La didáctica y la formación profesional por competencias en la educación superior venezolana (página 2)

DESARROLLO

I.- Fundamentación Teórica

I.1. La Didáctica General desde el enfoque Histórico-Cultural

Asumiendo la concepción de Ginoris O. (2001), citado por González G. M. (2006), respecto a que la Didáctica es "la ciencia pedagógica que tiene por objeto de estudio las leyes, regularidades, principios, estructura, planeamiento y desarrollo del proceso de enseñanza – aprendizaje escolarizado", se considera oportuno analizar brevemente, como punto de partida, la tendencia pedagógica en que se sustenta tal concepción, pues los aportes teóricos del enfoque histórico-cultural, constituyen un elemento diferenciador respecto a lo comúnmente conocido como Didáctica General.

En tal sentido vale reseñar el planteamiento de Pérez de Prado y López Morejón (2006), relativo a que el enfoque histórico-cultural "…promueve el desarrollo individual del hombre, mediante su inserción social como sujeto de la historia, con el objetivo principal de lograr el desarrollo integral de su personalidad", de lo que se desprende el carácter integral e integrador de esta tendencia pedagógica contemporánea, al considerar el dinamismo y multifactorialidad inmersos en la formación de la personalidad del educando en correspondencia con el contexto histórico, social, político, económico, físico, metodológico e institucional en que se produce tal formación, entendida así como un proceso mediante el cual el individuo logra su realización plena como persona y ente socioprofesional, desde el punto de vista instructivo, educativo y desarrollador.

Necesario es destacar que en la triada instrucción-educación-desarrollo de la personalidad, presente en el planteamiento de Vygotski (Pérez de P. y López M., 2004), subyacen elementos cognitivos, procedimentales y actitudinales del aprendizaje individual potenciado por la mediación o enseñanza en la interacción con otros sujetos, fenómenos y objetos, que coadyuvan al tránsito desde estadios inferiores del conocimiento hacia estadios superiores y mejores, logrando progresivamente niveles más amplios e integrales de sus capacidades, partiendo de las inicialmente obtenidas (capacidades reales) en procura de otras necesarias y posibles (capacidades potenciales), cuya diferencia, conocida como zona próxima de desarrollo, es alcanzable con la orientación y apoyo de otros sujetos con mayores capacidades.

Así mismo está presente en Vygotski la socialización del aprendizaje contextualizado en una realidad concreta, mediante la acción transformadora que las nuevas capacidades deben permitir al individuo en la solución de problemas específicos, lo que constituye una evidencia de su interacción con esa realidad. En consecuencia, desde el enfoque histórico-cultural la Didáctica no es un concepto estático limitado exclusivamente a la enseñanza-aprendizaje de una asignatura o disciplina, sino que se corresponde con una concepción dinámica y amplia que involucra al conjunto de actividades, docentes y extradocentes, ejecutadas en el ámbito escolar y extraescolar (Ginoris O.,2005), pero planificadas y orientadas a la instrucción, educación y desarrollo del individuo como ente social, en concordancia con su papel en el momento histórico en el que deberá desempeñarse y en la transformación de la realidad social en la que deberá actuar.

I.2. Aproximación teórica al enfoque de la Formación por Competencias

El término competencia vinculado a los aprendizajes como categoría de análisis de la psicología, tiene su origen en los años 70 del siglo XX, estrechamente vinculado al mundo laboral-empresarial. McClelland (1973) de la Universidad de Harvard, citada por Bolívar (2001), planteó que "una competencia es una característica subyacente que está relacionada con una actuación de éxito en el trabajo", aduciendo que un individuo competente es aquel que tiene conocimiento, sabe usarlo y posee una disposición y actitud permanente para ampliarlo y aplicarlo en su desempeño laboral.

Pero es a raíz de la década de los 90 del siglo pasado cuando se profundiza el debate acerca de las competencias como componente de la formación del talento humano, proliferando de esta forma el surgimiento de numerosas definiciones, de las cuales se han seleccionado algunas en función a los objetivos del presente trabajo:

• Laurencio L. A. y otros (2006): "…particularidades psicológicas individuales de la personalidad, que son condiciones para realizar con éxito una actividad dada y revelan las diferencias en el dominio de los conocimientos, habilidades y hábitos necesarios para ello".
• González Maura, V. (2004): "…configuración psicológica compleja construida individualmente por el sujeto en condiciones de interacción social, que integra en su estructura y funcionamiento formaciones psicológicas motivacionales, cognitivas y recursos personológicos que se manifiestan en la calidad de la actuación profesional y que garantizan un desempeño profesional responsable y eficiente".
• Rodríguez N. (2004): ´"Una Competencia es lo que hace que la persona sea, valga la redundancia, ‘competente’ para realizar un trabajo o una actividad y exitoso en la misma, lo que puede significar la conjunción de conocimientos, habilidades, disposiciones y conductas específicas".
• Bogoya (2000): "Actuación idónea que emerge en una tarea concreta, en un contexto con sentido. Es un Conocimiento asimilado con propiedad y el cual actúa para ser aplicado a una situación determinada, de manera flexible como para proporcionar soluciones variadas y pertinentes. Se expresa al llevar a la práctica, de manera pertinente, un determinado saber teórico". (citado por Madrid A., 2005).
• Rómulo Gallego B. (1999): "…las competencias son construcciones y reconstrucciones de cada individuo en una comunidad o, mejor, son las interacciones de una persona con un colectivo, las cuales la hacen competente en esa clase de saber que el grupo domina".

De las anteriores definiciones destacan como elementos comunes el carácter personalizado o individual que tienen las competencias, las cuales se logran mediante un proceso formativo de conocimientos, habilidades y actitudes, que deben ser internalizados por el individuo como parte de su vida y personalidad propia, para el desempeño adecuado y exitoso en un ámbito o contexto determinado. Implica además la vinculación con otras personas, en tanto orientadores o receptores directos de dicho desempeño, lo que significa la puesta en práctica como evidencia de que se es competente en tal desempeño.

Asimismo se expresa el carácter procesal de la adquisición de la competencia, por tratarse de un "proceso" permanente de construcción y reconstrucción, en la medida en que se presenten las situaciones problémicas y/o necesidades sociales, generándose la idea del desarrollo progresivo de la personalidad, en momentos y contextos específicos.

Al respecto, en opinión del autor del presente trabajo, el enfoque de la formación por competencias, pese a tener otras raíces epistemológicas, posee ciertos rasgos conceptuales que se aproximan al planteamiento didáctico del enfoque histórico-cultural, dadas las analogías entre la triada instrucción-educación-desarrollo de la personalidad y las dimensiones triádicas concepto-procedimiento-actitud, orientadas a la formación y desarrollo individual, en dependencia de la ayuda y orientación de otros con capacidad para contribuir y detectar el tránsito desde estadios inferiores a otros superiores, así como en el carácter eminentemente social y socializador, integral e integrador del proceso formativo.

II.- Componentes invariantes de la Didáctica General y la Formación Profesional por Competencias: una aproximación vinculante.

El concepto de invariantes refiere a los aspectos fundamentales de una actividad o fenómeno, que son necesarios, suficientes e indispensables para lograr su ejecución y desarrollo. Vale acotar que lo "invariante" en modo alguno constituye sinónimo de "constante", sino que representa una condición general que está presente pese a que su naturaleza y condición específica varíe según el contexto en que se aplique. Así pues, tanto la Didáctica General como la Formación por Competencias, poseen componentes que resultan invariantes, aunque puedan sufrir cambios específicos según el enfoque bajo el que se utilicen. Dichas condiciones se analizan seguidamente fin de procurar una aproximación vinculante entre ambas categorías.

II.1.- Componentes invariantes de la Didáctica General

En su Compendio de Didáctica General, Alves De Mattos, L. (1963), señala cinco aspectos que la didáctica debe "…analizar, integrar funcionalmente y orientar: el educando, el maestro, los objetivos, las asignaturas y el método". Asimismo, plantea que dichos componentes señalan el objeto y campo de estudio de la didáctica en correspondencia con las necesidades sociales (realidades humanas y realidades culturales inmediatas), procurando armonizar e integrar el funcionamiento de las instituciones educativas con su entorno, en la búsqueda de soluciones a los problemas de éste. No obstante lo anterior, el referido autor concede una gran independencia a los mencionados componentes, tanto en su rol individual como en su relación con el entorno escolar y extra escolar.

Por su parte, González G., M. (2006), al incorporar los componentes: problema-medios-evaluación, realiza una separación entre tipos de Componentes Personales y Componentes No Personales, diferenciación que puede considerarse análoga a la de realidades humanas y realidades culturales planteadas por Alves De Mattos (Ob. cit.), pero enfatizando el sentido de integración e integralidad sistémica, hacia el interior de la tipología y entre éstas, tal como se evidencia seguidamente.

Componentes Personales de la Didáctica:

A partir del enfoque histórico-cultural, y asumiendo que todo proyecto educativo debe estar en correspondencia con el proyecto de desarrollo social, económico y político de la sociedad, obvia decir que la manera en que se estructura e interactúan los componentes del proceso de enseñanza-aprendizaje deben corresponderse con la estructura de dicha sociedad, por lo que es de gran importancia considerar que los actos educativos también dependen…"en gran medida de las características, intereses y posibilidades de los sujetos participantes" (González G., M.,2006, ob. cit.). De esta forma, un proyecto sociopolítico de corte humanista-socialista requiere en su estructura educativa una estrecha interacción colaborativa entre los sujetos que la integran, a saber: Profesor-Alumno, Alumno-Alumno, Grupo-Profesor, Profesor-Profesor, interacciones que centran el proceso formativo en el cumplimiento responsable del encargo social: contribuir a desarrollar integralmente al estudiante, dotándole de las habilidades cognitivas, procedimentales y actitudinales, necesarias y suficientes para transformar la realidad concreta en que se desempeñará.

Componentes No Personales de la Didáctica:

Es necesario comprender que la formación integral del individuo no se logra sólo con las interacciones entre sujetos. Adicionalmente se requieren interacciones de éstos con el resto de la sociedad, hecho que se logra a través del problema educativo como vinculante de la institución escolar con su entorno, lo que confiere especial importancia a la educación como hecho humano y por ende social. En tal sentido, es de trascendental importancia la selección y adecuación de los componentes invariantes Objetivos-Contenidos-Métodos-Medios-Evaluación, en función del momento histórico y el hecho cultural (problema o necesidad social) a confrontar, por lo que deben ser específicos al proceso formativo a desarrollar en procura de satisfacer las necesidades sociales. En consecuencia no se trata de supeditar los sujetos a los componentes no personales, como planteaba la Didáctica Tradicional. Todo lo contrario, es imperativo que tales componentes se adecuen a las características, intereses y posibilidades de los sujetos participantes, en un contexto determinado a fin de transformarlo.

II.2.- Componentes invariantes de la Formación Profesional por Competencias

Pese a su analogía con las magnitudes físicas, Madrid, (2005) y Forero (2004), hacen referencia a los componentes de las competencias como Dimensiones que son invariantes, dado el hecho de su presencia simultánea, complementaria e indisoluble en el proceso de formación profesional, las que suministran al futuro egresado universitario los elementos del saber, saber hacer, ser y convivir. Al respecto ambos investigadores señalan que las dimensiones relativas a lo Conceptual-Procedimental-Actitudinal, se corresponden con las funciones cerebrales cognitivas, motoras y emotivas presentes en el ser humano, cuya conjunción sistémica permite que el individuo así formado, logre un desarrollo integral de su personalidad, contextualizado en el tiempo y tareas específicas, con miras a lograr la transformación de la realidad concreta.

Cabe destacar que el carácter invariante de las dimensiones señaladas, aplica dado que están siempre presentes en el proceso formativo del profesional universitario, pues como ya se mencionara anteriormente, no basta con la instrucción cognitiva y las destrezas técnicas, es indispensable además educar en valores que fortalezcan el desarrollo personal ético, moral y social del futuro profesional en el contexto de la sociedad que habrá de transformar en su desempeño, en su carácter de principal satisfactor de las necesidades de su entorno.

Finalmente debe tomarse en consideración que el conocimiento adquirido sólo puede evidenciarse en su aplicación práctica, constituyendo ésta la interrelación dialéctica presente en la formación integral de la personalidad del estudiante universitario, lo que a su vez amerita de una identificación valorativa-afectiva de su desempeño social transformador, como requisito sine qua non para un profesional competente.

III.- Aproximación a la Didáctica requerida para el proceso de Formación Profesional por Competencias: una propuesta preliminar al caso venezolano.

El proceso de transformación sociopolítico por el que atraviesa la República Bolivariana de Venezuela, amerita de un proyecto educativo cónsono con las necesidades de formación del talento humano, consustanciado con los principios de participación, solidaridad, cooperación, desarrollo endógeno, soberanía e integración, entre otros, enmarcados en la Constitución de la República.

Por lo tanto se requiere abandonar obsoletos procesos de enseñanza-aprendizaje caracterizados por la unidireccionalidad de la enseñanza, el individualismo del aprendizaje, el repeticionismo memorístico, el énfasis tecnocrático y el aislamiento del entorno, la transculturización y el antinacionalismo, entre otros, como antivalores personales y sociales. Es necesario transitar hacia nuevos escenarios en la Educación Superior y en consecuencia acudir a nuevos enfoques didácticos.

En el marco de lo expuesto y asumiendo el postulado bolivariano "Moral y Luces", lo planteado por el Presidente Hugo R. Chávez F. (2007), como el Tercer Motor de la Revolución Bolivariana para el Socialismo del Siglo XXI, se considera oportuno recurrir a las Leyes de la Didáctica para fundamentar el aporte que la Formación Profesional por Competencias puede realizar al proyecto político, social y económico venezolano.

La primera de dichas leyes, la Condicionalidad histórica y social del proceso de enseñanza-aprendizaje, expresa, según Ginoris O. (2006), que la relación entre la base económica y la superestructura de la sociedad, debe tener en dicho proceso un reflejo fiel de los problemas y necesidades, en función del desarrollo socioeconómico y cultural del momento histórico y la naturaleza de las transformaciones científico-técnicas del país. En razón a esto, la educación superior venezolana no puede estar aislada del acontecer político, al contrario, debe contextualizarse activa y protagónicamente con los cambios que el proyecto nacional requiere, aportando nuevos conocimientos y talento humano competente para transformar la realidad histórico-social planteada.

En cuanto a la segunda Ley: la Unidad dialéctica Instrucción – Educación, presente en el pensamiento bolivariano que orienta al nuevo proyecto de país, subyace en la misma la importancia de formar talento humano con rigor científico y técnico (Luces), es decir, con habilidades cognitivas y prácticas, pero con una profunda educación en los valores humanos (Moral) y las actitudes personales que la sociedad requiere. Son en consecuencia inseparables, aunque tradicionalmente contradictorios, el saber, saber hacer, el ser y el convivir, pues los antivalores propios de la sociedad capitalista otorgan al saber y al hacer un posicionamiento diferencial y clasista, segregador del conocimiento y la acción, reservando el primero para los dominantes y el segundo a los dominados, lo que encierra una confrontación de la condición social del ser humano.

Finalmente, la tercera Ley refiere a la Didáctica como un Sistema Multifactorial, en el que se valora la participación interactiva y jerárquica de diversos componentes, por lo que al modificar uno de ellos se modifican los restantes. Así pues, el nuevo contexto socioeconómico, el marco legal, la integración internacional, el modelo de desarrollo endógeno, entre otros, son factores que necesariamente modifican la realidad del proceso de enseñanza-aprendizaje, generando exigencias sociales de otra índole y nivel al sistema educativo y a la Universidad en particular.

La Educación Superior debe entonces propender a formar y desarrollar nuevas competencias científico-técnicas y actitudinales, en procura de colocarse a tono con el nuevo país y sus transformaciones.

CONCLUSIÓN

• Del análisis a los fundamentos teóricos de la Didáctica General y la Formación Profesional por Competencias, realizado a la luz del enfoque histórico cultural de Vygotski, se aprecia la concepción integral, integradora y desarrolladora del proceso de enseñanza-aprendizaje, caracterizado por la interacción estrecha entre instrucción-educación-desarrollo de la personalidad como elementos invariantes de la formación, así como por la necesidad de su contextualización en el momento histórico y en el grado de desarrollo de la sociedad. Por su parte el enfoque de Formación por Competencias se fundamenta teóricamente en la psicología del aprendizaje integral, mediante la construcción y reconstrucción de competencias en función a los cambios históricos del contexto en que habrá de desempeñarse el profesional, quien al obtener nuevas competencias transita desde estadios inferiores a superiores. En ambos casos se implican, a juicio del autor del presente trabajo, funciones desarrolladoras e integradoras, encontrándose aproximaciones conceptuales entre la Didáctica histórico-cultural y el enfoque de Formación por Competencias, pese a tener ambas concepciones raíces epistemológicas diferentes.
• Al analizar los componentes invariantes de la Didáctica General y del enfoque de Formación por Competencias, se aprecia igualmente una analogía con la existencia en ambas categorías de componentes que, pese a no ser constantes, constituyen invariantes que son necesarias, indispensables y suficientes para su respectiva aplicación y desarrollo.
• Finalmente al reflexionar en torno a la Didáctica de la Formación Profesional por Competencias, abordando el caso venezolano a la luz de las Leyes de la Didáctica General, se propone incorporar la Formación por Competencias a la Educación Superior venezolana, como enfoque que contribuirá en la formación integral de los profesionales de la nueva República: competentes para transformar y transformarse en procura del nuevo modelo político, social, económico, científico y tecnológico que requiere el país.

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Albano A. Zambrano Q.

Nacimiento: Venezuela, en Guanare, Estado Portuguesa (18-04-62).

Reseña: Economista Agrícola (UNELLEZ) Barinas, Venezuela, 1987; estudios de Maestría en Gerencia de Mercados (no culminados); cursante actual (2005-2007) de la maestría en Ciencias de la Educación Superior por la Universidad de Matanzas "Camilo Cienfuegos", Cuba; Profesor del Instituto Universitario Tecnológico de Barlovento, (IUTB) en Higuerote, estado Miranda, desde 1995; Investigador en temas de: Mercadeo Agrícola, Desarrollo Endógeno, Currículo Universitario y Formación Universitaria por Competencias en las carreras del área agroalimentaria.

Origen: Venezuela, Higuerote, estado Miranda, 26 de marzo de 2007.