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El perfil del docente universitario


Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Formulación del problema
  3. Marco teórico
  4. Marco conceptual
  5. Conclusiones
  6. Bibliografía
  7. Anexos

Introducción

Cuando hablamos de perfil del docente universitario estamos pensando en un profesor que se encuentra en plena formación o ya en ejercicio profesional, por lo que los programas formativos deberían considerar las propiedades de lo que en otros niveles educativos se denomina programas de desarrollo profesional. La denominación de este ámbito de la carrera profesional del docente universitario tiene varias acepciones: perfeccionamiento del profesorado; formación continua; formación permanente del profesorado; entrenamiento, perfeccionamiento o formación en servicio (in?service training); reciclaje de los docentes, etc. De todas, la más general y por tanto la que más universalmente se está utilizando es la de "desarrollo profesional".

Las transformaciones que se han planteado en la Educación Universitaria van dirigidas a lograr profesionales con sólida formación general e integral independientes y capaces de enfrentar creativamente situaciones diversas en sus respectivas áreas. Para alcanzar este propósito es fundamental el accionar del profesor universitario, quien dotado de un adecuado perfil profesional y de las herramientas didácticas adecuadas será capaz de lograr aprendizajes duraderos. El trabajo se propone como objetivo: Valorar la relación que guarda el desempeño del profesor universitario con el aprendizaje de los estudiantes. Destaca la intervención del profesor en el proceso de aprendizaje como orientador y su rol puntual en la calidad del aprendizaje resultante.

Podemos afirmar que, si bien es cierto que todo Docente Universitario tiene un "Perfil", adquirido por su propia experiencia, sea este apropiado o no; pero en la realidad, partiendo de una simple observación, en la mayoría de docentes, podemos precisar que no existe en la mayoría de ellos un Perfil profesional adecuado para ejercer la Docencia Universitaria[1]

Para aclara esta afirmación que sostenemos, es necesario recurrir al concepto de "perfil", según el Diccionario de la Lengua Española, entre los diferentes conceptos que da a este término, cita: "Conjunto de rasgos peculiares que caracterizan a alguien o algo"[2].

Esta afirmación queda evidenciado en una rápida evaluación de los Docentes Universitarios que conforman la Plana Docente de las Universidades; en el sentido, primero, podemos sostener que existe falta de preparación para ejercer el ministerio de la Docencia; segundo, no existe congruencia de la formación didáctica universitaria y del manejo de los cursos de su especialidad, respecto a los docentes aludidos, por citar, a modo de ejemplo, a un docente de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, especialista en materia penal, se le asigna materias lectivas en materia civil, laboral u otra asignatura; pero, debemos preguntarnos por qué se da esta situación, muy particular y lamentable, por cierto.

Sencillamente, porque, los Coordinadores o responsables de las diferentes Escuelas Académicas de las Universidades, pese a que puede estar preparado para hacerlo, no realiza la calificación debida y/o adecuadamente al Docente Universitario, para asignarle tal o cual asignatura, de acuerdo a su experiencia profesional, y a su "perfil profesional docente"[3]. Esto es demostrable, con la simple observación en la selección de los Docentes en las Universidades.

El Dr. Jaime Honorio Durand, docente universitario de la Escuela de Postgrado de la Universidad Privada "San Pedro", con Sede en la ciudad de Chimbote, al prologar el ensayo intitulado "El Perfil Profesional del Docente Universitario", realizado por el autor del presente trabajo, con suma preocupación, manifiesta lo siguiente: "Para nadie que está inmerso en el mundo académico universitario debe escapársele la responsabilidad que tenemos con la sociedad de rendir cuentas por el encargo en la formación de recursos humanos. Ello nos lleva a la necesidad de realizarnos algunos cuestionamientos, cuya respuesta debe influir con meridiana claridad. Se está respondiendo a los requerimientos sociales?, si la respuesta fuera positiva, inmediatamente surge otras interrogantes, si esto fuera así, cómo entonces se explica la falta de calidad y competencias de egresados), pues, aquéllos problemas sociales cada vez son mayores y las brechas derivadas del campo del conocimiento son enormes, respecto a los países desarrollados y en vías de desarrollo?. (…). Para el mundo actual, donde la velocidad de duplicidad del conocimiento es cada vez más acelerado, se ha diseñado un adecuado perfil del docente?. Se han determinado sus competencias. ¿Qué tipo de docente requiere la universidad para cumplir con su responsabilidad?.¿Se ha realizado la revisión del currículo, en armonía con la realidad social?. No olvidemos que el docente es un insumo especial para el proceso de educación. (…). ¿El docente sabe su rol actual?. ¿Realmente está capacitado y domina la didáctica?. ¿Es consciente que su rol es de facilitador, pero que este nuevo rol es de mayor responsabilidad, que el ser un mero transmisor de información?. (…) El docente enseña a aprender, para que el estudiante aprenda a aprender y se cumpla la educación de por vida y para la vida, cumpliendo los postulados de saber, saber hacer, querer hacer y saber convivir. (…) En este ensayo el autor trata de sistematizar la problemática, que de por sí es una avance, sirviendo como base para continuar la reflexión. Esperando que continúe y profundice el tema tratado"[4].

Ya lo hemos manifestado en el punto anterior, al conceptuar "perfil", en este caso del Docente Universitario, éste debe reunir ciertas cualidades para ejercer la Docencia Universitaria en las Universidades; sin embargo, la carencia de un perfil profesional docente adecuado, se debe a la falta de preparación en Docencia Universitaria, que puede ser por falta de instituciones educativas donde pueda instruirse a los profesionales con vocación docente; y no sólo es problema de esta Universidad, sino de la mayoría de las Universidades del país.

Además, podemos afirmar que, en el Sistema Educativo actual en el país, no ha considerado cursos de nivelación académica en Docencia Universitaria, que podría ser una alternativa de solución. Claro está que, si se capacitaran en post grados en maestrías o doctorados, sería mucho mejor[5]

Esta situación puede llevar a que los alumnos interpreten que no existe seriedad en el desarrollo académico en las Universidades; como consecuencia de ello, es posible la deserción del alumnado de las diferentes Escuela académicas de esta, como ha sucedido en varias de ellas, recurriendo a otras Universidades que tienen mejor imagen, o consideran que los Docentes de éstas, están mejor preparados para el dictado de los cursos que incluye la currícula de las citadas Facultades. Además, esta situación conllevará, a que muchos alumnos terminen su carrera profesional sin una buena formación profesional.

Como consecuencia de ello, se hace necesario seleccionar a los profesionales de las diferentes carreras académicas con un perfil profesional adecuado[6]para la Docencia Universitaria, dependiendo de la especialidad y del tiempo de ejercicio en la profesión para asignar al docente tal o cual asignatura; por ello, se debe ser consciente en la calificación del postulante a la docencia universitaria en las Universidades. También, se deben extender y difundir más el dictado de Maestrías y/o Doctorados en Docencia Universitaria, como se viene realizando a la fecha.

En cuanto a motivación y orientación profesional en la Educación Superior, creo que este tema está íntimamente ligado a la formación profesional recibida en las Universidades del estudiante de las diferentes carreras académicas, en particular, por ser tema de estudio del presente proyecto de investigación, y las exigencias profesionales, lograda a partir del perfeccionamiento curricular universitario sustentado en la necesaria unidad del estudio y el trabajo, en la definición e integración de 3 componentes curriculares: el académico, el investigativo y el laboral, que posibilitan el acercamiento progresivo del estudiante desde el primer año de estudios al objeto de la profesión. Para ello, el Sistema Educativo, y en particular cada Universidad, está en la obligación, más aún –creo yo– en el "deber moral" de[7]

  • A) Fortalecer la Orientación Profesional en el Proceso de Formación Profesional Docente; entre lo que destacaría, que el rol del Docente Universitario, es la de facilitador, guía, orientador, y no un mero transmisor de conocimientos.

  • B) Fortalecer la integración entre lo académico, lo investigativo y lo laboral.

  • C) Fortalecer el vínculo entre Universidad y los centros laborales.

  • D) Alentar al Docente Universitario para seguir post grados en Docencia Universitaria.

Y creemos, por último, un criterio muy personal, Fortalecer la Educación de valores en el Contexto Universitario.

Como resultado de lo anteriormente expuesto, tendremos como lo siguiente[8]

  • A) Un Docente Universitario con un perfil profesional adecuado, para ejercer el ministerio de la Docencia Universitaria.

  • B) Profesionales egresados con capacidad de saber qué quiere hacer de su profesión, entre ellos, el ejercicio de la Docencia Universitaria.

  • C) Profesionales egresados con capacidad de investigación científica.

  • D) Profesionales egresados con actitudes y aptitudes de aplicar valores, ya sabido, desnaturalizados desde tiempo atrás.

Profesionales egresados con actitudes y aptitudes de saber que su rol es la de facilitador y no un mero transmisor de conocimientos.

Entonces, podríamos afirmar que, si bien es cierto que todo Docente Universitario tiene un "Perfil", adquirido por su propia experiencia, sea este apropiado o no; pero en la realidad, no existe en él un "Perfil" adecuado" para ejercer la Docencia Universitaria en las Universidades del Perú.

Esta afirmación queda evidenciado en una rápida evaluación de los Docentes Universitarios que conforman las planas Docentes de las diversas Facultades de las diferentes Universidades del Perú; en el sentido, primero, podemos sostener que existe falta de preparación para ejercer el ministerio de la Docencia; segundo, no existe congruencia de la formación didáctica universitaria y del manejo de los cursos de su especialidad, respecto a los docentes aludidos, por citar, a modo de ejemplo, a un docente especialista en materia penal, se le asigna materias lectivas en materia civil, laboral u otro curso.

Ya lo hemos manifestado en el punto anterior, al conceptuar "perfil", en este caso del Docente Universitario, éste debe reunir ciertas cualidades para ejercer la Docencia Universitaria; sin embargo, la carencia de un adecuado "perfil" se debe a la falta de preparación en Docencia Universitaria, que puede ser por falta de instituciones educativas donde pueda instruirse a los profesionales con vocación docente. Además, podemos afirmar que, en el Sistema Educativo actual en el país, no ha considerado cursos de nivelación académica en Docencia Universitaria, que podría ser una alternativa de solución.

Como consecuencia de ello, se hace necesario seleccionar al profesional en Derecho (Abogado) con un "perfil" adecuado para la Docencia Universitaria, dependiendo de la especialidad y del tiempo de ejercicio en la profesión para asignar al docente tal o cual curso; para ello, se debe ser consciente en la calificación del postulante a la docencia universitaria. Además, deben extender y difundir más el dictado de Maestrías y/o Doctorados en Docencia Universitaria, como se viene haciendo a la fecha.

El Docente Universitario, es aquel profesional que ha de provocar procesos de aprendizaje en el aula, conocer la dinámica de la misma, seleccionar y organizar contenidos, facilitar el surgimiento y la formulación de interrogantes, alimentar la discusión y el debate, mesurado, por supuesto.

Para aprender a mejorar su práctica profesional, el docente ha de constar sus teorías previas con las evidencias de una reflexión rigurosa sobre su quehacer.

La actividad del Docente Universitario no puede regirse por la rutina o por la aplicación mimética o imitación de teorías que otros han elaborado para situaciones concretas. De ser así, el docente se convertiría en un simple ejecutor.

Formulación del problema

¿Cuál es el perfil profesional adecuado los Docentes de las diferentes Universidades. Y de qué manera contribuiría y/o fortalecería a que dichas Universidades de que los Docentes cuenten con el perfil profesional adecuado?.

Hemos afirmado, inicialmente, con suficiente capacidad de demostrarlo, y que además es ampliamente conocido que la mayoría de los Docentes de las diferentes Universidades, no poseen un Perfil profesional docente adecuado, a fin de ejercer la Docencia Universitaria en cada Universidad[9]

Podemos afirmar que, resulta necesario que la aplicación de un Sistema Educativo, en cualquier Centro Universitario, en particular, el tema de investigación, que nos importa, en las diferentes Universidades, la mayoría de sus Docentes no cuentan con un Perfil profesional adecuado, para ejercer el ministerio de la Docencia Universitaria.

Asimismo, nos preguntaríamos, ¿cuántos de ellos realizan o han realizado trabajos de investigación?.

Del mismo modo, cuántos de ellos conocen si su rol como Docentes Universitarios; quien debe ser la de un facilitador y no un mero transmisor de conocimientos; mejor dicho, cuántos de ellos manejan la didáctica horizontal, en reemplazo de la desfasada didáctica vertical, es decir, ser solamente simples "monólogos" en el dictado de sus clases?.[10]

La maestra Sahily Santander Rodríguez, en su monografía: "El Desempeño Del Profesor Universitario en los resultados del aprendizaje en Cuba"[11], nos manifiesta que para este fin cobra una gran significación la gestión de la didáctica o lo que es lo mismo el desarrollo del trabajo metodológico, esto posibilita optimizar el proceso y cumplir los objetivos trazados. Se realiza, con enfoque de sistema, desde lo individual hasta el colectivo.

Desde el colectivo comprende las categorías: Carrera, disciplina, año, asignatura y tema. Destacándose los cuatro primeros como básicos en este trabajo metodológico.

Desde lo individual significa la auto preparación del profesor en los aspectos didácticos de la asignatura, concibiendo los objetivos, los contenidos, así como los medios, métodos y las formas organizativas.

No puede pensarse en un profesor universitario que desconozca los componentes del Proceso Docente Educativo y cómo utilizarlos. Para lograr la efectividad de la formación dentro del modelo pedagógico y transitar positivamente hacia el cumplimiento de la Misión de la Nueva Universidad Cubana, es imponderable la necesidad de contar con un personal docente dotado con la información y las herramientas que consigan un Proceso Docente Educativo con calidad.

El Proceso Docente Educativo, denominado por algunos autores también, como proceso de enseñanza presenta diversos componentes o categorías:

El objetivo es el elemento rector del proceso, determinando la relación con los demás componentes, en él la cuestión latente es ¿Para qué se aprende y enseña? Resume las metas, lo que se desea alcanzar, lo ideal; guardan estrecha relación con los niveles de asimilación del contenido: familiarización, reproducción o nivel de aplicación y creatividad.

La labor del profesor tiene un carácter relevante, ya que se convierte en orientador del aprendizaje, en guía que conduce al estudiante hacia el logro de sus metas, sin embargo esta relación debe definirse sin imposiciones, con confianza. Desde su experiencia establece empatía con el estudiante y logra un ambiente en el que la comunicación fluya y exista respeto mutuo. Propiciando a través de esto la instrucción y la educación.

El resultado está dirigido hacia conocer ¿en qué grado se aprendió? Se obtiene a través de la evaluación.

En este sentido el docente universitario tiene que ser un conocedor no solo de la materia que se evalúa es decir del contenido estudiado, sino que también debe dominar presupuestos teóricos y metodológicos de la psicología y la pedagogía que le posibiliten potenciar el desarrollo de la personalidad del estudiante, partiendo de que el error es aceptado como parte del aprendizaje.

Otro aspecto a no ser desapercibido por el profesor es que la evaluación constituye un punto de partida importante para el desarrollo de todo el proceso de enseñanza aprendizaje, que se subordina y a la vez complementa los otros componentes del proceso.

El método: Implica el sistema de actividades que se ejecuta para alcanzar los objetivos propuestos. La interrogante es ¿Cómo se enseña?.

El profesor como animador y facilitador de la creatividad de los alumnos se apoya en los métodos de enseñanza, estos son considerados grupales, participativos y problemáticos, se encuentran en dirección de lograr la independencia y el desarrollo de capacidades en los estudiantes, llevándolos hacia la reflexión, la creatividad y a tener iniciativas en la búsqueda de soluciones a los problemas de aprendizaje. Teniendo en cuenta las características individuales de cada uno y del grupo en general, para hacer más efectiva su influencia educativa.

La forma, es la estructura externa del proceso, que adquiere como resultado de su organización para alcanzar el objetivo. Está dirigida al dónde y cuándo se desarrolla. Comprende los recursos humanos y materiales que se poseen.

En la universalización de los estudios superiores se conciben tres formas esenciales para el desarrollo del aprendizaje, estas son:

? Tutorías: En esta labor cada estudiante tiene asignado un tutor que es el que lo ayuda, lo guía para alcanzar su proyecto de vida en la carrera universitaria. El profesor de manera individualizada guía y colabora con el estudiante para lograr cumplir con su proyecto de vida. Además participa en la confección y discusión del Proyecto educativo de uno.

? Clases: Se presentan indistintamente como conferencias, seminarios, clases teórico prácticas, sin embargo la forma más utilizada es el encuentro. En este sentido el dominio de la metodología a emplearse es primordial para el aprendizaje de los contenidos. Tienen como objetivo brindarle al estudiante una información esencial sobre los contenidos de estudio, guiarlos cómo utilizar la bibliografía, en la orientación para el autoestudio indicarles cuál es la bibliografía a utilizar tanto básica como complementaria.

? Consultas: Tienen como propósito aclarar las dudas presentadas durante el autoestudio de los alumnos. También es un espacio para indicarle cuán provechosa le fue esta y emplazarlo a continuar o modificar el método de autoestudio empleado. Es un marco ideal para establecer una adecuada comunicación con el estudiante.

En cada uno de estas actividades el profesor se enfrenta a situaciones inesperadas, para las que debe aportar soluciones efectivas para el proceso, por ello su capacidad creativa es en consecuencia un factor de suma importancia en el PDE. Tiene, además la responsabilidad de asesorarlos, brindarles las ayudas pedagógicas pertinentes que le faciliten vencer los objetivos propuestos en cada etapa.

El medio de enseñanza es un componente operacional que manifiesta el modo de expresarse el método a través de distintos tipos de objetos materiales; la palabra de los sujetos, el pizarrón, los medios audiovisuales, el equipamiento de laboratorios, etc.

En este sentido la maestría del docente se pone a prueba, como se ha dicho son múltiples los medios a utilizar para incitar el aprendizaje, todos en relación con el resto de los componentes del PDE, sin embargo hay un elemento que deviene en eficaz mediador en este proceso y es la figura del profesor.

El profesor universitario debe estar consciente que él trasmite un mensaje a los estudiantes, desde su actitud, postura, la forma de vestir, hasta el tono de la voz empleado.

Y por último, por así decirlo, cuántos de ellos poseen actitudes y aptitudes de aplicar valores, tratando de recuperar los ya desnaturalizados desde tiempo atrás[12]

Marco teórico

Como ya se dijo, según el Diccionario de la Lengua Española, editado por la Real Academia Española, "Perfil", entre los diferentes conceptos que da a este término, podemos mencionar que significa: "Conjunto de rasgos peculiares que caracterizan a alguien o algo"[13].

"Docente", según la misma fuente bibliográfica, significa: "Que enseña; perteneciente o relativo a la enseñanza". "Enseñanza", está referido a: "Sistema y método de dar instrucción. Conjunto de conocimiento, principios, ideas, etc., que se enseñan a alguien"[14]. Según Manuel Ossorio, "Docente", es: "El que enseña; como el maestro, el profesor, el catedrático"[15]. "Enseñar", según la primera fuente bibliográfica citada, significa: "Instruir, adoctrinar, amaestrar con reglas o preceptos"[16].

Con los conceptos antes citados, podemos esbozar sobre el perfil profesional adecuado del Docente Universitario", exponiendo lo siguiente: El perfil profesional adecuado del Docente Universitario, está dado por un conjunto determinado de cualidades que todo docente debe adquirir, a fin de transmitir conocimientos, principios, ideas, preceptos, etc.[17].

El Profesor MSc. Fabián Benzo, de la Facultad de Química en la Universidad de Rusia, sobre el tema hace algunas propuestas sobre el "perfil" de la carrera docente, trazándose objetivos, que enunciaremos los que nos resulta importante para nuestro trabajo, siendo estos: "a) Actualizar los criterios de evaluación de méritos para que se reconozca la opinión de un docente a seguir una carrera con un perfil determinado (enseñanza, investigación, extensión, asistencia técnica). b) Mejorar el aprovechamiento de las capacidades de los docentes, contando con docentes más motivados y mejor formados en actividades específicas de relevancia. (…)"[18].

El autor aludido, en la obra citada, fundamenta su propuesta en los siguientes fundamentos, que a continuación citamos los más relevantes: "3.1.) Lo que distingue a un docente universitario es la capacidad para generar conocimientos. Por esta razón, se considera que en algún momento de su carrera docente debe demostrar objetivamente que tiene esta capacidad. 3.2.) Dada la realidad actual, (…) no se puede dar el lujo de tener un docente que no dicte clases. Por lo tanto, la enseñanza es la única función que necesariamente debe todo docente. 3.3.) La propuesta contempla tanto al docente que le interesa desarrollarse en todas las áreas (enseñanza, investigación, extensión, asistencia técnica), como especializarse en alguna de ellas. (…)"[19].

"El perfil del profesorado universitario ha estado muy relacionado, a través de la historia, con el modelo de universidad imperante del momento, (medioeval, napoleónico, investigador-alemán). El docente su magisterio en función a modelos subyacentes de profesor-alumno: el modelo docente, tiene como característica principal, la transmisión del saber cómo algo dado y cerrado (memorismo, apuntes en clase, examen como único método de evaluación en clases, etc.). (…). Por otro lado el modelo investigador, ha puesto de relevancia que la gran importancia del proceso, estaría en la creación de conocimiento innovador, productivo, donde transmitir lo último sería lo verdaderamente lo importante y significativo en el rol del profesorado; la investigación sería la "niña bonita" y la docencia "carga", que de alguna manera hay que evitar, olvidando de paso tal vez, que la universidad no existiría sin el alumno. (…). …Detrás de todo esto se propone un nuevo modelo en educación, el de las universidades anglosajonas. El alumno es el centro de la acción docente: la evaluación de su trabajo, sus horas de estudio, de prácticas, trabajos en grupo tutorías, serán el eje de actuación con el alumno, quedando así relegado a un segundo plano la figura del profesor, pasando a ser un guía, orientador en la información relevante… (..).[20].

El Docente Universitario, es aquel profesional que ha de provocar procesos de aprendizaje en el aula, conocer la dinámica de la misma, seleccionar y organizar contenidos, facilitar el surgimiento y la formulación de interrogantes, alimentar la discusión y el debate, mesurado, por supuesto[21]

Sierra Bravo, en su trabajo de investigación científica, para optar el grado de doctoral, quien expresamente manifiesta en el sub tema de su obra, sobre "rasgos del método científico" que expresamente señala: "En esta descripción del método de investigación científico no sólo se comprenden sus distintas fases, sino de ellas se deriva su carácter complejo, especificado por los siguientes rasgos. (…) . e) a la vez es, inductivo y deductivo. Es inductivo en cuanto procede mediante la clasificación sistemática de los datos obtenidos durante la observación, con el fin de determinar las regularidades que presenta"[22].

En nuestra Constitución Política del Estado, en su artículo 18°, cuerpo normativo recogido por la Ley Universitaria (Ley Nº 23733)[23], en sus primeros preceptos de ésta, donde se precisa que: "La educación universitaria tiene como finalidad la formación profesional, la difusión cultural, la creación intelectual y artística y la investigación científica y tecnológica. (…)"[24].

Sobre el tema, el constitucionalista, Enrique Bernales, al comentar el artículo 18° de la Carta Magna, manifiesta que: "Con el artículo transcrito la Constitución de 1993 mantiene, como en su caso lo hizo la Carta de 1979, el tratamiento a nivel constitucional de los asuntos relativos a la Universidad. (…) En su afán de reducir el número de artículos de la nueva Carta, el constituyente ha agrupado a punto seguido un conjunto de materias que debieron merecer un tratamiento por separado, para una mejor comprensión de los asuntos pertinentes a la identidad universitaria. (…)"[25]. Agrega el autor citado, "La universidad es un centro de creación y difusión de conocimiento y cultura. (…) Por ello, los fines que le reconoce la primera parte del artículo 18° de la Carta, son los que efectivamente le corresponden. (…)"[26].

El mismo autor citado, en otra de sus obras nos menciona: "el espíritu creativo de la libertad académica, la investigación y el trabajo científico, no dependen de ningún señalamiento jurídico, aunque sea de nivel constitucional, antes bien, ese tipo de mención puede en la práctica generar situaciones de restricción e intolerancia"[27].

En la Universidad de Xalapa de México, el Área de Investigación en Educación Superior de la Facultad de Educación y Ciencias Humanísticas, han desarrollado un tema sobre el perfil profesional docente adecuado, materia de investigación, del cual podemos resumir algunos contenidos de dicho trabajo: "Teniendo en cómo certeza que la participación de los profesores es sustancial para el logro de calidad en la educación superior, en esta investigación se profundiza en la búsqueda de evidencias que permitan contestar ¿Cuál es el perfil del profesorado de la Universidad de Xalapa; ¿Cómo responde a los requerimientos actual es de la enseñanza superior?; ¿Cómo encuadra ante las necesidades de la Universidad de Xalapa?; ¿Hasta qué punto podemos hablar de la necesidad de la formación continua del profesorado?; ¿Cuáles son las ventajas y desventajas a las que se enfrentaría un programa de formación continua?;¿Es viable la aplicación de programas de formación continua?; ¿Qué líneas de formación se tendrían que contemplar?; y, ¿Cómo se formaría el programa de formación continua para los docentes?."[28].

Para aprender a mejorar su práctica profesional, el docente ha de constar sus teorías previas con las evidencias de una reflexión rigurosa sobre su quehacer[29]

La actividad del Docente Universitario no puede regirse por la rutina o por la aplicación mimética o imitación de teorías que otros han elaborado para situaciones concretas. De ser así, el docente se convertiría en un simple ejecutor[30]

Es la investigación de los Docentes sobre su propia práctica lo que se convierte en eficaz impulsora de la mejora profesional. Ha de comprender cómo se utiliza y elabora o reconstruye el conocimiento científico, cómo se resuelven situaciones inciertas y desconocidas, cómo se toman decisiones, cómo se experimentan hipótesis de trabajo, cómo se utilizan técnicas, instrumentos, procedimientos, recursos[31]

El Docente Universitario ha de favorecer y potenciar en el alumno la creación de destrezas cognitivas de alto nivel: crítica, especulación y dialéctica[32]

El perfil profesional adecuado del Docente Universitario, viene condicionado por un devenir histórico, marcado por el modelo educativo, institucional, legislativo y social del proceso docente. Su rol vendrá enmarcado en un modelo sistemático e interdisciplinar, donde la docencia, la investigación, su saber, saber hacer y querer hacer conformará su acción educativa[33]

Citando a Fernando Cortés, en su Ensayo intitulado: "Profissão: Professor: ¿Sábio, anjo ou demónio". Traducido al español, "Profesión: Profesor: ¿Sabio, ángel o demonio", nos manifiesta, que para el presente trabajo resulta de vital importancia su punto de vista sobre la formación profesional y su "perfil", expresando lo siguiente: "Quiero con ello insinuar –al preguntarse inicialmente, si ¿El profesor es un generalista o un especialista?– que de sabios, de locos y de aprendices todos los profesores deben tener un poco y que la disponibilidad para el hetero?aprendizaje es hoy una contingencia necesaria para la supervivencia de la especie social en que se construyó el profesorado. En otras palabras: sólo está en condiciones de enseñar quien está disponible para aprender permanentemente. (…) Ahora, preguntémonos: ¿qué sabe el profesor? Sabe, con seguridad, de su especialidad (por lo menos académica y científicamente a ella está vinculado); como persona (única e intransmisible) sabe de sí mismo y como ciudadano sabe también de los demás. (…)"[34].

La preparación integral en la nueva universidad implica transmitir a los estudiantes no sólo conocimientos, sino también valores, partiendo de que estos están relacionados con contenidos idénticos, que implican emociones, afectos y constituyen la expresión legítima del sujeto que los asume, por lo que su desarrollo marcará las pautas a seguir a los futuros profesionales.

Además se les garantizan espacios en los que puedan crecer profesionalmente y como seres humanos. Apoyando la necesidad de educar a la vez que se instruye, utilizando las posibilidades que brindan la sociedad y la comunidad universitaria. En este sentido resulta fundamental aprovechar el desarrollo de esta labor educativa desde el contenido de las disciplinas y las asignaturas.

Marco conceptual

Según el marco teórico descrito en punto precedente, podemos afirmar que gran mayoría de las investigaciones desarrolladas sobre la enseñanza superior se han realizado dentro del paradigma proceso-producto, analizando la conducta, aptitudes y actitudes; un perfil profesional adecuado y campos profesionales –en particular del Docente Universitario–, se manifiestan en función del tipo de conocimiento, destrezas, y actitudes; y que han de poseer ciertas cualidades, que las consideramos válidas, por citar[35]

1) Cognitivas; información básica, habilidad de razonamiento; capacidad de conocimiento.

2) Técnicas; destrezas físicas, manipulativas, esenciales para desarrollar la profesión.

3) Actitudinales; intereses, valores, ética, argumentos, racionalización, acción y resolución de problemas morales.

4) Psicosociales; interacciones humanas e interpersonales; comunicación entre colegas.

5) Socialización; internalización gradual de los valores de la profesión.

6) Destreza de aprendizaje; destrezas para decidir qué se necesita aprender, cómo aprenderlo y cuándo se ha aprendido.

La cognoscitiva, está dada básicamente en la capacidad de conocimiento que debe tener el docente, a efectos que el nivel de pensamiento han de ser promovidos en los alumnos, en la información básica, la habilidad de razonamiento, a efectos que aquél promueva en sus alumnos un nivel de pensamiento, crítico, analítico y dialéctico.

Las técnicas, son las características que debe poseer el docente, como son: destrezas físicas, manipulativas, esenciales para desarrollar la profesión de docente, estar capacitado y dominar la didáctica, como elemento esencial para formar adecuadamente a los nuevos profesionales que han de egresar de las instituciones de educación superior.

Las actitudinales; está constituido por intereses, valores, ética, argumentos, racionalización, acción y resolución de problemas morales. De allí que el docente no solamente debe serlo, sino también parecerlo.

Los psicosociales; están dados por las interacciones humanas e interpersonales, para con los demás que lo rodean y forman parte de su universo, esto es, su centro de labor académica, por citar, la comunicación entre sus colegas, el personal administrativo de quien depende.

La socialización; es la internalización gradual de los valores de la profesión, como docente.

La destreza de aprendizaje; constituye propiamente dicho en la habilidad para decidir qué se necesita aprender, cómo aprenderlo y cuándo se ha aprendido.

El perfil profesional adecuado de un docente, sea universitario o no, viene constituido por una confluencia entre "patrones internos", personales, formas de ser y concebir su profesión; y "patrones externos", sociales, académico que expresan el sentir de la sociedad, respecto qué se espera de él[36]

Los "patrones internos" de un docente, están dados por las cualidades personales, formas de ser y concebir su profesión como parte de su vocación, distinta pero a la vez complementaria a la vocación de la profesión que ejercen y se ha preparado.

Los "patrones externos" de un docente, están dados por factores sociales, académicos, que expresan el sentir de la sociedad, respecto qué se espera de él.

No resulta fácil afirmar que, la formación del Docente Universitario en nuestro país, ¡NO RESULTA SER EL MÁS ADECUADO![37], por lo que resulta necesario tomar como referencia lo que sucede en otros países más desarrollados, así por ejemplo:

1) Académica; asume que lo importante en la enseñanza es la transmisión de información; debiendo agregar además que el docente es consciente que su rol es más de facilitador, pero asumiendo que este nuevo rol es de mayor responsabilidad, que el ser mero transmisor de conocimientos.

2) Práctica; destaca el componente práctico de la enseñanza, artístico, de oficio y del docente como práctico.

3) Tecnológica; esta concepción se centra en que el docente ha de conocer y dominar la destreza de la enseñanza.

4) Personal; deriva de la psicología personalista, asume que prender a enseñar es un proceso construido para comprender, desarrollar y usar eficazmente en sí mismo.

5) Crítica?Social; asume una concepción del como un sujeto crítico con respecto al conocimiento.

Y para culminar, citaremos a Cecilia Rincón Berdugo, quien nos expresa en su trabajo desarrollado para la OIE "El Maestro Investigador y la Dignidad Profesional"[38], quien nos manifiesta que, Un maestro investigador tiene vocación y compromiso con el saber; es capaz de establecer un diálogo entre los saberes universales y locales, entre los saberes de los estudiantes y los de sí mismo.

El Maestro como sujeto pedagógico. En la actualidad asumir al maestro como sujeto pedagógico significa reconocer en él su condición humana, una condición cargada de simbolismo, de representaciones, de imaginarios que se hacen evidentes gracias al lenguaje y a las diferentes formas de comunicación, que como construcciones de su espíritu y de su acción como sujeto, se vuelven herramientas de conocimiento del mundo y posibilidad de constitución de la diversidad de mundos que se presentan en la escuela.

En este sentido, el maestro como sujeto pedagógico se constituye en relación con una práctica y con un discurso educativo, donde la acción pedagógica es productora de sujetos en un proceso de mediación con otros sujetos. Esta mediación se realiza por medio de una amalgama de significaciones y sentidos que orientan y determinan las acciones y dinamizan las relaciones entre el sujeto maestro, el sujeto estudiante y el mundo.

El maestro como sujeto pedagógico incursiona, entonces, en la dimensión cultural y comunicacional como formas de constitución del mundo escolar. Es decir, el maestro reconoce la fuerza de la subjetivación como elemento fundamental del proceso de humanización que debe realizar la educación y la formación; iniciando así un camino que debe ser recorrido por él como educador y por los estudiantes –niños, niñas y jóvenes– en el que reconocen la posibilidad de recrear y crear diferentes espacios culturales y ser creadores de sí mismos y de nuevas experiencias.

En este contexto, el sujeto pedagógico tiene el deber de explicitar y argumentar la relación que se teje entre el educador, el estudiante y el conocimiento, vínculos que permiten construir las complejas situaciones educativas. Estas situaciones y circunstancias requieren de una pedagogía que haga explícitos los elementos y el orden de las acciones, y que se constituya en una estructura significante que articule los sentidos de los sujetos con los contextos culturales, que inculque una manera particular de ser y estar en el mundo en un tiempo histórico determinado.

En esta perspectiva, el maestro como profesional de la educación se constituye por excelencia en sujeto de experiencia que desarrolla no sólo una acción, sino que en un proceso reflexivo construye sentidos que le permiten entender la acción pedagógica como una acción social para la diversidad y la multiplicidad de formas de aprendizaje.

El maestro, entonces, se sitúa en una relación en la cual el sujeto materializa su experiencia en la vida cotidiana desde tres dimensiones: la cognitiva, que incluye las nociones que permiten al sujeto organizar su experiencia; la práctica, que establece las relaciones con los otros, con la naturaleza y las cosas; y la identitaria, que sitúa al sujeto en una relación de su subjetividad con la subjetividad del otro. Así, el maestro se posiciona como actor, con el poder de modificar su entorno material y social, de insertarse en unas relaciones sociales y transformarlas.

De este modo, la experiencia del maestro otorga a la escuela el sentido de vincular y rodear a los niños, a las niñas y a los jóvenes del ambiente cultural que les permita apropiarse de las herramientas fundamentales para insertarse en los diferentes grupos, enriqueciéndose en la diversidad y en la diferencia; para elegir y recorrer sus diversos caminos y dotar de sentido su relación con el mundo y con los otros.

Conclusiones

Con el resultado del trabajo, pretendemos que los responsables de las Facultades de Derecho y Ciencias Políticas de las Universidades del Perú, tengan los elementos necesarios y suficientes para poder seleccionar al profesional Docente, con un "perfil" adecuado para la Docencia Universitaria, dependiendo de la especialidad y del tiempo de ejercicio en la profesión para asignar al docente la materia electiva (cursos) de su especialidad y experiencia profesional.

Como resultado de lo anteriormente expuesto, tendremos como resultado:

Partes: 1, 2
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