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Las Ferias del Libro en la Historia (página 2)


Partes: 1, 2

-   Salón Internacional del Libro (Bienal) Sao Paulo, Brasil.

-   BookExpo America, Chicago, EUA.

-   Feria Centroamericana del Libro de San José, Costa Rica.

-   Feria Internacional del Libro de Lima, Perú.

-   Feria Internacional del Libro de La Paz, Bolivia.

-   Feria Internacional del Libro, Montevideo, Uruguay.

-   Feria Internacional del Libro (LIBER), España.

-   Feria Internacional del Libro de Santiago de Chile.

-   Feria del Libro de  Porto Alegre, Brasil.

-   FIL de Guadalajara, México.  

  Una alternativa diferente entre libro, pueblo, cultura y Estado lo es la Feria Internacional del Libro cubana (FIL).

Rudimentos y desarrollo de las Ferias del Libro en Cuba

  Es importante acotar, que es escasa la información conocida sobre el fenómeno feria del libro antes del triunfo de la Revolución.  Lo que sabemos hoy, se encuentra recogido en artículos de determinados periódicos de la época, que gracias al impulso de algunos periodistas republicanos, reseñaban los sucesos feriales de la neocolonia.   

  En tal sentido, la primogénita feria celebrada en Cuba con conocimiento estatal tuvo lugar en la explanada de La Punta, Malecón y el Paseo del Prado[8] en mayo de 1937. Este importante hecho cultural y comercial contó con la presencia de las principales librerías habaneras de la época[9], todas respondiendo a la convocatoria de Emilio Roig de Leuchsenring* y José Luciano Franco*, quienes en esos tiempos desarrollaban una primordial labor de promoción cultural comunitaria[10].

   Asimismo, el preludio tuvo escasa repercusión en la diarios de la época, salvo algún ojo que le dedicó el periodista Ramón Vasconcelos, quien en su habitual columna "Al margen de los días", del periódico El País, después de señalar que le había parecido superior en su organización a la primera feria del libro de Madrid, expresaba: Más cuidada la selección, más atención oficial para el librero. Sólo que no es posible convertir en entusiasmo súbito, la indiferencia de un público, de un gran público que discute hasta el precio de los periódicos. Vasconcelos, en el mismo artículo, elogiaba la iniciativa de los organizadores y concluía con esta sentencia: Sin exposiciones, sin ferias de libros, sin inquietudes intelectuales, sin vivencia espiritual, una capital no puede llamarse culta.[11]

Sin lugar a dudas el criterio anterior nos muestra, en primer lugar, cómo poco a poco la intelectualidad cubana fue tomando conciencia de la importancia del fenómeno ferial para el desarrollo cultural de la sociedad; en segundo lugar, nos muestra la disposición que presentaba el pueblo cubano frente a fenómenos de esta índole.

   En adelante hubo exposiciones, ferias y ventas de libros en otros disímiles períodos de la historia cubana, Jorge Mañach presentó algunos artículos, acentuándose en los años 49 y 50 las exposiciones constituidas por los hombres de letras como Raúl Roa García*. Estas ferias eran organizadas en el Parque Central de La Habana de forma elemental y pobre. Como otras tantas de la época, en la praxis constituían ventas de saldos y rebajas de títulos no vendidos, tanto de las escasas editoriales cubanas como de las latinoamericanas y españolas que se encontraban en las librerías del país. No será hasta mucho después que en Cuba estén las condiciones creadas para realizar un evento ferial similar al presente.

    Con el triunfo revolucionario llegan nuevas ideas, como la realización de la Campaña de Alfabetización, el establecimiento de una abarcadora política educacional, la creación de la Imprenta Nacional y el Sistema Nacional de Obras Públicas, entre otras.

Este escenario propiciará que el libro y la lectura fueran conquistando mercados y el progresivo interés del público; realidad que sin duda alguna, favorecerá de forma significativa al desarrollo de la industria editorial cubana y el progreso cultural de nuestro pueblo.    

  A partir de los argumentos ya expuestos, será en 1982 cuando las condiciones editoriales y sociales estén ya creadas, que surgirá la primera FIL celebrada en el Palacio de Bellas Artes de La Habana. Contó con la presencia modesta, como observadores, de algunos países latinoamericanos. La muestra estuvo dedicada a José Martí, Jorge Dimitrov y Nicolás Guillén. Su lema, que duró muchos años al frente de la ferias, fue: "El libro: fuente de amistad entre los pueblos".  En sus inicios las FIL fueron bianuales hasta 1998.

  La siguiente FIL se realizó en 1984 en el Hotel Habana Libre y Pabellón Cuba. Al evento asistieron alrededor de 25 países y tres organismos internacionales. La muestra especializada en esta ocasión fue: El libro científico-técnico. Dos años más tarde (1986) fueron las puertas del Palacio de las Convenciones las que se abrieron para recibir la presencia de 44 países y seis organismos internacionales, la muestra especializada versó: El libro para niños y jóvenes. A partir de 1989 y hasta 1998 será Pabexpo la sede de las FIL. En estos años irá creciendo cada vez más la presencia de público. A continuación ofreceremos una breve reseña de estas ferias hasta el año 2000:

1989 – Presencia de 44 países y cuatro organismos internacionales. Muestra especializada: La medicina al servicio de la humanidad.

1992 -  Presencia de 38 países y varios organismos internacionales. Muestra especializada: El Quinto Centenario del Encuentro entre Dos Culturas.

1994 – Más de 30 países y varios organismos internacionales. Muestra especializada: El medio ambiente y la alimentación.

1996 -  Presencia de 27 países y varios organismos internacionales. Muestra especializada: La computación hacia el año 2000.

1998 – Presencia de 28 países y tres organismos internacionales. Se dedicó por primera vez a un país: México. Contó con la presencia, en su última jornada, del Comandante en Jefe Fidel Castro.

  A partir del año 2000 las condiciones editoriales y de Estado propiciaron cambios favorables al desarrollo ferial. Entre estas condiciones podemos citar, el aumento de la participación de las editoriales cubanas e internacionales, las mejoras de la calidad y la cantidad de las muestras, así como, el creciente interés de intelectuales, escritores y público en general.

Tal escenario dejo sin alternativas al Comité Organizador del evento y a partir de ese año y hasta nuestros días la sede oficial de las FIL se encuentra en la Fortaleza San Carlos de la Cabaña. Además del traslado de la sede, también surgieron otros cambios, por primera vez se le dedica la FIL a una personalidad de la cultura y desde ese entonces comienzan a celebrase las FIL anualmente.   

  En el referido año al evento asistieron más de 30 países y varios organismos internacionales. El país Invitado de Honor fue Italia. Bajo el nuevo lema "Leer es crecer"; se dedicó por primera vez a un autor: Cintio Vitier, Premio Nacional de Literatura 1988. En el 2001 el país Invitado de Honor fue España. En esta ocasión se dedicó a Roberto Fernández Retamar, Premio Nacional de Literatura 1989 y actual director de Casas de las Americas. Un año después, en el 2002 será Francia el país invitado. Se dedicó a Miguel Barnet, Premio Nacional de Literatura 1994, abarcó además, otras 18 ciudades cubanas a lo largo de 34 días. En el 2003 como Invitado de Honor estuvo la Comunidad Andina de Naciones (Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela). Se dedicó a Pablo Armando Fernández, Premio Nacional de Literatura 1996, e incluyó otras 30 ciudades cubanas. En el siguiente año (2004) fue dedicada a Carilda Oliver Labra, Premio Nacional de Literatura 1997, y además de la Cabaña la feria implicó, otras 40 ciudades. El País Invitado de Honor fue: Alemania.

En el 2005 el País Invitado de Honor fue: Brasil, dedicada a Abelardo Estorino y Jesús Orta Ruíz "El Indio Naborí", ambos Premios Nacionales de Literatura, abarcó otras 35 ciudades del país. Para el 2006 el País Invitado de Honor fue: Venezuela. Dedicada a Nancy Morejón y Ángel Augier, ambos Premios Nacionales de Literatura 2001 y 1991 respectivamente, comprendió otras 35 ciudades del país. Por vez primera se organiza en el Castillo de los Tres Reyes del Morro "El Bazar de las Artes", espacio que propone al público la venta de artesanía. En el 2007 el País invitado de Honor fue Argentina, dedicada a César López, Premio Nacional de Literatura 1999 y Eduardo Torres Cuevas, Premio Nacional de Ciencias Sociales, incluyó 39 sedes en todo el país. Por primera vez la feria se extendió a las localidades del Castillo de los Tres Reyes del Morro con el Pabellón Infantil en el área exterior de la Divina Pastora y la venta de libros raros además de "El Bazar de las Artes" idea de la FIL anterior.

  Este año (2008) el País invitado de Honor fue: La Comunidad Gallega. Dedicada a Antón Arrufat y Graziella Pogolotti, Premios Nacionales de Literatura 2000 y 2005 respectivamente, se extendió durante 25 días por 42 ciudades de la isla. Igualmente comprendió hasta las inmediaciones del Morro y Pabellón Cuba. Se ofreció por primera vez venta de libro en Rancho Boyeros[12], y al unísono, desde el día 6 de febrero, en todas las librerías de la Capital se vendieron ejemplares de la feria. Para el 2009 la feria traerá a Chile como Invitado de Honor, en esta ocasión será dedicada a los cantautores chilenos Violeta Parra y Víctor Jara.

   Como se ha señalado brevemente, las FIL en las últimas décadas se han desarrollado rápidamente, marcando un espacio de colisión no sólo para las ventas de libros, sino, para las múltiples representaciones de las artes cubanas e internacionales. En ellas se realizan importantes presentaciones de nuevos títulos, encuentros con los editores nacionales e internacionales, que realizan debates y mesas redondas para el público experto, presentaciones de libros con la presencia de sus autores y la crítica especializada, encuentros académicos, la atención al público menor de edad con la creación del Pabellón Infantil "Tesoro de Papel", variadas actividades y presentaciones de libros infantiles dan la posibilidad de que el más pequeño siempre encuentre su espacio. También se realizan promociones colaterales como son, las exposiciones de artes pláticas que vinculan el libro con la lectura, los ciclos de cine en colaboración con el ICAIC, los conciertos musicales; en esencia, toda la vida cultural del país se presta en función del acontecimiento ferial. 

  Asimismo, el trabajo realizado por el Instituto, la Cámara del Libro y el Ministerio de Cultura es inagotable. Nos parece prudente exponer el certero criterio del alemán Heinz Dieterich* sobre las FIL, "(…) lo agradable es, que esta Feria no se ha convertido en un mero foro mercantil de las transnacionales de la cultura, como la monstruosa Buchmesse en Frankfurt/Main, o la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, en México o también, la de Buenos Aires, que se lleva a cabo en las instalaciones de la rancia oligarquía de la Sociedad Rural argentina, sino que ha logrado conservar un ambiente de convivencia y, ahora, de encuentro público y comunitario en torno al maravilloso invento de Gutenberg".

Desde nuestro criterio la esencia de la FIL cubana se traduce, en que es un producto de todo el sentimiento que se ha venido despertando en el pueblo y en el gobierno, cada vez más interesados en los procesos culturales del archipiélago.

  De igual forma, es importante resaltar, como particularmente las ferias del libro se han ido desarrollando y expandiendo, formando parte de un fenómeno de aceptación y asimilación cada vez más de la lectura y el libro en la sociedad cubana. Hecho que puede ser visto, concentrándonos especialmente en el impacto de la FIL de la capital[13], desde la óptica de un espacio cultural que se ha vuelto parte de la idiosincrasia habanera y se ha convertido en tradición[14]. Podemos acotar que la Cabaña es un momento, donde convergen personas de diferentes procedencias sociales y múltiples intereses, significación que potencia además, la integración social y el surgimiento de un ser humano, con una orientación más integral desde la perspectiva cultural, política y social[15].

  De esta forma podemos concluir expresando que las ferias del libro han existido desde tiempos remotos y son fenómenos económicos – comerciales que consistieron en la concurrencia de numerosos vendedores en una localidad durante varios días, y con una periodicidad normalmente anual. Reuniones sociales que con el paso del tiempo fueron evolucionando para convertirse en lo que son hoy; eventos sociales, económicos, culturales que comúnmente su objetivo se sustenta en la estimulación comercial como prioridad y no en el desarrollo cultural o científico de la sociedad.

   Sin embargo, las Ferias Internacionales del Libro en Cuba y especialmente la de la Capital, son mucho más que eso, su origen se basa en una voluntad de Estado, no de comercio. Su objetivo primordial está en la promoción de la cultura no a pequeños o privilegiados sectores sociales, sino, es visto como un fenómeno masivo. Es cultura de todos y para todos. Es un concepto que desde el punto de vista democrático, está muy avanzado, porque es pensado en función un pueblo. Es por ello que podemos acotar que la fiesta del libro cubano, como se le conoce, es rica en toda clase de actividades, en función de divulgar y profundizar en lo que ha cultura cubana se refiere e inclusive, va más allá, dedicándole importantes espacios a lo mejor de la cultura internacional.

A propósito nos comenta la Lic. Genma M Arredondo "Desde su surgimiento las ferias del libro son importantes espacios (…) donde se realiza la compra – venta de libros, pero donde también, se puede conversar con escritores, asistir a conferencias, tomar cursos, hacer talleres, establecer contactos profesionales, comerciales, conseguir ofertas, conocer a autores internacionales, obtener un libro agotado, entre otras cosas". Desde este mismo punto de vista continúo comentando Arredondo "Las ferias del libro marcan una evidencia importante en la promoción y la circulación del libro como objeto social, de gran impacto en todos los niveles de la sociedad[16]." Porque aunque todavía les queda mucho por transitar, las FIL en Cuba han logrado su cometido, y la muestra es que cada nueva feria proyecta que éste es un país de libros y de lectores.

Bibliografía

1         Acosta, Nirma. "La Feria del libro de La Habana no es un foro mercantil", de Sitio web: http://www.rebelion.org/dieterich/030921acosta.htm. Marzo 2008.

2          Arredondo Alarcón, Genma M. Las Ferias del Libro y su incidencia en la circulación del libro en Cuba. Tesis de Licenciatura. Facultad de Comunicación. La Habana, 2006, pp22. Marzo 2008.

3         Diccionario Etimológico. .

4         Etimología de la palabra feria. http://culturitalia.uibk.ac.at/hispanoteca/Foro-preguntas/ARCHIVO-Foro/Feria-exposici%C3%B3n.htm. Marzo de 2008.

5         Historia de Messe Frankfurt. http : //www.indexport.com.ar/la_ compania/historia_ global.htm. Marzo 2008.

6         Leipzig.http://wm2006.deutschland.de/ES/Content/Alemania-anfitriona/Ciudades-y-estadios/Leipzig/leipzig.html. Marzo 2008

7         Martín Gómez, Pepi. Álvaro Estévez Peláez. Ferias del libro. http://www.absysnet.com/tema/tema22.html. Marzo 2008.    

8         Museo de las ferias 2004 comercio, mercado y economía en tiempos de la Reina Isabel. http://www.museoferias.net/Isabel.htm. Marzo 2008

9         Portales, Isabel. Ferias del libro espacio para la reflexión de la lectura. http://eprints.rclis.org/archive/00002928/01/portales.pdf. Marzo 2008

10     Rovelo, Cynthia. Ferias del Libro en la historia, de Sitio wed:http://www.conecultachiapas.gob.mx/noticias/leer.php?accion=leer&id=264. Marzo 2008

11      http://www.cubaliteraria.cu,  consultar el trabajo "La primera feria del libro en Cuba". Marzo 2008.

 

 

 

Autora:

Lic. Amaya Landa Lorenzo

País: Cuba

[1] Es casi nula la información que se ha publicado sobre tema desde la óptima científica. Por lo general lo que podemos encontrar son datos meramente informativos y publicitarios.

[2] Con ligeras variantes, la palabra se repite en todas las lenguas romances modernas, livre en francés, livro en portugués, libro en italiano, llibru en asturiano, entre otras.

[3]  El primer libro impreso de la Historia -una Biblia en dos tomos, con 1.282 páginas escritas en caracteres góticos que quedó conocida como la Biblia Mazarina– fue editado por el propio inventor de la imprenta, Johannes Gutenberg. Este impresor alemán construyó la primera prensa de tipos móviles en Maguncia, en 1454, un año después de la toma de Constantinopla por los turcos, que dio inicio a la época Moderna.

  Sin embargo, los primeros libros manuscritos ya habían aparecido unos 2.000 años antes, en Corea y la China, confeccionados con hojas de palmera, tablas de madera pulida, corteza de árboles y hojas de seda. Algunos siglos después aparecieron en Asiria y Caldea libros hechos con placas de arcilla y, en Roma, con pergaminos confeccionados con piel de carnero. Con esos materiales se comprende que los primeros libros fueran muy diferentes de los que hoy conocemos. Los de pergamino, por ejemplo, eran inicialmente rollos que aparecían escritos de un solo lado, pero en la época de Augusto _emperador Romano, 23 de septiembre 63 adC -19 de agosto 14 dC,- alguien tuvo la idea de doblar los grandes pergaminos en hojas, cortarlas y coserlas en cuadernos para darle al libro la forma rectangular ,que felizmente, ha conservado hasta hoy.

[4] La fuerte demanda entre las clases adineradas estuvo dada por su interés en el libro. Este era visto en unión a la cultura, como valores primordiales y definidores de su elevada condición social. Tal situación, _con el tiempo_ arrojara como resultado, la creación por los romanos de grandes bibliotecas privadas.

[5]  Surge en los comienzos del siglo XV en la Plaza Mayor y las calles que confluyen en ella, por el infante Fernando de Antequera. Tuvo enorme desarrollo hasta convertirse en una de las principales plazas mercantiles y de cambios en la Europa del siglo XVI. Con el apoyo explícito de los Reyes Católicos, las ferias de Medina del Campo se convertirán en las ferias internacionales de pagos de la Corona de Castilla. La aparición de la imprenta supone una revolución en la difusión de los conocimientos. Si bien Medina del Campo no figura entre los primeros centros impresores españoles _el primer libro editado en ella está fechado en 1511_, sí le corresponde un lugar excepcional como uno de los primeros focos distribuidores de impresos en la Península; esto queda demostrado en las numerosas adquisiciones documentadas en sus ferias en los finales del siglo XV, como las que el Cardenal Cisneros encarga para la biblioteca de la futura Universidad de Alcalá.

 El conjunto de libros incunables expuesto puede calificarse de excepcional y, más aún para nuestro caso, sabiendo que algunos de ellos se comerciaron en España por vez primera en Medina del Campo. Así, obras clásicas como las Metamorfosis de Ovidio o las Epístolas familiares de Cicerón o descripciones del mundo conocido de entonces, como la Geografía de Ptolomeo o la Crónica de Nuremberg, de la que se expone una xilografía, son ejemplos singulares de este primer comercio del libro impreso.

[6] En 1445, Gutenberg inventó el arte de la imprenta de los tipos móviles. Comienza el negocio de los libros impresos, y en 1480 la feria del libro es declarada una función oficial por derecho propio. Para finales del siglo, Frankfurt se había convertido en el centro de impresión de libros de Alemania y Europa.

[7]   La ciudad Leipzig era conocida como "la ciudad del libro". Hasta finales del S. XV todavía llegaban a la localidad impresores y comerciantes de libros de fuera. Pero en 1481 ya se imprime en Leipzig el primer libro. Hasta el 1530 se imprimieron 1.300 libros y en la feria de libros de Leipzig se comerciaba con publicaciones de todas partes de Europa. Además, en 1650 se publicó aquí el primer diario del mundo.   

[8] En los terrenos que por entonces ocupaba la Cárcel de la Habana.

[9]  Librerías como Minerva, La Moderna Poesía, Martí, Económica, Labraña, La Casa Belga, La Divulgación Literaria, Sudamericana, Escuela Nueva.

* 1889-1964. Prestigioso historiador cubano. Fue el fundador y director de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, cargo que hoy ocupa Eusebio Leal.

* 1891- .Escritor, investigador y profesor de Historia del pedagógico de la Habana.

[10] También estuvieron presentes, con stands propios la Dirección de Cultura del Ministerio de Educación, la Colonia Hebrea, la revista Carteles, la Editorial Trópico y la Oficina del Historiador de La Habana.

[11] Ver sitio wed: http://www.cubaliteraria.cu,  consultar el trabajo "La primera feria del libro en Cuba". Marzo 2008.

* La Habana, Cuba, 18 de abril de 1907 – 1982. Ministro de Relaciones Exteriores desde principios de la Revolución hasta mediados de los años 70. Conocido como "El canciller de la dignidad".

[12] Municipio de la Capital cubana. 

* Politólogo alemán radicado en México, quien ha visitado y presentado sus libros en diferentes Ferias de la Habana. La cita ha sido tomada de http://www.rebelion.org. Artículo de Nirma Acosta, "La Feria del libro de La Habana no es un foro mercantil". Marzo 2008.

[13] Única experiencia vivida por la autora. Además teniendo en cuenta que la Cabaña es la sede central del evento en el país. Esta segmentación es sin ánimos de exclusión del resto de la Isla.    

[14] Entendiendo el hecho de que las ferias año tras año son esperadas por el público capitalino, como los son el festival de cine, la seria nacional de pelota, o sea, es un acontecimiento que forma parte en la actualidad, de la cultura popular.

[15] Teniendo en cuenta el heterogéneo diapasón de temas desde la orientación cultural que se encuentra el público asistente a la Cabaña cada año. Ej. como conciertos de rock o de Buena fe, hasta un libro de temática social como lo es 100 Horas con Fidel, o la premiación del Premio Nacional de Literatura, o simplemente, la representación de las artes, literatura y música del país invitado. Sin dejar de mencionar las actividades para niños. 

[16] Arredondo Alarcón, Genma M. Las Ferias del Libro y su incidencia en la circulación del libro en Cuba. Tesis de Licenciatura. Facultad de Comunicación. La Habana, pp22.

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