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El positivismo biológico en ?La sociedad y el delito? (1947) de José Belbey (página 2)


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Tiegui considera que:

"En la fase lombrosiana predominan las indagaciones morfológicas y fisiognomicas; en la fase postlombrosiana a los aportes netamente antropométricos se añaden: 1) los de las correcciones biotipológicas; 2) los de la endocrinología, y 3) los de la biopsicopatologia".

Por otra parte, la Escuela Clásica presentaba una metafísica del libre albedrío que el Positivismo buscó eliminar, para que sea reemplazada la Criminología por una actividad de erradicación del delito. Los clásicos creían que los principios morales son vulnerados por los seres malvados que atentan contra el contrato social, mientras que los positivistas afirman que existen fuerzas naturales que el ser humano no controla y por lo tanto, esta carente de responsabilidad ya que sus posibles motivaciones están mas allá de la conciencia del individuo.

Del anterior análisis del Positivismo se desprende, como dice Scimé, que:

"El libre arbitrio es una ilusión; los hechos psíquicos están sometidos al principio de causalidad"…"El delincuente es siempre, psicológicamente, un defectuoso, temporaria o permanentemente, es decir, que las causas psíquicas por las cuales él delinque, consisten en condiciones irregulares en que se desarrollan sus hechos psíquicos".

El contexto de la Criminología Argentina.

A finales del siglo XIX y hasta la mitad del siglo XX, la Criminología en la Argentina era considera por los positivistas como un arma de lucha biológica contra el delito, por parte de la sociedad ‘normal’ contra los seres patológicos desviados.

Gracias a la actividad agro exportadora de la Argentina, se formó una elite económica e intelectual que a su vez debió contener el flujo de inmigrantes y de nuevos problemas sociales ante el crecimiento urbano y la desigualdad social. Esta situación, hizo que la elite debiera apoyar una teoría criminologica que mantuviera el control social sobre las capas mas pobres y justificara esa desigualdad y jerarquización social. Para ello, la teoría mas adecuada seria la escuela de la Criminología Positiva.

En este contexto José Ingenieros tiene una vital ingerencia. Ingenieros es uno de los intelectuales que más influencia tuvo en la sociedad argentina de su tiempo. Formado en Medicina, Psicología y Sociología, se desempeño como director de los Archivos de Psiquiatría y Criminología entre los años 1902-1913. Profundo pensador, preocupado por el hombre y la sociedad de la época, se encuentran entre sus obras: ‘Al margen de la ciencia (1908); ‘Sicología genética’ (1911); ‘Hacia una moral sin dogmas’ (1912); ‘El hombre mediocre’ (1913); ‘Criminología’ (1913); ‘Proposiciones relativas al porvenir de la filosofía’ (1918); ‘Evolución de las ideas argentinas’ (1918); ‘La simulación en la lucha por la vida’ (1922).

Con su tesis de doctorado ‘La simulación en la lucha por la vida’ (1903) de tinte evolucionista, pasa a ser uno de los referentes más importantes del positivismo biológico en la Argentina. Aunque Ingenieros fue socialista en su juventud, con la publicación de su obra ‘De la barbarie al capitalismo, se esbozan sus primeras ideas positivistas. En el mismo se ve conceptos biologistas de origen darwinianos.

El hombre burgués presenta una vida parasitaria y la sociedad por su nueva capacidad económica de producción y de asociación entre sus miembros, obliga al ser humano a una lucha más intensa por la vida, que provocaría el paso de los delitos violentos a los fraudulentos.

Para Ingenieros, el hombre es un animal que debe ser estudiado como tal en sus acciones sociales y por lo tanto, se hará por medio de los postulados de las ciencias naturales que explicaran la naturaleza biológica de estos actos. Es así como plantea una sociología biológica.

Entonces, la pobreza encuentra su explicación en un factor biológico. Proporcionalmente, al incrementarse la brecha entre pobres y ricos las ideas del Positivismo Biológico encuentran mayor aceptación en la elite argentina.

Para Ingenieros la Criminología debe centrarse en tres puntos:

  1. Etiología Criminal que investiga las causas determinantes del delito.
  2. Clínica Criminologica que estudia los actos delictuosos y los caracteres ‘fisiopsiquicos’ del delincuente.
  3. Terapéutica Criminal establece la ‘profilaxis’ o represión de las acciones delictuosas.

La idea socialista de la lucha de clases, Ingenieros la asimila a la lucha por la vida de Darwin, ya que la desigualdad entre los hombres es natural al encontrarse en la Sociedad, seres mentalmente superiores y otros inferiores al nivel medio.

El hombre sano será el hombre domesticado, que es el ser que para Ingenieros, habitualmente se encuentra en la Sociedad. Él no es ni genio ni estúpido sino el hombre mediocre, circunstancia que va a depender de la formación, los recursos, la herencia, etc.

Biografía del Autor: JOSÉ BELBEY (1894 – 1960)

Nació el 1 de Enero de 1894, en la Ciudad de Paraná (Entre Ríos). Como estudiante de Medicina es nombrado Presidente del Centro de Estudiantes (1918-21), siendo uno de los primeros lideres de la Federación Universitaria. En 1920 se recibe de medico con la tesis ‘Sugestión en el Delito’, la cual es galardonada con el Premio Wilde de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires.

Como medico se especializó en Psiquiatría y Medicina Legal. Fue profesor en la Cátedra del Dr. Nerio Rojas, de Medicina Legal, de la que fue Jefe de Trabajos Prácticos de Psiquiatría Legal. En 1927 obtiene el titulo de Medico Legista.

Belbey como Fundador y activo socio de la Sociedad de Medicina Legal y Toxicología dependiente de la Asociación Médica Argentina, llegó a ser Presidente tres periodos (1938-39), (1948-49) y (1956-57).

Profesor Suplente de Medicina Legal (designado en 1931), es posteriormente designado Profesor Titular de la Cátedra de Medicina Legal y Deontología Médica, de la Universidad Nacional de La Plata. Fue hasta el año 1946 profesor de la UBA y la Universidad de La Plata, de las cuales se aparta por problemas políticos.

A su vez, fue Presidente de la Asociación Médica Argentina en el bienio 1958/1960. También creó y trabajó como Codirector de los Archivos de Medicina Legal.

Vuelve a su actividad docente en 1957 como Titular de Medicina Legal, actividad académica que desempeñaría hasta su muerte el 27 de Septiembre de 1960.

Discípulo de José Ingenieros, entre sus obras se encuentran: ‘La Sugestión en el Delito’;Reacciones Delictuosas de los Alcoholistas’;Situación Legal de los Afásicos’ (En colaboración con J. Obligio); ‘Cinco Conferencias sobre Crimininologia’; y ‘La Sociedad y el Delito’ (Editorial Claridad, 1947).

 Actualmente la Asociación Medica Argentina otorga el premio José Belbey’.

La Obra ‘La Sociedad y el Delito’ (1947).

En el presente trabajo de investigación se hará un análisis de la obra ‘La Sociedad y el Delito’ de José Belbey, destacándose los elementos de Positivismo Biológico que destaca el autor. El libro se divide en diez capítulos que son independientes entre sí, pero que forman una unidad en su evaluación total. El tema central es el estudio criminológico de la delincuencia colectiva, de las mujeres y de los débiles mentales desde una visión puesta en los adelantos de la ciencia argentina hasta los años 40’.

José Belbey escribe la ‘La Sociedad y el Delito’ a pedido de sus discípulos para unificar una serie de conferencias que dictó en los salones de La Prensa, con el auspicio del Instituto Popular de Conferencias que actuaba en aquella sede. El editor de la Obra fue Moisés Winer, mientras que la Editorial fue ‘Claridad’ de tendencia de izquierda.

Belbey considera que los valores dependen del grado de civilidad de un pueblo, producto de la evolución. De sus costumbres, que derivan en leyes, de las cuales se desprendería sus concepciones de bien y mal, o sea de licito e ilícito.

El individuo cuando se rebela por medio de sus instintos, como retornado al arcaísmo o la infancia, atenta contra el superyó. En esta circunstancia tiene dos opciones o caer en la neurosis o cometer delitos. La diferencia entre el delincuente y el hombre normal, estriba en el dominio de los instintos que son de origen criminal.

Pero el avance de la acción civilizadora puede dar la ser humano la posibilidad de salir de los delitos violentos e ir hacia los delitos fraudulentos (Nicéforo). Las civilizaciones avanzadas tendrían menos violencia, por las conductas sociales menos peligrosas de sus miembros.

Los factores del delito, para Belbey, deben ser considerados desde: "a) Causas endógenas, o individuales, o biológicas, o antropológicas o intrínsecas; y b) las causas exógenas, o mesológicas, o ambientales o extrínsecas", estas ultimas divididas en causas sociales y causas meteorológicas.

Factores Endógenos o Biológicos.

Belbey comienza resaltando la ‘disposición hereditaria’ que tiene todo ser embrionario, al cual se le suma la ‘disposición innata’ que se forma por lo heredado y lo que recibe en el seno materno, como pueden ser estupefacientes, intoxicaciones como el alcohol, tuberculosis, etc. Belbey comenta: "Al nacer el niño, su personalidad integral constituye el génotipo: trae una serie infinita de caracteres buenos o malos, debido a sus progenitores".

Al tener intercambio con el ambiente, el genotipo se transforma en fenotipo, una sumatoria de herencia y de lo adquirido por el ambiente. Esta circunstancia predispondría a una persona a cometer delitos.

Belbey considera que los estudios biotipológicos (estudio de secreción glandular, hormonas, sistema nervioso interno, etc.) que aparecieron en esa época, serian un avance científico trascendente desde el tiempo lombrosiano. En esta etapa, la individualización del delincuente ‘por tendencia’ seria una posibilidad fáctica. Las formaciones de las endocrinas captarían a las personas que reaccionan violentamente ante ciertos impulsos del ambiente, a diferencia del ciudadano normal para los cuales tales situaciones serian indiferentes. Estos sujetos violentos reaccionan ante supuestas provocaciones del ambiente, con su esfera afectiva sobre su lóbulo intelectual, o sea impulsivamente o ‘subcorticalmente’ en términos criminológicos.

Belbey analiza diferentes autores entre los que toca a Pende, que consideraba que las reacciones delictuosas son producto de una herencia cerebral que la llama ‘Diátesis amoral delincuencial’, Di Tullio la llama ‘Constitución delincuencial’, para De Santis Gemeli ‘Dinámica criminal’ mientras que para Lorentz seria una disposición afectiva que nace con el individuo.

Después de observar lo anterior, el autor dice considerar a los factores externos, como las verdaderas causas del delito:

"Todo sujeto así preparado, biológicamente, es como un revolver cargado; el dedo que aprieta el gatillo es el factor exógeno determinante; hace que la bala – el acto – produzca daño. El revolver (el individuo), así estuviera cargado, seria generalmente inofensivo; el dedo solo (medio ambiente) martillara en el aire; es necesario el complejo bioambiental – individuo más medio – para que el crimen se cumpla".

Los hombres normales son los únicos que encuentran en la sociedad la satisfacción de sus necesidades, ya que las leyes y sus imposiciones están hechas para esta clase de personas. El ser no equilibrado buscara que la realidad se amolde a su anormalidad o buscara quebrantar las normas. Entonces, cometerá delitos sean estos ilegales (codificados) o naturales ( no tipificado).

El delincuente habitual seria un ser rebelde contra la Sociedad a la que pertenece, que es una gran familia a la cual el delincuente, como un púber que se rebele a su familia, atenta contra sus hábitos, sus normas y su ética.

Entre las causas que determinan al delincuente biológico están:

  1. El Alcohol: principalmente entre los jóvenes delincuentes, pero según Belbey de acuerdo a una estadística que realizó durante treinta años en el Pabellón de Alineados Delincuentes del Hospicio de las Mercedes, el 31% eran ‘alcoholistas’ que en su mayoría tenían la característica particular de ser solteros. A su vez, los ‘alcoholistas’ tendrían mas hijos que los normales, que como natural consecuencia serian anormales como sus padres.
  2. La Sífilis: Este seria un elemento a tener en cuenta en la génesis del delito. Ya que los hijos de personas con sífilis, por su debilidad mental y detención de la inteligencia se encontraban entre un porcentaje importante de los delincuentes. La cuestión hereditaria no seria la causa más trascendente de que una persona delinca, sino que estas causas crean condiciones constitucionales como: "Defectuosa o insuficiente inteligencia, temperamento excitable, impulsivo, desequilibrio neuroglandular, predominio de la vida instintiva, agenesia o digenesia ética".
  3. La Edad: Supuestamente la mayoría de los delincuentes estarían entre los 15 y 25 años de edad, su origen estaría determinado por anomalías psíquicas.
  4. El Sexo: El hombre seria cuantitativamente mas tendiente ala delincuencia que la mujer. Las mujeres que delinquen serian generalmente viriloides, que aumentan su criminalidad cuanto más se acercan a la mentalidad masculina. Pero siempre la mujer será menos delincuente que el hombre por el simple hecho de ser diferente.

Factores Exógenos o Mesólogicos.

Estos son divididos por el autor en físicos o meteorológicos y sociales, aunque se los podría resumir en factores tomados del medio ambiente.

Cuanto mas débil, psíquicamente, es un ser humano mayor es la influencia que el medio ambiente ejerce sobre él. Esta situación ya la habría visto Lamark en 1809, con respecto a la influencia que ejerce en los organismos las diferentes circunstancias. Entre los mas influenciables por el ambiente estarían, los niños, los débiles mentales, las mujeres, los intoxicados, los alcoholistas y los desequilibrados.

José Belbey dice al respecto: "Lo social no solamente seria pues, elemento etiológico del crimen, solo o actuando sobre un candidato a delinquir, sino que es capaz de conformar al individuo, de crear las condiciones biológicas, de afinar o acentuar su aptitud delictuosa".

El circulo individuo – medio, son los que forman la distonía biosocial. Pero los sujetos mas adheridos al ambiente como niños a su madre serán los mas débiles, los inestables, los desarmonicos, los esquizoides. Como son sujetos ‘incompletos’ e inestables, tratan de que el ambiente les otorgue lo que les falta como una muleta simbólica para un lisiado psíquico.

  1. Los factores meteorológicos no tendrían un rol menor, debido a que las estadísticas indicaban la influencia que tenia el clima en los acciones tipificadas como delitos. Guerri consideraba que en los climas cálidos los delitos más comunes eran contra las personas y sexuales, mientras que en los climas fríos son contra la propiedad.
  2. Los factores orográficos demostrarían que los delitos contra las personas se dan en las colinas y montañas, mientras que en las llanuras son más comunes los delitos contra la propiedad y los sexuales.
  3. La raza, según Belbey, es una cuestión delicada en la cual no hay que ver a los delincuentes como individualidad sino como parte de una Nación. Esta por el clima tanto moral como físico, produce individuos con ciertas características. Lombroso estudió en particular a gitanos y judíos. Aunque los judíos cometían menos delitos que los católicos, lo trascendente seria la ‘calidad’ de los delitos. Los gitanos por su parte cometerían mas delitos de tipo económicos o contra la propiedad.
  4. Las multitudes como el conjunto de personas que se aglutina por un propósito en común puede ser un factor delictual. Esto va a depender de los elementos antropológicos, raciales, económicos, políticos y sociales, así como el nivel de educación, el sexo, la edad, etc.

    "El de la desocupación, con una secuela de vagabundaje, atorrantismo, desacostumbramiento al trabajo, aflojamiento de los resortes morales, el alcoholismo, la mendicidad y una afloración de los delincuentes ocasionales que luego se hacen habituales perfeccionándose"…"Los hijos de familias ricas o equilibradas económicamente, no delinquen".

  5. Las causas económicas, en especial la carencia de recursos produce que las clases proletarias tengan muchos hijos, la precariedad laboral, la mala alimentación y el saberse inferior, provocan el resentimiento, situación que para Max Scheler seria causa del delito. El proletario debido a los paros a que se ve obligado, cae en una serie de problemas:
  6. La sugestión como imposición de ideas que un individuo asume y acepta de forma interna (autosugestión) o de otro (heterosugestión) puede ser una causa del delito cuando tiene como actores a seres sugestivos, como son los niños, las mujeres, las multitudes y los débiles mentales.

Tratamiento y Prevención

Belbey tomó como base a Jiménez de Asúa, Ferri y Von Liszt para formular una posible vía de acción por parte de la Sociedad, para resolver delito.

Para esto el autor considera que es el hombre y el medio en el cual se desenvuelve con sus necesidades materiales, morales y mentales las que hay que analizar, por lo que se debe dejar de lado las instituciones con criterio de gabinete que no contemplan al sé humano en su hábitat real. Como biólogos y sociólogos los criminólogos deben ver que en la vida instintiva se encuentra la raíz animal del ser humano.

Belbey dice que la vida merece ser vivida a pesar de las crueldades y avatares que posee, siempre y cuando mantengamos la existencia cada vez mas jerarquizada, sin pretensiones de crear dioses, sino hombres puros ya que "Necesitamos al Superhombre".

Delincuencia de los Débiles Mentales

Esta parte del libro, Belbey la toma del trabajo que presento en Paris en 1937 en el ‘Primer Congreso Internacional de Psiquiatría Infantil’. El mismo comienza: "Decía La Bruyére que si la pobreza es la madre del crimen, el padre es la deficiencia de la inteligencia".

La debilidad mental seria una de los factores delictogenos, pero en un sentido de predisponente y no como realizador efectivo. La situación de estos individuos seria explotada por otros de nivel superior que los utilizarían como ejecutores o auxiliares del delito. Tal situación seria posible debido a que estos menores son sugestionables, de poca inteligencia, que no pueden inhibir su voluntad.

Los débiles mentales aunque podrían aprender muchas cosas como leer, escribir, aprender matemáticas, geografía, historia y hasta actividades artísticas, siempre carecerán de profundidad y de acuerdo a ciertos autores "Los vemos en la vida como pocos constantes, sin grandeza, sin continuidad en el esfuerzo, carentes de autocrítica; vanidosos, débiles de juicio y de sentido moral. Son mezcla de bien y de mal al decir de Regis".

Estos organismos psíquicamente insuficientes estarían moldeados por el ambiente, del cual surgirían los tipos delictuosos de los crímenes que cometen. Pero estos ‘niños grandes’ cometen delitos menores como raterismo de objetos de escaso valor, fuga de los hogares, a lo que se le suma el hecho de que al estar las fases evolutivas aun no desarrolladas caen en la masturbación, exhibicionismo, abuso deshonesto y en el caso de las mujeres en la prostitución.

En concordancia con la opinión de Nerio Rojas de que la inmensa mayoría de los menores delincuentes provendría de las clases pobres, Belbey piensa que la causa del delito es fácilmente identificable: "Surge bien claro de todo esto, que el gran factor delictogeno es la miseria, con sus corolarios; mala familia, mala vida, hijos insuficientes o tarados".

Estas circunstancias determinarían que los débiles mentales son una causa originaria del delito; el ambiente los moldea y crea delincuentes; el principal motivo de este tipo de criminales estaria en las malas condiciones economicas; es necesario separarlos de la Sociedad desde el momento que se los ‘despista’ en la escuela, y la principal solucion estarian en intensificarse la campaña profiláctica de la sífilis y el alcoholismo por parte del Estado.

Belbey profetiza sobre la Criminología Argentina:

"País joven el nuestro, con escaso lastre de viejos hábitos, podemos salvar vallas y quemar etapas en nuestra evolución. El asunto de los débiles mentales es uno dentro del enorme de la delincuencia infanto-juvenil. Demostremos a la humanidad que no solamente somos el granero y el productor de carne para la necesidad física"…"Tratemos de ser justos con el hombre. Y ayudarlo a superar la primitiva animalidad".

Delincuencia Femenina

La mujer es para Belbey un ser distinto al hombre, a pesar de que el embrión primitivo es un ser asexuado, que luego pasa a ser bisexual, para después definir lo que será un varón o una hembra.

Aunque la mujer evoluciona los primeros años más rápido que el hombre, inclusive seria superior a este hasta los 18 años, la realidad fisiológica, anatómica y psicológica hacen que esta sea más pasiva ante el delito. El hombre es más ambicioso, desea el poder y la gloria. La mujer seria mas sensible y viviría el día a día.

La diferencia sustancial con el hombre, estaría en sus defectos y cualidades, lo que la determinaría:

"con tendencia esquizoide (con inmadurez pubertad masculinoide), es decir, a vivir a su costa, no siempre dominada o dominable; la atención inestable o movediza la hace menos profunda, a un abarcando más asuntos; objetiva casi siempre, abstrae menos; concreta mas el pensamiento; no gusta ahondar demasiado en los conocimientos, de ahí su aparente superficialidad y poca aptitud para realizaciones de corte mayor".

A pesar de lo anterior, la mujer seria menos agresiva y violenta, debido a su altruismo y emotividad. Por esta ultima cualidad, serian vengativas y mentirían por ser seres débiles que necesitan de la mentira como su arma en la lucha por la vida. No son justas porque para ser justo se requiere madurez intelectual, ya que un capricho vale mas para ellas que un principio.

El ser femenino por su constitución seria menos delincuente que el hombre. Para ella según Lombroso, Ferrero, Bernardo de Quiros y Dugdale entre otros, la prostitución es en la mujer, lo que en el hombre equivaldría al delito.

Belbey acusa a nuestra sociedad judeocristiana y antisexual de condenar a la mujer, ya que si se haría una buena profilaxis del delito y de tratamiento posdelictual solo: "Quedarían, las anormales, los monstruos, vale decir, los valores casi inevitables, excepciones apenas".

Delincuencia Infanto Juvenil

Belbey considera que la delincuencia infanto juvenil debe ser estudiada igual que la de los adultos, contemplando las diferencias de cada edad en lo biológico y social. Los menores son hombres incompletos, igual a un hombre primitivo, como los de África o Melanesia, en sus acciones, actitudes y formas de pensar.

De allí surgiría su egocentrismo, su egoísmo que los lleva a ser mentirosos, injustos, agresivos y también ladrones. El bien y el mal, lo permitido y lo prohibido es algo que se gana con la evolución humana.

Las causas de la existencia de menores delincuentes, seria por factores individuales o endógenos, que son hereditarios o adquiridos como:

1) Herencia mórbida, que se clasifica en tres grupos: a) Niños neuropatas, hijos de neuropatas; b) niños neuropatas, hijos de sifilíticos, tuberculosos, alcoholicos, uremicos, etc.; c) niños descendientes de neuropatas con características de a y b.

Esta herencia no seria el factor principal de la trasmisión de genes criminales, sino de forma indirecta por medio de: "Condiciones constitucionales, como ser una inteligencia defectuosa, un temperamento excitable y desequilibrado o un hiperdesarrollo de instintos primitivos".

Estos ‘genotipos’ están predispuestos a cometer acciones antisociales. Han heredado tendencias biológicas negativas, pero para delinquir requieren a su vez, otros factores.

2) Factores adquiridos, que son las causas que actúan durante el desarrollo del sujeto como la sífilis (adquirida o heredada), el alcoholismo infanto juvenil, enfermedades eruptivas que se tuvieron en la infancia que pueden producir encefalitis, meningitis, etc.

Dentro de estos factores están los exógenos, que son los sociales y meteorológicos. Estos factores serian determinantes del delito aunque la tendencia individual juega un rol nada despreciable.

Conclusiones

El Positivismo Biológico en la Criminología trató de hacer de esta una disciplina causal-explicativa del delincuente, el delito y sus causas. Esta ‘ciencia’ se basaba en férreos postulados, que interiormente se afincaban en decisiones de las autoridades políticas, que buscaban justificarse ideológicamente, en teorías extranjeras o en el denominado ‘delito natural’ para aceptar la desigualdad social. En la Argentina, se constituyó como funcional a la elite socioeconómica que existió en el país, hasta mediado de los años 50’.

Esta búsqueda de causas del delito, dejaba de lado el libre albedrío del ser humano y de esa forma se alejaba del concepto de Culpabilidad. En palabras del catedrático colombiano Fernández Carrasquilla:

"En su mas amplio sentido formal, las palabras ‘crimen’ o ‘delito’ remiten a la infracción de normas encaminadas a preservar los fundamentos de la convivencia pacifica. Y siempre que se habla de normas se supone la posibilidad de su infracción porque, por definición, las normas se dirigen de modo inevitable a un ente que se supone libre o capaz de elegir conforme a valores, representaciones o motivos y que puede por esto ser al mismo tiempo considerado como responsable de sus acciones".

La obra fue publicada en 1947, dos años después de la finalización del conflicto armado mas sangriento de la historia de la humanidad: La Segunda Guerra Mundial. Belbey, sorprendentemente no hace ningún comentario sobre las atrocidades de la guerra, las masacre justificadas biológicamente de judíos, gitanos y católicos entre otros, y de toda la concepción nazi de la superioridad de una raza sobre otros.

El editor Moisés Winer, a pesar de ser de origen judío, evidentemente tampoco se intereso en la condena o explicación que sufrieron diferentes pueblos en la Segunda Guerra por cuestiones biologistas. Por el contrario, el libro de Belbey, como se pudo apreciar, esta repleto de apologías de los ‘normales’ contra los diferentes, pero en el caso del presente autor el problema no se encontraría en que cierta raza trasmitiría ‘genes delictivos’ sino en que la situación de pobreza, seria la principal causa del delito, en contraste con la sociedad culta y económicamente estable de la cual el mismo autor expresa "Los hijos de familias ricas o equilibradas económicamente, no delinquen".

Esta actitud tenia su lógica. Si se analiza al ‘Maestro’, guía y promotor de José Belbey, el mismísimo Ingenieros. Este comenta: "Hay hombres mentalmente inferiores al termino medio de su raza, de su tiempo y de su clase social; también los hay superiores. Entre unos y otros fluctúa una gran masa imposible de caracterizar por inferioridades o excelencias".

Actualmente se otorga el premio ‘José Belbey’ (bienal) en la Asociación Médica Argentina, al mejor trabajo sobre medicina legal presentado por un socio de la Institución. Sin duda  Belbey fue un digno exponente del pensamiento criminológico  de su época, y por eso este trabajo de investigación no intenta poner en tela de juicio a su figura como modelo de médico legista y psiquiatra, sino por el contrario rescatar el pensamiento de un tiempo pasado, que actualmente demuestra indicios de querer resurgir en la ciencia medica: El Positivismo Biológico

Bibliografía

  • Baratta, Alessandro Criminología Critica y Critica del Derecho Penal. Siglo XXI Editores Argentina. Buenos Aires, 2004.
  • Belbey, José. La Sociedad y el Delito. Editorial Claridad. Buenos Aires, 1947.
  • Bergalli, Roberto. Criminología en América Latina. Editorial Panedille. Buenos Aires, 1972.
  • David, Pedro. Criminología y Sociedad. Pensamiento Jurídico Editora. Buenos Aires, 1979.
  • Di Tullio, Benigno. Antropología Criminal. IPAC. Buenos Aires. 1950.
  • Fernández Carrasquilla, Juan. Concepto y Limites del Derecho Penal. Santa Fe de Bogota, 1994.
  • Foucault, Michel. Genealogía del racismo. Altamira. La Plata, 1996.
  • Ingenieros, José. Criminología. Daniel Jorro Editor. Madrid, 1913.
  • Ingenieros, José. El Hombre Mediocre. Buro Editor. Buenos Aires, 2003.
  • Scimé, Salvador Francisco. Criminología, Causas y cosas del Delito. Ediciones Jurídicas. Buenos Aires, 2000.
  • Taylor, Ian et al. La Nueva Criminología. Amorrortu. Buenos Aires, 2001.
  • Tiegui, Osvaldo. Tratado de Criminología. Editorial Universidad. Buenos Aires, 1996.
  • Zafarroni, Eugenio Raúl. Criminología, Aproximación desde un Margen. Temis SA. Santa Fe de Bogota, 1993.
  • Zaffaroni, Eugenio Raúl. Manual de Derecho Penal, Parte General. Ediar. Buenos Aires, 1988

 

Dr. Ramiro Anzit Guerrero

Abogado (USAL). Magíster en Estudios Estratégicos (INUN). Doctorando en Relaciones Internacionales y en Derecho Penal (USAL). Autor de los librosTerrorismo, Análisis de un Condicionante Critico’; Manual de Inteligencia y Seguridad Urbana; Triple Frontera ¿Terrorismo o Criminalidad? y Temas de Seguridad Internacional. Presidente del Centro Argentino de Estudios sobre Terrorismo (CAET). Miembro de la Sociedad Argentina de Análisis Político. Miembro del Instituto de Derecho Penal y Criminología del Colegio Publico de Abogados de la Capital Federal.

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