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Políticas ambientales en el ecuador de acuerdo a la constitución

Enviado por Fernando Cevallos


Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Marco Teórico
  3. Iniciativa Yasuní-ITT
  4. Un país pequeño, una gran propuesta
  5. La biodiversidad del Parque Nacional Yasuní
  6. Los pueblos indígenas del Parque Nacional Yasuní
  7. Las reservas petroleras del campo Yasuní-ITT y las emisiones evitadas de CO2
  8. La conservación de la biodiversidad
  9. Hacia un desarrollo humano y equitativo: superando la pobreza
  10. El petróleo en la economía ecuatoriana
  11. Fuentes de capital
  12. Hacia un modelo de desarrollo sustentable en Ecuador
  13. La iniciativa Yasuní-ITT: un proyecto replicable
  14. Los beneficios ambientales del parque nacional Yasuní
  15. La iniciativa Yasuní-ITT

Introducción

En el año de 2007, el Gobierno de la República del Ecuador, ante los medios de comunicación hizo pública la Iniciativa Yasuní-ITT (Ishpingo- Tambococha-Tiputini), en la cual nuestra Patria llevó a cabo una nueva, nunca antes tratada, y vanguardista idea de encontrar los medios legales de cuidar el medio natural y el patrimonio de la humanidad, mediante la aplicación de políticas públicas que garanticen dichos bienes jurídicos y respeten sociedades y culturas que se encuentran en contacto con los territorios en donde se circunscribe la mencionada iniciativa.

Es conocido por todos que la contaminación que genera el Ecuador, en comparación con otros países, es completa absolutamente marginal, en vista al bajísimo nivel de consumo de energía contaminante. Sin embargo, esto no quita la necesidad de afrontar una causa mundial, y por ello, mediante acuerdos entre la Cancillería y el Ministerio de Medio Ambiente, el Ecuador busca formas de afrontar el cambio climático.

El derecho ambiental, entendido este como, el conjunto de normas y leyes tanto nacionales como internacionales que regulan el comportamiento de personas e instituciones, con el propósito de proteger y conservar el medio ambiente, evitando la contaminación, tiene sus inicios en la década de los sesenta y setenta, particularmente en la sociedad norteamericana, en vista de las luchas sociales por lograr el reconocimiento de los derechos humanos y de la naturaleza. Del mismo modo, el movimiento hippie, antimilitarista, junto a los derrames petroleros de Exxon Valdez[1]etc., concientizaron al mundo entero sobre la necesidad de generar un nuevo orden legal que confiera derechos al medio ambiente del cual todos formamos parte.

La Iniciativa gubernamental que lleva el nombre Yasuní-ITT (Ishpingo- Tambococha-Tiputini) consiste en un rompimiento con las ideas o teorías de una economía expansiva. El mundo actual necesita formular principios económicos, políticos y legales en donde sea indispensable hacer un cálculo del los impactos ambientales en nuestra sociedad.

Por lo anteriormente mencionado la iniciativa Yasuní-ITT (Ishpingo- Tambococha-Tiputini) es una propuesta al mundo por la cual de pretende dejar bajo tierra el petróleo que está en una región amazónica del Ecuador y lograr que la naturaleza y las culturas que viven en aquellos pueblos, se mantengan fuertes y en un medio ambiente sano.

La Iniciativa Yasuní-ITT busca demostrar que existen formas y métodos completamente viables y funcionales para lograr la conservación de la biodiversidad. La riqueza natural que forma parte del corredor ITT alberga no solamente espectaculares recursos naturales, sino también a nacionalidades y pueblos indígenas, es por ello que el Ecuador reconoce la necesidad de conservar la biodiversidad y lograr favorecer a la humanidad en su conjunto.

El Ecuador busca contrarrestar el deterioro ambiental nacional e internacional, y por ello, los fondos obtenidos por la Iniciativa serán destinados al cambio de la matriz de oferta energética y productiva, reduciendo el uso de combustibles fósiles, y sustituyéndolos por formas renovables de energía hidráulica, geotérmica, eólica, de mareas y solar, y así encontrar el Sumak Kawsay.

Marco Teórico

El Derecho Ambiental, esto es, el conjunto de disposiciones legales que regulan la interacción del hombre, sus instituciones y sus prácticas, con el entorno natural que lo rodea.

Al igual que otras ciencias jurídicas, el Derecho Ambiental ha tenido influjos a lo largo de la historia, las mismas que serán descritas a continuación:

  • Libro ""La Primavera Silenciosa"" de Rachel Carson: Fue publicado en 1962 y advirtió sobre de los efectos perjudiciales de los pesticidas en el medio ambiente. Así mismo, culpaba a la industria química de la creciente contaminación. Muchos científicos de aquella época calificaron al libro de ser Ciencia Ficción, sin embargo para muchas otras personas se trata del primer libro divulgativo sobre ecologismo y se ha convertido en un clásico de la concienciación ecológica.

  • Conferencia de Estocolmo de 1972: La Conferencia de Estocolmo emitió una Declaración con 26 principios y un plan de acción con 109 recomendaciones. Se fijaron algunas metas específicas: una moratoria de diez años a la caza comercial de ballenas, la prevención de descargas deliberadas de petróleo en el mar a partir de 1975, y un informe sobre los usos de la energía para 1975. La Declaración de Estocolmo sobre el Medio Humano y sus Principios formó el primer cuerpo de una legislación blanda para cuestiones internacionales relativas al medio ambiente.

  • Cumbre de la Tierra de 1992: Se llevó a cabo en Brasil, y reunió a mas de un centenar de jefes de Estado y de Gobierno. Se elaboró un documento con 27 principios en los cuales se definía claramente el concepto de desarrollo sustentable.

  • Protocolo de Kyoto: Es un acuerdo internacional el cual tiene como principal objetivo reducir gradualmente las emisiones de gases que causan el efecto invernadero.

No podemos negar que la acción de los seres humanos ha provocado paulatinamente una emergencia ambiental de carácter internacional, lo cual se demuestra principalmente en los cambios climáticos, el deterioro de la capa de ozono, la extinción de ciertas especiales, la deforestación, la pérdida de la biodiversidad, la contaminación del agua, suelo, y aire, etc. Precisamente por los motivos anteriormente citados, la tendencia actual en el mundo consiste en considerar al medio ambiente como un bien jurídico tutelado, el cual pueda ejercer sus derechos y convertir lo meramente escrito, en un instrumento para proteger los derechos de la naturaleza y la propia existencia humana.

El Ecuador ha manifestado ante otros países que debe existir mayor responsabilidad, en vista de las emisiones desproporcionadas de gases con efecto invernadero durante cientos de años por parte de países industrializados, incluso cuando ya existían herramientas científicas que indicaban que la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera estaba aumentando rápidamente y que aquello perjudicaría la salud de los seres vivos. El Ecuador ha sido testigo del desaparecimiento de sus glaciares y de las demás fuentes que suministran nuestra agua. El eventual aumento del nivel del mar afectaría la costa ecuatoriana, principalmente a Guayaquil.

El efecto invernadero es un hecho atmosférico natural que permite mantener la temperatura del planeta, mediante la retención de la energía solar. Sin embargo, el aumento desproporcionado de la concentración de dióxido de carbono proveniente del uso de combustibles fósiles ha provocado la intensificación del fenómeno y consecuentemente un aumento de la temperatura tierra, provocando el derretimiento de los polares e incrementando el nivel de los océanos.

El Ecuador es un Estado que pretende alcanzar el desarrollo económico y mejorar las condiciones de vida de sus habitantes, pero siempre comprometido con la conservación de la naturaleza, patrimonio y de humanidad. La propuesta ITT busca mantener y conservar la biodiversidad, buscando constantemente soluciones efectivas y equitativas que permitan el equilibrio entre el progreso y desarrollo, junto a la conservación ambiental.

La propuesta ecológica del ITT, la misma que se fundamenta enlograr conseguir beneficios económicos con mínimos riesgos de impacto ambiental, son técnicamente posibles, pues a través de la no explotación de petróleo en una zona de vital importancia biológica y cultural, se busca contribuir a la conservación de la biodiversidad y la lucha contra el cambio climático.

Impedir la explotación de petróleo en la zona de mayor diversidad del planeta, contribuye a la reducción del calentamiento global. Con esta política ambiental se busca demostrar al mundo que nuestra Patria busca demostrar al mundo un nuevo modelo de desarrollo, fundamentado en el respeto al medio ambiente, a las comunidades que habitan en aquellas zonas y logrando un desarrollo social del Ecuador. La visión antropocentrista del desarrollo ya está caduda y por lo tanto, debemos sentar las bases para un modelo de desarrollo sostenido y en consecución con los intereses de la humanidad. El Ecuador, a través del Ministerio del Ambiente es el responsable de proponer al mundo este innovador esquema de conservación y de uso sostenible de los recursos naturales y patrimoniales, basando dicha política en la corresponsabilidad ambiental internacional.

Ciertamente que el país deja de percibir una enorme cantidad de dinero al no extraer las incalculables reservas de petróleo, pero es importante señalar que nuestro país considera más importante la permanencia del crudo bajo tierra; y por ello, esperamos percibir una compensación de tipo económico, equivalente al precio del petróleo no explotado del campo ITT ubicado en el Yasuní.

El Ecuador es un país que depende principalmente de los recursos generados por la explotación de petróleo y se encuentra en búsqueda de apoyo de países, instituciones u organismos internacionales y ciudadanos responsables para lograr concretar el verdadero modelo de desarrollo sustentable. Por lo anteriormente mencionado la cooperación internacional con respecto al cambio climático, biodiversidad y desarrollo es materia que atañe a todos los Estados del mundo.

Es necesario continuar con la creación de proyectos efectivos que se puedan ejecutar y que promocionen un manejo responsable y respetuoso de la naturaleza. Por tal motivo, los gobiernos de otras naciones se han pronunciado con respecto a la propuesta ITT y califican al Ecuador como uno de los países mas comprometidos con el medio ambiente.

Iniciativa Yasuní-ITT

22 de abril de 2009, Día de la Tierra, cuatro marionetas gigantescas recorren las calles céntricas de Londres para recordarnos cuáles son los nuevos Jinetes del Apocalipsis: la roja encarna la guerra; la verde, el cambio climático; la blanca, los

"crímenes del dinero"; y, la negra, la pobreza.

Cada uno más dramático que el otro, el del cambio climático constituye –acaso porque puede terminar llevando de la mano a los otros tres- el jinete que supone el mayor desafío mundial para las generaciones de hoy, que ya sufren los primeros efectos pero cuya inacción puede volverlas responsables de los impactos que tendrá en el futuro.

El aumento de la temperatura, la elevación del nivel del mar y la frecuencia e intensidad de eventos extremos como las inundaciones, las sequías y los huracanes, que ya se han iniciado, tendrán efectos dramáticos en todo el planeta. Y, una vez más, los países en desarrollo seremos los más afectados.

A medida que el mundo se caliente, centenares de millones de personas verán afectados los elementos básicos de la vida: el acceso al agua, la producción de alimentos, la salud y el medio ambiente.

Pero aún estamos a tiempo de frenar el galope del jinete, si es que, desde ya, emprendemos conjuntamente medidas decididas y contundentes.

Ecuador se encuentra entre los países con alta vulnerabilidad al cambio climático.

Entre los efectos más severos se prevén la virtual desaparición de los glaciares andinos, la intensificación del fenómeno de El Niño y la sabanización de la Amazonía8.

EL EFECTO INVERNADERO

La luz solar que ingresa a la Tierra –superando el efecto albedo que provoca la atmósfera– se transforma en energía calórica que permite subir la temperatura de -22°C a +14°C, la temperatura media de la Tierra.

Este calor es retenido en la atmósfera gracias a 6 gases de efecto invernadero (vapor de agua, dióxido de carbono, metano, óxidos de nitrógeno, ozono y clorofluorcarbonados-CFC). Estos actúan como los vidrios en un invernadero: permiten el paso de la energía solar en forma de luz. Ésta, al chocar contra la superficie, se transforma en calor que no puede escaparse porque estos gases se lo impiden. Gracias a este principio físico la vida ha florecido en el planeta.

Desde hace 200 años, cuando se inició la Revolución Industrial, las actividades humanas han utilizado el carbón mineral, la madera, el gas y el petróleo como fuentes de energía. Cada vez más, mayores cantidades de estos elementos son quemados, produciendo emisiones de CO2 que se almacena en la atmósfera. Así, desde 1900 hasta el año 2000 la concentración de CO2 en la atmósfera pasó de 270 partes por millón (ppm) a 390 ppm. Como consecuencia, la temperatura media del planeta subió de 13,6°C a 14,4°C.

La mayor concentración de CO2 en la atmósfera también se produce por la destrucción de los bosques, que son grandes almacenadores de carbono por la acción de la fotosíntesis.

Si el uso de energías dependientes del carbono y la destrucción de los bosques continúa, llegaremos a calentamientos adicionales hasta finalizar el siglo XXI: de un mínimo de 1,8°C a 5,8°C. Los modelos climáticos indican que las actividades humanas son manejables si el aumento no pasa de los 2°C. Cualquier índice superior resultará devastador y catastrófico.

EL ORIGEN DEL PROBLEMA:

EL USO DEL CARBÓN COMO FUENTE DE ENERGÍA*

La fuente mayor de energía usada por la humanidad es la quema del carbón. El carbono es el elemento principal de la vida. Todo ser vivo tiene carbono en su estructura biomolecular. Este elemento se encuentra en la atmósfera en forma de CO2, en los mares como carbonatos y en la tierra como rocas carbonatadas, carbón, gas o petróleo.

A través de la fotosíntesis, toda la cobertura vegetal del planeta (bosques, praderas, tundras, páramos, fitoplancton) absorbe CO2 e incorpora el carbono a sus tejidos, liberando oxígeno. Luego, los herbívoros consumen vegetales y el carbono pasa a ser parte de esos organismos que lo devuelven a la atmósfera, a través de la respiración, y al suelo en forma de excrementos o descomposición.

El CO2 se disuelve en el agua y por tanto las aguas marinas lo albergan en grandes cantidades. En el fondo de los mares se acumulan los cuerpos de organismos marinos muertos que, luego de su descomposición, se transforman en rocas carbonatadas. También las rocas carbonatadas superficiales pasan al mar por la acción de la erosión. Así se cierra el ciclo del carbono.

Los grandes reservorios de carbono y el impacto de la actividad humana. Por lo tanto, los grandes reservorios de carbono son: (1). Los océanos (66 %); (2). Los continentes (gas, petróleo, carbón mineral, bosques, etc) (33 %); y (3) La atmósfera (1 %);

Las actividades humanas están incrementando dramáticamente el contenido de carbono en la atmósfera porque se está liberando el carbono acumulado tanto en la cobertura vegetal cuanto en los reservorios de petróleo, gas y carbón.

* Sevilla, Roque (2009). Consejo Administrativo y Directivo (CAD) de la Iniciativa Yasuní ITT, Quito, Ecuador.

EL CALENTAMIENTO GLOBAL EN CIFRAS

De continuar las tendencias actuales, el costo económico del calentamiento global puede llegar al 20% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial. Sin embargo, todavía podemos prevenir sus efectos más severos. Con una inversión oportuna equivalente al 1 % del PIB mundial, se puede limitar el incremento de temperatura hasta 2°C y mantener la concentración de Gases de Efecto Invernadero

(GEI) bajo 550 partes por millón (ppm). Este esfuerzo, sin embargo, requiere de un cambio sustancial en la economía mundial: disminuir las emisiones actuales en un 80 %, alcanzando al menos una reducción del 25% hacia 20501.

Aunque el Protocolo de Kioto (PK) y otros esfuerzos internacionales por mitigar el cambio climático han logrado importantes resultados, éstos han sido claramente insuficientes frente a la magnitud del desafío. El PK se propuso reducir las emisiones globales de GEI al 95% de su valor en 1990.

Desafortunadamente en 2006 las emisiones mundiales de CO2 por quema de combustibles fósiles se encontraban todavía un 35 % sobre las de 1990 y continuaban ascendiendo a un ritmo del 3% anual2.

La quema de combustibles fósiles es la principal fuente de emisiones de GEI y proviene sobre todo de los países industrializados (65 %). Sin embargo, la deforestación, que se origina fundamentalmente en países tropicales en desarrollo, aporta con el 18 % del total.

El enorme desafío global necesario para revertir estas tenencias va más allá del PK y demanda la acción conjunta y coordinada de todo el mundo, incluyendo los países en desarrollo, que en la actualidad no tienen compromisos vinculantes. "Incluso si el mundo rico asume toda su parte de la responsabilidad y logra imponer recortes absolutos de las emisiones de hasta un 60-80 % para el año 2050, los países en vías de desarrollo no están exentos de emprender su cuota de medidas igualmente significativas"3.

Un país pequeño, una gran propuesta

Como dice Nicholas Stern, "incluso si el mundo rico asume toda su parte de la responsabilidad y logra imponer recortes absolutos de las emisiones de hasta un 60-80% para el año 2050, los países en vías de desarrollo no están exentos de emprender su cuota de medidas igualmente significativas".

Ecuador se ha propuesto cumplir con su cuota de responsabilidad y enfrentar el reto que supone hacerlo. Ante la reciente confirmación de grandes yacimientos de crudos pesados en el campo Yasuní-ITT (Ishpingo-Taqmbococha-Tiputini), que contiene el 20% de las reservas petroleras del país, en septiembre de 2007 el Presidente de la República del Ecuador, Rafael Correa, presentó ante las Naciones Unidas una decisión valiente: mantener el crudo del campo ITT indefinidamente bajo tierra, si la comunidad internacional –asumiendo su cuota de corresponsabilidad– contribuye con al menos la mitad de las utilidades que recibiría el Estado en el caso de explotar ese crudo.

"Ecuador ha traído una propuesta concreta e innovadora para contribuir a la reducción de emisiones de CO2 y a la conservación de la biodiversidad con nuestro proyecto Yasuní-ITT"9, manifestó en esa ocasión el presidente.

La iniciativa plantea el compromiso de no explotar 846 millones de barriles de reservas probadas de crudo pesado10 y así evitar la emisión de 407 millones de toneladas métricas de CO2 provenientes de la quema de combustibles fósiles.

"Éste sería un extraordinario ejemplo de acción colectiva mundial –expresó el presidente Correa–, que permita no solo reducir el calentamiento global para beneficio de todo el planeta, sino también inaugurar una nueva lógica económica para el siglo XXI, donde se compense la generación de valor y no solamente la generación de mercancías".

LA INICIATIVA YASUNÍ-ITT: UNA PROPUESTA CREATIVA,

HOLÍSTICA Y REVOLUCIONARIA

En 1972 Ecuador se convirtió en exportador de petróleo y desde entonces este producto ha sido el principal eje de su economía. Pero los impactos sociales y ambientales de la actividad petrolera han sido significativos.

Junto al calentamiento global, otra enorme amenaza ambiental a la que está sometido el Planeta es la pérdida de la biodiversidad. Ecuador es uno de los 19 países megadiversos del mundo y se distingue también por la riqueza y variedad de sus culturas indígenas.

La Iniciativa Yasuní-ITT es una propuesta holística y revolucionaria porque además de atacar los dos grandes problemas citados en su verdadero origen –el uso del carbono como fuente de energía– también aspira a combatir la pobreza y la desigualdad en el país. Representa, asimismo, una oportunidad para que países petroleros no desarrollados, como Ecuador, puedan salir de la economía extractiva y busquen oportunidades de desarrollo dignas mediante el uso sostenido de sus recursos naturales.

La Iniciativa

??Ataca el calentamiento global al impedir que las reservas de carbono lleguen a contaminar la atmósfera. Se trata de no utilizar ese recurso, dejar el petróleo y el gas eternamente bajo tierra y, en el caso de los bosques, de garantizar su conservación como grandes reservorios de carbono. Los programas masivos de reforestación, aforestación y recuperación natural de bosques permiten absorber

CO2 de la atmósfera.

Por otro lado, la reducción del petróleo en la generación energética y producción industrial, y su cambio por tecnologías limpias de carbono para la industria y los hogares reduce también las emisiones de CO2. Así, Ecuador puede avanzar hacia un proceso alternativo, equitativo y sustentable de desarrollo.

??Combate la pérdida de la biodiversidad, porque garantiza la protección y manejo sustentable del 38% del territorio ecuatoriano, que conserva la máxima biodiversidad del Planeta. También garantiza la supervivencia de los dos últimos pueblos –los Taromenane y los Tagaeri– que viven en aislamiento voluntario en el Ecuador.

??Combate la pobreza y la desigualdad porque prioriza la inversión en educación, capacitación, salud, desarrollo de tecnologías sustentables y actividades económicas no extractivas que favorezcan a los sectores más pobres y marginales en las áreas de influencia de los proyectos.

En definitiva, se trata de una iniciativa cuyo enfoque integrador busca tres objetivos simultáneos y complementarios: mitigar las emisiones de CO2, proteger la biodiversidad y reducir la pobreza en Ecuador. Estos objetivos coinciden con las

Metas de Desarrollo del Milenio y las refuerzan.

Para viabilizarla, el Estado ecuatoriano asumiría inicialmente hasta el 50% del costo de oportunidad del uso del petróleo.

DAR PARA RECIBIR…

En reciprocidad por la decisión ecuatoriana de mantener indefinidamente el petróleo del campo Yasuní-ITT bajo tierra, se recibirán aportes internacionales que conformarán un fondo de capital administrado por un fideicomiso internacional con la participación de los principales contribuyentes.

El capital del fondo se invertirá especialmente en acciones preferentes de renta fija para la expansión en la generación renovable de energía en Ecuador, aprovechando el enorme potencial hidroeléctrico, geotérmico, eólico y solar del país, superando la dependencia de combustibles fósiles, que cubren aproximadamente el 47% de la generación actual de energía. Este fondo permitirá al Estado recibir intereses a perpetuidad, que serán invertidos con cuatro fines, en concordancia con los lineamientos del Plan Nacional de Desarrollo11:

  • 1. La conservación efectiva y deforestación evitada de 40 áreas protegidas –que suman 4.8 millones de hectáreas– y el manejo adecuado de 5 millones de hectáreas de zonas naturales bajo propiedad de comunidades indígenas y afroecuatorianas. El área total protegida alcanza el 38% del territorio ecuatoriano, el porcentaje más alto del mundo. La conservación adecuada del Parque Yasuní permitirá también que los pueblos Tagaeri y Taromenane continúen en aislamiento voluntario.

2. La regeneración natural, reforestación y aforestación de un millón de hectáreas de bosques manejados por pequeños propietarios –en suelos que actualmente están amenazados por la degradación– y la reducción sustancial de la tasa actual de deforestación, considerada una de las mayores en Sudamérica.

3. El aumento de la eficiencia energética nacional y el ahorro de energía.

4. El desarrollo social las zonas de influencia de los tres objetivos anteriores, con programas de educación, salud, capacitación, asistencia técnica y generación de empleo productivo en actividades sustentables, como el ecoturismo y la agroforestería.

Dicho de otro modo, el fondo de capital Yasuní-ITT genera nuevos mecanismos de reducción y captación de emisiones mediante las inversiones en deforestación evitada, reforestación, desarrollo de fuentes renovables de energía y aumento de la eficiencia energética del país. Algunas de estas reducciones, como el desarrollo de fuentes alternativas de energía, caben dentro de los actuales Mecanismos de

Desarrollo Limpio (MDL) y otras, como la deforestación evitada (REDD), están en proceso de aceptación en el marco de las discusiones post-Kioto.

Las emisiones de CO2 evitadas por la conservación del petróleo bajo tierra alcanzan 407 millones de toneladas. Los proyectos adicionales financiados por el capital del fondo pueden mitigar más de 820 millones de toneladas en los próximos 30 años, mediante la deforestación evitada, reforestación y cambio en la producción y demanda de energía en el Ecuador, triplicando el efecto inicial.12

La biodiversidad del Parque Nacional Yasuní

El Parque Nacional Yasuní ha sido considerado uno de los lugares de mayor biodiversidad en el Planeta. Fue creado en 1979 y declarado por la UNESCO como Reserva Mundial de la Biósfera en 1989. Alcanza 982.000 ha en la cuenca del alto Napo en la Amazonía occidental. Su ubicación estratégica, cercana a la línea equinoccial y a la cordillera de los Andes, le proporciona condiciones climáticas únicas en la Amazonía, con temperatura y humedad relativamente uniformes y elevadas.

Los científicos concuerdan en el valor único del Parque por su extraordinaria biodiversidad, estado de conservación y patrimonio cultural. Con 2.274 especies de árboles y arbustos, el parque alberga en una sola hectárea a 655 especies: más del total de especies nativas de árboles de Estados Unidos y

Canadá. Se han reportado 593 especies de aves, lo que lo convierte en uno de los lugares más diversos del mundo. Existen también 80 especies de murciélagos, 150 de anfibios y 121 de reptiles, así como más de 4.000 especies de plantas vasculares por 1'000.000 ha. El número de insectos, estimado en 100.000 especies por hectárea, es el mayor del Planeta. Entre todas estas especies existe un alto grado de endemismo.

El parque concentra las máximas densidades de especies en anfibios, mamíferos, aves y plantas en la Amazonía. Además, la elevación de temperatura prevista por el cambio climático será comparativamente moderada, dotándole de una importancia estratégica para la conservación futura de especies. Los valores únicos del Parque se explican por varias razones: la estabilidad de su clima, la elevada precipitación y la temperatura alta y regular en distintas estaciones. La diversidad de sus suelos origina distintos ecosistemas en tierras firmes e inundables. También se ha mencionado que su territorio fue un refugio en el Pleistoceno. En ese período geológico las glaciaciones enfriaron drásticamente el clima planetario, convirtiendo a la mayor parte de la Amazonía en una pradera. Las especies se concentraron en los pocos lugares –"los refugios del Pleistoceno"– donde se mantuvo la selva, como en el Yasuní, produciéndose el proceso de especiación o evolución diferenciada de nuevas especies. El Pleistoceno se inició hace 1.8 millones de años y terminó hace 10.000 años.

El Parque Nacional Yasuní es además el hogar de dos grupos indígenas que han optado por el aislamiento voluntario respecto de la cultura occidental: los Tagaeri y los Taromenane, ambos pertenecientes a la cultura Waorani.

La excepcional y única riqueza del parque se encuentra actualmente amenazada por problemas como la actividad petrolera, la acelerada deforestación que ha sufrido la Amazonía ecuatoriana y la construcción de carreteras.

Los pueblos indígenas del Parque Nacional Yasuní

Dentro del Parque Nacional Yasuní viven varios grupos indígenas: Kichwa o Naporuna, Waorani, Tagaeri y Taromenane. Los indígenas de la nacionalidad Waorani, que han habitado desde tiempos remotos en la Amazonía ecuatoriana y peruana y ocupan la mayor parte del Parque Nacional Yasuní, pasaron de ser considerados "humanos" a ser vistos como salvajes con el contacto con la cultura occidental, ya que en su idioma el wao tededo, waorani significa "verdaderos humanos". Existen reportes de los primeros misioneros y expedicionarios que se referían a los Waorani como "aucas", que en kichwa significa "salvajes", ya que no aceptaban ningún contacto y atacaban a los extraños que invadían sus territorios. Su fama de guerreros es muy conocida por las historias de enfrentamientos con otros pueblos y entre clanes Waorani. Eran cazadores-recolectores que se autoabastecían y formaban alianzas basadas en el parentesco.

Los Waorani se han caracterizado por su aislamiento y contacto forzado. Su subsistencia se basaba en la caza, recolección y agricultura itinerante; han sobrevivido al asedio de otras culturas indígenas y de la civilización occidental internándose en planicies interfluviales, como la comprendida entre los ríos Napo y Curaray. El contacto se inicia en 1956 con el Instituto Lingüístico de Verano (ILV) y comienza un trabajo por reducirlos a 16.000 hectáreas en el "Protectorado Waorani", donde muchos subsisten hasta la actualidad, acosados por la pobreza y la marginación. Los impactos de la actividad petrolera y la extracción maderera en esta cultura han sido profundos. Algunos pueblos han optado por una situación de aislamiento, como los Tagaeri y Taromenane, que sobreviven en la zona media y baja de la Reserva de Biosfera del Yasuní y en la Zona Intangible, al sur del territorio Waorani y del Parque Yasuní.

Los Tagaeri y los Taromenane viven de acuerdo a su cultura en sus territorios tradicionales, pero en una situación de extrema fragilidad debido a su vulnerabilidad, desprotección y asimetría frente al avance de la cultura occidental, que se ha traducido en la colonización de sus territorios, evangelización, comercio ilegal de madera, extracción de recursos naturales no renovables y otras actividades legales como el turismo y la investigación científica.

Tagaeri es un nombre usado para designar al clan de Tagae, un guerrero Waorani que optó por el asilamiento. A uno o varios grupos cercanos culturalmente, con un idioma muy semejante y con un parentesco probablemente mucho más lejano, se los llama Taromenane. Estos grupos han sido víctimas de repetidas matanzas y actualmente las amenazas a su integridad física provienen de la intervención petrolera, el tráfico de madera y de animales, y las incursiones a sus territorios de militares, colonos, turistas, indígenas kichwas e incluso algunos Waorani enemistados con ellos. Por el territorio que ocupan, las casas observadas y los indicios de su presencia, según testimonios de los propios Waorani, de madereros y petroleros, se calcula que constituyen una población de entre 80 y 300 personas.

Muchos de los Waorani describen a los Taromenane como criaturas casi mitológicas, gigantes, parecidas pero diferentes. Se mantienen escondidos, inclusive cocinan en la noche para no ser avistados a causa del humo. No representan una amenaza para nadie, excepto para los intrusos que atentan contra su aislamiento.

El Estado ecuatoriano ha garantizado los derechos de los pueblos indígenas, especialmente el derecho a mantener, desarrollar y fortalecer su identidad y sus tradiciones; a no ser desplazados de sus tierras; a sus ecosistemas, conocimientos y prácticas de medicina tradicional; a la protección de los lugares rituales y sagrados, plantas, animales, minerales y ecosistemas de interés vital1. La Constitución, en su artículo 56, menciona por primera vez a los pueblos en aislamiento voluntario que habitan en el Yasuní: "Los territorios de los pueblos en aislamiento voluntario son de posesión ancestral irreducible e intangible, y en ellos estará vedada todo tipo de actividad extractiva. El Estado adoptará medidas para garantizar sus vidas, hacer respetar su autodeterminación y voluntad de permanecer en aislamiento, y precautelar la observancia de sus derechos. La violación de estos derechos constituirá delito de etnocidio, que será tipificado por la ley".

La Zona Intangible Tagaeri-Taromenane (ZITT) tiene un territorio de 758.000 hectáreas que se creó para dar un espacio mínimo de subsistencia a los pueblos aislados, logrando frenar las actividades extractivas. Desde 2008 el gobierno ecuatoriano realiza acciones de protección de los pueblos aislados frenando las actividades que los amenazan.

Las reservas petroleras del campo Yasuní-ITT y las emisiones evitadas de CO2

El potencial petrolero del bloque ITT alcanza, de acuerdo a estimaciones recientes1, 846 millones de barriles recuperables de crudo pesado de 14.7oAPI. La explotación petrolera de este campo supondría la producción de aproximadamente 107.000 barriles diarios durante 13 años, y luego los pozos entrarían en su fase declinante por doce años adicionales. Aunque las reservas probadas del campo ITT alcanzan 944 millones de barriles, existen reservas posibles adicionales de 1.530 millones, cuyo valor permanece incierto debido a que no se ha realizado prospección sísmica 3D.

La Iniciativa Yasuní-ITT implica el compromiso internacionalmente vinculante de Ecuador para mantener indefinidamente bajo tierra las reservas petroleras del campo ITT. De esta forma se evita la emisión a la atmósfera de 407 millones de toneladas métricas de CO2, que se producirían por la combustión del petróleo extraído. El valor real de las emisiones evitadas es mayor si se incluyen los efectos de la deforestación asociada directa e indirectamente a la extracción petrolera, las emisiones de la explotación y la construcción de infraestructura, el metano originado en la ganadería en áreas colonizadas, y otras fuentes.

El valor de las emisiones evitadas de CO2 en el ITT es considerable: supera a las emisiones anuales de Brasil (332 millones de TM) y Francia (373 millones de TM), y equivale a las de Ecuador (29 millones) durante 13 años2. Tomando como referencia el valor de los Certificados de Reducción de Emisiones (CER) en el mercado europeo reciente, de 17.66 (25 de mayo de 2009) dólares por tonelada métrica, el valor económico de las emisiones evitadas por la iniciativa alcanzaría los 7.188 millones de dólares3.

La conservación de la biodiversidad

La biodiversidad no solamente tiene un valor intrínseco, sino que constituye el origen mismo de nuestra existencia como especie. Los beneficios de los ecosistemas en la regulación del clima, el aprovisionamiento de agua, la provisión de alimentos, leña, recursos farmacéuticos y otros bienes renovables favorecen directamente a 1.600 millones de personas en el mundo, principalmente en los países en desarrollo1.

Las selvas tropicales constituyen la mayor reserva de biodiversidad del Planeta, albergando al 28% de todas las especies terrestres de vertebrados y a una proporción aún mayor de invertebrados y otras especies vivientes2.

La Amazonía es la mayor selva tropical del mundo. Ecuador, que comparte la selva Amazónica y tiene además 16 ecosistemas distintos con una amplia variedad de climas, ocupa el primer lugar en el Planeta por el número de vertebrados por unidad de superficie –el segundo contando únicamente las especies endémicas– y se encuentra en las primeras posiciones por el número absoluto de especies de anfibios, aves y mariposas3.

Las acciones humanas durante los últimos 50 años han afectado severamente la biodiversidad, en particular en los bosques tropicales. Las tasas actuales de extinción de especies son 1.000 veces mayores que las provenientes de razones naturales4, constituyendo la mayor amenaza para la biodiversidad planetaria desde la extinción de los dinosaurios, hace 65 millones de años. El deterioro global de la biodiversidad ha sido estimado en un 30% entre 1970 y 2005, a partir del conteo de poblaciones de un alto número de especies representativas. Este problema es más grave aún en los ecosistemas tropicales, donde la declinación alcanza el 51% (véase el Gráfico 1).

El calentamiento global agravará esta situación. Según Stern5, un incremento de temperatura global entre 1 y 2°C –considerado como moderado– puede conducir a la extinción de una fracción de entre el 15 y el 40% de las especies existentes. En el caso particular de la Amazonía, en ausencia de medidas efectivas, el calentamiento global y la deforestación podrían convertir del 30 al 60% del bosque tropical del Amazonas en sabana, con un gran impacto en el clima y la biodiversidad del mundo6.

La Iniciativa Yasuní-ITT promueve no solamente la conservación del Parque Nacional Yasuní, sino también de las 40 áreas protegidas de Ecuador y de las 5 millones de hectáreas en manos de las comunidades indígenas que, juntas, representan el 38% del territorio ecuatoriano.

Gráfico 1

Índices Planeta Vivo: 1970-2005

edu.red

Nota: los índices se basan en el conteo de 5.000 poblaciones de 1.686 especies de mamíferos, aves,

reptiles, anfibios y peces en todo el mundo desde 1970.

Fuente: WWF. Living Planet Report, Gland: WWW International, 2008.

Hacia un desarrollo humano y equitativo: superando la pobreza

La producción mundial actual permite la satisfacción de las necesidades básicas de toda la humanidad. En efecto, el ingreso global por habitante, que alcanza los 6.954 dólares1, supera en más de 8 veces la línea de pobreza y permitiría con holgura, de mediar una adecuada redistribución social de la riqueza, la eliminación de la pobreza mundial. Sin embargo, de acuerdo a la información más reciente del Banco Mundial, 2.600 millones de personas, que equivalen al 40% de la población del Planeta, están afectadas por la pobreza y, entre ellas, 1.000 millones viven en condiciones de extrema pobreza2.

Aunque la pobreza se ha reducido desde 1981, su mayor declinación ha ocurrido en China. Los avances en América Latina han sido moderados y el África sufre un estancamiento grave. De acuerdo al PNUD, las perspectivas de cumplimiento de las metas del milenio para el 2015, que incluyen la reducción de la extrema pobreza a la mitad respecto de su valor en 1990, son limitadas, con excepción de India y China.

Exceptuando los dos países mencionados, la desigualdad social entre los países del mundo se ha incrementado, con un aumento del coeficiente de Gini3 de 0.47 en 1980 a 0.52 en 2000. Además, la proporción del ingreso por habitante de África y Latinoamérica respecto de los países industrializados ha declinado persistentemente entre 1980 y 2001. En el África subsahariana esta cifra desciende del 3,3% al 1,9% y en América Latina declina del 18% al 12,8%4.

Este proceso de incremento de la desigualdad social en el mundo se ha acentuado con la globalización.

Además de la desigualdad entre países, existen grandes diferencias sociales entre personas al interior de los países. América Latina ha sido considerada como la región de mayor desigualdad social en el mundo y la evidencia confirma que estas desigualdades han tendido a profundizarse en las últimas décadas. El coeficiente de Gini del ingreso por habitante ha aumentado en América Latina de 0.48 en los años 1970 a 0.52 en los 19905.

Un riguroso estudio de la Universidad de las Naciones Unidas6 concluye que:

  • 1. El 1% más rico de la población mundial concentra casi un tercio de la riqueza mundial (31,6%) y el 10% más rico acapara más de dos tercios (71%).

2. En el otro extremo, la mitad más pobre de personas en el mundo apenas posee el 3,7% de la riqueza y el 10% más pobre apenas accede al uno por mil de los bienes del mundo.

Desde esa perspectiva y en lo que a Ecuador concierne, la Iniciativa Yasuní-ITT se propone prioritariamente el desarrollo humano sustentable en todas las zonas en que se lleven a cabo los proyectos de la Iniciativa, mediante inversiones en educación, salud, vivienda y en la generación de empleo productivo en proyectos sustentables. Todo esto en armonía con la naturaleza, es decir superando el carácter principalmente extractivista del actual modelo de desarrollo, que depende de la explotación del petróleo y de los bosques. De esta forma se facilitará el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

EL FONDO DE CAPITAL Y SU GARANTÍA

El capital de la contribución internacional requerida debe alcanzar, como mínimo, la mitad de los beneficios que recibiría el Ecuador en caso de explotar el petróleo del campo Yasuní-ITT. Las inversiones a realizarse constituyen la garantía del Fondo y es conveniente que en el futuro su capital tenga un valor cercano al del dióxido de carbono almacenado, para reducir el incentivo que pudiesen tener los próximos gobiernos para devolver los fondos y explotar el petróleo

En el caso improbable de que un futuro gobierno decidiera explotar el petróleo del campo Yasuní-ITT, se activaría la garantía de los CGY y el Fondo devolvería los aportes en forma de inversiones, suspendiendo la inversión del capital en proyectos energéticos y la entrega de intereses al Ecuador. Esto tendría lugar cinco años antes de que se inicie la producción petrolera en el campo, debido al tiempo que requieren la prospección e inversión petroleras.

Los precios del petróleo han fluctuado ampliamente en el pasado y son muy difíciles de predecir. Para evitar la incertidumbre se ha optado por estimar el valor del capital que cubriría el costo de oportunidad, partiendo de los precios actuales de los créditos de carbono y actualizar esta estimación cada año.

Bajo las actuales condiciones, con el precio del crudo marcador WTI en 61.21 dólares (mayo 25 de 2009), los beneficios del Estado por la explotación del crudo

ITT alcanzarían un valor presente de US$ 6.979 millones, empleando una tasa social de descuento del 6% anual.

Partes: 1, 2
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