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TLC. Ecuador y Estados Unidos – Ventajas y desventajas


    1. Comercio en el TLC (Argumentos)
    2. ATPDEA, ingresos y empleo.
    3. Propiedad Intelectual
    4. México, el PIB y el empleo
    5. Conglomerado de argumentos en contra y a favor del TLC
    6. Conclusiones y Reflexiones
    7. Anexos
    8. Bibliografía

    Introducción

    El propósito de este escrito es poner en un marco de ventajas y desventajas, las implicaciones del tratado de libre comercio en la población ecuatoriana. Este trabajo, no pretende en ningún momento afirmar si entrar en el TLC beneficia al Ecuador, ó bien si fírmalo es perjudicial para la población. Siendo esta una prioridad, el objetivo es lograr que el lector de este escrito, deje de ser acrílico, ya que tendrá mas herramientas para formarse una opinión personal.

    Antes de acotar los aspectos técnicos del TLC, resulta de gran importancia definir que es un TLC. El TLC (tratado de libre comercio) es un convenio entre dos países que pactan para eliminar los aranceles de importación de los productos que provienen del otro país. Es decir, un país podrá exportar sin pagar aranceles al país donde envía sus productos y deberá no cobrar impuestos a la importación del país con el cual logro el convenio.

    Por simple que parezca esta explicación, este es el objetivo común que tiene el Ecuador y los Estados Unidos para firmar el TLC. El dilema y la discusión emergen, no por el objetivo, sino por los motivos que tienen los dos países para pactar. Por un lado, la motivación del Ecuador para entrar en el TLC es expandir su producción en un mercado de 280 millones de habitantes con un poder adquisitivo mucho mayor al local. Por el otro lado, los Estados Unidos quiere entrar en un TLC para librarse de los excedentes de su producción y su respectivo costo de oportunidad.

    Comercio en el TLC (Argumentos)

    Que existan motivaciones tan distantes no es de sorprenderse, si se considera que las economías de Ecuador y Estados Unidos son diametralmente diferentes. Pero es precisamente esta indiscutible realidad la que genera la principal razón del porque el Ecuador no encuentra una clara causalidad por firmar el TLC con Estados Unidos.

    Para entender mejor la tribulación anteriormente mencionada, pensemos por un momento que los dos países no tuviesen ningún problema en firman el TLC, si estos dos manufacturarían productos distintos. Pero los Estados Unidos produce productos agrícolas subsidiados por el gobierno americano; dichos productos son también producidos por pequeños y medianos industriales ecuatorianos, quienes no tienen posibilidad alguna de competir con la producción Norteamericana. Dicho escenario, mereció pues, una respuesta por el representante de estos pequeños y medianos industriales, que es la CONAIE, el cual representa al 9% de la población ecuatoriana.

    Por otro lado, el ingreso de productos Norteamericanos, implica productos mucho más baratos, pero asimismo, dicha producción esta bajo los estándares Norteamericanos de alta calidad (FDA). Lo cual, a su vez, significa que el consumidor ecuatoriano, no solo tendrá productos agrícolas baratos, sino productos de alta calidad a costa de los contribuyentes Norteamericanos.

    La cuantía de estos beneficios son promulgados dentro de las cámaras de comercio del Ecuador, los cuales representan a grandes comercializadoras del país. Las cámaras son el 1% de la población. Claro esta, que dichos beneficios podrían sonar impopulares frente al costo de los mismos, por lo que únicamente ciertos miembros de estas cámaras se aventuran a mencionar este privilegio.

    No obstante, no hay que olvidar que el TLC es una calle de dos vías. No solo se importa sin arancel, sino también se exporta sin arancel. Y es efectivamente este hecho, el que ha servido como la antítesis de las cámaras de comercio frente a la tesis de la CONAIE. El cual, nos dice que si no se firma el TLC, nuestros productos de mayor alcance como flores, camarón y banano no van a poder competir con los productos similares de nuestros vecinos en el mercado de Estados Unidos (sí ellos llegan a firmar el TLC vía su parlamento). De igual manera, si se firma el TLC nuestros productos, con ventaja comparativa, entraran con mas intensidad a los Estados Unidos, dando así mas plazas de trabajo, hecho el cual contrapone a la disminución de empleo, que vaticina la CONAIE si se firma el tratado.

    En términos teóricos, ambas posiciones son muy validas y decidir si firmar o no el TLC, depende exclusivamente de la tendencia económica política que uno tenga. Asimismo, ambos lados tienen una postura que describe, sí bien, un futuro incierto. Por lo tanto, la decisión debe ser respaldada en algo mas que con actitud política-económica, y es por dicho motivo que debemos analizar los costos y beneficiosos en la balanza comercial y en el empleo.

    ATPDEA, ingresos y empleo.

    En la actualidad Ecuador, Perú y Colombia cuentan con preferencia arancelaria de valor nulo en el mercado Norteamericano. La cual fue otorgada por parte del gobierno de los Estados Unidos a dichos países desde 01/2006, por adaptarse a un plan en contra de la producción y infiltración de narcóticos en los Estados Unidos.

    A dicha preferencia arancelaria de valor nulo, se la conoce como el ATPDEA. Con el cual los productos del Ecuador salen beneficiados, estos comprenden camarón, flores, brócoli, textiles, atún en funda, etc. Si el TLC no se llega a firmar, esta preferencia arancelaria de valor nulo dejaría de existir y se retomaría el arancel promedio a los productos antes del 1 de enero del 2006, que llegan a un 5%.

    Poniendo este arancel en términos reales, consideremos que el Ecuador no hubiese tendido esta ventaja de mercado en el 2005. Esto hubiese significado para el Ecuador una perdida de 35 millones de dólares. Es decir, si la producción se mantiene inalterada y no se firma el TLC, los exportadores del Ecuador, en un año común, perderían 35 millones de dólares.

    Adicionalmente, el Estado ecuatoriano no tendría que seguir en el plan Norteamericano contra las drogas (en teoría se podría alquilar o sacar la base de Manta). Valga la redundancia el Ecuador ganaría firmando el TLC la misma cantidad.

    Por otro lado, consideremos, una vez mas, al año fiscal 2005. En el caso de que se firmara el TLC y las importaciones de Norteamérica se mantengan inalteradas, el Ecuador perdería en impuestos arancelarios un total de $110 millones de dólares.

    Teniendo estas cifras en cuenta, resulta lógico no firmar el TLC, ya que $110 millones de dólares de perdida son mucho mayores que $35 millones de ganancia. Frente a este argumento, los que están a favor del TLC, dicen que, la ganancia de no entrar es mayor a la perdida de entrar, ya que el supuesto económico se basa en que la producción es inalterada. En términos reales, la perdida no seria de 35 millones de dólares sino tres cuartas partes de las exportaciones, ya que nuestros vecinos (si firman) van a tener una ventaja inalcanzable en productos elásticos.

    En oposición, se objeta que los exportadores grandes deben volverse más eficientes frente a nuestros vecinos. Ó si no logran ser más eficientes, que sean subsidiados con la ganancia de no firmar el TLC. Es decir, es preferible subsidiar una pequeña cantidad de $35 millones ($8000 por exportador al año), a perder plazas de trabajo contra una competencia injusta, como consecuencia de los subsidios.

    Para tener una perspectiva más clara de la magnitud de los subsidios Norteamericanos a sus agricultores y las plazas de trabajo que proporciona la agricultura en el Ecuador, observemos los siguientes datos:

    a.- EEUU subsidia a su agricultura con $50 000 millones. Cada agricultor recibe como promedio entre $20 y $22 mil anuales de subsidio.

    b.-En el caso del algodón, gastan $4 000 millones / año en subvencionar a sus 25 mil algodoneros. Los subsidios llegan a ser superiores al valor de lo que producen.

    c.- En el caso del sector pecuario, el subsidio alcanza a $2 diarios por vaca. Por ejemplo, si alguien tiene 500 vacas, recibirá por subsidio $1 000 diarios.

    Veamos ahora los datos de trabajo para el Ecuador en la industria agropecuaria y agrícola. Según la CEPAL, en el sector agropecuario trabajan 3.1 millones de ecuatorianos, de los cuales 2.5 millones son pequeños propietarios y 500 mil son trabajadores contratados. La Cepal precisó que, de las cerca de 843 mil unidades productivas ecuatorianas, 46.1 por ciento están asociadas en forma predominante a productos amenazados por el TLC, y 57.6 por ciento corresponde a las de nivel de subsistencia. En el 2005, en productos estratégicos como arroz, cebada, maíz, papas y trigo, los EEUU tienen un 424% de rendimiento mayor que el Ecuador. ( i.e. 4 a 1). Aumentar la producción pecuaria en EEUU en el 1,3%, cubriría toda la demanda de Ecuador. Y en la agroindustria, pasa lo mismo con solo el 0,5% más.

    Los datos anteriores, confirman que, inevitablemente, el sector agrícola desaparecería en el Ecuador, ya que competir con la producción subsidiada de Estados Unidos es casi imposible con las condiciones actuales. Asimismo, desaparecería empleo para casi un millón de Ecuatorianos. Valga la redundancia, este argumento es la base de los que están en contra del TLC.

    Por otro lado, los que están a favor del TLC, argumentan que estos sectores deberían cambiar su ocupación a los sectores que si son favorecidos por el TLC, para así dejar que el "libre mercado" pueda prevalecer. En contraste el otro bando manifiesta que, el competidor, Estados Unidos, esta irespetando dicha "libertad de mercado" con los subsidios. Por consiguiente, nosotros debemos tomar medidas en contra de estas prácticas, que van en contra de una justa competencia.

    Por ejemplo, se propone hacer lo mismo que los Estados Unidos y subsidiar a los sectores que salen perjudicados por el TLC. Ó también, proponen que dichos sectores se vuelvan más eficientes. Poner en practica cualquiera de estos dos planes, resulta mejor que perder casi un millón en plazas de trabajo.

    En este último punto, coinciden los dos grupos. Se necesita que nuestros sectores productivos logren mayor eficiencia; argumento, que resulta tan lógico como evidente para cualquier economía. No obstante, a pesar de que este argumento resulte tan obvio, no se aplica en la práctica, ya que el sistema económico ecuatoriano, no tiene planes tecnificados de crecimiento y no existe un mercado de capitales libre mercado, que fomente menores costos del dinero. Esto sucede con TLC y sin TLC.

    Propiedad Intelectual

    En economía internacional, las cuotas, aranceles o convenios de libre comercio tienen, como propósito, proteger o beneficiar el mercado nacional contra el alcance de productos del exterior. Es decir, los gobiernos deciden, según su criterio, que los habitantes consuman más o menos de su propio producto. Es por dicho motivo, que en lo que se refiere a los aspectos comerciales del TLC, la discusión se la hace, en su mayoría, domésticamente. Esto se debe a los intereses que tienen los grupos productivos del Estado; tema que se trato en la sección anterior.

    Existe también otro tema del TLC, el cual también se encuentra en una mesa de negociación. El cual, a pesar de no tratar cuotas o aranceles, tiene altas repercusiones sobre el consumidor ecuatoriano. A dicho aspecto de comercio, se lo conoce como Propiedad Intelectual. En este punto, se plantean tesis en contra y a favor, sobre los derechos y privilegios que tiene el creador de una elaboración farmacéutica, tecnológica o intelectual. A diferencia, de la parte comercial del TLC, no existen muchas discusiones internas en el Ecuador sobre si se debe o no firmar el TLC, ya que la investigación y desarrollo ecuatoriano es muy limitado. Por ello, los argumentos que se oyen sobre este tema, toman un marco unificado ecuatoriano frente a los negociadores de Estados Unidos.

    El conflicto sobre la Propiedad Intelectual se centra, sobre (casi en su totalidad) un aspecto, que es el farmacéutico. Para tener una idea general sobre la controversia de Propiedad Intelectual, entendamos que Estados Unidos plantea que los creadores de una fórmula de fármaco deben tener monopolizada la distribución y comercialización por veinte años. Después de concluidos esos veinte años, el creador del químico, podrá ostentar, que dicho compuesto tiene otro uso además del que tuvo por veinte años atrás. Dándole así, a la farmacéutica veinte años más de monopolio de su producto.

    Analicemos un ejemplo; pensemos que una farmacéutica acaba de descubrir un antibiótico que se aplica contra los gérmenes de la piel. Por este remedio, la farmacéutica tendrá veinte años de distribución exclusiva. Al termino de estos veinte años, la empresa, dirá que el antibiótico, también, podría servir para infecciones bucales y tener un periodo (20 años) más de monopolio, sin tener que haber cambiado la fórmula.

    Como se habrá entendido, el conflicto esta sobre la base de la exclusividad de una patente. Si no se firma el TLC, el Ecuador tendría que estar regido a las políticas internacionales de la organización mundial de comercio (OMC), a las cuales el mismo ya esta sujeto. Estas dicen que, si una farmacéutica descubre una fórmula medicinal, la empresa tendrá su uso exclusivo por 10 años. Después de los diez años, la compañia tendrá que hacer un cambio substancial al compuesto para darle otros diez años de monopolio. El antecesor del TLC, el ALCA, sé regio también a las normas del TLC.

    El punto desfavorable para el Ecuador, si se firma el TLC, sería entonces, el tener que sujetarse a costo de medicinas monopolizadas y no tendría la opción de fabricar genéricos. Además, en vista de que el Ecuador no cuenta con laboratorios de investigación y desarrollo, los costos médicos aumentaran en magnitudes muy grandes y se mantendrían en esos niveles. Para tener una idea de la diferencia de costos entre medicina original y genérica, consideremos que el costo de una caja de Prozac es de $50 mientras que su genérico Fluxetina tiene un costo de $4,5.

    Por otro lado, el punto a favor de firmar el TLC, seria que las farmacéuticas tendrían incentivos muy interesantes para seguir fabricando medicinas, que podrían disminuir las consecuencias de enfermedades complejas. El argumento que tiene Estados Unidos en esta posición, es que la creación de nuevas fórmulas medicinales, necesita de costos caros en investigación que, a su vez, necesitan de una compensación más justa que el de la OMC.

    Existe, también, otro punto de controversia en el tema de Propiedad Intelectual. Este se refiere a la medicina ancestral. En la actualidad existen medicamentos que se fabrican en el ámbito doméstico y son distribuidos en su mayoría por pequeños comerciantes, cuya fórmula es el resultado de conocimiento de culturas antiguas.

    Unos ejemplos muy visibles de esta practica ancestral, es la sangre de drago o la pomada de matico. Estas medicinas no son patentadas, empero al mismo tiempo, son distribuidas sin tribulación ya sea por empresas grandes o pequeños comerciantes. Si se firma el TLC, estas medicinas ancestrales podrían ser patentadas por farmacéuticas que tengan los recursos para pagar por la patente y su desarrollo. Quien tenga la fórmula tendría el monopolio de dicha medicina.

    El punto en contra de firmar el TLC, seria que no se respetaría el conocimiento antiguo ecuatoriano y el costo de comprar estas medicinas caseras seria inflado. No obstante, si se firma el TLC, el argumento a favor seria que estas medicinas estarían fabricadas bajo las normas altas de calidad, a diferencia de la hechas domésticamente.

    México, el PIB y el empleo

    En economía, es difícil encontrar críticas, ya sean a favor o en contra, de un modelo o programa económico sin dejar de cuestionar o ovacionar la experiencia de algún país que ha seguido algún plan similar al que se discute. El ejemplo más claro de una experiencia de un convenio de libre comercio entre los Estados Unidos y un país en vías de desarrollo, es México. Paradójicamente, México sirve como ejemplo para argüir en contra y a favor del TLC.

    Los que están a favor del TLC, argumentan que las exportaciones de México, después del TLC, subieron casi cuatro veces y que su producto interno bruto (por las transacciones) aumentaron en niveles que no se hubieran podido haber soñado sin TLC. Lo cual puede ser comprobado con, simplemente, observar que al año existen 75000 camiones Mexicanos cruzando sobre el río grande al territorio Norteamericano. Es decir, gracias al TLC, México se ha convertido en un país más rico.

    Por el otro lado, existen argumentos de académicos que cuestionan si el producto interno bruto describe la verdadera riqueza y bienestar de los ciudadanos de un país en vías de desarrollo. Por ejemplo, Ecuador ha subido su PIB en los últimos tres años en crecimientos de 6% a 8%, contrario a la línea de pobreza que, cada vez es más amplia. Si el tamaño del pastel ha crecido en el país, ha sido consecuencia de elementos exógenos de la administración y planificación gubernamental.

    Estos elementos han sido la desdicha de una guerra en medio oriente, que ha subido el valor del barril de petróleo. Y en nuestro caso; la desgracia de más de un millón de ecuatorianos que han emigrado al exterior debido a la escasez de labor local. Los emigrantes han enviado suficientes recursos para superar a los ingresos petroleros del país. Por ende, el PIB del Ecuador ha crecido por las remesas de los emigrantes y los ingresos petroleros; mas no por el comercio.

    Entonces, el verdadero indicador del bienestar de un país es el empleo. Mientras este es alto, la pobreza es baja. Siendo este la mejor indicación de riqueza, los que están en contra del TLC, argumentan que si bien el PIB y las exportaciones han aumentado en México. Las importaciones han sido mayores que las exportaciones y México se ha convertido en una gran maquiladora. Como consecuencia negativa; el desempleo en México, después del TLC, ha crecido, lo que se puede comprobar viendo que en el 2003 el desempleo era de 9.30% y para términos del 2006 ya ha sido de 10.30%. Es decir, 9 millones de habitantes han emigrado hacia el exterior y en la actualidad se construye un muro de 3000 kilómetros alrededor de la frontera con Estados Unidos. Por ultimo, se dice que si bien la riqueza del país aumento (PIB), la distribución de la misma se ha ido a grupos económicos, que no representan la mayoría de la población.

    Conglomerado de argumentos en contra y a favor del TLC

    Argumentos a favor del TLC : cinco beneficios potenciales

    1. El TLC es un modelo económico en sí mismo de "crecimiento hacia afuera".
    2. Aunque el TLC no expande el mercado doméstico, lo obliga a ser competitivo.
    3. El consumidor gana porque los precios bajan y la calidad sube.
    4. Una mayor inversión es atraída por la seguridad de la Ley impuesta por TLC.
    5. Se genera un "efecto imitación" en el respeto ciudadano a leyes y contratos.

    Argumentos en contra del TLC: cinco peligros potenciales

    1. Los EEUU, manifiestan categóricamente: "los subsidios agrícolas no están en discusión"

    2. El Ecuador se llenaría de excedentes de EEUU (maíz, arroz, lácteos, algodón, ‘cuartos de pollo’, etc)
    3. El TLC es un cuerpo ‘supranacional’ que prevalece sobre las leyes del país.
    4. Incluso países amigos de los EEUU, Japón y Corea del Sur, no aceptaron el TLC. En América del Sur lo aceptan solo tres: Chile, Colombia y Perú.
    5. La ‘mejor’ experiencia del TLC -México- exhibe resultados negativos: en 12 años sus exportaciones suben 300%, pero sus importaciones también 310%. Ese déficit generó desempleó, 9’ de emigrantes y muro de acero de 3 mil km.
    6. Perú y Colombia han roto varias normas de Propiedad Intelectual de la OMC, al aceptar patentar ‘innovaciones’ de plantas y conocimientos ancestrales.

    Conclusiones y Reflexiones

    Decidir o no, si el TLC es apropiado para el Ecuador no cuenta con una respuesta inmediata. Lo que sí podemos afirmar es que los aspectos políticos de firmar o no el TLC pueden ser muy riesgosos, ya que nos podemos someter a un levantamiento de las clases populares de la CONAIE, ó bien, podríamos subyugarnos a repercusiones por parte de los Estados Unidos o de las cámaras de comercio. No obstante, no debemos olvidar que estos grupos (en contra y a favor) no representan mas del 10% de la población ecuatoriana (EEUU no se encuentra en este porcentaje). También debemos tomar en consideración que dichas agrupaciones buscan únicamente sus intereses y no los colectivos.

    Por dicha razón, creo categóricamente que una consulta popular se debe llevar a cabo para determinar si se firma el TLC o no. Creo que las repercusiones del TLC deben ser decididas por toda la población, ya que tengo una mentalidad democrática. Adicionalmente, enviar una consulta popular a la población evitaría cometer los mismos errores de otros países.

    Por ejemplo, tomemos en cuenta que el candidato popular presidencial del Perú, Ollanta Humala, quien después de haber caído al tercer puesto en preferencia, debido a acusaciones de asesinato, volvió al primer lugar con 30% y ganó la primera vuelta en las elecciones, gracias a que en su discurso estuvo en contra del TLC. Esto nos dice que por lo menos 30% del pueblo peruano estaba en contra del TLC.

    Por otro lado, Costa Rica vivió un panorama similar; el actual presidente, Oscar Arias, ganó las elecciones presidenciales de dicho país con solo 1.5% de diferencia a su contendor Otón Solis. Dicho margen fue el resultado de que Solis estaba en completa contra del TLC, mientras que Arias, siendo un estadista acreedor al premio Nobel, no se pronunciaba con mucha frecuencia acerca del TLC.

    Esta situación nos lleva a pensar, que resulta asombroso que Arias no haya ganado contundentemente las elecciones, a pesar de haber sido parte del Nobel Institute y de que el TLC fue firmado en su país antes de su presidencia. Arias, también, se dio cuenta de que debió haber sido más enfático sobre el TLC en su campaña, hasta el punto de que rectificó su error, haciendo a su opositor, Solis, el nuevo jefe renegociador del TLC en su presidencia. Dichos hechos, nos demuestran que el TLC debe ser consultado a la población, caso contrario las consecuencias pueden ser nefastas, sobretodo en un país como el Ecuador, donde los movimientos sociales tienen fuerza de movilización.

    Por último, si se promueve una consulta popular los que están en contra y a favor del TLC, tendrán que informarse mas sobre el TLC para vender mejor su idea, de igual forma, el electorado.

    Finalmente, nos vamos a alejar de nuestra perspectiva objetiva frente al TLC para tomar partido en un aspecto del TLC con el cual, personalmente, estoy en contra.

    Pensamos que, en un verdadero tratado de libre comercio, no deben existir mesas negociadoras, porque solo así, se honra a una economía de libre mercado y se promueve la competencia de la derecha clásica. Cuando existen negociaciones, hay una implicación directa de que se favorece a un grupo a costa de otro. Pensemos por un momento, que la mayoría de las negociaciones entre Ecuador y Estados Unidos, promueven que se beneficie a un sector económico local a cambio de privilegios de otro grupo económico extranjero, lo que implica que el mismo sector local saldrá a perdida sin oportunidad alguna de competir.

    De igual manera, no creemos que el gobierno debe involucrase en el mercado privado, ya que esto distorsiona la libre competencia y eventualmente desfavorece al crecimiento económico. Práctica, la cual realiza los Estados Unidos, país que se considera de derecha, mientras paradójicamente emprende acciones de izquierda; al dar subsidios, en un marco autodenominado de libre comercio.

    Soy partidario enfático de la libre competencia y del libre mercado, en consecuencia, no creo que un gobierno deba decidir a que sector económico ayudar y cual no; deben sobrevivir en el mercado, los industriales y productores que, en libre competencia, se lo hayan merecido así.

    Adicionalmente, no creo en los subsidios, porque sé esta auxiliando a pocos sectores ineficentes, a costa de la contribución del resto de la población. Si existe un TLC sin negociaciones y sin subsidios, la ley de ventajas comparativas del profesor David Ricardo podrá darse. Si la ley de ventajas comparativas existe, no solo que ganarán los Estados Unidos y el Ecuador por igual, sino también aumentara el PIB y el empleo externo y domestico. Aspectos, que comparten y son los fundamentos base de los que están en contra y a favor del TLC.

    Anexos

    México y vigencia del ATPDEA (BC pag. 79)

    Desempleo % : a fines 2003: 9.30 2004: 9.88 2005: 9.30 I-2006: 10.21

    – – – – x – – – – – –

    Dolares del TLC: perdida neta 2007 si no se firma = 33 (48-15)

    Ecuador 2005: X totales: 9869’ (Non-oil : 1868’) ; M. totales: 9609’

    Hacia EEUU: X non-oil: 917’ (Arancel atpdea 48’) (X total: 4942’) ;

    M. todos: 1843’ (arancel 221’ ) (desgrava 80% en 12 años, 15’ anual)

    Participación petróleo & emigrantes

    2001 2002 2003 2004 2005

    Ecuador D PIB: 5.1 3.4 2.7 6.9 3.3 %

    D precios oil: 1.02 0.56 1.86 3.83 2.24 %

    D emigrantes: 0.64 0.30 0.93 1.04 0.78

    total: 1.66 0.86 2.79 3.87 3.04

    Participación % 32.4 25.2 104.8 55.6 91.3 » 61.8 %

    Bibliografía

    Informe mensual CEPAL; mes Febrero 2006.

    www.bce.com.ec

    www.banxico.org.mx

     

    AUTOR

    ANDRES VERGARA