- Las estructuras Organizativas y su papel en el funcionamiento de las organizaciones
- Los Modelos Universitarios Tradicionales
- Estructuras organizativas en las universidades venezolanas
- Bibliografía Consultada
Las estructuras Organizativas y su papel en el funcionamiento de las organizaciones
La Estructura podemos describirla como el conjunto de elementos, convenientemente vinculados entre sí, que accionan y reaccionan bajo los efectos de las cargas. Su finalidad es coadyuvar y transmitir las directrices, sin sufrir deformaciones incompatibles. La Estrategia por consiguiente da respuestas a tres preguntas básicas: qué, cómo y cuándo; en primer lugar, hay que responder qué se pretende conseguir, cuál es la meta que se persigue. En segundo lugar, debemos dar respuesta al cómo: cuáles serán los medios o acciones que permitirán alcanzar la meta. Finalmente, se ha de contestar al cuándo: en qué momento se llevarán a cabo las acciones y el período que supondrá realizarlas. Las estructuras organizacionales podemos entenderlas como los diferentes patrones de diseño para organizar una empresa, con el fin de cumplir las metas propuestas y lograr el objetivo deseado.
La estructura sigue a la estrategia.
Primero, se determina lo que se quiere hacer y después veamos cómo nos organizamos para hacerlo. Toda empresa consta necesariamente de una estructura organizacional o una forma de organización de acuerdo a sus necesidades teniendo en cuenta sus fortalezas, por medio de la cual se pueden ordenar las actividades, los procesos y en si el funcionamiento de la empresa. Es importante conocer qué clase de estructuras organizacionales utilizan las diferentes empresas, saber por qué y cómo funcionan, que ventajas y desventajas poseen, que interés persiguen cada una de ellas y si se acomodan a las necesidades de las organizaciones, de esta manera, el trabajo que se ha desarrollado abarca los aspectos más importantes de cada una de las estructuras de organización institucional, su aplicación y saber diferenciar adecuadamente las características de cada una de ellas para poder ser aplicadas a las necesidades de las organizaciones en la actualidad.
Según Robbins Stephen y Mary Coulter Administración 6ta edición Pearson Prentece Hill 1996. México es el: "Marco formal de la organización de acuerdo con el cual las tareas se dividen, agrupan y coordinan".
Al respecto Stoner James, Freeman y Gilbert Daniel expresan que es: "La forma de dividir, organizar y coordinar las actividades de la organización".
Cabe adicionar que la estructura organizacional debe permitir a los empleados realizar su trabajo con efectividad, economía y eficiencia, para alcanzar las metas y objetivos de su unidad y de toda la organización al mismo tiempo. Es por ello que todas las estructuras, por minúsculas que ellas sean son complejas y que tienden a incrementar su complejidad derivada de sus propias dinámicas internas de evolución y de sus interacciones. Ellas no funcionan como mecanismos programados u organismos sociales sino como estructuras dinámicas de poder. Una estructura que combina el esfuerzo de los individuos o grupos de los diferentes niveles de la organización, con los elementos necesarios dentro o fuera de la organización para que se cumplan los objetivos planificados.
Sin embargo, es de gran importancia que el acto de organizar de cómo resultado una estructura de la organización, que pueda considerarse como el marco de trabajo que retiene unidas las diversas funciones de acuerdo con un esquema, que sugiere orden y relaciones armoniosas, en otras palabras, una parte de importancia de la tarea de organizar es armonizar a un grupo de personalidades distintas.
Melinkoff, Ramón V, La Estructura de la Organización. Universidad Central de Venezuela, Caracas, 1969. Pág. 90 "Propuesta de un Sistema para la evaluación del desempeño laboral en una empresa manufacturera". Para seleccionar una estructura adecuada es necesario comprender que cada entidad es diferente, y puede adoptar la estructura organizacional que más se acomode a sus prioridades y necesidades. Entendemos por estructuras organizacionales como los diferentes patrones de diseño para organizar una empresa, con el fin de cumplir las metas propuestas y lograr el objetivo deseado. Para seleccionar una estructura adecuada es necesario comprender que cada empresa es diferente, y puede adoptar la estructura organizacional que más se acomode a sus prioridades y necesidades (es decir, la estructura deberá acoplarse y responder a la planeación), además "Debe reflejar la situación de la organización – por ejemplo, su edad, tamaño, tipo de sistema de producción el grado en que su entorno es complejo y dinámico, etc." En la búsqueda de la mejor forma de organización de la empresa se han establecido cuatro estructuras: lineal, matricial, circular por departamentalización e híbrida.
Según Stoner James Administración, 6ª edición, Editorial Prentice Hall, México, 1996, Pág. 6. Los tipos de estructuras organizacionales son de tres formas básicas: por función, por producto–mercado o en forma de matriz, estas tres formas básicas se describen a continuación:
La organización por funciones reúne, en un departamento a todos los que se dedican a una actividad o a varias relacionadas, que se llaman funciones, por ejemplo mercadotecnia o finanzas se agrupan en una unidad.
La organización por producto, organiza una empresa en divisiones que reúnen a las personas involucradas con un tipo dado de producto o un grupo relacionado de productos. La organización por mercado, organiza una empresa en divisiones que reúnen a las personas involucradas con un tipo dado de mercado.
La estructura matricial, en ocasiones llamada "sistema" de mando múltiple es un producto híbrido que trata de combinar los benéficos de los dos tipos de diseño, al mismo tiempo que pretende evitar sus inconvenientes. Una organización con una estructura matricial cuenta con dos tipos de estructura al mismo tiempo.
Hay una tendencia a considerar la organización y la departamentalización como fines en sí mismos y a medir la eficacia de las estructuras organizacionales en términos de claridad de departamento.
Es probable que la organización funcional sea la forma más lógica y básica de departamentalización. La usan primordialmente las pequeñas empresas que ofrecen una línea limitada de productos, porque aprovecha con eficiencia los recursos especializados. Facilita mucho la supervisión, pues cada gerente sólo debe ser experto en una gama limitada de habilidades. Además facilita el movimiento de las habilidades especializadas, para poder usarlas en los puntos donde más se necesitan.
Para demostrar lo anterior nos basamos en los siguientes hechos:
La organización puede darse adonde exista un organismo social, y de acuerdo con su complejidad, ésta será más necesaria. Un organismo social depende, para su éxito de una buena administración, ya que sólo a través de ella, es como se hace buen uso de los recursos materiales, humanos, etc. con que ese organismo cuenta.
En las grandes organizaciones es donde se manifiesta mayormente la función organizativa. Debido a su magnitud y complejidad, es esencial, sin ella no podrían actuar.
En La estructuración de las organizaciones (1985) y en Diseño de las organizaciones efectivas (2000) Mintzberg identificó los componentes esenciales de una organización:
Cumbre Estratégica: supone la cúpula de mando responsable de la supervisión de la totalidad del sistema. Se ocupa de que la organización cumpla su misión desarrollando la estrategia y las relaciones con el entorno.
Línea Media: se trata de la cadena de transmisión entre la cumbre estratégica y el núcleo operativo. Son responsables de departamentos, divisiones, funciones y procesos.
Núcleo Operativo: son todas aquellas personas que realizan el trabajo directamente relacionado con el aprovisionamiento, producción y distribución de productos y servicios.
Tecnoestructura: analistas de adaptación, control, estabilización y normalización de la empresa.
Staff de Apoyo: Unidades especializadas en prestar ayuda a la organización fuera del flujo de trabajo de operaciones.
Estructuras organizacionales formales.
Una organización formal es la constituida por una sanción oficial para lograr objetivos determinados, en ocasiones se le cita como una jerarquía de puestos; existen cuatro componentes básicos en la organización formal: El trabajo, el cual es divisionado, las personas que son asignadas y ejecutan este trabajo divisionado, el ambiente en el cual se ejecuta el trabajo, las relaciones entre las personas o las unidades las unidades trabajo-personas.
Se consideran así a las relaciones que se dan dentro de la estructura Organizacional, y que permiten efectuar las funciones y actividades, establecen la autoridad y las jerarquías, o sea, las relaciones entre superiores y subordinados, entre personas del mismo nivel o departamento en niveles diferentes, entre personas que pertenecen a la empresa y quienes están fuera de ella. Las relaciones de autoridad de superior a subalterno, por medio de las cuales aquel delega autoridad en éste, quién a su vez la delega a otro, y así sucesivamente forman una línea que va desde la cima hasta el fondo de la estructura orgánica.
Toda organización pretende alcanzar objetivos. Un objetivo organizacional es una situación deseada que la empresa intenta lograr, es una imagen que la organización pretende para el futuro. Al alcanzar el objetivo, la imagen deja de ser ideal y se convierte en real y actual, por lo tanto, el objetivo deja de ser deseado y se busca otro para ser alcanzado.
La Estructura Lineal: Es la estructura más simple y más antigua, esta basada en la organización de los antiguos ejércitos y en la organización eclesiástica medieval. Esta posee el principio de autoridad lineal o principio esencial (tiene una jerarquización de la autoridad en la cual los superiores son obedecidos por sus respectivos subalternos), muy defendida por Fayol en su teoría clásica de la administración. En esta forma de organización se conoce también como simple y se caracteriza por que es utilizada por pequeñas empresas que se dedican a generar uno o pocos productos en un campo específico del mercado. Es frecuente que en las empresas que utilizan este tipo de organización, el dueño y el gerente son uno y el mismo. Debido a su forma, ésta es rápida, flexible y su contabilidad es clara; además la relación entre superiores y subordinados es cercana y la toma de decisiones se hace ágil. De igual manera presenta desventajas como el hecho de la especialización, "se dificulta encontrar a un buen gerente puesto que se requiere un conocimiento general de la empresa, y se le dedica muy poco tiempo a la planeación, la investigación y el control". Como la autoridad es centrada en una sola persona toma las decisiones y asume el control, los empleados están sujetos a las decisiones del gerente o propietario, llevando a cabo las operaciones para cumplir las metas.
Estructura Matricial: Esencialmente la matriz combina dos formas de departamentalización: funcional y de producto. La fortaleza de la departamentalización funcional yace en poner juntos especialistas de la misma rama, lo que reduce al mínimo el número necesario de ellos, mientras que permite agrupar y compartir los recursos especializados a través de los productos. Su mayor desventaja es la dificultad de coordinar las tareas de diversos especialistas funcionales para que así se terminen sus actividades a tiempo y dentro del presupuesto. Por otro lado, la departamentalización por productos, tiene exactamente las ventajas y desventajas opuestas. Facilita la coordinación entre los especialistas para alcanzar la terminación a tiempo y cumplir con los objetivos presupuestales. Aún más, proporciona una clara responsabilidad para todas las actividades relacionadas con un producto, pero con la duplicación de actividades y costos. La matriz intenta aprovechar los puntos fuertes de cada uno, al mismo tiempo que evita sus puntos débiles.
La característica estructural más obvia es que rompe el concepto de la unidad de mando. Los empleados en la estructura matricial tienen dos jefes, sus gerentes funcionales y sus gerentes de producto. Por tanto, la estructura de matriz tiene una cadena de doble mando.
Este tipo de estructuración es utilizada mayormente cuando las organizaciones crecen y tienen varios productos o mercados, es característico que las funciones principales para cada producto o mercado se descentralicen y se organicen en unidades específica, además algunas funciones también se centralizan y localizan en oficinas centrales cuya función es relativamente estable y requiere economías de escala y especialización profunda. Cuando se combinan características de las estructuras funcionales y divisionales, las organizaciones pueden aprovechar las fortalezas de cada una y evitar alguna de sus debilidades.
Particularidades de las Estructuras organizativas en las Instituciones de Educación Universitarias (IEU)
Las organizaciones educativas son una especificidad de las organizaciones ya que el modelo educativo es quien les da cohesión organizativa e identidad de mercado. El modelo organizativo y el modelo educativo, aún cuando diferenciados, están asociados.
Las primeras universidades americanas fueron creadas por la Corona Española en la etapa colonial. El modelo fue el de las universidades de España (Salamanca, Alcalá de Henares), pero las universidades coloniales son semi eclesiásticas y cerradas (jesuitas, dominicos, franciscanos, carmelitas, agustinos); sus criterios de pertenencia y métodos perduran sin cambios por dos siglos. Los aspectos actuales nacen con la Reforma Universitaria de 1918, extendida por toda América Latina. Serán focos de resistencia social y política frente a las dictaduras que años después asolarán el continente; tal pensamiento libre y la experimentación en particular ya había comenzado en las universidades más antiguas de Gran Bretaña a partir del siglo XVII en Oxford con los padres de la metodología científica británica Robert Hooke y Robert Boyle , y en Cambridge, donde Isaac Newton fue Profesor de la cátedra Lucasiana de Matemáticas y Física. "Alberto Fernando Gutiérrez Academia de Ciencias Matemáticas, Físico-Químicas y Naturales, Granada 2011, discurso para el acto de su recepción como académico numerario".
Desde hace un par de décadas, se están produciendo grandes transformaciones en los sistemas organizativos de las universidades de todo el mundo, es decir, cómo deben funcionar los sistemas de educación superior y, consecuentemente, sobre cómo han de ser las formas de gobierno y gestión de las universidades.
Las reformas actuales y sus reformulaciones dan cuenta de un proceso socio- histórico que no se puede desconocer. Hasta los años cincuenta, las universidades se caracterizaron por su correspondencia con alguno de los modelos o estilos de universidad que describe en el Informe Universidad 2000, Conferencia de Rectores de las Universidades españolas (CRUE), Bricall, Joseph M. Barcelona, España marzo 2000.
Los Modelos Universitarios Tradicionales
Fue a principios del siglo XIX cuando tuvo lugar el gran cambio de la universidad medieval a la universidad moderna. En ese momento aparecieron tres modelos de universidades con organizaciones diferentes que constituyen las bases de la universidad de aquel siglo en sus modelos alemán humboldtiano, francés o napoleónico y anglosajón.
1. El Modelo Alemán, también llamado modelo universitario tipo investigativo ó humboldtiano, Guillermo Von Humboldt postuló una universidad fincada en el cultivo de la ciencia pura y la estructura en la Universidad de Berlín en 1807. El modelo supone que la ciencia se cultiva en las Academias, es- decir, entre los maestros ya consagrados a ella. Los estudiantes, por el contrario, apenas se han iniciado en los primeros ejercicios intelectuales, en el Gimnasium. "La universidad se concibe la reunión de ambos contingentes. Los profesores, expertos en las diferentes ciencias, deberán estar reunidos según sus propias disciplinas; por su parte, los alumnos deberían contar también con él un espacio que les permitiese entrar en contacto con los expertos. Las Facultades acogen a los estudiantes, a quienes se les impone un currículum de sus aprendizajes. Para los profesores se concibe una nueva estructura, el Departamento, definido por la disciplina". Todo profesor que ingresa como miembro de un Departamento, automáticamente pasa a ser también miembro de la Academia correspondiente. Revista trimestral de educación comparada (París, UNESCO: Oficina Internacional de Educación), vol. XXIII, nos 3-4, 1993, págs. 707-719. ©UNESCO: Oficina Internacional de Educación, 1999.
La facultad es quien solicita a los departamentos los profesores que necesite para cubrir los requerimientos académicos emanados del currículum. El departamento se nutrirá de las investigaciones que realicen sus miembros propietarios, se organizó mediante instituciones públicas, con profesores funcionarios y con el conocimiento científico como meta de la universidad. En ella, el objetivo era formar personas con amplios conocimientos, no necesariamente relacionadas con las demandas de la sociedad o del mercado laboral.
2. El Modelo Francés, también llamado napoleónico, tuvo por objetivo formar a los profesionales que necesitaba el Estado– nación burocrático recién organizado por la Francia napoleónica. Las universidades se convirtieron en parte de la administración del Estado para formar a los profesionales que ese mismo Estado necesitaba. Los profesores se harían funcionarios públicos, servidores del Estado y forman parte de cuerpos nacionales de funcionarios. La autonomía institucional es inexistente ya que los objetivos de las instituciones y los programas de estudio tienen un carácter nacional. Sin embargo, el poder del profesorado de rango superior es relevante dado su carácter de casta nacional de elevado prestigio, lo que le permite influir notablemente en la elaboración de los programas y en la definición de las políticas universitarias. Las instituciones estarían al servicio del Estado más que al de la sociedad. El modelo, exportado a otros países del sur de Europa, tuvo éxito también para la consolidación de las estructuras del Estado liberal. El énfasis estaba dado en la docencia, por sobre la investigación.
3. El modelo napoleónico es uno de los ejemplos más antiguos de utilización por el Estado de la universidad como herramienta de modernización de la sociedad, a través de un control estricto del financiamiento de la institución y de la designación del personal académico y de una legislación que garantice una repartición equitativa de los recursos nacionales en todo el territorio. En su forma clásica, la universidad napoleónica es el instrumento de la afirmación de una identidad nacional propia, basada en los principios del reconocimiento del mérito y de una igualdad formal, principios que se apoyan a su vez en una administración poderosa. César Mureddu Educación y universidad 1994. Salamanca. España.
4. El Modelo Anglosajón, al contrario de los dos anteriores, no convirtió en estatales a las universidades, manteniendo el estatuto de instituciones privadas que todas las universidades europeas tenían hasta principios del siglo XIX. Posee dos versiones algo diferentes, la británica y la norteamericana. Por un lado, en el Reino Unido (con sólo seis universidades al principio del XIX) el Estado no intervino en las universidades respetando sus características medievales, lo que explica que las universidades "públicas" británicas, irlandesas y canadienses sigan siendo jurídicamente instituciones privadas. Cuando la Revolución Industrial generó la necesidad de más cuadros educados, ciudadanos notables y autoridades municipales crearon las llamadas universidades "cívicas" que se extienden por el Reino Unido durante el siglo XIX. La tradición de las viejas universidades y el proceso de creación de estas nuevas universidades, hace que desde el principio se creen Consejos de Gobierno de las universidades (de hecho por los ciudadanos que habían promovido las universidades). Estos Consejos presididos por el Chancellor, nombran al Vice-chancellor en el que se delegan todas las decisiones de gestión directa de las instituciones. Por otro lado, estos Consejos fueron siempre respetuosos con la libertad académica y tradicionalmente no han interferido con los aspectos de funcionamiento académico de las instituciones. Las universidades británicas nunca han dejado de ser autónomas, porque formalmente siempre han sido instituciones privadas.
5. En el modelo anglosajón, el poder radica fundamentalmente en las instituciones como tales. El poder que los gobiernos ejercen sobre las universidades públicas ha sido tradicionalmente débil, dedicándose a su financiación y a establecer criterios muy generales sobre las políticas del sistema de educación superior. Por otra parte, las instituciones, ejerciendo su autonomía, deciden sobre los aspectos académicos y financieros, para lo que necesitan organizarse internamente de un modo gerencial. En estas universidades, el poder interno de los académicos como tales ha sido tradicionalmente débil. La especial idiosincrasia de la profesión académica es tenida en cuenta a través de órganos consultivos que suelen marcar las líneas maestras de los procesos de enseñanza y de investigación. Por el contrario, en el modelo europeo-continental, el poder del Estado sobre la educación superior ha sido tradicionalmente muy grande, controlando las finanzas, los programas docentes y el nombramiento del profesorado estable que suele tener la condición de funcionario publico. La autonomía institucional, o no ha existido, o se ha reducido al mero respeto de la libertad académica. Por otro lado, en estos sistemas la oligarquía académica (aquellos académicos que ocupan la parte más elevada de la pirámide) posee un gran poder dentro de la institución. Su poder para influir en los círculos gubernamentales es también elevado, siendo ellos los que de algún modo han diseñado gran parte de las políticas universitarias.
El sistema universitario norteamericano No existe un organismo nacional de regulación sino que la educación superior es Federal. El gobierno federal apoya a través de becas y financiamientos de investigación, tanto a las públicas como a las privadas. Las Universidades públicas dependen de los Estados. Estos nombran entre personas de la sociedad a los Boards de las Universidades. Existe en fuerte sector no Universitario con estudios de dos años (University Colleges o Junior College), pero con imprecisas distancias entre lo universitario y lo no universitario, en el marco de un proceso fuertemente articulado que permite la movilidad gracias a los reconocimientos de los créditos en todo el sistema y orientados al mercado. Tienen matrícula pero de costos menores. La base del sistema descansa en un sector de estudios universitarios, Colleges, que tienen los mismos estándares de calidad que las Universidades pero que no dictan postgrado ni hacen investigación. Las Universidades además de pre y postgrado, realizan investigación como eje de su acción. "Es un modelo bimodal con alta presencia de instituciones públicas y privadas. La mayor parte de las instituciones privadas tienen un Board con las mismas características que las públicas y son sin fines de lucro. Existe una alta selectividad individual de las instituciones asociada a su prestigio académico. Los Colleges tienen bajos niveles de selectividad. La selectividad esta dada por los requerimientos académicos en el examen y los costos de las matrículas Carácter pagante del acceso en el sector publico y privado, junto con una extensiva política de becas federales y de las instituciones que reciben apoyos filantrópicos asociados a exoneraciones de impuestos y separación del grado académico del grado profesional y exigencia de un examen para el ejercicio de las profesiones ante la barra estatal correspondiente, el funcionamiento académico en base a departamentos y separación de las funciones de administración y de la academia". Andrés García Román. Cambio de mentalidad.Barcelona. España, 2002.
Los tres modelos de universidades que surgen en los inicios del siglo XIX, han ido entremezclando sus características con el paso del tiempo.
4. El Modelo Latinoamericano: América Latina inició durante el siglo XX, a partir de la Reforma de Córdoba de 1918, un modelo específico de universidad caracterizado por la autonomía de sus instituciones públicas, un marco de gestión basado en la modalidad de co-gobierno, la presencia destacada de la educación monopólica pública, la gratuidad de su acceso, una estructura corporativista de gestión en su interior y un rol del Estado orientado al suministro de los recursos financieros.
El modelo dominante en Latinoamérica se asemeja en lo fundamental al napoleónico, y está concebido para dar respuesta a las necesidades de un mercado laboral caracterizado por:
• Profesiones bien definidas, con escasa intercomunicación, con competencias profesionales claras, y, en muchos casos, hasta legalmente fijadas. La escasa intercomunicación que las profesiones tienen entre ellas, hace que las competencias requeridas sean siempre específicas y relacionadas con un aspecto concreto del mundo laboral.
• Profesiones estables, cuyas exigencias de competencia profesional apenas cambian a lo largo de la vida profesional. El sistema de educación superior, y de alguna manera el del conjunto del sistema educativo, daba respuesta a estas necesidades específicas del mercado laboral. La palabra «licenciado», de tanto arraigo en nuestros sistemas universitarios, representa bien ese sentido que se le ha dado a la universidad como otorgadora de licencias para ejercer las profesiones. Lógicamente, si se trataba de formar para profesiones que además iban a ser estables durante mucho tiempo, las universidades formaban enseñando el estado del arte en cada profesión.
Todos los conocimientos que podían ser necesarios para ejercerla debían ser inculcados en los jóvenes estudiantes. La hipótesis era que todo lo que no se aprendía en la universidad ya no se iba a aprender después. Los profesores, actores principales del proceso educativo, debían procurar que los estudiantes aprendieran el máximo de conocimientos específicos que fueran a ser necesarios en la vida laboral, pero, sobre todo, que los profesores deberían garantizar que ningún estudiante que obtuviera el título académico (que igualmente era el profesional) careciera de esos conocimientos imprescindibles para el ejercicio de la profesión. La universidad y el profesor eran garantes de que los graduados tengan la competencia profesional necesaria. Las universidades no sólo dan la habilitación académica sino también la profesional, al contrario de lo que sucede en el mundo anglosajón, en el que la habilitación para el ejercicio profesional la otorgan los gremios profesionales y no las universidades. Este es un hecho relevante que actualmente es centro de reformulaciones, y que supondría una auténtica revolución en el modelo tradicional de las universidades.
El movimiento de Córdoba fue, por sus características y repercusiones, el que recogió y expresó con mayor vigor lo que vendría a ser un nuevo ideario o, si se quiere, un verdadero modelo para la institución universitaria latinoamericana. Pronto las directrices y ecos de aquel movimiento se extendieron a las otras instituciones universitarias argentinas, trascendiendo incluso las fronteras del país, hasta convertirse en una verdadera causa latinoamericana.
Los "viejos moldes" se resquebrajaban. Se trataba de una crisis que afectaba los pilares fundamentales que sostenían la prevaleciente concepción del mundo ahora cuestionada y a punto de desmoronarse por el estallido de la Primera Guerra Mundial, el triunfo de la revolución bolchevique y el papel predominante que empezaban a desempeñar los Estados Unidos en el escenario del planeta. Europa, hasta entonces hegemónica en todos los órdenes, parecía debilitada y caduca. Su vieja cultura había perdido el encanto y la indiscutida solidez que antaño exhibía. Dentro de este marco y apoyada por el gobierno radical de Hipólito Irigoyen la emergente clase media argentina ve a las universidades como reductos dominados por la vieja oligarquía, el clero y la incipiente fuerza del capitalismo, lo cual contrariaba todo propósito de instaurar un orden más abierto y democrático que preservara a Latinoamérica de los peligros que habían precipitado a Europa en la hecatombe bélica.
El eje vertebrador del movimiento de Córdoba se fue centrando en una obvia y decidida preocupación social, cívica, política y ética que a la par de trasmitirle un hondo entusiasmo, le prestaba un soporte de autenticidad y una indudable proyección en todo el ámbito de nuestro continente. La universidad se concebía, de tal manera, como una herramienta o instrumento del cambio social. Su función primordial, si bien era formar al estudiante, exigía que en semejante formación se inyectasen los gérmenes y motivaciones que hicieran de ese estudiante un agente que actuara dinámicamente sobre su sociedad para transformarla. Por eso, en su heterogéneo y a veces impreciso contenido, aquella autonomía implicaba un abigarrado universo de significaciones identificadas vagamente con la noción de una absoluta libertad. Tal libertad correspondía o se aplicaba al derecho que se le debía otorgar a la universidad para elegir sus propias autoridades a fin de que éstas gobernasen la institución sin injerencia alguna del Estado; para designar a sus profesores y para que éstos pudieran formular los planes de estudio y ejercer la docencia sin ninguna traba; para que la universidad administrara los fondos que le suministraba el gobierno u obtuviese por su cuenta; y, finalmente, para que su recinto territorial gozara de una absoluta privacidad, si se quiere, de una inviolabilidad frente a cualquier acción de inspección o vigilancia que pretendiera efectuar toda instancia ajena a ella, incluyendo por supuesto al propio Estado.
6. La autonomía era, en el fondo, una soberanía. La universidad quedaba convertida, prácticamente, en un Estado dentro del Estado. "En cuanto soberana, ella constituía una suerte de república democrática donde sus integrantes como ciudadanos de ella que eran, debían designar sus propios gobernantes mediante una elección popular y directa. Profesores y estudiantes quedaban así transformados en ciudadanos universitarios valga decir, en miembros del pueblo universitario al cual pertenecían junto con los egresados, a quienes se les consideraba discípulos aprobados". Revista Electrónica de investigación educativa Vol. 8, Núm. 1, 2006. Facultad de educación y trabajo social. Universidad de Valladolid. España .El sistema universitario europeo como posible modelo a la educación latinoamericana.
Se observa que su estructura académica repite y reitera, sin modificaciones importantes o significativas, las bases y formas sustancializadas que servían de sostén y diseño a la universidad medieval. En este sentido, la reforma de Córdoba, así como el modelo universitario que desde entonces se impuso en el ámbito latinoamericano, son profundamente tradicionalistas y escasamente innovadores. Es por ello que desde el enfoque funcionalista de la educación ha dado respuesta a las demandas de la sociedad, las cuales no son homogéneas, sino que tienden a diferenciarse. La complejización universitaria es derivada de la diferenciación interna de estructuras, de la diversidad de demandas asociadas a la división del trabajo, de la disparidad de estrategias de los distintos agentes y de la tendencia centrífuga inherente a la expansión de las especialidades.
En nuestro país La estructura de organización institucional y de organización del poder en las Universidades públicas latinoamericanas, ha estado marcado por la concepción de la República Universitaria y por la gratuidad y el cogobierno. En este modelo, el Consejo Universitario, no sólo es la expresión de todos los sectores académicos y participantes en el quehacer universitario como los docentes, empleados, estudiantes, graduados, autoridades, obreros, etc., variando en cada país la incidencia de estos sectores, sino también en la dinámica donde tal órgano unifica los poderes ejecutivo, legislativo y judicial de la dinámica universitaria. Es la dinámica del gran consenso interno, y la confrontación externa por el presupuesto.
Las organizaciones son todas distintas como parte de una diferenciación que contribuye a su creatividad y gestión, sobre la base de su funcionamiento dada por la recurrencia de sus acciones, su reflexibilidad y su adaptabilidad, siempre propendiendo a mantener su cohesión interna. La complejiza ión universitaria es derivada de la diferenciación interna de estructuras, de la diversidad de demandas asociadas a la división del trabajo, de la disparidad de estrategias de los distintos agentes y de la tendencia centrífuga inherente a la expansión de las especialidades. La complejización de las formas de organización interna contribuye a la adaptación a los cambios.
Las Universidades tienden a una fragmentación y expansión, pero se mueven también dentro de límites a su crecimiento y a asumir nuevos roles, son organizaciones que se articulan sobre modelos organizacionales y modelos educativos (presencial, publico, privado, a distancia, de calidad, religioso, etc.). Ellas tienen sus límites sobre las modelos y no pueden funcionan fácilmente fuera de ellos sin perder su identidad, existen límites en los modelos educativo – organizacionales, fuera de los cuales se producen altos niveles de ineficiencias y tensiones. El reconocer esos límites es difícil.
Las organizaciones, al interior de sus modelos, introducen permanentemente ajustes y cambios en su funcionamiento al interior de los modelos. Son transformaciones sucesivas para que las organizaciones sigan funcionando, las reformas y las reingenierías se dan en los casos en distinta dimensión se producen cambios en el modelo organizativo y educativo; el replanteo organizacional y educativo es resultado de crisis de funcionamiento que cuestiona la organización, de presiones externas que imponen nuevas condiciones o hegemonía de unas visiones sobre otras.
Estructuras organizativas en las universidades venezolanas
La autoridad suprema en cada universidad pública, reside en el Consejo Universitario, por órgano del Rector, de los Vicerrectores y del Secretario, conforme a sus respectivas atribuciones, según el Art 24 de la Ley de Universidades vigente.
Las Universidades Autónomas: Instituciones que disponen de autonomía organizativa para dictar sus normas internas; autonomía académica para planificar, organizar y realizar sus programas de investigación, docencia y extensión; autonomía administrativa para elegir y nombrar sus autoridades y designar su personal docente, de investigación y administrativo; y autonomía económica y financiera para organizar y administrar su patrimonio. Por lo general, estas instituciones tienen programas de formación profesional en más de dos campos del conocimiento.
Las universidades autónomas constituyen el grupo de instituciones de educación superior más antiguas, de mayor tradición académica y mayor número de estudiantes. Se caracterizan por gozar de muchos privilegios: libertad para dictar sus normas internas de organización y funcionamiento; autonomía académica para planificar, organizar y realizar sus programas de investigación, docencia y de extensión; autonomía administrativa para elegir y nombrar sus autoridades y designar su personal docente, de investigación y administrativo; y autonomía económica y financiera para organizar y administrar su patrimonio. Todo ello, desde luego, siempre que tales privilegios no colidan con la Constitución Nacional o las Leyes. Ellas tienen una estructura de gobierno de tipo colegiado con distintos niveles jerárquicos y generalmente su organización académica está basada en Facultades, las cuales, a su vez, están constituidas por Escuelas e institutos o centros de investigación. A cada escuela corresponde enseñar e investigar un tipo de disciplina vinculada con una profesión. Desde luego, el gobierno de las universidades (públicas y privadas; autónomas y experimentales) se rige fundamentalmente por la Ley de Universidades vigente desde 1958. Ella establece que la autoridad suprema de cada universidad (pública o privada) es el Consejo Universitario, el cual está compuesto por el Rector (quien lo preside), los Vice-Rectores (Académico y Administrativo), el Secretario, los Decanos de las Facultades, cinco representantes de los profesores, tres representantes de los estudiantes, un representante de los egresados y un delegado del Ministerio de Educación.
Los órganos de cogobierno de las universidades autónomas, en orden jerárquico son: el Consejo Universitario, las Asambleas de las Facultades y los Consejos de Facultad y de Escuela.
Este Consejo Universitario, en el caso de las universidades oficiales, celebra sesiones ordinarias semanalmente para coordinar las labores académicas de toda la institución, dicta los reglamentos y normas internas y decide (en primera instancia) sobre: creación, modificación o eliminación de facultades, escuelas, institutos y demás dependencias equivalentes; y decide en última instancia sobre: distribución del presupuesto, solicitudes de reválidas de títulos y equivalencias, aranceles, medidas de suspensión de actividades, número de alumnos de nuevo ingreso y procedimientos de selección, contratos de personal docente, autorización de adquisición, enajenación y gravamen de bienes, celebración de contratos y aceptación de donaciones; designación de representantes de la Universidad ante otros organismos o instituciones y de quienes deban suplir las faltas temporales de los Decanos y del Secretario de la universidad; la designación de los Directores de Escuela a proposición de los Decanos; y todo asunto no atribuido en la Ley de Universidades a otro organismo.
Las autoridades centrales (Rector, Vice-Rectores y Secretario) dirigen, coordinan y supervisan, en nombre del Consejo Universitario, el desenvolvimiento diario de las actividades académicas y administrativas, son elegidos por el Claustro, duran cuatro años en sus funciones y no pueden ser reelectos para los mismos cargos en el período inmediato. El Claustro Universitario está integrado por los profesores ordinarios (es decir, los asistentes, agregados, asociados, titulares y jubilados; por representantes de los alumnos de cada Escuela en número equivalente al 25 % del total de profesores que integran el claustro, elegidos en forma directa y secreta por los alumnos regulares; y cinco egresados por cada Facultad de la universidad, designados por los Colegios o Asociaciones profesionales correspondientes.
Estas universidades realizan sus funciones docentes, de investigación y extensión a través de las Facultades, a cada una de las cuales corresponde una o varias ramas afines de la ciencia o de la cultura.
Las Facultades están integradas por escuelas e institutos, las escuelas están integradas por departamentos y éstos por cátedras El gobierno de las Facultades es ejercido, en orden descendente, por la Asamblea de la Facultad, el Consejo de Facultad y el Decano. La Asamblea es la autoridad máxima de cada facultad y está integrada por el conjunto de profesores de la respectiva facultad, más los profesores honorarios, representantes estudiantiles y cinco representantes de los egresados. La Asamblea elige al Decano, estudia y propone al Consejo Universitario reformas e iniciativas para el mejor funcionamiento de la Facultad y controla la gestión del Decano a través de los informes anuales que éste debe presentar a los miembros de la Asamblea.
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