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Políticas ambientales en el ecuador de acuerdo a la constitución (página 2)

Enviado por Fernando Cevallos


Partes: 1, 2

El valor de mercado de las emisiones de CO2 evitadas alcanza una magnitud comparable, de 7.188 millones de dólares, si se toma como referencia los precios actuales de los CER en el mercado europeo (ETS)13. Su valor presente neto alcanza los 5.092 millones de dólares, con una tasa social de descuento del 6% anual.

Los beneficios para el Estado provenientes de los intereses de este fondo percibidos a perpetuidad y de las emisiones evitadas y reducidas adicionales en conservación, reforestación y desarrollo de energías limpias, alcanzan un valor presente de US$ 7.236 millones. US$ 5.569 millones provienen de los intereses del fondo y US$ 1.667 de sus beneficios indirectos14.

El petróleo en la economía ecuatoriana

Desde 1972 el petróleo se convirtió en el eje central de la economía de Ecuador y continúa manteniendo una importancia fundamental. En efecto, los hidrocarburos representan el 53% de las exportaciones totales del país y las rentas petroleras han financiado en promedio el 26% de los ingresos del Estado entre 2000 y 2007. La dependencia del petróleo, sin embargo, ha conducido a graves problemas económicos, sociales y ambientales. El crecimiento del ingreso por habitante entre

1982 y 2007 apenas ha alcanzado el 0,7% anual, la pobreza afecta al 38% de la población nacional y el 13% se encuentra en una situación de extrema pobreza. El 53% de la fuerza de trabajo está subempleada y el desempleo alcanza el 8%. La explotación petrolera ha conducido a un significativo deterioro ambiental en la Amazonía. La deforestación afecta a 198.000 hectáreas por año, con una tasa anual del 1,4%, una de las más altas en América Latina.

En general, numerosos estudios confirman las grandes limitaciones de los países con economías basadas en la exportación de petróleo para alcanzar un desarrollo adecuado1.

La vulnerabilidad futura de la economía ecuatoriana es aún mayor, ya que las reservas probadas de petróleo permitirán no más de 30 años de explotación. El país requiere emprender una transición hacia una nueva estrategia de desarrollo que se base en su generosa biodiversidad y amplia herencia cultural y la mantenga de modo sustentable. La Iniciativa Yasuní-ITT representa el punto de inflexión hacia esta exigencia histórica.

Fuentes de capital

Los aportes al fondo de contribución internacional para el mantenimiento bajo tierra de las reservas del campo ITT provendrán de dos principales fuentes: contribuciones voluntarias y transacciones referenciales ligadas al mercado de carbono.

Las contribuciones voluntarias pueden proceder de:

a) Gobiernos de países amigos y organismos internacionales multilaterales. — Aportes provenientes de subastas de permisos de emisión o de impuestos al carbono. — Otras donaciones. — Canjes de deuda por conservación. — Proyectos específicos en fuentes renovables de energía, deforestación evitada, conservación y desarrollo social.

b) Contribuciones de organizaciones de la sociedad civil.

c) Contribuciones de empresas con responsabilidad social y ambiental.

d) Contribuciones de ciudadanos de todo el planeta, incluyendo el Ecuador.

Los aportes de mercado provendrán de la venta de créditos de carbono por emisiones evitadas al mantener inexplotados los combustibles fósiles, como mecanismo alternativo o previo al de las subastas de permisos de emisión. Este mecanismo no existe actualmente y se propone su creación como un proyecto piloto.

Todas estas contribuciones se recibirán a cambio de la garantía del Estado ecuatoriano de mantener indefinidamente las reservas petroleras del campo ITT bajo tierra. El Estado emitirá Certificados de Garantía Yasuní (CGY) por el valor nominal de las compensaciones hasta alcanzar el monto de las 407 millones de toneladas de dióxido de carbono no emitidas. El respaldo real de la garantía será el monto de las inversiones realizadas con el fondo de capital.

Participación de los CGY en los mecanismos actuales de mitigación del cambio climático

La Unión Europea mantiene un liderazgo en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Sus metas avanzan más allá de los compromisos globales en el PK (reducir para 2012 las emisiones en un 5,2% respecto de las de 1990) y plantean reducciones del 20% para 2020 y del 50% hasta 2050. Estos objetivos se pueden reforzar, dentro del Acuerdo Marco para Cambio Climático, con la participación de los países en desarrollo, en un esquema de responsabilidades compartidas y diferenciadas15.

El mercado europeo de créditos de carbono ETS ha crecido considerablemente y representa el 70% del total mundial. El valor de la tonelada métrica de CO2 ha fluctuado entre 12 y 30 euros a partir de 2006 y el volumen comercializado alcanzó 4 gigatoneladas16 en 2008, equivalentes a US$ 118 mil millones, valor casi cuatro veces superior al de 2006 (véase el Gráfico 2). El precio promedio por tonelada de

CO2 en el mercado ETS fue de US$ 32,5 en 2008. Sin embargo, en el mercado voluntario tanto los precios cuanto los volúmenes transados son sustancialmente

menores17.

edu.red

Ecuador plantea un mecanismo innovador para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI): evitar la explotación de reservas de combustibles fósiles en áreas de alta sensibilidad ambiental en países megadiversos en desarrollo. Esta nueva vía no está contemplada dentro de las actuales regulaciones de los mercados de carbono, vigentes para los MDL.

Ecuador propone a los países que apoyen la Iniciativa Yasuní-ITT:

1. El aporte al fondo internacional Yasuní-ITT, con recursos que pueden provenir de las futuras subastas de permisos de emisión (EUA) (Directiva EU del 23 de Abril del 2009), de impuestos a la emisión de CO2, como los creados en Suecia y

Slovenia fijados al transporte y la agricultura, o de otras fuentes.

2. Para norteamérica, el reconocimiento formal de los CGY como créditos de carbono y su integración como un proyecto piloto, bajo condiciones específicas, en el mercado de carbono. Los certificados de emisiones evitadas Yasuní (CGY)

no se añadirán al total de los permisos vigentes de emisión, sino que serán una parte de ellos. De esta forma estos certificados no aumentarán el total de emisiones permitidas.

3. Otros aportes ligados a las metas específicas de la iniciativa. Se establecerá así una nueva forma de reducción de emisiones que, de tener éxito, puede aplicarse en el futuro a otros países en desarrollo que, siendo megadiversos, opten por evitar indefinidamente la explotación de combustibles fósiles en áreas de alta sensibilidad ambiental o cultural.

Aportes por países

Ecuador espera los principales aportes de países industrializados, que se encuentran en el Anexo I del Protocolo de Kioto. Al dividir el aporte total esperado por países, en función de su producto interno bruto, con un período de 13 años de contribuciones, se ha obtenido el cuadro 1, que no excluye aportes de otros países.

REDUCCIONES ADICIONALES DE EMISIONES FINANCIADAS POR EL FONDO YASUNÍ-ITT: CÍRCULOS VIRTUOSOS DE LA INICIATIVA

El capital del Fondo Fiduciario será invertido principalmente en acciones de renta fija (acciones preferentes con rendimiento garantizado al 7% en los proyectos de generación eléctrica sustentables: hidroelectricidad, energía geotérmica, eólica, solar).

Los intereses que estas inversiones generen financiarán los proyectos de:

1. Conservación y deforestación evitada del 38% del territorio nacional.

2. Reforestación y aforestación de 1 millón de hectáreas,

3. Aumento de la eficiencia en el consumo energético nacional.

4. Desarrollo social y producción sustentable de las poblaciones que viven en las zonas de influencia de los proyectos, localizadas especialmente en la Amazonía.

Todos estos objetivos, excepto el último, reducen directamente emisiones de GEI, y pueden generar proyectos MDL, actualmente reconocidos por el Protocolo de Kioto, o inscribirse como programas de deforestación evitada, dentro de mecanismos REDD, propuestos en las discusiones post-Kioto

Según la consultora Silvestrum1 (2009, p. 41), los proyectos evitarían o reducirían la emisión de 820 millones de toneladas de CO2, sin incluir los aportes de cambio en la oferta y demanda de energía:

edu.red

La deforestación actual en Ecuador ha sido estimada en 198.000 ha por año. El proyecto plantea eliminar la deforestación en forma gradual durante un período de 30 años. Las emisiones evitadas alcanzan 777 millones de TM de CO2, con un valor presente de 1.280 millones de dólares, a un precio de US$ 5 por TM.

La progresiva eliminación de la generación termoeléctrica en Ecuador y su reemplazo por fuentes renovables (hidroeléctrica, geotérmica, eólica y solar) evitará la emisión de 43 millones de TM de CO2, y tiene un valor presente de 263 millones de dólares, a un precio de 17.66 dólares por TM. El aumento de la eficiencia energética aportará con reducciones adicionales, de forma que la Iniciativa Yasuní-ITT puede contribuir en total con al menos 1.000 millones de TM adicionales de emisiones reducidas o evitadas durante los próximos 30 años.

Algunos aportes a la Iniciativa pueden contribuir directamente a los proyectos específicos en las líneas mencionadas, adquiriendo la forma de créditos de inversión en mitigación, como lo han propuesto consultores internacionales2. En resumen, la Iniciativa propone la retención bajo tierra de 407 millones de toneladas de CO2 y con el producto de la contribución internacional logra mitigar más de 820 millones de toneladas adicionales, triplicando su efectividad.

¿CÓMO SE INVERTIRÁ EL CAPITAL DEL FONDO YASUNÍ-ITT?

Las inversiones del fondo Yasuní-ITT deben tener un riesgo razonable mínimo y generar los intereses que se destinarán a los proyectos de desarrollo previstos en la Iniciativa. Serán susceptibles de recibir esas inversiones aquellos proyectos que se enmarquen en las líneas de acción previstas en la Iniciativa, impliquen un riesgo medido, tengan una conservadora rentabilidad y, al mismo tiempo, contribuyan al desarrollo sustentable del país.

En esta línea se inscriben inversiones futuras en proyectos hidroeléctricos, geotérmicos, eólicos y solares en los que Ecuador tiene actualmente un alto potencial de desarrollo de fuentes renovables. El fondo Yasuní-ITT puede adquirir acciones preferentes en ellos, si es que reúnen las condiciones necesarias para la inversión. Este tipo de acciones permiten obtener una rentabilidad fija predeterminada, independientemente de las utilidades de la empresa. La tasa de rendimiento fija a convenirse dependerá de las características del proyecto, mantendrá un riesgo mínimo y permitirá al Estado percibir, con seguridad, los intereses del fondo. Al mismo tiempo, estas inversiones contribuirán al desarrollo sustentable del país y generarán nuevas reducciones de dióxido de carbono.

La administración del fideicomiso internacional será asumida por un organismo internacional como las Naciones Unidas, alguna de sus agencias, como el PNUD, o el Banco Interamericano de Desarrollo.

Hacia un modelo de desarrollo sustentable en Ecuador

La economía ecuatoriana depende del petróleo y las reservas probadas permitirán entre 25 y 30 años de explotación futura. El desarrollo de fuentes renovables de energía se encuentra rezagado, de modo que casi la mitad de la energía eléctrica del país es generada por hidrocarburos.

En 2007 la producción de petróleo cayó por primera vez en un 5,6%. Frente al aumento de las importaciones y el consumo interno, las exportaciones netas disminuyeron en un 11,6% en volumen. Esta situación muestra el inicio de la inevitable declinación en la capacidad productiva de petróleo en el país. En realidad, la producción estatal de los campos maduros de Petroecuador (Auca, Sacha, Shushufindi y Lago Agrio) se ha reducido de 280.000 barriles diarios en 1994 a cerca de 170.000 en 2007 (véase el Gráfico 3), pero esta caída ha sido compensada con la producción creciente de crudos pesados en la Amazonía.

Las reservas probadas de petróleo del país alcanzan actualmente 4.160 millones de barriles. Con las probables, la cifra asciende a 4.600 millones. Varias proyecciones muestran que, aún bajo escenarios optimistas que asumen el descubrimiento de nuevos yacimientos, Ecuador dejará de exportar petróleo en 28 años y de producirlo en 35 años. El Gráfico 3 muestra las proyecciones del Ministerio de Energía en torno a la producción petrolera por campos.

Esta fase declinante puede ser inicialmente mitigada o neutralizada con la incorporación de nuevos campos de crudos pesados o la recuperación mejorada de los campos maduros de crudos livianos. No obstante, las exportaciones terminarán en un plazo comprendido entre 15 y 28 años. En este período se deberá producir la transición energética de petróleo hacia sistemas renovables.

Durante los últimos 25 años la inversión en fuentes renovables de energía ha sido débil y ha generado una dependencia creciente en el petróleo y sus derivados. En la actualidad la hidroelectricidad abastece el 43% de la demanda, el 10% se importa de Colombia y Perú, y un 47% proviene de plantas termoeléctricas.

En los últimos dos años se ha retomado la inversión pública en proyectos hidroeléctricos y se han dado los primeros pasos para la expansión futura de fuentes renovables, como la eólica, la geotérmica y la solar.

Desde una perspectiva más amplia, puede afirmarse que los modelos de desarrollo implementados en Ecuador se han basado desproporcionadamente en la extracción de recursos naturales no renovables en condiciones de limitada sustentabilidad y con grandes efectos negativos sobre los ecosistemas. Estos modelos, por otra parte, han consolidado una estructura social fuertemente desigual y han dejado insatisfechas las necesidades básicas de la mayor parte de la población. La Iniciativa ITT-Yasuní promueve el inicio de una transición hacia una estrategia de desarrollo socialmente más equitativa y ambientalmente más sustentable.

La iniciativa Yasuní-ITT: un proyecto replicable

La Iniciativa Yasuní-ITT inaugura un mecanismo para evitar emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) con la participación de los países en desarrollo, manteniendo indefinidamente inexplotadas las reservas de combustibles fósiles en áreas de alta fragilidad ambiental y/o cultural. Los países que pueden calificar para este nuevo mecanismo deben cumplir con las siguientes condiciones:

1. Ser países en vías de desarrollo. Uno de los principales atractivos de este mecanismo es buscar simultáneamente tres objetivos: combatir el cambio climático, mantener la biodiversidad y reducir la pobreza e inequidad. La Iniciativa promueve el desarrollo sustentable.

2. Ser países megadiversos ubicados entre los trópicos de Cáncer y de Capricornio, donde se concentran los bosques tropicales. Estos países mantienen la mayor parte de la biodiversidad del planeta.

3. Poseer importantes reservas de combustibles fósiles en áreas de alta sensibilidad biológica o cultural.

Entre los países que satisfacen simultáneamente estas condiciones se encuentran Brasil, Colombia, República Democrática del Congo, Ecuador, India, Indonesia, Madagascar, Malasia, Papúa Nueva Guinea, Perú, Bolivia, Filipinas y Venezuela. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) ha considerado como megadiversos a 19 países en el mundo.

PETRÓLEO Y DESARROLLO: UNA SECUENCIA DIFÍCIL

Aunque a primera vista parecería obvio que los países exportadores de petróleo o recursos minerales tienen comparativamente mejores posibilidades de alcanzar el desarrollo que aquellos que no disponen de estos recursos, los estudios sobre el tema encuentran que la exportación de petróleo tiene un impacto negativo en las perspectivas de desarrollo de un país.

Un estudio comparativo del Banco Mundial1 demuestra que casi ningún país exportador de petróleo logró canalizar eficientemente para su propio desarrollo los recursos provenientes de los altos precios del petróleo obtenidos entre 1973 y 1985. En general, los resultados fueron desalentadores. La teoría de la "enfermedad holandesa" sostiene que los efectos de booms exportadores asociados a un solo producto, como el petróleo, resultan negativos porque las economías no logran diversificarse y son vulnerables cuando las condiciones externas favorables se terminan.

Jeffrey Sachs2, partiendo de una base empírica sobre el comportamiento anual de 97 países en desarrollo entre 1971 y 1989, encuentra una relación negativa y estadísticamente significativa entre la exportación de recursos naturales (principalmente petróleo, minerales y productos agrícolas primarios) y el crecimiento económico obtenido. En otras palabras, los países especializados en la exportación de petróleo, minerales y otros bienes primarios crecen más lentamente que otras economías en desarrollo.

Albert Berry3, sobre la base de un análisis comparativo entre Indonesia, Venezuela, Chile y Nigeria, encuentra que los países exportadores de petróleo y minerales tienen grandes dificultades para alcanzar resultados satisfactorios respecto del empleo y la distribución del ingreso. Rosemary Thorp4, reconocida especialista en historia económica de América Latina, sostiene que en general los países mineros y petroleros han enfrentado serios problemas en su desarrollo institucional, y que esta debilidad a su vez ha afectado sus posibilidades de desarrollo en el largo plazo.

En general, éstos y otros estudios ponen de manifiesto que los países altamente dependientes de las exportaciones de petróleo o minerales son vulnerables y frágiles, y han obtenido resultados comparativamente pobres en términos de crecimiento económico, institucionalidad, empleo y equidad.

Los beneficios ambientales del parque nacional Yasuní

La biodiversidad se encuentra a la base de los invalorables servicios ecosistémicos proporcionados por los bosques primarios, como la regulación del clima mundial y de las fuentes de agua. Su potencial para la investigación en salud ha sido ampliamente reconocido. Como tal, su existencia constituye un bien invalorable. Ante la acelerada extinción de especies existentes en el Planeta, la mayor en los últimos 65 millones de años, la conservación de la biodiversidad del Parque Yasuní es una prioridad incuestionable.

Los beneficios ambientales de los ecosistemas amazónicos –y de su enorme biodiversidad– son inconmensurables desde el punto de vista económico, como lo sostiene Martínez Alier1. En el caso del Parque Nacional Yasuní se han realizado algunos intentos para valorarlos. Earth Economics2 ha estimado que sus beneficios ambientales alcanzarían un valor presente de 9.886 millones de dólares. Por su parte, Larrea3 ha estimado que los costos ambientales de la explotación petrolera en el ITT alcanzarían, al menos, un valor presente de 1.247 millones de dólares. Esta última estimación incluye solamente los efectos de la deforestación, la pérdida del potencial ecoturístico y los servicios no maderables de la selva, y excluye varias externalidades de la explotación petrolera, como derrames, contaminación local, efectos sobre la salud de la población, etc.

PROYECTO DE EXTRACCIÓN PETROLERA EN EL CAMPO ITT

Según la información actualmente disponible, las reservas probadas y probables del campo ITT alcanzan los 950 millones de barriles de petróleo y su valor puede aumentar si se realiza prospección sísmica 3D, ya que las reservas posibles alcanzan 1.530 millones adicionales. Con una producción estabilizada, pueden recuperarse 846 millones de barriles de las reservas actualmente probadas1.

La explotación petrolera del ITT supondría la producción de aproximadamente 103.000 barriles diarios, durante un período de tiempo estimado en 13 años, al término del cual los pozos entrarían en su fase declinante, hasta descender, al cabo de 12 años adicionales, a 56.000 barriles diarios. La elevada densidad del crudo (14,7° API) impide su fácil transporte por los oleoductos existentes y este factor, junto al alto contenido de azufre, reduce sus precios. A fin de evitar estos inconvenientes se ha proyectado una planta de conversión de crudos sintéticos para mejorar su densidad, que deberá instalarse en el bloque ITT antes de su transporte. Esta planta requiere de una inversión de capital y de la construcción de una planta termoeléctrica de alta potencia. El crudo resultante, de 18° API, puede luego transportarse por el oleoducto de crudos pesados y posteriormente procesarse en la futura refinería de crudos pesados que se proyecta construir en El Álamo, provincia de Manabí. Se planea emplear tecnologías off shore que eviten la construcción de carreteras y minimicen la deforestación y el impacto ambiental.

Petroecuador se encuentra evaluando la formación de una empresa de asociación con una compañía internacional para la extracción petrolera, con una participación estatal en las utilidades de al menos el 65%. Se ha estimado una inversión de capital de US$ 3.500 millones, con un costo de operación de US$ 12,32 por barril y un costo de transporte por el oleoducto de US$ 2,60 por barril. La generación termoeléctrica y la planta de conversión de crudos sintéticos consumirían al menos 12% de la producción.

La iniciativa Yasuní-ITT

Preguntas y respuestas

LOS BENEFICIOS

  • 1. ¿Cómo funciona la Iniciativa Yasuní-ITT?

a. El Estado ecuatoriano se compromete a mantener indefinidamente inexploradas las reservas petroleras del campo ITT en el Parque Nacional Yasuní, garantizando de esta forma la conservación de su biodiversidad única y el respeto por los pueblos indígenas no contactados que lo habitan.

b. El Estado recibirá, a cambio, una contribución solidaria internacional equivalente, como mínimo, al 50% de las utilidades que recibiría en el caso de explotar esas reservas.

2. ¿Qué beneficios directos tiene el Proyecto Yasuní-ITT?

a. La no emisión de 407 millones de toneladas de CO2 en la atmósfera, creando

una nueva modalidad de mitigación de emisiones de gases invernadero (GEI), y

la no explotación de reservas de petróleo y gas en áreas de alta sensibilidad

social y ambiental en países en desarrollo.

b. La preservación de la enorme riqueza biológica del Parque Yasuní –considerada por la UNESCO como única en el mundo– , de las 39 áreas protegidas restantes y de los territorios indígenas y afroecuatorianos de Ecuador, que encierran una de las mayores reservas de biodiversidad del Planeta.

c. El respeto por las culturas indígenas de los pueblos en aislamiento voluntario del Parque Yasuní.

d. El desarrollo social en las áreas de influencia del proyecto, con programas de educación, salud y empleo sustentable.

e. El apoyo a la transición de Ecuador de una economía extractiva, basada en la explotación del petróleo, a un modelo sustentable de desarrollo, con amplio empleo de fuentes renovables de energía, respeto por la biodiversidad y equidad social. Las emisiones reducidas y evitadas de CO2 originadas en la conservación de los ecosistemas, la reforestación y el desarrollo de fuentes limpias de energía alcanzarán los 1.000 millones de toneladas en los próximos 30 años.

3· ¿Existen beneficios adicionales o indirectos?

Sí. La reinversión de los fondos aportados en fuentes renovables de energía reduce o elimina la generación de electricidad con derivados del petróleo, que actualmente alcanza el 47% de la energía eléctrica del país. De esta forma se reducen aún más las emisiones futuras de CO2. La conservación de áreas protegidas y la reducción de la deforestación en Ecuador es un segundo beneficio que se añade a la mitigación del cambio climático y la preservación de la biodiversidad. Además, los programas sociales promueven la educación, salud y la generación sustentable de empleoproductivo en las zonas de influencia de los proyectos, que cubren gran parte de Ecuador. Existe también otro beneficio: los fondos del capital pueden invertirse en proyectos hidroeléctricos y geotérmicos con rentabilidad garantizada.

4. La Iniciativa Yasuní busca proteger al Parque Nacional Yasuní, que es extraordinariamente diverso, pero actualmente hay explotación petrolera en el Parque, los daños a la naturaleza son evidentes y no se garantiza la supervivencia de los dos pueblos en aislamiento voluntario.

La propuesta plantea no solamente la protección del campo ITT, con casi 200.000 hectáreas en el Parque Nacional Yasuní (el 23% de su superficie total), sino también el compromiso de controlar el resto del Parque, en el que efectivamente hay actividad petrolera que viene del pasado y, además, el resguardo efectivo de otras 39 áreas protegidas adicionales (con un total de 4,8 millones de hectáreas, el 19% de la superficie de Ecuador) que encierran la mayor diversidad biológica del mundo por unidad de superficie. Se incluye también la protección de los territorios indígenas no intervenidos, que alcanzan un 19% adicional del territorio nacional.

Además, el éxito de este proyecto permitirá que el gobierno ecuatoriano evalúe la posibilidad de cerrar algunas operaciones petroleras en el parque Nacional Yasuní y fuera de él, donde resulta más conveniente recibir contribuciones por el secuestro de carbono integrarlas a la Iniciativas Yasuní-ITT que extraer petróleo del subsuelo.

Esto también permitiría que el Estado ecuatoriano se concentre en labores de recuperación mejorada de pozos existentes, en vez de hacer nuevas prospecciones en áreas de alta sensibilidad ambiental, que tienen efectos ambientales muy negativos.

5. ¿Qué participación tendrá la ciudadanía en la elaboración de la Iniciativa y en la decisión de los proyectos que serán financiados? ¿Cómo participarán los pueblos en aislamiento voluntario?

La Iniciativa tiene varias etapas. La primera, que es la actual, tiene como objetivo promover la acogida internacional a esta propuesta innovadora.

La segunda es asegurar el apoyo político de la sociedad ecuatoriana. Para ello se prevé:

a. Difundir la Iniciativa en todo el país entre diversos grupos sociales (comunidades indígenas y afroecuatorianas, academia, sector productivo, gobiernos locales,) para obtener su respaldo y participación activa.

b. Diseñar mecanismos para que el ciudadano ecuatoriano pueda contribuir económicamente a la Iniciativa.

c. A través de consultas a los pueblos indígenas amazónicos, asegurar la satisfacción de las necesidades de los pueblos en aislamiento voluntario, sin afectar las condiciones de aislamiento de los Tagaeri y Taromenane.

d. Crear una veeduría ciudadana, compuesta por representantes de diversos sectores sociales, para vigilar el cumplimiento de los compromisos adquiridos por esta Iniciativa.

e. Nombrar un representante de la ciudadanía que deberá participar en el directorio del fideicomiso internacional.

f. Facilitar la comunicación y la vinculación de otros ciudadanos del mundo interesados en apoyar esta iniciativa desde sus propios países.

LOS APOYOS

6. Quién apoya el Proyecto Yasuní-ITT?

El proyecto ha recibido el apoyo formal de varias personalidades de reconocimiento internacional como Desmond Tutu, Rigoberta Menchú, Jody Williams y Mohamad Yunus, premios Nobel de la paz; Rita Levi Montalcini, premio Nobel de Fisiología y Medicina; de los ex presidentes Mijail Gorbachov (ex URSS), Felipe González (España), Fernando Henrique Cardoso (Brasil), Ricardo Lagos (Chile); del príncipe Charles de Gran Bretaña; y, Danielle Miterrand, presidenta de la Fundación France Libertés, entre otros. Además, cuenta con un respaldo formal del parlamento alemán, con apoyo unánime de todos los partidos políticos representados, así como de la Unión Europea y de organismos internacionales como el Programa de las Naciones Unidas para el Ambiente (PNUMA), la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), la Comunidad Andina de Naciones (CAN), la Corporación Andina de Fomento (CAF), la Organización de Estados Americanos (OEA), y de organizaciones de la sociedad civil como la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Parlamentarios de varios países europeos han apoyado también a la Iniciativa. Asimismo, varias organizaciones de la sociedad civil ecuatoriana le han brindado su respaldo: Asamblea Nacional Ambientalista, Acción Ecológica, Oil Watch, Amazonía por la Vida, Amazon Watch, Fundación Pachamama, CEDENMA, Ecolex, EcoCiencia, Grupo FARO, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) y otras organizaciones indígenas.

LA ESTRUCTURA FINANCIERA

7. ¿Qué es el CGY?

El Certificado de Garantía Yasuní (CGY) será un documento financiero emitido por el Estado para los contribuyentes de la Iniciativa, en garantía del mantenimiento de las reservas de petróleo bajo tierra por tiempo indefinido. Su valor corresponde a múltiplos de toneladas métricas de CO2 no emitido. Es un documento no transable que no rinde intereses y no tiene vencimiento pues la garantía es a perpetuidad y se hará efectiva únicamente en caso de que el Estado ecuatoriano ordene la prospección y explotación petrolera en los campos ITT.

8. ¿Quiénes aportan al Proyecto Yasuní-ITT?

Los aportes al fondo de contribución internacional por el mantenimiento bajo tierra

de las reservas del campo ITT provendrán de dos principales fuentes: contribuciones voluntarias y transacciones referenciales ligadas al mercado de carbono. Las contribuciones voluntarias pueden proceder de:

a) Gobiernos de países amigos y organismos internacionales multilaterales. — Aportes provenientes de subastas de permisos de emisión o de impuestos al carbono. — Donaciones. — Canjes de deuda por conservación. — Proyectos específicos en fuentes renovables de energía, deforestación evitada, conservación y desarrollo social.

b) Contribuciones de organizaciones de la sociedad civil.

c) Contribuciones de empresas con responsabilidad social y ambiental.

d) Contribuciones de ciudadanos de todo el Planeta, incluyendo al Ecuador.

Los aportes de mercado provendrán de la venta de créditos de carbono por emisiones evitadas al mantener inexplotados los combustibles fósiles, como mecanismo alternativo o previo al de las subastas de permisos de emisión. Este mecanismo no existe actualmente y se propone su creación como un proyecto piloto en el caso ecuatoriano.

Todas estas contribuciones se recibirán a cambio de la garantía del Estado ecuatoriano para mantener indefinidamente las reservas petroleras del campo ITT bajo tierra. El Estado emitirá certificados de garantía (CGY) por el valor de las compensaciones hasta alcanzar el monto de las 407 millones de toneladas de dióxido de carbono no emitidas. El respaldo real de la garantía será el monto de las inversiones realizadas con el fondo de capital.

9. ¿En qué se invertirán los fondos recibidos para la Iniciativa Yasuní-ITT?

Los aportes a la Iniciativa Yasuní-ITT se destinarán exclusivamente a la reducción de emisiones de gases invernadero, la conservación de la biodiversidad y las culturas indígenas, la reforestación y a la mejora en la calidad de vida en las zonas de influencia de los proyectos de la Iniciativa, mediante la implementación de fuentes renovables de energía, conservación e inversión social en el marco de una estrategia encaminada a consolidar un nuevo modelo de desarrollo equitativo y sustentable en Ecuador.

GARANTÍAS PARA EL USO DE LOS FONDOS Y LA NO EXPLOTACIÓN

10. ¿Cómo se garantiza la transparencia en el uso de los fondos?

Los fondos se invertirán en acciones preferentes de los proyectos generadores de energías alternativas en el Ecuador, que serán administrados y auditados por un

36 fideicomiso internacional. Los rendimientos de estas inversiones se destinarán exclusivamente a los proyectos definidos en las preguntas anteriores, dentro de los lineamientos del Plan Nacional de Desarrollo, y consolidando la política ambiental y social definida en la nueva constitución del Ecuador. Todos los donantes tendrán acceso detallado a la información sobre el uso de los recursos.

11. ¿Cómo se asegura que los proyectos que surjan de la Iniciativa Yasuní se realicen en las líneas ofrecidas y no se utilice el dinero del Fondo para programas que ya tienen financiamiento del Presupuesto General del Estado?

El producto de la venta de los CGY se depositará en un fideicomiso internacional, en cuyo directorio participarán los mayores contribuyentes a la Iniciativa, el Estado y representantes de la sociedad civil ecuatoriana, que vigilará que el fideicomisario cumpla con el mandato de invertir en las líneas ya definidas. El proyecto apoya y profundiza las nuevas políticas de desarrollo equitativo y sustentable definidas en la nueva constitución y en el Plan Nacional de Desarrollo, e implementadas por el gobierno nacional.

12. ¿Cómo se garantiza el buen manejo de las 40 áreas protegidas, suponiendo que en el fondo del fideicomiso haya los recursos suficientes?

Existe un plan para manejar cada área protegida, elaborado por el Ministerio del

Medio Ambiente en colaboración con USAID, IUCN, Conservation International y The Nature Conservancy18. Éste se deberá aplicar rigurosamente para mantener la biodiversidad y proteger los derechos humanos de los pueblos en aislamiento voluntario.

Además, hoy existe un interés mayor por realizar un buen manejo de las Áreas

Protegidas no sólo por su valor biológico sino por el creciente interés turístico.

13. ¿Cómo se garantiza que en el futuro no se explote el campo ITT?

El Estado entregará, como garantía de los aportes, CGYs por el valor nominal de los mismos. En el escenario improbable de que en el futuro un gobierno del Ecuador tome la decisión de explotar el campo ITT, las garantías se harán efectivas, el Estado perderá la propiedad del fondo y dejará de recibir sus rendimientos, y las inversiones serán transferidas a los donantes.

El monto total de los aportes deberá alcanzar el valor de las emisiones evitadas de dióxido de carbono, manteniendo inexplotadas las reservas petroleras del campo

ITT. Se espera que el capital de la Iniciativa cuando menos alcance el 50% de las utilidades que percibiría el Estado en caso de explotar el petróleo. Sin embargo el

Ecuador hará lo posible por recibir la contribución solidaria del 100% de los ingresos esperados, reduciendo o eliminando los incentivos económicos que podrían ocasionar el incumplimiento. Desde el punto de vista político, el Plan de Desarrollo y la Constitución de 2008 aseguran la continuidad de las estrategias sustentables adoptadas.

14. ¿Cómo demostrar que la no explotación del campo ITT en Ecuador produce una reducción de la emisión de CO2, si la falta de entrega de petróleo por un oferente es reemplazada inmediatamente por otro?

Es correcto que en el corto plazo la no entrega de petróleo por parte de un productor puede ser reemplazada por otro, existiendo la capacidad instalada internacional19. Pero en el largo plazo la reducción de emisiones de CO2 es real, porque el petróleo es un recurso natural no renovable y por tanto finito. Las estimaciones sobre las reservas mundiales de petróleo pronostican que, al ritmo actual de extracción, la producción mundial de petróleo durará únicamente 40 años20. En este plazo, la no extracción de reservas petroleras es una contribución neta.

Además, la Iniciativa Yasuní prevé que los recursos financieros a obtenerse se inviertan en proyectos nuevos que absorban o reduzcan emisiones adicionales de

CO2, en programas de deforestación evitada, reforestación y desarrollo de fuentes limpias de energía. El potencial de reducción conjunta de estos proyectos alcanza un valor estimado en al menos 820 millones de toneladas. A estas se añaden las 407 millones provenientes de la no extracción del petróleo.

Los proyectos son los siguientes:

a. Protección y administración eficiente de 40 Áreas Protegidas y territorios indígenas.

b. Reforestación de un millón de hectáreas.

c. Cambio en la oferta energética ecuatoriana hacia sistemas de energía limpia.

d. Mejora en la eficiencia energética del país.

e. Financiamiento productivo, educación y capacitación a las comunidades rurales en las zonas de influencia de los proyectos, para que mejoren su nivel de vida practicando agricultura, ecoturismo y formas de producción sustentables.

15. ¿Cuál es el plan de cambio en la oferta energética ecuatoriana?

El 47% de la electricidad generada en Ecuador proviene de fuentes termoeléctricas. El país tiene un potencial muy alto de fuentes renovables de generación – hidroeléctrica, geotérmica, eólica, de mareas y solar– aún no explotado. La Iniciativa prevé financiar el desarrollo de estas alternativas energéticas sustentables y reemplazar aquellas generadas por la combustión de derivados de petróleo.

16. ¿Cómo se cambiará la demanda energética?

Ya se han tomado dos medidas para reducir el consumo de combustibles fósiles:

a. El subsidio a focos ahorradores; y,

b. La liberación de todos los impuestos a la importación de vehículos híbridos y eléctricos.

Esta política continuará con el financiamiento de paneles solares para calentamiento de agua en los hogares; fomento al transporte público eléctrico en las ciudades; captaciones de GEI en los rellenos sanitarios; y, uso de digestores de biogas en los hogares rurales, acciones enmarcadas en una política nacional de aumento en la eficiencia energética.

17. ¿Cómo se relaciona la Iniciativa Yasuní-ITT con las actuales políticas

ambientales y energéticas del Ecuador?

La Iniciativa Yasuní-ITT fortalece y refuerza las políticas actuales del Ecuador, encaminadas a cambiar de un modelo de desarrollo extractivista, inequitativo y no sustentable, hacia un nuevo modelo inclusivo y sustentable.

En esta línea se enmarcan la Constitución de 2008, el Plan Nacional de Desarrollo

2007-2010, la Estrategia Nacional de Desarrollo 2009-2025 (Secretaría Nacional de Planificación, SENPLADES), y en particular las políticas del nuevo Ministerio de

Electricidad y Energía Renovable, y los nuevos programas del Ministerio del Ambiente.

La nueva constitución establece el concepto del buen vivir, como objetivo del desarrollo participativo, intercultural, equitativo y sustentable, y reconoce por primera vez en el mundo los derechos de la naturaleza, garantizando que los ecosistemas existan y prosperen. Los planes de desarrollo definen una estrategia de mediano y largo plazo hacia el desarrollo humano y sustentable.

El nuevo Ministerio de Electricidad y Energía Renovable busca reducir la dependencia de combustibles fósiles y promueve el desarrollo de tecnologías limpias y eficientes, y el Ministerio del Ambiente implementa al Proyecto Socio Bosque, para reducir la deforestación, incentivando la conservación.

EL PROTOCOLO DE KIOTO (PK) Y LAS OPCIONES ALTERNATIVAS

18. ¿Puede la Iniciativa Yasuní-ITT enmarcarse dentro de los mecanismos del Protocolo de Kioto?

No. La Iniciativa Yasuní-ITT presenta alternativas innovadoras y eficaces para reducir los gases invernadero, como la retención bajo tierra de reservas de combustibles fósiles en lugares de alta sensibilidad, y la deforestación evitada, que actualmente se discuten en el marco de las negociaciones post-Kioto. Ninguno de estos procedimientos está contemplado entre los Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL) que permiten la participación de países en desarrollo dentro del Protocolo de Kioto.

19. ¿Entonces, cómo se integra esta iniciativa en los esfuerzos internacionales para mitigar el cambio climático?

En realidad, el Protocolo de Kioto ha alcanzado resultados limitados y la meta de reducir las emisiones mundiales de CO2 por debajo de sus niveles de 1990 difícilmente se alcanzará en 2012, ya que éstas han crecido desde 1990 a escala mundial y continúan haciéndolo a un ritmo del 2 al 3% por año (véase el Gráfico 6). Por esta razón, se preparan nuevos acuerdos internacionales post-Kioto, incluyendo mecanismos y metas más estrictas, como la planteada por la Unión Europea para reducir sus emisiones en un 50% hasta 2050 o incluir impuestos a emisiones de CO2 generadas por actividades como el transporte o la agricultura. Su cumplimiento demanda nuevas formas de mitigación y un esfuerzo internacional integrado con la participación de todos los actores, bajo el principio de responsabilidades compartidas y diferenciadas. En este contexto se enmarca la iniciativa ecuatoriana Yasuní-ITT.

 

 

 

Autor:

Fernando Cevallos

 

[1] Barco petrolero de Exxon Valdez que derram? 1989 un aproximado de 11 millones de galones de petr?leo cubriendo un ?rea de 460 millas cuadradas. ?reas cercanas todav?a hoy en d?a est?n contaminadas con petr?leo debajo de la superficie.

Partes: 1, 2
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