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El aprendizaje y su integración en función del conocimiento


Partes: 1, 2

  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Finalidades y objetivos del proceso de enseñanza
  4. El papel de los?profesores
  5. El Aprendizaje
  6. La actividad de los?alumnos
  7. Evaluación de los?alumnos
  8. Bibliografía

Resumen

El trabajo expone en esencia algunos temas que consideramos sean fundamentales para el desarrollo del proceso de enseñanza aprendizaje, por cuanto significan componentes básicos de este y toda enseñanza sin distinción de sistema educativo debe aplicarlos para lograr un buen desarrollo del aprendizaje, estos son: finalidades y objetivos, el papel de los profesores, el aprendizaje, su motivación, técnicas y estilos, la integración del contenido del aprendizaje, la actividad de los alumnos, el interrogatorio y lógicamente valoramos también la inserción de la escuela con todos los miembros de la comunidad y la importancia de   la disciplina escolar para la formación personal y la convivencia escolar para el desarrollo de la responsabilidad personal. Cerramos dándole tratamiento al tema de la evaluación como componente final del proceso. Todos estos temas conducen a la adquisición del conocimiento que unido al desarrollo de habilidades, capacidades, hábitos y destrezas significan la expresión máxima a que aspira el proceso docente educativo para la formación del hombre que con sus valores sea representativo de la sociedad.

Palabras claves: enseñanza, aprendizaje, conocimiento, motivación e integración

Introducción

La educación no debe ser componente separado de la comunidad pues esta es el eslabón inicial del aprendizaje del ser humano, quien desde el seno familiar aprende las primeras palabras, inicia su comunicación y recibe la primera formación de valores y los primeros rasgos de ser social, por lo que afirmamos entonces que la comunidad es un ente básico educativo.

La educación no responde a un solo estímulo, sino que resulta de la convergencia de factores naturales, técnicos y sobrenaturales que actúan sobre el ser humano a través de la familia, de la sociedad en general y específicamente de la institución escolar, por lo que esta se entiende como un proceso intencional de la persona humana en virtud del cual el ser humano llega a ser capaz de formular su propio proyecto personal de vida y hacerle realidad en su existencia individual, en la familia y en la comunidad humana.

   La escuela es la comunidad de profesores y alumnos, en colaboración con los padres, organizado como un lugar de aprendizaje sistemático y orientación y como ámbito de convivencia, cada una tiene sus normas de convivencia, que deben ser aceptadas por todos los miembros de la comunidad.

   En la escuela debe haber un clima de alegría y confianza en el cual serán fáciles y formativas las relaciones entre todos los miembros de la comunidad. Ha de ser una aspiración constante que a través de una relación cordial y coadyuvante, profesores, alumnos y padres, encuentren la alegría de servir, la alegría de la obra bien hecha y la alegría del vencimiento de las propias dificultades y resistencias, para lograr la conducción de un proceso educativo general y participativo.

   La disciplina escolar se sitúa en el campo de la formación personal y en el ámbito de la convivencia escolar y tiene como objetivo constante el desarrollo de la responsabilidad personal donde ejerce influencia la capacidad de auto-evaluarse y compararse consigo mismo para tener el gozo de los adelantos exigidos con la conciencia clara de las deficiencias superadas, proceso este que no se puede ver aislado del medio donde se desarrolla ni del aprendizaje a que es sometido como ser social y educando de un sistema propio.

DESARROLLO

Finalidades y objetivos del proceso de enseñanza

Iniciamos valorando el proceso de enseñanza aprendizaje en dirección a su finalidad y objetivos por cuanto significa la línea directriz de todo proceso a través de la cual nos conducimos hacia la formación general y el resultado final de la labor realizada.

 Aristóteles asevera que "el conocimiento de la finalidad es de la mayor importancia y cuando nos proponemos alcanzarla, a la manera de los arqueros que apuntan hacia un blanco claramente fijado, estaremos en mejor situación para cumplir satisfactoriamente nuestra tarea".

Efectivamente, toda nuestra labor de educación y enseñanza sólo adquiere sentido y valor cuando se desarrolla teniendo en vista los fines y objetivos bien definidos y conscientemente propuestos. Los objetivos especifican, en términos concretos, las metas más particulares e inmediatas, de alcance directo, del trabajo del profesor en el aula.

Las finalidades expresan, en síntesis, los resultados finales deseados. Los objetivos especifican las etapas necesarias y los pasos intermedios para conseguir, poco a poco, esos resultados finales.

   Estos objetivos o productos de aprendizaje se clasifican, a los efectos de la técnica docente, en tres categorías fundamentales:

  1ª categoría, los automatismos: hábitos, destrezas y habilidades específicas, ya mentales, ya verbales, que los alumnos deben adquirir.

  2ª categoría, los elementos ideativos o cognoscitivos: informaciones y conocimientos sistematizados, que los alumnos deben asimilar.

  3ª categoría, los elementos emotivos o afectivos: ideales, actitudes y preferencias de carácter seleccionado (típicos de los individuos educados o preparados para ejercer determinada función en la vida social), que los alumnos deben desarrollar.

El papel de los profesores

Los profesores para el logro exitoso de su actividad en el proceso de enseñanza aprendizaje deben conocer y tener en cuenta estos aspectos:

  • 1) Los alumnos son seres racionales y razonables. Hay que pedirles que razonen y hay que tener en cuenta sus razones.

  • 2) Cada alumno es un genio. Todos y cada uno de los hombres tenemos una particular habilidad nacida de una especial aptitud o de un interés acusado por un determinado quehacer que nos entretiene.

  • 3) Para cualquier grupo de estudiantes se fijarán unos objetivos comunes. Estos objetivos, que habrán de ser mínimos, deben ser exigidos sin paliativos a todos y cada uno de los componentes del grupo.

  • 4) Cada alumno debe fijarse además unos objetivos particulares para él. Estos objetivos habrán de señalarse de acuerdo con la capacidad y disposición de cada estudiante.

  • 5) Todos y cada uno de los alumnos realizarán dos tipos de tareas: Tareas independientes y tareas en colaboración. Las actividades independientes sirven para alcanzar los objetivos particulares de cada estudiante y también para poner su esfuerzo en el logro personal de los objetivos comunes.

  • 6) El profesor ayudará a los alumnos y se ayudará de ellos en la realización de las tareas y en la solución de los problemas que plantee la vida escolar.

  • 7) Hay muchas posibilidades de que si a uno le tratan como tonto se volverá tonto y si le tratan como mala persona se volverá mala persona. Esto quiere decir que vale la pena correr el riesgo de equivocarse alguna vez por tratar a los chicos como si fueran inteligentes y buenos. Tratándoles como tal se les estimula a llegar a serlo realmente.

  • 8) El profesor es el profesor. Esto quiere decir que el hecho de que lo más importante que haya en una escuela es el trabajo de los chicos, el hecho de que de ellos puede aprender mucho el profesor, y el hecho de que los problemas escolares se resolverán principalmente con la ayuda de los estudiantes, nada quita la condición singular del profesor en una escuela.

  • 9) En la escuela, colegio, instituto o universidad, lo principal es dar tarea a los alumnos. La educación sólo es posible cuando actúa el propio educando. La tarea del profesor o maestro no es más que la de estímulo y orientación de la actividad de los escolares.

El Aprendizaje

El aprendizaje es el centro de atención de la enseñanza por lo que hacia él se dirige toda la actividad del proceso.

 Para enseñar bien, necesitamos, como profesores, tener primero una noción clara y exacta de lo que es realmente "aprender" y "enseñar", pues existe una relación directa y necesaria, no sólo teórica, sino práctica, entre esos dos conceptos básicos de la didáctica.

En los siglos pasados predominaba la noción simplista y errónea de que "aprender era memorizar", hasta que el alumno pudiera repetir las mismas palabras de los textos del compendio o las palabras del profesor. A partir del siglo XVII predominó la fórmula de Comenio, intelectus, memoria et usus: primero, la comprensión reflexiva; después, la memorización de lo comprendido; por fin, la aplicación de lo que ya fue comprendido y memorizado.

En la época actual, se ha comprobado que la acción verbal del profesor no es tan esencial e indispensable para que los alumnos aprendan; sirve sólo para iniciar el aprendizaje, pero no para integrarlo y llevarlo a buen término.

El proceso de aprendizaje de los alumnos, cuyos planes, dirección y control caben al profesor, es bastante complejo. Podemos "aprehender" súbitamente un hecho, una consecuencia o una información aislados. Pero el aprendizaje definitivo de un conjunto sistemático de contenidos, implícitos en una asignatura, es un proceso de asimilación lento, gradual y complejo.

En todo aprendizaje sistemático, quien lo recibe:

  a) pasa de un estado de sincretismo inicial, en el que abundan vagas nociones confusas y erróneas a…

  b) una fase de enfoque analítico, en que cada parte del todo es, a su vez, examinada e investigada en sus pormenores y particularidades; algunos psicólogos y pedagogos llaman a esta fase "diferenciación", "discriminación" o simplemente "análisis".

c) sigue una fase de síntesis integradora; relegando los pormenores a segundo plano, se afirman las perspectivas de lo esencial, de las relaciones y de la importancia de los principios, datos y hechos ya analizados, integrándolos en un todo coherente y vitalmente significativo.

d) lógicamente, concluye en una fase final de consolidación o fijación; en ésta, mediante ejercicio y repasos iterativos, se refuerza o fija ex profeso lo que se ha aprendido analítica y sintéticamente, hasta convertirlo en una adquisición definitiva de la mente del alumno.

Los alumnos están realmente aprendiendo cuando:

  a) hacen observaciones directas sobre los hechos,

  b) hacen planes y realizan experiencias, comprueban hipótesis y anotan sus resultados,

  c) consultan libros, revistas diccionarios, en busca de hechos y aclaraciones; toman apuntes y organizan ficheros y cuadros comparativos;

  d) escuchan, leen, anotan, pasan a limpio sus apuntes y los complementan con otros autores y fuentes;

  e) formulan dudas, piden aclaraciones, suscitan objeciones, discuten entre sí, comparan y verifican;

  f) realizan ejercicios de aplicación, composiciones y ensayos;

  g) colaboran con el profesor y se auxilian mutuamente en la ejecución de trabajos, en la aclaración de dudas y en la solución de problemas;

  h) efectúan cálculos y usan tablas; dibujan e ilustran; copian mapas o o los reducen o amplían a escala; completan e ilustran mapas mudos, etc.;

  i) buscan, coleccionan y clasifican objetos;

  j) responden a interrogatorios y tests, procuran resolver problemas, identifican errores, corrigen los suyos propios o los de sus colegas, etc.

Motivación del aprendizaje

En todas las manifestaciones de la vida humana debe estar presente  la motivación por lo que no es un problema exclusivo de la enseñanza y del aprendizaje

De diversas investigaciones se pueden sacar estas conclusiones:

  a) Cualquier motivación es siempre mejor que ninguna.

  b) La motivación positiva, por los incentivos de la persuasión, por ejemplo y por la alabanza, es más eficaz y provechosa que la negativa.

  c) La motivación negativa, aunque eficaz hasta cierto punto (pero inferior a la motivación positiva), es antipsicológica y contraeducativa.

El aprendizaje como actividad personal, reflexiva y sistemática que busca un dominio mayor sobre la cultura y sobre los problemas vitales, exige de los alumnos:

  • Atención y esfuerzo sobre áreas nuevas de observación, de estudio y de actividad.

  • Autodisciplina, con el sacrificio de otros placeres y satisfacciones inmediatas, para realizar los estudios y cumplir las tareas exigidas.

  • Perseverancia en los estudios y en los trabajos escolares hasta adquirir el dominio de la materia de estudio, de modo que sea de utilidad real para la vida.

Motivar es despertar el interés y la atención de los alumnos por los valores contenidos en la materia, excitando en ellos el interés de aprenderla, el gusto de estudiarla y la satisfacción de cumplir las tareas que exige.

El mecanismo de la motivación se desarrolla en tres etapas:

  • Aprehensión de un valor para su vida y sus aspiraciones.

  • Los alumnos se convencen de que pueden conseguir ese valor.

  • Liberación del esfuerzo personal para conquistar el valor.

  Distinguimos estos tipos de motivación:

  1.- Negativa, con estos aspectos:

  • Física: castigos físicos, azotes, privaciones de salida, merienda o recreo.

  • Psicológica: palabras ásperas, persecuciones, guerra de nervios, desprecio, sarcasmo.

  • Moral: coacción, amenazas, reprensiones, humillaciones públicas, reprobación.

  2.- Positiva de dos clases:

  • Intrínseca: interés positivo por la materia en sí como campo de estudio y trabajo.

  • Extrínseca: interés resultante, no tanto de la materia en sí, como de las ventajas por ella ofrecidas, o del profesor que la enseña, o del método que el profesor sigue, o del grupo de alumnos a que pertenece.

  Los principales factores de motivación son:

  • La personalidad del profesor, su porte, su presencia física, su voz, su facilidad, naturalidad y elegancia de expresión, su dinamismo, su entusiasmo por la asignatura, su buen humor y cordialidad junto con su firmeza y seguridad. En fin, una personalidad dinámica, sugestiva y estimulante, con acentuadas características de liderazgo democrático.

  • El material didáctico utilizado en las clases: mapas, cuadros murales, proyecciones cinematográficas, vídeos, programas de ordenador, etc.

  • El método o las modalidades prácticas de trabajo empleados por el profesor: discusión dirigida, grupos de trabajo, competiciones, juegos, representaciones teatrales, organización y ejecución de proyectos, exposiciones de trabajos, excursiones para observar y recoger datos, experiencias de laboratorio, etc.

  • Técnicas de motivación

 El resultado de una determinada técnica dependerá de una serie de factores intrínsecos y extrínsecos al educando y de sus diferencias individuales. Tanto es así, que en una circunstancia una técnica puede surtir efecto y en otra no. Una técnica puede sensibilizar a un grupo de alumnos y otra no.

Es necesario recordar que motivar una clase no es, simplemente, echar mano de la motivación inicial, expreso preparada, sino que más bien, es un trabajo de acción continua.

Seguidamente vamos a pasar a considerar alguna de las técnicas de motivación.

  • a) Técnica de correlación con la realidad: el docente procura establecer relación entre la que está enseñando y la realidad circundante con las experiencias de vida.

 La abstracción, la teoría y la definición representan siempre la culminación o término final del proceso intelectivo del aprendizaje, nunca su punto inicial o de partida. Consecuentemente, al iniciar el proceso de aprendizaje de los alumnos sobre una unidad didáctica, en lugar de partir de la abstracción de la teoría para llegar después a los hechos, sígase el camino inverso.

Nuestra enseñanza, siempre que sea posible, debe articularse con los hechos del ambiente o próximo en que viven los alumnos.

El esquema fundamental de la correlación con la realidad es el siguiente:

  – Iniciar la lección enfocando objetivamente hechos reales o datos concretos del ambiente físico o social en que viven los alumnos y del cual tengan noticia.

  – Hacer que la teoría brote gradualmente de esos hechos o datos reales, mediante explicación y discusión dirigida.

  – Una vez formulada la teoría, aplicarla a los hechos, interpretándolos y explicándolos científicamente.

  • b) Técnica del éxito inicial: Los pasos a seguir pueden ser:

  • c)   – Planear pequeñas tareas de fácil ejecución para los alumnos.

  • d)   – Preparar bien a los alumnos para ejecutarlas, facilitando las condiciones necesarias para el éxito.

  • e)   – Hacer repetir esas tareas elogiándolos por el éxito.

  • f) Técnica del fracaso con rehabilitación:

  – Presentar a los alumnos un problema o proponerles una tarea para la que no están aún capacitados. Al intentar resolver la tarea sentirán que les hace falta algo para su resolución. Por este fracaso inicial, se crea en los alumnos la conciencia de la necesidad de aprender algo más que les está faltando.

  – Exponer entonces el principio, regla o norma del que carecían, explicándolo con toda claridad.

  – Hacer volver a los alumnos a la tarea inicial para que lo resuelvan satisfactoriamente. Es la rehabilitación después del fracaso inicial.

  – Como norma didáctica diremos que no conviene abusar de esta técnica, evitando llevar a los alumnos a frecuentes frustraciones. 

  • g) Técnica de la competencia o rivalidad: La competencia puede ser orientada como:

  • h)   – Autosuperación gradual del propio individuo a través de tareas sucesivas de dificultad progresiva.

  • i)   – Emulación de individuos del mismo grupo o clases.

  • j)   – Rivalidad entre grupos equivalentes.

  • k) Técnica de la participación activa y directa de los alumnos: Habrá que inducir a los discentes a participar con sus sugerencias y su trabajo:

  • l)   – En el planeamiento o programación de las actividades tanto en la clase como fuera de ella.

  • m)   – En la ejecución de trabajos o tareas.

  • n)   – En la valoración y juicio de los resultados obtenidos.

  • o) Técnica del trabajo socializado: Adopta distintas formas:

  • p)   – Organización de toda la clase en forma unitaria, en función del trabajo que se va a realizar.

  • q)   – División de la clase en grupos fijos con un jefe y un secretario responsables, por un trabajo y por un informe que deberán presentar a la clase.

  • r)   – Subdivisión en grupos libres y espontáneos, sin organización fija. Mattos afirma que se trata de la tendencia paidocéntrica liberal.

Las normas para seguir en el empleo de esta técnica de incentivación podrían ser:

. Organizar a los alumnos en grupos de trabajo con mando propio

. Distribuir los trabajos entre los grupos actuales.

. Hacer que cada grupo presente o relate a la clase el resultado de sus trabajos.

. Permitir el debate de las conclusiones a que cada grupo llegue.

. Expresar un juicio sobre el valor y mérito de los trabajos realizados por los grupos incentivándolos para que realicen trabajos todavía mejores.

  g) Técnica de trabajo con objetivos reforzados: En primer lugar habrá que señalar unos objetivos, metas o resultados que la clase ha de alcanzar.

  – Insistir en la relación directa entre las normas que se deben seguir y los objetivos propuestos.

  – Iniciar las actividades de los alumnos y supervisar su trabajo de cerca.

  – Informar regularmente a los alumnos de los resultados que están obteniendo.

  – Emitir una apreciación objetiva de los resultados obtenidos poniendo de relieve "las marcas" que se vayan superando. h) Técnica de la entrevista o del estímulo personal en breves entrevistas informales:

  – Convencer a los alumnos de que no están aprovechando bien su capacidad, o del todo.

  – Mostrarles la posibilidad que tienen de mejorar su trabajo.

  – Sugerirles un método de estudio, con procedimientos específicos de trabajo que contribuirán a la mejora deseada.

  – Comprender a los alumnos en sus esfuerzos por mejorar el trabajo que efectúan.

  – Elogiar a los alumnos por los aciertos conseguidos y por el progreso realizado, inspirándoles confianza en su propia capacidad. 

Estilos de aprendizaje

  • Tipo visual

  • Tipo auditivo

  • Tipo táctil o cinestésico

¿Conoce usted cuáles son las principales modalidades sensoriales que se utilizan para aprender? ¿Podría usted reconocer a un estudiante de tipo visual, auditivo o táctil-cinestésico? Nuestros sentidos (la vista, el oído, el tacto…) nos ayudan a percibir, a almacenar y a recuperar la información.

   Para que pueda iniciarse en ello le resumimos las características principales de cada tipo:

  • a) Tipo visual: Los estudiantes visuales a menudo "piensan en imágenes", por lo que pueden aprehender gran cantidad de información a la vez y con rapidez. Suelen aprender mejor cuando leen o ven la información de algún modo (textos, mapas, dibujos, gráficos, etc.).

  • b) Tipo auditivo: Son personas muy sensibles a los estímulos auditivos, y suelen aprender con más facilidad a través de informaciones orales.

  • c) Tipo táctil o cinestésico: Estas personas responden con agrado a las muestras físicas de afecto, les gusta tocarlo todo, y gesticulan mucho al hablar. Procesan la información asociándola a movimientos o acciones y recuerdan más fácilmente algo si lo han hecho.

Aunque es imposible etiquetar a las personas, estas caracterizaciones pueden servirle a usted como estudiante y, especialmente, también como profesor o tutor, para organizar más eficazmente el proceso de aprendizaje.

 ¿Cómo concebir didácticamente una enseñanza que tome en cuenta los estilos de aprendizaje?

Indiscutiblemente, se hace necesario establecer los fundamentos didácticos necesarios para concebir un proceso de enseñanza- aprendizaje desarrollador sobre la base de los estilos de aprendizaje.

Enseñar: Es guiar, estimular a los estudiantes a que reflexionen sobre cómo aprenden en sentido general; es atender la diversidad en términos de estilos de aprendizaje, reconocer el carácter irrepetible de la persona, que cada uno de nuestros alumnos tiene una forma propia de aprender, un potencial singular de desarrollo, de naturaleza eminentemente motivacional en la que inciden significativamente las preferencias personales. Un aspecto importante dentro del proceso de enseñanza consistiría de esta forma, en valorar las formas preferidas de los estudiantes para aprender, para poder asegurar así la variedad de métodos, procedimientos de enseñanza y aprendizaje, medios, formas de organizar el espacio, y de evaluar, que propicien el interés, la participación e implicación personal de los estudiantes en las tareas de aprendizaje, y el desarrollo de sus potencialidades.

Aprender, dentro de esta concepción, por otra parte no es solamente lograr cambios medibles en los conocimientos, hábitos y habilidades. Aprender significa ante todo aprender a aprender, sobre la base al menos de los tres preceptos básicos establecidos por diferentes autores: conocer acerca del aprendizaje como proceso, conocer los estilos preferidos de aprendizaje y desarrollar habilidades de aprendizaje efectivas.

Implica además, no solamente que el alumno adquiera conocimientos, sino desarrolle habilidades que puedan trascender en la configuración y desarrollo de la personalidad ; aprenda a adecuar su estilo preferido de aprendizaje al método de enseñanza del profesor activando procedimientos y estrategias que le permitan flexibilizar su método de aprendizaje; aprenda a ser autónomo en el aprendizaje para desarrollar una actitud positiva hacia aquellos contextos donde ya no se cuente con la ayuda del maestro o de otro alumno; aprenda a regularse, sobre la base del autoconocimiento; se sienta responsable de los resultados de aprendizaje y actúe en correspondencia.

En esta concepción didáctica el proceso de enseñanza- aprendizaje se proyecta por tanto, en tres dimensiones: la instructiva, la educativa y la desarrolladora, constituyendo estas en si mismo tres procesos distintos que se ejecutan a la vez interactuando

Otros especialistas han definido tres estilos de aprendizaje distintos, los cuales se caracterizan por usar una estrategia de aprendizaje en particular y por alcanzar niveles de aprendizaje diferentes:

1. Estilo de profundidad: Propio de aquel alumno que usa la estrategia de conceptualización, lo cual quiere decir que cuando estudia abstrae, analiza, relaciona y organiza las abstracciones (estrategia facilitadora de un aprendizaje de alto nivel).

2. Estilo de elaboración: El cual implica la utilización por parte del estudiante de una estrategia personalizada. Para este estudiante el contenido de estudio ha de estar relacionado directamente con él mismo, con sus experiencias, con lo que ha pasado o piensa que va a pasar (estrategia facilitadora de un aprendizaje de nivel medio).

3. Estilo superficial: El cual implica el uso de una estrategia centrada en la memorización; el alumno solo recuerda el contenido que repasó al estudiar (estrategia facilitadora de un aprendizaje de bajo nivel).

La integración del contenido del aprendizaje

En la escuela moderna, la integración y fijación del contenido del aprendizaje se produce automáticamente como resultado de la propia actividad directa de los alumnos al ejercitarse detenidamente con los datos estudiados.

Es indispensable conducir el aprendizaje de los alumnos hasta una integración superior donde se organicen dinámicamente los hechos aprendidos, para orientarlos en la acción y a través de la problemática de la vida y del trabajo.

Hay dos procedimientos específicos de esta fase dignos de nuestra atención: la recapitulación y el ejercicio.

   A: Recapitulación

Es el procedimiento didáctico más indicado para llevar a los alumnos a integrar sus conocimientos en conjuntos sistemáticos y funcionales. Es esencial para conducir el aprendizaje ideativo de los alumnos a feliz término.

Por la recapitulación, los alumnos adquieren una visión de síntesis retrospectiva, distinta de la estrecha visión analítica obtenida durante el proceso de asimilación inicial de la materia.

En cuanto a la forma de recapitulación, la didáctica moderna recomienda gran variedad de procedimientos, tanto orales como escritos; los más corrientes son:

   a) Repasar la asignatura bajo un prisma o desde un ángulo diferente.

   b) Presentar a los alumnos una serie de problemas o cuestiones controvertidas que los induzcan a repasar toda la materia dada.

   c) Programar trabajos y discusiones dirigidas sobre problemas que impliquen una recapitulación general de los contenidos.

   d) Indicar con antelación la revisión general, para organizar con los alumnos de la clase los resúmenes y cuadros sinópticos comprensivos. Los mismos serán escritos en la pizarra, analizados, discutidos y, finalmente, copiados en los cuadernos.

En cuanto a la duración y extensión, tenemos recapitulaciones:

   a) Inmediatas, al fin de cada lección y al principio de la siguiente, con 5 ó 6 minutos de duración.

   b) Intensivas, al acabar una unidad.

   c) Cíclicas o acumulativas, para revisar grupos de temas o unidades o toda la materia de un trimestre o del curso.

   B. Ejercicio

Es el procedimiento didáctico más apropiado para integrar los automatismos, esto es, hábitos, destrezas y habilidades específicas, mentales o verbales. El ejercicio consiste en la repetición intensiva y regular del automatismo pretendido, en formas, contextos o situaciones progresivamente variados, hasta alcanzar el deseado grado de seguridad, rapidez y perfección en su ejecución.

La técnica del ejercicio obedece a las siguientes normas:

   1. Conseguir la incentivación inicial de los alumnos

   2. Obtener la comprensión reflexiva del automatismo que están adquiriendo.

   3. Hacer demostraciones y presentar modelos para que examinen con atención.

   4. Iniciar a los alumnos en la práctica correcta del automatismo, dándoles algunas indicaciones claras y precisas sobre lo que deberán hacer y cómo deberán hacerlo.

   5. Inducir a repeticiones atentas e intensivas del automatismo con intervalos regulares.

Observar que:

   a) las repeticiones valen en razón de la intensidad de la atención con que son hechas, y no por su cantidad ni por su duración. Los periodos cortos pero intensivos de práctica repetitiva son preferibles a los largos y fatigantes;

   b) en todas las repeticiones se debe mantener constante el elemento esencial que se quiere automatizar; pero se debe variar siempre la forma, el contexto o la situación en que se encuentra tal elemento esencial. No obligar a repetir mecánica y artificialmente el elemento esencial aislado de su contexto natural. Éste será siempre variado y real.

   c) el número de repeticiones debe ser proporcional al grado de complejidad y de dificultad del automatismo; cuanto más difícil y complejo sea éste, más frecuentes deben ser las repeticiones para adquirirlo;

   d) la práctica espaciada con intervalos regulares es más beneficiosa que la práctica continua o la realizada a intervalos irregulares.

Fijación del contenido del aprendizaje

Se conoce a través de las investigaciones psicológicas que el índice de retención de la materia estudiada por los alumnos en casi todas las asignaturas de la enseñanza media, es alarmantemente bajo.

Pruebas de retención aplicadas entre 15 y 36 meses, conteniendo los mismos datos que aseguraron la aprobación, denotan pérdidas que van del 50 al 80 % de todo lo aprendido. Los índices de pérdida y de olvido más elevados son los referentes a nomenclatura, términos técnicos, fechas, nombres propios, definiciones y datos informativos en general. Las mismas investigaciones han revelado que los índices de olvido son mucho más reducidos cuando estos datos se han aprendido y utilizado en situaciones de vivo interés.

Estos hechos están indicando la necesidad de que el profesor se aplique a la integración progresiva y a la fijación de lo aprendido en la mente de sus alumnos a lo largo de todo el proceso de aprendizaje y no sólo en su fase final.

Entre estos procedimientos sobresalen las tareas escolares y el estudio dirigido como los más indicados, por ser de eficacia ampliamente comprobada.

La actividad de los alumnos

Las actividades de un centro educativo se resumen en actividades de aprendizaje que permitan la incorporación eficaz al mundo de la cultura y de la técnica y en actividades de orientación en las que se desarrolla el criterio personal para hacer posible el uso responsable de la libertad.

Los contenidos concretos y las técnicas educativas surgen de la consideración de que cada estudiante es una persona y, por tanto, en él se encuentran las características siguientes:

  • a) Es principio de actividad

  • b)   b) Es un ser singular.

  • c)   c) Es un ser abierto.

  • d)   d) Es un ser autónomo.

   El hecho de que cada estudiante tenga en sí mismo el principio de su actividad, exige:

* Que se dé prioridad al trabajo y al esfuerzo del estudiante.

* Que se fortalezca la idea de que el trabajo bien hecho es el medio común y ordinario para alcanzar el propio perfeccionamiento humano y sobrenatural y para contribuir al bien de la sociedad.

* Que la actividad susceptible debe ser realizada por el estudiante, y no por el profesor.

* Que la actividad sea planeada rigurosamente y exigida su estricta realización.

* Que se procure el máximo desarrollo de las virtudes humanas, prestando especial atención al criterio recto, justicia, sinceridad, generosidad, compañerismo, confianza, constancia, trabajo, sobriedad, orden sencillez y alegría.

   Al estudiante tener una personalidad singular, distinta de los demás, obliga:

* A que se programe el trabajo independiente para el estímulo y desarrollo de la actividad individual.

* A evaluar el rendimiento de cada alumno en relación con sus posibilidades.

* A que la promoción de los alumnos no sea un acto administrativo sino un hecho natural.

* A que la programación y el agrupamiento de los alumnos sea lo suficientemente flexible para acomodarse a las condiciones particulares de todos y cada uno de ellos.

* A que, junto con actividades de aprendizaje receptivo, se programen también actividades creativas.

   El hecho de que cada estudiante sea un ser abierto al mundo que le rodea exige:

* Cultivar las virtudes sociales y cívicas, buscando en todo momento el fortalecimiento de los hábitos de adaptación social, de convivencia y de cooperación.

* Que se procure un ambiente rico en estímulos culturales, intelectuales, técnicos, estéticos y éticos.

* Que las actividades del centro se programen en el marco de una organización, una didáctica y una orientación participativas.

* Que se organice el trabajo participativo, tanto en equipos pequeños como en grupos mayores.

* Que el colegio sea una entidad abierta a las influencias de la familia y de la sociedad, y a su vez influya en ella.

   La autonomía personal que se reconoce a cada estudiante tiene como consecuencia:

* Que se fomente la iniciativa propia de cada uno, educando en y para la libertad unida siempre a la aceptación de la consiguiente responsabilidad personal.

* Que se estimule en los estudiantes la adquisición de un concepto claro de la libertad como expresión de la dignidad humana, ayudándoles a combatir la ignorancia y el miedo, principales obstáculos para obrar libremente.

* Que, aparte de actividades obligatorias, se facilite la programación y realización de actividades optativas y libres.

* Que se proporcione a cada estudiante, desde el momento mismo de entrar en el centro, ocasiones en las cuales pueda tomar decisiones y aceptar responsabilidades.

* Que los alumnos tomen parte en algunos órganos de decisión que permitan la participación efectiva de los estudiantes en la programación, realización y gobierno de las actividades colegiales.

Interrogatorio

    Funciones y tipos.

 El interrogatorio sirve para:

  a) Recordar conocimientos anteriores, necesarios para la comprensión de un tema nuevo; es el interrogatorio de fundamentación.

  b) Inducir la motivación inicial, despertando la atención y el interés de los alumnos hacia un asunto nuevo; es el interrogatorio motivador.

  c) Mantener e intensificar la atención de los alumnos, previniendo o interrumpiendo distracciones e indisciplinas; es el interrogatorio disciplinador.

  d) Estimular la reflexión y guiar el razonamiento de los alumnos; es el interrogatorio reflexivo o socrático.

  e) Diagnosticar deficiencias e incomprensiones de los alumnos en su aprendizaje; es el interrogatorio diagnosticador.

  f) Recapitular e integrar la materia; es el interrogatorio retrospectivo o integrador.

  g) Comprobar el rendimiento del aprendizaje; es el interrogatorio verificador.

El interrogatorio, frecuente y oportuno, hecho con la debida técnica, atrae la atención de los alumnos y estimula su raciocinio, haciéndoles relacionar, comparar, juzgar, apreciar críticamente las respuestas dadas por los colegas y acompañar atentamente el desarrollo del asunto de la clase. Es, por tanto, un poderoso acicate para el aprendizaje auténtico.

 Contenido y forma de las preguntas.

   Hay dos tipos fundamentales: (a) preguntas informativas o de memoria, y (b) preguntas reflexivas o de raciocinio. 

 Al formular las preguntas en clase, tenga en cuenta las siguientes normas:

  – Las preguntas deben ser claras, simples y bien definidas, enfocando un punto cada vez. Deben evitarse preguntas compuestas como "¿cuándo, cómo y con quién?". Desdoblar esta pregunta en tres, formulando una cada vez. – Deben adaptarse al nivel mental y a la capacidad de los alumnos y expresarse en términos accesibles a su comprensión; ni demasiado fáciles, ni excesivamente difíciles.

  – Deben ser interesantes, atractivas, estimulantes y formuladas con habilidad.

  – No deben contener la respuesta ni sugerirla.

  – Deben ser constructivas, hilvanándolas con lógica y conducentes a una conclusión o punto que quede claro o fijado.

  – Deben distribuirse de modo que las respondan sucesivamente el mayor número de alumnos. Nunca se deben limitar a dos o tres alumnos y mucho menos a uno solo.

  – Deben exigir frases como respuesta, y no un simple "sí" o "no"; procúrese evitar la mera adivinanza. 5.- Normas para dirigir bien el interrogatorio en clase.

  – Cuando sea posible, se deben pedir "voluntarios" para las respuestas, evitando la coacción de la llamada nominal. – Si la clase es indisciplinada o hay alumnos que monopolizan todas las respuestas, volver al sistema de la llamada nominal.

  – Formular la pregunta, siempre y en primer lugar, para la clase entera; después de una corta pausa indicar el alumno que deberá contestar.

  – No limitar el interrogatorio a uno o dos alumnos; distribuir las preguntas entre el mayor número posible de ellos, de suerte que puedan participar todos.

  – Las preguntas nominales se deben hacer en un orden que los alumnos no puedan prever y de acuerdo con la capacidad probable del alumno designado para contestar. Es inútil llamar a los menos capaces para responder preguntas difíciles.

  – No hacer del interrogatorio un castigo ni un instrumento de bochorno, sino un torneo interesante y animado, en el que todos quieran tomar parte.

  – Apreciar y elogiar las respuestas acertadas de los alumnos y destacar debidamente los aciertos.

  – Demostrar a los alumnos una actitud acogedora, de aprecio y de satisfacción, por los intentos honestos de responder con acierto, aun cuando no lo consigan; ayudar a los vacilantes, tímidos o confusos con estímulos didácticos oportunos.

  – Las preguntas formuladas con claridad suficiente no deben ser modificadas ni repetidas muchas veces, Sólo deben modificarse cuando se sienta que no están bien formuladas.

  – No satisfacerse con respuestas evasivas, confusas e incompletas; exigir respuestas claras, correctas, bien definidas y enunciadas de forma que toda la clase pueda oírlas.

Evaluación de los alumnos

La evaluación pedagógica de cada alumno no tiene como fin "clasificar" a todos y cada uno de los estudiantes, sino más bien "valorar" o "descubrir" las posibilidades de cada uno de ellos con objeto de que se desarrollen al máximo así como sus limitaciones para poder salvarlas o compensarlas. Podemos distinguir la evaluación referida a norma y evaluación referida a criterio.

El profesor habrá de utilizar las técnicas de evaluación que razonablemente le puedan indicar la situación del estudiante. Estas técnicas pueden reducirse a tres:

– Exámenes tradicionales.

– Evaluación de trabajos realizados.

– Exploración objetiva con pruebas adecuadas y test.

  El resultado de la evaluación se expresa en notas y calificaciones.

La evaluación del rendimiento de los alumnos se realiza en función de unos objetivos señalados previamente. Y por lo que se refiere a la posibilidad de promoción o no de los alumnos, la evaluación aludida en el fondo clasifica a los estudiantes en dos grandes grupos: los que han dado un rendimiento suficiente y los que han dado un rendimiento insuficiente.

Técnicamente esta evaluación es una evaluación referida a norma, dado que se establece previamente un nivel que sirve como norma para todos los alumnos que han de ser evaluados.

Pero esta evaluación no cumple los requisitos educativos. Es menester tener en cuenta las condiciones de cada alumno para conocer el valor del rendimiento que ha dado.

Para penetrar en el sentido pedagógico de la evaluación es menester considerar el rendimiento alcanzado por un estudiante con el rendimiento que de él se esperaba, es decir, el rendimiento adecuado a sus condiciones. Esta es la llamada técnicamente evaluación referida a criterio ya que en este caso no hay una norma o nivel general como punto de referencia sino un criterio particular para cada caso.

Cuando el rendimiento de un estudiante es igual o mayor que el rendimiento predicho para él estamos frente a un rendimiento satisfactorio; cuando el rendimiento real alcanzado por el alumno es inferior al previsto estamos frente a un rendimiento insatisfactorio.

Cualquiera que se la situación del estudiante respecto a su rendimiento el profesor no deberá olvidar una tarea fundamental: descubrir, o ayudar a descubrir en el muchacho alguna afición, aptitud o interés sobresaliente. Habrá de animar al estudiante a cultivarse porque esta "eminencia" personal en todos se puede encontrar, es un resorte educativo que no se puede dejar de lado. Las situaciones de rendimiento insuficiente o insatisfactorio requieren un tratamiento posterior de enseñanza correctiva que tiene como fin orientar al estudiante acerca de las actividades que pueden ayudarle a salvar el escaso rendimiento que alcanzó y llegar hasta el rendimiento posible y adecuado para él.

Partes: 1, 2
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