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La República Perdida

Enviado por hvivar


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    Indice1. Introducción 2. Factores de Poder y Grupos de Presión 3. Factores de Poder y Grupos de Presión 4. Las Tres formas de Poder según Aristóteles 5. Los tres tipos de Poder según Weber. 6. La tipología moderna de las formas de poder según Bobbio. 7. Bibliografía

    1. Introducción

    La etapa histórica argentina que el trabajo nos propone examinar se caracteriza por poseer una gran alternancia entre gobiernos democráticos y gobiernos de facto. Si nos aferramos de manera rígida al texto de Sartori –quien aplica toda su teoría sólo a gobiernos de iure- durante los gobiernos de facto no habría consenso en ninguno de los tres niveles, ya que según él, un golpe de estado atacaría directamente al sistema democrático, haciendo también desaparecer los otros dos niveles de consenso. A raíz de ello, en el caso en que los gobiernos sean de hecho nos "apartaremos" de Sartori y extrapolaremos su teoría al efecto de analizar también aquí los distintos niveles.

    • 1928/1930 – Irigoyen.

    Consenso Básico Podemos decir que existieron acuerdos básicos en la forma en la que se debía elegir, la gran mayoría del pueblo coincidía con el ideal democrático y aplaudió el ingreso de Irigoyen al poder. Sin embargo era muy fuerte el repudio que surgía de los grupos oligarcas e ingleses, que por ese entonces tenían el control de las grandes compañías. Consenso Procedimental Los poderes políticos funcionaban sin mayores problemas, las normas de resolución de conflictos eran respetadas. Consenso Político Si bien en un primer momento estaba dado por el fuerte apoyo que recibió de las masas, este apoyo se fue rindiendo a medida que se empezaban a sentir los efectos de la crisis del 30, que junto con la creciente desocupación fue convirtiendo este consenso en un fuerte disenso. Esto sirvió para que los grupos oligarcas y los capitales ingleses, que siempre habían restado su apoyo a Irigoyen y que habían sido afectados además por muchas de las políticas nacionalistas de este gobierno -como por ejemplo el intento de nacionalizar el petróleo– den su definitivo apoyo a los grupos golpistas comandados por Uriburu y Justo. El objeto de la legitimidad era el gobierno de Irigoyen. El sujeto, las clases medias y bajas, que legitimaron, en un principio, su gobierno, pero que luego retiraron su apoyo. Nace en la Argentina la llamada "Década infame", una serie de golpes y contragolpes de estado, elecciones fraudulentas, corrupción y proscripciones que dominarán el escenario político hasta el año 1946.

    • 1930/1943 – Uriburu, Justo, Ortiz y Castillo

    Consenso Básico Si bien tanto el gobierno de Uriburu, como el pseudo democrático gobierno de Justo y Ortiz tenían un fuerte apoyo de los sectores "aristocráticos" y los grupos capitalistas extranjeros, creemos que el hecho de que aparecieran en este período las torturas, los fusilamientos y las proscripciones, restaba cualquier posibilidad de consenso. Basta como ejemplo el recordar que Uriburu anula las elecciones del 21 en la habían ganado los radicales, o la proscripción del radicalismo y la necesidad de recurrir al fraude para que Justo lograra asumir la presidencia. Consenso Procedimental Si bien es cierto que los organismos para la resolución de conflictos estaban consensuados eran, en el fondo, ficticios. Para ilustrar lo que afirmamos recordaremos el asesinato de Lisandro de la Torre por desnudar en el Congreso las escandalosas ventajas que tenían los frigoríficos extranjeros por sobre los nacionales. Consenso Político Estaba siempre dado por los grupos aristocráticos y los capitales extranjeros. Luego estos grupos le retiraran el apoyo a Uriburu para brindárselo a Justo y aplaudir las medidas en favor de sus intereses -el libre impuesto a los carbones ingleses, la instalación de frigoríficos de origen extranjero en forma exclusiva con su consiguiente exportación, etc.- Por otro lado, el disenso estaba marcado por los millones de argentinos que cargaban con el hambre, la desocupación, y los grupos socialistas que estaban en el Congreso. Como se ha remarcado anteriormente, los sujetos que legitimaban a estos gobiernos eran los grupos económicamente más poderosos del país. Al igual que en el período anterior, la política nacional sigue dominada por los golpes de estado, pero adentrándonos hacia el final de este período aparece un militar que cambiaría la historia política de este país.

    • 1943/1946 – Ramírez y Farrel

    En este período se suceden en la presidencia Ramírez, que asume el poder mediante las armas, y Farrell, que lo sucede sin que medie elección alguna. Consenso Básico Este nivel se da en estos gobiernos por una población cansada del fraude electoral y la violencia política y estatal. Consenso Procedimental No existía ningún tipo de mecanismo para la resolución de los conflictos y solo basta recordar que Farrell resuelve sus diferencias con Ramírez obligándolo a dejar el poder. Consenso Político Fue muy fuerte el apoyo de los grupos populares prácticamente durante los dos gobiernos que estamos estudiando. En un principio por la necesidad de terminar con el fraude electoral y los demás abusos citados, y luego por las importantes medidas populares que produce el multifuncionario. Juan D. Perón. Se promulgan en este período leyes laborales, de seguridad social, vivienda y salud. Sin embargo, EEUU jugó un papel importante como grupo de presión cuando Argentina votó la neutralidad durante la 2º guerra mundial. Se origina un acentuado disenso contra Farrell cuando este decide arrestar a Perón. Fue tan fuerte la presión de las masas populares beneficiadas con las medidas populistas que al entonces presidente no le quedó otra alternativa que liberarlo. En estas presidencias los objetos de legitimación varían. Creemos que en ese momento el pueblo legitima a estos gobiernos por el hartazgo hacia el autoritarismo sistemático en nuestro país.

    • 1946/52/55 – Perón

    En febrero de 1946 asume el gobierno de Perón por medio de elecciones limpias y sin proscripciones. Este gobierno se divide en dos etapas, la primera que va del 46 al 51 y la segunda del 52 al 55. Consenso Básico Perón llega al gobierno mediante una alianza entre los empresarios y un movimiento obrero organizado, la iglesia y los grupos nacionalistas del ejército. El disenso provenía de los sectores minoritarios antiperonistas, las elites oligárquicas conservadoras El consenso fue diezmado en el segundo gobierno, producto del fuerte enfrentamiento que tuvo con la Iglesia, los cada vez más frecuentes avances contra la libertad de prensa y las libertades individuales, y a nivel externo, la actitud expansiva de Estados Unidos. Las rebeliones militares no se hicieron esperar y todo esto sumado a los problemas económicos que venía atravesando el país y la ineficacia para resolverlos, sumado a las sanciones del las leyes "anticatólicas", fue el caldo de cultivo necesario para desprestigiar definitivamente al gobierno, que en septiembre de 1955 sufre nuevo golpe militar. Consenso Procedimental A pesar de las fuertes críticas a la violación de las libertades individuales hechas por la oposición, los modos de resolución de conflictos estaban garantizados por el funcionamiento institucional. Consenso Político Durante su primer gobierno, fue fuertemente apoyado por las masas populares, la confederación general del Trabajo y los grupos industriales locales por sus esfuerzos en pro de generar una economía en favor de los más humildes -el derecho de voto de la mujer y demás medidas populistas- Los grupos industriales estaban fuertemente apoyados por las políticas destinadas a favorecer a la industria liviana. Los mayores disensos en este primer período lo generaban Balbín, Dellepiane y Frondizi, que denunciaban que las libertades individuales eran violadas y los abusos de poder frecuentemente cometidos. En la segunda etapa, si bien seguía teniendo fuertes lazos de unión con los grupos que lo habían llevado al poder en su primer gobierno, empiezan a generarse mayor cantidad de grupos que disienten. En primer lugar, la Iglesia, acusada de ser solidaria con aquellos que detentan el poder- Luego se acentúo el disenso de la UCR cuando Perón, frente a la crisis económica del año 1953, trata de aliarse a los EEUU mediante un acuerdo petrolero, y además debido a la fuerte intervención en los medios de comunicación que intentan acallar las voces opositoras. .Los dos gobiernos de Perón fueron fuertemente legitimados por las clases obreras, en el segundo, además, se sumaron los industriales. La oposición se encontraba de manera crónica dentro de las elites conservadoras y la oposición, sumándose luego en el segundo gobierno la Iglesia. Se inicia así una nueva etapa en la que el poder militar se hace fuerte. Comienza en el 55 con la caída de Perón y continúa hasta la asunción de Illia en el 63.

    • 1955/1956 – Lonardi, Aramburu

    Consenso Básico En un primer momento existía. El golpe había sido fuertemente apoyado por variados grupos civiles, por la iglesia y grupos militares opositores a Perón. A pesar de ello, Aramburu da un golpe dentro del golpe y destituye a Lonardi del gobierno a poco de asumir. Consenso Procedimental Es imposible pensar en la existencia de este nivel de consenso con un peronismo proscrito, con una ley marcial implantada y con fusilamientos (como el del General Valle) a los opositores del nuevo régimen. Consenso Político Con pocas posibilidades de disentir, Arturo Frondizi polariza la opinión pública. Pero poco se puede hablar de acción de gobierno en los pocos meses que estuvieron al frente del mismo.

    • 1956/1962 – Frondizi

    Asume su gobierno mediante elecciones libres en las cuales estaba proscrito el peronismo y con un fuerte condicionamiento de los grupos militares. Consenso Básico Estaba limitado por la proscripción del peronismo, pero igualmente se puede decir que mediante un acuerdo político con este, logró un importante apoyo para ser legitimado. Este consenso lo va perdiendo producto del incesante desfile militar que se producía en la casa de gobierno, sus políticas contrarias a su propio pensamiento y el incumplimiento del pacto hecho con Perón Consenso Procedimental Si bien existía un Congreso, la proscripción del peronismo y episodios como el de 1962 -no se permitió la asunción de Flamini a la gobernación de Buenos Aires– consideramos que no se puede pensar que haya existido. Consenso Político Todo su gobierno estuvo condicionado por los reclamos militares y por las concesiones que este hacia a favor de ellos. El abandono de sus ideas estadistas y nacionalistas generó una fuerte disidencia de los grupos de la U.C.R. liderados por Balbín. Decisiones tales como la apertura de institutos educativos con enseñanza libre y religiosa fueron fuertemente resistidas por estos grupos opositores. A pesar de este escenario interno Frondizi era bien visto en el exterior, entre otras cosas producto de medidas como el alineamiento automático con EEUU a favor del bloqueo económico a Cuba. Mientras tanto en el país, la ilegitimidad del gobierno se acrecentaba, aparecían los primeros grupos guerrilleros y las huelgas generales.

    • 1962/1963 – Guido

    Consenso Básico Si bien Guido asume en su condición de presidente del senado no podemos decir que haya existido consenso básico, ya que asume producto de la intervención militar que echa a Frondizi. Indudablemente no se produce la acefalía necesaria para que Guido asumiera, acorde lo indica el artículo 88 de nuestra constitución. El consenso lo prestaban los militares y las empresas multinacionales que durante su gobierno hicieron grandes negociados. Consenso Procedimental No solamente se disolvió el congreso en este periodo si no que además se generaron dentro de los grupos militares dos bandos, Azules (supuestamente demócratas) y Colorados (a favor de las dictaduras militares); con el panorama descrito pensamos que se hace imposible hablar de este tipo de consenso. Consenso Político A través del corto periodo en el que Guido fue presidente, gran parte de este consenso provenía de los grupos económicos multinacionales, los militares junto a los sectores conservadores conformaban la mayor fuente de disenso.

    • 1963/1966 – Illia

    En el año 1963 con el peronismo proscrito y una legitimidad acotada, producto del voto en blanco peronista, gana las elecciones Arturo Illia, el presidente que, a nuestro juicio, más hizo en favor de la libertad y soberanía nacional. Luego, el gran disenso interno, sumado a los intereses extranjeros apoyados por la prensa, hicieron que su gobierno se desdibujara. Consenso Básico Fue mínimo, la prescripción del movimiento peronista hizo que Illia llegara a su gobierno muy debilitado. Consenso Procedimental Fue absoluto había en su gobierno una alta libertad de expresión y de disenso. Consenso Político Un fuerte disenso proveniente de los medios de prensa, militares e inversionistas extranjeros -producto de la anulación de los contratos petroleros, la creación de la ley de medicamentos (medidas que si bien favorecían al país iban en contra de estos intereses)- fueron socavando todo su poder político hasta dejar el sistema en crisis. En junio del 66 un nuevo golpe militar termina con el gobierno de Illia.

    • 1966-1970 – Onganía

    El líder del grupo militar Azul -que cuatro años atrás defendía los intereses democráticos- asume el gobierno a través de un golpe de estado legitimado por los grupos económicos extranjeros, la prensa y los sindicatos Consenso Básico Podríamos decir que existía y estaba dado por sectores industriales que habían sido fuertemente afectados por las políticas nacionalistas de Illia, por la prensa y los sindicatos. Consenso Procedimental No existía, se intervinieron universidades, se persiguieron a los estudiantes -la noche de los bastones largos en la que estudiantes y profesores de facultades fueron expulsados de los centros de estudio y golpeados brutalmente (29/07/66)- En el 69 las luchas obreras y estudiantes se incrementan cada ves más se produce el Cordobazo, cada ves eran más fuertes los grupos armados como los montoneros. Consenso Político Se lo otorgaban los grupos económicos que veían con buenos ojos la anulación de las medidas tomadas por Illia, como por ejemplo el veto a la ley de medicamentos y la desnacionalización de la industria. Y celebraban el control de la inflación logrado por el ministro de economía Krieger Vassena. El disenso, como hemos visto, lo marcaban las luchas obreras y estudiantiles y los grupos armados como montoneros. El secuestro y posterior asesinato de Aramburu en manos de los montoneros, termina con el gobierno.

    • 1970-1973 – Levingston, Lanusse

    Consenso Básico Se presta de manera muy acotada debido a la falta de legitimidad y la escalada de los grupos terroristas. Solo la oligarquía agro-financiera acompaño a estos gobiernos. Consenso Procedimental La escalada de la violencia no permite pensar que en este periodo pudiera existir. La guerrilla y la represión ocupaban el centro de la escena. Consenso Político El fracaso del plan hecho por los grupos agro-financieros que en un principio daban el sustento a este gobierno, y la cantidad de jóvenes armados permite pensar, que no había consenso sobre las acciones de Gobierno. Se inicia de esta manera un nuevo período democrático en 1973 que va a terminar en Mayo de 1976

    • 1973/1976 – Cámpora, Perón

    Poco se puede hablar del gobierno de Cámpora ya que este solo dura un mes. Se puede sin embargo destacar el fuerte consenso que tenia Perón; el solo hecho de apadrinarlo y la promesa de que con Cámpora en el gobierno volvería el líder fue suficiente para permitirle ganar las elecciones por una importante mayoría Consenso Básico Este periodo es necesario dividirlo en dos antes y después de la muerte de Perón mientras el caudillo vivía el consenso era alto y lo prestaban las clases medias, altas, bajas, sindicatos y algunos grupos militares.. Tras la muerte del presidente asume la presidencia su esposa en carácter de vicepresidenta con una fuerte influencia de López Rega, es en este momento donde el consenso empieza a mermar. Consenso Procedimental Si bien existía durante el gobiernote Perón, el choque que se produjo con los grupos montoneros acoto este nivel de consenso. Con la muerte de Perón aumentaron los atentados terroristas y se avanza sobre los medios de comunicación en contra de libertad de prensa, era muy fuerte la oposición de los sindicatos, con lo que se empieza a romper este nivel de consenso. Consenso Político La poca salud de Perón no permitió cumplir con las expectativas que generó su llegada al gobierno. Con su muerte, el disenso se hizo escuchar cada vez de manera más fuerte. La seguidilla de atentados, los sindicatos enfrentados con el gobierno, la pésima situación económica que condujo una devaluación en julio del 75 y la posterior fuga del país de López Rega termino con todo tipo de consenso posible. Este escenario político del país es el que necesitaban los autodenominados salvadores del pueblo, que asumen el poder por las armas y empiezan a gestar en el país una de las páginas más sangrientas de su historia. Conforme Duverger, al hablar de poder es necesario efectuar una distinción entre poderío material y poder propiamente dicho. El primero se basa exclusivamente en la coacción material –fuerza física, económica y encuadramiento colectivo- en la posibilidad que tiene el más fuerte de constreñir al más débil a inclinarse, donde solamente se obedece por que se está coaccionado a hacerlo. En tanto que el poder, además de basarse en la coacción material, reposa también en la creencia del coaccionado de que es bueno, es justo y es legítimo aceptar dicha coacción y obedecer. No existe, según Duverger, un poder que sea legítimo en sí, sino solamente poderíos susceptibles de presentar en algún momento la cualidad de ser conforme a la imagen de poder que se considera válida dentro una sociedad. Al coincidir la imagen real de un poderío con la imagen ideal de poder que tiene una sociedad, el primero pasa a ser considerado como un poder legítimo. En la Argentina de 1930, los grandes sectores populares y de clase media concebían como legítimo al poder democrático y sólo consideraban válidos aquellos gobernantes que emanaban de la elección libre y conforme a la ley; tal como lo demuestra el caso deYIrigoyen, quien es elegido y legitimado en dichos términos mediante el voto del 60% del electorado nacional A la luz de lo expuesto, creemos que el Golpe de Estado perpetrado al gobierno de Irigoyen, y el gobierno de facto posterior a éste no revisten ambos de legitimidad alguna. Uriburu detentaba un poder que sólo era tal para sectores elitistas minoritarios que compartían la ideología (alianza oligarquía-ingleses, etc.), en tanto que para los grandes sectores populares y de clase media -aquellos que se ajustaban al ideal democrático y que conformaban de hecho la voluntad mayoritaria- se trataba de un poderío, que apoyado en la armas derroca al gobierno legítimo, establece uno propio y coacciona a la obediencia. Este gobierno posterior a Irigoyen será el que inaugure el sistema de lo que se luego se conocerá como la "Década Infame", un sistema basado íntegramente en el poderío material, fraudulento en lo electoral, y en nuestra opinión, de la corrupción política más grande que conocerá la argentina del siglo 20 hasta la etapa menemista. A continuación examinaremos, primero, la Acordada de 1930 en base a los conceptos de Foucault, y luego veremos en dicho caso cómo participaron las relaciones entre derecho y poder citadas por Duverger. De acuerdo a Foucault, el poder se encuentra en todos los ámbitos de la vida y es todo aquello que reprime e inhibe a la naturaleza de las cosas. Plantea que, ante todo, el poder es el despliegue de una relación de fuerza, y que como tal, debe ser entendido en términos bélicos. Esto lo lleva a formular que el poder político no es más que la guerra misma pero continuada con otros medios. Con dicho análisis Foucault nos dice que la política, como guerra continuada, corrobora y perpetúa la relación de fuerzas de manera encubierta, y que por ello todas las relaciones de poder que se dan dentro de un sistema político no deben ser entendidas e interpretadas sino como episodios de la guerra misma. Por último, Foucault señala que, si la base de las relaciones de poder son las luchas silenciosas de fuerzas, la resolución de conflictos dentro del sistema no puede darse de otra manera que no sea bélica; y que las armas empleadas a este fin serán los jueces. Hecho el análisis, pretendemos ahora profundizar brevemente en la Acordada de la CSJN de 1930. En dicho documento al CSJN considera que el gobierno provisional emanado de la revolución triunfante posee las fuerzas necesarias para asegurar la paz y el orden nacional, y que dicha revolución ha declarado públicamente el mantenimiento de la supremacía de la constitución y de las leyes del país en la ejecución del poder. Declara, respecto de los gobiernos y funcionaros de hecho, que la doctrina constitucional e internacional se unifica para dar validez a los actos de estos, cualquiera sea el vicio de deficiencia de sus nombramientos o de su elección, fundándose en razones de policía y de necesidad y con el fin de proteger al público y a los individuos cuyos intereses puedan ser afectados, ya que no les sería posible a estos últimos discutir la legalidad de las designaciones de los funcionarios que se hallan en aparente posesión de sus poderes y funciones. En mérito de las consideraciones la CSJN resuelve entonces acusar recibo al gobierno provisional. Examinando la Acordada según el esquema guerra – represión propuesto por Foucault, entendemos a la misma como el simple efecto y continuación de la relación de dominación instaurada por la revolución de 1930. La Acordada aparece como consecuencia política de la guerra, como la puesta en práctica, de manera encubierta, de relación de dominación citada; en otras palabras, el poder político, personificado en la revolución triunfante, cumple con el papel de reinscribir la relación de dominación utilizando, en este caso, la Acordada como un elemento de institucionalización "silencioso"de dicha relación de fuerza. La comunicación emanada del gobierno provisional de Uriburu a la CSJN, y el posterior acuse de recibo, no son más que episodios ocurridos dentro de una guerra silenciosa por, con, y del poder; una guerra donde el poder político actúa como general y donde los jueces son los soldados armados. Conforme Duverger, el derecho es un medio de acción del poder, un elemento que lo organiza, lo institucionaliza, contribuye a legitimarlo, y que además, comporta una garantía contra él. El desarrollo de los procedimientos jurídicos da al poder carácter institucional y le permite con ello legitimarse a los ojos de los ciudadanos. Veremos en este caso, como el derecho cumple con las relaciones presentadas por Duverger, cuando juega de manera decisiva para organizar, institucionalizar, legalizar, y legitimar el poder de facto; y como no lo hace al no aportar las garantías contra el abuso de poder y las arbitrariedades. En los hechos, Uriburu llega al gobierno como un usurpador y comunica a la CSJN su constitución en un gobierno provisional y su sujeción a la Ley Suprema. Por su parte la CSJN, esgrimiendo razones de "fuerza mayor" y basándose en la doctrina existente, acusa recibo al susodicho gobierno. Desde un principio, el poder que detenta este gobierno es ilegal –pues no presta conformidad al derecho positivo existente- e ilegítimo –pues tampoco presta conformidad con la ideología (mayoritariamente democrática) de la época. Indudablemente, es necesario para Uriburu enmascarar el golpe de fuerza a los ojos de los ciudadanos, y para ello recurre a todos los procedimientos regulares que le son posibles. El acuse de recibo que le otorga la CSJN, si bien no es un instrumento de legitimación directa, si lo es de legalidad, y normalmente a los ojos del ciudadano, de acuerdo a Duverger, la legalidad es signo de legitimidad. Al institucionalizarse el poder de facto por Acordada, la revolución consigue que todos los actos y funcionarios emanados de su gobierno sean legales y legítimos. La falta de respeto hacia la legalidad, traducida en el abuso de la fuerza por parte de Uriburu y su pisoteo arbitrario por parte de la CSJN, hacen que aquí no se cumpla con la relación de derecho como garantía contra la arbitrariedad del poder. Para el análisis de los dos períodos considerados haremos primero un breve examen del concepto de estabilidad política propuesto por Bobbio, haciendo la salvedad de que todos los estudios efectuados sobre el tema se han dirigido casi exclusivamente a la enucleación de las condiciones de estabilidad de los sistemas políticos democráticos, y por tanto, se ha contribuido muy poco al estudio de este fenómeno dentro de los sistemas no democráticos. Remarcamos esta cuestión pues los períodos considerados al análisis se caracterizan por una gran alternancia entre sistemas democráticos y no democráticos. Luego aplicaremos estos conceptos para el análisis concreto de los ciclos citados. En su diccionario de política Bobbio define la estabilidad como la previsible capacidad que tiene un sistema de perdurar en el tiempo, y las hipótesis más relevantes que él maneja referidas a la estabilidad de tal sistema son cuatro:

    1. "Sólo un sistema político democrático que posee una cultura cívica tiene probabilidades de ser estable" – (Almond y Vega)
    2. "Un sistema político democrático es estable sólo si esta desarrollado económica y socialmente , dotado de legitimidad y de eficacia" – (Lipset)
    3. "Un sistema político democrático es estable sólo si los modelos de autoridad a nivel gubernativo son congruentes con aquellos a nivel de sociedad civil" – (Eckstein)
    4. "Un sistema político es o se hace estable sólo si posee o alcanza un nivel de institucionalización adecuado al nivel de participación existente" – (Huntington)

    Estas teorías nos brindan indicadores que nos permiten individualizar dos condiciones importantes de estabilidad; estas son la legitimidad y la eficacia decisional. Todas las teorías arriba consideradas reconocen a ambas un papel muy importante. Según Bobbio, estos dos elementos pueden ser considerados como las condiciones políticas decisivas de la estabilidad, y al efecto, enuncia una quinta hipótesis: "…cuanto mayor es la legitimidad y más alta la eficacia decisional, tanto más estable será un sistema político democrático." Antes de iniciar un examen más minucioso, nos gustaría señalar que los dos períodos de análisis se caracterizan, a nuestro juicio, por estar inmersos en una crisis institucional permanente, tanto en la etapa de la restauración conservadora como en la postperonista. A raíz de ello, pensamos que un análisis global de ambos nos da como resultado una tendencia crónica a la inestabilidad.

    • 1930 – 1945

    Abarcando el período de manera general, creemos que la revolución militar de 1930 inaugura un ciclo que se caracterizará por la interrupción de los gobiernos mediante golpes de estado, el fraude electoral, la proscripción de las mayorías y la violencia política y estatal. A grosso modo podríamos decir que los gobiernos de esta época carecen de legitimidad -o mejor dicho, cuentan sólo con la de sectores minoritarios- y las decisiones tomadas por estos no sólo son, a nuestro juicio, ineficaces, sino que también están orientadas a perpetuar y acentuar las desigualdades, la corrupción y la proscripción mayoritaria. La actividad política es escasa, los discensos son profundos, la tasa de desarrollo socioeconómico es muy baja –si bien en 1935 la reactivación económica hace posible un mayor grado de movilización y favorece la creación de sindicatos, las demandas de estos no reflejan las condiciones de marginalidad y desprotección de la masa popular-, la desconfianza reina en el ambiente social y la autoridad es en su mayoría repudiada. A nivel exterior, la situación se torna muy conflictiva debido al estallido de la Segunda guerra mundial. Por todo lo explicado y a la luz de los conceptos tratados, creemos que este período presenta, desde su comienzo, una tendencia crónica a la inestabilidad, que con el transcurso del tiempo se destacará y dará paso a Perón, quien creemos, logrará revertir ese tendencia en sus gobiernos.

    • 1955 – 1973

    Creemos que dentro de este ciclo el concepto de estabilidad se desarrolla de manera análoga al anterior, se mantienen las proscripciones a las mayorías, la alternancia cívico militar y el autoritarismo, la inestabilidad política y la resistencia social. La tendencia a la estabilidad conseguida, a nuestro juicio, por Perón vuelve a tornarse negativa durante los períodos semi-democráticos; estos se caracterizaron por poseer escasa legitimidad y generar, a nivel decisional, grandes decepciones. Ninguno de los gobiernos de facto que se sucedieron lograron los objetivos que se habían dispuesto. Los modos de ejercicio del poder definidos por Bobbio son la coerción, la persuasión y la manipulación. El primero comporta conflictividad inicial y final; el segundo modo sólo conflictividad final, pues esta desaparece cuando el sujeto pasivo modifica su conducta porque se convence de hacerlo; mientras que el tercero conlleva una conflictividad potencial, que se hace efectiva sólo cuando el sujeto pasivo comprende que ha sido manipulado. Dichos modos de ejercicio pueden visualizarse fuertemente articulados dentro de las políticas de intervención económica y social del general de Perón, antes y durante sus gobiernos. A continuación nos remitimos a ejemplificar históricamente el uso de los modos citados. En el período anterior a su primera presidencia creemos ver que todo el apoyo de la clase trabajadora que se procura Perón es través de la continua persuasión y manipulación de estas. Las leyes de jubilación para todos los gremios, las vacaciones pagas y aguinaldos, la reglamentación de la jornada de ocho horas, el novedoso estatuto del peón, etc. los discursos en defensa de los trabajadores a vivir una vida digna y ganar lo suficiente apara acceder a mayores niveles de consumo, sólo tenían el fin de adoctrinar a las masas para que estas le permitiesen llegar al poder. Su estrategia combinaba concesión, negociación y represión, según los casos, logrando así el alejamiento de los dirigentes "extranjeros" de los sindicatos y la adhesión exclusiva de la clase trabajadora. Podemos apreciar también como Perón ejercía la manipulación a través de sus leales sindicatos en el episodio del 17 de Octubre del ’45. Una vez obtenida la victoria deseada, en la cual la CGT como el Partido Laborista –hábilmente manipulados- comportaron un papel decisivo, Perón las supone un riesgo y opta por disolver al primero y acotar al segundo. El Partido Peronista y la CGT se vertical izan. El primero integra una unidad doctrinaria, dispuesta a sacrificar todo a fin de serle útil al General, jefe supremo del partido, y en cuyo seno no serían admitidas posiciones o banderas atentatorias a esa unidad. El segundo respondía directamente al gobierno, y este tenía la facultad de ejercer el control sobre gastos e ingresos de los sindicatos y de otorgar o retirar a los mismos la personería gremial. De 1946 a 1950 fueron intervenidos y sancionados numerosos sindicatos con dirigentes opositores. Nos interesa también remarcar el papel que tuvo la fundación Eva Perón como el punto fuerte de enlace y de ejercicio de poder entre Perón y el pueblo -los fondos de la fundación, que se dedicaba a la "justicia social", provenían de descuentos obligatorios sobre los salarios de los trabajadores y de donaciones forzosas en el caso de las otras clases- y la inclusión de las figuras de Perón y Evita, los principios del Justicialismo y propaganda sobre la acción de gobierno en los programas nacionales de educación. Durante su ausencia del país, se pudo ver cómo Perón ejercía poder a través de sus sindicatos y demás adeptos; y al asumir esta la conflictividad latente devenida de la manipulación de Perón sobre ciertos grupos se hizo efectiva; os hechos generados por esta situación se describen en el primer discurso que él efectúa luego de la masacre de Ezeiza., a partir de donde comenzarán a acentuarse las diferencias dentro del peronismo que producirán las posteriores rupturas que llevarán a este sistema a la crisis.

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