Mujeres egregias revisitadas: La magia de Asperger

"La vida no es fácil para nadie. Pero ¿y qué? tenemos que tener perseverancia y sobre todo confianza en nosotros mismos. Tenemos que creer que estamos dotados para algo y que esto debe ser logrado." (Marie Curie 1867-1934)

En mi presentación didáctica: Celebrando la Naturaleza: Celebrando la Mujer introducimos en breve la biografía de Mme. Marie Curie.

Marie Curie

Para el propósito de esta presentación, aquí la reproducimos:

Nació Marja Sklodowska el 7 de noviembre de 1867 en Varsovia, Polonia, hija de un profesor de física.

De pequeña se la consideró retraída y algunos de sus biógrafos notan que sufrió de dislexia. (Véanse mis ponencias al respecto).

Temiendo no poder avanzar su educación en Polonia, por ser judía, en 1891 salió hacia París, donde cambió su nombre por Marie. Ese mismo año se matriculó en el curso de ciencias de la Universidad de la Sorbona. Pasados dos años, finalizó sus estudios de física con el número uno de su promoción.

En 1894 conoció a Pierre Curie. En esos días, los dos trabajaban en el campo del magnetismo. Con 35 años, Pierre Curie era el genio más promisorio en la física francesa. Se enamoró de aquella refinada y austera mujer de 27 años que compartía su fe altruista en la ciencia. Después de que Pierre Curie le propone matrimonio y la convence para que permanezca en París, celebran el 26 de julio de 1895, su boda con una sencillez extrema.

Muy pronto Marie se interesa en los recientes descubrimientos de los nuevos tipos de radiación. Wilhelm Roentgen había descubierto los rayos X en 1895, y en 1896 Antoine Henri Becquerel descubrió que el uranio emitía pulsaciones invisibles similares.

Entusiasmada, Marie, comenzó a estudiar las emisiones del uranio y, utilizando las técnicas piezoeléctricas inventadas por Pierre, midió cuidadosamente las pulsaciones en la pechblenda, un mineral que contiene uranio y radio. Cuando vio que las descargas del mineral eran más intensas que las del propio uranio, se dio cuenta de que tenía que haber elementos desconocidos, incluso más activos que el uranio.

Irène Joliot-Curie

Marie Curie fue la primera en utilizar el término 'radiactivo' para describir los elementos que emiten ondas de energía cuando se descomponen sus núcleos. Su marido acabó su trabajo sobre el magnetismo para unirse a la investigación de su esposa, y en 1898 el matrimonio anunció el descubrimiento de dos nuevos elementos: el polonio (Marie le dio ese nombre en honor de su país de nacimiento) y el radio. Durante los siguientes cuatro años el matrimonio, trabajando en condiciones muy precarias, trató una tonelada de pechblenda utilizando métodos de laboratorio, de la que aislaron una fracción de radio de un gramo.

Por sus hallazgos, en 1903 les concedieron a ambos el Premio Nobel de Física por el descubrimiento de los elementos radiactivos, que compartieron con Becquerel.

Marie Curie se convirtió en la primera mujer que recibía este premio.

En 1904 Pierre Curie fue nombrado profesor de física en la Universidad de París, y en 1905 miembro de la Academia Francesa. Estos cargos no eran normalmente ocupados por mujeres, y Marie no tuvo el mismo reconocimiento.

Pierre falleció mientras cruzaba la calle Dauphine, atropellado por un coche de caballos el 19 de abril de 1906. A partir de este momento, Marie se ocupó de sus enseñanzas y continuó sus propias investigaciones.

En 1911, Marie figura en un escándalo cuando establece una relación con el científico Paul Langevin, que era hombre casado. Parte de la prensa se lanza contra la "ladrona de maridos", "la extranjera", la judía…

Eve Curie

A pesar de la oposición extrema, ese mismo año le otorgan un segundo Nobel, el de Química, por sus investigaciones sobre el radio y sus compuestos. (Véase: The Inner World of Marie Curie por A. Goldsmith).

Marie no estaba supuesta a viajar a Suecia para recibir su galardón. Algo que hiciera con la dignidad que le fuese característica. (Para leer más: http://www.monografias.com/trabajos50/curie-charcot/curie-charcot)

En este aniversario del centenario de Curie haber recibido un segundo Premio Nobel, nosotros presentamos en esta lección detalles de las vidas de tres mujeres extraordinarias, como continuación de Celebrando la Naturaleza: Celebrando la Mujer.

Ellas son:

Marie Curie, Ada Lovelace y Sabrina Spielrein

Marie Curie

Cuando Marie Curie visitó los Estados Unidos por la primera vez, en el 1921, ella ya había descubierto los elementos radio y polonio, había acuñado el término "radioactivo", y había ganado el Premio Nobel dos veces.

Persona reticente y con tendencia al aislamiento social, la notable científica experimentó dificultades para responder a las demostraciones de entusiasmo, y el alborozo con que fuese recibida en América.

Marie y Pierre Curie

Antes de su llegada a ese país, muchos se habían preguntado acerca de su personalidad, ya que la prominente investigadora, además de ser persona excepcional, era reconocida por ser muy retraída.

Quienes quisieran saber más acerca de ella y de su personalidad, lo hicieron por curiosidad, y porque no la entendieran.

Aunque, actualmente — y, desde que aparecieran mis artículos seminales acerca del síndrome de Asperger — algunos se preguntan lo mismo, acerca de ella y de otros intelectuales que, por naturaleza, son evasivos.

Sería como si Curie pudiera representar un ejemplo de la susodicha condición, como se sospecha que la manifestaran Albert Einstein, Charles Darwin, George Orwell y la distinguida Temple Grandin entre tantos otros individuos notables.

Continuemos

Durante esa visita, entre las muchas actividades y celebraciones dedicadas en su honor, la Profesora asistió almuerzos formales en la mansión del magnate Andrew Carnegie, antes de comparecer a recepciones en la Casa Blanca, en el Waldorf Astoria y Carnegie Hall.

Más adelante, otra recepción fue ofrecida en el Museo Americano de Historia Natural, donde una exhibición conmemoraba su descubrimiento del radio.

Las festividades y ceremonias descritas, celebradas en su honor, representan solo una fracción minuta de los muchos agasajos y reconocimientos que la notable mujer recibiera durante su jornada, incluyendo ser recipiente de doctorados honoris causa que le otorgaran docenas de universidades norteamericanas incluyendo Yale, Wellesley y Chicago.

En la Casa Blanca, el Presidente Warren Harding, la elogió como la mejor representante de la condición de ser: "mujer, esposa, nada egoísta, noble y madre devota…" lo último, que Marie nunca fuera.

Lo que sorprendiera a la científica, en cierta manera — durante las seis semanas de gira por los Estados Unidos — fue que nadie pareciera preparado a conceder que una mujer inteligente pudiera personificar el prototipo del genio científico. Ya que, para aceptar este modelo, había que hacer hincapié en el hecho de fuera "mujer", "esposa" y "buena madre".

En otras palabras que, por el hecho de pertenecer a su sexo, ella representaba una anomalía. Puesto que cuando honores similares, se otorgan a hombres, nadie se digna a mencionar sus cualidades de padre y el hecho de que sean varones.

Pero así era entonces…

Porque, no sería hasta tiempos muy recientes, cuando la ciencia cesara de ser campo que excluyera las mujeres.

Este año celebra el centenario del segundo Premio Nobel otorgado a Marie Curie, y la primera vez que alguien haya alcanzado logro tan extraordinario.

En su honor Las Naciones Unidas designaron el 2011 como El Año Internacional de la Química.

Siendo octubre el mes de los premios nobel, nos parece una buena oportunidad, no solo para conmemorar los triunfos de Mme. Curie, sino para asimismo reflexionar en su personalidad y en las de otras dos mujeres, igualmente excepcionales, aunque no sean tan renombradas.

Para lograr nuestros propósitos, revisaremos algunos aspectos salientes de la vida de Marie Curie en mayor detalle de lo que anteriormente hiciéramos, y, mientras lo hacemos, reflexionaremos acerca del síndrome de Asperger y de su relevancia a esta lección.

Marie, mujer de nombre controvertido

Aun el primer nombre de la científica permanece sujeto a discrepancias, ya que era polaco.

Unos dicen que era Manya, otras fuentes dicen que era Marja, y Wikipedia En, nos ofrece Maria (Salomea) Sklodowska.

Lo importante es que, para hacerlo más accesible, la joven mujer adoptaría Marie como el mote que la caracterizaría de por vida.

Prosigamos

Su madre murió de tuberculosis cuando la niña apenas cumpliera diez años, lo que la sometería al trauma narcisista de una pérdida temprana.

Polonium

De niña, la científica en ciernes, se distinguió como un prodigio en matemática y literatura, mientras que en su adolescencia tuvo que enrolarse en una universidad clandestina en Varsovia, para evitar detección por los ocupantes rusos de su país.

Careciendo de los medios suficientes, la joven intelectual tuvo que laborar como institutriz hasta que a los 24 años, habiendo ahorrado lo necesario, compró un boleto de tren para ir a París, donde se radicó en el Barrio Latino de esa ciudad y se inscribió en la Sorbona.

Allí contrajo nupcias con Pierre Curie.

La primera hija de los Curie, Irène, nació en el 1897.

El embarazo fue difícil, lo que forzó a la joven mujer encinta, a dedicar menos tiempo a sus labores científicas de lo que estas requirieran de ella, ya que estaba colectando datos para su tesis doctoral.

Cuando su suegra murió, muy poco tiempo después del nacimiento de Irène, el viudo, Eugene, médico retirado, se mudó con la pareja, proporcionando la atención materna que la recién nacida requiriera.

Eve, la segunda hija, nació en el 1904. Para entonces, Marie ya estaba acostumbrada a las críticas de colegas quienes creían que como madre, le dedicaba más tiempo al laboratorio que a sus niñas.

Georges Sagnac, un colaborador y amigo, eventualmente la confrontó con lo siguiente: "¿No amas a Irène?". "Me parece que tu preferirías la idea de leer un artículo científico que darle cariño a tu adorable bebé."

Pero leer publicaciones científicas fue lo que Curie hiciera con la mayor asiduidad.

Utilizando el electrómetro, instrumento que Pierre (su esposo) había inventando con su hermano, Marie determinó las emisiones radioactivas de ciertos elementos, a los cuales les asignaría nombre y los clasificaría.

La investigadora hizo sus descubrimientos científicos trabajando en medio de las condiciones más deplorables, obteniendo determinaciones precisas bajo circunstancias casi imposibles.

Ambos esposos, a la sazón, vivían incapacitados por una serie interminable de dolencias que, en retrospectiva, se reconocen fueran causados por la exposición a la radioactividad sin protección adecuada.

Ser mujer

Por razón de su género, Marie sufriría las vejaciones de ser considerada un mero adlátere de su esposo y compañera fortuita de sus investigaciones.

Aún cuando la Academia de Ciencias Sueca le confirió el primero de dos galardones, quien la introdujo, la describió como si viviera en la capacidad limitada de ser sombra de un marido de talento singular, a quien acompañara por ser la esposa, y nada más.

Después de la desafortunada, y prematura, muerte de Pierre, Marie, continuaría siendo blanco de los desaires y desdenes de sus colegas en las comunidades académicas y científicas.

Pero, la investigadora — orgullosa de su sexo — nunca aceptaría los retos del destino sin confrontarlos, aunque, por razón de ser mujer, le hubiesen negado admisión a la prestigiosa Academia Francesa de la Ciencia por dos votos.

Un miembro de la Academia, el físico Emile Agamat, expresó que "las mujeres no pueden pertenecer al Instituto de Francia".

En lugar de someterse al rol de ser viuda pensionada, esta notable persona, aplicó y obtuvo la posición que el esposo había ocupado en la Sorbona, logrando ser la primera mujer, que desempeñara una posición profesoral en dicha institución.

Cuando los rumores de su affaire con Paul Langevin atizaron las llamas del chisme de los tabloides de los tiempos, ella contestó a un crítico: "No creo que existe conexión alguna entre mi vida privada y mis labores científicas."

Su segundo Nobel fue en química por el descubrimiento del polonio y el radio.

La radioactividad es peligrosa

En su discurso, cuando recibiera el premio en Estocolmo, la extraordinaria investigadora, rindió tributo a su difunto esposo, mientras que hiciera totalmente claro que sus investigaciones eran independientes y que las contribuciones y los descubrimientos de ambos no eran compartidos.

A fines del año 1911, Curie cayó muy enferma, posiblemente, víctima de su exposición a los elementos radioactivos.

Tuvo que someterse a la remoción de lesiones del riñón y del útero, seguidos por largas convalecencias.

En el 1913, comenzó a viajar de nuevo y retornó a sus labores científicas.

Entonces, Einstein le presentó sus respetos en una visita muy larga que le hiciera ese mismo año.

Cuando la Primera Guerra Mundial estalló, Curie equipó máquinas portables de rayos X para asistir a los heridos en el campo de batalla.

Acerca de sus dos hijas

Eve se dedicó al periodismo, escribiendo una biografía extensa de la vida de su madre, Madame Curie, publicada en el 1937.

Irène estudió bajo los auspicios de su mamá en el Instituto de París.

Ella desposó al asistente de la misma, el físico Frédéric Joliot, con quien procreara dos hijos.

En el 1935 Irène y Frédéric Joliot-Curie, recibieron el Premio nobel por la síntesis de nuevos elementos radioactivos.

Chernobyl

Esto representaría otro récord: Ya que fuera la primera vez que una madre e hija ganaran premios Nobel separadamente.

La gira de los Estados Unidos

La gira de América que Curie hiciera, acompañada de sus hijas Irène, 23, y Eve, 16, fue la inspiración de una periodista llamada Missy Meloney que había entrevistado a la científica en el 1920 en París.

La idea era que, en América, la investigadora, tendría la oportunidad de obtener donaciones para sus trabajos, ya que la científica nunca patentó el proceso de purificar el radio, careciendo de los fondos para la compra del mismo elemento que ella descubriera.

En cierto modo Meloney, en su entusiasmo, desestimó el celo con el cual esta mujer, siempre evasiva de situaciones sociales y apariencias públicas, protegía su privacidad.

Presidente Warren G. Harding

La visitante a los Estados Unidos, objetó a eslogan exagerado que la presentaban como una semidiosa benevolente, o como a una "Juana de Arco del laboratorio" rodeada de personas sufrientes con la leyenda "Para que millones no mueran…"

Curie, en contraste con el descubridor de la leptina, les recordaba a todos quienes asistieran sus charlas, que su descubrimiento del radio fue resultado de "la ciencia pura… llevado a cabo por la ciencia misma y no con fines utilitarios." (Véanse mis ponencias al respecto).

Antes de viajar, la investigadora, aceptó la invitación advirtiendo a Meloney lo siguiente:

"Usted sabe cuán cuidadosa soy en evitar toda publicidad relativa a mi nombre. Por tanto le estaría muy agradecida si los arreglos de mi viaje se efectúan con el mínimo de toda aparatosidad."

Por supuesto, Meloney deseaba aprovechar la coyuntura para destacar el nombre de su periódico (The Delineator) en el medio del espectáculo que ella creara para las Curies.

A medida que la gira se tornó agobiadora, Marie comenzó a dar muestras de agotamiento físico e intelectual, cancelando apariciones y, a veces rehusando, hoscamente, a estrechar manos con quienes deseaban conocerla mejor.

Pero, a pesar de sus deseos, muchas de las publicaciones, en ditirambo adulador, exaltaban la madre adoradora que ella nunca fuera.

Al final de la gira, la científica retornó a París con su gramo de radio que el Presidente Harding le presentara en una ampolla en la Casa Blanca, para continuar sus faenas en el laboratorio hasta su muerte.

Las Tres Gracias. Fresco en la ciudad de Pompeya

La prensa entra de nuevo

En esta ocasión de su centenario una profusión de artículos, libros, y ponencias, la han caracterizado como heroína, mártir de la ciencia, como la persona que ha contribuido más que nadie al bienestar de la humanidad y otras cosas por el estilo, enaltecedoras de su breve vida de 66 años.

Lo más importante como del legado que Marie Curie nos dejara fue un testimonio de que ella — como ser humano — era una mujer, sin lugar a dudas.

Pausa

Antes de proseguir, quisiera explicar por qué he escogido a Ada Lovelace y a Sabrina Spielrein para ser acompañantes de Marie Curie en esta jornada intelectual.

Ada es aquélla la — pionera de las computadoras — única hija legítima del poeta Lord Byron, hombre a quien conociéramos en el artículo anorexia nervosa en el hombre.

En nuestra era de los ordenadores nos parecería apropiado reconocer la precursora quien se acredita con el diseño de programas para cómputos, aun, antes de que Charles Babbage (1791-1879), su inventor, los concibiera.

Por su parte, Sabrina Spielrein fue una contribuidora insigne al arte y ciencia del psicoanálisis, que aún sus mentores más cercanos — convenientemente — olvidaran.

Prosiguiendo

Por un instante, retornemos a la vida de Lord Byron, antes de adentrarnos en la biografía de su única hija legítima, ya que perdió a Allegra, víctima de su indiferencia emocional, como viéramos en otra lección. (Para leer más, vayan a: http://www.monografias.com/trabajos88/anorexia-bulimia-hombres/anorexia-bulimia-hombres)

Alfred Lord Tennyson

La vida de Lord Byron se considera — como ya viéramos — inseparable de las del poeta Percy Shelley y de la del bardo Alfred, Lord Tennyson.

Con Shelley, porque sus existencias fueran mutuamente destructivas, y con Lord Tennyson, porque este último (como Byron) sufriría de depresiones, como fuera el caso con cuatro de sus hermanos.

Recordemos aquí la frase famosa que Tennyson acuñara: "La Naturaleza roja en diente y garra."

Un tiempo muy difícil para Tennyson ocurrió a la sazón de cumplir sus veinte años, cuando sobrevino la muerte repentina e inesperada de un amigo cercano.

Hecho que lo deprimiría profundamente.

La condición afectó su trabajo de manera profunda, resultando en que por los siguientes nueve años de su vida el poeta no pudo publicar, aunque escribió un número de odas lamentando su pérdida.

Ada Lovelace

Tennyson, asimismo tuvo un hermano que vivió la mayor parte de su vida en un asilo mental, siendo esta "locura hereditaria", lo que el poeta más temiera.

Mientras que, por su parte, varios de los parientes de Byron sufrirían de fluctuaciones de humor y de explosiones de afecto.

Algunos de ellos cometieron suicidio, una ocurrencia común en las víctimas de los trastornos bipolares.

Byron escribió acerca de su melancolía cuando era niño muy joven, y como adulto mencionaba la idea de matarse, con tanta frecuencia, que preocupaba a su esposa y amigos cercanos.

Asimismo, el poeta tuvo períodos de agitaciones extremas durante los cuales dilapidaba dinero compulsivamente.

Antes de proseguir con Ada Lovelace, es necesario establecer que, aunque ella no conocería a su padre muy de cerca, que su genio se cree que fuera legado de su extraordinario progenitor.

Como asimismo se cree que heredara sus comportamientos extremos.

Por ejemplo, en una ocasión, convencida de que había desarrollado un método infalible para determinar el caballo que ganaría una carrera, perdió tanto dinero que le fue necesario empeñar las joyas de la familia.

Charles Babbage

Ada Lovelace (Ada Byron, Condesa de Lovelace) 1815-1852

Esta singular mujer se describió a sí misma como analista, metafísica y, en principio, como fundadora de la ciencia de la computación científica.

Ada Byron fue única hija, resultado de un matrimonio breve, entre el poeta Romántico Lord Byron y Anne Isabelle Milbanke, quien se separó del esposo un mes después que Ada naciera.

Cuatro meses más adelante, Byron abandonó Inglaterra, su esposa, y su hija para siempre.

Ada, otra víctima de la pérdida temprana en la niñez, nunca conocería a su padre, quien muriera en Grecia en el 1823.

La niña fue criada por su madre, Lady Byron.

En su infancia, la pequeña, sufrió de dolencias severas que limitaban sus actividades.

Su carácter se describió como fluctuante y sus disposiciones como distantes y frías.

A medida que creciera, su vida sería un tablado de pugnas donde actuaran la emoción, la razón, el subjetivismo y el objetivismo.

Además de lo antedicho, polémicas matemáticas, la poesía, pobre salud física y emocional, y explosiones de energía, dominarían la existencia de esta mujer excepcional.

Lady Byron deseaba que su única hija fuera diferente de su poético padre, insistiendo en que Ada recibiera clases individuales en música y matemáticas, para contrarrestar las tendencias líricas, que la madre detectara en ella, y, las que, considerara peligrosas.

Los talentos de la niña se anticiparon en años tan precoces como el 1828, cuando produjo un diseño laudable de una máquina voladora.

El motor analítico de Babbage

La matemática sería el principal propulsor en su vida.

La madre e hija, pronto se trasladaron a una vida en la sociedad elite de Londres, en la cual solamente hombres dominaran, con sus fortunas, los campos de la religión, la botánica, la geología y la astronomía.

En las alboradas del siglo XIX no existirían "científicos", ya que el término aún no se había acuñado, hasta que William Whewell lo hiciera en el 1836.

Pero, lo que sí sería patente era que mujeres no eran bienvenidas en los campos de la intelectualidad.

Uno de los más prominentes científicos de la época, Charles Babbage, se convertiría en amigo de Ada de por vida.

Babbage era el Profesor Lucasiano de matemáticas en la Universidad de Cambridge, reconocido por su invención del Motor Diferencial, una máquina calculadora elaborada que operaba por el método de las diferencias finitas.

Ada conoció a Babbage en el 1833, cuando ella frisaba en los 17 años.

Ada Lovelace

No obstante la diferencia en edades, el distinguido profesor y la curiosa adolescente comenzaron una correspondencia voluminosa que abarcaría los tópicos de la matemática y, finalmente, todos los temas de la ciencia.

En el 1835, Ada desposó a William King, diez años mayor que ella, y, cuando King heredó un título de nobleza, los esposos se convirtieron en los condes de Lovelace.

Ada y William procrearon tres hijos.

Mientras tanto, Babbage había formulado planes para la construcción de un nuevo tipo de máquina calculadora (aunque el Motor Diferencial aun no estaba terminado), conocida como el Motor Analítico.

Sus patrocinadores parlamentarios rehusaron soportar el desarrollo de una nueva máquina, con la primera todavía incompleta, así que Babbage procuró y obtuvo soporte en el extranjero.

En el 1842, el italiano Luigi Menabrea, publicó un artículo en francés acerca de este Motor Analítico.

Babbage solicitó y obtuvo la ayuda de Ada para la traducción del artículo, y, por un período de nueve meses en el 1842-43, la mujer laboró febrilmente en el capítulo y en un conjunto de Notas originales, que ella produjo, para acompañarlo.

Las últimas constituyen la fuente de su fama imperecedera.

Ada, entonces, se designó a sí misma como "analista (& metafísica)," y la combinación de títulos se usó en las notas.

Ella entendió el nuevo artefacto tan bien como Babbage, su inventor, lo concibiera, y sería mejor que él, articulando sus posibilidades.

La mujer percibió correctamente la función de lo que hoy se conocería como una computadora de propósito general.

El aparato poseía capacidad para "el desarrollo y la tabulación de cualquier función deseada… el motor es la expresión material de cualquier función indefinida en cualquier grado de generalidad y complejidad," expresó la científica.

Sus Notas anticiparon desarrollos futuros, incluyendo, la música generada por computadoras.

Sabrina Spielrein

A pesar de que el motor de Babbage no se construiría hasta 150 años después, en 1989-91, las Notas de Lovelace son muy importantes en la historia del desarrollo de las computadoras, y sus aplicaciones todavía se utilizan en el diseño de programas.

Como visionaria su capacidad excedió por mucho la percepción alcanzada por Babbage.

Ada murió de cáncer en el 1852. A la edad de 37 años, y fue inhumada, a su solicitud, al lado del padre que ella nunca conociera.

Sus contribuciones a la ciencia sólo se han reconocido recientemente, y muchas nuevas biografías confirman la fascinación de Babbage con quien llamara "La Hechicera de los Números."

Hoy, esta singular científica se considera otra más de las tantas personas de talento excepcional que algunos conjeturan, que, por sus personalidades, forman parte del espectro que abarca el síndrome de Asperger.

Luego de analizar los atributos de la constitución particular de Ada Lovelace, continuaremos con la vida de otra mujer cuyos talentos enriquecieron la ciencia del psicoanálisis.

Sabrina Spielrein (1885-1942) Pionera olvidada del psicoanálisis

Muchas de las tantas mujeres que soportaran las ideas de Freud, incluyendo Melanie Klein, Karen Horney, y Margaret Mahler, a menudo resintieron los puntos de vista del Padre del Psicoanálisis, como proponente de una doctrina que algunas consideraran machista en su sentido más chauvinista.

Para muchas de ellas, sus opiniones y contribuciones propias a la doctrina, solo pudieron florecer luego de haber roto sus conexiones con el método del freudianismo ortodoxo.

Mientras que, la heredera del cetro, Anna Freud, una mujer brillante por sus logros, nunca pudo elaborar libremente sus propias ideas, por vivir bajo la sombra obscurantista de la imagen de su padre.

Carl G. Jung

Pero no sucedió así con Sabrina Spielrein, quien tomó una ruta poco ortodoxa para convertirse en una analista por sus propios méritos.

Nació el 7 de noviembre del 1885 a una familia prominente de Rostóv del Don, en Rusia.

Sabrina era una inteligente y entusiasta persona que desarrolló trastornos emocionales siguiendo la muerte de su hermana en el 1901.

Luego de viajar a Suiza para estudiar medicina (lo que no fuera posible para su sexo en su Rusia natal), los síntomas que presentara se empeoraron, siendo diagnosticados como histeria (lo que sería una etiqueta común aplicada a las mujeres del período).

En agosto del 1904, la joven fue admitida a la Clínica Burgholzi, en Zúrich, después de una "gran conmoción" que ocurriera en un hotel local donde se hospedara.

Cualquiera que fuera la causa de la conmoción, Sabrina fue ingresada a la clínica por un médico policial y por su propio tío, aunque ella insistiera en no estar enajenada mentalmente, sino que "no podía tolerar la gente y el ruido".

De acuerdo a récords que sobreviven, durante el ingreso a la clínica, Spielrein se comportaba de manera extraña, incluyendo llorando y riendo, sacando la lengua a quienes la entrevistaran, sacudiendo las piernas y quejándose de un dolor de cabeza severo.

Para acostumbrarse al entorno de la unidad de tratamiento se requirieron varios días.

Fue durante esta hospitalización que ella conoció a Carl Jung, convirtiéndose en su paciente.

Sigmund Freud

La naturaleza exacta de esta relación permanece indeterminada, aunque muchos creen que amén de la relación de médico-paciente, existía un envolvimiento romántico.

En esos tiempos, Jung había recién leído, La Interpretación de los Sueños que Freud había publicado en el 1900, quedando tan impresionado con la ciencia naciente del psicoanálisis que decidió adoptar sus principios para el uso con sus pacientes.

Sabrina fue su primer caso analítico.

En conjunto, ambos desarrollaron nuevos conceptos radicales que formarían parte de las teorías de Jung.

Tánatos, dios de la muerte

Hacia fines de junio del 1905, Sabrina había sido dado de alta de la Clínica y se inscribió como estudiante de medicina en la universidad de Zúrich.

Allí continuó siendo paciente de Jung, y, fue debido a los rumores de que eran amantes, que el analista renunció a Burgholzi en el 1909.

Entonces, Jung comenzó una correspondencia con Freud solicitando su consejo en el caso "difícil de la estudiante rusa" que fuera su paciente.

Durante sus sesiones juntas, Jung y Spielrein desarrollaron una intensa atracción emocional mutua cuyo clímax se alcanzó entre los años 1908 y 1911.

Dada lo poco apropiada de la contratransferencia que se había desarrollado entre ambos, Jung y ella le escribieron a Freud, y Jung rompió todos los contactos entrambos para evitar un escándalo.

Entonces, Spielrein solicitó una consulta personal con Freud, que éste declinara, continuando su propio trabajo en psicoanálisis.

Sus sesiones con Jung resumieron en el 1911, cuando ella solicitó su asistencia en su tesis.

Para entonces, la parte romántica de la relación, aparentemente, había terminado, dando lugar a una asociación intelectual.

Sabrina completó la tesis en 1911 y viajó a Viena a conocer a Freud por la primera vez.

Un mes después, Sabrina Spielrein presentó su primer artículo teórico: "La destrucción como la causa del ser" en la que ella presenta un concepto del instinto de la muerte.

A pesar de que Freud no estaba de acuerdo con las ideas de Spielrein, Jung, y más adelante Freud, las incorporarían dentro de sus propias teorías.

Josef Stalin

El Instinto de la Muerte sería acreditado a Freud y a Jung (y, posteriormente, a Lacan), pero fue Sabrina quien lo originara y lo anticipara.

Freud era notorio por su inhabilidad de dar crédito a los precursores de sus ideas, lo que él atribuyera displicentemente, a una "criptomnesia".

Cuando Sabrina expresara preocupación a Jung por el uso de sus ideas sin darle propio crédito, éste la trató de apaciguar, diciendo que él ya le había dado consideración cuando la nombrara su "representante" en Viena.

Eventualmente, y, cuando Spielrein se acercara más a Freud, ella sería admitida en la Sociedad Psicoanalítica de Viena basada en una tesis acerca de la esquizofrenia.

Al mismo tiempo la analista se casó con un médico judío de ascendencia rusa, llamado Pavel Naumovitsch Scheftel en junio 14, 1912.

Aparentemente esta unión fue un arreglo por parte de su familia.

Spielrein optó por permanecer en Viena, mientras que el esposo y una hija recién nacida, Irma, se trasladaron a Rusia.

Si bien, es cierto, que Sabrina visitaría Rusia con cierta frecuencia. En sus viajes nada se menciona acerca de ver a la hija y esposo.

Jean Piaget

Ella preferiría dedicar todo su tiempo y energía a mantener su relación con Jung y Freud.

A medida que los dos psicoanalistas se movían en direcciones de mutua hostilidad, Sabrina trató de actuar como agente de conciliación. Finalmente, abandonando sus esfuerzos cuando realizara que nada tendería un puente para eliminar el cisma existente entre ellos dos.

En los años subsiguientes, Spielrein trabajó como terapeuta en muchas ciudades en Francia y en Suiza.

La Primera Guerra Mundial y la Revolución Comunista del 1917 confirmaron que la nueva Unión Soviética era un lugar muy diferente a la Rusia por ella conocida, decidiendo permanecer en el extranjero.

Su agitación aparecería estar ligada a su relación tempestuosa con Carl Jung, quien, eventualmente cercenó todas las conexiones que entre ellos existieran, a pesar de que Sabrina hubiese contribuido enormemente al desarrollo de sus teorías.

En el 1920, Spielrein trabajaba en el Instituto Jean Jacques Rousseau en Ginebra donde ella le proveía terapia al psicólogo epistemológico Jean Piaget.

Desde el punto de vista técnico ésta no fue una relación exitosa, ya que Piaget terminó tratamiento en ocho meses.

El último nunca fue un discípulo formal de Freud, pero él y Spielrein eran miembros de la Sociedad Psicoanalítica de Ginebra, alegando que su experiencia con el psicoanálisis fue una de aprendizaje.

E. James Anthony ha contribuido mucho entendimiento a los lazos intelectuales, aunque remotos, que existieran entre Freud y Piaget.

En sus propias reseñas, Piaget describió (de manera exagerada) el "análisis didáctico" que Spielrein le proporcionara.

Guardería infantil psicoanalítica

Existen puntos de vistas divergentes acerca de la razón por la que terapia fuese tan breve, pero, la más legítima sería que Piaget padeciera del síndrome de Asperger, entidad para la que hemos desarrollado formas específicas de terapia.

Condición esta última que no respondería al tratamiento psicoanalítico, pero que nosotros hemos demostrado, puede responder a sus principios modificados.

Cualesquiera que fueran las diferencias acerca del psicoanálisis que existieran entre Spielrein y Piaget, ambos científicos compartían un interés en los niños — aunque, en uno y otro caso, el interés sería clínico y — no de naturaleza afectiva.

Piaget preferiría el enfoque en los procesos cognitivos subyacentes en cómo el niño aprende el lenguaje (algo que, sorprendentemente, resulta ser instintivo) y forma nuevas ideas, Sabrina enfatizaría el rol del subconsciente como el "modo principal del pensamiento."

La analista proponía métodos que alentaran a los niños a volverse más intuitivos y favorecería estrategias que estimulaban la curiosidad, como María Montessori sugiriera.

Piaget (en un vuelo de imaginación exagerado) rechazó lo que él calificara como "pensamiento autista" (incluyendo poesía y misticismo) y enfatizaba el rol de los procesos objetivos del pensamiento en el aprendizaje del niño inmaduro.

A pesar de las muchas similitudes existentes en sus ideas, ambos investigadores irían por caminos diferentes en sus teorías.

No obstante sus éxitos como psicoanalista, Sabrina Spielrein nunca se llevaría bien con sus colegas en Ginebra debido a diferencias acerca del método como el psicoanálisis debiera ser enseñado y aplicado.

Anna Freud

La psicoanalista continuó correspondiéndose con Freud hasta el 1923 (la última de sus correspondencias con Jung fue en el 1919).

Fue a la recomendación de Freud que ella se trasladó a Moscú en lugar de Berlín, como ella hubiese originalmente planeado.

En ese mismo año Sabrina retornó a Rusia a visitar familiares y colegas; tranquilamente aceptando una nueva posición en el Instituto Psicoanalítico de Moscú.