II. Reflexiones sobre el lenguaje.
El ser del lenguaje.
Ser y lenguaje
Los filósofos siempre han estado convencidos de que en el lenguaje se esconden muchas cosas. Las teorías y las leyes que permiten a los seres humanos conocer y dominar la naturaleza están reguladas por el intercambio de palabras; puede decirse que todo irrumpe en nuestra mente en forma de palabra, aunque las cosas y las palabras no son idénticas.
El punto de partida de la investigación del lenguaje y el ser no puede ser otro que el ser humano ya que él es el responsable de este mundo hablado.
Comencemos ahora con las reflexiones que hizo Heidegger acerca de este tema:
Resulta evidente que el mundo no es la causa de la existencia del lenguaje, por tanto es preciso distinguir en primer lugar a existencia del mundo del lenguaje del lenguaje dentro del cual existe, y la existencia de un ser que lo dice, el hombre.
Ser, lenguaje y existencia son los tres términos en que debe ser resulto el problema.
Heidegger piensa que no es el ser humano quien se impone sobre el lenguaje sino más bien éste sobre aquél. Ha averiguado que la existencia del hombre depende del hecho de que le lenguaje ya existe, de tal forma que el ser humano puede pensar, recordar y comunicar.
Cuando uno nace, aunque no saber hablar todavía, hace su aparición en un mundo que ya está organizado y estructurado de un modo lingüístico.
Las dificultades surgen porque nuestras concepciones del mundo y del lenguaje nacen y crecen juntas y es del todo imposible separarlas.
El hombre, como las otras cosas, no es el creador del Ser y viene al mundo fijo ya en una tradición de pensamiento y lenguaje que no dependen de él.
El lenguaje aparece dotado de una doble naturaleza: es el instrumento mediante el cual el hombre se pregunta por el sentido de las cosas, el instrumento de búsqueda de seguridades, pero al mismo tiempo es también la tradición que oscurece la verdad y oculta el Ser tras una interminable repertorio de existentes.
Todo lenguaje, tiene por base, una relación del hombre con el ser. En el mismo lenguaje esto se hace explícito.Es ya desde la precomprensión que el hombre tiene del ser, que se forma el lenguaje: partiendo de intuiciones originarias(sobre el ser) surgen las estructuras que forman la base del lenguaje mismo, las palabras(signos) con su particular uso(significado), …
Y en sus comienzos, todo lenguaje es vivo, y rico: aprehende el ser(la relación del hombre con …) de manera potente y significativa, y es precisamente asi, pues las intuiciones originarias que forman el sustento del lenguaje, se encuentran "frescas", "cercanas". Sin embargo, estas intuiciones originaras, se "degradan", "obscurecen",(sin perderse por completo, pero ocultandose), mediante el uso cotidiano, o el devenir histórico de un pueblo (sincretismo cultural, por ejemplo): o simplemente: a traves del tiempo
Características del ser del lenguaje.
El lenguaje es la morada del ser y la casa donde habita el hombre, el gran intérprete que responde a esa llamada y que en ella y desde ella desvela la inconclusión de su propio decir.
Los postulados básicos de la Ontología del Lenguaje son:
Los seres humanos somos seres lingüísticos. El lenguaje es sobre otras cosas lo que hace de los seres humanos el tipo particular de seres que somos. Somos seres que vivimos en el lenguaje. Somos seres sociales. No hay lugar fuera del lenguaje desde el cual podamos observar nuestra existencia.
El lenguaje es generativo. El lenguaje no sólo nos permite hablar "sobre" las cosas: hace que ellas sucedan. Por lo tanto, el lenguaje es acción, es generativo: crea realidades. El filósofo norteamericano John R. Searle sostuvo que, sin importar el idioma que hablemos, siempre ejecutamos el mismo número restringido de actos lingüísticos: los seres humanos, al hablar, hacemos declaraciones, afirmaciones, promesas, pedidos, ofertas. Estas acciones son universales. No sólo actuamos de acuerdo con cómo somos también somos según actuamos. La acción genera ser. Uno deviene de acuerdo con lo que hace.
Los seres humanos se crean a sí mismos en el lenguaje y a través de él. Al decir lo que decimos, al decirlo de un modo y no de otro, o no diciendo cosa alguna, abrimos o cerramos posibilidades para nosotros mismos y, muchas veces, para otros. Cuando hablamos modelamos el futuro. A partir de lo que dijimos o se nos dijo, a partir de lo que callamos, a partir de lo que escuchamos o no escuchamos de otros, nuestra realidad futura se moldea en un sentido o en otro. Pero además de intervenir en la creación de futuro, los seres humanos modelamos nuestra identidad y la del mundo que vivimos a través del lenguaje.
Por lo antes expuesto, existen características específicas de la comunicación de los seres humanos.
El ser humano posee un sistema comunicativo enormemente complejo y eficaz. Tiene, como hemos visto, algunas características exclusivas y otras que no encuentran un desarrollo tan completo en ninguna especie animal. De esas características, éstas son las más importantes:
Creatividad. Capacidad para construir nuevos enunciados que nos permiten trasmitir nuevas experiencias a nuestros receptores. Existe una capacidad infinita para expresar y comprender el significado empleando elementos conocidos de oraciones para producir otras nuevas (a diferencia del conjunto limitado y fijo de llamadas que emplean los animales).
Desplazamiento. Capacidad para referirse a hechos que no se hallan espacial o temporalmente presentes. Esta característica es fundamental para el progreso cultural y técnico y no se da en ninguna otra especie animal. Gracias a ella podemos transmitir nuestros descubrimientos a los demás. (A diferencia de la mayoría de los animales, que reflejan los estímulos ambientales inmediatos).
Semanticidad o arbitrariedad. Capacidad del lenguaje humano para utilizar símbolos para significar o referirse a objetos y acciones. Los elementos del signo no dependen de la naturaleza de la realidad a la que se refieren (a diferencia de la velocidad de la danza de la abeja, que refleja de modo directo la distancia de la abeja, que refleja de modo directo la distancia del néctar desde la colmena).
Dualidad. El lenguaje humano se caracteriza por poseer una doble articulación. Esto lo estudiaremos ampliamente al referirnos al signo lingüístico. Adelantamos que los sonidos que forman las palabras no tienen un significado intrínseco, sino que se combinan de modo diferente para formar elementos (como palabras) que trasmiten significado (a diferencia de las llamadas animales, que no pueden analizarse en dos niveles de estructura similares a éstos).
Dependencia de la estructura. Los mensajes verbales no se constituyen a partir de la simple suma de unidades léxicas, sino que éstas se organizan en una estructura jerárquica superior. También lo veremos por extenso en el apartado de las características del signo lingüístico.
Transmisión cultural. El lenguaje es una capacidad innata del ser humano, es decir, todos los niños nacen con la posibilidad de desarrollar el lenguaje. Pero para que esa capacidad llegue a desarrollarse es necesario que se produzca su transmisión de una generación a otra fundamentalmente por medio de un proceso de enseñanza y aprendizaje (a diferencia de la capacidad de las abejas para comunicar el lugar donde se encuentra el néctar, que se transmite de modo genético). La mejor prueba de esta característica nos la ofrecen los niños que se crían aislados del resto de los seres humanos. Normalmente, superada una determinada edad, no desarrollan el lenguaje o lo hacen de un modo muy rudimentario.
Intercambiabilidad. Los hablantes de una lengua pueden reporducir cualquier mensaje lingüístico que puedan comprender (a diferencia de las distintas conductas de cortejo de machos y hembras en varias especies).
Retroalimentación total. Los hablantes oyen todo lo que dicen y pueden reflexionar sobre ello (a diferencia de las exhibiciones visuales que a menudo realizan los animales en el cortejo, que no son visibles para quien las realiza).
Especialización. Las ondas sonoras del habla no tienen otra función que señalar el significado (a diferencia del jadeo audible de los perros, que tiene un propósito biológico)
Filosofía política del lenguaje.
La filosofía política es el estudio acerca de cómo debería ser la relación entre los individuos y la sociedad. Esto incluye el estudio de los gobiernos, las leyes, los derechos, el poder y las demás instituciones y prácticas políticas.
La filosofía política se diferencia de la ciencia política por su carácter generalmente normativo. Mientras la ciencia política dedica más trabajo a investigar cómo fueron, son y serán los fenómenos políticos, la filosofía política se encarga de teorizar sobre cómo deberían ser dichos fenómenos.
Algunos de los temas centrales en la filosofía política son: la legitimidad de los gobiernos, la limitación de su poder, los fundamentos de la ley, y los derechos y deberes que corresponden a los individuos.
El idioma como derecho (artículos: 9; 57; 81; CRBV).
Artículo 9.
El idioma oficial es el castellano. Los idiomas indígenas también son de uso oficial para los pueblos indígenas y deben ser respetados en todo el territorio de la República, por constituir patrimonio cultural de la Nación y de la humanidad.
Artículo 57.
Toda persona tiene derecho a expresar libremente sus pensamientos, sus ideas u opiniones de viva voz, por escrito o mediante cualquier otra forma de expresión, y de hacer uso para ello de cualquier medio de comunicación y difusión, sin que pueda establecer censura. Quien haga uso de este derecho asume plena responsabilidad por todo lo expresado. No se permite el anonimato, ni la propaganda de guerra, ni los mensajes discriminatorios, ni los que promuevan la intolerancia religiosa.Se prohíbe la censura a los funcionarios públicos o funcionarias públicas para dar cuenta de los asuntos bajo sus responsabilidades.
Artículo 81.
Toda persona con discapacidad o necesidades especiales tiene derecho al ejercicio pleno y autónomo de sus capacidades y a su integración familiar y comunitaria. El Estado, con participación solidaria de las familias y la sociedad, les garantizará el respeto a su dignidad humana, la equiparación de oportunidades, condiciones laborales satisfactorias, y promoverá su formación, capacitación y acceso al empleo acorde con sus condiciones, de conformidad con la ley. Se les reconoce a las personas sordas el derecho a expresarse y comunicarse a través de la lengua de señas venezolanas.
¿Castellano o español?
Esta lengua también se llama castellano, por ser el nombre de la comunidad lingüística que habló esta modalidad románica en tiempos medievales: Castilla. Existe alguna polémica en torno a la denominación del idioma; el término español es relativamente reciente y no es admitido por los muchos hablantes bilingües del Estado Español, pues entienden que español incluye los términos valenciano, gallego, catalán y vasco, idiomas a su vez de consideración oficial dentro del territorio de sus comunidades autónomas respectivas; son esos hablantes bilingües quienes proponen volver a la denominación más antigua que tuvo la lengua, castellano entendido como 'lengua de Castilla'.
En los países hispanoamericanos se ha conservado esta denominación y no plantean dificultad especial a la hora de entender como sinónimos los términos castellano y español. En los primeros documentos tras la fundación de la Real Academia Española, sus miembros emplearon por acuerdo la denominación de lengua española. Quien mejor ha estudiado esta espinosa cuestión ha sido Amado Alonso en un libro titulado Castellano, español, idioma nacional. Historia espiritual de tres nombres (1943). Volver a llamar a este idioma castellano representa una vuelta a los orígenes y quién sabe si no sería dar satisfacción a los autores iberoamericanos que tanto esfuerzo y estudio le dedicaron, como Andrés Bello, J. Cuervo o la argentina Mabel Manacorda de Rossetti. Renunciar al término español plantearía la dificultad de reconocer el carácter oficial de una lengua que tan abierta ha sido para acoger en su seno influencias y tolerancias que han contribuido a su condición. Por otro lado, tanto derecho tienen los españoles a nombrar castellano a su lengua como los argentinos, venezolanos, mexicanos, o panameños de calificarla como argentina, venezolana, mexicana o panameña, por citar algunos ejemplos. Lo cual podría significar el primer paso para la fragmentación de un idioma, que por número de hablantes ocupa el tercer lugar entre las lenguas del mundo. En España se hablan además el catalán y el gallego, idiomas de tronco románico, y el vasco, de origen controvertido. Sergio Zamora B. Guadalajara, Jalisco, México 1999
Idiomas indígenas (articulo 9 de la CRBV).
Artículo 9:
El idioma oficial es el castellano. Los idiomas indígenas también son de uso oficial para los pueblos indígenas y deben ser respetados en todo el territorio de la República, por constituir patrimonio cultural de la Nación y de la humanidad.
El poder de la palabra.
La palabra es uno de los recursos más poderosos usado por la humanidad parta expresar sus ideas, inquietudes, sentimientos, pensamientos, y otras emociones interiores en cualesquiera de sus manifestaciones, parece simple pero es sumamente poderosa porque constituyen el primer poder que poseemos para crear. Mediante la palabra lo revelas todo, lo que eres, lo que sientes, tus sueños y otros.
Las palabras son instrumentos de magia, pero también debemos interpretarlas como una espada de doble filo puede crear el sueño más bello o destruir todo lo que te rodea, y uno de esos filos es el uso erróneo que le damos, creando un infierno en vida y el otro filo es la impecabilidad de las palabras que engendran amor y el cielo en según como las usemos, en tal sentido las palabras nos liberarán o nos esclavizarán , las palabras captan nuestra atención como un mensaje entran en nuestras mentes donde las internalizamos, codificamos y establecemos como una fijación, las cuales exteriorizamos y cambian por entero para bien o para mal. 2
El poder de leer.
Si muriera el alfabeto
morirían todas las cosas.
Las palabras son alas.
La vida entera
depende de cuatro letras.
El desarrollo del poder de leer, es clave para quienes están interesados en el desarrollo y educación.
La lectura es, fundamentalmente, el proceso de comprender el significado del lenguaje escrito. Para quienes saben disfrutarla, constituye una experiencia gozosa que ilumina el conocimiento, proporciona sabiduría, permite conectarse con autores y personajes literarios que jamás conocerían personalmente, y apropiarse de los testimonios dados por variadas personas, en otros tiempos y lugares.
El poder de escribir.
El poder de escribir es increíble, uno trasmite mediante nuestros escritos lo que en palabras deseamos expresar, aprender y transmitir.
Elena Bermúdez
" La escritura es quizás el mayor de los inventos humanos, un invento que une personas, ciudadanos de épocas distantes que nunca se conocieron entre sí.
Carl Sagan
" Sin la escritura, el pensamiento escolarizado no pensaría ni podría pensar cómo lo hace, no sólo cuando está ocupado en escribir, sino incluso normalmente cuando articula sus pensamientos de manera oral. Más que cualquier otra invención particular, la escritura ha transformado la conciencia humana ".
Walter J. Ong
" Escribir es, de alguna manera, poner afuera nuestro pensamiento. La escritura expone nuestro yo. Cuando escribimos logramos asistir a una puesta en escena de nuestra subjetividad. Gracias a la escritura, hacemos permanentes actos de reconocimiento, de agnición. Nos convertimos en actores y espectadores de nuestra propia obra ".
Fernando Vásquez Rodríguez
" Por medio de la especulación oral no es posible el desarrollo de la academia y de la ciencia. La escritura ha de convertirse en práctica reguladora de la comunicación, pues sólo así puede instaurarse la interlocución académica y científica, y abrirse el camino hacia la generación de nuevo conocimiento. Es fundamental propiciar condiciones para que se asuma la escritura como un compromiso ineludible con el saber, sin caer en la información enciclopedista, y como un testimonio de la sensibilidad académica y del espíritu crítico ".
Fabio Jurado Valencia
" La escritura potencia la acción comunicativa discursiva porque facilita el descentramiento al separar los enunciados de la situación en que nacen […] La escritura rompe con la inmediatez de la situación y obliga a una interpretación en términos del contexto […] La escritura permite también visualizar la estructura del lenguaje ".
Antanas Mockus y otros.
" Escribir es nacer de nuevo. Darse a luz uno mismo. Recrear el goce. Es, en fin, ser doble ".
Nos brinda la posibilidad de reestructurar nuestro pensamiento y de visualizar la estructura del lenguaje. Además, la escritura está muy ligada al deseo del sujeto y a su autoestima.
La palabra amenazada:
El ruido como interferencia
Cualquier interferencia en el proceso de la comunicación: puede ser un pensamiento, externo, visual, dolor, cansancio, sentimientos, etc.
El ruido se comprende como cualquier interferencia que pueda afectar la comunicación, perturbación o ausencia de señales y alguna forma de pérdida de información.
Las distorsiones del sonido en la conversación, en radio, televisión o por teléfono son ruido, pero también es ruido la distorsión de la imagen de la televisión, la alteración de la escritura en un viaje, la afonía del hablante, la sordera del oyente, la ortografía defectuosa, la distracción del receptor, el silencio.
Para evitar la presencia del ruido en la comunicación es habitual introducir cierta proporción de redundancia en la codificación del mensaje.
La redundancia en el código del mensaje consiste en un desequilibrio entre el contenido informativo y la cantidad de distinciones requeridas para identificar.
La redundancia es la parte del mensaje que podría omitirse sin que se produzca pérdida de información. Cualquier sistema de comunicación introduce algún grado de redundancia, para asegurar que no hay pérdida de información esencial, o sea para asegurar la perfecta recepción del mensaje.
El silencio necesario
El silencio como ausencia de palabras no ilumina, es mero no-decir, un vacilar, algo anterior a algo. La única positividad del silencio es su capacidad anunciadora.
El silencio se le impone al hombre cuando ha cruzado la realidad del ruido como una marejada, cuando se ha volcado en expresiones y en discursos todo lo que le pesa y le desangra. Entonces el silencio se nos hace necesario: cuando sabemos que el decir que poseemos ya no es lo suficientemente amplio como para abarcar nuestro secreto, todo lo que somos e intuimos pero que escapa al lenguaje conocido.
Aún imponiéndose como necesidad interna, existe un primer momento en que el silencio desarraiga, nos deja en suspenso. Perdemos la noción de nuestro propio destino, la dirección de nuestros pasos. Sin palabras somos como marionetas, no podemos explicarnos lo que nos sucede. Nos parece que estamos rehuyendo las convocatorias y negando a la palabra su sentido, cuando en verdad buscamos la verdad por su presencia.
Bibliografía
http://www.plataforma.uchile.cl/fb/cursos_area/lenguaje/info/glosario/cont.htmhttp://morocar.blogspot.es/1209591420/
http://html.rincondelvago.com/pensamiento-y-lenguaje_3.htmlhttp://anankhe.blogdrive.com/archive/11.html
http://literanova.eduardocasanova.com/index.php/2007/12/14/forma_e_intenciones_del_lenguaje
http://www.antroposmoderno.com/antro-articulo.php?id_articulo=127
http://www.scielo.org.ve/scielo.php?pid=S1012-25082008000200005&script=sci_arttext
http://www.usergioarboleda.edu.co/altus/poder_palabra.htm
http://www.santiagoapostol.net/lengua/textosbach1/lenguaje%20humano.doc
Autor:
Elena Bermúdez de Romero
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