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Personalidad en autores y victimas de hechos delictivos (página 2)

Enviado por Gustavo Anci Luque


Partes: 1, 2

Millón dice que la personalidad y la psicopatología  se desarrollan como resultado de la interacción de fuerzas ambientales y organísmicas. Estas interacciones empiezan en el mismo momento de la concepción y se mantienen a lo largo de la vida. Así por ejemplo personas con potenciales biológicos similares poseen personalidades distintas y sufren distintos síndromes clínicos según las experiencias a las que se ven expuestas. De acuerdo con esta teoría, los factores biológicos pueden configurar, facilitar o limitar la naturaleza de las experiencias y aprendizajes de las personas de varias maneras. Millón  derivó patrones de personalidad de afrontamiento que, en último término, se correspondían detalladamente con cada uno de los trastornos de la personalidad oficiales del DSM-III. Estos patrones de afrontamiento eran concebidos como formas complejas de comportamiento instrumental, es decir, formas de conseguir un refuerzo positivo y evitar una estimulación aversiva.

El termino estilo de personalidad refiere a la esencia psicológica de la persona, independientemente de aspectos patológicos o de habilidades de afrontamiento. El DSM – III – R lo define como una forma "estable" de "percibir, relacionarse, con y pensar sobre el entorno y uno mismo" que "se manifiesta en una amplia variedad de contextos sociales y personales importantes" (American Psychiatric Association, 1987, Pág. 335).

Millón Propuso un sistema basado en prototipos de personalidad más que en rasgos únicos. Elaboró una descripción teórica de diversos prototipos de estilos de personalidad concretos, tomó prestadas concepciones muy utilizadas en el campo de los trastornos de personalidad para elaborar sus primeros ocho estilos básicos de personalidad: esquizoide, evitativo, dependiente, histriónico, narcisista, antisocial, compulsivo y negativista. derivó una taxonomía de aprendizaje biosocial que combinaba en una matriz 4×2 los estilos dependiente, independiente, ambivalente y desvinculado con la dimensión actividad – pasividad. Esta matriz produjo ocho tipos básicos a los que se añadieron tres trastornos graves para formar un total de once patrones de personalidad teórico. Aunque en último término se correspondía con los trastornos oficiales de la personalidad del DSM-III, estos patrones de comportamiento fueron considerados conceptuales y prototípicos y no representativos de entidades diagnósticas.

a.                   EL PATRÓN PASIVO – DEPENDIENTE (PERSONALIDAD SUMISA DE MILLON; TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD POR DEPENDENCIA DEL DSM-III) se caracteriza por la búsqueda de relaciones en las que se depende de los demás para la obtensión de afecto, seguridad y guía. (Millón, 2000).

b.                   EL PATRÓN ACTIVO – DEPENDIENTE (PERSONALIDAD GREGARIA DE MILLON; TRASTORNO HISTRIÓNICO DE LA PERSONALIDAD DEL DSM-III) muestra una insaciable e indiscriminada búsqueda de estimulación y afecto. (Millón, 2000).

c.                   EL PATRÓN PASIVO – INDEPENDIENTE (PERSONALIDAD NARCISISTA DE MILLON; TRASTORNO NARCISISTA DE LA PERSONALIDAD DEL DSM-III) dirige sus afectos hacia sí mismo. Como consecuencia de las experiencias recientes, estas personas han aprendido a sobrevalorar sus capacidades; no obstante, esta confianza en su superioridad puede estar basada en falsas premisas (Millón, 2000).

d.                   EL PATRÓN ACTIVO – INDEPENDIENTE (PERSONALIDAD VIOLENTA DE MILLON: TRASTORNO ANTISOCIAL DE LA PERSONALIDAD DEL DSM-III) refleja la desconfianza aprendida hacia los demás y el deseo de autonomía y retribución por injusticias pasadas. (Millón, 2000).

e.                   EL PATRÓN PASIVO – AMBIVALENTE (PERSONALIDAD RESPETUOSA DE MILLON; TRASTORNO COMPULSIVO DE LA PERSONALIDAD DEL DSM-III) está basado en el conflicto entre la hostilidad hacia los demás y el temor a la desaprobación social. (Millón, 2000).

f.                    EL PATRÓN ACTIVO – AMBIVALENTE (PERSONALIDAD SENSITIVA DE MILLON; TRASTORNO PASIVO – AGRESIVO DE LA PERSONALIDAD DEL DSM-III) Estas personas se ven envueltas en disputas y decepciones interminables, ya que dudan entre la deferencia y la conformidad, por una parte, y el negativismo agresivo por la otra (Millón, 2000).

g.                   EL PATRÓN PASIVO – DESVINCULADO (PERSONALIDAD INTROVERTIDA DE MILLON; TRASTORNO ESQUIZOIDE DE LA PERSONALIDAD DEL DSM-III) se caracteriza por la impasibilidad social. Las necesidades de afecto y emociones son mínimas (Millón, 2000).

h.                   EL PATRÓN ACTIVO – DESVINCULADO (PERSONALIDAD INHIBIDA DE MILLON; TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD POR EVITACIÓN DEL DSM-III) refleja el temor y la desconfianza hacia los demás. Estas personas mantienen una vigilancia constante para que sus impulsos y anhelos de afecto no resulten en una repetición del dolor y la angustia que experimentaron anteriormente con otros: así mismo se identificaron tres patrones de personalidad adicionales con un nivel de psicopatología moderadamente grave o límite. Se diferencian de los ocho primeros en varios criterios, especialmente en cuanto a déficit de la competencia social y presencia de episodios psicóticos periódicos, aunque reversibles. Menos integrados y eficaces en cuanto a la capacidad de afrontamiento de los patrones más moderados, parecen especialmente vulnerables a las tensiones de la vida cotidiana (Millón, 2000).

i.                     LA PERSONALIDAD CICLOIDE SE CORRESPONDE CON EL TRASTORNO LÍMITE DE LA PERSONALIDAD DEL DSM-III refleja una orientación dependiente o ambivalente moderadamente disfuncional. Estas personalidades experimentan intensos estados de ánimo endógenos, con periodos recurrentes de abatimiento y apatía entremezclada con accesos de ira, ansiedad o euforia. (Millón, 2000).

j.                     LA PERSONALIDAD PARANOIDE SE DESCRIBE DE MANERA PARECIDA TANTO EN LA OBRA DE MILLÓN COMO EN EL DSM-III. Estas personas muestran una desconfianza vigilante hacia los demás, una inquieta actitud de defensa frente a críticas y engaños anticipados. Presentan una irritabilidad fácil y una tendencia a provocar la exasperación y el enfado de los otros (Millón, 2000).

k.                   EL TRASTORNO ESQUIZOTÍPICO DE LA PERSONALIDAD DEL DSM-III Y LA PERSONALIDAD ESQUIZOIDE DE MILLÓN muestran un conjunto de comportamientos que reflejan un patrón mal integrado o desvinculado disfuncionalmente. Estos individuos prefieren la soledad con mínimas vinculaciones y obligaciones personales. (Millón, 2000).

Según el  DSM-IV (American Psychiatric Association, 1994) hay once trastornos de personalidad, agrupados en tres grandes tipos, y dos categorías provisionales adicionales.

a.- SUJETOS RAROS Y EXCéNTRICOS:

Personas con una incapacidad para establecer relaciones interpersonales  adecuadas, deriva de una mala socialización, introversión muy acentuada, inestabilidad emocional y una radical independencia.

ü       TRASTORNO PARANOIDE DE LA PERSONALIDAD :

Personas muy sensibles que están siempre a la defensiva, continuamente tienen ideas y preocupaciones no justificadas y una desconfianza extrema hacia los demás ante la certeza percibida de que tratan de engañarles. Tienden a ser suspicaces, celosos. Pueden ser observadores  agudos o penetrantes, correctos en recepción, pero errados en su juicio, las dificultades en las relaciones interpersonales son muy grandes (Avia, 1989), citado por (Echeburúa, 1994).

ü                   TRASTORNOS ESQUIZOIDES DE LA PERSONALIDAD

Estas personas no tiene apenas relaciones interpersonales porque carecen de interés por las mismas, no muestran afecto por los demás y resultan indiferentes ante los sentimientos de las personas que las rodean y ante las críticas o elogios de ellas.

ü                    TRASTORNO ESQUIZOTÍPICO DE LA   PERSONALIDAD:

Estos individuos son los más extraños de todos los incluidos en este grupo, son personas excéntricas con alteraciones en el pensamiento, la percepción, el lenguaje y la conducta, que no son suficientemente graves como para ser diagnosticadas  de esquizofrenicas; el pensamiento mágico (telepatía, superstición, poderes ocultos, etc), las ideas de referencia, las ilusiones recurrentes y la incoherencia en el lenguaje, sentimientos de extrañeza y despersonalización, un atuendo extravagante y un aspecto externo desaliñado.

b.- SUJETOS EMOCIONALES E INMADUROS   

Este segundo grupo incluye los sujetos inmaduros, caracterizados por su labilidad afectiva y por una emotividad peculiar que va acompañada de conductas descontroladas  o socialmente poco convenientes Valdés (1991), citado por Echeburúa (1994), los sujetos inmaduros suelen ser extravertidos, mal socializados , desajustados emocionalmente y dependientes.

üTRASTORNO HISTRIÓNICO DE LA PERSONALIDAD:

Lo más característico de las personalidades histriónicas, surgidas a veces en un marco similar de sobreprotección, es la hipersensibilidad y la tendencia a atribuir a pequeñeces grandes desastres, así como la propensión a la fantasía. De este trastorno de la personalidad emergen frecuentemente en la clínica trastornos de conducta como somatizaciones, intentos de suicidio, distimias, etc.

ü TRASTORNO NARCISISTA DE LA PERSONALIDAD:

Son egocéntricas y despreciativas respecto a los demás, sentido exagerado de la propia importancia, las relaciones interpersonales suelen ser en consecuencia arrogantes, distantes e interesadas, caracterizadas por el exhibicionismo y la búsqueda exagerada de admiración y atensión.

TRASTORNO ANTISOCIAL DE LA PERSONALIDAD:

Son personas irresponsables, agresivas, y que tienden a violar con frecuencia los derechos ajenos  sin sentirse culpables por ello. El consumo de alcohol y de drogas tiende a agravar este tipo de comportamiento.

TRASTORNO LÍMITE DE LA PERSONALIDAD.

La inestabilidad, junto con la impulsividad, constituyen las características centrales de este trastorno, la inestabilidad puede ser referida al estado de ánimo, que cambia con facilidad de la normalidad de la depresión o de la irritabilidad, o a la conducta interpersonal, que puede oscilar desde una necesidad extrema de atensión hasta un rechazo de las relaciones íntimas .

c.- SUJETOS TEMEROSOS

Este tercer grupo incluye sujetos caracterizados por un miedo patológico, son personas muy sensibles, muy reactivas emocionalmente y poco tolerantes al castigo, basadas frecuentemente en la evitación ante las dificultades de la vida cotidiana.

üTRASTORNO DE LA PERSONALIDAD POR EVITACIÓN

Son personas tímidas e introvertidas, evitan las conductas interpersonales y sin embargo manifiestan un gran deseo de afecto y aceptación, oscilación entre el deseo y el miedo de relacionarse con otros.

üTRASTORNO DE LA PERSONALIDAD POR DEPENDENCIA

Son personas necesitadas constantemente de aprobación, de afecto y de apoyo por parte de las personas que las rodean, tendencia a evitar situaciones de tensión y de conflicto interpersonal.

ü TRASTORNO OBSESIVO – COMPULSIVO DE LA PERSONALIDAD

Son personas rígidas, poco espontáneas, perfeccionistas de conductas inhibidas, con preocupaciones morales muy acentuadas, sin sentido del humor, dificultades para expresar las emociones, situaciones de tensión permanente; las dificultades de adaptación a las situaciones nuevas, la dependencia externa de las normas, temor a la pérdida de control, y en último término  al rechazo y una preocupación por el castigo.

ü TRASTORNO PASIVO – AGRESIVO DE LA PERSONALIDAD

Son personas emocionalmente inmaduras que se caracterizan por el negativismo y la resistencia pasiva frente a las demandas externas para actuar en contextos laborales y sociales.

d.- PERSONALIDAD SÁDICA Y AUTODESTRUCTIVA

ü    PERSONALIDAD SÁDICA

Son conductas crueles, humillantes y agresivas en relación con los demás, cierta fascinación por la violencia, son personas autoritarias, dominantes, hostiles, que abusan de los demás y disfrutan con el sufrimiento ajeno, sin sentimientos de culpa.

ü    PERSONALIDAD AUTODESTRUCTIVA                                                          

Elude experiencias satisfactorias y por dejarse arrastrar obstinadamente por situaciones o relaciones que ele proporcionan un nivel de alto sufrimiento.

Estudio presente

Objetivos de estudio

  • Objetivo General

Conocer los patrones básicos de personalidad y los síndromes clínicos de gravedad moderada que presentan autores y víctimas de hechos delictivos que son evaluados en el Departamento de Psicología Forense de la Unidad de Criminalística de la XI DIRTEPOL – AREQUIPA

  • Objetivos Específicos

a.       Identificar y describir los patrones básicos de personalidad y los síndromes clínicos de gravedad moderada que presentan las víctimas de hechos delictivos que son evaluados en el Departamento de Psicología Forense de la Unidad de Criminalística de la XI DIRTEPOL – AREQUIPA

b.       Identificar y describir los patrones básicos de personalidad y los síndromes clínicos de gravedad moderada que presentan los autores de hechos delictivos que son evaluados en el Departamento de Psicología Forense de la Unidad de Criminalística de la XI DIRTEPOL – AREQUIPA

c.       Describir las características personales de los autores y víctimas de hechos delictivos que son evaluados en el Departamento de Psicología Forense de la Unidad de Criminalística de la XI DIRTEPOL – AREQUIPA

d.       Establecer el perfil comparativo de autores y víctimas de hechos delictivos que que son evaluados en el Departamento de Psicología Forense de la Unidad de Criminalística de la XI DIRTEPOL – AREQUIPA

1.1   Importancia del Estudio

Es importante conocer el patrón de comportamiento habitual de las personas que han delinquido y que han sido víctimas de algún hecho delictuoso, ya que nos puede orientar acerca de sus pensamientos, actitudes y comportamientos más usuales que ayudarán a comprender mejor los motivos que les han llevado a cometer delitos en caso de los autores;  y a identificar las reacciones ante los factores situacionales y ambientales que se han producido ante un hecho delictuoso en el caso de las víctimas. De esta forma se pueden desarrollar programas de prevención y tratamiento en estos sectores de la población.

Diseño de investigación

En el presente estudio el tipo de investigación que utilizamos es DESCRIPTIVO – COMPARATIVO porque vamos a describir los estilos de personalidad de las personas tanto en autores como en victimas de hechos delictivos, y vamos a comparar el estilo de personalidad en función del tipo del delito cometido "homicidio, violación, secuestro, y otros".

El propósito del presente estudio es conocer y establecer los patrones básicos de personalidad y los síndromes clínicos de gravedad moderada que se presentan en autores y victimas de hechos delictivos

Es por ello que nos planteamos el siguiente problema de investigación: ¿Cuáles son los patrones básicos de personalidad y los síndromes clínicos de gravedad moderada que se presentan en autores y víctimas de hechos delictivos

3.1     Sujetos

Las personas evaluadas han sido un total de 38, entre autores y víctimas de hechos delictivos, sus edades oscilan entre los 17 y 55 años, su grado de instrucción están entre secundaria incompleta y estudios superiores profesionales, enviadas por las diferentes unidades de la PNP y/o Ministerio Público a pasar evaluación en el Departamento de Psicología Forense de la Unidad de Criminalística de la XI DIRTEPOL – AREQUIPA,

1.2   Definición de Términos

  1. Estilos de Personalidad

Según Millon (1999), los estilos de personalidad reflejan en profundidad características permanentes y omnipresentes del funcionamiento del paciente. Estas características tienden a perpetuarse y agravar las dificultades cotidianas ya que los pacientes están tan encorchetados y automatizados con este modo de vida que con frecuencia son inconscientes de las consecuencias destructivas de su naturaleza y personalidad.

  1. Síndromes Clínicos de Gravedad Moderada

Según Millon (1998), es una escala del MCMI-II que fue diseñada para medir síntomas que se superponen al estilo de personalidad propio de cada sujeto. En general, estos síntomas se asocian más directamente con las quejas que presenta el paciente que las escalas básicas de personalidad y sulen llevar a diagnósticos dentro del Eje I del DSM-IV.

  1. Hechos Delictivos

Se encuentran incluídos en este apartado los delitos de violación, secuestro, homicidio, violencia familiar, maltrato psicológico, seguridad pública, prácticas abortivas y lesiones graves; que se encuentran en investigación prejurisdiccional en la Unidad de Criminalística de la XI DIRTEPOL – AREQUIPA.

Hipótesis

  1. Existen diferencias en los patrones básicos de personalidad de los autores y víctimas de hechos delictivos que son evaluadas en el Departamento de Psicología Forense de la Unidad de Criminalística de la XI DIRTEPOL – AREQUIPA 
  2. Las víctimas de hechos delictivos que son evaluadas en el departamento de Psicología Forense de la Unidad de Criminalística en la XI DIRTEPOL – AREQUIPA presentan dos o más síndromes de gravedad moderada clínicamente significativos.

Método

A todos los sujetos que fueron evaluados se les pidió su colaboración para la resolución del inventario, explicándoles  todas las instrucciones necesarias y asegurándonos de que las habían entendido, pidiéndoles que respondan a los dos o tres primeros ítem, a modo de prueba y luego pudieran continuar ellos solos.

A su vez, también fueron realizadas entrevistas individuales donde se obtuvieron las historias personales de cada evaluado.

El procesamiento de los datos recolectados se han hecho en base a los métodos de Estadística Descriptiva e Inferencial. Se emplearon:

-                      Medidas de Tendencia Central

-                      Chi Cuadrado

Herramientas

Test de Millon

-        Título: Inventario Clínico Multiaxial de Millon (MCMI-II)

-        Autor: Theodore Millon

-          Año: 1999

-          Descripción: El MCMI-II sirve para proporcionar información en tareas de evaluación y tratamiento de personas con dificultades emocionales e interpersonales. Su utilidad es fundamentalmente clínica y de investigación, no siendo recomendada su utilización en poblaciones normales, La teoría que sustenta el inventario clínico está basada en el diagnóstico de prototipos clínicos, asumiendo que los grupos prototípicos muestran comportamientos comunes y distintivos que pueden alertar al clínico o al investigador sobre aspectos de la historia del paciente y de su funcionamiento actual que no se habían observado.

Esencialmente, postula 13 estilos básicos de funcionamiento de la personalidad que son definidos empleando la nomenclatura del eje II del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV).

-          Validación Estructura Interna:  Las relaciones que se encontraron entre los ítems de la prueba y las escalas deberían corresponder al modelo estructural de la teoría del instrumento. Por ejemplo, si una teoría postula la existencia de características de personalidad formuladas como rasgos independientes o "puros", el instrumento debería diseñarse con una estructura factorial; es decir, los ítems que componen cada escala deberían correlacionarse positivamente unos con otros y correlacionarse negativamente con todas las otras escalas del instrumento. Entonces el test demostraría la fidelidad de su teoría directriz.

-          Validación Criterial Externa: la idea central que subyace al uso de la validación criterial externa es bastante clara. Los ítems que comprenden cada una de las escalas del test deberían seleccionarse empíricamente en base a su asociación comprobada con una medida significativa y pertinente del criterio. El procedimiento por el que ésta asociación se mide es también directo. Los ítems preliminares deberían aplicarse a dos de los grupos de sujetos que difiriesen sobre la medida del criterio. El grupo "criterio" posee la característica con la que el ítem está siendo asociado; el grupo de "comparación" no. Después de aplicar el test, se calculan las frecuencias Verdadero y Falso asociadas para ambos grupos sobre cada ítem. Para asegurar que éstas discriminaciones de ítems no ocurren meramente por azar, deberían reevaluarse mediante nuevos estudios de validación cruzada de las muestras.

-          Confiabilidad: Un problema importante en la evaluación de cualquier instrumento psicológico es si sus resultados son confiables. Proporcionar una solución a este problema es particularmente difícil en test diseñados para medir trastornos de personalidady, más particularmente, síndromes clínicos. Aunque los rasgos de personalidad sean menos uniformes en el tiempo que las aptitudes intelectuales, no debemos reducir los esfuerzos para seleccionar ítems que puedan lograr una medida con estabilidad razonable durante largos períodos de tiempo. Es más problemático lograr tales niveles de estabilidad cuando se trata de síndromes clínicos por el cambio del Sí mismo, que es una característica inevitable de estos estados.    

DISCUSIÓN DE RESULTADOS

En primer lugar, es preciso hacer hincapié en que el punto de vista adoptado es que la dimensión patológica de la personalidad descansa en un continuo, en el que intervienen matices y en el que habrá extremos. Por lo tanto, las afirmaciones aquí realizadas no pretenden etiquetar a los participantes en extremos alterados, ni establecer categorías diagnósticas inamovibles.

Con la finalidad de comprender con mayor profundidad los resultados hallados, parece de interés  recordar algunos planteamientos realizados por el autor del cuestionario de personalidad que se ha utilizado.

Para Millón (1998), "todos los patrones comportamentales patológicos, independientemente de la gravedad que presenten suponen características de funcionamiento profundamente arraigadas que son productos de la interacción de las influencias constitucionales y de la experiencia"

Así, el autor propone que el estilo de personalidad y de afrontamiento de cada individuo se fija tan firmemente, que se convierte en formas de respuesta automática en la vida diaria. Se propiciarían círculos viciosos dentro del comportamiento que llevarían a la persona a nuevas dificultades, y éstas a reacciones similares una y otra vez.

Sin embargo, distingue entre estilo y estructura en la organización de la personalidad. El estilo es la manera funcional con la que el individuo se relaciona con el mundo interior y exterior, y la estructura representa estereotipos profundamente arraigados y relativamente duraderos de recuerdos, actitudes, temores, etc., que alteran el impacto de las experiencias siguientes de acuerdo con las experiencias e inclinaciones preformadas. Es así que la estructura queda definida como una organización casi permanente de la personalidad y el estilo como una forma de expresión.

Es preciso señalar que durante décadas, los psicólogos se han ocupado de desarrollar tipologías que recogieran los aspectos esenciales de los delincuentes. En realidad se trata de una tarea difícil ya que existe mil maneras de agredir violentamente y mil maneras de ser agredido de la misma forma. El factor situacional, además es de crucial importancia, como lo demuestran los datos estadísticos que revelan, una y otra vez, la presencia de elementos circunstanciales (alcohol, armas, etc.) en las agresiones violentas.

Los resultados de la presente investigación coinciden con la investigación realizada por la Universidad de Málaga-Madrid "Factores de Personalidad y delitos Violentos" en donde los autores de Hechos Delictivos obtuvieron puntuaciones altas superiores a 75 tb en el estilo dependiente y superior a 60 tb en el estilo compulsivo, y el estilo evitativo hallado en la presente investigación, desde esta perspectiva, los Autores de Hechos Delictivos con patrones básicos de personalidad Evitativo, Dependiente y Compulsivo. Quedarían así descritos como individuos de naturaleza ordenada y disciplinada con una autoestima baja. Son personas que suelen creer que los demás son mejores, más capaces y más interesantes que ellos. En general se muestran como personas humildes, amables y conciliadoras, y tienden a establecer fuertes vínculos emocionales para obtener el respaldo que necesitan, mostrándose sumisos o, al menos, complacientes. Huyen de las situaciones competitivas porque en ellas se sienten vulnerables, pero en los contextos en los que se sienten protegidos, se encuentran cómodos y tranquilos. Además de contar con la guía y protección de los demás, para defenderse de su propia inseguridad, estas personas tienden a estar siempre pendientes de no cometer ningún error. Son perfeccionistas, ordenadas y compulsivas, y se organizan a conciencia para hacer todo el trabajo a tiempo, dando una imagen de persona eficaz, trabajadora, perseverante y digna de confianza. Este perfil de personalidad sería equivalente al de los sobrecontrolados de (Mergargee 1966, 2002).

Observamos que este perfil destaca entre personas cuyos problemas requieren una terapia de pareja (Craig y Olson, 1995), quizá debido a que también es frecuente entre hombres con un historial  de violencia doméstica (Hamberger y Hastings, 1986), citados por Ortiz-Tallo (1999).

A de añadirse que en el estudio "Factores de personalidad y delitos Violentos" a diferencia de la presente investigación encontraron según la información recabada en la entrevista personal que los sujetos habían consumido alcohol antes de cometer el delito, a diferencia de los resultados obtenidos en la presente investigación no se encontró ninguna sub escala de síndromes clínicos de gravedad moderada que sea clínicamente significativo.

Se expresan argumentos dentro de lo que plantea Echeburúa, quien propone como explicación a cometer delitos de violación y homicidio, los problemas de relación. Serán personas con poca o nula capacidad de empatizar  e incapacidad para conseguir intimidad. Tendrían más dificultades a la hora de establecer vínculos emocionales junto con una sensación de indefensión y de vulnerabilidad en sus relaciones con los adultos, lo que les llevaría a la relación sexual desviada, a causar daño físico y vulnerar la libertad de otra persona (1995).

Las causas muchas veces de que este tipo de personas perpetren hechos delictivos por demás violentos se atribuyen a que provienen de familias desestructuradas en las cuales hubo alcoholismo, abuso, violaciones o separaciones traumáticas. Sea como fuere, suelen ser personas que han tenido experiencias difíciles en los primeros años de su vida, lo que podrá determinar un individuo más vulnerable a las experiencias de la vida, que le costará más superar y enfrentarse a ellas que a la mayoría de la gente (Ortiz-Tallo, 2001).

Como características personales principales de los autores de hechos delictivos se obtuvieron las siguientes: varones con una edad promedio de 31 años, soltero, en más de la mitad de los casos autor de homicidio, con un grado de instrucción superior     profesional y en su mayoría sin antecedentes policiales ni penales, se cuidan por  mostrarse respetuosos ante la autoridad y ante las reglas sociales, esto debido a que tienen temor que el resultado final de la evaluación psicológica les sea desfavorable.

Al estudiar a los autores de hechos violentos se encontraron características constantes entre las cuales está la justificación, que colinda con la estrategia de evitación de la responsabilidad (Tapias, 1999). Esta justificación probablemente sea utilizada con una estrategia adicional de manipulación de la información que brindan al momento de la entrevista dada su tendencia a mostrarse amables, conciliadores y a estar pendientes de no cometer ningún error que los pueda perjudicar. Quizás este sea el motivo por el cual no obtuvieron puntajes significativos en la escala de síndromes de gravedad moderada, ya que trataron en todo momento de mostrarse como personas sin alteraciones en su personalidad.

En cuanto a las Víctimas de Hechos Delictivos se muestran con alteraciones moderadas como Ansiedad y Distimia y con  patrones básicos de personalidad Evitativo, Dependiente y Negativista, quedarían así descritos como individuos con miedo al rechazo y una tendencia al resentimiento. Se trata de personas que perciben las situaciones sociales como un contexto amenazante en el que serán humillados y despreciados. Les gustaría tener amigos y sentirse apreciados, pero el miedo al rechazo les pone tensos y les impulsa a huir de los contactos interpersonales. Tienden pues a la soledad, pero aunque su comportamiento interpersonal se caracteriza por la tensión y la incomodidad, son bastante sensibles a sus propios sentimientos y a las reacciones emocionales que provocan en los otros.

Las personas que responden a este estilo ponen en duda sus capacidades y habilidades, y se consideran poco interesantes, sin embargo, tampoco creen que los demás valgan mucho más que ellos, puesto que ven al conjunto de la humanidad como fría y despreciativa. Así, pues, aunque tienen una autoimagen bastante pobre, también son conscientes de las limitaciones de los demás y no tienden a admirarlos.

Cuando estas personas consiguen establecer una relación significativa, ésta suele ser conflictiva porque suelen estar de mal humor y actuar con resentimiento. A veces se muestran amables y colaboradores, pero también pueden ser negativos y hostiles, aunque en general, acaban sintiéndose culpables y arrepintiéndose de su comportamiento, este sentimiento de culpa puede ser ocasionado contradictoriamente por la misma victimización que fueron objeto, al mismo tiempo pueden manifestar reacciones emocionales dolorosas, tristeza, ansiedad, síntomas de regresión y dependencia, aislamiento o incremento de la apatía.

Como características personales principales de las víctimas de hechos delictivos se obtuvieron las siguientes: mujeres con una edad promedio de 25 años, solteras, en más de la tercera parte de los casos investigadas por haber sufrido una violación, con un grado de instrucción del quinto de secundaria y estudios técnicos superiores, y sin antecedentes previos.

Pensamos que el interés de estos resultados radica en el planteamiento que ayuda a realizar las intervenciones de los autores y víctimas de hechos delictivos y en el pronóstico de reincidencia de adaptación social, en el caso de autores. Todo ello es de gran importancia en la intervención de problemas psicosociales.

Aunque partimos de la idea que la evaluación  previa a una intervención psicológica dentro de la institución policial como es la Unidad de Criminalística de la PNP, debe ser individual y considerar todos los aspectos personales de cada sujeto. El hecho de que, en este trabajo, los perfiles psicológicos se asemejan en función del tipo de delito cometido y también del delito sufrido, puede orientar acerca de posibles explicaciones y vías de intervención, así mismo teniendo en cuenta modelos explicativos como el de Millón, sí aparecen patrones de comportamiento habituales en el grupo de delincuentes.

Sería interesante ampliar el estudio realizado para explorar con una muestra mayor la relación de los patrones habituales de comportamiento que hemos encontrado con los distintos tipos de delitos.

Otra aportación de los resultados aquí obtenidos, es la predicción y prevención del comportamiento violento, ya que algunos atributos psicológicos individuales (los estilos de personalidad y habilidades psicosociales), son claramente factores de riesgo para el comportamiento violento en tanto que son variables predisponentes para la ejecución de conductas violentas frecuentes. Parte de estas conductas, en combinación con determinados factores sociales, que conocemos como factores desencadenantes (conflictos interpersonales, toxicomanías, situaciones de necesidad, marginación, etc.), pueden dar lugar a manifestaciones violentas graves o extremas. El conocimiento de los mecanismos de acción de los factores de riesgo, de los factores desencadenantes y de su interacción es la clave para la predicción y prevención del comportamiento violento. Todo esto sería de gran interés para diferenciar las posibles intervenciones psicológicas y para el diseño de programas preventivos.

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Autor:

Gustavo Anci Luque

Psicólogo Forense

Partes: 1, 2
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