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Los grandes equipamientos de infraestructura y su impacto en el medio ambiente (página 2)


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Otro efecto ambiental producido por las terminales de transporte es el impacto visual: la gran masa construida rompe con la imagen e identidad formal del ámbito en el cual está implantada. Esta intrusión visual se ha convertido en una constante en todas las ciudades del mundo en las últimas décadas debido a la tendencia arquitectónica de ignorar la especificidad de cada ciudad y proyectar con los mismos modelos en todas partes.

Además del uso exclusivo del suelo y su segregación y separación física respecto de otros usos –circunstancia de alteración del medio ambiente que ya ha sido analizada- el sector transporte en general produce las siguientes alteraciones al medio ambiente:

El impacto principal es la emisión de gases contaminantes, fundamentalmente el dióxido de carbono y, en el caso de la industria naviera, el azufre. De manera que la causa última inmediata es que los combustibles que utilizan son derivados de petróleo y carbón. Se están haciendo experimentos con combustibles orgánicos y con generación solar, pero son todavía incipientes.

De todo el sector transporte, el que se desplaza por carretera mediante camiones es responsable del 72% de la energía utilizada y de las emisiones de carbón, seguida por el transporte aéreo con el 10%, y luego el marino, ferrocarril y sistema de tuberías. Sin embargo de los datos anteriores, la industria naviera contamina con azufre, en un volumen tal que, los 16 barcos más grandes producen tanta polución de azufre causante de enfermedades del pulmón, más que todos los vehículos del mundo.[6]

Ese fenómeno debe ser analizado a partir de la movilidad mundial, que atraviesa los océanos, los cielos y la superficie del planeta y que utiliza dichos medios de transporte. Dicha movilidad es una respuesta a la demanda de comunicación y de transferencia de bienes y servicios, entre países y dentro de ellos. La creciente demanda de comunicación y de comercio es, a su vez, resultado de la difusión y aceptación dócil en todo el mundo de concepciones de vida, que se expresan en hábitos de consumo y se materializan en la compra-venta de objetos. La concentración de la producción de esos objetos en pocos polos hace que la movilidad sea intensiva a partir de aquellos y extensiva en todo el planeta. De manera que aquí estamos haciendo alusión a las estrategias de producción de las grandes empresas transnacionales. Si en la primera revolución industrial (1820-1870) existía un celo nacionalista extremo que llevó a impedir la difusión de la ciencia, de la tecnología y de la consecuente producción en países determinados[7]desde los fines del siglo XX aquellas transnacionales más bien buscan instalar sus factorías en aquellos países que les garanticen ventajas legales, financieras y de infraestructura que aseguren una máxima rentabilidad. Otro factor del problema, es aquel que se refiere a la estrategia capitalista de producir objetos con obsolescencia programada para que sea necesario renovarlos continuamente. Pero esos factores causantes del fenómeno que se analiza son ajenos a la temática de este trabajo, por lo que nos concentraremos en aquellas causas de más cercana vinculación con la problemática ambiental.

Volviendo al tema de la movilidad, la solución históricamente demostrada, de reducir la movilidad, no funcionaría en el ámbito mundial, ya que sería imposible que cada país produzca todos los bienes y servicios que necesita, además de poco eficiente y, por lo tanto, mayormente contaminante. De manera que hay que estudiar los otros factores que forman parte del sistema de movilidad mundial de bienes y servicios.

Respecto del transporte por carretera, los principales esfuerzos de atenuación del impacto ambiental han estado encaminados en 3 direcciones: mejorar la eficiencia de los motores de combustión interna, la producción de vehículos híbridos y la de combustibles orgánicos, a partir del trigo, maíz y caña de azúcar[8]Las dos primeras alternativas sin duda contribuirán en algo a reducir la quema de combustibles fósiles. Respecto de los combustibles orgánicos, el primer impacto negativo que se advierte es que el uso de esos productos agrícolas para combustible rinde mayor rentabilidad que destinarlos a la alimentación, con lo cual hay mayor escasez de alimentos, o sea, mayor pobreza e insalubridad en las grandes masas de población y mayor riqueza concentrada en las empresas de combustibles.

La producción masiva de combustibles alternativos no productores de gases de efecto invernadero, está actualmente en fase de experimentación; una de esas experiencias es la de Toyota con la compañía naviera NYK, un proyecto auspiciado por el Puerto de Long Beach, el cual en su primer barco, el Auriga Leader utiliza 328 paneles solares para proveer de energía a sus propulsores y a su red eléctrica.[9]

En la transportación por mar, también son significativos los esfuerzos de Beluga Shipping, con su SkySails, que reduce el consumo de combustible y, como consecuencia, las emisiones. El primero sistema fue instalado en MS Beluga Skysails en 2007. (Konrad 2010, en Green Transportation for a Green Earth. Katsioludis, Petros). Otro esfuerzo en esa dirección es el de Maesrsk con sus barcos "Triple-E" que, por su volumen, pueden contener 16% más que los barcos actuales, con lo cual reducen el número de ellos en el mar y hacen un uso más eficiente de la energía (Dailey, 2011, en Green Transportation for a Green Earth. Katsioludis, Petros).

Se está experimentando y poniendo en práctica medidas de reducción de la contaminación mediante la disminución del consumo de combustible, tales como la racionalización y mayor eficiencia de los recorridos, las cuales, siendo adecuadas apenas son paliativos temporales.[10]

En el caso de los sistemas de transporte de combustible por tubería, la afectación al medio ambiente puede ser mínima, además de las áreas de terreno usadas con exclusividad, tanto para la implantación de la tubería en sí, como para el área de protección, lo cual implica la afectación a los otros usos y a la movilidad y hábitat de personas y animales. Si el proceso de planificación es técnicamente realizado, la construcción es ejecutada con altos estándares de calidad y el monitoreo de su funcionamiento es permanente, se podrá evitar, prever y solucionar oportunamente los eventuales derrames de combustible, los cuales sí son altamente nocivos para la vida animal, vegetal, para las aguas superficiales y profundas, para el aire, los cultivos y la vida de las personas de los asentamientos aledaños.

En el caso del transporte por ferrocarril, se presentan dos situaciones, el ferrocarril eléctrico y el movido por diesel. En el primer caso los impactos al medio ambiente residen fundamentalmente en la producción de la electricidad mediante la quema de combustibles fósiles. En el segundo caso, también el diesel es un producto derivado del petróleo. En ambos casos la producción de todos los componentes del sistema ferroviario: rieles, traviesas, balasto, etc., actualmente se efectúan mediante sistemas contaminantes. En efecto, la energía que permite la producción del acero es fundamentalmente carbón metalúrgico, las traviesas se producen de hormigón, y el balasto mediante canteras, cuyo impacto se analizó en el acápite de las vías terrestres.

Otros impactos importantes de la red de ferrocarriles, en la cual debemos incluir los trenes urbanos subterráneos o metros, es la ingente y cada vez más creciente ocupación y uso exclusivo de terrenos para los centenares de miles de kilómetros de vía, las estaciones, talleres de mantenimiento y áreas de depósito de desperdicios y vagones, etc. En el caso de las ciudades, esas enormes áreas no solamente que deprimen el medio ambiente por sí mismas, sino que también lo hacen con las zonas urbanas adyacentes, las cuales pierden valor y se deterioran, pasando a ser barrios miseria inhóspitos. Además las instalaciones ferroviarias y de metro se constituyen en barreras urbanas, segregan una zonas de otras y afectan a los otros modos de transporte.

En el tema ferroviario, únicamente se cuenta con nuevas regulaciones normativas (Environmental Protection Agency, EPA), las cuales apenas serán efectivas a partir del año 2015.

Sin embargo, no se debe pasar por alto las ventajas del ferrocarril y metro. Así por ejemplo, el menor tiempo de desplazamiento y la mayor cantidad de personas transportadas por unidad de espacio significa menor consumo de combustible que el transporte por carretera y vía urbana; la baja resistencia a la rodadura por el contacto rueda de acero – riel de acero también permite un menor consumo energético que en el contacto neumático – calzada de asfalto u hormigón. En trazados rectos y horizontales la resistencia al avance por tonelada bruta es menor en el ferrocarril que en el metro, pero en las pendientes la relación es opuesta, a favor del camión.

4.3. CENTRALES ELÉCTRICAS. Destinadas a la generación de energía: movidas por carbón, petróleo, gas natural, agua, viento, mareas, atómicas, solares.

4.3.1. CENTRALES TÉRMICAS

Respecto de las plantas térmicas de producción de energía, las políticas de protección del medio ambiente están orientadas a reducir las emisiones de CO2 mediante la reducción del uso de combustibles fósiles.

La causa primaria cuantitativamente más importante de la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera es la producción de energía mediante la quema de combustibles fósiles, la cual se produce en los siguientes tipos de plantas:

  • A. Térmicas,

A.1. De carbón,

A.2. De diesel u otro derivado del petróleo (hasta arenas bituminosas),

A.3. De gas natural,

A.4. De vapor

A.5. De biocombustibles.

A.6. De desechos domésticos, comerciales e industriales.

B. Hidroeléctricas

C. Nucleares: de fusión y de fisión.

D. Eólicas,

E. Mareomotrices

F. Solares

G. De hidrógeno

El análisis de las plantas de producción de energía debe abarcar dos subtemas: la planta propiamente dicha y el sistema de transmisión. El conjunto de instalaciones de la planta son, básicamente, el generador que produce la energía, los elementos auxiliares, tales como el sistema de enfriamiento; el almacenamiento del combustible con sus instalaciones de recepción del mismo; el almacenamiento de desechos, y la vivienda de los trabajadores.

Respecto de la vivienda de los trabajadores se aplican las mismas consideraciones ya analizadas al referirnos a los campamentos de trabajadores de las vías terrestres.

Los impactos ambientales empiezan –y realmente pueden ser los más significativos- durante el proceso de construcción y, puesto que no difieren mucho de la construcción de carreteras, el análisis de ellas vale para el presente tema. Evidentemente, en el proceso de construcción de toda obra el área requerida y afectada es mucho mayor que la final ocupada por las instalaciones y su funcionamiento.

Uno de los aspectos específicos de este tipo de construcciones son las instalaciones para el aprovisionamiento del agua necesaria para el enfriamiento de los generadores, la limpieza de las instalaciones y el consumo de los trabajadores y, luego la disposición final de las aguas grises y negras resultantes. Esta necesidad puede ser satisfecha, dependiendo de la disponibilidad y cercanía, mediante la construcción de canales, acueductos, tuberías y sistemas de bombeo. En el mejor de los casos y cuando la planificación ambiental ha sido cuidadosa, se producirá una reducción del agua originariamente requerida y necesaria para la vida y reproducción del ecosistema involucrado, lo cual no es poco ni insignificante. A ello hay que añadir la disposición final y descarga de las aguas residuales, que siempre van a arrastrar contaminantes químicos y orgánicos.

A continuación hay que tener en cuenta las emisiones atmosféricas. En el caso de las plantas termoeléctricas, las emisiones son de dióxido de sulfuro, óxidos de nitrógeno, monóxido de carbono, dióxido de carbono y partículas con otros metales.[11] Para el análisis específico detallado de los impactos debe considerarse tanto las características técnicas de la planta y del combustible que emplee, como aquellas del ámbito geográfico afectado (topografía, vientos, temperatura, cercanía y naturaleza de los seres vivos de las inmediaciones (seres humanos, fauna y flora).

Durante el largo período de funcionamiento se producirá la emisión de efluentes, entre ellos, el de mayor volumen será el agua de enfriamiento. Si existe reciclaje el problema será mínimo, pero en caso contrario, el agua se arroja al ambiente a mayor temperatura lo cual, obviamente, afectará a la flora, fauna, suelo y aguas superficiales y subterráneas. En el caso de las plantas termoeléctricas a carbón, el agua de enfriamiento, además, contendrá sustancias químicas y metálicas nocivas. A todo ello hay que añadir los accidentes y derrames. En el caso de las plantas cuyo combustible es el petróleo, frecuentemente se producen derrames del mismo.

El segundo subtema de las plantas de generación de energía son los sistemas de transmisión de la energía, y que contienen los siguientes componentes: líneas de transmisión, derecho de vía, playas de distribución, subestaciones, caminos de acceso y mantenimiento.

En el caso del derecho de vía y zona de protección de las instalaciones, puede tener un ancho de entre 20 a 500 metros, con lo que se afecta a la posibilidad de otros usos, tales como el agrícola, además de que, obviamente se produce la deforestación de esas franjas. A ese uso exclusivo del suelo se debe añadir el de los caminos de acceso y mantenimiento y el área de las subestaciones. En suma, son áreas estáticas de uso exclusivo que son restadas de los usos productivos y de conservación y reproducción natural de las condiciones ambientales, además de la fragmentación del uso integrado humano y animal previo.

En el proceso de construcción el impacto es mucho mayor por las áreas necesarias para el transporte y operación de los equipos y maquinarias necesarias, por el desbroce mayor de áreas silvestres –en algunos casos áreas de protección- por la emisión de los combustibles de las maquinarias, por el ruido, los desechos producidos y abandonados, el uso del agua pura y el abandono de las aguas servidas, el uso y emisión a la atmósfera del cemento necesario para las fundaciones de las torres y subestaciones, etc.

En las labores de mantenimiento de las líneas de transmisión se requiere limitar el crecimiento de la vegetación en el derecho de vía, que se lo hace por medios químicos o físicos; ambos constituyen agresiones al desarrollo natural del ecosistema, pero los químicos más aún y en algunos casos con efectos irreversibles sobre el suelo, el agua y las cadenas alimenticias terrestres, la fauna etc.,, peor aún si se lo hace por medio de aspersiones aéreas indiscriminadas.

Todas esas construcciones y su funcionamiento producen efectos ambientales indirectos, como el posibilitar la accesibilidad y expansión de la urbanización a estas zonas silvestres o de comunidades aborígenes.

Las líneas de transmisión, cuando no están construidas a la distancia mínima técnicamente dimensionada respecto del hábitat humano y animal, produce alteraciones a la salud por los campos electromagnéticos que crean.

Ante todos esos efectos reales y potenciales, únicamente parece una alternativa razonable de atenuación la selección cuidadosa de los recorridos de manera que no atraviesen zonas con las características de las anotadas.

4.3.2. PLANTAS DE PRODUCCIÓN DE ENERGÍA CON QUEMA DE CARBÓN

Merece analizarse como una especificidad de las plantas térmicas por su papel preponderante entre ellas al que utiliza la quema de carbón. El carbón se ha constituido en la mayor fuente de energía, más que todas las demás sumadas, no solamente en los países desarrollados que han aumentado significativamente su demanda sino también en aquellos en vías de desarrollo en los cuales este combustible es la fuente más barata y confiable de producción de electricidad. De acuerdo con la Agencia Internacional de Energía, solamente China y la India constituirán el 75% de la demanda antes de 2035, y el carbón se constituirá en la única más grande fuente de energía antes del 2030.[12] El investigador indica que el carbón es la más grande fuente mundial de emisión de dióxido de carbono, con 13 billones de toneladas por año, comparadas con las 11 millones y 6 millones emitidas por el petróleo y el gas natural respectivamente; y que la mitad del incremento total de emisiones de CO2 debidas a la quema de combustibles fósiles entre 2010 y 2035 serán provocadas por el carbón, debido al aumento de demanda en Asia. De manera que el problema del clima es un problema del carbón, anota el investigador.

En el año 2012 los accidentes en las minas de carbón mataron 2433 mineros solamente en China, según la Administración de Trabajo Seguro del gobierno Chino; a los que hay que añadir las incontables miles de personas afectadas en su salud por la contaminación del aire y del agua producida por las plantas de quema de carbón para la generación de energía.[13]

Los datos de la investigación citada son los siguientes: en el año 2010 el 30% de la energía usada en el mundo provenía del carbón, superada únicamente por el petróleo, con el 34%. En consecuencia, el autor sostiene que la solución más efectiva es instalar en las plantas térmicas tecnología que haga que el carbón emita menos dióxido de carbono, lo que será más efectivo para reducir las emisiones que todas las plantas de energía solar, eólica y geotermal juntas hoy día. Y que en el futuro se podría lograr que se queme carbón sin ninguna emisión de dióxido de carbón a la atmósfera. Que lo que se requiere para alcanzar ese objetivo es un financiamiento global de los bancos y de los gobiernos.

Simplemente mejorando el mantenimiento básico y reemplazando las viejas hélices de las turbinas, pueden mejorar la eficiencia de las plantas en un 2% y reducir las emisiones de dióxido de carbón entre 4 a 6%. Si los porcentajes citados pueden parecer mínimos, se debería pensar en que si China eleva la eficiencia de sus plantas en un 2%, las emisiones de todo el país se reducirían en un volumen casi igual al total de aquellas anuales del Reino Unido. Las plantas que se están construyendo en el mundo (llamadas subcriticas) operan a bajas presiones y temperaturas, por lo que apenas aprovechan el 30% de la energía potencial del carbón, o sea que se está perdiendo el 70%. Se puede construir plantas que quemen carbón a altas temperaturas, con lo cual pueden logar alrededor de 40 a 41% (llamadas supercríticas); y las ultra-supercriticas pueden llegar a 42 a 44% de eficiencia. En el futuro se puede lograr hasta un 50%, hasta llegar a una tecnología que gasifique el carbón antes de quemarlo. Si bien es cierto que la construcción de esas plantas super eficientes costará muchísimo más, además de la reducción drástica de las emisiones de CO2, la inversión se recuperará en el período de vida útil de las plantas. En mi criterio, de todas maneras, lo que ofrece la tecnología es apenas una eficiencia del 50%, lo que parece ser muy poco, a un alto costo y con emisiones menores pero existentes. La esperanza la pone el investigador citado informando que se están desarrollando tecnologías para producir electricidad del carbón sin emisiones. Pero inmediatamente nos cuenta que la solución es bombear el CO2 al subsuelo; pero no analiza las consecuencias ambientales en aquel, simplemente evita emitirlo a la atmósfera enviándolo al subsuelo. También propone usar el CO2 capturado para revivir reservorios viejos de petróleo; con lo cual seguimos en el mismo problema con otros actores. Otra tecnología que propone es quemar el carbón en sus mismos yacimientos en la profundidad de la tierra, transformándole en gas, el cual se lo bombearía a la superficie para producir electricidad o crear substitutos del diesel. De esta manera la polución se quedaría bajo tierra.

"Además de las emisiones de dióxido de carbón y dióxido de azufre, la combustión de carbón crea montañas de cenizas tóxicas que son arrastradas por las tormentas y cubren las ciudades con partículas venenosas".

Las plantas de producción de energía son responsables del 33% de todas las emisiones de CO2 y NO2 y el 70% de todas las emisiones de dióxido de azufre en los EEUU.[14]

En el caso de las plantas generadoras de energía cuyo calor es producido por gas natural y gas derivado del petróleo, los principales riesgos son la explosión y la fuga del gas.[15] También se debe considerar las partículas en suspensión y el ruido, como contaminantes ambientales de este tipo de plantas, además de desperdicios sólidos y peligrosos. Los principales contaminantes arrojados a la atmósfera son el dióxido de carbono (CO2), monóxido de carbono (CO), monóxido de nitrógeno (NO), óxidos de nitrógeno (NOx) y dióxido de azufre (SO2).

Kerzner define el riesgo como la medida de la cantidad y probabilidad de falla en lograr metas predefinidas. En general, el considera el "riesgo" como la carencia de conocimiento de un evento futuro.

La generación de energía en los Estados Unidos proviene mayoritariamente de plantas termales, las cuales usan un ciclo de energía de calor para generar potencia, la cual es convertida en energía eléctrica por los generadores.[16] En el año 2003 el 89% de la electricidad consumida en los EEUU fue generada en plantas térmicas enfriadas por agua; el 9% eran hidroeléctricas y el 2% de energías renovables y otros. Más específicamente, en el año 2010 las plantas de carbón constituían el 44,9%, las de gas natural el 23,8%, las nucleares el 19,6%, las de petróleo el 0,9%, las hidroeléctricas el 4,5% y las de energías renovables y otros el 6,3%.[17] De manera que las plantas térmicas sumaban el 89,2% y el 69,6% de ellas son altamente emisoras de gases de efecto invernadero.

Adicionalmente a la emisión de gases, las plantas térmicas usan agua para su enfriamiento[18]El enfriamiento es producido o mediante la inyección permanente de agua o por recirculación. En el primer caso, el agua es tomada de un cuerpo de agua cercano (tal como un reservorio, río, océano u otro) mediante un intercambiador de calor y devuelto a ese cuerpo de agua, pero a una temperatura mayor. Aunque no se produzca evaporación en el intercambiador, ésta sí se produce en el cuerpo de agua original por la mayor temperatura del agua devuelta. En el caso de la recirculación, el vapor es enviado a una torre de enfriamiento, el calor extraído es enviado a la atmósfera y el agua regresa a su función de enfriar el generador.

El consumo de agua es el total de agua que se evapora más aquella que se pierde por el uso mismo de ella (por ejemplo las gotas que son conducidas por el aire que pasa por la torre de enfriamiento). Esta pérdida debe ser reemplazada por agua fresca desde la fuente original. Mientras la inyección permanente emplea más agua, la recirculación consume más.

Las plantas de generación hidroeléctrica no consumen agua para su refrigeración, pero la extensa superficie de agua del reservorio produce una mayor evaporación que aquella que ocurriría en un río no represado.

4.3.3. RELACIÓN ENTRE LA PROXIMIDAD DE LAS RESIDENCIAS A LAS PLANTAS DE ENERGÍA GENERADA POR COMBUSTIBLE, Y TASAS DE HOSPITALIZACIÓN POR ENFERMEDADES RESPIRATORIAS

Las plantas de generación eléctrica movidas por combustible contaminan el aire en mayor medida que los vehículos ya que son estacionarias, a diferencia de los vehículos. El movimiento de éstos hace que sus emisiones también sean dinámicas y más fácilmente eliminadas del entorno inmediato, mientras que las de las plantas pueden permanecer si el régimen de vientos no es favorable.

La demostración de la afirmación anterior se puede realizar examinando las tasas de hospitalización por enfermedades respiratorias (asma, infección respiratoria aguda (ARI) y obstrucción pulmonar crónica (COPD)[19], de los residentes en las áreas vecinas a las plantas.

Los resultados de la investigación[20]indican que entre los residentes que viven en "ZIP code containing a fuel-fired power plant" mayores de 10 años de edad hubo incrementos significativos de 11%, 15% y 17% en las tasas de hospitalización por asma, ARI y COPD, comparados con residentes en zonas que no tienen plantas de energía. Pero que no hubo aumentos significativos en los niños menores de 10 años. Los residentes en áreas vinculadas a sitios de depósito de desechos fueron afectados por las 3 enfermedades en los dos grupos de edades; y en el caso de residentes en áreas con plantas de energía movidas por combustible y además con sitios de depósitos de desechos peligrosos las incidencias fueron aproximadamente añadidas.

Las conclusiones de los investigadores son las siguientes:

"Nuestros resultados son consistentes con la hipótesis de que la exposición al aire contaminado por plantas de energía movidas por combustible y compuestos volátiles procedentes de sitios de desperdicios peligrosos incrementan el riesgo de hospitalización por enfermedades respiratorias"

En el texto de la investigación los científicos anotan que las plantas de energía hidroeléctricas, nucleares, eólicas y solares, no contaminan el aire, pero que las movidas por combustibles fósiles emiten anualmente millones de toneladas de contaminantes del aire. Indican que adicionalmente a la formación y liberación de dióxido de carbono, liberan dióxido de azufre (SO2), óxido de nitrógeno (NO), partículas en suspensión (PM), e hidrocarbonos aromáticos policíclicos (PAHs); y que también podrían liberar componentes orgánicos volátiles. Los investigadores explican que se han encontrado aumentos significativos en las tasas de hospitalización y emergencias por episodios de asma debidos a la variación de corto plazo de los niveles de SO2 proveniente de refinerías de petróleo.

En otra investigación (Cleaning up coal) se indica que el punto débil de las plantas hidroeléctricas son las sequías, que en el último año en China han reducido la producción de energía y provocado severos racionamientos. Y las plantas solares y eólicas producen rendimientos intermitentes.

4.3.4. CENTRALES HIDROELÉCTRICAS

En el caso de las plantas hidroeléctricas de producción de energía, además de su obvia utilidad, cuando las condiciones de lluvia y caudal así como la gestión del agua y de la energía lo permiten, los reservorios hidroeléctricos prestan varios servicios adicionales, tales como el riego de las áreas productivas adyacentes, el control de las inundaciones que se producían en el invierno y que con el reservorio se pueden atenuar o eliminar; constituir fuente de agua, de recreación, pesca y navegación deportiva. La dificultad de este uso múltiple está en que compiten con el nivel y flujo del caudal que requiere la gestión del mismo para la producción de energía. Por ejemplo, para el control de las inundaciones en época de lluvias, el nivel del agua debe bajar para tener disponible un volumen para recibir el agua. Es decir que cada uso requiere un volumen de agua, que debe añadirse al específico necesario para la producción de energía.

Lo primero que debe ponerse en evidencia es que la construcción y operación de una represa hidráulica y su reservorio constituyen una enorme irrupción en la naturaleza, un rompimiento de todo un subsistema ecológico en el que han vivido secularmente y en una simbiosis múltiple especies de fauna y flora, en ciertos casos con población humana que, si es aborigen y milenaria, suele integrarse con la naturaleza sin afectarla. Los ciclos de crecimiento, reproducción y mantenimiento de toda la vida son brutalmente cortados, y de manera irreversible, habida cuenta que se altera el suelo, el subsuelo, la temperatura, el régimen de vientos y la humedad de un ámbito territorial muy grande.

Para empezar, se cambia una enorme superficie de terreno de su uso natural y es inundada permanentemente, con lo cual mueren las especies vegetales y animales que dependían de ella, tanto visibles como microscópicas. Durante un tiempo se producirá una mayor filtración de agua que aumentará las aguas subterráneas y elevará la napa freática. El enorme peso del agua alterará la geología del lugar. El agua captará el calor ambiental y lo retendrá con lo cual bajará la temperatura del lugar durante el día, pero subirá durante la noche, cuando el agua desprende el calor retenido. Es decir que cambiarán radicalmente las condiciones ambientales. El espejo de agua reflejará los rayos solares subiendo el albedo y bajando más aún la temperatura. Lo anterior hará variar el régimen de vientos. En los meses soleados se producirá evaporación del agua aumentando la humedad ambiental y formando neblina en las primeras horas de la mañana. En resumen, se produce un cambio total e irreversible de la ecología del lugar y de un ámbito territorial muy amplio.

Simultáneamente con lo anterior, la construcción de la carretera necesaria para la materialización, funcionamiento y mantenimiento de la planta de generación de energía atraerá población, inicialmente los obreros de la construcción y luego la colonización de las tierras adyacentes, de manera que el cambio de la ecología del territorio es mucho mayor que el provocado por la presa y su reservorio.

En el caso de mi país, el Ecuador, la construcción de la represa hidroeléctrica Paute en una zona deshabitada, húmeda y boscosa, provocó la llegada de campesinos agricultores, los cuales procedieron a deforestar el área adyacente a la carretera que conduce a la planta de generación eléctrica para habilitar el suelo a sus cultivos; esa deforestación alejó la humedad y las nubes con lo cual se afectó el régimen de lluvias y actualmente hay meses en los cuales el nivel del embalse es crítico y hay que racionar la energía en todo el país. Para colmo, la deforestación provocó la erosión del suelo y las aguas del río conducen cada vez más tierra, lo que reduce el volumen del embalse y obliga a un dragado permanente del fondo de la presa.

Son mundialmente conocidos los impactos producidos por la construcción de la presa Gamal Abdel Nasser en Egipto, que cambió todo el régimen de inundaciones del Nilo (que fue el sustento y explicación de la existencia de la gran civilización egipcia) y de la represa denominada de Las Tres Gargantas, en la República de la China, que "dejó bajo el nivel de las aguas a 19 ciudades y 322 pueblos, afectando a casi 2 millones de personas y sumergiendo unos 630 km2 de superficie de territorio chino". Sin embargo de lo cual, apenas sirvió para satisfacer el 3% de la demanda de energía de la China.[21]

Los críticos más severos sostienen que los costos sociales, ambientales y económicos de estas represas pesan más que sus beneficios y que, por lo tanto, no se justifica la construcción de las represas grandes.[22]

El problema de las represas hidroeléctricas es que su área de influencia ambiental es muy grande, realmente empieza aguas arriba (por la afectación al régimen de lluvias que se ha anotado) y termina aguas abajo, en algunos casos hasta la desembocadura del río; ya que se alterará el caudal del río más allá de la presa según los requerimientos energéticos, cambiando así los ciclos hidrológicos naturales . Esto último significa que todas las actividades que dependen del caudal del río se verán afectadas y toda la ecología cambiará de manera irreversible: los suelos, su uso y productividad, sea natural o artificial; la vegetación, fauna, pesca, temperatura y humedad, y asentamientos humanos.

En algunos países, ante la evidencia de la magnitud de las afectaciones ambientales se ha indicado que se requiere un plan de manejo integral de la zona, que contenga acciones tales como la reforestación, consolidación de taludes, reconversión de tierras, reasentamiento de población, etc., pero en la realidad del funcionamiento de la naturaleza, se requerirá cientos de años para que ese nuevo subsistema ecológico –en el caso de ser científicamente correcto- funcione.

Todo lo anterior no puede negar ni ocultar el beneficio obvio de la producción de energía hidroeléctrica, cual es la reducción significativa de las emisiones de gases de efecto invernadero al disminuir la necesidad de producir energía mediante la quema de combustibles fósiles.

Como un ejemplo adicional del carácter de "sistema" que tiene todo el funcionamiento natural, vale describir el ciclo de beneficios momentáneos de la inundación de las tierras para la formación del embalse y sus subsecuentes prejuicios: la descomposición de la vegetación original que queda sumergida se transforma en alimento para una posible población de peces que puede vivir en el embalse, así como para el crecimiento de hierbas acuáticas, pero en el corto plazo, se formarán capas vegetales de algas que pueden llegar a dificultar el funcionamiento de la planta de energía y provocar pérdidas de agua por la transpiración, lo cual obliga a permanentes y costosas operaciones de eliminación de esas algas y tratamiento de las aguas. Adicionalmente, esas capas vegetales destruirán la pesca y dificultarán la recreación en la laguna artificial.

La situación puede ser más negativa en el caso que no se hayan eliminado los árboles antes de la inundación, ya que el uso del oxígeno por las bacterias que descomponen esos materiales vegetales agotará el oxígeno del agua; esa descomposición anaeróbica produce sulfuro de hidrógeno y metano. El primero dañará las turbinas del generador y matará a los organismos acuáticos; y el segundo es un gas invernadero y potencialmente explosivo. Como el agotamiento del oxígeno ocurre primero en el agua más profunda, que es el nivel de toma de la misma para el movimiento de las turbinas, esa agua tiene sulfuro de hidrógeno que, como se ha anotado, daña las turbinas; además, puede tener un Ph inferior y menor temperatura que las aguas superficiales y, al ser expulsada, afectará a plantas y animales aguas abajo.

En el funcionamiento natural de la cuenca del río, el limo que arrastran las aguas es fundamental para las especies y agricultura aguas abajo; con el funcionamiento de la represa, ese limo se deposita en el fondo del embalse y las aguas que salen de la planta ya no lo contendrán, afectando la ecología aguas abajo. En el caso de la agricultura, esa carencia obligará a la utilización de fertilizantes, con las consecuencias ambientales y económicas que el uso de los mismos acarrea.

En referencia a los asentamientos humanos, serán desalojados los ubicados en el área de inundación, su reasentamiento provocará disgustos en las áreas de llegada; los trabajadores de la planta de energía conformarán un nuevo asentamiento, con las consecuencias anotadas más arriba respecto de los campamentos de trabajadores, etc.

De manera que las afectaciones ambientales, sociales y económicas serán reales –en algunos casos, graves- e irreversibles en un territorio muy extenso, aguas arriba, en el sitio del reservorio y la planta, y aguas abajo.

4.3.5. PLANTAS NUCLEARES DE ENERGÍA

En la actualidad las plantas nucleares de generación de energía casi igualan en porcentaje total de generación a las hidroeléctricas; 13 y 15% respectivamente. A partir del terremoto y consecuente maremoto ocurrido en el Japón en el año 2010 que, como consecuencia de la destrucción de los sistemas de refrigeración provocó la emisión de material radiactivo, se desató en el mundo una fuerte reacción adversa a la energía nuclear. Esa reacción revivió los temores por similares accidentes en las centrales de Three Mile Island y Chernobil. Sin embargo, existen científicos que aseguran que realmente estas plantas son las más seguras y menos contaminantes de todas. "A finales de la década de los 90, existen más de 430 reactores nucleares que producen energía en 26 países".[23]

De manera similar a las plantas hidroeléctricas, las nucleares tienen pocas posibilidades de sufrir fallas catastróficas. Los expertos consideran que, si el diseño, la construcción y la operación de las plantas son correctos, los riesgos son mínimos y los problemas ambientales serán limitados.

Es motivo de optimismo el nuevo diseño de las plantas nucleares de generación de energía, como la denominada Pebble Bed Reactor que se está construyendo en la China[24]la cual tendrá reactores de grafito modulados a alta temperatura enfriados por gas. En lugar de las grandes barras de combustible de las centrales tradicionales, tendrá partículas de uranio revestidas de gafito pirolítico -que actúa como un moderador de la radiación– rodeadas de carburo de silicio a prueba de fuego. Las partículas de uranio, cada una del tamaño de una bola de billar, estarán contenidas en un vaso vertical de acero rodeado de paredes de concreto diseñadas para resistir la fuerza del choque de un avión o un terremoto. La refrigeración será provista por helio, que es un gas inerte, y será inyectado a través de las partículas de uranio como refrigerante. El helio no está sujeto a explosiones de vapor, resiste la absorción de neutrones de manera que no se vuelve radioactivo y no disuelve contaminantes que pueden llegar a ser radioactivos y contaminar las áreas circundantes. La planta tiene un sistema pasivo de refrigeración, lo que significa que, en caso de accidente, no habrá fundición, el reactor no se romperá, explotará o arrojará residuos peligrosos. Los expertos aseguran que la planta es tan segura que ni los errores humanos ni las fallas de los equipos pueden causar un accidente que pueden herir a los seres humanos. (¿y tampoco al ambiente? NdA)[25]

Según la Figura 2 incluida en la investigación citada, la generación de electricidad en el mundo está distribuida entre las siguientes fuentes: carbón 37%, gas 26%, hidroeléctrica 15%, nuclear 13%, líquidos 5%, viento 1,9%, combustible orgánico 1,8% y otras fuentes 0,9%. Esos datos confirman lo que se indicaba más arriba, de la preponderancia de plantas emisoras de gases invernadero, lo cual es altamente preocupante, más aún habida cuenta el crecimiento incontrolado y explosivo de la población mundial y su insaciable demanda de electricidad. Al parecer, la importancia de las plantas de energía renovable se mantendrá mínima en un tiempo todavía largo, por lo cual –y participando del optimismo de la autora de la investigación citada, que es compartido por James Lovelock- el desarrollo de la energía nuclear es una buena noticia para el ambiente y para la creciente demanda mundial de energía.

Las ventajas de las plantas nucleares son las siguientes, siempre según Gioietta Kuo:

  • No emiten gases de efecto invernadero, de manera que no contribuyen al calentamiento global,

  • Tienen una alta densidad de producción de energía, por lo que requieren de poco suelo para su funcionamiento; de manera que dada la escasez de tierra para cultivos las plantas nucleares no compiten por la tierra, a diferencia de las plantas eólicas, solares y de biocombustible,

  • Es ideal para la producción de grandes cantidades de hidrógeno, que se necesita para el transporte mediante el uso de células de combustible,

  • También puede usarse para la desalinización del agua del mar.

Permanecen los peligros derivados de la eliminación de los desechos nucleares.

4.4. SISTEMAS HIDRÁULICOS Destinados a la captación, conducción, almacenamiento, tratamiento, y distribución de agua fresca.

La infraestructura de agua potable incluye los siguientes componentes: represas y reservorios de almacenamiento en la fuente, tuberías de conducción con sus franjas de derechos de uso y carreteras correspondientes, estaciones de bombeo, plantas de tratamiento, tanques y reservorios en la vecindad de las ciudades, y tuberías de distribución dentro de estas últimas; amén de los edificios de maquinaria y vehículos para el mantenimiento y operación, los edificios de administración, etc.

El uso del suelo está íntimamente relacionado con el agua y el aire. Cuando se producen extensas afectaciones del suelo para la construcción de obras de infraestructura, se producen modificaciones hidrológicas que pueden causar inundaciones tierras abajo, baja del nivel freático, disminución de la recarga de agua subterránea y alteraciones en los flujos de los arroyos. Y tanto el uso del suelo como la cantidad, presencia y calidad de las aguas superficiales y subterráneas interactúan con la calidad, temperatura y dinámica del aire.

Toda obra de infraestructura produce afectaciones en los recursos hidráulicos, no solamente del sitios específico de su implantación o recorrido, sino de un área mucho mayor. Tanto la cantidad como, específicamente, la calidad del agua superficial y subterránea es afectada, así como el nivel de la capa freática. Así mismo, esos cambios afectan a la variedad de usos –de los seres humanos y de las poblaciones de flora y fauna- que tenían esos dos acuíferos antes de la construcción, nuevamente, tanto en la disponibilidad como en la calidad del agua. De manera que, en síntesis, alteran el sistema ecológico precedente, uno de cuyos componentes fundamentales era la cantidad y calidad del agua; y esa alteración es irreversible, no importan las medidas de mitigación, un sistema ecológico no se puede reconstruir, puesto que es el resultado de miles de años de evolución, lo que se logrará con esas medidas de mitigación no es más que un paliativo para la destrucción.

Parte de esas afectaciones al recurso agua son las referidas a la tasa de escurrimiento, debidas a acciones que reducen la permeabilidad de la superficie de la tierra; y que provocarán una disminución del nivel freático, inundaciones más copiosas y frecuentes, y temporadas de sequía más prolongadas. En el caso de la agricultura y ganadería, los impactos producirán disminución de la productividad o, en los casos de grandes obras de infraestructura que, además de ocupar enormes extensiones de terreno emiten distintos tipos de agentes contaminantes, serán inevitables la ruina y emigración de la población campesina.

  • SISTEMAS DE ALCANTARILLADO: Destinados a la captación, conducción, tratamiento y disposición final de aguas lluvias, grises y negras

"Para completar el ciclo integral dela gua, una vez consumida ésta, es necesario recoger y transportarla a la planta de tratamiento y depuración… En las redes de saneamiento se suelen producir continuos atascos y roturas, que producen malos olores e insalubridad".[26]

Para evitar o disminuir esas eventualidades que ocurren en la red de alcantarillado, es fundamental la calidad del diseño técnico de la red con todos sus componentes, el control de la calidad en la construcción, el control del tipo de vertidos que se arrojan en el recorrido provenientes principalmente de industrias que utilizan líquidos corrosivos, y la permanente labor de limpieza y mantenimiento.

Entre los vertidos contaminantes o corrosivos, están los aceites y grasas que pueden producir atascos, los ácidos y vapores o líquidos que al contacto con el resto de fluidos desprenden vapor o sustancias químicas que se expelen a la atmósfera por los sifones de las calles, etc. Son imágenes típicas de ciudades densamente pobladas los vapores que se expelen desde los sifones de las calles., y que son respirados por los transeúntes.

Por ejemplo, la red de alcantarillado de la ciudad de Madrid conduce conjuntamente por la misma tubería las aguas negras y grises arrojadas desde las viviendas y equipamientos urbanos, las aguas lluvias y las industriales.[27] De manera que el agua de lluvia, relativamente limpia y que podría ser aprovechada sin ningún tratamiento, por ejemplo en los tanques de los inodoros o para regadío de plantas y parques de la ciudad, es desperdiciada y contaminada. Y se la mezcla con vertidos industriales que contienen sustancias contaminantes.

En el caso de los vertidos industriales se requiere por parte de las municipalidades un programa de control de vertidos y, por parte de las industrias que los producen, la instalación de separadores de fluentes, trampas de grasas y, en general, tratamiento de los agentes contaminantes previo a su vertido en la red pública.

En contra de esas ventajas de construir redes separadas, se argumentan las siguientes desventajas: el costo, obviamente es casi el doble, tanto de la red pública como de la red interna de los edificios; hay que evitar la contaminación del agua lluvia para evitar que su vertido al cuerpo final no se fuente de contaminación de éste; que las aguas pluviales de las ciudades no son limpias sino que acarrean los contaminantes atmosféricos y del suelo de la ciudad; que la red de aguas negras no se beneficia de la autolimpieza que provee el agua lluvia, por lo que debe inyectarse agua limpia en ella.

Debe evaluarse ventajas y desventajas, tanto económicas como técnicas, pero siempre introduciendo la variante de la preservación y conservación de la pureza ambiental, habida cuenta que las alteraciones del ecosistema son irreversibles.

Respecto de las aguas lluvias, existen ciudades que avanzan el la construcción de redes separadas, con un doble propósito, aprovechar las aguas lluvias sin contaminarlas con las servidas, y disminuir el volumen de líquido y la cantidad de contaminantes que requiere de tratamiento previo a su disposición final.

Uno de los riesgos más serios de los sistemas de alcantarillado de las ciudades es su obsolescencia. La mayoría de la extensión de la red, y fundamentalmente la que sirve a la ciudad central e histórica, fue construida hace muchos siglos, diseñada, dimensionada y construida para conducir exclusivamente aguas grises, negras y lluvias, de un área reducida y de un número de habitantes también reducido; con materiales –ladrillo y piedra- y técnicas de construcción de la época (sin materiales ni técnicas de impermeabilización, etc.). En la actualidad se ha intensificado la densidad poblacional varios cientos de veces y se arroja a la red la variedad de fluentes indicados. Obviamente es de esperar que se produzcan atascos, hundimientos (ocasionados por filtraciones que se han mantenido muchos años y terminan por disgregar la tierra de la base de los colectores), roturas, etc.

Se han dado casos de contaminación del agua potable con la servida, cuando estas últimas se han mezclado con el agua potable por roturas en las tuberías respectivas; lo que ha ocasionado epidemias en la población del área afectada.

Esa circunstancia obliga a las municipalidades a poner en práctica programas permanentes de monitoreo, control, mantenimiento y reconstrucción de la red antigua, juntamente con la expansión y control de la nueva.

Otro de los problemas mayores de contaminación provocada por la disposición final de las aguas servidas en el cuerpo receptor, que suelen ser ríos, lagos o el mar. En unos casos, los ríos que atraviesan las ciudades van recogiendo las aguas servidas en su trayecto, provocando obvias situaciones de malos olores y contaminación ambiental en el interior de la ciudad. En otros casos, por ejemplo en el Río Támesis en Londres, cuando sube la marea regresa el agua del río a la ciudad, con su carga de aguas servidas. La pérdida de oxigeno de las aguas de ríos, lagos y mar es una consecuencia de haberlos convertido en receptores de las aguas negras, junto con la muerte de las flora y fauna marina y fluvial.

Esos efectos van siendo superados mediante la construcción de plantas de tratamiento de las aguas servidas previo a su vertido final en los cuerpos receptores.

Sin embargo de los adelantos en la conducción y tratamiento de las agua servidas, se mantiene en gran parte del mundo –especialmente en el medio rural- varios tipos de eliminación de las mismas que son altamente contaminantes. El uno es la disposición de letrinas, las cuales, cuando se construyen cerca de los cuerpos de aguas subterráneas que son utilizadas por población cercana, las contaminan provocando enfermedades gastrointestinales. Cuando no se dispone de red de alcantarillado público pero sí de red privada se conducen las aguas grises y negras a pozos sépticos, los cuales necesitan de vaciados periódicos y, además, también pueden provocar los problemas mencionados para las letrinas. Y, finalmente, no terminan de existir poblaciones cuyo única posibilidad de disposición de todo tipo de residuos y aguas servidas es arrojarlas directamente a ríos, quebradas y bosques.

Inclusive en ciudades del mundo desarrollado y en desarrollo, la velocidad de expansión de las ciudades se produce a un ritmo que no puede ser igualado por la construcción de la infraestructura urbana, de manera que quedan zonas no servidas por ella, en las cuales se ejercen las precarias prácticas de eliminación de desechos de las áreas rurales descritas anteriormente.

  • SISTEMAS SANITARIOS: INFRAESTRUCTURA PARA EL PROCESAMIENTO DE DESECHOS

En los últimos años, tal vez a partir del surgimiento de los grupos ecologistas y, simultáneamente, de la evidencia de que la cantidad de desechos que produce la humanidad se iba convirtiendo en inmanejable, se ha ido desarrollando una conciencia de manejar el problema de la producción de desechos. Antes de que eso ocurriese, en la mayoría de los países del mundo existía la práctica de recoger los desechos de las viviendas mediante camiones recolectores y arrojarlos en extensiones de terreno en las afueras de la ciudad. De manera que cuando un viajero se aproximaba a la ciudad sabía que ya se hallaba cerca al contemplar bandadas de aves carroñeras revoloteando sobre montañas de basura.

El resultado de esta práctica, en términos ambientales, era que se producía la descomposición aeróbica de la basura y los gases resultantes se emitían a la atmósfera produciendo olores nauseabundos, mientras que los líquidos se filtraban en el subsuelo contaminándolo junto con las aguas freáticas.

Las familias indigentes destinaban algunos de sus miembros, especialmente mujeres, niños y ancianos, a la tarea de buscar entre la basura ("minar la basura") para obtener objetos que pudiesen tener alguna utilidad directa o, mediante un pequeño proceso de limpieza, pudiese ser vendido a otras familias igualmente indigentes. Incluso recuperaban comida desechada por familias y restaurantes que la dilapidaban. Lógica y desafortunadamente, esas personas no tardaban en adquirir enfermedades respiratorias, digestivas e infecciosas. Pero esa actividad les permitía sobrevivir cada día; a un nivel tal que se formaban casi gremios de "minadores" que se cuidaban de no permitir el libre acceso a otras personas a las montañas de basura.

El siguiente paso que pusieron en práctica los ayuntamientos fue enterrar la basura, mediante la compactación mecánica de capas de basura y cubriéndolas con una capa de tierra, en o que se denominaba "relleno sanitario".

De esa manera, se produce una descomposición anaeróbica de la basura, con lo cual se obtienen dos productos beneficiosos: se multiplican los gusanos (lombrices de tierra) productores de nitrógeno útil para la agricultura, y se produce biogás, útil como combustible. Esa práctica permitió a algunos "minadores" (listos o asesorados por estudiantes universitarios solidarios), complementar la búsqueda de objetos aprovechables entre la basura con el acopio de lombrices de tierra y el uso del biogás en cocinas artesanales para cocer sus alimentos en el mismo sitio del relleno sanitario.

Sin embargo de esas mejoras, el lento proceso de compactación y enterramiento de la basura, junto con la mezcla de todo tipo de materiales en ella, hacían que continúen las afectaciones ambientales en el aire, la tierra y el agua.

El siguiente paso [28]es el de la separación y clasificación de la basura en el origen, esto es, en los hogares, básicamente en tres tipos de residuos: orgánicos; plásticos, metales y vidrio; y papel y cartón. Los primeros son susceptibles de ser convertidos en compost, muy útil para la agricultura; y los restantes dos tipos ya tienen algún nivel de tratamiento para su recirculación. A continuación se va difundiendo entre la población la práctica de la triple "R": reusar, reducir y recircular.

Como se pude apreciar la civilización ha ido dando pasos positivos para resolver el problema de los miles de millones de toneladas de desechos que produce diariamente y que, desafortunadamente, se incrementaron primeramente con el uso del plástico para los envases; posteriormente por la práctica de los fabricantes de producir objetos de obsolescencia programada, lo que significa que se acorta la vida útil de un producto para obligar a los consumidores a reemplazarlo en un corto tiempo. Otra de las fuentes de producción de desechos es el vertiginoso avance de la tecnología informática, que ha inundado el mundo con beneficios innegables pero que deja en la obsolescencia a los aparatos anteriores al cabo de menos de un año de uso.

Las prácticas industriales desde mediados del siglo XX han estimulado el aumento de desechos de manera inaudita, primero fue la introducción del uso del plástico en los envases, el cual en su mayoría todavía tiene una calidad tal que su descomposición dura siglos[29]aunque poco a poco van apareciendo los plásticos reciclables y de descomposición más rápida. Luego fue la estrategia de mercado de, supuestamente, hacer más atractiva la presentación de los productos, mediante el diseño y fabricación de envases con tal cantidad de material que algunos cuestan más que el producto que contienen. Un paquete de 4 galletas o un cuarto de litro de jugo de fruta se entregan en envases cuya fabricación cuesta más y ocupa más espacio que los alimentos que contiene.

De manera que si bien se ha ido controlando la contaminación que provocan los desechos en el suelo, aire y agua, se ha aumentado su cantidad y el uso de los recursos naturales para su producción.

En la actualidad se están construyendo instalaciones destinadas a procesar los residuos y obtener energía eléctrica y calor a partir de ese proceso.

Según las informaciones consultadas, actualmente se ha experimentado éxitos en el procesamiento de residuos de diverso origen, tales como astillas de madera –aserrín- desechos comerciales que suelen enviarse a vertederos y rellenos sanitarios, desechos orgánicos, plástico, metales ferrosos y no ferrosos y vidrio. En algunos casos se utiliza digestores anaeróbicos que producen biogás, a partir del cual se genera electricidad y, además, se utiliza el agua que ha servido para el enfriamiento de las turbinas y, como consecuencia ha extraído el calor de ellas, para la calefacción de viviendas aledañas a las instalaciones. Una de las planas más grandes genera electricidad para el consumo de 4000 viviendas.[30]

La información disponible se refiere exclusivamente a las ventajas del procesamiento de residuos y a los frutos obtenidos en generación de electricidad y calor, pero no hace ninguna alusión al combustible utilizado para producir el fuego y calor necesario para el procesamiento de los residuos[31]por lo que puede suponerse que se trata de carbón, gas natural o diesel, todos combustibles fósiles que generan gases de efecto invernadero. En ese caso, sin duda que estas instalaciones son muy beneficiosas para mejorar las condiciones ambientales al reducir la disposición final de desechos al suelo y agua, pero mantendrían la emisión a la atmósfera de gases nocivos por la quema de combustibles fósiles.

4.7. SISTEMAS DE EXTRACCIÓN DE PETRÓLEO Y GAS NATURAL: terrestres y marítimos

4.7.1. EL SISTEMA DE EXTRACCIÓN Y EXPLOTACIÓN

Los impactos ambientales se producen desde la búsqueda, exploración, desarrollo y producción de esos dos recursos naturales mayormente utilizados para la producción de energía. La actividad se inicia mediante estudios geológicos y geofísicos, con exploración sísmica, esta última comprende cargas explosivas que, lógicamente provocarán ruido; estas actividades se realizan en áreas extensas. Luego se realizan estudios detallados en áreas seleccionadas mediante perforaciones para localizar y evaluar la calidad y cantidad del petróleo y gas. Las instalaciones comprenden pozos, bombas, líneas de recolección y transporte, tanques de almacenamiento y unidades de procesamiento inicial, además de –en algunos casos- helipuertos o campos de aviación.[32]

La habilitación de toda esa enorme área requerida para el trabajo de la explotación requiere primeramente el desbroce de la selva. Los árboles milenarios son cortados y sus troncos trasladados a las empresas madereras mediante plataformas por las nuevas carreteras construidas.

Todas esas actividades e instalaciones requieren del uso exclusivo de miles de hectáreas que, en muchos lugares del mundo han requerido la expropiación y desalojo de comunidades nativas. En el caso de mi país, el Ecuador, varias comunidades indígenas han entablado juicios en cortes nacionales e internacionales a grandes compañías de explotación petrolífera por daños ambientales irreversibles en sus tierras.[33] [34]

La construcción de carreteras para acceder al lugar de la explotación con grandes camiones y plataformas que transportan las enormes maquinarias y tuberías, generan los siguientes impactos ambientales:

  • El desbroce de la selva en los miles de hectáreas del corredor necesario para la carretera, desde las áreas pobladas hasta el sitio de la explotación.

  • Las carreteras posibilitan la colonización de tierras vírgenes. La primera actividad de los colonos es el desbroce de la selva primigenia para habilitar la tierra para los cultivos; los árboles cortados son vendidos a intermediarios de las empresas madereras, que los trabajan en el sitio y luego conducen la madera trabajada a las ciudades. El resto de la vegetación es quemada, liberando dióxido de carbono a la atmósfera de la selva tropical. Luego se siembra cultivos biológicamente ajenos a la ecología propia de la selva, los cuales afectarán a la flora y fauna original. Los colonos llevan ganado y mascotas (perros, gatos, conejos, cuyes, cabras, etc.) y otros animales como roedores, que constituyen poblaciones extrañas al sistema ecológico primigenio. Se ha demostrado que el suelo de la selva tropical es poco productivo para otras plantas que no sean las originales, dado que su fertilidad depende de la sombra de los árboles y de los subproductos generados por ellos mismos y por la fauna originaria que se alimenta de ellos, la humedad y temperatura son parte de esa misma ecología y cambian con la deforestación; en suma, es un nicho ecológico singular y muy vulnerable a los cambios; por esa razón los cultivos de los colonos tienen baja productividad y los suelos no soportan más que unos pocos ciclos productivos. Esa realidad lleva a que los colonos empleen fertilizantes, que constituyen otra forma de contaminación del suelo, el subsuelo y del agua.

  • Posibilitan el acceso a la selva tropical de empresas madereras, que obtienen de los gobiernos nacionales la concesión de miles de hectáreas para la explotación de la madera. Se produce la deforestación masiva de la selva. En algunos casos las madereras deben reforestar el área explotada pero, tal como expone James Lovelock[35]eso es una ingenuidad en términos de conservación y mantenimiento de la ecología, ya que esta se ha formado en miles de años y no puede ser recuperada con árboles recién plantados.

  • El intenso tráfico de maquinaria pesada provoca contaminación por los gases de los vehículos.

  • Un problema social que suele presentarse entre las fases de construcción y operación es que la primera fase atrae mano de obra con la esperanza o espejismo de la oferta de trabajo, generalmente es mayor el número de demandantes de empleo que el de empleados realmente. Los sobrantes suelen establecerse en las cercanías para estar a la expectativa del empleo, o se instalan como campesinos agricultores, con las afectaciones mencionadas antes. Pero terminada la fase de construcción, para la operación solamente se contrata a personal especializado, con lo que se produce el desempleo de los obreros iniciales, los cuales pasan a engrosar el grupo de los campesinos.[36]

En el período de la explotación y para el funcionamiento de la misma, los impactos ambientales más importantes son los siguientes:

  • La construcción y funcionamiento de los campamentos de los trabajadores, cuyos impactos fueron analizados en el tema de la construcción de vías.

  • Cambia todo el sistema original de escurrimiento del agua, así como su volumen y calidad. Con la instalación habrá fundamentalmente aguas grises y negras que se escurrirán libremente por toda a superficie de la instalación.

  • La construcción e instalación de la tubería que conduce el crudo y el gas hasta las refinerías o puertos de embarque para la exportación; en algunos casos estas tuberías atraviesan todo el territorio de uno o varios países. En parte del recorrido la tubería se instala junto a la carretera, pero pronto se aleja de ella, por lo que debe desbrozarse otras miles de hectáreas para su construcción e instalación, además del área necesaria para la seguridad y mantenimiento.

  • Un subproducto del petróleo suele ser el gas natural. Inicialmente se quema a la intemperie, y son características e hitos de identificación de las explotaciones petrolíferas los quemadores que desprenden CO2, H2S y metano a la atmósfera. Pasado algún tiempo se realizan adecuaciones tecnológicas para el aprovechamiento del gas y se lo conduce por tubería a las refinerías y plantas térmicas de producción de energía.

  • La perforación y extracción requiere el uso y luego la inyección de agua, la cual se la obtiene de los ríos, arroyos y lagos cercanos, disminuyendo su disponibilidad para los procesos naturales de reproducción del hábitat primigenio. Dicha agua, ya contaminada con aceites y con el mismo petróleo o gas luego es arrojada a las mismas fuentes, con las obvias consecuencias para la vida –o, más bien, muerte– de la flora y fauna originaria. En algunos casos se construyen piscinas de depósito, a partir de las cuales se contamina el subsuelo por filtración y la atmosfera por arrastre de partículas por el viento. Esas aguas contaminadas han producido enfermedades en las comunidades aborígenes, lo que ha sido reclamado también en procesos judiciales nacionales e internacionales.

  • En muchísimas ocasiones, lo cual hace pensar que es una consecuencia inevitable de la explotación, se han producido derrames de petróleo desde los pozos y desde las tuberías. Si bien se ha desarrollado tecnología para la limpieza mediante bacterias que consumen petróleo o con productos químicos, estas apenas son paliativos mínimos para las afectaciones a miles de hectáreas de la selva tropical.

  • En algunos casos se construyen refinerías de procesamiento del petróleo cerca de la explotación, con los impactos debidos específicamente a ellas.

  • Derrames y explosión de plataformas petrolíferas en alta mar. "Derrame de petróleo en el Golfo de México, crecen día a día los daños causados por la explosión de una plataforma estadounidense y su posterior hundimiento. El accidente se inició el 20 de abril y once personas están desaparecidas. Aparentemente provocado por un aumento de presión en el pozo petrolífero, el derrame continúa: todos los días, cantidades equivalentes a unos 1.000 barriles de crudo se están esparciendo en el Golfo de México, y el impacto ambiental del accidente tendrá consecuencias catastróficas".[37]

  • Toda la modificación de la topografía necesaria para la instalación de la explotación modifica sustancialmente el régimen hidrológico de los humedales, la calidad del agua y la vegetación; más aún por las fugas y derrames del lodo de perforación y del petróleo.

En el transporte del petróleo y del gas natural las principales afectaciones al medio ambiente son, entre otras, las siguientes:

  • Derrames por rompimiento o destrucción de la tubería. Estos rompimientos pueden ser provocados por defectos constructivos de la obra física o de elaboración y suelda de la tubería; por deslaves o aluviones provocados por las modificaciones a la geomorfología original para la construcción de las carreteras o de las mismas tuberías; por movimientos sísmicos[38]por atentados terroristas, o por personas interesadas en extraer el producto.

  • Derrames desde los supertanqueros de petróleo, tanto por accidentes como por el lavado de los tanques.[39]

  • "No obstante, sólo un 10% del petróleo que va a parar al mar procede de accidentes marinos. Otras fuentes son la atmósfera, la filtración natural, la contaminación de los ríos y las escorrentías urbanas, las refinerías de petróleo situadas en la costa, las plataformas petrolíferas marinas…, las descargas operativas de los petroleros…, y otras causas (como el vertido en el golfo Pérsico durante la Guerra del Golfo en 1991, que se estima en unas 460.000 toneladas)"[40].

  • Adicionalmente a los mismos oleoductos o gasoductos, hay que tener en cuenta que estos requieren en varios puntos de su recorrido de estaciones de bombeo y de reducción de presión, las cuales también ocupan de manera exclusiva varias hectáreas de terreno susceptible de producir las mismas afectaciones al medo ambiente que las áreas de perforación y explotación.

  • En el caso de los oleoductos instalados en el fondo del mar, las afectaciones al agua y a la fauna marina son obvias, más aún en caso de rotura, explosión o filtración. Los organismos bénticos, así como la hierba marina y los arrecifes de coral suelen ser afectados de manera significativa.

4.7.2. MEDIDAS DE ATENUACION Y MITIGACIÓN DEL IMPACTO AMBIENTAL EN LAS LABORES DE EXTRACCIÓN

En los últimos años se ha desarrollado una tecnología más cuidadosa del medio ambiente, que incluye prospección satelital; perforación en racimo, con la cual con una sola perforación se puede llegar a extraer el petróleo desde varios campos; técnicas de control de la calidad en las distintas operaciones, mayor capacitación del personal, personal capacitado para el monitoreo e inspección, reglamentos y normas de seguridad, alarmas de detección de gas y protección contra sulfuro de hidrógeno; equipos automáticos de cierre de los oleoductos y monitoreo de la presión; maquinaria y equipo humano capacitado para la prevención y control de incendios; monitoreo de las emisiones atmosféricas y de la calidad de las aguas superficiales y del agua freática, etc.

4.7.3. REFINERÍAS DE PETRÓLEO

Los impactos ambientales de la refinación del petróleo son provocados por las emisiones de gases, de partículas, descargas de efluentes y de desechos sólidos, ruido y olor; los causados por los campamentos de trabajadores y el impacto visual en el paisaje. El ruido puede estar entre los 60 y los 110 db.

Los gases que se emiten a la atmósfera incluyen hidrocarburos, monóxido de carbono, óxidos de azufre y de nitrógeno. La enorme cantidad de agua que se emplea para lavar los materiales, enfriamiento, y en general en el proceso de la refinación, luego es arrojada al ambiente, contamina las aguas superficiales y freáticas, el suelo y es la causa de muchas enfermedades en la población vecina, así como la destrucción del hábitat.

Todo la contaminación anterior es permanente en el período de vida de la refinería, pero se incrementa a niveles de catástrofe en caso de derrames de materia prima o de los distintos productos derivados o secundarios; en caso de incendios o, peor, explosión. En el caso de fugas, filtraciones o derrames menores, estos pueden pasar inadvertidos, pero como son permanentes contaminan las aguas freáticas y, cuando existe población vecina que se abastece de agua de pozos, la aparición de enfermedades es segura.

Los oleoductos de abastecimiento de materia prima y de distribución de derivados (poliductos) son componentes esenciales de una refinería y, como se ha señalado en el acápite correspondiente, son fuente de riesgo de contaminación del medio ambiente.

En el caso de las explotaciones de petróleo y gas en el mar[41]el complejo de instalaciones –en lo que se diferencia de las explotaciones en tierra firme- comprende la perforación de pozos desde barcos o plataformas temporales, unidades sumergibles, y plataformas permanentes de explotación que incluyen helipuertos, vivienda para los trabajadores, fuentes de energía, tanques de almacenamiento, etc.

Todos los riesgos y casos de contaminación en tierra descritos anteriormente se multiplican debido a que el agua es un fluido por el cual la contaminación viajará rápidamente y alberga múltiples especies de fauna y flora mucho mas vulnerables y delicadas que las de tierra.

Además de todas las mencionadas, en este caso las emisiones atmosféricas son producidas por los generadores a diesel, las emisiones permanentes de gases en el proceso de explotación y en el transporte y, eventualmente, los incendios y explosiones y las emisiones de sulfuro de hidrógeno. Una vez que el petróleo o gas llega a tierra, las refinerías de petróleo y plantas de procesamiento de gas y descarga de los buques son otras tantas fuentes de contaminación. El ruido es un factor permanente tanto en el mar como en tierra. Pero además, las plataformas pueden colapsar por defectos de construcción o sismos, tsunamis o huracanes (estos últimos ocurren todos los años en el Golfo de México), por choques de tanqueros o roturas de los oleoductos.

El fondo del mar es afectado por las labores de extracción de muestras, construcción de las plataformas y oleoductos, etc., lo que provoca el ascenso de sedimentos, que pueden contener metales pesados, azufre, sulfuros y compuestos orgánicos; las aguas son más saladas y tienen poco o nada de oxígeno.

En el caso de las explotaciones que se ubiquen cercanas a poblaciones humanas que viven de la pesca, provocarán la ruina de la economía y vida de las mismas.

4.8. PUERTOS Y BAHIAS

Anteriormente se analizaron los impactos provocados por el transporte marítimo, de manera que en este acápite se estudian aquellos ocasionados por los puertos marítimos.

Los puertos constituyen instalaciones de gran envergadura en área y volumen; demandan para su construcción de importantes cambios y transformaciones en la zona costera y en el mar, movimientos de tierra, desbanques, rellenos e introducción de materiales y agregados extraños en la superficie, en el subsuelo y en el fondo del mar. Además demandan el dragado y eliminación de los materiales originarios. El impacto más inmediato y aparente es el cambio de la dinámica original de las aguas marinas así como en su composición química y temperatura; y el más obvio es la destrucción de los hábitats de todas las especies marinas en un ámbito de influencia que alcanza las aguas profundas y mar adentro.

Desde la fase de construcción y permanentemente en la de operación el intenso tráfico de maquinaria pesada con sus emisiones de ruido, gases, combustibles y aceites, significará una afectación importante e irreversible. A ese tránsito en tierra se sumará el marítimo de toda la flota de barcos, tanqueros y súper tanqueros, plataformas de contenedores, buques de crucero, etc. Todos ellos son enormes emisores de contaminantes al agua y a la atmósfera. Y todo ello en circunstancias de operación normal; a lo que hay que añadir los accidentes de derrames y descargas de petróleo y desechos de todo tipo (incluyendo aguas servidas)[42] desde los barcos. Además del petróleo en los puertos se produce el embarque y manejo de materiales peligrosos, tales como pesticidas, explosivos, gases presurizados, etc., siempre sujetos a derrames y explosiones.

En algunos casos e produce el denominado "desarrollo" inducido, con la formación de parques industriales junto o en la cercanía de los puertos, con bodegas, fábricas de distinto tipo de productos, etc., y sus correspondientes asentamientos poblacionales.

Durante todo el período de funcionamiento del puerto debe realizarse dragado de mantenimiento, para asegurar y recuperar la profundidad de las aguas requerida para la aproximación y el acoderamiento de los barcos. Los materiales provenientes de este dragado son más contaminantes que los de la operación inicial, debido a que son contaminados por la operación del puerto y de las áreas aledañas, tales como bodegas y asentamientos humanos.

4.9. AEROPUERTOS

Los principales afectaciones al medio ambiente producidos por los aeropuertos son los siguientes: contaminación atmosférica producida por los motores de los aviones y los miles de vehículos que concurren para el servicio a los viajeros; contaminación acústica producida por los motores de los aviones y por la frecuencia y congestión de tráfico vehicular. No debe despreciarse la contaminación producida por los desechos de todo tipo, y emisiones de los neumáticos de los aviones, grasas, pinturas, aceites, etc. (Página 240 de notas bibliográficas Asignatura 4)

Degradación del suelo: pérdida de la capacidad de realizar las funciones que le son propias.[43] El hecho de que la contaminación del suelo haya merecido menos consideración que la del aire y agua es que estas últimas son inmediatamente advertidas, mientras que la contaminación del suelo tiene un impacto más retardado, y con secuelas más lentas y persistentes. La contaminación del suelo conduce también a la de las aguas subterráneas.

Un estudio de la contaminación de suelos en los aeropuertos españoles indica que de 35 aeropuertos en que se ha caracterizado los suelos, 22 tienen suelos no contaminados y 13 sí los tienen contaminados.[44] La contaminación mayoritaria proviene de hidrocarburos. Llama la atención la explicación contenida en este artículo, que indica que:

"Cuando no es posible un tratamiento con técnicas económicamente viables se adoptan medidas de contención de la contaminación para reducir la exposición a la misma. En último extremo, y en casos donde no ha sido posible la recuperación del suelo mediante algún tipo de tratamiento, se procede a la gestión de las tierras en un vertedero autorizado".

Llama la atención por cuanto, en mi criterio, siempre se debería atacar el problema conteniendo la contaminación reduciendo la exposición a la misma, y no solamente cuando "no es posible su tratamiento con técnicas económicamente viables". Además, parecería que la "gestión de las tierras en un vertedero autorizado" no es lo más conveniente, en la medida en que implica simplemente trasladar la contaminación a otro sitio; desde el cual esta puede difundirse a suelos aledaños y aguas subterráneas.

El estudio indica que la contaminación más importante procede de "prácticas del Servicio de Extinción de Incendios que se realizaban sobre terreno natural… y de instalaciones de combustible".

Los gases emitidos por los motores de los aviones son de efecto invernadero, tales como el vapor de agua, dióxido de carbono (CO2), ozono (O3),y metano (CH4). Otros gases son óxido nítrico (NO), óxidos de azufre (SOx) e hidrocarburos volátiles.[45]

La Organización de Aviación Civil Internacional ha establecido normas de cumplimiento obligado para las emisiones de humos, hidrocarburos sin quemar, monóxido de carbono y óxidos de nitrógeno. Se debe considerar que el área de afectación es la equivalente a un radio de 10 km cuyo centro es el de las pistas de aterrizaje y despegue.

Partes: 1, 2, 3
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