En los inicios del actual año se estuvo realizando en el país uno de los eventos culturales más importantes y masivos de nuestros tiempos; "La Feria Internacional del Libro 2008" (FIL 2008). A propósito de este acontecimiento cultural, haremos referencia en el presente trabajo a un tema de particular importancia para los públicos lectores cubanos e internacionales. En él reseñaremos desde el punto de vista histórico, el surgimiento y desarrollo de las Ferias del Libro en Cuba. Para la realización de tales propósitos, tendremos en cuenta algunos trabajos digitales que fueron recogidos de INTERNET, puesto que muy poca[1] bibliografía impresa se ha realizado al respecto.
¿Cómo llegaron las Ferias del Libro a convertirse en lo que son hoy?, ¿a partir de qué año comenzaron a realizarse Ferias del Libro en Cuba?, son algunas de las interrogantes a las que daremos respuesta en el decursar de este ensayo. Al respecto, nuestra ponencia estará organizada en dos segmentos:
Primero: surgimiento de las Ferias del Libro en el mundo.
Segundo: rudimentos y desarrollo de las Ferias del Libro en Cuba.
Surgimiento de las Ferias del Libro en el mundo
El cimiento de la palabra "feria" se remonta al latín antiguo fesiae o festivitas que significaba dies festi (días festivos). Años más tarde y con el desarrollo del idioma "latín semiculto y tardío" estos términos cambiaron para formar un vocablo muy parecido al que conocemos hoy, feriae. Igualmente el significado etimológico de la palabra "libro" proviene del latín liber, expresión con que los romanos designaban la parte interior de la corteza de los árboles, que usaban para escribir[2].
En tal sentido, es con el surgimiento del libro[3] y el desarrollo de su comercio en el Imperio Romano, cuando éste se vio favorecido por la demanda de las altas clases sociales[4], que podemos empezar a distinguir los primeros pasos para la formación de lo que será tiempo después, el fenómeno feria del libro. La desintegración del Imperio, decrecerá el inicio del proceso ferial que no se verá retomado hasta el siglo XV, gracias a la progresión de los negocios de los libreros y de su creciente representación en las ferias mercantiles que ya se celebraban en toda Europa a finales del Medioevo. Pero no será hasta los últimos espacios de este siglo que el negocio de la distribución del libro se encontrará organizado por todo el Continente.
En cualquier región, aparecerán instalados libreros que trabajarán "al por menor" y recibirán los libros de grandes editores. Comienza entonces a crearse una estructura jerárquica en el comercio del libro. Como resultado de este fenómeno, aparecerán en diferentes puntos del Viejo Continente las grandes primeras ferias del libro:
- Feria de Lyon. (Francia)
- Feria de Medina del Campo[5]. (España)
- Feria de Frankfurt[6]. (Alemania)
- Feria de Leipzig[7]. (Alemania)
Todas ellas, amplios escenarios comerciales en las que el libro era sólo una parte del gran sistema mercantil. Lo antes expresado se ilustra en que, además de textos y manuscritos escritos por monjes, se podía encontrar pieles de los Bálticos, especias orientales, lazos y telas de Flemish, seda china, artículos de vidrio de Venecia, joyas, maderas de construcción, coronas de rosas tirolesas y caballos. No será hasta algunos siglos después que podemos empezar a hablar de las ya célebres ferias especializadas.
Hoy día la génesis de las ferias del libro no ha cambiado mucho con respecto a sus antecesoras; el espectáculo ferial no es más que un mero negocio comercial, con la única diferencia de que en siglos atrás eran impulsadas y subsidiadas por reyes, señores feudales e importantes comerciantes; hoy son, sin lugar a dudas, un ejercicio transnacional.
Entre los eventos feriales más importantes podemos citar:
- Feria de Frankfurt, Alemania.
- Feria del Libro de Bogotá, Colombia.
- Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil de Bolonia, Italia
- Feria Internacional del Libro Buenos Aires, Argentina.
- Feria Internacional del Libro Santo Domingo, Rep. Dominicana
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