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El proyecto emancipatorio de Enrique Dussel y la concepción marxista leninista (página 3)


Partes: 1, 2, 3, 4

En  esta  obra  reaparece  como  finalidad  preconcebida  y  casi enfermiza,  el  medir con un mismo rasero todo lo  que  viene  de Europa y conceptuarlo bajo la égida de la categoría de Totalidad. Para ello se toma como punto de partida la  filosofía hegeliana, máximo paradigma dusseliano en tal sentido y  posteriormente  la relación hombrenaturaleza. Todo ello lo expone Dussel de manera escolástica pues asume sin demostración científica tres elementos importantes:

1. Relación  Burguesía Proletariado cuya formulación es la dialéctica del señor y el esclavo (algo muy  distante de la comprensión marxista de los antagonismos sociales, para los  cuales estos  tienen un fundamento objetivo la sociedad.)

2.  Análisis  simplista de la categoría de  alienación  entendida sólo  con  la finalidad de lograr la  homogeneidad. ( Esto  es interpretado   como  manera  de  imponer  un   esquema,   una racionalidad de la totalidad, lo cual ilustra que todavía  en este momento no se tenía el conocimiento que con posterioridad  induciría   a  Dussel para incorporar a Marx en  su  teoría,  es decir, el Tomo I del Capital, Contribución a la Crítica de la Economía Política, Grundrisse, etc.)

3.  No  comprender,  por  tanto, el papel del  trabajo  y  de  la producción   como   elementos  metodológicos   que   permiten encontrar las bases para explicar el resto de los fenómeno de la  sociedad, es decir, una visión económica objetiva  de  la sociedad.

    Esta   imagen  de  la  producción que da Dussel, conduce  a  un   análisis tergiversado de las relaciones materiales en la sociedad,  lo cual queda muy claro cuando apunta:    "  Marx habla  de la materia en íntima relación con el  mundo productivo  del hombre, pero no sólo materia como  objeto  de trabajo  que  es  transformada, por supuesto,  mediante  el empleo de las fuerzas físicas e intelectuales  por parte  del sujeto productivo; sino también -y fundamentalmente- bajo  la forma  de  fuerzas  productivas  heredadas   de   anteriores generaciones,  de  relaciones sociales de producción  que  se establecen en dependencia del carácter de esas fuerzas  productivas y de su nivel de desarrollo. (67)   

En  una palabra, el análisis de la producción como  punto  de partida  para  la comprensión materialista de  los  fenómenos sociales, elemento metodológico indispensable para conocer la sociedad,  "núcleo duro" del marxismo, es apartada al tomarse elementos  que  no caracterizan en  realidad  el  pensamiento marxista.  Este  esquema  idealista que parte del   sujeto productivo  como   anterior   a   la   materia    trabajada, posteriormente será   desarrollado   por   Dussel,  cuyo pensamiento  no se dirige -por tanto- a resolver un  problema para la ciencia, sino a cumplir con una idea preconcebida  de antemano: descartar todo el pensamiento que procede del  otro lado  del Atlántico para imponer un  esquema  arbitrariamente construido.  Por ello valora la concepción de Marx  como  una doctrina  fuera  del contexto  histórico,  especialmente  del de América Latina:    "En este caso, -explicaba- ser hoy marxista en América  Latina no  seria  sólo retomar anacrónicamente  a  la  subjetualidad moderna,  sino  igualmente comete en su propia  conducta  una contradicción insuperable: Marx no habría sido marxista ahora  y  aquí,  por las mismas razones que no fue  ni  kantiano ni hegeliano en su época." (68)       

Esta  visión del marxismo, como doctrina  descontextualizada, indica  que en esta primera etapa, Dussel no había  penetrado con  la  suficiente madurez en el significado, que  desde  el punto  de vista teórico, tiene la obra de Marx. Parte del criterio   de  que  en  toda filosofía  y  en  todo  sistema político,  subyace  de algún modo la religión  como  elemento auténtico  e  intrínseco de la naturaleza humana;  por  ello, toda concepción filosófica deriva hacia la adoración de algo, "dios ha muerto" en Hegel equivale a sustituir el dios por el dios  de la razón; el "yo pienso, luego existo" de  Descartes deviene  hacia una sustancia que se diviniza; el  hombre  por tanto lo que ha hecho es sustituir un dios por otro. En  este mismo rasero incluye la concepción de los materialistas y  de los marxistas también, por supuesto. En la obra  Introducción a  la Filosofía de la Liberación expone de manera  muy  clara esta idea:    " El absoluto -sugería al respecto- o lo divino es el  origen y,  por lo tanto, no puede negarse. Si el sistema es dios,  o lo  es la materia, entonces dios es el ser, lo que  significa negar   un  creador.  Si  se  niega  el   absoluto   creador, indefectiblemente se afirma la divinidad del sistema. No  hay tres." (69)   

Este   reconocimiento  de  todo  lo  divino  como   principio insoslayable  de lo existente, lo conduce a  conceptuar  todos los  sistemas  como una u otra forma de  divinización,  donde incluye la concepción marxista como  una manera de  divinizar e idolatrar:  "Es el caso de Marx, que posibilitó la divinización  de  la burocracia  stalisnista, sistema este que carece  de  crítica exterior." (70)   

Esta misma idea -pero en relación con la categoría materia  y el Estado Ruso- es expuesta en otros de sus trabajos: "En realidad, Engels ha caído en  afirmaciones ontológicas indemostrables.  En  nuestro  caso  no  nos  importa  si  son demostrables  o  no, lo que nadie puede negar es  que  no  se trata  de  un materialismo "ateo": la misma materia  ha  sido divinizada, si por  lo "divino" se entiende el fundamento, el ser, lo absoluto, la Totalidad. Políticamente hablando es  un tal panteísmo el que justifica cómo el fundamento del  estado ruso  actual  la acción represora contra la crítica.  Es  una religión  no  secularizada,  sino  una  religión   ontológica materialista.  El  idealismo  hegeliano  o  el   materialismo engelsiano  tienen ambos un discurso idéntico en su forma:  de la  identidad  (sea  ésta el Ser como idea  o  como  Materia) procede el ente por diferencia. En ambos casos el todo es la verdad, la razón: el sistema. Es necesario ser ateos de una tal divinidad de lo contrario la liberación de los  oprimidos es imposible en el sistema que dice expresar políticamente al Ser   (sea  idea  o materia). En nombre de la  materia  o  la naturaleza  se  cometen injusticias.  Nuestra  posición  debe igualmente criticar la religión del materialismo panteísta  o naturalista, ya que puede ser burocrática e imperial." (71)   

La  cita  anterior muestra cómo el objetivo  preconcebido  de antemano  de medir por el mismo rasero  todo lo que  proviene de más allá del Atlántico, conduce a identificar concepciones filosóficas tan distintas, que -junto a  la noción  idealista del  autor  (inferida a partir del  planteamiento  anterior)- conducen  a  identificar  a pensadores  tan  diferentes  como Engels y Hegel.   

Lo  interesante  en este caso sería preguntarse  cuál  es  el esquema de pensamiento de ambos filósofos, cuál su  posición,   qué  diferencia  existe  entre  ambos.  Al   no comprender  estos principios elementales de la  filosofía, lo que hace Dussel es embrollar la cuestión cuando mixtura, en un mismo partido filosófico, tendencias que parten de  principios diferentes  como son el idealismo y el materialismo.  De  ahí que  no  sea extraño que, a partir de  este  esquema  de pensamiento,  Dussel  logre dirimir la praxis  filosófica  en comunión con la praxis religiosa:    "   En   una   filosofía  de  la   religión   o   meta-física arqueológica, -explica- la praxis religiosa (sea de dominación o liberación), es decir la praxis humana (que no puede  dejar nunca de ser religiosa en cuanto que como tal está religada o tiene  respectividad  con la totalidad de la  realidad)  es vista bajo el aspecto del culto. (72)   

En  los párrafos anteriores se comete el  error  metodológico esencial de no esclarecer el esquema de pensamiento que  se asume  para el análisis de los fenómenos de la  sociedad,  es decir, se mezclan premeditadamente unos elementos con otros.   

La  concepción  materialista de la historia es  el  punto  de partida  de Marx, lo cual permite al hombre orientarse en  la compleja red de fenómenos sociales. Dussel se enfrenta a éste cuando desdice del concepto de clase social al considerar que el mismo ha perdido perspectiva, aunque a veces coquetea  con él,  pero  sin  asumirlo  con  un  esquema  materialista   de interpretación:    "La  categoría "pueblo" fue cobrando centralidad mayor 12  la mera  categoría "clase" no explicaba suficientemente  lo  que acontecía." (73)   

Su primer error fue tomar como premisa de  análisis  el  concepto pueblo, lo cual valorado al margen del concepto  de  clase social,  conduce a una interpretación  ahistórica,  atemporal del fenómeno, si no se define concretamente a qué parte de la sociedad se refiere cuando se utiliza. Dussel  posteriormente se percató de esta deficiencia y en una edición posterior  de Filosofía de la Liberación, asume como concepto de pueblo  el esbozado por Fidel Castro Ruz, en La Historia me Absolverá.

  Este mismo esquema ambiguo de Dussel se puede apreciar cuando define la "Filosofía  de la  Liberación",  donde  mixtura nuevamente  conceptos  que tienen significados  diferentes  y privan de una fortaleza teórica su discurso. "  Llamamos  Filosofía de la Liberación  – apunta  Dussel -  al discurso estrictamente filosófico,   saber    científico dialéctico, que da prioridad temática (el "de" como  genitivo objetivo)  a la praxis de liberación del oprimido  (histórico social  como clase geopolíticamente como nación,  sexualmente como  oprimido  por  las  ideologías  y  prácticas  machistas, pedagógicamente  alienado y todo encerrado en  un  fetichismo idolátrico),  y prioridad en cuanto origen y  fundamentalidad (el  "de"  como  genitivo subjetivo) a la  liberación  de  la filosofía  de  la ingenuidad de su  autonomía  absoluta  como teoría.  La  Filosofía de la Liberación es un  saber  teórico articulado a la praxis de liberación de los oprimidos,  hecho que piensa en primer lugar y como condición de posibilidad de todo  otro  tema.  Lejos de pensar que "  toda  filosofía  es crítica del lenguaje".23, afirma que la filosofía es  crítica de  la  opresión  y  esclarecimiento  de  la  praxis  de   la liberación." (74)   

Una de las reglas elementales de una definición, es que debe ser clara y precisa. En la anterior se mezclan  un grupo de conceptos sin esbozar cuál de ellos es la base  para  comprender el fenómeno social.Dussel  sólo  manifiesta el deseo de convertir  en  un  saber teórico  articulado  la  praxis  de  la  liberación  de   los oprimidos;  pero  desde esta posición  ambigua,  abstracta  y oscilante  es  muy difícil orientarse u  orientar  a  alguien hacia los verdaderos caminos de la liberación.   

Esta presentación  sistemática de la ambigüedad abstracta, es un elemento que se sostiene en cada uno de sus trabajos.  Así en   su  obra  Praxis  Latinoamericana  y  Filosofía  de   la Liberación  repite  el error  señalado  anteriormente  cuando mezcla  los conceptos de pobre, oprimido, clase, etc., con  lo cual ataca subliminalmente la concepción de Marx:    "El  oprimido -sugiere- es el pobre en la política  (persona, clase,  naciónmujer en la erótica machista, la  niñez,  la juventud,  el pueblo en la pedagógica  dominación  cultural." (75)    En  resumen,  al  analizar la obra de Marx  en  esta  primera etapa,  se observa un rechazo por considerarla una  filosofía opresora y dominadora. Por otra parte el materialismo de Marx y Engels, es examinado como una concepción donde, al igual que en la religión, se adora algo, por ello, se define como una nueva manera de religiosidad. También se utiliza el  concepto de  clase social, pero mezclado con otros, lo  cual no permite un conocimiento profundo de la vida social.      

Dussel  defiende  una  filosofía  del  mimetismo  para  poder insertarse  en las sociedades donde impera la  represión.  En muchas  de sus obras hace alusión al atentado con  bomba  del cual  fue objeto  y a la muerte de una de sus alumnas en  ese acto.  Este elemento no permite encontrar a lo largo de  toda su  obra escrita, un discurso claro y consecuente; hecho  que obliga  a seguirlo pacientemente a través  del  materialismo, idealismo,  centro, izquierda, derecha; pero – en resumen-  en el orden de la filosofía el esquema de pensamiento que adopta es el idealismo histórico-social y la conciliación de  clases en  lo político, lo cual expresa con exactitud la  distinción con respecto a Marx en esta primera etapa.

B) DUSSELIANIZACION DEL MARX DE LOS GRUNDRISSE.

    Carlos Marx transitó por múltiples caminos hasta llegar a  la madurez teórica en su obra cumbre El Capital. Muchos  autores han empleado diferentes métodos para atacarlo: Varios de  sus trabajos  han  sido tomados para contraponerlos  entre  sí  y lograr un discurso marxista que se adapte a los intereses  de sus tergiversadores. Es muy conocida la famosa contraposición del Marx joven al Marx maduro, de Marx con Federico  Engels -su colaborador más cercano -, o con la figura de Lenin, uno de sus más  fieles  seguidores.  El caso de  Dussel  representa  una manera bastante original de forzar a Marx y adentrarlo en  un discurso  diferente.  Es lo que Ofelia Shutte  ha  denominado "Dusselianización  de Marx". (76). Es decir, conducir a  Marx de  una  manera forzada y manipulada hacia  los  caminos  del  "proyecto liberador" dusseliano.

    Los  Grundrisse constituyen un importante estudio  de  Carlos Marx, previo a El Capital, donde se expone de manera  íntegra – pero  aún  sin  pulir- la doctrina  económica  de  Marx.  Este trabajo  no fue publicado en vida del autor y vio la luz  por vez  primera  en  el año 1939,  pero  constituye  un  eslabón importante  – desde  el  punto de  vista  metodológico-   para comprender  integralmente   la producción posterior  de  este pensador. No obstante, a pesar de que es mucho menos conocida que su obra cumbre, El Capital, en él se puede encontrar  al Marx  maduro que  ha  transitado  desde  el  idealismo   al democratismo  revolucionario hasta el comunismo, y se  puede  afirmar que hay un  Marx materialista en todos los aspectos, pues  ha formulado    – con   claridad   meridiana-   la    comprensión materialista de la Historia. Sólo en el orden teórico  faltan elementos   que  posteriormente  Marx  completará  en   otros escritos  y  como colofón final estará la publicación  de  El Capital.   

En  primera instancia, parece que Dussel dedica la  obra  "La Producción Teórica de Marx Un Comentario a los Grundrisse"  a realizar  un "acercamiento" a la obra de este creador.  Pero, ¿qué elementos se deben precisar al abordar críticamente este importante  trabajo?  Debe  analizarse  si  se  mantiene   la conceptualización inicial de la obra de Marx como  "Ontología de  la Totalidad", es decir, si se sostiene que ésta  es  una filosofía dominadora o si dicha posición ha cambiado a la  luz de una nueva interpretación.     

Para Marx un momento de gran importancia en la comprensión de  los  fenómenos sociales lo constituye el análisis  de  la producción, lo cual representa el punto de partida  necesario para  el estudio científico de la sociedad. Es preciso  hacer un  alto en la interpretación que hace Dussel acerca de  este importante  aspecto  y  de las  reflexiones   originales  que ofrece. En una de las partes de Los Grundrisse, Marx  critica  a los economistas modernos quienes interpretan incorrectamente la producción en el sentido de que:    "Según ellos, no puede haber producción a no ser que haya  un instrumento  de producción, aunque no fuese más que la  mano, la producción es también necesariamente el fruto del  trabajo acumulado en el pasado, aunque fuese solamente bajo la  forma de  destreza  adquirida y concentrada en la mano  del  hombre primitivo por el hecho de los ademanes. (77).   

Dussel toma esta cita (consultada en la edición cubana) para cortarla y manipulada de la siguiente manera:    "En  el  caso de la producción esas determinaciones  son:  un sujeto  que  produce, que trabaja (la humanidad);  un  objeto trabajado, materia universal o naturaleza; un instrumento con el que se trabaja, "aunque este instrumento sea sólo la mano" (5,34;  7,28);  un  trabajo  pasado,  acumulado  (aufgehäufte Arbeit).  Estas  son  las  determinaciones  en  general,  más abstractas o esenciales, de toda producción posible. Nos dice para confirmar lo ganado." (78).   

Es  necesario el examen detallado de dicho planteamiento  por las  implicaciones posteriores que tiene para toda  la  obra. La cita se atribuye íntegramente a Marx, pero en  realidad éste se pronuncia críticamente en contra de los economistas anteriores, por tanto se parte de una premisa falsa,  lo  que  por  lógica debe  llevar  a  una  conclusión incorrecta.   A  partir  de  lo  expuesto,   Dussel   plantea la idea del sujeto que trabaja y la  materia trabajada: (79)

"Debe  tenerse en cuenta que el sujeto, como Marx  lo  repite continuamente, -  expone Dussel -  es  primariamente  "sujeto  de  necesidad"  o subjetividad necesitada. Si puede satisfacer su necesidad con un  objeto-natural  satisfactor  (una fruta  a  la  mano)  el consumo  no  estará mediado por un acto productor  -no  habrá producción ninguna. Sólo en el caso de que el "objeto-natural Satisfactor"  no  esté a la mano, habrá  que  producirlo.  El sujeto-necesidad  se transforma así en sujeto-productor  (que en  realidad  y para Marx mismo, no es  entonces  la  primera relación del hombre con la naturaleza). Aun en el caso de  la satisfacción." (80)

Y más adelante sintetiza esta idea cuando apunta:    "El  "círculo" de la necesidad (a) funda el "círculo"  de  la producción (b), y ambos fundarán materialmente al  "círculo" económico  propiamente dicho, para Marx (en su  "materialismo histórico")  el sujeto (necesitado o productor) funda   a  la "materia"  en  su esencia (como "contenido" consumido  de  la necesidad o como "con-lo-que" consumido constituye el  objeto producido); el sujeto histórico es anterior; el sujeto es  el apriori  de la "materia". 8 Primero está el sujeto  histórico como  "trabajo", y después está la naturaleza  como  materia. (81)    Esta tan  libre interpretación de Marx, "destruye" radicalmente el pensamiento marxista, en el cual aparece como categoría  central la práctica, elemento  indispensable  para comprender  la  producción como  relación  Sujeto-Objeto.  La diferencia entre la comprensión de la práctica entre Dussel y Marx,  radica en que el primero la entiende como un  elemento central,  pero  de  manera idealista  a  partir  del  sujeto; mientras  el  segundo  sitúa  como punto de partida de  su doctrina  la  actividad productiva, es decir, la base de la existencia   de  cualquier  sociedad  es  la   producción   y reproducción  de los bienes necesarios para la vida a  partir de lo cual se derivan los distintos tipos de actividad social del individuo; por tanto, el hecho de tomar la necesidad como elemento primario de la relación Sujeto-Objeto, desconoce que estas necesidades tienen  obligatoriamente  un sustento  material objetivo, es decir, no dependen de  la voluntad  del  individuo  exclusivamente,  y  que  Marx   las encuentra  a partir de la actividad productiva, base sobre la cual el hombre establece las infinitas relaciones  materiales e  ideológicas  en  la sociedad;  Relaciones  de  Producción, fundamento  de las demás relaciones sociales, incluyendo  las superestructurales. La concepción idealista de la práctica en Dussel, a pesar de fijar el momento activo de  la  relación sujeto-objeto,  no  llega  a la  esencia  de  la  comprensión marxista, por cuanto el sujeto antes del objeto, convierte el movimiento del pensamiento en  un principio ideal separado de la realidad y de la práctica social (82).   

En  síntesis,  la  visión  dusseliana  de  Marx  consiste  en transitar por diferentes momentos de la concepción  marxista, pero  llevándolo hacia el lado opuesto, al manipular de  forma grosera  unas  veces,  o  interpretar  muy  libremente  sus planteamientos,  en otras. Del análisis de la  producción  se infiere  un enfoque idealista de la práctica y -por tanto  de la  historia-,  el lado opuesto de lo que  teóricamente  Marx esboza  en  su  concepción  materialista  de  los   fenómenos sociales.    Las  necesidades  no  pueden  brotar  de  la  nada,  y compulsan  al hombre hacia la actividad práctica.

De todo  lo anterior  se deriva que Dussel repita el viejo  problema  del sujeto  antes del objeto, o del sujeto sin el objeto, o  sea, la  concepción  idealista  subjetiva,  mediante  la  cual  es indispensable la existencia primaria del sujeto con  respecto al objeto: existir significa ser percibido, y con ello repite uno de los errores que desde ya han sido planteados por  Marx en  las citadas Tesis Sobre Feuerbach, a saber,  el  carácter contemplativo de la filosofía, en especial del materialismo."El litigio sobre la realidad o irrealidad de un  pensamiento que  se  aísla  de la práctica, – decía Marx-  es  un  problema puramente escolástico." (83)   

Por ello la relación Sujeto-Objeto en la concepción  marxista se  establece a partir de la práctica, núcleo de la actividad y  específicamente  en su forma determinada: el  trabajo,  en tanto  forma  especial humana de mediar tal relación, con lo cual no se limita solamente a la producción de objetos  necesarios  para  la vida, sino que  deviene  en  la objetivación de fines e ideas de la realidad; es decir, en la actividad  laboral el hombre humaniza la naturaleza,  creando objetos  que satisfacen sus necesidades y, al  mismo  tiempo, materializa  sus  propios proyectos ideales cuya base, como fundamento, las necesidades prácticas que  dimanan de su ser esencial. Es un proceso interactivo de objetivación y  desobjetivación,  donde  lo ideal y lo  material  por  tal concepto se interpenetran y devienen en idénticos tomando como premisa objetivos, fines y medios de la actividad.  Marx no  parte de manera absoluta de una categoría en  específico: la necesidad, sino que ésta se enmarca en el contexto de  las demás  relaciones sociales. A Marx le es propio  el  análisis dialéctico, sobre  la  base  del  cual  los  conceptos   se interpenetran y no adquieren carácter de demiurgo de todo  lo existente;  de  ahí que los conceptos no se  puedan  analizar aisladamente, como por ejemplo hace Dussel:   "La determinación "material" del materialismo de Marx -escribe Dussel- es ésta y no otra. Podemos concluir entonces, que "la producción crea al consumidor". (12,30-31; 13,40-41). (84)   

Marx es portador de una reflexión dialéctico materialista, En ningún  momento  el enfoque tiende a presentar  los  diversas conceptos  de  manera  aislada  y  unilateral,  pero  siempre aparece  como  punto  de  partida  la  producción, elemento indispensable para comprender el resto de los fenómenos:

"No se trata solamente del objeto del consumo, – dice Marx  al respecto- sino también del modo de consumo que la  producción crea  tanto  en forma objetiva como subjetiva.  Por  ende  la producción da lugar al consumidor.   

3)  La  producción  no  sólo proporciona  una  materia  a  la necesidad, sino también una necesidad a la materia….En  ese sentido, la producción crea no sólo un objeto para el sujeto, sino también un sujeto para el objeto.  

La   producción   da   lugar  por  tanto   al   consumo:   a) proporcionándole  su  materia;  b) determinando  el  modo  de consumo;  c)  suscitando  en el consumidor  la  necesidad  de productos que ella ha creado materialmente. Por  consiguiente ella  produce el objeto, el modo y el instinto  del  consumo. Por  su  parte  el  consumo  suscita  la  predisposición  del productor,  y  despierta en él una necesidad animada  de  una finalidad." (85)   

Como se observa en ninguna de las partes Marx absolutiza  los conceptos empleados , estos se interpenetran y devienen  los unos de los otros.   Siguiendo  el  hilo conductor de  dicha  posición  idealista, Dussel  arremete  nuevamente contra el materialismo   y  para ello utiliza nuevamente a Marx, siempre guiándolo hacia donde él  quiere  llevar sus concepciones. Citando  a  Konstantinov acerca   de  la  forma  clásica  de  formular   el   Problema Fundamental de la Filosofía plantea:    "Obras  como  las  de  F.  Konstantinov,  Fundamentos  de  la filosofía  marxista, México, Grijalbo, 1976, en su I  parte: Materialismo Dialéctico"      (pp.113-333),   escrita fundamentalmente  en 1951, escribe en su introducción:  "¿Qué es   lo  primero,  el  punto  de  partida:  la  materia,   la naturaleza, o el espíritu, la razón, la conciencia, la idea? " (p.10). Marx hubiera preguntado: "¿Qué es primero, el sujeto del  trabajo,  el  obrero, el productor,  o  la  materia  del trabajo,  la naturaleza como tierra laborada?"

A la  pregunta de  Konstantinov  se responde: la materia es  primero  y  eso sería   el  materialismo  (pero   materialismo   cosmológico, ontológico,  filosófico, ingenuo; el antiguo materialismo.  A la  pregunta de Marx se respondería: el primero es el  sujeto que  trabaja  y  esto seria el  materialismo  histórico.  Cf. Alfred Schmidt, Der Begriff der Natur in der Lehre von  Marx, Frankfurt, 1962." (86).   

Dussel cita a Konstantinov, pero este último ha  parafraseado a  F.  Engels en una  de sus obras  maduras  más  importante: Ludwig Feuerbach y el fin de la Filosofía Clásica Alemana, en la cual  aquel  plantea  el  problema  fundamental  de la Filosofía.    

La  formulación  del  problema fundamental  de  la  filosofía constituye una síntesis magistral hecha por F. Engels  acerca de  todo el desarrollo de la filosofía anterior. No se  trata de  interpretar  de una manera burda el significado  de  este problema, por el contrario se trata de encontrar la  relación entre  las  diversas  formas  históricas  de  existencia  del pensamiento: político, moral, mitológico, filosófico, etc.,  y las distintas variantes de la actividad humana, sobre cuya base y maneras de realización aquéllas surgen y se  desarrollan.  En realidad,  toda la historia de la filosofía ha sido  la  lucha entre  concepciones  opuestas del mundo, las cuales  eran  un reflejo  de la lucha que en el orden  práctico  desarrollaban los   individuos  en  las  condiciones  de   un   antagonismo universal.  Por ello el problema fundamental de la  filosofía permite caracterizar cómo a partir de él, toda la Historia de la  Filosofía  se  divide en  dos  partidos  filosóficos:  el materialismo y el idealismo.    

No  se  pueden  confundir a partir de  esta  división  formas ingenuas  y espontáneas de materialismo, como las  que  aduce Dussel;  tampoco se puede reducir el problema a la  respuesta ingenua y escolar acerca del carácter primario de la  materia y la conciencia, sino de concebir el materialismo como  forma y método de analizar el problema fundamental de la  filosofía así  como todo el conjunto de problemas filosóficos que a  él se asocian.     

Siguiendo  la  idea  de la crítica  a  los  materialistas  de manuales,  Dussel  se continúa presentando como  defensor  de Marx, pero al mismo tiempo ofrece sus valoraciones:"…Es  necesario  terminar  de una vez   por  todas  – expone Dussel-  con  ese materialismo ingenuo y  cosmológico  de  la "aprioridad  de la materia" – que como la  idea  determinaría necesariamente  al hombre, borrando su carácter  histórico  y ético y haciéndolo un epifenómeno físico. Nada más lejano del "materialismo  histórico"  de Marx, donde la  materia  es  lo constituido a posteriori por la subjetividad humana (física y espiritual) como trabajo, producción." (87).    Esta presentación idealista de la aprioridad de la conciencia sobre  la materia, es tomada una y otra vez, para  desde  una "óptica   marxista"  "defender"  a  Marx   del   materialismo cosmológico:     "El  "materialismo" de Marx, repitiendo, no afirma que  "todo [el cosmos] es materia", sino que el sujeto que trabaja (el a priori) constituye la naturaleza (Natur) como "materia" (lo a posteriori)  del trabajo. La "voluntad  humana  (menschlichen willens)"  – expresión  de  Marx- es el  sujeto  anterior;  la materia  es  posterior y pende del sujeto  como  su  "órgano" inorgánico.  La materia es el lugar de la objetivación de  la subjetividad.  La  ingenua  pregunta  de  sí  es  primero  la "conciencia" o la "materia" no es ni siquiera la cuestión del Marx  definitivo. Es en cierta manera, un nuevo  "idealismo", es  una  teoría  del  conocimiento y  no  una  teoría  de  la producción  – que es lo que interesa a Marx. El problema es: ¿qué  es  primero:  el  sujeto  que  trabaja  o  la   materia trabajada? Sin lugar a dudas, para Marx, es primero el sujeto que trabaja, y no la materia de trabajo." (88)   

Sobre esta larga cita es necesario hacer algunos  comentarios indispensables. Aquí hay una forma subliminal – pero   clásica- de  atacar el marxismo: la de contraponer a Marx y Engels,  y aunque  Dussel  sólo menciona a Politzer  y  a  Konstantinov, detrás  de  ellos  subyace Engels  en  el  planteamiento  del problema fundamental de la filosofía y en la valoración a  la luz  de  los descubrimientos de la ciencia del  ciclo  de  la materia.  En  Engels  no  hay  ningún  compromiso  con  tipos especiales de sustancias: agua, fuego, aire, etc., como en  el materialismo  ingenuo; Engels en Dialéctica de la  Naturaleza al referirse a la materia decía:    "La  materia no es otra cosa que el conjunto de  materias  de que se abstrae ese concepto." (89)    En la misma obra también planteaba:    "N.B.  La  materia  en cuanto tal es una  pura  creación  del pensamiento, una abstracción."(90).   

También Engels a través del desarrollo limitado que tenía  la ciencia  para aquellos momentos, hace referencia a la  muerte de  nuestra  estrella,  el sol, y a  la  posibilidad  de  que surgiera  la  vida  en forma similar a  la  nuestra  en  otro contexto del universo:    "…La  materia permanecerá eternamente la misma a través  de todas  sus mutaciones, de que ninguno de sus atributos  puede llegar  a  perderse por entero y de que, por  tanto,  por  la misma férrea necesidad con que un día desaparecerá de la  faz de  la  tierra su floración más alta, el  espíritu  pensante, volverá a brotar en otro lugar y en otro tiempo. (91).      

Es  curioso que hoy en día, también a partir  del  desarrollo actual de las ciencias, se ha comprobado científicamente  que las  estrellas nacen, crecen, se desarrollan y mueren, y  por tanto,  un  camino similar al previsto por  Engels  debe  ser recorrido  por  nuestra estrella, el sol, para lo  cual  Karl Seagan  en  la  serie televisiva "Cosmos",  esboza  un  nuevo enfoque  acerca de este problema, en el cual predice que  el hombre  debe  devolver al cosmos la vida que recibió  de  él, mediante su conquista y poblamiento por la humanidad.    Pero  lo más importante a destacar es que Marx y  Engels,  al abordar  la categoría materia,  no se identifican con  ningún tipo específico de sustancia que los pueda relacionar con  un materialismo ingenuo o cosmológico; tampoco existen elementos  contrapuestos que diferencien sus concepciones.    Es  curioso  también  que  si se  habla  de  marxismo  y  más específicamente de materia, no se mencione tampoco por  parte de  Dussel a Lenin, uno de los continuadores de la  reflexión del marxismo, pero que precisamente por tergiversaciones,  al estilo  de  las  que plantea Dussel, se vio  obligado  en  su  época a analizar la significación de la categoría materia. En este clásico  tampoco está presente la identificación de la  materia con elementos sustanciales:"La materia- dice Lenin- es una categoría filosófica que sirve para designar la realidad objetiva, que es dada al hombre  en sus sensaciones, que es copiada, fotografiada, reflejada  por nuestras  sensaciones,  y que  existe  independientemente  de ellas." (92)

    De  lo anterior se infiere que la materia es un  concepto  a través   del   cual   se   designa   la   realidad   objetiva independientemente  de  la  conciencia  del  hombre,  es  una categoría  filosófica, un concepto de máxima amplitud, en  el cual   no  se  establece  identificación  con   ningún   tipo específico de sustancia. Además se plantea la posibilidad que tiene  el  hombre de conocer y profundizar cada  día  en  esa realidad  objetiva.  La polémica establecida por Lenin  y  la solución aportada en éste sentido, deben ser  consideraciones indispensables,  a la hora de conceptuar, desde el  punto  de vista  del marxismo, tales problemas. Por tanto, Dussel  asume subliminalmente  varias  de las tantas formas de combatir  el marxismo, es decir, desconocer la labor de Lenin en defensa y desarrollo del marxismo.

    Resumiendo, se puede decir que Dussel introduce la  concepción idealista  en  la interpretación de la obra de  Marx  en  Los Grundrisse y, al mismo tiempo, contrapone a éste con  Engels, además  de que  desconoce subliminalmente la labor  de  Lenin como uno de los más fieles defensores del marxismo.Dusselianizar  a Marx es tomarlo de la mano y conducirlo  por caminos  totalmente diferentes en el ámbito de la  filosofía. Para  ello  se  manipulan y tergiversan  elementos,  de  gran relevancia  desde el punto de vista teórico. Dicha  labor  se complementa  obligatoriamente divorciando a Marx de Engels  y de  Lenin en aspectos de gran significación teórica, como  el problema   fundamental  de  la  filosofía  y   la   categoría filosófica de materia, concepciones por demás muy  divulgadas y  popularizadas. Esto sirve de base para introducir  a  Marx hacia  otros  conceptos teóricos como la pobreza,  a  la  que Dussel   convierte   en  un  paradigma  necesario   para   la liberación, elemento que como se explicó en el capítulo I  se contrapone de manera absoluta con los planteamientos de  Marx al respecto. 

C) INTERPRETACIÓN  IDEALISTA  DE  LA HISTORIA  POR DUSSEL EN LAS PRIMERAS VERSIONES  DE LA OBRA ECONÓMICA DE MARX.                                      

    En  la  concepción filosófica de Enrique Dussel,  siempre  ha existido  una asombrosa fidelidad a las  posiciones  asumidas como  punto de partida en sus primeros trabajos, a  pesar  de las variaciones que se introducen una vez conocida la obra de Marx.   En  Los  Grundrisse,  Dussel  reasume  una   posición tercerista  al utilizar como premisa el concepto de pobre, mediante el cual coquetea con el concepto de clase; de  todas maneras  la  forma de enfocar el problema – por  lógica-  debe modificarse y hay desde luego un acercamiento a Marx,  aunque los principios esenciales se mantienen inalterables.    

Marx analiza en Los Grundrisse cómo el trabajo no  objetivado existe   como   potencialidad,   como   pura    subjetividad, considerándolo  desde este punto de vista en relación con  la pobreza.  Esta  idea es tomada por Dussel  como  un  elemento central de la obra de Marx."La  disociación  entre  la propiedad y  el  trabajo  – apunta Dussel-  se presenta como ley necesaria de  este  intercambio entre  el capital y el trabajo. El trabajo, puesto  como  no-capital (Nicht-kapita) en cuanto tal, es:…    El trabajo como pobreza absoluta (absoluta armut): la pobreza no como carencia, sino como la exclusión plena de la  riqueza objetiva… _…Como la objetividad es puramente inmediata, es, asimismo, no-objetividad inmediata. en otras palabras: una  objetividad que  de  ningún  modo es exterior (ausser)  a  la  existencia inmediata del individuo mismo….   

El  trabajo  no  como objeto, sino como  actividad;  no  como autovalor,  sino  como la fuente viva del  valor…No  es  en absoluto una contradicción afirmar, pues, que el trabajo  por un lado es la pobreza absoluta como objeto, y por otro es  la posibilidad  universal  de  la riqueza  como  sujeto  y  como actividad;   o   más  bien,  que  ambos  términos   de   esta contradicción  se  condicionan  mutuamente y  derivan  de  la esencia  del  trabajo,  ya  que  éste,  como  ente   (Dasein) absolutamente  contradictorio con respecto al capital, es  un presupuesto del capital y, por otra parte, presupone a su vez al capital" (235,34-236) (93).   

Después  de introducir en su libro tan larga cita  Dussel  se disculpa  ante  el lector, aduciendo que ello se  debe  a  la importancia que revisten los párrafos citados.    Dussel  conceptúa la cita anterior como la página  filosófica más  importante  de  Marx  en Los  Grundrisse;  por  ello  ha despertado  curiosidad en las personas que han  estudiado  la obra  de este autor. En conversación con la profesora  Ofelia Shutte  de la Universidad del Sur de la Florida EE.UU.,  ella manifestaba  que Marx en sus escritos mencionaba  la  pobreza como un elemento que estaba presente en sus análisis sobre la sociedad,   pero   que   ello  no   tenía   una   importancia trascendental.  También  expresaba  que no  se  explicaba  al principio  por  qué  Dussel hiperbolizaba  la  pobreza  y  la convertía  en  un elemento central de  su  interpretación  de Marx.  Se trataba pues de establecer una conexión, un  puente entre la filosofía de Dussel y la obra de Marx; es lo que  en otras ocasiones la profesora Shutte ha llamado "Dusseleanizar a Marx", es decir, adecuar la teoría marxista a la concepción teórica  de  Dussel;  es lo que  ha  llamado  Gilberto  Pérez Villacampa  "…un paso de la analéctica por Marx,  donde  lo que  importa  no  es  tanto Marx como  la  validación  de  la antropología  filosófica que Dussel había ya desarrollado  en detalles,  a  través  de una interpretación  sui  generis  de textos clásicos de Marx." (94)

Pero  lo  más importante en este sentido es que  se  pretende arribar,por medio de Marx, a las conclusiones finales  acerca de un proyecto liberador para América Latina. "Si  la  riqueza es el capital,- sugería Dussel- el  que  está fuera  es  la "pobreza absoluta". Nada de  sentido,  nada  de realidad,  improductivo,  inexistente, "no-valor".  A  esta posición  de  la persona la hemos llamado "el Otro"3.  Pero téngase  en cuenta que el trabajador, en tanto hombre,  puede devenir  siempre- aun cuando sea un asalariado- "el Otro"  que la  totalidad del capital. De hecho, entonces, en su  origen, en  el  "cara-a-cara"  que enfrenta  el  trabajador  ante  el capital  (el  capitalista en concreto), el  trabajo  es  nada todavía. (95).   

Como se observa, a medida en que Dussel se fue adentrando  en la teoría marxista, le quedaba más clara la imposibilidad  de obviar  este discurso sobre todo cuando se quería  hablar  de "liberación".  Cada  vez  era más  insostenible  mantener  la posición inicial de conceptuar al Marxismo como "ontología de la  Totalidad". Es por ello que realiza una  minuciosa  labor teórica que le va a permitir un acercamiento a Marx, lo  cual se  pone de manifiesto en las reediciones posteriores  de  su obra   Filosofía   de   la   Liberación.   Esas   variaciones fundamentales fueron expuestas por Gilberto Pérez  Villacampa (96). En el caso de Dussel no se trata de interpretar de  uno u  otro  modo  la  reflexión de Marx,  ni  de  tomar  algunos elementos  de  la  teoría  marxista  e  introducirlos  en  su concepción,  sino por el contrario, el problema es  encontrar un filón, desde donde Marx pueda introducirse en la teoría de Dussel.

El ejemplo más palpable es el párrafo anterior, donde a partir del carácter contradictorio del trabajo, en el  cual existe como potencialidad la riqueza en uno de sus polos y la pobreza en el lado opuesto, este elemento es aprovechado  por Dussel para enlazar las categorías de "El Otro" y el  Cara-a-Cara  con  la  concepción marxista, donde se  les  asocia  al enfrentamiento   trabajo-capital.  Dussel realiza  una  labor minuciosa   para   encontrar  estos  filones   teóricos    de coincidencia, que de por sí son forzados; pero que le  sirven de  asidero  para  atraer hacia su teoría  la  concepción  de Marx.   "En el concepto de trabajador libre -sugiere Marx al respecto-  está  ya  implícito que el mismo es pauper  (pobre):   pauper virtual.  Con  arreglo a sus condiciones económicas  es  mera capacidad viva de trabajo (lebendiges Arbeitsvermögen),  por cuyo motivo está también dotado de necesidades vitales. En su calidad de  necesitado22  (Bedürftigkeit)  en  todos   los sentidos,   sin  existencia  objetiva…Si  ocurre   que   el capitalista  no  necesita el plusvalor del  obrero,  éste  no puede  realizar su trabajo necesario, producir sus medios  de subsistencia. Entonces…los obtendrá sólo por la  limosna… [El obrero] está ligado a condiciones que para el obrero  son fortuitas,  indiferentes23  a  su ser  orgánico.  Por  tanto, virtualiter es un pauper" (110,9-24;497,28-498,1) (97).   

Esta  idea  es  retomada por  Dussel  posteriormente al caracterizar este  párrafo  como   "líneas"  de  mayor significación para la filosofía latinoamericana.       

Aquí  podría  surgir la interrogante: ¿Por qué  convertir  la pobreza  en  un elemento medular de la concepción  de  Marx?. ¿Qué interés específico tiene Dussel para destacar la pobreza como  elemento  central de la concepción  marxista?, cuestión que Marx interpreta como resultado inevitable de una relación económica entre clases, pero sin expresarlo como  el principio céntrico de su concepción.Siguiendo esta misma línea Dussel continúa en el análisis de la   obra  de  Marx  haciendo  referencia  a  la   condición indispensable para la existencia del obrero, que es producir  más  plustrabajo, lo cual está estrechamente ligado  con  las  leyes propias de este modo de producción entre las cuales se encuentran las leyes de la población:                             

Por  consecuencia  – plantea Marx- , el  obrero  debe  siempre producir  más plustrabajo, mientras que el trabajo  necesario liberado aumenta del otro lado. Por consiguiente, aumenta la posibilidad de su pauperismo.            

Cada  modo de producción tiene sus propias leyes de incremento de  la población y de la superpoblación, siendo  esta  última sinónimo de pauperismo." (99).A partir de esta idea expresada por Marx,  Dussel  introduce – para  su  conveniencia-, el concepto  de  exterioridad  como manera de conectar a Marx con su doctrina."…sobrepoblación.  lumpen,  marginales (los  que  están  al margen [ausser], fuera, en la exterioridad." (100)                         

Más  adelante, Dussel repite nuevamente la cita  marcada  con el  #  93  relativa a la pobreza del obrero  y  acto  seguido  introduce  la  categoría  de  "el otro" en  relación  con  el trabajador,  con  lo cual trata de hacer más  concreta  dicha categoría  a partir de la introducción de las reflexiones  de Marx:"El  trabajador – plantea Dussel-  es "el otro"  del  capital-ante  rem. Pero una vez alienado, vendido (cf 17.3), no  deja por ello de ser potencial o actualmente de nuevo el otro  que el capital": (101).Algo  parecido hace también con la categoría de pobre, ahora  asociada a  "el otro":  "El pobre, por ello y como fruto de la  explotación  del mismo capital, es "el otro" por excelencia. "El   otro"  como pobre es un individuo  – individualidad  que habiendo  pasado por la experiencia del trabajo libre  se  ha desarrollado  al máximo: es persona en un sentido nuevo,  más maduro que en los anteriores modos de apropiación -, es potencialmente  una clase (la clase trabajadora), y en otro  nivel una nación." (102).Dussel  introduce las categorías de "el otro" y el "pobre"  a partir  de la superpoblación. Conjuntamente con ello  también incorpora  la  categoría   de Masas Populares  a  partir  del concepto de masas marginales, lógicamente como una derivación  de  la  ley capitalista de la población la cual adapta  a  su reflexión teórica: "De  esta manera, las masas marginales – de nuestras  ciudades en  los países periféricos, – expone Dussel-  p. ej  en  Nueva Delhi,  El  Cairo, México o Buenos Aires  – son  un  resultado (Resultat)"  del  capital mismo en su  desarrollo.  Que  esas masas   no  sean  clase  obrera  no  obsta  para   que   deba categorizárselas con respecto al capital-y, desde un punto de vista  político y cultural serán las "masas populares" -26  y deban entrar en un discurso económico y filosófico" (103).La  valoración hecha por Marx de la sobrepoblación parte  del análisis  de  este  fenómeno como algo  propio,  interno  del sistema  capitalista,  lejos  del  cual  el  mismo   perdería virtualidad,  pues  el  sistema no sería tal,  es  decir,  se constituye como un elemento interno, propio del sistema,  que  no  puede  categorizarse  como  un  aspecto  exterior,  según plantea  Dussel.  

A continuación otorga un papel  central  a esta sobrepoblación, mediatizándola con el concepto de  pobre y  atribuyéndole, por tanto, una función determinante  para  el desarrollo social al darle desde el punto de vista  "Político Cultural"  la  función de masas populares, con  lo  que  debe englobar  al  núcleo transformador de la sociedad,  capaz  de efectuar la tarea de la liberación y fuera de la cual  -según la  teoría  de Marx- no debe estar excluida,  por  tanto,  la clase obrera con sus aliados naturales. En las obras de  Marx queda muy claramente expresado que su teoría está destinada a responder a los intereses de la nueva sociedad en la que la clase  obrera  ocupa  un  lugar  central  en  el  proceso  de transformación  revolucionaria. Para Marx está muy  claro  el papel que desempeña el ejército industrial de reserva, que es muy  diferente al concepto de masas populares que  le  quiere atribuir  Dussel: asociarlo con la pobreza. De todo ello  Marx da  una visión diferente en su obra cumbre y  definitiva   El Capital, donde exponía: "Los  últimos  despojos de la  superpoblación  relativa  son, finalmente  los que se refugian en la órbita del  pauperismo. Dejando  a  un  lado a los vagabundos,  los  criminales,  las prostitutas,  en  una  palabra  al  proletariado   harapiento ("lumpenproletariado") en sentido estricto, esta capa  social se  halla  formada  por tres  categorías.  Primera:  personas capacitadas  para el trabajo…Segunda: huérfanos e hijos  de pobres.  Tercera:  degradados, despojos,  incapaces  para  el trabajo…El  pauperismo  es  el  asilo  de  individuos   del ejército  obrero  en  activo y el peso  muerto  del  ejército industrial de reserva." (104).

Por  tanto desde el punto de vista político masas  populares, en   cuyo  núcleo  deben  estar  la  clase  obrera  y   demás trabajadores manuales e intelectuales, no puede identificarse con  masas marginales, por lo que igualar tales conceptos  es una tergiversación del pensamiento de  Marx.Dussel continúa llevando de la mano a Marx, para adentrarlo aún más en su universo conceptual cuando retoma nuevamente, una  de  sus citas considerada a su juicio,  como  referencia obligada  y  punto  de  partida  y  llegada,  si  se   quiere comprender con plenitud dicho clásico:"El trabajo puesto como no-capital en cuanto tal, es: 

1] Trabajo  no-objetivado, concebido negativamente…el  trabajo vivo,  existente  como abstracción de estos  aspectos  de  su realidad  real;  este despojamiento total, esta  desnudez  de toda  objetividad,  esta existencia puramente  subjetiva  del trabajo. El trabajo como pobreza absoluta: la pobreza no como carencia,   sino   como  exclusión  plena   de   la   riqueza objetiva…una  objetividad  que coincide  con  su  inmediata corporalidad    …

2]   Trabajo   no-objetivado:    concebido positivamente…como   actividad…como   fuente   viva    de valor… No es en absoluto una contradicción afirmar, pues que el trabajo por un lado es la pobreza absoluta como objeto,  y por  otro  es  la posibilidad universal de  la  riqueza  como sujeto  y como actividad; o más bien, que ambos  términos  de esta contradicción se condicionan mutuamente y derivan de  la esencia  del trabajo, ya que éste, como  ente  absolutamente contradictorio con respecto al capital, es un presupuesto del capital  y, por otra parte, presupone a su vez  al  capital." (235,35-236,29;203,10-45). (105).

Después  de alabar la importancia de esta  larga  referencia, Dussel introduce el concepto de exterioridad a partir de  los presupuestos  teóricos extraídos de esta reflexión,  lo  cual explicita en tres momentos diferentes:    

1.        "Exterioridad por  anterioridad histórica, es decir,  por ser  la  génesis del capital: ". lo que  por  disolución  dio origen al sistema (al capital)p.ej.)." (106).

2.        "Exterioridad  propiamente  dicha, metafísica,  como  el trabajo   vivo   es   el  otro  que   el   capital,   siempre sincrónicamente   (de todas maneras es plenamente otro  antes del intercambio del capital-trabajo, ante rem). (107)

3.        "En   tercer   lugar  …  (como  el   trabajador   pauper, desempleado  que por la disminución del tiempo  necesario  de trabajo se ha quedado "fuera" sin trabajo)." (108).

En  los tres momentos anteriores se hace referencia  a  igual número  de elementos que Dussel presenta  enlazados,  formando parte  de  un mismo sistema, los cuales  son:  Trabajo  Vivo, Pobre,  Exterioridad.  Esta  misma  tríada  es  retomada  muy claramente cuando sugiere: "Intentaremos demostrar que el concepto de trabajo vivo  (y la categoría del mismo nombre) es el más simple, el punto  de partida,  el "desde donde" despliega toda su obra.  Al  mismo tiempo  coincidirá con la categoría de exterioridad  y  pobre tal  como  fue  definida por la filosofía  de  la  liberación latinoamericana." (109)   

Siguiendo   el   hilo  de  lo  planteado  a  partir   del concepto de Exterioridad, al  cual  otorga  una   importancia  determinante,  Dussel  introduce  otros  que  ya  se   habían  revelado  como  centrales en su proyecto,  emancipatorio: "el cara-a-cara"  que  adquiere a partir de  la  introducción  del discurso de Marx una concreción diferente: "En  tercer  lugar,  la exterioridad  puede  realizarse  post factum  (como  el trabajador pauper, desempleado, que  por  la disminución  de  tiempo necesario de trabajo  se  ha  quedado "fuera": sin-trabajo). Es desde esta múltiple "exterioridad" que el trabajador se avanza "ante", "frente" al capital  (el capitalista, la clase capitalista, y en otro nivel la  nación central  capitalista)  en  una  experiencia  tan  corta  como abismal,  abismal: el cara- a – cara  del que como  "desnudez absoluta"  enfrenta   a   otro   hombre    "poseedor    de  dinero". (110)  A  partir  de  estos  tres  momentos  Dussel  relaciona   los conceptos de  "el otro" tomando como elemento para  ello  la relación con las categorías que utiliza Marx:"Pero  la  "exterioridad" propiamente dicha,  metafísica  (en cuanto más que ontológica o "por sobre" el horizonte del  ser del sistema), se establece entre el capital ya originado y el "trabajo  vivo. En efecto el trabajo  vivo,  el  trabajador  mismo en su carnalidad disponible es "el otro" absoluto que enfrenta al capital desde su exterioridad propia." (111).

Partiendo  de la introducción de estos nuevos  elementos,  es indispensable  detenerse en el análisis del concepto  trabajo vivo,  el que  – como se ha observado- Marx  utiliza  en  los Grundrisse,   en los manuscritos del 61-63, y en  El  Capital a este,  Dussel le atribuye un lugar central en  la  teoría marxista y al mismo tiempo analiza como exterior al sistema. Así, por ejemplo, apunta:

"La cuestión de la exterioridad o la "trascendentalidad"  del trabajo vivo por oposición dialéctica al capital es la  clave completa  para  descifrar el discurso marxista y  también  la doctrina del plusvalor." (112) Más adelante expone:

"El "trabajo vivo" en cuanto trabajo humano, actualidad de la persona  y manifestación de su dignidad, se sitúa  en  cuanto tal fuera, más allá trascendiendo o, como lo hemos llamado  en otras  obras, en la exterioridad del capital."  El "trabajo vivo" no-es el "trabajo objetivado". El primero es el hombre mismo, la actividad, la subjetividad, la "fuente creadora de todo valor; lo segundo es la cosa, el producto, el valor producido. De esta manera, la critica del capital (como totalidad cósica) se efectuará desde la exterioridad del "trabajo vivo". "Exterioridad" real más allá, trascendental, del ser del capital, del valor (como cosa efectuada)." (113)  Y  luego reitera:"El  "trabajo  vivo" es la categoría  más  simple,  la  más concreta  y, sin embargo, en su exterioridad con respecto  al capital  (trabajo objetivado), la referencia obligada en  todo desarrollo posterior." (114)

La  idea  de convertir la categoría de trabajo  vivo  en  una categoría  central,  se reitera en otros  trabajos,  lo  cual   indica la convicción de Dussel al respecto: "El concepto de "trabajo vivo" – expresa Dussel- es usado por Marx frecuentemente, pero sin conciencia explícita de que es una categoría fundamental. Viene a su pluma sin haber sido constituida  claramente.  Es la categoría  más  absolutamente simple desde donde brotan todas las demás (sea por afirmación  de un aspecto, sea por su negación). (115)

Al atribuir al "Trabajo Vivo" el papel de categoría  inicial, la más simple, desde la cual brotan las demás, Dussel  ofrece una  visión  distinta  a la teoría económica de  Marx  en  El Capital,  en  el cual, este inicia su  investigación  con  el esbozo  de  la categoría Mercancía, la que  aparece  como  la más  simple  del  capitalismo,  la  más  pobre  en contenido, pero  determinante como premisa desde el punto  de vista lógico e  histórico   en  la  aparición   de   las   relaciones capitalistas de producción. En El Capital, Marx utiliza el concepto de fuerza de  trabajo o capacidad de trabajo; no por puro capricho, sino  como  un resultado  de su investigación; pues este se encuentra subsumido en el concepto de mercancía.  Al  llegar  a este momento cumbre  de  la  teoría marxista, Dussel – siguiendo la dinámica de su  interpretación de  Marx, -  analiza de una manera muy  personal  el  problema cuando dice:

"Llegamos así al texto definitivo sobre la cuestión. En  esta obra,   sin  embargo,  los  textos  fundamentales  han   sido redactados  para un público que exigía, según el  parecer  de Marx  y  Engels,  una exposición más simple.  Por  ello,  los textos  explícitos  de los Grundrisse y los  Manuscritos  del 61-63,  casi desaparecen. Quedan sólo restos indicativos.  En el   "lugar"  lógico  es  donde  el  "trabajo   vivo",   como exterioridad subsumida, permite al "dinero" transformarse  en "capital",  el  capítulo 2 (cap. 4 de  la  segunda  edición), parágrafo  3: "Compra y venta de la fuerza de  trabajo".  del famoso  texto sólo queda lo siguiente: "[….]

Una  mercancía cuyo  valor  de  uso poseyera la peculiar  propiedad  de  ser fuente  de  valor  (Quelle  von  Tauschwert);  cuyo   consumo efectivo  mismo, pues, fuera objetivación de trabajo,  y  por tanto  creación de valor (Werthschoepfung). Y el poseedor  de dinero  encuentra en el mercado esa mercancía específica:  la capacidad de trabajo o fuerza de trabajo [¿duda Marx cuál  de ambas  denominaciones  adoptará?]. Por fuerza de  trabajo  o capacidad de trabajo [¿nuevamente?] entendemos el conjunto de las   facultades  físicas  y  mentales  que  existen  en   la carnalidad   (Leiblichkeit),   en   la   personalidad    viva (lebendigen  Persoenlichkeit)  de ser  humano"  (I/1.  p.203; MEGAI,5,120,  15-24). La segunda condición[….] es que  deba ofrecer   como   mercancía  su  fuerza   de   trabajo   misma (Arbeitskraft)     [ahora     Marx     se     ha     decidido terminológicamente], lo que sólo existe en la carnalidad viva que   le   es   inherente"   (Ibid;p.205;121,14-16)."   (116)    Revisando el parágrafo 3 del capítulo 4 de El Capital de Marx 3.  Compra y venta de la Fuerza de trabajo, texto que  Dussel cita en relación al "trabajo vivo", se puede observar que la no-utilización de esa categoría responde a la nueva dimensión que  ha  adquirido  la teoría de Marx;  por  ello  define  la capacidad o fuerza de trabajo como:"El conjunto de las condiciones físicas  y  espirituales que se dan en la corporeidad, en la personalidad viviente  de un  hombre y que éste pone en acción al producir  valores  de uso de cualquier clase." (117)Luego Marx caracteriza esta capacidad de trabajo o fuerza  de trabajo como una mercancía, pero que para ser concebida como tal debe cumplir determinadas condiciones "Arrancando  de  esta premisa, – dice Marx-  la  fuerza  de trabajo sólo puede aparecer en el mercado, como una mercancía siempre que sea ofrecida y vendida por  su  propio poseedor,  es decir, por la persona a quien pertenece.  Para que  su  poseedor,  pueda venderse  como  una  mercancía,  es necesario  que  disponga  de ella, es decir,  que  sea  libre propietario    de   su   capacidad   de   trabajo,   de    su persona….ambas   son,  por  tanto  personas   jurídicamente iguales.  Para  que esta relación se mantenga a lo  largo  del tiempo  es, pues, necesario que el dueño de  la  fuerza  de trabajo sólo la venda por cierto tiempo, pues si la vende  en bloque  y para siempre, lo que hace es venderse a  si  mismo, convertirse de libre en esclavo, de poseedor de una mercancía en mercancía…

La segunda condición esencial que ha de  darse para  que  el poseedor de dinero encuentre en el  mercado  la fuerza de trabajo como una mercancía, es que su poseedor,  no pudiendo vender mercancías en que su trabajo se  materialice, se vea obligado a vender como una mercancía su propia  fuerza de   trabajo,  identificada  con  su  corporeidad viva…Si hubiéramos  seguido  investigando hasta  averiguar  bajo  qué condiciones  los  productos  todos  o  la  mayoría  de  ellos revisten  la forma de mercancías, habríamos  descubierto  que esto  sólo  acontece  a  base de  un  régimen  de  producción específico y   concreto,   el   régimen   de    producción capitalista …

Cuando decimos capacidad de trabajo no hacemos caso omiso de los medios de vida necesarios para alimentarla. Lejos  de ello, expresamos el valor de éstos en el  valor  de aquélla  y  si no logra venderla, al obrero no le  sirve  de nada, antes al contrario, considera como una cruel  fatalidad el que su capacidad de trabajo exija una determinada cantidad de  medios  de vida para su producción  y  siga  exigiéndolas constantemente para su reproducción. Y descubre con  Sismondi que  "la  capacidad  de trabajo…no es nada,  si  no  se  la vende." (118)

Fue necesario tomar estos núcleos fundamentales del parágrafo dedicado a la fuerza de trabajo como mercancía en El  Capital de Marx, pues la categoría "trabajo vivo" que aparece en  los Grundrisse,  en  los  manuscritos  del  61-63,y en El Capital,  deviene  en capacidad  o  fuerza  de trabajo lo  cual  permitió  a  Marx, desentrañar cuál es el misterio que posee dicha mercancía, lo cual hace que el  capitalista  – comprándola  por  su  valor- obtenga  de  ella un remanente en su utilización.  En  ello radica  la  fuente  de la explotación  de  este  sistema.  El análisis  hecho  por  Marx revela  los  secretos  que  hasta entonces ninguno de  los  economistas   anteriores   pudo desentrañar  acerca del capitalismo; en ese descubrimiento ocupa un  lugar central, el examen realizado de la   fuerza  de trabajo como mercancía.

Cuando Marx analiza la categoría de "trabajo vivo",  lo  hace en  relación  con  el  "trabajo  objetivado",  es  decir,  la conversión  de  uno en otro  tiene como objetivo  exponer  de forma  clara  la  ley  económica de  un  tipo  específico  de sociedad.  ¿Cómo  analiza Dussel la  categoría   de  "trabajo vivo"?   Como una categoría externa al sistema, que sirve  no sólo  para  caracterizar un tipo específico de  sociedad,  el capitalismo,  sino  que es aplicable a cualquier  sociedad  y por tanto a cualquier tipo de economía:

"Es una critica- apunta Dussel- en cuanto el  trabajo  vivo puede poner en cuestión al trabajo objetivado. Y todo sistema económico  posible desde el paleolítico hasta el fin  de  los tiempos,  es  siempre "trabajo  objetivado"  estructurado  de alguna manera concreta." (119)Uno de los elementos metodológicos que siempre esclarece Marx en  sus  trabajos,  es  la  temporalidad  de  las  categorías económicas;  por ejemplo en la existencia del  producto  como mercancía, – y  la fuerza de trabajo, es  una  mercancía -,  van implícitas  las  condiciones históricas determinadas;  si  el producto  se  crea  como medio directo  de  subsistencia  del productor, entonces no es mercancía, es decir, esta categoría exige  para ser considerada como tal las condiciones  propias de la sociedad capitalista. Marx no pretende descubrir la ley económica   fundamental  de  toda  economía,  sino   que   su investigación  está  dirigida  a revelar  la  esencia  de  la producción  capitalista, por ello: "Al comprar la  fuerza  de trabajo, el capitalista incorpora el trabajo del obrero, como fermento  vivo,  – expone  Marx- a los  elementos  muertos  de creación del producto propiedad suya también." (120)

"El  trabajo  vivo – apunta Marx- tiene que hacerse  cargo  de estas cosas, resucitarlas de entre los muertos,  convertirlas de  valores  de uso potenciales con valores de uso  reales  y activos." (121)

El trabajo vivo no es exterior al sistema, Marx descubre  las leyes  que presiden el movimiento de una  sociedad  concreta, mientras  que  Dussel  se encarga  de  "descubrir" en  Marx. "Categorías   intemporales,  de  corte  filosófico  más   que económico  y  válidas  por  tanto  para  cualquier  situación histórica." (122)            

Como resultado final, la concepción de Dussel adquiere  mayor terrenalidad,  lo  cual  contribuye a  eliminar  el  carácter extremadamente   abstracto  de  sus  primeros  escritos;   no obstante se obtiene como producto final, un paso de Marx  por la   analéctica   de  Dussel,  que  nos  devuelve  un Marx tergiversado y contrapuesto a sí mismo.

CONCLUSIONES CAPITULO III

Un  último acercamiento de Dussel a Marx en las obras analizadas,  nos devuelve a un Marx manipulado y tergiversado. No hay en Dussel una interpretación creadora de Marx, sino una manipulación que lo adentra en el aparato categoríal de Dussel, para devolvernos a un Marx manipulado y tergiversado en los diversos aspectos,  del cual se han excluido los elementos medulares de la teoría de Marx: la comprensión materialista de la historia y la teoría de la plusvalía.

CONCLUSIONES

Un análisis marxista de la sociedad debe – tomar como punto de partida-  las  clases,  las relaciones  de  clases  y  grupos sociales  en el ámbito  nacional e  internacional.  Esto  permite encontrar   historicidad  y  temporalidad a cualquier análisis,  incluso  en   las condiciones actuales de la globalización neoliberal.                

  En   el   caso  de  la  filosofía  de  Dussel   no   hay   un  reconocimiento  del  significado  teórico  de  la  revolución operada  en el campo de las ideas por Marx y Engels.  Además, no existe la visión de la unidad teórica y conceptual de  los fundadores del Marxismo. Para él la filosofía de Marx es  una filosofía más. 

2) La  tarea  de  destruir  el  pensamiento  de  los   poderosos para fundar un pensamiento de los oprimidos, es una aspiración de  la  humanidad que lucha por un mundo justo.  Por  ello  a pesar  del  grano  de razón que  contiene  este  intento,  la filosofía es universal y – por tanto- la obra de los  filósofos revolucionarios  del  futuro  debe tomar  lo  mejor,  lo  más positivo del pensar mundial sin rencores de ninguna índole.             

En  los trabajos acerca de las fuentes de la Filosofía de  la Liberación  se reconoce la interpretación  fenomenológica  de Levinas en Dussel, (123) a lo cual debe agregarse como  nuevo aporte que la erótica, la pedagógica y la política, conceptos teóricos  que son utilizados por Dussel para caracterizar  el proceso de liberación, son una copia textual de la concepción filosófica de Feuerbach en La Esencia del  Cristianismo, (124) la  fórmula amorosa del cara- a – cara boca- a- boca, oír  la voz  del  otro, etc, tienen como  fuente  teórica  importante dicha  concepción y los escritos bíblicos; lo cual  demuestra que  es imposible sustraerse totalmente al desarrollo  de  la filosofía anterior.

3)  El  método  analéctico  que  debe  tener  carácter  universal en virtud de su connotación filosófica, pretende completar  la dialéctica hegeliana y marxista; pero, se convierte más  bien en  un  deber ser en virtud de que está  desprovisto  de  una relación  real con el mundo del hombre; por tanto,  tiene  un carácter  abstracto, ético-filosófico, aplicable a  cualquier situación  histórica y conduce a una visión idealista  de  la sociedad  muy lejos de convertirse en un mensaje liberador.         

4) En Dussel se replantea – desde una óptica "nueva",  idealista, reformista- el concepto de praxis (por ello es atacado  desde la  derecha  y  desde la izquierda);  pues  – por  una  parte- reconoce  la  necesidad de un proyecto de liberación  y  – por otra-  proclama  como elemento de solución la fusión  de  las almas  mediante el amor, es decir, por un lado se llama a  la lucha y por otro a la conciliación.   

El esquema de pensamiento utilizado por Dussel para  analizar la  sociedad, mezcla diversas categorías: pueblo, pobre,  persona,  clase, etc. sin determinar desde el punto de  vista metodológico  el  orden  jerárquico  y  la  base  en  que  se sustentan estos conceptos.                                             

El  esquema de pensamiento de Dussel en sus primeros  trabajos es  abstracto,  ambiguo   e  idealista,  pues  mezcla  en  un mismo partido  filosófico  las concepciones  de  materialistas e idealistas para   caracterizar  ambos  puntos   de   vista como formas  de idolatrar muy cercanos a la religión;  además, cuando señala a la praxis humana como estrictamente religiosa retoma  postulados  de  la filosofía anterior  que  hacen  un análisis incorrecto de la esencia tan multifacética que posee el hombre.                                                              

En  la  etapa  de acercamiento a Marx,  Dussel  introduce  la concepción  idealista  en  la interpretación de  la  obra  de Marx, en  los  Grundrisse y los manuscritos del 61 al  63,  al mismo  tiempo  contrapone  a  Marx  con  Engels  y  desconoce  subliminalmente la labor de Lenin como uno de los más  fieles defensores del marxismo   

Partes: 1, 2, 3, 4
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