Descargar

Los acuerdos de paz de 1992, en el marco de desarrollo de nuevas politicas humanista en El Salvador


Partes: 1, 2

  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Antecedentes
  4. Realidad Histórica reciente de El Salvador, y condiciones de Desarrollo de la Filosofía
  5. Gobierno de El Salvador y Movimiento de Liberación
  6. Proceso de Diálogo y Negociación y Acuerdos
  7. Enseñanzas de un proceso de Pacificación Negociada
  8. Bibliografía

Resumen

El desarrollo de la filosofía en el siglo XX en El Salvador, tiene una estrecha relación con los proyectos que desde la actividad política los gobiernos establecieron, fue característica en los gobiernos autoritarios militaristas y pro oligárquicos, considerar de modo prioritario sus intereses particulares. Cualquier postura filosófica que no estuviera en los rangos de sus políticas fue considerara no solo adversaria, sino eliminada con los métodos represivos de los gobiernos militares. Este proceso de represión y exclusión política-social, culmino después de una guerra que dejo más de setenta y cinco mil víctimas, la solución fue política, a través del Dialogo, Negociación y el establecimiento de Acuerdos que lograron importantes cambios en la Constitución de la Republica en aspectos relacionados a la Tenencia de la Tierra, la Fuerza Armada, y la formación de la Policía Nacional Civil, Defensoría de Derechos Humanos, y el Foro de Concertación Económica. Las reformas propuestas en la mesa de negociaciones fueron infortunadas en la post guerra con las políticas impulsadas por sectores empresariales en el gobierno que impusieron el neoliberalismo económico, privatizando importantes instituciones que nutrían el erario público. No obstante estas dificultades se han abierto espacios democráticos que propician el debate y la instauración de una filosofía nuestra, de la praxis, de la liberación e intercultural que dé respuesta a las interrogantes de nuestro tiempo.

Palabras claves.

Dialogo, Negociación, Acuerdos, Neoliberalismo económico, Filosofía de la Praxis, Filosofía de la Liberación, Filosofía Intercultural.

Introducción

En esta ponencia mostramos aspectos de la realidad histórica reciente de El Salvador, identificando las condiciones de desarrollo de la filosofía en el siglo XX y sus particularidades en las condiciones que culminaron con el reciente conflicto militar de 1980 a 1992, entre los gobiernos autoritarios de la oligarquía, y el Movimiento de Liberación Nacional reunido en el FMLN. Se destaca el Proceso de Diálogo, Negociación y toma de Acuerdos, como aspecto del proceso de pacificación del país. Se identifican las dificultades, en el sentido pragmático, utilitarista impulsado por sectores de la empresa privada, que una vez, firmados los Acuerdos de Paz, impulsaron las recomendaciones del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional en la Privatización de Servicios Públicos y la Dolarización de la economía nacional.

Pese a estas disposiciones arbitrarias a la dignificación de la persona humana; con las políticas neoliberales. Con los Acuerdos Paz, se logró importantes reformas constitucionales que han abierto espacios democráticos, propiciando el debate en el cual corresponde a los sectores académicos presentar propuestas teóricas que den viabilidad a proyectos económicos incluyentes y participativos en aéreas sociales y culturales.

A la filosofía corresponde la responsabilidad de teorizar en base a las condiciones históricas sociales que deberá transformar para el buen vivir de la sociedad salvadoreña.

Antecedentes

Han transcurrido veintidós años de la firma de los Acuerdos de Paz, que puso fin al conflicto armado en El Salvador, (1992). Las investigaciones historiográficas coinciden en identificar, que el conflicto tenía como antecedentes inmediatos las reformas liberales de 1881, y 1882, relacionadas a la privatización de las tierras ejidales y comunales, y el Golpe de Estado militar del 2 de diciembre de 1931, que desplazo al gobierno liberal del Ing. Arturo Araujo, y produjo la represión a la insurrección campesina del 22 de enero de 1932, dando por resultado el fortalecimiento de la dictadura militar apoyada por la oligarquía cafetalera. Tanto la privatización de tierras comunales y ejidales, como medidas económicas; y la instauración de la dictadura militar, donde el comando militar ocupo la administración política del Estado, y de las instituciones autónomas, se prorrogaron estos métodos autoritarios en todas las áreas de la actividad social y económica, poniéndoles fin formalmente con el cumplimiento de los Acuerdos de Paz del 16 de enero de 1992.

Los Golpes de Estado en El Salvador fueron una constante desde el siglo XIX. De 1862 a 1900, en 38 años se registran diez presidentes provisorios resultados de Golpes de Estado, y en el siglo XX, de 1900 a 1979, catorce gobiernos provisorios, resultado de Golpes de Estado, entre Juntas Cívicas, Consejos de Gobiernos, Directorios militares y Juntas de Gobierno Revolucionarias, etc. Es un mito que los Golpes de Estado, se les otorguen a militares como sus gestores, más bien, los militares fueron los operativos de aquellas acciones, que desde 1862 han formado parte de los gobiernos de facto veinte y seis militares, y treinta civiles[2]fueron personeros de la sociedad civil los que financiaron la ruptura violenta de algunos tímidos cambios de los gobiernos progresistas, como el gobierno del médico Dr. Manuel Enrique Araujo, (1911-1913) interrumpido violentamente con su asesinato en febrero de 1913, a dos años de haber iniciado su gobierno. La oligarquía cuando considero amenazados sus intereses económicos, políticos, e ideológicos acudían a sus aliados militares, apoyados en muchos casos por fuerzas económicas y militares extranjeras.

En 1931, el Ing. Arturo Araujo, presidia un gobierno de corte liberal, ganador de las elecciones de marzo de ese año. Estas elecciones posteriormente se consideraron democráticas y participativas en las que se involucro por primera vez el Partido Comunista de El Salvador, con candidatos a alcaldes en algunas localidades; y el intento de la señora Prudencia Ayala, de nominarse candidata a la presidencia; aun cuando las mujeres no podían ser candidatas a la presidencia. Las mujeres, no participaban en las elecciones emitiendo el voto, sino hasta veinte y dos años después, en 1956.

El gobierno del Ing. Arturo Araujo, tenía entre sus asesores al maestro, escritor y periodista Alberto Marferrer, (1868-1932) quien a sus 63 años de edad, fue el principal activista y vocero de las propuestas electorales en la campaña, y del gobierno. Las propuestas económicas del "Mínimum Vital", y sus concepciones humanistas, encontraron espacio político en el Programa de Gobierno y en las ideas liberales de Araujo.

Nueve meses de instaurado el gobierno de Araujo, se dio el golpe de Estado, el dos de diciembre de 1931, por el denominado "Directorio Militar" formado por jóvenes militares[3]instigados desde la vicepresidencia dirigida por el General Maximiliano Hernández Martínez. Ninguno de estos jóvenes militares tenía la edad para asumir la presidencia, todos eran menores de 21 años, por consiguiente no podían asumir la presidencia, y la conducción política del Estado según la normativa jurídica de esa época; nombrando finalmente al entonces Vicepresidente Maximiliano Hernández Martínez. Este se mantuvo en el poder hasta mayo de 1944.

A partir de 1931, en El Salvador se suceden una serie de Golpes de Estado, que no permitieron condiciones propicias de participación del ejercicio pleno de la ciudadanía en sus derechos civiles y políticos, afectando la vida económica, política y social del país; la Guerra Fría (1947-91), la Doctrina de Seguridad Nacional, y la concepción de conflictos de baja intensidad vendrían a incorporar los ingredientes que justificaban la existencia y acciones violentas de la oligarquía, y la dictadura militar en sus particularidades represivas de operar.

Realidad Histórica reciente de El Salvador, y condiciones de Desarrollo de la Filosofía

Estas condiciones materiales son las que han conformado la realidad histórica, la vida social, económica, política, e ideológica y de la cual se deriva la historia reciente de El Salvador. Ningún sector social quedo exentó de la situación que configuraba aquella condición social de represión, marginación, exclusión, y de desprecio por la vida.

¿Podemos tener una Filosofía en esas condiciones desde la administración política del Estado? Respondemos que si, ¿Qué tipo de filosofía? Aquellas posturas paramilitares que dicta concepciones neo prusianos, educación básica obligatoria, religiosa, disciplinada en la obediencia a la autoridad, desde luego euro-centristas que identifica el ideal y justifica la política e ideología de los sectores de poder[4]

Desde principios de siglo XX fueron contratados militares europeos que llegaron desde los cuarteles de Chile a dirigir la Policía Nacional y al Ejército. El Coronel español Alfonso Martin Garrido, fue el primer Director de la Guardia Nacional. En la población, se generó una mentalidad, y conceptualización de ciudadano, que los padres de familia imitaban como máximo ideal; querían que sus hijos varones fueran militares o sacerdotes; la mujer se queda en casa, no va a la escuela, ayuda a los quehaceres del hogar.

¿Qué tipo de filosofía tenemos en esa forma de pensar y actuar desde las estructuras de las instituciones del Estado, y que se proyecta e irradia a la población? y ¿Qué decir de la idea y conceptualización del origen de la condición económica, social e ideológica de los sectores de poder? Se generó una concepción filosófica que niega todo cuando se le opone a los intereses de los gobernantes, y sus aliados vinculados a los intereses económicos, políticos e ideológicos. ¿Encontraremos esa filosofía en los textos clásicos de los pensadores europeos? Sin duda tenemos influencia Neotomista, en el clero; Vitalismo, Positivismo, Krausismo, en la universidad; pero ¿Cómo piensa la población? Conocemos que los pensadores europeos, escribieron y produjeron filosofía para sus particulares condiciones históricas. Es conocido que algunos de estos pensadores de la primera mitad del siglo XX, sugieren, que solo se puede hacer filosofía en lengua alemana, o que el clima del trópico no es propicio para la filosofía, no podemos pensar en el clima del Caribe, o en su defecto, quizá aún prevalecen las tesis de Fray Juan Ginés de Sepúlveda, principal opositor a las tesis de Fray Bartolomé de las Casas; Sepúlveda sostenía "el derecho de los pueblos cultos de someter a los salvajes."[5]

Oliva Mancía, en su tesis doctoral en Filosofía Iberoamericana de mayo de 2011, escribe, refiriéndose a las condiciones de la población salvadoreña en la primera mitad del siglo XX: "En este marco conceptual, las explicaciones al origen de la pobreza, las enfermedades físicas y mentales, así como la figura del revolucionario, fueron subsumidas dentro de la categoría de clases peligrosas. Fue precisamente el surgimiento de esta amenaza al orden de la época, lo que fue objeto del diseño de los modelos ideológicos que dieron paso a la creación de los dispositivos necesarios para manejar este fenómeno complejo"[6] en consideración de esta tesis, los dispositivos necesarios creados justifican el militarismo.

En El Salvador se instauro una cultura, mentalidad e ideología en la que gravitaban los aspectos sociales y político-ideológicos, en torno al militar, al clero, al hacendado, terrateniente, cafetalero al que según su concepción teológica dios le había favorecido en sus bienes materiales.

Dado que los militares hacían lo propio en mantener el "orden establecido" El clero justifico a la clase social económicamente poderosa, ésta que no es reconocida por sus iniciativas intelectuales, científicas, culturales o artísticas, no lo necesitaba; los clérigos hacían el papel ideológico argumentando e inventando desde la teología que garantizaba desde el terreno ideológico sus bienes terrenales y en el más allá.

La reacción del Arzobispo de San Salvador, Monseñor Alfonso Belloso y Sánchez (nombrado arzobispo el 19 de diciembre de 1927), publicó el 31 de Octubre de 1927 la Pastoral El Presente momento social, informa la posición del clero, y por consiguiente la postura que los fieles católicos debían adoptar entorno a la doctrina socialista, advierte que: "decir que el derecho a la propiedad es invención humana, adversa a la natural igualdad de los hombres" [7]estas declaraciones del clero, se oponían a cualquier intento de modificar la tenencia de la tierra, o cualquier transformación racional que tocara la propiedad privada.

Posteriormente en mayo de 1932, a seis meses del Golpe de Estado y cuatro de la rebelión campesina, fundamentándose en la Carta Pastoral de Pío XI Quadragesimo anno, el obispo Belloso, sostiene: "tres principios han dirigido hasta ahora la reconstrucción social: La Libertad Económica, La Intervención del Estado y La Eficacia de la Religión, …así que empiece la reforma social por los individuos, vuélvanse a Dios, confiesen con rubor sus pecados …y hagan penitencia, detestando los vicios; amen y ejerciten las virtudes cristianas, particularmente la abnegación, la caridad con el prójimo y la obediencia a toda autoridad"[8]

Esas son, a grandes rasgos las características de la mentalidad, y concepción político social de la primera mitad del siglo XX, características que prorrogaron un sentido de historia identificado por la represión, la desigualdad, la exclusión y por el desprecio a la vida.

Ricardo R. Sala cita que Carlos Marx, escribió respondiéndole a Federico Hegel "que la historia la hacen los hombres" en tanto Hegel, sostenía que "la historia hace a los hombres" ¿Somos sujetos de la historia, o somos más bien objetos de ella?[9] Se pregunta. Ambos pensadores están en lo correcto, pero hay que ubicar cada razonamiento en su contexto dialéctico de la realidad histórica, política, e ideológico, para descifrar a que idea de historia se refiere cada uno de ellos. Hegel se refiere a un aspecto que desde el espíritu absoluto en movimiento modela la conducta humana. Y Marx se refiere a un sentido objetivo de realidad material dialéctica en la cual interactúan los hombres, económica, política socialmente, ideológicamente transformando su realidad histórica. Ignacio Ellacuria, escribe que "el Hegel filosofo lleva esta interpretación al todo de la realidad unificada idealmente en el absoluto, que es todo en todas las cosas, pero esa unificación total dícese ideal, solo porque lo mas real de la realidad está conceptuado como ideal y no porque la idea sea "conceptual" o meramente conceptual en el sentido clásico. El Marx científico hará de toda la realidad económica una sola unidad real, de modo que esa realidad no será inteligible, sino en la medida en que se tome unitaria y dinámicamente como una sola totalidad; no solo eso, sino que hará de esa realidad económica la última instancia de toda la realidad social e histórica, haciendo de toda la realidad, natural e histórica, una sola realidad"[10].

Gobierno de El Salvador y Movimiento de Liberación

Los grandes protagonistas de la realidad histórica salvadoreña del siglo XX, lo constituían los gobiernos militares de la oligarquía, caracterizados por la corrupción y el uso de la violencia, la represión, persecución política, capturas arbitrarias, desaparición y eliminación violenta de opositores al gobierno, torturas a los ciudadanos capturados, terrorismo de Estado, miedo, terror, masacres y pleno funcionamiento de operativos de los escuadrones de la muerte. Un ejército y cuerpos de seguridad que funcionaban al interés del gran capital oligárquico, olvidando sus preceptos constitucionales, y a las disposiciones de las políticas de la guerra fría, sostenidas por los gobiernos de Estados Unidos, un millón de dólares diarios, fue la partida de disposición financiera en armas letales y proyectos contra insurgentes que disponía el gobierno en lo más cruento del conflicto en los años ochentas, y principios de los noventa.

En cuanto a la propuesta de solución siempre sostuvieron desde el gobierno la eliminación física de los insurgentes, o la alternativa de la incorporación de los alzados a la sociedad, y la participación en las elecciones que suponía la entrega de las armas, y por consiguiente su rendición, para ser sometidos posteriormente a una amnistía general.

En oposición a aquellos gobiernos militares, los sectores de la población, y oposición política, se reunieron en torno a las organizaciones sociales y político-militares de izquierda, generando una actividad guerrillera y lucha armada insurgente de las más activas en la región, el Movimiento de Liberación Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional FMLN, se constituyo con fuertes raíces en todos los sectores de la población; hombres y mujeres, campesinos, obreros, religiosos, estudiantes, profesionales, e intelectuales.

Plantearon para finalizar el conflicto, el Dialogo y la Negociación a fin de llegar a Acuerdos, que implicaban importantes reformas a la Constitución de la República, en lo referente a la tenencia, distribución y usos de la tierra; se trato el papel del ejército en la actividad política y administrativa del Estado, y la función de los cuerpos de seguridad; así como, la desarticulación de los batallones contrainsurgentes de reacción inmediata. Programaron el surgimiento de nuevas instituciones; que dieran garantías al proceso de Paz y Democratización del Estado, mediante la formación de la Policía Nacional Civil, el Tribunal Electoral, la Defensoría de Derechos Humanos, y el Foro de Concertación Económica.

Mientras tanto, todos los sectores sociales se vieron afectados por la guerra, el cansancio y el agotamiento, origino el repudio a la violencia, se exigía la pacificación después de doce años de guerra, y más de setenta mil muertes violentas, y otros tantos miles de lisiados y familias desintegradas por la violencia.

Aquel antagonismo expresado en la guerra llegaría a su fin de una manera razonada, con la participación de amplios sectores políticos y democráticos que incluyeron a todos los gobiernos de Centroamérica, y de otras latitudes tales como: Francia, España, México, y Venezuela; y fundamentalmente la exitosa e inédita participación de Naciones Unidas y la voluntad política de las partes en alcanzar el fin a la confrontación armada. Emmanuel Kant se habría sentido realizado en su pequeña obra de "La Paz perpetua" con el destacado papel de Naciones Unidas en El Salvador.

Proceso de Diálogo y Negociación y Acuerdos

Los cinco presidentes centroamericanos[11]gestionaron la intervención del Secretario General de las Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuellar, para que interpusiera sus buenos oficios con el fin de lograr la pacificación en la región, propuesta ratificada por el Consejo de Seguridad en la resolución 637(1989), del 27 de julio de 1989. El proceso de Pacificación suponía importantes trasformaciones para poner fin a las condiciones que habían originado el conflicto militar. Así, el Golpe de Estado del 15 de octubre de 1979, de la Junta Revolucionaria de Gobierno, pese a las propuestas que contenía la Proclama de la Juventud Militar, fue una importante propuesta política social, ya que no pudo detener la violencia en la ciudad y el campo. La guerra se desencadeno golpeando a toda la ciudadanía, los crímenes, masacres, fueron característica en los años de 1980 a 1992, año en que finalmente se presentan propuestas e interés de las partes para el fin de la guerra.

El Acuerdo de Esquipulas II, del 7 de agosto de 1987, diseñado por el entonces presidente de Costa Rica, Oscar Arias, planteo una "solución global para la pacificación en la región basada en la consolidación de la democracia, promoviendo un dialogo nacional, amnistía general, cese de fuego, celebración de elecciones libres y limpias, así como el rechazo a los grupos insurgentes y a las fuerzas irregulares, con el compromiso de impedir el uso del territorio de cada país para desestabilizar a otros países de la región"[12].

En octubre de 1989, el Secretario General de Naciones Unidas, Sr. Javier Pérez de Cuéllar, informo a la Asamblea General y al Consejo de Seguridad sobre el Acuerdo suscrito el 15 de septiembre en la ciudad de México entre el Gobierno de El Salvador (GOES), y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), para entablar un proceso de diálogo con el objeto de poner fin por la vía política al conflicto en El Salvador.

Dos meses más tarde en diciembre de 1989, en forma separada, el gobierno de El Salvador presidido por Alfredo Cristiani, (1989-1994) y el FMLN pidieron al Secretario General que les asistiera en la búsqueda de la Paz. Esta idea fue sustentada por la Declaración de los cinco presidentes centroamericanos en diciembre de 1989 en San José Costa Rica.

El Secretario General y su representante personal para Centroamérica, Sr. Álvaro de Soto, se oriento a buscar un formato que permitiera impulsar el proceso que se establecería, con el objeto de obtener el fin del conflicto armado. El marco de Diálogo y Negociación se estableció en el Acuerdo de Ginebra[13]del 4 de abril de 1990, que determino los cuatro objetivos del proceso:

a.- Terminar el conflicto armado por la vía política.

b.- Impulsar la democratización del País.

c.- Garantizar el irrestricto respeto a los Derechos Humanos.

d.- Reunificar a la sociedad salvadoreña.

Establecido el marco del diálogo y negociación, las partes diseñaron una Agenda General y un Calendario del proceso de negociación que fue firmado en Caracas el 21 de mayo de 1990. Se determinaron dos fases del proceso;

a) Acuerdos políticos en varios campos que permitieran el cese del enfrentamiento armado, y

b) El establecimiento de garantías y condiciones necesarias para la reincorporación de los miembros del FMLN dentro de un marco de plena legalidad a la vida civil, institucional y política del país.[14]

El 26 de julio de 1990, en San José, Costa Rica; las partes firmaron el primer Acuerdo en el proceso de negociación relacionado con el respeto a los Derechos Humanos, Este Acuerdo fue la pieza fundamental para la creación de la Misión de Observadores de las Naciones Unidas en El Salvador (ONUSAL).

El Acuerdo de San José, sobre el respeto a los Derechos Humanos, y la resolución 693 del Consejo de Seguridad creo la Misión de observadores de las Naciones Unidas en El Salvador (ONUSAL), estos hechos sin precedentes en la historia de las Naciones Unidas. Ya que únicamente, la experiencia de la Independencia de Namibia, existía como antecedente, pero dicha experiencia, fue distinta a la de Centroamérica, por cuanto aquella; correspondía a un país en una situación semi-colonial. En tanto que en El Salvador, por primera vez Naciones Unidas establecía una Misión con un triple componente en condiciones de guerra:

  • a) División de Derechos Humanos,

  • b) División Militar,

  • c) División de Observadores Policiales

Durante las discusiones en el proceso de Diálogo y Negociación, se trato uno de los verdaderos problemas que había originado el conflicto: La distribución, tenencia y usos de la tierra, en un país pequeño en extensión territorial, densamente poblado; y a medida que se lograban avances al tratar estos temas en la negociación, se hizo evidente que era necesario modificar la Constitución, para incorporar los Acuerdos en el sistema Jurídico Salvadoreño. Se acordó modificar puntualmente los Artículos de la Constitución, que se referían a los temas en discusión. Para ello la Asamblea Legislativa debería de hacer los trámites pertinentes relacionados a la aprobación de aquellos cambios; esto dejo entrever los intereses de importantes sectores económicos vinculados con la tenencia, distribución y usos de la tierra, situación que había originado la riqueza de buena parte de la oligarquía, y la responsabilidad en los altos niveles de pobreza y ausencia de oportunidades al sector campesino.

El Acuerdo de México de 1991, estableció reformas relacionadas a la tenencia de la tierra, y reformas que identificaban un nuevo rol institucional para la Fuerza Armada, el Sistema Judicial, Derechos Humanos, y el Sistema Electoral. Se formó además, la denominada Comisión de la Verdad para la investigación de los graves hechos de violencia, ocurridos desde enero de 1980.

Las reformas a la Constitución, fueron aprobadas por la Asamblea Legislativa la noche del 30 de abril de 1991, la ultima de su mandato, y fueron aprobados por la nueva Asamblea Legislativa, inaugurada en sus funciones el 1 de junio del mismo año, tal como lo establecen los métodos para incorporar reformas constitucionales. Todos los cambios en su articulado a la Constitución fueron aprobados; a excepción de las reformas relacionadas a la Fuerza Armada, que quedaron pendientes, a consideración de los resultados de la negociación, este problema se convertiría en el mas delicado, impidiendo por buen tiempo avances en la negociación, originando la segunda crisis después de los acuerdos relacionados a la tenencia de la tierra.

A partir del 1 de enero de 1991, el Secretario General estableció una oficina preparatoria en San Salvador, con el objeto de evaluar la situación del país. El 26 de junio de 1991, se realizo formalmente el despliegue de la división de observadores de ONUSAL en el territorio salvadoreño, para la verificación de los Acuerdos, especialmente los relacionados a los Derechos Humanos.

El Acuerdo de San José, situaba la verificación de Naciones Unidas, luego de un cese del enfrentamiento armado; pero ambas partes solicitaron el establecimiento de la Misión de ONUSAL, sin esperar el cese de fuego. El Secretario General de Naciones Unidas, envió una misión preparatoria, y con sus recomendaciones, informo al Consejo de Seguridad. Este por resolución 693(1991), del 20 de Mayo de 1991, estableció la Misión, con todos los elementos y recursos con que se contarían para verificar los Acuerdos. Así, profesionales en diversas áreas académicas, y de distintas latitudes del mundo verificaron el proceso de pacificación.

  • Funcionarios de Derechos Humanos,

  • Abogados,

  • Educadores,

  • Observadores Militares,

  • Observadores Policiales.

La División de Derechos Humanos, fue el primer elemento de una operación integrada, que marcó el carácter predominante de la Misión, identificando plenamente el tema de Derechos Humanos, en materia de Derecho Civil, y Ciudadano.

La decisión de mantener la Misión de verificación de Derechos Humanos en ausencia de un cese del enfrentamiento armado, fue oportuna; contribuyo a que las partes llegaran a los Acuerdos finales de New York, puesto que el despliegue de las Naciones Unidas en el terreno, y la vigilancia activa a los Derechos Humanos, constituyeron un factor disuasivo que mejoró la situación interna del país, y preparo el camino para una solución definitiva.

Luego de los Acuerdos de México, se produjeron innumerables encuentros entre el GOES y el FMLN, sin que se registraran avances significativos en el proceso, se había producido la tercera crisis.

El FMLN exigía para proceder al cese del enfrentamiento armado el "otorgamiento de garantías que le permitieran su inserción a la sociedad civil en un ambiente de legalidad y seguridad". Era necesario para el FMLN establecer una síntesis de la agenda adoptada en Caracas, de manera que se pudiera tratar todos los temas pendientes, discutiendo de forma simultánea las especiales características que tendría el cese del enfrentamiento armado dentro de la realidad política y territorial de El Salvador.

Ante el impase, en el tema de la Fuerza Armada y la Inserción de los insurgentes en un ambiente de legalidad y seguridad, que no permitía avances, los cancilleres de Estados Unidos de América James Addison Baker III (1989-1992), y de la Unión de Republicas Socialistas Soviética, Edward Shevardnadze (1985-1991), pidieron al Secretario General, Javier Pérez de Cuellar, que se involucrara directamente en el Proceso de Dialogo y Negociación, a efecto de romper el impase que se había producido ante las exigencias de seguridad que pedía el FMLN. El Secretario General, estimo; que el problema no era de carácter procesal, sino de carácter estructural, que era necesario buscar una solución que permitiera otorgar las garantías que solicitaba el FLMN. Las partes lograron avances en el Acuerdo de New York, con la creación de la Comisión Nacional para la consolidación de la Paz COPAZ, formada por los partidos políticos representados en la Asamblea Legislativa de El Salvador; lograron acuerdos sobre determinados puntos relacionados a la Fuerza Armada, la Policía Nacional Civil, y del Foro Económico y Social.

La Comisión Nacional para la Consolidación de la Paz COPAZ, se constituyo en el mecanismo de supervisión interno interpartidario, nacional con representación de todas las tendencia y partidos políticos representados en la Asamblea Legislativa, estos supervisaban el cumplimiento de los Acuerdos entre el FMLN y el GOES, en forma paralela a la propia ONUSAL.

Ante los Acuerdos que estaban dando resultados, surgieron reacciones, detracciones y corrientes de rechazo de sectores que se oponían al fin del enfrentamiento armado, y sobre todo a los resultados que consideraron les eran adversos a sus intereses económicos y político-ideológicos. Apareció una campaña intimidatoria en los medios de comunicación, a la prensa internacional, a ONUSAL y a otras organizaciones internacionales acreditadas en El Salvador, como la Cruz Roja, Médicos sin Fronteras, etc.

Estas contradicciones se reflejaron en la mesa de negociaciones, sustentando los impases en la negociación, ante el estancamiento en las negociaciones, éstas se trasladaron de México a la sede de Naciones Unidas en New York, llegando a Acuerdos definitivos la noche del 31 de diciembre de 1991, anunciaron la firma de los acuerdo en Chapultepec, el 16 de enero de 1992. Las partes reconocieron haber alcanzado acuerdos sobre todos los aspectos que se encontraban pendientes, acordaron el cese del fuego del 1 de febrero al 31 de octubre de 1992, y el cumplimiento gradual de los Acuerdos relacionados a la democratización del país.

Entre los Acuerdos alcanzados destaca el relacionado al cese del enfrentamiento armado, la instauración de la Policía Nacional Civil, PNC, y el tema relacionado al Foro Económico Social; que más tarde sectores de la empresa privada, ocuparían para restarle créditos a la negociación. Ante la convocatoria en la postguerra formulada por el gobierno de Alfredo Cristiani, para integrar el Foro Económico Social junto con representantes del sector laboral, los sectores empresariales rechazaron sumarse a dicho esfuerzo, sosteniendo "Nosotros no hemos firmado nada"[15] la postura empresarial reflejaba el mezquino interés económico y político que había mantenido la oligarquía por decenas de años con algunos de sus aliados militares.

El Secretario General informo el 10 de enero de 1992, al Consejo de Seguridad, la necesidad de variar el mandato original de ONUSAL, aumentándolo con dos divisiones adicionales, de:

  • División de Observadores Militares, que verificarían el cese del enfrentamiento armado y los Acuerdos relativos a la Fuerza Armada;

  • División de Observadores Policiales, que cooperarían con la Policía Nacional en el mantenimiento del orden público, durante el periodo de transición, en el que se procedería a crear la nueva Policía Nacional Civil.

El Consejo de Seguridad, mediante resolución 729 (1992), del 14 de enero de 1992, decidió ampliar ONUSAL, dotándola de estas nuevas División de Observadores Militares, y policías que verificarían lo encomendado por los Acuerdos.

Enseñanzas de un proceso de Pacificación Negociada

La realidad histórica y política de El Salvador de finales de siglo XX, genera lecciones en la necesidad de la vigencia y cumplimiento de los Derecho Humanos en sus distintas generaciones, si bien ONUSAL y COPAZ consideran finalizado el proceso con la celebración de elecciones presidenciales en 1994; las conquistas en aspectos del derecho civil, y político, del derecho de los trabajadores, los derechos de la mujer, los infantes, tercera edad, y personas con limitaciones especiales, derechos colectivos de los pueblos, y de las minorías, todos estos aspectos son razón suficiente para que desde la filosofía estudiemos este proceso.

Es claro que el mundo necesita condiciones de paz para su desarrollo social. Centroamérica desde la llegada de los conquistadores presenta particularidades donde la violencia, la represión, el autoritarismo se constituyeron en un ser relativamente "normal"; los indagadores de la filosofía debemos atacar esa forma de pensar, y denunciar la violencia que se desprende del egoísmo inherente a esas formas de pensamiento nihilistas arraigadas en el presente en las concepciones económicas del neoliberalismo. Aun cuando algunos empresarios críticos de aquellos gobiernos cuestionaron que realmente no eran neoliberales, sino mercantilistas.

Una vez firmados los Acuerdos de Paz, que han dado un nuevo estatus al respeto a los Derechos Humanos, en la recuperación de las instituciones observando y cumpliendo las nuevas disposiciones jurídicas, no han dejado de encontrar férrea oposición de algunos sectores de la empresa privada, que vieron en los Acuerdo Paz, la oportunidad de implementar las políticas económicas Neoliberales, mismas que impulsaron desde el gobierno, y con los argumentos y recomendaciones del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional de 1989 a 2009.

El periodo de cese de fuego y pacificación, en el año de 1992, fue violentado con la incorporación de determinaciones económicas que privatizaron las principales fuentes que sustentaban el tesoro público, por ejemplo; las telecomunicación que hasta 1992, dejaban ingresos de tres mil millones de dólares anuales, estos fueron privatizados, con la escusa que el Estado era mal administrador[16]Estos empresarios de concepciones económicas neoliberales, y que atendían las disposiciones de las trasnacionales a través de las sugerencias del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, y sus políticos representados en la Asamblea Legislativa, no solo propiciaron la privatización de instituciones públicas, sino que dolarizaron la economía del país, a partir del 1 de enero de 2001, en el Gobierno de Presidente Francisco Guillermo Flores Pérez (1999-2004), generando nuevas relaciones entre Estado y empresarios, Estado y Trasnacionales, patronos y trabajadores desatendiendo derechos laborales y de organización sindical conquistados, y desprendiendo el sistema de normas jurídicas que establecían balances en los compromisos con el erario público. El Estado no debería según su concepción, entrometerse en la inversión y producción empresarial, no debería interferir en las disposiciones de inversión y producción empresarial, por el contrario, el Estado debería estimular la inversión, bajar aranceles, bajar impuestos, y proteger a la empresa privada.

Los empresarios que optaron las concepciones neoliberales, mantuvieron un discurso utilitarista, proponían la necesidad de privatizar para "lograr la felicidad de todos, en tanto el Estado es mal administrador y había fracasado en eliminar la pobreza"; y mantuvieron una postura pragmática, porque no les importaba atropellar normas jurídicas, éticas para el establecimiento de sus determinaciones económicas. El sistema de normas se transformo para ellos en una camisa de fuerza que limitaba sus pretensiones de apoderarse de las instituciones públicas que generaban mayores ingresos económicos, sus argumentos fueron que estas empresas en su poder serian competitivas y eficientes, jamás hablaron o mencionaron aumentos en los costos de estos servicios, que fue lo que realmente paso; ni de como el erario público dejaría de percibir las ganancias que generaban estas empresas publicas.

Ante la rigidez de sistema de normas jurídicas, que regulaba y obligaba el compromiso de las empresas con el Estado; sus representantes en el gobierno modificaron la administración institucional, a través de leyes secundarias poniéndolas al servicio pleno de sus intereses financieros, y de las trasnacionales. Estas ideas políticas, económicas neoliberales, se impusieron como política oficial de los gobiernos de Alfredo Cristiani (1989-1994), Armando Calderón Sol (1994-1999), Francisco Flores (1999 – 2004), y con menor grado en el gobierno de Elías Antonio Saca (2004-2009), todos provenientes del partido político Alianza Republicana Nacionalista, no habían barreras que normaran las nuevas relaciones, entre Estado empresarios. Adela Cortina participo en 2005 en un Foro organizado por la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico (FUSADES), en el cual trataron la temática Ética, Empresa y Democracia, estas conferencias tenían por finalidad persuadir cambios profundos en el sistema jurídico, a efecto de generar confianza a los inversionistas extranjeros, sostenían; "si hay principios éticos llegara la inversión", "las reformas son necesarias para lograr un nuevo referente político, como fueron los Acuerdos de Paz" decían haciendo alusión demagógica al éxito de los acuerdos de Paz de 1992[17]

No obstantes estos problemas en el área económica, se ha abierto una nueva forma de lucha, ya no con las armas, sino con la capacidad de debate e influencia política en la población. El aluvión de bienestar de la mano invisible del mercado, termino estrangulando económicamente a la población, ésta reacciono ante el alto costo de los servicios públicos, ya en manos de trasnacionales, y los altos niveles de corrupción en la administración de los recursos públicos. Pasaron veinte años para la instauración de un gobierno de izquierda, liderado por Mauricio Funes (2009-2014). En la actualidad se desarrolla un nuevo gobierno de izquierda, presidido por Salvador Sánchez Cerén (2014-2019), no solo con el trabajo de formación política de la población desde la izquierda, sino como resultado de las equivocas políticas neoliberales de aquellos gobiernos, que pusieron ante la población de manifiesto su autentico rostro de avaricia y ruindad.

La situación actual, crea un ambiente político-social, para la filosofía, sobre todo de aquella filosofía vinculada a la actividad socioeconómica, que dé respuestas a las interrogantes filosóficas de la población.

Necesitamos una filosofía fundamentada en los conocimientos científicos que se identifique en sus cuestionamientos objetivos y críticos, una filosofía para el cambio alejadas de abstracciones ontologizantes que nada explican de la vida, y las vivencias que han ocurrido o pueden ocurrir, necesitamos una filosofía de la praxis en el sentido que lo presenta Adolfo Sánchez Vásquez, una actividad practica que hace y rehace cosas, esto es; que trasmuta una materia o una situación; y no solo por que brinda a la reflexión filosófica un nuevo objeto, sino especialmente porque de lo que se trata es de transformar el mundo, formar parte como teoría del proceso mismo de transformación de los real[18]

Esta filosofía nuestra, debería ajustarse a las concepciones de la filosofía de la praxis y con una finalidad liberadora, en tanto pensamiento que expone como necesarias las nociones de intersubjetividad, acuerdos, sentido común y alteridad, considerando el punto de vista del otro y la otra, para el beneficio y enriquecimiento de la persona y la sociedad. Siguiendo las ideas de Enrique Dussel, demostrar que el hombre y la mujer necesita de la alteridad, del otro, para alimentar su propio ser, todo en la pluralidad que nos rodea.

Partes: 1, 2
Página siguiente