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Aspectos comparativos en la obra novelística de Ernesto Sábato (página 2)

Enviado por conchisarmiento


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3. ESTRUCTURA DE LAS NOVELAS.-

Una de las cosas que más llaman la atención a la hora de abordar la novelistica sabatiana es que las tres novelas comienzan desde el primer capítulo, con un encuentro, y así:

  • En El tunel, se produce un encuentro entre Juan Pablo Castel y María Iribarne, a través del motivo de un cuadro o, más bien, de un recuadrito en el ángulo superior izquierdo, que muestra en la lejanía, al fondo, una escena manierista. Sin embargo, este encuentro sería más exactamente un desencuentro pues no llegan a cruzarse las miradas, no hablan. Castel , en teoría, es el único que observa a María, y señalamos que "en teoría" porque esa no es precisamente la opinión de Fernando Vidal Olmos, quien en el Informe sobre ciegos achaca toda la desgracia de Castel a la secta y ve la actitud de María como un posible ardid de los ciegos (capitulo XX, pág. 342 y ss.)
  • En Sobre héroes y tumbas, podemos apreciar el encuentro entre Martín del Castillo y Alejandra Vidas, en el parque Lezama de la capital buonarense y bajo la advocación agraria (y maternal) de una estatua de Ceres.
  • Y, por último, en Abbadón el exterminador, el encuentro entre Bruno Bassan y Ernesto Sabato. También guarda cierto aire de desencuentro, pues Sabato en un principio, cuando se cruza por la calle con Bruno, no llega a verle, mientras que Bruno sí ve a Sabato.

No obstante, hay algo que marca aún más intensamente los inicios de las novelas de Sábato, y es que en todas ellas se produce una especie de "in extrema res" que da la solución al lector, si no cabría decir más correctamente el final. Esta cuestión es en los términos de Tzvetan Todorov, referencial, ya que provee información sobre un hecho y establece en forma general, abstracta, la totalidad de ese universo, el universo en que el lector está a punto de sumergirse. Las causas de las acciones, empero, es algo que cada lector ha de descubrir por si mismo. Esta información sobre el futuro la encontramos, por ejemplo:

  • En El tunel: "Bastará decir que soy Juan Pablo Castel, el pintor que mató a María Iribarne" (Capitulo 1, pág.11).
  • En Sobre héroes y tumbas se nos ofrece la conocida "Noticia preliminar", que supuestamente es un "fragmento de una crónica policial publicada el 28 de junio de 1.955 por "La razón" de Buenos Aires".
  • En Informe sobre ciegos: "¿Cuándo empezó todo esto que ahora va a acabar con mi asesinato?"( Capitulo I, pág. 249).

Con esto, Sábato expone al lector el desenlace, y sin embargo, eso no disminuye el interés que suscita la trama, y así, Sábato consigue evitar el suspenso como motor de interés y hace que la atención del lector se centre en la "soledad de los protagonistas", que es lo más destacable, necesario para comprender el mensaje.

Los personajes de Sabato se mezclan en un mundo de lectura y textos. Bruno, por ejemplo, encuentra a Castel en Abaddón en la unidad titulada "Un desconocido". Este discurso es un desdoblamiento magistral del fenómeno de la lectura e intimamente ligado a la teoría de la "crónica policial". Bruno ve a Castel en un bar frente a una copa pero no lo reconoce. "Ese hombre, pensó Bruno, está absoluta y definitivamente solo. No sabía por qué le resultaba conocido, y durante mucho tiempo rebuscó en su memoria, trató de vincularlo a alguna fotografía en diarios o revistas."(167). Hasta este momento el lector tampoco sabe de quien se está hablando, la única pista que se tiene relaciona al individuo con el periodismo. "Por otra parte parecía asombroso que un individuo con ropa tan raída, un ser que llegado hasta ese último escalón, pudiera ser personaje de periodismo. A menos, se le ocurrió de pronto, que alguna vez haya tenido algo que ver con un hecho policial."(Idem). En este momento el lector se instala de nuevo en el mundo de la "crónica policial", un terreno bastante familiar, y posiblemente empieza a recorrer los casos policiales que forman parte de su competencia intertextual. Cuando el desconocido sale el narrador hace la siguiente observación: "Bruno, acostumbrado a escudriñar hombres en soledad, contemplativo y abúlico como era, pensó: "O es un criminal o es un artista."(168). La duda continúa en Bruno por meses, "Hasta que un día creyó recordar algo, tuvo una sospecha. Buscó en su archivo, archivo que no era ni el de un filósofo, ni el de un escritor o periodista, sino más bien, el archivo de un hombre para quien la humanidad constituye un doloroso misterio. Sí, ahí estaba la fotografía: el desconocido era aquel Juan Pablo Castel que en 1947 había matado a su amante."(168). En este momento el lector ideal de Abaddón, que tiene en su enciclopedia el discurso de 1948 y que recuerda a Castel, llevará a cabo ahora un proceso de inferencia para actualizar su lectura. Es interesante notar que el recorte que Bruno encuentra en su archivo es el pretexto de El túnel, es el enunciado que da lugar al discurso de El túnel. En este momento el acápite "Un desconocido" se revela en todo su sentido irónico, ya que el sujeto de la enunciación es un conocido.

Con respecto a la estructura narrativa de estas novelas, huelga destacar su relación con las fórmulas del artículo periodístico y con la novela policiaca. En El tunel encontramos ya desde el primer párrafo la alusión al modelo retórico que rige la novela: "(…) supongo que el proceso está en el recuerdo de todos y que no se necesitan mayores explicaciones sobre mi persona (…)" (Capitulo 1, pág.11.) Esto es, las noticias del crimen en los periódicos, las "crónicas policiales" que desde este momento se establecen como el pretexto de la novela, ya que son noticias que el narrador presupone el lector ha leído y recuerda. Nótese, además, el primer mensaje del capítulo III: "Todos saben que maté a María Iribarne Hunter". Lo que nos interesa ahora no es el núcleo informativo del anunciado, sino su preámbulo: "Todos saben….". Esta afirmación es notablemente afectiva como medio de comunicación masivo, como código capaz de llevar el mensaje al mayor número de usuarios posible. Sin embargo, la estructura semiótica de éste "Todos saben…" no se limita a eso, sino que en sus capas inferiores se halla el subtexto "…ninguno se perderá la historia de un crimen hasta le final", al cual refuerza por sí mismo el enunciado "Todos saben que yo maté a María Iribarne".

Hacia el final de la novela, desde su calabozo, Castel dice: "Pensé que muchos hombres y mujeres comenzarían a despertarse y luego tomarían el desayuno y leerían el diario e irían a la oficina." (Cap.XXXVIII, pág.127). Cada uno de estos enunciados tiene una serie de significados subyacentes; sería interesarse estudiar «despertarse» dentro del sistema, dentro del cual podemos adelantar una serie de implicaciones como: estupidez, engaño, esclavitud, razón, diurno, etc… Por ahora nos interesa «leer el diario» y desarrollar la connotaciones que evoca: espíritu burgués, sociedad ordenada, huida de sí mismo hacia el mundo, crónica policial… Ahora ese público lector, esos destinatarios anónimos (los mismos para los cuales Castel escribe su relato) van a leer la crónica del asesinato de María Iribarne Hunter. Es decir, el discurso nombrado en este enunciado es precísamente el pretexto del discurso literario de ET.

La «crónica policial» tiene una muy notable importancia en la obra. Podría pensarse que esto es una cualidad particular de este sistema, Pero no es así. Un análisis de los otros discursos de Sábato no hacen sino corroborar la importancia que la «crónica policial» tienen en la estructuración del discurso. Qué puede ser más contundente que el hecho que la segunda página de Sobre héroes y tumbas, «Noticia preliminar» (la primera es la dedicatoria del autor) sea un "Fragmento de una crónica policial publicada el 28 de junio de 1955 por La Razón de Buenos Aires". Algo semejante, pero más sutil sucede en Abaddón el exterminador. El autor nos presenta ante "Algunos acontecimientos sucedidos en las ciudad de Buenos Aires en los comienzos del año 1.973" .

Los acontecimientos, que son tres, están presentados de la siguiente manera:

1.- En la tarde del 5 de enero.

2.- En la madrugada de esta misma noche.

3.- Testigo, testigo impotente.

Lógicamente se produce la asociación de estos tres enunciados con la «crónica periodística y policial». En efecto lo que tenemos son dos enunciados que sitúan el acontecer de un hecho en el tiempo, fórmula básica de la redacción periodística. (En la noche del 23 de diciembre un terremoto sacudió la ciudad de Managua; …en la madrugada buscaban entre las ruinas a sus familiares y vecinos…) El último enunciado cumple una función semiótica más importante en cuanto se refiere a varios niveles del mensaje: (el hecho concreto, la presencia de un testigo, la enunciación de la presencia, la impotencia del testigo, la enunciación de la impotencia, etc) Pero en definitiva tenemos el mismo «modelo discursivo»: la «crónica policial».

En el nivel sintagmático del texto podemos observar el mismo tipo de construcción y gran similitud en el lenguaje y repertorio de semas utlizados en los enunciados, mientras que en el nivel paradigmático de la estructura del discurso narrativo puede observarse la misma secuencia de la fórmula básica de la escritura periodística, a lo largo de toda la obra.

El artículo periodístico responde a una fórmula que podemos describir de la siguiente manera:

El primer párrafo estipula la presencia del hecho o incidente y los resultados o consecuencias.

El segundo párrafo retoma la información anterior y agrega las circunstancias del hecho.

El tercer párrafo vuelve a tomar una de las unidades informativas ya enunciadas y elabora otro grupo de determinantes. El análisis de las relaciones paradigmáticas de las unidades formales del discurso narrativo de El tunel revela la misma formula que hemos visto anteriormente. Compárese el primer enunciado de los tres primeros capítulos, donde la formula básica del modelo se cumple a cabalidad:

"Bastará decir que soy Juan Pablo Castel…"(capitulo I, pág.11.)

"Como decía, me llamo…" (capitulo II, pág.13).

"Todos saben que maté a María Iribarne Hunter." (capitulo III, pág.16).

En realidad aquí lo que tenemos es la misma estructura de un discurso representado de esta forma:

  1. Un accidente ha sido reportado en la esquina K…
  2. El accidente de K fue causado por dos automóviles…
  3. Dos heridos y daños de…fue el resultado del accidente…

Albert Fuss afirma que esta estructura sucede "ya que ha perdido el hilo de la historia" dejándose "arrastrar por divagaciones superfluas." Afirmación que documenta con las palabras de Castel:

" Me he apartado de mi camino. Pero es por la maldita costumbre de querer justificar cada uno de mis actos" . Aunque acertada la afirmación de Fuss en el nivel de la fábula, es contraproducente para el análisis crítico pues pretende cerrar el asunto sin discutir la relevancia del mismo. Si la novela presenta esa estructura narrativa es por una razón determinada y el que el narrador «pierda el hilo de la narración» es un signo que debe leerse apropiadamente, encierra un sentido, significa.

En cuanto a este nivel del discurso narrativo en El tunel hay una especial manera de alterar la secuencia narrativa. Desde el primer instante se nos da a conocer el final de la trama, el asesinato de una mujer, y todo el relato irá desenvolviéndose hacia la explicación de las razones que llevaron al protagonista a realizar ese asesinato. La «historia interna» de ese crimen es la novela y como para relatar esa historia el protagonista se sumerge en su propio «yo», el tiempo va a «subjetivarse», rompiéndose el estricto orden lógico en la presentación. Es evidente que aquí estamos ante una mejor apreciación del fenómeno discursivo, pero nos encontramos en la fase descriptiva del fenómeno, ya que cabría preguntarse ¿De qué manera «tiende a subjetivizarse», qué relaciones paradigmáticas se emplean para que ese tiempo «se subjetivice» en su dimensión semiótica, es decir, como discurso comunicativo y no como experiencia individual. Es evidente pues que tanto la «pérdida del hilo de la narración» como la «ruptura del orden lógico» responden a necesidades propias de la narración, y son por lo tanto parte del discurso narrativo.

Castel, como el escritor medieval, ejemplifica el valor del modelo discursivo que ha escogido: "¡Cuántas veces he quedado aplastado durante horas, en un rincón oscuro del taller, después de leer una noticia en la sección policial! Pero la verdad es que no siempre lo más vergonzoso de la raza humana aparece allí; hasta cierto punto, los criminales son gente más limpia, más inofensiva" (Cap. I, pág.11) Vemos pues que la articulación del «modelo discursivo» que el autor de la obra ha escogido se da en su totalidad en la primera página del texto. Tanto el «modelo» como pretexto, como el «modelo» en calidad de código eficaz de comunicación, en calidad de vehículo semiótico, ha quedado sentado. La gran popularidad de El tunel desde su aparición se debe en parte a la estructura narrativa periodística. La forma circular seguida de una elaboración es la forma más adecuada a la comunicación masiva, por eso es la forma por excelencia del

periodismo. A esto también contribuye la brevedad de los capítulos y la naturaleza «amarillista» del nivel más superficial de la fábula.

En cuanto al estudio de la función cognosciva que el discurso periodístico desempeña en El tunel nos interesa sobre todo por la relación que establece en todo acto semiótico entre expresión y contenido. La «crónica policial» al servir de modelo retórico en El tunel pasa a formar parte de la sustancia de la expresión, es en última instancia vehículo del significante. La función de la «crónica policial» es la de informar de los crímenes cometidos, registrar los incidentes sucedidos; en ningún momento pretende explicar los homicidios ni dar cuenta de suicidios o incendios. Aquí podemos preguntarnos cuál es el propósito de Castel al contar su historia. "Cuando comencé este relato estaba firmemente decidido a no dar explicaciones de ninguna especie. Tenía ganas de contar la historia de mi crimen, y se acabó…"(Cap.II, pág.14). La primera parte de la cita contiene la gran problemática de la novela y se puede alegar que es la "manía de querer encontrar explicación a todos los actos de la vida" el epicentro de toda una serie de conclusiones acerca de El tunel. Por ahora nos interesa notar que "ganas de contar la historia de mi crimen" es la función de la «crónica policial», que su función semiótica se limita a relatar, a contar, al igual que lo afirma Castel. Que la afirmación de Castel es falsa lo prueba la "debil esperanza de que alguna persona llegue a entenderme…"(ibid) Pero esto es independiente de las implicaciones de aquel enunciado.

Si se analizara la estructura mental de Castel podríamos presenta run árbol de la estructura sintáctica de su pensamiento y sacar tres conclusiones:

1) la cadena argumentativa se desarrolla en una especie de libre asociación.

2) El pensamiento de Castel funciona en forma antitética.

3) Una mente que se mueve en el análisis antitético de detalles encontrados al azar y que no consigue relacionar las respectivas conclusiones, cae en contradicciones con gran facilidad.

El problema radica esencialmente en entender «libre asociación» como «aisladas entre sí, [que consecuentemente] desembocan en el vacío», lo cual es falso. La psicología freudiana que tanto siguió Sábato, se basa precisamente en la unidad semiótica de la «libre asociación de ideas», con lo que ha quedado demostrado la estrecha relación que guarda cada unidad con respecto al resto de la estructura. La proposición sobre «detalles encontrados al azar» es a su vez infundada ya que hay una relación lógica y a menudo causal entre estas unidades informativas («detalles»). La disquisición sobre "(…)la memoria colectiva… el tiempo pasado… los criminales… el mundo es horrible…" está sentando las leyes que rigen en el sistema semiótico del enunciado, está estableciendo los códigos de trasmisión y el marco referencial. Hablar de la «coherencia» de un sistema semiótico es tautológico ya que las unidades de cualquier sistema semiótico no pueden existir más que en relación mutua y segundo porque ésta «coherencia» reside en la actualización particular que cada lector establece. No obstante partimos de la afirmación que la «estructura discursiva» de El tunel refleja, sirve de vehículo, significa, a la «estructura mental» de Castel, y que ambas funcionan en un campo de tensiones semióticas.

Pero volviendo a la capacidad cognoscitiva del «discurso periodístico» debemos recordar la opinión de Fernando en el Informe sobre ciegos: Fernando dice que mientras vigilaba la casa de Celestino Iglesias "Aprovechaba para leer dos cosas que siempre me fascinaron: los avisos y la sección policial. Lo único que leo desde los veinte años, lo único que nos ilustra sobre la naturaleza humana y sobre los grandes problemas metafísicos."( Informe sobre ciegos, capitulo X, pág. 278). Por unanimidad la crítica propone que El tunel es novela de la indagación de la naturaleza y la problemática existencial. Las evidencias proporcionadas por Fernando a este respecto son numerosas. Más adelante en el Informe, en su comentario de «el caso Castel» se lee: "…caso que no sólo fue muy notorio por la gente implicada sino por la crónica que desde el manicomio hizo llegar el asesino a una editorial." (capitulo XXV, pág.342.) El signo «crónica» desencadena una secuencia semiótica que evoca significantes como «crónica policial», «recuento informativo», «noticia», «hecho histórico acaecido recientemente», etc.

En base a estos argumentos se puede concluir que la estructura formuláica del discurso periodístico es la más apropiada semióticamente para comunicar un texto que como el discurso sabatiano pretende indagar la naturaleza humana y su significación metafísica.-

4. TEMAS.-

La otra dimensión de los fantasmas de Sabato es los "temas" y "preocupaciones" propiamente dichos, que de una manera u otra recurren a lo largo de su obra. La principal preocupación de Sabato es el ser humano, el "hombre concreto" en su inmediatez humana y su aspiración metafísica. Esta preocupación de Sabato por el "hombre concreto" informa toda su obra y guía su pensamiento, es el Uno que se presenta en Uno y el universo, o el ser humano que se encarna en Juan Pablo Castel o Sabato, o el sujeto que se ve afectado por los conceptos que discute en sus elaboraciones teóricas cuando discute ideas como la cosificación del hombre o la escisión de la ciencia y el arte. Ese "hombre concreto" de Sabato es además un hombre en crisis, es un ser que vive escindido por la imposición de la razón sobre las pasiones, un ser que vive en situaciones límites. Ante esta disyuntiva Sabato escoge enfrentarse al caos, de forma que todos sus discursos, desde Uno y el universo hasta Abaddón son precísamente eso, un enfrentamiento con el caos de nuestro tiempo. Este sujeto, este hombre escindido y en crisis es el signo que transita a todo lo largo del discurso sabatiano. Lo mismo cuando se trata del joven que ha decidido dejar la ciencia y dedicarse a la literatura, como cuando toma entre manos la investigación de las Secta de los Ciegos. La narración del periplo de Sabato a través del mundo del conocimiento científico e intuitivo, luchando entre las necesidades y dudas del hombre concreto y el cálculo infinitesimal y el logaritmo, contiene ya un repertorio de signos que luego reaparecerán en los textos sabatianos a lo largo de treinta años.. .

Los motivos que Sabato utiliza en sus discursos para reconstruir el tercer nivel del sistema semiótico sabatiano, es decir, lo que aquí llamo la tercera dimensión de los "fantasmas". Esta tercera dimensión está formada por una serie de motivos que reaparecen constantemente, motivos tales como el complejo de Edipo, el incesto, la Secta de los Ciegos, transformaciones (incluye todo tipo de transformaciones tanto reales como simbólicas), relaciones sexuales (imaginarias o simbólicas), viajes (por países y por mundos interiores) y aventuras, etc. Los ciegos es uno de los motivos más discutidos en el contexto de la obra de Ernesto Sabato. En repetidas ocasiones el autor ha afirmado que sus ciegos no tienen nada que ver con los ciegos de carne y hueso, esos seres privados de la vista que vemos caminando por las calles con su bastón blanco y gafas de sol. En su obra, los ciegos y la Secta en que se agrupan, funcionan como símbolos, como representamen del concepto del mal, del mundo de las tinieblas, de lo oculto y lo desconocido. Las múltiples referencias en su obra se alimentan por un lado, de la filosofía existencialista y el concepto de la mirada en Sartre; y por el otro, de la alusión de la ceguera con el mundo oscuro y negro de los subterráneos, los túneles y las cavernas, que aparecerán una y otra vez a lo largo de su obra. De esta forma se establece un conjunto de ex-tensiones que unen estos signos, amalgamando nuevas connotaciones y formando un campo referencial que sirve como código interpretativo de la obra.

El complejo de Edipo también aparece numerosas veces en la obra de Sábato. La aversión o pasión por el padre o la madre, aparece a todo lo largo de su obra en formas y modalidades diferentes. Forma parte del complejo sistema de conflictos que se presenta en sus páginas y afecta de manera determinante el desarrollo de las obras.

El incesto es un subproducto del conflicto apuntado anteriormente, y desempeña también un papel primordial. La pasión de Fernando por su madre por ejemplo, que luego se va a duplicar en la relación que hay, no del todo clara, entre Fernando y Alejandra. La relación incestuosa entre Nacho y Agustina Izaguirre. Otra relación también dudosa es la que se da entre María Iribarne Hunter y Hunter, primo de Allende. No queda claro qué relación de parentesco existe entre ellos o si en realidad mantenían relaciones amorosas, pero de cualquier manera es otro caso a considerar. El incesto y las relaciones sexuales simbólicas son elementos de gran importancia en la obra de Ernesto Sabato. Quizás el caso más interesante es la relación que se da entre Sabato y Soledad en Abaddón (418 y ss.).

Otro motivo de gran importancia es el que tiene que ver con la zoología, especialmente pájaros, murciélagos, ratas y culebras, que funcionan como símbolos del mal. Constantemente el autor hace comparaciones con estos animales y sus personajes sufren transformaciones o se enfrentan a estos animales. Recuérdese por ejemplo la transformación de Juan Pablo Castel en un pájaro cuyos chillidos nadie parecía percibir. Otro ejemplo fundamental son las transformaciones que sufre Fernando en su peregrinaje por el mundo subterráneo de Buenos Aires: "fui hombre y pez, fui batracio, fui un gran pájaro prehistórico… sentí que era un volcán de carne… Entonces fui una serpiente… Después, pulpo… Fui entonces vampiro… Fui entonces sátiro gigante… Luego fui también pájaro de fuego, hombre-serpiente, rata fálica." En Abaddón se encuentra también numerosas alusiones a la condición zoológica de ciertos personajes, escenas donde le sacan los ojos a un pájaro y enfrentamientos con ratas, como el que protagoniza Ernesto Sabato en su ascenso de los subterráneos de la casa de la calle Arcos (412 y ss.). De esta manera el autor echa mano de la simbología zoológica para desarrollar su propio sistema de significación, logrando implantar una bien definida red de interpretantes que le permiten caracterizar situaciones, personajes y sensaciones, de manera efectiva e impresionante. Todos estos "fantasmas" actúan en la obra de Sábato como signos, como códigos y sistemas de códigos que el lector tiene que interpretar, descomponiendo el sistema de tensiones en el cual se construyen sus significaciones, actualizando los códigos en base a la información que el texto va suministrando, y en base al conjunto de información brindado por otros textos sabatianos, que como una unidad textual, ilustran e iluminan algunas de las regiones más oscuras de la obra de Ernesto Sabato.

5. SOBRE INFORME SOBRE CIEGOS.-

Fernando Vidal Olmos, un "santo del infierno" :

"Me llamo Fernando Vidal Olmos, nací el 24 de Junio de 1911 en Capitán Olmos, pueblo de la provincia de Buenos Aires que lleva el nombre de mi tatarabuelo. Mido un metro setenta y ocho, peso alrededor de 70 kilos, ojos grisverdosos, pelo lacio y canoso. Señas particulares ninguna."

"Soy un Investigador del Mal" .

Así se presenta Fernando Vidal Olmos en su Informe sobre ciegos. Pero habría mucho más cosas que decir acerca del protagonista de este Informe. Antes que nada, huelga decir que Ileva la misma fecha de nacimiento que Emesto Sábato. Pero no es ése el único punto común entre el personaje y su creador. En efecto, de niño, ambos cazaron gorriones para luego pincharles los ojos con un alfiler. Ya subrayamos la opinión de Sábato acerca del carácter más o menos autobiográfico de toda novela, pero aparte de Abadón el exterminador, donde Sábato aparece como un personaje más, bajo el nombre de Sabato (sin acento), nunca la identificación autor-personaje fue tan obvia y clara. Fernando Vidal Olmos, doble literario de Sábato, es, como su creador, un ser desgarrado, turbado. Como Sábato, Ileva en sí mismo fantasmas que le acosan constantemente y le impiden aceptar la realidad. El argumento del Informe Sobre Ciegos es sencillo : Femando Vidal Olmos construye en su mente todo un sistema de secta secreta de ciegos conspirando a nivel universal contra la humanidad. Ya que nadie parece darse cuenta de nada, él, el gran rebelde no admite someterse a estos tiranos de las Tinieblas, y emprende indagar, ahondándose en las cuevas donde se supone viven los jerarcas ciegos, para arrojar luz por fin sobre este gran misterio. Que las cosas queden claras de una vez para siempre, esta pesquisa, esta búsqueda de lo desconocido, temática del Informe no constituye en ningún momento un ataque contra los ciegos. Este relato de Fernando tiene claramente un sentido metafórico. 0 sea que las quejas que Sábato recibió por parte de diversas asociaciones de ciegos, cuando publicó su novela no tienen ningún fundamento, si solamente "han visto" el odio de Fernando por los ciegos, es que no han ido más allá de lo superficial, y por consiguiente, confortan las ideas de Emesto Sábato que, con esta novela, pretendió, entre otras cosas, denunciar las apariencias falaces, nuestra tendencia a ver y creer solamente en lo que tenemos delante de los ojos. La situación de Fernando cuando empieza el Informe sobre Ciegos, en la parte central de la obra es la de un padre que según parece ama a su hija de un amor extraño, ilegítimo, no obstante este personaje que va a protagonizar el Informe es casi un desconocido para el lector. A lo largo de su relato, Fernando Vidal Olmos nos dará a conocer algunos detalles de su vida, algunas anécdotas. Pero no se nos presentará realmente, esto no le interesa ; el objetivo de Fernando no es que le conozcan los demás ni sepan quién es. Sólo quiere conocerse a sí mismo. He aquí por qué escribe : no Ileva a cabo una presentación sino una introspección. Solamente en la cuarta y última parte de la novela, tendremos la opinión de otro personaje acerca de Fernando. En efecto, Bruno, que le conoce desde la infancia presenta más ampliamente a este hombre que incluso (y sobre todo) al final del Informe resulta ser un misterio. Bruno reconoce que solamente conoció una parte de la personalidad de Fernando, "esa parte que, como la de la luna estaba vuelta hacia nosotros" .

La necesidad de crear un ser patológico :

Según parece el Informe ofrece dos perspectivas : una primera centrada en el personaje de Fernando (o Sábato si se quiere) con un viaje a través de sus traumas personales, y otra más universal y subversiva que sería un como grave enjuiciamiento a nuestra sociedad, a la condición humana en general. Además, este Informe tiene la pretensión de ser aleccionador, didáctico. Esta vez la herramienta será la locura, o mejor dicho la neurosis : la paranoia del caso Fernando Vidal Olmos. En efecto, si uno quiere escaparse de la realidad, de lo establecido, de lo respetado por todos, para alcanzar nuevos horizontes, tiene dejarse llevar por la senda de la locura. Debe deshacerse del universo que ha sido decretado "normal", y dejar de compartir la misma visión del mundo que la mayoría de la gente, porque a lo mejor el loco ve cosas que somos incapaces de ver.

Sábato, como los miembros del movimiento surrealista, sabía que para llegar a conocer lo que desde siempre le atormentaba, necesitaba a un personaje distinto de la gente común, alguién extra-ordinario. Este personaje no podía ser sino neurótico. Aunque sea alguién despreciable, abyecto, Fernando Vidal Olmos, en su Informe, es un héroe por su carácter rebelde que le empuja a luchar, solo contra todos, contra tremendos enemigos que ponen en tela de juicio el futuro del hombre :

"Me considero un canalla y no tengo el menor respeto por mi persona. Soy un individuo que ha profundizado en su propia conciencia ¿y quién que ahonde en los pliegues de su conciencia puede respetarse? AI menos me considero honesto, pues no me engaño sobre mi mismo ni intento engañar a los demás" (Cap. XIII, pag. 310).

Sea cual fuere la interpretación que se dé al Informe, no cabe la menor duda de que se trata de un relato puramente simbólico, los ciegos a los que persigue Fernando, no representan sino su concepción del Mal. Sabemos que desde niño, Fernando vivió obsesionado por el problema de los ciegos :"Los ciegos me obsesionaron desde chico y hasta donde mi memoria alcanza, recuerdo que siempre tuve el impreciso pero pértinaz propósito de penetrar algun día en el universo en que habitan".

Penetrar en universo de los ciegos para él es como llegar a entender su propia inclinación hacia el mal, objetivo fundamental que se viene materializando con la idea del descenso interior. El Informe sobre Ciegos hubiera podido ser una muy buena novela policiaca con el agente secreto Vidal Olmos que acorrala a los dirigentes de todopoderosa organización internacional que intenta controlar el mundo, pero no es así. Si Fernando acorrala a alguién, es a si mismo. Su pesquisa que empieza en la parte visible de Buenos Aires sigue su curso a través de "escaleras", "laberintos", "pasadizos"y "subterráneos", para terminar en las cloacas de la misma ciudad. Dicho de otra manera, pasa de la vida diurna a la vida nocturna, de la visión a la ceguera. Hemos empleado el término pesquisa porque pretende hacer una investigación en apariencia "cientifica", puramente racional, y anda en busca de algo. Lo que busca, ya lo hemos dicho es entender la vertiente maléfica de su personalidad, y para conseguir sus fines, necesita alcanzar otro tipo de visión que sólo la ceguera le puede proporcionar. Esta creencia que podrá parecer paradójica no es nada nueva. En efecto, ya se encontraba un modo de pensar similar entre los románticos y los poetas franceses de finales del siglo XIX, en su inclinación hacia el lado nocturno y el descenso a los infiernos. Según el romanticismo, los ciegos han trocado la visión de la realidad por una supuesta clarividencia privilegiada que hace de ellos unos magos. Evidentemente, Fernando no comparte tan elogiosa opinión. No siente tal respeto por ellos, sino más bien temor, pero precisamente porque les sabe superiores a él y al resto de la humanidad : no ven una realidad, que representaría solamente para Fernando las apariencias, pero en cambio, ven la realidad, la esencial, imperceptible realidad inacesible a los videntes. Este descenso interior, también nos hace pensar en los místicos del siglo XVI. Esta búsqueda

del conocimiento mediante la ceguera, esta progresión en las tinieblas tienen claros aspectos de experiencia mística. Santa Teresa de Avila o San Juan de la Cruz no buscaban la Secta de los Ciegos, pero sí se hundían en profundas cuevas, en noches oscuras. Este descenso hacia las entrañas de la tierra simbolizaba su entrada en el alma, necesaria para llegar a conocerse. La oscuridad de la cueva facilita para los místicos el alejamiento del mundo y representa la única solución para ahondarse en el mundo interior. Recordemos la primera frase del Informe : "iCuándo empezó esto que ahora va a terminar con mi asesinato ?". Consciente de que se está jugando la vida, Fernando decide a pesar de todo investigar y ahondarse hacia el centro de la Secta, origen del mal, centro que alcanzará al final del Informe y aparecerá como un "gran Ojo Fosforescente", y que no es sino su propio centro o, si se quiere, su propio subconsciente.

Sábato respeta con este viaje hacia abajo el código, que según parece ha sido aceptado desde siempre, y según el cual en el cielo reside el Bien (el Dios de casi todas las religiones, incluso los Dioses Olímpicos moraban en el monte del mismo nombre, en medio de las nubes), y el Mal tiene su reino acá abajo, en las entrañas de la tierra. Fernando Vidal Olmos lo afirma claramente, se considera a si mismo como "un investigador del Mal". En su propio caso, este afán por descubrir el centro de la Secta – del Mal era -como vimos en los capítulos anteriores — en realidad un paso hacia el incesto con su hija Alejandra. Pero al bajar cada vez más, su búsqueda alcanza un carácter más universal y podemos dejar de hablar de un caso singular, los ciegos vienen a ser los deseos negativos u ocultos, los deseos nacidos de los verdaderos instintos naturales del hombre, o de los instintos adquiridos por las diferentes circunstancias personales.

Si seguimos la lógica de Fernando, esta secta de los ciegos domina el universo :"…esas logias y sectas que están invisiblemente difundidas entre los hombres y que, sin que uno lo sepa y ni siquiera llegue a sospecharlo, nos vigilan permanentemente, nos persiguen, deciden nuestro destino, nuestro fracaso y hasta nuestra muerte(…) cosa que en grado sumo pasa con la secta de los ciegos."

A1 identificar a los miembros de esta secta con el Mal : "Mi conclusion es obvia: sigue gobernando el Principe de las Tinieblas. Y ese gobierno se hace mediante la Secta Sagrada de los Ciegos. Es tan claro todo que casi me pondria a reir si no me poseyera el pavor" (III,pag.. 274).

Así que resulta ser el Mal quien a espaldas de todos (menos de Fernando) verdaderamente gobierna el universo. Con esta tremenda conclusión, Sabato a través de su personaje Femando expresa una cruda verdad que ya tuvo la ocasión de desarrollar a lo largo de sus distintos ensayos ; pone en tela de juicio los fundamentos de una sociedad que finge no ver estos instintos de maldad que cada uno de nosotros llevamos dentro. Cuán lejos estamos de las teorías de Jean-Jacques Rousseau que creía en la bondad natural del hombre… Ernesto Sabato no denuncia el Mal del Hombre, sino la política del avestruz adoptada por ese mismo Hombre. Uno de los blancos apuntados es el cristianismo. En efecto, para el mundo cristiano también, el hombre es un ser fundamentalmente bondadoso, acosado por todas partes por el pecado. No niegan la existencia del mal, pero su ceguera no les permite ver que el Mal es un fenómeno inherente al Hombre. Resulta que siguen ignorando el origen del Mal . Para que el hombre no caiga en el pecado, el clero tiene que predicar el Bien. Pero el Mal no necesita ninguna predicación, aparece solo. Sabato denuncia este encarnizamiento de los "jerarcas" cristianos que se empeñan en defender y promover un mundo en el cual reinaría el Bien, mientras que en el fondo, perfectamente saben que esta tarea está condenada al fracaso. No se puede luchar contra algo que, quiérase o no, todos llevamos dentro, y que dejamos (más o menos) expresarse consciente o inconscientemente. Puede resultar esto algo pesimista, pero por más que se absuelvan todos los pecados de los hombres, éstos volverán a pecar.

En el capitulo XI del Informe, Fernando va a tener una discusión relevante, o mejor dicho va a sostener un embate oratorio con la señorita González Iturrat, durante el cual va a ejemplificar con un cinico virtuosismo esta teoría. Cabe presentar previamente a esa señorita, cuya descripción no se puede disociar de sus ideas. Primero, la señorita Iturrat es "profesora de historia". Es el mentor de "un grupo de chicas muy unidas", que van a "exposicones y conferencias". Representa a la mujer moderna que trabaja, educada y culta, que tiene ideales. Confia en el Hombre en general, en su bondad natural, en su facultad para razonar que le concede las capacidades necesarias para progresar moral y cientificamente. En fin, tiene una visión muy optimista del mundo que según le parece va mejorando con el tiempo : "con gente como usted el mundo nunca habría ido adelante! (…)No me va usted a decir que la humanidad no tiene una moral superior a la de la sociedad esclavista." (XI, pag.. 302) . A lo que Fernando le contesta: "¿Y de dónde deduce usted que [el mundo] ha ido adelante ?"(XI, pag. 302). A cada argumento alegado por la señorita, Fernando opone otro todavía más convincente. Ambos se apoyan en la Historia para defender su respectivo punto de vista, pero evocan los mismos hechos históricos, y por consiguiente, la conclusión de cada uno es diferente. La senorita Iturrat, que piensa que el origen Mal radica en la ignorancia humana, afirma que esta tendencia maléfica del Hombre irá desapareciendo gracias a los adelantos científicos. En su opinión, el mundo es mejor en el Siglo Veinte que en remotas épocas, y es evidente que ha ido adelante porque se puede "Ilegar a Nueva York en veinte horas". Sin embargo,

Fernando se mantiene en sus trece : "Hasta ahora, señorita, el mal siempre ha prevalecido sobre el bien.[ …] Abra usted la Historia de Oncken por cualquier página y no encontrará más que guerras, degüellos, conspiraciones, torturas, golpes de estado e inquisiciones." (XI, pag. 30l) Con mucha razón, se podrá pensar que Fernando se muestra nihilista, cínico, que tiene una visión desesperada del mundo, pero no se le podrá negar cierto realismo, cierto pragmatismo, y una gran parte de verdad en su propósito. Ni los progresos cientificos, ni nada, podrán aniquilar el dominio del mal en la tierra, ni siquiera su existencia. En algunos casos, incluso pueden acrecentar su fuerza, y asentar este dominio : "Un jefe de Buchenwald es superior a un jefe de galeras. Es mejor matar a los bichos humanos con bombas napalm que con arcos y flechas. La bomba de Hiroshima es más benéfîca que la batalla de Poitiers" (XI, pag. 302).

Va más allá aún, en efecto, se atreve a avanzar la tesis de que el conocimiento, alcanzado gracias a la razón, tan benévolo y benéfico para el Hombre, es generador del Mal : "Alemania en 1933 era uno de los pueblos más alfabetizados del mundo. Si la gente no supiera leer, al menos no podría ser idiotizada día a día por los diarios y revistas. Desgraciadamente, aunque fuesen analfabetos, todavía quedarían otras maravillas del progreso : la radio, la televisión" (XI, pag. 303) .

Tesis que culmina con la tremenda conclusión siguiente :

"Habría que extirpar los timpanos a los chicos y sacarles los ojos. Pero éste sería ya un programa más dificultoso" (XI, pag. 303).

Esto pone de relieve el aspecto polifacético y contradictorio que tiene el tema de la ceguera en la mente de Sábato, y por lo tanto la dificultad para nosotros de expresar lo que representa y significa. Al respecto, no se puede adoptar una posición definida ni fija. En efecto, en este caso preciso de los chicos a los cuales habría que pinchar los ojos, la ceguera (y la sordera) vendría a ser el único recurso para que no se enteraran de lo que pasa a su alrededor, y por consiguiente impediría que se desarrollara en ellos todo instinto malo, o sea que la ceguera cobra aquí otro sentido más, y totalmente contradictorio con el que ya subrayamos. En efecto, habíamos Ilegado a la conclusión de que todos los miembros de la Secta de los Ciegos eran seres maléficos, adoradores de una divinidad que representaba el Mal. Y aquí, aparece otra eventualidad, tan válida como la otra, que da a entender exactamente lo contrario, a saber que la ceguera permite luchar contra el Mal…

Un mundo en crisis

Este virulentos enjuiciamiento a la sociedad que propone Fernando en su Informe refleja por supuesto las ideas de Sábato en cuanto a este tema. Ideas que aparecen también desarrolladas en sus distintos ensayos. En efecto, con Sábato, dificilmente se pueden separar los ensayos de las novelas. Esto es otro de los indicios del carácter dual del autor. Las dos vertientes de su personalidad que subrayamos al principio de este estudio se expresan en cada uno de estos dos estilos de escritura ; las teorías expresadas en los ensayos son obra del científico, mientras que las ficciones las escribe un ser profundamente atormentado, obsesionado por fantasmas procedentes de las regiones más profundas de su inconsciente.

Uno de los motivos recurrentes del pensamiento de Ernesto Sábato, es el concepto de crisis. En fin de cuentas, ¿qué es el Informe Sobre Ciegos sino la expresión más desesperada de la crisis de un hombre y por consiguiente, como Sábato pretende alcanzar la universalidad, de una sociedad entera ? Al respecto, Fernando Vidal Olmos se parece a su creador. En efecto, la historia de Sábato es, como lo vimos en nuestra primera parte, la historia de numerosas crisis personales, que a lo mejor le hicieron tomar conciencia de que nuestra sociedad estaba atravesando a su vez una grave crisis, todo lo cual generó esa lucidez pesimista que le conocemos. Una de sus crisis personales más importantes fue la que le empujó a dejar definitivamente el mundo de la ciencia en el cual actuaba de físico nuclear de punta. Pese a mostrarse ferozmente crítico hacia la ciencia, no adopta hacia ella una actitud extremista ni preconiza un mundo sin ciencia ni tampoco hace la apología del hombre prehistórico. Solamente deplora que la ciencia desempeñe ahora, y esto desde el Renacimiento, un papel demasiado importante en la vida del Hombre. Según Ernesto Sábato, el origen de tal crisis remonta al período del Renacimiento, y cuya evolución se caracteriza por tres paradojas : a saber fue un movimiento individualista que terminó en la masificación, fue un movimiento naturalista que termino en la máquina, fue un movimiento humanista que terminó en la deshumanización. Para Sábato, el ser humano ha pagado caro la gran aventura humanista del Renacimiento. En efecto, ésta abrió el camino hacia la modernidad, pero culmina en la cosificación del Hombre. Al querer matematizar el mundo, éste matematizó su alma. Así, su voluntad y su libertad dejaron de ser expresiones de un individuo "auténtico", para convertirse en los motores de una gigantesca máquina, antiguamente Ilamada Tierra. De ahí el escepticismo de Sábato, su actitud crítica hacia una Ciencia que considera el mito como una mentira (y vimos qué importancia cobra el mito en la mente de Sábato), una ciencia que desprecia el pensamiento mágico que no es regido por ninguna fórmula matemática y que por lo tanto es erróneo. Una Ciencia que básicamente debía ayudar al hombre para mejorar su vida, entendiendo pero sobre todo dominando las "leyes" (otro término cientifico) de la naturaleza ; pero el resultado fue otro. El más dominado de todos, sorprendentemente, no fue la naturaleza que muy a menudo nos lo hace saber, sino el mismo Hombre. Este proceso, iniciado con el Renacimiento, conoció una fuerte aceleración gracias al (o a causa del) advenimiento de la era industrial cuya única victima es el Hombre y podría resumirse con este "razonamiento" silogístico (que se aparenta con una ecuación matemática) : los adelantos técnicos de la Ciencia Ilevaron a la creación de las máquinas. Las máquinas se hicieron imprescindibles para el Hombre. El Hombre se volvió el esclavo de la máquina, y totalmente ciego para con el mundo circundante. Y de nuevo, mediante esta ceguera que provoca la razón, vuelve a plantearse el carácter dual y polifacético del Informe que viene a sembrar la confusión en la mente del lector. Es que todo en este relato admite diversas lecturas. Ya subrayamos la enorme parte de verdad que encerraba el Informe sobre Ciegos, pese a lo delirante e irrealista de lo que cuenta Fernando Vidal Olmos. Pero por otra parte, Fernando repite sin cesar que su búsqueda no es sino una pesquisa policiaca, científica, o sea que su comportamiento es motivado por su sola razón. Pero con tales criterios, y ya lo hemos explicado, la famosa pesquisa de Fernando resulta un disparate totalmente erróneo. Solamente adquiere su parte de verosimilitud, e incluso de verdad, desde el punto de vista de la experiencia onírica. Entonces, por un lado Fernando no cuenta sino verdades, y por otro no dice sino disparates.

Y el carácter equívoco o erróneo de su relato viene del lado racionalista y aparentemente científico del mismo. Esta ambigüedad, que evidencia cómo un mismo relato puede interpretarse de diversas maneras, muestra que el solo juicio dictado por la razón no basta, ni mucho menos. En varias situaciones, el enfoque racionalista es imprescindible, pero en otras, es totalmente insuficiente y aun incompetente puesto que propone conclusiones falsas que ocultan al Hombre otro tipo de verdad, y que Ilevan a éste a la ceguera espiritual.

En la persona de Fernando Vidal Olmos, Ernesto Sábato ha objetivado su creencia de que la literatura y el artista más generalmente pueden revelarse muy útiles para la Humanidad. Partiendo de una obsesión personal, Sábato escribió este Informe sobre Ciegos, como toda su obra novelística para aliviar sus angustias, "para no morirse", pero también para enjuiciar, para denunciar algunos rasgos propios del Hombre moderno. Asume la misión del artista quien debe trascender la ceguera o mentira de nuestra civilizacion para alcanzar la verdad. Esta, solamente puede alcanzarse penetrando las fuerzas del Mal, que vienen representadas aquí con la Secta de los Ciegos, entendidas desde una doble perspectiva : como las fuerzas que yacen latentes en el inconsciente individual, y como el mal, ceguera en la que se ampara el hombre para perder conciencia de esas fuerzas infernales que, quiérase o no, sustantan su vida. En fin, en el Informe, el autor Fernando-Sábato ha alcanzado aquel punto del que habló André Breton, y donde "la vida y la muerte, lo real y lo imaginario, lo pasado y lo futuro, lo comunicable y lo incomunicable, lo alto y lo bajo, dejan de ser percibidos como contradictorios"13. El Informe sobre Ciegos, en suma, constituye el testimonio de un mundo rescatado en toda su compleja integridad. Las fuerzas demoniacas que lo sustentan van revelando un mundo extraño y aparentemente incomprensible, pero auténtico. Una autenticidad que Fernando ha encontrado antes de morirse cuando da cuenta de su liberación final : "Cosa singular : nadie ahora parece perseguirme", realizando así su ansioso deseo de ser verdaderamente.

 Por otro lado, huelga señalar que el lector del "Informe" no se queda sin embargo en este nivel del texto sino que debe internarse en las profundidades del metatexto. Esto sucede cuando Fernando desarrolla su teoría sobre el caso Castel. Esta incursión de Fernando en el material de El túnel nos lleva a otro nivel de lectura del texto, pasamos de la ficción a la metaficción, el personaje que piensa y recuerda a otro personaje de ficción. El referente de estos signos es a su vez signo de otro discurso precedente. Narrador y lector inician entonces una revisión del caso: "Y volví entonces a analizar el caso Castel, caso que no sólo fue muy notorio por la gente implicada, sino por la crónica que desde el manicomio hizo llegar el asesino a una editorial."(pag. 396). El narrador se distancia del lector en cuanto a su relación con el caso ya que "había conocido a María Iribarne y sabía que su marido era ciego."(pag 396). El lector en este momento reconoce que su marco referencial es más restringido que el de Fernando, es decir, se encuentra ante un código indeterminado. El discurso del narrador juega constantemente con el campo afectivo del lector, cuando inmediatamente después dice: "Es fácil imaginar el interés que tuve de conocer a Castel, pero también es fácil presumir el temor que me impidió hacerlo, pues equivalía a meterse en la boca del lobo."(396). De haberlo deseado, Fernando podría haber conocido personalmente a Castel, cosa del todo imposible para el lector, lo que resulta en una constante variación de niveles miméticos. El individuo que personalmente conoció a María Iribarne y que tuvo la posibilidad de conocer a Castel, termina diciéndonos: "¿Qué otro recurso me quedaba que el de leer, el de estudiar minuciosamente su crónica?"(396). Estudiar minuciosamente su crónica es exactamente lo que el lector ha hecho. De esta manera Fernando introduce una ficción en su ficción.

La participación activa del lector en la construcción de la obra es evidente. En repetidas ocasiones el lector es llamado a reconstruir pasajes. Encerrado en el laberinto de la Secta,

Fernando recuerda la historia del portero y la mucama que murieron de hambre encerrados en el ascensor. El narrador presenta todo el marco referencial. Está en el proceso de imaginar los últimos recuerdos y suspiros de la pareja, cuando llama al lector a la acción: "Bueno, en fin, ¿para qué seguir con la descripción minuciosa? Cualquiera puede reconstruirla a poco que tenga alguna imaginación: Hambre creciente, sospechas mutuas, peleas, recriminaciones por cosas pasadas."(392). El sadismo de Fernando se regodea en la tentación del antropófago e insiste en los detalles escatológicos: "No debe olvidar el que quiera reconstruir este episodio, que, además, esos dos seres humanos deben hacer allí sus necesidades…"(393). Fernando, conciente del proceso de lectura que el texto incita, llama al lector a la reconstrucción de los significantes que se encuentran codificados en su texto, sarcásticamente nos da la opción de construir, nos invita a llenar los espacios vacíos, los blancos del texto, o continuar la lectura de la estructura superficial del mismo.  La relación dinámica entre narrador y lector se plantea siempre a un nivel consciente, es decir, por medio de una supercodificación del texto, el narrador tiene conciencia de narrar y lo más importante, de ser leído, de estar siendo escuchado. De esta manera su relación con el lector es abierta y dinámica y se sitúa al mismo nivel comunicativo. Considérese por ejemplo el siguiente enunciado: "Se me ocurre -dice Fernando- que al leer la historia de Norma Pugliese algunos de ustedes pensarán que soy un canalla."(340). Como puede verse, estamos en contacto con un lector que tiene plena conciencia de las diferentes interpretaciones del texto. Su violencia y arrogancia se desarrollan en las siguientes frases donde acepta y justifica ser un canalla sin ningún respeto para sí mismo, con un argumento que intimida directamente al lector: "¿y quién que ahonde en los pliegues de su conciencia puede respetarse?"(Idem). Así el lector, hombre que sin duda pretende ahondar en los pliegues de su conciencia, hombre que sin duda encuentra tener cierto respeto para sí mismo, se encuentra ante una irresoluble contradicción.  Fernando hace un recuento del caso Castel dejando por sentado el hecho de que se trata de una venganza de la Secta, y propone una serie de variaciones o posibilidades. Concluye diciendo que: "Hay todavía algunas variantes de las variantes, que no vale la pena que yo describa pues cada uno de ustedes puede fácilmente ensayar como ejercicio; ejercicio por otra parte útil pues nunca se sabe cuándo y cómo puede caerse en alguno de los ambíguos mecanismos de la Secta."(398). Aquí el narrador introduce al lector activamente no sólo en la lectura, sino en la producción del texto; el lector es llamado a producir variantes y posibilidades que son a su vez posibilidades del texto. Más aún, el narrador nos advierte sobre los peligros de la Secta e indirectamente amenaza al lector "pues nunca se sabe cuándo ni cómo puede caerse." Llegamos así a este tercer nivel de la lectura donde el lector pasa a situarse como protagonista del texto, porque nosotros también podemos ser víctimas de "los ambiguos mecanismos de la Secta."  Las últimas líneas del "Informe sobre ciegos" no hacen más que confirmarnos esta advertencia de Fernando, comunicarnos claramente que también el lector, en el transcurso de la lectura, ha caído. Concluye Fernando diciendo: "Aquí termino, pues, mi Informe, que guardo en un lugar en que la Secta no pueda hallarlo."(449). Y sin embargo aquí estamos nosotros, con el "Informe" en la mano, leyendo la historia; por lo cual debemos asumir que la Secta no sólo lo halló sino que decidió publicarlo, que decidió darlo a la luz en una novela que sin lugar a dudas escribió alguien por encargo de la Secta, o quizás hasta uno de sus miembros, para despistar a los ilusos lectores que pensarán que todo es una ficción, que todo es la obra de un "insensato."-

6.- BIBLIOGRAFÍA.-

  • Sábato, Ernesto, El túnel, ed. Unidad, colección Millenium del periódico "El mundo", Madrid, 1.999.
  • _________ , El túnel , ed. Cátedra, Madrid, 1994.
  • __________, Sobre héroes y tumbas, ed. Seix Barral, Barcelona, 2.001.
  • __________ , Narrativa completa, ed. Seix Barral, Barcelona, 1.982.

ARTÍCULOS EN INTERNET (google.com):

  • Woscoboinik, Julio., "Primeros tiempos y grandes decisiones".
  • Entrevista de María Esther Gilio a Ernesto Sábato. "La razón no existe para el existencia". Revista Brecha.
  • Casatella, Francisco., "La letra de la Bestia".
  • Nicasio Urbino, "La escritura y la lectura en la obra de Sábato: autorreferencialidad y metaliteratura".

conchi sarmiento vazquez

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