La Cultura Integral de Dirección de los directivos educacionales. Retos y perspectivas
Resumen
El presente trabajo enmarcó su objetivo en reflexionar acerca de elementos básicos de la Cultura Integral de Dirección en el proceso de formación de los directivos educacionales, a partir de las precisiones aportadas por la Dra. C. Gerabel Rodríguez en su tesis doctoral que ubican a esta teoría como una nueva concepción en el cuerpo teórico de la Dirección Científica Educacional, así como su directa contribución al desarrollo de los procesos de dirección en los centros educacionales. De manera concreta la monografía expone qué se entiende por Cultura Integral de dirección para los directivos educacionales y los contenidos esenciales de los núcleos básicos que la componen.
Como se señala se toman en consideración antecedentes importantes como: Cultura Integral de Dirección (Pino Guzmán 1992), Cultura Integral de Dirección para los directores de la Educación Técnica y Profesional (Gerabel Rodríguez 2010), entre otros elementos. La intención está básicamente determinada hacia una nueva concepción para el desarrollo de los análisis que de manera casuística se desarrollan en el marco de los procesos directivos de la educación, con una propuesta fundamentada epistemológica y psicológicamente para transformar los modos de actuación de los cuadros desde una perspectiva integral y desarrolladora.
Introducción
La dirección educacional desde el 1 de enero de 1959, está orientada al aseguramiento del trabajo coordinado y preciso de todos los eslabones que intervienen en la escuela, con el objetivo de cumplir con las tareas; como actividad profesional tiene por designación un director el cual trabaja en estrecha relación con las organizaciones del Partido, la UJC y el Sindicato, con la ayuda de todo el colectivo.
Refiriéndose al director de un centro educacional José de la Luz y Caballero expresó: "… la reputación científica y moral son dos palancas y las únicas palancas con que un director llevará a sus alumnos por donde quiera y hasta donde quiera en la carrera de las ciencias y las costumbres".[1]
La consideración ofrecida por Luz y Caballero, enriquecida con Varela, Agramonte, Maceo y Martí en la colonia, y desarrolladas por Baliño, Mella, Rubén Martínez Villena y Blás Roca, entre otros, durante la neocolonia, así como por Fidel Castro, Raúl Castro y Ernesto Guevara, en el pensamiento estratégico de la relación dirigentes-dirigidos en la Revolución Cubana,[2] muestra con entera claridad que un director debe considerar la actividad científica como la vía fundamental para resolver los problemas que se presentan en el proceso de dirección en la escuela, ejerciendo sus funciones a partir de una conducta moral ejemplar que contribuya a su liderazgo, y de esta forma convertir el centro educacional en "el sol del mundo moral"[3], que Caballero, creador de la escuela cubana, preconizaba.
Lo anteriormente planteado muestra que el director, como conductor del proceso de dirección en la escuela, ejerce un papel de suma importancia, por lo que resulta necesario que sean realmente las personas apropiadas las que ocupen el cargo de director de una escuela, teniendo en cuenta que son muchas las responsabilidades que este asume.
En el contexto de la Educación el éxito va a estar condicionado a la propia preparación de los docentes y en especial del director de los centros como máximo dirigente del proceso de dirección en la escuela, quien deberá desarrollar una actividad de dirección que permita el despliegue de una actitud crítica, reflexiva, anticipadora y abierta al cambio de acuerdo a las exigencias del MINED.
Los estudios realizados por numerosos investigadores que incursionan en esta temática revelan la coexistencia de limitaciones que han sido tratadas por diferentes vías, entre otras que surgen con el propio de desarrollo de los procesos formativos a los que están sujetos los cuadros para ser directores de escuelas.
No solo se toman estas limitaciones[4]como base sino además los factores que la originan: trabajo con la política de cuadros, contenidos esenciales de cursos de preparación y superación y grado de motivación y satisfacción de la actividad que realiza.
Por otra parte, en el estudio bibliográfico realizado al tomar como referencia la experiencia internacional, especialistas del área capitalista como Peters y Austin (1987), Shein (1980), Likert (1961-1986), Deming (1989), Ouchi (1981), Drucker (1995-1999) en sus análisis ponen de manifiesto la esencia de ese sistema al considerar al cuadro como una mercancía y a su preparación y superación la vía para incrementar sus recursos financieros.
Omarov (1984), Afaniesiev V. C. (1984) y autores cubanos como Columbié (1999), Codina (2001), Borrego Díaz (1989,1994 y2009)), Pino Guzmán (1992; 2001, 2003, 2006-8) Alonso Sergio (2003, 2006), Valle Lima ( 2009), Piñero y Cuevas (2006) plantean ideas acerca de los aspectos significativos de la dirección, así como su influencia en el comportamiento de los diferentes sistemas organizativos, dentro de ello se manifiesta lo relacionado con el ejercicio de la dirección participativa para la toma de decisiones, además, de la Cultura Integral de Dirección y aspectos específicos de la Escuela Cubana (Pino Guzmán 1998; 2001, 2003, 2006 y 2009) y el sistema de dirección educacional (Alonso 2003 y la teoría de la dirección 2006).
Las concepciones aportadas por los autores antes mencionados, así como las ponencias, artículos e investigaciones revisados, constituyen aportes significativos, abordándose en específico las particularidades, regularidades e interrelaciones propias de la Dirección Educacional; sin embargo, no llegan a manifestar con claridad el déficit que existe sobre la Cultura Integral de Dirección que se presenta en el proceso de dirección educacional en las escuelas, asociado a un grupo de carencias en el orden teórico y práctico, que de forma general, determinan la intervención del director en el proceso de dirección en centros.
En el proceso de dirección educacional interviene, como componente vital del mismo, el director, quien cumple con funciones específicas, las cuales pueden tener un desarrollo exitoso a partir de la concreción de varios factores tales como: nivel de preparación y superación, grado de satisfacción de la actividad que realiza, el contexto social, entre otros.
En relación con los factores condicionantes, se analiza que el nivel de preparación del director para intervenir en el proceso de dirección está sujeto a las estrategias que en este sentido se han diseñado, y que su implementación no alcanza a resolver las dificultades que presenta el sujeto en su desempeño como se precisa en el estudio preliminar señalado, sin embargo es evidente que la manifestación de la Cultura Integral de Dirección en el modo de actuación del director condiciona el desarrollo del proceso de dirección.
De esta manera el objetivo de la investigación se encaminó a: Reflexionar acerca de la Cultura Integral de Dirección de los directores de la escuela cubana como concepción dentro de cuerpo teórico de la Dirección Científica Educacional.
Desarrollo
En el proceso de búsqueda de los referentes teóricos de la dirección educacional, del proceso de dirección en la Educación), así como el papel del director y la cultura que éste manifiesta como componente vital de dicho proceso, se logra una sistematización teórica que permite analizar el proceso de dirección de la Educación, considerando imprescindible tener presente el enfoque de sistema en las valoraciones que se desarrollan en torno a estos procesos.
En este sentido se entiende que la dirección es una necesidad de toda sociedad en cualquier nivel de su desarrollo y es un fenómeno objetivo. La dirección educacional, a la que se refiere específicamente esta investigación, posee dos formas de existencia: la dirección del proceso y el proceso de dirección, esta última contiene a la primera y garantiza a través de su correcta organización el desarrollo adecuado de la misma; este proceso a su vez, está condicionado por varios factores, entre ellos, el director como componente vital del mismo.
En tal sentido en está monografía se analiza por qué una nueva concepción de la Cultura Integral de Dirección para los directivos educacionales.
Resulta oportuno realizar una explicación en relación con los factores que posibilitaron la obtención de una concepción para dar solución al problema planteado, la cual se consideró, desde la teoría, la existencia de un vacío epistemológico encontrado en el sistema teórico de la dirección educacional en lo que a su proceso de dirección se refiere.
En relación con lo anterior la concepción que se propone abarca aspectos importantes del proceso de dirección de las escuelas, centrando su ventaja a partir de lo que el director representa dentro de dicho proceso; en correspondencia se analizan ideas, conceptos y representaciones como reflejo de la realidad que circunda el fenómeno directivo en este tipo de institución.
Ella aparece como resultado de la creación en el pensamiento y la organización de las experiencias declaradas por la comunidad científica en este sentido, la cual se muestra como una forma de construcción de la realidad ante las características generales y especificas del proceso de dirección.
Es preciso señalar que la concepción de la Cultura Integral de Dirección de los directores de las escuelas tiene carácter sistémico, ya que en ella se combina lo conceptual de la Cultura Integral de Dirección con las características propias de los objetos y fenómenos que se dan en el proceso de dirección de las escuelas. Estas relaciones sistémicas se representan tanto en su contenido, que serían los conocimientos científicos que explican la realidad con carácter histórico-concreto, como en su forma de estructuración.
La concepción sistémica utiliza cánones teóricos y metodológicos que se van generalizando en la comunidad de científicos, por eso opera de modo recursivo, devolviendo su producto a la solución de problemas originarios, con la ganancia de nuevos conocimientos, es decir, la Cultura Integral de Dirección de los directivos educacionles.
La sistematicidad estructural de los componentes y las relaciones en la concepción teórica permite describir, explicar y pronosticar el nivel de desarrollo alcanzado en el proceso de apropiación de la cultura en los directores con respecto a su manifestación externa, por eso para estructurarla se tuvo en cuenta los siguientes requerimientos (Del Canto, 2000):
Su significado como totalidad: representa la configuración de elementos integrados para lograr un propósito común.
Sus propiedades supera las de cada uno de sus elementos y partes.
Sus interrelaciones son causales.
Es relativa en su estructura interna: el desarrollo de sus elementos internos implica el de otros, el de la parte que los contempla y el del propio sistema.
Cada subsistema posee estructura propia y particular dentro del sistema.
Cada elemento cumple funciones particulares como aportes al propósito del sistema.
Contempla tipos de relación entre elementos, partes y entre el sistema y el medio externo que lo contiene.
Es producto de una abstracción de la realidad, pero proyectable a la práctica y operacionalizable en ella.
Es histórica, concretamente próxima y correspondiente con el desarrollo científico alcanzado en sus fundamentos teóricos.
Contempla armónicamente, propiedades estructurales, organizacionales y funcionales.
Las interrelaciones internas reflejan su intensidad y las externas dependen de las condiciones en que se desenvuelve el sistema y además lo varía.
La estructuración de concepción en el campo de las ciencias pedagógicas supone particularmente representar el carácter y contenido de su objeto de estudio, por lo que su elaboración significa habernos formado una idea completa, abarcadora, integral del proceso de dirección de la escuela cubana, significa representar, en un modelo ideal, cómo debería ser este proceso, en otras palabras, la concepción presupone la modelación del proceso de dirección de las escuelas cubana para satisfacer los objetivos proyectados por la dirección nacional. [5]
Para ello se toma en consideración la definición de Cultura Integral de Dirección Técnico Profesional[6]de los directores de la Escuela Politécnica [7]en la cual se denotan cuestiones interesantes que permitimos declarar: En primer lugar se analiza la cultura como proceso, lo cual determina su nivel de consecución en la formación de los directores de la educación, a la vez que es este y no otro el enfoque para el desarrollo de los análisis en la dirección científica educacional. La apropiación de determinados conocimientos, valores y otros factores que transcurren por el desarrollo de los procesos lógicos del pensamiento donde el sujeto, en este caso el director, pasa por un proceso de maduración y exteriorización de los mismos.
La Cultura Integral de Dirección para los directivos educacionales se identifica como el proceso que sustenta esencialmente el desarrollo sociocultural alcanzado por los directivos: en el pensamiento, intelectual, las capacidades de trabajo, las cualidades fundamentales de la personalidad, en la ciencia, en el arte, en la técnica, la producción, la política y la consecución de estos factores en el accionar del trabajo cotidiano en la escuela durante el proceso de toma de decisiones como agente dinámico de la autodirección social.
Los núcleos básicos que la componen, los cuales no han de manifestarse aisladamente, pues teniendo en cuenta el enfoque de sistema al que se hace referencia anteriormente, se determina las relaciones de dependencia de los mismos y la complejidad de su interfuncionalidad.
Las relaciones de dependencia se analizan a partir de las propias relaciones que se dan en los procesos de dirección: coordinación y subordinación, las cuales son identificadas por los clásicos del marxismo como el tipo específico de relación entre los componentes del proceso de dirección en las esferas productivas y de servicios, y que, si bien son tratadas en la dirección científica educacional no satisfacen enteramente lo que exige la Cultura Integral de Dirección Técnico Profesional de los directores de las escuelas para intervenir en el proceso de dirección.
Se trata de que los componentes que integran la concepción teórica propuesta no sólo interactúen coordinadamente y posean determinado nivel de subordinación en el estado funcional, sino que la interacción e interconexión se realice con todos y cada uno de ellos, cuidando celosamente que todos sean tratados, lo que determina la dependencia a la existencia propia de cada uno de los núcleos básicos dentro del sistema.
Resulta necesario señalar que se consideran núcleos por constituir elementos primordiales a los que se les van agregando otros para formar un todo, siendo parte o punto central; y básicos porque sustentan lo fundamental en relación con la Cultura Integral de Dirección de los directores. Los núcleos básicos por su parte conforman una célula (llámese célula a la Cultura Integral de Dirección de los directores de las Escuelas), donde se tienen en cuenta las formas de la conciencia social y la realidad objetiva de un momento histórico concreto, los mismos poseen características específicas para la educación, ellos son: cultura económica, cultura de gestión, cultura científica pedagógica laboral, cultura artística, cultura moral, cultura jurídica, cultura político-ideológica (incluye la defensa).
Esencia pedagógica de la concepción teórica de la Cultura Integral de Dirección.
Es necesario señalar que la concepción que se propone tiene sus sustentos en los principios pedagógicos, los cuales se determinan a partir de considerar aspectos fundamentales, tales como: la correspondencia con los objetivos de la educación e instrucción comunista, las leyes del desarrollo físico e intelectual, la valiosa experiencia de profesores, los resultados de investigaciones realizadas y la integración de todos los elementos en un sistema.
En este sentido Antonio Gramsci plantea que "la relación pedagógica (…) existe en todo el complejo social, en los individuos entre sí, entre intelectuales y no intelectuales, gobernantes y gobernados, núcleos selectos y sus seguidores, dirigentes y dirigidos".[8]
Es válido retomar que la educación comunista está encaminada a la formación de convicciones, puntos de vista y cualidades de la personalidad, a la formación de actitudes que caracterizan al comunista en su vida social; y estudia también, las formas organizativas y métodos que garantizan la efectividad del proceso educativo[9]de ahí que, la concepción teórica que se obtiene como resultado del sistema teórico se crea como un complejo integral que insiste en concebir la formación del director sobre la base del marxismo leninismo, con adecuada preparación político-ideológica que garantice la destrucción de la ideología burguesa y una actitud de lucha contra los rezagos del pasado en la conciencia y conducta de los directores, educación intelectual científica, laboral, moral, artística, jurídica, económica y de gestión.
En primer lugar corresponde analizar el carácter educativo para lo cual es creada, ya que se expresa unidad entre lo instructivo (sistema de conocimientos) y lo educativo, es decir, desarrollo de habilidades, hábitos, capacidades con la formación de la moral, y conducta comunista, lo cual constituye una unidad dialéctica en la formación del director de la Educación.
La instrucción está dirigida específicamente a la adquisición de los conocimientos económicos, de gestión, científico pedagógico profesional, artístico, moral, jurídico y político ideológico; mientras que el proceso educativo se dirige hacia la formación de cualidades de la personalidad del director.
La propuesta considera la argumentación científica, de manera que el análisis que se desarrolla en torno a las limitaciones que presentan los directores para irrumpir en el proceso de dirección, demanda la solución rigurosa de los conocimientos necesarios para formar en ellos todos los aspectos de una cultura integral de dirección. (Selección del contenido, actualización, apreciar el proceso de dirección desde sus múltiples relaciones y desde ángulos distintos, conocer la historia).
El principio de la asequibilidad está dado en el reconocimiento de las particularidades del proceso de dirección de la Educación, así como de los directores, para lo cual se tiene en cuenta sus características, nivel de desarrollo alcanzado, fortalezas y debilidades, para ejercer las funciones de dirección en dicho proceso, es decir, presentar las dificultades y corregirlas para erradicarlas.
La relación teoría-práctica se concreta a partir de la apropiación de un sistema lógico de conocimientos de manera que puedan aplicarlos para resolver tanto las situaciones que se dan en el orden colectivo como aquellas individuales, lo cual se materializa en dar solución a las necesidades de la producción y los servicios.
La sistematización es considerada a partir de que la base del conocimiento de esta concepción teórica está en la ciencia y exige la planificación del proceso en el cual se concibe el constructo teórico, de manera que se realice un análisis estructural del contenido de la misma, este principio consiste en que los directores no solo se apropien de un sistema de conocimientos, sino también, desarrollen un pensamiento integrado por las distintas operaciones lógicas: análisis, síntesis, generalización, abstracción, inducción y deducción.
En relación con la unión de lo concreto y lo abstracto, se precisa que la concepción propuesta tiene como punto de partida la realidad existente en el proceso de dirección y el papel del director en dicho proceso, de manera que el director como sujeto pleno y consciente haga suya esa realidad en tanto esta sugiera la apropiación de conocimientos, este principio es referido por los primeros pedagogos: J. A. Comenius, J. J. Rousseau y K. D. Ushinski, entre otros, los cuales destacaron su importancia en el carácter intuitivo de la enseñanza.[10]
Por otra parte los análisis realizados en torno a la cultura y su necesario incremento se nutren de los enfoques psicológicos de Vigotsky, los que adquieren una gran dimensión cuando se valora por él la ley genética del desarrollo cultural de la forma siguiente: "Cualquier función en el desarrollo cultural aparece en escena dos veces, en dos planos: primero como algo social, después como algo psicológico; primero entre la gente como una categoría intersíquica, después, dentro como una categoría intrasíquica".[11]
En este sentido se determina que:
El desarrollo de la cultura no ha de basarse solamente en el progreso ya alcanzado por el director, sino que teniéndolo en cuenta, se proyecta hacia lo que el director debe lograr en el futuro como producto de ese propio proceso, es decir, haciendo realidad las posibilidades que se expresan en la llamada zona de posible desarrollo.
La situación social en que los directores se desarrollan constituye un elemento esencial en la organización y dirección del proceso de dirección.
La actividad que el director realiza en interacción social con el colectivo que dirige y la comunidad y su entorno.
En el proceso de interacción y actividad en colaboración con los otros ocurre el proceso de apropiación de los valores de la cultura material y espiritual.
Por ultimo se juzga que si la cultura representa para cada director un momento histórico determinado, la formación personal específica responde a las características históricas y socialmente condicionadas.
Relativo a la concepción se define además el crecimiento diversificado teniendo en cuenta los componentes que conforman la Cultura Integral de Dirección, los cuales tienen su génesis en las formas de la conciencia social y los propios procesos sociales que se dan en el desarrollo de la sociedad en cualquiera de las etapas que se analice y, por ende, se identifican en el director; los mismos son de naturaleza diferente, y son analizados, valorados y criticados desde otras ciencias.
El crecimiento, desde el punto de vista psicológico, trata el aumento del aprendizaje, las capacidades y las actitudes de un individuo, el mismo se define "como el proceso de cambio y transformación que se produce en los contenidos y funciones psicológicos de la personalidad, que permite un nivel superior de regulación y autorregulación comportamental e implica, a partir de las exigencias de la sociedad, una mejor relación con su medio, con las otras personas y consigo mismo"[12] Puntualmente la psicología de la Cultura estudia la toma de la conciencia a través de la conducta individual y social.
La diversidad por su parte, según los diccionarios de la lengua española, contempla la variedad, hacer diversa una cosa de otra, es decir, fenómenos que no son semejantes. En este mismo sentido, se utiliza la diversificación, como la diferencia de varios factores que determinen una integridad en la toma de decisiones.
Al constituir los componentes de la Cultura Integral de Dirección, elementos que se manifiestan en los modos de actuación del director, indistintamente y dispersos, la necesidad queda sujeta al crecimiento en los distintos núcleos para estrechar el nivel de relación y funcionalidad de los mismos, considerándose el proceso de interiorización un sistema abierto que posibilite ser enriquecido pensándose en la contextualización de un momento histórico concreto.
En tal sentido se proponen los siguientes factores y objetivos estratégicos que permiten la evaluación y desempeño de la actividad que realiza el director
Preparación y Superación.
Objetivo: Extender la preparación y superación de los directores de las escuelas en función del desarrollo de una Cultura Integral de Dirección que fortalezca su intervención adecuada en el proceso de dirección.
Implicación consciente en el proceso de dirección.
Objetivo: Lograr una influencia directa del director como principal protagonista en todos y cada uno de los procesos que se dan en la escuela.
Negociación y comunicación con el colectivo que dirige y la comunidad.
Objetivo: Lograr que la actividad de negociación y la adecuada comunicación sean pilares en el desarrollo de la actividad de dirección que realiza el director en la escuela.
Actualización para tratar y analizar la información.
Objetivo: Lograr que la influencia del director en el proceso de dirección, se desarrolle sobre la base de la actualización sistemática sobre los fenómenos cambiantes que operan en el desarrollo social y su incidencia en la escuela.
Toma de decisiones adecuadas en el manejo de conflictos.
Objetivo: Lograr que la intervención del director en el proceso de dirección de los centros politécnicos se desarrolle sobre la base de una toma de decisiones acertadas y la comunicación adecuada.
Conclusiones
La monografía expone de manera coherente y articulada un grupo de factores que permiten la determinación de la concepción "Cultura Integral de Dirección para los directivos educacionales" en los procesos formativos de tipo general y específico en los dirigentes; la analiza como un nuevo concepto en el cuerpo teórico de la Dirección Científica Educacional por lo que, declara la importancia de socializar y generalizar la misma para la formación del directivo de la escuela cubana y latinoamericana teniendo en cuenta su incidencia en el proceso de autodirección social.
Síntesis Curricular de la autora:
Aymara de los Angeles Gerabel Rodríguez, nacida en Camagüey, Cuba el 3 de abril de 1979, Doctora en Ciencias Pedagógicas y profesora Asistente de la universidad pedagógica "José Martí". Graduada de Técnico Medio en Economía General del Trabajo en el año 1997, como Licenciada en Educación en la especialidad de Economía en el año 2002 y Doctora en Ciencias Pedagógicas en el año 2010. Ha desarrollado investigaciones relacionadas con el proceso de formación de los profesionales de la economía para la educación técnica y superior entre las que se destacan: "Preparación de los docentes en el SISCONT: Propuesta de ejercicios y orientaciones Metodológicas"; "Estrategia para el desarrollo de la Cultura Integral de Dirección en los directores de la Educación Técnica y Profesional"; "Actividades para elevar el aprendizaje de los estudiantes de Economía tercer año en la asignatura Contabilidad potenciando la Cultura Económica". "Propuesta de tareas docentes relacionadas con el sistema bancario en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la unidad 10. Los medios monetarios en la asignatura Contabilidad"; "Propuesta de acciones para la preparación y superación de los economistas de la empresa Tínima de Camagüey"; "La Cultura Integral de Dirección, realidad cubana y paradigma de la dirección educacional latinoamericana". Su actividad científica es reconocida nacional e internacionalmente por su activa participación en eventos de este tipo, además de recibir la Condecoración Nacional "Sello Forjadores del Futuro". Su actividad profesional posee un matiz importante como cuadro de dirección al formar parte de la Reserva Especial Pedagógica y haber dirigido instituciones docentes; en la actualidad se desempeña como Jefa del Departamento docente de Economía en la UCP "José Martí".
Autora:
Dra. C. Aymara de los Ángeles Gerabel Rodríguez.
[1] EFERENCIA BIBLIOGRÁFICA Chávez Rodríguez . Justo A. (1992) Del Ideario Pedagógico de José de la Luz y Caballero. Editorial Pueblo y Educación. Ciudad de la Habana. P-101.
[2] Castro Ruz. F, (1964) Discurso en el acto de clausura de la Plenaria Nacional del Transporte. Revolución, La Habana, 2 de noviembre. Guevara de la Serna, E. (1977) La guerra de guerrillas (1960). En escritos y discursos, 9 tomos, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, tomo 1. ____________. (1977) El Socialismo y el hombre en Cuba, Escritos y Discursos. Editorial Ciencias Sociales, La Habana, tomo 8. Limia David, M. (2005) Acercamiento a la conceptualización de las relaciones dirigentes-dirigidos en el pensamiento de Raúl Castro, Estudios Sociales y Humanísticos, Consejo de Ciencias Sociales, CITMA, La Habana, 1(1), 24-49. Hart Dávalos, (2001) A. Che, un excelente administrador socialista, Granma, La Habana, 18 de julio. Monal, I. y O. Miranda. (2002) Bosquejo de las ideas en Cuba hasta finales del siglo XIX. En pensamiento cubano siglo XIX (antologías), Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 2002. Roca, B. (1933) El V Pleno de Comité Central y la organización del Partido. Septiembre de 1933 (inédito), Documento, Fondo del Primer Partido, archivo del Instituto de Historia de Cuba, La Habana. ____________. (1960) Los fundamentos del socialismo en Cuba, Ediciones Populares, La Habana. Rodríguez, C. R. (1987) José Martí contemporáneo y compañero. En Letra con Filo, tomo 3, ob.cit. ____________. (1983-1987) Letra con Filo, tomos 1,2 y 3, Editorial Ciencias Sociales y Ediciones Unión, La Habana.
[3] José de la Luz y Caballero. Aforismos.
[4] Conocimientos limitados de los métodos y estilos de dirección, por lo cual su utilización resulta deficiente, prevaleciendo estilos y métodos relacionados con el conductismo. La preparación en el orden político-ideológico, que determina la conducción adecuada del trabajo político-ideológico en la escuela, resulta insuficiente. Los conocimientos que en el orden económico se exigen para desarrollar un adecuado control de los recursos. Los conocimientos requeridos para propiciar el trabajo científico-investigativo. Desarrollo de habilidades para ejercer las funciones de la dirección, con énfasis en el control a la estructura de dirección. Conocimiento necesario de la teoría de la dirección para lograr la integralidad en la toma de decisiones.
[5] Tomado del acto de defensa de la tesis en opción al grado científico de Doctor en Ciencias Pedagógicas del Cáp. De Frag. MSc. Alfredo Cueto Leyva. Academia Naval “Granma”, este criterio es de la autoría del Dr. C. Manuel Silva Rodríguez y la Dr.C. Gudelia Ortega.
[6] Gerabel Rodríguez Aymara de los A. Estudios sobre la Cultura Integral de Dirección para los directivos educacionales. Material digitalizado. 2004. Pág. 6.
[7] Fenómeno histórico concreto que se desarrolla a través de un proceso mediante el cual el director se hace acreedor de un sistema de conocimientos, preparación multifacética, desarrollo de hábitos, habilidades, capacidades, convicciones y niveles de activismo al plantearse objetivos, según la contextualización socioeconómica de la Educación Técnica y Profesional y condicionándola a las características del mundo de las profesiones y los empleos.
[8] Gramsci Antonio. (1961) La formación de los intelectuales. Editorial Grijalbo, S.A. México. P-91.
[9] Labarrere Reyes. Guillermina. (2001) Pedagogía. Editorial Pueblo y Educación. Ciudad de la Habana. P.158.
[10] Labarrere Reyes. Guillermina. (2001) Pedagogía. Editorial Pueblo y Educación. Ciudad de la Habana. P. 56-71. V. I. Lenin: Tareas de las Juventudes Comunistas, p. 11. J. A. Comenio: Didáctica Magna. P. 195.
[11] López Hurtado. Josefina. (1987) “Vigencia de las ideas de L.S.Vigotsky”. Obra citada p-161
[12] Pérez Martín, L. (2004) Aprendizaje Formativo y Crecimiento Personal. Editorial Pueblo y Educación. Ciudad de la Habana. P 130.