Resumen
El presente artículo muestra un estudio de la aplicación de acciones para mejorar la anticipación en el rebote defensivo del Minibaloncesto en los niños de la categoría 11 -12 años pertenecientes al Reparto Velásquez del Municipio Tunas. Dentro de los principales resultados que esta investigación puede aportar, es que, con la aplicación de las acciones propuestas se incrementará la anticipación en este tipo de rebote, evidenciándose en los resultados competitivos y el nivel técnico – defensivo de los niños de esta categoría, los que permite reducir el tiempo para tomar decisiones sobre esta acción y alcanzar un alto nivel en la captura de rebotes defensivos, teniendo en cuenta el conocimiento del concepto de orientación en área del rebote y el lugar donde se producen los tiros fallidos a media y larga distancia. Se valoró el desempeño de los niños en la captura del rebote defensivo partiendo de dimensiones e indicadores lo que permitió realizar un análisis evolutivo de este aspecto desde el estado inicial hasta el final.
Palabras claves: rebote defensivo, anticipación, ubicación espacial.
Introducción
El deporte es una actividad que ha adquirido en nuestros días gran importancia, el hombre lo realiza de forma natural y amena, combinándolo con otras actividades de la vida. Este ejerce su influencia como agente psicológico y bio-psico-social, propenden a la ampliación de los rendimientos laborales y sociales, mediante el aumento gradual de los niveles físico, intelectual moral y volitivo que permite mayor relación con el mundo circundante.
Desde su nacimiento en el Sppringfield Collage de Massachussets, Estados Unidos de América, el baloncesto tuvo como propósito dar respuesta a las necesidades e intereses de los jóvenes en el plano físico y psíquico, así como formarlos para la vida laboral y social. No obstante el baloncesto también se emplea en la recreación activa y pasiva, la preparación física de deportistas y la rehabilitación física y mental.
En nuestro país esta actividad forma parte de los planes de estudio de la Educación Física, siendo motivo de clases en diferentes niveles, de igual forma es una de las disciplinas con mayor número de participantes sistemáticos en las áreas deportivas donde niños, adolescentes y jóvenes se benefician, pues conforma rasgos principales de la personalidad. A través de la práctica del Minibaloncesto se les enseña a superar la timidez, la depresión o la agresividad y, en general, a educarse en una alta moralidad, en el juego limpio y elevados conceptos éticos.
El Minibaloncesto es un juego para niños (as) de 8 a 12 años creados a imagen del baloncesto con material adaptado a las características propias de estas edades con el objetivo de iniciarlas a la vida deportiva. El esfuerzo por aprovechar los valores del juego desde muy temprana edad, trata de imitar el ejemplo de los adultos, y se sienten atraídos por los juegos reconocidos internacionalmente. Esto hizo que se ajustaran las condiciones del juego a las condiciones de los más jóvenes, se tuvieron que bajar los aros, las pelotas pasaron a ser menos pesadas y más pequeñas, al igual que el campo de juego y como las reglas fueron más sencillas.
Los juegos posibilitan la más plena incorporación de todas las partes del cuerpo (órganos, sistemas) en el movimiento, evitando la unilateralidad de la carga e influyendo en las posibilidades que brinda en la personalidad del atleta, logra alcanzar altos índices de esfuerzos físicos, las situaciones presentadas en cada movimiento necesitan de soluciones.
Por ello la capacidad de anticipación va influir de forma directa en la ejecución de diferentes elementos técnicos como es la captura de rebotes defensivos, elemento este que requiere de una atención selectiva en su ejecución para burlar las resistencias externas y penetrar para poder saltar y tomar balón en el aire.
No es necesario pensar mucho para llegar a la conclusión de que nuestro problema endémico de rebote reside en los entrenamientos que diseñamos y en las acciones que utilizamos para enseñar este fundamento tan importante. Generalmente no se trabaja con acciones específicas de rebote (tanto de ofensivos como defensivos), y cuando lo hacemos se cometen errores muy comunes.
El trabajo de rebote debe basarse en tres aspectos fundamentales: la estatura, la fuerza y la técnica. La fuerza y la estatura son dos aspectos que vienen dados por la fisiología del jugador. La estatura es imposible mejorarla, y la fuerza es mejorable hasta cierto punto por medio de un plan de un entrenamiento físico muy bien elaborado.
El punto que no debemos descuidar, y en base al cual podemos mejorar cualquier tipo de jugador, es el aspecto técnico. El objetivo fundamental hacia el que debemos orientar nuestro trabajo es el que ocupa la posición. El gran punto débil del jugador que bloquea es momento en que se gira a cerrar el rebote, ahí debemos usar fintas
Los factores que determinan a un buen reboteador defensivo no se simplifican solamente en la talla, se debe tener en cuenta además el estado de habilidad físico, emocional y mental. Precisamente estos aspectos determinan la forma de anticipar los tiros fallidos en el equipo masculino de Minibaloncesto del área deportiva donde se manifiestas las siguientes regularidades:
Los niños de esta categoría no miran el recorrido del balón.
Poseen insuficiencias para trabajar la anticipación
Es muy limitada la lucha por la posición.
Existe pobre efectividad en la lucha por el rebote defensivo bajo los tableros.
Debido a estas regularidades se presenta una contradicción entre las aspiraciones del Minibaloncesto que sobre el rebote defensivo se exige para poseer dominio del juego y la efectividad que poseen nuestros niños en la práctica.
Pero hay más, el rebote defensivo será también el primer paso de nuestra ofensiva. El lograrlo cómodamente nos abrirá las puertas del contraataque.Varios puntos son fundamentales:
Posición definitiva. Trabajamos por el rebote también antes del tiro. Busquemos posiciones que nos puedan facilitar el rebote.
Expectativa. Durante el vuelo del balón, pivotar y bloquear al contrario.Equipo. Todos los atacantes deben quedar bloqueados. Todos los defensores bloquean. Basta que uno se despiste para malograr el trabajo del resto.Tiempo. Estudiemos el tiempo de caída. Saltemos fuerte pero a tiempo.Protección. Si conseguimos el balón, no lo perdamos estúpidamente. Protejamos el balón, atrayéndolo hacia abajo, con fuerza, hasta la altura de la barbilla o de la frente aproximadamente, nunca más abajo.
Salida. Busquemos una buena salida a nuestro rebote. Es un trabajo de todos, no sólo del que tiene el balón. Organicemos la salida.
El rebote de defensa debe plantearse anticipándose y poniéndose delante del defensor. Hay que ser capaces de ganarle la posición. Tenemos que meter el pie cerca del aro para ganar la posición. Esto hay que enseñarlo a través de una correcta tecnificación, entrenando muy bien las fintas entre otros muchos recursos técnicos.
Muchas veces con tanta obsesión con el perfeccionamiento de los recursos necesarios para ir al rebote se nos olvida el aspecto más importante a la hora de coger los rebotes: ir a por él. Es fundamental ir siempre al rebote defensivo, aunque no tengamos posibilidades de capturarlo, ya que si vamos por el rebote dificultamos dos acciones fundamentales del juego del otro equipo: el rebote ofensivo y el primer pase de contraataque.
Por último, y no menos importante, debemos hacer ver a los jugadores que el trabajo de rebote (fundamentalmente defensivo) es tarea de todo el equipo. De nada sirve que cuatro de los cinco jugadores bloqueen a su atacante si el que queda no lo hace y su atacante captura el balón. El rebote defensivo es un trabajo general del equipo con responsabilidad individual de cada jugador.
Un equipo que trabaja bien el rebote defensivo obtiene las siguientes ventajas:
Dispone de una opción clara para iniciar el contraataque.
Evita segundas opciones de tiro cercanas al aro por parte del equipo atacante (opciones de tiro de alto porcentaje de acierto).
Mina la confianza de los tiradores del equipo contrario, que ven como sus tiros fallados siempre acaban en las manos de los defensores.
Incrementa la confianza defensiva del equipo, haciéndole ser más fuerte en este aspecto del juego.
A la hora de trabajar el rebote defensivo debemos tener en cuenta lo siguiente:
Hay que evitar que el atacante vaya por el balón y nos coja la posición.
Hay que situar nuestro cuerpo entre el del atacante y el balón.
Hay que tener las manos arriba para poder capturar el balón.
El trabajo del rebote defensivo comienza por avisar al resto del equipo que se ha producido un tiro y que se debe trabajar para capturar el rebote. Para ello, los jugadores deben adquirir la costumbre de gritar ¡TIRO! cuando éste se produce por parte de su atacante.
En ese instante, cada jugador debe buscar a su atacante y utilizar el cuerpo y los brazos para chocar con el jugador e impedir que vaya hacia el balón (body check). Los brazos del jugador se sitúan con los puños enfrentados y los codos abiertos, de forma que el plano de los brazos sea paralelo al suelo y éstos estén situados a la altura de los hombros.
Una vez interrumpido el movimiento del atacante hacia el balón, hay que fijarlo y ganar la posición. Para ello, el defensor debe flexionarse y girar hasta tener la espalda en contacto con el cuerpo del atacante, de forma que pueda sentir si éste se desplaza lateralmente para intentar ir a por el balón.
A continuación, y de forma rápida, el defensor debe levantar los brazos situando los codos por encima de los hombros y con las manos preparadas para capturar el balón si éste va hacia nuestra posición.
Por último, el jugador debe lanzarse hacia el balón con fuerza y velocidad , una vez capturado, situarlo rápidamente bajo la barbilla y con las manos apretándolo una frente a la otra y con los codos hacia afuera para evitar que el atacante pueda robarlo.
La función de anticipación y su relación en el aprendizaje del rebote defensivo en el Minibaloncesto.
El jugador de Minibaloncesto debe resolver continuamente en tiempos breves, problemas motores, a menudo complejos. El sistema nervioso tiene como misión fundamental recibir las informaciones sensoriales que envían los analizadores y hacerlos converger sobre las neuronas que actúan sobre los órganos efectores.
A esta función, distinta del Sistema Nervioso Central, lo denominamos ajuste. El constante trabajo de ajuste permite la actualización de vivencias anteriores, creando un verdadero archivo de movimientos, una memoria psicomotriz, la cual se va enriqueciendo a expensas de nuevas experiencias.
¿Cómo los niños organizan las situaciones para que sean activas?
Debe fomentar a cada momento el proceso de entrenamiento una conducta de creación, plasticidad y automatismo no se contraponen, sino que se combinan para la solución de las situaciones hace evidente que, aunque el objetivo se mantenga cada acción de juego en Minibaloncesto requiere del estilo personal del que lo realiza y contener de esa manera un elevado grado de expresión.
Ello no se consigue justamente con la mecanización de la técnica, sino con darle en cada momento de su ejecución, posibilidades de reorganización.
Trabajar sobre la atención selectiva, aislando las informaciones que tengan significado para la tarea a resolver, al principio se puede reducir el número de sucesos a los cuales el principiante debe atender, pues si es ilimitado quizás no preste atención a lo verdaderamente relevantes.
Proporcionarle al niño las mejores condiciones para sus ensayos. Si los fracasos se suceden pueden simplificar aún más el entorno, o la secuencia de movimiento propuestas o la finalidad, por ejemplo, si la finalidad en su ejercicio de tiro al aro de media distancia, hacer tirar desde de más cerca.
Evaluar al elegir la situación, la experiencia anterior y la motivación.
Con la misma estructura motriz, hacer vivenciar al niño las situaciones lo más variadas posibles, para que el retenga solo los caracteres comunes, creando de esa manera un esquema caracterizado por su plasticidad y generalización.
Si el gesto es complejo en lo motor y en lo perceptivo debe reducir la complejidad de un componente (ya antes nombramos de la salida del balón de las manos del tirador como entrenamiento perceptivo).
Estructurar el entorno: Debe ser próximo a la situación real de juego aunque simplificado no debe estar alejado de ello. Debe incluir el factor móvil para que el jugador desarrolle su habilidad motriz en situaciones inestables.
¿Cómo pueden los niños capturar rebotes defensivos que vienen de larga y corta distancia a gran velocidad y a pocos metros, como si hubiera estado siempre ubicado en el lugar de caída de la pelota?
Solamente empleando su capacidad de anticipación:
La anticipación es un aspecto derivado directamente del nivel de atención selectiva y se puede definir como una acción originada en base a la percepción, que apoyándose en el pronóstico del resultado y del desarrollo de determinados procesos, se produce antes de que aparezca el resultado de los movimientos en cuestión.
La anticipación es una capacidad decisiva para alcanzar el alto nivel en el deporte, cada acción en los juegos deportivos está preparada por la anticipación, se trata en cada una de ellas de averiguar las intensiones del contrario. En el Minibaloncesto se compone de todas las acciones mentales y motoras que realiza el niño, antes de moverse hacia la pelota.
El rebote defensivo comienza cuando la pelota abandona las manos del tirador y culmina cuando la defensa se posesiona del balón y es en las acciones defensivas donde la capacidad de anticipación tiene un protagonismo decisivo, por la velocidad y la potencia de las defensas actuales en esta modalidad.
Como se dijo anteriormente, percepción y análisis en la práctica son inseparables. Al hablar de análisis hablamos de intervención de la memoria y en las informaciones de los analizadores.
Así llega el jugador a la toma de decisión apoyándose en la anticipación de la situación. Una condición indispensable para poder anticipar la situación es conocer la estructura de los movimientos posibles y así poder descifrar de inmediato la intención. Es fundamental entonces que el niño sea capaz de seguir el curso de todos los movimientos que interesan en el pronóstico del resultado del ataque adversario, algo que los principiantes no pueden realizar rápidamente.
¿Cómo podemos ejercitar la anticipación motriz?
1. Ejercitando la observación de las secuencias de decisiones intervinientes en el rebote defensivo.
2. Orientando la atención del niño hacia lo verdaderamente significativo.
3. Empleando formas sintéticas, cercanas al juego(acciones de rebote) como medio de ejercitación, para elaborar la anticipación en situaciones variables
4. El desarrollo del pensamiento táctico es esencial para la formación de la anticipación. Cuando más se conozca acerca de la táctica en la captura de rebotes defensivos, mayor será el nivel de anticipación. En el baloncesto se acentúa la cuestión, puesto que se utilizan fintas.
5. Elevando el nivel de algunas de las capacidades que conforman el complejo de la coordinación motora.
El principal medio para el control de la eficacia en la captura de rebotes está bien diseñada y concebida en el actual programa de preparación del deportista, sin embargo, del modo que esta habilidad se enseña en las áreas deportivas, resulta muy reproductivo su procedimiento, porque los niños se colocan en hilera bajo el aro lanzando el balón contra el tablero sin oposición de contrarios, a esto se adiciona que entre una y otra repetición del ejercicio existe un lapso variable sin la dosificación adecuada, resulta complicado determinar cual ha sido el esfuerzo realizado por ellos durante la ejecución de este tipo de rebote.
El método más conveniente para el desarrollo de habilidades en el rebote defensivo es el juego, pues su estructura, permite desarrollar, de forma amena, variadas las situaciones que propicia al tener implícito la lucha de contrarios que sin dudas es lo más parecido al partido. Tiene la ventaja que el profesor puede adaptar las acciones según la dimensión que va incorporar en los contenidos de clases utilizando diferentes medios que propicien (habilidad, preparación física, ubicación espacial y anticipación) para los niños y a la vez faciliten su ejecución.
La elección de las acciones no se hizo al azar, sino sobre la base del estudio de sus características y modalidades variedades aunque su modo de ejecución permitió controlar los indicadores como:
Si están necesitados de resistencia, fuerza, rapidez.
Si crean situaciones de juego donde los niños puedan dar una respuesta hacia donde dirigen los tiros fallidos a larga y corta distancia.
Si observan la salida del balón de las manos del tirador.
Si observan los estímulos del entorno ( balón y jugadores)
La evaluación de esta habilidad en los partidos tiene un carácter integrador, pues se evalúa a cada niño según sus posibilidades y al equipo con su potencialidad, se emplea una hoja de anotación diseñada al efecto. Esta aplicación permite al profesor, tener un diagnóstico integral a partir de los indicadores y dimensiones asociados al rebote defensivo, Le brindan posibilidades de hacer correcciones cada vez que se planifique en los contenidos su ejecución, es recomendable aplicarla en todos los entrenamientos.
La preparación de los niños para la anticipación de rebote defensivo dentro del proceso de enseñanza del Minibaloncesto es un elemento imprescindible para el logro del éxito, por lo que la propuesta estará encaminada a elevar estos indicadores afectados, teniendo en cuenta que es exitosa cuando se involucran niños y profesores en el conocimiento recíproco de la realidad y su conexión con las necesidades del grupo, por lo que debe crearse un ambiente dirigido al desarrollo y la estimulación de los principales aspectos que propicien la anticipación del rebote defensivo, como parte esencial de dicho proceso.
A partir de este trabajo en equipo, se reconocen las necesidades y potencialidades de sus miembros, potenciando lo individual en estrecha relación con todos sus integrantes donde la zona de desarrollo próximo o potencial pertenece al propio individuo en la manera que se manifieste su nivel de independencia en la captura de rebotes defensivos que a la vez, expresa sus relaciones de intercambio con la anticipación, favoreciendo el cumplimiento exitoso del papel que desempeñan durante el juego.
Para el diseño de las acciones se parte de los referentes teóricos, del análisis de los diferentes conceptos que se utilizan, teniendo en cuenta los resultados de la caracterización inicial de la muestra objeto de investigación.
Estas acciones se implementarán dentro del proceso de enseñanza del Minibaloncesto, considerándose el principal componente a tener en cuenta para el logro de los objetivos, en función de lograr un resultado óptimo por nuestros niños, a partir de la determinación de sus resultados o pronósticos individualizados y conscientes.
La puesta en práctica de las acciones diseñadas, nos hará comprender, que no solo es importante adquirir conocimientos sino también cómo utilizarlos en el desarrollo del juego y la solución de problemas, fundamentalmente, aquellos que se presentan en el desarrollo de acciones tácticas defensivas.
El cumplimiento de esta función en el marco integrador del entrenamiento deportivo exige de todos los profesores y niños para elevar la formación la anticipación en el rebote defensivo desde diferentes aristas, lo que necesita de requerimientos como:
Una buena cohesión y orientación de los niños hacia la anticipación y la ubicación espacial.
Concientizar en nuestros niños la preparación física y la habilidad en la anticipación como elemento esencial para el logro del éxito.
Intercambiar criterios con el objetivo de elevar la captura de rebotes defensivos a partir del desarrollo de la anticipación como elemento primordial.
Asumiendo lo planteado anteriormente proponemos acciones dinámicas, estructuradas desde la propia práctica y desempeño del niño en su interacción directa con las situaciones que se le presentan durante el juego.
Estas actividades se desarrollaran de forma tal que cada niño participe en conjunto con su grupo, con la misión de desarrollar intereses comunes a partir de las mismas en aras de desarrollar la anticipación en el rebote defensivo.
Conclusiones
Las dificultades que existen en la captura de rebote defensivo estan muy relacionado con los entrenamientos que se diseñan.
Generalmente no se trabaja con acciones especificas de rebote por loque se hace necesario trabajar en el desarrllo de esta.
Cuando mas se conozca acerca de la tactica en la captura de rebotes defensivos, mayor sera el nivel de anticipación.
El metodo mas conveniente para el desarrollo de habilidades en el rebote defensivo es el juego, pues tiene la ventaja de que el profesor puede adaptar las acciones según la dimension que va a incorporar en los contenidos.
Se puede emplear estas acciones dentro del proceso de enseñanza del Minibaloncesto como componente principal a tener en cuenta en el logro de los objetivos.
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Autor:
Yunia del Risco Bodaño