- Cómo nos vemos……. (nos parecemos)
- Hegemonía de lo cultural: un guión conocido
- Subjetividad y Persona
- Magendzo y Cortina: dialogo posible en la escuela
- Bibliografía
Para desarrollar una idea de identidad dentro de la modernidad es necesario precisar algunos antecedentes que permitan definir el fenómeno de manera global para luego iniciar una discusión más específica. A partir de esto, Mc Luhan (1962) plantea una teoría que funda el desarrollo de la historia y en especial de la constitución de la modernidad, en base a la proposición de que existen ciertos medios de comunicación que determinan formas de civilización. Por tanto, cuando Mc Luhan escribe la "Galaxia Guttenberg" en 1962, lo que dice es que la historia de la humanidad pude ser entendida en torno a estas diversas galaxias. Para él la imposición de la imprenta de tipo móvil por Guttenberg, modifica a tal punto la cultura occidental y es uno de los hitos de la modernidad, que se tiende incluso a hablar de antes y después de la imprenta.
A la galaxia Guttenberg se establecerá posteriormente la galaxia Marconi, que representa los medios creados en función del descubrimiento de la luz eléctrica.
El autor nos dice que antes de la imprenta existen culturas orales pre alfabéticas y que además, durante el curso de la edad media, la escritura no fue un bien social demasiado extenso. Pero cuál es la relevancia ? Lo alfabético fonético impulsado por la invención de la imprenta, comporta una forma que es radicalmente distinta en cuanto a la comprensión del mundo en oposición a lo oral.
El alfabeto fonético implica una percepción diferente, a lo que se sugiere en un mundo sin alfabeto. Este proceso de masificación de la escritura y por tanto de su producto privilegiado, el libro, genera cambios radicales en la cultura, pues se comienzan a acotar los espacios de la lectura compartida y de esta manera se limita una lectura, para compartir el mundo a través de los sentidos comunes. Esto es fundamentalmente oral y en donde la información se transmitía de una generación a otra mediante la palabra hablada y la demostración.
Podríamos decir que lo que sufre una fractura es el mito, que es una forma de conocimiento oral con sus respectivos elementos reales, imaginarios y simbólicos. Cuando el sujeto comienza a leer sin compañeros, de la lectura del libro, surge una lectura individual. Así, surge algo básico, el punto de vista. Es decir, cuando escuchamos todos una lectura colectiva, podemos compartir con mucha gente el punto de vista que esta siendo leído. Sin embargo, cuando cada sujeto lee en forma individual, está generando su propia perspectiva.
Mc Luhan dice entonces, que el libro es uno de los elementos esenciales en la configuración de la cultura moderna. Dentro de esta lógica, emerge la ciencia y la racionalidad, por lo que la discusión argumental, que se centra en algunos de los aspectos básicos de la existencia, es notoriamente la discusión de la razón.
Entre otras cosas, la lectura individual produce el espacio interior de la subjetividad, que podríamos señalar como uno de los inventos trascendentes de la modernidad, que impulsa hacia un sujeto omnisciente y solipcipta, creando un particular tipo de identidad o continuidad histórica interna del ser.
Cómo nos vemos……. (nos parecemos)
En términos generales podríamos decir que esta subjetividad se instala en occidente. Para América latina tendríamos que agregar, que no es tampoco un proceso homogéneo, ya que gran parte de la población en nuestro continente sigue siendo analfabeta, pero de algún modo se ha constituido un patrón de desarrollo que permite la existencia paralela de diversas realidades. Hay una subjetividad propia del ser latinoamericano, que esta entrando en serio cuestionamiento ya que los lazos comunes para vivir en una misma sociedad, vale decir la sociabilidad, está mutando y cambiando de por si, nuestra propia identidad.
Las identidades pasadas y presentes están en discusión, ya que el lugar del sujeto se ha modificado en forma permanente, hemos variado sentidos frente a la política, la religión, las instituciones y fundamentalmente en relación al estado nación, que no da lugar a la inter subjetividad, pues la aceptación no es sinónimo de los tiempos, más bien la desconfianza, signo latente del ser social.
La modernidad en América Latina es un espacio de creación, de pasado, presente y futuro a partir de una matriz impuesta como herencia no esperada. En América Latina coexisten diversas estructuras sociales tan disímiles como inmigrantes, criollos, indígenas junto a resabios de esclavitud, religiosidad oficial y popular en espacios de tiempo y geografías aun no acabadas.
Estamos condenados a una suerte de modernidad imperfecta, cuyo imperativo parece ser la integración, como modo de sobre vivencia. La idea de "hibridez" desarrollada por Néstor García Canclini (2001), expresa sin duda un intento de amarrar en un concepto esta enorme diferenciación interna de las sociedades latinoamericanas, es un esfuerzo por encontrar la identidad común desde la diversidad.
Todo en nuestra región es un producto de "origen" al ser revisado y contrastado desde el prisma de lo moderno, pues conserva las huellas de la América india, morena, propia y única que somos. Colonialmente hablando la "copia feliz del edén" y no obstante una variedad que enriquece. Una modernidad a lo vecindad del Chavo del 8, en donde cada rol, cada protagonista es una organización de significado personal, con fuertes componentes identifica- torios, traspasando fronteras y cobrando vigencia.
El decreto de modernidad de Latinoamérica, si bien está firmado, aun no está probado, por cuanto aun somos un proyecto por alcanzar. Cada día que nos acercamos a ese anhelado estado, los modernos de otras regiones del planeta (los verdaderos o los otros) avanzan dejando una brecha de camino que tenemos que recorrer, generando las consabidas frustraciones que no nos permiten disfrutar de ese espacio ideal, acariciado, esperado.
Hegemonía de lo cultural: un guión conocido
Para Morandé (1984)) existiría además un "ethos cultural católico" sobre la que se fundó la modernidad y que posibilita la coexistencia del catolicismo conservador, la teología de liberación y la religiosidad popular con la apertura hacia lo neoliberal. En Brasil, a la visita del Cristo Luz, lugar de interés turístico y religioso, en la ciudad de Camboriú, se añade un tour por locales de fiesta y espectáculos de magia, a los pies de la imagen de cemento de 30 metros de altura, para algunos es chocante y para otros la más pura devoción.
Así, nos mantenemos ligados a estas identidades tradicionales que desde cierta óptica (para algunos) han significado el retraso cultural y económico, por cuanto para estas miradas, se ve como primordial la ruptura con el pasado. Aquí subyacen términos relacionados con el concepto de libertad y su contraparte que nos habla de los sentidos y significados capturados.
Bruner (1995)) destaca y dialoga desde la perspectiva de la hegemonía, como uno de lo elementos centrales para poder comprender este trayecto. Gramsci autor italiano (1974), lo que escribió lo realizó en la cárcel, pero con un idioma distinto para que los carceleros no pudieran leerlo, es este autor el que permite el viraje de la renovación del socialismo en los años 70. Leninista a tal punto, que es capaz de desarrollar las posturas de Lenin de 1905 en Europa Central de 1930. Como lo recalca Bruner, Gramsci va a ser un aporte sustantivo a través del concepto de hegemonía. Dice Gramsci, que el problema de la sociedad contemporánea es que las revoluciones políticas y sociales fracasaron y segundo es que los obreros no han hecho la revolución como se señalaba en los escritos de Marx y otros autores. Cuál es el problema ? Primero porque el sistema capitalista, a sido capaz de integrar no solo a los individuos, sino que a las clases sociales en el sistema de producción. Este autor va a decir, que el problema básico de la dominación por medio de la economía liberal se ejercía fundamentalmente por la propiedad de los medios de producción, pero hoy en día, eso ya no es suficiente. (Therborn, 2001)
Hoy en día el control del capital sobre las clases y sobre los sujetos, se produce porque existe una categoría intelectual denominada hegemonía. Las clases sociales que controlan materialmente el desarrollo de la sociedad, también hegemonizan la cultura y la sociedad de masas, la opinión pública, etc. De esta manera, los sujetos sociales en el capitalismo comparten la cultura de la clase dominante y cuando comparten, dejan de lado el potencial revolucionario que poseían a pesar de la conciencia de clase que hubiesen adquirido. La hegemonía cultural corresponde a la socialización de los individuos en el estatus de la sociedad capitalista.
Entonces la pregunta básica, que nos hacemos en torno a este estatuto de modernidad, puede desplazarse hacia el contenido de dicha hegemonía. En Luckas es a partir de la reificacion, es decir los sujetos creen que la sociedad es natural y que esta fuera de nosotros, en Marx es donde se produce el fetichismo de la mercancía. En Gramsci la sociedad capitalista existe no solamente porque existe cohesión física y una coacción violenta, en el caso de la guerra, por ejemplo, sino porque existe una cohesión a tal punto sutil que es hegemónica. De aquí la importancia de los sistemas educativos, nos enseñan que hay ciertas cosas que se deben hacer y otras que no. Entre otras a no discutir el orden social, no se discute porque la hegemonía dominante dice que no subvierte el orden establecido. (Sayer, 1991)
Ahora desde esta visión, existe una profunda crítica a la democracia burguesa, que representa el espacio político, social y económico donde nos tocado vivir y desarrollarnos como región. La idea de aldea global, por consiguiente también se puede observar como componente hegemónico a partir de la movilización de los diferentes campos sociales. Existe una dinámica de significados y significantes en constante ebullición.
Para que un decreto de modernidad se relacione de manera más sincrónica con todas las vicisitudes y complejidades del ser latinoamericano, es necesario poner atención en los aspectos relacionados con la cultura nacional que puedan preservar las condiciones para el cambio social. Los componentes indigenistas, la economía a escala humana, el sentido de la religiosidad que ha ido desarrollando en las últimas décadas, religiosidad que no tiene mucho que ver con cultos o iglesias, sino más bien con un sentimiento religioso y este tiene un evidente trasfondo de rebelión en contra de sistemas estructurados que no dan respuestas a las búsquedas, movimientos políticos menos ideo logizados que puedan acrecentar, innovar y recrear proyectos más allá de los marcos referenciales de la política. En fin, la necesidad de sentido como pilar para la acción.
Subjetividad y Persona
El espacio de construcción de la subjetividad ilustrada tiene como punto de partida el discurso Cartesiano "Cogito ergo sum", "pienso luego existo" como forma de aproximación a la naturaleza e interpretación de los fenómenos. Esta subjetividad representa la irrupción del individuo en los procesos de conocimiento acerca del mundo y sus vicisitudes. De alguna manera, el sujeto se incorpora a la relación de hechos y acciones que conforman lo real, para aportar un conocimiento del cual no se sabía hasta entonces, hablamos del siglo XVII y los albores de la concepción iluminista.
La subjetividad desde este punto de vista, diseña el mecanismo de edificación acerca de la concepción de sujeto, y del estado que será fundamental en la modernidad.
Existen antecedentes previos y que para Cortina (1995) se exponen a través de mecanismos políticos como bases del sistema de organización de las sociedades occidentales. Estos procedimientos que a la vez son sociales se van a configurar progresivamente como Constituciones o Cartas Fundamentales en relación a declaraciones de principios de los estados nacionales y estas en su mayoría, por no decir todas, refieren en torno a la naturaleza humana.
Esta discusión nos remite también al dialogo europeo que trata del sustrato que subyace a cada acto humano. La disposición natural del individuo, según los filósofos franceses del siglo XVIII, apunta a una criatura que busca el bien ante todo, es decir, la persona se aproxima más en su naturaleza y disposición tanto interna como externa a vivencias que tiene que ver mucho más con la armonía que con el desequilibrio en las relaciones humanas y con el entorno. El "buen salvaje" u hombre descubierto y conquistado que sirve de inspiración para denotar claramente esta idea de esencialidad. Esta elaboración se expresa de manera insistente a largo de la historia, a través de la evocación de la comunidad helénica en donde Esparta, Atenas; la Polis se constituyen en modelos de virtud en donde sus miembros trabajan en función de la supervivencia de la capacidad adquirida y sus propósitos como sociedad.
Por el contrario otra visión del hombre, paralelamente alude al personaje egocéntrico, cuyos caracteres estructurales son apuestos al primero. Un ente genérico, abstracto, proclive a asumir actitudes y conductas utilitarias, desconsiderado del otro, que no parte de la realidad presentada sino de la representada por un Yo absoluto. Dicha expresividad simbólica que implica una forma de conciencia personal, una conciencia de significación estimativo valorativa, será recogida por el "Leviatan" y a partir de lo cual Hobbes plantea que siendo este ser concordante con el ser social y con el beneficio de todos el estado tiene la obligación de regular las normas que verifican su cumplimiento.
Magendzo y Cortina: dialogo posible en la escuela
A partir de este dialogo, tanto Cortina como Magendzo rescatan una subjetividad ilustrada que apunta hacia el primer momento, esto es el hombre moral. Para Cortina la congruencia con un modelo educativo se representa básicamente como la persona ética. La educación para la autora se da en un acto de asimetría significativa valórica. El estudiante muestra su condición de ser humano demandante de acción educativa formativa y en virtud de ello convoca a la demanda. Por una parte, lo solicitado incluye un componente informativo que orientara su futuro quehacer técnico y profesional. Por otra parte, requiere formación personal. Por lo tanto, desde el espacio educativo no solo se constituye la dimensión cognitiva, sino también de manera básica lo ético; no solo tal proceso es enriquecedor por proporcionar informaciones científico técnicas y culturales y por obtener mejores modos lógicos de pensar, si no por contribuir a la formación del estudiante como ser personal ético.
Para Magendzo (1996) la propuesta educativa tiene que ver con el reconocimiento, desde esta perspectiva que podemos entenderla como una práctica de la convivencia entre seres semejantes y diferentes que aprenden a respetarse, escucharse, tensionarse, a resolver sus conflictos, llamarse la atención y buscar acuerdos. Una mirada en donde educación como práctica de la convivencia implica impulsar actitudes y estrategias que ayuden al reconocimiento de la diversidad entre sus miembros como reflejo de la diversidad del país, que implique además, aumentar el sentido de pertenencia hacia la escuela, haciendo visibles a todos los que son parte de ella. Es decir, visualizando la organización educativa en función de sus actores y de sus propósitos.
Esto es congruente con el desarrollo teórico y valórico de diversas corrientes educativas que avanzan en esa dirección. Estas corrientes, desde acentos distintos, han ido construyendo lenguajes pedagógicos que pueden ser asimilados por todos los actores educativos y en permanente dialogo con los procesos socio históricos como la educación intercultural, la educación para la paz, la educación de género, la educación para la resolución de conflictos, etc. Estas, así como otras son miradas complementarias, que desde ángulos particulares promueven la experiencia de reconocimiento del otro, la tolerancia, la integración, la cooperación, la responsabilidad y otros objetivos fundamentales que refuerzan el currículo.
Para Magendzo la escuela necesita un nuevo proyecto educativo. Un proyecto que se construya sobre la base de la comprensión de que todas las personas que acuden a la escuela son diferentes. Aceptar este principio es iniciar el renacimiento de la nueva cultura escolar, que al respetar la idiosincrasia de cada niño y niña evitará la injusticia curricular y las desigualdades. En la multiculturalidad, la escuela colaborará en la construcción de una sociedad más humana.
Un encuentro con el si mismo, el self, y luego hacia el mundo y puede ser expuesto en un recorrido de reconocimiento no solo en el reencontrar lo ya conocido, sino que descubrir lo novedoso de lo desconocido y lo insospechado de la diferencia. Reconocidos como cuerpo para recortar la importancia simbólica del sujeto.
El ser humano en esa visión, no es autosuficiente para construir su identidad. La estima de sí, la valoración de sí, esta también pendiente de la estima del otro. La construcción de la estima de sí incluye la presencia de la estima que el otro nos otorga. El otro que nos reconoce en nuestra etapa histórica validándola. La necesidad de alteridad, de abrirse a la diferencia del otro y de lo otro, hacerse preguntas y cambiar, para escuchar y comprender.
Bibliografía
Derek Sayer "Capitalismo y modernidad". 1991 EDITORIAL: Losada S.A. Edición Argentina. 186 páginas.
www.Instituto de Ciencias, Artes y Literatura Alejandro Lipschutz. "Vida y muerte de la filosofía: Nietzsche y Marx (I parte).Por: Dr. Pablo Guadarrama González, 2007
Göran Therborn "Dialécticas de la Modernidad: Acerca de la Teoría Crítica y el Legado del Marxismo del Siglo XX" Editorial Puerto. 2001
Mc Luhan, M "La Galaxia Guttenberg" Editorial Do Brasil. Río de Janeiro. 1962
http://www.rau.edu.uy/fcs/dts/miguez/modernidadpracticas.pdf. Freud "La modernidad y las practicas sociales" Universidad Nacional. De La Plata Mimeo,2004
Bibliografía de los textos obligatorios y complementarios de Magíster.
Cortina, Adela, "La educación del Hombre y del Cuidadano", en Revista Iberoamericana de Educación Nº 7, Biblioteca Virtual de la OEI, 1995, pp. 41-63.
Magendzo K., Abraham, "Currículo, Modernidad e Identidad Cultural" (Cap. VII), en Currículo para la Democracia en la Modernidad, Santiago de Chile, Programa Interdisciplinario de Investigaciones en Educación, PIIE, 1996, pp. 173-208.
Hobbes, Thomas. Leviatán: o la materia, forma y poder de una república eclesiástica y civil. México: Fondo de Cultura Económica. ISBN 9789681602253.
Autor:
Roberto Mallea