Propuesta ético-transformacional para toma de decisiones en las organizaciones de educación superior (página 3)
La investigadora suscribe el párrafo anterior cuya autoría es de Ginebra (1997:72), por cuanto en la visión del presente estudio se exponen conceptos y teorías sobre toma de decisiones y enfoques de liderazgo en un contexto empresarial o de negocios, del cual, sólo se extrae el material relevante para presentar un docente no como superhombre, mas bien, un ser que se mueve en un ambiente donde valores y principios están regidos por comportamientos éticos. De acuerdo con esta línea de pensamiento, conviene el marco teórico referencial de trabajos en materia del liderazgo que presentan Ramirez y Cabello (1977), Robbins (1999) y Gibson, Iveancebich y Donnlely (2001), quienes dentro de de la teoría del comportamiento organizacional, identifican el liderazgo bajo los siguientes enfoques:
· Enfoque, liderazgo centrado en la tarea para la toma de decisiones
· Enfoque, liderazgo centrado en la gente para la toma de decisiones
· Enfoque, liderazgo centrado en la situación para la toma de decisiones
· Enfoque, liderazgo centrado en la transacción para la toma de decisiones
Estos cuatro pivotes de apoyo a la teoría del liderazgo que se quiere perfilar, en combinación con la teoría del capital intelectual o capital mental triádico propuesta por De Gregori y Volpato (2002) quienes, conciben el cerebro en tres bloques: cerebro izquierdo, con su función lógico-analítico que orienta el potencial racional; cerebro derecho, funciones intuitivo-sintético que orienta el potencia emocional; y cerebro central, funciones motora-operacionales que orienta el potencial operacional; se perfilan de gran utilidad para establecer cambios en la toma decisiones del docente en tres de sus facetas como académico universitario: en el aula, como evaluador y como investigador.
a) Enfoque liderazgo centrado en la tarea para la toma de decisiones. La concepción tradicional de como el líder centrado en la tarea toma decisiones, comienza con las escuelas clásicas del pensamiento gerencial antes de 1950, representados por Weber con su descripción sociológica de las estructuras burocráticas que las caracterizaba. Al igual que Taylor con su enfoque de la administración científica de la tarea, Koontz y O"Donnel y Katz Kahn apoyando la teoría de una administración de mando, que conciben al hombre como un apéndice de las organizaciones.
Esta práctica, es conocida como dirección científica asumida bajo cuatro principios: 1) especialización en la tarea, 2) estandarización en la ejecución de la tarea, 3) centralización en la toma de decisiones y 4) uniformidad en la práctica. Las herramientas utilizadas para sustentar esta teoría, fueron los estudios de tiempo y movimiento, con el fin de lograr una mejor productividad. Por su parte, los trabajadores debían aprender a renunciar a su propia manera de hacer las cosas, adaptar sus métodos de trabajo a los nuevos estándares y acostumbrarse a recibir y obedecer instrucciones; con objetivos claros y organizados en forma racional y eficiente, especificando detalles en cuanto a planear, organizar y controlar; bajo el mando de un líder autocrático. La teoría "X" de MacGregor, lo supone como un ser humano, que le desagrada el trabajo y hace todo lo posible por evitarlo, desea ser dirigido, y evita responsabilidades para no tomar decisiones.
Los criterios que caracterizan al enfoque centrado en al tarea, llevan al docente a ejercer su liderazgo sintiéndose efectivo y eficiente cumpliendo con normas orientadas por su Coeficiente Intelectual (CI) con funciones lógico-analítico, alineadas por el potencial racional propio del cerebro izquierdo. Tiene como eje de acción el ejercicio del liderazgo orientado hacia la consecución del cronograma del semestre para cumplir con los objetivos del programa.
La toma de decisiones de un docente centrado en la tarea, conlleva a decidir autoritariamente sin considerar la participación y compromiso de los alumnos cuando este dicta su clase, realiza investigación con sus alumnos o aplica alguna evaluación. Este es el docente que se dedica como expresa Mendez (2000), a promover "…que el subalterno o el empleado se dedique sólo a obedecer o a cumplir una función y no a pensar", invalidando el potencial cognitivo, así como las demás capacidades que por naturaleza ya posee; ignorando lo ético transformacional.
b) Enfoque liderazgo centrado en la gente para la toma de decisiones. Este estilo ha traído muchas controversias provocando efectos negativos que han afectado la productividad de las personas, por cuánto la sumisión hacía el líder causa una gran dependencia por parte de los seguidores, quienes son incapaces de tomar decisiones. Es así, como surge en el ámbito organizacional Elton Mayo, (Cita Robbins, 1999) quien promueve el movimiento de las relaciones humanas en la organización, introduciendo la filosofía de que la eficiencia y la productividad de las personas aumenta en función del trato que se les de, aplicando los conocimientos de la ciencia de la psicología general y la psicología social que visualizan al hombre como ser socio-psicológico. De tal manera que el líder se centre en las relaciones humanas, la motivación y el entrenamiento, considerando la necesidad de darle oportunidad a sus seguidores de que participen en la toma de decisiones para lograr aumentar su compromiso, satisfacción en el trabajo, crecimiento y desarrollo personal.
Por otra parte se logró la aceptación de cambios, además de un mejor rendimiento, eficacia y descentralización de las decisiones. En este enfoque de liderazgo, los seguidores tienen la oportunidad de expresar su personalidad, necesidades, deseos y motivaciones y los líderes se identifican como democráticos. MacGregor (Cita Robbins, 1999.) lo caracteriza en su teoría "Y", con el supuesto de que al ser humano no le desagrada el trabajo, sino que éste, es una fuente de satisfacción que le permite aprender en condiciones apropiadas, no sólo para aceptar, sino también para asumir responsabilidad, creatividad e ingenio cuando se toman decisiones.
El docente como líder bajo este paradigma, muestra interés por el grado de relación, confianza y respeto para con las ideas y sentimientos de sus alumnos, en quienes se preocupa por lograr efectividad en su actividad académica. Enfoca su atención hacia los aspectos humanos de los problemas del educando, así como en la formación de grupos o equipos de trabajo, presentándoles tareas con objetivos claros y con bibliografía identificada, concediéndoles libertad para realizar el trabajo escrito o de exposición, pero siempre buscando altos rendimientos. Elton Mayo, además de proponer las relaciones humanas, plantea también la sociología del comportamiento para lograr mayor productividad y calidad en la tarea, que utilizan en la generalidad de las veces el Coeficiente Emocional (CE) con funciones intuitivo-sintético. Las decisiones del docente con este punto de vista lleva al docente, a considerar al alumno en la generalidad de las veces, desde lo ético transformacional.
c) Enfoque liderazgo centrado en la situación para la toma de decisiones. En este estilo los seguidores son la clave para aceptar las condiciones del líder, si consideran que satisface sus necesidades. Está sujeto a fuerzas que influencian sustancialmente la forma de ejercer el liderazgo. El psicólogo norteamericano Fred E. Fiedler (Cita Robbins, 1999), las identifica con tres factores: 1) relaciones personales entre el líder y los seguidores, que abarcan aspectos como los sentimientos y el grado en que los seguidores trabajan por o en contra del líder. 2) la naturaleza del trabajo, por cuánto diferentes tareas requieren varias clases de líder y 3) la fuerza relacionada con el puesto en la organización, referida al poder que se deriva de su posición permitiendo al líder contratar, despedir o recompensar a sus seguidores.
Likert y sus colaboradores de la Universidad de Michigan ubican este líder de acuerdo con cuatro sistemas de administración, por su parte Hersey y Blanchard (cita Robbins 1999), lo identifica con su teoría de la madurez de los seguidores. En tal sentido, proponen cuatro situaciones para tomar decisiones:
1) Decisiones donde se ordena, lo harán como el líder diga, madurez grado 1; los seguidores son incapaces y nos están dispuestos a tomar decisiones.
2) Decisiones persuasivas: ¿No creen que es una buena idea?, madurez grado 2; los seguidores son incapaces pero están dispuestos a tomar decisiones.
3) Decisiones participativas, ¿Qué piensan ustedes? madurez grado 3; los seguidores son capaces y están dispuestos a tomar decisiones.
4) Decisiones delegativas, los seguidores toman decisiones, madurez grado 4; el líder ve a sus seguidores como sus colaboradores y confía decisiones importantes en sus manos.
La característica más relevante en este estilo de liderazgo es la situación, enfocada en tres variable: relación con la tarea (grado en que la tarea esta sometida a procedimientos), relación con las personas (grado de confianza y respeto) y relación con el poder del puesto (influencia derivada de la posición). En una institución universitaria, el docente muchas veces se apoya en su condición de profesional inteligente, intuitivo y sabio; para trasmitir y ayudar al joven a construir sus propios conocimiento. Por otra parte, esta en la obligación de cambiar su estilo de acuerdo con la situación particular que se le presente. Un académico universitario en situaciones particulares como es el caso de tener que asignar alguna actividad de evaluación, debe recurrir al estilo situacional para modificar su conducta y adaptarse a las circunstancias de una determinada situación o problema.
En el contexto de una organización de educación superior el enfoque del liderazgo centrada en la situación promueve eficiencia en el docente, cuando éste, planifica y toma decisiones mediante cuatro variables condicionadas por la madurez del estudiante: mandar, persuadir, participar y delegar; que coloca los alumnos, como la clave para satisfacer las necesidades y requerimiento del docente líder, quien, utiliza el poder del puesto como el indicador mas importante para decidir, poniendo en práctica su Coeficiente Intelectual (CI) y su Coeficiente Operacional (CO). Este enfoque para resolver, solventar o satisfacer problemas y necesidades, genera incertidumbre en el profesor como líder, desatendiendo en no pocas oportunidades lo ético transformacional.
e) Enfoque liderazgo centrado en la transacción para la toma de decisiones. Los líderes transaccionales identifican las necesidades de sus seguidores para cumplir sus objetivos, aclaran funciones y tareas organizacionales, premian el desempeño y toman en cuenta las necesidades sociales de sus seguidores, trabajan intensamente e intentan dirigir con eficiencia y eficacia. Un docente bajo este estilo utiliza su Coeficiente Intelectual (CI) y su Coeficiente Operacional (CO), para trabajar intensamente en tres de sus facetas: en aula, como evaluador y como investigador, desestimando en ciertas ocasiones lo ético transformacional
Este intercambio del rol del líder con sus seguidores se ha definido como transaccional, utilizando los conceptos de orientado a los objetivos, las recompensas y la dirección por excepción, para aumentar el rendimiento y la satisfacción. Muchas teorías entre ellas, los estudios de Ohio State, modelo de Fiedler, Teoría Trayectoria – Meta y el modelo líder participación (cita Robbins 1999), han tenido que ver con líderes transaccionales. Gibson, Ivancevich y Donnely (2001) consideran, que probablemente haya razones diferentes como un sistema de evaluación de rendimiento poco fiable, recompensas concedidas de forma subjetivas, escasos esfuerzos por mostrar la relación paga – rendimiento fuera de control, que los seguidores no perciben como significativas o importantes; que permiten inferir que hasta que los líderes no entiendan que quieren los seguidores, administren la recompensa a su debido tiempo e insistan en la relación paga-rendimiento en forma mas ecuánime y equitativa, seguirá habiendo confusión, inseguridad y un mínimo de impacto transaccional en la relación del líder-seguidor.
Para abordar la forma en que toman decisiones este tipo de líder, el modelo de líder – participación de Vroon y Yetton citado por Robbins (1999) plantean algunos comportamientos del líder en situaciones diferente: 1) autocráticos, toman decisiones solos u obteniendo información de sus seguidores, 2) consultor, comparte el problema individualmente o en grupo y toma decisiones solo y 3) grupo toma decisiones de manera conjunta con los seguidores.En este enfoque de liderazgo, posiblemente existan razones de peso que llevan al docente como líder a tener una actuación poco fiable, con relación al sistema de evaluación sobre las recompensas concedidas en forma arbitraria, las decisiones tomadas sin considerar los juicios centrados en valores y el respeto por los alumnos, que dificultan el ejercicio de un verdadero liderazgo. Por su parte, este docente muchas veces decide bajo tres comportamientos autocrático (toma decisiones solo u obteniendo información), consultor (deciden compartiendo el problema individualmente o en grupo) y grupo (toma decisiones de manera conjunta).
2.4.3.- Sinopsis de categorías teóricas para decisiones según estilo de liderazgo
El uso de la teoría del liderazgo para analizar el estilo de toma de decisiones en el académico universitario, hace presumir que en las organizaciones de educación superior existen indicadores particulares para determinar cambios en las decisiones según el estilo de liderazgo del docente en sus facetas de aula, como evaluador y como investigador. Por ello, son la clave para inquirir en el docente como líder universitario las tendencias de al toma decisiones según el estilo para liderizar; cuya síntesis se presenta en el cuadro 2.
De esta manera, es posible conocer a través de estos indicadores como se toman decisiones en una organización universitaria, para proponer que sus docente lideres consideren el liderazgo como una de las vías mas expeditas para asumir transformaciones en estos tiempos de turbulencia e incertidumbre, donde los cambios están a la orden del día y lo que tiene que cambiar, cambiara. Tomar decisiones entonces, requiere algo más que el uso del cerebro izquierdo racional, lineal y mecanicista. El argumento principal secundado por los críticos y estudiosos en la materia, es combinar el coeficiente intelectual (CI) cerebro izquierdo, con el coeficiente emocional (CE) cerebro derecho y el coeficiente operacional (CO) cerebro central; para lograr decisiones ético transformacionales que consideren beneficios tangibles e intangibles, porque las decisiones afectan positiva o negativamente dependiendo del beneficio que se persiga.
Sin embargo hasta el problema más simple como expresa Durmond (1992), genera un complejo proceso de pasos, que deben seguirse sistemáticamente por los responsables de la toma de decisión en la búsqueda de soluciones eficaces. Por ello, la racionalidad limitada que no es mas que simplificar los seis pasos del proceso clásico de la toma de decisiones (identifica el problema, clarifica y ordena, genera opciones, compara las opciones y elige la opción) en cuanto a: hacer manejable el problema, concentrarse en pocas opciones y decidir con base a conjeturas inteligente en el logro de una toma de decisiones efectivas. Cuadro 2
Sinopsis de indicadores sobre toma de decisiones según los enfoques de liderazgo
Enfoque de liderazgo para decidir |
Actuación del Líder y Seguidor |
Filosofía de Liderazgo |
Filosofía para la Toma de Decisiones |
Expertos o Investigadores que apoyan |
Centrado en la tarea. | Líder ordena. Seguidores obedecen. |
Filosofía del mando con estructuras burocráticas tradicionales. | -Centralizada.-Líder con poder excesivo. -Teoría "X". | -Weber -Taylor y Gilbreth.
|
Centrado en la gente. | Líder se interesa por los seguidores. Seguidores siguen complacidos al líder. |
Mayor satisfacción, rendimiento y eficacia. | -Participativas.-Grupales e individuales por consenso. -Teoría "Y". | -Elton Mayo.-Firtz Roethlisberge Fayol |
Centrado en la situación. | Líder se adapta a las situaciones. Seguidores apoyan al líder. | - Interés por la tarea.- Relación líder – seguidor. - Poder posición | Decisiones de acuerdo a las situaciones.
| -Fiedler.-Liker.-Hersey y Blanchard. -Blake y Mouton. |
Centrado en al transacción. |
Líderes y seguidores se influyen entre sí para satisfacer sus necesidades. |
Interés porque los seguidores cumplan sus objetivos. |
Decisiones de acuerdo al intercambio entre el rol del líder con sus seguidores. | -Fiedler.-Vroon y Yetton.-Ohio State. -Robert House. |
Atencio (2000) 2.4.4.- Grandes tendencias y fuerzas para decisiones ético transformacionales Los estilos de liderazgo explicados y analizados, tienen la particularidad de seguir procedimientos en los procesos decisionales para determinar cambios en la toma de decisiones con la participación de los siguientes indicadores: estilo de liderazgo, actuación del líder, filosofía del liderazgo para decidir, y expertos que apoyan uno u otro estilo de liderazgo (centrado en la tarea, centrado en la gente, centrado en la situación y centrado en la transacción) para reconocer cambios en la toma de decisiones en una organización. Las variables indicadas se pueden combinar con aspectos tan disímiles como la creatividad, la intuición, la inteligencia emocional, la inteligencia intelectual, la inteligencia operacional, la ética y sobre todo un gran respeto por la libertad hacia la condición humana; con la finalidad de tomar decisiones más eficaces, eficientes y humanizadas. Por ello, las grandes tendencias y fuerzas de cambio hacia el siglo XXI propuestas por Siliceo, Casares y González (2000) se presentan de gran significación para la toma de decisiones ético transformacionales del docente líder universitario. Para entender las tendencias del nuevo liderazgo en la institución universitaria, es necesario conducir las energías y fuerzas de transformación mediante un desarrollo consciente y sólido de un verdadero sistema de valores que dirija las emergentes tecnologías de la información y la comunicación. Estas tendencias como describe Alvin Toffer (Siliceo et al, 2000:10.), "son como olas que inician influyendo en la cultura social y poco a poco con mayor fuerza la pervaden y la modifican totalmente. Las tendencias son directrices y resultados finales".
Como se ha podido dilucidar, el fenómeno liderazgo, en las organizaciones entre ellas las de educación superior, se encuentra interconectado con los procesos de decisión del profesor universitario. Es por ello, que una teoría sobre liderazgo en la generalidad de las veces comparte elementos comunes con la toma de decisiones tales como: una manifestación singular de poder (coercitivo, legitimo, recompensa, natural y de experto), conceptos propios para entender al individuo (principios, metas, valores, cultura), explica la acción social y la conducta individual y por ultimo, todos los estilo estudiados comparte como característica esencial la presencia de un líder que fue primero seguidor. Es indiscutible entonces, que toda decisión en una institución universitaria, relacione directamente al docente con su hacer, y lo compromete con un mundo en transformación, donde el rescate de valores trascendentes y el liderazgo centrado en valores y en la ética del ser, deben ir de la mano para tomar decisiones gratificantes y vivificantes, con un abismal respeto por la libertad y la dignidad del ser humano, para lograr acuerdos apoyados en el saber de convivencia.
Desde esta óptica el liderazgo del profesor universitario en su actividad académica sea esta docencia, investigación o evaluación entre otras, debe asumir sus decisiones desde una perspectiva ética y responsable, teniendo como eje de acción los valores, opiniones opuestas, juicios de valor, principios y creencias, que no sólo requiere de información, sino considerar su hacer y su quehacer, respetándose a sí mismo y al otro (su alumno, seguidor o cualquier persona que dependa de él). Como aspiración ideal para realizar su proyecto de vida con una misión y visión, capaz de propiciar cambios transformacionales, en un intento por rehabilitar su acción pedagógica sacando a la luz, valores olvidados.
Ahora bien, la práctica del liderazgo en una organización universitaria debido a las eventualidades del contexto tales como exigencia en el tiempo para cumplir los objetivos de la asignatura, en la generalidad de las veces se torna individualista, llevando al docente a utilizar básicamente la ética de la dependencia y deontológico para cumplir normas preestablecidas, de espalda al ser humano. Santana (2000) señala, que las acciones del ser humano obviamente no siempre se inspiran en la racionalidad y en la dependencia, en virtud de que la libertad que aquel tiene para decidir, lo lleva a optar por la vía que mejor se adapte a su forma de pensar y sentir, a sus metas y circunstancias; sumado al hecho de que cuando las personas deciden, se someten a procesos complejos cargados de incertidumbre, ambigüedad, indeterminación y duda. Por ello, la intuición, la futurización, la creatividad, los sentimientos, las corazonadas y el respeto del ser humano, generan una toma de decisiones centrada en un liderazgo más efectivo y transformacional capaz de transformar al docente, a su alumno y la propia organización, desde una dimensión ético transformacional. En este sentido, la conveniencia de abordar una teoría dimensional abonada y apuntalada por las dimensiones del ser humano que aprende, siente, dice, decide y hace; a partir de la ética de la convivencia mediante el dialogo y la palabra.
2.4.5.- Teoría dimensional para toma de decisiones ético transformacionales
Para una mejor comprensión del nuevo significado que se le quiere atribuir a la toma de decisiones, se presentan a continuación las categorías de análisis sobre un marco teórico centrado en las dimensiones trascendentes de la persona desde su condición humana. De esta manera, se aborda la óptica de algunos especialistas tales como: Eugenio Trias (2000), Peter Ricardo (1996 y 2002) y Pierre Aubenque (1999), principalmente; quienes tocan muy de cerca al hombre desde la ética y la condición humana; y cuyos pensamientos teóricos son el cimiento para desarrollar el constructo: "toma de decisiones ético transformacionales".
Este constructo o nuevo epistéme teórico, se centra en la visión de interpretar al hombre como tomador de decisiones desde la ética del limite y la condición humana, contextualizado en las organizaciones de educación superior, centros por excelencia de la sociedad del conocimiento, de la información, de lo científico y lo tecnológico. La complejidad, la evolución y circulación de un cúmulo de actividades de la comunidad universitaria, sugiere la necesidad de determinar un nuevo paradigma para la toma de decisiones en esta tipología de organizaciones. De manera que la toma de decisiones del docente líder universitario desde una dimensión ético transformacional se pueda proponer a partir de la propia esencia del ser humano en su contexto existencial, internalizado mediante valores e ideales compartidos con el mundo exterior. Donde la personalidad, la espiritualidad y por ende todos aquellos valores que van mas allá de lo material, intervengan con un papel fundamental en la transformación universitaria, a partir de las decisiones que tomen sus docentes libre y responsablemente; capaces de compartir mas allá del mundo exterior que lo rodea, su proyecto de vida.Cabe destacar que de los miembros que integran la comunidad universitaria, son sus docentes como líderes y modelos a seguir por sus alumnos, a quienes les corresponde asumir la toma de decisiones con una nueva perspectiva por encima de la racionalidad normativa. El decidir en todo caso, como actividad cotidiana en la comunidad universitaria debe considerar los criterios de respeto a la naturaleza del hombre, su hacer, su quehacer, su ser, su convivir; como vectores de direccionalidad responsables de promover transformaciones profundas en el ser humano, asociadas con valores ético-trascendentes entre los cuales resaltan: la verdad, la unidad, la belleza, el bien, la justicia, la tolerancia, la responsabilidad y la solidaridad. En el nivel de la teoría, Trias (2000:12 y 16), uno de los investigadores sobre esta temática permite inferir que la complejidad que caracteriza la vida del hombre, solo puede ser entendida siempre y cuando éste se acoja a su condición humana limitada y fronteriza, es decir, "obra de tal manera que ajustes tu máxima de conducta, o de acción, a tu propia condición humana de habitante de la frontera"; de tal imperativo, es necesario tener presente, que el límite es siempre un concepto resbaladizo y de doble filo. A su ética del limite o de razón fronteriza, Trias, propone una reflexión sobre la propia condición humana que permite esclarecer "eso que somos", ya que en última instancia la gran pregunta filosófica es la que parece condensar todas las demás: "¿Qué es el hombre?" Infiriendo sobre ese pensamiento, la condición de límite y de frontera, entonces, constituiría parte integral del hombre desde la perspectiva de esta investigación; de tal manera que sea el sustento de los procesos decisionales del docente en el contexto de una institución de educación superior. A este respecto, el estilo del discurso en este trabajo se centra en presentar un tejido reflexivo de ideas que sustenten un nuevo paradigma para "El Constructo toma de decisiones ético transformacionales , el cual se asienta en siete dimensiones:
· Toma de decisiones ético transformacionales en dimensión lógica.
· Toma de decisiones ético transformacionales en dimensión condición humana.
· Toma de decisiones ético transformacionales en dimensión prudencia.
· Toma de decisiones ético transformacionales en dimensión imperfecta.
· Toma de decisiones ético transformacionales en dimensión ética del limite.
· Toma de decisiones ético transformacionales en dimensión valores.
· Toma de decisiones ético transformacionales en dimensión liderazgo transformacional.
a) Toma de decisiones ético transformacionales en dimensión lógica.
Desde esta dimensión se percibe a la institución universitaria como centro de producción y construcción del conocimiento; espacios donde las decisiones de sus actores generalmente están influenciadas por la parte lógica presente en todo ser humano. Utilizado en la generalidad de las veces, su coeficiente intelectual identificado con el cerebro izquierdo, para plantear decisiones racionales, mecanicistas; guiadas por el deber ser de lo que constituye las normativas institucionales, que en la mayoría de los casos hace inflexible los procesos decisionales. La dimensión lógica para decisiones ético transformacionales, se toma como punto de partida para incoar el razonamiento del presente constructo, en virtud de la fuerza que tiene sobre los actores de los centros universitarios, el intelecto lógico. En este particular, las concepciones teóricas asumidas sobre esta temática, permitirá en este documento, presentar el nuevo significado que se le quiere atribuir a las decisiones que se tomen en la institución universitaria, agregando el componente sobre ética del limite y condición humana, a la toma de decisiones del docente como líder académico universitario; quien asumirá la responsabilidad de promover la nueva significación sobre toma de decisiones. Ya que, objetos y hechos carecerían de significado por sí sólo. El significado en los procesos decisionales pudiera decirse, se organiza en función de los principios y creencias presentes en el docente y en el resto de las personas que integran la comunidad universitaria. Porque cada persona tiene su propia interpretación del mundo, razón por la cual, la condición de límite no hay que perderla de vista para no invadir los espacios del otro y comprenderlo con relación a su mundo. Trias (2000:12) manifiesta "comprender eso que somos a través de la idea de límite. Somos los límites del mundo"; por consiguiente, el quehacer diario de un docente, de su convivencia; beneficia o perjudica al otro dependiendo de la percepción de su entorno y de su propio yo interior. Desde esta perspectiva, el hombre en su propio horizonte casi siempre andará en la búsqueda de la verdad para sus decisiones éticas, una verdad que es posible observar como una triple verdad: verdad Dios, verdad hombre y verdad mundo. En el escenario universitario, el pensar en la antropología de lo limitado marca frontera para situar al hombre a infinita distancia de lo prehumano y del misterio de lo suprahumano; como al igual que en lo físico y metafísico o teológico. Según este autor, con "nuestras emociones, pasiones y usos lingüísticos, dotamos de sentido y significación al mundo de vida en que habitamos" (Trias, 2000:12 y 13).Debido a la importancia significativa que tiene la dimensión lógica para la toma de decisiones desde la ética y la condición humana en el contexto organizacional, se han seleccionado los siguientes autores que abordan esta temática:
Etkin (1993:20) por ejemplo, define la toma de decisiones éticas: como una actitud mental que se desarrolla al mover una organización del estado actual de la situación, a un estado previsto. La acción de tomar decisiones involucra un proceso de comunicación identificado con el tipo de negociación que mejor respuesta ofrezca, originando una relación de compromiso para las partes involucradas en el proceso,… una dimensión lógica para llegar a decisiones éticas debe considera en todo caso, que el decidir es una acción netamente del ser humano, y en este particular, el uso práctico de la razón se abrirá en experiencia.
Para seguir discurriendo sobre la dimensión lógica Gelatt (1998:1 y 6) expresa, que tomar decisiones requiere de: tácticas para el orden y el caos, haciendo uso de la flexibilidad y el equilibrio para estar a tono con los cambios propios de un futuro incierto, …. a fin de mantener una conducta correcta… necesitamos los conocimientos y actitudes para manejar tanto el orden como el caos. El autor propone para la toma de decisiones el proceso del dos por cuatro, esto es: dos actitudes y cuatro factores, las actitudes están representadas por: aceptar como incierto el pasado, el presente y el futuro, y ser positivo acerca de la incertidumbre; por su parte los factores se identifican con: lo que desea, lo que sabe, lo que cree y lo que hace. Combinando las actitudes con los factores, logra cuatro principios que caracterizan a una persona tomando decisiones. Estos son: concentrarse y ser flexible en lo que se quiere; informarse y tener cautela con su información; ser objetivo y optimista acerca de lo que cree, y por ultimo, ser práctico e imaginativo.Desde una dimensión lógica el autor abre una ventana hacia la toma de decisiones éticas, tratando de buscar la integridad de una persona, puesto que según Trias (2000:35) "la ética se inspira nuclearmente en lo que somos".
Robbins (1999:118 y 119), expone un criterio suficientemente aceptado sobre la toma de decisiones. Señala que en toda decisión está presente lo ético, aplicando tres razonamientos: 1) el utilitarismo, las decisiones proporcionan bienestar, 2) los derechos, toda decisión está sujeta a códigos éticos y 3) la justicia, el decidir amerita imponer reglas justa e imparciales. Cada uno de estos tres criterios tiene sus ventajas y sus desventajas: el utilitarismo, promueve la eficiencia y la productividad, a costa de los derechos de la persona; el uso de los derechos protege al individuo, pero crea un ambiente de trabajo rígido, y por ultimo, la justicia, protege los intereses de las minorías, alentando un sentido de distinción entre los trabajadores. El enfoque Robbins, también admite un tratamiento desde la óptica del límite y de la condición humana, pues, si se reconocen los valores que generalmente se identifican con la actividad académica, el tomar decisiones en los centros universitarios se convertiría en un ejercicio ético transformacional.
De estos planteamientos surge la imperiosa necesidad de darle un giro a la forma con que deciden los docentes universitario, combinando lo racional, con lo intuitivo y hasta con lo operativo. En otras palabras, significa combinar coeficiente intelectual-cerebro izquierdo (CI-CI), coeficiente emocional-cerebro derecho (CE-CD) y coeficiente operacional-cerebro central (CO-CC). En el gráfico 5, se presenta este equilibrio para una toma de decisiones éticas, en una dimensión lógica.
Gráfico 10
Toma de decisiones ética en una dimensión lógica.
Diseño: Atencio 2003 Sin embargo, como en la práctica no es fácil presenciar tal equilibrio, es necesario plantearse varios escenarios, como lo propone De Gregori y Volpato (2003) en su teoría cibernética social y proporcionalismo que conforman el capital mental triádico del cerebro en una persona decidiendo: 1) cuando la tendencia es a utilizar el coeficiente intelectual-cerebro izquierdo. En este caso, la persona decide con funciones mecánicas-analíticas, desde el deber ser, utilizando normas. 2) La persona decidiendo con el coeficiente emocional-cerebro derecho, centrado en el ser, su decidir se deja guiar por lo intuitivo-sintético y 3) La persona que decide con funciones intempestivo-operativo, utilizando su coeficiente operacional-cerebro central sin razonar y considerar las consecuencias de la decisión.
Discurriendo sobre la imperfección del ser, ¿cómo saber tomar una decisión ética?, Chopra (1996:117 y 118) responde tal interrogante que sirve de guía a quienes se interesan por el tema, él autor señala que; "se siente paz y consuelo y ninguna resistencia de parte del universo. El cuerpo experimenta una sensación de tranquilidad, te sientes bien. Y cuando escoges el camino equivocado, también lo sientes en forma de malestar físico".
La necesidad entonces, de reconciliar la esencia del ser humano con las decisiones desde la dimensión lógica en la organización universitaria, hace presumir que las acciones del profesor, obviamente no siempre se inspiran en la racionalidad y la dependencia; en virtud de que la libertad que éste tiene para decidir, lo lleva a optar por escoger, aquella que responda con asertividad a su forma de pensar y sentir, a sus metas y circunstancias. A esto, se suma el hecho que cuando una persona decide, se somete a procesos complejos, cargados de incertidumbre, ambigüedad, indeterminación y duda. Por ello, la intuición, la creatividad, los sentimientos, las corazonadas y el respeto al ser humano; serian los iconos que orientaren la toma de decisiones éticas desde una dimensión lógica.
b) Toma de decisiones ético transformacionales en dimensión condición humana. La dimensión condición humana para la toma de decisiones ético transformacionales desde la realidad del hombre en su comunidad universitaria, podría ser explicada a través de la comprensión de aspectos filosóficos, debido a que el ser humano instruido y educado es menos propenso a hacerse prisionero de las opiniones de los demás. En la mente del hombre sabio, la existencia propia del "ser" clarifica y reflexiona acerca de sus propias capacidades, dando sentido y significación a los símbolos para decidir. Hecho que se manifiesta mediante la exposición y expresión en figuras y formas de comunicación. De esta manera, el símbolo, es aquel concepto como expresa Trias (2000:13 y 14), que permite "abrir la razón fronteriza a la experiencia… También a través de símbolos tenemos la posibilidad de formalizar y configurar aspectos de nuestro mundo de vida".
La ética como filosofía del saber y actuar, reconcilia lo etéreo con la condición humana para discernir y explicar la toma de decisiones, confiriéndole irradiación de valores a fin de darle forma y aliento al contenido, por ser una de las actividades de mayor cotidianidad, que ejecuta el hombre desde el inicio de cada amanecer.
Se tiene plena conciencia de que lo que se quiere trasmitir, no es fácil escribirlo, trasmitirlo y practicarlo; sin embargo, el interés por el tema "Propuesta ético Transformacional para la Toma de Decisiones en la Institución Universitaria", impulsan a sobrepasar y entender los espacios fronterizos invisibles que aclaran las ideas del ser humano, para combinar la praxis con lo trascendente.
Apremia entonces, la creación de una base conceptual para construir un nuevo conocimiento dirigido a rescatar la dimensión condición humana para la toma de decisiones ético transformacionales, que ofrezca repuestas en el logro de una conciencia que permita distinguir cuándo se está perjudicando o cuándo se está actuando equilibradamente. Demostrando sensibilidad, ponderación y sobre todo un profundo respeto por la libertad de criterios y opiniones contrarias, activando el diálogo para acordar la decisión que beneficie a las partes involucradas.
No es una novedad que para hacerle frente a situaciones como las señaladas, las organizaciones deberán asirse a los cambios paradigmáticos, como bien propone Drucker (1994:67-68), quien plantea como salida a la crisis, la gestión del cambio, implementando cuatro prácticas sistemáticas: mejora continua de todo lo que hace, aprender a innovar en forma sistemática, tener capacidad para tomar decisiones aceptando el respeto por las diferencias y actualizar los conocimientos cada cuatro o cinco años". La autora coincide con el pensamiento del autor, por ello, se aborda el tema de la condición humana, la innovación, el respeto y la actualización de los conocimientos, como ejes para la actuación del docente en el ambiente universitario.
Siguiendo con esta misma línea de pensamiento, Guédez (2001:34-35) recoge el ideal para las organizaciones en el presente milenio:
Sabemos que la historia de la humanidad se ha apoyado sobre recursos distintos para impulsar la sobrevivencia de la especie durante los diferentes períodos de la historia. Se han conocido la ola agrícola, la industrial, la tecnológica, la del conocimiento y ahora se asoma la ola ética… la ética surge así como el eje de conductas individuales necesarias para que las organizaciones, los países, las subregiones y el mundo asuman el compromiso de sobrevivir, de convivir y de vivir.
En este sentido una convivencia entre las personas para actuar éticamente, significa fortalecer en función del dialogo desde la razón, el juicio y el concepto, la forma como el hombre toma decisiones. El abordaje filosófico de la ética del limite en la propuesta teórica de Trias (2000) sobre la condición humana, es una salida que pudriera plantearse a la organización universitaria para impulsar el fortalecimiento y crecimiento de un ser humano limítrofe y fronterizo, consciente de que no es un ser racional para creerse un ser perfecto.
Desde los escenarios de acción del hombre como tomador de decisiones, debe tenerse siempre presente que su condición humana es limitada, no obstante tiene la capacidad de abrirse a la experiencia para elegir la mejor decisión desde el ser de convivencia, regido por el dialogo, las disidencias, las opiniones opuestas, los juicios de valor y el respeto a la libertad individual del otro. Una libertad como expresa Gómez (2000:30) que debe ser producto del respeto, sin que haya para ello ninguna causa o razón, sino porque el hombre desde lo mas intimo de su ser toma la decisión de respetarse y respetar al otro. En palabras del autor: "cuando te respeto porque simplemente yo decido respetarte, me ubico en el plano humano, en el de la ética".
Esta transformación ética en una organización de educación superior, tiene como prioridad, implementar mecanismos para que su comunidad universitaria vea en la condición humana el fin, para obrar decidiendo con transparencia y coherencia entre lo que piensa, lo que dice, lo que siente y la decisión que finalmente tome. Es decir, deberá actuar con prudencia y sabiduría del corazón desde las propias fronteras del hombre como signo de identidad e identificación ante su entorno inmediato, ante el país y ante el mundo.
c) Toma de decisiones ético transformacionales en dimensión prudencia.
Buscar un nuevo arte para vivir, sin el protagonismo y el heroísmo al momento de la toma de decisiones, debe ser una práctica fundamental de la comunidad universitaria desde su condición humana como actores principales de su organización, por cuanto la eficacia en sus metas estarían directamente relacionadas con la discrecionalidad y la prudencia que son virtudes consideradas por Aristóteles, como indispensables para el buen juicio del hombre como tomador de decisiones. Con pensamiento similar, Balaguer (1977) expresa que el sabio del corazón será llamado prudente, considerado no como pusilánime y falta de audacia, si no como el hábito de actuar bien, clarificar el fin y buscar los medios para alcanzarlos.
El docente universitario, sin ufanarse, puede lucir sus cualidades, atributos, dotes y talentos en sus diferentes escenarios académicos; dejándole a terceros las opiniones calificativas que a bien tengan sobre su persona. Al cultivar la virtud de la prudencia, el docente se hace más audaz en el buen sentido de la palabra y menos insensato en su diario actuar. Desde esta visión, el ser prudente no significa el no equivocarse, sino más bien, rectificar cuando comete algún error; asumiendo con responsabilidad el riesgo por la decisión tomada. Santo Tomas de Aquino (Citado por Balaguer 1977) señala que los tres actos más importantes de la sabiduría son: pedir consejo, juzgar y decidir rectamente. El cultivo de estas actitudes, encuentra en la virtud de la prudencia el fundamento clave para reconocer las propias limitaciones del ser humano.
Si bien es cierto que actuar con sabiduría, implica un salto cualitativo en las decisiones prudentes que se tomen, hay que considerar que ésta virtud, no es nada fácil de asimilar por el hombre, debido al beneficio material que casi siempre busca en todo lo que hace. Por ello, el considerar las opiniones opuestas, el desafío de conocer la propia identidad y conocer la identidad del otro; representan esos limites que muchas veces no se deben dejar pasar por alto, en bien del hombre y de su organización. Condición que lo lleva a retrasar la decisión, hasta completar todos los elementos de juicios que permitan para cada situación que le presente el contexto inmediato y la propia naturaleza; controlar los grados de duda, así como minimizar los índices de discrepancia.
Aubenque (1999) haciendo una de las exposiciones más sugerentes y atractivas sobre la ética de Aristoteles, expresa que la prudencia es la síntesis de todas las virtudes, es el buen juicio, el arte de la medida y de la oportunidad en el obrar; implica valor, templanza, justicia y sabiduría práctica. El decidir éticamente en una dimensión prudente se entiende entonces, como la forma de poner fronteras para que el ser humano no actúe desde la contingencia, la precariedad y la imprebisivilidad; de allí la importancia de medir su forma de comportarse, enfrentarse al azar y aceptar el riesgo de equivocarse.
Es como darle una respuesta a los limites de la razón, que en no pocas oportunidades agobia al docente para cumplir con las normas preestablecidas por la organización; que sin ignorar la existencia humana confía en el poder de la inteligencia del conocimiento y de la acción para decidir con discrecionalidad, como la esencia significativa que le permite, ser ponderado y comedido, antes de emitir un juicio o tomar decisiones que en la generalidad de las veces influencian a las personas positiva o negativamente. El autor enfoca hacia los limites de la razón, asumidos por Aristóteles; que sin ignorar los aspectos trágicos de existencia humana, confía en el poder del conocimiento y de la acción para superarlo.
De esta manera sumir con éxito y ética las decisiones que se tomen en la institución educativa, depende en gran parte de que sus educadores y sus educandos sean prudentes, ponderados y discretos; sean objetivos, sin dejarse llevar por el apasionamiento, inclinando la balanza hacia la conveniencia de una u otra parte. Porque como señala Guedez (2001:23) "…no somos libres para elegir lo que nos pasa, sino libres para responder a lo nos pasa… todas las conductas éticas son lucrativas, mientras que todas las conductas antiéticas son empobrecedoras".
El significado de una práctica ética para decidir con prudencia, conlleva entonces, al cultivo de la paz y la comprensión con un profundo respeto por la dignidad de todos los que comparten el diario quehacer de la comunidad universitaria, entre ellos sus docente y alumnos; quienes son los que mayores interrelaciones positivas deben tener, para que su actividad académica sea del disfrute por construir nuevos conocimientos y elevar el nivel de formación humano-espiritual del estudiante.Significa por otra parte, fomentar escenarios de acción en el ambiente universitario para decidir mediante acuerdos, considerando la pluralidad, la diversidad, el respeto y la innovación; para contribuir, a hacer mas humano, al propio ser humano, promoviendo un verdadero compromiso personal, profesional y organizacional.
La prudencia en las decisiones éticas que a bien tenga asumir la comunidad universitaria, en la cual, sus docentes como conductores y formadores de aquel joven que un día espera ser un profesional exitoso, pero sobre todo un ser humano capaz de contribuir con el desarrollo de su familia, su comunidad; se propone, como la dimensión que orienta la adjunción ideal para la toma de decisiones ético transformacionales, teniendo presente que quienes deben asumir esta gran responsabilidad, son seres humanos imperfectos, que buscan la excelencia, superando los obstáculos que forman parte de su diario quehacer académico.
d) Toma de decisiones ético transformacionales en dimensión imperfecta.
Los errores que pudiera cometer el hombre no son impedimento para lograr la excelencia, la superación y el éxito; no deben ser tampoco predisposiciones para fallar de nuevo, dejando que estos dominen su voluntad. En este dilema, lógicamente él, casi siempre esta en búsqueda de la perfección para decidir y actuar buscando ser exitoso y excelente en todo lo que se propone. Es por ello, que la perfección como expresa Peter (2002:15), influencia la vida de las personas de una manera silenciosa e imperceptible, "la expresión alcanzar la perfección… no es una aspiración sana. La búsqueda de la perfección no ayuda a las personas a vivir, a amar, a sonreír, a gozar, a perdonar. No ayuda ni siquiera sufrir."
Las acotaciones que hace el autor son como para mover el piso de cualquier docente universitario que busca ser modelo perfecto a seguir por su alumno; ya que como ser humano, en la generalidad de las veces está en proceso de realización y de transformación mediante cursos de perfeccionamiento y crecimiento personal; para no fallar, o no equivocarse; pero sobre todo para realizar mejor su actividad académica. La búsqueda de la perfección no significa el no equivocares o no tener fracasos, pero para asumirlos sin fomentar comportamientos pobres de escasa calidad; Peter (2002:15) propone la Terapia de la Imperfección como respuesta que esclarece y devuelve al académico "su verdad, concibiéndolo como un ser, que tiene que cargar con el peso de sus limites."
En la búsqueda de un contexto donde poder reflexionar acerca de la terapia de la imperfección; la institución universitaria es el ambiente propicio, ya que sus profesores en la generalidad de las veces quieren vivir con un estilo de vida que los lleva a arreglar la realidad y a tener bajo control sus sentimientos; y se enfrenta en no pocas oportunidades con situaciones esencialmente limitadas, con sus defectos, con la incertidumbre y la complejidad en que viven estas casas de estudio; donde lo que tiene que fallar, fallara; el concepto de la perfección se vuelve cada vez mas vacío.
Etimológicamente, perfección según Peter (2000:19 y 20) significa:aquello a lo cual nada falta… la noción de perfección se convirtió en la medida de lo ideal y de lo real en todos los aspectos. Todo quedo plasmado por la idea de perfección… a través de este concepto la mente puede absorber funciones fundamentales como por ejemplo, esclarecer los aspectos formales de la problemática del ser.Pero la búsqueda de la perfección se enfrenta con una realidad esencialmente limitada y una existencia inevitablemente defectuosa, generando una actitud y una conducta de choque con la realidad y la vida misma. Un docente que tienda al perfeccionismo, está en la búsqueda de convertir el desorden de la vida al orden que le dictan sus propios procesos mentales; formulando frases como: si fuera perfecto, si fuera estimado, si tuviera éxito, si fuera aceptado, si fuera amado, si fuera profesionalmente exitoso. Esta dinámica producto de la imaginación, casi siempre esta cargada de desconfianza y fragilidad hacia la "fragilidad de la condición humana" (Peter, 2002:40). Esta es una de las razones, que llevan al autor a proponer el concepto de imperfección, identificado con todo aquello que la razón lógica percibe como inadecuado, deforme, limitado, finito o incompleto.
La realidad asumida con estos argumentos, coloca la toma de decisiones del docente universitario en una línea clara de distinción y separación entre la tendencia a la excelencia como aspiración sana y legitima de quien quiere desarrollarse, ser competitivo y productivo utilizando sus propias potencialidades; y la perfección que tiene una actitud neurótica, de fondo narcisista, que lo lleva al autodesprecio cuando se equivoca. Desde esta óptica el perfeccionismo es visto con una concepción antagónica a la excelencia, manifiesto en un problema de vectorialidad, es una confusión de fondo; caracterizada por la imposibilidad de comprender que se pueden tomar decisiones erradas. Es como si la persona desviara o moviera el vector de su vida en dirección contraria a su propia naturaleza, signada de incertidumbre y cambio. Pero ¿de qué manera el académico universitario puede superar la complejidad y el caos de la realidad reconociendo que es un ser imperfecto para afrontarlo? ¿De qué manera puede hacer que emerja a la superficie su yo como ser humano capaz de autoconocerse y conocer al otro (su alumno)?.
Como perfeccionista que se mueve hacía si mismo, hacia su propio "yo", ignorando su razón fronteriza y limítrofe para interactuar con el contexto, no podría; sin embargo si observa a su alrededor, para encontrar su yo interior y el y el tú del otro, el grupo, las cosas, los acontecimientos, el pasado, el presente, el futuro, las deficiencias, el ideal y el valor, la alegría, el sufrimiento, el deber por convicción, el amor, la muerte y su Dios; es un buen síntoma de la proyección de sus sentimientos e intuición. Peter (2000:7) en la Terapia de la Imperfección propone: … las implicaciones filosóficas y las proyecciones ético-espirituales… sus raíces y al mismo tiempo su apertura… alude a una determinada visión del hombre concebido como ser limitado, por otra, se reconocen las exigencias ético-espirituales que derivan de esa misma concepción… como en una parte de un conjunto mas amplio que abraza diversos niveles de reflexión, cada uno con su propia función, pero integrados por el concepto del limite en una única totalidad unitaria. El reconocimiento de que el docente es un ser humano asido a la imperfección, es un primer paso para no hacer resistencia a los límites y debilidades que lo embargan. De allí, la necesidad de considerar en las decisiones que tome, las potencialidades taxativas de la sabiduría del corazón y la prudencia para el éxito y la excelencia. Esta dimensión de lo imperfecto, obliga a poner frente a frente, al hombre con sus propias fronteras y sus límites; en el pensar, en el sentir, en decir, en el decidir y en el hacer; para no invadir los espacios del otro. e) Toma de decisiones ético transformacionales en dimensión ética del límite.
La dimensión ética del límite como adjunción ideal para tomar decisiones en la organización universitaria, representa reconocer en el cuadro de docentes de la institución, los limites que éste tiene, por su propia condición humana; para lograr el engranaje de las fuerzas internas y externas que afectan su cohesión para la toma de decisiones. El límite es la primera reflexión que se imponer el hombre al momento de decidir, bajo dos aspectos: como dato por la información recibida y como experiencia en el dinamismo de la propia acción, que casi siempre influye negativa o positivamente en el otro. Trias (2000:21) expone el limite como una filosofía "… es el ser mismo. Y es también el determinante radical del concepto de inteligencia o razón que puede formarse."
Esta exaltación del hombre como un ser ontológicamente limitado, es su razón fronteriza que lucha entre dos realidades que lo convierten en una "ser" dinámico dentro de su existencia, sellada por el limite en el conocer, comunicar, entender, amar y perdonar; haciendo uso de sus propias facultades, actuaciones y potencialidades limitadas por sus imperfecciones. Pero como muy bien lo expresa el autor, es también "…Asunción onto-lógica de ser y razón limítrofe es, justamente, la que hace posible la viabilidad de un uso práctico, o ético, de esa misma razón." (op. cit.)
La ética del límite como dimensión para decidir éticamente en una organización de educación superior, desde la óptica expresada por este autor, representa en un docente, estar consciente de sus propias capacidades humanas y limitadas para asumir aquellos valores que hacen a la persona más humanitaria, más solidaria, mas tolerante, más justa, más transparente, más sensible con el otro; en fin significa elegir, compartir, amar, intercambiar y admitir equivocaciones. En resumen, para obrar decidiendo de tal manera que ajuste su máxima conducta a su propia condición de habitante de la tierra, puesto que es la forma más firme y veraz de vivir la felicidad que todo hombre desea, como una de las aspiraciones más dignas del ser humano, la de vivir a plenitud. Un significado que le trae un mayor compromiso, porque vivir en plenitud no es sólo vivir satisfecho, sino estar a punto de desbordar los limites de la propia existencia. Todo límite se explica en el hecho que siempre es una invitación a ser traspasado, transgredido o revocado. "Pero el límite es, también, una incitación a la superación, al exceso… se producen siempre importantes fenómenos… todo pierde su identidad pura y dura de carácter originario, agreste o natural" (Trias, 2002:17). La noción de límite en razón del reconocimiento de la propia condición humana, ofrece una oportunidad mística y sensible en la que se desarrolla y tiene prosperidad espiritual y material el hombre. El límite es entonces la condición fronteriza por medio de la cual se hace posible la vida en convivencia.
La expresión "ser-en-el-limite" que plantea el autor, es la síntesis de lo corpóreo y lo espiritual, que representa la verdadera medida de las cosas. "Y esa condición determina la relación con todos los demás sujetos libres y personales" (op. cit:97). Esto significa, que el hombre es un ser relacional que se abre desde dentro hacia fuera, entendiendo así, el porqué la toma de decisiones está cargada de un alto componente emocional y es en la sabiduría del corazón que éste, trasciende su propia finitud, poniendo límites a su comportamiento, conoce lo limitado y lo impulsa a trascender en el mundo hacia la excelencia para tomar decisiones consistentes, vivificantes y eficaces.
Es por ello, que abordar al docente en su institución universitaria significa ubicarlo como un ser en proceso de realización proyectado por su propia razón. De esta manera mantiene en la generalidad de las veces un constante movimiento de fuga y huida de lo ordinario, tratando siempre de buscar decisiones perfectibles alejándose de sus límites para volar hacia la cima. En este vuelo, lo humano muchas veces tiene sabor a desolación, pero también a expectativas, sin embargo, en el límite de su propia condición humana es capaz de obtener el gozo que le brinda la felicidad para disfrutar la decisión tomada con justicia y verdad respetando la dignidad del ser. Motivo por el cual, responde a una profunda necesidad de racionalizar la indigencia producida por el límite. El habitante del límite es como plantea Trias, (op. cit:109); … aquel ser que, en razón de sus modos de responder a la proposición ética, va adaptando y armonizando su conducta a aquel lugar que constituye y que determina y define su propia condición y naturaleza. Tal lugar es el límite. El sujeto, en la medida misma en que se adapta a ese lugar, respondiendo del <<ser>> que se le ofrece a través de la proposición ética, se constituye como <<habitante del límite>>. En la dimensión ética del límite para tomar decisiones desde la eticidad de sus actores en la institución universitaria, entre ellas sus docentes, podrían encontrar respuestas a sus acciones, desencadenando verdaderos cambios desde esa fuerza interior espiritual que el ser humano tiene para saber lo que puede y lo que debe hacer, y lo que conduce inminentemente a lo que quiere hacer, en bien propio y de su alumno con quien comparte el diario quehacer institucional.
Esta nueva concepción de ética para decidir, fomenta valores que interactúan con los hechos y circunstancias de la vida, para conformar el sistema de valores y significado; desde la propia esencia del hombre en acción; su ser espiritual y su ser corpóreo en un plano existencial, definidos por sus limites en le pensar, el entender, el conocer y el actuar.f) Toma de decisiones ético transformacionales en dimensión valores.
La dimensión de los valores permite al académico universitario actuar con una conciencia ética, para ver e interpretar la realidad desde una visión para decidir más trascendente; impregnada de verdad, bien, unidad, belleza, tolerancia, solidaridad y justicia, demarcando los limites que dan luces para iluminar el camino, advirtiendo si es necesario parar, retroceder, dar preferencia o detenerse. Los valores se manifiestan con la dimensión comunitaria de la persona y su significado responde a la dimensión ética. Una ética que se atenga según Trias (2000:35) "a las condiciones de su posible realización a través de la acción… que el ser humano permita".
La unión entre la dimensión valores y la ética, admite asumir con propiedad cualquier decisión, por cuanto la influencia de un valor transformado en significado desde la dimensión ética del límite, provoca ajustes en los procesos racionales, intuitivos e impulsivos; para adecuar el sistema mental a las situaciones de cambio e incertidumbre que se presenten al docente en su comunidad universitaria, mediante un sistema de valores compartidos que conduzcan hacia el camino de una toma de decisiones ético transformacional. Pero es innegable, que un incontable número de veces los procesos racionales e impulsivos, dominan sobre los intuitivos. Es por ello, que un educador del nivel superior, pero que también es una persona, se deba plantear en la generalidad de las veces valores trascendentes relacionados con la dignidad de la persona humana para activar el diálogo y los acuerdos que le permita decidir sobre la opción que mejor responda con prudencia y sabiduría del corazón.En este dilema aparece la dimensión ética del límite y la dimensión imperfecta desde la propia condición humana limítrofe y fronteriza, en medio de la cual se encuentra la razón que hace funcionar la idea de lo lógico, y la intuición que hace funcionar la idea de lo individual, para orientar el curso de las decisiones desde la propia esencia del hombre. Trias (2000:146) muestra dentro de su teoría del limite como frontera del hombre que; La libertad del sabio consiste en la adecuación de su voluntad a ese <<orden del mundo>> gobernado por su razón inmanente, o por ese lógos que es el pensamiento interno del espíritu (pneúma), y del que deriva su expresión verbal <<proferida>> (y el conjunto de aconteceres a los que ésta pueda referirse). Tal espíritu no es ajeno ni trascendental al mundo, sino que lo gobierna desde dentro de modo <<hegemónico>>.
La intuición descubre entonces una cierta transparencia, apertura y utilidad para abordar aquellas decisiones turbulentas, asimétricas y en permanente desequilibrio con la vida; mientras que la razón percibe el ideal de una vida en positivo, mediante una conducta simétrica, equilibrada y armoniosa que no admita errores, obstáculos e imperfecciones. Se trata de elegir entre vicio y virtud, entre el bien y el mal; expresados a través de valores considerados como deseables y como camino para orientar la toma de decisiones.
Los valores producen un efecto poderoso, sí se aceptan amplia y genuinamente en la organización de educación superior, mejoran la calidad y precisión del quehacer universitario, así como la capacidad de la administración para evaluar a sus alumnos y los proyectos que realiza a partir de una esencia institucional. En este particular, el docente comprometido se identifica más intensamente con su actividad académica cuando conoce y siente que será tratado con justicia e igualdad, en caso de que sus planes fracasen, y premiado cuando decide con creatividad, independencia, innovación, compromiso y autorrealización. Su finalidad es buscar el éxito personal y organizacional, a través de su motivadora inspiración. Gestionada por medio del respeto, dignidad, vocación, flexibilidad, empatía, colaboración, cooperación, creatividad, innovación, diversión, visión y confianza.
En un análisis antropológico de los valores, Siliceo, Casares y González (2000) expresan que estos representan, normas e ideales de comportamiento sobre los que descansa una cultura como modo de vida integrado. Orientan y le dan significación a la visión y a la misión de un grupo identificado por principios, creencias, actitudes, comportamientos, roles, entre otros. En ellos, consciente o inconscientemente se refleja la generación presente y el modo como desea vivir, respecto a la realización humana del grupo y de los individuos. Los valores desde esta óptica:
Son aquellas concepciones prácticas (y normativas) heredadas o, si es el caso, innovadas por generaciones presentes, en las cuales la sabiduría colectiva descubre que se juegan los aspectos más fundamentales de su sobrevivencia física y de su desarrollo humano, de su seguridad presente y de su voluntad de trascender al tiempo mediante sus sucesores… Los valores sólo identifican y reproducen actitudes y concepciones que se encuentran en los cimientos mismos de la dinámica cultural y de la vida social. (Siliceo et al, 2000: 51)
Por otra parte, una vez que el hombre establece cuál es el fin que desea perseguir en su vida, como explica Cortina (1996), se puede determinar entonces el estilo de conciencia y su conducta, que conjuntamente con los valores permitan alcanzar metas intermedias y finales, para orientar comportamientos conscientes. Considerando que el centro de esta investigación es la de formular una propuesta centrada en la figura del docente como líder constructor de su eticidad, y de todos aquellos valores que lo conducen al respeto hacia la dignidad humana, para trascender hacia el liderazgo transformacional; se proponen como valores para el constructo toma de decisiones ético transformacional, aquellos que se asemejan con el individuo, en su ser personal y libre, deseable en sí mismo. Nicolas (1996), los identifica como trascendentes y los concentra en cuatro categorías: verdad, bien, belleza y unidad. A continuación se presenta en análisis de cada uno en sus particularidades, adaptándolas a la identidad del académico universitario.
Verdad.
La verdad esta en el espíritu del hombre, incluso es una obra de su espíritu, pero no es un simple producto cultural; porque si las ideas, los pensamientos, la doctrina, los principios y las creencias del hombre pueden ser verdaderas, no lo son por obra de su decreto libre, de su voluntad, ni tampoco por decisión de una sociedad cultural.
La verdad no es una forma de ver, es una conformidad del espíritu del hombre con la realidad material que requiere del hombre que la comprenda, se necesita que su espíritu se apodere de su sentido inteligible. La verdad es el bien de la inteligencia humana universal. Por eso es un valor que se ha de concebir como trascendente para el docente líder universitario tomador de decisiones ético transformacionales; ya que no es ni temporal, ni cultural; es universal y real. No es tampoco una singularidad fugitiva como la opinión, ni una quimera como las que fabrica la imaginación, es como expresa Nicolas, (1996:60):… bien y alimento de la inteligencia espiritual y libre, que ha sabido arrancar ese tesoro a la realidad sensible.
Numerosa verdad: tantos sentidos que liberar de lo real, por obra de tantos espíritus humanos y tantas disciplinas intelectuales.
Lo verdadero es el fin trascendental de mi inteligencia. Tengo que buscarlo igual en medio de las dificultades de su conquista que en los gozos que procura tanto si al final lo consigo como si fracaso. La verdad por ser esencia que encierra su propio significado, es muy difícil de conseguir, por ello, la necesidad que tiene de asirse al espíritu del hombre desde su ser interno, con la humildad del espíritu ante lo verdadero, el servicio del espíritu a lo verdadero y el bien espiritual de la verdad.
Bien.
El bien es todo aquello que ofrece ayuda, aliento, da placer y felicidad. Sin embargo el bien trascendente, es universal y real, dando respuesta a la libertad del espíritu humano, quien podrá discernir que todo el orden natural, todo el terreno cultural, toda la vida humana de relaciones intimas y personales, están cargadas de bien.
El bien responde a lo que el hombre es, espiritual y libre, que aspira al bien trascendente. ¿Pero cómo es un hombre fuente de bien? Poniendo en práctica dos limite: el primero es lo que se conoce como la necesidad natural o de otro tipo, considerada como una constricción. El segundo, es la voluntad divina, filtrada a través del enorme prisma de la existencia del individuo, identificado con la conciencia. Nicolas (1996:62) explica, que hablar muy de cerca de la conciencia no es sólo " la obligación moral, o la ley natural de Dios,…
La ley moral en nuestra conciencia bajo al forma de deber es tan natural como el deseo de los bienes naturales."A partir de estas concepciones sobre el bien, visto como un valor trascendente, se llega a la firme convicción de que la ley moral, es decir el bien, le pide en la generalidad de las veces al ser humano, que posponga el disfrute de los bienes materiales y culturales, a ese bien espiritual que es el ser del hombre. Esto en definitiva, llevaría al hombre a construir una vida llena de felicidad, de dignidad, de valores y de satisfacciones.
Belleza.
Este valor, ofrece dificultad para ser asimilado por el hombre en el mundo, debido que no es como el bien, que hay que cumplirlo, o que hay que utilizarlo aunque solo sea para gozar de él; se trata de un bien deseable de mirar, de ver. Es un sentimiento que hace surgir un gozo desinteresado, se trata de amor a los valores, amor a las personas. Se trata de un valor de contemplación hacia el espectáculo de la naturaleza, hacia el rostro del otro (el prójimo) y hacia el propio cuerpo humano. En todo caso al ser la belleza un sentimiento desinteresado, es también una forma de amor. Es una mirada, es esa mirada que constituye un acto de amor, ese amor se contenta con ser una mirada. Se trata, por tanto de contemplación. La belleza, es lo que queda por saborear y por ver en el ser, independientemente de los demás valores que siempre es posible buscar y encontrar.
De allí, que la pureza y elevación de este valor trascendente para el hombre debe estar liberado de los problemas intelectuales y morales, liberado de las constricciones naturales, de las necesidades físicas, liberado del imperio de los deseo del disfrute. Así, la belleza natural, lo mismo que la belleza de las obras de arte, remite al ser humano la belleza como valor trascendente: toda realidad rica, dada gratuitamente a la conciencia, para ser solamente contemplada. Nicolas (1996:65) se hace la siguiente interrogante:
¿Eclipsa la belleza el valor de la verdad y el valor del bien? No, desde luego; incluso, en cierto modo, eso dos valores se manifiestan más allá de ella: el misterioso autor de todo ser, así como el artista, llena forzosamente su obra de esos otros bienes y nosotros podemos, a veces debemos, buscarlos en ella. Pero la belleza es otra cosa y no pide mas que ser contemplada. La belleza como valor trascendente en todo caso, se puede gozar de ella en todas partes y crearla en todas partes. Lo mismo que el bien, lo mismo que la verdad, la belleza tratara siempre según la medida, de buscar los medios para encontrar el ideal transformacional del ser humano en la figura del docente líder universitario.
Unidad.
Es menester que los valores sean convergentes y que estén unidos, puesto que son los valores del ser, uno y diverso, y son por otra parte valores-visión-misión del ideal fundamental de la persona, puesto que están por encima de su diversidad cultural y remiten a la única causa del ser, el respeto por la dignidad de la persona humana. Pues bien, el ser, es la unidad mas profunda conocida como identidad del ser. De allí, surge el principio de la identidad que explica la ley natural de la armonía y la unidad de todos los seres. La unidad acompaña a todo cuanto existe, o por lo menos debería acompañarlo, porque donde la unidad falta surge el desorden, desintegración, descomposición, destrucción, conflicto, odio, entre otras desuniones propias que afecta la unidad. Es por ello, que Nicolas plantea la necesidad de convencer a todas las personas que aman realmente la verdad, el bien, la unidad del hombre; que ellos como valores son portadores de la belleza trascendente, a la que debe estar integrado todo ser humano consciente que vive en el mundo, y no con el mundo, que esta con las personas y no para las personas. En definitiva como expresa De Vries (1999) que vive con y no vive de.
De estos valores trascendentes; verdad, bien, unidad y belleza; surgen todos los valores identificados con la conducta y el comportamiento de las personas, entre los cuales se destaca con mayor significación para la transformación de docente de aula, a líder transformacional que toma decisiones ético transformacionales en la institución universitaria; ellos son: la creatividad, la justicia, la responsabilidad, la prudencia, la solidaridad y la tolerancia.
g) Toma de decisiones ético transformacionales en dimensión liderazgo transformacional.
El auténtico liderazgo no se logra diciendo que se quiere cambiar, este es un proceso de vital importancia donde el líder se propone una visión y una misión que le brinda la oportunidad de inspirar a otros a seguirle. Son confiables y coherentes entre el pensar, el sentir y el actuar. Con una disposición al cambio no solo del contexto, sino de él, como ser humano. Steven Covey (Cita Ramires y Cabello 1997) propone que un líder transformacional debe practicar los siete hábitos de la gente eficaz (ser proactivo, visualizar el futuro, saber priorizar, habilidad para negociar, utilizar la sinergia, vivir la cultura de comprender para ser comprendido y esta siempre en constante aprendizaje). Los nuevos tiempos requieren como propone Kotter (2000), de un liderazgo transformacional; inspirador, visionario, que se convierta en el motor de sus seguidores, y por ende en el líder del cambio.
Es por ello que el liderazgo transformacional reconoce, explota y crea necesidad o demanda de un seguidor potencial, este líder busca motivos potenciales, busca satisfacer necesidades altas, comprometiéndose con las personas; busca en definitiva, una relación de emulación y evaluación mutua que convierta seguidores en líderes y líderes en agentes morales. Esto se explica en el hecho de que no sólo existe una relación de poder, sino de necesidades mutuas, aspiraciones y valores compartidos (personales-profesionales-organizacionales). Este es el estilo de líderes que necesitan los docentes de las organizaciones de educación superior para la toma de decisiones ya que respetando los principios y creencias, se originan valores éticos, morales y trascendentes capaces de transformar todo lo que toca. Las consideraciones acotadas introducen a la puesta en práctica del liderazgo transformacional con sus máximos exponentes: Burns (1978) con su teoría social y Bass (Cita Robbins, 1985) con su teoría individual para cambiar personas sociales en agentes morales de cambio.
Enfoque Social del Liderazgo Transformacional.
El carácter social de este liderazgo, defiende la tesis de un líder centrado en valores trascendentes donde las ideas se manejen mediante un proceso de moralidad. Burns (1978), propone la interacción de una persona con otras, actuando como líder o seguidor, para alcanzar conjuntamente valores del más alto nivel. Los propósitos de ambas partes que en un inicio pudieron ser diferentes, luego se integran, y el poder del líder cumple la función de apoyo recíproco para el beneficio de todos, razón que eleva el nivel ético de los líderes para actuar decidiendo desde el ser, (significado denotativo) convirtiendo personas meramente sociales en agentes morales que toman decisiones ajustadas a valores trascendentes relacionados con: la verdad, el bien, la belleza y la unidad trascendental; es un líder dinámico, que asume seriamente el compromiso que lo vincula con sus seguidores, quienes se comprometen y se sienten identificados con el líder, para convertirse en nuevos líderes.
El ejercicio de este liderazgo anula emociones bajas como ambición, miedo, envidia y odio. Surge de los deseos, necesidades y aspiraciones de los seguidores. Se identifican cinco (5) tipos según gráfico 6, (intelectual, ideológico, reformador, revolucionario, heroico), a los que se llega con la historia de vida de algunos personajes históricos considerados líderes. En ellos, se identifican características esenciales, y posteriormente se realizan las comparaciones correspondientes. Finalmente, se puede concluir que Burns plantea su visión del liderazgo para un marco general y macro, como lo es la sociedad.
Gráfico 6 Tipos de liderazgo social de Burns
Diseño Atencio (2003) Enfoque Individual del Liderazgo Transformacional. Acuñado por primera vez por Bernard Bass (Cita Robbins 1999), expresa que el líder debe inyectar nueva vida y transformarse él y a sus seguidores a fin de conseguir metas más elevadas, se moviliza de acuerdo al reconocimiento que le hace el grupo como líder en juicios basados en su manera de ser por su posición existencial frente a la vida, frente a sus semejantes y frente al mundo que le rodea. Su comportamiento así como las decisiones que toma estarán fundamentadas en sus valores, estimulando el desarrollo de sus colaboradores, de sus capacidades, motivaciones, creencias y principios, y no sólo su desempeño. El proceso para liderizar debe plantearse en forma individual, ya que de esta manera los seguidores sienten confianza, admiración, fidelidad y respeto hacia el líder. Es un estilo que propone transformar los seguidores según el valor de las acciones, induciéndolos a trascender sus propios intereses. Bass establece según el gráfico 7 cuatro (4) factores o dimensiones: carisma como influencia idealizada, inspiración, estimulación intelectual y consideración individualizada. Gráfico 7
Dimensiones del liderazgo individual de Bass
Diseño Atencio (2003) Un docente desde la óptica del liderazgo social e individual representa un lanzamiento hacia lo ético transformacional; ya que tiene una visión con altas expectativas y sobre todo con mucho conocimiento de si mismo. Es un ejemplo a seguir por el alumno y por todos los que trabajan con él, debido que crea valores, rasgos y creencias orientando la búsqueda y logro de los objetivos, sienten autoestima y autoeficacia, inquiriendo trascender hacia valores de dignidad y respeto. Significa un impulso cualitativo hacia la toma de decisiones ético transformacionales. El liderazgo de este académico universitario utiliza equilibradamente su coeficiente intelectual (CI), su coeficiente emocional (CE) y su coeficiente operacional (CO), influyendo positivamente en tres aspectos para cambiar el concepto que el seguidor tiene de si mismo, acrecienta la motivación, aumenta los valores del más alto nivel y obtiene apoyo para trascender hacia transformaciones con altas expectativas en su faceta como investigador. En su faceta de aula de sólo trasmisor de conocimiento, al de conductor y consejero de su alumno; enseñándoles los contenidos relevantes, a asimilarlos, a interrelacionarlos y a ponerlos en práctica. Por otra parte en su faceta como evaluador utiliza su intuición y sus capacidades emocionales e intelectuales, para equilibrar su subjetividad y objetividad en la calificación de su alumno.
3.- Operacionalización de lo ético transformacional para decidir
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