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Evaluación del impacto ambiental de las máquinas y ecotecnología (página 3)


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La sociedad ha desarrollado instrumentos legales para obligar a la restauración de los espacios degradados. En este sentido, una de las normas más directamente implicadas en la regulación de la restauración ambiental es la relativa a los procedimientos de evaluación de impacto ambiental de las actividades humanas.

La restauración ambiental tiene un carácter multidisciplinar ya que, en función del problema que se aborde, puede requerir soluciones o análisis muy distintos y complementarios. En este terreno confluyen profesionales como biólogos, ingenieros de montes, ingenieros de caminos o químicos.

3.4 Sucesión Ecológica.

Es el conjunto de cambios que se producen en un ecosistema a lo largo del tiempo. Estos cambios son la consecuencia de las interacciones entre los organismos y los factores abióticos del ecosistema, y producen la sustitución de unos seres vivos por otros.

La sucesión es una tendencia hacia el equilibrio entre los componentes del ecosistema y se producen durante periodos muy largos de tiempo. Así, un ecosistema se va transformando, durante décadas, siglos o milenios, en otro, más complejo y más estable. El estado de madurez máxima recibe el nombre de clímax.

3.5 Recuperación.

Es la utilización y mejora de los suelos y los recursos hídricos, con fines agrícolas o no, por medio de la irrigación, el drenaje de marismas, la restauración de minas a cielo descubierto, y otras actividades de construcción.

También es posible recuperar áreas costeras allá donde existen marismas o aguas poco profundas frente a la costa. La construcción de diques, seguida del drenaje artificial de la tierra comprendida entre éstos y la costa se ha utilizado en muchos países para recuperar tierras para su uso agrícola.

Los proyectos de recuperación tienen efectos potencialmente negativos sobre el medio ambiente. La aplicación de fertilizantes y otros productos químicos en las zonas de regadío incrementa el contenido en sales del suelo y del agua que regresa a la fuente de irrigación, por ejemplo, un río. Si el agua de un río se usa extensivamente para la irrigación, su contenido en sales aumentará corriente abajo.

Un término que merece la atención sistemática es el impacto ambiental antes tratado definido como el efecto que produce una determinada acción humana sobre el medio ambiente.

Los efectos pueden ser positivos o negativos y se pueden clasificar en: efectos sociales, efectos económicos, efectos tecnológico-culturales y efectos ecológicos.

Dentro de los impactos sociales se suele poner como ejemplo el efecto del ruido generado por el tráfico en una autovía. El ruido causa un impacto negativo sobre la calidad de vida o sobre el confort de las personas que habitan junto a la infraestructura en cuestión. Por el contrario, el recrecimiento de una presa existente puede tener un efecto positivo, asegurando el abastecimiento de agua durante las épocas de sequía prolongada.

Los efectos culturales suelen caracterizarse por su impacto negativo ya que, en ocasiones, las actividades humanas pueden llegar a alterar o destruir yacimientos u otros bienes culturales. Por el contrario, un efecto positivo sería el hallazgo de restos arqueológicos o paleontológicos durante las excavaciones y los movimientos de tierra que se realizan en determinadas obras.

El impacto ecológico generalmente es de carácter negativo, ya que puede suponer el desplazamiento de poblaciones o la destrucción de hábitat o de especies. En algunas ocasiones, sin embargo, se generan efectos positivos; por ejemplo en las explotaciones de áridos en graveras se pueden crear nuevos hábitat cuando, al abandonarse o agotarse la explotación, la cubeta queda inundada convirtiéndose en una zona húmeda.

El término impacto ambiental se utiliza en dos campos diferenciados, aunque relacionados entre sí: el ámbito científico-técnico y el jurídico-administrativo. El primero ha dado lugar al desarrollo de metodologías para la identificación y la valoración de los impactos ambientales, incluidas en el proceso que se conoce como Evaluación de Impacto Ambiental (EIA); el segundo ha producido toda una serie de normas y leyes que garantizan que un determinado proyecto pueda ser modificado o rechazado debido a sus consecuencias ambientales.

En una industria, por ejemplo, la gestión ambiental implica tanto aquellas acciones encaminadas a hacer el medio ambiente laboral más sano y seguro para los trabajadores, mediante la prevención por ejemplo de riesgos laborales, como las que tienen por objeto la reducción del consumo de energía y de materias primas haciéndolo óptimo en relación con la producción. Así, el ahorro de energía que se puede obtener por el empleo de maquinaria más eficiente, o el ahorro de agua que se conseguiría por el reciclado de la misma en los procesos productivos, deben considerarse como objetivos de la gestión ambiental de la empresa.

La introducción del concepto de gestión ambiental, en su acepción más conservacionista, ha afectado a todo tipo de actividades humanas. Así, la misma agricultura está dando un giro hacia sistemas de producción más respetuosos con el medio (lo que se ha dado en llamar agricultura biológica o ecológica) reduciendo el empleo de sustancias agresivas y potencialmente contaminantes, como ciertos tipos de abonos y pesticidas.

3.6 Energía renovable.

Es también llamada energía alternativa o blanda, este término engloba una serie de fuentes energéticas que en teoría no se agotarían con el paso del tiempo. Estas fuentes serían una alternativa a otras tradicionales y producirían un impacto ambiental mínimo, pero que en sentido estricto ni son renovables, como es el caso de la geotermia, ni se utilizan de forma blanda. Las energías renovables comprenden: la energía solar, la hidroeléctrica (se genera haciendo pasar una corriente de agua a través de una turbina), la eólica (derivada de la solar, ya que se produce por un calentamiento diferencial del aire y de las irregularidades del relieve terrestre), la geotérmica (producida por el gradiente térmico entre la temperatura del centro de la Tierra y la de la superficie), la hidráulica (derivada de la evaporación del agua) y la procedente de la biomasa (se genera a partir del tratamiento de la materia orgánica).

Tema 4:

La Implicación de un Proyecto Técnico Sostenible

4.1 Proyecto Técnico es la documentación que se elabora para la ejecución de una iniciativa de envergadura, con previsión de todos los detalles necesarios para su logro. Resultan necesarios en diversos campos profesionales, como en la ejecución de obras públicas o edificaciones, el diseño y la organización industrial, o la planificación económica, ambiental y territorial (ordenación del territorio).

El primer paso para la elaboración de un proyecto técnico es la presentación de un "pliego de condiciones técnicas", en el que se detalla lo que se quiere hacer y sus características generales. Dependerá de la ordenación legal de cada país que este documento lo elabore la Administración, o bien los posibles contratistas a indicación de la misma.

El resto de documentos se puede presentar de una sola vez o en sucesivas aproximaciones, según las dimensiones del mismo. Estos documentos son la memoria, los planos, el presupuesto, el estudio de impacto ambiental y el documento de síntesis.

La memoria contiene la descripción y justificación de los elementos adoptados . Los planos contienen la representación gráfica necesaria para la ejecución, e incluyen cartografía con la proyección de la obra, así como alzados y plantas de la misma. El presupuesto incluye todas las partidas de gasto previstas en la memoria, estableciendo el importe total que supondrá la ejecución de la obra. El estudio de impacto ambiental, determina las acciones agresivas al medio ambiente que la obra pudiera producir, evalúa su incidencia y propone elementos de corrección.

Control medioambiental se auxilia de medios específicos para minimizar el impacto ambiental que provocan los residuos y salvaguardar los sistemas naturales antes de que hayan sido degradados.

El control medioambiental se puede realizar en diferentes fases del proceso industrial. El control de las materias primas que se consumen en el proceso permite sustituir los materiales tóxicos y peligrosos por otros alternativos que sean inocuos. Por ejemplo, la sustitución de combustibles con alto contenido en azufre por gas natural evita la emisión a la atmósfera de dióxido de azufre, uno de los contaminantes más frecuentes del aire y el principal responsable de la lluvia ácida. Esta medida también ayuda a la disminución de las emisiones de dióxido de carbono, una de las sustancias gaseosas responsables del recalentamiento de la atmósfera o efecto invernadero.

La introducción de mejoras en el mantenimiento de los equipos evita la pérdida de materiales por goteo en fisuras, y en conexiones y válvulas al efectuar trasvases. También la puesta a punto de los aparatos en los que se efectúan combustiones evita la emisión a la atmósfera de monóxido de carbono e hidrocarburos.

El control medioambiental que se realiza al final del proceso industrial está dirigido, generalmente, hacia la reducción de volumen y la recuperación de los residuos para su posterior reutilización. Éste es el caso, por ejemplo, de la recuperación de metales de baños electrolíticos o de la reutilización de disolventes.

Los procedimientos industriales que tienen en cuenta la minimización de residuos, modificando el proceso industrial, ahorrando materias primas y aprovechando los residuos que se generan, se denominan tecnologías limpias.

Todo Proyecto debe asumir como garantía el cumplimiento de las leyes ambientales, que especifican en la legislación nacional, regional e internacional, los fundamentos jurídicos orientados a la protección del medio ambiente. Hay ejemplos de legislación sobre el medio ambiente que se remontan a los tiempos de los romanos y de la edad media que hoy figuran en las leyes nacionales de casi cualquier país, aunque su alcance y grado de detalle varían considerablemente. Constituye uno de los campos legislativos de más rápido crecimiento a nivel mundial.

Se emplean varios tipos de enfoque legal que incluyen la prohibición o restricción del uso de ciertas sustancias y la determinación de estándares para los productos. Probablemente, el método más utilizado de regulación ambiental sea la exigencia de licencias u otras formas de autorización para llevar a cabo ciertas actividades, La implantación eficaz de las leyes ambientales sigue siendo un problema en muchas jurisdicciones, y hoy en día, se presta mayor atención al uso de mecanismos económicos, por ejemplo impuestos especiales, como medio para reforzar o reemplazar sistemas más convencionales de regulación ambiental.

A pesar de la gran variedad de leyes que existen relacionadas con la conservación del medio ambiente, en muchas jurisdicciones están surgiendo una serie de principios y tendencias comunes, reforzados por la creciente cooperación internacional surgida en la década de 1970. La necesidad de prevenir los daños al medio ambiente en origen se ve a menudo reforzada por el requisito de la Evaluación de Impacto Ambiental de las nuevas propuestas y proyectos. El llamado principio de precaución surgió en la década de 1980 como justificación de la regulación medioambiental, incluso en caso de que existieran dudas científicas acerca de las causas exactas del daño al medio ambiente, y fue ratificado en la Cumbre sobre la Tierra celebrada en 1992.

La ecoauditoría se trata de un instrumento de gestión utilizado por las empresas que tiene los siguientes objetivos principales: 1) Conocimiento de la empresa de su situación y de los efectos que tiene la actividad que desarrolla sobre el medio ambiente; 2) Identificar las soluciones técnicas y económicamente viables que permitan la adecuación a la normativa vigente; 3) Establecer las medidas correctoras pertinentes; 4) Evitar sanciones penales y aumentar la rentabilidad económico-financiera.

El origen de las auditorías ambientales se sitúa en Estados Unidos a finales de la década de 1970; surgió como consecuencia del aumento en número y complejidad de la normativa medioambiental, así como de las sanciones económicas impuestas debido a su incumplimiento. La Unión Europea introdujo las auditorias medioambientales en 1984 y, en marzo de 2001, estableció un sistema de gestión ambiental, de carácter voluntario, que se regula mediante el Reglamento 761/2001/CEE. Este sistema comunitario permite evaluar y mejorar el comportamiento medioambiental en las empresas y asegurar el cumplimiento de todos los requisitos normativos ambientales.

Por último, los procedimientos para llevar a cabo las auditorías ambientales se encuentran normalizados, en el ámbito internacional por la ISO 14000 (véase Normas ISO 9000 y 14000), en la Unión Europea por el Reglamento 761/2001/CEE, y en España por la Norma UNE 77-802 por la que se establecen las Reglas Generales para Auditorías Ambientales y por la norma UNE 77-801 sobre Sistemas de Gestión Ambiental.

El objetivo actual de tales reglamentaciones en su sentido más amplio consiste en logara el Desarrollo Sostenible.

4.2 Proyecto de la Maquinaria Agrícola.

La Maquinaria Agrícola, se utiliza para labrar la tierra, plantar, cultivar y recolectar la cosecha. Desde la antigüedad, cuando las civilizaciones comenzaron a cultivar plantas, el ser humano ha empleado herramientas que le facilitaban las labores agrícolas. Utilizaba herramientas puntiagudas para cavar y mantener la tierra aireada, y objetos afilados para cortar la cosecha. Estos útiles primitivos, modificados y desarrollados, son las herramientas manuales que todavía se utilizan en cultivos a pequeña escala, como la pala, la azada, el rastrillo y la guadaña. También se han modificado instrumentos más grandes como el arado y grandes rastrillos tirados por personas, animales o máquinas sencillas.

Gran parte de la tierra cultivable del mundo se labra todavía con métodos tradicionales ya que la maquinaria moderna es cara. Los países ricos sí la utilizan extensivamente.

Las grandes máquinas agrícolas modernas, preparadas para los métodos de cultivo a gran escala, se mueven mediante motores de combustión interna de gasolina o diesel. La máquina principal de la agricultura moderna es el tractor. Proporciona fuerza motriz a otras muchas herramientas que se pueden conectar a él, como moledoras, bombas y generadores eléctricos. Es importante señalar que en la actualizada cobra fuerza para en particular los países desarrollados la aplicación de la agricultura de precisión disminuyendo el efecto del exceso de fuerzas externas sobre el suelo , la planificación de las siembras y las diferentes atenciones a la siembra y su control se realizan de manera más eficiente.

4.3 Herramientas para cultivar.

Se han desarrollado muchos tipos de herramientas para las labores de cultivo, como arar la tierra, sembrar, fertilizar y eliminar insectos y parásitos.

La tierra se abre con el arado para preparar los semilleros. Éste consta de una pieza con forma de cuchilla, llamada reja, que corta el suelo, levanta, gira y orea la tierra. Los tractores llevan dos o más arados para hacer varios surcos a la vez y así preparar más tierra de una pasada. Las gradas se utilizan para allanar la tierra arada, y a veces para cubrir las semillas y los fertilizantes con tierra. La grada de disco, que tiene discos afilados de acero, se utiliza para eliminar residuos antes de arar y para enterrar las malas hierbas durante la preparación de los semilleros. También se emplean rodillos con ruedas en forma de U que rompen los terrones de suelo y mejoran la aireación de la tierra para que absorba más agua.

Algunos cereales todavía se siembran a voleo, es decir, tirando las semillas al aire, aunque existen máquinas sembradoras, que consisten en general en un gran depósito, que contiene las semillas, montado sobre unas ruedas y equipado con un agitador que las distribuye. Pero las semillas distribuidas de esta manera no caen con frecuencia en el lugar adecuado para su germinación, por lo que se suele sembrar con perforadoras que producen surcos continuos de profundidad uniforme. Otras herramientas especializadas son las plantadoras, utilizadas en los cultivos que han de hacerse en hileras, como el maíz. Las plantadoras de maíz y otras máquinas similares tienen una rueda distribuidora que recoge pequeñas cantidades de grano o separa las semillas para colocarlas en la tierra.

Los fertilizantes comerciales se suelen distribuir, junto con las semillas, mediante perforadoras y plantadoras. El estiércol se distribuye mejor con un propagador, que es un contenedor con una cinta transportadora en el fondo que arrastra el abono a un batidor que lo desintegra y lo dispersa por el suelo.

Cuando la cosecha ha empezado a crecer, se utilizan los cultivadores para eliminar las malas hierbas y orear la tierra. Los quemadores producen chorros de aire caliente que destruyen las malas hierbas que crecen alrededor de la cosecha, y se pueden utilizar en cultivos en los que la planta tenga tallos fuertes que resistan el calor, como el algodonero.

Otra manera de destruir las malas hierbas es con herbicidas químicos, que se aplican pulverizados o en grano.Los insecticidas se aplican a las plantas y al suelo en grano, en polvo o en forma de líquido atomizado. Se utilizan muchos tipos de máquinas para distribuir estos compuestos químicos por los cultivos. Estas máquinas pueden ser independientes o accesorias del tractor. En los cultivos muy extensos, los pesticidas se esparcen pulverizados con avionetas.

Los pesticidas químicos se han utilizado en casi todos los cultivos. Sin embargo, los estudios acerca de los efectos perjudiciales que producen en el entorno han obligado a buscar otras formas alternativas de control de las plagas. Por ejemplo, la rotación de cultivos previene que los parásitos de cierta planta se establezcan en la tierra. Otra manera es introducir un organismo que aniquile los parásitos pero deje intactas las plantas. También se está avanzando en la ingeniería genética para crear plantas que resistan más o sean inmunes a ciertos parásitos

Casi todos los cereales se cosechan con la trilladora segadora o cosechadora. Es una máquina que arranca el fruto, separa las semillas y limpia el grano según se va moviendo por el campo. El grano limpio se acumula en un depósito.

En el caso del trigo, la trilladora segadora corta las espigas de los tallos y las descascarilla; las espigas pasan a un pelador que separa la piel del grano y éste pasa al depósito.

Las Trilladoras de trigo con una acción mecánica de golpeado, las trilladoras separan las semillas del trigo (grano) de la cascarilla y los tallos (paja).

Para recolectar grandes raíces y tubérculos como las patatas o la remolacha azucarera se utiliza maquinaria especializada. Otras máquinas especializadas son las desmotadoras, que se utilizan para recolectar el algodón. Tienen unos pinchos que giran, retuercen las fibras de algodón y las arrancan de las cápsulas; después se deshacen las hojas por procedimientos químicos. Hay variedades de esta planta que se recolectan con unas máquinas que cardan las fibras y las almacenan en un depósito. Cada vez más se van desarrollando máquinas recolectoras más eficaces.

Para recolectar frutas y hortalizas se utilizan otras máquinas especiales. Además, los agricultores hacen uso de la ingeniería genética para crear nuevas variedades de frutos y hortalizas más resistentes que permitan recolectarlos con máquinas sin dañarlos. Por ejemplo, se ha creado una nueva variedad de tomate con la piel más dura y, por lo tanto, más difícil de magullar.

Además de poder utilizar todas estas modernas máquinas en el campo, la electrónica proporciona a los agricultores la posibilidad de automatizar muchas labores. Sigue aumentando el número de agricultores que emplean ordenadores o computadoras personales para almacenar datos, llevar la contabilidad de sus negocios y conectar con centros de información que ayudan a solventar todo tipo de problemas que se presentan.

La Rotación de cultivos es la alternancia entre los cultivos plantados de un año a otro como medio de conservación del suelo. Es necesaria para evitar el empobrecimiento del suelo que produce el monocultivo. Existen algunas normas básicas para realizarla, como es la de turnar cereales con leguminosas y plantas de raíces superficiales con plantas de raíces profundas; también es importante que los cultivos de un año requieran nutrientes diferentes que los del anterior. La rotación evita la persistencia de los parásitos asociados a una determinada especie vegetal. Las técnicas agrícolas modernas, así como el uso de abonos y productos fitosanitarios, han logrado que la rotación resulte menos necesaria. Ver Acondicionamiento del suelo.

El Acondicionamiento del suelo es la técnica agrícola que permite mantener o mejorar la productividad de los suelos. Es la base de la agricultura científica, e implica seis prácticas esenciales: labranza adecuada, mantenimiento de un aporte apropiado de materia orgánica en el suelo, mantenimiento de un aporte conveniente de nutrientes, control de la contaminación del suelo, mantenimiento de una acidez correcta del suelo y control de la erosión.

El suelo se prepara para el cultivo por medio de un proceso llamado labranza. Los arados roturan la superficie del suelo para que circulen el aire y la humedad, preparando un buen lecho para las semillas y eliminando las malas hierbas y el exceso de vegetación. La roturación suele hacerse siguiendo los contornos del terreno, de forma perpendicular a su pendiente. Esos trazados y líneas, notables hasta muy avanzado el crecimiento de la cosecha, permiten minimizar las escorrentías. Cuando se utiliza de forma conjunta con la construcción de diques y terrazas, este tipo de labranza puede ser un método muy efectivo para la conservación del suelo y el control de la erosión.

El propósito de la labranza es preparar el suelo para el cultivo. Tradicionalmente esta preparación se realiza empleando un arado, que penetra en el suelo y voltea la tierra, arrancando o eliminando las malas hierbas que crecen en el terreno, removiendo y aflojando las capas superficiales del suelo y dejando un lecho con la humedad suficiente para que germinen las semillas sembradas. La labranza tradicional puede perjudicar al suelo si se practica continuamente durante muchos años, sobre todo si la capa fértil de la superficie es delgada. Hoy, muchos agricultores siguen un programa de labranza mínima o reducida para conservar el suelo. En este tipo de labranza la materia vegetal muerta que queda en el suelo tras la cosecha se deja encima, o bien bajo tierra, a poca profundidad, en vez de ser introducida profundamente con el arado, como ocurre en la labranza tradicional; ello contribuye a mantener la humedad en el interior y a proteger el suelo de la erosión

La agricultura moderna depende en gran medida de la ingeniería, la tecnología y las ciencias biológicas y físicas. El riego, el drenaje, la conservación y la canalización, campos todos importantes para garantizar el éxito en la agricultura, requieren los conocimientos especializados de los ingenieros agrícolas.

La química agrícola se ocupa de otros problemas vitales para la agricultura, tales como el empleo de fertilizantes, insecticidas y fungicidas, la estructura del suelo, el análisis de los productos agrícolas y las necesidades nutricionales de los animales de granja.

4.4 La Agricultura Científica

De los siglos XV al XIX el comercio de esclavos se encargó de aportar la mano de obra necesaria. Los esclavos procedentes de África, por ejemplo, trabajaban en el Caribe en plantaciones de azúcar, y en Norteamérica en plantaciones de índigo y algodón. La primera sociedad colonial se sustentó en la explotación de la mano de obra indígena, entonces abundante, asegurada por la esclavitud y la encomienda, que transformó la estructura social del mundo indígena. Los prisioneros procedentes de Europa, sobre todo de las cárceles inglesas, aportaron tanto mano de obra cualificada como no cualificada en muchas colonias americanas. En última instancia, no obstante, tanto la esclavitud como la servidumbre fueron erradicadas en el siglo XIX.

Cuando fueron descubiertos por los conquistadores españoles, las civilizaciones más avanzadas del Nuevo Mundo disfrutaban de economías agrícolas desarrolladas, pero carecían de animales de tiro y desconocían la rueda.

A lo largo del siglo XX el entorno rural ha sufrido transformaciones en la mayor parte del mundo. Los gobiernos han incentivado la adopción de variedades modernas para las cosechas y de razas modernas de ganado, junto con recursos externos (como fertilizantes, pesticidas, antibióticos, crédito, maquinaria), necesarios para que las primeras sean productivas. Han respaldado la creación de nuevas infraestructuras, como programas de irrigación, carreteras y mercados, y han garantizado los precios y el mercado para la producción agrícola.

El proceso de modernización agrícola ha producido tres tipos distintos de agricultura:

1) La industrializada.

2) La llamada revolución verde.

3) Todos los demás tipos: la de baja aportación exterior, la tradicional y la no mejorada.

Los primeros dos tipos han conseguido responder ante los recursos tecnológicos, dando lugar a sistemas de alto rendimiento en la producción de alimentos. Están dotados de acceso a carreteras, mercados urbanos, puertos y, a través suyo, a aportaciones externas, maquinaria, infraestructuras de comercialización, transporte, instalaciones de procesado agrícola y crédito. Tienen buenos suelos, un suministro adecuado de agua (bien por una pluviosidad regular o por medio de sistemas de irrigación), acceso a variedades modernas de cultivos y razas de ganado y a productos derivados del petróleo y maquinaria.

En los países del Tercer Mundo, estos sistemas, que exigen grandes aportaciones del exterior, se emplean en las grandes llanuras y deltas irrigados del sur, sureste y este de Asia, así como en partes de Latinoamérica y el norte de África, y en otras zonas aisladas. Tienden a ser explotaciones de monocultivos, orientadas a la venta, y comprenden los cultivos irrigados de arroz en las tierras bajas, el trigo y el algodón; las plantaciones de plataneros, piñas, palma de aceite y caña de azúcar; las hortalizas en las inmediaciones de los centros urbanos.

Estas son las tierras de la llamada revolución verde. Los científicos desarrollaron nuevas variedades de cereales básicos, consiguiendo que maduraran antes, lo que permitía recoger dos cosechas al año, que fueran insensibles a la duración del día, lo que facilitaba su cultivo en un gran abanico de latitudes, y que produjeran una mayor proporción de grano en relación con la paja. Estas variedades modernas fueron entregadas a los agricultores junto con aportaciones, o entradas, de elevado coste, que incluían fertilizantes inorgánicos, pesticidas, maquinaria, créditos y agua.

En los países industrializados se produjo una revolución similar. Los agricultores se modernizaron, adoptando el uso de maquinaria, reduciendo la mano de obra, especializando los cultivos y cambiando sus prácticas para obtener mayores beneficios. La presión en favor de incrementar el rendimiento y el tamaño de las explotaciones ha hecho que las granjas mixtas tradicionales, un sistema muy integrado en el que se generaban pocos impactos exteriores, hayan desaparecido casi por completo.

El tercer tipo de agricultura comprende todos los demás sistemas agrícolas y de subsistencia. Se trata de sistemas de baja aportación externa y situados en tierras secas, tierras pantanosas, tierras altas, sabanas, pantanos, zonas semidesérticas, montañas y colinas y bosques. En estas áreas los sistemas de cultivo son complejos y diversos, el rendimiento de las cosechas bajo, y la vida de sus habitantes a menudo depende de los recursos silvestres, además de la producción agrícola propia. Las explotaciones están muy alejadas de los mercados, se encuentran en suelos frágiles o problemáticos, y es poco probable que los visiten los científicos agrícolas o que sean estudiadas en los centros de investigación.

La revolución científica producto del renacimiento y el Siglo de las Luces en Europa favoreció la experimentación en la agricultura así como en otros campos. La experimentación y el error en el cultivo de plantas condujo a la mejora de las cosechas, y se desarrollaron algunas variedades nuevas de ganado vacuno y ovino.

Los avances en el transporte influyeron también a la agricultura. Las carreteras, canales y ferrocarriles permitieron a los agricultores obtener los suministros necesarios y comercializar sus productos en un mercado más amplio. Los alimentos podían protegerse durante el transporte y era posible trasladarlos a menor coste gracias a los trenes, los barcos y la refrigeración, avances producidos a finales del siglo XIX y principios del XX. El uso eficaz de estos adelantos llevó a una creciente especialización y, en ocasiones, a cambios en la localización de los proveedores agrícolas. En el último cuarto del siglo XIX, por ejemplo, los proveedores de grano australiano y norteamericano desplazaron a los europeos en el mercado del viejo continente. Cuando la producción de grano dejaba de ser rentable para los agricultores europeos, o un área era urbanizada, se potenciaban las industrias lácteas, la producción de queso y otros productos.

Agricultura biológica, sistema de producción que rechaza o excluye en gran medida el uso de los fertilizantes sintéticos, los pesticidas, los reguladores del crecimiento y los aditivos para el pienso (alimento) del ganado. En la medida de lo posible, recurre a la rotación de los cultivos, los residuos de las cosechas, el estiércol animal, las leguminosas, el estiércol verde, los residuos orgánicos y el control de plagas por medios biológicos para mantener la productividad y labrar el suelo, aportar nutrientes para las plantas y controlar los insectos, las malas hierbas y otras plagas.

Los sistemas de agricultura biológica son muy utilizados en los países subdesarrollados y en vías de desarrollo, en gran medida debido a problemas económicos y a la falta de productos químicos. No obstante, cada vez son más ampliamente aceptados en los países desarrollados como reacción a los sistemas de explotación intensiva o industrial.

La agricultura biológica es conocida con diferentes nombres en diferentes países, y los aproximadamente 16 términos que se emplean para hacer referencia a ella incluyen agricultura biológica, agricultura regenerativa y agricultura sostenible.

Agricultura biológica es el término más utilizado en Europa, mientras que Estados Unidos y el Reino Unido prefieren el de agricultura orgánica. También recibe el nombre de agricultura biodinámica aunque, en sentido estricto, ésta forma parte de toda una filosofía que abarca la educación, el arte, la nutrición y la religión, además de la agricultura. Rudolf Steiner, el filósofo austriaco fundador de la antroposofía, fue también el fundador de la agricultura biodinámica.

Buena parte del crédito del movimiento a favor de la agricultura orgánica o biológica se le atribuye a lady Eve Balfour, nacida a finales del siglo XIX en el seno de una acaudalada familia británica que, además de mostrar su talento como trombón de jazz y piloto, manifestó gran interés por la agricultura. Sus trabajos de investigación en las décadas de 1920 y 1930 tuvieron gran importancia en el desarrollo de nuevas técnicas agrícolas que buscan promover relaciones sostenibles entre el suelo, las plantas, los animales, las personas y la biosfera, con el fin de producir alimentos sanos y otros productos, que protegen y potencian a la vez el medio ambiente.

Aunque se emplea en la mayoría de los países del mundo, los métodos de la agricultura biológica donde más se han desarrollado ha sido en el norte de Europa; sin embargo, Austria dedica cerca del 6% de sus tierras productivas a los cultivos biológicos, y la siguen Alemania, Países Bajos y Dinamarca.

Los problemas fundamentales de este sistema de cultivo se deben a la cantidad de normas y legislaciones diferentes y a la vez exigentes sobre los mismos.

4.5 Evaluación de Impacto Ambiental (EIA).

La Evaluación de Impacto Ambiental se introdujo por primera vez en Estados Unidos en 1969 .Desde entonces, un creciente número de países (incluida la Unión Europea) han adoptado la EIA, aprobando leyes y creando organismos para garantizar su implantación.

La Evaluación de Impacto Ambiental se ha aplicado sobre todo a proyectos individuales y ha dado lugar a la aparición de diversas técnicas nuevas, como los estudios de impacto sanitario y los de impacto social. Los avances más recientes incluyen el estudio de los efectos acumulativos y el estudio estratégico del medio ambiente, conocido como Evaluación Estratégica Ambiental (EEA), que se ocupa de los estudios medioambientales a nivel de políticas, programas y planes.

El término Estudio de Impacto Ambiental (EsIA) se usa a veces a modo de paraguas que abarca todos estos enfoques diferentes, pero se emplea también como nombre alternativo de la EIA. En ciertos casos, se evalúan los impactos social y económico como parte del proceso. En otros, las cuestiones sociales y económicas se evalúan por separado.

Una Evaluación de Impacto Ambiental suele comprender una serie de pasos:

1) Un examen previo, para decidir si un proyecto requiere un estudio de impacto y hasta qué nivel de detalle.

2) Un estudio preliminar, que sirve para identificar los impactos clave y su magnitud, significado e importancia.

3) Una determinación de su alcance, para garantizar que la EIA se centre en cuestiones clave y determinar dónde es necesaria una información más detallada.

4) El estudio en sí, consistente en meticulosas investigaciones para predecir y/o evaluar el impacto, y la propuesta de medidas preventivas, protectoras y correctoras necesarias para eliminar o disminuir los efectos de la actividad en cuestión.

El proceso suele implicar la contraposición de opciones, la propuesta de medidas paliativas, la preparación de un informe y el subsiguiente seguimiento y evaluación.

Una vez finalizado un Proyecto Técnico o de implementación de una maquinara nueva en experimentación, se realiza un examen a posteriori, o auditoria sobre el terreno, para determinar hasta qué punto las predicciones de la EIA se ajustan a la realidad; es en esencia el seguimiento o control ambiental de las obras.

En la comunidad empresarial existe un creciente interés en la inspección previa de las prácticas orientadas a la determinación de objetivos productivos, en especial en lo que se refiere a la eliminación de residuos y al uso de la energía. El término auditoria medioambiental se aplica a la regulación voluntaria de las prácticas empresariales en función de valores predeterminados de su impacto ambiental. Para tales fines se establecen las Leyes ambientales.

Las Leyes ambientales ocupan un lugar importante con un alcance nacional, regional e internacional, orientadas a la protección del medio ambiente. Los elementos claves de la legislación sobre el medio ambiente incluyen el control de la contaminación producida por el ser humano y la protección de recursos naturales como la fauna, flora y el paisaje, pero las fronteras exactas del problema son difíciles de delimitar y otras muchas áreas de la legislación, como las referentes a la salud y a la seguridad en el trabajo, la planificación del uso del suelo y la protección de la herencia cultural, tienen implicaciones ambientales no despreciables.

Un área de la legislación medioambiental aborda los principios según los cuales quien daña el medio ambiente queda sometido al pago de compensaciones, así como sobre quién puede solicitar una acción legal ante los tribunales. Aunque importantes, tales principios pueden contribuir poco a impedir los daños al medio ambiente, y la mayor parte de la legislación al respecto consiste, en la actualidad, en diversos tipos de regulación por parte del gobierno.

Se emplean varios tipos de enfoques legales que incluyen la prohibición o restricción del uso de ciertas sustancias y la determinación de estándares para los productos. Probablemente, el método más utilizado de regulación ambiental sea la exigencia de licencias u otras formas de autorización para llevar a cabo ciertas actividades, como el vertido de efluentes en el agua o la eliminación de residuos. La implantación eficaz de las leyes ambientales sigue siendo un problema en muchas jurisdicciones, y hoy en día, se presta mayor atención al uso de mecanismos económicos, por ejemplo impuestos especiales, como medio para reforzar o reemplazar sistemas más convencionales de regulación ambiental.

A pesar de la gran variedad de leyes que existen relacionadas con la conservación del medio ambiente, en muchas jurisdicciones están surgiendo una serie de principios y tendencias comunes, reforzados por la creciente cooperación internacional surgida en la década de 1970. La necesidad de prevenir los daños al medio ambiente en origen se ve a menudo reforzada por el requisito de la Evaluación de Impacto Ambiental de las nuevas propuestas y proyectos.

El llamado principio de precaución surgió en la década de 1980 como justificación de la regulación medioambiental, incluso en caso de que existieran dudas científicas acerca de las causas exactas del daño al medio ambiente, y fue ratificado en la Cumbre sobre la Tierra celebrada en 1992. Hoy en día, en muchos países existen leyes que otorgan al público el derecho a acceder a la información relacionada con el medio ambiente y a participar en la toma de decisiones respecto a cuestiones que afecten a éste y, cada vez más, las constituciones contienen ciertos principios relacionados con el mismo.

En los últimos 50 años, las políticas de desarrollo agrícola han tenido "un éxito notable" en potenciar las aportaciones o entradas externas como medio para aumentar la producción de alimentos, lo que ha producido un crecimiento llamativo en el consumo global de pesticidas, fertilizantes inorgánicos, piensos animales, tractores y otras maquinarias. Estas aportaciones externas, no obstante, han reemplazado los recursos y procesos naturales de control, haciéndolos más vulnerables.

Los pesticidas han reemplazado a los medios biológicos, mecánicos y de cultivo para controlar las plagas, las malas hierbas y las enfermedades; los agricultores han sustituido el estiércol, el abono vegetal y las cosechas fijadoras de nitrógeno por fertilizantes inorgánicos; la información para tomar decisiones de gestión procede de los proveedores comerciales y de los científicos, no de fuentes locales; y los combustibles fósiles han reemplazado a las fuentes de energía generadas localmente. La especialización de la producción agrícola y el declive asociado de la granja mixta también han contribuido a esta situación. Los que antaño fueron valiosos productos interiores se han convertido hoy en productos de desecho.

El principal desafío al que se enfrenta la agricultura sostenible es mejorar el uso que se hace de estos recursos interiores. Esto puede hacerse minimizando las aportaciones desde el exterior, regenerando los recursos interiores más rápidamente o combinaciones de ambos. La agricultura sostenible es, por lo tanto, un sistema de producción de alimentos o fibras que persigue los siguientes objetivos de forma sistemática:

1) una incorporación mayor de los procesos naturales, como el ciclo de los nutrientes, la fijación del nitrógeno y las relaciones plaga-depredador a los procesos de producción industrial.

2) una reducción del uso de las aportaciones externas no renovables que más daño pueden causar al medio ambiente o a la salud de los agricultores y consumidores, y un uso más metódico de las demás aportaciones, de cara a minimizar los costes variables.

3) un acceso más equitativo a los recursos y oportunidades productivo y la transición a formas de agricultura más justas desde el punto de vista social.

4) un mayor uso productivo del potencial biológico y genético de las especies vegetales y animales.

5) un mayor uso productivo de los conocimientos y prácticas locales, incluyendo enfoques innovadores aún no del todo comprendidos por los científicos ni adoptados por los agricultores.

6) un incremento de la autosuficiencia de los agricultores y los pueblos rurales.

7) una mejora del equilibrio entre los patrones de pastoreo o explotación, la capacidad productiva y las limitaciones ambientales impuestas por el clima y el paisaje para garantizar que los niveles actuales de producción sean sostenibles a largo plazo.

8) una producción rentable y eficiente que haga hincapié en la gestión agrícola integrada y la conservación del suelo, el agua, la energía y los recursos biológicos.

Cuando estos componentes se unen, la agricultura se transforma en agricultura integrada, y sus recursos se usan con más eficiencia.

La agricultura sostenible, por lo tanto, aspira al uso integrado de una gran variedad de tecnologías de gestión de las plagas, los nutrientes, el suelo y el agua. Aspira a una mayor diversidad de explotaciones en el seno de las granjas, combinada con mayores vínculos y flujos entre ellas. Los productos secundarios o desechos de un componente se convierten en aportaciones a otro. Al ir reemplazando las aportaciones exteriores por los procesos naturales, el impacto sobre el medio ambiente disminuye.

Los grandes desafíos a los que se enfrenta la agricultura sostenible en cada una de las tres áreas agrícolas son muy diferentes. En la agricultura industrializada de Europa y América del Norte, se trata de reducir sustancialmente el uso de aportaciones exteriores y los costes variables con el fin de mantener la rentabilidad. Se podrían aceptar pequeñas reducciones en el rendimiento, dado el actual nivel de sobreproducción. En las áreas de la llamada revolución verde, el desafío es mantener el rendimiento y el nivel actual de sobreproducción reduciendo a la vez los daños al medio ambiente. En las tierras diversas y complejas se trata de aumentar el rendimiento por hectárea sin dañar los recursos naturales.

Todos estos éxitos tienen tres elementos en común. Han hecho uso de tecnologías que conservan los recursos, como la gestión integrada de las plagas, la conservación del suelo y el agua, el reciclado de nutrientes, los cultivos múltiples, la captación de agua, el reciclado de desechos, y así sucesivamente. En términos generales, ha habido iniciativas por parte de grupos y comunidades a nivel local, así como cierto apoyo por parte de instituciones gubernamentales y/o no gubernamentales.

A pesar de la viabilidad de una agricultura más sostenible, que beneficiaría a los agricultores, las comunidades rurales, el medio ambiente y la economía nacional, siguen existiendo muchos obstáculos y amenazas. Muchas de las estructuras de poder existentes se ven amenazadas por el cambio, y puede resultar imposible que todo el mundo se beneficie de ella a corto plazo. Las amenazas surgen desde el nivel internacional hasta el local.

A nivel internacional, los mercados y las políticas comerciales han tendido a reducir el precio de las mercancías, disminuyendo los beneficios de los agricultores y las economías. Sólo en los últimos 10 años los precios habían descendido, por término medio, un 50 por ciento. Las empresas agroquímicas, por su parte, intentarán proteger sus mercados de toda opción que implique una reducción en el uso de sus productos.

A nivel nacional, hay que determinar cuáles son las políticas macro y microeconómicas que siguen dificultando el desarrollo de una agricultura más sostenible, y cambiarlas. En algunos casos esto resultará políticamente muy difícil, en especial cuando se trate de poner en práctica unas reformas que deberían dar a los agricultores garantías para invertir en prácticas sostenibles.

Por último, los propios agricultores se enfrentan a los costos que supone la transición a prácticas y tecnologías agrícolas sostenibles y a su aprendizaje.

Todos los medios y ecosistemas naturales se enfrentan ahora a una dificultad sin precedentes: la humanidad. El ser humano ha comprimido en unos pocos siglos cambios que en su ausencia hubiesen exigido miles o millones de años. Las consecuencias de estos cambios están todavía por ver. A continuación se describen los impactos más importantes de la actividad de los seres humanos sobre los ecosistemas.

Destrucción y fragmentación de hábitat

La influencia más directa del hombre sobre los ecosistemas es su destrucción o transformación. La tala a matarrasa (el corte de todos los árboles de una extensión de bosque) destruye, como es lógico, el ecosistema forestal. También la explotación selectiva de madera altera el ecosistema. Lo mismo ocurre con la desecación de humedales que se ha llevado a cabo de forma sistemática (para ganar tierras de cultivo o eliminar la fuente de enfermedades) y cuyo mayor exponente es la desecación del mar de Aral por el aprovechamiento de las aguas de sus tributarios. La fragmentación o división en pequeñas manchas de lo que era un ecosistema continuo puede alterar fenómenos ecológicos e impedir que las parcelas supervivientes continúen funcionando como antes de la fragmentación.

Cambio climático

Ahora se acepta de forma generalizada que las actividades de la humanidad están contribuyendo al calentamiento global del planeta, sobre todo por acumulación en la atmósfera de gases de efecto invernadero. Las repercusiones de este fenómeno probablemente se acentuarán en el futuro. Como ya se ha señalado, el cambio climático es una característica natural de la Tierra. Pero antes sus efectos se podían asimilar, porque los ecosistemas "emigraban" desplazándose en latitud o altitud a medida que cambiaba el clima. Como ahora el ser humano se ha apropiado de gran parte del suelo, en muchos casos los ecosistemas naturales o seminaturales no tienen ningún sitio al que emigrar.

Conclusiones

La protección de los ecosistemas naturales que quedan en parques nacionales y otras áreas protegidas es decisiva. Pero esto no evitará la influencia de factores como el cambio climático o la contaminación arrastrada por el aire y el agua. Además, la continua pérdida de terreno que experimentan las áreas naturales significa que probablemente exigirán una gestión más activa para mantener sus funciones ecológicas: control de especies exóticas, manipulación de los niveles de agua en los humedales, incendios periódicos controlados en hábitat forestales, entre otros. Esta clase de intervenciones son siempre peligrosas, pues todavía desconocemos el funcionamiento de la mayor parte de los ecosistemas.

Tema 5.

Evaluación del Impacto Ambiental

5.1 Consideraciones sobre el impacto ambiental.

El impacto ambiental es la alteración, como vimos antes, que se produce en el ambiente cuando se lleva a cabo un proyecto o una actividad. Las obras públicas como la construcción de una carretera, un pantano o un puerto deportivo; las ciudades; las industrias; una zona de recreo para pasear por el campo o hacer escalada; una granja o un campo de cultivo; cualquier actividad de estas tiene un impacto sobre el medio.

La alteración no siempre es negativa. Puede ser favorable o desfavorable para el medio.

En los impactos ambientales hay que tener en cuenta: 

  • signo: si es positivo y sirve para mejorar el medio ambiente o si es negativo y degrada la zona

  • intensidad: según la destrucción del ambiente sea total, alta, media o baja;

  • extensión: según afecte a un lugar muy concreto y se llama puntual, o a una zona algo mayor -parcial-, o a una gran parte del medio -impacto extremo- o a todo -total-. Hay impactos de ubicación crítica: como puede ser un vertido en un río poco antes de una toma de agua para consumo humano: será un impacto puntual, pero en un lugar crítico;

  • momento en que se manifiesta y así distinguimos impacto latente que se manifiesta al cabo del tiempo, como puede ser el caso de la contaminación de un suelo como consecuencia de que se vayan acumulando pesticidas u otros productos químicos, poco a poco, en ese lugar. Otros impactos son inmediatos o a corto plazo y algunos son críticos como puede ser ruido por la noche, cerca de un hospital;

  • persistencia. Se dice que es fugaz si dura menos de 1 año; si dura de 1 a 3 años es temporal y pertinaz si dura de 4 a diez años. Si es para siempre sería permanente;

  • recuperación. Según sea más o menos fácil de reparar distinguimos irrecuperables, reversibles, mitigables, recuperables, etc. 

  • suma de efectos: A veces la alteración final causada por un conjunto de impactos es mayor que la suma de todos los individuales y se habla de efecto sinérgico. Así, por ejemplo dos carreteras de montaña, pueden tener cada una su impacto, pero si luego se hace un tercer tramo que, aunque sea corto, une las dos y sirve para enlazar dos zonas antes alejadas, el efecto conjunto puede ser que aumente mucho el tráfico por el conjunto de las tres. Eso sería un efecto sinérgico;

  • periodicidad. Distinguimos si el impacto es continuo como una cantera, por ejemplo; o discontinuo como una industria que, de vez en cuando, desprende sustancias contaminantes o periódico o irregular como los incendios forestales.

Antes de empezar determinadas obras públicas o proyectos o actividades que pueden producir impactos importantes en el ambiente, la legislación obliga a hacer una Evaluación del Impacto Ambiental que producirán si se llevan a cabo. La finalidad de la EIA es identificar, predecir e interpretar los impactos que esa actividad producirá si es ejecutada. Los pasos a dar para hacer una EIA son:

Para hacer una EIA primero hace falta un Estudio de Impacto Ambiental que es el documento que hacen los técnicos identificando los impactos, la posibilidad de corregirlos, los efectos que producirán, etc. Debe ser lo más objetivo posible, sin interpretaciones ni valoraciones, sino recogiendo datos. Es un estudio multidisciplinar por lo que tiene que fijarse en cómo afectará al clima, suelo, agua; conocer la naturaleza que se va a ver afectada: plantas, animales, ecosistemas; los valores culturales o históricos, etc.; analizar la legislación que afecta al proyecto; ver cómo afectará a las actividades humanas: agricultura, vistas, empleo, calidad de vida, etc.

La Declaración de Impacto Ambiental la hacen los organismos o autoridades medioambientales a las que corresponde el tema después de analizar el Estudio de Impacto Ambiental y las alegaciones, objeciones o comentarios que el público en general o las instituciones consultadas hayan hecho. La base para la DIA es el Estudio técnico, pero ese estudio debe estar disponible durante un tiempo de consulta pública para que toda persona o institución interesada lo conozca y presente al organismo correspondiente sus objeciones o comentarios, si lo desea. Después, con todo este material decide la conveniencia o no de hacer la actividad estudiada y determina las condiciones y medidas que se deben tomar para proteger adecuadamente el ambiente y los recursos naturales.

Tipos de Evaluaciones de Impacto Ambiental. La legislación pide estudios más o menos detallados según sea la actividad que se va a realizar. No es lo mismo la instalación de una fábrica que una pequeña empresa o un gran embalse o una central nuclear. Por eso se distinguen: 

Informes medioambientales que se unen a los proyectos y son simplemente indicadores de la incidencia ambiental con las medidas correctoras que se podrían tomar.

Evaluación preliminar que incorpora una primera valoración de impactos que sirve para decidir si es necesaria una valoración más detallada de los impactos de esa actividad o es suficiente con este estudio más superficial.

Evaluación simplificada que es un estudio de profundidad media sobre los impactos ambientales.

Evaluación detallada en la que se profundiza porque la actividad que se está estudiando es de gran envergadura.

edu.red

Figura 1- Etapas de realización de la evaluación medioambiental

5.2 – Metodologías de Evaluación del Impacto Ambiental

Como ejemplo de uno de los métodos que se emplean en estos trabajos analizamos la llamada "matriz de Leopold" que fue el primer método utilizado para hacer estos estudios, en 1971, por el Servicio Geológico de los Estados Unidos.

Este sistema utiliza un cuadro de doble entrada (matriz). En las columnas pone las acciones humanas que pueden alterar el sistema y en las filas las características del medio que pueden ser alteradas. En el original hay 100 acciones y 88 factores ambientales, aunque no todos se utilizan en todos los casos. 

Cuando se comienza el estudio se tiene la matriz sin rellenar las cuadrículas. Se va mirando una a una las cuadrículas situadas bajo cada acción propuesta y se ve si puede causar impacto en el factor ambiental correspondiente. Si es así, se hace una diagonal. Cuando se ha completado la matriz se vuelve a cada una de las cuadrículas con diagonal y se pone a la izquierda un número de 1 a 10 que indica la magnitud del impacto. 10 la máxima y 1 la mínima (el 0 no vale). Con un + si el impacto es positivo y – si negativo. En la parte inferior derecha se califica de 1 a 10 la importancia del impacto, es decir si es regional o solo local, etc. 

Una evaluación de impacto ambiental pretende establecer un equilibrio entre el desarrollo de la actividad humana y el respeto al medio ambiente. Este estudio permite reducir los efectos causados por la no sincronización del desarrollo de la población y la conservación del entorno para las futuras generaciones.

El estudio de impacto ambiental es un documento técnico, objetivo y de carácter interdisciplinario dirigido hacia la predicción de las consecuencias de la ejecución de un proyecto sobre el entorno y a establecer medidas correctoras. En definitiva debe identificar, predecir, interpretar, prevenir, valorar y comunicar el impacto que comportará la realización de un proyecto a su entorno,

Estructura general de un EIA:1- Análisis del proyecto y sus alternativas2- Descripción del medio3- Detección o identificación de los impactos4- Caracterización de los impactos5- Evaluación de los impactos6- Predicción de la magnitud7- Valoración cuantitativa8- Definición de las medidas correctoras9- Plan de vigilancia ambiental10- Documento de síntesis.

No hay una metodología establecida debido a que cada proyecto afecta de forma distinta al medio y en función de los factores afectados será mejor aplicar un método u otro.Métodos más habituales para los estudios de impacto: Para la identificación de alternativas:- Mc Harg- SIG Para ponderar factores:- Delphi Para identificar impactos:– Listas de revisión- Cuestionarios del Banco Mundial- Diagramas de redes y Método Sorensen- Matriz de interacción de factoresPara evaluar impactos:– Matriz de Leopold- Método Batelle-Columbus- Método Galleta- Análisis energético Mc Allister- Guías metodológicas del MOPU

 

 

 

Existen diversas metodologías desarrolladas en los estudios de impacto ambiental. Canter estudió en 1979 más de cien métodos y técnicas que venían empleándose en los estudios de impacto ambiental. Desde entonces muchas otras han surgido y también otras muchas han desaparecido. De las varias metodologías vigentes en la actualidad podríamos hacer un resumen para su clasificación en los siguientes grupos:

  • Matrices de acción-elemento impactadas. (Conocidas en general como de causa-efecto)

  • Diagramas de redes.

  • Listas de control.

  • Técnicas de superposición.

  • Procedimientos específicos.

Matrices de acción-elemento impactadas

Las matrices son unos útiles bien conocidos que permiten identificar en columnas y en filas las acciones que presumiblemente causan impacto y los elementos del medio ambiente que pueden recibirlos. Si bien su correcta denominación debería ser origen-destino, con frecuencia se le denomina de causa-efecto.

Estas matrices origen-destino son de gran utilidad para la identificación de impactos. Poseen la gran ventaja de ser un instrumento intuitivo y han perdurado a lo largo del tiempo, llegando hasta nuestros días como una de las herramientas de identificación más útiles.

Cuando prevemos que una determinada acción derivada de un proyecto, obra o alteración, puede causar un impacto en un elemento del medio ambiente, aparecerá reflejado con una señal en el elemento de cruce correspondiente de la matriz. Una vez identificados los potenciales impactos se procederá a su valoración cualitativa y cuantitativa a través del procedimiento de valoración que consideremos más oportuno.

Leopold y algunos colaboradores desarrollaron en 1971 una matriz de más de 800 elementos, y propuso un método de valoración en términos de magnitud del impacto mediante la asignación de unos valores numéricos en una escala de 1 a 10 en la que los valores más altos reflejan una mayor magnitud del impacto previsto. El procedimiento de matriz ideado por Leopold sigue teniendo hoy la máxima vigencia si bien, ha sufrido diversas actualizaciones a lo largo del tiempo, en cuanto a que elementos incluir o eliminar, sigue siendo en la actualidad uno de los mejores procedimientos de identificación.

 En cuanto a la valoración de importancia de los impactos, el procedimiento que propuso Leopold es el siguiente: cada impacto previsto, representado en un elemento de la matriz se divide en diagonal, reflejando en su parte superior el sentido positivo o negativo, seguido por la extensión (magnitud el elemento) estimada en una escala de 1 a 10, siendo el valor más alto el correspondiente a la mayor magnitud de impacto. En la parte inferior se refleja la intensidad o grado de afección en una escala de 1 a 10.

Matriz de Leopold .

Es un verdadero método de identificación más que de evaluación; fue preparada para el Servicio geológico del Ministerio del interior de los EEUU; es muy practica y permite tener una visión a solo golpe de vista.

 

Fase

de

operación

 

Acción

Factor

Deposición

Recolección y trasporte

Almacenaje

Separación

Quema

 

C/I/EX/PE/AC/RV

C/I/EX/PE/AC/RV

C/I/EX/PE/AC/RV

C/I/EX/PE/AC/RV

Atmósfera 1 olores

2 humos

3 tóxicos

-,1,2,1,1,1

+,1,1,1,1,1

-,1,1,1,1,2

-,(+4)8,4,4,2

-,(+4)8,4,4,2

-,(+4)8,4,4,2

+,2,2,2,4,1

+4,4,4,4,1

+8,8,4,4,1

-(+4,+4)2,1,2

-(+4,+4)2,1,2

-(+4,+4)4,1,2

Suelo 1 contaminación

2 pérdida de valor

3 erosión

+,1,1,1,1,2

+4,1,1,1,1,2

+,1,1,1,1,4

-,(+4)2,4,4,2

-,(+4)4,4,4,2

-,(+4)2,2,2,4

+8,8,4,4,1

+8,8,4,4,1

+8,8,4,4,1

-(+4)2,4,1,2

-(+4)2,4,1,2

-(+4)2,4,1,4

Agua 1 contaminación

+,1,1,1,1,2

-,(+4)4,4,4,2

+8,8,4,4,1

-(+4)2,4,4,2

Flora 1 perdida de vegetales

+,1,1,1,1,2

-,(+4)4,4,4,2

+,4,4,4,4,1

-(+4)2,4,1,2

Fauna 1 perdida de fauna

2 aumento de fauna peligrosa

+,1,1,1,1,2

-,1,1,1,1,2

-,(+4)4,4,4,2

-,(+4)8,4,4,2

+,4,4,4,4,1

+,1,1,1,4,1

-(+4)2,4,4,2

-(+4)2,4,4,2

Partes: 1, 2, 3, 4, 5
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