El psicópata
Enviado por Marcos Neumann Ruiz
- El psicópata – la máscara de la cordura
- El estilo de vida del psicópata
- El complementario y su psicópata
- ¿Cómo es la sexualidad psicopática?
Los que no poseen absolutamente ninguna conciencia constituyen un grupo por sí solos, así sean tiranos homicidas o simplemente francotiradores sociales despiadados. La presencia o la ausencia de conciencia son una seria división humana, y podría decirse que es más significativa que la inteligencia, la raza, o hasta el género.
EL PSICÓPATA – La Máscara de la Cordura
Proyecto de investigación especial del Grupo del Futuro Cuántico (Quantum Future Group)
Artículo – Laura Knight-Jadczyk Nota: Uno de los primeros investigadores en estudiar y documentar la naturaleza de los tipos de personalidad llamados psicópatas fue Hervey Cleckley, MD, en su libro La Máscara de la Cordura, publicado en 1941.
Traducido del original a: http://www.cassiopaea.com/cassiopaea/psychopath.htm Imagine – si puede – no tener una conciencia, ninguna en absoluto, ningún sentimiento de culpa o de remordimiento, sin importar lo que haga, ningún sentido de preocupación por el bienestar de gente ajena, amigos, o hasta miembros de su familia, que pueda limitarlo. Imagine no vivir ninguna lucha contra la vergüenza, ni siquiera una en toda su vida, sin importar qué clase de acción egoísta, perezosa, dañina o inmoral usted haya realizado.
Y finja que el concepto de responsabilidad le es desconocido, excepto como una carga que otros parecen aceptar sin discutir, como tontos crédulos.
Ahora agregue a esta fantasía extraña la capacidad de esconderle a la gente que su psicología es radicalmente diferente a la suya. Puesto que todos asumen simplemente que la conciencia es universal entre seres humanos, ocultar el hecho de que usted no tiene conciencia no necesita casi ningún esfuerzo de su parte.
No es frenado de ninguno de sus deseos por culpabilidad o vergüenza, y otros nunca lo enfrentan por su sangre fría. El agua congelada en sus venas les es tan extraña, tan totalmente fuera de su experiencia personal, que raramente llegan a conjeturar siquiera sobre su condición.
En otras palabras, usted está totalmente libre de restricciones internas, y su libertad desenfrenada para hacer lo que le apetezca, sin remordimientos de conciencia es, favorablemente para usted, invisible al resto del mundo.
Usted puede hacer cualquier cosa, y así y todo su extraña ventaja sobre la mayoría de la gente, que está alineada por sus conciencias, seguirá muy probablemente sin ser descubierta.
¿Cómo vivirá usted su vida?
¿Qué hará con su ventaja enorme y secreta, y con la incapacidad correspondiente de la gente (conciencia)?
La respuesta dependerá en gran parte de tan sólo lo que sus deseos terminen siendo, porque no toda la gente es igual. Incluso los extremadamente inescrupulosos no son todos iguales. Alguna gente – así tengan o no una conciencia – honran la tranquilidad de la inercia, mientras que otras se llenan de sueños y de ambiciones salvajes. Algunos seres humanos son brillantes y talentosos, algunos son poco despiertos, y la mayoría, con o sin conciencia, se encuentran en algún lugar en medio. Hay gente violenta y no violenta, individuos a quienes los motiva el ansia de la sangre y otros que no tienen tal apetito. […] Siempre y cuando no lo paren por la fuerza, usted puede hacer todo lo que quiera.
Si nace en el momento correcto, con un cierto acceso a alguna riqueza familiar, y poseyendo un talento especial para avivar el odio de la gente y el sentido de la pérdida, se las puede arreglar para matar a una gran cantidad de gente que ni lo sospeche siquiera. Con bastante dinero, usted puede lograr esto a distancia, y descansar con confianza observando todo con satisfacción. [… ] Loco y espantoso – y verdadero, en aproximadamente un 4 por ciento de la población…
La tasa predominante de los desórdenes alimenticios anoréxicos se estima en un 3.43 por ciento, y se los juzga como casi epidémicos, pero esta cifra es una fracción más baja que la tasa de personalidad antisocial. Los desórdenes prominentes clasificados como esquizofrenia ocurren en solamente un 1 por ciento de [la población] – apenas un cuarto del índice de la personalidad antisocial – y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades dicen que el índice del cáncer de colon en los Estados Unidos, considerado como "alarmantemente alto," es aproximadamente de 40 por cada 100.000 – cien veces más bajo que el índice de la personalidad antisocial.
La gran incidencia de la sociopatía en la sociedad tiene un efecto profundo en el resto de nosotros, quienes también debemos vivir en este planeta, e incluso para los que no hemos sufrido trastornos clínicos. Los individuos que constituyen este 4 por ciento agotan nuestras relaciones, nuestras cuentas bancarias, nuestras realizaciones, nuestra autoestima, nuestra mismísima paz en la tierra.
Sin embargo, sorprendentemente, mucha gente no sabe nada sobre este desorden, o si lo hacen, sólo piensan en términos de psicopatía violenta – asesinos, asesinos en serie, asesinos de multitudes – gente que visiblemente ha quebrantado la ley muchas veces consecutivas, y que, si son detenidos, serán encarcelados, incluso llevados a la muerte por nuestro sistema jurídico.
No estamos comúnmente enterados, y por lo general tampoco identificamos a la gran cantidad de sociópatas no violentos que se encuentran entre nosotros, gente que a menudo no son infractores descarados, y contra quienes nuestro sistema jurídico oficial proporciona poca defensa.
La mayoría de nosotros no podría imaginar ninguna correspondencia entre la concepción de un genocidio étnico y, por ejemplo, el hecho de mentirle a su jefe sobre un compañero de trabajo sin sentir culpa alguna. Pero la correspondencia psicológica no sólo está allí; es escalofriante. Sencillamente, la relación está en la ausencia del mecanismo interno que nos tortura emocionalmente cuando elegimos hacer algo que vemos como inmoral, falto de ética, negligente o egoísta.
La mayoría de nosotros se siente ligeramente culpable si se come el último trozo de torta que queda en la cocina, e imagínese pues lo que sentiríamos si nos pusiéramos a lastimar a otra persona a propósito y de manera metódica.
Los que no poseen absolutamente ninguna conciencia constituyen un grupo por sí solos, así sean tiranos homicidas o simplemente francotiradores sociales despiadados.
La presencia o la ausencia de conciencia son una seria división humana, y podría decirse que es más significativa que la inteligencia, la raza, o hasta el género.
Lo que diferencia a un sociópata que vive del trabajo de otros de alguien que roba de vez en cuando en almacenes, o de uno que es un barón contemporáneo de ladrones – o lo que hace la diferencia entre un simple matón y un asesino sociopático – no es nada más que el estatus social, el instinto, el intelecto, el ansia de la sangre, o la simple oportunidad.
Lo que distingue a toda esta gente del resto de nosotros es un agujero completamente vacío en la psique, en donde deberían estar las funciones de humanización más desarrolladas. [Martha Stout, Ph.D., The Sociopath Next Door (El Vecino Psicópata)] (altamente recomendado).
Para aquellos entre Ustedes que estén buscando entender la psicopatía, el libro de Hervey Cleckley (The Mask of Sanity – La Máscara de la Cordura), es el estudio absolutamente imprescindible del psicópata que no entra necesariamente dentro del tipo criminal. Este libro está agotado. Lo hemos escaneado y nuestro equipo de investigadores pasó dos semanas revisando el texto cuidadosamente para eliminar errores de conversión de texto. Usted puede descargar el libro entero GRATUITAMENTE como archivo PDF desde el enlace ubicado arriba a la izquierda. (Lea una Muestra de Capítulo de The Mask of Sanity- La Máscara de la Cordura).
"Agradable," "encantador," "inteligente," "despierto," "impresionante," "inspirador de confianza," y "un gran éxito con las damas": estas son las clases de descripciones usadas en varias ocasiones por Cleckley en su famoso estudio sobre psicópatas. También lo son, por supuesto, "irresponsable," "autodestructivo," y adjetivos semejantes. Estas descripciones destacan la gran frustración y los misterios que rodean el estudio de la psicopatía.
Los psicópatas parecen tener en abundancia aquellos rasgos más deseados por las personas normales. La despreocupada confianza en sí mismo del psicópata parece casi como un sueño imposible, y es generalmente lo que la gente "normal" intenta adquirir cuando asiste a talleres para ganar seguridad en sí mismo. En muchos casos, la atracción magnética del psicópata hacia los miembros del sexo opuesto parece casi sobrenatural.
La hipótesis seminal de Cleckley en lo que se refiere al psicópata es que sufre, de hecho, de una verdadera enfermedad mental: un déficit afectivo profundo e incurable. Si realmente llega a sentir algo, son solamente emociones de las menos profundas. Él hace cosas extrañas y autodestructivas porque las consecuencias que llenarían al hombre normal de pena, de odio a sí mismo, y de vergüenza simplemente no afectan en lo más mínimo al psicópata. Lo que para otros sería un desastre, para él no es más que un inconveniente pasajero.
Cleckley también nos presenta la visión de que la psicopatía es absolutamente común en la comunidad en general. Él ha recopilado algunos casos de psicópatas que funcionan por lo general normalmente en la comunidad como hombres de negocios, doctores, e incluso psiquiatras. Algunos investigadores ven la psicopatía criminal – designada a menudo bajo el nombre de desorden antisocial de la personalidad – como un extremo de una dimensión (o dimensiones) de la personalidad "normal".
Podríamos clasificar a los psicópatas criminales como "psicópatas que han fracasado." La implicación de este fenómeno, por supuesto, es que muchos psicópatas pueden existir en sociedad arreglándoselas mejor que los que atraen la atención del sistema judicial y el de la asistencia social.
Harrington llega hasta a decir que el psicópata es el nuevo hombre, producido por las presiones evolucionarias de la vida moderna. Otros investigadores critican este punto de vista, señalando las verdaderas incapacidades de las cuales el psicópata clínico también sufre.
El estudio de los psicópatas "ambulatorios" – lo que llamamos "El Psicópata de la Variedad Jardín"-, acaba, sin embargo, apenas de comenzar. Muy poco se sabe sobre psicopatía subcriminal. Sin embargo, algunos investigadores han comenzado a considerar seriamente la idea de que es importante estudiar la psicopatía, no como una categoría clínica artificial sino como un rasgo general de la personalidad en la comunidad entera. Dicho de otro modo, la psicopatía se está reconociendo más o menos como un tipo diferente de ser humano.
Un aspecto muy interesante del psicópata es su "vida oculta" que a veces no está tan bien oculta. Pareciera que el psicópata tiene una necesidad regular de tomarse "unas vacaciones dentro de la inmundicia y la degradación" de la misma manera que la gente normal puede necesitar unas vacaciones en un complejo turístico en donde pueda disfrutar de alrededores y una cultura magníficos. Para lograr hacerse una mejor idea de esta "necesidad extraña" del psicópata – una necesidad que parece ser una prueba de que el "actuar humanamente" es muy estresante para el psicópata – lea más de La Máscara de la Cordura, capítulos 25 y 26.
También lea las especulaciones de Cleckley sobre lo que de verdad "era realmente anormal" en esta gente. Llega a estar muy cerca de sugerir que son humanos en todos sus aspectos – salvo en el hecho de que carecen de alma. Esta carencia de "calidad de alma" hace que sean "máquinas" eficientes. Pueden ser brillantes, escribir obras eruditas, imitar las palabras de la emoción, pero con el tiempo llega a estar claro que sus palabras no corresponden a sus acciones. Son el tipo de persona que pueden quejarse de estar siendo devastadas por la pena y que después van a una fiesta "para olvidar." El problema es que realmente SE OLVIDAN.
Siendo máquinas muy eficientes, como una computadora, son capaces de ejecutar rutinas muy complejas diseñadas para obtener de otras personas apoyo para lo que desean. De esta manera, muchos psicópatas son capaces de alcanzar posiciones muy altas en la vida. Es solamente al cabo de un cierto plazo que sus socios se dan cuenta del hecho de que su subida en la escalera del éxito está basada en la violación de los derechos ajenos. "Hasta cuando son diferentes de los derechos de sus socios, son capaces a menudo de inspirar esperanza y confianza".
El psicópata no reconoce ningún defecto en su psique, ninguna necesidad de cambiar. Psicópatas en la Nueva Era Actualmente hay una verdadera explosión de informes de nuestros lectores sobre sus experiencias con individuos con quienes se han encontrado en los campos de "investigación alternativa", así como en interacciones generales de sus vidas. Lo que es muy chocante es la cantidad de tales individuos que debe existir, basándonos en esos informes. ¡Esto no es sólo un acontecimiento ocasional, pareciera ser casi pandémico!
Nuestro equipo y nuestro e-grupo de investigación se han estado encargando por un tiempo de investigar y analizar estas interacciones y las características y la dinámica y las personalidades. Nuestra investigación nos ha llevado a identificarlos con lo que comúnmente se conoce como "Psicópatas." Pueden también ser Narcisistas dado que el Narcisismo parece ser simplemente una "faceta" del psicópata o una manifestación "más ligera" del mismo. Se podría decir que el Narcisista es un "psicópata de la variedad jardín" quien, debido a su "programación social", tiene menos probabilidades de meterse en problemas con la ley. De esta manera, son "máquinas de supervivencia" muy eficientes que se pasan la vida causando un daño inmenso a sus familias, amigos y socios en los negocios.
Es solamente cuando una persona observa detenidamente y durante un tiempo largo al psicópata desarrollado – una suerte de Narcisista exagerado – que es capaz de ver la caricatura de los rasgos, lo que le hace entonces más fácil de identificar "al psicópata de la variedad jardín" – y/o al Narcisista.
Nuestro mundo parece haber sido invadido por individuos para quienes la visión de la vida y del amor es tan drásticamente diferente de lo establecido por la norma hace mucho tiempo que estamos mal preparados para tratar con sus tácticas de lo que Roberto Canup llama la "mentira verosímil." Como él lo demuestra, esta filosofía de la "mentira verosímil" ha alcanzado los sectores legal y administrativo de nuestro mundo, convirtiéndolos en máquinas dentro de las cuales los seres humanos con emociones verdaderas son destruidos.
La película reciente, "Matrix" ("La Matriz") tocó una cuerda profunda en la sociedad porque ejemplificaba esta trampa mecánica en la cual tanta gente encuentra sus vidas enredadas, y de la cuál son incapaces de salirse porque creen que todos los que los rodean y que "parecen humanos" son, de hecho, igual a ellos – emocionalmente, espiritualmente u otros.
Tome, por ejemplo, el "argumento legal" como es explicado por Roberto Canup en su investigación sobre "el Psicópata Perito en Sociedad". El argumento legal parece estar en los cimientos de nuestra sociedad. Esto equivale a nada más y menos que a al arte de la estafa: quien sea más hábil en el uso de la estructura para convencer de algo a un grupo de personas, es a quien se le cree. Puesto que este sistema de "argumento legal" ha sido establecido lentamente como parte de nuestra cultura, cuando invade nuestras vidas personales, por lo general no lo reconocemos inmediatamente.
Los seres humanos han sido acostumbrados a asumir que otros seres humanos – por lo menos – están intentando "hacer el bien" y "ser buenos" y justos y honestos. Y por eso, muy a menudo no nos tomamos el tiempo necesario de hacer una investigación profunda para determinar si una persona que ha entrado en nuestras vidas es, de verdad, una "buena persona." Y cuando luego nace un conflicto, caemos automáticamente en la suposición cultural de que en cualquier conflicto, una de las partes tiene parcialmente razón de algún modo, y la otra de algún otro, y que podemos formarnos una opinión sobre qué parte está más o menos en lo correcto. A causa de nuestra exposición a las normas del "argumento legal", cuando se presenta cualquier conflicto, pensamos automáticamente que la verdad se encontrará en alguna parte entre los dos extremos. En este caso, quizás sea útil aplicar una pequeña lógica matemática al problema del argumento legal:
Imaginemos que en una pelea, un lado es inocente, honesto, y dice la verdad. Es obvio que mentir no le aporta ningún beneficio a una persona inocente; ¿qué mentira puede decir? Si es inocente, la única mentira que puede decir es confesar falsamente "Fui yo quien lo hizo." En cambio, la mentira no es más que buena para el mentiroso. Él puede declarar ese "Yo no lo hice," y acusar a otro de haberlo hecho, al mismo instante que la persona inocente a quien ha acusado está diciendo "Yo no lo hice," y está realmente diciendo la verdad.
La verdad – cuando está bien distorsionada por buenos mentirosos, siempre puede hacer que una persona inocente parezca mala – especialmente si el inocente es honesto y admite sus errores.
La suposición básica de que la verdad se encuentra entre el testimonio de las dos partes siempre se torna en ventaja hacia el que miente y en contra del que dice la verdad. Bajo la mayoría de las circunstancias, esta desviación sumada al hecho de que la verdad también va a ser deformada de tal manera a perjudicar a la persona inocente, resulta en que la ventaja siempre queda en manos de mentirosos – psicópatas. Hasta el simple acto de hacer una declaración bajo juramento es inútil. Si alguien es mentiroso, hacer un juramento no significa nada para esa persona. Sin embargo, hacer un juramento actúa fuertemente en un testigo serio, veraz. Una vez más la ventaja va para el lado del mentiroso. [Robert Canup ] Esto subraya una de las únicas cosas sobre un psicópata: su aparente incapacidad de concebir la idea abstracta "del futuro".
Se ha observado a menudo que los psicópatas corren con una clara ventaja sobre los seres humanos con consciencia y sentimientos, porque el psicópata no tiene consciencia ni sentimientos. Lo que parece ser es que la consciencia y los sentimientos están relacionados con el concepto abstracto de "futuro" y de "otros". Es "espacio-temporal". Podemos sentir miedo, condolencia, empatía, tristeza, y demás porque podemos IMAGINAR el futuro de una manera abstracta, basándonos en nuestras propias experiencias pasadas, o aunque no sea más en "conceptos de experiencias" en innumerables variaciones. Podemos "predecir cómo van a reaccionar los otros, porque podemos "vernos a nosotros mismos" en ellos, aunque estén "ahí afuera" y que la situación sea de algún modo diferente vista desde el exterior, aunque similar en su dinámica. Es decir, no sólo podemos identificarnos con otros espacialmente – por decirlo de algún modo – sino también temporalmente – en el tiempo.
El psicópata no parece tener esta capacidad.
Son incapaces de "imaginar" en el sentido de poder realmente conectarse con imágenes en algo así como una manera directa de "un ser conectándose con otro ser".
Ah, de hecho, pueden imitar sentimientos, pero los únicos verdaderos sentimientos que parecen tener – eso que los conduce y los hace fingir diversos dramas para causar efecto – son una especie de "hambre predatoria", de lo que desean. Es decir, "sienten" la necesidad/el deseo como amor, y el no ser satisfechos en sus necesidades/deseos es descrito por ellos como el "no ser amados". Además, esta perspectiva de "necesidad/deseo" determina que solamente el "hambre" del psicópata es válida, y cualquier cosa que esté "allí afuera," todo lo que está fuera del psicópata, no es verdadero, excepto en tanto tenga la capacidad de ser asimilado por el psicópata como una clase de "alimento". "¿Puede ser utilizado o proporcionar algo?" es la única preocupación que el psicópata parece tener. Todo el resto – toda actividad – está subsumido en esta tendencia.
En pocas palabras, el psicópata – y el narcisista en un menor grado – es un depredador. Si pensamos en la interacción entre los depredadores y sus presas en el reino animal, podemos llegar a tener una cierta idea de lo que se esconde detrás de la "máscara de la cordura" del psicópata. Del mismo modo que un animal depredador adoptará toda clase de funciones furtivas posibles para acechar a su presa, sacarla fuera de la manada, acercársele y disminuir su resistencia, el psicópata construye todo tipo de camuflaje elaborado compuesto de palabras y apariencias – mentiras y manipulación – para "asimilar" a su presa.
Esto nos conduce a una pregunta importante: ¿qué es lo que el psicópata REALMENTE obtiene de sus víctimas? Es fácil ver lo que buscan cuando mienten y manipulan por dinero, bienes materiales o poder. Pero en muchos casos, tales como en las relaciones amorosas o en las falsas amistades, no es tan fácil ver lo que el psicópata está buscando. Sin desviarnos demasiado en especulaciones espirituales – un problema que Cleckley también confrontó – podemos decir solamente que pareciera ser que el psicópata GOZA de hacer sufrir a otros. Del mismo modo que los seres humanos normales disfrutan de ver a otra gente feliz, o de hacer cosas que hagan reír a otros, el psicópata disfruta de todo lo contrario.
Cualquiera que haya observado alguna vez a un gato jugando con un ratón antes de matarlo y de comerlo, se explicó probablemente a sí mismo que el gato "se entretiene" simplemente con las travesuras del ratón y que es incapaz de concebir el terror y el dolor sentidos por el ratón. Y el gato, por lo tanto, es inocente de cualquier intento malvado. El ratón muere, el gato se alimenta, y eso es la naturaleza. Los psicópatas por lo general no comen a sus víctimas.
Sí, en casos extremos la dinámica del gato y el ratón son llevados a cabo y el canibalismo posee una larga historia, en la que se asumía que ciertos poderes de la víctima podían ser asimilados comiendo alguna parte de ella en especial. Pero en la vida cotidiana los psicópatas y los narcisistas no llegan a tanto, por así decirlo. Eso hace que observemos con otros ojos la situación del gato y del ratón. Ahora preguntamos: ¿Es demasiado simplista pensar que el gato, inocente, se divierte simplemente con el ratón que corre por todo lados y que intenta frenéticamente escaparse? ¿Hay algo más en esta dinámica que salte a la vista? ¿Hay algo más que el hecho de estar "entretenido" con las travesuras del ratón que intenta huir? ¿Después de todo, en términos de evolución, por qué tal comportamiento sería atribuido al gato? ¿Es el ratón más sabroso debido a las substancias químicas del miedo que corren por su cuerpecito? ¿Es un ratón paralizado de terror una mejor comida de "gourmet"?
Esto sugiere que debamos rever nuestras ideas sobre los psicópatas con una perspectiva levemente diferente. Algo que sí sabemos es: mucha gente que experimenta interacciones con psicópatas y narcisistas dice sentirse "agotada" y confundida, y a menudo notan posteriormente un deterioro en su salud. ¿Quiere esto decir que parte de la dinámica, parte de la explicación del porqué los psicópatas perseguirán "relaciones amorosas" y "amistades" que ostensiblemente no pueden dar lugar a ningún beneficio material observable, es que hay una consumo real de energía?
No conocemos la respuesta a esta pregunta. Observamos, teorizamos, especulamos y formulamos hipótesis. Pero al fin y al cabo, solamente la víctima como individuo puede determinar lo que ha perdido en la dinámica – y es a menudo mucho más que bienes materiales. En cierto modo, parece que los psicópatas son comilones de almas o "Psicófagos." El siguiente enlace conduce a una discusión, a una lista de puntos, y a una "guía de supervivencia" para tratar con el psicópata en sus tantos disfraces, compuesto por un individuo con experiencia personal. Esperamos que ayude al lector a evitar interacciones perjudiciales, y que usted pueda aprender de nuestros errores y de los errores de otros que han compartido sus historias con nosotros.
El GFC se encarga de atraer su atención a toda información que le ayudará a vivir una vida al resguardo de las manipulaciones asesinas de almas de otros.
Nuestro Sincero Agradecimiento a la dueña del sitio web sobre el Psychopathic Personality Desorden (Desorden Psicopático de la Personalidad) por su cordial permiso para citar su investigación cuando armamos este informe. Hasta que comenzamos a investigar, NO teníamos LA MENOR idea de lo extenso que era el problema, ni de cuántas víctimas hay. Visite su sitio, vaya a sus enlaces para apoyar a grupos. Para una mirada más comprensiva del problema, basada en nuestra PROPIA investigación, lea por favor nuestro nuevo artículo:
"Cultura Oficial" en Estados Unidos de América:
¿Un Estado Natural de la Psicopatía?
FIN PRIMERA PARTE
El estilo de vida del psicópata
Duncan MacMartin Traducción por el equipo de SOTT en español Los seres humanos han sido domesticados como ganado durante milenios por insidiosos y despiadados depredadores-parásitos que caminan entre nosotros con tranquilidad. Su naturaleza depredadora ha sido saneada y camuflada durante siglos por nuestra ingenua tolerancia y cobarde aceptación. Casi todas nuestras grandes ideas institucionales se han ajustado, pervertidas, corrompidas e incluso transformadas radicalmente, en entornos que favorecen en gran medida su forma de vida y tácticas.
La economía, el gobierno, la educación, el bienestar, la salud, son poco más que fachadas vacías de sus ideales originales, llenas de procesos de engaño, explotación y frustración, del potencial que trabaja exclusivamente para potenciar y enriquecer a los depredadores que las controlan.
A través del enfoque de varios investigadores, estos depredadores están saliendo a la luz y se les describe como "psicópatas exitosos" – el 5% de la humanidad -, que han evitado con éxito ser diagnosticados clínicamente, y no han sido encarcelados por sus actividades criminales e inmorales, sino que son institucionalizados.
El "estilo de vida" del psicópata es simplista y se vuelve fácil de observar cuando finalmente aprendemos a ver "el bosque por los árboles", aprendemos que muchos de nuestros importantes hechos sociales y económicos dados, son en realidad objetos evolutivos de las influencias que los psicópatas han tenido en nuestras culturas y sociedades durante milenios.
Ellos nos han dicho que, al igual que el ganado doméstico, necesitamos sus cercas (controles) y su supervisión (vigilancia), para protegernos de los lobos (o terroristas) que vendrían a acabar con nosotros y con nuestros hijos. Nos han dicho que el mundo es un lugar hostil y terrible, que la vida está llena de enemigos, una profecía auto-cumplida cuando sociedades y culturas son regidas por psicópatas. En realidad, sus medidas están diseñadas para hacernos estar a la defensiva, aterrorizados, fácilmente influenciados, y en última instancia, el miedo nos infantiliza intelectualmente, nos divide, y después de esto nos arrean como ganado para imponer un control y explotación más intensos y sistemáticos.
El psicópata funciona cognitivamente con lo que el ganador del premio Nobel de Economía, Daniel Kahneman, llama "Sistema 1" o pensamiento rápido, es una plantilla cognitiva que se establece durante la infancia, y en gran parte, sus procesos están situados en el sistema límbico, basado en la memoria, y controlado por las emociones. Cuando este primitivo tipo de pensamiento "rápido y sucio" se amplifica a través de experiencias de ensayo y error, es ideal para operar en entornos basados en el caos y el conflicto, como en el campo de batalla, o en los videojuegos.
Por otro lado, el pensamiento del "Sistema 2", o pensamiento lento, es racional, considerado y lógico, y ya que es analítico y constructivo, se toma su tiempo. En gran parte, los procesos cognitivos del "Sistema 2" tiene lugar en la corteza cerebral, en las áreas relacionadas con las funciones cerebrales superiores, y cuando está plenamente desarrollado, utiliza esas funciones cognitivas superiores adquiridas, sólo a través de la búsqueda de relaciones mutuamente beneficiosas con los demás y el medio ambiente. Este tipo de pensamiento lento y empático avanzado, es ideal para tratar en situaciones relacionadas con la creatividad, la complejidad, y las relaciones.
El "Sistema 1" o el pensamiento "intuitivo" (comúnmente presuntuoso) utiliza fórmulas, recetas, escenarios y guiones para llevar a cabo acciones memorizadas y recordadas, en parte, a partir de experiencias pasadas, o imitadas a través de la observación de acciones "exitosas" de otras personas en circunstancias similares. Como Kahneman señala, está cargada de impulso, suposición, y error. Las ÚNICAS ventajas reales se presentan con respuestas automáticas y rápidas en situaciones de conflicto y de supervivencia en entornos competitivos, donde la inmediatez es el factor crítico.
Los psicópatas no sólo se identifican por su falta de empatía, de conciencia y su comportamiento despiadado, manipulador, inflexible, narcisista y oportunista, sino también por su casi total falta de aplicación del pensamiento del "Sistema 2". Esto significa que tienen una incapacidad severa para hacer frente a la complejidad, al bienestar de los demás, o con efectos adicionales de sus acciones más allá de su objetivo egoísta inmediato.
Para entender cómo los psicópatas han influido morfológicamente en los órganos de la sociedad y la cultura, tenemos que ser conscientes de esas formas y procesos de pensamiento esbozados anteriormente. No necesitas ser un genio para llegar a la conclusión de que si los psicópatas quieren obtener la ventaja continua y prevalecer, debe convertir cada tipo de interacción y trato humano en un conflicto o competencia virtual. Y esto es sencillo creando este tipo de sistemas acusatorios, pero esos sistemas son extremadamente tontos, ineficientes, y son ejecutados por medio de estructuras y procesos defectuosos, los costos reales de los cuales, por desgracia, se apoyan en nosotros y el planeta, y rara vez en el psicópata.
Probablemente a menudo, todos nosotros, en cierto momento, hemos sido víctimas de un psicópata. En el calor de una confrontación con uno de ellos, es casi un reflejo automático tomar la posición defensiva y competitiva del "Sistema 1", y al hacerlo, nuestra empatía y sentido de la justicia realmente nos pone en desventaja en la "batalla" contra la perfeccionada tortuosidad, astucia, crueldad y oportunismo del psicópata. Es incluso más fácil para el psicópata sembrar, cultivar y aprovechar la división entre la familia, amigos, comunidades, comités, culturas e incluso países.
El gran problema corruptor, antiguo y perenne, entonces se convierte en: "Durante un conflicto o competencia, ¿no le gustaría tener a un psicópata de su lado en vez de lo contrario?" Pero el fin de todas estas situaciones es, por supuesto, no sólo posibles "ganancias" a corto plazo, sino una destrucción inevitable, y un ambiente de conflicto continúo, tanto dentro como fuera. La competencia y el conflicto son la esencia vital del psicópata, y el contagio psicológico sólo puede ser erradicado ganando una mayor claridad, comprensión, y evitando los procesos cíclicos entre la psicopatía/sociopatía y la competición como una dinámica humana. En su lugar, tenemos que elegir un camino diferente a través del desarrollo de la conciencia de la mutualidad empática, y la maduración del pensamiento consecuencial del "Sistema 2", y la creatividad y el pensamiento complejo que surgen gradualmente de tal elección.
Los psicópatas y sus construcciones (como empresas y partidos políticos) necesitan ser identificados, evitados y aislados de tal manera que no tengan influencias destructivas en posiciones de control, o de toma de decisiones críticas. La competencia genera pocos ganadores y muchos perdedores en una jerarquía insidiosa de explotación. Los órganos de la sociedad, que se han pervertido para reflejar el estilo de vida y objetivos psicopáticos, deben ser reconstruidos, erradicando la competencia y usando nuestra inteligencia superior empáticamente adquirida, enfocada en el beneficio mutuo, con verdadera sinergia del medio ambiente y la creatividad como su nuevo núcleo.
Para realmente comprender el efecto del psicópata, debemos ser conscientes de que la retrasada naturaleza infantil de su pensamiento y conducta, y su incapacidad de esforzarse creativamente, lo mantiene en un estado infantil y dependiente. Él sólo puede tomar, o solo se le puede dar lo que necesita y desea, por lo que en gran medida se centra en sus habilidades infantiles de manipulación para satisfacer sus necesidades. Lo hace de una manera amplificada y sofisticada, con muchos años de ensayo y error, a través de la experiencia de "apretar los botones emocionales de las personas", utilizando tácticas emocionales de seducción, rechazo y amenaza en todas sus variaciones.
Desafortunadamente, los atributos de control del psicópata son singularmente exitosos en ambientes competitivos y divisivos, como la política y la economía, donde poblaciones enteras han sido suprimidas tanto intelectual como empáticamente en su entorno, a través de aplicación de la competencia eterna. Para poder competir, la mayoría de nosotros hemos sido obligados a intentar aplicar el defectuoso pensamiento del "Sistema 1" en todos los aspectos de nuestras vidas, literalmente "al fragor de la batalla", y como resultado, hemos abandonado nuestros potenciales cognitivos fértiles y complejos.
La educación ha sido pervertida a tal punto que su función principal es prepararnos para empleos en entornos muy competitivos, bajo la dirección de psicópatas o sus procesos, y así, por defecto, la pedagogía se centra en la plantilla cognitiva basada en la memorial límbica del sistema simplista, "rápido y sucio" del "Sistema 1", y las tácticas competitivas del psicópata. Se basa además en el supuesto tácito de que la vida laboral se centra en seguir las instrucciones de las autoridades como recetas, fórmulas, guiones y escenarios, para recordarlos a detalle y luego seguirlos con precisión para obtener el resultado que el instructor exigió.
El precio que pagamos por una educación basada casi en su totalidad en el pensamiento del "Sistema 1", es que hemos atrofiado severamente nuestras potencialidades cognitivas, a tal punto que la mayoría de nosotros somos incapaces de conceptualizar o construir nuestras propias matrices de entendimiento sobre cualquier tema para crear mapas integrados de realidad. En lugar de ello, confiamos en las supuestas "autoridades" como los medios de comunicación, los políticos y "fuentes acreditadas" para informarnos acerca de sus valores, su visión del mundo y de lo que ellos consideran importante en la vida. Y la mayoría de las veces, estas autoridades están controladas por psicópatas.
FIN SEGUNDA PARTE
El complementario y su psicópata
Hugo R. Marietan Uno son el torturador y el torturado. El torturador se equivoca, porque cree no participar en el sufrimiento; el torturado se equivoca, porque cree no participar en la culpa. Schopenhauer
© Desconocido Una manera de ser Este tema está abordada desde el punto de vista clínico, por lo tanto, acentuaremos lo descriptivo.
La psicopatía es una manera de ser, es una personalidad, una variante de los tipos humanos. No es una enfermedad, sino una manera de ser atípica, infrecuente y estridente, por su patrón conductual que desentona, en ocasiones, con el patrón general de conducta de la comunidad.
El psicópata es una persona que tiene un comportamiento distinto porque tiene necesidades distintas que satisfacer. Por eso hace un uso particular de la libertad, crea códigos propios, repite patrones conductuales y tiene necesidades de estímulos intensos. Todo esto analizado desde una persona común que ve al psicópata como a alguien que está, en algunos aspectos de su conducta, desadaptado. El psicópata no tiene un tipo de conducta psicopática en el cien por ciento de su accionar, se muestra psicopáticamente en determinado tipo de relaciones.
Otra característica básica es la cosificación, que implica quitarle al otro los atributos que lo valoran como persona, es decir, des jerarquizarlo para considerarlo un objeto y, desde esta maniobra psicológica, poder manipularlo.
Finalmente, en el acto psicopático grave, el psicópata comete una acción de tal magnitud que ese solo hecho lo describe.
Modos de relación del psicópata El psicópata tiene, al menos, tres modos de relacionarse psicopáticamente con el otro.
El asociativo: es cuando un psicópata entra en relación con otro psicópata. Este tipo de asociación se da cuando el proyecto que debe realizar lo supera ampliamente como individuo. La relación es tensa y el equilibrio se mantiene mientras persista el objetivo. Hay que recordar que estamos hablando de personas altamente narcisistas, egocéntricas; en consecuencia, el apego que puedan tener sólo lo justifica el objetivo.
El segundo modo de relacionarse con el otro es el tangencial, es decir, cuando el psicópata se encuentra con la víctima ocasional; cuando ejerce su psicopatía en función de una acción de tipo delictiva, una violación, una estafa, por ejemplo. Es un encuentro 'puntual'.
Otro modo de relacionarse es el complementario: cuando el psicópata encuentra su complementario, o el complementario encuentra su psicópata. La relación es de doble vía y está lejos del preconcepto víctima-victimario; ambos participan activamente para mantener el vínculo. Considero que la persona que logra permanecer junto a un psicópata, no es otro psicópata, como habitualmente se entiende. Yo creo que el que más chance tiene de relacionarse y permanecer con un psicópata, es un neurótico. Estas relaciones son meta-estables, se mantienen, pero con explosiones y desequilibrios a lo largo de todo su desarrollo.
El complementario Insisto en aclarar lo descriptivo de esta exposición, que es extracto de mi experiencia con tratamientos de complementarios que conviven con psicópatas.
Se observa que se forma un circuito psicopático persistente; y pienso que ningún sistema permanece si no cubre una necesidad.
El tipo de necesidad que satisface el complementario con el psicópata, o el tipo de anclaje que hace que esa relación se mantenga, no tiene su base en la lógica, sino en lo irracional.
Cuando se atiende a estas personas lo primero que florece en el discurso es la queja. El complementario utiliza el escenario de la relación terapeuta-paciente para transmitir su queja. No son quejas comunes, son quejas sobre humillaciones, descalificaciones, incluso agresiones físicas. La forma de presentar la queja varía desde la justificación ("Yo lo provoqué"), la minimización ("Me golpeó, pero no es nada"), el detallismo (el detenerse morosamente en describir cada acción), hasta la búsqueda de conmiseración ("¡Cómo me hace sufrir!, ¿verdad?").
El disfrute secreto Desde la lógica común, uno se pregunta ¿qué hace esta persona con este psicópata? ¿Qué beneficios saca para continuar en esta relación? Razonando con parámetros lógicos comunes, no se comprende la permanencia de esa pareja. Aún si se analizan con el complementario las circunstancias que llevaron a hechos agresivos, y la manera de prevenirlos, éstos se repiten. Con esto quiero decir que el hacer razonar, el esclarecimiento del porqué suceden las cosas, en este caso, no sirve, porque el anclaje está en lo irracional.
El complementario muchas veces da la impresión de que se relaciona con el psicópata a través de la angustia, o sea que, siguiendo esta premisa, el anclaje sería dis-placentero. Pero, después de ver a muchos de estos pacientes complementarios, yo pienso que el anclaje es el disfrute, pero no el disfrute del sufrimiento. Es un disfrute inefable y donde el sufrimiento es un efecto secundario de ese disfrute. La persona complementaria nos trae la queja, nos muestra el 'precio' del goce, nos muestra el "chichón"3.
Este tipo de disfrute es secreto, en el sentido de que suele ser desconocido (conscientemente) para el complementario, y a veces también para el psicópata. Pero hay algo allí que los une; tal vez en la 'animalidad', en lo irracional, haya un goce.
En ocasiones, por el discurso que tienen los complementarios, suelen relacionarlo con algún tipo de disfrute especial, con el sexo por ejemplo; pero eso no consigue justificar el pagar el precio de las humillaciones, las descalificaciones, la baja de la autoestima, el 'deterioro' de su 'persona'. Algunos logran captar que con el psicópata pudieron desinhibir sus represiones; logran realizar lo prohibido.
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