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La salud comunitaria como eslabón del autodesarrollo de jóvenes en la comunidad del Reparto Universitario (página 2)


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Por su parte la Conferencia Internacional sobre Atención Primaria en Alma Atá, en 1986, la consideró como "El logro, cuando las funciones de todos los órganos y sistemas del organismo humano se encuentran en equilibrio con el medio natural y social y están ausentes todo tipo de estado morboso y limitaciones. Para lograr este estado de salud se debe potenciar la responsabilidad ante la salud".[6] Esta definición hace mención a la necesidad de potenciar la responsabilidad ante la salud, potenciación que esta mediada por los intereses clasistas de los estados, los cuales como se apunta más arriba, son los encargados de definir y poner en práctica las políticas públicas en los diferentes países en materia de salud a favor o no del mejoramiento humano.

Por tanto el fenómeno de la salud es esencialmente social y no solamente ausencia de enfermedades. Es social porque social y consciente es el hombre, que vive en sociedad, que produce y reproduce sus propias relaciones sociales, que vive en grupos, comunidades y sociedades en general, condicionadas en última instancia por las relaciones de producción, mediando éstas en la formación, tanto de la conciencia social como individual de los sujetos sociales, en sus sentimientos, estados de ánimos, conducta, modo de vida etc.

Razón por la cual se debe concebir el concepto de salud con un enfoque multifactorial; es decir, tener en cuenta no sólo la ausencia de enfermedad en las personas, sino concebir otros factores que inciden positiva o negativamente en el complejo bienestar de salud de los sujetos como pueden ser las circunstancias de la realidad donde están insertados, el sistema de contradicciones y malestares, los cuales en estado de latencia constituyen obstáculos, tanto para el desarrollo personal como el social.

Directamente vinculado con el concepto de salud se encuentra el de calidad de vida, como un elemento que permite ponderar desde el punto de vista cualitativo, las condiciones en que un individuo, un determinado grupo, una comunidad o la sociedad en su conjunto, se desempeñan en la vida frente a los procesos que afectan su salud y la terapéutica empleada en su restablecimiento, tanto físico, psíquico, como socialmente.

El concepto de calidad de vida, aún teniendo entre sus elementos el de salud, supera al concepto tradicional de la misma, al centrarse esta última únicamente en la ausencia de enfermedad física o mental, para incluir al factor social como el elemento necesario a la hora de hablar de salud, cuestión que permite hacer un análisis contextualizado y más integral del hombre, al preocuparse por el restablecimiento social de los mismos. Significa por tanto valorar el concepto de calidad de vida con una mirada más humanista, es decir reconocer el sistema de contradicciones en el cual están imbuidos y necesitados de descubrir, para poder cambiar el estado de cosas existentes. Por lo que no basta desde la perspectiva de salud curarse físicamente, se trata de curarse socialmente.

Este concepto supera también los principales puntos que debían incluirse en un programa de salud brindados por Sigerist[7]el cual enumeró primero la educación gratuita para todos, incluyendo la educación en salud; segundo, las mejores condiciones de vida y de trabajo posibles; y tercero los mejores medios disponibles de descanso y recreación. La atención médica en cuarto a la investigación y la capacitación como quinto.[8] Esta orientación conduce a varios componentes básicos entrelazados de la promoción de la salud:

  • Acción intersectorial para obtener políticas públicas saludables, así como políticas de salud pública.

  • Afirmación del rol activo de los individuos para usar conocimientos de la salud que les permitan conductas conducentes a la salud y aumentar el control sobre su propia salud y sobre sus entornos.

  • Acción comunitaria desde las bases locales. Refuerzo de la participación del público y de su dirección de los asuntos de salud, como punto central de la estrategia de promoción de la salud.

Aunque dentro de los postulados brindados por Sigerist para la promoción de salud, están presentes la acción intersectorial, así como la acción comunitaria desde las bases locales, todavía en la práctica estos postulados se tornan insuficientes.

Lo mismo ocurre con la práctica cotidiana, pues a la hora de implementar los diferentes programas de salud emitidos por el Ministerio de Salud Pública de Cuba, por ejemplo, ellos siguen siendo sectoriales, fragmentando de esta forma la realidad, la que es bombardeada constantemente por múltiples programas desde diferentes ángulos sobre el mismo sujeto, que en ocasiones tienen carácter repetitivo. Otro aspecto deficiente en la práctica, es el relacionado con la acción comunitaria, pues casi siempre se concibe a la comunidad como objeto al que hay que socorrer y resolver sus demandas.

Cuando se habla de acción comunitaria, se hace referencia a la necesidad de una acción transformadora que permita un real cambio del estado de cosas existentes en la comunidad, cambio que le viene dado desde dentro a partir del reconocimiento del sistema de contradicciones en los cuales están insertados y dispuestos a superar a través de una real participación.

Por eso se coincide con el concepto de participación que brinda el Centro de Estudios Comunitarios de la Universidad Central "Marta Abreu "de las Villas a saber: "La participación comunitaria constituye un proceso que se inicia cuando profesional y comunidad, desde sus lugares, sus saberes y poderes, se relacionan para construir un saber social. Al ser este un proceso de investigación-acción, esta participación tiene la particularidad de ser trasformativa, de conducir a nuevos descubrimientos y al planteo de alternativa de cambio.[9]

Es decir cuando se habla de salud, no se está haciendo referencia únicamente a la ausencia de enfermedad física en los sujetos sociales, se incluye además, la superación de enfermedades sociales, que se traducen en el mejoramiento de la salud comunitaria a partir de el encuentro entre el profesional y los miembros comunitarios, para construir un saber social que permita un real cambio en los sujetos, sin que sean manipulados, sino que se les indique el camino para que puedan buscar formas alternativas de cambio y puedan crecer en salud.

De lo que se trata entonces, es de implementar en la práctica programas de salud, concibiendo al hombre como sujeto participativo y no como un objeto al cual se debe socorrer para curar su enfermedad física, hay que profundizar más y además de curar el cuerpo, curar el alma y de esta forma dignificar al hombre, ayudarlo a emanciparse, permitiendo que vaya dejando de ser un objeto para convertirse en una persona realmente participativa y de esta forma pueda autodesarrollarse de forma saludable.

Por tanto, cuando se habla de salud, se hace desde una nueva perspectiva, diferente a la concepción que hasta hoy ha primado en muchos profesionales del sector de la salud y en algunos facilitadores de los proceso de intervención comunitaria; pues hay que retomar el concepto de que "La salud individual y social como la mayor o menor capacidad de las personas de identificar y disponerse a superar el sistema de contradicciones existentes en la estructura social a la cual pertenecen".[10]

El principio del autodesarrollo comunitario, por sus amplias posibilidades para la identificación problemática, así como por sus viabilidades solucionadoras, constituye una propuesta teórica y practica de gran alcance movilizador y critico, lo que se aviene las necesidades que presenta el proceso de intervención para potencializar los conocimientos que tienen los adolescentes sobre las Infecciones de transmisión sexual en nuestras comunidades. Este principio es concebido por los investigadores del Centro de Estudios Comunitarios de la Universidad Central "Marta Abreu" de las Villas.

La proyección de este principio del autodesarrollo, que parte de la identificación de contradicciones, carencias y malestares, y que transita por el camino del accionar consciente y asumido, emerge respuesta eficaz y activa, situada en la problemática identificada por los propios protagonistas y ejecutores de la solución: de ahí su carácter social y humano, revolucionario, cultural.

Importante resulta para la investigación, asumir el concepto de comunidad que propone el Centro de Estudios Comunitarios de la Universidad Central de las Villas quien define la comunidad como el "grupo social que comparte espacios donde la participación y cooperación de sus miembros posibilitan la elección conciente de proyectos de transformación: dirigidos a la solución gradual y progresivamente de las contradicciones potenciadoras de su autodesarrollo".[11]

En la gestión del proyecto de intervención con los adolescentes del Reparto Universitario de la Ciudad de Santa Clara, constituye vital ver la participación como un accionar activo y asumido. "La participación constituye una acción humana, necesaria para la construcción de proyectos de desarrollo mas acorde con necesidades de la población, necesario y encaminado a lograr fines concretos, que permitan trabajar entre todos, por la superación de las contradicciones de la vida cotidiana de los individuos, en la cual se expresa un necesario proceso de aprendizaje y actitudes de vínculos".[12]

La participación real y conciente comienza con la identificación de saberes, que en el proceso de gestación del proyecto comunitario se incorporan al saber general y se convierten en herramientas para transformar la realidad. Para que este proceso sea efectivo es condición indispensable establecer relaciones horizontales y no verticales.

En el interés del autor por potenciar el conocimiento sobre las infecciones de transmisión sexual desde un programa de intervención comunitaria que parte del principio del autodesarrollo, se parte de la metodología elaborada por el Centro de estudios Comunitarios, Universidad Central " Marta Abreu" de Las Villas, (CEC) tomándose en cuenta los siguientes principios:

-Principio de la salud comunitaria (se considera a este como el más importante)

La definición de salud elaborada por el (CEC) en su connotación social, estipula la identificación y superación de contradicciones como premisa básica. Elemento este que lo sitúa en un referente conceptual de amplias posibilidades para la articulación de un proyecto de intervención sobre conocimientos de los adolescentes en torno a las infecciones de transmisión sexual.

Asumir la salud individual y social como la mayor o menos capacidad de las personas para identificar y disponerse al cambio, superar el sistema de contradicciones existentes en la estructura social a la cual pertenece, supone la necesidad de ver el desarrollo de los conocimientos sobre las infecciones de transmisión sexual en los adolescentes, como un aspecto en el desarrollo de sus procesos formativos en tanto seres humanos, capaces de disponerse al cambio una vez visualizadas y asumidas sus problemas y contradicciones.

Es sabido que los adolescentes, en el marco del proceso de intervención, constituyen observadores profundos y críticos de sus realidades.

-Principio contradicción rol-función

En el estudio del encargo social que tiene el profesional del trabajo comunitario, es necesario detenerse en dos elementos claves: los intereses del sector político y económicamente dominante y los intereses de las masas populares.

En nuestra sociedad, donde los poderes gubernamentales presentan fuertes arraigos populares, están creadas las condiciones para que intereses políticos gubernamentales e intereses populares confluyan, siendo el profesional del trabajo social comunitario puente comunicador y actor de ambos intereses.

En CEC define por rol profesional del trabajo social comunitario, "el conjunto de derechos y obligaciones que proceden de normas y expectativas aplicadas a esa posición particular de la estructura social" y por función "las características objetivas observables que favorecen el ajuste en la realización profesional trabajo social comunitario destinatario de su labor: la comunidad".[13] Más adelante se plantea que "estos elementos no tienen por que ser excluyentes, pero entre ellos existe hoy cierta distancia, pues el rol del profesional no propicia en la medida necesaria el ajuste antes mencionado".[14]

Este ajuste, que se traduce en contradicciones entre el rol del profesional del trabajo comunitario y su función como tal en el ámbito del proceso de intervención, se aprecia en la dejación de este proceso a la espontaneidad o al empirismo; sin que exista un accionar solidamente concebido desde vaciamientos científicos y mediados por los intereses y saberes de los adolescentes en su condición de participantes comunitarios.

El momento del proceso de intervención en los adolescentes, no se aprecia potenciado por profesionales del trabajo comunitario. Cuestión esta que lo convierte en un fiel reflejo de esa contradicción rol-función. En virtud de esa contradicción, es justo señalar que tampoco el profesional del trabajo social incorpora en su proceso de formación de herramientas y conocimientos científicos que lo preparen para asumir el proceso de intervención en los adolescentes desde un accionar comunitario.

Hasta aquí se han presentado los referentes teóricos que sustentan el proceso de intervención, los cuales de forma sintética, están relacionados con las nociones teórico conceptuales sobre la potencialidad de los adolescentes y los aportes realizados por autores, al estudio de esta temática, algunos referentes teóricos relacionados con hábitos y conductas de estos adolescentes y su repercusión en el desarrollo social del ser humano, así como las potencialidades que brinda la metodología del autodesarrollo comunitario para potenciar los conocimientos sobre las infecciones de transmisión sexual en los adolescentes.

Prevención: Concepto y Modelo de Prevención

La conducta de los seres humanos ha sido objeto de profundas investigaciones porque unas veces ha estado acorde a las normas establecidas y otras no. Asimismo, han sido multiples los intentos por evitar las conductas delictivas en la sociedad, con el fin de mejorar las interrelaciones entre los hombres.

En este sentido surge la prevención, vocablo que proviene del latin preventione que significa acción o efecto de prevenir, de disponer o prever para tratar de evitar un riesgo.

La prevención fue una de las perspectivas que dio origen al trabajo de la Psicológia Comunitaria. Sin embargo, no es solo objeto de esta ciencia. La multidimencionalidad de los problemas sociales requiere, a la luz de estos tiempos, un abordaje multidiciplinario y/o transdisciplinario, para poder evaluar la totalidad del fenómeno lo más próximo posible a la realidad.

Varias ciencias han tratado de definir la prevención, pero hasta el momento no se ha llegado a un consenso sobre el contenido y el alcance de las misma. Asi por ejemplo, la medicina y la psicologia clinica se encaminan a la prevención de enfermedades y a la promoción de salud. En el caso de la sociologia, el trabajo social, la psicologia social y la pedagogia, trabajan con el concepto de prevención social para abarcar los problemas sociales. La criminología la asocia al delito y a la delincuencia, por ser su objeto de estudio; pero ambos conceptos de prevención social y prevención del delito, están estrechamente relacionados.

No solo la ciencia de que se parte para su definición determina el campo de acción de la prevención; tambien depende de los autores que han trabajado el tema y de la posición axiologica y epistemiológica ante los fenómenos de la realidad asumida por ellos .

Introducida en el campo de la psiquiatria a partir del siglo XX por autores como Erich Lindemann y Caplan, asumida posteriormente por otros autores, la prevención se dirige a analizar y eliminar los factores psicosociales que constribuyen al desarrollo de la enfermedad; de esta forma actua como un complemento de la asistencia individual. Sin embargo, la asociación a condiciones de salud y los resultados de las prácticas interventivas utiltizadas han sido ampliamente cuestionadas.

Desde el campo de la criminologia, M. Viera define la prevención como "el conjunto de medidas o indicadores elaborados por el Estado, las organizaciones politicas y de masas, organismos y entidades estatales para minorizar el delito, sus causas y consecuencias, neutralizando sus efectos.[15] En un sentido más radical, A.Garcia Pablos de Molina la considera como "una intervención dinámica y positiva que neutralice sus causas y sus raices".[16]

Ambos autores dirigen la prevención al hecho delictivo, más que al fenómeno social de la delincuencia. La reducen a las medidas tomadas por el Estado y las organizaciones politicas y de masas, limitando asi la lucha de los ciudadanos por su bienestar social.

Abordada como la lucha contra la delincuencia, criminologos del desaparecido campo socialista, la valoran como "un conjunto de medidas estatales y sociales de diversa indole (morales,psicológicas,juridicas), dirigidas a errradicar las causas y condiciones que engendra el fenómeno social de la delicuencia".[17]

Encaminar la prevención hacia fenómenos sociales como la delincuencia, otorga a este proceso un caracter más abordador, en tanto permite determinar las contradicciones que están en la base de los problemas analizados, y examinar las manifestaciones expresadas en el modo de vida de una sociedad.

Teniendo en cuenta la labor educativa que debe realizarse en la sociedad, reduciendose solo a deteminados grupos sociales, se define la prevención como "intervención sociopedagogica, confiada a educadores especializados y aplicada sobre todo a los jovenes inadaptados que viven en zonas urbanas, con un indice elevado de inadaptación juvenil, con vista a reducirla o prevenirla".[18]

La dimensión y complejidad que adquieren cada dia los fenómenos sociales, y como consecuencia de estos, los compartimientos inadecuados en la sociedad, demuestran lo problematico que resulta definir el termino prevención. No obstante, al parecer, todos los autores coinciden al valorar la prevención, con la idea de tratar de evitar o anticipar una conducta contraria al orden social o legal impuesto por la sociedad.

Lograr la acción anticipada ante los hechos negativos, debe convertirse en una meta de la labor preventiva. Por la envergadura de esta tarea con sus multiples propósitos y consecuencias para toda la población, no se puede limitar solo a las instituciones especializadas, sino debe de tratar de implicar a todas las personas de la comunidad y la sociedad en general.

Desde una visión sociológica, R.Campoalegre la definió como "un tipo de actividad social enfocada sistematicamente; una institución social reguladora del sistema de relaciones sociales; una función social orientada a constribuir con la organicidad y viabilidad del sistema; y un proceso ideológico de formación, conservación y promoción de valores socialmente aceptados".[19]

Esta autora destaca el enfoque sistemático que surge a partir de las interaciones en el sistema de relaciones sociales, como elemento efectivo en la prevención social. Esta idea es acentuada por M.Morales, quien define la prevención "como la categoria que designa el sitema historicamente formado por premisas objetivas y subjetivas de liquidación de la delincuencia, asi como un conjunto de medidas estatales y sociales tendentes a extirpar este fenómenos y las causas y condiciones que lo engendran. El mismo designa tanto las premisas objetivas de la liquidación de este fenómeno como los factores subjetivos de la lucha contra el mismo".[20]

La existencia y funcionamiento de las organizaciones del sistema preventivo a nivel comunitario, desempeñan un papel protagonico en el cumplimiento de esta labor.Solo mediante el trabajo coordinado de dichas instituciones se logran solucionar los problemas existentes en la sociedad.

Una importante contribución a este concepto es el expuesto por M.Soñora, quien define la prevención comunitaria como:"Sistema de acciones de organización,preparación y disposición de la comunidad (a través de sus estructuras organizativas) para identificar primero y revertir despues, sus problemas especificos en materia de delito, a partir de sus recursos, necesidades y potencialidades comunitarias". [21]

El nexo entre prevención y comunidad es indisoluble. Para contrarrestar o eliminar las problematicas sociales,es imprencidible la intersectorialidad y la unidad de esfuerzos entre los agentes de cambio social; y la comunidad es el escenario fundamental para esto, porque constituye el espacio de confluencia y participación de las masas en el desarrollo del proyecto social.

Por ello, un colectivo de autores cubanos define la prevención como "Proceso dirigido a garantizar la reproducción efectiva de las relaciones sociales estables y armonicas y la reducción de la vulnerabilidad social y/o remozamiento de problemas sociales criminogenos en el escenario comunitario,a partir de la organización, preparación, planificación y participación de la propia comunidad en la transformación de su realidad teniendo en cuenta sus recursos y potencialidades". [22]

A partir del estudio del entorno sociocultural y la elaboración de la planeación estrategica de desarrollo, los autores expresan la prevención social comunitaria como :

  • Enfoque multidiciplinario, integral y sistemico.

  • La conjugación de los intereses mas generales con los especificos, enfocando a la comunidad como un todo, a la vez que focalizando las acciones preventivas en los grupos mas vulnerables.

  • Caracter predominantemente educativo y sociocultural de las acciones.

  • La busqueda de consensos representativos que legimiten las normas sociales establecidas.

A pesar de que estos autores señalan la prevención como un proceso, con formas y metodos propios, insisten en la vinculacion de las estructuras organizativas en el contexto comunitario para desarrollarla.Todavia la comunidad sigue siendo el objeto de la prevención, aunque ellos dejan clara la intención de que se convierta en actor de estas acciones.

Mientras la comunidad se analice como espacio geográfico donde se realizara la prevención, la participación ciudadana quedara limitada a la colaboración con los proyectos elaborados, sin una real implicación en este proceso.Esta es una de las dificultades que tiene hoy la prevención en el pais, entre otras como la ausencia de un enfoque sistemático en el trabajo, y la falta de continuidad y colaboración en las acciones planificadas.

El contenido de la prevención, que es otra de las problemáticas en torno al tema, estará determinado por la especificidad de los problemas que se necesiten modificar en un contexto histórico-social concreto. En este sentido las Infecciones de Transmisión Sexual es uno de los fenómenos sociales que necesitan atención en la sociedad actual.

Erradicar esta problemática, es uno de los principales propósitos de las políticas nacionales e internacionales, y encontrar la forma de hacerlo, es objetivo de varios investigadores interesados en la salud de la población. Al respecto se han propuesto varias definiciones sobre prevención de las Infecciones de Transmisión Sexual:

-Entramado dinámico de estrategias, cuyo propósito es evitar o reducir la aparición de problemas relacionados con el aumento de las Infecciones de Transmisión Sexual.

-Conjunto de actuaciones para incidir sobre los factores que provocan determinados fenómenos.

-Conjunto de acciones dirigidas a promover la salud de las personas, con el objetivo de reducir la probabilidad de aparición de los problemas derivados de Infecciones de Transmisión Sexual.[23]

Igualmente se han expuesto los objetivos de la prevención de las Infecciones de Transmisión Sexual: "reducir la incidencias de las infecciones, difundir las vías de infestación, extender el comienzo de las relaciones sexuales como principal vía de contagio de estas, facilitar la asistencia medica de los contagiados.

Modelo de prevención:

A. Modelo Jurídico-Represivo:

Las infecciones de transmisión sexual se analiza como una acto de delincuencia, por lo tanto la forma de enfrentar el hecho es mediante el aumento de la legislación represivas cree que entre mas fuerte sean las leyes, menos se propagaran las infecciones, olvidándose en la mayoría de los casos los derechos mas elementales del hombre.

B. Modelo medico o de salud publica:

Se centra en la importancia que el individuo le concede a su salud. El papel fundamental en la educación para la salud se lo atribuye a la información sobre los daños que ocasionan las Infecciones de Transmisión Sexual al organismo. Sin embargo, las Infecciones de Transmisión Sexual no es solo un problema de salud, causado por falta de información, por lo tanto requiere de un abordaje integral.

C. Modelo Sociocultural:

Las causas de las Infecciones de transmisión sexual se le atribuyen al inicio cada vez más temprano en el comienzo de las relaciones sexuales en la comunidad. Centra el programa de prevención en las condiciones socioculturales del contexto, mediante el ofrecimiento de posibilidades, medios y oportunidades para la integración al entorno. A pesar de tener en cuenta los factores psicosociales, su intervención se redujo a charlas informativas, a inculcar el miedo y a la exposición de contagiados.

D. Modelo Psicosocial:

Se considera las infecciones de Transmisión Sexual como problema determinado por las conductas individuales en un contexto social complejo y variable. La prevención se encamina a descubrir los factores psicosociales que han influido en la aparición del fenómeno tales como la disfuncionalidad familiar, las presiones grupales, la vulnerabilidad en la adolescencia, las dificultades en la comunicación, etc. Dentro de este modelo ha recibido especial atención en los últimos años la orientación conductual-comunitaria.

Este submodelo ha servido de base teórica a los programas dirigidos al aumento del conocimiento y a la educación de comportamientos para la prevención de las Infecciones de Transmisión Sexual.

Las estrategias preventivas mencionadas fueron objeto de profundas criticas, evolucionando hasta la creación de programas específicos e inespecificos.Los primeros se orientan a prevenir el fenómeno de las Infecciones de Transmisión Sexual abordando abiertamente la problemática .Los segundos dirigen a otros tipos de actividades no relacionadas directamente a ellas, tales como emplear sanamente del tiempo libre, fomentar el desarrollo y el autocontrol, la autorrealización, el uso del condón ,las cuales tributan al desarrollo personal y al comportamiento adecuado del individuo.

Los programas preventivos de mayores éxitos, fueron aquellos donde se combino la información necesaria para enfrentar las Infecciones de Transmisión Sexual desde una actitud consciente, y el aprendizaje de habilidades para enfrentar las situaciones de riesgo. A pesar de ello, la experiencia en el trabajo preventivo ha demostrado que los programas no deben parcializarse en uno u otro enfoque .Las Infecciones de Transmisión Sexual es un problema muy complejo, determinado por factores jurídicos, éticos, psicológico, médicos, educativos, culturales, económicos y políticos, que no permiten la unidireccionalidad en su abordaje.

Los modelos que se atribuyen actualmente, deben integral al respecto educativo, los aportes de otros modelos, para poder formar en el individuo la capacidad de enfrentar los problemas de la vida cotidiana sin recurrir a adquirir una infección de transmisión sexual. Es aquí donde el sujeto se convierte en responsable de su salud y su bienestar, porque cuenta con los recursos necesarios para orientarse dentro de sus condiciones de vida.

La prevención debe partir de una posición dialéctico-materialista, donde se tenga en cuenta tanto al hombre como a las condiciones que propician su comportamiento, y la relación entre ambos .Tiene como objetivos disminuir progresivamente las Infecciones de Transmisión Sexual como fenómeno social productor de conductas y modos de vida asociados a la cultura y al orden económico-social imperante en una sociedad determinada, en correspondencia con su momento histórico.

La prevención de las Infecciones de Transmisión Sexual esta , entonces dirigida a eliminar o reducir la incorporación y/o reiteración de los sujetos a formas de vida asociadas a conductas sexuales inadecuadas, y de este modo, lograr un crecimiento en salud asociados a la minimización de las amenazas para la integridad física y la seguridad social de la población.

Relación de la prevención con las etapas de la adolescencia

Los estudios sobre adolescencia comienzan a finales del siglos XIX con el desarrollo de las Ciencias Sociales y la necesidad de mejorar la preparación profesional de los individuos para responder a los avances científico-técnicos. A partir de ese momento surgen varias concepciones sobre la misma, apuntando a los factores determinantes del desarrollo y a la periodización que se deriva de la concepción asumida.

Unas enfatizan en la determinación de los factores biológicos (la maduración sexual y el desarrollo físico): enfoque biogenético representado por Stanley Hall, Sigmund Freud, E.Kretschmer, entre otros.

Otras corrientes valoran aspectos sociales como la posición del adolescente respecto a quienes lo rodean, y la socialización como forma de adaptación a la estructura social: enfoque sociogenético vinculado a la Psicología Social Norteamericana, representado por Kart Lewin y Robert E.Grinder.

Para algunos autores el papel decisivo en el desarrollo lo tiene las funciones y procesos psíquicos que caracterizan cada etapa, tales como: los procesos afectivos, según Eric Ericsson( la identidad y la autovaloración),los procesos cognostivos como el pensamiento operatorio formal de carácter hipotético deductivo, para Jean Piaget, y los aspectos de la personalidad que emanan en cada etapa como la identidad, el sentimiento de aislamiento, la tendencia a la reflexión desarrolladas por E.Spranger y C.Bulher:enfoque psicogenetico.

A pesar de que cada uno de estos enfoques, señalados por I. S. Kon,[24]centra diferentes aspectos del desarrollo de la personalidad en esta etapa, aun conservan su valor teórico hasta nuestros días, por las importantes contribuciones que hicieron a la caracterización de la adolescencia.

Sin embargo, para analizar una etapa de la vida hay que tener en cuenta tanto los cambios que se dan en las estructuras internas del individuo, ya sean biológicos o personológicos, como en el contenido de su actividad social. La personalidad no se puede valorar como universal e invariable, sino expresada de forma particular en cada sujeto como individuo único e irrepetible.De igual forma, entender el desarrollo humano como un proceso dialéctico, dinámico y continuo, y considerar los elementos histórico-sociales como determinantes de la personalidad, se convierte según el enfoque histórico-cultural de L.S.Vigotsky, en condición esencial para estudiar el desarrollo de la personalidad.

La teoría psicológica de L.S. Vigotsky puntualiza la tesis marxista sobre la esencia social del hombre, toda vez que expresa que:"toda función en el desarrollo cultural del niño aparece en escena dos veces, en dos planos: primero social, después dentro del niño, como categoría ínterpsíquica."[25]Para este autor las funciones psíquicas superiores se forman en la relación con el entorno, y solo después pasan a formar parte de la personalidad.

En correspondencia con este enfoque, se asume la categoría "Situación Social del Desarrollo", expuesta por el autor para explicar el desarrollo de la personalidad."Con este termino el designo esa combinación especial de los procesos internos del desarrollo y de las condiciones externas, que es típica en cada etapa y que condiciona también la dinámica del desarrollo psíquico durante el correspondiente periodo evolutivo y las nuevas formaciones psicológicas, cualitativamente peculiares, que surgen hacia el final de dicho periodo."[26]

Por lo tanto, las transformaciones biológicas que ocurren en cada etapa de la vida, así como las modificaciones, que se establecen en los sistemas de actividad y comunicación sobre la base de lo logros alcanzados en la personalidad en la etapa precedente, propician el surgimiento de las nuevas características psicológicas que derivan en regulaciones o tendencias del desarrollo en los periodos evolutivos.

Varios autores han denominado la adolescencia como "pubertad", refiriéndose esencialmente a la maduración biológica de lo órganos sexuales. Sin embargo, la adolescencia alude al proceso total crecimiento del individuo .Otros autores la consideran como etapa de "transición" de una época de la vida a otra: de la infancia a la adultez.

La adolescencia es un periodo en el que surgen nuevas responsabilidades en el ámbito familiar y social, que implican la activación de los recursos personales y de las potencialidades del sujeto para afrontar exitosamente el recorrido por la etapa, por lo que para el adolescente esta se convierte en un momento de nuevas posibilidades para el crecimiento, el desarrollo personal y para insertarse activamente en la vida social.

No obstante, las características que acompañan el recorrido por la etapa, pueden colocar al sujeto en una situación transitoria de mayor vulnerabilidad frente a conductas de riesgo para la salud y otros comportamientos problemáticos, si no existe una compresión adecuada de los cambios ocurridos, ni una orientación correcta por parte de las influencias educativas.

Se han establecidos múltiples periodizaciones bajo óptica de diversas posturas teóricas, criterios y autores, sin llegarse a un consenso sobre la delimitación de las edades que encierra la etapa adolescente. Esto demuestra como el desarrollo no ocurre de forma mecánica; sino de manera dinámica y procesal, determinado por el contexto cultural donde se analiza. Es un proceso que no solo representa cambios físicos, sino también sociales y emocionales, y no depende únicamente de la edad cronológica.

L. I. Bozhovich denomina la adolescencia como la Edad Escolar Media, que transcurre de 11-12 a 13-14 años .Para H. L. Bee y S. K. Mitchell se extiende de los 12 a 18 años. A. V. Petrovsky la enmarca de 11-12 a 14-15 años y los 17-18 años. Para desarrollar esta investigación se acepta la propuesta de I. S. Kon sobre su culminación alrededor de los 14-15 años, en tanto la mayoría de los autores la hacen coincidir con la enseñanza secundaria.

Si bien es cierto que en este periodo se muestran características especificas en cuanto a los sistemas de actividad y de comunicación, vale destacar que varias de las regularidades de esta etapa trascienden y se consolidan en la juventud temprana, al decir de I. S. Kon entre los 15-16 años y los 17-18 años. Esto sustenta la idea expuesta por L. Domínguez de que la adolescencia constituye, sobre todas las cosas, una "edad psicológica" que no esta determinada fatalmente por la maduración del organismo.[27]

Durante la adolescencia se produce un crecimiento general de las dimensiones corporales, lo cual aparece recogido en la literatura psicológica como el "segundo estirón".Abarca modificaciones en la estructura corporal y en el peso expresándose de forma diferente en hembras y varones. Las extremidades crecen y se producen modificaciones en la cara. Se retrasa el aumento anual del ritmo del crecimiento de la columna vertebral. Aumenta la masa corporal, fortaleciendo y enriqueciendo los músculos del cuerpo.

Se pueden presentar alteraciones neurovegetativas: mareos, palpitaciones, dolor de cabeza, ocasionadas por los cambios en el sistema circulatorio, debido al rápido crecimiento del corazón respecto a los vasos sanguíneos, al igual que pueden aparecer desordenes funcionales del sistema nervioso, manifestándose en agotamiento físico e intelectual, hipersensibilidad, desajustes del sueño, susceptibilidad a contraer enfermedades.

Se intensifica la actividad de la hipófisis con el incremento de la actividad del hipotálamo, lo que puede estimular el crecimiento de los tejidos y el funcionamiento de importantes glándulas de secreción interna como las suprarrenales, la tiroides, las sexuales, lo cual puede influir sustancialmente en el proceso de maduración sexual.

En esta etapa, aparece la primera menstruación en las hembras, y en los varones la eyaculación nocturna o espontánea. Ocurren cambios en la estructura del sistema reproductor: aumenta el tamaño de los testículos y del pene en el caso de los varones, y de los ovarios, el útero y la vagina en las hembras. Aparece el vello púbico y axilar en ambos sexos, y el vello facial en los varones. En el caso de las hembras, aumenta la dimensión de los senos y las caderas. En los varones, el tono de la voz se hace mas grave con el incremento del tamaño y la fuerza de los músculos de la laringe.

La maduración sexual abarca, según estudios realizados en nuestro país por L. Domínguez, para las hembras el periodo de 12,5 a 17-19 años y en los varones de 13,5-14 a 17-18 años.[28]Esto revela la capacidad biológica para procrear, aunque en este periodo todavía no están creadas las condiciones psicosociales ni económicas para afrontar la formación de una familia.

Si bien se considera la adolescencia como un periodo de esplendor en cuanto al desarrollo humano, los autores han señalado como las contradicciones que debe enfrentar el adolescente ante las modificaciones de su cuerpo, lo cual se recoge en la bibliografía científica como las repercusiones psicológicas de las transformaciones puberales, pueden traer apareado consecuencias negativas para la salud y el comportamiento de los adolescentes.[29]

En este sentido se reflejan problemas con la imagen corporal, la salud, la autovaloración, la aceptación social, la autoestima, la independencia, la flexibilidad, las practicas sexuales y la conducta social. Sin embargo, los cambios que se producen constituyen regularidades del desarrollo que se manifiestan de forma particular en cada individuo, el cual enfrenta dichos cambios en correspondencia con sus recursos psicológicos y con el apoyo que reciba del entorno.

En esta etapa también ocurren transformaciones en los sistemas de actividad y de comunicación, las cuales juegan un papel importante como impulsoras de las características psicológicas que emergen en la adolescencia. Durante estas edades, el sujeto continúa implicado en la actividad de estudio, con carácter obligatorio en nuestro medio; pero este cambia tanto en su contenido como en su forma: se acentúa el carácter científico de las asignaturas, se diferencian mas una de otras, lo cual impone al adolescente la necesidad de emplear nuevos métodos para la asimilación del material didáctico.

Con el aprendizaje de las ciencias exactas, los adolescentes aprenden a dominar sus símbolos, captar sus conceptos esenciales, interrelacionarlos con los de otras ciencias y a valorar su aplicación en la vida practica. Durante el transcurso de la etapa, sé muestran mas interesados hacia el trabajo intelectual, la adquisición de conocimientos y de habilidades. Con esto, desarrollan la capacidad de resolver problemas de la vida cotidiana, utilizando el conocimiento científico, aunque todavía lo hacen de forma limitada, por carecer de juicios críticos valorativos.

El adolescente no solo se ve inmerso en las actividades docentes, sino en otras extracurriculares que favorecen el desarrollo de sus intereses y capacidades. De igual modo, se comporta en ellas más independiente y selectivo.

El nuevo sistema de actividades en que transcurre la vida del adolescente, desarrolla su personalidad en sentido general, lo cual repercute positivamente en el desarrollo de las capacidades y habilidades intelectuales, en la formación de los intereses cognoscitivos.

La percepción se torna más reflexiva. El adolescente debe establecer las relaciones e interconexiones entre todo el contenido recibido. Debe puntualizar las dependencias, las causas y los efectos de los diferentes fenómenos de la realidad.

La memoria también se modifica. Aumenta la reserva de procedimientos de memorización y se hacen cada vez mas concientes e intencionados, lo que permite una mayor recordación y reproducción.

A partir del quinto grado comienza la asimilación consciente de los conceptos científicos; pero las nuevas asignaturas impondrán al adolescente nuevos modos de asimilación del conocimiento, y por tanto, el desarrollo del intelecto hacia un nivel superior: el pensamiento teórico, formal y reflexivo.Este tipo de pensamiento varia la actitud del adolescente hacia las tareas docentes, en tanto necesita de la resolución previa a través de la reflexión critica de forma mental.

Para G.Piaget en esta etapa se desarrolla la inteligencia operatorio-formal o estadio de las operaciones formales. Plantea que "el adolescente superpone la lógica preposional en la lógica de clases y relaciones,"[30] típica de la etapa anterior, por lo tanto utiliza una serie de esquemas operacionales que le permiten experimentar usando la lógica formal en las transformaciones.

La valoración de este autor sobre el pensamiento comparte características similares a las expuestas por los psicólogos de orientación marxista, aunque no tiene en cuenta el papel de la enseñanza en su desarrollo. Este elemento fue bien analizado por S. L. Rubinstein, quien describe como en esta etapa, a partir de la asimilación, surge el pensamiento teórico-abstracto o como también lo denomino, el raciocinio teórico de los conocimientos teóricos en conceptos abstractos.

Este pensamiento es hipotético deductivo pues opera a nivel abstracto, sin recurrir a objetos concretos, de lo general a lo particular. Esta característica otorga al pensamiento un carácter proposicional, en tanto posibilita establecer relaciones entre los objetos y su contenido. Es un pensamiento reflexivo que busca la comprobación y la demostración de la hipótesis en la realidad.

La importancia de este pensamiento radica en que posibilita razonar en un plano mental, analizar e interrelacionar conceptos y comprender la lógica de las operaciones para así desarrollar la capacidad de interpretar y solucionar problemas del entorno. El desarrollo del pensamiento conceptual-teórico y la reestructuración de los restantes procesos cognoscitivos constituyen de manera sustancial al desarrollo de la autorreflexión y la autoconciencia. Tributa además a la formación de la concepción del mundo en la próxima etapa.

Las transformaciones en el sistema de relaciones del adolescente lo ubican también en una nueva posición social, con múltiples exigencias para su comportamiento. La relación del adolescente con sus coetáneos ejerce especial influencia sobre su conducta. A través de ella aprende la moral de los adultos, las normas de igualdad, fidelidad y compañerismo. Esto permite desarrollar la madurez socio-moral.

Para el adolescente esta relación adquiere carácter "intimo-personal", en la cual puede actuar independientemente, reflexionar sobre los diferentes aspectos de la vida, valorar las características de sus compañeros y las suyas propias. Esto es importante, ya que la corrección de la conducta individual depende muchas veces de la critica de los compañeros .A partir de lo diferentes criterios, el adolescente va formando sus convicciones.

Sobre la base de relaciones de grupo, comienza a formar las primeras relaciones de amistad, construidas a partir del vínculo afectivo, el respeto mutuo y la confianza. En este periodo se tiende a idealizar al amigo, y por lo tanto se manifiesta una búsqueda constante de este modelo, que puede ser encontrado tanto en el colectivo escolar como en las relaciones que se establecen fuera de este.

Aparecen las primeras relaciones de pareja, un tanto inestable debido a la experimentación, formadas sobre todo, por los atributos externos de la personalidad pesar de ello, las relaciones de pareja, junto a las relaciones de amistad, facilitan el intercambio afectivo e intelectual; son importantes para la formación de la identidad personal, sobre todo la identidad sexual y de genero; permiten ganar experiencias y gratificar las necesidades del amor, seguridad y apoyo emocional.

Sin embargo, el grupo también ha sido analizado como motivo de conductas problemáticas, capaz de inhibir la responsabilidad individual y la libre toma de decisiones. Fenómenos como el conformismo y el negativismo han sido ampliamente explicados en la bibliografía psicológica. El primero, referido a mostrar una aceptación ilimitada de los criterios del grupo para ganar la aprobación social; y el segundo, relacionado con la oposición a dichas opiniones, sin suficiente argumentación, o sea una "rebeldía sin causa".

Investigaciones expuestas sobre la problemática, por L. I. Bozhovich, respaldan este criterio cuando comentan que "la causa frecuente de la conducta indisciplinada en los grados medios es el no saber conquistar el lugar deseado en el colectivo de condiscípulos."[31]

Por otro lado afirma que:" la incapacidad de encontrar su lugar en el colectivo determina también una aspiración muy característica en los adolescentes: la de lograr a toda costa buenas notas, incluso en el caso en que sus conocimientos no correspondan a las mismas.[32] Este fenómeno ha sido denominado" la persecución de las notas" y se refiere a la necesidad del adolescente de ser valorado como buen estudiante.

Igualmente valora que:"la particularidad característica de los adolescentes es la tendencia a evitar, de todas formas, la critica de los compañeros de aula y el miedo a ser rechazados por ellos. Los autores señalan asimismo que los adolescentes están excesivamente expuestos a la influencia del grupo y que en su anhelo de ser aceptados por sus condiscípulos pueden llegar incluso a renunciar a sus convicciones.[33]

Se han realizado además varios estudios acerca de la capacidad de influencia del grupo de iguales, tratando de averiguar como de produce y que tipo de factores intervienen en este proceso, al respecto se han señalado dos importantes aportes que pueden resultar explicativos de este fenómeno. Por una parte "el aprendizaje social" que se realiza en el interno del grupo y "el reforzamiento" de estas conductas en el seno del mismo, pueden dar cuenta del comportamiento del adolescente en su interactuar social, tanto en su sentido positivo como negativo.

Por otra parte , se señala "la capacidad del adolescente para elegir los grupos de pertenencia",determinada en gran medida por el sistema de educación recibido, la influencia de la familia, los modelos de amistad aprendidos, las conductas previas asumidas, y por cuestiones propias de la personalidad como los ideales, las actitudes, los valores y las motivaciones. Téngase en cuenta que las cualidades personales (psicológico-morales)del adolescente, son las que ubican dentro del grupo y las que determinan su posición y actitud en el mismo.

Partes: 1, 2, 3
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