- Resumen
- Introducción
- Desarrollo
- Acciones
- Presiones y Represiones contra los independientes de color
- La protesta armada
- Derrota de la Protesta Armada
- Objetivos
- Las relaciones raciales en Cuba
- Conclusiones
- Bibliografía Consultada
Resumen
Se realizó una revisión bibliográfica acerca de la fundación de la "Agrupación Independientes de Color, por Evaristo Estenóz, veterano luchador del Ejército Libertador, su ideario, sus acciones; la conspiración de José Antonio Aponte, su objetivo y su repercusión histórica así como la discriminación racial en Cuba. Se concluyó que el Partido de los independientes de color tenían el programa más avanzado de aquellos tiempos el cual abarcaba 5 temas principales: derechos obreros, derechos ciudadanos, nacionalismo, instrucción pública, jurídica y tierra a los campesinos, los Independientes de Color no sólo quedaron sepultados en el olvido, sino que también fueron cubiertos con el lodo de la infamia, para así aterrorizar a la población negra y mestiza, José Antonio Aponte tuvo la gloria de haber encabezado la primera rebelión contra España con algunos resultados prácticos, la Revolución y el Partido Cubano siempre han estado en contra de cualquier tendencia racista.
Introducción
El racismo, nacido de una historia de más de cuatro siglos de esclavitud en la Cuba colonial, y potenciado con la intervención norteamericana para escamotear la independencia al Ejército Libertador, cuando ya este tenía derrotado al colonialismo español, provocó que la República naciera con una Constitución, aprobada en 1901, que solo refería que: "todos los cubanos son iguales ante la Ley. La República no reconoce fueros ni privilegios".
No se precisó entonces, de forma alguna, cómo encarar y resolver el problema ancestral de la discriminación racial, a pesar de que la raza negra había aportado el 80 por ciento de los combatientes del Ejército Libertador, más del 14 por ciento de sus generales y el 30 por ciento de sus coroneles.
Con la ocupación norteamericana proliferó aún más la discriminación racial. Negros y mestizos continuaron siendo preteridos en la vida social, económica, cultural y política. Eso en parte tenía un fuerte basamento en las condiciones en que habían adquirido, a mayoría de ellos, la libertad apenas catorce años antes; en que las masas de esclavos recién liberados estaban en peores condiciones que el cubano blanco más humilde.
Por otra parte, Tomás Estrada Palma, desde que fue impuesto por el Gobierno de los Estados Unidos como el primer presidente de la República, influido por la política de Apartheid que aplicaba en la administración norteamericana en ese país norteño, excluyó a los negros y mestizos de todos los cargos públicos, aun de los más humildes. También fueron excluidos del cuerpo diplomático y de acceso a la superación cultural. El obrero negro era explotado; al campesino, se le negaba la tierra.
Debemos imaginarnos como se sentirían los veteranos que habían luchado por la independencia, en especial los de piel oscura, que además eran víctimas de la discriminación racial, la que incluso llegó a prohibir la presencia de los negros en todas las actividades oficiales.
El 29 de junio de 1902, veteranos negros de las guerras de independencia organizaron un mitin en un teatro de La Habana, en el cual participaron muchos veteranos blancos que habían combatido junto con sus hermanos de color, como llamaban a negros y mestizos. El general Silverio Sánchez Figueras denunció en su intervención que mientras a los de su raza no se les permitía pertenecer a la policía, ese cuerpo estaba plagado de bandoleros. Similares planteamientos hizo también el general Juan Gualberto Gómez.
Fueron tantos los desmanes cometidos por el Gobierno reaccionario y racista de Estrada Palma que fue derrocado por la Revolución de agosto de 1906, en la cual tuvieron una activa participación liberales negros, aunque no lograron con ello, como habían esperado, la desaparición de los prejuicios raciales.
Desarrollo
En 1907 ya se acusaba a Evaristo Estenóz Corominas de estar tratando de integrar un partido político con ciudadanos negros y mestizos; estas acusaciones provenían de fuentes de inteligencia norteamericanas. En esa época habían distintas corrientes que pugnaban por la unidad de negros y mestizos. Una de éstas era orientada por Ricardo Batrell y Alejandro Meninger, quienes lanzaron un "Manifiesto al pueblo de Cuba y a la raza de color", en el que se denunciaba las condiciones de preterición y discriminación a que se hallaban sometidos y se exhortaba a la unidad para la lucha por sus reinvindicaciones. El documento circuló muy profusamente en Camagüey. En las elecciones parciales de junio de 1908, los ajustes para las candidaturas dejaron insatisfechos a los negros más radicales, entre los que se encontraba un veterano del Ejército Libertador, Evaristo Estenóz Corominas
El 1 de agosto de 1908 se celebraron las elecciones parciales en las que ninguno de los candidatos negros postulados para concejales y consejeros, por los partidos Liberal y Conservador, resultó electo.
Toda esta intolerable situación dió origen, el 7 de agosto de 1908, a que fuera fundado, por Evaristo Estenóz veterano luchador del Ejército Libertador, la "Agrupación Independientes de Color, en el # 63 de la calle Amargura en La Habana, con el objetivo de participar en las elecciones del 14 de noviembre de ese año. Se abría un capítulo en la historia de Cuba, que repercutiría, al igual que la conspiración de La Escalera, durante muchos años sobre uno de los elementos constitutivos de la nación cubana.
Teniendo como proclama principal la idea del héroe nacional José Martí de tener una "República con todos y para el bien de todos".
Se levantó en acta formal que el presidente de la agrupación seria Estenóz y el puesto de secretario seria ocupado por Gregorio Turín, también oficial del Ejército Libertador, así como las causas por las cuales había sido constituida la organización; se dirigió la solicitud de inscripción a Enoch Crowder, presidente de la Junta Electoral durante la intervención norteamericana, y la misma fue aprobada. Como primer objetivo se plantearon la participación en las elecciones del 14 de noviembre de ese año. En el acto de constitución proclamaron: "solemnemente, fija nuestra vista en la cordialidad universal, en el amor al progreso de la humanidad, el bien colectivo de todos los habitantes que integran el territorio de la Patria, y más que todo, el respeto y la consideración mutua que por ley humana y por ley política y civil debe existir para que todos gocen de la luz del sol en esta tierra, puedan amarse y entenderse, y recogiendo el general sentir de todos los elementos de la raza de color de toda la Isla, que nos consultan a diario, demostrando su inconformidad con el actual estado de cosas, entendemos que para llevar a la práctica una era de paz moral para todos los cubanos, presentemos una candidatura formada por hombres de color cubriendo todos los cargos efectivos".
"…inspirados en una obra amplia y generosa, tenemos el deber de mantener el equilibrio de todos los intereses cubanos, y que la raza negra tiene derecho de intervenir en el Gobierno de su país, no con el fin de gobernar a nadie, sino con el propósito de que se nos gobierne bien".
La experiencia electoral de 1908 llevó a esta agrupación a expresar en la tribuna pública su convicción de que la militancia en los partidos tradicionales no era el camino para obtener los derechos que le eran conculcados.
"Los hombres de color que militan en los partidos políticos, no han tenido, no tienen, ni tendrán, correligionarios en ellos, más que en los casos en que se proyecte una manifestación callejera, para que sean los negros los portadores de las candilejas; para que formen los núcleos numerosos que aplaudan en los mítines, para que sean los propagandistas decididos y entusiastas de los candidatos postulados por el partido, para que sean los agentes gratuitos y diligentes el día de las elecciones, y para conseguir tal cooperación, tan solo basta con que aparezcan en la candidatura del partido, dos o tres nombres de individuos de piel oscura, postulados para los más humildes de los cargos…"
Aceptada su inscripción como partido político por la comisión electoral que presidía un norteamericano, acudió el nuevo Partido Independiente de Color (PIC) a las elecciones presidenciales de noviembre de 1908, aspirando solamente a elegir representantes al Congreso.
"Para nuestro partido, hoy por hoy, no es un caso de indisciplina que sus miembros voten indiscriminadamente por Menocal o por José Miguel, por quien mejor les plazca. Lo esencial nos es que salgan triunfantes para representantes nuestros candidatos."
Acciones
Se crea el periódico "Previsión" como órgano de los independientes de color en La Habana el 15 de agosto de 1908, se efectúa el primer mitin público en la plaza del Cristo para boicotear elementos del partido liberal afectados por el desprendimiento de numerosos liberales negros, que habían formado filas junto a los independientes de color.
Ideario del Partido
Tenían el programa más avanzado de aquellos tiempos el cual abarcaba 5 temas principales: derechos obreros, derechos ciudadanos, nacionalismo, instrucción pública, jurídica y tierra a los campesinos.
Demandaban:
Repatriación por cuenta del estado de todos los cubanos que quisieran regresar al país y estuvieran carentes de medios.
Revisión de los expedientes de propiedad hechos efectivos durante la primera intervención norteamericana.
Nacionalización del trabajo, mediante ley que garantice la admisión de cubanos con preferencia a los extranjeros.
Distribución en colonias de las tierras del Estado o de las que se adquieran para el efecto, para los que carezcan de recursos.
Leyes para regular el trabajo infantil.
Seguros contra accidentes del trabajo.
Creación de la escuela naval y militar.
Enseñanza gratuita y obligatoria, incluyendo la gratuidad en la Universidad.
Inmigración no selectiva, debido a los intentos de blanquear el país.
Juicio por jurado, constituidos por ciudadanos de ambas razas.
Oposición a la pena de muerte, pues estimaban que los negros eran las principales víctimas ya que los blancos tenían muchas más oportunidades de que se les conmutara la pena.
Reforma penal, para crear verdaderas instituciones correccionales, pues la mayoría de los que iban a prisión eran pobres y analfabetos y se les debiera enseñar oficio para su mejor reintegro a la sociedad.
Tribunales de trabajo para mediar en las disputas entre el capital y el trabajo.
El nombramiento de ciudadanos de color en el cuerpo diplomático entre los nativos cubanos.
El 20 de septiembre de 1908 en la plaza de El Cristo, en La Habana, se efectuó el primer mitin público de la organización, que se intentó sabotear. Los Independientes de Color no se dejaron provocar, y evitaron así una riña tumultuaria; los perturbadores procedían de las filas de las dos coaliciones del liberalismo, zayista y miguelistas, así como de los seguidores de Martín Morúa Delgado, afectados por el desprendimiento de numerosos liberales negros, que habían formado filas junto a los independientes de Color.
Una cuestión polémica en la vida de Martín Morúa Delgado es la Enmienda que da su nombre al artículo 17 de la ley Electoral. Esta Enmienda, presentada en febrero de 1910, el último año de su gestión como congresista, tenía como supuesto objetivo evitar una lucha racial en Cuba, pero el verdadero trasfondo era eliminar al Partido Independiente de Color, que se nutría fundamentalmente de los negros y mestizos defraudados por el Partido Liberal, al que pertenecía Morúa, especialmente la fracción "miguelista". La aprobación de la Enmienda fue el catalizador para la protesta armada de los Independientes de Color, iniciada el 20 de mayo de 1912. Los Independientes de Color, a pesar de su fracaso electoral en noviembre de 1908, motivado entre otras cosas por lo incipìente de su organización, tenían como compensación el derecho establecido en el Código Electoral de poder participar en los comicios de julio y diciembre de 1910, al que sólo tenían derechos liberales, conservadores e independientes, pues habían participado en los comicios de 1908. Por lo tanto, la Enmienda Morúa les impediría participar.
La Enmienda fue presentada al Senado, el 11 de febrero de 1910, por los congresistas: Martín Morúa Delgado, Antonio González Pérez y Tomás Recio. La Enmienda adicional al artículo 17 del Código Electoral era en realidad una "percha". Se conocía por "percha" cualquier adición ajena al texto de un proyecto en discusión. Era una política usual incluir intereses personales o de grupo, en las leyes de interés nacional de aprobación segura o probable.
Martín Morúa Delgado elevó al Congreso su enmienda, que impedía la existencia de partidos con individuos de una sola raza, color o clase social. El Senado la aprobó en febrero de 1910.
Tres meses después la sancionó la Cámara de Representantes. Por esta fecha, Estenóz y más de 70 miembros del partido estaban en prisión. Con la aprobación de la enmienda Morúa, los políticos liberales y conservadores eliminaban el "peligro" que representaba el PIC, al intentar llevar a la práctica los derechos y la igualdad para las masas negras plasmadas teóricamente en la Constitución.
No obstante la aprobación de la enmienda y la represión, el PIC continuó su lucha, concentrándose en la abolición de la misma. Esta lucha alcanzó su nivel más alto en 1912.
El Gobierno de José Miguel Gómez, entretanto, recrudeció la represión contra los Independientes de Color. En abril de este año el ministro de Gobernación, Gerardo Machado y Morales, inició una persecución tenaz contra ellos.
Presiones y Represiones contra los independientes de color
El 24 de febrero de 1910 el periódico Previsión denunciaba las arbitrariedades cometidas contra los Independientes de Color en los pueblos de Cruces, Güines, La Esperanza y otros lugares del país. El crecimiento de los Independientes de Color preocupaba, como se ha dicho, fundamentalmente al Partido Liberal, que ostentaba el poder, como continuación de la ola represiva contra los Independientes de Color, en marzo de 1910 era detenido Manuel Pardo Galíndez, acusado de injuria a la autoridad.
El 22 de abril eran detenidos, acusados de asociación ilícita, 52 militantes del Partido Independiente de Color, entre los que se encontraban sus dirigentes principales: Estenóz, Surín, Antero Valdés, Juan Coll, el coronel Julián Sierra y el general Fournier. Ya en prisión, se les modificó la acusación por la de conspiración para la rebelión, y se les exigió la fianza astronómica de diez mil pesos en moneda norteamericana. Los detenidos enviaron una carta al presidente Gómez, en la que denunciaban la arbitrariedad y señalaban que la mayoría de los detenidos estaba formada por veteranos del Ejército Libertador, que habían sido calumniados, ofendidos y encarcelados por haber integrado un partido que tenía como divisa fundamental la república igualitaria, sin pretensiones raciales. En una maniobra para aislar a los Independientes de Color detenidos, el Gobierno dio pie a un rumor de que sus correligionarios intentaban liberarlos por la fuerza; esta patraña sirvió para endurecer el régimen de los encarcelados y privarlos de las visitas de sus familiares.
El juicio a los detenidos en abril de 1910 comenzó el 14 de noviembre de ese año en la Sala Tercera de lo Criminal. Finalmente, el proceso terminó con la absolución de todos los acusados, el 24 de diciembre de 1910. Aún después de ser liberados continuó todo tipo de presiones contra los Independientes de Color; anónimos con amenazas de violencia física e incluso de muerte llovían contra los dirigentes que no habían claudicado.
La protesta armada
Ilegalizado por el Congreso, el Comité Ejecutivo Nacional del Partido Independiente de Color se reunió en mayo de 1912 en la calle Virtudes, 95, en la ciudad de La Habana; en la reunión participaron, entre otros, Evaristo Estenóz, Casimiro Fariñas, José Inés García, Julio Cachancha, el general Pedro Ivonet, el coronel Simón Armenteros, Guillermo Laza, Antonio Deroncelet y Abelardo Pacheco. En el encuentro hubo planteamientos de continuar la lucha dentro la legalidad a pesar de las trabas que creaba el secretario de Gobernación, Gerardo Machado, pero otros se mostraron partidarios de una demostración de fuerza, mediante un levantamiento en armas que ellos calificaron como protesta armada. Estenóz se opuso a ese planteamiento, pero en una consulta realizada a los comités del Partido a lo largo de toda la Isla ésta mostró una mayoría inmensa favorable al levantamiento.
El 20 de mayo de 1912 se produjo el levantamiento. En menos de dos meses fueron masacrados más de tres mil negros y mestizos, fundamentalmente en la antigua provincia de Oriente.
Las tropas del Gobierno tuvieron 12 bajas. El jefe de la Guardia Rural, general José de Jesús Monteagudo, en informe al presidente José Miguel Gómez, expresaba:
"Es imposible precisar el número de muertos, porque los combates han degenerado en una carnicería dentro del monte".
El levantamiento principal fue en Oriente, encabezado por sus principales dirigentes: los generales Pedro Ivonet Dofourt y Evaristo Estenóz, quienes dirigieron a los alzados, la mayoría de ellos con armas viejas e ineficaces frente a las bien armadas fuerzas del Gobierno. Hubo otros levantamientos en Villa Clara y en Matanzas. En La Habana un grupo dirigido por el comandante del Ejército Libertador, Tomás Arcona, fue exterminado. Se combatió en Regla, Marianao, Güines, Nueva Paz. Se produjeron, además, levantamientos en Villa Clara y en La Habana y Matanzas.
En la capital, el 20 de mayo, en Cuatro Caminos de Falcón, lugar situado entre Arroyo Arenas y Jaimanitas, fue sorprendida una partida cuyo jefe era Tomás Arcona. En los municipios habaneros de Caimito y Jaruco, fueron derrotados los rebeldes. Se detuvieron a varios antiguos altos oficiales mambises, entre ellos al general Juan Duchase; los coroneles Isidro Acea Gil, José Gálvez, Alfredo Rodríguez; al comandante Eligio Griñán y al hijo del general Guillermón Moncada. Estuvieron también a punto de ser encarcelados los mayores generales Agustín Cebreco y Jesús Rabí, a pesar de haber expresado su postura contraria al alzamiento en telegrama enviado al Gobierno.
Los grupos alzados en armas no eran numerosos. Un hecho que frustró la magnitud del levantamiento fue la detención, el 19 de mayo de 1912, de numerosos Independientes de Color. La llamada "ley de fuga" sirvió para encubrir decenas de asesinatos.
El Presidente norteamericano inmediatamente amenazó con la intervención y envió buques de guerra a la Bahía de Nipe, Bahía de Guantánamo y a la Bahía de La Habana. Así desembarcaron tropas para "proteger" las propiedades norteamericanas en Oriente. Entre los elementos alegados por la prensa estadounidense para aplastar el levantamiento se argumentó que "era un mal ejemplo para la población negra del sur de Estados Unidos".
Derrota de la Protesta Armada
Muertos los dirigentes principales, faltos de armas, parque y abastecimientos, las presentaciones de los sublevados se multiplicaron. El terror masivo se implantó en las áreas rurales en forma de los múltiples asesinatos perpetrados por las hordas de Monteagudo, entre éstos los de los dirigentes del Partido Independiente de Color, René Sagne y Germán Luna. Pocos de sus dirigentes alzados en armas escaparon con vida, entre ellos Chano Martínez, Juan Bell y Agapito Savón.
La protesta armada, que había sido un gesto intimidatorio para que el gobierno derogara la Enmienda Morúa, fue la tumba del Partido Independiente de Color. Con la presentación de José Luis Echevarría, en Mayarí, uno de los pocos jefes de importancia que quedaban alzados, se supo que el movimiento estaba liquidado. Hechevarría declaró: Con la muerte de Ivonet se ha dado al traste con la rebeldía, era el último de los jefes de nombre que quedaba en el campo insurrecto. En esa fecha, los acusados a los que se seguía causa por rebelión sumaban dos mil, y en el vivac de Santiago de Cuba otros 180 esperaban su traslado para la cárcel. A Guantánamo arribaron en esos días 105 detenidos que en su mayoría eran campesinos negros, procedentes de los pueblos cercanos, aunque entre ellos había dos españoles.
Los Independientes de Color no sólo quedaron sepultados en el olvido, sino que también fueron cubiertos con el lodo de la infamia, para así aterrorizar a la población negra y mestiza.
Evidentemente, a este olvido de la historia oficial de la república neocolonial se puede aplicar las palabras de José Martí: "Cuando se está contento de su pasado, se habla de él; cuando no se habla de él, es porque su recuerdo pesa y avergüenza".
Tres mil hombres, en su mayoría desarmados, fueron perseguidos, cazados como fieras y masacrados por las fuerzas del "orden" establecido.
Luego de varios encuentros con el ejército cesó la resistencia. El general Estenoz se fue detenido y asesinado el 27 de junio de 1912. En cuanto a Pedro Ivonet, lo capturaron y asesinaron.
Así concluyó en los albores del Siglo XX cubano la historia del Partido Independiente de Color y la lucha de los negros y mestizos por lograr la eliminación de la discriminación, que perduró durante los años de la neocolonia, hasta 1959, en que la Revolución Cubana comenzó a adoptar medidas concretas para erradicarla, medidas que aún se aplican para garantizar la igualdad entre todos los cubanos.
Conspiración de Aponte. Movimiento de objetivos antiesclavistas y separatistas que se extendió de La Habana a Puerto Príncipe, Remedios, Bayamo y Holguín. Fue liderado por el ex cabo primero del Batallón de Morenos, negro libre, ebanista y presidente de un cabildo negro, José Antonio Aponte y Ulabarra.
Las tensiones generadas durante la etapa constitucional de la primera década del Siglo XIX originan las sublevaciones de Puerto Príncipe y Bayamo; y como conclusión de tan convulso período, la muy peligrosa Conspiración de Aponte (1810-1812). Conspiraciones y revueltas es un tributo importante al estudio de la Historia total del siglo XIX cubano pues permite (re)conocer nuevos datos sobre el pensamiento y la acción sociopolíticos de los afrocubanos; datos que aportan matices imprescindibles para evitar generalizaciones inconvenientes en la interpretación de la historia nacional.
Ideológicamente se inspiró en la revolución haitiana y tuvo abundantes prosélitos entre negros y mestizos radicados en Cuba, procedentes de ese, de otros países latinoamericanos y de Estados Unidos que permanecían en Cuba burlando reales órdenes de expulsión. Además de negros y mulatos libres y esclavos, el movimiento logró atraer a algunos criollos blancos a través del catalán Pedro Huguet, quien al igual que Aponte, había tomado parte en la conspiración de Román de la Luz.
Objetivos
Era su propósito desatar la revolución el 6 de enero de 1812 mediante el incendio de los barrios extramuros habaneros, seguido del asalto sorpresivo al castillo de Atarés y a los cuarteles de Dragones y Artillería, y con las armas así ocupadas, equipar al resto de los complotados para ganar el control de la capital. Simultáneamente, el negro libre dominicano, Hilario Herrera, el inglés, junto a Miguel González y Calixto Gutiérrez harían otro tanto en Puerto Príncipe, a lo que se sumaría la sublevación de varias dotaciones de esclavos de ingenios y cafetales de Remedios, Puerto Príncipe y Bayamo.
Todo ello debía coincidir con la llegada de un buque haitiano contratado por Herrera, con 300 fusiles y municiones, a cierto punto de la costa norte de Camagüey. Por diversas razones, el levantamiento general fue pospuesto, pero el 15 de marzo de 1812, la dotación del ingenio Peñas Altas, en Guanabo, liderada por Juan Barbier, Lisundia y Pacheco, se sublevó aisladamente y aunque logró incendiar cañas y fábrica ese día, fracasó al siguiente cuando trató de repetir los hechos en el ingenio Trinidad.
La conspiración fue delatada el 16 de marzo y sus principales líderes encarcelados, sometidos a juicio y ejecutados. En La Habana, Aponte y ocho de sus seguidores (Clemente Chacón, Salvador Ternero, Juan Bautista, Estanislao Aguilar, Juan Barbier, Esteban, Tomás y Joaquín Santa Cruz) fueron ahorcados el 9 de junio de 1812. La cabeza del dirigente negro fue exhibida dentro de una jaula de hierro en la esquina de San Luis Gonzaga (Reina) y Belascoaín por orden de Someruelos a modo de escarmiento.
Anteriormente, en enero y febrero, en Puerto Príncipe, Miguel González, Calixto Gutiérrez y otros seis conspiradores fueron ejecutados; 31 fueron azotados, algunos de los cuales murieron, y otros enviados al presidio de San Agustín de la Florida; 42 más sufrieron azotes y penas de trabajos forzados perpetuos.
En Bayamo y Remedios se produjeron 20 ejecuciones. En Holguín, Juan Nepomuceno fue ahorcado. Herrera logró escapar y refugiarse en Santo Domingo, al igual que otros complotados que huyeron al extranjero. Las autoridades coloniales cuidaron de excluir del proceso a los blancos implicados en el mismo para acentuar su matiz negro. José Antonio Aponte tiene la gloria de haber encabezado la primera rebelión contra España con algunos resultados prácticos.
Las relaciones raciales en Cuba
Los estudios contemporáneos sobre el racismo y sus expresiones dan cuenta de cambios que se producen, generando un racismo de nuevo tipo, calificado de diversas maneras, en contraposición con el tradicional: nuevo racismo, racismo simbólico, racismo moderno, racismo diferencialista, neorracismo blando, racismo aversivo, racismo ambivalente, racismo latente, racismo pos moderno, entre otros (Espelt y Javaloy, 1997).
En el racismo actual el sello distintivo y generalizador es la forma sutil de sus pronunciamientos. Si el racismo tradicional era perfectamente identificable y declaradamente agresivo y establecía la desigualdad entre las razas y la superioridad de unas sobre otras, el racismo posmoderno actúa tras las brumas de determinada aceptación y tolerancia del "otro", pero proponiendo que las razas no son superiores ni inferiores sino diferentes, y por tanto no hay posibilidad de dialogar para establecer normas de convivencia comunes.
Las migraciones de países del Tercer Mundo hacia Europa y los Estados Unidos, la situación de los refugiados, los conflictos interétnicos, los religiosos, los fronterizos, los desastres ecológicos, la caída del campo socialista y, en especial, de la Unión Soviética, el hegemonismo: todos estos fenómenos que caracterizaron los finales del siglo XX y forman parte de los inicios del XXI, han provocado que el racismo se convierta, como nunca antes, en un proceso global y globalizador, pues con él se hacen concomitantes otros problemas de carácter ideológico, político, cultural, social, legal.
En particular en Cuba, el racismo —sin otros eufemismos edulcorantes de la realidad— encontró, en la explotación de la mano de obra del negro esclavo durante la Colonia, y en las estructuras de dominación en las que devino luego el capitalismo dependiente, condiciones propicias para afirmarse profundamente en las ideologías, la psicología social y las prácticas cotidianas. Se instituyó en el modo de vida, para formar parte de una herencia estructural y cultural que debió sufrir y enfrentar el revolucionario de cada una de las etapas formativas de la nación.
Para abordar el tema de las relaciones raciales en Cuba, se hace necesario que se bosquejen aquellos aspectos que en el plano histórico definen las particularidades del proceso de integración sociorracial del pueblo cubano, y que en buena medida explican los matices que muestra la situación actual. Más adelante se emprende un intento en esa dirección, que incluye la mención a algunas referencias historiográficas fundamentales que constituyeron hitos en el tratamiento de la problemática en la Isla e incidieron en sus manifestaciones en la práctica social.
Hoy la ciencia ha demostrado la unidad de la especie humana, se rechaza la "pureza" de las razas y se niega que tengan un significado científico. Incluso se discute la conveniencia de la propia utilización del término "raza", aun cuando se aplique a la variabilidad biológica humana, al conjunto de caracteres físicos externos hereditarios, formados en el devenir histórico, que no son afectados por factores sociales como la educación o la tradición, y que se encuentran distribuidos o esparcidos espacial mente con independencia de las divisiones étnicas.
Racismo, como la doctrina que establece una relación entre los rasgos físicos, culturales y sociales, y que supone la superioridad de unas razas sobre otras. El racismo, en el campo de las ideas o creencias, tiene una proyección específica a través del prejuicio racial y, en el terreno de la acción social, tiene su manifestación en los actos de discriminación y segregación raciales, ya sea en las relaciones interpersonales o en la actividad de las entidades sociales.
El "prejuicio racial" es un fenómeno socio-psicológico del comportamiento humano (Worchel, 1988), culturalmente condicionado y adquirido en los procesos de socialización, que implica una disposición o actitud desfavorable hacia los miembros de un grupo, al que se le atribuyen rasgos estereotipados, sea debido a la apariencia, sea debido a la ascendencia étnica que se le reconoce.
El prejuicio racial no puede separarse del "estereotipo racial": representación mental traducida en opiniones o juicios generalizados, de gran rigidez y perdu rabilidad, aplicada a los miembros de un grupo de determinada filiación racial, a los que se les atribuye características peculiares y distintivas, positivas o negativas. Es la parte cognitiva del prejuicio, lo explica y justifica.
La "discriminación racial" se refiere a las conductas expresadas en el tratamiento desfavorable de unas personas o grupos por otros, de diferente filiación racial, a partir de referencias arbitrarias a su supuesta inferioridad.
Las relaciones raciales han reflejado las condicionantes y características que los componentes raciales y culturales (desde su posición en la estructura social) introdujeron en el conjunto de las relaciones sociales y, por consiguiente, en los procesos étnicos y en la etnicidad que los expresa. Quiere esto decir que la etnicidad y las relaciones raciales se condicionan mutuamente e inciden una en la otra, se proyectan en sus expresiones históricas, siendo mediadoras de la discriminación y el prejuicio racial. Desde otro ángulo, en el proceso de socialización del hombre se asientan los mecanismos reproductores de la etnicidad y son al unísono los mismos mecanismos reproductores de las relaciones raciales.
Ambos procesos, entonces, se integran en la conformación de una identidad cultural y nacional, en la que cada individuo se reconoce y se contrapone, en el nivel del proceso étnico que sea, a partir de su origen etnorracial y de la posición que ocupe en el contexto de las relaciones y de la estructura social.
El tema racial constituye el indicador priorizado para el tratamiento del prejuicio y la discriminación racial y los factores que favorecen su supervivencia. En este tema particularmente, en el caso de los estudios realizados en la esfera familiar, además de las familias blancas, negras y mestizas se incluyeron las familias mixtas, cuando estaban constituidas por personas de diferente grupo racial.
En Cuba, en las últimas décadas del siglo XX, hay carencia de estadísticas que evalúan las variables raciales.
Hoy por hoy los negros tienen los mismos derechos y deberes que los blancos y la misma oportunidad y posibilidad de realizarse profesional y socialmente en todas las esferas de la vida.
Conclusiones
El Partido de los independientes de color tenían el programa más avanzado de aquellos tiempos el cual abarcaba 5 temas principales: derechos obreros, derechos ciudadanos, nacionalismo, instrucción pública, jurídica y tierra a los campesinos.
Los Independientes de Color no sólo quedaron sepultados en el olvido, sino que también fueron cubiertos con el lodo de la infamia, para así aterrorizar a la población negra y mestiza.
José Antonio Aponte tiene la gloria de haber encabezado la primera rebelión contra España con algunos resultados prácticos.
La Revolución y el Partido Cubano siempre han estado en contra de cualquier tendencia racista.
Bibliografía Consultada
Castellanos, Dimas: "La Nación y los Independientes de Color"; Nueva Frontera, 2002. Año IV N° 14.
Castro Fernández, Silvio: La Masacre de los Independientes de Color, 1912. Editorial Ciencias Sociales.
Fernández Robaina, Tomás. 1990: El Negro en Cuba, 1902-1958. Editorial Ciencias Sociales.
Afrocubaweb. Masacre de los Independientes de Color: una profecía fatal Consultado el 14 de marzo del 2014.
El racismo dividió a la sociedad cubana», artículo de Ulises Estrada Lescaille en la web de Revista de análisis general Bohemia.
Libro " Las relaciones raciales en Cuba. Estudios contemporáneos ". Editorial Cubana "Arte y literatura".
Centro de Desarrollo Territorial Holguín – UCI Ecured Portable v1.5 2011-2012.
Autor:
Ileana Álvarez Fundora