- Antecedentes históricos
- Prolegómenos de la guerra del Chaco
- El conflicto
- Participación de la República Argentina en el conflicto
- Conclusiones
- Referencias bibliográficas
Antecedentes históricos
Las controversias surgidas entre Bolivia y Paraguay, son atribuibles a las pretensiones de ambos países sobre el Chaco Boreal. "En este sentido los Derechos Primitivos expuestos por Bolivia, emanan de la Colonia; cuyos dominios entonces de Almagro o Nueva Toledo, avanzaban por el Sur hasta el Paralelo 25°31"36"", región que comprendía la jurisdicción del Chaco Boreal.
Al fundarse la Audiencia de Charcas en 1.559, su territorio de 100 leguas a la redonda de La Plata o Chuquisaca, se incrementó en 1.563 con las zonas ocupadas por Manso y Chávez, fuera de otras que llegaron a incluirse.
Al fundarse la Provincia del Paraguay, con sus cuatro ciudades: Asunción, Villa Rica, Jerez y Concepción, no se incluyó el Chaco, marcando su límite arcifinio al oeste del río Paraguay, cuando esta Provincia pasó a la Audiencia de Charcas.
Posteriormente, al dividirse el Alto Perú en cuatro Intendencias, el Chaco Boreal fue agregado a la Intendencia de Santa Cruz, territorio que llegó a poseerlo desde la fundación de la Audiencia de Charcas con su Distrito de Chiquitos, gobernado por los jesuitas y sobre cuya base nació Bolivia a la vida independiente. Por su parte, el Paraguay consideraba el territorio geográfico del Chaco, hasta las Provincias de Cordillera y Chiquitos". [1]
Prolegómenos de la guerra del Chaco
El nivel de conflicto se remonta a partir del 10 de Mayo de 1.888, oportunidad en la cual se sucedieron altercados en el Fortín boliviano "Olimpo" [2]
A partir de 1.923, el Paraguay incrementó el número de Fortines ubicados en la frontera con Bolivia; es así que en 1.925, el Adjunto Militar de Bolivia en el Paraguay, Gral. Juan J. Fernández, elevó un informe sustancial dando cuenta de las actividades militares paraguayas en el Sector del Gran Chaco Boreal [3]
Esta información demostró su certeza e importancia el 26 de febrero de 1.927, circunstancia en la que se presentaron los primeros connatos armados con los incidentes de Fortín Sorpresa, por la incursión de un Oficial y tres soldados paraguayos al Fortín, situación que culminó con la muerte del Teniente paraguayo Adolfo Rojas Silva, a manos del soldado boliviano Froilán Tejerina.
Posteriormente, el 5 de Diciembre de 1.928, el Fortín boliviano "Vanguardia", fue tomado al asalto e incendiado por fuerzas paraguayas. Producto de esta acción, se creó el Comité de Investigaciones y Conciliación de Washington, entidad que a la culminación de una amplia investigación, dictó su fallo ordenando la reconstrucción del Fortín de parte de las Autoridades paraguayas.
El estado de fricción entre ambos países se agravó, y no obstante la intermediación de la Sociedad de las Naciones y otros gobernantes, las negociaciones no dieron los resultados deseados y se inició la guerra a mediados del año 1.932, debido a los sucesos acaecidos en "Laguna Chuquisaca".
El conflicto
El 15 de junio de 1.932, se produjo la primera acción bélica entre Bolivia y Paraguay, sobre "Laguna Chuquisaca" (en Paraguay se la conoce como "Laguna Pitiantuta", que significa "lugar del oso hormiguero muerto" en el idioma de los indios Chamacocos/Tomaraxos, que habitaban el lugar) [4]iniciándose uno de los mayores conflictos bélicos en América del Sur.
Durante el conflicto que dejó un saldo aproximado de 90.000 bajas en ambos ejércitos; soldados bolivianos y paraguayos demostraron valor, heroísmo y ferocidad en diferentes combates que concluyeron el 21 de julio de 1.938, con la firma del Tratado de Paz, Amistad y Límites, mediante el cual las Repúblicas de Bolivia y Paraguay; con el propósito de consolidar definitivamente la paz y poner término a los diferendos que dieron origen la conflicto armado del Chaco, e inspiradas en el deseo de prevenir futuros desacuerdos, ejecutaron el compromiso de concertar la paz definitiva, que ambas Repúblicas asumieron en el Protocolo de Paz del 12 de junio de 1.935 y en el Acta Protocolizada del 21 de enero de 1.936 [5]
Esta sangrienta conflagración, es una de las más grandes guerras que se hayan librado en Latinoamérica, en una tierra agreste y hostil, que tenía aparentemente; una codiciada reserva de petróleo, que involucraba intereses de la Standard Oil Company y la Royal Dutch Shell, quienes disputaban por el posible oro negro del Chaco.
Con este interés de por medio, el conflicto adquirió una rara visión en el sentido de que los beligerantes libraron una lucha que no les pertenecía, prueba de ello es que combatieron sin el odio enfermizo de otras contiendas bélicas; situación que no implica desmerecer el sacrificio demostrado por ambos contendientes en las ardientes arenas del Chaco.
Luego de tres interminables años de combates encarnizados, el Ejército Paraguayo avanzó hasta Villamontes, imponiendo un sitio.
A mediados de 1.935, oportunidad en la que ambos ejércitos se aprestaban a librar la mayor batalla de la guerra, y el Ejército de Bolivia se aprestaba a la contraofensiva; en Buenos Aires se suscribió, el 12 de junio de 1.935, un Protocolo creando la Comisión Militar Neutral, integrada por seis países, Argentina, Brasil, Chile, Estados Unidos, Perú y Uruguay. Esta Comisión tuvo por Mandato, la separación de fuerzas y la desmovilización de los Ejércitos, en tal sentido se logró el cese de fuego el 14 de junio. En una espontánea reacción, las tropas de ambos bandos corrieron a abrazarse.
Siguieron otros tres años de negociaciones diplomáticas durante los cuales se efectuaron sucesivas mediaciones de varios Estados como de la entonces denominada Sociedad de las Naciones, producto de ello el Tratado de Paz se firmó en Buenos Aires el 21 de julio de 1.938. En virtud de éste, el Paraguay obtuvo la mayoría del Chaco Boreal, aunque Bolivia retuvo los campos petrolíferos ya en explotación; la existencia de petróleo en otros sectores de esa zona probó ser mera especulación. Así, quedaba de manifiesto la dudosa utilidad de esta matanza [6]
Participación de la República Argentina en el conflicto
Como miembro componente de los Gobiernos Mediadores, y en su carácter de Arbitro de equidad, juntamente con las Repúblicas de Brasil, Chile, Estados Unidos de América, Perú y Uruguay, "la República Argentina participó directamente como país neutral en la resolución del conflicto de la Guerra del Chaco entre Bolivia y Paraguay, pero existían algunas evidencias que contribuyeron a confirmar las sospechas de la parcialidad argentina en el conflicto boliviano-paraguayo sobre el Chaco Boreal. Una de ellas es la carta que el ministro paraguayo en la Argentina, Vicente Rivarola, envió al Presidente de su país, Eusebio Ayala; afirmando:
La simpatía general de todas las poblaciones argentinas para la causa paraguaya, en contraposición a la antipatía general para Bolivia, tiene que facilitar enormemente el contrabando de guerra para nuestro país. La circunstancia de no traer materiales de Europa será motivo para que en este país nos los faciliten sin restricciones. Los intereses creados son siempre respetables, aparte de la amistad y la buena voluntad cada vez mayores del Presidente Justo y su gobierno" [7]
Al principio de la guerra, la legación de Bolivia en Buenos Aires no dejó de reclamar contra las constantes violaciones de la neutralidad argentina efectuadas por las propias autoridades de Buenos Aires. Pero estos reclamos bolivianos no obtuvieron ningún resultado.
A su vez, Rout afirma que más que un país neutral, la Argentina fue un beligerante cuidadosamente disfrazado de mediador durante la guerra del Chaco [8]
Durante buena parte de la misma, las autoridades de Buenos Aires aportaron al gobierno paraguayo inteligencia, información, medicinas y asistencia militar y financiera. Rogelio Ayala Moreira, en su libro Por qué no ganamos la guerra del Chaco, sostiene que el gobierno argentino envió préstamos al Paraguay por un monto de 6.000.000 de pesos [9]
A diferencia de los bolivianos, los historiadores paraguayos han sido reticentes en reconocer la colaboración argentina a las autoridades de Asunción. Pero a pesar de ello, existen evidencias de la asistencia argentina al Paraguay durante la guerra del Chaco, las cuales obligan a replantear hasta qué punto las autoridades de Buenos Aires fueron neutrales en el conflicto boliviano-paraguayo.
Una excepción es la escritora Beatriz R.A. de González Oddone, quien expresa en su libro "Testimonios Veteranos", lo siguiente:
"Y así se van develando hechos conocidos por muy pocos, como el de la solidaridad, con nuestra causa, del Servicio de Inteligencia de la República Argentina, que todas las noches, a las doce y media en punto; pasaba un parte del Estado Mayor Argentino, firmado por su Jefe, el Coronel Esteban Vacarezza, en el que se daba la opinión táctica y estratégica argentina, con la situación del día, y las apreciaciones de ese Estado Mayor para el futuro de las operaciones. Con ello conocíamos una cantidad importantísima de datos" [10]
Así, algunas empresas argentinas con intereses en Paraguay proporcionaron fondos para el esfuerzo bélico de este país. La Compañía Nicolás Mihanovich, cuya casa matriz estaba en Buenos Aires, otorgó un crédito de 500.000 pesos argentinos destinados al sector naviero, aunque retiró la oferta cuando los informes la dieron a conocer. Por su parte, la firma yerbatera argentina Larangeira donó 250.000 pesos paraguayos al gobierno de Asunción para la compra de equipos de aviación [11]
Hacia mayo de 1.935 la economía paraguaya, exhausta por el esfuerzo de la guerra, se había vuelto virtualmente dependiente de los productos argentinos, especialmente gasolina y bombas de artillería. Todo el trigo, la nafta y el fuel oil que consumió el ejército paraguayo durante los tres años de guerra le fueron facilitados gratuitamente por el gobierno argentino [12]
"Por cierto, el gobierno argentino envió ininterrumpidamente armas a Asunción a través del río Paraguay, mientras bloqueó la venta de productos a Bolivia a través del río Pilcomayo. Si el gobierno argentino hubiera decidido cerrar el trasbordo de bienes a Asunción a través del Paraguay, el suministro de armas se habría tornado imposible para el gobierno paraguayo.
Respecto de los materiales de guerra que el Paraguay adquiría en Europa, el Ministro paraguayo en Buenos Aires Vicente Rivarola relata en sus memorias:
Los elementos bélicos de Europa y Norteamérica eran trasbordados discretamente en la rada del puerto de Buenos Aires en lanchones de donde eran reembarcados con otro destino aparente, para luego ser conducidos a Asunción por medios reservados y seguros… con conocimiento y amistosa tolerancia de las autoridades argentinas.
Por el lado del transporte terrestre por los ferrocarriles del Estado o de cualquier otro medio, estaban igualmente previstas y organizadas las cosas perfectamente" [13].
Pero la falta de neutralidad de la República Argentina, se evidenció también en la participación de tropas que combatieron junto al Ejército paraguayo.
Una prueba de ello se materializa en un artículo editado el año 2.003, por el Ejército Argentino en la Revista Militar No. 175, escrito por el Gral. Jorge Gorleri, el mismo que se transcribe a continuación:
"La Guerra del Chaco entre Paraguay y Bolivia se fue gestando desde muchos años antes de que las Fuerzas Armadas Bolivianas ocuparan el fortín Carlos Antonio López, sobre la laguna de Pitiantuta, en junio de 1.932.
Allí se encontraba una pequeña guarnición paraguaya y el hecho marcó la iniciación de las hostilidades. Los residentes argentinos en el Paraguay y los paraguayos que querían a la Argentina ya en aquella época, se reunían en la Casa Argentina ubicada, aún hoy, en la Avenida Mariscal López de la ciudad de Asunción. Todos ellos decidieron contribuir al esfuerzo de guerra de la nación guaraní la cual no se encontraba en las mejores condiciones para iniciar la movilización.
Desde los tiempos de paz disponía de 3.000 hombres bajo bandera, mal armados, con fusiles españoles modelo 1.928, descalibrados, llamados "mata paraguayos", sin transportes ni equipos y con un servicio de sanidad desorganizado. El país carecía de industrias, las fábricas y talleres existentes eran rudimentarios. La situación se presentaba muy crítica.
En la Casa Argentina se decidió organizar un Regimiento de Caballería para incrementar el Orden de Batalla del Ejército del Chaco. Conseguida la autorización del Gobierno del Paraguay, decretos y leyes mediante, se dio comienzo, apresuradamente, a la organización del Regimiento 7 de Caballería, con el nombre de General San Martín.
La Casa Argentina se convirtió en centro de movilización; se recaudaron fondos, se compraron armamentos y organizó la provisión de uniformes, equipos y víveres. Desde tempranas horas, largas filas de voluntarios concurrieron a inscribirse para integrar el Regimiento, algunos desde Goya, Corrientes, Formosa y del Chaco Austral.
Entre la oficialidad se encontraban muchos argentinos, varios de los cuales se convirtieron en héroes durante la campaña. El Mayor argentino, Domingo Aguirre fue el Segundo Jefe del Regimiento, Aristigueta, Ortiz, Ochoa, Léxica, Barrera. Flores, Alvarenga, Chávez, fueron algunos de ellos.
El Mayor Francisco Vargas, Edecán del Presidente de Paraguay fue nombrado Jefe del Regimiento, habiéndose educado en la Argentina.
El 14 de noviembre de 1.932, el Regimiento "Gral. San Martín", se desplazaba al son de la marcha de San Lorenzo desde el Campamento de Cerro León hacia el Puerto de Asunción para embarcarse hacia el teatro de operaciones.
Al frente, la Bandera de Guerra con los colores paraguayos y con el bordado en oro del nombre del Libertador de América, despertaba la emoción del pueblo de Asunción. La enseña fue bordada y donada por la Madrina del Regimiento, Señorita Dora Gelosi.
Con un efectivo de 1.000 hombres el Regimiento fue embarcado en el Vapor Holanda, de la empresa Mihanovich, luego de 48 horas de navegación por el río Paraguay con rumbo al norte, desembarcó las tropas en Puerto Casado.
La penetración hacia el desierto chaqueño se produjo en un convoy ferroviario de trocha angosta, el cual cubrió 145 km. en 12 horas hasta llegar a punta de rieles. La recepción no fue nada cordial, puesto que a la bienvenida dada por los mosquitos y los mbariguis, en medio de un calor insoportable y nubes de polvareda, se sumaron tres aviones bolivianos que bombardearon y ametrallaron el lugar ocasionándole al regimiento su bautismo de fuego y ocasionándole 6 muertos y 15 heridos.
Con mucha tristeza se enteraron que harían la campaña desmontados, dado que no se proveerían caballos ni mulas. Caminando por charcos, esteros y por un espantoso desierto sin agua, debieron recorrer más de 250 km. hasta el frente de combate.
En diciembre de 1.933 el Regimiento cortó el camino Alihuatá Saavedra, contribuyendo a cerrar el cerco de dos Divisiones bolivianas, que debieron rendirse con más de 10.000 hombres. El fuerte ruido de motores que se escuchaba en una picada, era producido por dos tanques enemigos que avanzaban disparando con sus cañones y sus ametralladoras. Un tronco de corpulento quebracho derribado a hachazos por los soldados del "San Martín", cortó el paso de los tanques y sus tripulaciones cayeron en la emboscada.
Uno de esos tanques se exhibe en la plazoleta frente al Colegio Militar del Paraguay, en Asunción.
El Regimiento participó en las batallas de Fortín Toledo, Alihuatá, Cañada El Carmen, Algodonal y otras, llegando al final de la guerra, en 1.935, hasta los cerros andinos bolivianos, amenazando los pozos de petróleo del altiplano en el camino a Camiri.
Jóvenes oficiales argentinos quedaron para siempre en las caldeadas soledades chaqueñas. El Fortín Boliviano "Palmar Ustares" fue bautizado por el Comandante en Jefe del Ejército con el nombre del Tte. Evaristo Ochoa, correntino, caído al frente de su escuadrón, en el asalto a un nido de ametralladoras" [14]
Es pertinente señalar que después de las incursiones aéreas de parte de la Fuerza Aérea Boliviana, sobre Puerto Casado, el Gobierno argentino amenazo a Bolivia, expresando que no tolerarían bajas de sus civiles y enérgicamente insinuaron que quizás apoyarían a Paraguay si los ataques continuaban. Ante ese dilema, Bolivia sensatamente canceló los ataques aéreos. Desde ese momento en la campaña, el Cuerpo Aéreo Boliviano se utilizaría principalmente en el frente llevando a cabo misiones de reconocimiento, patrullaje aéreo y apoyo aéreo cercano [15]
Con referencia al hecho histórico descrito por el Gral. Jorge Gorleri; se sustenta esta narración con el relato concerniente a la Srta. Dora Gelosa, de nacionalidad argentina, Madrina de Guerra del Regimiento "General José de San Martín" [16]
"En el año 1.932 estalló la guerra del chaco entre dos naciones hermanas: Bolivia y Paraguay. Por entonces el ciudadano italiano Nazareno Gelosi, radicado en nuestro país desde fines del siglo XIX, pasaba sus inviernos desde tiempo atrás, por razones climáticas, en Asunción junto a su hija menor Dora, encontrándose por tal motivo vinculados social y afectivamente con su comunidad.
Esta mujer que en aquellos tiempos contaba con 27 años, frente a la acuciante demanda de tropas que existía en el vecino país, decide promover personalmente la creación de un Regimiento, más tarde el Nº 7 de Caballería, que integrarían 17 oficiales y 1.000 individuos de tropa; estos últimos reclutados la mayoría en Paraguay y algunos otros en territorio argentino.
El 17 agosto de 1.932, Dora Gelosi, impulsora y Madrina de Guerra del Regimiento Nº 7 de Caballería del Ejército del Paraguay, propuso que como homenaje al Libertador de medio continente americano, la Unidad llevara el nombre de General José de San Martín, lo cual fue aceptado por las autoridades castrenses y el Gobierno paraguayo.
Cuando el recientemente creado Regimiento, partía para el frente de combate recibió su Bandera de manos de su Madrina de Guerra, quien en el transcurso de su arenga expresó:
Sr. Comandante, Soldados:
Satisfago un deber y un anhelo profundo al poner hoy personalmente en vuestras manos aquí, sobre este suelo evocador y bajo la luz de este cielo esplendoroso, el Estandarte de Guerra del 7º Regimiento de Caballería José de San Martín que debe distinguirlo entre las unidades del Ejército paraguayo…. estoy segura Señor Comandante y señores soldados que cuando los valientes argentinos y paraguayos penetren en la tierra hollada por el invasor, los bosques del Paraguay legendario, cubiertos ya de gloria, se poblaran nuevamente de laureles, allí donde a su paso flamee el estandarte del RC. 7 Gral. José de San Martín, y terminó diciendo: Soldados ahijados de guerra: ¡Os dejo en manos de Dios y de la Patria!
En la ocasión y como reconocimiento a esta joven Argentina, le fue prendida al pecho la Flor de Aire de la Selva Paraguaya por el Capitán de Navío, Elías Ayala, General en Jefe del Ejército y Marina del Paraguay.
El regimiento, por su actuación, fue objeto de las más altas condecoraciones de la campaña: Cruz del Chaco y Cruz del Defensor.
En el panteón de los héroes de la capital paraguaya existe una placa dedicada por los veteranos de guerra del Regimiento, a sus camaradas muertos en acción.
Años después de sellada la paz definitiva entre los dos pueblos vecinos, su madrina de Guerra, por sus méritos excepcionales, recibió la Medalla al Reconocimiento Paraguayo, concedida por el presidente de la República del Paraguay (Decreto del 13 de junio de 1.959).
Finalmente, Dora Gelosi, recibió también las Palmas Sanmartinianas, de manos del entonces Presidente del Instituto Nacional Sanmartiniano, Gral. Tomas Sánchez de Bustamante, el 21 de septiembre de 1.990 por su destacada acción sanmartiniana" [17]
Conclusiones
1. Producto del Tratado de Paz, firmado en Buenos Aires el 21 de julio de 1.938, Paraguay obtuvo la mayoría del Chaco Boreal, en detrimento de Bolivia, quien retuvo los campos petrolíferos a costa de haber perdido mas de 234.000 Km2 de su territorio.
2. La injerencia de la República Argentina, con su apoyo político, económico y militar al Paraguay, influyó considerablemente en el resultado de la guerra.
3. La actitud argentina en el conflicto, pese a su situación oficial de país neutral; demostró una posición que se podría describir como "intensamente amistosa" hacia el Paraguay, en contra de todos los Tratados Internacionales que regulan la situación de neutralidad.
Referencias bibliográficas
1. Autor: Uría – Ibarra. GEOGRAFÍA LIMÍTROFE DE BOLIVIA. Editorial Bruño. Bolivia. 1987.
2. Autor: López Videla, Winsor. DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA. Editorial Imprenta "Critica" S.R.L. La Paz. Bolivia. 1977.
3. OBCIT: López Videla, Winsor: DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA. p.10
4. Fuente: WIKIPEDIA – es.wikipedia.org/wiki/Laguna_Pitiantuta.
5. Fuente: MINISTERIO DE RR.EE. Dirección General de Límites Fronteras y Aguas Internacionales. TRATADOS, CONVENIOS, PROTOCOLOS Y OTROS DE LIMITES. Bolivia.
6. Autor: Piero Castagneto. EXTRAÍDO DE "LA ESTRELLA".
7. Autor: HISTORIA GENERAL DE LAS RELACIONES EXTERIORES DE LA REP. ARGENTINA. R. Ref. Querejazu Calvo, op. cit., p. 174.Vicente Rivarola. "Memorias Diplomáticas", 3 vols., Bs.As. Ayacucho. 1.952.
8. OBCIT: L.B. Rout, op. cit., p. 58.
9. IBIDEM: Rogelio Ayala Moreira, POR QUÉ NO GANAMOS LA GUERRA DEL CHACO, La Paz, Talleres Gráficos Bolivianos, 1.959, pp. 345-349 y 356; Bautista Saavedra, El Chaco y la conferencia de paz de Buenos Aires, Santiago de Chile, Nascimento, 1.939, pp. 24-25; y Eduardo Diez de Molina, Problemas internacionales, La Paz, s/l, 1.936, pp. 125 y 213, fuentes citadas en ibid., p. 59.
10. Autor: Beatriz R.A. de Gonzales Oddone. TESTIMONIOS VETERANOS. Talleres Gráficos de Casa America SAIC. Asunción. Paraguay. 1.977.
11. OBCIT: Ver al respecto V. Rivarola, Memorias…, op. cit., III, 83-92; U.S. Archives, RG 59, Decimal File 724.3415/3265, N1 83, Nicholson (Asunción) to Secretary State, July 28, 1933, p. 3; y U.S., Archives, R.G. 59, Decimal File 724.3415/42222, N1 1997, G-2 in Paraguay, Sept. 12, 1934, enclosure I, p. 1, fuentes citadas en L.B. Rout Jr., op. cit., p. 60.
12. IBIDEM: D. H. Zook, op. cit., p. 232, cit. en ibid., pp. 58-59. También R. Querejazu Calvo, op. cit., p. 166.
13. IBID: J.F. Bratzel, op. cit., p. 86.
14. Autor: Gral. Jorge Gorleri. REVISTA MILITAR. Enero-Abril 2.003 No. 175. Ejército Argentino. Transcripción.
15. Fuente: WIKIPEDIA. Operaciones aéreas en la Guerra del Chaco. es.wikipedia.org/…/Operaciones_aéreas_en_la_Guerra_del_Chaco.
16. Fuente: Síntesis de la conferencia pronunciada en el Instituto Nacional Sanmartiniano el 12 de junio de 2.002. Transcripción.
17. Autor: Revista Militar. Enero-Abril 2.003 No. 175. Ejército Argentino. Ing. Jorge Gelosi, sobrino de la señora Dora Gelosi. Transcripción.
RESUMEN HOJA DE VIDA
MSc. Lic. Oscar Violeta Barrios
DOCENTE INVESTIGADOR
FORMACIÓN ACADÉMICA:
Maestría en Seguridad, Defensa y Desarrollo Nacional (UMFA).
Maestría en Ingeniería Ambiental y Recursos Naturales (Universidad Loyola).
Diplomado en Gestión del Proceso Enseñanza Aprendizaje en Educación Superior
Universitaria (Universidad Mayor de San Andrés).
Diplomado en Ecología y Medio Ambiente (Universidad Loyola).
Diplomado en Tecnologías Educativas Aplicadas (Universidad Franz Tamayo).
Diplomado en Administración de Recursos Naturales (Universidad Loyola).
Diplomado en Gestión Ambiental (Universidad Loyola).
Diplomado en Altos Estudios Nacionales (UMFA).
Miembro de la Academia Boliviana de Historia Militar.
Miembro del Ateneo de Estudios Geopolíticos y Estratégicos.
Miembro de la Sociedad de Escritores del Beni.
Reconocimiento de la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura) por el "LIDERAZGO Y ACCIÓN EJECUTIVA EN PRO DE LA EDUCACIÓN BOLIVIANA".
Catedrático Nivel Maestría y Licenciatura – Universidad Loyola.
Catedrático Post Grado – Centro Psicopedagógico y de Investigación en Educación Superior – Universidad Mayor de San Andrés.
Catedrático Nivel Licenciatura – Universidad Tecnológica Boliviana.
Catedrático de la Academia Diplomática – Maestría Diplomacia y Relaciones Internacionales.
Catedrático de la Escuela de Altos Estudios Nacionales.
Autor:
MSc. Lic. Oscar Violeta Barrios.
[1] Autor: Uría – Ibarra. GEOGRAFÍA LIMÍTROFE DE BOLIVIA. Editorial Bruño. Bolivia. 1987.
[2] Autor: López Videla, Winsor: DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA. Editorial Imprenta “Critica” S.R.L. La Paz. Bolivia. 1977.
[3] OBCIT: López Videla, Winsor: DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA. p.10
[4] Fuente: WIKIPEDIA – es.wikipedia.org/wiki/Laguna_Pitiantuta
[5] Fuente: MINISTERIO DE RR.EE. Dirección General de Límites Fronteras y Aguas Internacionales. TRATADOS, CONVENIOS, PROTOCOLOS Y OTROS DE LIMITES. Bolivia.
[6] Autor: Piero Castagneto. EXTRAÍDO DE “LA ESTRELLA”.
[7] Autor: HISTORIA GENERAL DE LAS RELACIONES EXTERIORES DE LA REP. ARGENTINA. R. Ref. Querejazu Calvo, op. cit., p. 174.Vicente Rivarola. “Memorias Diplomáticas”, 3 vols., Bs.As. Ayacucho. 1952
[8] OBCIT: L.B. Rout, op. cit., p. 58.
[9] IBIDEM: Rogelio Ayala Moreira, POR QUÉ NO GANAMOS LA GUERRA DEL CHACO, La Paz, Talleres Gráficos Bolivianos, 1959, pp. 345-349 y 356; Bautista Saavedra, El Chaco y la conferencia de paz de Buenos Aires, Santiago de Chile, Nascimento, 1939, pp. 24-25; y Eduardo Diez de Molina, Problemas internacionales, La Paz, s/l, 1936, pp. 125 y 213, fuentes citadas en ibid., p. 59.
[10] Autor: Beatriz R.A. de Gonzales Oddone. TESTIMONIOS VETERANOS. Talleres Gráficos de Casa America SAIC. Asunción. Paraguay. 1977.
[11] OBCIT: Ver al respecto V. Rivarola, Memorias…, op. cit., III, 83-92; U.S. Archives, RG 59, Decimal File 724.3415/3265, N1 83, Nicholson (Asunción) to Secretary State, July 28, 1933, p. 3; y U.S., Archives, R.G. 59, Decimal File 724.3415/42222, N1 1997, G-2 in Paraguay, Sept. 12, 1934, enclosure I, p. 1, fuentes citadas en L.B. Rout Jr., op. cit., p. 60.
[12] IBIDEM: D. H. Zook, op. cit., p. 232, cit. en ibid., pp. 58-59. También R. Querejazu Calvo, op. cit., p. 166.
[13] IBID: J.F. Bratzel, op. cit., p. 86.
[14] Autor: Gral. Jorge Gorleri. REVISTA MILITAR. Enero-Abril 2003 No. 175. Ejército Argentino. Transcripción.
[15] Fuente: WIKIPEDIA. Operaciones aéreas en la Guerra del Chaco. es.wikipedia.org/…/Operaciones_aéreas_en_la_Guerra_del_Chaco
[16] Fuente: Síntesis de la conferencia pronunciada en el Instituto Nacional Sanmartiniano el 12 de junio de 2002. Transcripción.
[17] AUTOR: Revista Militar. Enero-Abril 2003 No. 175. Ejército Argentino. Ing. Jorge Gelosi, sobrino de la señora Dora Gelosi. Transcripción.