado internamente, debido al desplazamiento de inversión privada (crowding out). Por otra parte, en situaciones de crisis el gobierno no puede pedir prestado cuando le plazca, porque ya se tiene comprometida la capacidad del préstamo, o, toma tiempo para obtenerlos. En efecto, los gastos del gobierno han decrecido durante las diferentes crisis económicas de los años 1964,1973,1983 y 1988-89, mientras que los gastos privados aumentaron en 1964 y en 1978-89.
Si el aumento en el gasto público se financia con fondos del exterior, esto aumenta la oferta de dólares al sistema bancario. Los bancos por su cuenta, ajustaran su posición neta de pasivos, reduciendo el uso de fondos externos o invirtiendo afuera la cantidad de dólares en exceso a las necesidades financieras. Por lo que el cambio en el nivel real de deuda pública es compensado por cambios opuestos en el nivel de deuda neta y capital de la banca. Como consecuencia se da que el flujo neto de recursos externos no cambia, comparado con lo que hubiera sido sin el aumento del gasto público, sólo cambia la composición de flujo de capital.
El sistema panameño es óptimo debido a su estabilidad, ajuste efectivo frente a choques, alto nivel de confianza y la ausencia de distorsiones en los macro-precios financieros -tipo de cambio real (TCR), tasa de interés real, los salarios reales y el precio de los activos-, que están determinados en el mercado. La integración financiera por su parte, produce bajas tasas de interés y amplio flujo de capitales, por ende, mayor crecimiento.
Condiciones ideales para una eficiente dolarización son: una importante proporción de las exportaciones en la moneda de reserva –lo que minimiza la necesidad de variaciones en la tasa de cambio real– y que los ingresos de las exportaciones sean estables y diversificados, lo que refuerza la estabilidad económica y evita que haya cambios abruptos del TCR.
El costo operativo del sistema monetario panameño, aún usando el dólar como circulante es menor que el costo de un sistema autónomo.
Con respecto al TCR, medido comparando el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Panamá y el de Estados Unidos, presenta dos características: 1) Una persistente declinación, de 1,7 puntos porcentuales por ano, ya que la inflación de Panamá es menor que la de EE.UU. Esta tendencia a largo plazo ha resultado en una depreciación real del 46,2 por ciento desde 1961. 2) Un pequeño rango de variación de ano en ano, menor de 4 puntos porcentuales con respecto a la tendencia. La estabilidad del tipo de cambio es el resultado de su sistema monetario y de la estabilidad de sus ingresos de exportación. Un estudio del BID encontró índices de volatilidad del TCR de 13,3 para América Latina, 4,8 para países desarrollados y solo el 2,3 para Panamá.
El uso del dólar y la gran cantidad de bancos ha creado un mercado financiero muy competitivo, además, con bajo riesgo país y ningún riesgo de devaluación. Con integración financiera, las tasas de interés son determinadas por, y cerca de, los intereses en mercados internacionales, ajustados por costos de transacción y riesgo. La banca internacional paga a sus depositantes una tasa cercana al LIBOR, que es su costo alterno de fondos. El promedio de interés a depósitos es menos de medio punto por encima del LIBOR en Panamá. La tasa para préstamos comerciales es ahora menos de dos puntos porcentuales sobre la PRIME RATE.
La inflación en Panamá ha sido baja y estable. El promedio de aumento del IPC, entre 1961-97, fue del 3 por ciento por ano, 1,4 por ciento anual excluyendo 1973-81, y menos del 1 % en 1998. La baja inflación es producto de que no hay exceso de oferta monetaria, y el gobierno no puede monetizar su déficit. Además, los cambios en el nivel de precios provienen principalmente de cambios en la inflación mundial ajustados a factores de política económica interna (impuesto y nivel de protección); el mecanismo de transmisión es a través de los productos importados. La tasa de crecimiento del PIB ha sido alta y estable, a pesar de distorsiones microeconómicas. La estabilidad es consecuencia de su sistema monetario y de la estabilidad de su ingreso de exportaciones de servicios relacionados a su posición geográfica, que son un alto porcentaje de la economía.
Los índices de volatilidad del PIB y de los términos de intercambio han sido 2,0 y 7,9 respectivamente, mientras que para América Latina han sido de 4,7 y 15,1 (BID, 1995). La ausencia de emisión monetaria significa que existe un límite presupuestario al gasto público. No existen políticas que crean desequilibrios fiscales, cuando hay necesidad de reducir el déficit se reducen los gastos, particularmente de inversión y ocasionalmente se aumentan los impuestos.
La Caja de Conversión, es una Institución Monetaria que emite monedas y billetes contra un respaldo en la moneda extranjera de reserva a un tipo de cambio fijo, esta Caja mantiene títulos de bajo riesgo y otros activos pagaderos en moneda de reserva. La Caja transfiere el señoriaje al gobierno Central (es la diferencia de rendimiento de estas reservas y el gasto de mantener los billetes y monedas en circulación) una vez deducidos los gastos iniciales y de operación de la misma. La Caja se limita a garantizar la convertibilidad del numerario, no así de los depósitos en los Bancos Comerciales, que deban ser responsables de cubrir los eventuales retiros de sus clientes. La Caja no implica hacer desaparecer el Banco Central, pero se les restringe sus funciones. Con ella la política monetaria pierde discreacionalidad, las operaciones de mercado abierto se eliminan, porque no se puede emitir moneda sin respaldo, lo que implica la necesidad de tener reservas adicionales, donde las tasas de interés serían las encargadas de equilibrar el mercado monetario.
Caso 2
El tema central de las crisis financieras ha sido la deuda pública. La deuda pública interna, sobre todo la de corto plazo, es una constante que ha aparecido en todas las crisis, los bancos centrales en todos los casos, tienden a impulsar el aumento en el crédito.
En el caso de las crisis por deuda pública nos basta con analizar el caso mexicano, donde la deuda estaba indexada en dólares, y después de la devaluación quienes tenían deudas no las querían refinanciar, por lo que, obviamente, la deuda resultaba mucho más grande que las reservas monetarias internacionales.
En el caso de Tailandia, El Banco Central intervino en el crédito a la construcción. En el momento que hubo una salida considerable de capital vía créditos, hubo una importantísima pérdida de reservas. Sucedió como siempre que cuando se acerca una crisis, los bancos centrales optan por aumentar el crédito. Quizás es por esto que determinan como ventaja de la dolarización la ausencia del Banco Central, y su constante intervención.
Sin encargamos al Banco Central la responsabilidad de cuidar el sistema financiero, y de pronto se disparan las tasas de interés, el Banco Central emite más dinero para mantenerlas más bajas. Sin embargo ¿qué hacen las empresas ante esta situación? Es aquí donde aparece la importancia de la globalización, que en Costa Rica se manifiesta por el buen éxito en atraer inversión extranjera. Las empresas extranjeras reinvierten y se financian en dólares. No interfieren con el sistema local, lo que es una gran idea, pero cuando hay problemas potenciales de desequilibrio cambiario, lo que hacen estas empresas y las empresas grandes nacionales, es liquidar sus deudas en dólares, transformándolas en deudas en colones y eso, por supuesto, hace subir las tasas de interés. Entonces el Banco Central, temeroso de que eso genere en el sistema una fuerte falta de liquidez con los consiguientes quebrantos, va a tratar de expandir el crédito con el propósito de que las tasas de interés bajen. El Banco Central, como no tiene conocimiento de todos los factores que inciden en este panorama, actúa como pasando la película incompleta y para atrás. Es así como, si las tasas de interés en un momento dado subieran a porcentajes mas altos, no hay que sorprenderse de que el Banco Central asumiera la función de bajarías, inyectando más liquidez al Sistema.
CASO 3
La economía costarricense se ha venido transformando desde los años ochentas. Cambios significativos han ocurrido en su estrategia de desarrollo, su estructura productiva, las relaciones comerciales y el patrón de ahorro e inversión. También el papel del sector público y el instrumental de la política económica han tenido modificaciones profundas, y se observan cambios en la distribución del ingreso y de la riqueza. Algunas de estas transformaciones son positivas, otras no.
Costa Rica anteriormente había intentado utilizar el régimen cambiario de una Caja de Conversión. En el 1900 como parte de la Ley de Bancos se estableció el Patrón Oro a un tipo de cambio de ¢2.5 por $1 y se permitió la emisión de billetes a cualquier banco con un patrimonio de más de ¢1 millón en moneda oro nacional, esto se vivió hasta 1914, ya que la Primera Guerra Mundial provocó la inconvertibilidad para bancos privados. Un golpe de Estado llevado a cabo por los hermanos Tinoco (1917), por un préstamo de ¢2.15 millones se permitió a los bancos que emitiesen billetes inconvertibles y sin respaldo en oro, autorizándose al Banco Central a que dispusiera las ganancias acumuladas, en lugar de la creación de las reservas, para regresar al patrón oro, pero el banco emitió de una manera descontrolada hasta llegar a ¢22 millones en 30 meses aumentando la deuda pública en ¢48 millones.
La Guerra Civil de 1919 derroca a los Tinoco y se comienza a ver la forma de volver a un sistema monetario eficiente, garantizando estabilidad interna y externa al colón, por lo que para 1921 se otorga un monopolio al Banco Internacional como un banco Central, desechándose por completo la posibilidad de retornar al patrón Oro (no habían reservas ni créditos). Naciendo la idea de la Caja de Conversión por la Ley #17 del 10 de octubre de 1922,creándose como dependencia del Banco Intencional, estableciendo que solo la Caja emitiría contra oro o dólares a un tipo de cambio fijo de ¢4 por dólar, para tener reservas la Caja recibe sus ingresos del impuesto sobre la exportación del banano, comenzando a funcionar en octubre de 1923, logrando que el colón se estabilizara.
Para 1929 época de la Gran Depresión, el país sufre desequilibrios fiscales asociados con la caída del comercio internacional a raíz de la recesión mundial y crisis cambiarias, así se decide que el Banco Internacional empiece a emitir sin respaldo, rompiéndose la Caja.
EJEMPLO:
Si los agentes económicos inician un proceso de sustitución de monedas al entregar moneda doméstica a la Caja de Conversión y disminuir la Oferta Monetaria, las tasa de interés aumentarían hasta un nivel donde se elimine el proceso, es por ello que la tasa de interés la debe definir el mercado, ya que cualquier determinación podría ser contraproducente, si el público percibe una reducción en las reservas aumentaría la probabilidad de la corrida, ya que la Caja solo respalda el medio circulante y no los demás agregados monetarios.
Aquí los encajes juegan un papel importante, ya que proveen de flexibilidad a las autoridades monetarias, por ejemplo si se da una salida masiva de capitales del país se ven reducidos los coeficientes de encaje con el fin de aumentar el multiplicador bancario y compensar; siendo la principal situación comparar el encaje inicial con el que se va a aplicar, porque si el que se va a aplicar no es muy diferente del inicial la acción no tendrá eficacia. Siendo que la política dependerá del buen o mal estado económico del momento, tendiendo a darle paso a la política fiscal como estabilizadora (no pudiendo lograrse buenos resultados bajo un sistema inflexible).
La prohibición de emitir numerario doméstico sin respaldo en moneda extranjera hace que se restrinja el gasto del sector público, las autoridades monetarias están impedidas de conceder crédito a dicho sector, lo que regularmente ocasiona presiones inflacionarias, siendo el siguiente movimiento táctico que el sector público maneje de manera responsable su presupuesto, cerrando brechas entre sus cuentas mediante endeudamiento con el sector privado o exterior. Así la recomendación antes de iniciar con la Caja es tratar de reducir los problemas fiscales.
El tipo de cambio de un país que piense en un sistema de Caja de Conversión debe ser fijo, con ello la política cambiaria pierde funcionalidad como mecanismo de ajuste ante desalientos cambiarios. Pero un manejo óptimo de los tipos de cambio depende de diversos aspectos de los objetivos económicos de las autoridades, la (s) fuente(s) de los shocks y las características estructurales que tenga la economía (ante ataques de shock externos es mejor un tipo de cambio flexible y ante internos uno fijo).
La baja tasa de inflación presentada es la razón principal para la construcción de una Caja de Conversión, esperando que el nivel de inflación al inicio sea igual a la del país que emite la moneda de reserva, igual con las tasa de interés (a menos que existan tendencias de realineamiento en la paridad cambiaria o consideraciones de riesgo).
Autor:
Chaaban Zighann
González César
Torres Miguel
Sánchez Anher
Profesor: Ing. Andrés Eloy
Enviado por:
Iván José Turmero Astros
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL POLITÉCNICA
"ANTONIO JOSÉ DE SUCRE"
VICERRECTORADO PUERTO ORDAZ
DEPARTAMENTO DE INGENIERÍA INDUSTRIAL
CÁTEDRA: INGENIERÍA FINANCIERA
CIUDAD GUAYANA, Marzo de 2006
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