Por la importancia que requiere el estudio de la literatura para estudiantes sinohablantes en el presente curso académico se realizaron dos trabajos de diploma en la Facultad de Español para No Hispanohablantes (FENHI), de la Universidad de La Habana donde se aborda la obra literaria del destacado poeta, narrador, ensayista, crítico y traductor literario Jesús David Curbelo Rodríguez. Nació el día 29 de diciembre de 1965, en Camagüey. Licenciado en Letras por la Universidad Central de Las Villas, 1988. Fue miembro de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) hasta el año 2000 y, actualmente, es miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y se desempeña como director del importantísimo Centro Dulce María Loynaz.
Breve presentación de su vida como escritor
Yo empecé a escribir en la Universidad de Las Villas de Santa Clara en los años 83 y 84, después de mucho tiempo empecé a publicar los libros en el año 92. Yo a veces mandaba a concursos, y los libros míos parecían más interesantes.
-¿Cuál es su actitud hacia la literatura?
Una actitud abierta, desprejuiciada. A mí me interesan los temas complicados, los temas que tengan una fricción con la realidad y con el discurso oficial.
-¿Cómo definiría usted la literatura?
Es un arte, es el arte de dialogar con la realidad y de dialogar con otras personas, porque a veces tú puedes no conocer a la gente. A los lectores tú no lo conoces y muchas veces ni siquiera ellos te conocen. Por ejemplo, un músico es una figura casi siempre muy conocida porque sale por la televisión, da conciertos, o un actor o una actriz la gente los conoce porque ven su imagen. Hay muchos libros que no tienen ni foto del autor, entonces es una forma anónima de conversar con la gente.
-¿Qué escritores han influido en su carrera literaria?
En sentido general Dante siempre tiene mucho que ver con lo que yo hago. Hay otro italiano que se llama Giovanni Bocaccio, que escribió un libro que se llama El Decamerón, que es un libro también transgresor, erótico. Más cerca Joyce, José Lezama Lima, Alejo Carpentier, Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Guillermo Cabrera Infante y un escritor mexicano que se llama Fernando del Paso.
-¿Cuáles han influido en su obra poética?
Bueno, hay muchos escritores extranjeros, como por ejemplo Cervantes, Quevedo que es un autor del cual he aprendido mucho. Hay un poeta que se llama Porceli, que es un poeta más contemporáneo. En el caso de Cuba, Martí, Lezama y Nicolás Guillén.
-¿Por qué su poemario se titula el "Lobo y el Centauro"?
Bueno, el lobo es un animal supuestamente agresivo, supuestamente violento, pero hay un poema famoso español que se llama "Los motivos del lobo" de Rubén Darío, está citado al final del libro, donde supuestamente el lobo explica su motivo de la violencia, -esa es la idea. El lobo como una especie de francotirador de animal crítico con la sociedad y con el hombre y el centauro es un animal que tiene algo humano, una mitad de hombre y otra mitad del caballo, entonces por allí viene el símbolo, con el animal que se va a humanizando, después de haber sido salvaje agresivo.
-¿Qué elementos de los años 90 están presentes en ese libro?
Allí hay mucha crítica social, algunos de los poemas son interpretación personal mía de historia de Cuba de fragmento de historia de Cuba. Están todos los elementos, la crisis de identidad y la crisis de ideología, de manera simbólica y metafórica por supuesto, ese libro no es un libro muy directo, pero si está todo allí.
-¿Qué intención usted persigue con estos poemas?
Sobre todo quiero dialogar con una cosa que está en crisis, que está buscando una nueva forma de manifestarse.
-¿Qué elemento de su poética usa en ellos?
Bueno allí hay dos variantes, la elegía, en ocasiones escrita en verso libre, es un verso que permite una expresión abierta, sin límites, sin barreras; sirve para expresar un discurso torrencial de metáfora y de símbolo; mientras que el soneto ya tiene un orden formal, el soneto es una forma estriada no varia demasiado, -aunque yo hago cambios-, pero ahí uno se da cuenta de que su cambio no es tan representativo, lo que importa de algún modo es como la disciplina de la forma opera sobre el discurso.
-¿Considera que según el año en que fueron escritos recrean toda la realidad de este tiempo?
No toda, pero sí la que yo quería cuestionar, de la que a mí me interesaba dejar testimonio de la época.
-¿Puede abordar un poco más en lo referido al lobo y al centauro?
Como yo le decía hace un rato, los animales como símbolos. Donde es más importante el animal puro como el lobo o el animal mezclado como el centauro, o sea, se trata de buscar un equilibrio entre la violencia del lobo que está explícita en esos versos libres que son así desaforados. Mientras que el centauro ya tiene una disciplina humana, que tiene que ver con los sonetos.
-¿Por qué usted selecciona el lobo y no al tigre o al león?
Porque el lobo tiene que ver con la tradición del poema de Rubén Darío que se titula: "Los motivos del lobo".
-¿A partir de la situación de Cuba en aquella época (90) el lobo hace referencia a los EE.UU?
No, no tiene nada que ver con eso.
-¿Qué recursos poéticos utiliza en estos poemas?
Allí está la metáfora, pero debo destacar que como el lobo y el centauro hay mucho más símbolos que metáforas. También la personificación porque los animales hablan, expresan y dialogan. Y el símil está dentro de los poemas.
-¿Dentro de toda su carrera como poeta, narrador y ensayista qué género prefiere? ¿Por qué?
Yo creo que la poesía, porque como es más esencial, es más profunda.
-¿Por qué titula este libro Dialéctica del silencio?
El problema es que mi primer libro se llama Apología del silencio, es un libro que se publicó después, pero en realidad fue el primero que yo escribí, es un libro que habla sobre el silencio, pero de una manera poco irónica, después el poema mismo van caminando hasta que llega al silencio, y se van haciendo más pequeño, incluso teorizando sobre el alto de silencio como una parte del alto poético. No era poesía sino la otra forma de poesía, entonces lo titulo dialéctica del silencio porque cada estado de lo que el libro cuenta es como un paso hacia el silencio.
– ¿Cómo usted se autoevalúa como poeta?
Eso es un poco difícil, por lo menos puedo decir que soy un poeta muy cambiante, que varío mucho. En realidad, me parece que mi poesía es bastante diversa que se mueve en los ritmos, de lo reflexivo a lo amoroso, a lo social y a lo privado, o sea, que no tengo una sola línea.
-¿Qué tienen de especial sus obras que lo hacen diferente a otros escritores cubanos contemporáneos?
Bueno, no sé. Allí no sé exactamente.
-¿Cómo ha respondido la crítica ante su obra?
La crítica en Cuba es bastante dura, sin embargo tanto mi poesía como mi narrativa han tenido -digamos – que cierta acogida crítica. De hecho hay dos poemarios que han obtenido premio a la Crítica, uno titulado El lobo y el centauro y el otro Parques.
-¿Cómo la crítica asume el tema de la homosexualidad tratado en sus obras?
Han hablado sobre ese asunto como un asunto de desacralización, de cuestionamiento a través de la sexualidad de determinados principios éticos y estéticos. Algunos de mis libros de prosa, cuento y novela que manejan digamos de manera muy abierta el asunto de la sexualidad, han sido más o menos escandalosos, pero nada no se pueda leer. Creo que la crítica profesional ha sido inteligente.
– ¿Por qué el libro La (di) versión de Eva, la palabra "diversión" la pone entre paréntesis?
Porque es un juego con la palabra "diversiones", y la palabra "versiones", los argumentos del cuento que yo narro allí son de otra persona, yo usé varios procedimientos, alguien me dio una idea que yo escribí, otros escritores me dieron cuentos que las ideas habían quedado mal, según ellos, yo las arreglé y creé mis propias versiones.
– ¿Y Diario de un Poeta Recién Cazado?
Diario De un Poeta Recién Cazado es a la vez, un libro de cuentos y una especie de novela, porque hay un solo personaje, las historias son consecutivas en el tiempo, y cuando se leen se organizan como un círculo novelístico, pero también son cuentos.
– Usted lleva muchos años escribiendo ¿tiene algunos cambios en sus obras?
Sí, por ejemplo Cuentos Para Adúlteros, es un libro muy experimental, son historias en las cuales el cuento prácticamente se termina por lectores, porque hay muchos juegos de cambios de letras, juego de palabras. Me parece que el otro camino complicado es la manera que quiero experimentar. Aparte de todo, regresé a la forma tradicional.
-¿En qué se inspiró para escribir "La dama del perrito"?
Todos los cuentos de ese libro, remiten a piezas clásicas de la literatura mundial.
Sí, ¿por eso el nombre?
Sí, eso es una novela de Anton Chéjov, el escritor ruso.
-¿Qué relación guarda con la obra de Chéjov?
La historia de Chéjov, es una historia que se desarrolla en un balneario ruso y es una historia de amor en la que hay una mujer, un hombre y un perro que la mujer tiene, pero el perro no pinta nada en la historia. Sin embargo, en la historia mía el perro sí participa en las relaciones sexuales de las personas. Es un gran juego con el cuento de Chéjov y también una manera de subvertir un poco los límites. Cuando ese cuento se publicó de manera independiente por primera vez, se publicó en la revista Casa de las América, que es una revista muy seria, fue una gran batalla para que el cuento se pudiera publicar porque muchos sectores de la dirección de la revista, el director no,- aclaró Curbelo-, él fue el principal entusiasta de la idea, pero mucha gente se negaba a publicarlo porque le parecía un cuento un poco agresivo y fuerte. Otro cuento del libro que se llama Diez minutos de parada se publicó en la revista Revolución y Cultura que es la revista oficial del Ministerio de Cultura de Cuba, y también dio trabajo publicarlo. O sea, hubo resistencia de ciertos sectores a la publicación del libro, pero bueno, se publicaron y no pasó nada.
-¿Cuándo escribe usted estos cuentos? ¿Considera que en ellos existe un trasfondo político?
Sí, claro, toda literatura en el fondo es política. A mí me interesa la literatura como un arte, pero ese arte tiene siempre un matiz político, o sea, un autor siempre escribe dialogando con determinadas circunstancias políticas. Incluso usted puede hablar de los marcianos, y en el fondo, está hablando de una circunstancia política. En todos mis libros hay, a veces más abierta, o a veces más sutil una postura política de crítica social, de cuestionamiento de determinadas realidades, siempre hay una fricción –digamos-, con la historia oficial.
-¿La trama de los relatos son imaginadas o experimentadas por usted?
Eso es muy ambiguo, hay de todo. Siempre la literatura se hace de esa manera, uno pone un poco de lo que ha vivido y también de lo que ha leído y un poco de imaginación, pero no te podría decir un por ciento exacto.
-¿Se siente identificado con los personajes de su obra?
No, realmente yo asumo una postura de distanciamiento con respecto a los personajes de mis libros. Yo preparo el personaje en mi cabeza, que muchas veces puede tener muchos elementos de mi propia personalidad, pero una vez que empiezo a escribir, ya ese personaje no tiene nada que ver conmigo. Es un personaje y yo lo voy armando y él va tomando carácter pero ya no me siento identificado con él en cuanto al nexo ese, directo. Ya para mí, se convierte un en ser compuesto por palabras, con el que yo interactúo.
-Entonces, ¿tiene su propia forma de pensar?
Claro, y no todos los personajes tienen que ver conmigo, yo también pongo en los libros otras personas que conozco que conforman la realidad. A veces juego con la personalidad de alguno de mis amigos, de algunas personas que me son cercanas, la familia, y también invento características físicas o emocionales, o sea, que es muy complejo el proceso de caracterización de los personajes, porque por lo general tienen un modelo real que uno manipula para acomodarlo a la historia. Es más bien un personaje que sirva para expresar determinada cosa que yo como escritor quiero decir. Al menos mi técnica de creación de personajes es esa.
No sé en el caso de otros libros, pero en Diario de un poeta recién cazado la característica más evidente es el erotismo, la sexualidad.
-Entonces, ¿cómo fue acogido por parte del público lector?
Existieron dos corrientes fundamentales, una que lo aceptó bien y lo compró mucho, el libro siempre se vende muy bien, y otra que lo atacó, que dijo que era un libro inmoral, impropio que nunca debió publicarse. La primera, generalmente los jóvenes lo toman mejor, las personas mayores que tienen un pensamiento más conservador siempre lo han visto con más sospecha. De hecho, las mayores protestas provinieron de personas mayores.
–Pero, ¿el gobierno acepta la publicación de los libros?
Sí, sí, sí. Es un poco escandaloso pero no pasó nada, al final no hubo ningún tipo de problema.
Normalmente la literatura cubana ha sido muy conservadora en eso, salvo dos o tres escritores. Y el problema es que la sexualidad es un componente de cualquier cultura, pero en el caso de la cultura cubana es muy visible, muy público. Hay otras culturas, por ejemplo la de ustedes (la china), donde la sexualidad es más íntima, más reservada a través de la historia. Sin embargo, tienen libros sobre sexualidad y todo, pero al final es un asunto más íntimo, más privado. Acá no pasa así, en la cultura caribeña sobre todo, la sexualidad es un componente importante del diálogo común de las personas. Entonces, era paradójico que siendo eso así, no estuviera reflejado así en la literatura salvo en muy contadas excepciones. Esa fue otras de las cosas que yo intenté hacer, equiparar la manifestación pública de la sexualidad con un ejemplo literario de cómo eso se podía hacer. A parte de que a mí me interesa la sexualidad porque siempre es una fuente de conflictos, y la literatura, al menos la narrativa para mí, es explorar conflictos humanos. Es muy difícil hacer literatura de la felicidad, si usted tiene un personaje feliz, no tiene problemas, y la literatura se hace sobre angustias, sobre conflictos. Entonces, la sexualidad aunque genera placer, también genera muchos conflictos de todo tipo, porque la sexualidad está muy mezclada con el amor, no siempre es lo mismo, pero están muy cerca, y de ahí vienen los celos, las difusiones sexuales, el adulterio, los engaños, los desengaños, en fin, todo lo que gira alrededor de eso es una fuente muy importante de conflictos. De hecho, no sé si en la cultura de ustedes, pero en la cultura nuestra la gente mata por amor y se suicida también.
-¿Se suicida?
Sí, por un desengaño amoroso la gente se suicida. En occidente eso del romanticismo hay una novela que se llama Los sufrimientos del joven Werther de Goethe, un escritor alemán del siglo XVIII o XIX. En la novela el hombre se enamora de una mujer que se va a casar con otro y él trata de pedir que se case y como ella no se decide por el otro, el hombre se suicida, y eso es una conducta bastante típica en occidente.
-¿Usted cree que los jóvenes que aceptaron su libro es por la descripción de esas escenas sexuales?
Por supuesto que sí. Por la forma desinhibida que se manifiesta la sexualidad. También es un libro que salió en un momento en que Cuba estaba entrando en una especie de ola universal, sobre todo europea y norteamericana, de una visión más desprejuiciada de lo sexual. Vuelvo, en el cual la gente tiene esa forma de manifestarse, de relacionarse sexualmente, la forma en que se miran, hablan, se tocan, aunque no sean pareja. Eso en el discurso oficial no estaba, ni era fácil encontrar en las librerías cubanas un libro que tocara ese tema, escrito en Cuba, entonces ese libro cubrió ese vacío de alguna manera y eso hizo que fuera muy leído también.
-¿Considera que este libro es una buena guía para los jóvenes?
Ya de eso no estoy tan seguro. Si me preguntas si ese libro sirve como un manual de sexualidad, no creo. Quizás la mejor enseñanza que pudiera tener es asumir una postura desprejuiciada ante la sexualidad, en ese sentido sí, pero algunas de las prácticas que el libro cuenta no son lo más estándar de la sexualidad. Eso puede ser un poco chocante.
La mayoría de los jóvenes que compraron el libro lo hicieron motivados por las escenas sexuales que ahí se describen, ¿le molesta que ese haya sido el motivo de comprarlo y no por otros valores?
Los tiene yo creo, supongo que los tiene. Lo que pasa es que también es una manera de llegar a un lector.
-¿Despertar el interés?
Sí, porque empiezas a motivarte por ese tema que es bastante primario pero después hay otras reflexiones en el libro sobre cosas que tienen que ver más con asuntos de carácter ético, referidas al funcionamiento de los sentimientos. Creo que el libro tiene otras lecturas, de hecho hay un artículo crítico que habla de eso, de como el libro se mete en temas mucho más profundos, pero utiliza el ardid de llegar al lector a través de un tema que pueda ser gancho, que pueda atrapar al lector.
-¿Además del erotismo, qué otros temas cree que se evidencian en su obra?
Yo creo que, es sobre todo una reflexión sobre la decencia del individuo. Además del erotismo, yo creo que en el libro hay mucho de emocional, de como se manifiesta la inteligencia emocional de los individuos. También hay reflexiones de carácter cultural y social.
No sé en el caso de otros cuentos, pero en La dama del perrito está presente la zoofilia, ¿qué usted cree de eso?
Bueno, es una conducta sexual mucho más común de lo que la gente piensa. En los campos cubanos los jóvenes tienen experiencia con animales, es una experiencia común, lo que pasa es que la que está contada aquí no es esa, sino que es una más sofisticada, menos común pero es una conducta sexual como otra cualquiera, porque al final lo más terrible que tiene el personaje de esa muchacha no es que tenga relaciones con el perro sino que es una manipuladora emocional, que es una persona que se sirve de su cuerpo para obtener beneficios de otras personas. Eso desde el punto de vista moral, es más complejo que tener sexo con un animal, que puede ser un trámite puramente carnal.
-¿La manipulación es un elemento que utiliza intencionalmente en este cuento?
Sí, claro, yo creo que eso está en todos los cuentos del libro, porque este personaje que se cree un pícaro, y de hecho es un pícaro sexual, en todos los cuentos se convierte en victimario, en víctimas de otros. Al final todas las cosas salen le mal. Él sí disfruta y tiene sexo con muchas personas pero al final sale lastimado emocionalmente.
-¿Qué elementos quería expresar a través del cuento Diez minutos de parada?
Ese también es un cuento sobre la manipulación. Fíjate que el personaje de la muchacha le hace al protagonista una historia que es absolutamente falsa, y que por azar el describe al final del cuento, y todo lo que sucede es mentira, salvo el sexo que es verdad que pasa, pero todo lo que mueve eso es mentira. Es la historia de que el mundo está sustentado por una serie de mentiras, y que uno las puede creer y hasta vivir en ellas durante mucho tiempo, si no hay un detalle que te enseña que es mentira, que en este caso el detalle está pero pudo no haber estado; y él irse a su casa pensando una cosa y en realidad era otra.
-¿Qué nos sugiere para el análisis de estos dos cuentos?
Yo les sugeriría que se leyeran los cuentos originales, el de Chéjov y sobre todo el de Azorín que se titula Diez minutos de parada que es la historia de un señor que va en un tren, se baja diez minutos para tomar un refresco en una estación y conoce a una mujer de la que se enamora y presumiblemente va a pasar el resto de su vida. Mi cuento es lo contrario, sobre el tren el señor conoce a una mujer que le parece muy interesante y de la cual instantáneamente se enamora, pero que resulta ser una manipuladora, o sea, que es la otra cara del cuento de Azorín.
-¿Donde podemos encontrar información sobre sus obras?
En www.cubaliteraria.com.
Jesús David Curbelo Rodríguez (Camagüey). Sus publicaciones abarcan gran variedad de obras, entre sus poemarios se encuentran: Insomnios (Ed. Acana, Camagüey, l994), El lobo y el centauro (Ed. Capiro, Santa Clara, 2001), Las quebradas oscuras (antología personal, Editorial Letras Cubanas, 2008), Lilia Amel (Ed. Gente Nueva, 2010), Dialéctica del silencio (antología personal, Universidad del Trabajo, Montevideo, 2012). Entre sus novelas se pueden citar Inferno (Ed. Letras Cubanas, La Habana, 1999), Diario de un poeta recién cazado (Ed. Oriente, Santiago de Cuba, 1999, 2001, 2013. Sus cuentos aparecen en numerosas antologías: Aire de luz (Letras Cubanas, Cuba, 1999), La terra delle mille danze (Ibiskos Editrice, Italia, 1999), The inmortal body (José Martí, Cuba, 2000).
Autor:
MSc. Acralys Medina Sánchez
Colaboradores:
Leandro (Huo Qi), Sandra (Deng Liling)
Mónica (Zhang Yining) y Hernán (Lu Tianyi)
Fecha: 15 de abril de 2014.
Hora: 10:00 a.m.