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Mitología griega (página 2)


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  1. b.- FUENTES ARQUEOLÓGICAS

Aquiles matando a un prisionero troyano frente a Caronte en una crátera-cáliz de figuras rojas etrusca hechas sobre finales del siglo IV o principios del III adC.

El descubrimiento de la civilización micénica por el arqueólogo aficionado alemán Heinrich Schliemann en el siglo XIX y el de la civilización minoica en Creta por el arqueólogo británico Sir Arthur Evans en el XX ayudaron a explicar muchas de las cuestiones sobre las épicas de Homero y proporcionaron pruebas arqueológicas de muchos de los detalles mitológicos sobre dioses y héroes. Desafortunadamente, la evidencia sobre mitos y rituales en los yacimientos micénicos y minoicos es completamente monumental, como las inscripciones en lineal B (una forma antigua de griego hallado tanto en Creta como en Grecia) que fueron usadas principalmente para registrar inventarios, si bien los nombres de dioses y griegos han sido dudosamente revelados.

Los diseños geométricos sobre cerámica del siglo VIII adC representan escenas del ciclo troyano, así como las aventuras de Heracles. Estas representaciones visuales de los mitos son importantes por dos razones: por una parte muchos mitos griegos son atestiguados en vasijas antes que en fuentes literarias (de los doce trabajos de Heracles, sólo la aventura de Cerbero aparece por vez primera en un texto literario), y por otra las fuentes visuales representan a veces mitos o escenas míticas que no están recogidas en ninguna fuente literaria conservada. En algunos casos, la primera representación conocida de un mito en el arte geométrico es anterior en varios siglos a su primera representación conocida en la poesía arcaica tardía. En los periodos arcaico (c. 750-500 adC), clásico (c. 480-323 adC) y helenístico aparecen escenas homéricas y varias otras para complementar las evidencias literarias existentes.

  1. 1.2 VISIÓN GENERAL DE LA HISTORIA MÍTICA

La mitología de los griegos ha cambiado con el tiempo para acomodar la evolución de su propia cultura. Los primeros habitantes de la Península Balcánica fueron un pueblo agricultor que asignaba un espíritu a cada aspecto de la naturaleza. Finalmente, estos vagos espíritus asumieron forma humana y entraron en la mitología local como dioses y diosas. Cuando las tribus del norte invadieron la península, trajeron con ellos un nuevo panteón de dioses, basado en la conquista, la fuerza, el valor en la batalla y el heroísmo violento. Otras deidades más antiguas del mundo agrícola se fusionaron con las de los más poderosos invasores o bien se atenuaron en la insignificancia.

Tras la mitad del periodo arcaico los mitos sobre relaciones entre dioses y héroes se hicieron más y más frecuentes, indicando un desarrollo paralelo de la pederastia pedagógica (παιδικός ἔρως paidikos eros), que se cree fue introducida sobre el 630 adC. Para finales del siglo V adC los poetas habνa asignado al menos un erómeno a todos los dioses importantes salvo Ares y a muchos personajes legendarios. Los mitos previamente existentes, como el de Aquiles y Patroclo, fueron reinterpretados bajo una luz pederasta. Los poetas alejandrinos primero y luego más generalmente los mitógrafos literarios del antiguo Imperio Romano adaptaron a menudo historias de personajes mitológicos griegos.

El logro de la poesía épica fue crear ciclos históricos, y como resultado de ello desarrollar un sentido de cronología mitológica. Así la mitología griega se despliega como una fase del desarrollo del mundo y el hombre. Aunque las contradicciones presentes en las propias historias hacen imposible una línea temporal absoluta, sí puede discernirse una cronología aproximada. La historia mitológica del mundo puede dividirse en 3 o 4 grandes periodos:

  1. Los mitos de origen o edad de los dioses (teogonías, ‘nacimientos de los dioses’): mitos sobre los orígenes del mundo, los dioses y la raza humana.
  2. La edad en la que hombres y dioses se mezclaban libremente: historias de las primeras interacciones entre dioses, semidioses y mortales.
  3. La edad de los héroes (edad heroica), donde la actividad divina era más limitada. Las últimas y mayores leyendas heroicas son las de la Guerra de Troya y sus consecuencias (consideradas por algunos investigadores como un cuarto periodo separado).

Mientras la edad de los dioses ha sido con frecuencia más interesante para los estudiosos de la mitología contemporáneos, los autores griegos de las eras arcaica y clásica tuvieron una clara preferencia por la edad de los héroes. Por ejemplo, las heroicas Ilíada y Odisea empequeñecían a la Teogonía y los himnos homéricos tanto en extensión como en popularidad. Bajo la influencia de Homero el culto heroico llevó a una reestructuración de la vida espiritual, expresada en la separación del reino de los dioses del reino de los (héroes) muertos, es decir, los olímpicos de los ctónicos. En Los trabajos y los días Hesíodo hace uso de un esquema de cuatro edades del hombre (o razas): de oro, de plata, de bronce y de hierro. Estas razas o edades son creaciones separadas de los dioses, correspondiendo la edad dorada al reinado de Crono y siendo las siguientes razas creación de Zeus. Hesíodo intercala la edad (o raza) de los héroes justo tras la edad de bronce. La última edad fue la de hierro, durante la cual vivió el propio poeta, que la consideraba la peor y explicaba la presencia del mal mediante el mito de Pandora. En Las metamorfosis Ovidio sigue el concepto de Hesíodo de las cuatro edades.

  1. Los «mitos de origen» o «mitos de creación» representan un intento por hacer comprensible el universo en términos humanos y explicar el origen del mundo. El relato más ampliamente aceptado del comienzo de las

    cosas tal como lo recoge la Teogonía de Hesíodo empieza con el Caos, un profundo vacío. De éste emergió Gea (la Tierra) y algunos otros seres divinos primordiales: Eros (Amor), el Abismo (el Tártaro) y el Érebo. Sin ayuda masculina Gea dio a luz a Urano (el Cielo), que entonces la fertilizó. De esta unión nacieron, primero, los Titanes (Océano, Ceo, Crío, Hiperión, Jápeto, Tea, Rea, Temis, Mnemósine, Febe, Tetis y Crono), luego los Cíclopes de un solo ojo y los Hecatónquiros o Centimanos. Crono («el más joven, de mente retorcida, el más terrible de los hijos [de Gea]») castró a su padre y se convirtió en el gobernante de los dioses con su hermana y esposa Rea como consorte y los otros Titanes como su corte. Este tema de conflicto padre-hijo se repitió cuando Crono se enfrentó con su hijo, Zeus, que persuadido por su madre le desafió a una guerra por el trono de los dioses. Al final, con la ayuda de los Cíclopes (a quienes liberó del Tártaro), Zeus y sus hermanos lograron la victoria, condenando a Crono y los Titanes a prisión en el Tártaro.

    El pensamiento griego antiguo sobre poesía consideraba la teogonía como el género poético prototípico —el mythos prototípico— y le atribuían poderes casi mágicos. Orfeo, el poeta arquetípico, era también el arquetipo de cantante de teogonías, que usaba para calmar mares y tormentas en las Argonáuticas de Apolonio, y para conmover los pétreos corazones de los dioses del inframundo en su descenso al Hades. Cuando Hermes inventa la lira en el Himno homérico a Hermes, lo primero que hace es cantar el nacimiento de los dioses. La Teogonía de Hesíodo no es sólo el relato sobre los dioses conservado más completo, sino también el relato conservado más completo de la función arcaica de los poetas, con su larga invocación preliminar a las Musas. La teogonía fue también el tema de muchos poemas hoy perdidos, incluyendo los atribuidos a Orfeo, Museo, Epiménides, Abaris y otros legendarios profetas, que se usaban en rituales privados de purificación y en ritos mistéricos. Hay indicios de que Platón estaba familiarizado con alguna versión de la teogonía órfica. Unos pocos fragmentos de estas obras se conservan en citas de filósofos neoplatónicos y fragmentos de papiro recientemente desenterrados. Uno de estos fragmentos, el papiro de Derveni, demuestra actualmente que al menos en el siglo V adC existía un poema teogónico-cosmogónico de Orfeo. Este poema intentaba superar a la Teogonía de Hesíodo y la genealogía de los dioses se ampliaba con Nix (la Noche) como un comienzo definitivo antes de Urano, Crono y Zeus.

    Los primeros cosmólogos reaccionaron contra, o a veces se basaron en, las concepciones míticas populares que habían existido en el mundo griego por algún tiempo. Algunas de estas concepciones populares pueden ser deducidas de la poesía de Homero y Hesíodo. En Homero, la Tierra era vista como un disco plano flotando en el río de Océano y dominado por un cielo semiesférico con sol, luna y estrellas. El Sol (Helios) cruzaba los cielos como auriga y navegaba alrededor de la Tierra en una copa dorada por la

    noche. Podían dirigirse oraciones y prestar juramento por el sol, la tierra, el cielo, los ríos y los vientos. Las fisuras naturales se consideraban popularmente entradas a la morada subterránea de Hades, hogar de los muertos.

    1. Árbol Genealógico de la Mitología Griega

  2. 1.3 LA EDAD DE LOS DIOSES – COSMOGONÍA Y COSMOLOGÍA

III. DIOSES GRIEGOS

La Mitología griega son creencias y observancias rituales de los antiguos griegos, cuya civilización se fue configurando hacia el año 2000 a.C. Consiste principalmente en un cuerpo de diversas historias y leyendas sobre una gran variedad de dioses. La mitología griega se desarrolló plenamente alrededor del año 700 a.C. Por esa fecha aparecieron tres colecciones clásicas de mitos: la Teogonía del poeta Hesíodo y la Iliada y la Odisea del poeta Homero.

La mitología griega tiene varios rasgos distintivos. Los dioses griegos se parecen exteriormente a los seres humanos y revelan también sentimientos humanos. A diferencia de otras religiones antiguas como el hinduismo o el judaísmo, la mitología griega no incluye revelaciones especiales o enseñanzas espirituales. Prácticas y creencias también varían ampliamente, sin una estructura formal — como una institución religiosa de gobierno — ni un código escrito, como un libro sagrado.

  1. Los griegos creían que los dioses habían elegido el monte Olimpo, en una región de Grecia llamada Tesalia, como su residencia. En el Olimpo, los dioses formaban una sociedad organizada en términos de autoridad y poderes, se movían con total libertad y formaban tres grupos que controlaban sendos poderes: el cielo o firmamento, el mar y la tierra.

    Los doce dioses principales, habitualmente llamados Olímpicos, eran Zeus, Hera, Hefesto, Atenea, Apolo, Artemisa, Ares, Afrodita, Hestia, Hermes, Deméter y Poseidón.

    3.1 DIOSES MAYORES

    Estos Dioses son también denominados como Olímpicos, se llamaban así porque moraban entre las nubes que cubrían la cima del monte Olimpo. Normalmente se trata de 12 Dioses, aunque dependiendo del autor estos 12 Dioses pueden variar. Entre ellos no había jerarquía, aunque sobre todos ellos dominaba un Dios supremo ZEUS.

  2. PRINCIPALES DIOSES

    Zeus es en la mitología griega, dios del cielo y soberano de los dioses olímpicos. Zeus corresponde al dios romano Júpiter.

    Según Homero, se consideraba a Zeus padre de los dioses y de los mortales. No fue el creador de los dioses y de los hombres; era su padre, en el sentido de protector y soberano tanto de la familia olímpica como de la raza humana. Señor del cielo, dios de la lluvia y acumulador de nubes blandía el terrible rayo. Su arma principal era la égida, su ave, el águila, su árbol, el roble. Zeus presidía a los dioses en el monte Olimpo, en Tesalia. Sus principales templos estaban en Dódona, en el Epiro, la tierra de los robles y del templo más antiguo, famoso por su oráculo, y en Olimpia, donde se celebraban los juegos olímpicos en su honor cada cuatro años. Los juegos de Nemea, al noroeste de Argos, también estaban dedicados a Zeus.

    Zeus era el hijo menor del titán Cronos y de la titánida Rea y hermano de las divinidades Poseidón, Hades, Hestia, Deméter y Hera. De acuerdo con uno de los mitos antiguos sobre el nacimiento de Zeus, Cronos, temiendo ser destronado por uno de sus hijos, los devoraba cuando nacían. Al nacer Zeus, Rea envolvió una piedra con pañales para engañar a Cronos y ocultó al dios niño en Creta, donde se alimentó con la leche de la cabra Amaltea y lo criaron unas ninfas. Cuando Zeus llegó a la madurez, obligó a Cronos a vomitar a los otros hijos, que estaban deseosos de vengarse de su padre. Durante la guerra que sobrevino, los titanes lucharon del lado de Cronos, pero Zeus y los demás dioses lograron la victoria y los titanes fueron enviados a los abismos del Tártaro. A partir de ese momento, Zeus gobernó el cielo, y sus hermanos Poseidón y Hades recibieron el poder sobre el mar y el submundo, respectivamente. Los tres gobernaron en común la tierra.

    En la obra del poeta griego Homero, Zeus aparece representado de dos maneras muy diferentes: como dios de la justicia y la clemencia y como responsable del castigo a la maldad. Casado con su hermana Hera, es padre de Ares, dios de la guerra; de Hebe, diosa de la juventud; de Hefesto, dios del fuego, y de Ilitía, diosa del parto. Al mismo tiempo, se describen las aventuras amorosas de Zeus, sin distinción de sexo (Ganimedes), y los recursos de que se sirve para ocultarlas a su esposa Hera.

    En la mitología antigua son numerosas sus relaciones con diosas y mujeres mortales, de quienes ha obtenido descendencia. También sus metamorfosis en diversos animales para sorprender a sus víctimas, como su transformación en toro para raptar a Europa (véase Los toros y la mitología). En leyendas posteriores, en las que se introducen otros valores morales, se pretende mostrar al padre de los dioses a salvo de esta imagen libertina y lasciva. Sus amoríos con mortales se explican a veces por el deseo de los antiguos griegos de vanagloriarse de su linaje divino.

    En la escultura, se representa a Zeus como una figura barbada y de apariencia regia. La más famosa de todas fue la colosal estatua de marfil y oro, del escultor Fidias, que se encontraba en Olimpia.

  3. ZEUS

HERA

Hera es en la mitología griega, reina de los dioses, hija de los titanes Cronos y Rea, hermana y mujer del dios Zeus. Hera era la diosa del matrimonio y la protectora de las mujeres casadas. Era madre de Ares, dios de la guerra, de Hefesto, dios del fuego, de Hebe, diosa de la juventud, y de Ilitía, diosa del alumbramiento.

Mujer celosa, Hera perseguía a menudo a las amantes y a los hijos de Zeus. Nunca olvidó una injuria y se la conocía por su naturaleza vengativa. Irritada con el príncipe troyano Paris por haber preferido a Afrodita, diosa del amor, antes que a ella, Hera ayudó a los griegos en la guerra de Troya y no se apaciguó hasta que Troya quedó destruida. Se suele identificar a Hera con la diosa romana Juno

HEFESTO

Hefesto, en la mitología griega, dios del fuego y de la metalurgia, hijo del dios Zeus y de la diosa Hera o, en algunos relatos, sólo hijo de Hera. A diferencia de los demás dioses, Hefesto era cojo y desgarbado. Poco después de nacer lo echaron del Olimpo: según algunas leyendas, lo echó la misma Hera, quien lo rechazaba por su deformidad; según otras, fue Zeus, porque Hefesto se había aliado con Hera contra él. En la mayoría de las leyendas, sin embargo, volvió a ser honrado en el Olimpo y se casó con Afrodita, diosa del amor, o con Áglae, una de las tres gracias. Era el artesano de los dioses y les fabricaba armaduras, armas y joyas. Se creía que su taller estaba bajo el monte Etna, volcán siciliano. A menudo se identifica a Hefesto con el dios romano del fuego, Vulcano. La Fragua de Vulcano es el cuadro en el que Velázquez da su visión sobre los dioses transformándolos en campesinos o artesanos humanos

ÁRTEMIS O ARTEMISA

Ártemis o Artemisa (mitología), en la mitología griega, una de las principales diosas, equivalente de la diosa romana Diana. Era hija del dios Zeus y de Leto y hermana gemela del dios Apolo. Era la rectora de los dioses y diosas de la caza y de los animales salvajes, especialmente los osos, Ártemis era también la diosa del parto, de la naturaleza y de las cosechas. Como diosa de la luna, se la identificaba a veces con la diosa Selene y con Hécate.

Aunque tradicionalmente amiga y protectora de la juventud, especialmente de las muchachas, Ártemis impidió que los griegos zarparan de Troya durante la guerra de Troya mientras no le ofrecieran el sacrificio de una doncella. Según algunos relatos, justo antes del sacrificio ella rescató a la víctima, Ifigenia. Como Apolo, Ártemis iba armada con arco y flechas, armas con que a menudo castigaba a los mortales que la ofendían. En otras leyendas, es alabada por proporcionar una muerte dulce y plácida a las muchachas jóvenes que mueren durante el parto.

APOLO

Apolo (mitología), en la mitología griega, hijo del dios Zeus y de Leto, hija de un titán. Era también llamado Délico, de Delos, la isla de su nacimiento, y Pitio, por haber matado a Pitón, la legendaria serpiente que guardaba un santuario en las montañas del Parnaso. En la leyenda homérica, Apolo era sobre todo el dios de la profecía. Su oráculo más importante estaba en Delfos, el sitio de su victoria sobre Pitón. Solía otorgar el don de la profecía a aquellos mortales a los que amaba, como a la princesa troyana Casandra.

Apolo era un músico dotado, que deleitaba a los dioses tocando la lira. Era también un arquero diestro y un atleta veloz, acreditado por haber sido el primer vencedor en los juegos olímpicos. Su hermana gemela, Ártemis, era la guardiana de las muchachas, mientras que Apolo protegía de modo especial a los muchachos. También era el dios de la agricultura y de la ganadería, de la luz y de la verdad, y enseñó a los humanos el arte de la medicina.

Algunos relatos pintan a Apolo como despiadado y cruel. Según la Iliada de Homero, Apolo respondió a las oraciones del sacerdote Crises para obtener la liberación de su hija del general griego Agamenón arrojando flechas ardientes y cargadas de pestilencia en el ejército griego. También raptó y violó a la joven princesa ateniense Creusa, a quien abandonó junto con el hijo nacido de su unión. Tal vez a causa de su belleza física, Apolo era representado en la iconografía artística antigua con mayor frecuencia que cualquier otra deidad.

ATENEA

Atenea, una de las diosas más importantes en la mitología griega. En la mitología latina, llegó a identificarse con la diosa Minerva, también conocida como Palas Atenea. Atenea salió ya adulta de la frente del dios Zeus y fue su hija favorita. Él le confió su escudo, adornado con la horrorosa cabeza de la gorgona Medusa, su 'égida' y el rayo, su arma principal. Diosa virgen, recibía el nombre de Parthenos ('la virgen'). En agradecimiento a que Atenea les había regalado el olivo, el pueblo ateniense levantó templos a la diosa, el más importante era el Partenón, situado en la Acrópolis de Atenas.

AFRODITA

Afrodita, en la mitología griega, diosa del amor y la belleza, equivalente a la Venus romana. En la Iliada de Homero aparece como la hija de Zeus y Dione, una de sus consortes, pero en leyendas posteriores se la describe brotando de la espuma del mar y su nombre puede traducirse como 'nacida de la espuma'. En la leyenda homérica, Afrodita es la mujer de Hefesto, el feo y cojo dios del fuego. Entre sus amantes figura Ares, dios de la guerra, que en la mitología posterior aparece como su marido. Ella era la rival de Perséfone, reina del mundo subterráneo, por el amor del hermoso joven griego Adonis.

Tal vez la leyenda más famosa sobre Afrodita está relacionada con la guerra de Troya. Eris, la diosa de la discordia, la única diosa no invitada a la boda del rey Peleo y de la nereida Tetis, arrojó resentida a la sala del banquete una manzana de oro destinada "a la más hermosa". Cuando Zeus se negó a elegir entre Hera, Atenea y Afrodita, las tres diosas que aspiraban a la manzana, ellas le pidieron a Paris, príncipe de Troya, que diese su fallo. Todas intentaron sobornarlo: Hera le ofreció ser un poderoso gobernante; Atenea, que alcanzaría una gran fama militar, y Afrodita, que obtendría a la mujer más hermosa del mundo. Paris seleccionó a Afrodita como la más bella, y como recompensa eligió a Helena de Troya, la mujer del rey griego Menelao. El rapto de Helena por Paris condujo a la guerra de Troya.

HADES

Hades, en la mitología griega, dios de los muertos. Era hijo del titán Cronos y de la titánide Rea y hermano de Zeus y Poseidón. Cuando los tres hermanos se repartieron el universo después de haber derrocado a su padre, Cronos, a Hades le fue concedido el mundo subterráneo. Allí, con su reina, Perséfone, a quien había raptado en el mundo superior, rigió el reino de los muertos. Aunque era un dios feroz y despiadado, al que no aplacaba ni plegaria ni sacrificio, no era maligno. En la mitología romana, se le conocía también como Plutón, señor de los ricos, porque se creía que tanto las cosechas como los metales preciosos provenían de su reino bajo la tierra.

El mundo subterráneo suele ser llamado Hades. Estaba dividido en dos regiones: Erebo, donde los muertos entran en cuanto mueren, y Tártaro, la región más profunda, donde se había encerrado a los titanes. Era un lugar oscuro y funesto, habitado por formas y sombras incorpóreas y custodiado por Cerbero, el perro de tres cabezas y cola de dragón. Siniestros ríos separaban el mundo subterráneo del mundo superior, y el anciano barquero Caronte conducía a las almas de los muertos a través de estas aguas. En alguna parte, en medio de la oscuridad del mundo inferior, estaba situado el palacio de Hades. Se representaba como un sitio de muchas puertas, oscuro y tenebroso, repleto de espectros, situado en medio de campos sombríos y de un paisaje aterrador. En posteriores leyendas se describe el mundo subterráneo como el lugar donde los buenos son recompensados y los malos castigados

POSEIDÓN

Poseidón, en la mitología griega, dios del mar, hijo del titán Cronos y la titánide Rea, y hermano de Zeus y Hades. Poseidón era marido de Anfitrite, una de las nereidas, con quien tuvo un hijo, Tritón. Poseidón, sin embargo, tuvo otros numerosos amores, especialmente con ninfas de los manantiales y las fuentes, y fue padre de varios hijos famosos por su salvajismo y crueldad, entre ellos el gigante Orión y el cíclope Polifemo. Poseidón y la gorgona Medusa fueron los padres de Pegaso, el famoso caballo alado.

Poseidón desempeña un papel importante en numerosos mitos y leyendas griegos. Disputó sin éxito con Atenea, diosa de la sabiduría, por el control de Atenas. Cuando Apolo, dios del sol, y él decidieron ayudar a Laomedonte, rey de Troya, a construir la muralla de la ciudad, éste se negó a pagarles el salario convenido. La venganza de Poseidón contra Troya no tuvo límites. Envió un terrible monstruo marino a que devastara la tierra y, durante la guerra de Troya, se puso de lado de los griegos.

El arte representa a Poseidón como una figura barbada y majestuosa que sostiene un tridente y a menudo aparece acompañado por un delfín, o bien montado en un carro tirado por briosos seres marinos. Cada dos años, los Juegos Ístmicos, en los que había carreras de caballos y de carros, se celebraban en su honor en Corinto. Los romanos identificaban a Poseidón con su dios del mar, Neptuno.

ARES

Ares, en la mitología griega, dios de la guerra e hijo de Zeus, rey de los dioses, y de su esposa Hera. Los romanos lo identificaban con Marte, también un dios de la guerra. Agresivo y sanguinario, Ares personificaba la brutal naturaleza de la guerra, y era impopular tanto para los dioses como para los seres humanos. Entre las deidades asociadas con Ares estaban su consorte, Afrodita, diosa del amor, y deidades menores como Deimo (temor) y Fobo (terror), que lo acompañaban en batalla. Aunque feroz y belicoso, Ares no era invencible, ni siquiera frente a los mortales.

El culto de Ares, que se creía originario de Tracia, no estaba muy difundido en la antigua Grecia y, donde existía, carecía de significación social o moral. Ares era una deidad ancestral de Tebas y tenía un templo en Atenas, al pie del Areópago o colina de Ares

3.2 DIOSES MENORES

Al igual que los dioses mayores aceptados por todos los hombres, aparecían junto a estos diversas divinidades menores cuyo culto poseía menor extensión. Entre estas divinidades podemos encontrar a los siguientes:

HESTÍA: o Vesta para los romanos. Es la diosa del hogar, permanece virgen, protectora de la familia, se identifica con el fuego hogareño.

HÉCATE: Es la diosa de las encrucijadas y los caminos, asociada a la luna y al mundo tenebroso de las sombras y los muertos.

HELIOS: Es el Sol. Su culto está poco extendido solapado por el culto al dios Febo.

SELENE: Es la Luna. Su persona es absorbida por el culto a la diosa Artemisa.

PAN: Hijo de Hermes, dios de los espacios agrestes, al margen de la civilización. Tiene cuerpo y patas de macho cabrío.

ILITÍA: Es la diosa del nacimiento, acude en ayuda de las jóvenes parturientas.

           También había divinidades menores que se representaban en grupos de mayor o menor extensión: a veces en trío  como las Morías( o Parcas) , las Cárites ( o Gracias) , las Gorgona o las Horas. Las Musas eran 9. Las Linfas son incontables, al igual que los Sátiros, Titanes o Gigantes:

MOIRAS: Son las diosas del nacimiento humano y del destino. La primera es la que hila el hilo de la vida, la segunda hace con él el ovillo y la tercera es la que lo corta inesperadamente cuando quiere.

GRACIAS: Son las diosas de la belleza, el encanto y la alegría.

HORAS: Son los genios de la vegetación que correspondían a los tres momentos del desarrollo de las plantas( nacimiento, crecimiento y fructificación).

MUSAS: Son las diosas del canto, de la poesía, las artes y las ciencias.

IV. MITOLOGÍA ROMANA

La mitología romana, es decir las creencias mitológica de los habitantes de la Antigua Roma, puede considerarse formada por partes. La primera, principalmente tardía y literaria, consiste en préstamos completamente nuevos procedentes de la mitología griega. La otra, mayoritariamente antigua y cúltica, funcionaba en formas muy diferentes a las de equivalente griega.

  1. Naturaleza de los antiguos mitos romanos

Los romanos no tenían relatos secuenciales sobre sus dioses comparables a la Titanomaquia o la seducción de Zeus por Hera, hasta que sus poetas comenzaron a adoptar los modelos griegos en el último lapso de tiempo de la república romana. Lo que sí tenían, sin embargo, era:

  • Un sistema muy desarrollado de rituales, escuelas sacerdotales y panteones de dioses relacionados;
  • Un rico conjunto de mitos históricos sobre la fundación y auge de su ciudad por parte de actores humanos con ocasionales intervenciones divinas.
  1. El modelo romano incluía una forma muy diferente a la de los griegos de definir y concebir a los dioses. Por ejemplo, en la mitología griega Deméter era caracterizada por una historia muy conocida sobre su dolor por el rapto de su hija Perséfone a manos de Hades. Los antiguos romanos, por el contrario, concebían a su equivalente Ceres como una deidad con un sacerdote oficial llamado flamen, subalterno de los flamines de Júpiter, Marte y Quirino, pero superior a los de Flora y Pomona. También se le consideraba agrupado en una tríada con otros dos dioses agrícolas, Liber y Libera, y se sabía la relación de dioses menores con funciones especializadas que le asistían: Sarritor (escardado), Messor (cosecha), Convector (transporte), Conditor (almacenaje), Insitor (siembra) y varias docenas más.

    Así pues, la «mitología» romana arcaica, al menos en los referente a los dioses, no estaba formada por relatos sino más bien el entrelazamiento y las complejas interrelaciones entre dioses y humanos.

    La religión original de los primeros romanos fue modificada por la adición de numerosas y contradictorias creencias en épocas posteriores, y por la asimilación de grandes porciones de la mitología griega. Lo poco que se sabe sobre la religión romana primitiva no es gracias a relatos de la época sino a escritores posteriores que buscaron preservar las viejas tradiciones del olvido en el que estaban cayendo, como el estudioso del siglo I adC Marco Terencio Varrón. Otros escritores clásicos, como el poeta Ovidio en sus Fastos (‘calendario’), fueron fuertemente influidos por los modelos helenísticos, y en sus obras se recurre con frecuencia a las creencias griegas para rellenar los huecos de las tradiciones romanas.

  2. 4.1 MITOLOGÍA ANTIGUA SOBRE LOS DIOSES

    En contraste con la escasez del material narrativo sobre los dioses, los romanos tenían una rica panoplia de leyendas sobre la fundación y primera expansión de su propia ciudad. Además de estas tradiciones de origen mayoritariamente local, a este surtido se injertó material procedente de las leyendas heroicas griegas en una época temprana, haciendo por ejemplo a Eneas antepasado de Rómulo y Remo.

    La Eneida y los primeros libros de Livio son las mejores fuentes exhaustivas para esta mitología humana.

    V. DIOSES ROMANOS

  3. 4.2 MITOLOGÍA ANTIGUA SOBRE LA HISTORIA ROMANA

El ritual romano distingue claramente dos clases de dioses, los di indigetes y los di novensides o novensiles. Los indigetes eran los dioses nacionales protectores del Estado y los títulos de los primeros sacerdotes, así como las festividades fijas del calendario, indicaban sus nombres y naturaleza; treinta de esos dioses eran venerados en festivales especiales. Los novensides fueron divinidades posteriores cuyos cultos se introdujeron ya en el periodo histórico. Las primeras divinidades romanas incluían, además de los di indigetes, una serie de dioses, cada uno de los cuales protegía una actividad humana y cuyo nombre se invocaba cuando se ejecutaba dicha actividad, la cosecha, por ejemplo. Fragmentos de un viejo ritual que acompañaba actos tales como arar o sembrar revelan que en cada fase de la operación se invocaba una divinidad diferente, cuyo nombre derivaba regularmente del verbo correspondiente a la acción que se realizaba. Esas divinidades pueden agruparse bajo el término general de dioses auxiliares o subalternos, a quienes se invocaba junto con las divinidades mayores. El primitivo culto romano no era tanto politeísta como polidemonista: adoración a los seres invocados por sus nombres y funciones, y el numen o poder de cada divinidad se manifestaba de maneras muy especializadas.

El carácter de los indigetes y sus festivales muestran que el primitivo pueblo romano no era sólo una comunidad agrícola sino que también practicaba la lucha y la guerra. Los dioses representaban claramente las necesidades prácticas de la vida cotidiana, tales como las sentía la comunidad romana a la cual ellos pertenecían. Estaban escrupulosamente acordados los ritos y las ofrendas que se consideraban adecuadas. Así, por ejemplo, Jano y Vesta guardaban las puertas y el hogar, los lares protegían el campo y la casa, Pales, los ganados, Saturno, la siembra, Ceres, el crecimiento de los cereales, Pomona, los frutos, y Consus y Ops, las cosechas. Hasta el majestuoso Júpiter, el soberano de los dioses, era venerado por la ayuda que sus lluvias podían dar a las granjas y a los viñedos. En un sentido más amplio se le consideraba como el que tenía el poder sobre el rayo, era el encargado de regir la actividad humana y, dado su poder omnímodo, protegía a los romanos en sus actividades militares en las fronteras de su propia comunidad. En los primeros tiempos sobresalían los dioses Marte y Quirino, a menudo identificados entre sí. Marte era un dios protector de los jóvenes y de sus actividades, especialmente de la guerra; se lo honraba en marzo y en octubre. Los modernos investigadores piensan que Quirino era el patrono de la comunidad armada en tiempo de paz.

JANO

En la mitología romana, dios de las puertas y también de los comienzos, que según los romanos aseguraba buenos finales. Su principal templo en el Foro romano tenía puertas que daban al este y al oeste, hacia el principio y el final del día, y entre ellas se situaba su estatua, con dos caras, cada una mirando en direcciones opuestas. En todos los hogares se le dirigía la plegaria matutina, y en toda tarea doméstica se buscaba su asistencia. Como dios de los comienzos, se lo invocaba públicamente el primer día de enero (januarius), el mes que deriva de su nombre porque inicia el nuevo año. Se lo invocaba también al comenzar una guerra, y mientras esto durara, las puertas de su templo permanecían siempre abiertas; cuando Roma estaba en paz, las puertas se cerraban. Jano no tiene equivalente en la mitología griega.

VESTA

En la mitología romana, diosa del hogar, venerada en un ámbito doméstico como una divinidad casera. El santuario público más importante dedicado a Vesta era su templo redondo en el Foro romano, cuyo fuego, según se decía, lo había llevado desde Troya Eneas, el legendario fundador de Roma. El santuario era símbolo de la seguridad de la ciudad y lo custodiaban permanentemente seis vírgenes vestales, sacerdotisas que conservaban encendido el fuego y que servían durante periodos de treinta años sometidas a severas reglas. A principios de junio de cada año se celebraban fiestas en honor de Vesta, llamadas Vestalia. En cuanto a su imagen, la diosa era asociada con las llamas de su fuego. Su equivalente griega era Hestia.

LARES

En la mitología romana, divinidades tutelares de las encrucijadas y de las regiones campesinas; también, y más habitualmente, dioses del hogar. Se veneraba a los lares compitales en el compitum, ‘encrucijadas’ donde se reunían cuatro parcelas de una propiedad.

Según algunos modernos investigadores, los lares familiares, o ‘dioses del hogar’, que se distinguían claramente de los lares compitales, habrían sido espíritus divinizados de los antepasados muertos, a quienes se veneraba como espíritus divinos en contraste con los malignos verdugos, las larvae; de acuerdo con la teoría ampliamente aceptada, los lares del hogar eran también originalmente espíritus de los campos cultivados y sólo más tarde se les atribuyeron funciones domésticas. El lar familiaris, ‘espíritu guardián del hogar’, era el centro del culto familiar, y los escritores romanos solían emplear la palabra lar con el significado de ‘hogar’. Durante el periodo de la República Romana cada hogar tenía sólo un lar familiaris, pero bajo el Imperio Romano se veneraban regularmente dos lares, que llegaron a identificarse con los penates.

La religión oficial del Estado incluía el culto de los ‘lares públicos’ o lares praestites, guardianes de la ciudad, que tenían un templo y un altar en la vía Sacra, cerca del monte Palatino.

SATURNO

En la mitología romana, antiguo dios de la agricultura. En leyendas posteriores se lo identifica con el dios griego Cronos, quien, después de haber sido destronado por su hijo Zeus (en la mitología romana, Júpiter), huyó a Italia, donde gobernó durante la edad de oro, un tiempo de paz y felicidad completas. Durante las fiestas llamadas saturnales, cada 17 de diciembre se rememoraba la edad de oro durante siete días. Todas las actividades se suspendían y se postergaban ejecuciones y operaciones militares. Era un periodo de buena voluntad, dedicado a los banquetes y al intercambio de visitas y regalos. Un rasgo peculiar de este festival era la libertad que se daba a los esclavos, quienes durante este tiempo ocupaban el sitio preferencial en la mesa familiar y eran servidos por sus amos.

Saturno era el marido de Ops, diosa de la abundancia. Además de Júpiter, que era soberano de los dioses, entre los hijos de Saturno figuraban Juno, diosa del matrimonio; Neptuno, dios del mar; Plutón, dios de los muertos y Ceres, diosa de los cereales. En el arte, se suele representar a Saturno con barba, sosteniendo una hoz y una espiga de trigo.

CERES

En la mitología romana, diosa de la agricultura. Ella y su hija Proserpina eran equivalentes a las diosas griegas Deméter y Perséfone. La creencia griega de que su júbilo al reunirse con su hija cada primavera hacía que la tierra produjera frutos y granos en abundancia fue introducida en Roma en el siglo V a.C., y su culto se volvió sumamente popular, sobre todo entre los plebeyos. La palabra cereal deriva de su nombre. Su festividad más importante, las Cerealia, se celebraba del 12 al 19 de abril.

JÚPITER

En la mitología romana, soberano de los dioses, hijo del dios Saturno, a quien derrocó. Originalmente dios del cielo y rey del firmamento, Júpiter era venerado como dios de la lluvia, el rayo y el relámpago. Como protector de Roma se lo llama Júpiter Optimus Maximus (el mejor y más alto) y se lo veneraba en un templo sobre el monte Capitolino. Como Júpiter Fidius era guardián de la ley, defensor de la verdad y protector de la justicia y la virtud. Los romanos identificaban a Júpiter con Zeus, el dios supremo de los griegos, y asignaban al dios romano los atributos y mitos de la divinidad griega; el Júpiter de la literatura latina, por tanto, tiene muchas características griegas, pero el Júpiter del culto religioso romano se mantuvo esencialmente libre de la influencia griega. Con las diosas Juno y Minerva, Júpiter formaba la tríada que constituía el culto central del Estado romano.

MARTE

En la mitología romana, dios de la guerra, hijo de Júpiter, rey de los dioses, y de su mujer, Juno. Una de las deidades romanas más importantes, se consideraba a Marte el padre del pueblo romano, porque era padre de Rómulo, el legendario fundador de Roma. Originalmente un dios del año, especialmente de la primavera, los romanos identificaban a Marte con el dios griego de la guerra, Ares. Los nombres del día martes y del mes de marzo derivan del nombre de este dios. Artísticamente suele ser representado joven y vigoroso, con coraza, casco, escudo y yelmo, aunque en ocasiones aparezca de forma poco convencional, caso del Marte de Velázquez que se halla en el Museo del Prado de Madrid.

QUIRINO

En la primitiva mitología romana, dios de la guerra venerado por las sabinas. En la mitología romana posterior, se identificaba a Quirino con el divinizado Rómulo, legendario fundador de Roma.

VI. COMPARACIONES ENTRE DIOSES GRIEGOS Y ROMANOS

NOMBRE GRIEGO

NOMBRE ROMANO

PAPEL EN LA MITOLOGÍA

Afrodita

Venus

Diosa de la belleza y del deseo sexual (en la mitología romana, diosa de los campos y jardines)

Apolo

Febo

Dios de la profecía, la medicina y la arquería (mitología grecorromana posterior: dios del Sol)

Ares

Marte

Dios de la guerra

Artemisa

Diana

Diosa de la caza (mitología grecorromana posterior: diosa de la Luna)

Asclepio

Esculapio

Dios de la medicina

Atenea

Minerva

Diosa de las artes y oficios, y de la guerra; auxiliadora de los héroes (mitología grecorromana posterior: diosa de la razón)

Cronos

Saturno

Dios del cielo; soberano de los titanes (mitología romana: dios de la agricultura)

Démeter

Ceres

Diosa de los cereales

Dionisio

Baco

Dios del vino y de la vegetación

Eros

Cupido

Dios del amor

Gaya

Tierra

Madre Tierra

Hefesto

Vulcano

Dios del fuego; herrero de los dioses

Hera

Juno

Diosa del matrimonio y de la fertilidad; protectora de las mujeres casadas; reina de los dioses

Hermes

Mercurio

Mensajero de los dioses; protector de los viajeros, ladrones y mercaderes

Hestia

Vesta

Guardiana del hogar

Hipnos

Sueño

Dios del sueño

Hades

Plutón

Dios de los mundos subterráneos; señor de los muertos

Poseidón

Neptuno

Dios de los mares y de los terremotos

Rea

Ops

Esposa de Cronos/Saturno; diosa madre

Urano

Urano

Dios de los cielos; padre de los titanes

Zeus

Júpiter

Soberano de los dioses olímpicos

  1. Estas leyendas o mitos como ya se indicó, servían para explicar la realidad que rodeaba a los hombres en un momento determinado. Algunos de estos mitos explicaban el origen de diversos elementos tales como flores, plantas, animales, objetos…Por ello se relatarán algunas de las más bellas e interesantes fábulas mitológicas.

    7.1 MEDUSA

    En la mitología griega, Medusa era un monstruo femenino cuya mirada convertía a la gente en piedra.

    Algunas referencias clásicas la describen como una de las tres hermanas Gorgonas, la única mortal de ellas. Medusa, Esteno y Euríale eran despiadados monstruos de manos metálicas, colmillos afilados y cabellera de serpientes venenosas vivas, lo que indicaba su naturaleza ctónica. Las Gorgonas y sus otras hermanas las Greas (y posiblemente las Hespérides) eran hijas de Forcis y Ceto.

    En la versión más conocida del mito, Medusa era originalmente una hermosa mujer humana. Poseidón se enamoró de ella, y la sedujo (o violó) en un templo dedicado a Atenea. Ambos dioses eran rivales desde que compitieran por el patronazgo de Atenas y los habitantes de la ciudad prefiriesen el olivo de Atenea a la fuente o los caballos de Poseidón.

    Tras descubrir la profanación de su templo, Atenea transformó a Medusa como castigo hasta tener la misma forma de sus hermanas Gorgonas. Sus cabellos se convirtieron en serpientes y su mirada tenía el poder de petrificar a cualquier criatura viva (según algunas versiones, fue Afrodita quien, celosa de su cabellera, la cambió por serpientes). Fue desterrada allende las tierras hiperbóreas.

    Mientras Medusa estaba embarazada de Poseidón, fue decapitada por el héroe Perseo con la ayuda de Atenea y Hermes. De la sangre que cayó al suelo o, según las versiones, de su cuello brotó su descendencia: el caballo alado Pegaso y el gigante Crisaor. Perseo usó la cabeza de Medusa para rescatar a Andrómeda, matar a Polidectes y, en algunas versiones, petrificar al titán Atlas. Entonces se la ofreció a Atenea, quien la colocó en su escudo, la égida.

    Según cuenta Pausanias en el libro II de su Descripción de Grecia, dedicado a Corinto, el mito de Medusa es una versión novelada de la historia de una reina quien, después de la muerte de su padre, habría recogido ella misma el cetro, gobernando a sus súbditos cerca del lago Tritonide, en Libia. Habría muerto de noche durante una campaña contra Perseo, un príncipe del Peloponeso.

    7.2 PROMETEO ENCADENADO

    Prometeo es conocido en la mitología griega como benefactor de la humanidad, hijo del titán Jápeto y la titánide Temis. El mito de Prometeo es uno de los más conocidos, no sólo había engañado a los dioses haciendo que recibieran la peor parte de cualquier animal sacrificado y los seres humanos la mejor (en una pila, Prometeo colocó las partes comestibles de un buey y las recubrió con el vientre del animal, en otra puso los huesos y los cubrió con grasas; al pedirle a Zeus que eligiese entre las dos, el dios opto por la grasa y se sintió muy disgustado al descubrir que esta cubría pila de huesos), sino que también había robado el fuego para entregárselo a los mortales. Prometeo roba el fuego telúrico, aquel que surge de los volcanes, de la forja de Hefesto, introduciéndolo en una caña. Por este acto es que Zeus lo castiga a permanecer eternamente encadenado a una roca del Cáucaso, que según Hesíodo, el padre de los dioses

    queriendo destruir la raza humana y la había privado del fuego. Etimológicamente, el nombre del titán proviene de "Pro", antes y "Metheus", cuidado, previsor. Es Prometeo, que sacando a la humanidad en la oscuridad que se hallaba, ha traído el fuego que libera del miedo y permite el progreso. Asciende así a la categoría de un titán mártir que se enfrenta a un dios todopoderoso, arbitrario e injusto. "Por mi propia voluntad, por mi voluntad erré. No voy a negarlo. Por defender a los mortales, yo mismo encontré mis tormentos" (v. 266-267). Comete un error (hamartía) que se castiga con la tortura de soportar, parado en una desolada roca, los ataques continuos del águila de Zeus que le devora cada día el hígado el cual se vuelve a renovar durante la noche, y según la expresión de Esquilo, llega al saber a través de la experiencia dolorosa, necesaria para la adquisición de toda sabiduría. Pero hay un vínculo entre los dos personajes centrales de la obra: Prometeo y Zeus, aunque este último no aparezca, es a él que Prometeo se dirige cuando habla; y es que Prometeo conoce el destino.

    Esto sucede en Prometeo liberado, obra que no se pudo encontrar y sería la continuación de Prometeo encadenado, la trilogía se completaría con Prometeo portador del fuego que también se perdió. Este tema del secreto es el tema central que constituye el eje por donde giran todos los personajes de la primera parte.

    7.3 CIPARISO- CIPRÉS

    En los campos de Cartea había un ciervo consagrado a las ninfas. Éstas lo cuidaban mucho pero el que más lo amaba era Cipariso, el más bello de la isla de Cos. Un día fatigado el ciervo se echa en la hierba a la sombra. Cipariso sin reconocerlo le lanza una jabalina matándolo. Al acercarse le reconoce y se desespera. El dios Apolo intenta consolarle. Las lágrimas abundantes ajaron sus facciones, sus cabellos se encanecieron y se elevaron al cielo formando una pirámide. Desde entonces estará presente en duelos y será compañero de las personas afligidas.

    7.4 JACINTO-FLOR

    Un día Jacinto( príncipe espartano) quiere jugar con el dios Apolo. Apolo tira primero el disco con mucha destreza, enviándolo muy lejos. Jacinto intenta lanzar el disco, pero es tan torpe que el disco se suelta y le da en pleno rostro( hay versiones que dicen que el disco se desvió por causa del viento del oeste que estaba prendado del joven). La herida es mortal y Apolo no puede ayudarle, por ello promete que su sangre formará una flor parecida a la azucena, excepto en su color, que recordará el dolor del dios.

    7.5 DAFNE – LAUREL

    Apolo se interesa por la ninfa Dafne, hija del río Peneo. Este interés se debe a que Apolo había estado molestando a Cupido y éste para vengarse había disparado dos flechas, una amorosa para Apolo y otra desdeñosa para Dafne. Apolo la perseguía intentando conquistarla pero Dafne huía de él . Finalmente Dafne llega a las riberas de su padre y le ruega ayuda. Entonces su cuerpo se cubre de corteza, sus pies se hacen raíces y sus brazos y cabellos son ramas cubiertas de hojaresca, convirtiéndose en un bello árbol, el laurel. Apolo decidió que ya que Dafne no podía ser su mujer,  sería  su árbol predilecto, hon4ra de las victorias y triunfos y que siempre conservaría su color verde.

    7.6 ECO- VOZ/ NARCISO- FLOR

    Narciso era un joven de mucha hermosura que desdeñaba a hombres y mujeres. Un día salió a cazar y Eco( amante de Zeus y castigada por Hera a expresar sólo las últimas palabras de lo que quisiera expresar) le ve y se enamora de él, siguiéndole sin que él se diera cuenta pues quería hablarle pero no podía. Como estaba solo grita para ver donde estaban sus compañeros y entonces oye la dulce voz de Eco que repite todo lo que él dice. Finalmente se encuentran y Narciso queda desilusionado y huye de ella menospreciándola. Eco desea que cuando él se enamore se desespere tanto como ella ahora. La Venganza oye a Eco y la ayuda. Narciso se asoma a una  fuente y ve su reflejo, Cupido entonces le clava una flecha y hace que Narciso se enamore de su reflejo, desesperándose pues no puede amarse a si mismo. Poco a poco , Narciso comienza a cambiar y se transforma en una flor hermosísima que se contempla en la fuente. Se dice que después de lo ocurrido a Narciso, Eco cae rota de amor por él. Sus hermanas le lloraban y Eco les respondía pero no encontraban su cuerpo. Pero aún a Eco se la escuchaba repitiendo las últimas palabras humanas por todo el mundo.

    7.7 ARACNE- ARAÑA

    Existía una muchacha, Aracne, que era muy hábil tejiendo. Aracne reta a la misma Atenea y dice que lo hace mejor que ella. Atenea en principio toma el aspecto de una viejecita y se presenta ante Aracne intentando aconsejarla y persuadirla, pero Aracne la rechaza y le pide que retome su verdadero aspecto. Atenea enojada acepta el reto de ver quien teje mejor. Las dos hacen unas cosas muy bellas y perfectas. En el centro del lienzo Atenea retrata a varios dioses, señalando su descomunal poder y en las cuatro esquinas del lienzo representa castigos impuestos por los dioses a ciertas personas. Aracne por su parte representa todos los engaños cometidos por los dioses para enamorar, engañar y raptar a las ninfas. Atenea trata de encontrar algún error sin éxito. Furiosa lo rompe y castiga a Aracne transformándola en araña para que siempre haga lo que se le da muy bien: tejer hilo.

  2. VII. LEYENDAS

    Los mitos y dioses de la antigua Grecia nacieron allá por el año 2000 a.C., pero siguen siendo muy conocidos. Había dioses relacionados con cada aspecto de la existencia humana, desde el nacimiento hasta la muerte. Incluso los árboles, los ríos o el bosque tenían sus propios espíritus. Y estos se relacionaban con héroes, monstruos y seres sobrenaturales. En los mitos griegos, hasta los dioses más poderosos tenían amoríos y discusiones, como la gente normal; pero, en su caso, las consecuencias solían ser más graves…

    Existen versiones diferentes de todos estos mitos, pero la mayor parte de las historias nos dan la misma idea de los dioses: eran apasionados y, a menudo, luchaban entre sí; a veces participaban en batallas humanas…

    Según la Mitología Griega los dioses gobernaron el mundo es más dicen según la teoría griega que ellos crearon a los seres humanos…

    También los romanos influenciaron en los griegos, luego de dominarlos quisieron también ser dueños del mundo por ello se apropiaron de la imagen de los dioses dándole nombres nuevos…

    Los antiguos romanos se veían a sí mismos como amos y señores del mundo. En su mitología, la creación de Roma era aún más importante que la creación del universo…

    A pesar de todo, estos dioses y diosas, se hicieron populares en Grecia y Roma. El cristianismo comenzó a imponerse. En el año 392 se convirtió en la única religión oficial de Roma.

  3. CONCLUSIONES

  4. BIBLIOGRAFÍA

  • Joseph Campbell,"El héroe de las mil caras", 1992, Republica Argentina, Editorial Efe.
  • Jardé, "La Formación del Pueblo Griego", 1983, Méjico, Editorial Efe.
  • Mircena Eliade, "Mito y Realidad", 1968, Madrid, Editorial Masson.
  • Kirk, "Mitos en la psicología primitiva", 1926, Londres, Editorial Candel.
  • Ernst, Lassirer, "Antropología Filosófica", 1945, Méjico DF, Editorial Efe.
  • Vermant, Jean Pierre, "Los Orígenes del Pensamiento Griego", 1986, Argentina, Editorial Eudeba.
  • José García López, "La Religión Griega", 1975, Madrid, Editorial Masson.
  • H. D. F. Kitto, "Los Griegos", 1951, Midlesex, Inglaterra, Editorial Eudeba.
  • Dorotea Coenen, "Diccionario de la Mitología Griega y Romana", 1984, Francia, Editorial French&European Publications.
  • Michael Gibson, "Monstruos, Dioses y Hombres de la Mitología Griega"1986, Estados Unidos, Editorial Rei Amer.
  • Claudia Herrero, Fabiola Quiñónez y Carla Rojas. Fecha de consulta: 23/05/02
  • www. Monografías.com
  • www.ricondelvago.com

 

Juan Edzon Zevallos Cóndor

Lima – Perú

Partes: 1, 2
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